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¥ UNIVERSIDAD DEGUADALAJARA (2) UBGVIRTUAL | Disefio educativo Sistema de Universidad Virtual IV. El consumo cultural y los movimientos sociales - Eduardo Nivén Bolén En una mirada inicial al universo de la oferta cultural en la ciudad de México, parece evidente que el éxito de cualquier allemativa especifica en ese campo —medida en términos deaudiencia y difusién— se encuentra intimamente ligado a suasociacién con los mecios de dilusién masiva, aunque no sea ésta una condicién automitica de aceptacion, Bajo tales circunstancias, équé relevancia tiene la oferta cultural de los movimientos sociales en la ciudad? 2s su condi- don de marginalidad respecto a los media un signo de intrascendencia? O por el contrario, isu situacién de intima cercania con los sectores populares los concluce al perfec- cionamiento de sus elementos comunicativos y, en conse- quencia, a una mayor eficacia y aceptacién? Elacercamiento a este campo de producei6n cultural ha sido —como en general el estudio del consumo de bienes eulturales— poco irecuentado por los investigadores. Asi- mismo, las reflexiones internas de los propios movimientos sociales sobre sus practicas culturales y las actitudes de sus bases sociales a este respecto, sdlo han gozado en general de produccién reciente, aunque relatvamente secundaria porlas muchas tareas inmediatas que los acosan constan- ‘emente, El presente trabajo tiene por objeto efectuar un primer acercamiento al consumo cultural en los movimien- los sociales de la ciudad de México, y forma parte de un proyecto mas amplio sobre el tema. La primera parte de asié lexlo presenta un panorama de las distintas concep- tiones de trabajo cultural que conviven en los movimientos 123 sociales en la ciudad, Resalto ahi formas de trabajo cultural que de ninguna manera configuran un cuadro exhaustive En Ia segunda, cambio la dplica para centarme en las caracteristicas del consumo cultural de los pobladores de un asentamiento popular. Esta segunda parte se elabora @ partir de la comparacion de dos encuestas, una aplicada a nivel general y otra especifica del asentamiento analiza. do. Al final, destaco algunas tendencias significativas @ manera de conclusién. La oferta cultural de los movimientos sociales José Joaquin Brunner propone un esquema analitico para ubicar distintas alternativas de politica cultural. Organiza su mapa —asi llama a tal esquema— a partir de la conside: racién simukénea de dos categorias de problemas: los agentes habituales de la accién cultural (mercado, adm nistraci6n piblica y comunidad) y las principales organi zing institutions que procesan tales acciones (productores profesionales, empresa privada, agencia publica y asocia cién voluntaria), De la mattiz resultante de combinar estas dos caiegorias de problemas, Brunner considera sélo ties opciones como naturales o "puras”, a las que denomina “cireuitos culturales", y que son: @) circuitos privados de produccion industrial para el mercado; b) circuitos piblicos, cuya produccién es organizada administrativamente, y ¢) circuits de asociacién voluntaria que organizan su produccién comuritariamente. En las discusiones sobre politica cultural se ha estable- cido una oposicién dominante entre los dos primeros cir cuitos. En efecto, Estado o iniciativa privada, mercado 0 instituciones publicas parecen concentrar la atencién de quienes disefian las politicas culturales, Sin embargo, segtin Brunner, tales circuitos conviven en la préctica con un tercer circuito cultural cuyo sentido, incluso contemporé: 124 neamente, consiste en ser portador “de gran parte de la comunicacion religiosa de la sociedad, de un sector de ke coménmente llamada cultura politica y de casi todas las experiencias que forman parte de las llamadas culturas po- puares, Ademas recogen gran parte de las experiencias propias de la cultura cotidiana”.! La oferta cultural de los movimientos sociales* formaria parte de ese circuito asociative comunitario, que en la Hipotesis de Brunner ocupa un papel relativamente margi- ral, pues al parecer no puede existir como circulto domi- ante, Sin embargo, desde la perspectiva con que se realiza este trabajo, el planteamiento de Brunner debe ser matiza- do, Las practicas culturales de los grupos populares, en. efecto, no constituyen un citcuito dominante; per cuando participan de la dialéctica de los movimientos sociales adquieren importancia politica, ya que influyen en la capa- cidad de €stos para [raguar una practica capaz de identifi- carlos con amplios sectores de la poblacién urbana pobre. Asimismo, se constituyen en instrumento de superacién del ambito local y tradicional, de tal modo que les sea posible acceder a una influencia mas amplia y menos fragmentada dela que suponen los grupos populares wadiclonales. Esta idea representa una propuesta de andlisis que obliga aver en los grupos populares tna tensi6n interna entre la, integacion y la confinacién marginal o local de su trabajo cultural, La primera propuesta supondria la institucionaliza- sion del organismo cultural comunitario, o cuando menos Jove Joaquin Brune, Poles cuturales ydemccrci: Nata una leva de Jxocomunidaes" chest Garcacancin (ed)onrcarauttuaesenamorca Tear Mee, Grsibo 1987 Haro morimletes soci & los grupos ceganiadcs que 22 proponen ‘bev demeyoramient cesus condiciones socneso economveas Una acdtud ‘fhe sobne el eigen desu siaion se atl enéen sos esparetchrente fee eitencio: con toto, us fommat deka ne necesarament 20 reine ‘ates fpr anole nrlocuen en lewtinoe de nogoctatin centric 0 Dorieacohagents pve esas no os na conan recta para {mane gripes exitan y sean eorsferados mesimentds. AS, esa novion thug lao herons dele sujelos sociales tracclonsles (aiveroscampesinas, Galas coloros ctcecrahy @nucvos movinentos,en ocagones rsludos nimerode integratesy de escaza accion police, cosno ws upesteaos0s, ‘Siete de sas, desl otter Fier 125 el acereamiento a la accién de los organismos piiblicos de produccién organizada administrativamente, El predomi nio de la otra tendencia, en cambio, suipondra la reduccién marginal de esta opcin cultural, limitada al marco de lo local y lo comunitario. Bajo este planteamiento, la variable que incidira de ma. nera determinante en el posible desarrollo de este elrculto Ja constituyen las actitudes hacia el émbito del poder, pero sobre todo hacia el conjunto de la sociedad civil. Esto supone un tipo de Interacclén con Jos otros circuitos cultu- rales con miras a hacer uso de, 0 al menos influir en, ellos. Puede comprenderse mejor esta planteamiento al ubicar Jas distintas concepciones de trabajo cultural que existen entre los movimientos sociales. Una observacién basica sobre el trabajo cultural de los, grupos populares en la ciudad de México es que éste tiene Nariados significados y objetivos, segtin los protagonistas de cada una de las iniciativas. Esto podria llevar a renunciar a cualquier intento generelizador, pues son muchas las ci cultades si se intenta asimilar una visién univoca sobre el sentido de trabajo cultural en cada uno de los movimientos sociales. Con todo, a pesar de los riesgos implicitos a toda genevalizacién, es posible intentar una vision integtal del panorama cultural dispuesto por los grupos populares en la ciudad, asumicndo la gran disparidad de experiencias, con. cepeiones y fornas de trabajo que se observan entre los grupos e, incluso, al interior de éstos. En este sentido pue: den destacarse cinco concepciones vigentes del trabajo cultural en los movimientos sociales, A) El trabajo cultural como rescate de la cultura popular Un principio guia de la accién cultural de casi todos tos grupos populares 0 de sus comisiones culturales, se halla en la consideraci6n de lo popular come una matilz funda menialmente positiva, creadora, yala cuales indispensable 126 sujetar el trabajo cultural, Para uno de Jos mas importantes grupos culturales del movimiento urbano popular, la Comi- sion Cultural de la Unién de Vecinos y Damnificados 19 de Sepliembre, lo popular se define como un elemento libera- der,distinto a lo masivo: “Lo que hace posible el desarrollo inegral de los pueblos es popular, lo que lo impide no lo es, y aunque se manifiesta de multiples maneras, siempre es alternative a la cultura del poder..." La cultura popular genuina representa, para algunos promotores culturales, el origen de una practica politica adecuada, pues en lo popular se fincan experiencias de solidaridad y organizacién para la lucha cuyo rescate per- mite hacer eficiente el trabajo politico entre los sectores populares. En esta concepci6n, la cultura popular auténtica es resultado de las experiencias de lucha de los sectores populares. Son el objetivo de las practicas nuevas que suponen solidaridad y unidad real y que ya se encuentran lalentes en la sociedad, esperando que sean puestas de manifiesto por comunicadores y trabajadores culturales. Para otros mas, constituye finalmente un recurso de defensa ante las agresiones de la sociedad dominante. Cuendo no se ene conciencia de esa culture, dice un promoior de la zona de los pedregales en Coyoacdin, “en- tonces se vive en la colonia, en los barrios, una especie de colonizacién cultural, entonces no aprecias lo que vales, lo que vale tu cultura’. Debido a esta concepcién, una de las ideas basicas y dominantes en el trabajo cultural de muchos grupos popu- lares es la idea del “rescate” de las tradiciones populares mexicanas, término que se ha hecho muy comtin entre los dkigentes y promotores culturales. Asi, hablan del rescate de [as ttadiciones populares frente a la invasi6n cultural extranjera, pero también de la recuperacién de simbolos y fragmentos de la historia nacional cuyo sentido ha sido 2Unién de Vecinos y Damnifecdos Comin Cultoral, "Actividad cultural pepo, ponencia presentaca en el Primer Eneuontro dle Organizcciones Ca tits dependents, Mexico, 1987 ‘Femardo Diaz Eneiso, Santo Domingo, Coyoacén, 127 tergiversado por los grupos dominantes. De esta manera, por ejemplo, en algunas colonias populares la flesta de la Independencia nacional se celebra con un “grito indepen- diente” en el cual tratan de recuperar figuras de la histor mexicana olvidadas, recordndolas y reivindicandolas ¢o- mo verdaderos Ibertadores, como luchadores sociales: “entonces el grito es iViva Rubén Jaramillo, Emiliano Zapa- ta, Genaro Vazquez y Cabatias!”