El uso recreativo de la marihuana se refiere al consumo de esta
planta con fines de diversión o placer personal. La marihuana
contiene un compuesto psicoactivo llamado delta-9- tetrahidrocannabinol (THC), que puede producir efectos eufóricos y relajantes en los usuarios. Las personas que utilizan la marihuana con fines recreativos pueden hacerlo de diversas maneras, como fumarla en cigarrillos (conocidos como "porros" o "joints"), inhalarla en pipas o vaporizadores, o comerla en forma de alimentos o bebidas (como "brownies" o té de marihuana). Los efectos de la marihuana pueden variar según la cantidad consumida, la forma en que se consume, la potencia del producto y la sensibilidad individual. Algunos de los efectos comunes del consumo de marihuana recreativa incluyen una sensación de relajación, aumento de la sociabilidad, alteración del sentido del tiempo y del espacio, cambios en la percepción sensorial, aumento del apetito y alteración del estado de ánimo. También puede causar efectos secundarios no deseados, como paranoia, ansiedad y somnolencia. En muchos lugares del mundo, la legalidad del uso recreativo de la marihuana varía. En algunos países, como Canadá y Uruguay, es legal para uso recreativo, mientras que en otros, como Estados Unidos, la legalidad varía de estado a estado. A pesar de la legalización, hay ciertas regulaciones y restricciones sobre su uso, como la edad mínima para comprarla y la cantidad permitida para poseer y consumir.