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El sensacionalismo y la imparcialidad de la prensa

peruana durante las elecciones presidenciales

Item Type info:eu-repo/semantics/bachelorThesis

Authors Fernández-Cabero, Luna Jesús

Publisher Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

Rights info:eu-repo/semantics/openAccess; Attribution-


NonCommercial-ShareAlike 4.0 International

Download date 29/04/2023 00:39:59

Item License http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/

Link to Item http://hdl.handle.net/10757/660728


UNIVERSIDAD PERUANA DE CIENCIAS APLICADAS

FACULTAD DE COMUNICACIONES

PROGRAMA ACADÉMICO DE COMUNICACIÓN Y PERIODISMO

El sensacionalismo y la imparcialidad de la prensa peruana durante las elecciones


presidenciales

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

Para optar el grado de bachiller en Comunicación y Periodismo

AUTOR

Fernández-Cabero Luna Jesús (0000-0003-3457-4638)

ASESORA

García Delgado Matilde Francesca (0000-0003-2636-4550)

Lima, día 5 de julio de 2022


DEDICATORIA

A mi familia, porque me demuestran que el amor verdadero existe en cada abrazo y beso.

1
AGRADECIMIENTOS

Agradezco a Dios, por haberme dado las fuerzas necesarias, a mi mamá, por su enorme
entrega, a mis abuelos, por ser el apoyo incondicional de toda mi vida y a Maribel, por
enseñarme que la amistad también se encuentra en la familia.

Mención aparte a mis amigos de la facultad y a la profesora Matilde, porque sus críticas
constructivas hicieron que no desista de seguir adelante.

2
RESUMEN

En la actualidad, los medios de comunicación son elementos necesarios para un correcto y


libre desarrollo de la opinión pública durante las campañas de elección. El presente trabajo
abarca un análisis sobre las cualidades de imparcialidad y sensacionalismo en la práctica
periodística de la prensa escrita durante el proceso de las campañas políticas. Cabe resaltar
que este estudio logra escrutar la manera en que los medios de comunicación escritos
informan y edifican una realidad partiendo de los preceptos siguientes: Imparcialidad,
sensacionalismo, periodismo político, periodismo en campañas políticos, comunicación
política y producción de noticias.

Palabras Claves: Imparcialidad; Sensacionalismo; Periodismo político; Periodismo y


campañas electorales; Producción de noticias y Comunicación Política.

3
[Título del trabajo en inglés]

ABSTRACT

Currently, the media are necessary elements for a correct and free development of public
opinion during election campaigns. This paper covers an analysis of the qualities of
impartiality and sensationalism in the journalistic practice of the written press during the
process of political campaigns. It should be noted that this study manages to scrutinize the
way in which the written media inform and build a reality based on the following precepts:
Impartiality, sensationalism, political journalism, journalism in political campaigns, political
communication and news production.
Keywords: Impartiality; sensationalism; political journalism; Journalism and electoral
campaigns; News production and Political Communication.

4
ÍNDICE

1 INTRODUCCIÓN ..................................... ¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO.

2 MARCO TEÓRICO .................................................................................................. 10

2.1 IMPARCIALIDAD.................................................................................................... 10
2.1.1 Imparcialidad en medios escritos .................. ¡Error! Marcador no definido.1
2.2 SENSACIONALISMO .................................¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO.
2.2.1 SENSACIONALISMO EN MEDIOS ESCRITOS .............................................................. 14

2.3 PERIODISMO POLÍTICO ...................................¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO.6

2.4 COMUNICACIÓN POLÍTICA ..............................¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO.


2.5 PERIODISMO Y CAMPAÑAS ELECTORALES ......¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO.
2.5.1 CAMPAÑAS ELECTORALES .............................¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO.
2.6 PRODUCCIÓN DE NOTICIAS .............................¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO.
2.6.1 NEWSMAKING ................................................¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO.
2.7 ELABORACIÓN DE PORTADAS .....................¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO.4

3 HALLAZGOS Y CONCLUSIONES ..................................................................... 254

3.1 HALLAZGOS..................................................¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO.4


3.2 CONCLUSIONES .................................................................................................. 265

4 REFERENCIAS ...................................... ¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO.7

5
1 INTRODUCCIÓN

Las elecciones presidenciales en el Perú se dan para elegir democráticamente al jefe de


estado durante los próximos años. Este método electoral consta del sufragio en dos
oportunidades, a excepción que uno de los candidatos alcance un porcentaje mayor al 50%
de votos válidos en primera instancia. Durante las campañas electorales, existe un enorme
caudal y flujo informativo, la cual debe ser necesariamente distinguida de las propagandas
políticas (Riego, 2011). En ese sentido, durante la última campaña presidencial, y de acuerdo
a la “IEP Informe de Opinión – Mayo II 2021” realizado en mayo del 2021 por el Instituto
de Estudios Peruanos, el 59% de la ciudadanía consideró que los medios de comunicación
favorecían a una candidatura en particular.

Para Soberanes (2008), la práctica periodística puede entenderse como una actividad de
carácter público, en donde el periodismo per se pasa a ser una acción informativa y masiva
que atañe a la ciudadanía en general. Según Concha (2002), es el periodismo una profesión
que podría ceñirse al concepto de “interpretación sucesiva de la realidad social”. En pocas
palabras, este oficio comunicativo se configura como una práctica que narra lo acontecido
dentro de un espacio en común.

Por un lado, existe una competencia entre diversos medios de comunicación escritos a nivel
nacional, donde la portada se sitúa como la característica principal que define la línea
periodística de cada editorial o periódico en general. (Bazán, 2020). En ese sentido, Van Dijk
(1990) sostiene que los titulares comunican el flujo informativo de mayor jerarquía y
pertenencia que tenga en relación a un relato noticioso cada medio escrito en particular.