* La idea de rescate se asocia también en ocasiones a la recuperacién de un pasado digno y mejor ante el fracaso de la modemizacién, como es el caso de los proyectos fineados en la reivindicacién de téenicas tradicionales co- mo alternativas contra las consecuencias ecolégicas, sank tarias, urbanisticas, etcétera, del desarrollo capilalista. Esta concepeién de trabajo cultural no genera necesaria: mente un estilo particular; pero es comin que se traduzea ena formacién de equipos especializados en el rasireo de la historia popular, barrial o de las mismas organizaciones Frecuentemente logran conectarse con instituciones oficia- es que promueven actividades semejantes, como la Direc cin General de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en este campo con una impor tante linea de trabajo en cuanto a la revaloraci6n o reivin- dicacion de un pasado de aulenticidad cultural. B) El trabajo cultural como instrumento de cohesién organizativa El vabajo cultural tiene en algunas organizaciones un fuerte sentido instrumental. Por ejemplo, la Union Popular Nueva ‘Tenochtitlan Sur, nacida a raiz. de los terremotos de 1985, de inmediato se doté de una estructura de trabajo a tra vés de comisiones, entre ellas una comisién cultural. Se pensaba que las actividades culturales ayudarfan a “pala lun poco lo que estaba sucediendo entonces, Pero ademds Ricardo Hemande2, Conamup, 12s porque la gente no puede acceder a ese tipo de diver- sin...” Sin embargo, el peso de las necesidades de la propia organizacion fue determinante: De hecho lo més importante [pata crear esta comisiéal fue darle vida a la organizacién; de alguna manera es pensar ‘que estabamos ahi, La cuestién cultural implicaba una for- ‘ma Ge darte a conocer, aparte de la vivienda, la salucly dems, pues es algo que no lo Tlevas solamente a la organizaci6n sino al conjunio de la comunidad donde estas actuando.’ Confrectiencia el uso instrumental del trabajo cultural tiene una exibtencia accidentada, pues es facil que se te dé pri macia a actividades consideradas mas urgentes: otras ve- ees parecen superpuestas, artificiales, y carentes de una crientacién precisa o de sustento en la propia comunidad: se realizan como parte de una especie de activismo cultural. En cierta medida, la consideracién ce la cultura como una demanda contiene un sentido instrumental, pues sobre el mismo razonamiento que lleva a los dirigentes de una, crganizaci6n a determinar que la vivienda, el abasto o la salud son una necesidad, y por ello susceptibles de tradu- crse a términos de demanda, se busca encontrar otro eje. de movilizacion de la cultura. Puede considerarse aqui el disewrso sobre el que giré la inauguracién de la Casa de la Cultura de El Molino, precio donde se ubican cuatro coope- talivas de vivienda que integran a més de 2 000 familias. Ante una escasa asistencia sise atiende ala magnitud del asentamiento y la importancia asignada a la inauguracion, hos conductores de! evento recuentan los proyectos hat donales, de abastos y produccién; hablan también de los centros de desarrollo infantil levantados por los propios «olonos; ademés, cuentan ahora con escuela primaria, kinder, un centro escolar Conalep, servicio eléctrico y de agua potable, y algunas empresas autogestivas: la tabique- 'a,cllaller de costura...., actividades que se han traducido enun fortalecimiento de las cooperativas. Maria Abero Becerra, Vnién Popillar Nueva Tencchiian Str 129 Por eso, hoy 12 de noviembre de 1989, hemos dado otto salto y entramos a otra experiencia que ha exigido el movi. miento y el mismo crecimiento de las cooperativas. Hoy también inauguramos nuestro centro cultural, una nueva elapa dente de este crecimiento autogestivo, participattv> de las bases y democtdtico Bajo este discurso es previsible que las actividades cultura: les se sostengan, en la mecida en que sean hechas suyas por las poblaciones de base; 0, desde otro sentido, por su capacidad para apoyar movilizaciones 0 negociaciones en la buisqueda de recursos, La orientacion instrumental o de rescate del trabajo cut tural en algunos movimientos sociales no los excluye de manejar otras concapciones de indole propasitiva, A ello se refieren las siguientes tres proposiciones que se ilustran por el trabajo de otras tantas organizaciones. C) El trabajo cultural como democratizacién de Ja cultura La Comisién Cultural de la Unién de Vecinos y Damnifica- dos 19 de Septiembre de la colonia Roma, se desarrollé a Partir de la experiencia del grupo de teatro Zopilote, surgido en 1967. Cuando los terremotos, la mayor parte de sus integrantes, vecinos de la colonia Roma, como muchas olras personzs se incorporaron a las actividades ce solida- ridad y organizacién de la poblacién, sin embargo, propu- sieron desarrollarlas en el campo de supropia especialidad: el arte y la cultura. De este modo se constituyeron en la Comision Cultural de la UVyD-19. Casi 20 afios de experiencia en el trabajo de promocién cultural desde la izquierda, asf como el hecho de constitu tun grupo integrado por artistas profesionales, dieron a la comisién un cardcter profesional y permanente, recone: cible en el recuento de actividades desarroliadas hasta 1989: 15 festivales de los damnificades, 220 funciones de 130 cine, decenas de festivales dominicales, mas de 15 exposi- ciones anuales de pintura en la galeria Frida Kahlo —creada porellos—, conferencias y la edicién, en colaboracién con otros grupos culturales, de la revista Zurda. Una modalidad importante de su trabajo es el impulso de festivales callejeros de miisica, danza y teatro. Dichos eventos se realizan en espacios de gran circulaci6n peato- nal; enellos han concentrado una audiencia que, segtin sus calculos, va de 800 a 2.000 personas, Combaien ademés la improvisacién como estilo de trabajo y promueyen grupos antisticos independientes de calidad profesional. Aciferencia de otros grupos culturales, carecen de pre- juicios hacia las instituciones oficiales, pues tratan de evitar ‘yegodearse en lo artesanal y lo marginal”; por ello han establecido lazos de relacién de todo tipo: universidades publicas y privadas, Instituto Nacional de Bellas Artes, gru- pos populares, arganizaciones no gubernamentales, etcé- tera, Para la realizaci6n del Primer Festival de la Ciudad de México de 1989, miembros de la comisin impulsaron mi- tines en las oficinas responsables del Departamento del Distrito Federal, a fin de lograr que fuczan programados en alguno de los ‘miltiples foros que se utilizaron para el evento. Su concepcién del trabajo cultural consiste en apoyar el ‘desarollo integral del ser humano. La imnportancia de un trabajo como el que realizan es «ula generaci6n y apropiaci6n de espacios para la creacion yel disfrute aristico y cultural (...] la formacién de cuadros locales tanto para la creacién como para la difusion; la consolidacién de un publico exitico y sensible; la produc- cién de publicaciones donde se reflexione sobre-el pais y su cultura.” Es por ello que su trabajo tiende a la promocién de espec- ticulos ce la mejor calidad; pero sobre todo a dotar a los interesados de las herramientas necesatias para arribar a “Informacion de a Uniéa de Vacinos y Daronifiados, 1987, 131 un nivel de creacién satisfactorio. A fines de 1989, la Escuela Popular de Arte recibia mas de 400 alumnos, entre adultos ivenes y nitios, distribuidos en mas de 20 talleres de artes plisticas, teatro, danza contermpordnea, rmisicay literatura. Sobre esta cuestién es frecuente escucharles én diversos fores que “la cultura no se lleva al pueblo”, sino las condi- ciones para producirla, En varios sentidos, el trabajo de la Comision Cultural de la UVyD-19, es muy diferente del que realizan gran parte de los grupos populares. Esimpulsado por un grupo de artistas profesionales que lo consideran su trabajo fundamental, y no poractivistas que se ven colocados por distintas circuns- lancias al lrente de esa 4rea de trabajo; ha tendido a la institucionalizaci6n, evitando con ello su desplazamiento por coyunturas detivadas del trabajo politico; de cierta manera, la preacupacién por los contenidos idealégicos de Jos eventos ha pasado a un luger secundatio, en favor de la calidad, lo que hasta cierto punto logra acercar su forma de trabajo al de instituciones de earaeter oficial o privado. Por ello, la diferencia de su tabajo con el de las instituciones no consiste en los eventos puntuales, sino en la orientacion basica de suesfuerzo: apoyar el crecimiento de la sociedad civil, demandando una politica democratica en ese secior de la vida social y hacia los medios de comunicacién masiva. D) Trabajo cultural para la tansformacién de la cultura politica El 12 de junio de 1987 Ja figura de Superbartio hace su aparicion ena ciudad de México, en una manifestacién de Ja Asamblea de Barrios, organizacion del movimiento urha- no-popular surgida después de los sismos de 1985. El as- pecto de Superbartio con sus ropas de tonos rojo y amarillo es semejante al de los gladiadores de iuicha libre. Como muchos de cllos, cubre su rostro con una méscara, que oculta aun comerciante ambulante de las calles del centio. 