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Boletín Nº 2

Mayo 2010
SUMARIO

Noticias 3

Aldeanueva de Ebro. Armas vivas. Armas perdidas. 6

Un desertor napoleónico en Valgañón en 1809 18

Emigrantes riojanos en Andalucía: fuentes para su estudio (II) 26

La familia de Juana de Arco.


Un caso de transmisibilidad de la nobleza por línea femenina en 1430 33

El cargo de Mayordomo como fuente de nobleza 47

Las raíces riojanas de la Reina Fabiola de Bélgica 50

Archivo General del Ministerio de Fomento.


Las sorpresas que deparan sus expedientes 53

La Blasa y la Monja, unas navarras en Herce 56

De los errores y aciertos de una investigación 69

De lo difícil que puede ser casarse, o de lo que puede el amor (II) 71

Agradecimiento público a D. Miguel Ángel Escobar Martínez 72

© Asociación Riojana de Genealogía y Heráldica


ISSN: 1889-3503
Dep. Legal: LR - 54 – 2009
© Edita: Ediciones San Martín
http://www.sanmartinjj.com

Imprime: FER FOTOCOMPOSICIÓN, S.A.


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NOTICIAS

• Presentación del segundo tomo de la Historia genealógica de los Caballeros


Hijosdalgo Señores de la Antigua, Noble e Ilustre Villa y Casa Solar Infanzona
de Tejada (Sevilla, 27 de febrero de 2009)
Tuvo lugar en la conocida como Casa de los Pinelo, sede de la Real
Academia de Buenas Letras de Sevilla. Dicha obra, cuya autoría debemos a
nuestro socio D. José María San Martín Pérez, fue presentada por el también
socio D. Fernando Hidalgo Lerdo de Tejada, quien glosó brevemente el contenido
del libro, poniendo una especial atención a las líneas genealógicas de señores
diviseros con ramificaciones en Andalucía y, concretamente, en Sevilla.
Posteriormente, el autor trazó una breve historia del Solar de Tejada,
acompañada de una animada presentación cargada de fotografías y retratos de
muchos de los personajes citados en la obra y que suscitaron un enorme interés
entre el público.

• MCLXV aniversario de la batalla de Clavijo (Zafra, 23 de mayo de 2009)


Nos hacemos eco en este boletín de la noticia aparecida en varios medios de
comunicación, impresos y electrónicos, ya que, con motivo de la conmemoración
del 1.165 aniversario de la fecha que la tradición atribuye a la batalla de Clavijo,
el pasado 23 de mayo un numeroso grupo de descendientes del Solar de Tejada,
entre los que se encontraban algunos miembros de nuestra asociación, se reunieron
en la localidad extremeña de Zafra.
Los descendientes solariegos tuvieron ocasión de realizar una visita guiada
por el historiador del Arte, el Dr. D. Juan Carlos Rubio Masa, comenzando por el
alcázar del Duque de Feria, el Convento-Museo de Santa Clara y la iglesia de la
Candelaria, de mediados del siglo XVI, donde contemplaron el retablo barroco
de la Virgen de Valvanera, costeado por los comerciantes cameranos en 1751;
el escudo del Solar de Tejada del altar de las Ánimas del Purgatorio, donado en
1743 por D. Domingo Martínez de Tejada, natural de Lumbreras de Cameros,
así como las lápidas sepulcrales de D. Manuel Martínez de Tejada, natural de
Aldeanueva de Cameros,, de 1762, D. Manuel de San Román de Tejada y Sáenz
de Santamaría, de Muro de Cameros, de 1767, y de D. Julián de Torrecilla y
Tejada, de Lumbreras de Cameros, de 1750.
El grupo pudo conocer dos casonas con el escudo del Solar de Tejada en
sus fachadas. Una habitada por la familia Martínez de Tejada y Moreno, en la
calle Tetuán, número 30, y la mandada edificar por D. Pedro Pablo Santamaría
de Tejada y Martínez de San Román de Muro de Cameros, en la calle del conde
de la Corte, número 4; y las dieciochescas de la familia Vidaurreta, sita en la
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calle de Sevilla, número 1, y la de D. Cayo José López Cerraco, marqués de los


Encinares, en la Plaza Grande. Estas dos familias eran naturales de Villoslada de
Cameros. Además, doña Maravilla Santamaría y Martínez de Tejada y don Carlos
Fernández de Tejada y Tinoco mostraron diversas ejecutorias de hidalguía de sus
antepasados cameranos con escudos solariegos.
Posteriormente, nuestro socio, historiador y divisero, Fernando Hidalgo
Lerdo de Tejada, a quien presentó el también divisero y asesor nobiliario del
Solar, José Luis Sampedro Escolar, disertó acerca de la efeméride histórica
conmemorada, bajo el título “La batalla de Clavijo; entre la Historia, la Leyenda
y el Mito”, a cuya intervención siguió un animado coloquio. Ocuparon la mesa
presidencial, junto al conferenciante, nuestro socio y canciller del Solar de Tejada,
Tomás Rubio de Tejada y Fernández, y, en representación del Solar hermano de
Valdeosera, Fidel Fernández de Tejada y Quemada.
Por último, y tras el almuerzo de hermandad celebrado en el Parador de
la localidad, al que asistieron igualmente diviseros del Solar de Valdeosera, se
conectó por videoconferencia con Santiago de Chile para dialogar con el Alcalde
Mayor del Solar de Tejada, D. Guillermo García Hernández.

• Presentación del libro Ruta heráldica en el Concejo de Pravia (Pravia,


Asturias, 26 de agosto de 2009)
El 26 de agosto del pasado año fue presentado en el salón de plenos del
Ayuntamiento de Pravia el libro titulado Ruta heráldica en el Concejo de Pravia,
cuya autoría corresponde a nuestro socio, D. Manuel Luis Ruiz de Bucesta y
Álvarez. El acto contó con la presencia del Alcalde del Concejo don Antonio de
Luis Solar y el Director de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía, el
historiador y prologuista D. Manuel María Rodríguez de Maribona y Dávila.
Este trabajo supone un estudio de catalogación de los escudos y edificios
señoriales de familias de ilustre prosapia del Concejo de Pravia, incluyéndose
además diversas filiaciones y datos sobre los linajes que erigieron y ocuparon
aquellas viviendas. Acompaña además una breve descripción en torno al estudio
heráldico, una visión general del Concejo y la descripción de los edificios que
guardan estos elementos.
A lo largo de sus más de doscientas páginas, presenta numerosas fotografías
y escudos de los Cuervos, Arangos, Mirandas, Selgas, Valdés y otros muchos,
acompañadas de sus explicaciones correspondientes, al mismo tiempo que se
ofrecen otros ejemplos heráldicos localizados en otras provincias, pero con un
claro origen en el Concejo de Pravia.
El prologuista de la obra, Manuel Rodríguez de Maribona, ha expresado
su satisfacción por el libro así como el buen nivel de aceptación que ha tenido
para la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía, de la que el autor es un
destacado miembro.
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• La revista Hidalguía, a disposición de todos los socios


Se pone en conocimiento de todos los miembros de la asociación que,
gracias a nuestro primer donante de fondos en genealogía, Don Miguel Ángel
Escobar Martínez y de su padre Don Eduardo Escobar Zarategui (“VERNUCHI”),
están disponibles los fondos donados de la revista Hidalguía desde los números 1
(Abril de 1953) hasta el número 177 (Abril de 1983), treinta añitos nada menos.
Se recuerda a los socios que se puede hacer una búsqueda electrónica en los
índices de esta revista en la Biblioteca virtual de la Universidad de La Rioja (dialnet.
unirioja.es), para posteriormente poder consultar en la asociación los números
originales antes comentados. Aunque actualmente estos índices sólo abarcan
desde 1998, esperemos que pronto se carguen los índices correspondientes a los
primeros treinta años. Se recuerda asimismo que estos se encuentran publicados
en un solo tomo, que puede visualizarse parcialmente en Google Books (books.
google.com).
Los fondos estarán almacenados, inicialmente, por Jesús Barriuso, nuestro
activo e incansable secretario.

• Noticias de Tesorería
Se pone en comunicación de todos los miembros de la asociación que se
ha decidido, como más conveniente y de forma definitiva, que los pagos de las
cuotas anuales a la misma se hagan por transferencia bancaria por cada uno de
los socios a la cuenta de Caja Rioja: 2037 0070 79 0115088874 (es la misma de
siempre). El pago lo tenéis que realizar, deseablemente, en el primer semestre del
año. Acordaros de poner en el concepto “vuestro nombre” y “Cuota ARGH año
2010” y sucesivos.
El motivo de no hacer uso del cobro a través de domiciliación, como
era nuestra primera intención, es que los costes bancarios que suponen para la
asociación no merecen la pena. Pido perdón a todos los miembros que primero
mandaron su domiciliación y que luego les pedimos volver a esta forma de pago.
(Las domiciliaciones se han destruido por parte del tesorero).
Entendemos que hay miembros que desean hacer el pago en moneda por
diferentes motivos (vivir en otro país, etc...). Ya saben estos socios que tampoco
hay ningún problema, ya que la transferencia la haría luego algún miembro de la
junta. Tampoco es problema en poder hacerlo para más de un año, si para ellos es
más cómodo, y siempre que lo indiquéis así.
Un saludo de Alfonso Moreno Ortigosa, tesorero de la ARGH.
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ALDEANUEVA DE EBRO. ARMAS VIVAS. ARMAS PERDIDAS.

Por Manuel Luis Ruiz de Bucesta y Álvarez


Vocal y Socio Fundador de la ARGH
Numerario de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía

Las piedras armeras, como


signo de distinción e identificación de un
linaje, solían exhibirse en las viviendas
mostrando con este acto una casa cuyos
habitantes solían –por lo general– gozar
de unos privilegios y unas preeminencias
que les distinguían del resto de los vecinos.
Ese derecho de gozar, de poseer o de
usar un escudo de armas, en realidad, no
implicaba un ascenso social o una calidad
de noble, sino que era un reconocimiento
que se había otorgado a una persona en
concreto y que, con el postrer de los años,
usaban sus descendientes; no obstante lo
anterior, diremos que la sola autorización
de uso de aquel escudo no implicaba
en absoluto que se le estimase, a sensu
Armas de los Ruiz de Bucesta
estricto, como persona noble.
Los mismos escudos también podían sufrir variaciones con el paso
generacional, cosa común que solía suceder por causas muy variopintas; así
tenemos la costumbre de obligar mediante unas capitulaciones matrimoniales a
modificarse un apellido e incluso a situar las armas de la familia de la dama en
lugar preferente a las personales del caballero, una variación que puede despertar
serias dudas a cualquier investigador. También ha sido común que en una unión
de linajes, hubiese sido el mayorazgo el que modificase los campos del escudo,
aunque esto en realidad solía suceder cuando el apellido que entraba en la casa
era más relevante socialmente que el propio, o sea, era una forma de mejorar
aquella situación social.
Pero los escudos, como todo, con el tiempo se pierden. La ignorancia
supina, ese mal social, ha terminado con bellísimas obras de la totalidad del
territorio español. Vetustos palacios, casonas palaciegas, torres, castillos, capillas
e iglesias, todo tipo de elementos han sido saqueados, incendiados o, simplemente
destruidos, unas veces para erigir esas “horteradas” desorientadas con que nos
cruzamos a diario y otras, por un acto de simple bellaquería. Pero sea cual fuere la
situación que dio con el fin y término de muchas obras de arte, que son en realidad
una parte de la historia de cada uno de nosotros, también vemos que las piedras
armeras han desaparecido de nuestras calles. El mismo fruto de la ignorancia
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de que venimos hablando da lugar a que en muchas ocasiones los escudos sean
retirados de las viviendas, y posteriormente se malvendan a cualquier personaje
por un acto de ostentación o por una mera vanidad social que, en realidad, y hemos
de decirlo, jamás repercutirá o mejorará su calidad. Pues bien, ese desplazamiento
de los escudos también resulta problemático para lograr identificar unas armas,
una razón para que el conjunto de los investigadores o aficionados intente
catalogar estos elementos en el territorio en el que se encuentren, dejando a su
vez una imagen fotográfica y, en su caso, una descripción del mismo. Los escudos
se hicieron y colocaron para exhibir, para enseñar, para disfrutar y conocer la
historia de cada linaje, de cada familia, porque en su conjunto forman la historia
de la comunidad y, entre todas, la de todos.
Así con todo y aunque lo que traigo a este magnífico boletín de la ARGH
sea parte que señale a quien estas líneas escribe, mi única intención es dejar
constancia de una muestra heráldica existente en mi añorada Aldeanueva de
Ebro. En esta villa, otro lugar que se conoce como el de las tres mentiras, luce
con fuerza una piedra heráldica que timbra con un bello yelmo y en su parte
inferior presenta una cartela en la que figuran los apellidos de su posible titular,
en concreto, Marín, Zugasti, Ruiz de Bucesta y Arnedo.
Efectivamente esos son apellidos muy vinculados a estás tierras de la Rioja
Baja, linajes que dejaron claras muestras de su presencia tanto en Aldeanueva
de Ebro, como también en las localidades cercanas de Rincón de Soto, Alfaro,
Arnedo y otras, pues en realidad resulta extraño que no figure alguno de estos en
cualquier documento escrito en los tiempos de la vieja nobleza.
En esta muestra veremos que dos de los campos han desaparecido, sus
causas, el simple desgaste por consecuencia de la erosión. La piedra, de una caliza
blanda, se encuentra ubicada como esquinera de la que fue casa principal en este
pueblo de los Ruiz de Bucesta, aunque quiero señalar que la principal y anterior
se localizaba en el cercano Rincón de Soto, una edificación que se había erigido
entre los siglos XV y XVI, cuando el primero de los de este linaje, un Diego
Ruiz de Bucesta, matrimonia con Catalina Ximénez, una familia de notorio y
esclarecido lustre.
Pues bien, volviendo al elemento que tratamos, observamos que el orden
de colocación de los apellidos en la cartela inferior no identifican el cuartelado,
es decir, aún presentando únicamente los campos primero y tercero, las armas que
allí se representan eran las usadas por los de este apellido de Ruiz de Bucesta.
Ya en el año 1621, el mayorazgo de esta casa, junto con sus hermanos
y sobrinos, deben de litigar su hidalguía ante los tribunales de la Chancillería de
Valladolid, sentencia que les resulta favorable a la vista de la misma. Ese mismo
documento, el pleito de hidalguía –como se conoce vulgarmente–, se conserva
con mucho cariño en el archivo familiar, y es ahí, donde puede verse el escudo en
su traza original, en suma, tal y como era en aquel primer cuarto del siglo XVII.
Pero tal y como señalábamos al principio, los escudos podían sufrir variaciones
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por diferentes motivos, una cuestión que a modo de ejemplo tenemos en esta
misma casa al comprobar que cuando don Domingo Bretón y Ruiz de Bucesta
solicita su ingreso en la Orden de Santiago, se realiza una comprobación visual
de la vivienda, acto que queda reflejado en el expediente donde dicen que se
trasladaron a la casa de su abuelo don Sebastián Ruiz de Bucesta y Ruiz, de
quien diremos que era hijo de don Sebastián Ruiz de Bucesta y Medrano, y este
de don Antón Ruiz de Bucesta y Ruiz de Cuevillas, padre este último de don
Celedón Ruiz de Bucesta, que fue uno de los litigantes de la hidalguía y cabeza
de mayorazgo. En aquella comprobación visual de la casa solar llama la atención
que sus armas no se ajustan a las de su pariente, que existen pequeñas variaciones
que entendemos como fruto de su matrimonio. Las armas que describe son un
escudo de armas que se compone de quatro quarteles y en el primero ai zinco
corazones, y en el segundo dos castillos media luna y tres estrellas y en los dos
quarteles de la parte de abajo, en el primero tres varras atravesadas, y en el
segundo una media luna con una estrella en el güeco de ella y alrededor de los
quarteles diez cruzes pequeñas y arriva un morrión con su follaje. En contrario
de esas que vieron en las casas de su abuelo, están las propias de la familia, las
que aún se guardan y que es: Escudo cuartelado. 1º De oro, cinco panelas de
gules (3–2). 2º De oro, dos castillos de azur, sobre ellos una rueda de azur. 3º.
De oro, tres ondas de mar, de azur. 4º De plata, un tejo de sinople, y a una rama
cortada de él, atado con una cadena de plata resaltado un oso pasante de su
color, terrasado de sinople. Bordura de azur, con catorce estrellas de seis puntas
de oro. Vemos entonces algunos aspectos que son semejantes en ambas piezas,
aunque su ubicación es completamente distinta incluso a la vista de la pieza que
ahora tratamos.
Sobre estas armas, aunque nunca he tratado sobre su origen, pues es causa
difícil e incluso diría que únicamente legendaria, reconocemos que el cuarto
cuartel representa las armas plenas de su antiguo e ilustre Solar, en suma, de
Valdeosera, el mismo que con los años adoptará como propias el Ayuntamiento de
esta localidad de Aldeanueva de Ebro. Pero volviendo sobre la pieza en cuestión,
tenemos un elemento esquinero con dos campos totalmente desaparecidos y otros
dos que sí dejan ver lo que representan. En realidad, al comparar el dibujo original
familiar y esta pieza, vemos que la distribución de los elementos indudablemente
varía, pero en este caso el primer campo de lo reflejado en la piedra, las tres ondas
de mar, son las mismas que figuran en el tercero de la imagen.
Del otro campo visible, el tercero que se ve en la piedra, se ajusta en todo
a la representación de las armas de su solar originario, de Valdeosera, el oso atado
a un tejo, las mismas que en el dibujo nos encontramos en el cuarto campo. Es
singular que en la piedra armera notamos una distribución extraña o diferente,
es decir, la aparición sobre la copa del árbol de una media luna que representaría
a aquel General don Sancho Fernández de Tejada, a quien el Rey Ramiro I de
Asturias le otorga para sí y sus descendientes el territorio de Valdeosera–Tejada,
tras su participación en la famosa y debatida batalla de Clavijo. Añade también
en el cantón diestro del jefe, del mismo campo, una estrella de ocho puntas. Para
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localizar el resto de estrellas, hasta ese número de trece, tendremos que dirigir la
mirada a la bordura general del escudo. Intercaladas a las cruces o aspas de San
Andrés, contabilizamos un total de seis estrellas, de manera que siguiendo un
orden resultará que las otras seis de la bordura –hasta sumar doce– estarán en la
siniestra del escudo que es la parte desaparecida. Igualmente, haciendo uso de la
misma lógica, vemos que suma un total de aquellas cruces o aspas de San Andrés,
cuestión que difiere con el escudo dibujado que tomamos como ejemplo.

MARINES – ZVGASTIS RVIZES DE BUZESTAS – ARNEDOS


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En consecuencia, tenemos que dos de los campos que se observan se


ajustan completamente con el que usan los descendientes de la casa, aunque en
realidad, pese a que lo creemos, no podemos asegurar que en el segundo y cuarto
estuviesen grabadas las cinco panelas y los dos castillos –o tres, como se usa en
algunos casos–.
Sí tenemos que apuntar que existe otra pieza que puede darnos una idea
de la persona a que hace referencia la cinta inferior y aquellos apellidos, hablamos
de una cruz que acola el propio escudo. Aunque no es una pieza que en este caso
se aprecie con facilidad, el uso de equipos fotográficos digitales nos permiten
disfrutar con más cercanía las singularidades de cada elemento, así es que al
ampliar se puede definir la presencia de las cruces flordelisadas en los cuatro
cantones, razón de ello es suponer la presencia de un miembro de esta familia
ya en la Orden de Alcántara, ya en la de Calatrava. Sabemos que el 5 de febrero
de 1654, nació en Aldeanueva de Ebro doña Juana Antonia Ruiz de Bucesta y
Arnedo, quien casó en 7 de enero de 1666, con Miguel Marín y Zugasti, hijo a la
sazón de Juan y de Jerónima. Aunque al presente no tenga constancia de los hijos
que pudieron venir de este matrimonio, resulta factible que hubiese sido la unión
de estos, o bien, la presencia de algún descendiente, el que hubiese dado lugar al
origen de este elemento, pues tanto la época, como la vinculación con los Marín–
Zugasti, se dio en la localidad de Aldeanueva de Ebro con este matrimonio. Es
entonces, al tenor de la localización de esta filiación, que ya podríamos dar una
cita, o datar cuando menos, la pieza heráldica, un elemento de claro exponente
barroco, con escudo entado en punta y soportado sobre rodelas apergaminadas.
El yelmo –como se había dicho– timbra el escudo y mira de frente,
dejando ver cinco rejillas, aunque el total serían siete. Trabajado en su conjunto
con hermosas formas de hojarasca en el propio elemento, también preserva en
los laterales del mismo las formas del plumero. Deja ver en la parte inferior del
yelmo un trozo de lo que era la coraza, de la cual observamos que salía al exterior
con una forma diseñada a modo de guardapolvo. La cruz representativa de haber
tomado un hábito en una Orden de Caballería, se observa en el flanco diestro,
aunque también se ve la terminación de un palo de la cruz flordelisada en el
interior de la bordura del centro de la punta. El resto del conjunto está cargado
con numerosos lambrequines de los que en la parte inferior penden frutas, en
concreto, piñas de peras.
El escudo en sí nos ofrece un diseño español, aunque entado en punta.
Cuartelado y con bordura, podría describirse como sigue:
Cuartelado. 1º De oro, tres ondas de mar, de azur. 2º Desconocido. 3º De plata,
un tejo de sinople, y a una rama cortada de él, atado con una cadena de plata
resaltado un oso pasante de su color, terrasado de sinople, surmontado a la copa
del árbol una media luna de plata y en el cantón diestro del jefe, una estrella de
ocho puntas, de oro. 4º Desconocido. Bordura general.. De azur, con doce aspas
de San Juan, de oro, intercaladas, con doce estrellas, de ocho puntas, de oro.
Acolada una cruz de Calatrava o de Alcántara.
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Sobre este linaje de los Ruiz de Bucesta, quisiera presentar algunos


datos de su genealogía por línea de primogenitura, desde el primero que nos da
continuidad, hasta el último fallecido:
I. Diego Ruiz de Bucesta. Señor de Valdeosera. Casó con Catalina Ximénez,
de Alfaro. Vecino de Rincón de Soto en 1488. Citado junto con otros
Caballeros en el pleito que se litigó a pedimento de Juan de Arellano y su
mujer doña María, vecinos de Nájera, cuando la pérdida de parte del término
e señorío de Tejada, donde la razón de la sentencia fue por omisión al no
presentarse a defender los derechos de su territorio en el juicio1.
II. Antón Ruiz de Bucesta y Ximénez. Vecino de Rincón de Soto. Alcalde
Ordinario por el Estado de Hijosdalgo y Regidor por el mismo estado. Casó
con María Ruiz de Cuevillas.
III. Antón Ruiz de Bucesta y Ruiz de Cuevillas. Vecino de Rincón de Soto.
Alcalde Ordinario por el Estado de Hijosdalgo, de la Santa Hermandad,
Diputado del Concejo y Regidor por el mismo de Hijosdalgo. Casó en
dos ocasiones, la primera con Inés de Medrano y una vez viudo, casó en
segundas nupcias con Catalina Ruiz de Leria y Moreda.
IV. Celedón Ruiz de Bucesta y Ruiz de Leria. Vecino de Aldeanueva de
Ebro. Alcalde de la Hermandad y Diputado del Concejo por el Estado de
Hijosdalgo. Casó con Magdalena Fernández de Montesinos y Ximénez.
V. Celedón Ruiz de Bucesta y Fernández de Montesinos. Vecino de
Aldeanueva de Ebro. Alcalde por el Estado Noble de Hijosdalgo. Señor de
Valdeosera, disfrutó de los cargos de Alcalde Mayor y de Procurador Fiscal.
Casó con María de Arnedo y Ramos.
VI. Carlos Ruiz de Bucesta y de Arnedo. Vecino de Aldeanueva de Ebro.
Señor de Valdeosera, donde fue Procurador Fiscal. Regidor por el Estado de
Hijosdalgo. Casó con Juana Gábari y Uzquizune.
VII. Carlos José Simón Ruiz de Bucesta y Gábari. Vecino de Aldeanueva de
Ebro. Señor de Valdeosera. Alcalde por el Estado noble de Hijosdalgo. Casó
con María Jacinta Gavirondo y de Herce.
VIII. Joaquín Bartolomé Francisco Javier Ruiz de Bucesta y Gavirondo.
Natural de Aldeanueva de Ebro. Casó con Josepha Joachina Juliana López
de Montenegro y Fernández de Velasco.
IX. Joaquín Francisco Javier Fausto Ruiz de Bucesta y López de Montenegro.
Natural de Aldeanueva de Ebro y vecino de Corella. Diputado a Cortes por la
circunscripción de Logroño. Casó en dos ocasiones, la primera con Juliana
Urbana María Merino de la Balsa y Salamanca y en segundas con María
Josefa Urtubia y Romeo.
X. José Joaquín Ibo Ruiz de Bucesta y Urtubia. Vecino de Aldeanueva de
Ebro. Caballero de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Casó con
Javiera Ochagavía y Treviño de Samaniego.
XI. Joaquín Benito Ambrosio Ruiz de Bucesta y Ochagavía. Vecino de la
ciudad de Tafalla. Casó con María del Rosario Cruzat y Ochagavía.
1. Real Chancillería de Valladolid. Registro de Ejecutorias. Caja 0283–0047. Fechado en
12.03.1513.
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XII. Víctor Telésforo Ruiz de Bucesta y Cruzat. Caballero Profeso de la Orden


Militar de Caballería de Alcántara. Socio de las Conferencias de San Vicente
Paúl. Casó con María Eulalia Osorio de Moscoso y López de Ansó, Grande
de España, XVI Duquesa de Soma, XIX Marquesa de Elche, XII Condesa
de Saltes. Cruz pro Ecclesia et Pontífice.