Debido a esta necesaria identificación visual por parte de cada periódico, aparece el
sensacionalismo. Conceptualizado como el elemento que se encarga de la magnificación de
los hechos noticiosos dentro de la opinión pública y la ciudadanía (Gargurevich, 2002). En
ese marco, la estructuración de las noticias sensacionalistas logra adaptarse con suma
facilidad de acuerdo al tipo de consumidor y audiencia receptiva (Nakamoto, 2020).

No obstante, los medios de comunicación en general poseen ciertos conceptos y preceptos


básicos arraigados en la práctica periodística actual. San Martín (2014) argumenta que la

6
imparcialidad se perfila como un precepto estrechamente ligado al periodismo actual, sobre
todo, a la prensa escrita representada en revistas y periódicos. En ese sentido, existe una
tendencia de mediatización en el campo político, en donde se jerarquiza al contenido visual
por sobre el argumentativo (García, 2004). En esa misma línea, Holgado (2003) señala que
la partidocracia suele recurrir a una estrategia de campaña que sitúa a la imagen por sobre
las palabras y el discurso en general, logrando personificar el mensaje a un líder político o
un eslogan partidario.

Por su parte, Biggio (2006), indica que la comunicación política entra a tallar como la
unificación y transmisión de un mensaje hacia la ciudadanía. Ribero y Pedreros (2018), a su
vez, exponen que esta manera comunicativa puede dilucidarse como un escenario en el que
el emisor logra calar su mensaje hacia todos los estratos sociales. Asimismo, Mendé y Smith
(1999) resaltan que la comunicación política es una corriente que logra facilitar el debate y
la apertura de diversos temas, además de conseguir interés político dentro de la sociedad de
masas. Extrapolando, las campañas políticas electorales se hallan supeditadas por la
narración de los hechos de cada medio de comunicación en particular, quienes seleccionan
el tema de debate dentro de la corriente de opinión pública (Sánchez, 2009).

Por las razones mencionadas anteriormente, la presente investigación tiene como tema de
investigación realizar un análisis conceptual del sensacionalismo y la imparcialidad de la
prensa escrita durante las elecciones presidenciales, en donde surge la siguiente pregunta:
¿Existieron características de sensacionalismo e imparcialidad en la prensa escrita durante
las elecciones presidenciales? En tal aspecto, el fin de este estudio es la identificación del
sensacionalismo y la imparcialidad que subyace en la prensa escrita durante las elecciones
presidenciales, siendo sus objetivos secundarios la determinación de los elementos
sensacionalistas, además de las cualidades de imparcialidad periodística.

Como investigaciones y estudios que anteceden a este trabajo tenemos la tesis de Luis Franco
Gálvez (2019), en donde el autor analiza el contenido discursivo de los diarios Trome y El
Popular durante las elecciones presidenciales del 2016. En tal estudio bibliográfico, Gálvez
explica la línea editorial de Trome representa a los candidatos que han sido noticia por casos
específicos durante la citada contienda electoral, mientras que el segundo periódico

7
evidencia una clara tendencia en mencionar, representar y graficar al excandidato Julio
Guzmán, cuya noticia de mayor valía fue su tacha al máximo cargo público.

También tenemos la tesis de Portocarrero (2019), cuyo estudio se centró en la campaña


municipal y la cobertura de los diarios La República y El Comercio en el año 2018, indica
que existió mayor preferencia en la representación y divulgación de contenido noticioso en
dos candidatos en particular por parte de ambos medios escritos. Además, el autor de este
trabajo evidencia que tanto como La República y El Comercio poseyeron favoritismos a la
hora de difundir contenidos noticiosos, siendo Jorge Muñoz y Renzo Reggiardo
respectivamente.

Como último antecedente encontramos la tesis de licenciatura de Valdivia (2020), estudio


referente a la representación discursiva de los diarios La República y Correo en torno a las
elecciones presidenciales del 2011 y 2016. Además, el autor indica que existió una cobertura
de índole negativa por parte de los citados medios tradicionales hacia Keiko Fujimori,
Ollanta Humala y Veronika Mendoza, siendo estos 3 ex contendores de las elecciones
pasadas.

Cabe resaltar que, si bien los antecedentes grafican y exhiben análisis en bases a
conclusiones de autores inmersos en el tema de la cobertura en épocas de elecciones, el
presente estudio brindará un mayor conocimiento sobre el sensacionalismo y la
imparcialidad, dos preceptos ampliamente discutidos en los foros y salas de redacción
periodística. El primer trabajo hace su estudio durante una campaña presidencial y analiza
las maneras distintas que poseen dos medios impresos de grupos editoriales diferentes, el
segundo hace énfasis en la representación iconográfica de los candidatos municipales,
basando su modelo de periodismo en personificaciones políticas; mientras que la última tesis
en cuestión empleó un método direccionado hacia tres personajes públicos durante la
campaña presidencial citada. Aunque estos tres compendios de material bibliográfico
exponen los distintos métodos que utiliza periodismo tradicional escrito en tiempos de
elecciones democráticas, es necesario ahondar en algunas características y elementos
conceptuales que la prensa impresa logra representar al momento de ejercer el oficio
periodístico. Por ende, resulta vital comprender la magnitud e importancia que tienen los
medios de comunicación como la prensa escrita durante las campañas electorales y,

8
posteriormente, el sufragio nacional, teniendo en cuenta que el Perú posee una densidad
demográfica que supera los 32 millones de personas, según el último censo nacional
efectuado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

9
2. MARCO TEÓRICO

2.1 Imparcialidad

La imparcialidad es uno de los elementos básicos que ha estado presente en la historia del
periodismo y su práctica, la cual fomenta el debate público respecto a una noticia en
particular. Brunetti (2016) plantea que este elemento viene siendo cuestionado desde hace
años, concibiéndose como una serie de normas que fortalecen los cánones del periodismo
tradicional que ya se habían establecido anteriormente. Suárez & Odriozola (2016), por su
parte, indican que este concepto de la imparcialidad viene siendo reforzado desde las aulas
y salones de formación de periodistas, lo cual contrapone la misma visión autónoma que los
profesionales de la comunicación deben tener a la hora del oficio puesto en práctica.