132 El parecido con los huchadores no es accidental, Superba- rrio es un luchador que abandoné el ring para ingresar a la lucha social. Se ha esforzado porque asf s¢ le indentifique, pues stipresencia se lig6 en un principio a la defensa de los inquilinos afectados por juicios de desahucio en las vecin- dades del centro de la ciudad, y mis tarde intervino en otros conllictos sociales. La figura de Superbarrio supone la recuperacién de algu- os elementos Iradicionales populares, elementos que le permiten acercar su actividad ptiblica ala vida cotidiana de la poblacién; de acuerdo con algunos promotores cultura- les, en esto se finca la fuerza del personaje. Desde los Supersabios hasta el Chapulin Colorado, diversos antiné- res han poblado el universo de Ja comunicacién masiva en México, normaimente con fines de simple diversion y comercio. Sin embargo, también han aparecido intentos por hacer de este tipo de personajes un elemento de ide ficacién con valores de justicia y resistencia politica y aultural, fiente a lo extranjero, las entidades piiblicas 0 privacas. El Aguila Descalza de Alfonso Arau, e! Llanero Soliito de Enrique Cisneros, y en la actualidad Superbarrio Gémez son intentos por recuperar un elemento de larga trayectoria en la cultura popular y vincularlo a las causas populares. Por otra parte, las caracteristicas concretas que ha asu- mide el personaje —pugilista de lucha libre— ofrecen tam- bien elernentos de identilieacién popular. La lucha libre en el centro del pafs constituye una institucién de gran arralgo yalgunos de sus practicantes han logrado, incluso al mar- gen de la tecnologia comunicativa que genera héroes y estrellas, un gran Impacto entre la poblaci6n. Basta ver él interés de los nifios por acercarse y saludar de mano a Superdarrio en. sus presentaciones ptiblicas, sobre todo después de susluchas en el ring, para percibir elarraigo que concede el dispositivo de su personaje, En el plano explicitamente cultural, la Asamblea de Ba- ties tiene escasos pronunciamientos; ni siquiera tenfa has- ty 1989 una comisién cultural especializada. Sin embargo, si prdctica a través de Superbarrio ha desbordado signifi- 133 cados: hazafias como la de burlar la vigilancia en la sede de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal para introducirse subrepticiamente y hacer uso de la palabra en la tribuna; participar en el Foro de la Vivienda convocado por la Camara de Diputados, donde incluso se sometié a votacién su participacién; iniciar negociaciones al frente de la Asamblea de Barrios con diferentes funcionarios del Departamento del Distiito Federal; ser detenico por el rat en Estados Unidos y salir del embrollo sin tener que dejar la mascara, y varias proezas mds, muestran una constante del personaje: el desenfado, el ingenio y la burl son la esencia de su actuacién; por ello, podria caracterizarse su estilo de trabajo como el de la introduccién de 1o festivoa la politica, El trabajo cultural de la Asamblea de Barrios se ubica en un terreno fuertemente simbélico, El objetivo es tanstor- marla actitud politica de funcionarios y sectores populares que se mueven bajo el juego de la subordinacion y la negociacion, bajo una actitud de ablerta burla, con el fin de construir una actitud ciudadana de exigencia al poder pa biico a través de quienes dicen representarla 0 servirla, E) Una reforma social a través de la cultura Segim Luis Arévalo (originario y residente del barrio de ‘Tepito, zapalero, de 49 ahos de edad), se vive en Ja actua- lidad una crisis social y cultural, Desde su perspectiva, he habico cambios muy importantes, que se traducen en una crisis dela cultura. La comupcidn del gobierno se generaliza entre los habitantes de la zona y los lideres, y muy pocos se salvan. El panorama de crisis de la cultura solo se puede enfrentar con una actividad del mismo tipo, Por ello, es importante promover la creacién y, sobre todo, recuperat el hacer productivo de los habitantes del barrio. La actividad concreta desarrollada por Arévalo consiste enun Taller de Arte del Calzado, que por propia iniciativa y sin recursos financieros extemos ha dirigide desde hace 20 134 aos. Ante un grupo de alumnos formado por unas quince personas en cada curso, explica la historia del ealzado que haido recabando a través de estuclios personales, después las herramientas que se utilizan en el oficio, los diversos tipos de pieles y sus usos; ¢] eonocimiento de la superficie de la horma, los puntos de apoyo, eicétera. Invita a la creatividad 4 uavés del estudio de modelos de revistas extranjeras 0 asiste con sus ahumnos a exposiciones oferias de calzado, Segin dice, en 20 sesiones del curso es posible aprencer las bases del oficio, pero hay quienes lo consiguen en menos tiernpo. Finalmente, para enseriar las ventajas y idesventajas de las técnicas moderas, organiza una visita a la fabrica en donde Arévalo trebaja como disehador. Las sesiones no tienen limite de tiempo. Se realizan los sabados a mediodia, pero no tienen hora fija para terminar. Alo largo de ellas hablan de otros temas, el trabajo, la escuela, los jévenes, la drogadicci6n, etcetera. La técnica que ullliza se la aprendié a un saceidote que trabajé en el barrio hace afios y que después de la misa o el rosario invitaba a hablar los asistentes: “Aver, cual es tuproblema, ilo, no te apenes, tolal, aquf.a lo mejor hay alguien que lo tiene igual.” As{ comienza el didlogo, forma un ambiente de confianza con el grupo, de tal modo que el curso es un gran espacio de conversacién sobre problemas sociales y perso: males en el que van surgiendo scluciones discutidas por tocos. Por parte de Jos alunos, Jos intereses son cistintos. Lamayoria de ellos asiste por el deseo de aprender el oficio, peto Arévalo cuenta que uno de sus alumnos ya puso en. Nezahualcéyotl un taller parecido al suyo. En el mismo local donde trabaja esta impulsando un taller de herrerfa y otro. de serigrafia, este tiltimo dirigido a j6venes drogadicios en. proceso de recuperaci6n. ‘nabajar la cultura desde Ia visién de Luis Arévalo sélo tiene sentido desde la perspectiva de generar un nuevo habitante de la cludad de México. Se habla mucho de la drogadiceion y del problema de los ambulantes, y que le andan buscando soluciones. Mentira, nuncallas van a encontrar, porquea medida que siga pasan- 135, do el tiempo, va a haber més gente de ésa, mas gente que le gusta la lana facil y que sabe hacer nada con siis manos, ni para sobrevivir, desde que no esta fabricando su propio alimento, nisu propio vestido, nisu propiocalzado; todo eso es cultura, lo dems es pura informaci6n. Enzonces, icudn- do Ie vas @ quitar al chavo todos sus vicios de conducia, si al chavo no lo integras al trabajo? Con esto no quiero decir que el chavo tenga que ser un esclavo, un explotado, no, no, no... pero yo preficro tenera chavos expiotadlos y no Chavos, enviclados. Luis Arévalo llama mucho ala imagen de los reformadores sociales que han existido en todas las épocas, atentos sobre todo al problema de Ia moral social mas que al del poder social, Dentro del panorama de las actividades culturales de las organizaciones populares de la ciudad de Mexico, su contribucin es reducida, ¢ incomparablemente menos espectacular y difundida que las de las organizaciones populares arraigadas en lo politico. Pero no es una actitud marginal, Con diversos matices, es factible encontrar una actitud semejante en la préctica de organizaciones popula res individuos que han renunciado ala interaccion politica come eje de su actividad social. No movilizan ni hacen Propaganda, pero intentan influir en subase social y generar asf una actitud nueva ante la tecnologia de los medios, del podery de la produecién. Como Luis Arévalo, algunos de los grupos que integran el movimiento de la mexicanidad en Ia ciudad de Mexico, podrfan ser incluidos en esta concepcién. En algunos casos la forma de trabajo incluso renuncia a entablar algin tipo de interaccién con el piblico que presencia sus actividades yritos, y en easo de establecerse alguna, proviene mas bien de los ajenos al grupo. Otros, mas abiertos, buscan generat simpatia hacia sus planteamientos, difundiendo el llamado a una nueva fratemidad universal; aunque en algunos me dios de comunicacion se les ha dado oportunidad de pa cipar, la esencia revivalista de su propuesta les permite mantenerse fuera de las confrontaciones politicas domi: