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La Calera Informe Final Version Final
La Calera Informe Final Version Final
INTERVENCION ARQUEOLOGICA
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1. Planteamiento y Justificación 3
2. Antecedentes 6
3. Objetivos 9
3.1. Objetivos generales 9
3.2. Objetivos específicos 9
4. Metodología de excavación, registro y laboratorio 10
4.1. Excavación 10
4.2. Laboratorio 25
5. Hallazgos 27
5.1. Restos óseos humanos 27
5.2. Restos óseos animales 32
5.3. Cerámica 36
5.4. Líticos 39
5.5. Vidrio 40
5.6. Madera 42
5.7. Zapato 42
5.8. Metal 43
5.9. Papel 44
6. Conclusiones, la historia del ábside colonial 45
7. Bibliografía 48
8. Agradecimientos 49
9. Anexos 50
9.1. Programa de arqueología pública 50
9.2. Plan Especial de Manejo 52
9.3. Fichas del material arqueológico 54
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1. Planteamiento y Justificación
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Los ábsides son estructuras habituales en las catedrales e iglesias de cierto tamaño,
aunque supremamente raros en pequeñas capillas y oratorios. Se incorporaron a la
tradición arquitectónica eclesiástica desde el periodo románico y fueron en el gótico
objeto de cuidadosas y suntuosas elaboraciones. Los ábsides son generalmente de
planta circular o poligonal y se sitúan en el extremo posterior de la iglesia,
usualmente alojan el altar o, en caso de estar tras el altar, pueden contener galerías
de sillas para los clérigos. El ábside de la capilla de Nuestra Señora del Rosario en
La Calera no alojaba el altar y es muy pequeño para contener sillas. Se trata por
tanto de una estructura singular cuyo uso resulta bastante enigmático; en el capítulo
correspondiente se tratará este tema en mayor profundidad.
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Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) para este tipo de estudios y 2) El
marco legal vigente para la preservación, conservación y manejo del Patrimonio
Arqueológico de la Nación, contenido en el decreto 763 de 2009, la ley 1185 de
2008, el decreto 833 de 2002, la ley 397 de 1997, el artículo 72 de la Constitución
Nacional y la ley 163 de 1959 y su decreto reglamentario 264 de 1963.
Plano 1 – Capilla de Nuestra Señora del Rosario en La Calera, el ábside resaltado dentro del
polígono rojo
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2. Antecedentes
El municipio de La Calera, Cundinamarca, está ubicado sobre las cuencas del Río
Teusacá (vertiente del Magdalena) y el Río Blanco (Vertiente del Orinoco), al oriente
de la Sabana de Bogotá y sobre los pisos térmicos frío y paramo (2,600 a 3,000
m.s.n.m.); la cabecera municipal tiene por centro las coordenadas 4°43′11″
Norte, 73°58′12″ Oeste y una altura promedio de 2,750 m.s.n.m.
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En la última época de la Colonia la parroquia de blancos de La Calera fue creciendo
alrededor de la hacienda, tanto que mereció ser erigida como parroquia de Nuestra
Señora del Rosario en 1772. Posteriormente, ya en la República, La Calera fue
despojada de su estatus independiente en 1850 y, luego, restituida a su condición
autónoma en 1853 (Velandia 1979-1982). La casa de la hacienda paso a ser sede
de la Alcaldía Municipal desde la década de 1940, factor que ha contribuido a su
preservación.
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municipio de Nocaima, Cundinamarca) y siete informes recientes de arqueología
preventiva, a saber: Tatiana Santa, Proyecto para la prospección y diagnóstico
arqueológico del Macadamia y el antiguo camino al Meta, La Calera, Cundinamarca
(2014); Ezequiel Rubiano, Prospección arqueológica para la unidad funcional 03 del
corredor perimetral oriental de Bogotá, prospección tramo La Calera-Patios y
recorrido del límite de Bogotá-Choachí (2015); Juan Carlos Rodríguez, Informe
prospección arqueológica para la variante Guasca - La Calera, línea de
interconexión eléctrica 230 Kv, proyecto Nueva Esperanza (2016); Ezequiel
Rubiano, Prospección arqueológica para la unidad funcional 02 del corredor
perimetral oriental de Bogotá, prospección del tramo entre Sopó – El Salitre y La
Calera, antiguos hallazgos nuevas evidencias (2016); Leonardo Zabala, Programa
de arqueología preventiva, fase de prospección arqueológica corredor perimetral de
oriente de Cundinamarca - unidades funcionales 4 y 5, municipios de La Calera,
Choachí, Ubaque y Cáqueza (2016); Katherine Osorio, Prospección y plan de
manejo arqueológico para ocho zodme´s proyectados entre los municipios de La
Calera y Choachí, Cundinamarca, del consorcio constructor POB, informe final
(2016) y Alexander Franco, Programa de arqueología preventiva para 10 zodmes
destinados al corredor perimetral de oriente de Cundinamarca, municipios de La
Calera, Cáqueza, Choachí y Ubaque, departamento de Cundinamarca, fase de
prospección (2017).