En ese mismo sentido, Suárez & Odriozola (2016) añaden que la imparcialidad periodística
logra presentarse en el momento que se cuestiona la moralidad y la ética que tiene la prensa
al momento de hacer público un hecho noticioso, ya que será su abordaje lo que rectifique
su idoneidad al momento de hallar la verdad y presentar los hechos con la verosimilitud
posible. Ambos autores también consideran que la práctica de la imparcialidad es algo propio
de ‘ingenuos’ que desconocen la ideología, creencia y consciencia inherente que toda
persona posee, además de la línea editorial que cada medio o empresa comunicativa sigue a
rajatabla mientras desempeña su función periodística. (Suárez & Odriozola, 2016)

San Martín (2014) alude que la imparcialidad se basa en una mitificación de la objetividad
periodística puesta en práctica, dando a entender que este elemento es necesariamente
opuesto a las subjetividades que todo periodista debe emitir mientras realiza su labor
informativa en la sociedad. El autor también indica que esta idolatría hacia la imparcialidad
periodística ha sentado la noción de que el periodismo es concebido como una rama de la
comunicación humana totalmente transparente y que no necesita ningún tratamiento
interpretativo antes de llegar a la res pública y la ciudadanía en general. En esa misma línea,
Suárez & Odriozola (2016) afirman que la conceptualización que se ha pretendido brindar a
la “imparcialidad” ha sido un constante debate y consenso dentro del quehacer periodístico,
tanto a la hora de la práctica como fuera de ella.

10
Restrepo (2001), por tanto, plantea que esta “ilusión” de la objetividad e imparcialidad no
hace presencia en contextos en donde el periodista debe aceptar una postura en particular y
decidir qué hecho o suceso realmente es apto para ser una noticia.

2.1.2 Imparcialidad en los medios escritos

Una vez definido el concepto de imparcialidad a grandes rasgos, es necesario contextualizar


la concepción de este elemento en la práctica del periodismo escrito. En ese sentido, Restrepo
(2001) sostiene que el oficio periodístico puesto en función es una profesión que contraviene
a la objetividad en ciertos aspectos, tal y como es el asunto de la “impersonalidad de la
noticia” que intenta invisibilizar al periodista a través de una noticia carente de expresiones,
pese a que es creada a partir de la consciencia e interpretación humana. Valera (2016) postula
que la imparcialidad se interpreta como uno de los preceptos básicos que el periodista
establece para poder garantizar su credibilidad profesional a la hora de ejercer el oficio
dentro de la sociedad.

No obstante, Concha (1999) ratifica la injerencia de la industria o empresa de


comunicaciones en la que está inmerso y trabaja el periodista, ya que son estos factores
exógenos lo que determina la dirección, el sentido, las fuentes a elegir, la relevancia de los
hechos noticiosos y finalmente la presentación del contenido a publicar y difundir dentro de
la esfera pública. Así, el contenido noticioso publicado, entendido popularmente como ‘la
noticia’, está impregnada de valores y subjetividades en el que la imparcialidad no logra
constatarse como el elemento vital de los medios y la prensa escrita en general al tratarse de
una profesión hecha por consciencia y, en consecuencia, percepciones humanas del
periodista.

Por otro lado, la ausencia de flujos informativos idóneos para poder abordar un tema de
relevancia social o el manejo de accesos de fuentes que logren presentar un tema desde
diversos enfoques y miradas son razones suficientes para dar cabida a que la opinión pública
cuestione la falta de la imparcialidad en los medios tradicionales de hoy en día (Suárez y
Odriozola, 2016).

11
Ante esto, el compromiso de los medios de comunicación tradicionales no debe ser
concebido de manera superflua en la sociedad, sino más bien, tratado como un tópico que
involucre un mayor escrutinio y rigor a la hora de difundir una información relevante en la
res pública. (Fowks, 2018). Hoy en día es natural que ciertos emisores de hechos noticiosos
orienten la información en sus medios respectivos en pro del beneficio propio, argumentando
así relatos con irregularidades y despropósitos informativos a su favor que logran una mayor
aceptación por parte de sus consumidores y de quienes la reciben (Fowks, 2018)

Extrapolando, la imparcialidad periodística en la prensa se puede dilucidar como el uso


correcto y justo de la información sustraída por parte de los periodistas gracias a un número
considerable de fuentes, logrando así la publicación de una noticia que se adecúe con la
mayor de las verosimilitudes posibles. Para Suárez & Odriozola (2016) el ser imparcial no
significa ser acreedor de la verdad absoluta, sino convertirse en un agente profesional que
este apto a ceñirse al parámetro de la justicia y el alcance de la mayor objetividad posible en
cada uno de los sucesos noticiosos. Además, resulta de vital importancia lograr una correcta
dimensión de las opiniones y las acciones en las noticias publicadas en un medio escrito y
de rápida difusión como el periódico (Suárez & Odriozola, 2016).

Valera (2016), por su parte, resalta que la imparcialidad se torna como uno de los elementos
indispensables que tiene el periodista a la hora de restarle injerencia externa a su trabajo o
idea. Esto significa que el profesional encargado de la interpretación, creación y posterior
divulgación de un hecho noticioso se ampara en el precepto de la imparcialidad periodística
para evitar cualquier intrusión en su labor como periodista y profesional de la comunicación.