nantes, Son en cleria medida antimodemos, en el sentido 136 de que cuestionan la comunicacién de masas, los partidos politicos y la gran tecnologia industrial. Como conclusién de este apartado, quiero destacar la importancia de tres orientaciones basicas del trabajo cultu- za: la primera se refiere al uso instrumental que en varios grupos tiene la promocién de estas actividades y que, por Jomismo, en algunos casos carece ce importancia sustan- tiva cn elmarco de sus actividades. La segunda orientacion, representada por las opciones C yD, tiene en cambio unrol de gran imporiancia en algunos grupos y sirve para lograr hharliculacién de una actividad de gran proyeccién politica y social. FI iltimo caso presentado configura una tercera orientaci6n, en la que encontramos un sentido sustantivo; pero, al derivar su trabajo de una ruptura radical con el or- denculturalvigente, se propicia suconfinamiento marginal. Elconsumo cultural en un asentamiento popular independiente las anteriores concepciones de trabajo cultural en los mo- Vimientos sociales no son puras, sino que varias de ellas conviven en un mismo movimiento social, ¢ incluso en Jos propios promotores culturales. Por ello, la distineién entre unas y otras s6lo tiene sentido para el andlisis, pues la practica cotidiana de los grupos populares es ciertamente Mucho més rica de lo enunciado hasta aqui. Por otra parte, Ja oferta cultural de los grupos populares se desarrolla en forma paralela a la de los otros circuitos culturales. Para comprender sus posibilidades se hace necesario ahora in- veitic el acercamiento al tema, y pasar de los promotores culturales a los receptores de la oferta cultural. Me basaré para ello en la informacién recogida en un asentamiento Popular independiente de la zona sur de la ciudad, a traves dela misma encuesta aplicada en e} estudio sobre “Consu- me cultural en la ciudad de México” * Levantadacon un aio *Lacneusstaes partedel estudio Policas cukurales, necesidadesy consumo seclcultural”,cuya aplicacion y pasteroranaiss fhe coordinado por el decior 137 de diferencia entre el estudio general y el de la localidad estudiada, sus resultados pemiten una comparaci6n entre elconsumo cultural de este asentamiento ylo que pudiéra- mos llamar el perfil general del consumo cultural en la ciudad de México. La cooperativa Unién de Solicitantes y Colonos de Ia Vivienda Pueblo Unido (Uscovi) Lo movimientos urbanos alcanzaron en la década de los ochenta formas de expresién muy variadas. Localizados originalmente en la periferia de las ciudlades y como movi mientos que luchaban por la oblencién de tierra, sea a través ce invasiones o de la compra ilegal de aquélla, se encuentran en la actualidad en todos los puntos de las ciudades y han experimentado formas nuevas de accién, asi comola ampliacién de sus demandas, Una de las expre- siones mas profundas de estos movimientos la encontra- mos en los proyectos de caréeter cooperativo, Las cooperativas de vivienda en México tienen poco mas de 20 atios de existir, La primera de ells, incluso, se desa- rrollé en ausencia de un marco normativo que condujeraa un trato con las instituciones puiblicas y privadas, Mas tarde se han establecido criterios claros de relacion ene el go- biemo y demas organismos. éstor Garcia Canctin.Laiformacién fe levantada en 1500 hogeres de distitas \desegaciores del Disirio Federal, curante los meses de septiembre y octubxe de 1838. Con el fin de realizar comparaciones en este mismo campo, se apicé Ia tipms encusataen Is sooperaliva Urign de Soactanles y Clonos cela Viviend Pueblo Unilo,en el mes de ectabre de 199, En total se abzearon 39 casos dun total de 274 vivendas. Las comparaciones preventads en el siguiente aparild se referivin ala primera enciesia como el “esto ample” 9 estuco general Mlleonzume oa a cludsé de México jaa sogunca cernoia“encwostaea Useer estudio ocel” del consumo. Al gual ue laeneatesia general el evarkornienta { procesamiente ge la ivommacion en la localided eftudiada 1ae lego por Sandra Treviio y aver Lozano. 138 La cooperativa de vivienda Unién de Solicitantes y Colo- nos de Ja Vivienda Pueblo Unido es un asentamiente pro- movido en forma cooperativa por un grupo de militantes de una organizacién politica de izquierda, que inicié sus traba- jos en 1982. Se trata de un proyecto que cambiaba la cstrategia de acceso ilegal ce vivienda y suelo urbano (in- vasiones y compras clandestinas), por un método mas complejo y de mayores requerimientos erganizativos. Ele- mento importante de esta forma de trabajo es el hecho de que al tener personalidad legal, resulta posible promover tdmites de financiamiento ante distintos organismos gu- bemamentales o privados, entre ellos el Fondo Nacional para las Habitaciones Populares (Fonhapo). La cooperativa se constituyé en forma “abierta”; es decir, luego de fraguarse la iniciativa del grupo promotor, éste se dio la tarea de convocar interesados por distintos rumbos dele ciudad. Cuentan los primeros integrantes de la coope- rativa que se imprimieron volantes que fueron disiribuidos enlas terminales del metro y ottos lugares ptblicos, en los que invitaban a quienes deseaban obtener vivienda a orga- rizarse a través de la Uscovi. Pese ala afiliacisn politica del grupo promotor, en realidad no exigieron una definicién, semejante a los participantes en el proyecto social, Con lode, tampoco toleraban con facilidad competencia polit cade ot10s grupos dentro de la organizacion, Los primeros arios fueron de gran inestabilidad en la afilacion a la cooperativa, pies se dediicaron a la obtencion dela personalidad jurtdica, el inicio de los tramites para el otorgamiente de recursos y la bésqueda de suelo wrbaniza- ble para la construccion de las viviendas. Bajo la politica habitacional del anterior sexenio, ocupa adireccién del Fonhapo un grupo interesado en la promo- cién de vivienda popular con esquemas nuevos de finan- ciamiento. Parte de éstos lo constituia el olorgamieato de créditos a grupos organizacos, independientemente de su filiacién politica. Los crédilos se otorgaban al grupo y no alos individuos, quienes liquidabvan su accion crediticia alFonhapo de igual manera, es decir, a través de la organi- aacién 139 La coyuntura fue capitalizada por varios grupos inde- pendientes, quienes a través de estos esquemes lograron obtener créditos para iniciar sus proyectos sociales. Un predio del extremo suroriente de la delegacién Izlapalapa, a antigua hacienda El Moilno, fue destinado a este uso. Ei él se asentaron cuatro cooperativas, todas ellas indepen- dientes del partido oficial y la mayoria organizadas a part de grupos de oposicién al mismo. En la actualidad mas de 2.000 viviendas se han levantado en dicha zona. Para principios de septiembre de 1985, las caoperativas de El Molino habian conseguico la aprobacién de recursos financieros, No obstante, el terremoto obligé a todos los organismos de vivienda a concenttar su actuaci6n en la reconstruccién, por lo que sus crédites se vieron conge- lados algtin tiernpo; esto obiigé a las cooperativas a suspen- der de nueva cuenta sus proyectos, hasta que a principios de 1986 salieron definitivamente los recursos, Todos los proyectos cooperativos de El Moline comenz2 ron las obras de construccion ese ano, pero con la inflacion de 1986 y 1987, época en que ésta alcanz6 el nivel mas elevado de la década en el pais, los recursos se volvieron rpidamente insuficientes; esto llevo a compensar la situa- cion con el trabajo de los propios afiliados. La autoconstruccién fue una prueba para la membresia de la organizacion, En el caso de la Uscovi, los colonos hablan de la obra como una época de casi un afo de dure- cidn; luego de sus esfuerzos semanales para obtener los ingresos familiares, tenfan que dedicar sibados y domin- gos, en jomadas normales de trabajo, a la construccién, Sélo asi podian tener derecho a una de las viviendas. Alfinal, éstas se otorgaban de acuerdo a los puntos acumulacos pot Jos participantes en todos los aspectos del trabajo: faenas, asambleas, comisiones, etcétera. La autoconstruccién tuve varios efectos: ahorro de dine ro, desgaste fisico y familiar, identificacién de los usuarios con sus viviendas, depuracién de la organizacién, cansan. cio... Esto iltimo provocé que cuando las primeras vivien- des se asignaron “nos hayamos recluido en ellas como consecuencia del agotamiento, y porque era necesario 140 hacerlas verdaderamente habitables”." Asf, el esfuerz0 coo- perative emprendido durante casi cinco afios, deviene en unenclaustramiento de los socios en sus propias viviendas al lomar posesién de éstas. Un factor que hace més complejo el proceso de asent miento de la cooperativa consiste en un cierto toni com- pulsivo de éste. En efecto, no bastaba ¢] esfuerzo colectivo y el cumplimiento en las tareas de la organizacién para lener acceso a la vivienda. También se requeria ocuparia fisicamente. Este paso aleanzaba niveles de mayoro menor complejidad en cada situacién concreta. El esposo tenia que convencer a la esposa de itse a ese lugar lejano, los padres a los hijos, 0 los mismos socios debian hacerse a la idea de modificar sus habitos de convivencia y transporle aliener que desplazarse tan “lejos de todo". Es por ello que algunos dlrigentes de la cooperativa perciben un cierto tencor hacia ésta entre