No obstante lo anterior, vemos que los Ruiz de Bucesta han permanecido


durante varios siglos en dicho lugar de Aldeanueva de Ebro, formando parte del
vecindario de la villa. Por los diferentes censos de distinción de estados o por los
padrones de moneda forera realizados a calle ita, podemos conocer también los
apellidos de las personas que allí habitaban, un apunte que es realmente interesante
para identificaciones, aclarar dudas o conocer sobre diferentes cuestiones que
puedan surgir, saber sobre el número de vecinos, posibles titulares de las viviendas
e incluso para identificar los escudos de armas. No sin más estimamos importante
presentar con este artículo un documento o padrón de distinción de estados que
se suscribió en el año mil setecientos treinta y siete, hecho puerta a puerta, en
el dicho lugar de Aldeanueva de Ebro, una relación que por sí ofrece una grata
información, distinguiendo entre personas del estado noble y del estado llano,
una guía necesaria para cualquier estudio local que se anotó en un papel del sello
cuarto y que dice:
En la Villa de Aldeanueva a casa del Concejo de ella a siete días del mes de Abril
de mil setecientos y treinta y siete años estando juntos en su Concejo abierto la
Justicia Regimiento y vecinos de la dha villa Aviendo sido avidos de parde noche
y oy presente día llamados con caja a voz de pregonero y a son de campana
tañida según lo tienen de uso y costumbre y especialmente se juntaron los señores
Dn Juan de Urtubia y Francisco de Ocón Alcaldes Hordinarios Dn Ángel Joseph
Marín y Juan Francisco Pérez Regidores y Diego Marcilla Procurador General
Juan Pérez, Juan Ximénez, Pedro Pérez, Pedro Ximénez, Damián Pérez, Gabriel
Ximénez, Antonio Ruiz, Pedro Álbarez y otros muchos vecinos de esta dha villa
que siendo necesario irán nombrados en sus votos y pareceres y estando así
juntos dijeron que han sido requeridos con la Real Orden de los señores Alcaldes
Hijos de Algo de la Real Chancillería de Valladolid a pedimento del fiscal de su
Magestad para que se haga lista y enpadronamiento de todos los vecinos de esta
villa con distinción de cada uno de su estado y para que se haga desde luego
nombraban y nonbraron por enpadronadores a los dhos Damián Pérez y Gabriel
Ximénez personas mui inteligentes y de toda cristiandad para que lo hagan sin
agrabio alguno y aviéndolos echos saber el dho nombramiento a los dhos Damián
Pérez y Gabriel Ximénez los susodhos profesaron y juraron por Dios nuestro
señor y una señal de cruz en toda forma de derecho y hacer bien y fielmente el dho
enpadronamiento iendo callita con lo qual se acabó el dho conzejo y cometieron
afirmarlo los dhos señores de aiuntamiento y los dhos empadronadores siendo
testigos Manuel Rodríguez, Manuel Gutiérrez y Diego Gutiérrez vecinos de esta
dha villa y los otorgantes que yo el essno doy fe conozco lo firmaron los arriba
dhos = Dn de Juan de Urtubia = Franco de Ocón = Dn Ángel Joseph Marín =
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Juan Franco Pérez = Diego Marcilla = Damián Pérez = Gabriel Ximénez = ante
mi Juan Franco Ruiz.
En la Villa de Aldeanueva a ocho días del mes de Abril de mil setecientos y
treinta y siete años los señores Dn Juan de Urtubia y Franco de Ocón Alcaldes
Hordinarios Dn Ángel Joseph Marín y Juan Franco Pérez regidores y Diego
Marcilla Procurador General Damián Pérez y Gabriel Ximénez empadronadores
nombrados con asistencia del essno fueron por las calles de esta villa y hicieron
Calleita el empadronamiento del thenor siguiente:

Francisco Rodrigo pechero Dn Diego Sánchez médico Hijo de Algo


Juan Garrido pechero Dn Ángel Joseph Marín regidor Hijo de Algo
Ana María Ruiz pechera Gerónimo Cordón pechero
Dn. Joseph Ruiz de Bucesta Hijo de Algo Joseph Ruiz pechero
Joseph Romeo hº de Algo Juan Ruiz pechero
Antonio Medrano hº de algo Domingo Sainz pechero
Dn Juan Pérez Cura mayor Pedro Matute pechero
Dn Bartholomé Ruiz Hijo de Algo Joseph Ximénez pechero
Dn Manuel Ruiz Presvítero Damiana Ybánez viuda de Hijo de Algo
Manuel Martínez pechero Ysabel de Leza viuda pechera
Bernabé Ocón Alguacil de Cruzada pechero Francisco Gutiérrez pechero
Ana de Matría pechera Manuel de Bergara pechero
Manuel de la Villa pechero Francisco Ruiz pechero
Joseph Pastor pechero María Ruiz viuda pechera
Francisco Cabezón pechero Bentura la Villa pechero
Diego de Ocón pechero María Aguado viuda pechera
Bartholomé Falcón Hijo de Algo Juan Gutiérrez pechero
Manuel Gutiérrez Hijo de Algo Pedro Martínez pechero
Pedro Pérez pechero Antonio Méndez pechero
Juan Vicario pechero Juan Ruiz pechero
Juan de Albiras pechero Francisco Vicioso pechero
Juana Soldevilla viuda pechera Bernardo la Villa pechero
Pedro Arnedo pechero Ana María Sainz viuda pechera
Ysidoro Pérez Pechero Juan Pastor pechero
Gregorio las Halas pechero Antonio Ruiz pechero
Francisco Ximénez pechero Thomas de Subirán pechero
Sebastián de Matria pechero Mathías Gutiérrez pechero
Domingo Ximénez pechero Miguel Gutiérrez pechero
Joseph Gandiaga pechero Gregorio Ybáñez pechero
Joseph Fernández pechero Dionisio Pérez pechero
Diego Toril pechero Celedonio Escalada pechero
María Arnedillo viuda pechera Manuel Romero pechero
Pedro de Ocón pechero Francisco Garrido pechero
Bartholomé Rubio pechero Phelipe Royo pechero
Fernando Moreno pechero Francisco Martínez pechero
Theresa Gutiérrez moza Hija de Algo Francisco de Alfaro pechero
Juan Falcón Hijo de Algo Paloma Pérez viuda pechera
Juan Manuel de Ocón pechero Ysidro Fernández Hijo de Algo
Miguel Gutiérrez pechero Sebastián de San Miguel pechero
Joseph Ximénez pechero Josepha Gutiérrez viuda pechera
Domingo Escalada pechero Mariana Garrido viuda pechera
Joseph Garrido mozo pechero Joseph Sainz pechero
Dª Laura Ruiz viuda Hija de Algo Juan Francisco Pérez regidor pechero
Dn. Joseph Ruiz Presvítero Millán Martínez pechero
14

Francisco Ruiz pechero Gaspar Ruiz viudo pechero


Joseph Gutiérrez Hijo de Algo Juan de Gabirondo Hijo de Algo
Domingo Roldán pechero Pedro Gabirondo Hijo de Algo
Manuel Falcón Hijo de Algo Juan Francisco Pérez pechero
Thomás Pérez pechero Francisco Álbarez Hijo de Algo
Juan de Alesón pechero Juan Roldán pechero
Juan de Bergara pechero Francisco de Torres Hijo de Algo
Domingo Díez Hijo de Algo Francisco Soldevilla pechero
Joseph Pérez pechero Joseph Ruiz pechero
Juan Cordón pechero Manuel Pérez pechero
Juan de Ugalde pechero Dn Pedro Zugasti hijo de Algo
Manuel Cordón pechero Dª María Urtubia viuda Hija de Algo
Mathías González pechero Joseph Sanz pechero
Juan Antonio Gutiérrez Hijo de Algo Juan Noguel Mozo pechero
Pedro Aragón pechero Celedón de León pechero
Francisco Ruiz pechero Félix de León pechero
Bartholomé Palacio pechero Diego Navarro pechero
Juan Rubio pechero Manuel Rodríguez Pechero
Juan López Oñate Hijo de Algo Juan Francisco Ruiz Essno
Miguel Bueno pechero Joseph Ruiz pechero
Manuel Callexa pechero Pedro Bobadilla pechero
Dª Josepha Marín viuda de Hijo de Algo Juan de Ulloque pechero
Joseph Bedijalbo pechero Lorenzo Sanz pechero
Bartholomé de León Hidalgo de Bragueta Ysidoro Pérez pechero
Juan Garrido pechero Pedro de Muro pechero
Joseph Pereda pechero Dn Joseph Antonio Marín Hijo de Algo
Lorenzo Ximénez pechero Dª Josepha Alonso viuda hija de Algo
Joseph Bobadilla pechero Narciso Ximénez pechero
Joseph de la Villa pechero Theresa Sanclemente viuda hija de Algo
Pedro Antonio Fernández Hijo de Algo Dn Joseph Ruiz Hijo de Algo
Miguel Marín pechero Magdalena Ruiz viuda hija de Algo
Pedro Arnedo Hijo de Algo Juan Llorente Hijo de Algo
Sebastián Pérez pechero Antonio Ruiz pechero
Miguel de Olloque pechero Diego de Ocón Hijo de Algo
Phelipa Ximénez viuda pechera Juan Ruiz pechero
Pedro Calbo pechero Juan Gutiérrez pechero
Juan Bicente pechero Francisco Moreno pechero
Catalina Pérez viuda pechera Eusebio Pasqual pechero
Joseph Ibáñez pechero Juan Agustín de Urtubia Hijo de Algo
Joseph Ruiz pechero Manuel Pérez pechero
María Martínez viuda pechera Pedro Méndez boticario pechero
Lorenzo Ximénez pechero Juan Ximénez pechero
Manuela Pérez viuda pechera Francisca de Estarriaga moza pechera
Miguel Rozas pechero Andrés de Legaz pechero
Dn Juan de Urtubia alcalde hijo de Algo Joseph Gutiérrez Hijo de Algo
Domingo Moreno pechero Juan de León pechero
Juan Antonio Aguado pechero Francisco de Ocón pechero
Bartholomé Falcón Hijo de Algo Dn Pedro de Ocón presbítero
Joseph García pechero Joseph González pechero
Manuel Gutiérrez Hijo de Algo Dn Carlos Ruiz Hijo de Algo
Melchor Aguado pechero Antonia González viuda pechera
Antonio Benito pechero Joseph Pérez pechero
Francisco Cordón pechero Manuel Ximénez pechero
Diego Roldán pechero Lorenzo Miranda pechero
Bartholomé Ruiz pechero Celedón Pérez pechero
15

Miguel Rubio pechero Antonio Martínez pechero


Pedro Pérez pechero Ana María de Ocón viuda pechera
Francisco Miranda pechero Sebastián de Aragón pechero
Sebastián Pérez pechero Pedro Álbarez Hijo de Algo
Pedro Luis pechero Francisco de Ocón alcalde pechero
Francisco Subirán pechero Juan Pérez pechero
Francisco Ruiz pechero Juan Pérez Pastor pechero
Joseph la Cuesta pechero Francisco Benito pechero
Diego González pechero Celedón Gutiérrez pechero
Ana María Pérez viuda pechera Andrés Gutiérrez pechero
Alexandro de Arrieta Essno Dn Diego Bretón Hijo de Algo
Bitoriano Rodríguez pechero Mathías Ximénez pechero
Juan Martínez pechero Sebastián Gutiérrez pechero
Manuela Adán viuda pechera Antonio Benito pechero
Bernardo las Heras pechero Diego Martínez pechero
Juan Bicente pechero Juan Antonio Marín pechero
Dn Juan Marín hijo de Algo Josepha Aguado pechera
Blas Gutiérrez pechero Juan Moreno pechero
Juan Moreno pechero Feliz de Arellano pechero
Andrés Pérez pechero Domingo Miranda pechero
Joseph Vicuña pechero Pedro Marín pechero
Francisco González pechero Blas Ruiz Hidalgo de Bragueta
Andrés González pechero Dª Bernarda Marín viuda Hija de Algo
Damián Pérez pechero Juan Pérez Pozo pechero
Pedro Ximénez pechero Pedro Martínez pechero
Juan Pérez pechero Domingo Matute pechero
Antonia López viuda pechera Juan de Bartholomé pechero
Juan Marín pechero María Ruiz ciuda pechera
Juan Pérez Martínez pechero Manuel Marín pechero
Juan Belázquez pechero María González viuda pechera
Dn Juan Pérez Arce cura menor Juan Manuel Gutiérrrez pechero
Ana María Ocón viuda pechera Domingo Bergara pechero
Juan de Miranda pechero Joseph Ruiz pechero
Juan García pechero Mathías Gutiérrez pechero
Bartholomé Pérez pechero Pedro Ximénez pechero
Manuel Gutiérrez pechero María López viuda pechera
Diego Pérez pechero Juan Manuel de Ocón pechero
Francisco González pechero Juan Roldán pechero
Juan Pérez pechero Diego Martínez pechero
Pedro Pérez pechero Francisco de Ocón pechero
Juan Antonio Pérez pechero Diego Arnedo pechero
Juan Pérez pechero Dn Miguel Marín clérigo de primera tonsura
Dn Juan Galán presbítero Pedro Gutiérrez Hijo de Algo
Juan Ximénez mozo pechero Juan de la Cuesta pechero
Joseph Pérez pechero Francisco de Ocón pechero
Frrancisco Santa María pechero Juan Gutiérrez pechero
Francisco la Cuesta pechero Joseph Ximénez pechero
Phelipe Falcón Hijo de Algo Juan Marín pechero
Josepha González viuda pechera Juan Gutiérrez pechero
Joseph González pechero Juan Roldán pechero
Juan Martínez pechero Miguel Martínez pechero
Gerónimo Martínez pechero Manuel Martínez pechero
Joseph Ocón pechero Pedro Calbo pechero Juan Ruiz pechero
Juan Manuel de Ocón maestro de gramática Martín de Bedijalbo pechero
pechero Joseph Pastor pechero
16

Joseph Ximénez pechero Manuel Murillo pechero


Juan Martínez pechero Diego Gutiérrez pechero
Diego Marín pechero Juan de la Villa pechero
Manuel Remírez pechero Francisco de Torres Hijo de Algo
Manuela Cordón viuda pechera Juan Gutiérrez pechero
Miguel Martínez pechero Celedón Martínez pechero
Juan Marín pechero Santiago Ynsausti pechero
Francisco Vizioso pechero Miguel Pérez pechero
Phelipe Rodríguez pechero Francisco de León pechero
Joseph García Hijo de Algo Manuel Gutiérrez mozo pechero
Joseph Ruiz pechero Manuel Martínez pechero
Joseph Pardo pechero Ana María de Ocón viuda pechera
Pedro Pardo pechero Juachín Moreno familiar pechero
Francisco Gutiérrez pechero Catalina Moreno viuda pechera
Juan Calbo pechero Juan Pérez pechero
Francisco de Alfaro pechero Miguel de Ocón Hijo de Algo
Juan Pérez pechero Helena Moreno viuda pechera
Miguel Ximénez pechero Juan Gutiérrez pechero
Bartholomé Ruiz pechero Domingo Ruiz pechero
Juan Moreno pechero Damián García pechero
Francisco Ruiz pechero Miguel Gutiérrez pechero
Miguel Martínez pechero Pedro Roldán pechero
Manuel González pechero Juan Ruiz pechero
Pedro Pérez pechero Juan Ruiz Vilbao pechero
Diego Marcilla procurador pechero Manuel Fernández Hijo de Algo
Miguel Moreno pechero Miguel Marín Hijo de Algo
Ana Pérez viuda pechera Diego de Ocón pechero
Gabriel Ximénez pechero Adán Pérez pechero
Lorenzo Ximénez pechero Pedro Belazque pechero
Diego Calbo pechero Juan Ximénez pechero
Manuel Martínez pechero Ysabel Calbo viuda pechera
Damián Martínez pechero Bartholomé Moreno pechero
Francisco Pastor pechero Manuela Marcilla viuda pechera

Todos los quales son los vecinos de que se compone esta villa y cada uno de
ellos goza de los efectos de Hijos de Algo y Pecheros y han hecho este dho
empadronamiento con toda legalidad sin agrabio alguno por el juramento que
tienen echo y así lo firmaron los dhos de aiuntamiento de lo qual yo el dho essno
doy fe = Dn Juan de Urtubia Ruiz = Francisco de Ocón = Dn Ángel Joseph
Marín = Juan Francisco Pérez = Diego Marcilla = Damián Pérez = Gabriel
Ximénez = Juan Franco Ruiz.

En la villa de Aldeanueva y casa del concejo de ella a diez días del mes de
abril de mil setecientos y treinta y siete años por ante mi el essno y testigos se
junto en su concejo abierto la justicia regimiento y vecinos de esta dha villa
aviendo sido citados de par de noche y oy presente día y llamados con caja a voz
de pregonero y a son de campana tañida según lo tienen de uso y costumbre y
especialmente se juntaron los señores Dn Juan de Urtubia Ruiz Franco de Ocón
Alcaldes Hordinarios Dn Ángel Joseph Marín y Juan Franco Pérez regidores y
17

Diego Marcilla Procurador General = Diego González = Joseph la Cuesta =


Pedro Pérez = Franco Miranda = Joseph Pérez = Manuel Ximénez = Manuel
Murillo y otros muchos vecinos que siendo necesario irán nombrados en sus
votos y pareceres y estando así juntos yo el essno les leí he hice notorio el
empadronamiento q se ha hecho y por dhos vecinos visto y entendido digeron
q el dho empadronamiento esta bien y legitimamente hecho sin que contenga
agrabio alguno contra dhos vecinos porque todos gozan el estado en que los han
puesto y así lo digeron y firmaron dhos señores de aiuntamiento de que yo el dho
essno doy fee = Dn Juan de Urtubia Ruiz = Franco de Ocón = Dn Ángel Joseph
Marín = Juan Franco Pérez = Diego Marchilla = ante mi = Juan Franco Ruiz
= en md ante mi valga.

E yo el dho Juan Franco Ruiz essno público del número y aiuntamiento de la dha
villa de Aldeanueba presenté fui a lo que de mi se hace mención junto con los
señores de aiuntamiento de esta villa y de su original q por ahora se pone en el
archibo de esta villa este traslado hice sacar con el que concorda y en fe de ello
lo signo y firmo en la dha villa a diez días del dho mes de abril de mil setecientos
y treinta y siete años.

En testimonio de verdad
Juan Franco Ruiz
18

UN DESERTOR NAPOLEÓNICO EN VALGAÑÓN EN 1809

Guillermo Corral López


Socio de la ARGH

Muchas veces, hojeando los libros de historia, encontramos que los


grandes acontecimientos tanto mundiales como nacionales nos resultan ajenos
y distantes; nombres, lugares y personajes ilustres se repiten sin tener ninguna
vinculación aparente con nuestras vidas, y quizá sea ésta una de las razones por
la cual siempre la historia nos ha sido extraña, esquiva y a veces molesta. La
sensación de que nuestro entorno nunca ha sido importante nos hace subestimar y
no apreciar en su justa medida acontecimientos que nuestros antepasados vivieron
con la misma intensidad con la que nosotros vivimos el presente.
Las fuentes documentales que nos hablan de la historia de nuestros
pueblos están ahí, más cercanas de lo que pensamos y sólo piden ser escuchadas
para poder revelar todas aquellas historias que guardan dentro, muchas de ellas
verdaderas joyas, históricamente hablando. Un detenido estudio de nuestro
patrimonio, de nuestros archivos, podrá sin género de dudas, sacar a la luz esas
historias que permanecen dormidas.
Traigo aquí un documento que aúna dos conceptos que pudieran parecer
antagónicos o difíciles, al menos complicados de conjugar: un contexto histórico
de primera línea en el devenir de España, y la cercanía que implica el que se
desarrollara en el tranquilo pueblo de Valgañón, acostado en las sombrías laderas
de la Sierra de la Demanda.
Corre el año 1809 y por nuestro país se extiende un conflicto que tiene
como uno de sus principales actores al pueblo español. Estamos hablando de la
Guerra de Independencia. No trataré aquí los pormenores de dicha guerra, pues es
de sobra conocida por todos, aunque es quizá en esta fase cuando se nos presenta
de una forma más violenta.
Parece que este acontecimiento nacional, la ocupación del reino por
las tropas imperiales de Napoleón, tan importante en el posterior desarrollo de
futuros acontecimientos (pérdida de las colonias, etc.), pasaría de largo por la
mayoría de nuestros pueblos, como tantos y tantos hechos relevantes, pero una
mañana de otoño, Valgañón se vería envuelto, aunque de modo fortuito, en unos
acontecimientos que han forjado nuestra historia.
La mañana del 28 de septiembre de 1809 aparece un soldado malherido
y en estado casi inconsciente en el término de Chalarrea, muy cercano a la
villa de Valgañón, lo que pronto es advertido por los vecinos del pueblo, que
inmediatamente dan parte a las autoridades. El alcalde de la villa en aquel año
es Juan de Blas, que, rápidamente, al tener noticias de este hallazgo, practica las
diligencias necesarias que un asunto de esta naturaleza e importancia requiere.
19

Vista general de Valgañón y zona donde apareció el soldado del Ejército Napoleónico

Para la redacción del consiguiente auto de oficio que se constituye,


es llamado a tal efecto el escribano de Ezcaray D. Santiago Manuel González
Herreros, que también ejercía su oficio en Valgañón.
D. Santiago, al ser requerido por la Justicia Ordinaria de Valgañón,
empieza la redacción de dicho auto, preparándose para partir al lugar de los
hechos, “di disposición de comer para pasar a la ejecución de los antes dicho, y
puesto en obra y camino, di cosa de la una de la tarde, llegué a la de Valgañón a
las dos, poco más o menos”.

