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Sangre de los Hielos Eternos

Este es un relato de la mitología Aityr:

Isa, encargada de custodiar la entrada del Ginnungagap, previó que se vería mucho más ocupada
cuando el hombre comenzó a expandirse por Gaia. Además de armar poderosas defensas tomó
un grupo de humanos que, bajo su estrictísima supervisión la mayoría del tiempo, la ayudaría a
defender la sima helada llegado el momento.

Muchas generaciones humanas más tarde, cuando los dioses se enfrentaban a las Tres Bestias y
las aberraciones de Skule eran capaces de cruzar con regularidad las defensas establecidas por
Isa, esta decidió ofrecer a los humanos que tenían que combatirlas una gota de su sangre. A
través de su sangre en el cuerpo de los humanos, Isa fue capaz de ofrecer diversos de sus dones
a los que combatían por ella, ofreciéndoles una oportunidad contra las aberraciones.

Tras la guerra, los pocos humanos restantes pidieron salir al mundo, petición que Isa aceptó tras
considerar cómo la habían servido todas las generaciones anteriores, y que la petición la hacía
el héroe Zyum. Sin embargo, limitó enormemente la manifestación de los dones de su sangre
porque, fuera de un ambiente que pudiese controlar, los humanos podrían abusar de ellos para
el mal.

Esa gente jamás llegó a prosperar mucho por el mundo, pero aún a día de hoy se pueden
encontrar dispersos por el mundo algunos humanos que han heredado su legado de sangre. En
todo este tiempo alguno, incluso, ha despertado el interés o afecto de Isa y recibido como los
hombres antaño el poder de convertirse en héroe. Otros han tratado de regresar a la casa de Isa
y sus ancestros, pero no se conoce de ninguno que haya regresado.

El legado de la sangre de isa se comporta como un mini-elan de la diosa, siendo esta capaz de
otorgar mayores poderes a través de la porción de su sangre que corre por los descendientes de
los que antaño combatieron a su lado, así como de anularlos completamente. (No obstante, a
nivel de reglas es simplemente un legado de sangre normal y corriente, dado que es
extremadamente raro el caso en que el personaje se encuentre con Isa).

Los individuos con este legado suelen tener la piel pálida y cabellos albinos o con tonalidades
muy degradadas hacia el blanco.

Escarcha: Los ataques del Legado congelan aquello que golpean, dejando visiblemente leves
restos de escarcha con sus embestidas. Por ello, los choques de sus ataques reducen en 2 puntos
la entereza de aquello que los recibe, recuperándose a ritmo de uno por minuto, pero las heridas
que cause no podrán producir sangrado. (Cada 10 de entereza perdida de un objeto (5 en caso
de armaduras) reduce su calidad).

Cuerpo congelado: La temperatura corporal del Legado es inferior a la del resto de personas.
Por ello, obtiene inmunidad a 15 intensidades de frío.

Afinidad elemental (frío)

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