algunas miembros de las familias, sobre todo entre los adolescentes y jévenes, por desarra garlos violentamente de las zonas donde se habian sociali zado y trasplantarlos después a un ambiente que no era el de ellos, Una prueba adn més dura termina por conformar las ca- eteristicas de este asentamiento, Como paite de las con- diciones que impuso el Departamento dei Disirito Federal para la construccién de los asentamientos de El Molino, se hallaba la de construir altemativas de drenaje, del cual carecia la zona, Las cooperativas optaron por la constrac- ion de varias plantas del Sistema Integral de Reciclamiento de Desechos Orgdnicos (SiRDC), una tecnologia altemaliva de patente mexicana, Consiste en instalaciones sanitarias para el tratamiento de aguas y trampas para la captacién de desechos organicos que se procesan como abono. Porla falta de recursos, la Uscovi decidié construirlas con supropio trabajo colectivo, con el agravante de que ante las presiones ce los organismos otorgantes del crédito, la coo- 2 Magdalena Remisa, Unién de Soficitantes y Colonas de ln Vilerda Poeblo see. Mi perativa decidié establecer rigidas cuotas de trabajo apor- tado por los cooperativistas, lo que a la larga se convirtié en. una fuente de conficto. Los sitb0 se convirtieron de este modo en elemento de dolor y esfuerzos inauditos, y los directivos de la cooperativa en capataces de una abra que tragaba trabajo “al estilo de los tiempos biblicos", segin comenta un habitante de la cooperativa. Al final de la construceién sobrevino lo peor. Los SIRDO fueron un fracas écnico en todos los sentidos; acab6 con los deseos de cooperacién de gran parte de la comunidad y abrié el terreno al surgimiento de una faccién politica que cuestio- naba a la dirigencia de la cooperativa. En la actualidadla Uscovies un proyecto habitacional con una vida social fragmentada. Arquiteciénicamente el pro- yecto lia sido un éxito, al grado de que ha sido objeto de visitas de especialistas en vivienda popular de Mexico y otros lugares de] mundo; pero socialmente la cooperativa se ha reducido a mantener a flote las obligaciones y servi cios comunitarios. El faccionalismo, la desconfianza y ¢] cansancio han impedido un resurgimiento de la cooperat- va en términos sociales, a pesar de lirnitados esfucrzos que dia con dia realizan los promotores y miembros de su mesa directiva. Uscovi frente al consumo cultural de la ciudad Uso del tiempo libre Comparado con el perfil general de uso del tiempo libre enire semana obtenido dela muestra de la pablacién de la ciudad de México, los habitantes de la Useovi se dedican: @) en menor proporcién a ver television (24.7 por ciento en. el nivel generaly 20.5 por ciento en el local); 0) casi en igual proporcion a descansar y dormir (16.3 por ciento frente a 15.4 por ciento), y ¢) en una notable mayor proporcién, emplean el tiempo libre para realizar actividades domésti- 142 cas (10.7 por clento frente a 41 por ciento en la localidad). Esta dltima sitaacién puede deberseal predominio de amas de casa en la muestya del asentamiento popular. Entre las actividades que presentaron una tendencia me- nor, los rubres predominantes son los mismos que en el nivel general, pero las proporciones son atin menores. En é] nivel general la lectura obtuvo un porcentaje de 7.2 por ciento y las actividades deportivas y la preparacin de estudios 5.8 por ciento cada una; mientras que en el nivel local estas actividades obtuvieron individualmente el 2.6 por eiento. En cuanto a las actividades realizadas durante el tiempo libre en fines de semana, se obtuvo en el nivel general una noiable dispersion de actividades, de la que sélo resaltaba le de pasear con el 14 por ciento. En el nivel local, fueron destacacas por los entrevistados tres actividades en orden de importancia: ver televisin (205 por ciento), visitar a familiares dentro de la colonia (15.4 por ciento) y los paseos (10.3 por ciento). Por otra parte, en el nivel de preferencia, un 565 por ciento de los entrevistados ofrecieron respues- tas que implicaban el deseo de quedarse en casa antes que enfrentarse con la ciudad, porcentaje que supera al de la muestra de la poblacién general de la ciudad, que fue de. Lectura de periddicos De acuerdo con Ios resultados generales, la leclura de petiddicos esta relacionada positivamente con el sexo, el nivel educativo y los ingresos de la poblacién de la ciudad Ge México. En el caso de la localidad esiudiada, donde fa inayoria de los entrevistados eran mujeres que ubicaton su ingreso familiar monsual en la franja de entre uno y dos salarios minimos, se esperaba una baja atencion a estos medios; esto se reflejé en que sdlo e] 10.5 por ciento de los entrevistados leyeron el periédico durante la semana ante- tiora la encuesta, frente al 51.3 por ciento que lo hizo segtin elestudio general 143 Lectura de revistas Las distancias entre los dos universos se acortan en el caso dela lectura de revistas, apesarce que eneste caso elfactor de escolaridad también afecta la lectura. La poblacién ge- nerel que leyé revistas al menos en una ocasion durante los tres meses anteriores ala realizacion de la encuesta repre- senlé el 70.6 por ciento; en tanto que en Uscovi sélo alcanz6 el 48.7 por ciento. En cuanto a los tipos de revistas leidas, destaca el hecho de que la revista Proceso se lea en Uscovi conmayor frecuencia que en el nivel general (12.8 por cien- to versus 9.5 por ciento). Las revistas Vanidades y Teleguia alcanzan proporciones semejantes: 5.5 y 6.9 por clento en el nivel general respectivamente, y 5.1 por ciento en ambos casos en Uscovi Lectura de libros Segiin la encuesia general, los factores de escolaridad e ingresos afectan los habitos de lectura de la poblacién esludiada en el nivel general. Por ello, resulta particular- mente notorio que la Uscovi mantenga en este rubro un comportamiento cereano al general. En efecto, en este Ultimo nivel la poblaci6a que manifests haber lefdo un libro durante el iltimo aio alcanz6 el 54.1 por ciento de la mis- ma; en tanto, en Uscovi llegé al 51.3 por ciento. La misma situaelén presenta la respuesta a la pregunta de si el entre- vistado lee en laactualidad un libro. Eneste caso la respues- ta general fue de 35.8 por ciento, frente al 35.9 por ciento en Uscovi Con todo, existen diferencias en cuanto al tipo de lectura: en el nivel mas amplio se destacan las novelas en general (13.7 por ciento), todo tipo de libros (11.1 por clento) y los libros de literatura (10.6 por ciento). En la localidad estu- diada, en cambio, la dispersién de preferencias es mayor y solo destaca la referencia por las novelas histéricas con él 10.3 por ciento. 144 Consumo de Ia radio En la primera encuesta, la poblacién que manifest escu- char radio habitualmente represento el $0.3 por ciento; en el caso de la encuesta Uscovi, lo hizo ¢] 94.9 por cient. Sin ‘embargo, el tiempo de escucha fue menor: mientras que en el nivel general el 66.8 por ciento de la poblacion oye radioenire unay cuatro horas diarias, en Uscovi s6lo lo hace el 51.2 por ciento. Las modalidades de uso de la radio dependen de las caracteristicas propias de la vivienda en la Jocalidad, que en su mayorfa son atin “pie de casa” de 32 mettos cuadrados, con una habitacién, cocina y baho. En consecuencia, al encender la radio es posible escuchaila en toda la vivienda. Consumo de misica En Uscovi el consumo de mitisica lo comparten, como enla encuesta general, casi todos los entrevistados. La manera de hacerlo se halla en los mismos medios que destaca aquella encuesta: 46.2 por ciento a tavés de la radio, 20.5 por ciento en casetes, y 17.9 por ciento en la combinacién tadio-casetes. Por otra parte, es interesante sefialar las diferencias en cuanto a los aparatos usados con mayor frecuencia: Cuadro t ‘Noel generat Yeeoui Radio 419 75.9 Television v5 179 Estos datos parecen mostrar una tendencia diferente a Ja eacontrada en la encuesta general, donde el consumo de Ja radio no parecia tener relacion con ingreso 0 sexo, por lo que su mayor uso en Uscovi es “anormal”; en cambio, el 145, uso de la televisién estaba relacionado positivamente con. menores ingresos. En cuanto a las preferencias musicales, las tendencias se aproximan a las generales, que fueron de] 18.2 por ciento en cuanto a la cancién de moda; en tanto que en Uscovi llegaron al 23.1 por ciento. Para el bolero, 16.2 y 17.9 por ciento respectivamente. Por otra parte, el gusto por la mi- sica ranchera se distingue notablemente del promecio ge- neral, el 14 por ciento contra un 23.1 por ciento en el nivel local, lo que coincide con Ia tendencia del estudio am- plio, donde se noté que el aprecio por este género se relaciona con escolaridad e ingreso bajos y el haber nacido en provincia. Asistencia al cine En el nivel general el grupo de encuesiados que podian agruparse entre quienes no consumen cine regularmente, aleanz6 el 41.2 porciento. Esle mismo gnapo, que ineluye @ quienes nunca van al cine, a los que no recuerdan la Giltima vez que fueron y a quienes asistieron hace més de un afio, en Uscovi represent6 e! 64.2 por ciento de los encuestados, En Uscovi asistieron al cine cuando menos una vez durante el Gitimo mes el 17.9 por ciento, contra el 39.3 por ciento que lo hizo en el nivel general; asi, en el caso de la localidad esludiada no se puede dar