No obstante, vale resaltar que, en el quehacer periodístico diario, el concepto de


imparcialidad resulta inviable al momento de su ejecución. De acuerdo a Suárez & Odriozola
(2016) las narrativas poseen direcciones y sesgos propios que deben ser necesariamente
identificados dentro del medio, logrando así que el lector o ciudadano de masas en general
lograr forjar una opinión intrínseca, propia y autónoma en relación a la noticia que consume.
Para Borrat (1989), el periódico tiene una conjetura mucho más compleja en relación a los
intereses e influencias que atañe a la ciudadanía y los poderes políticos dentro de toda una
nación.

12
De hecho, el mismo autor (1989) señala que es el periódico un medio coercitivo que
repercute en el accionar de los actores sociales para, de cierta manera, lograr darles mayor
sentido favorable a sus conveniencias, llegando incluso a influenciar en los mandatos y
períodos gubernamentales, además de la partidocracia y las agrupaciones de interés dentro
de la sociedad, los diversos movimientos dedicados a un bien social, además de ser un
“objeto de la influencia de los otros, que alcanza una carga de coerción decisiva cuando esos
otros son los titulares del poder político (Borrat, 1989, p.67).

Además, Borrat (1989) postula que este medio en particular puede configurarse como un
‘actor político’ que promueve las interacciones entre diversos actores sociales. En ese
sentido, los periódicos poseen la capacidad de injerencia dentro de un contexto social,
político y ciudadano, además de lograr una gran capacidad de influencia dentro de los
distintos agentes y miembros partícipes de una colectividad en común.

Por último, el objetivo de la prensa y su responsabilidad social de ejercer el periodismo de


manera imparcial tiene como base asumir el compromiso colectivo que significa esta
profesión social (Suárez y Odriozola, 2016). Resulta necesario lograr un trabajo periodístico
bajo los estándares de rigurosidad pertinentes que faculten el libre desarrollo crítico y
juicioso de la opinión pública sin injerencia de otros agentes inherentes a la noticia. En otras
palabras, la conceptualización de un periodismo escrito imparcial debe ser entendida como
una manifestación y misión informativa que valide el precepto básico de la libertad de
expresión y el derecho a la información.

2.2 Sensacionalismo
Al igual que la imparcialidad, existen otros componentes dentro de la práctica periodística
que han sido ampliamente estudiados y referidos en múltiples recopilaciones bibliográficas
y estudios doctorales. El sensacionalismo es uno de ellos, y según Gargurevich (2000) es un
elemento que puede conceptualizarse como la magnificación o sobre estimación de las
noticias en la sociedad, y que, además, ha estado ligado históricamente a la información
pública y masiva moderna.

De acuerdo a la RAE, el sensacionalismo es la tendencia a producir sensación, emoción o


impresión con noticias, sucesos, etcétera. No obstante, surgen diversas conceptualizaciones

13
ceñidas a un aspecto más bibliográfico. Parra y Domínguez (2004) describe a la prensa
sensacionalista como aquella rama del periodismo que logra destacarse principalmente por
sus cualidades referentes al morbo, la banalización social y la jerarquización de la violencia.
Según Flores y Mendieta (2012) el sensacionalismo es un aspecto ‘banal’ del periodismo
que tiene bien claro su público objetivo, sobre todo, el estrato social de clases bajas donde
priorizan la información y el sentimiento por sobre la ética periodística a la hora de
informarse.

Asimismo, este elemento no es algo nuevo ni incipiente dentro de la cultura periodística


peruana. Gargurevich (2000) enfatiza que el sensacionalismo se usaba en función del
contexto y ambiente social en el que nos mantenemos inmersos, definiéndolo como una
verdad a medias, dados sus componentes a la hora de presentarse como una noticia dentro
de la esfera pública.

Para Chiang (2004), este concepto ya forma parte de un género periodístico inmerso en los
medios, el cual tiene como finalidad buscar la atención del consumidor o lector a través de
sobreestimaciones de algunos aspectos referentes a una noticia o suceso acontecido en la
esfera pública por encima de la intención informativa general del periodismo tradicional.

2.2.1 Sensacionalismo en los medios escritos

Según Nakamoto (2020), el sensacionalismo en medios escritos es un elemento que ha


mutado y se ha ido adaptando con el transcurso de los años, cuya estructura informativa o
características noticiosas selectas se van tornando de mayor facilidad para el consumo rápido
de su lectoría. Saad (2011) coincide con Flores y Mendieta en el sentido direccional que la
prensa de índole sensacionalista apunta al momento de publicarse un ejemplar de estas
características.

“Gran parte de la legitimidad del contenido de la prensa sensacionalista radica en que


en él es posible encontrar "rastros populares". En sus páginas se halla un abanico de
situaciones, hechos y personajes que "por razones históricas, por convicción o por
ausencia de otras alternativas, están al margen de los grandes círculos sociales y

14
culturales; muchos de ellos sujetos anónimos -hombres y mujeres de distintas edades
y ocupaciones” (Saad, 2011, p. 12).

Respecto a la causa primordial del nacimiento del ‘sensacionalismo’ en la prensa escrita,


San Martín (2014) explica que la escritura periodística de los medios impresos tiene como
misión enfrentar dos retos: el primero ser atractivo y mostrarse superficialmente ante el
lector desinteresado, y el segundo desafío es generar un convencimiento al lector y situarlo
en contexto de lo que pasó realmente en torno a un hecho o noticia. Dicho de otro modo,
necesita la manera de redacción del periodismo impreso debe poseer un valor agregado que
permita atraer la atención del ciudadano y lector.

Para Concha (2002), el periodismo contemporáneo-en especial, el escrito, - sirve de agente


para la interpretación que existe entre la realidad y la esfera pública, lo cual facilitará el
entendimiento y adaptación que tienen los lectores hacia un hecho noticioso. Es decir, el
oficio periodístico hoy en día debe ser entendido como un canal interpretativo entre los
sucesos y los ciudadanos en general, en donde el periodista deberá aplicar las facultades
inherentes para poder informar de manera mucho más entendible hacia la opinión pública.

