Está en la página 1de 2

Documentos para Reflexionar

Formación en Liderazgo y Diseño Ontológico

¿TENER RAZON NOS LLEVA AL RESULTADO QUE QUEREMOS?

Uno de los pensamientos distorsionados que provoca más conflictos es el de “querer tener la razón”
ya que solemos creer que nuestra opinión siempre es la mejor, que nuestra manera de hacer las
cosas es la más adecuada y correcta sin validar y aceptar al otro como un nuevo observador con una
mirada distinta a la nuestra.
No vamos a negar que a todos nos da cierta (al menos esporádica) satisfacción tener razón. Cuantas
veces nos descubrimos exclamando: «¿viste?¡ Yo te dije!» ¿Pero cuál es el precio que pagamos por
tener razón?
En una discusión o durante un enojo nos empeñamos en exponer y sostener con fuerza nuestro
punto de vista, nuestras interpretaciones y motivos para hacer o decir lo que sea que hicimos o
dijimos antes de comenzar a discutir. Nos justificamos. Nos defendemos como si de una real batalla
se tratara. Buscamos a toda costa «simplemente tener razón».
Una persona que quiere tener siempre la razón suele no escuchar a los demás. No puede
permitírselo. Porque escuchar al otro, e intentar comprender su punto de vista, puede demostrarle
que a veces se equivoca. ¿Cómo puedes resolverlo? Aprendiendo a escuchar, adquiriendo
habilidades para la escucha activa.
Para mejorar tu comunicación personal, tus relaciones personales, en lugar de buscar tener la
razón, practica la escucha activa. Repite lo que la otra persona te ha dicho, para comprobar si lo
has comprendido bien. Así, te darás a ti más tiempo para comprender y reflexionar sobre las
posturas de los demás, en lugar de intentar refutar y atacar las opiniones o razones de otros
observadores.
En general lo que queremos es dejar de discutir. Arreglar las cosas. Llegar a un acuerdo… ¿Y dónde
queda la idea de arreglar las cosas? ¿Del acuerdo?
¿Qué pasaría si antes de emprender esta intensa búsqueda de tener razón nos empezáramos a
preguntar:
¿Dónde está mi compromiso, Con tener razón o con el resultado que busco? ¿Quiero tener razón o
generar un acuerdo? ¿Para qué deseo Tener la razón?
Son las relaciones personales, los sentimientos de las personas, lo que realmente importan, lo
realmente valioso ¿Y si desde ahí armáramos nuestra conversación de forma muy distinta?
Quizás sería bueno reflexionar esto antes que sea tarde, y por comprometernos con tener razón,
destruyamos nuestros vínculos más querido. Antes que elegir nuestro efímero placer de tener razón
nos impida elegir ser felices…

También podría gustarte