Una vez en Valgañón comienzan los interrogatorios a los diversos


testigos que estuvieron presentes en el descubrimiento del soldado herido, y nos
describen algunos detalles que merece la pena reproducir con sus palabras. Tomo
la declaración de D. Félix López Salces como ejemplo para saber en qué estado
se encontraron al herido y qué se hizo con él:
En la Villa de Valgañón a veinte y ocho de septiembre de mil ochocientos
y nueve, el Señor Juez hizo comparecer ante si a D. Félix López Salces, vecino
capitular en ella, de quien su merced por testimonio de mi el Escribano, recibió
juramento que hizo por ante Dios Nuestro Señor y una señal de la Cruz conforme
a derecho, bajo del que ofreció decir verdad en lo que supiere y fuere preguntado,
y siéndolo a tenor del auto de oficio que se le leyó, dijo.
Que a cosa de las diez de la mañana de este día habiendo oído que
en el sitio llamado Chalarrea de esta Jurisdicción, había un francés, pasó el
deponente con otras varias personas a dicho sitio, que en él encontraron a un
20

hombre vestido a estilo de Francia y sus Militares, que estaba tirado en el suelo
sin gorra, sombrero ni arma alguna, y sí en estado tan lánguido que no pudo
articular expresión alguna, ni dar un paso para andar, a cuyas resultas el Señor
Juez que le examina, movido de humanidad y cumpliendo con los deberes de Juez,
mandó que en una silla de manos se le condujera al Hospital con todo cuidado, lo
que se ejecutó, y desnudo se le puso en una cama, cuando enseguida dispusieron
de darle alimento y curarle las heridas que tenía, ignorando de qué provenían
ni quién había sido el autor de ellas. Y lo dicho es cuanto vio y presenció, sabe
y decir puede bajo del juramento prestado en el que esta deposición que le fue
leída en ella se ratifica, afirma y firma con su merced, es de edad de cincuenta y
seis años, doy fe.
Blas.---- Félix López Salces. ----Ante mi: D. Santiago Manuel González Herreros

Aparecen después más testimonios de testigos, que no reproduzco por ser


muy similares a las del anterior declarante:
2º testigo. José Valgañón, de edad de 30 años.
3er testigo. Tomás de Sancho, de edad de 32 años.
4º testigo. Fernando González, de edad de 28 años.
5º testigo. Manuel de Blas, de edad de 40 años.
6º testigo. León Abecia, de edad de 25 años.
7º testigo. Manuel de Quintanilla, de edad de 30 años.

Ante la gravedad de las heridas se le traslada al hospital como arriba se


expresa, y para un primer análisis y examen de las mismas se llama al médico de
Ezcaray D. Félix Fernández Salomón y al cirujano del pueblo D. Ángel Guerrero.
Lo que advierten estos dos físicos en un primer estudio es que el herido tiene dos
llagas, una en el torso y otra en la espalda producidas, sin duda, por un elemento
punzante sin duda.
En la expresada Villa, día, mes y año, el Señor Juez de esta causa, habiendo
comparecido a mi presencia D. Félix Fernández Salomón y D. Ángel Guerrero,
médico y cirujano titulares de la propia Villa, por ante mi el Escribano, recibió
juramento que hicieron según derecho, bajo del que ofrecieron decir verdad en
lo que supieren según su entender en la ciencia que profesan, y dijeron que el
soldado alemán que refiere el auto de oficio, que de ser el mismo mencionado
en él, yo el Escribano certifico, se halla con dos llagas que parecen proceder
de heridas hechas con instrumento punzante, una sobre la parte izquierda del
epigastrio2, y otra sobre la espalda, muy por debajo del omóplato izquierdo, y
ambas no penetrantes, aunque sí algo cavernosas, pero nunca de cuyo peligrosas,
que además tiene calentura aguda, que según su confuso modo de explicar,
empezó hace seis días y ha sido ocasionada de golpes, agitación y sobresaltos
que le antecedieron, y como hasta hoy no ha observado tranquilidad y régimen

2. Región del abdomen que se extiende desde la punta del esternón hasta cerca del ombligo, y queda
limitada en ambos lados por las costillas flotantes.
21

oportuno, sino que ha vivido abandonado al hambre, intemperie e incomodidad,


se ha agravado su suerte, y su estado actual es peligroso, y para su alivio se le
ha dado las providencias que les ha parecido conducentes, que lo expresado
es cuanto saben y decir pueden bajo el juramento prestado, y en uso de sus
respectivas obligaciones se ratifican y afirman en esta su deposición que les fue
leída, firmándolo con su merced, de que doy fe.
Blas. ---------- Félix Fernández Salomón. -------------- Ángel Guerrero
Ante mi: D. Santiago Manuel González Herreros

Antiguo ayuntamiento de Valgañón, lugar donde se tramitó y custodió este expediente

Entre las declaraciones de los testigos y las del médico y el cirujano,


cabe destacar que en unas se refieren a un soldado francés y en otras a un
soldado alemán, pero siendo un hecho su origen extranjero, ¿cuál es la verdadera
nacionalidad del herido?. La respuesta a esta pregunta no se hace esperar, así como
el conocimiento de interesantes y dramáticos detalles que arrojan luz sobre la
historia de este desafortunado soldado. El mismo documento nos proporciona un
instrumento de primer nivel para conocer las causas de la aparición del herido en
Chalarrea, como es la declaración que presta él mismo a los jueces que examinan
el caso encabezados por la Justicia Ordinaria, es decir, el propio alcalde Juan de
Blas. No queda aclarado en ningún momento, cómo se comunicaron las gentes de
Valgañón con este soldado herido, aunque suponemos que o bien se realizaron las
pesquisas en francés, lengua que podrían conocer algunos destacados e influyentes
personajes de la villa, o bien en el chapurreo del español que dicho soldado podría
haber aprendido desde que el ejército napoleónico invadió España. La declaración
no tiene desperdicio y la reproduzco íntegra:
22

En la prenotada Villa día veinte y nueve de septiembre de mil ochocientos


y nueve, el Señor Juez de esta causa acompañado de mi el Escribano se constituyó
en el citado Hospital y dormitorio en que se halla enfermo el mismo sujeto que
va mencionado en el auto de oficio a fin de que, buenamente y en términos
concebibles, declare el sujeto como ha sucedido el caso de sus llagas y dando
principio con el siguiente.
Primeramente, se le preguntó en términos que concibió como se llama,
de qué nación, provincia y regimiento, y dijo se llama Mihi Adavite3, que es de
nación alemán, Provincia de Hungría, y del Regimiento cuarenta y cuatro, de la
cuarta compañía, y responde.
Preguntado de dónde venía y cuándo le hirieron, si sólo o acompañado,
y a qué fin, dijo que desertó entre el camino de Vitoria para Burgos en compañía
de otros tres soldados de la misma nación, y responde.
Preguntado dónde están los compañeros, quién le ha herido, con qué
instrumento, a dónde le hirieron, cuánto tiempo hace, dijo que a los compañeros
los mataron siete brigantes4 con su Comandante y que a él le hirieron con una
bayoneta en una montaña a dos leguas, y que hace hoy nueve días, y responde.
Preguntado si había más gente con los brigantes, y cómo a él no le
mataron, a dónde ha estado los días que han mediado desde las heridas, quién
le ha conducido a esta Villa, o si ha venido sólo, dijo no había más gente que los
brigantes de a caballo, que a él no le mataron a causa de que habiéndole herido
se mostró muerto, que ha estado en las montañas los días que han mediado y que
por si sólo se ha conducido a esta Villa, y responde.
Preguntado cómo los mataron, quién lo ha conducido al sitio donde se
halla, qué edad tiene y si sabe escribir, dijo que habiéndoles quitado las armas
que traían, los mandaron andar y con las bayonetas los mataron e hirieron, que
los buenos vecinos de este pueblo, por mando del Señor Alcalde, le han conducido
al sitio que se halla bien cuidado y que tiene cuarenta años.
En cuya vista mandó su merced cesar en esta declaración con protesta
de proseguir en ella cuando convenga, a todo lo que fueron presentes Manuel
de Fuentes, Procurador Síndico General, D. Ángel Guerrero, cirujano titular, y
Julián López, vecinos todos de dicha Villa, que lo firman con su merced, no lo
haciendo el herido, por no saber, doy fe.
Blas.--------- Manuel de Fuentes. --------- Julián López. ---------Ángel Guerrero.
Ante mi: D. Santiago Manuel González Herreros

3. Debido a su origen alemán, los problemas para expresarse que tendría el enfermo y el descono-
cimiento de esta lengua por parte de sus examinadores, se hace imposible la comprensión del nom-
bre del soldado herido. El escribano anota “Mihi Adavite”, lo que estaría más cerca de una tras-
cripción fonética al español que de su verdadero nombre.
4. Nombre por el que también se conocía a los guerrilleros españoles en la Guerra de Independen-
cia.
23

El documento nos aporta también detalles extraordinarios de la solidaridad


y humanidad de los habitantes de Valgañón, que ante un herido, a pesar de
las connotaciones que lleva asociadas el hecho de que perteneciera al ejército
invasor, no se dejan llevar por la ira y ansias de venganza que en otras partes
de España provocaron los desmanes de los ocupantes napoleónicos. El propio
alcalde Juan de Blas nos lo dice en un auto inserto “previniendo igualmente al
enfermero preste con el enfermo todo el cuidado necesario y el mismo que exige
la humanidad y deberes de su cargo”.
Al día siguiente vuelven los dos físicos a reconocer al paciente en un
examen más exhaustivo que el primero. En este segundo análisis tanto el médico
como el cirujano explican la naturaleza y origen de las dos heridas, más peligrosas
a su entender de lo que en su primera visita pudieron apreciar.
Aseveran que ambas heridas han sido producidas con un objeto punzante,
como una bayoneta, como ya explicó el mismo soldado. La primera está localizada
en el torso del herido, cercana a la boca del estómago, “en la región epigástrica,
un seno un poco transverso dirigido hasta parte siniestra de la región umbilical”,
cuyos efectos, por la zona afectada, pudieran ser peligrosos al entender de los
mismos. La segunda y a su juicio la más grave, se sitúa en la región lumbar,
apreciándose que es bastante profunda y que afecta directamente a los intestinos,
“en la segunda visita y reconocimiento de ella, se aclaró ser penetrante en la
cavidad del vientre, que según los diagnósticos de los materiales que excretaba
y expulsa, por su fetidez y olor excrementicio, se deduce la ofensa de alguno de
los intestinos, que mirando la rectitud de esta herida y partes que contiene el
hipocondrio a que se dirige, debe ser el que llaman colon”.
Ante semejantes heridas y atendiendo al estado del enfermo, los dos
físicos ordenan un reposo absoluto y un tratamiento tanto externo de las heridas,
como interno, aplicándose éste en la ingesta de cierto tipo de alimentos. Queda el
herido al cuidado de los encargados del hospital por aquel entonces, el enfermero
Agustín Sáez y su mujer.
El cuidado del enfermo es prioritario en todo momento y así queda
reflejado, pero el alcalde no deja de realizar las actuaciones necesarias ante un
hecho de este calado, y dirige un escrito al corregidor de Santo Domingo de
la Calzada, autoridad competente en este asunto, donde deja claro que se han
ejecutado las diligencias necesarias, que el enfermo está siendo tratado con el
mayor esmero por parte de la villa y que traslade un interprete para el soldado
herido “porque aquí apenas se le puede entender el idioma”.
Pero varios meses después, en los cuales el herido ha estado en todo
momento atendido por los habitantes de Valgañón y en especial por el enfermero
y su mujer, se produce un trágico desenlace. El día 18 de diciembre de ese año de
1809 ante la perplejidad de los vecinos de Valgañón, se presentan al menos 200
hombres armados en el hospital y sacan de la cama al enfermo ante el estupor y
enfado de los allí presentes. Alentados por el alcalde, los vecinos se dirigen al
24

encuentro de esos hombres que se llevaban preso al soldado alemán y consiguen


devolverle al hospital. Pero poco dura esta situación y esa misma tarde un nuevo
contingente de hombres que estaban acampados en Pradilla a las órdenes de D.
Juan Díaz Porlier5, vuelve a por el herido, consiguiendo esta vez el éxito en su
empresa, llevándole definitivamente a Pradilla, momento en el cual perdemos la
pista de dicho soldado.

Iglesia de Pradilla (Burgos). Aquí acampó el guerrillero D. Juan Díaz Porlier y posiblemente
acabara ajusticiado el desdichado desertor del Ejército Imperial, el soldado Mihi Adavite.

La posterior declaración que hizo la mujer de Agustín Sáez referente a


los hechos, nos aporta un retrato fotográfico de las circunstancias del momento:

En la Villa de Valgañón a veinte días del mes de diciembre de mil


ochocientos y nueve, ante su merced por la justificación mandada, compareció.
La mujer de Agustín Sáez, de dicha vecindad, a cuyo cargo está el
cuidado de los enfermos del Hospital de ella, y bajo de juramento hizo según
derecho, dijo.
Que habiendo permanecido bajo su cuidado con notorio alivio de
sus heridas el mismo sujeto que refiere el auto desde el día veinte y ocho de

5. Militar y guerrillero (Cartagena de Indias, 1788 – La Coruña, 1815). Tomó parte en el combate
de Trafalgar como guardiamarina. Pasó luego al ejército de tierra e intervino en numerosas acciones
de la Guerra de Independencia. Terminada la guerra se destacó por sus ideas liberales y fue encar-
celado. En 1815 se puso al frente de una conspiración contra el gobierno absolutista. Fracasada ésta
fue condenado a la horca.
25

septiembre de este año, sin embargo, varias personas han intentado sacarle del
Hospital, y no lo han conseguido de motivo de que las gentes de este pueblo lo ha
estorbado, pero en el día diez y ocho del mes presente, habiendo llegado a esta
Villa cosa de doscientos hombres al mando del que llaman “el Marquesillo6”,
llegado al Hospital, preguntaron por el francés herido y viéndole echado en la
cama, le vistieron y sacaron del Hospital en un caballo, dirigiéndose por detrás
de él hacia el campo, que noticiado el Juez que le examina del caso, con unión
de sus compañeros se hicieron al encuentro y estorbaron al que le condujeron sin
duda para matarlo, pero no obstante de que se volvió al Hospital, en la tarde del
mismo día volvieron otros más y sacándole de la cama con demasiada fuerza y
rigor, lo colocaron en un caballo y no obstante de que no podía tenerse en él, no
oyendo las instancias del pueblo bastantes para contener su arrojado proceder,
le dirigieron en su compañía al campamento de Pradilla, distante de ésta una
legua, en cuyo pueblo estaba dicho Marquesillo con dos mil y tantos hombres
armados en forma según que así presenciaron todos los del pueblo en la misma
tarde a causa de haber pasado por él.
Que ignora el destino del enfermo y que no lo puede decir, y durante el
tiempo de su convalecencia, no ha cesado de visitarlo, y gracias al Procurador
como al …(ilegible)… del Hospital, ha contribuido para su alimentación con todo
lo necesario para su alivio, y es lo que sabe y decir puede, bajo del juramento
presentado en el que y esta su deposición que le fue leída, en ella se ratifica y
afirma, no firma por no saber, lo hace su merced de que doy fe.
Blas Ante mi: D. Santiago Manuel González Herreros

No sabemos pues el desenlace de esta historia, pero todo indica un triste


final para el desgraciado soldado. La encomiable y solidaria actitud de nuestros
antepasados es mayor si cabe al producirse en una época tan turbulenta como
ésta, aportando Valgañón su pequeño granito de arena en un hecho histórico tan
importante para España como lo fue la Guerra de Independencia.

6. También “el Marquesito”, sobrenombre con el que se conocía a D. Juan Díaz Porlier, a causa de
un rumor popular que le hacía aparecer como sobrino del marqués de la Romana.
26

EMIGRANTES RIOJANOS EN ANDALUCÍA:


FUENTES PARA SU ESTUDIO (II)

Por Fernando Hidalgo Lerdo de Tejada


Vocal para Andalucía de la ARGH

Las disposiciones testamentarias: los archivos históricos provinciales


Los protocolos notariales son una fuente primordial para el conocimiento
de la historia de la familia en el Antiguo Régimen. Conservados unas veces en
los archivos municipales y otras en los Archivos Históricos Provinciales y, en
ocasiones, custodiados por los actuales notarios, los documentos que contienen
(cartas de dote, compraventas, arrendamientos, obligaciones, cartas de pago,
testamentos, codicilos, inventarios y particiones de bienes...) nos van a permitir
reconstruir la historia familiar de los emigrantes riojanos en Andalucía.
El Archivo Histórico Provincial de Cádiz es un buen punto de partida para
realizar un estudio sistemático de los protocolos notariales de los emigrantes
riojanos en la Baja Andalucía, no sólo por haber sido durante el siglo XVIII la
cabecera del comercio con Indias, al que se dedicaron no pocos de los emigrantes
riojanos asentados en la Bahía gaditana y poblaciones cercanas, sino también por
poseer una interesante base de datos con casi 200.000 disposiciones testamentarias
otorgadas en las poblaciones de la bahía gaditana y otros distritos notariales de la
actual provincia de Cádiz. De ellas, casi un millar fueron otorgadas por naturales
u oriundos de la actual Comunidad Autónoma de La Rioja. Las consultas que
permite realizar dicha base de datos, permite realizar búsquedas de familias
concretas, como la familia Lerdo de Tejada, o personajes procedentes de la misma
localidad o comarca, como los que se incluyen de Valdezcaray. En ocasiones,
podremos encontrar más de un testamento, poder para testar o codicilo, lo que
nos ayudará no sólo a conocer la biografía de nuestro antepasado sino también a
reconstruir la historia de toda la familia.

Disposiciones testamentarias de los Lerdo de Tejada en Cádiz7


Conte Lerdo de Tejada, Emilia 1850 Poder para testar recíproco
Conte Lerdo de Tejada, Francisco Augusto 1851 Poder para testar
Conte Lerdo de Tejada, José María 1881 Poder para testar recíproco
Conte Lerdo de Tejada, José María 1889 Testamento
Conte Lerdo de Tejada, José María 1896 Partición de bienes
Conte Lerdo de Tejada, José María 1896 Testamento
Domínguez Lerdo, Matías 1907 Testamento
Domínguez Lerdo, Tiburcio 1907 Testamento
Lerdo de Tejada e Ibarra, Felipe 1874 Testamento
Lerdo de Tejada Hernández, Francisco 1821 Testamento

7. Elaborado a partir de la base de datos de disposiciones testamentarias disponible en el Archivo


Histórico Provincial de Cádiz.
27

Lerdo de Tejada Hernández, Francisco 1831 Testamento


Lerdo de Tejada Hernández, Francisco Manuel 1802 Poder para testar recíproco
Lerdo de Tejada Juille, Josefa 1880 Testamento recíproco
Lerdo de Tejada Juille, Josefa 1890 Testamento
Lerdo de Tejada San Román, Ángeles 1814 Poder para testar recíproco
Lerdo de Tejada San Román, Margarita 1826 Poder para testar recíproco
Lerdo de Tejada San Román, Margarita 1842 Poder para testar
Lerdo de Tejada San Román, Matías 1832 Poder para testar recíproco
Lerdo de Tejada San Román, Matías 1843 Testamento
Lerdo de Tejada Santa María, Augusto 1898 Testamento
Lerdo de Tejada Santa María, Matías 1910 Testamento
Lerdo de Tejada Scott, Augusto 1885 Testamento recíproco
Lerdo de Tejada Scott, Augusto 1897 Testamento
Lerdo de Tejada Scott, Augusto 1907 Adjudicación de herencia
Lerdo de Tejada Scott, Augusto 1907 Partición
Lerdo de Tejada y San Román, Margarita 1868 Testamento
Lerdo de Tejada y San Román, Margarita 1869 Codicilo
Lerdo de Tejada y San Román, Margarita 1874 Testamento
Lerdo de Tejada y San Román, Margarita 1877 Testamento
Lerdo de Tejada y San Román, Margarita 1880 Codicilo
Lerdo de Tejada y San Román, Margarita 1881 Testamento
Lerdo de Tejada y San Román, Margarita 1882 Partición
Lerdo de Tejada y San Román, Matías 1862 Testamento
Lerdo de Tejada Zúñiga, José 1785 Testamento en virtud de poder
Lerdo de Tejada, Francisco Ignacio 1832 Poder para testar
Lerdo de Tejada, Francisco Manuel 1840 Partición
Lerdo de Tejada, Pedro 1833 Poder para testar recíproco
Lerdo de Tejada, Pedro 1834 Testamento
Sáenz Lerdo, Ceferina 1845 Testamento
Sáenz Lerdo, Ceferina 1851 Partición
San Román Lerdo de Tejada, José 1838 Poder para testar recíproco
San Román Lerdo de Tejada, José 1868 Testamento en virtud de poder
San Román Lerdo de Tejada, José 1875 Partición

No obstante, según nuestro punto de vista y experiencia, el caso del archivo


gaditano es único en la región. Los Archivos Históricos Provinciales de Jaén o
Málaga cuentan con ficheros manuales de índices onomásticos por otorgantes,
mientras que en el de Sevilla el investigador debe consultar los libros-índice de
cada notaría para localizar los documentos otorgados.