Chiang (2004) hace referencia exacta del desarrollo de corte sensacionalista de los
periódicos dentro de la sociedad peruana, indicando que son vehículos informativos e
inusuales, tratados de una forma festiva y lúdica hacia el lector.

El diseño llamativo de sus portadas, así como su empleo del lenguaje con replanas
reseñan generalmente el mundo del espectáculo y los personajes de la «farándula».
Como se verá más adelante, estas publicaciones abusan de las fotografías y los
recursos gráficos, mostrando un estilo cuasinovelístico para construir la noticia (
Chiang, 2004, p. 13).

A su vez, Chiang (2004) indica que la prensa de corte y preceptos sensacionalistas busca
establecer el disentimiento común mediante ideas, publicaciones, contenidos, noticias y
recopilaciones periodísticas inconexas, cuyo fin primordial es la enajenación pública y
popular de un caso o tema en específico.

15
Cabe precisar que la noticia “sensacionalista” abarca otra concepción diferente a lo
“sensacional”, ya que esta última se trata de un hecho o suceso noticioso que requiere de un
tratamiento diferente al tratarse algo trascendental para la coyuntura diaria (Chiang, 2004).

2.3 El periodismo político


Entendiéndose como la práctica informativa que trata temas de índole política dentro de cada
editorial o sala de redacción, el concepto de “periodismo político” puede conceptualizarse
como una especialización periodística dedicada a la divulgación, redacción y narración de
los hechos referidos a temas que conciernen a la opinión pública en general. Según Casero
(2012):
El periodismo político se configura como aquella práctica informativa que se ocupa
de la actividad de los gobiernos, los partidos y las organizaciones políticas, las
campañas políticas, las elecciones y todos aquellos acontecimientos que estén
relacionados con la res pública (Casero,2012, p.19).

En tal sentido, la mención de “política” en el oficio periodístico puede sintetizarse en la


práctica dedicada al escrutinio, seguimiento y difusión de actividades y hechos dedicados a
la política y los eventos que se hallen ligados a la esfera pública. En tal sentido, será esta
profesión comunicativa la que logrará y fomentará la activa intervención ciudadana en temas
que conciernen a todos. Casero (2012) añade que esta práctica especializada es también un
contribuyente principal para lograr una ciudadanía que se encuentre apta para temas y
participaciones políticas dentro de la sociedad, lo cual sugiere que los periodistas deben
ceñirse y concebirse como transmisores objetivos de la realidad, evidenciando su lejanía y
neutralidad respecto al poder político que subyace dentro de la sociedad.

Recapitulando, el periodismo político es una rama del periodismo en general dedicada única
y exclusivamente a tratar temas de Estado, campañas, debates, autoridades, servidores
públicos y demás relacionados al fuero gubernamental y su injerencia en la ciudadanía
nacional. Al respecto, existe la opinión de un autor que subraya y excluye a un sector de los
medios del periodismo político. Halperín (2012) sugiere lo siguiente de la denominada
“prensa política”

Creo que la llamada prensa política, que es la prensa partidaria, no debe ingresar en
la definición de periodismo político, porque, si bien utiliza los medios de aparición

16
periódica cuyo contenido está referido a los mismos temas, su esfuerzo no está
centrado en la información (Halperín, 2012, s/p).

En esa misma línea, un autor se refiere al tratamiento de la información que atañe


directamente a políticos y su accionar dentro de la sociedad. Crespo & Rey (2013) sitúan
que la información parte como un elemento indispensable para el buen entendimiento y
capacidad de análisis dentro del espacio público, aunque sin dejar de lado el valor ético y la
transparencia periodística a la hora de difundir un hecho noticioso. Esto, según el autor,
logrará que el debate llevado a cabo por distintas corrientes de opinión no quedé supeditado
a estrategias políticas o intereses de ciertos grupos de poder.
Dicho de otro modo, son los efectos de discursos periodísticos preestablecidos y su respuesta
a diversas planificaciones políticas las que deben evitarse a toda costa durante el tratamiento
periodístico por parte del periodista, además, deberá regirse especialmente ciertos cánones
y preceptos básicos del periodismo como la imparcialidad. (Crespo & Rey, 2013).

En esa misma línea, y a pesar de que subsista una carga ética ligada a los valores de la
responsabilidad social, las instituciones de comunicación siguen siendo empresas e
industrias comunicativas que responden a las decisiones impuestas por la sociedad y los
mercados en general, logrando que sean estos quienes prioricen sus propios intereses
(Freidenberg, 2004).

Extrapolando, Freidenberg (2004) arguye que las posturas y posiciones vertidas en los
distintos canales de comunicación, sobre todo, la prensa, se convierten en roles
preponderantes y que cohabitan en el amplio universo político, ya que se logra evidenciar
un nexo entre las instituciones de carácter público y esfera pública. En otras palabras, es el
periodismo contemporáneo un espacio que tiende puentes entre la opinión y voz mayoritaria
de la sociedad y el Estado.

En otro aspecto, la prensa escrita digital, popularmente conocida periodismo web, es un


espacio abierto en el que las especializaciones y técnicas son necesarias para su desarrollo y
práctica (Concha, 1999). Cabe resaltar que lo vital es poder dilucidar que esta
profesionalización y especialización periodística deba responder a las necesidades
informativas que las nuevas tendencias modernas requieren hoy en día. Enguix (2013)
deduce que el oficio periodístico a alcanzado su expansión mucho más allá de lo que se creía

17
con total normalidad, escapando de las dimensiones establecidas y generando, a su vez,
obstáculos y barreras que involucra los múltiples escenarios en los que el periodismo nace y
se desarrolla con total libertad.

