Materia: Ética y Deontología Profesional
¿Es moralmente legítimo que Jorge defienda a Mariano en este caso?
Posición consecuencialista
Las éticas consecuencialistas, como el
utilitarismo, definen el carácter moral de un
acto y toman en cuenta los efectos o las
consecuencias que se siguen, ya sean
directas o indirectas y reales o posibles. El
principio fundante de los fenómenos
morales no se concibe, por lo tanto, como
algo ajeno a la experiencia, sino que el
criterio utilitarista del mayor beneficio para
el mayor número.
La acción correcta es aquella que, en una
situación concreta permitirá alcanzar las
mejores consecuencias para el mundo
en su totalidad. Si bien asumir la defensa de
un homicida puede acarrear reproches
éticos de terceros, esta acción se considera
éticamente correcta desde un punto de vista
consensualista si con la ganancia obtenida se
produce una mejora en la salud a la
hermana de Jorge, a su vez mejora también
su economía personal y adquiere reputación
profesional. Por lo tanto serian todas
consecuencias positivas pese a lo
reprochable que pudiera parecer defender
un homicida cuando en realidad es una
decisión personal como profesional que de
ser afirmativa es una cuestión meramente
profesional.
En conclusión ya que una acción se juzga
correcta si genera el mayor bien posible en
contraposición al mal causado para el
consecuencialismo sería una acción ética.
Posición ética deontológica
La Deontología Profesional es la rama de la
ética cuyo propósito es establecer los
deberes de quienes ejercen una profesión.
Deberes que son mínimamente exigibles a
los profesionales en el desempeño de su
actividad siendo habitual que estén
codificados sistemáticamente para regir la
actuación de los representantes de la
profesión con el fin de que a través del buen
hacer guiados por el código deontológico se
obtengan resultados deseados.
La ética deontológica se centra en la
intención y el deber moral detrás de las
acciones, más que en las consecuencias o
resultados de esas acciones. Según esta
teoría, una acción es considerada
moralmente correcta si se realiza por el
deber y respeto a las normas éticas,
independientemente de las consecuencias
que pueda tener.
Dicho esto un abogado que defiende a un
homicida está desempeñando su función
profesional de representación legal, que se
basa en el principio de que todas las
personas tienen derecho a una defensa justa
y en la presunción de inocencia por más
controvertido que sea el caso en cuestión,
Esto no implica que el abogado esté de
acuerdo o apoye las acciones del homicida,
sino que está cumpliendo con su deber ético
y profesional de brindar asesoramiento legal
y representación en el sistema de justicia.
Por tal motivo si bien como abogado cada
uno puede tener un sistema ético propio
acerca de casos controvertidos o graves si
Jorge defiende a mariano solo estaría
cumpliendo con su rol de abogado y con el
código deontológico.