Disposiciones testamentarias de riojanos en Málaga8


Alcázar, D. Juan 1822 Poder para testar
Alcázar, José del 1803 Dote
Baños, Miguel de 1801 Poder para testar
Cámara y Tejada, D. José de la 1848 Testamento
Cámara, Manuel de la 1818 Dote

8. Elaborado a partir del fichero manual disponible en el Archivo Histórico Provincial de Cádiz.
28

Casado de Amezúa, Francisco 1797 Poder para testar


Díez de Tejada, Domingo 1804 Testamento
Díez de Tejada, Manuel 1841 Testamento
Fuente y Domínguez, D. Francisco 1708 Testamento
García Íñiguez, Ángel 1803 Testamento
1834 Testamento
Ibáñez de Ocerín, Joaquín 1801 Testamento
1804 Testamento
1816 Testamento
1818 Testamento
Llera, Juan Bautista 1800 Testamento
1832 Testamento
Llera de Valdeosera, Juan Julián 1830 Testamento
Martínez de Tejada, Santiago 1803 Testamento
1827 Testamento
Pablo y Ayala, Blas de 1800 Testamento
1805 Testamento
Sáenz de Tejada, D. Domingo 1825 Testamento mancomunado
Sáenz de Tejada, Doña María Josefa y Doña Pabla 1860 Partición de bienes
Sáenz y Díez, Cipriano 1850 Testamento
Sorzano Bilbao, José 1806 Poder general

La variedad y riqueza de los archivos municipales


A nivel local, los archivos municipales son primordiales para buscar datos
de nuestros antepasados y/o elaborar las biografías de los emigrantes riojanos en
Andalucía.
Las Respuestas Particulares del Catastro de Ensenada, conservadas en
algunos archivos municipales, aunque no en todos, son fundamentales para
completar los datos genealógicos que poseamos y para conocer algunos detalles
del patrimonio que pudieran tener aquellos riojanos que ya estuviesen asentados
en Andalucía a mediados del siglo XVIII. Sin embargo, suele ser más frecuente
encontrar en los archivos municipales padrones, alistamientos o reparto de
contribuciones que, además de proporcionarnos los nombres, la edad y los lugares
de origen de los cabezas de familia, nos pueden ofrecer datos de la composición
del hogar: su estado social, el número y la edad de los hijos, la existencia de
criados y criadas, etc... Y también es habitual, cuando los emigrantes riojanos
eran hidalgos, encontrar copia de sus recibimientos de hidalguía e, incluso, reales
provisiones y ejecutorias, en los archivos municipales de las ciudades, villas y
lugares donde se avecindaron.
Pongamos algunos ejemplos a partir de la documentación localizada
(Catastro de Ensenada, expedientes de hidalguía, padrones, vecindades) en
distintos archivos municipales, principalmente, de la provincia de Sevilla. Los
datos proceden de diversos expedientes localizados en los archivos municipales
de Alcalá de Guadaíra, Alcalá del Río, Carmona, Sevilla y Tomares, así como en
el Archivo Municipal de Málaga.
29

1. D. Pedro Estefanía Sánchez de Tejada9


A mediados del siglo XVIII, D. Pedro Estefanía Sánchez de Tejada
presentaba en el cabildo de Alcalá de Guadaíra de 12 de junio de 1750 una Real
Ejecutoria de Hidalguía de la Real Chancillería de Valladolid, dada a su favor
en 1748, y “los instrumentos de comprobación y justificativos de su nobleza,
fabricados en las villas de Castroviejo, Nestares, Viguera, Santa Coloma,
Arenzana de Abajo e Ilustre Casa y Antiguo Solar de Tejada”, por lo que fue
recibido en el estado noble de la villa. Este expediente nos confirma que D. Pedro
“ha muchos años que es vecino de la ciudad de Sevilla, donde ha tenido y tiene
tienda pública de mercader de lencería”. Además de localizar su expediente de
vecindad en la ciudad de Sevilla de 1754, contamos con los datos del Catastro
de Ensenada de Alcalá de Guadaíra. En esta villa aparece como propietario en su
término de algo menos de una decena de aranzadas de olivar, de primera y segunda
calidad, situadas en los sitios de Marchenilla, el Rincón del Gandul y Pozuelo,
todo a media legua de la villa y valorado en poco más de 600 reales de vellón.
Este exiguo patrimonio pudo haberlo adquirido él mismo o, incluso, heredarlo de
un posible pariente suyo vecino de Sevilla en 1717: D. José Estefanía de Prado.
2. D. Juan Bazo Ibáñez de Tejada10
Como el anterior, D. Juan Bazo Ibáñez de Tejada era un hidalgo de origen
riojano que había sido recibido como tal en la villa de Alcalá de Guadaíra y que, a
mediados del siglo XVIII, era propietario de olivares en su término. En el cabildo
de Alcalá de Guadaíra de 3 de mayo de 1719 había presentado una petición para
que se le recibiese como vecino en el estado noble, lo cual no se hizo hasta el 3 de
enero de 1722. A diferencia de Estefanía, era propietario de una mayor extensión
de tierras, hasta 32 aranzadas y media de olivar en los sitios de los Cercadillos,
Santa Lucía y Quitapellejos, y 4 fanegas y 12 almudes de “sembradura de secano”
en el citado sitio de los Cercadillos. Sabemos, además, que en 1766, tenía “más
de 74 años, y [era] grueso de carnes” por lo que renunció a la vara de la Santa
Hermandad por el Estado Noble para la que había sido nombrado.
3. D. Pedro González Mateo11
Natural de Mazanares, era hijo de D. Manuel González Mateo, natural
de Huércanos, y de Doña Manuela Hidalgo, natural de Santo Domingo de la
Calzada, y nieto de otro Pedro González Mateo y Doña María Merino, también de
Huércanos. Su padre había obtenido ejecutoria de hidalguía en la Real Chancillería
de Valladolid junto a D. Francisco González Mateo, en las villas de la Puebla de
la Barca de Ebro y Huércanos. Tenemos constancia de que ya se encontraba en
la ciudad de Sevilla a mediados del siglo XVIII, donde casó, en la parroquia del
Sagrario, el 5 de junio de 1744, con Doña María del Carmen Carvajal, natural de

9. Archivo Municipal de Alcalá de Guadaíra, Actas Capitulares, 1750; Catastro de Ensenada; Ar-
chivo Municipal de Sevilla, sección II, tomo 337, exp. 232 y sección V, tomo 297, exp. 52 y tomo
308, exp. 110.
10. Archivo Municipal de Alcalá de Guadaíra, Actas Capitulares, 1719, 1722 y 1766; Catastro de
Ensenada.
11. Archivo Municipal de Alcalá del Río, leg. 433.
30

Sevilla. En la capital hispalense, como sabremos años después, ejercía el cargo


de contador mayor de la Contaduría Principal del Ilmo. Sr. Deán y Cabildo de
la Santa Iglesia Catedral de Sevilla. En 1784, su hijo D. Tomás González de
Carvajal, natural y vecino de Sevilla y hacendado en el término de Alcalá del
Río, “como descendiente de la Noble Casa y Solar de Valdoseras”, presentó
la ejecutoria de hidalguía de su abuelo para que no se le repartiese el servicio
ordinario. Tanto éste como su hermano Ciriaco González Carvajal alcanzaron
importantes puestos en la administración borbónica.
4. D. Martín de Inurria12
D. Martín de Inurria había nacido en la villa de Viguera en 1708 pero su
familia procedía del Señorío de Vizcaya. Su padre, también llamado D. Martín
de Inurria, y su abuelo, D. Nicolás de Inurria, eran naturales de Elorrio, pero el
primero había casado en la villa riojana a finales del siglo XVII, en 1699, con
Isabel García Herreros, natural de Viguera. Desde Viguera pasaron los Inurria a
Sevilla donde D. Martín aparece como comerciante en los años 30 del siglo XVIII
y avecindado en la céntrica collación del Salvador. Había casado en la parroquia
de San Pedro en 1734 con Doña Damiana de León Sotelo, natural de Sevilla, y
cabe suponer que se dedicaba al comercio con América ya que años más tarde,
en 1749, lo encontramos obteniendo licencia para pasar a Indias. Ganó sentencia
de hidalguía a su favor en el Señorío de Vizcaya en 7 de junio de 1755, contra la
villa de Bilbao, la cual se hizo valer posteriormente por sus hijos, nacidos ya en
Sevilla, tanto en la ciudad de Sevilla como en las cercanas villas aljarafeñas de
Tomares y San Juan de Aznalfarache, donde habían adquirido propiedades.
5. D. José Tomás Juániz y Echalaz13
Un caso similar al anterior es el de los Juániz y Echalaz, también originarios
del Señorío de Vizcaya, que de Berriatúa pasaron Murugarren, en Navarra, y
de allí, a La Rioja y Andalucía. D. Diego Tomás de Juániz y Echalaz nació en
Murugarren en 1702 pero ya era vecino de Logroño en 1729, donde casó en
primeras nupcias, y de Corera, donde había abierto una casa y lonja de cerería
y confitería. Contra la ciudad de Logroño realizó información como vizcaíno.
Del primer matrimonio nació D. José Tomás Juániz y Echalaz, quién hacia 1760
ya se encontraba en Sevilla. Del segundo matrimonio nacieron D. Vicente y
D. Francisco Fermín Juániz de Echalaz quienes, después de fallecer su padre,
fueron enviados por su madre a la ciudad de Sevilla junto a su medio hermano. D.
Francisco Fermín era vecino y del comercio de la Ciudad de Sevilla en 1782.
6. D. Fausto López Rodríguez de Tejada14
Una inscripción en una casa de Laguna de Cameros nos recuerda que D.
Tomás López García de Leániz, natural de Laguna de Cameros, había vivido en
la ciudad de Carmona donde, como consecuencia de la epidemia de cólera de
1854, “recogió y educó a todas las huérfanas pobres hasta que se han colocado

12. Archivo Municipal de Tomares, leg. 254 y 594.


13. Archivo Municipal de Tomares, leg. 254.
14. Archivo Municipal de Carmona, leg. 2421.
31

y son útiles a la sociedad”. Pero no fue el único camerano en esta población de


la campiña sevillana, a donde también había llegado D. Fausto López Rodríguez
de Tejada, natural de Cabezón de Cameros en 1764 y vecino de Laguna desde su
matrimonio en 1788, quien litigó su hidalguía contra esta ciudad en 1828, donde
se había avecindado apenas dos años antes.
7. D. Pedro Martínez de Tejada15
Natural de Jalón de Cameros, en 1734, fue recibido en el Solar de Tejada
en 1753, del que fue diputado en 1758, año en el que ya se encontraba residiendo
en Carmona, y de nuevo en 1774, cuando se le recibe como hijodalgo en la citada
ciudad. Siendo de corta edad, aunque no podamos precisar fecha, intentó casarse
en secreto en Sevilla con Doña Leonor de los Reyes Alcaide. Sabemos que,
fundamentalmente, se dedicaba a la explotación de tierras olivareras, tanto en su
condición de propietario como de arrendatario. En 1771 poseía en la rica vega de
Carmona casi un centenar de aranzadas de olivar, y medio molino de aceite, cuya
propiedad habría adquirido en su totalidad hacia 1779, y que cabe identificar con
la hacienda del Retamoso, que poseía en 1780 y 1781. En 1780 poseía, además,
un molino de aceite en el mismo término “al sitio de Fuente de las Viñas”, el
cual parece había pasado a su pariente D. Bartolomé Martínez de Tejada en 1781.
En este último año, gozaba en arrendamiento 37 aranzadas y media de olivar y
un molino de aceite, que eran propiedad del Monasterio de Nuestra Señora de
Gracia, aunque también consta haber arrendado el molino aceitero que poseía el
marqués de Sortes en el término carmonense.
8. D. Gabriel de Villanueva Zaldúa16
D. Gabriel de Villanueva Zaldúa era hijo de D. Juan de Villanueva y Doña
Magdalena Sáenz de Zaldúa, y nieto de Pedro López Ortiz de Villanueva, quien
había obtenido Ejecutoria de Hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid,
todos naturales y vecinos de la villa de Ezcaray. D. Gabriel emigró a la ciudad
de Sevilla a finales del siglo XVII, según él, “con ciertos motibos que me han
mobido a parar a ella a asumptos de mi propia utilidad” y adquirió o arrendó
tierras en el término de Alcalá del Río, donde fue recibido como hijodalgo en el
cabildo de 17 de enero de 1700.
9. Laguchinos en la calle Nueva de Málaga
Aunque con una tardía serie de padrones, que empiezan en el siglo XIX, el
Archivo Municipal de Málaga cuenta con un padrón que ofrece interesantes datos
de los cameranos asentados en esta ciudad comercial. Durante el siglo XVIII
y a comienzos del siglo XIX, además de los Larios y los Heredia, llegaron a
Málaga numerosos cameranos. A muchos de ellos los encontramos en fuentes de
los años 20 del siglo XIX, como la matrícula de comercio de 1829, en la que se
contabilizan 16 riojanos procedentes de Laguna, Ajamil, Vadillos, Cabezón y San
Román, aunque debieron ser muchos más, recogidos en el padrón realizado en

15. Archivo Municipal de Carmona, leg. 1669, 1682, 1162, 1163-1164, 1864 y 2421; Archivo Gen-
eral del Arzobispado de Sevilla, sección I, leg. 1277.
16. Archivo Municipal de Alcalá del Río, Actas Capitulares, 1700.
32

1824. En aquel año, en la calle Nueva malagueña tenían su domicilio una decena
de riojanos, siguiendo una práctica habitual en otras ciudades andaluzas como
Cádiz, Sevilla o Granada: los Larios ocupaban los números 4, 5 y 10 de la calle
mientras que los de la Cámara vivían en el número 67, los Martínez Caraza en el
68, los Sáenz en el 69 y 70, los Calvo en el 70...

Riojanos en la calle Nueva de Málaga en 182417


Apellidos, Nombre Naturaleza Vecindad
Calvo, D. Pedro Laguna de Cameros C/Nueva 70
Cámara, D. Manuel de la Laguna de Cameros C/Nueva 67
Larios, D. Manuel Domingo Laguna de Cameros C/Nueva 4-5
Larios, D. Pablo Laguna de Cameros C/Nueva 4-5
Martínez Caraza, D. José Viguera C/Nueva 68
Sáenz, D. Domingo Laguna de Cameros C/Nueva 69-70
Bajo el amparo de una generación nacida en la sierra de Cameros a mediados
del siglo XVIII (D. Manuel de Heredia, D. Pablo Larios, Doña María de la
Cámara, viuda de Visalló, D. Domingo Sáenz...), encontramos otra que lo habría
hecho en la misma región en los 70 y 80 del mismo siglo (D. Manuel Domingo
Larios, D. José Martínez Caraza, D. Pedro Calvo...), casados en Málaga, a veces
con otros comerciantes y cuya descendencia nace ya en la ciudad malagueña
durante las dos primeras décadas del siglo XIX. Además de acoger a parientes
cercanos y tenerlos bajo su tutela, como pudieran ser sobrinos más jóvenes, tenían
a su servicio a un variable número de dependientes: mozos solteros también de
procedencia riojana (Herreros, Lasanta y Sáenz), de entre 15 y 40 años, es decir,
nacidos en las décadas finales del siglo XVIII y la primera del siglo XIX.

17. Elaborado a partir del padrón de 1824: Archivo Municipal de Málaga, leg. 505/1.
33

LA FAMILIA DE JUANA DE ARCO


Un caso de transmisibilidad de la nobleza por línea femenina en 143018

Por José Luis Sampedro Escolar


Vicepresidente de la Asoc. de Diplomados en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria
Numerario de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía

Cuando se comenta el documento de 1460 por el que el Rey Enrique IV de


Castilla reconoce la nobleza y el derecho al uso de armas a los descendientes de
Sancho de Tejada integrados en los solares de Tejada y Valdeosera es frecuente
que se discuta la singularidad de que tales privilegios se definen en ese documento
como transmisibles por línea femenina.
El 30 de abril de 2009, don Rafael José R. de Espona pronunció en la sede
madrileña de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación una interesante
conferencia en la que hacía un intento de sistematización de casos conocidos de
transmisión de la hidalguía y otras formas de nobleza por descendencia de mujer
que recogía en gran parte lo dicho por el mismo ponente en su artículo titulado
“Sobre la transmisión de Nobleza por línea femenina: los Privilegios de Nobleza
“Utriusque sexus” otorgados en el Principado de Cataluña”19. En este trabajo se
menciona, entre otros mucho ejemplos de transmisibilidad de la nobleza por línea
femenina, el de la familia de Santa Juana de Arco que, todavía en vida de la
heroína homenajeada, fue distinguida por el Rey Carlos VII de Francia a finales
de 1429 (el documento se registró a principios de 1430) por un privilegio que así
lo reconocía expresamente.
Queremos fijarnos con cierto
detenimiento en esta concesión con
preferencia sobre las otras muchas
que ejemplifican la no tan excepcional
transmisibilidad de la nobleza por
descendencia femenina porque se
efectuó tan sólo 30 años antes de que
Enrique IV de Castilla firmase su
merced a los descendientes de Tejada,
es decir, una generación antes, lo que
explicaría que hubiese podido tener
alguna influencia como un antecedente
francés cronológicamente cercano sobre
un documento castellano en un momento

18. Conferencia pronunciada por D. José Luis Sampedro Escolar en el Centro Riojano de Madrid el
14 de octubre de 2009 en el acto de inauguración del Curso 2009-2010 de la Escuela de Genealogía,
Heráldica y Nobiliaria Marqués de Avilés.
19. En el nº. 284 (2001) de Hidalguía: la revista de genealogía, nobleza y armas, pags. 65-73. Vid.
también Nobleza rural catalana, de Jorge Plantada y Aznar, Ediciones Hidalguía, Madrid, 1968.
34

histórico en que las relaciones cancillerescas entre ambas cortes eran estrechas,
pues no olvidemos que Castilla y Francia tenían vínculos de toda índole a los más
altos niveles. Más aún, el proceso celebrado en 1431, que culminó con la condena
y ejecución de Juana de Arco en Rouen, fue anulado en 1456, es decir, cuatro años
antes de que Enrique de Castilla firmase el documento que hoy estudiamos. ¿Se
comentaría en tierras riojanas la casación de la sentencia condenatoria a la que
después sería declarada oficialmente Santa y que ya era considerada mártir desde
el momento mismo de su ejecución? La corriente cultural que suponía en ese
momento el Camino de Santiago afianza aún más la posibilidad de verosimilitud
de esta hipótesis. Ya en vida de Juana se hacen versos y canciones sobre ella que
se recogen en Milán y en Alemania, por lo que sería extraño que los juglares de
la ruta jacobea no repitiesen su historia y sus milagros. En 1429, todavía en pleno
auge de los triunfos de la Doncella, Jacques Cordier nos recuerda, hablando de las
batallas de Beaugency, Meung y Patay, que un contemporáneo suyo escribe que
se ven … hombres armados cabalgar en el aire sobre un gran caballo blanco y
encima una gran bandera blanca, llegando de la mar de España …
Es evidente que el acta de Carlos VII pretende tener un carácter extraordinario
en su generosa transmisibilidad y por ello, además de por la excepcional figura
de la Doncella de Orleáns, ha generado copiosísimos estudios y comentarios,
de cuyos primeros conocimientos queremos agradecer expresamente a nuestro
estimado amigo y compañero (como correspondiente en Francia de la Real
Academia Matritense de Heráldica y Genealogía) barón Pinoteau.
Micheline Peyrebonne20 mantiene que puede haber cierta duda en los
términos recogidos en el privilegio francés de 1430 leur parenté, leur lignage,
et leur postérité, los cuales podrían llegar a interpretarse como comprensivos no
sólo de los descendientes de los padres de Juana y por tanto de los procedentes
de sus tres hermanos nombrados expresamente en el documento de Carlos VII,
sino de los descendientes de todos sus tíos y tías, tanto del lado paterno como del
materno. Textualmente, el documento de 1460 de Enrique IV dice. …es mi merced
que agora, i de aquí adelante vos, i vuestros fijos, i fijas que agora tenedes, e
tuvieredes de aquí adelante, i de los que de vos i de ellos vinieren, así varones
como hembras, para siempre jamás se os guarden como a tales Infanzones
todas las gracias, mercedes, honras, i Privilegios, exempciones, immunidades,
fueros, i prerrogativas, que se concedieron, e confirmaron por los Reyes nuestros
Gloriosos Progenitores desde el Rei Don Ramiro de Leon a el propuesto General
Sancho Martinez de Tejada…
El principal problema que, pasadas las generaciones primeras, se produjo
en el caso de la familia de Juana de Arco fue que muchas de las familias que
se pretendían descendientes de su linaje no eran del todo capaces de presentar
genealogías fiables y documentadas que avalasen su pretensión, además de que
intentaron sumarse a los privilegiados presuntos descendientes no ya de los padres

20. Micheline Peyrebonne: Jeanne d’Arc - bergère, princesse ou sorcière? Dualpha, 2004.
35

de la Doncella (es decir, los descendientes de sus tres hermanos históricamente


contrastados y mencionados en el propio documento: Jacquemin, Jean y Pierre)
sino personas que alegaban venir de sus tíos y tías, tanto paternos como maternos
e incluso de parientes más alejados. Es decir, no se discutía por las autoridades (y,
en última instancia, por los reyes sucesores de Carlos VII, fuentes de nobleza) que
el privilegio se transmitiese a través de las mujeres sino que lo que se discutía era
el intento de probarlo de cada pretendiente particularmente considerado. Además,
está documentada, aunque con alguna imprecisión, la costumbre existente en el
ducado de Bar de aceptar la transmisión de la nobleza a través de las mujeres,
mostrándose la realeza hasta cierto punto permisiva a este uso particular del
mencionado ducado.
Hagamos un pequeño paréntesis para una consideración marginal. Algún
autor francés mantiene que era necesario confirmar el acta de Carlos VII a cada
cambio de reinado, pero la opinión dominante no acepta esta posición, pese a lo
cual debemos retener el dato de que haya existido tal aserto, pues ello puede ser
relevante a la hora de buscar una explicación al fenómeno de que los solariegos
de Tejada acudiesen en diferentes ocasiones a los nuevos monarcas para que
ratificasen el privilegio concedido por Enrique IV, generándose así las valiosas
confirmaciones de los Reyes Católicos, de Carlos I, Fernando VI, Carlos III,
Carlos IV, Fernando VII, Isabel II, el Gobierno Provisional de 1869, Alfonso
XII, Alfonso XIII, el Jefe del Estado Francisco Franco y el monarca actualmente
reinante, Don Juan Carlos I.
A finales del siglo XVI, la mayor parte de las personas que reclamaban
la nobleza de Juana de Arco no tenían ningún título que permitiese justificar tal
pretensión, pese a lo cual, algunas de ellas fueron reconocidas como nobles por el
Rey de Francia o por los Duques de Lorena y de Bar y en la Champagne, donde
es sabido que se habla desde antiguo de la nobleza uterina transmisible por vía
de mujer, fenómeno considerado siempre como excepcional y hasta dudado por
algunos, como Sachy de Fourdrinoy.
Desde 1556 se va afianzando una actitud restrictiva tendente a reconocer
únicamente la transmisibilidad por línea de varón, pese a las quejas formuladas
por algunos de los que fundaban su derecho en descendencia femenina, proceso
jurídico en consonancia con el afianzamiento de la Ley Sálica, por motivos
claramente de política exterior, en el orden sucesorio de la corona. Un edicto
de Enrique IV, apenas coronado, en 1598, declaró abolido el privilegio en lo
tocante a la sucesión por vía de mujer, confirmándose por un edicto fiscal de Luis
XIII, en 1614, confirmando como nobles a los que en ese momento ostentasen
ese status, a condición de vivir de acuerdo a las costumbres de los nobles. Les
descendans des frères de la Pucelle d’Orléans, qui vivent à présent noblement,
jouiront à l’avenir des priviléges de noblesse, et leur postérité de masle en masle
vivant noblement, même ceux qui pour cet effet ont obtenu nos lettres patentes et
arrests de nos cours souveraines, mais ceux qui n’ont vécu et ne vivent à présent
noblement, ne jouiront plus à l’avenir d’aucuns priviléges. Les filles et femmes
36

aussi descendues des frères de ladite pucelle d’Orléans, n’annobliront plus leurs
maris à l’avenir21.