En ese marco, el autor añade que resulta imperativo situar al periodismo político como una
especialización del periodismo general, dada la coyuntura y los avances tecnológicos que
hacen de la prensa escrita un vehículo que requiera armas interpretativas mucho más sólidas
al momento de explicar el porqué de los sucesos (Enguix, 2013).

A manera de conclusión, tal y como sugiere Concha (1999), son estas especializaciones del
periodismo tradicional lo que fomentará una nueva respuesta ante los cambios y las
urgencias que la opinión y esfera pública requieren en la actualidad, teniendo en cuenta los
constantes cambios y variaciones que afronta la sociedad en cada una de sus ramas, sean
cultura, política, economía, ciencia, etcétera.

2.4 Comunicación Política

Teniendo clara la especialización política y su rol activo y participativo dentro de la


sociedad, surge el concepto de “Comunicación Política” como instrumento interpretativo de
la sociedad actual. Para Mendé y Smith (1999) la comunicación política intenta tocar temas
de trasfondo social y masivo dentro de la esfera pública, fomentando su amplitud e interés e
todos los sectores ideológicos y estratos de la sociedad. En tal sentido, este concepto puede
dilucidarse como el nexo entre el entendimiento masivo y la ciudadanía a la hora de tocar
temas de carácter político. En ese sentido, otro autor refiere que el concepto de
‘Comunicación Política’ prioriza y ayuda a que las interacciones humanas entre ciudadanos
logren consolidarse dentro de un espacio delimitado en común. Así, Yanes (2007) ahonda
que las definiciones atribuidas a la Comunicación Política a lo largo de la historia han sido
difusas y variadas, lo cual ha generado un sinfín de controversias por partes de los
intelectuales, aunque también manifiesta que hay cierto acuerdo para referirse a este flujo
comunicativo particular dentro de la esfera pública.

18
Se trata del intercambio de mensajes entre los componentes del sistema político, es
decir, entre todos los miembros de una sociedad. Si el ser humano es político por
naturaleza, a todos concierne la comunicación política (Yanes, 2007, p.359).

En tal sentido, surge una tercera opinión respecto a la ‘Comunicación Política’ y su


injerencia comunicativa a cada receptor en particular. De acuerdo a Ribero y Pedreros
(2018), la Comunicación Política no es más que el sistema primordial de la comunicación
humana, escenario en donde el emisor del mensaje es un sujeto identificado y hábil en
técnicas comunicativas e interpretativas dentro de los diversos aspectos de la sociedad
gracias a su capacidad lingüística de elaborar mensajes de toda índole.

Para Reyes (2010), la comunicación política se puede entender como “un fenómeno político
y social, estudiando los efectos de las actividades comunicativas, los intercambios de
símbolos políticos, la ideología, los conflictos y, fundamentalmente, su trascendencia e
impacto en la actividad política” (Reyes, M, et al 2010, p. 90).

Para Biggio (2006), esta noción de comunicación se puede interpretar como toda actividad
organizada que busca transmitir un mensaje o flujo comunicativo hacia la sociedad y la
corriente pública de opinión, cuya finalidad es influir, persuadir, educar e informar los
aconteceres públicos. “La comunicación política es toda actividad organizada, dirigida a
transmitir un mensaje que permita llegar a los lectores con el fin de influir sobre ellos
buscando persuadirlos, orientarlos, educarlos e informarlos.” (Biggio, 2006, p.7)

2.5 Periodismo y campañas electorales


Entendido el periodismo político como la ciencia y estudio de hechos referentes al entorno
público dentro de una sociedad en particular, nace la inexorable relación de este oficio
durante las campañas de sufragio. Por ello, es importante entender que todo periodista debe
tener la capacidad de inmiscuirse en cualquier ámbito en general. De acuerdo a Esteve
(1999), la noción de periodismo especializado ha tomado una mayor relevancia en los
últimos años, en especial, por la necesidad incipiente de los receptores de recibir información
que sea de carácter público, sin descuidar la calidad y credibilidad.

19
Así, Fernández (1997) interioriza y añade la noción de periodismo especializado dentro de
este oficio, siendo estos representados y puestos en práctica dentro de lo que sería la esfera
pública, logrando, a su vez, una interrelación de flujos comunicativos que, finalmente, es
dividida y publicada en secciones de acuerdo al medio de comunicación en general.

De acuerdo a Concha (1999), los contenidos periodísticos y los discursos acontecidas en la


res pública gozarán de una mayor aproximación con la lectoría ciudadana cuando estos dos
factores se encuentren asociados idóneamente, y que sean capaces de otorgar las respuestas
necesarias que la sociedad diariamente se pregunta en torno a un suceso, caso o
acontecimiento dentro de la esfera pública.

2.5.2 Campañas electorales

La etapa de transición de los poderes del Estado en todas sus formas resulta importante para
poder dilucidar el trayecto hacia el que se dirige la sociedad y sus habitantes en general. La
injerencia de la prensa y los medios de comunicación durante la realización de estos eventos
públicos de sufragio pueden incidir en un triunfo o derrota de un candidato o partido en
particular debido a la percepción que existe desde la res pública (Ortega, 2003).

El autor también añade que los personajes políticos siempre están al acecho de perseguir
información de carácter relevante para poder aventajar a sus rivales en las contiendas
electorales, siendo la prensa un aparato de control en donde se priorice el fin periodístico de
los asuntos públicos por medio de interacción entre la partidocracia y su representatividad.
(Ortega, 2003).

