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° ¿Quién es el autor?
Juan Marcos
amigos de Jesús
El autor lo escribe porque fue un acto que agrado a Cristo, por eso dijo Jesús “ella
no siempre me tendréis.
Dar todo por Jesús, esta mujer, rompió el frasco del perfume; no se reservó nada
Evangelio
° Unidad Textual –
Esta mujer derramó el perfume sobre el Señor Jesús, había visto la gloria de Dios,
resucitando a su hermano, también dándole vida a ella, pues por la fe, creyó junto
con su familia como el Señor y Salvador de Israel, vio y experimentó el amor de
Jesús que lloró por su hermano y se compadeció de su gran dolor, pero manifestó
estaba a punto de morir y por su muerte en nuestro lugar nos ha hecho aceptos
Él ha sido esa ofrenda agradable a Dios, ese perfume grato. ¿Entonces como no
servirle con gran devoción? ¿Cómo no estimarle como lo que es, nuestro gran
° Contexto histórico -
Destinatario: Los amigos de Jesús en Betania, localizada en las laderas del monte
Fecha: Año 55 y 65 d. C
° Contexto Literario –
Idioma: Griego
Contexto Teológico –
capítulo 20: 29, Jesús dejó Jericó, para ir a Jerusalén, luego llego a Betania donde
1. Aquí tenemos un amigo suyo que fue tan amable como para invitarle a comer
(v. 3). Por donde vemos que aun cuando Jesús sabía que estaba cercana la hora
2. También tenemos otra persona amiga que fue tan amable como para ungir su
mesa. Fue una muestra extraordinaria de respeto y aprecio a Jesús por parte de
una mujer que no pensó que fuese demasiado caro un perfume para Jesús,
como para venderlo por treinta monedas de plata (V. Mt 26: 15, comp. con Zac.11:
Notemos que no sólo derramó todo el perfume sobre Cristo, sino también que
para sí misma algunas gotas siquiera del exquisito perfume; ésta es la técnica de
qué lo da de una vez, ni por qué se incapacita para recobrar algo de lo que ha
dado y volver a llenar el frasco de la vida con una nueva esencia perfumada”.
Cristo debe ser honrado con todo lo que tenemos, no sólo porque Él se dio por
nosotros totalmente (Mateo 20: 28; Juan 6: 48 – 58; 10: 11, 1 Timoteo 2: 6; 1 Juan
3: 16, etc.), sino también porque es nuestro Dios, a quien hemos de amar con todo
el corazón, toda el alma, toda la mente, todas las fuerzas. Notemos con respecto a
A). Que hubo allí quienes murmuraron de ella, y hablaron de derroche: “¿Para qué
se ha hecho este derroche de perfume?” (V. 4). Piensan que se habría ganado
más con venderlo y dar el dinero a los pobres (V. 5). Muchas
veces, los que más invocan la fraternidad y la filantropía, son los más duros, e
B). Pero el Señor mismo encomió la acción como un gran acto de fe y de amor:
“Se ha anticipado a ungir mi cuerpo para el sepelio”. (V. 8). Véase cómo la mente
condenadas a muerte violenta, han querido tener preparados sus ataúdes en vida
y dejar dispuestos todos los detalles de su funeral. Pero nadie afrontó la muerte
con la misma decisión y valentía que Jesús; nunca entró en triunfo, cabalgando y
sólo fue ungida para el sepelio. Y ya que esto era irrevocable, pues era
mandamiento de Dios para nuestra salvación (v. Juan. 10: 18), todo intento para
salvarle la vida era en vano; más aún, sólo los secuaces del diablo le gritaban que
se salvase a sí mismo (como. 8: 32 – 33; 15: 30 – 32). Pero, al menos, era posible
“ungirle para el sepelio”; por eso, dijo Jesús: “Ella ha hecho lo que ha podido” (lit.
hizo lo que tuvo). Cuando no podamos hacer todo lo que queremos, hagamos
ella lo que ha hecho” (V. 9). Ni Marcos ni Mateo (26: 23) nombran a la mujer, pero
por Juan 12: 3, sabemos que era María, la hermana de Marta y Lázaro. La razón
por la que Mateo y Marcos omiten su nombre es, sin duda, porque escribieron sus
los judíos. En cambio, cuando Juan escribió su Evangelio, no existía ya tal peligro;
por eso, él no necesita añadir la promesa de Jesús, pero añade que “la casa se
llenó de perfume” (Juan 12: 3). Este hecho llenó de “suave olor” la iglesia y el
mundo entero e, incluso, ha escrito W. N. Clarke, “aún para los pobres, María hizo
mucho más con este acto de afecto y simpatía que lo que habría podido hacer
leproso” (v. 3 comp. Con Mt. 26: 6), a quien Juan no nombra, algunos han
especulado que era el marido de Marta, pero el texto no nos da pie para ello. Lo
más probable es que se llamase así por haber sido leproso y, con la mayor
de María no habría lugar para tantos convidados. Digamos para esta sección que,
desde los primeros siglos de la iglesia (¡incluso el Crisóstomo!) hasta ahora, son
muchos los comentaristas que identifican esta mujer con María de Magdala y con
(Marcos 14:3)
y Jesús, Sus discípulos, María, Marta y Lázaro estaban entre los invitados. De
repente María se va hacia el Señor llevando en las manos una valiosa vasija de
los pies (Juan 12:3) de nuestro Señor, ungiéndole. El valor monetario, tanto de la
guardaban hasta el día en que el hombre que amaban las pedía en matrimonio. Si
costado la vasija, era lo mejor que tenía y eso era lo que daba. Eso es lo que
María hizo con su Señor, Aquel que la amó tanto que pronto moriría por ella en la
darle? Hay al menos tres obsequios que cada uno de nosotros podemos traerle:
(1) Podemos darle lo mejor de nuestro amor. Esto, sobre todo, es lo que hizo
María; si bien el ungüento era costoso y la vasija valiosa, el verdadero regalo que
entregó a Jesús era su amor. Todos podemos darle nuestro amor, que es lo que
(2) Podemos darle lo mejor de nuestros años. ¡Qué gran privilegio es para una
entregárselos a Él.
(3) Podemos darle lo mejor de nuestros talentos. Todos y cada uno tenemos
pone a Sus pies con completa entrega, Él lo usará de una manera realmente
AL SEÑOR JESÚS?
de Dios (Juan 1:1 y 14), el Señor de la gloria (1 Corintios 2:8), el Salvador de los
todo por nosotros y ha derramado su preciosa sangre por nosotros en la Cruz para
todo lo que su Señor había dado e iba a dar por ella, entonces se sintió movida a
darle lo mejor de sí, todo su ser, a Él. En Marcos 14:8 descubrimos que el Calvario
15:11) y paz perdurable (Juan 16:33) al haber entregado lo mejor de sí, todo su
ser, al Señor. Si le damos poco, sólo seremos capaces de disfrutar poco (de Él),
26:8.
(2) El Señor Jesús estará complacido. No hay nada mejor en el mundo que ser
4. CONCLUSIONES
Hoy decides amar a nuestro Jesús, no reservarse nada para tu vida, esa es la