Parecidos y diferencias de los privilegios concedidos por


Carlos VII de Francia y Enrique IV de Castilla
Podemos encontrar similitudes notables entre estos dos textos tanto en el
plano subjetivo como en el objetivo y en los circunstanciales, pues ambos tratan
de la nobleza de sendos linajes como recompensa a unas hazañas militares con
tintes milagrosos a las que se atribuye la salvación del reino frente a sus poderosos
enemigos, los ingleses en el caso de Santa Juana, los sarracenos en el de Tejada.
Ante todo, parece una curiosidad reseñable que ambos originales se
hayan perdido, aunque ello no suponga un grave inconveniente para su estudio
científico. Aunque el documento original francés de 1430 se ha perdido, no cabe
duda razonable ni de su existencia ni de la literalidad de su contenido, pues fue
correctamente registrado en la Cámara de Comptos de París y se conservan
copias antiguas de él, particularmente una de 1550 , mientras que el documento
enriqueño de 1460, que se custodiaba en el archivo del Solar de Tejada hasta
principios del siglo XX fue sustraído sin que se haya recuperado, aunque fue
transcrito fidediganemnte en 1491 en la confirmación del mismo por los Reyes
Católicos, original que se conserva y ha sido cotejado en multitud de ocasiones.
En segundo lugar, ambos documentos tienen, el algunos párrafos, parecida
redacción, lo cual, como es lógico, no debe sorprendernos grandemente pues, de
una parte, ya hemos señalado el trato abundante que tenían las cancillerías reales
de ambas cortes desde siglos anteriores y, por otro lado, es evidente que pocas
innovaciones se pueden aportar en documentos de tan parecido contenido. Pese a
todo ello, recordemos uno de los párrafos de Carlos VII en 1429:
Charles, par la grâce de Dieu roi de France, … C’est pourquoi nous faisons
savoir à tous, présents et à venir, que, eu égard à ce que dessus, considérant en
outre les agréables, nombreux et recommandables services que Jeanne la Pucelle
a déjà rendus et rendra à l’avenir, nous l’espérons, à nous et à notre royaume,
et pour autres certaines causes à ce nous mouvant, nous avons anobli ladite
Pucelle, Jacques d’Arc dudit lieu de Domremy et Isabeau sa femme, ses père et
mère, Jacquemin et Jean d’Arc et Pierre Pierrelot ses frères, et toute sa parenté
et lignage, et, en faveur et contemplation d’icelle Jeanne, toute naît postérité
mâle et femelle, née et à naître, en légitime mariage, et par les présentes, de
notre grâce spéciale, certaine science et puissance, les anoblissons et déclarons
nobles; voulant que ladite Pucelle, lesdits Jacques, Isabeau, Jacquemin, Jean
et Pierre, et toute la postérité et lignage de ladite Pucelle ainsi que les enfants
d’eux, nés et à naître, soient par tous tenus et réputés nobles, dans leurs actes,
en justice et hors justice, et qu’ils jouissent et usent paisiblement des privilèges,

21. Edit sur les tailles, Junio de 1614, art. 10; en Isambert: Recueil général des anciennes lois
françaises, vol. 16, p. 48.
37

franchises, prérogatives et autres droits, dont sont accoutumés de jouir, en notre


royaume, les autres nobles.
Aparte de que hemos subrayado la expresión de la transmisibilidad de la
nobleza por línea femenina, observemos que habla de los servicios prestados
por Juana y de los que se espera que preste. El privilegio que firma el soberano
castellano tres décadas después dice, entre otras cosas:
DON ENRIQUE POR LA GRACIA DE DIOS REY de Castilla, de León, de
Toledo, de Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Algarbe, de Algecira,
i de Jaen, i Señor de Vizcaya i de Molina…Conociendo, i acatando los muchos,
e buenos, e continuos servicios, que vosotros los de la Ilustre familia, i Casa
Infanzona de Nobles fijosdalgo de sangre devengar quinientos sueldos aureos
al fuero de España, e de los de Armas poner, i pintar, como procedientes de
aquel esforzado General é buen Varón Sancho de Tejada, que con doce fijos,
fizo generosas, i loables fazañas, faciendo cada un solar generoso que fincase
perpetuamente en sus claros descendientes; e considerando los grandes servicios
que me havedes fecho, e a los Reyes mis progenitores, e facedes cada día; e que
a mí como Rei, i Señor es cosa mui descendiente e convenible galardonar, e
remunerar los tales servicios, e otrosí para que se esfuercen para bien, i lealmente
servir, e por faceros bien, e merced, e por que sea enosblecida, e decorada, e
sublimada vuestra gran nobleza de sangre, e linaje donde venis, quiero, i tengo
por bien, i es mi merced que agora, i de aquí adelante vos, i vuestros fijos, i fijas
que agora tenedes, e tuvieredes de aquí adelante, i de los que de vos i de ellos
vinieren, así varones como hembras, para siempre jamás se os guarden como a
tales Infanzones todas las gracias, mercedes, honras, i Privilegios, exempciones,
immunidades, fueros, i prerrogativas, que se concedieron, e confirmaron por los
Reyes nuestros Gloriosos Progenitores desde el Rei Don Ramiro de Leon a el
propuesto General Sancho Martinez de Tejada,…
Subrayamos que dice expresamente a los miembros del linaje de Tejada:…
considerando los grandes servicios que me havedes fecho… e otrosí para que se
esfuercen para bien, i lealmente servir,…
Hasta aquí, las similitudes. Veamos ahora una diferencia. No queremos
pasar por alto que el Rey francés hace hincapié en que crea y equipara a estos
nuevos nobles con los preexistentes y que, por tanto, está ejerciendo expresamente
el Derecho Real (emergente en esas fechas) de actuar como fons nobilitatis, lo
que era muy cuestionado por los nobles de raza antigua quienes no admitían más
fuente que Dios para explicar el origen de su nobleza. Enrique de Castilla, por su
parte, se limita a ratificar un preexistente status nobiliario de los descendientes
de Sancho de Tejada, héroe epónimo que, en su presencia ecuestre junto a la
figura milagrosa de Santiago en la batalla de Clavijo, viene a jugar en este caso
un papel equivalente al de Santa Juana de Arco como cabeza de linaje con unos
méritos extraordinarios justificativos de las extraordinarias mercedes que aquí
comentamos. Y es importante que ratifique lo que da por ya existente no sólo
porque así se evite las críticas que unos años antes habían recibido su padre, Juan
38

II, y él mismo como inductor del Rey, al ennoblecer a Miguel Lucas de Iranzo, un
plebeyo al que elevó a las más altas dignidades; es que, además, ello es indicio de
que a los descendientes de Tejada se les reconoce que ya eran nobles y poderosos
y ostentaban señorío de tiempo inmemorial, posiblemente desde los primeros
momentos de la Reconquista o desde que toman posesión, por presura, de sus
propiedades en Cameros en el siglo XI.
Pero volvamos a las similitudes. El parecido entre los personajes ecuestres,
heroicos y revestidos de notas hagiográficas, que son Santa Juana de Arco y
Santiago, capitán de las milicas cristianas en Clavijo, es evidente y no requiere más
que comparar sus imágenes para que así nos lo parezca sin más comentarios.

La iconografía de Santiago en Clavijo, representación del origen de la nobleza del linaje de


Tejada, recuerda con fuerza a la de la heroína francesa ennoblecedora de su linaje en 1430.
39

Diferente es también, por el contrario, el tratamiento que se hace en ambos


casos del privilegio de uso de escudo de armas, asunto en el que de manera muy
somera, vamos a entrar únicamente para afianzar las opiniones manifestadas por
Maurice Keen en su modélico trabajo La Caballería22.
La concesión de armas a Juana de Arco presenta dudas pues, según
algunos, es anterior en varios meses a su ennoblecimiento, concretamente sería
del día 2 de junio de 1429, cuando Carlos VII le otorga un escudo con carácter
estrictamente personal para usarlas en su estandarte. Se dice que la familia Arc
o Darc usaba, antes de 1429, un escudo parlante: de azur un arco de oro con tres
flechas cruzadas23.

Izquierda, armas que la tradición atribuye sin fundamento a la familia de Juana de Arco antes de
su ennoblecimiento. Derecha, las otorgadas por Carlos VII en 1429.

Pero, en el proceso judicial instruído por los ingleses contra la Doncella,


previo a su atroz condena, se le pregunta expresamente si ha tenido o usado armas
y asegura que no, que el Rey se las ha concedido a sus hermanos pero que,
anteriormente, ni ella ni su familia han usado armas heráldicas. Yo no he
tenido jamás escudo, respondió Juana literalmente. Mi Rey, es cierto, ha dado
uno a mis hermanos, a saber, un escudo de azur con dos lises de oro y una espada
en medio. Lo mismo dijo anteriormente en su interrogatorio el 10 de marzo de
1430: Interrogata utrum haberet scutum et arma, respondit quod ipsa nunquam
habuit24.
Etienne Pasquier, abogado general en la Cámara de Comptos, nos ratifica
en su obra titulada Recherches de la France que Carlos VII da a la familia de
la Doncella las armas descritas y el apellido du Lys25, y por ello, Alain Chartier,
secretario de Carlos VII, la llama Jeanne du Lis, en su obra Les croniques du feu
roy Charles septieme.

22. Ariel, Barcelona, 2008.


23. A veces se añade un jefe de plata con un león pasante de gules.
24. Jules Quicherat: Le Procès de Condamnation et de Réhabilition de Jeanne d’Arc, dite la Pu-
celle. Paris, 1841-1849. (vol. 5; su declaración acerca del uso de las armas heráldicas en el vol. 1,
p. 117.)
25. C. Vivanti, « Les Recherches de la France d’Étienne Pasquier. L’invention des Gaulois », en
Pierre Nora (Dir.), Les lieux de mémoire, II.2 La Nation, Paris, 1986.
40

Esa composición heráldica que usaron algunos de sus parientes por


concesión de Carlos VII, fuera de la fecha que fuere, se blasona así: de azur, una
espada de plata, la punta en alto, con puño de oro, en palo, acompañada de dos
flores de lis de oro y, en jefe, una corona real de lo mismo26.
Los descendientes de Jean, hermano de la Santa, adoptaron el apellido Du
Lys y usaron este escudo. Pierre, otro de los hermanos, fue armado caballero y
dejó dos hijos: Jean, caballero también, que sólo dejó una hija, y Juan el joven,
que, al parecer, tomó también el apellido Du Lys, pero con las armas que se decía
habían sido de los Arco, con este artefacto como elemento heráldico parlante.
Sus bisnietos, Charles y Luc de Lys, cuartelaron unas y otras armas, según se les
concedió por cartas patentes de 25 de noviembre de 1612, en las que también se
dio a Charles una cimera representando a la heroína sosteniendo una espada con
la corona y su bandera en la otra mano así como el grito de guerra La Pucelle!.
Luc recibió como cimera una flor de lis de oro entre dos banderas y, como grito
de guerra: Les Lys!

Izquierda, las armas de Juana de Arco en la Catedral de la Santa Cruz, en Orleáns. Derecha, las
armas de los descendientes de Tejada descritas en el documento de 1460, compuestas bajo la
dirección de D. Juan de la Torre y Merino de Tejada. Creemos que no se ha documentado ningún
caso de banderas acoladas a un escudo anterior a 1460, fecha de reconocimiento de estas armas al
linaje de Tejada, aunque luego se haya generalizado su uso por toda Europa.

Terminaremos con unas reflexiones acerca de la época en que se producen


estos documentos. Durante los siglos XII y XIII se pasa a dar importancia al
concepto de linaje vertical, de ascendientes y descendientes, sustituyendo a
los clanes horizontales. Cobran enorme importancia los ascendientes y los
descendientes sobre los colaterales. En esa época, se ennoblece a Juana de Arco, a
sus padres y a todo su linaje, mientras que los descendientes de Tejada se aseguran
de que toda su prole va a seguir perteneciendo a la nobleza.

26. La acusación nº. 58 del proceso dice: Quod per ejus superbiam et inanem gloriam fecit etiam
depingi arma sua, in quibus posuit duo lilia aurea in campo azureo, et in medio liliorum ensem
argenteum, cum capulo et cruce deauratis, habentem euspidem erectum sursum, in cujus summitate
est corona.
41

A partir de esas fechas se hace necesario documentar por escrito las


situaciones de privilegio, pero al extenderse el sistema burocrático de archivos
y registros se impone la necesidad de dotarse de títulos y cartas de concesión y
ratificación. Coincidiendo con el momento en que surge la novela, las crónicas
cobran un aire novelesco lleno de leyendas de todo tipo, resultando en ese momento
los milagros milagrosos los más aceptables como verosímiles por las autoridades
y la sociedad toda. Recordemos, al respecto, el auge que desde el siglo IX, en
una Edad Media saturada de religiosidad al doblar el cabo del Milenio, tienen las
reliquias como auténticos documentos históricos. Así, los duques de Borgoña,
protagonistas de este trabajo pues Juan de Borgoña, llamado el Bueno, es quien
vende a Juana de Arco para que los ingleses, sus aliados, la juzguen y ajusticien,
dicen tener en su tesoro nada menos que la espada de San Jorge, personaje al
que la propia jerarquía eclesiástica ha venido a declarar inexistente en el siglo
XX pero, pese a ello, permite su culto en aquellos lugares donde goza de cierto
carácter emblemático de la caballería (Inglaterra, Aragón, Rusia, Grecia, Etiopía,
…)27

Bibliografía
- Cordier, J.: Juana de Arco. Gandesa, México, 1957.
- Espona, R. J. R. de: “Sobre la transmisión de Nobleza por línea femenina:
los Privilegios de Nobleza “Utriusque sexus” otorgados en el Principado de
Cataluña” en Hidalguía: la revista de genealogía, nobleza y armas, nº. 284
(2001) pags. 65-73.
- Duby, Andrée y G.: Procesos de Juana de Arco. Universidad de Granada,
2005.
- Keen, M.: La Caballería, Ariel, Barcelona, 2008.
- Morel, Henri: La noblesse de la famille de Jeanne d’Arc au XVIe siècle. Aperçus
nouveaux sur l’anoblissement par lettres et la noblesse maternelle. París,
Klincksieck, 1972.
- Sachy de Fourdrinoy, M. de: “Une legende tenace: la noblesse des neveux de
Jeanne d’Arc” dands “ANF”. Bulletin de l’Association d’entraide de la noblesse
francise, Paris, n° 137, octubre 1973, p. 205-226.
- Peyrebonne, M.: Jeanne d’Arc - bergère, princesse ou sorcière ? Dualpha,
2004.
- Plantada y Aznar, J.: Nobleza rural catalana. Masías del Vallés. Hidalguía,
Madrid, 1968.
- Quicherat, J.: Le Procès de Condamnation et de Réhabilition de Jeanne d’Arc,
dite la Pucelle. París, 1841-49.
- La Roque, G.-A.: Le traite de la noblesse. 1678. Concretamente el capítulo 43
contiene el parágrafo titulado DE LA NOBLESSE DE JEANNE DAY ou DARC,
PUCELLE D’ORLEANS, DIT DU LYS.

27. En el siglo XIII, el priorato de Travaux (Haute-Vienne) declara conservar una piedra de las
usadas para lapidar a San Esteban, cabellos de San Pedro, dos dientes del profeta Amós y parte de
los restos de Abraham, Isaac y Jacob.
42

Carta de ennoblecimiento a Juana de Arco y su familia


por Carlos VII de Francia
Dada en Mehun-sur-Yèvre, cerca de Bourges (Cher), por Carlos VII, en
diciembre de 1429:
Charles, par la grâce de Dieu roi de France, pour perpétuelle mémoire.
A cette fin de glorifier les très abondantes et insignes faveurs dont le Très-Haut
nous a comblé, et que, nous l’espérons, sa divine miséricorde daignera nous
continuer, par le moyen et le concours éclatant de la Pucelle, notre chère et bien
aimée Jeanne d’Arc, de Domremy, au baillage de Chaumont ou dans son ressort,
et pour célébrer à la fois les mérites de ladite Pucelle et les louanges divines,
nous estimons convenable et opportun de l’élever, elle et toute sa parenté , aux
honneurs et dignités de notre majesté royale, de sorte que, illustrée par la grace
divine, elle laisse à sa race un souvenir précieux de notre royale libéralité, et
que la gloire de Dieu ainsi que la renommée de tant de bienfaits se perpétue et
s’accroisse dans tous les siècles.
C’est pourquoi nous faisons savoir à tous, présents et à venir, que, eu égard
à ce que dessus, considérant en outre les agréables, nombreux et recommandables
services que Jeanne la Pucelle a déjà rendus et rendra à l’avenir, nous l’espérons,
à nous et à notre royaume, et pour autres certaines causes à ce nous mouvant,
nous avons anobli ladite Pucelle, Jacques d’Arc dudit lieu de Domremy et Isabeau
sa femme, ses père et mère, Jacquemin et Jean d’Arc et Pierre Pierrelot ses frères,
et toute sa parenté et lignage, et, en faveur et contemplation d’icelle Jeanne, toute
leur postérité mâle et femelle, née et à naître, en légitime mariage, et par les
présentes, de notre grâce spéciale, certaine science et puissance, les anoblissons
et déclarons nobles; voulant que ladite Pucelle, lesdits Jacques, Isabeau,
Jacquemin, Jean et Pierre, et toute la postérité et lignage de ladite Pucelle ainsi
que les enfants d’eux, nés et à naître, soient par tous tenus et réputés nobles, dans
leurs actes, en justice et hors justice, et qu’ils jouissent et usent paisiblement
des privilèges, franchises, prérogatives et autres droits, dont sont accoutumés
de jouir, en notre royaume, les autres nobles, extraits de noble lignée, lesquels
et leur dite postérité nous faisons participer à la condition des autres nobles de
notre royaume, nés de noble race, nonobstant qu’ils n’aient, comme dit est, une
origine noble, et qu’ils soient peut-être d’autre condition que de condition libre.
Voulant aussi que les susnommés, ladite parenté et lignage de la Pucelle,
et leur postérité mâle et femelle puissent quand et toutes fois qu’il leur plaira,
obtenir et recevoir de tout chevalier les insignes de la chevalerie. Leur permettant
en outre, à eux et à leur postérité tant masculine que féminine, née et à naître en
légitime mariage, d’acquérir des personnes nobles et autres quelconques tous
fiefs, arrrière-fiefs et bien nobles, lesquels, acquis ou à acquériri, ils pourront
et leur sera permis avoir, tenir et posséder à toujours, sans qu’ils puissent
être contraints, maintenant ni au temps à venir, à s’en dessaisir par faute de
noblesse.
43

Pour lequel anoblissement ils ne seront en aucune façon tenus ni forcés


de payer aucune finance à nous ni à nos successeurs; de laquelle finance, en
considération et regard de leurs ancêtres, nous avons de pleine grâce fait don
et remise aux susnommés et à ladite parenté et lignage de la Pucelle, et par les
présentes leur en faisons don et remise, nonobstant toutes ordonnances, statuts,
édits, usages, révocations, coutumes, inhibitions et mandements, faits ou à faire,
à ce contraires.
Pour quoi, nous donnons en mandement par lesdites présentes à nos
amés et féaux les gens de nos comptes, aux trésoriers généraux et commissaires
ordonnés ou à ordonner sur le fait de nos finances, et au bailli dudit bailliage
de Chaumont, et à nos autres justiciers ou leurs lieutenants présents et à venir,
et à chacun d’eux, en tant qu’il lui appartiendra, qu’ils fassent et laissent ladite
Jeanne la Pucelle, lesdits Jacques, Isabeau, Jacquemin, Jean et Pierre, toute
la parenté et lignage de ladite Pucelle, et leur postérité susdite, née et à naître,
comme dit est, en légitime mariage, jouir et user paisiblement de nos présente
grâce, anoblissement et octroi, maintenant et au temps avenir, sans leur faire ni
souffrir qu’il leur soit fait aucun trouble ni empêchement contre la teneur des
présentes.
Et pour que ce soit chose ferme et stable à toujours, nous avons fait
apposer aux présentes notre sceau en l’absence de notre grand sceau, sauf en
autres choses notre droit et le droit d’autrui en toutes.
Donné à Meun sur Yèvre, au mois de décembre, l’an du Seigneur mil quatre
cent vingt neuf et de notre règne le huitième.
Sur le repli: Par le Roi, l’évêque de Séez, les Sieurs de la Trémoille, de
Trêves et autres présents. Signées Mallière, et scellées sur lacs de soie rouge et
verte du grand sceau de cire verte.
Expédiée en la chambre des comptes du Roi, le seizième du mois de janvier,
l’an du Seigneur mil quatre cent vingt neuf et y enregistrée au livre des chartes du
temps, folio CXXI. Signé A. Gréelle28.

Señalemos al respecto que los documentos franceses de la época se emitían


en nombre del Rey pero éste no los firmaba personalmente, haciéndolo ciertos
personajes distinguidos de la Corte; en este caso el obispo de Séez y los señores
de La Tremouille y de Trêves. Estas cartas patentes fueron dadas en diciembre
de 1429 (no se señalaba el día exacto), y confirmadas semanas después, antes
de Pascua (que eran las fiestas religiosas que señalaban en aquellas fechas el
cambio de año, por lo que, según el calendario antiguo seguía siendo 1429 y,
según nuestra datación, ya 1430.