Sobre el oficio periodístico en épocas electorales, Muñiz (2015) narra con sumo
detenimiento como es la práctica de recolección, producción, edición y publicación de
noticias en campañas donde se rige a autoridades públicas:

Tradicionalmente se ha observado que la cobertura periodística de las campañas


electorales puede estar encuadrada en términos de juego La política como debate
temático o estratégico (strategic game frame), que ofrece una especial importancia y

20
presencia en los medios a las estrategias de los candidatos para obtener el mayor
rédito electoral. (p.68-69)

Al respecto, el autor indica que los medios de comunicación masivos contemporáneos


durante la álgida época electoral dejan de convertirse solamente en canales de producción y
divulgación de hechos noticiosos, sino, más bien, se tornan como escenarios de debate y
conflicto entre quienes buscan alzarse un cargo público en la sociedad. (Muñiz, 2015).

Complementando con lo dicho por Muñiz, Ortega (2003) añade que la convergencia entre el
periodismo y la política ha logrado devenir en un problema que influye directamente a las
decisiones de carácter público. También, el autor también indica que los políticos usan los
medios de comunicación para ganar una mayor notoriedad y visibilización ante la sociedad
de masas. Por otro lado, hace énfasis en que el periodismo está logrando adentrarse en las
distintas capas de poder político, moldeando así su concepción y significado tal y como se
conoce.

2.6 Producción de noticias

2.6.1. El ‘newsmaking’

El oficio periodístico y la producción del mismo puede catalogarse como un proceso en


donde convergen la forma y el modo de interpretación y, posteriormente, difusión de las
noticias de panorama nacional dentro en un medio en específico. Este método, de acuerdo a
Clauso (2004), goza de un término llamado newsmaking que señala que la construcción
noticiosa de un hecho es, en realidad, una mirada muy panorámica de los hechos dentro de
cada corporación dedicada a la información periodística, la cual tiene que pasar por una serie
de etapas, filtros y sucesos antes de definirse como un objeto noticioso en sí, antes de decidir
su publicación dentro de cada editorial, sala de redacción, imprenta o espacio dedicado a la
divulgación periodística de los hechos.

Por otro lado, otro autor añade que actualmente existen fases previas al momento de
encontrar, interpretar y difundir un hecho noticioso. Según Feenstra, R. y Casero, A. (2012),
en donde se logran disentimientos y debates inmersos al sistema político y periodístico que

21
termina por generar una controversia en relación a la selección de hechos o contenidos a
divulgar en la esfera pública.

Si bien es cierto que las noticias tienden a cubrir la necesidad humana de la información, el
proceso de fabricación y elaboración de las mismas sigue ciertos parámetros periodísticos
en los que la jerarquización y el criterio de noticiabilidad terminarán por definir su
publicación. Aruguete (2011) sostiene que las noticias pertenecen a una tendencia
homogénea, la cual tiene como eje pragmático el estudio periodístico y las entidades y
corporaciones dedicadas al informar público.
En tal sentido, la autora (2011) clarifica que no solo se dedican al oficio periodístico per se,
sino además responden a las demandas supeditadas por los intereses y objetivos de toda una
institución, los cuales se erigen como factores preponderantes al momento de escoger,
delimitar, seleccionar o desechar un acontecimiento noticioso.

En esa misma línea, se puede deducir que los criterios son en realidad facciones ideológicas
que subyacen y convergen dentro de la profesionalidad periodística y la lógica empresarial
de las grandes corporaciones dedicadas al rubro de las telecomunicaciones. (Aruguete, 2011)

Y aunque la ‘noticia’, según la Real Academia Española (RAE), la suele ser concebida como
un suceso o información sobre algo que se considera interesante divulgar y esparcir por toda
la res pública, la autora en cuestión indica que la instancia previa de su elaboración y
posterior masificación en medios como periódicos son guiados, en gran medida, por los
intereses y criterios de institucionalidad que todo profesional de las comunicaciones tiene
respecto a las empresas informativas. (Aruguete, 2011).

Dentro de estos conceptos, las rutinas y hábitos periodísticos emergen para satisfacer la
necesidad informativa dentro de la sociedad. Según Retegui (2017), la rutina periodística,
lejos de ser solo la agenda diaria del periodista, es un cronograma laboral esencial que
cumple una función primordial en los medios, ya que sirve para direccionar y unificar los
contenidos que serán escogidos y posteriormente convertidos en noticia pública a través del
impreso. Además, estas no pueden ser de carácter inexorable y rígido.

22
Y es que Retegui (2017) no concibe al oficio periodístico diario como una rutina totalmente
rígida que posea cánones y cimientos inamovibles, sino más bien a procesos de organización,
estructuración y ejecución ante los hechos o eventos suscitados en la sociedad, los cuales,
estarán sujetos a cambios y modificaciones que, en muchos casos, pueden darse en último
momento.
Al igual que Clauso, Acosta (2013) deduce que el término newsmaking (entendiéndose como
la construcción noticiosa de un hecho escogido) entra a tallar en el marco general de la rutina
periodística, siendo el comportamiento, conductas, quehaceres diarios y acciones del
periodista lo que determine su presentación discursiva en los medios.

Los estudios de newsmaking se ocupan de la manera en la que se desarrolla la


actividad periodística, es decir, se encargan de la observación de los procesos
rutinarios de producción de la noticia, lo que ofrece una herramienta objetiva para
analizar el papel de los emisores y de las fuentes de información durante la
construcción de sentidos en el texto periodístico. (p. 65)

En tal sentido, la rutina periodística se puede conceptualizar como el proceso básico que un
periodista ejerce al momento de consultar documentos, informes, diarios, entrevistas, pactar
diálogos o presenciar los hechos de un suceso en particular con el objetivo de realizar un
texto, sea del género que fuese, para ser convertido en noticia periodística del día.

Sin embargo, Van Dijk (1990) propone que las emisiones de contenidos noticiosos deben
ser analizados y escrutados en base al “procesamiento de un texto”, siendo revisado y
verificado por múltiples etapas antes de su publicación, además de poseer el análisis y la
interpretación informativa que ha sido recogida por el autor periodístico de tal texto, artículo,
columna, nota o reportaje en general.