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4. Metodología de excavación, registro y laboratorio
4.1. Excavación
Debido al reducido tamaño del espacio de excavación no fue útil, o siquiera posible,
georreferenciar otros puntos de la misma.
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Foto 6 – Estado de la fosa y los entierros al empezar la intervención arqueológica
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La primera operación fue, por tanto, la de localizar el punto central del ábside,
midiendo los extremos del hexágono irregular que constituye el interior de la
estructura. A partir de este punto se trazaron los cuadrantes que se numeraron del
1 al 4 siguiendo la dirección de las agujas del reloj. Con este referente espacial
trazado se procedió a retirar y empacar el material perturbado, procurando
recuperar, hasta donde era posible, la información de contexto.
Cada cuadrante se excavo por separado siguiendo los niveles culturales o capas de
relleno que se fueron encontrando. Al terminar la excavación de un cuadrante
completo, hasta llegar a piso estéril, se continuo con el cuadrante contiguo y así
sucesivamente, de manera tal que al terminar los cuatro cuadrantes se obtuvo una
visión completa del espacio. De esta forma se garantizó un óptimo registro vertical
estratigráfico y, a la vez, una muy buena correlación horizontal. Cada nivel de cada
cuadrante fue minuciosamente fotografiado y los hallazgos se registraron en sus
coordenadas x, y, z con relación al datum.
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Foto 9 – Cuadrante 1, finalizada la excavación de la fosa de entierros
La alteración empieza desde el eje central, a partir de los 14 centímetros hasta una
profundidad de 1,07 centímetros; las briznas de carbón se pudieron percibir desde
el nivel inicial de excavación hasta los 20 centímetros, y con una mayor intensidad
desde los 30 y 40 centímetros; esta condición se repite de manera regular en los
cuatro cuadrantes. El cuadrante número uno en rasgo del mismo número, después
de levantar el material, se encuentra una importante concentración de restos óseos
tanto humanos como animales, asociados a carbón a los 30 centímetros hacia el
costado este.
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Plano 2 – Rasgo 1, fosa de enterramientos.
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Foto 10 – Posible rasgo en esquina de cuadrante 1
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A 17 centímetros de profundidad en el cuadrante 2, cerca de la concentración de
restos óseos, se halló material cerámico que se hacía más frecuente hacia la pared
sureste; también se percibe un aumento del tamaño de los huesos animales
introducidos bajo los cimientos entre las piedras que servían como soporte a las
paredes del ábside.
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Foto 12 – Perfil estratigráfico, cuadrante 4, costado norte
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donde aparece la mayor parte del material cultural. La profundidad total de los
rellenos (por debajo del piso de baldosas de barro cocido) es de aproximadamente
40 centímetros; esta es la misma profundidad sobre la que se asientan los cimientos
del ábside.
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Foto 13 – Espacios de los cimientos bajo los muros.
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Plano 5 – Planta general, excavación terminada
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Plano 6 - Relleno de la puerta y detalle del piso en piedra
Ese relleno fue aparentemente colocado allí para cerrar la puerta original del ábside;
en efecto a una profundidad aproximada de 70 centímetros apareció un piso de
piedra. En este relleno apareció abundante material cultural, cerámica, porcelana
blanca, una botella casi completa y otros fragmentos de vidrio, óseos animales,
cantos rodados, desechos de talla en piedra, una herradura, un pasador de hierro,
un zapato de cuero de mujer y parte del cráneo y otros huesos de un infante (un
neonato de pocas semanas de edad).
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Foto 17 - Zapato encontrado dentro del relleno
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Foto 19 - Cuadrante número cuatro, nivel final
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Foto 21 - Cuadrante número dos, nivel final
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4.2. Laboratorio
Los restos óseos animales se separaron de acuerdo con el género; fue posible
identificar restos de venado, vacunos, cerdo y aves (gallina o pato). Los huesos de
vacuno y cerdo presentan con frecuencia cortes e incisiones consistentes con el uso
de herramientas metálicas (hachas, cuchillos).
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La botella y los restos de vidrio corresponden a envases de licores (probablemente
vino); el frasco que contenía el papel es, sin duda, un frasco de perfume del tipo
usado entre los siglos XVIII y XIX.