28. En: Jeanne d’Arc, por H. Wallon, secretario perpetuo de la Academia de Inscripciones y Bel-
las Letras, secrétaire perpétuel de l’Académie des Inscriptions et Belles-Lettres, Librairie Firmin
Didot. et Cie, París, 1883, 4ª edición, págs 418 à 420 (transcrito de un documento conservado en
los Archivos Nacionales de Francia, K 63, n° 9).
44

Carta reconociendo la nobleza del linaje de Tejada


por Don Enrique IV de Castilla
Dada en Valladolid a 10 de septiembre de 1460.
DON ENRIQUE POR LA GRACIA DE DIOS REY de Castilla, de León, de
Toledo, de Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Algarbe, de Algecira, i
de Jaen, i Señor de Vizcaya i de Molina.
Conociendo, i acatando los muchos, e buenos, e continuos servicios, que
vosotros los de la Ilustre familia, i Casa Infanzona de Nobles fijosdalgo de sangre
devengar quinientos sueldos aureos al fuero de España, e de los de Armas poner,
i pintar, como procedientes de aquel esforzado General é buen Varón Sancho de
Tejada, que con doce fijos, fizo generosas, i loables fazañas, faciendo cada un
solar generoso que fincase perpetuamente en sus claros descendientes; e
considerando los grandes servicios que me havedes fecho, e a los Reyes mis
progenitores, e facedes cada día; e que a mí como Rei, i Señor es cosa mui
descendiente e convenible galardonar, e remunerar los tales servicios, e otrosí
para que se esfuercen para bien, i lealmente servir, e por faceros bien, e merced,
e por que sea enosblecida, e decorada, e sublimada vuestra gran nobleza de
sangre, e linaje donde venis, quiero, i tengo por bien, i es mi merced que agora, i
de aquí adelante vos, i vuestros fijos, i fijas que agora tenedes, e tuvieredes de
aquí adelante, i de los que de vos i de ellos vinieren, así varones como hembras,
para siempre jamás se os guarden como a tales Infanzones todas las gracias,
mercedes, honras, i Privilegios, exempciones, immunidades, fueros, i
prerrogativas, que se concedieron, e confirmaron por los Reyes nuestros Gloriosos
Progenitores desde el Rei Don Ramiro de Leon a el propuesto General Sancho
Martinez de Tejada, por cuyo valor, i el de sus hijos se alcanzaron muchas
victorias, ganando con la ayuda de Dios, e nuestro Gran Patrón e Apóstol Señor
Santiago la Batalla de Clavijo, i otras muchas contra los Moros, como lo dicen
nuestras Istorias, e privilegios, porque les dió un Lugar, i territorio en el Reino
de León para sus hijos i de los que de él viniesen, e refiere el VOTO fecho a el
Glorioso Apóstol Señor Santiago, que de todo hemos sido verdaderamente
informado. I entre dichos Privilegios, i concesiones de nuestros gloriosos
Progenitores, hai uno de la era de ochocientos e sesenta i dos, que dice que:
Haviendo el perverso Rei Mauregato, fijo bastardo del Rei Don Alonso el
Catholico con traición tiranizado, e usurpado el Reino de León con ayuda que
los Moros le dieron, con pacto que les havía de dar cada un año, si se coronase
por Rei de León, cien doncellas, las cincuenta nobles para tratar casamiento con
ellas, i las otras cincuenta para mancebas, e por muerte de tan malvado, e
perverso Rei, entró en el Reino el Catholico Ramiro, en la dicha Era, e embiando
el Rei Abderraman segundo, Rei Moro de Córdoba su Embajador pidiendo el
referido tributo: el Rei Catholico Ramiro se le negó movido de christianísimo
zelo, e ser tan injusto, que estaba puesto para lo defender, i el Rei Moro, en vista
de esta respuesta, quedó mui sentido, i el Rei Catholico juntó grande Exercito,
siendo Capitán de los suyos Sancho, i este, con el favor de Dios, vino a los Moros
el día veinte i uno de Mayo de dicho año, haviendo muerto en la pelea cerca de
setenta mil Moros, quedando apoderado de los dos fuertes de Viguera, e Clavijo,
45

e acabada la referida victoria el Catholico Rei edificó la Iglesia del Bendito


Santiago, e instituyó la Orden de sus Caballeros. Y el primero que este Catholico
Rei hizo e armó fue a su General Sancho Tejada, que así se llamó, que le amaba,
i tenía Deudo con la sangre Real de León, i le dexó por Alcaide de dichos dos
fuertes, el qual tuvo trece hijos en Doña Maria Onúñez Gundimarra su mujer
legítima, de la Casa de Toral, defendiendo con tanto valor dichos dos fuertes, que
con sus trece hijos en campaña, i doce Caballeros Galicianos hizo tal diligencia
que ganó a el Moro toda la tierra hasta el Reino de Aragón, i la puso a los pies
de su Rei, i Señor; quién en gratificación de sus servicios le dio una Villa en tierra
de León, mui luenga; hízole Señor de los Montes Cadines, en donde le defendió
del riesgo, e por los muchos tejos que allí havía, e por el que cogió quando se le
quebro la Lanza, se llama la Montaña de Texada, o Montes: en estos montes
edificó su casa, que hasta hoi se conserva por sus descendientes con el título de
su primer Señor. El Catholico Rei le dio otra montaña, que se llama Valdeosera,
que por los muchos Osos que allí havía se llamó así. En esta Montaña hizo trece
barracas, e a ellas enbió a los doce Caballeros, e a su hijo menor llamado Sancho
como el Padre, i así a los doce Caballeros, como a su hijo los hizo Señores de
ella. Y en la de Tejada, o Montes Cadines se quedó este General con siete fijos
que se llamaron Fernando, Matheo, Martín, Andrés, Lope, Pedro i Gonzalo: Y
los otros cinco invió a las Montañas de León a la Villa que le dio el Catholico
Rei; i en esta forma acomodó a sus trece hijos: e asímismo el Rei Catholico dio a
su General el Blasón de Armas en gratificación de los referidos servicios, en que
estaban epilogados sus nobles hechos. Componese el escudo de quatro quarteles,
los que divide una cruz de oro de la forma que lo es la de el Orden de San Juan.
En el primer campo a la mano derecha dos castillos en campo verde de piedra
natural, que significan los dos fuertes de Viguera, e Clavijo, en cada castillo
sobre la Torre del Omenage una vandera de plata con una Cruz roja llana en
cada vandera. En el segundo campo, que es el alto de la siniestra, color azul,
están dos medias Lunas, las que significan el Padre, e la Madre, e por las trece
estrellas, que todas son de oro, los trece fijos. En el tercer campo, que es el bajo
de la mano derecha, que es de plata, está un León de sangre rampante, de el cual
solo usaba dicho General antes de estos progresos, en que se nota descendencia
de la Casa Real de León. Tiene el Leon la lengua, e uñas, e corona de oro. En el
quarto campo, que es tambien plateado, está un Arbol que se llama Tejo, i en el
está atado un oso con una cadena a una rama del árbol cortada, que significa la
que cortó Sancho Tejada cuando se le quebró la lanza: todo el escudo esta
cercado de una orla de oro con trece veneras azules sobre la orla, i en cada
venera un Hávito del Señor Santiago: a el reedor de la orla trece Vanderas, i en
cada vandera una Luna de plata, con las puntas hacia bajo, i por timbre hacia la
celada, que es de oro, un León rojo, corona, uñas, i lengua de oro, de medio
cuerpo descubierto. A la mano derecha, sobre la celada, i encima de la celada,
haciendo medio globo, el curso de la Epístola Canónica de el mismo Santiago
que dice: ”Ecce beatificamus eos qui substinuerunt”. La Cruz que divide los
quatro campos se la dio en señal de su mucha cristiandad, i religioso zelo que el
valeroso Sancho Tejada tuvo en la referida batalla, i a su imitación los
46

descendientes Caballeros Hijosdalgo de dicho noble solar, a los quales en


memoria de tan maravillosos fechos, les dio, i concedió a sus fijos, e descendientes
de este, e demás solares infanzonados que de él vienen, é vinieren de los solares
de Valdeosera, i Tejada, i les concedemos dichas Armas, para que perpetuamente
para siempre jamás las pongan en sus Escudos, Casas, Portadas, ó Anillos, i
demás partes públicas, i privadas a su voluntad, sin necesitar de nueva concesión,
ni privilegios, por estar concedidos por nuestros claros Progenitores, ni otra
declaración, ni merced, ahora ni en tiempo alguno por ningún Tribunal,
Chancillería, Consejo Eclesiástico, ni Seglar, pena de veinte mil marcos de oro
puro, aplicados para nuestro Real fisco, tantas cuantas veces lo contrario
hicieren, con solo testimonio de nuestro Escribano público, a los Infantes mis mui
caros, i amados Hermanos, i a los Duques, Condes, Marqueses, Ricos-hombres,
Maestres de las Ordenes, Priores, Comendadores, i Subcomendadores, Alcaldes
de los Castillos, i Casas fuertes, i llanas, i a los de mi Consejo, Oidores de la mi
Audiencia, i Alcaldes, i Notarios, i Alguaciles, i otras Justicias, i Oficiales, a
qualesquier de la mi Casa, i Corte, i Chancillería, i a los mis Adelantados, i
Merinos, i a todos los Consejos, Alcaldes, Alguaciles, Regidores, Caballeros,
Escuderos, Oficiales, Homes-buenos de todas las Ciudades, Villas, e Lugares de
los mis Reinos, i Señoríos, i a todos, e qualesquier mis vasallos, e súbditos, i
naturales de cualquier estado, condición, preheminencia, o Dignidad que sean, o
a qualesquier o qualquier de ellos que los guarden, i cumplan, i fagan guardar, i
cumplir en todo, i por todo, según que en esta mi Carta se contiene. Y que no
vayan, ni pasen, ni consientan ir, ni pasar contra ella, ni contra cosa alguna, ni
parte de ella, ahora, ni en tiempo alguno, ni por ninguna manera, sobre lo cual
mando a el mi Chanciller, i Notarios, i a los otros que están en la tabla de los mis
sellos que vos den, i libren, i pasen, i sellen mis Cartas las mas fuertes, i firmes
que menester huvieredes en esta razón cada que cumplideras vos sean, i las vos
quisieredes sacar. E los unos nin los otros no fagades, nin fagan ende al por
alguna manera so pena de la mi merced, i de la privación de los oficios, i de
confiscación de los bienes de los que lo contrario ficieren para la mi Cámara, e
demás que sean tenidos de pagar a vosotros los descendientes, e fijos, e fijas de
el dicho Sancho de Tejada, e a los que de vos, e de ellos vinieren, i descendieren,
i de cada uno de ellos todas las costas, i daños, i menoscabos que por ende se vos
recrecieren doblados: Mando a el Home que vos esta mi Carta mostrare, o el
dicho traslado, como dicho es signado, que los emplace para que parezcan ante
mi en la mi Corte personalmente de el día que los emplazare hasta quince días
primeros siguientes so la dicha pena a cada uno, so la qual mando a qualquier
Escribano público que para esto fuere llamado, de testimonio signado con su
signo, sin dineros para que Yo sepa como se cumple mi mandado.
Dada en la mui Noble Villa de Valladolid a diez días del mes de Septiembre,
año del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo de mil i cuatrocientos i sesenta
años.
YO EL REI.
Yo Garcimendez de Badajoz, Secretario de Nuestro Señor el Rei, la fice
escrivir por su mandado.
47

EL CARGO DE MAYORDOMO COMO PRUEBA DE NOBLEZA

Por Txomin González Mendizábal


Licenciado en Farmacia
Socio de la ARGH

Entre las pruebas de nobleza que se presentaban en los reinos de España


nos encontramos con unas que son de carácter general y se aplicaban en todos
los territorios del reino y otras de carácter regional aplicables según qué sitios,
pudiendo ser locales o regionales.
Dentro de las primeras nos encontramos con un elenco difícil de resumir ya
que en cada periodo se fueron incorporando distintas pruebas y abandonándose
otras. Tenemos que de la prueba testifical tan abundante en los primeros tiempos
de la nobiliaria pasamos a la prueba documental, que se va incorporando
paulatinamente y acaba desplazando a la testifical que pierde validez con el paso
del tiempo.
Una de las pruebas de carácter general que nos encontramos es la de alegar
ser o descender de mayordomo, como podemos ver en los expedientes de ingreso
en la orden de Santiago en el siglo XVIII. Debemos recordar que esta prueba tiene
validez plena y que la de Santiago se consideraba como la más “aristocrática” de
las órdenes de caballería españolas.
Podemos ver lo que nos dice el diccionario sobre el vocablo mayordomo:
“Mayordomo: criado principal a cuyo cargo esta el gobierno económico de
una casa o hacienda; oficial que se nombra en las congregaciones o cofradías para
la satisfacción de los gastos y el cuidado y gobierno de las funciones; cada uno
de los individuos de ciertas cofradías religiosas; mayordomo de estado: persona a
cuyo cargo estaba, en la Casa Real, el cuidado de la servidumbre del estado de los
caballeros; mayordomo de fábrica: persona que recaudaba el derecho de fábrica;
mayordomo mayor: jefe principal de palacio a cuyo cargo estaba el gobierno
y cuidado de la casa del rey; mayordomo de semana: persona que en la Casa
Real servía, la semana que le tocaba, bajo las órdenes del mayordomo mayor;
mayordomo de propios: el administrador de los caudales y propios del pueblo.”
También debemos recordar que el enlace con un caballero de Santiago
constituye prueba de nobleza para el apellido que le toca.
A lo largo del siglo XVIII, entre los años 1731 y 1745, encontramos varios
casos en que los pretendientes alegan descender de mayordomos, bien por el
apellido de agnación, bien por otros apellidos del solicitante, entre los números de
expediente 741 a 1.118; en ese periodo encontramos 19 expedientes santiaguistas
en los que se aporta dicha prueba.
La nómina de estos caballeros es la siguiente, con sus números de
expediente:
48

1. Antonio Manuel de Carvajal y Rangel (expediente número 741). Su abuelo


materno, Alonso Rangel, mayordomo en 1692 en Llerena.
2. Juan de Balparda y La Ormaza y de La Pucheta (expediente 760). Su
abuelo paterno, Ramón de Balparda, mayordomo en San Jorge de Santurce
en 1710.
3. Tomás de Mello y Puerto (expediente 764). Su bisabuelo materno materno,
Pedro de Igareda, mayordomo en San Jorge de Santurce en 1659.
4. Manuel Nicolás de Mesa y Rodríguez-Ferreira (expediente número 765).
Su abuelo materno, José Rodríguez-Ferreira, en Lisboa mayordomo de la
Mesa de la Misericordia en 1678.
5. Francisco de Fagoaga y de Iragorri (expediente número 788). Su padre,
Juan de Fagoaga, mayordomo en 1671 y 1690 en Oyarzun.
6. Juan Pacheco y Moscoso Osorio (expediente número 821). Su padre,
Mercurio Antonio López Pacheco Manrique, mayordomo mayor de Su
Majestad; su abuelo paterno, Juan Manuel Fernández Pacheco Acuña y
Girón, mayordomo mayor de Su Majestad.
7. Manuel Escribano de La Fuente (expediente número 831). Su abuelo
materno, Esteban de La Fuente, mayordomo por los nobles en 1632 en
Escalona; su bisabuelo paterno materno, Alonso Muñoz de Béjar, mayordomo
de propios por los nobles en 1632 en Escalona.
8. José Fernández de Villanueva Linage y Beitia (expediente número 832).
Su abuelo materno, Juan Alonso de Linage, en Oña mayordomo mayor en
1654; su bisabuelo materno paterno, Juan Alonso Linage, mayordomo del
Consejo en 1632 en Oña.
9. Francisco Paula José de Larrea y Canseco (expediente número 833). Su
abuelo paterno, José de Larrea, en Motrico mayordomo en 1684, 1710 y 1706.
Su bisabuelo paterno paterno, Martín de Larrea, mayordomo en Marquina en
1673.
10. Juan Manuel José Ortiz de Urbina y Ortiz de Zárate (expediente número
839). Él mismo, mayordomo en Treviño en 1735; su padre, Bartolomé José
Ortiz de Urbina, en Treviño mayordomo de los hijodalgos en 1714.
11. Simón de Ruidiaz y Jimenez (expediente número 876). Su padre, Domingo
Ruidiaz, mayordomo en 1677 y 1698 en Matute.
12. Joaquín de la Cerda y Torquemada (expediente número 963). Él mismo,
mayordomo de Su Majestad; su abuelo paterno, Fernando de la Cerda y
Trejo, mayordomo de las señoras reinas Luisa de Borbón y María Luisa de
Saboya.
13. Felipe Medrano y San Martín (expediente número 979). Su padre, Pedro
Medrano, en la villa de Elciego mayordomo en 1678.
14. Juan Ignacio de Aramburu y Ugarte (expediente número 995). Su padre,
Francisco de Aramburu, en Legorrte síndico mayordomo en 1683; su abuelo
materno, Mateo de Ugarte y Urdaneta, mayordomo en Legorrte en 1653; su
bisabuelo paterno paterno, Pedro de Aramburu, mayordomo en Beasain en
1643.
49

15. Juan Antonio Cengotita Ibarra y Martínez (expediente número 999). Su


abuelo paterno, Juan de Cengotita Ibarra, mayordomo en 1698 en Alesanco.
16. Juan Bautista García de Urieta Goicoa y de Aguirre (expediente número
1000). Su padre, Domingo García de Urieta Goicoa, mayordomo en 1709 en
Respaldiza.
17. Tomás de Azúa y de Iturgoyen y Amasa (expediente número 1079).
Su bisabuelo materno paterno, Martín de Iturgoyen y Amasa, en Alegría
mayordomo en 1618.
18. Nicolás de Francia y Pascual (expediente número 1089). Su abuelo
materno, Pedro Pascual, mayordomo de la cofradía de la Vera Cruz en 1657
en Briones.
19. José de Silva Bazán Pimentel Benavides y Sarmiento (expediente número
1105). Su bisabuelo materno materno, Francisco Melchor Dávila Messía
Ovando y Zúñiga, mayordomo de Su Majestad.

Como curiosidad, podemos decir que un símbolo de los mayordomos era


la llave, como podemos apreciar en el campo de algunos escudos de armas de
los minutarios de los reyes de armas y también en algunos retratos como el que
traemos a colación.

Este es un retrato que


pintó Velazquez al conde-
duque de Olivares, que se
encuentra en el museo de
Sao Paulo y en él vemos a
don Gaspar de Guzmán,
conde-duque de Olivares,
con la llave de mayordomo
al cinto, las espuelas de
oro de caballerizo mayor,
y la cruz roja de Calatrava
bordada al pecho.
50

LAS RAÍCES RIOJANAS DE LA REINA FABIOLA DE BÉLGICA

Por José María San Martín Pérez


Presidente de la ARGH

El pasado 4 de octubre de 2009, doña Fabiola de Mora y Aragón fue


recibida como Dama del Ilustre Solar de Tejada. Este hecho, reflejado por la
prensa, ha puesto de actualidad su ascendencia riojana. El informe que acompaña
su expediente de ingreso, junto con las correspondientes partidas, es del tenor
siguiente:

GENEALOGÍA ACREDITATIVA DE LA LEGÍTIMA DESCENDENCIA DEL


ANTIGUO NOBLE E ILUSTRE SOLAR DE TEJADA DE SU MAJESTAD
LA REINA FABIOLA DE BÉLGICA, NATURAL DE MADRID Y VECINA DE
BRUSELAS. POR SU 7º ABUELO D. MARCOS DE LA PEÑA Y SOLANA,
SEÑOR DE TEJADA EN 1686.

I. DOÑA FABIOLA Fernanda María de las Victorias Antonia Adelaida


DE MORA Y ARAGÓN, Reina de Bélgica, nacida el 11 de junio de 1928
en Madrid, en el palacio familiar de la calle Zurbano, siendo su madrina
de bautismo doña Victoria Eugenia de Battemberg, Reina de España.
Dama del Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid, de las Órdenes de San
Juan de Jerusalén, de Isabel la Católica y de Santa Isabel de Portugal,
Medalla Ceres en 2001 (otorgada por la FAO) y Presidenta de Honor de la
Fundación Rey Balduino. Casada el 15 de diciembre de 1960 en Bruselas
con Balduino I, Rey de Bélgica (1951-1993), nacido el 7 de septiembre
de 1930 en Bruselas y fallecido de un ataque al corazón el 31 de julio de
1993 en Motril (Granada), en su residencia “Villa Astrida”, hijo del Rey
Leopoldo III de Bélgica y de Astrid de Suecia, su primera mujer.
Hija de:
II. DOÑA BLANCA Jacoba María de los Dolores Jesusa Luisa Margarita
Fernanda Dominga de Silos Ramona Bibiana de la Santísima Trinidad
DE ARAGÓN Y CARRILLO DE ALBORNOZ, nacida en Guetaria
(Guipúzcoa), bautizada el 30 de julio de 1892 en su parroquia de San
Salvador y fallecida el 16 de noviembre de 1981 en Madrid. Casó allí
el 8 de diciembre de 1916 con don Gonzalo de Mora y Fernández, IV
Marqués de Casa Riera, Grande de España y II Conde de Mora,
nacido el 14 de enero de 1887 en Madrid y fallecido en la misma el 22 de
noviembre de 1957, hijo de don Gonzalo de Mora y Riera (1836-1887)
y de doña María de la Concepción Fernández y del Olmo (1854-1930), I
Condesa de Mora29.
Hija de:

29. En 1894, Título pontificio.


51

III. DON CESÁREO Marcos Joaquín Luis de ARAGÓN Y BARROETA


ALDAMAR, nacido el 7 de octubre de 1864 en Madrid, bautizado al día
siguiente en su parroquia de Santiago y San Juan Bautista y fallecido en
la misma el 23 de septiembre de 1954. Caballero de Santiago y de San
Juan de Jerusalén, Diputado a Cortes y Senador del Reino. Casó el 8 de
septiembre de 1891 en Madrid con doña Blanca Carrillo de Albornoz
y Elio, VI Marquesa de Casa Torres, VI Condesa de la Rosa y XVII
Vizcondesa de Baiguer, nacida el 30 de Mayo de 1869 en Pamplona y
fallecida el 10 de agosto de 1935 en Madrid.
Hijo de:
IV. DON MIGUEL DE ARAGÓN Y GARCÍA DEL MAZO, nacido en el
Puerto de Santa María (Cádiz) y allí bautizado el 29 de diciembre de 1832
en su Iglesia Prioral, parroquia de Nuestra Señora de los Milagros. Casó
el 29 de mayo de 1862 en Madrid con doña María del Pilar de Barroeta
Aldamar y González de Echávarri, nacida en Guetaria y bautizada el 12 de
octubre de 1829 en su parroquia de San Salvador.
Hijo de:

V. DON MANUEL MIGUEL ARAGÓN E IBÁÑEZ, nacido el 10 de


marzo de 1784 en Aldeanueva de Cameros (La Rioja) y bautizado siete
días después en su parroquia de Santa María. Casó con doña María de los
Dolores García del Mazo y Tejo, nacida en 1805 en Cádiz.
Hijo de:

VI. DON MIGUEL ARAGÓN Y SORIANO, nacido el 11 de Mayo de 1754


en Aldeanueva de Cameros y bautizado el mismo día en su parroquia.
Casado en primeras nupcias con doña Antonia Josefa Ibáñez y Gadea,
natural de Aldeanueva y allí fallecida antes de 1787.
Hijo de:

VII. DON MANUEL DE ARAGÓN Y DE LA PEÑA, nacido en Aldeanueva,


bautizado el 21 de abril de 1726 en su parroquia y allí fallecido el 10
de octubre de 1789 tras recibir los Santos Sacramentos, bajo testamento
otorgado el 12 de mayo de 1788 ante el escribano Diego Domínguez Ruiz.
Casó con doña María Jerónima Soriano y García.
Hijo de:

VIII. DOÑA FRANCISCA DE LA PEÑA Y HERRERO, nacida el 25 de


febrero de 1692 en Aldeanueva y bautizada el 2 de marzo siguiente en su
parroquia, hermana entera de don Juan Manuel de la Peña y Herrero,
Señor de Tejada R. 2-10-1715 (II-5-24), nacido en 1701 en Aldeanueva
y morador en El Hoyo. Casada el 26 de julio de 1710 en Aldeanueva con
don Juan de Aragón y Pérez, natural de Argüijo, jurisdicción de la Poveda
(Soria).
Hija de:
52

IX. DON MARCOS DE LA PEÑA Y SOLANA, Señor de Tejada R. 14-9-


1686 (II-4-55), nacido el 25 de abril de 1660 en Aldeanueva de Cameros.
Casó con doña Catalina Herrero y Torre, nacida en 1664 en Aldeanueva,
hija de don Gregorio Herrero y Romero, Señor de Tejada R. 14-9-1635
(II-2-60v), y de doña Francisca Torre y de la Peña.
Hijo de:

X. DON MARTÍN DE LA PEÑA Y HERNÁNDEZ, Señor de Tejada R. 14-


9-1655 (II-2-80), nacido en 1618 en Aldeanueva. Casó allí el 17 de agosto
de 1647 con doña Catalina Solana y Mudo, nacida en la misma en 1624.
Hijo de:

XI. DON JUAN DE LA PEÑA Y ROMERO, Señor de Tejada R. 14-9-1613


(II-2-42), natural de Aldeanueva. Casó allí el 25 de abril de 1610 con doña
María Hernández y Romero, de igual naturaleza.