al cine el cardcter de género consolidado, lo que s{ ocurre en el estudio general. Los géneros cinematograficos preferidos en Uscovi se acercan a las preferencias generales, pues abi el 28.2 por ciento gusta del cine de “accién’, frente al 26.2 por ciento en el nivel general: en ambos casos es el genero de mayor preferencia. Consumo de television Respecto a la poblacion general, en Uscovi hay menor preferencia por los espectaculos en vivo (68.3 contra 53.8 145, por ciento); en cambio, se incrementa ligeramente la pro- porcién de quienes prefieren ver espectaculos televisados (de28.5 a 30.8p0r ciento), la mitad de los cuales argumenta coma explicacion razones de comodidad, Los porceniajes de quienes han visto televisién en la illima semana son muy semejantes en los niveles general y local (93. | y 92.3 por lento, respectivamente); pero hay luna diferencia notable en cuanto al tiempo decicado ala {elevision entre semana. Cuadro 2 lel generat De La2noras dlarlas 83 Dea dhoras diarins 38 Como se observa, en Uscovi se ve entre semana mas te levision que en el nivel general, lo que confirma una ten- dencia general a ver més televisién conforme se desciende en el nivel de ingresos y escolaridad. Sin embargo, en cuanto al tiempo decicado a la television durante el fin de semana, las proporciones se acercan a las tendencias ge- nerales de 33.3 por ciento frente a 30.7 por ciento, en el caso de quienes ven television de una a dos horas diarias enelnivel local y general respectivamente, y de 28.2 contra 31 por ciento en los casos de tres a cuatro horas, respecti- vamente. Otra diferencia notable en relacién con las proporciones, generales, se da en el renglén del modo de ver telev'sién. Mientras que el 17.3 por ciento de los entrevistados lo hacia solo en la encuesta general, en Uscovi slo ve television de esa manera el 2.8 por ciento. En cambio, en Uscovi el 71.8 por ciento lo hace acompafiado por su farnilia; en tanto que anivel general la proporcién de quienes asflo hacen es del 53.1 por ciento, Las preferencias en la programacion televisiva también ofrecen diferencias. En el nivel general los gustos mas notables se concentran en las telenovelas (24.9 porciento), M7 los programas policiacos (10.7 por ciento) y los noticieros (@.2 por cienio). En Uscovi, a pesar de existir una gran dispersién de preferencias, desiacan dos gustos consolida- dos: las telenovelas (34.2 por ciento) y Jas peliculas mexi- canas (23.7 por ciento). Estos resultados parecen coincidir con las tendencias generales, donde se observa un mayor guslo por las lelenovelas entre mujeres de bajos Ingresos. Encuantoalos programas més vistos, en Uscovi desiacan has telenovelas con 38.5 por ciento frente al 21.3 por ciento observado a nivel general, y las caricaturas (10.8 por cier- to), lo que ms que suponer un gusto, puede implicar un modo Ge ver television en compania de la familia, sobre todo de los nifios. A las preguntas sobre el canal de televisién visto con mayor ¥ menor frecuencia, las respuestas describen un comportamiento semejante al de la poblacién general Cuadro 3 CANAL DE TELEVISION QUE SE VE CON MAYOR FRECUENCIA. ‘el generat Tiscont Canal 2 46.0 a Canal 4 102 isa Canal 5 28 179 Copal 13 64 a CANAL DE TELEVISION QUE SE VE CON MENOR FRECUENCIA Canal IL 164 Iba Canal 2 158 179 13 Canal 13 1 Enelcaso delcanal de preferencia, los porcentajes relativos ala Uscovi muestran un predominio del gusto por la televi- sion privada, especialmente por aquellos que satistacen mejor el gusto femenino por las telenovelas y el cine me- xicano; esto confirma las tendencias encontradas en el nivel general, dado el sesgo femenino de la encuesta local. Por lo que toca al canal menos visto, los resultados hablan 148, en ambos casos de lo que se desctibié como un rechazo consolidado por parte de un sector del publico que, en el caso de la Uscovi, resulta mas patente hacia la television. privada que hacia la estatal, La poblacién de la Uscovi casi no selecciona su progra- macion con anterioridad, y silo hace es a partir de la propia informacion de la television (36.8 por ciento en este Lltirno caso). LOanterior difiere de los resultados generales, donde se enconlré una mayor frecuencia en el uso de periédicos yrevisias especializadas para enterarse dela programacion (5.1 por ciento, frente a un 30.9 por ciento que asi lohhacen en la localidad). En Uscovi parece existir una actitud de mayor decisién propia para ver televisién, pues el 52.6 por ciento de los entrevistados afirmé hacerlo “por gus'o”, frente al 40.1 por ciento alcanzado en la encuesia general. En contrapar- tida, la respuesta “porque no hay ctra cosa que hacer’ muestra una distancia entte el nivel general y e! local, de 20.8 a 10.3 por ciento. Consumo de video De acuerdo con la tendencia encontrada por la encuesta amplia en el caso de la poblacién de escasos recursos, la costumbre de ver videos en Lscovi y su frecuencia son me- nores a la general (44.4 y 59.4 por ciento, respectivamente). Asimismo, resulta menor también el porcentaje de entre- vistados que contestaron var videos en casa (60 por cient irente a 75.8 por ciento de la encuesta general). EI nico género de videos consolidado es el de “accién"; pero difiere del porcentaje en el mismo rubro de la seccién, del cine (17.9 contra 28.2 por cienio, respectivamente), No se observa tal situacién en el caso de la poblacién entrevis- lada en la encuesta general, pues mantiene en ambos géneros el mismo porcentaje de 26 149 Asistencia al teatro Un porcentaje menor al de! nivel general (62.2 por ciento) gusta del género teatral en Uscovi (51.3 por ciento), y se incrementa en cambio el que no le agiada (de 37.8 a 48.7 por cienio). La proporci6n de quienes no consumen teatro reguilar- mente (los que no recordaron cuando asistieron por il ma vez y quienes lo hicieron mis de un afio antes fue del 728 por ciento; en tanto que a nivel general represento el €25 por ciento. Los entrevistados en Uscovi que asistie~ ron al teatro en los tillimos seis meses alcanzaron el 13.9 por ciento; en el nive! general, el 25.6 por ciento. Estas tendencias coinciden clarammente con las observaciones del estudio general del consumo, donde la escolaridady los Ingresos influyen en la selecci6n del puiblico asistente a este género de consumo cultural. Asistencia a otros espectculos Uscovi muestra diferencias en relacién con la asistencia a otros espectaculos culturales al compararse ésta con la distribucion general de la encuesta de consumo cultural sin embargo, esto es resultado de les tendencias que el estudio general describe, salvo en un solo caso notable: Cuacho 4 Rclgoraral ——_Useoet Eventos depotives| ad 359) Nisica popular 232, BA Circo 208 487 Conclertos de rock 130. i Coneiertos de rmisiea clésica 108 7 RRecitales de jazz 66 00 Ballet 62 00 Opera 28 26 150 Las diferencias sugieren el impacto de variables tales co- mo las de escolaridad e ingresos en los casos de ballet, jazz ymiisica elciea, tendencia que se deduce de ja encuesta general. La tinica distorsi6n notable procede del rubro del Circo, el cual muestra un nivel Ge asistencia clevado a pesar de que se trata de un espectaculo mas costoso que otros de los enumerados. Ello puede estar en relacion con las pocas. exigencias de escolaridad que supone y la frecuencia con que se establecen circos en los baldios de la delegacion de Ietapalapa, Informacion sobre museos Aligual que en a encuesia general, los rmuseos Nacional de ‘Antropologia y Nacional de Historia son considerados como Jos de mayor importancia entre la poblacién encuestada. El de Antopologia fue destacado por él 44.4 por ciento de la poblacién que contesté Ia pregunla en Uscovi, el 64.7 porciento lohizo en el caso dela encuesta general, Por otro Jado, casi una tercera parte de los entrevistados en la loca- lidad no contesté la pregunta. Asimismo, 62.9 por ciento de los entrevistados no ha visitado un museo recientemente, y quienes lo han hecho se han dirigido en su mayoria al Museo Nacional de Antro- pologia (26 por ciento). En el caso de la encuesta general, quienes no habian visitado un museo recientemente repre- sentaban el 20.3 por ciento, y los que habfan asistide al museo de Antropologfa eran el 31.8 por ciento. Este comporlamiento hacia los museos parece confirmar las tendencias generales, en donde las visitas al musco se relacionaban con Ja cereanfa de la residencia, y las de museos especializados con alta escolaridad e ingresos. Eventos culturales en la colonia En Uscovi hay mayor interés que el observado en el nivel general por participar en actividades de la zona de residen- 151 cia. En tanto que casi el 60 por ciento de los encuestados en el nivel general no asistia a eventos culturales de su colonia, en Uscovi sélo el 30.8 por ciento no Io hacia. La asistencia a fiestas de familiares, amigos y vecinos en esta localidad es del 38.5 por ciento, contra el 29.2 por ciento en elnivel general Una diferencia notable la constituye laasistenciaa flestas populares © barriales, que en el nivel general es de 4.3 por ciento y en Uscovi de 28.2 por ciento; ni siquiera e] caso de la delegaci6n Xochimilco se acerca a este porcentaje de asistencia a fiestas barriales (12.5 por ciento).. Otra diferencia en el caso de la Uscovi con respecto de la poblacién en general ¢s que en las actividades