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5. Hallazgos
Individuo 1:
Se aplicó la fórmula de Pearson con base en la longitud del fémur y se obtuvo una
estatura aproximada de 1.58 ms. Se trata entonces de un hombre joven de baja
estatura, sin signos visibles de enfermedad, cuya causa de muerte no se pudo
determinar.
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Foto 23 – Individuo 1, hombre joven de 1.58 ms de estatura
28
Foto 25 – Individuo 1, maxilar inferior
Individuo 2:
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Las suturas craneales están cerradas, aunque no muy estrechamente, lo que
corresponde a un adolescente o adulto joven, pero la ausencia de otras evidencias,
como piezas dentales, dificulta el cálculo de edad.
Se aplicó la fórmula de Pearson con base en la longitud del humero y se obtuvo una
estatura aproximada de 1.48 ms.
Se trata entonces de una mujer joven de muy baja estatura que padecía de
descalcificación; su causa de muerte no pudo ser determinada.
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Individuo 3:
Se conservaron tan solo 16 huesos o fragmentos óseos. De abajo hacia arriba: par
de fémures; un fragmento de coxal; fragmento de sacro; cinco costillas; fragmentos
de omoplato; una clavícula y fragmentos del cráneo. Por el tamaño y desarrollo de
los huesos se calcula una edad de entre 5 y 9 semanas. No hay índices que
permitan determinar el sexo. Tampoco se presentan signos visibles de patologías o
de causa de muerte.
En parte del piso del ábside, especialmente en las oquedades que quedaron bajo
los muros por efecto del cambio de la planta de cimientos rectangulares a muros
hexagonales, se encontraron huesos humanos aislados. Sin excepción se trata de
huesos pequeños y fragmentados, como pedazos de falanges y costillas. En los
espacios de los muros estos huesos se encontraban mezclados con huesos de
venado.
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Foto 29 – Huesos dispersos en oquedades de los muros
32
Foto 30 – Restos óseos de vacuno
Porcinos:
Huesos de cerdo (Sus domesticus) fueron hallados en los pisos, fosa y relleno de la
puerta. Al igual que en el caso de los huesos de vacuno hay huellas de corte. Se
encontraron fragmentos de maxilar, de huesos largos y una pieza dental. Se
presume que estos huesos, procedentes de un matadero o carnicería, se mezclaron
como basura en los rellenos de los pisos y puerta.
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Venados:
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Adicionalmente, el venado no aparece en este contexto únicamente como un
elemento más sumado a la basura de relleno, como es el caso de los vacunos y
porcinos. Los huesos de venado se encontraron también, mezclados con huesos
humanos, en la fosa de enterramiento y en las oquedades bajo los muros; se trata
de acciones de deposición intencional.
Aves:
Unos pocos fragmentos de huesos de ave fueron hallados en los rellenos del piso y
de la puerta. No hemos podido determinar si se trata de Gallus gallus domesticus
(gallina) o Anas platyrhynchos domesticus (pato). La muestra es muy pequeña y
puede corresponder a un solo individuo. No hay rasgos especiales que resaltar.
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5.3. Cerámica
Grupo 1:
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Entre los fragmentos diagnósticos de este grupo se encuentran bordes
redondeados y un asa doble redondeada. No se encontraron otros rasgos notables.
Grupo 2:
Pasta: Apariencia burda, arcilla con coloración naranja y blanquecina con inclusión
de partículas de desgrasante grueso, medio y fino, técnica de elaboración por torno
y acabados por modelado directo, pasta de estructura porosa, huellas de cocción
oxidación completa con márgenes de núcleos difusos y cocción reductora con
núcleos definidos.
Superficie: Liso, bruñido.
Formas: Ollas, jarras con vertedera
Tipo 1: Esmaltado marrón; Tipo 2: Engobe; Tipo 3: Sin decoración
Frecuencia: 93 fragmentos (57.4%)
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Foto 39 - Cerámica utilitaria marrón, grupo 2, tipos 1, 2 y 3
Grupo 3:
Pasta: Apariencia muy fina, arcilla caolín con muy buena cocción, paredes delgadas,
alta dureza, no hay desgrasante visible, técnica de elaboración por torno industrial.
Bordes decorados.
Superficie: Liso, muy pulido.