Fabiola y Balduino I, Reyes de los Belgas


12 de diciembre de 1960
53

ARCHIVO GENERAL DEL MINISTERIO DE FOMENTO.


LAS SORPRESAS QUE DEPARAN SUS EXPEDIENTES

Por Silvia Galarreta


Socia de la ARGH

La práctica básica y elemental de todo genealogista es localizar documentos,


esperando encontrar en ellos, al menos, un dato nuevo o la pista que nos lleve a
otro, y como en los Archivos Diocesanos un Acta de nacimiento nos lleva al
conocimiento de padres y abuelos (en el mejor de los casos, con sus respectivos
orígenes), también un Acta de defunción muy bien hecha nos puede proporcionar
el nombre de sus padres, estado civil al momento del deceso, profesión, número
de hijos y nombre de cada uno de ellos, afinidad del declarante y, seguramente,
alguna información mas.
Esto es, exactamente, lo que me encontré al obtener el Acta de defunción
de mi tatarabuelo, Justo Rufino Galarreta García, deceso ocurrido en la Villa
de Haro. En este caso, un empleado municipal muy meticuloso y celoso de su
trabajo hizo que en este documento encontrara varios datos bien definidos. Tan
bien definidos que aclaran hasta su dependencia laboral:
¡¡¡… ayudante 1ro. de Obras Públicas...!!!
Creo que sin haber terminado de leer el documento ya mi imaginación
estaba volando a Obras Públicas, pensando en que siendo un empleado del Estado,
habría en consecuencia algún legajo al respecto.
Y así fue. La maravilla de esta nueva forma de comunicación, Internet, me
llevó en pocos minutos a las páginas del Ministerio de Fomento y a su Archivo
General, lo que me dio la posibilidad de hacer mi petición:
• ¿Existen legajos de los empleados de Obras Puúblicas del siglo XIX?
• Mi interées reside en la persona de Justo Rufino Galarreta García,
agrimensor.
La respuesta no se hizo esperar, solicitando mis datos de residencia para
enviar copia. ¡No se dan idea de la sorpresa!, ya que de mi solicitud sólo habrían
de pasar 15 días -vivo en Ciudad de Buenos Aires (Argentina)- hasta que el sobre
me llegó.
Creo conveniente aclarar que la Jefa de Servicio del Archivo General es
la Señora Concepción Pintado Céspedes, quien además, aparte de responder a
mi solicitud, me ha orientado en la búsqueda de otros documentos. Lo aclaro
porque, si bien es su trabajo, le ha dado un valor añadido importante y eso merece
resaltarse.
Lo recibido son las fotocopias de todo el legajo en sus 32 años al servicio
de dicho Ministerio. Con los detalles de:
54

- Decreto de su nombramiento en 1856.


- Cada uno de los destinos asignados, lo que en este punto me dio la posibilidad
de ubicar el nacimiento de alguno de sus 6 hijos.
- Servicios especiales en la Carrera. En este punto detalla su participacióon en
la “La Gloriosa” revolución de septiembre de 1868 en Santander.
- Honores y Condecoraciones. Puedo confirmar en este ítem de esas historias
que pasan de generación en generación sin saber precisamente a que se refiere
y es que aquí detalla el nombramiento como Caballero de la Real y Distinguida
Orden de Carlos III, por decreto del 23 de agosto de 1870.
- Sus circunstancias al emprender la carrera. Por este punto se puede saber su
actuación con anterioridad al ingreso a ese Ministerio.
- Por último la notificación de su fallecimiento.
Claro está que de haber tenido una actividad independiente esto no podría
haber sido posible, pero en este caso lo fue.
No dejo de pensar en la esposa de este personaje, Doña Victoriana Tomasa
Pérez de Murillas, de la que no ha quedado hoja de servicio, pero que a lo largo
de esos muchos destinos dio nacimiento a cada uno de sus 6 hijos.
55
56

LA BLASA Y LA MONJA, UNAS NAVARRAS EN HERCE.

Por Alfonso Moreno Ortigosa


Tesorero y Socio Fundador de la ARGH

Cuando empezaba en esto de la genealogía, y haciendo caso a los que


más saben, empecé por preguntar a mis padres y a mis tíos y tías, que, aunque
mayores, tenían y tienen una memoria de los hechos más antiguos de la familia.
Ellos me dieron los primeros datos de nuestros queridos ancestros.
En estas conversaciones siempre salía “la Blasa” y su ascendencia navarra
y de su parentesco con una monja que vivía en la zona de Estella (Navarra).
Después de unos años de búsqueda de ancestros riojanos siempre visualizaba
el árbol genealógico que progresaba por todos los costados menos por ese lado
navarro: “la Blasa” falleció en Herce (La Rioja), pero no sabía mucho máas.
Empecé a intuir datos ciertos gracias a su partida de defunción, los datos
de un libro sobre Tiebas donde se recogen todos los protocolos notariales de la
villa, los de un Padrón de almas de Herce del siglo XIX, de la página web de
los mormones (www.familysearch.org), buscar en los protocolos notariales de
Herce y los monjíios de unas futuras monjas. Todo lo anterior y varias visitas al
Archivo Diocesano de Pamplona, pero al fin encontré el dato que me ha facilitado
continuar buscando por tierras navarras: Blasa Osteriz Senosiain nació en Estella
en 1845. Se casó en Lodosa en 1869 con mi bisabuelo, León Ortigosa Mazo.
Es decir, que encontrar los datos de mi bisabuela me ha costado muchísimo
más tiempo que poder encontrar a un ancestro del siglo XVI. Y es que en esto
de la genealogía hay que tomarse las cosas con un tempo lentísimo, es decir, con
mucha paciencia. Hay que saber disfrutar de los pasos que se dan. Para ilustrar
esto último recomiendo a todos leer la editorial del reciente segundo número
de la revista de la Asociación de Genealogía de Cantabria. Allí se describe al
aficionado a la genealogía de “autopista” y de “camino”. Todos hemos querido ir
vía autopista a buscar cuantos más ancestros mejor, y está bien al principio, pero
luego se disfruta mucho más parándose a ir “por el camino”, mas despacio, mas
reposado, contemporizando con las épocas que a esos ancestros les tocó vivir y en
sociedades de costumbres arraigadas, pero distintas de unos lugares a otros.
Bueno y ¿que pasa con la monja?
En Herce no nació ni se casó ninguna persona con el primer apellido Osteriz,
pero sí que murieron dos. Una era mi bisabuela, la Blasa; la otra era una persona
que había sido monja y que se llamaba Doña Estefanía. Y claro, esta historia no
podía quedar sin estudiar para un aficionado a la genealogía “de camino”.
A continuación viene mi pretensión de querer enlazar lo que mis padres y
tíos me contaban con lo que yo iba encontrando. Lo que hallé no era exactamente
57

tal como me lo contaron, pero no dejó de ser menos interesante. Tanto, que
dediqué varios meses a interesarme por unas monjas y poder llegar a describir
como una moza de Navarra vino a Herce para ser religiosa y fue finalmente la
última monja del Monasterio de Herce.

La Monja. La última monja del Monasterio de Herce


El Real Monasterio de Santa María de Herce se fundó en el año 1246. Era
de monjas de clausura que seguían la orden de San Bernardo. Se las conocía por
las “Monjas Bernardas de Herce”. El Monasterio presidió la vida de los vecinos
sobre los que tenía poder de señorío. La influencia del Monasterio llegaba
desde la villa de Herce, a sus aldeas: Santolalla de Abajo (actual Santa Eulalia
Bajera), Berbasa Luenga (actual Bergasillas de Abajo) y Bergasa Somera (actual
Bergasillas Somera); también a las villas de Hornillos, Torremuña y La Santa.
Las monjas no solo ejercían su poder a través de sus vasallos, sino a través de
las inmensas propiedades que tenía en la zona de Herce y por toda La Rioja,
fundamentalmente en la Rioja Baja. No hace mucho que se ha publicado una
excelente y detallada monografía sobre el señorío de este monasterio, desde sus
inicios hasta el siglo XVI30.
El paso de los siglos no hizo más que aumentar las posesiones e influencia
del monasterio. También el paso de los años hizo que los enfrentamientos de los
poderes civiles con las monjas fueran más frecuentes. No podía ser de otra forma,
los vecinos estaban obligados, por razón de vasallaje, a muchos impuestos y a no
poder poseer la propiedad de la tierra que cultivaban. Pero el paso del tiempo,
las nuevas corrientes políticas, la invasión de los franceses con la Guerra de la
Independencia y la merma de la influencia de las monjas dio paso a su liquidación
y expropiación con la desamortización, que en el caso de este monasterio fue en
el año 1870.
La cabeza visible era siempre la Señora Abadesa y ella ejercía el poderío
del señorío. No obstante, en todos los contratos, poderes y demás decisiones
importantes que se tomaban del monasterio en su relación con el exterior y
que dejaron rastro en las escribanías de Herce, se nombran a todas o casi todas
las monjas. Ellas con su firma rubricaban los documentos que los diferentes
escribanos redactaron. Ya en los últimos años de existencia del Monasterio casi
siempre eran un grupo de 4 a 5 monjas las que parece que deciden por todo el
monasterio, o al menos son las que firman documentos civiles. En ellos consta
siempre, en un lugar predominante, la Señora Abadesa, con expresión de sus
posesiones; además acompañan las firmas de la Priora, Subpriora y Cillerera.
Si bien es muy común que sean siempre todas las monjas las incluidas en estas
relaciones con el exterior, subscribiendo con su firma estos acuerdos.
Las monjas del monasterio procedían de toda la península, si bien la
naturaleza de Castilla y zonas limítrofes era lo más habitual. Procedían, con una

30. “Santa María de Herce y su abadengo en la Edad Media”. Pedro Pérez Carazo. Instituto de
Estudios Riojanos. Universidad de La Rioja. Logroño 2008.
58

mayor frecuencia, de buenas familias. Las futuras monjas pasaban una época de
novicias y después decidían si seguían en el monasterio. Esa decisión era muy
importante, para ella y su familia, al ser este un monasterio de clausura.
Es fácil pensar que para la mayoría de las monjas el ingreso era cuestión
de fe, pero tampoco es de extrañar que en otras religiosas el motivo de su
enclaustramiento fuese otro. A unas, el retiro era algo impuesto por sus familiares.
Para otras, y dado el poder que poseía el monasterio, era la posibilidad de alcanzar
cotas de poder que sus pudientes familias no les pudieron dar en la sociedad civil
y que se la trataban de dar en la sociedad religiosa, dentro del monasterio. No
nos toca ahora juzgar los motivos de las personas, si acaso solo tratar de llegar a
conocer cosas que pasaron en ese monasterio.
El proceso de monjío de las señoras que se incorporaban al monasterio
seguía un protocolo bastante parecido en todas ellas. Fundamentalmente constaba
de una aceptación de ser monja, una renuncia de las herencias que le pudieran
corresponder y una dote de los familiares hacia el monasterio.
Los monjíos eran más o menos frecuentes, en dependencia de las épocas,
y en los últimos años existencia del monasterio las monjas novicias, aunque
escasas, no faltaron. En el siglo XIX el número de monjas del monasterio osciló
entre 8 y 14, pero no dejaron de ingresar mozas o señoras en el convento.
Cuando el monasterio fue desamortizado, prácticamente todas las monjas
se trasladaron e ingresaron en el Monasterio Cisterciense “Nuestra Señora de la
Anunciación” de Santo Domingo de La Calzada.
Esta es la historia de de una moza navarra que llegó a Herce a ser novicia y
decidió quedarse como monja en un monasterio que iba a menos, hasta que acabó
por desaparecer. También fue la única monja que decidió, una vez desaparecido
el monasterio, permanecer en el pueblo en el que vivió como monja y morir en él.
Mi interés por ella es que fue la hermana de mi tatarabuelo navarro.
Doña Estefanía fue la única monja del monasterio que murió en Herce una
vez desaparecido éste y lo que sigue es lo que he podido averiguar de ella.

Monjío de Doña Estefanía Osteriz


Doña María Francisca Micaela Osteriz Arza, natural de Tiebas de Navarra,
era el nombre que tenía la moza de 22 años, cuando ingresó en el monasterio
como novicia. Allí tomó el nombre de Doña Estefanía y once meses después se
hizo definitivamente monja. Para ello, sus padres, que se trasladaron a Herce
para su monjío, dieron de dote cuatro mil reales de vellón al monasterio y su hija
renunció a la herencia que le correspondía.
Los monjíos se desarrollaron de forma muy semejante a lo largo de los
siglos. A veces duraban unos días y otras, como en el caso que nos ocupa, todo se
realizaba en el mismo día.
59

El proceso comienza con el encargo, por parte del obispo de Calahorra


y La Calzada, de formar una comisión encargada de confirmar si el deseo de la
futura monja era cierto y sin presiones por parte de terceros. En el caso que nos
ocupa se nombra al cura de Herce para que cumpla con este cometido.
Posteriormente se describe la aceptación del citado cura de ese encargo y de
los recados que se mandan al monasterio para que se deje en libertad a la novicia,
es decir, fuera del recinto de clausura, para que el comisionado pueda interrogar
y confirmar que el deseo de ser monja de la novicia es real y que lo hace sin
ninguna presión, en completa libertad. Estando la novicia al otro lado de la reja de
clausura del monasterio, en el llamado locutorio abacial, el comisionado realiza
el interrogatorio aceptando y dando facultad a doña Estefanía para ser monja.

Archivo Histórico Provincial de La Rioja. Protocolos Notariales de Herce.


Caja 5663, año 1829, folio 28r.
60

Trascripción31 del monjío de Doña Estefanía Osteriz Arza


[Folio 28r]
Escritura de renuncia Dª. Estafania Osteriz a favor de Ysidro Osteriz y de su
muger Dª. Franca Arza
En la Villa de Herce à dos de Septiembre de mil ochocientos veinte y nuebe,
Antemi elEscno y testigos que abajo se nombraran parecio presente Dª. Estefanía
Ostiz, hija legitima de Dn.Ysidro Ostiz, y de Dª. Francisca Arza el primero natural
de Tiebas, y la segunda Del Pueyo y dijo: Que reparando los inconvenientes que
pudiera perturbar su conciencia, en los peligros ordinarios del siglo, resolbio
entrar en Religión, y habiendolo consultado con sus Padres, lo trataron estos con
la Muy Iltre. Señora Abadesa, y Religiosas de este Rl. Monasterio, y concertaronmi
dote, propinas y Alimentos en la cantidad de quatro mil rs. Vellon, con calidad
de que renunciase en los citados mis Padres sucesiones presentes y futuras, en
cuya virtud habita patente del Dn. Sr. Benito sin - lan a Abad del Real Monasterio
de ntra Señora de Yranzu, y Prelado inmediato de este de Herce y hechos los
traslados ordinarios fue admitida por religiosa lega, y con el fabor de Dios ntro
Señor hadeser su profesion en este dia, y cumpliendo los espresados mis Padres
con la obligación que contrajeron, han pagado de presente la dha Dote, y recogido
recibo, otorgando tambien ante el presente Escrno en este mismo dia; ypara que
la remuneración que a la otorgte. le toca, tenga cumplido efecto les suplico àlos
espresados mis Padres que se hallan presentes me den facultad para poder obrar
libremente, otorgar, jurar; esta Escra., y los espresados Dn. Ysidro Osteriz, y Dª.
Francisca Arza sus Padres, como mejor decho., ledamos facultad àla espresada
nuestra hija Dª. Estefanía Osteriz como por dcho. Serequiere, y para el efecto
que la pide, y como si realmte. fuera hecha licencia ante Juez ordinario
[Folio 28vto]
Y con los requisitos y solemnidades necesarias, la habran por firme, ylo que
en virtud de ella obrare, no lo rebocaran ni contradeciran por causa alguna,
vajo espresa obligación de nuestros bienes, habidos ypor haber, yla espresada
Da. Estefanía aceptando como acepta, esta licencia de su libre voluntad, y
siendo sabedor de su dro., y de lo que en este caso leha combenido, segura
deque redunda en utilidad suya: otorga Que desepara, desiste, y aparta del
drcho y acción, propiedad, titilo, voz, y recurso que tiene yenqualesqa. forma
pueda pertenecerle àlos vienes delos espresados mis padres, y otras sucesiones,
presentes, y futuras, sin tener en ella cosa alguna, lo cede, renuncia, y traspasa
enlos espresados sus padres, para qe. como suyos propios los gocen, enagenen,
y doy poder yfacultad para que tomen la Posesion judicial, ò estrajudicialmte., y
en el interin me constituyo, por su inquilina por quanto por la dha cantidad delos
quatromil rs que han satisfecho, y pagado en este acto, me contento, y satisfago,
de todo quanto por dhas razones me pudiera corresponder, enlo que confieso
no hay lesion, y en el caso de haberla, hace gracia, y donacion dela demasia y

31. Literal, nada se ha modificado del original.


61

mas valor delos espresados Dn. Ysidro Osteriz, y Dª. Francisca Arza sus Padres
ò quien su Dcho representare, pura perfecta è irrebocable, que el Dcho llama
intervibos con insinuación ydemas clausulas si hubiere esceso, y se obliga ano
decir contra esta Esctra., que otorga de su libre, y espontanea voluntad, y declara
que no tiene hecha protesta en contrario, y si pareciere, la reboca, pues con la
dha Dote entregada tiene lo necesario para su subsistencia, y si reclamara esta
renuncia, quiere y consiente no ser oida en juicio, y por el mimo caso sea bisto
haberla aprovado: Y para que la obligen a su cumplimto.: Da Poder àlas Justicias
competentes renuncia de Beneficio derestitución integrum qe. como ame-
[Folio 29r]
nor edad le corresponde, y las demas leyes y derechos de su favor con la que proibe
su gral renunciacion enforma: Yjura por Dios ntro. Señor una señal deCruz de
cumplir, y no pedir absolución, ni relajación de este juramto. Aquien melo pueda
conceder: Y los espresados Dn. Isidro osteriz, yDª. Francisca Arza aceptan esta
renuncia en todo para usar de ella: Presentes para todo esto la Muy Ylltre Señora
y Religiosas de este Real Monasterio congregadas en comunidad à estefin, àla
parte de adentro dela Reja del cuarto, ò Locutorio Abacial todas ola mayor parte
delas que la componen, según sasi lo confesaron deque yo elEscno doy fee. Dijeron
que por cuanto altiempo que la enunciada Dª Estefanía Osteriz fue recibida por
Monja Lega en este Monasterio los espresados Dn. Ysidro Osteriz, ydª Francisca
Arza le mandaron quatro mil rr Von. Por dote propinas y alimentos con que cediese
sus derechos y acciones y renunciase sus legitimas, y otras sucesiones, enlos
espresados sus Padres, y esta comunidad vino en ello, de cuya paga tienen en
total recibido; y en su consecuencia la espresada Dª. Estefanía otorga la presente
cesion y renuncia que hemos oido y entendido su efecto, y cumpliendo con esta
obligación, y usando delas facultades otorgamos que aprovamos, y ratificamos
la Dha Esra de Renuncia y si es necesario nos apartamos de nuevo de quales
quiera bienes que puedan pertenecer, y pertenezcan a Dª. Estefanía, y à este
Real Monasterio en su nombre, los que cedemos alos citados sus Padres Dn.
Ysidro Osteriz à Dª. Francisca Arza, y nos obligamos a cumplirlo conlos vienes y
rentas decho Rl. Monasto, renunciando a las Leyes de ntro fabor, el Beneficio de
Restitución, ylaqe. proive su general renunciacion enforma, en cuyo testimonio
uno y otras asi lo otorgan siendo testigos Dn. Josef Mauricio Aguirre, Dn. Miguel
Ochoa y Albarez cura propio y Josef Recarte vecino de Biurrun, y los otorgantes
lo firmaron deque yo el Esno doyfe=
[Firman:]
Estefanía Osteriz
Ysidro Osteriz
Maria Manuela Eguizabal Abba.
Maria Bernarda Escalona Priora
Maria Angel Saenz de Tejada
Maria Escolastica Ylzarbe
Maria Clara Saenz de Inestrillas
Maria Pascuala Arenzana Subpriora
62