de la colonia tienen una gran participacién las asociaciones de residentes, reconocidas come los organizadores por el 35 por ciento de los entrevistados —contra el 7 por ciento de laencuesta general. En cambio, la delegacién no desarrolla actividad, o si Io hace no es reconocida por la n local, mientras que en la encuesta general es identificada por el 12.2 por ciento de los entrevistados. Equipamiento cultural en e] hogar Las diferencias en cuanto al equipamiento cultural domés- lico se hallan directamente relacionadas con el ingreso, de ahilanotable diferencia —siempre ala baja— con respecto del nivel general: Cuadro 5 EQUIPAMIENTO CULTURAL EN El, HOGAR ‘Nel generat sean Equipo modulae 305 Radiveasetera 353 Radio ae Televisién blanco y negro a ‘Television de color 395, CAmara fotogréfiea BT 152 Cuadro 5 (continuacién) scooi Tecadiscos 128 Computadora o atari 28 Instrurnentos musicales 79 Equipo de video 1B4 Disco compacio, 83 oo Automévit 313 158 DECDRACION DE LA CASA Cuadros 50 26 Plantas 34 5 Anesaniae os 0 Conclusiones El resultado de confrontar la encuesta amplia de consu- mo cultural en la ciudad de México y la aplicada en la cooperativa Uscovi, permite subrayar tres lineas generales que describen el consumo cultural predominante en el asenlamiento estudiado. En primer lugar, existe en la localidad mayor interés por la diversion doméstica que por la que requiere movilidad urbana, El habitante de la Uscovi est poco dispuesto a usar la ciudad para necesidades no directamente relacionadas con el trabajo, la educacién y el abasto. Contribuye ello la Iejanfa y la presion de los bajos salarios (sélo 15 por ciento de las familias investigacas contaba con automévil). Nos encontames entonces con que el.uso del tiempo libre entre sernana se destina principalmente a la realizaeién de lareas domésticas y al descanso fisico (56.4 por ciento), actividades que en el caso del estucio general eran realiza- das sélo por 27 por ciento de los encuestados. De igual manera, durante los fines de semana el uso del tiempo libre se orienta en la localidad a realizar actividades domésticas 0 recreativas dentro de la propia comunidad 153 (56.5 por ciento), y no a actividades que suponen el uso 0 enfrentamiento ce la ciudad. Desde otra perspectiva, puede reforzarse este criterio al observar que los consumidores regulares de cine son me- nos de la mitad que en la muestra general, sin importar que los gustos sean semejantes y que igualmente exista menor aprecio y asistencia a espectaculos tealrales y museos. Una segunda linea general consiste en la manifesiacién ¢e una mayor dependencia hacia los medios electréni- cos de comunicacién masiva para el entretenimiento. En Uscovi consume miisica casi la totalidad de los encuesta- os y con la misma jerarquia de medias que en el nivel general; se oye radio menos tiempo, pero en cambio se atiende’a la televisién mas horas, y ésta se ve en forma predominantemente familiar. embargo, el empleo de medios elecuGnicos que implican una capacidad de seleccién mayor por parte del consumidor, tales como el video, el tocadiscos, la television de serial especial, los juegos de video o las computadoras, tienen un uso reducido; lo cual se halla fueriemente rela” cionado con los bajos ingresos. Por diltimo, resalta en Uscovi un mayor interés que en otras poblaciones por la oferta cultural local. El caso del circo en este sentido es relevante. Aunque implica un gasto relativamente clevado, tiene un allo consume; lo cual se explica porque es un espectaculo comprensible que ade- mas se acerca a la poblacién. E] consumo de los bienes culturales impresos permite reforzar esta idea, En el nivel de la lectura hay una gran dis- tancia entve la poblacion de la Uscowl y la de la muestra ge- neral en cuanto al consumo de la prensa escrita, tendencia que podria explicarse por escolaridad e ingresos bajos. Sin ‘embargo, tal distancia se reduce en el caso de la lectura de revistas y se iguala cn el del consumo de libros (cuadro 6). La contradiccién local en esta parte delconsumo cultural con respecio de las tendencias generales, puede tal vez ‘explicarse porque se trata de una poblacién intelectu da por el trabajo politico de sus dirigentes, y porque el consumo de esi¢ tipo de bienes se halla relacionado con 154 Cuadro 6 Roelgenaral —_Uscevi Leyeron el peribdico la ‘semana anterior als encuesta 103 ‘Al menos uma vez leyeron una revista en los tres meses anteriores a la encuesta 706 48.7 Leian un libre en el momento dela eneuesia 358 359 formas locales de socializacion, como el préstamo y el intercambio, sobre todo en el caso de revistas y libros. El consumo cultural local El poblador de la Uscovi est mas dispuesto a aceptar la oferta cultural local que el habitante comtin de la ciudad; pero, équé tipo ce bienes culturzles pone a su disposicion la comunidad y cémo se acerean a ellos los habitantes? En este sentido sé pueden reconocer tres tipos de ofertas. Grupos y servicios solidarios Los promotores de la cooperativa Uscovi no vieron en el proyecto habitacional un fin en si mismo, sino un ins- trumento para desarrollar una base social con capacidad critica en relacién con el sistema imperante, y a partir de la cual se movilizarfa junto con otres fuerzas sociales a fin de transformarlo. En consecuencia, era importante desarrollar alapar de las gestiones que suponia el proyecto habitacio- nal, un conjunto de actividades internas de educacin y concientizacién entre la base social de la cooperativa. Al- gunos ejemplos de esta actividad son los siguientes. La prensa interna. Como parte de los requerimientos de comunicacién que suponta el proyecto, la cooperativa de- 155 cidié constituir un grupo responsable de difundir los acuer- dos y apoyar las movilizaciones ante las autoridades en materia habitacional, A este grupo se le dio el nombre de Comisién de Educacién, Propaganda y Cultura, el cual creé un periddico local llamado Tacuifo. La publicacién tuvo una vida de aproximadamente dos afios, que coincidié con elperiodo de méxima actividad de la cooperativa. Uno de sus responsables, Fernando Beceni, socio de la cooperativa, comenta que la idea fue hacer un instrumento abierto a todos los cooperativistas, a tal grado que incluso ‘elnombre del periddico lo decidié la propia comunidad. La finalidad era apoyar la educacién cooperativa y dar infor- macién técnica; pero también ‘que abareara la cultura: se imprimian poemas, cronicas, entrevistas...” El periddico, a juicio de Becenril, funcioné y fue aceptado por los socios, aunque siempre arrastré las limitaciones propias de una ‘cooperativa con tan pocos recursos, Engran medida el proyecto teniaunsentide politico, pues el grupo promotor de la cooperativa, que como militantes pariidaries contaban con un organo de prensa politico, consideraba necesario un instrumento mas eficaz para acceder a los socios de la cooperativa, Por otra parte, el Tlacudo servia de tarjeta de presentacién ante otros grupos del movimiento ubano popular. Las tareas de la cooperativa absorbieron a los respon. sables de la prensa; faenas, comisiones, problernas inter- nos, cteétera, desgastaron e impidieron seguir produciendo el periddico. Pero el saldo de la experiencia, segin Fer: nando Becertil, es positivo: “haciamos anilisis politico, pero también hablabamos de rock, y hasta una vez un com- pafiero pedagogo hizo un crucigrama y ofrecimos un pre- mio a quien lo resolviera, pero nunca lo reclam6 alguien”. Es muy difieil conocer ahora la influencia real de este instrumento de comunicaci6n entre los miembros de la cooperativa, A pesar del entusiasmo de uno de sus autores, es sabida por otra parte la dificullad de las prensas locales para comunicar sus mensajes a los miembros de una de- terminada comunidad. Pero un detalle resalta la identifica- cién de la comunidad con su periddico. Luego de haber 156 dejado de publicarse, una fraceion inconforme de la coo- perativa edité un Tlacuilo apécrifo que levanté indignacion en gran parle de los cooperativistas, hasta el extremo de excluir de la Uscovi a los autores por ésa y otras acciones. Guarderia. £1 proceso de autoconstruccién supuso un es- fuerzo familiar de gran envergadura, Absorbia practicamen: te todo el tiempo libre de los socios, y afectaba su vida jamiliary el funcionamiento de la cooperativa, la cual poco podia hacer por actividades culturales, educativas, eteste- ra, Sélo se llevaron a cabo celebraciones por el aniversario del grupo, convivencias enire miembros de las distintas biigadas de trabajo, eteétera. A pesar de ello se impuso el problema social de los padres o madres que asistian a la obra con los hijos, pues no contaban con quien dejarlos en casa, Se propuso entonces organizar una guarderia con miembros de la propia organizaciéa, quienes se harian cargo de los pequetios. Sin embargo, algunos cooperativistas observaron que el problema de ios nifiasiba mas alld de sucuidado; resultaba importante hacer menos agresivo este proceso que separa ba alos padres de sus hijos todo el fin Ge semana. Un grupo de mujeres pens6 que era necesario hacer comprender a los nifics lo que sus padres estaban realizando, de tal forma que aceplaran y transitaran por esa etapa de la mejor manera posible. Asi, la guarderia se convirti6 en un apoyo. ideolégico de la autoconstruccién que rebasaba