Formas: Plato
Tipo 1: Loza importada
Frecuencia: 9 fragmentos (5.6%)
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Los fragmentos cerámicos encontrados corresponden a los tipos en uso durante el
periodo colonial tardío y los inicios del periodo republicano. Los dos primeros
(cerámica vidriada y cerámica marrón) corresponden a contextos populares; se trata
de los tipos de ollas, jarras y vajilla que se usarían, tanto en el campo como en la
ciudad, por parte de familias de recursos moderados. El vidriado es una técnica de
origen europeo que se adaptó para manejar y dar una nueva apariencia a las
superficies de tipos de raigambre indígena sin cambiar fundamentalmente los
rangos de formas ni la elección de arcillas y antiplasticos. La técnica de
manufactura, por otro lado, cambio también al torno manual que ofrecía mayor
velocidad en la producción y una mayor uniformidad en la reproducción de formas
estandarizadas. El tipo marrón, también de raigambre indígena, solo tomo de la
tradición europea la técnica del torno. La loza blanca, por otro lado, representa una
importación de alto costo y solo se espera encontrarla en contextos de elite.
5.4. Líticos
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5.5. Vidrio
Frasco de perfume:
Botella de vino:
Este objeto es claramente identificable como una botella de vino por su color,
tamaño y la particularidad de que su base presenta la típica depresión cónica de
este tipo de botellas, diseñada para soportar la presión interna del líquido y el gas
carbónico que pueda contener. Se encontró en el relleno de la puerta del ábside
fragmentado en cuatro partes. Este recipiente, de 7.0 cms. de diámetro x 16.0 cms.
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de altura (tamaño restante), es de color verde pálido, pero actualmente presenta
manchas amarillentas y visos tornasolados y desprende pequeñas escamas, lo que
es indicativo del proceso de degradación del vidrio antiguo.
Fragmentos:
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5.6. Madera
5.7. Zapato
Esta pieza excepcional se encontró dentro del relleno de la puerta del ábside (ver
foto 15). Se trata de un zapato de mujer, íntegramente fabricado en cuero (suela y
capellada), tiene un tacón de aproximadamente 4 cms. y es del tipo “escotado”, o
sea del que deja ver el empeine del pie. Está hecho para pie derecho y corresponde,
más o menos, a una talla 36 actual. El cuero se había conservado en ambiente
húmedo sin ataque biológico; para evitar el deterioro que acompaña al proceso de
secado se realizó el tratamiento de conservación con la colaboración de la
restauradora Catalina Hernández. Inicialmente se realizó limpieza en seco,
posteriormente se hizo lavado y limpieza con agua destilada y una vez se obtuvo el
grado de humectación adecuado se impregno con glicerina.
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Foto 46 – Zapato de mujer
5.8. Metal
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5.9. Papel
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6. Conclusiones, la historia del ábside colonial
Posteriormente se debió retirar el piso original y se agregó una nueva capa. Este
relleno adicional es distinto al primero en su color, textura e inclusiones; hay mucha
menos madera carbonizada y más rocas grandes. La nueva capa elevo el nivel de
la primera planta del recinto en unos 20 cms. En esta misma etapa parece haberse
excavado la fosa alargada en la que se depositaron los dos cuerpos. Este entierro
es completamente inusual en un contexto tan claramente católico, el ábside de una
capilla: hay dos cuerpos, hombre y mujer, en una sola fosa; no hay lapida ni cruz y
la postura de los cadáveres (decúbito lateral flexado) no corresponde a la tradición
de los entierros cristianos. Por alguna razón alguien dejó en esa tumba un frasco de
perfume con un tosco papel dentro, identificando a los allí sepultados; dos jóvenes,
el, de contextura gruesa, 1.58 ms de altura y ella, menuda y con problemas de salud
de 1.48 ms de altura. La fosa quedo cubierta bajo la nueva capa de relleno y el piso
de baldosas de barro que se conservó hasta el presente año, cuando se realizaron
las labores de restauración de la capilla.
Lo más sorprendente es, sin embargo, el hallazgo de parte del cráneo y otros
huesos de un infante (un neonato de pocas semanas de edad). La presencia de
este tercer cuerpo plantea nuevos interrogantes; no se trata de un entierro
propiamente dicho, el niño fue arrojado al relleno junto con basura de varios tipos,
es decir se dispuso de el sin ninguna de las formalidades de un entierro católico;
esto en el ábside de la iglesia. No hay ninguna evidencia que nos permita conocer
su identidad ni sabemos si su muerte fue natural o inducida. No podemos establecer
tampoco asociación entre este cuerpo y los dos entierros de la fosa.
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7. Bibliografía
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8. Agradecimientos
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9. Anexos
9.1. Programa de Arqueología Pública
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Foto 50 – Personal de obra atendiendo a la socialización
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9.2. Plan Especial de Manejo
Sitio arqueológico:
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El tipo de trabajo arqueológico que se recomienda para esta área es el siguiente:
Materiales arqueológicos:
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9.3. Fichas de material arqueológico
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