2.7 Elaboración de portadas


Por su parte, Bazán (2020) detalla el proceso empírico previo a la creación y divulgación de
la portada de un medio escrito. Para el autor, el desarrollo de la primera plana de un periódico
es mucho más completa y “humana” de lo que comúnmente se cree.

23
Y es que, de acuerdo al autor, la confección de una portada de un medio escrito como el
periódico no es tan simple como erróneamente se cree. En muchas ocasiones, se necesitan
diversas variantes y factores que faciliten su rápido accionar a la hora de jerarquizar las
imágenes y formar la primera plana. No se trata de una página común del medio escrito, ya
que esta llega a responder las cualidades intrínsecas del medio, además de solicitar mayores
exigencias por parte de los encargados, cuya guía sea la editorial para la que trabajan (Bazán,
2020)
En tal sentido, se podría conceptualizar a la portada como un relato que se condicione a los
hechos más recientes e importantes de la cotidianeidad humana, las cuales deben ser
plasmadas en la carátula central del medio, y ser vista ante la mirada de su lectoría pública
(Bazán, 2020)

24
3 HALLAZGOS Y CONCLUSIONES

3.1 Hallazgos

-Una de las características que salen a flote a lo largo de este compendio bibliográfico son
las conveniencias que poseen los medios y corporaciones de comunicación en la sociedad
de masas. Esto es una de las tantas inquietudes que diversos intelectuales e investigadores
poseen a la hora de referirse a la imparcialidad como un bien inexorable de la práctica
periodística. De hecho, Suárez & Odriozola (2016) tildan de ‘ingenuos’ a quienes creen
fervorosamente en la práctica y la dependencia objetiva de las noticias, sea en el formato
que se presente.

- Otro hallazgo tiene que ver esencialmente con el periódico, a lo que el autor Hector Borrat
(1989) sitúa con total lucidez como un “agente” político, de hecho, es este medio uno de los
que puede influir directamente en la opinión pública y, por ende, en la corriente de opinión
masiva de la sociedad, teniendo en cuenta que son los periodistas los encargados de plasmar
e interpretar una noticia que puede ser direccionada –tal como señala Aruguete- de acuerdo
a las convicciones de una corporación en particular.

-En paralelo a lo dicho por Enguix (2013), el periodismo escrito puede ver en las plataformas
y nuevas tendencias comunicativas un aliado a poder realizar un periodismo mucho menos
descentralizado y más autónomo. A lo largo del texto, más de un autor señala la
codependencia que existe entre periodista-corporación al momento de escoger un hecho
noticioso y plasmarlo en noticia, por lo que la autonomía periodística per se debe ser un tema
a tratar y estudiar con mayor énfasis en los estudios venideros de cara a un periodismo mucho
más humano y menos corporativista.

-Asimismo, el tema de las jergas y los términos de corte popular son algo de lo que
Gargurevich (2002) nos habla a profundidad, indicando que son estas cualidades algo propio
de los medios sensacionalistas y ligados a las emociones, teniendo como objetivo principal
los estratos sociales bajos que se sienten mucho más atraídos por la diagramación y
presentación de noticias de este corte.

-Yanes (2007) nos clarifica el panorama de la naturaleza humana, sosteniendo que el hombre
es político por naturaleza, razón por la cual los hechos relacionados a la res pública, y la

25
comunicación política en particular, serán aristas que todo medio de comunicación debe
tener bien en claro a la hora de informar los temas de carácter masivos durante las campañas
electorales y no dedicarse a hacer propagandas electorales.

3.2 Conclusiones
-El periodismo tradicional, en especial, la prensa escrita, debe adaptarse a las nuevas
demandas de la sociedad, sobre todo, en un contexto en que el sensacionalismo queda más
expuesto dadas las nuevas tecnologías y herramientas que subyacen gracias al Internet.

-Además, considero a modo personal que el periodismo debe ceñirse bajo la verdad, no
necesariamente la imparcialidad absoluta, dado que toda noticia antecede a una mirada
humana y la subjetividad presente, sino más bien a decir los hechos lo más verosímiles
posibles. Esto, no obstante, constituye un gran reto para el quehacer periodístico de cara a
los siguientes sucesos que involucren temas de estado.

- Respecto al sensacionalismo, creo pertinente mencionar que es una manera vil y baja de
llamar y captar la atención del ojo público, en especial, de las masas y quienes vislumbran
al oficio periodístico como una herramienta no solo de información, sino también de
educación común. En tal aspecto, las mejorías de las formas de hacer periodismo
dependerán, primero, de los periodistas y los vehículos informativos que pretendan usar para
llegar a la ciudadanía, y las corporaciones dedicadas al rubro de las comunicaciones, quienes
deberán conceptualizar al periodismo como una forma de narrar lo acontecido y la realidad
social, y no meramente informar temas que vayan de la mano con sus gustos y preferencias.

-Para concluir, y teniendo como eje fundamental el oficio periodístico per se, resulta
inverosímil creer que el periodismo ya no se encarga de incomodar al Estado y los
funcionarios públicos, sino que también logran ser actores políticos dentro de los períodos
democráticos, a tal punto de influir en la sociedad de masas. Si bien esto puede parecer obvio,
el tema de involucramiento entre periodista- sociedad debe ser más escrutado por
investigadores e intelectuales que vean en los medios de comunicación durante las campañas
electorales un campo de estudio para poder llevar a cabo diversos estudios de campo y
antropológicos, en donde quede evidenciado que la interpretación humana del periodista
debe hallarse supeditada al bien común de toda una nación o comunidad, y no a la dirección
que la industria de las comunicaciones pretendan darle.

26
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