el objetivo técnico de liberar el tiempo de los padres. Es notable, por ejemplo, que en las entrevistas con los socios de la coope- rativa resalte constantemente la guarderia como una de las experiencias més importantes, incluso para quienes no hicieron uso de sus servicios. Una vez asentados en la colonia, la guarderia si funcionando para las madres que trabajaban entre semana. Logté mantenerse por tres anos y llego a ser una alternativa tambign para Jos asentamientos vecines, hasta que la res- ponsable se vio precisada a trabajar fuera de la localidad. Pese a ello, al haber constituide el tinico servicio perma- 187 nente de cardcter social y cultural de la cooperativa, acep- tado por el conjunto de los socios, se le sigue considerando un simbolo de esfuerzo y ejemplo cooperativo. Grupos de mujeres. Estos han organizado, con ayuda de ascsores externos como médicos y nultidlogos, actividades como la gimnasia (aerobics) y cursos de nutricién. Ninguna de las dos actividades cuenta con una “clientela” perma- nente. La asistencia es irregular, ademas de que al susten- tarse en asesores extemos dlepence cel interés y el tiempo disponible de éstos. Los cursos de nutricién funcionan a partir de platicas impartidas por médicos, En ellas se tratan las enfermeda- des mas comiines en el medio y después las asistentes comentan el temaa partir de su experiencia, Normalmente se termina hablando de los problemas de la cooperativa, se hacen invilaciones, eicétera. Estas actividades, comenta la expresidenta de la'cooperativa, en realidad se encamina. ban a motivar a las socias para levantar el salon de usos miliples, pero poco se avan7é en ese campo. La asistencia es ¢e alrededor de 20 0 30 personas, pero en general varia bastante de una sesi6n a otra. Ota experiencia desartollada en 1989 fueron los cursos de aerobies y de tejido, pero también decayeron. *No par- tian de un proyecto claro —dice la expresidenta—, mas bien parecia una actividad meramente asistencial.” AI final la inconstancia de las asistentes y los promotores hizo decaer el proyecto, Fiestas comunitarias La celebracién colectiva mas importante en Uscovi es el aniversario de la fundaci6n de la cooperativa. Normal: mente, en el movimiento urbano-popular los aniversarios constituyen elementos rituales que buscan recrear el am- biente original de compromiso y entusiasmo y, al mismo tiempo, disefiar nuevas metas sociales 0 politicas. Aunque 158 son fiestas, también son encuentios de grupos politicos y, en ese sentido, sirven para renovar alianzas y unificar fuerzas Los primeros aniversarios en Uscovi se organizaron a partir de las brigadas de trabajo en la cooperativa, Cada quien traia comida para compartirla con los demés, se olfecia un pastel y se pronunciaban discursos politicos. ‘Ya aseniados, el evento se organizé a través de las man- zanas. Se quiso hacer na comida colectiva, con discursos, etcétera; pero los propios dirigentes hacen notar que mu- cha gente ya no salié de su casa, no convivié como en el periodo de la obra, cuando nadie vivia atin en la cooperali- Va. Por lo general, a inicialiva de personas religiosas se organizaba una misa, pero incluso en ésta empieza a de- caer la asistencia. La tilima celebracién organizada por todos los interesa~ dos ademis de los miembros della directiva, result6 distinta a las anteriores en varios aspecios. Uno de éstos fue la ausencia de actos politicos: “Antes se hacia un mitin, eteé- tera, Pero hoy esa parte politica ya se vio disminuida y se reduce a cierlos Momentos. Esto se ha hecho consciente- mente para evitar que la cooperativa sea visia como algo ajeno que sdlo compete alos dirigentes. Y por eso se pens6, como fiesta popular y no como recordatorio de hazaiias heroicas.””" Otro cooperativista comenta en este mismo sentido: "La celebraci6n comienza normalmente con una misa. Este aio trajeron a un sacerdote guatemalteco que hizo una misa en la que bendijo las palas, las cucharas, los planos de lacooperativa, los nies, etoétera, Hizo que todos sineran que la cooperativa existia gracias al trabajo de todos [... No hubo mitin politico, el nico acto politico fue la misa. 3} Otto elemento diferente fue la manera de celebrar. Mu- ‘chos socios invitaron a sus parientes o amigos del exterior de la cooperativa, Se hicieron notar los grupos de personas Magdalena Penis, fc. ct ‘i psteban Kemande, Union de Solletantes y Colonos dela Viviznda Pueblo rid. 159 que hacfan comida en los patios con sus familias grandes y amigos, y después de eso asistian a las actividades colecti- vas, Para algunos ditigentes esto constituye otra etapa que muestra que la cooperativa se va interiorizando, y deja de considerarse como si fuera sélo de los dirigentes. Finalmente, la cooperativa empieza a airaer a personas de las zonas vecinas que asisten tinicamente por diversion, como uno de los grupos de baile que provenia de una colonia relativamente alejaca de la Uscovl. A este clima de fiesta contribuyen tomeos depottives para nitios, teatro guifiol y el baile de jévenes y adultos. El centro cultural de El Molino En el casco de la antigua hacienda de El Molino, se estable- ci6 un centio cultural patrocinado por las cuatro coopera livas abi asentadas y el grupo de danza Barro Rojo, algunos de cuyos integrantes viven en la zona, Aunque fue inaugu- rado en noviembre de 1989 su trabajo es reciente, pues. diversos problemas organizalivos le impidieron desarrollar las actividades planeadas inicialmente. En la actualidad se oftecen talleres de musica, danza, serigrafia, teatro, etcétera. A pesar de contar con €] apo- yo formal del grupo Useovi, su actividad se desarrolla con Glerto desconocimiento de los socios de la cooperativa. Estos la olvidaron al responder en la encuesta sobre la infraestructura cultural de su colonia. En todo esto tal vez influya una relativa lejania fisica de la casa de la cultura, y el hecho de que su programacién esté orientada principal- mente a los jvenes del asentamiento. Conclusiones El estudio de las practicas culturales en Uscovi permite definir un lipo de consumidor cultural periférico, de escasa vinculacién con la oferta “tradicional” —que supone movi- 160 lidad fisica del poblador— y més dependiente de aquella que proviene de los medios electrénicos de comunicacion masiva. Es en cierla medida un exponente de un género de vida suburbano reconocible en ottos sectores de la ciudad. Sin embargo, su insercién en un movimiento politico-orga- nizativo ha consolidado una disposicién particular al con- sumo de la oferta proveniente desu propia comunidad. Asi, este trabajo propone que para comprender los usos cullur rales de tal poblacién, y presumiblemente de varias mas que se han desartollade de manera semejante, es necesa- rio atender esta tendencia a la recepcién y apropiacion de lesbienes culturales generados por la organizacién a la que pertencce. Por lo anterior, resulta cuestionable calificar de “margi- nal” la oferta cultural de les circuits populares —dada su ;portancia local para lienar de contenidos comunicativos amplios espacios de la vida cotidiana. Mas bien debe pen- sarse que se trata de un sector especializade de produccién debienes culturales, cuya eficacia no se ve afectada por no provenir dle los canales puiblicos 0 privados de producciéa cultural, La oferta cullural de la Uscovi tiene una definida ortenta- cin ideclégica. De acuerdo con los cistintos tipos de oferta cultural analizados en los moyimientos sociales, lamayoria delas veces las actividades tienen un sentido instrumental: promover un grupo para apoyar la construccién del salén Geusos miltiples, apoyarla identificacién interna del grupo, Gifundir un contenido ideoiégico altemativo... Con todo, las practicas menos estructuradas se perfilan como las de mayor capacidad de aceptacién entre la comunidad, bajo el riesgo de poseer contenidos menos precisos y dificiles de traducir inmediatamente en acciones. Laidea del entre- tenimiento y la diversi6n comina su uso, pero no su conte- ido discursivo, No por eso este tiltimo tipo de oferta cultural local carece demensajes. La solidaridad, el aprecio porel trabajo colec- tivo, el mado de trabajo democralico y la rebeldia contra la situacién injusta de sus condiciones de vida, se transmite encada forma de hacer cultura. Sin embargo, una excesiva 161 reduccién al Ambito local (organizaciones estrictamente vinculadas a la comunidad con objetivos reducidos al me joramiento de las condiciones de vida) evita que sus men: sajes se canalicen en la construccién de una vision del mundo més amplia, que permita relacionarse con os cit- cuitos piiblico 0 privado, a través, por ejemplo, de la dele: gacién politica 0 de organizaciones no gubernamentales. Si esto se consiguiera, serfa posible oftécer un didlogo mas abierto al conjunte de la sociedad. La oferta cultural de los mavimientos sociales es un importante apoyo organizativo. Su eficacia debe ser anall zada por estudios de campo orientados a la compronsién interna de los mensajes; su fuerza muchas veces se hace Pajente en las coyunturas que obligan a echar mano de recursos aparentemente nuevos, pero cuyo sentido ha sido elaboraco a través de pequenos esfuerzos comunicativos que, dia con dia, operan en los procesos organizativos locales. 162

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