Franca. Roberta de Achulecu


Luzgarda Saenz de Tejada
Maria Umbelina Pascual
Maria Emigdia Herce
Maria Manuela Ruiz de Soriano
Joaquina Arana
Maria Benita Sanchez
Antemy
[Firma] Salvador Diez
[Folio 30r]
Nos Don Ygnacio Ribes y Mayor, por la gracia de Dios y de la Santa Sede
Apostolica, obispo de esta Diocesi de Calahorra y La Calzada, Señor de la Villa
de Arnedillo del Consejo de S.M.
Por quanto se nos ha hecho relación por la R. M. Abadesa del monasterio
de Religiosas Bernardas de la Villa de Herce, hallarse en el de Novicio por
religiosa de Velo blanco Estefanía Osteriz; próxima á cumplir el año de su
Noviciado y desear la profesion, que está votada por la Comunidad, y que solo
falta explorarla su voluntad y ponerla pa. ello en libertad. Deseando que esto
se verifique, y se cumpla con lo dispuesto por leyes canonicas y Sto Concilio
de Trento: Por las presentes y su tenor damos comision en forma al Licdo. Dn.
Miguel Ochoa y Alvarez, cura propio de dha Villa de Herce y nuestro Vicario
del Partido de Arrendó, para que pase a dho convento y ponga en libertad á la
referida Estefanía osteriz, sacandolaá la Puerta Reglar ó parage acostumbrado,
explorandola su voluntad, y recibiendola juramento en debida forma, la tomará
su declaracion en razon á su nombre apellido y naturaleza; quienes son sus
Padres, que edad tiene; que tiempo hace se halla de Novicia en dho Monasterio
con habito de tal; si goza de entera libertad; si ha sido violentada por alguna
persona para entrar en religión, tomar dho habito; hacer esta declaración y
profesar; si ha experimentado las cargas y votos de la Religión, y si con ellas y sus
obligaciones quiere perseverar; haciendola las demas preguntas que convengan
y sean necesarias para averiguación de la verdad: Y resultando de sus respuestas
querer profesar de su libre y espontanea voluntad, estando en tiempo y edad
legitima para ello, la dará licencia en nuestro nombre para que pueda profesar y
disponer de su legitima paterna y materna y demas que le pertenezca, a favor de
cualesquiera personas, haciendo en su razon las escrituras que convengan con
las clausulas y firmezas necesarias;
[Folio 30vto]
á las que otorgadas por la suso dha desde luego interponemos nuestra autoridad
ordinaria y decreto judicial para que valgan y hagan fe en juicio y fuera de él;
pues para todo ello y lo demas anejo y concerniente, conferimos á dho nuestro
vicario nuestro poder cumplido, y cometemos nuestras veces plenamente. Dada
en la Ciudad de calahorra á diez y siete de mayo de mil ochocientos veinte y
nueve.
63

[Firma]
Ygno. obpo de Calaha. y la Calza.
Por m.do de SS.Y. el obo. mi S.or.
[Firma] Dro.- Juan Cortinal

Aceptación En la Villa de Herce á dos de Sep


[Folio 31r]
tiembre demil ochocientos veinte y nuebe: ElSeñor Lizdo. Dn. miguel Ochoa y
Albarrez cura propio del a Yglesia parroquial del proto martir Sn. Esteban dela
misma, y vicario Eccno del partido de valde Arnedo, por antemi el Escno del
mismo Numero y Notario publico de este obispado dijo: Que acepta y aceptaba
la comision que se le confiere enla comision que antecede, ypara cumplir conlo
que en ella selemanda, ante todas cosas pasele el recado atento correspondiente
àla Señora Abadesa de este real Monasto. de religiosas Dª. Manuela Eguizabal,
para que ponga en libertad àla nobicia Dª. Estefanía Osteriz, y estando lo
recibasele la correspondiente declaracion jurada, por los particulares que la
misma comision espresa, y evaluado seprovehera lo demas que corresponda: Asi
lo acepto cumplemento mando y firmo dho Senor heñida villa dho dia mes y año
deqe. yo el notario doyfee=
[Firma]
Licdo. Dn. Miguel Ochoa Alvarez
Antemy
Salvador Diez

Diliga.
Doyfe Yo el notario ecno que en este mismo dia, me he constituido en el combento
de religiosas Bernardas dela misma, y estando en el locutorio Abacial toque la
campanilla, y, saliendo una de sus sirbientas, le manifeste pasase recado àla
Señora Abadesa, lo qual verifico, y haviendo salido la señora Dª. Manuela
Eguizabal Abadesa dedho Rl. Monasterio, le hice saber y notifique la comision y
provida. de aceptación que antecede, quien hatra cargo, contesto sehalla pronta
a hacer entrega palmar dela espresada novicia Dª. Estefanía Osteriz, lo qual
egecuto apresencia una del Sr. comisionado y de otras muchas personas, ypa que
conste lo pongo por diligencia en estavilla de herce à dos de Septiembre demil
ochocientos veinte y nuebe=
[Firma]
Salvador Diez

Declaracn. de Dª. Estefanía Osteriz


En la Villa de Herce ados de Sepbre
[Folio 31vto]
64

De mil ochocientos veinte y nuebe: Su mrd elseñor Licdo. Dn. miguel Ochoa y
Alvarez cura propio delaYga. Parroql. de esta Villa, y Vicario Enco. Del Partido
de Valde Arrendó, hizo comparecer antesi aDª. Estefanía Osteriz en la religión,
aquien dho Señor por antemi el Notario le recibio juramento por Dios ntro Señor
y una señal de Cruz como en dro serequiere, y siendolo por las preguntas que cita
la comision acada una dijo lo sigte.------
Sellamaba en el siglo Maria Francca. Micaela, y en la religión Estefanía, Osteriz,
que es hija legitima de Ysidro Osteriz y de Francisca Arza, que es nral. dela Villa
de tiebas dela qe. sus padres son vecinos, de edad de veinte y tres años, que hace
tomo el habito de novicia en el citado Monasto. once meses con habito de Lega,
que goza y hagozado de estera livertad, que no hasido biolentada por persona
alguna, pa. entrar enla religión tomar el Habito, ni para hacer esta declaracn.
ni para profesar, que ha experimentado las cargas y votos de la religión, y que
con ellas, quiere perserberar, y con todas las obligaciones, y finalmte. hechas
algunas preguntas y repreguntas dijo que queria profesar de su libre y espontanea
voluntad Asi lo espreso vajo del juramto. que tiene prestado, en el qe. y en esta su
declaración leida que lefue en ella se afirmo y ratifico dijo ser dela edad de veinte
y tres años y lo firmo con su mano doyfee=
[Firmas]
Estefanía Osteriz
Licdo. Ochoa Alvarez
Antemy
Salvador Diez
Por lo que resulta dela antecedente declaracion, y en
[Folio 32r]
Uso dela comision que tiene aceptada: su mrd el Sr. Licdo. Dn. Miguel Ochoa y
Albarez cura propio delaYglesia Parroql. de estaVilla y Vicario Ecno del partido
de Valde Arnedo, daba y dio facultad ala novicia Dª. Estefanía Osteriz para que
profese la orden del cister en este Real Monasterio en conformidad atener los
votos delas Religiosas, que componen la comunidad, y pº. que antes otorge las
Escras de renuncia, y demas que sean necesarias, àlas quales desde àhora para
entonces en nombre del Sr. obispo de este obispado deCalahorra, yla calzada
interpone su autoridad y decreto judicial Asi lo mando y firmo dho Señor Juez de
comision en este Villa de Herce ados de Sepbre demil ocho cientos veinte y nuebe
deque yo el Notario doyfee=
[Firmas]
Licdo. Dn. Miguel Ochoa
Antemy

Salbador Diez
65

Una vez que hemos visto el monjío de nuestra Estefanía y para hacernos
una idea de la ocupación del monasterio en sus últimos años hay que resaltar lo
recogido en el Padrón de vecinos de Herce. En el año 1867 se realizó, como en
otros años, un padrón de vecinos que fue el último padrón de vecinos de Herce
en el que se harían constar los nombres de las monjas del monasterio. Esto fue
así porque sólo quedaban tres años para que el monasterio desapareciese, con
el proceso de su desamortización. Así la siguiente transcripción hace referencia
a la zona municipal de la villa de Herce donde se ubicaba el monasterio y se
mencionan las ocho monjas que habitaban en el monasterio, entre ellas nuestra
doña Estefanía:

HERCE. AÑO DE 1.867

Padrón del número de almas que existen en esta Villa


Padrón general de todas las personas de ambos sexos residentes en el Distrito
Municipal de Herce con inclusión de las que se hallan accidentalmente ausentes,
formado con arreglo al artículo 35 de la Ley de Reemplazos.
Número Denominación Calles y Número
de las casas Relación Nominal de habitantes de
Habitantes
PATIO DE LAS MONJAS
Manzana 1
1 ESCUELA DE NIÑOS
2 Monasterio con las monjas siguientes: Doña 8
Joaquina Quintana; Doña Asunción Soleat; Doña
Teresa Heredia; Doña Humbelina Paz; Doña
Bernarda Ochoa; Doña Josefa; Doña Estefanía
Hernández ...
3 ESCUELA VIEJA
4 CORRAL
5 MOLINO
6 Francisco Arpón y Vicenta Muñoz. Sobrino Santiago 4
Marzo D. Fernando Eguizabal, Pio ...

En el año 1870 se produjo el proceso de desamortización del Monasterio.


Aunque no se puede asegurar, la apropiación del mismo por parte de algunos
vecinos del municipio y de los alrededores culminó con la desaparición del mismo
de forma súbita. Las monjas que quedaban se fueron al Monasterio Cisterciense
“Nuestra Señora de la Anunciación” de Santo Domingo de La Calzada, y allí
llevaron sus posesiones y documentos fruto de tantos siglos de existencia en
Herce. Pero nuestra monja, Doña Estefanía, se quedó. Seguramente prefirió vivir
sus últimos días y morir en el pueblo que le acogió, al lado de sus familiares
navarros, que también lo han sido como ancestros de quien escribe estas líneas
66

Tres años después del proceso de desamortización del monasterio las


monjas enterradas en el recinto del monasterio a lo largo de los siglos fueron
inhumadas y enterradas en la iglesia de San Esteban Protomártir de Herce. Parece
que el pueblo rindió honores a los restos de las monjas en su nuevo enterramiento.
Y todo ello a pesar de los roces y pleitos que unas y otros tuvieron en su estrecha
relación a lo largo de los siglos. Así está descrito en el Libro de difuntos de Herce
donde se hace el siguiente apunte entre otros enterramientos.

Traslado de los restos de las Bernardas enterradas en Herce32


Seis de marzo de 1873.
Adperpetuam rei memoriam
Yo el infrascripto presbitero Cura propio, comisionado por el Exmo é Yllmo
Sr.Dr. Dn. Sebastián Arenzana y Magdalena, para la exumación y traslación de
los huesos ó restos mortales de Religiosas del exconvento de S.n bernardo de
esta Villa; Certifico y anoto, para que conste en todo tiempo, que escabados los
enterrarios de dicho Convento, ó sean el Campo santo, Capitulo Comulgatorio y
Belén, se encontraron bastantes restos humanos ó huesos; los que colocados en
una decente caja de madera de pino de forma cuadrada y trasladados con gran
pompa y solemnidad y en medio de un grande acompañamiento de lo mas regular
del pueblo, que acompañó procesionalmte, fueron colocados en la Parroquia de
S.n Esteban, única de esta villa, en el suelo del cerco que sirve de paso de la
Capilla de la Patrona Sta. Ana á la de las animas y Sacristia, á presencia del
citado concurso y nominalmte. de D.n Serafín Martinez, D.n Servando Ruiz, D.n
Yldefonso Garcia, D.n Santiago Rodríguez, y de otros muchos. Y para que conste,
lo firmo en esta Villa de Herce, á seis de Marzo de el año de mil ochocientos
setenta y tres, fecha en que tubo lugar esta ceremonia.
[Firma] Estanislao Badillos y Atauri

Un año después de este acto falleció en Herce nuestra monja, Doña Estefanía,
el 25 de abril de 1874, siendo enterrada al día siguiente en el camposanto del
pueblo.

Defunción de doña Estefania Osteriz33


Veintiséis de abril de 1874.
Doña Estefanía Osteriz y Arza
En la villa de Herce á veintiséis de Abril de mil ochocientos setenta y cuatro: Yo
el infracripto Presbitero Cura propio de la Parroquial Yglesia de Sn. Esteban
Prothomartir dí sepultura Ecea en el camposanto de esta villa al cadaver de
de Dª. Estefanía Osteriz yArza monja profesa de velo blanco, exclaustrada
procedente de el Rl. Convento de Monjas Bernardas que existió en est avilla,

32. Libro 9 de Difuntos de Herce, folios 121r y 121v.


33. Libro 9 de Difuntos de Herce, folios 134vto y 135r.
67

natural de Tiebas en la provincia de Nabarra, hija legitima de Ysidro Osteriz y


de Francisca Arza. Falleció el día anterior á las tres de la mañana de efeccion de
pecho segun declaracion del facultatibo, repentinamte., por lo que solo sela pudo
absolver subconditione y administrarle el sacramento de la Estrema-uncion, á
los sesenta y cuatro años de edad, y sus enteresados dispusieron fuese sepultada
sin oficio con solo recibimiento de cuerpo y misa de cuerpo presente. Fueron
testigos del sepelio Dn. Serbando Ruiz Jose Garcia Y Guillermo Martinez de esta
vecindad. Y para que conste lo firmo en ella fecha ut supra
[Firma]

Mas tarde llegue a encontrar la partida de nacimiento de la monja en Tiebas


y así confirmar que “la Blasa” fue sobrina de la monja.

Nacimiento de doña Estefanía (Maria Micaela Francisca) Osteriz Arza34

[Al margen]
Maria, Micaela,
Fran.ca Osteriz
Nº 91

34. Libro 1 de Bautizados de Tiebas, folio 16r. Archivo Diocesano de Pamplona (Navarra) Rollo
748-1.
68

Dia ocho de maio de mil, ochocientos, y seis, alas ocho dela mañana nacio
una Niña de legitimo Matrimonio de José, Ysidro deOsteriz, natl, de esta villa
de Tiebas, y francisca Lorenza de Arza, natl, del Pueyo; Dia diez del mesmo la
bautice en esta Parroquia de Sta. Eufemia; se le puso por nombre María, Micaela,
francisca; fue su Padrino José francisco de Elizalde, natl, de Guerendiain, à
quien adverti el Parentesco Espiritual, que contrajo conla Niña, y sus Padres,
y la obligación de Padrino; Abuelos Paternos, Pedro Josè de Osteriz, natural
de esta villa, y Juana Getrudis de Elizalde, natural de Guerendiain, Maternos,
Martin de Arza, natl, de Vidaurre, y francisca Xaviera Rufia, natl de Pamplona
dela Parroquia de San Lorenzo, y para que conste hice este asiento Dia, Mes, y
Año, ut supra
[Firma]
Dn. Nicolas Rufia Vico.

Una vez conocidos estos sucesos, quien escribe imagina que, seguramente,
en alguna de las visitas a Herce que los familiares hicieron a esa monja hubo otra
moza, sobrina de la monja, que de paso por Herce se enamoró de un mozo del
pueblo. Por lo que fuera se casaron en Lodosa, por ser a mitad de camino entre
ambos pueblos, o por alguna otra razón que no he llegado a conocer. Se casaron,
tuvieron hijos y uno de ellos fue mi abuelo, al único de los abuelos que no pude
conocer.
Todo lo anterior no hubiese sucedido así de no haber existido un monasterio
de monjas en Herce. Una de las tantas cosas curiosas que sucedieron, suceden y
sucederán.
Y aquí termina esta historia. Ya solo resta decir que solo dos personas
vivieron y murieron en Herce con el primer apellido Osteriz: una fue nuestra
monja y la otra Blasa Osteriz Senosiain, mi bisabuela. Es a ella a quien le debo el
interés por nuestras monjas y en concreto por Doña Estefanía. El apellido Osteriz
desapareció de las historias de Herce con ellas. Sirva este recuerdo para ellas
y para todas las monjas que vivieron en el Real Monasterio de Santa María de
Herce y, por supuesto, también para el abuelo León.
69

DE LOS ERRORES Y ACIERTOS DE UNA INVESTIGACIÓN

Por Jesús Barriuso Sáenz


Secretario y Socio Fundador de la ARGH

Todo buen investigador se debe a la seguridad y a las afirmaciones que


poseen los legajos que estudia y a los errores que estos incluyen.
No es difícil encontrar en una partida de bautismo correcciones que son
anotadas en los márgenes o dentro de los textos que se están estudiando. Tal es
el caso del “digo”, el “valga” o “no valga” tan comunes en las partidas que
habitualmente vemos. También pueden aparecer anotaciones como “murió”.
Por ejemplo: bauticé a un niño hijo de Diego Martínez y de Isabel
Fernández, digo Juana Martínez. Fueron sus abuelos paternos Juan Fernández
y María Fernández, digo Pedro Martínez y Ana Fernández.
Es por esto que no todo lo que uno lee tiene la validez que se le supone.
Simplemente las cosas no siempre son lo que parecen y no parecen, ni mucho
menos, lo que son. Así pues, es común encontrar que un bautizado en una partida
es nieto de unos abuelos y el hermano es nieto de otros abuelos. No sabemos al
final quien es nieto de quien, hasta que no corroboramos la información con otros
hermanos o con matrimonios.
Por ejemplo:
El hermano 1: nieto de Diego Martínez y Ana Fernández.
El hermano 2: nieto de Diego Fernández y Ana Martínez.
El hermano 3: nieto de Diego Martínez y María Fernández.
A veces, al final de los libros podemos encontrar apuntes o partidas nuevas
en relación con las anteriores, o partidas de bautizados que están anotadas cinco
o seis años después de haber sucedido el nacimiento. Otras veces, simplemente,
hay datos omitidos.
Por ejemplo: Esta partida debe ir en la página 247v justo antes de la de
Diego Martínez y así lo firmo dicho día mes y año.

Puede ocurrir también que no salgas de un pueblo o de una parroquia con


una línea de investigación y que, de pronto, te quedes “atascado” con una persona
porque encuentras a todos sus hermanos y a él no. Revisas todo lo estudiado en
busca de algún error y cuando ya lo has dado todo por perdido y estás centrado en
otra rama y en otro lugar aparece aquel al que tanto buscaste, en un pueblo a dos
kilómetros o a doscientos cincuenta del de su familia, porque el destino quiso que
sus padres pasaran allí una temporada trabajando o quizás visitando o cuidando
a algún familiar.
70

En ocasiones, en los documentos que estudiamos, pueden aparecer el mote


del abuelo o su profesión, pues es así como entonces era conocido, pero ahora,
cientos de años después, nada sabemos ya de eso.
Por ejemplo: Lucas Martínez hijo de Diego Martínez y María Fernández.
Fueron sus abuelos paternos: Juan chato y Catalina de abajo, sus abuelos
maternos: Pedro el del río y Ana Fernández.
Con un poco de paciencia estos casos son fácilmente solventados. No
obstante, hay una situación que nos trae a todos los investigadores de cabeza y es
el encontrarse a dos personas con el mismo nombre y apellido, casados con otras
dos que también tienen el mismo nombre y apellido. ¿Cuál es el correcto? ¿Cómo
sé cuál es el correcto? ¿Qué debo hacer?
Un día encontramos a: Juan Fernández hijo de Diego Fernández y de
Ana Fernández nacido el mismo mes y año que Juan Fernández hijo de Diego
Fernández y de Ana Fernández, pero que tienen diferentes abuelos. Cuando esto
sucede podemos realizar una investigación más minuciosa y no debemos perder
los nervios. Hay que revisar todos los nacimientos, fechas de matrimonios y
defunciones. En lugares pequeños esto suele ocurrir con frecuencia y en cualquiera
de los nietos o hijos hay algún apunte que desvela la confusión.
Así que, quien piense que este trabajo es monótono y aburrido, ya puede
ver que no es así. Por el contrario, está lleno de anécdotas, enigmas y apuntes de
acontecimientos históricos: obras en las parroquias, visitas de personajes ilustres,
nombramientos de reyes y reinas, inundaciones o terremotos -como el que sacudió
nuestra región el 30 de mayo de 1532-, que no hacen sino ayudarnos a no perder
la perspectiva de lo que hacemos, pues en muchos casos no vemos mas allá de las
fechas y los nombres que nos ocupan.
71

DE LO DIFÍCIL QUE PUEDE SER CASARSE, O DE LO QUE PUEDE


EL AMOR (II)35

Por Alfonso Moreno Ortigosa

(continuación del Boletín nº 1)

De todas las maneras, las pretendidas oposiciones de los padres no


llegaron a buen fin, pues el trece de diciembre, es decir, doce días después del
anterior documento, los novios consiguen la licencia que les fue concedida por el
Excelentísimo Sr. Don Carlos O’Donell, a través del decreto certificado por Don
Francisco Simón y Moreno, Escribano de Cámara del Rey. Esto fue suficiente
para que el cura los pudiese casar el día diecinueve, seis días después de recibido
el permiso definitivo y que, por desgracia, no he podido localizar.
Excusa decir que si los novios no hubiesen sido tan perseverantes en su
empeño, seguramente quien escribe estas líneas hablando de sus tátara tatarabuelos
por línea directa, no hubiera nacido y no les estaría contando esta historia.
También es cierto que Manuela García falleció4 a los 30 años de edad,
el 1 de mayo de 1832 y que su marido, Juan Moreno, se volvió a casar5 el 30 de
agosto de 1832, con una moza de la quinta de Manuela. Así que Juan tardó unos
tres meses en volver a casarse. También es verdad que ese matrimonio no duró
mucho, pues algo menos de 4 meses después de este segundo matrimonio, Juan
Moreno fallecía6, el 22 de diciembre de 1832.
Lo cierto es que del matrimonio de Juan Moreno y Manuela García
nacieron al menos cuatro hijos, uno de ellos fue Benito Moreno García, mi
tatarabuelo, pero esa es otra historia.

FUENTES DOCUMENTALES:
1
Libro 5 de Casados de Herce (La Rioja), folio 214 vto.
2
AHPL. Protocolos notariales. Herce. Caja 5662. Año 1819, folio 87r y vto.
3
AHPL. Protocolos notariales. Herce. Caja 5662. Año 1819, folio 94r y vto.
4
Libro 7 de Difuntos de Herce, folio 132vto.
5
Libro 6 de Casados de Herce, folio 33r.
6
Libro 7 de Difuntos de Herce, folio 134vto y 135r.

35. Debido a un error técnico, que subsanamos ahora, quedó fuera del boletín nº 1 la última página
de este articulo. Es la siguiente.
AGRADECIMIENTO PÚBLICO A
D. MIGUEL ÁNGEL ESCOBAR MARTÍNEZ

Queremos expresar, desde esta asociación, nuestro agradecimiento a D.


Miguel Ángel Escobar Martínez, médico y especialista en otorrinolaringología,
con residencia y actividad profesional en La Rioja.
El motivo de nuestro agradecimiento es la donación que ha realizado a esta
asociación de los fondos de la revista Hidalguía, que a partir de ahora están a
disposición de cualquier miembro.
Estos fondos fueron coleccionados por el padre del donante: Don Eduardo
Escobar Zarategui, “VERNUCHI” en los ambientes genealógicos. Don Eduardo
fue un gran aficionado a la genealogía y la heráldica, así como suscriptor de la
revista Hidalguía desde su primer número, allí por el año 1953. Vaya también
nuestro agradecimiento y nuestro recuerdo para VERNUCHI.

ASOCIACIÓN RIOJANA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICA


A.R.G.H.
Inscrita en el Registro Autonómico de Asociaciones con el nº 2.512
CIF G.26435818
Paseo Francisco Sáenz Porres, nº 1
Casa de las Asociaciones
26009 Logroño (LA RIOJA)

Cuota anual de socio: 10 €


Nº de cuenta de CAJARIOJA: 2037 0070 79 01 15088874

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genrioja@hotmail.com

La Asociación Riojana de Genealogía y Heráldica no se hace responsable de las opiniones


o manifestaciones vertidas en los artículos que vayan firmados en este Boletín.

Quienes deseen enviar noticias, artículos o comentarios, pueden dirigirlos a las direcciones
indicadas o a cualquier miembro de la Junta Directiva. Todos los textos se remitirán en
formato informático y firmados por su autor.

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