Todo criminólogo debe actuar bajo el principio de legalidad, esto se
01 refiere a actuar bajo todas las leyes del territorio en donde este desempeña su labor.
El criminólogo tiene que actuar bajo el principio de convivencia y
02 respeto para con todos dentro de su institución y fuera de ella.
Tiene que aplicar la justicia con todos y cada uno de los clientes,
03 víctimas o victimarios en todos los casos que se presente.
No deberá aprovecharse de su cargo para beneficiarse ni beneficiar a
04 terceros. Tampoco aprovechará de su cargo para ejercer el sentido de superioridad y actuar injustamente.
Debe aprender a trabajar en equipo y entender que en muchos casos
05 policiales, legales y de otra índole, se necesitará la intervención de más profesionales para realizar una buena labor.
Un criminólogo está facultado para realizar diagnósticos, pericias,
06 informes y dictámenes, éstos deberán ser totalmente verídicos, claros y prudentes.
El criminólogo tiene el deber moral de rechazar casos en donde se
07 requiera de su intervención para dañar a una o más personas y actuar injustamente con ellos.
Tiene que ser un profesional inclusivo y respetar las creencias, cultura
08 y opiniones de todos. Sin embargo, estos criterios no pueden ser la base para futuros diagnósticos.
El profesional en criminología no deberá prestarse para realizar daños
físicos o psicológicos a los clientes, aunque la gravedad del caso sea 09 alta y se haya encontrado un culpable, el criminólogo no puede tomar justicia por sus propias manos.
Tiene que amar su profesión, tener verdadera vocación y actualizarse
10 constantemente con talleres, cursos, diplomados, maestrías y mucho más.