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amor» y el «camino del miedo». Estos dos caminos son meros puntos de
referencia para entender de qué modo vivimos nuestra vida. El propósito de estas
intente obtener algún control sobre las elecciones que hacemos. Veamos algunas
el camino del miedo, la razón de cualquier cosa que hagamos es que «tenemos»
que hacerla y esperamos que otras personas hagan algo porque «tienen» que
hacerlo. Tenemos una obligación y tan pronto como «tenemos» que hacer algo,
con él.
tenemos miedo, hacemos cosas porque suponemos que tenemos que hacerlas y
esperamos que los demás hagan lo mismo. Esa es la razón por la que el miedo
provoca dolor y el amor no. Esperamos algo, y si no tiene lugar, nos sentimos
heridos porque, suceda lo que suceda, está bien. Esta es la razón por la que,
cuando estamos enamorados, las cosas apenas nos duelen; no esperamos nada de
respeta a sí mismo. Desde el momento que yo siento lástima por ti, dejo de
respetarte, porque creo que no eres capaz de hacer tus propias elecciones. Y
cuando empiezo a hacer las elecciones por ti, te pierdo el respeto del todo.
podríamos decir que la mayoría de las veces en las que les decimos a nuestros
hijos cómo deben vivir su vida, es porque no los respetamos. Sentimos lástima
de ellos e intentamos hacer lo que deberían hacer por sí mismos. Por otro lado,
no soy lo bastante bueno para desenvolverme en este mundo. Pero ¿cómo puedes
de la falta de respeto.
El amor no tiene piedad; no siente lástima por nadie, pero tiene compasión.
El miedo está lleno de pena, siente lástima por todos. Tú sientes lástima por mí
es uno de los errores más grandes que cometemos, porque cada acción tiene una
la razón por la cual todo ser humano es totalmente responsable de sus actos,
aunque no quiera serlo, ya que aun cuando otras personas intenten pagar por sus
errores, al final acaba pagando por ellos, y en esas ocasiones, el doble. Cuando
drama.
miedo nos hace sufrir tanto? Nos sentimos víctimas por todo, enfadados o tristes,
celosos o traicionados.
El enfado no es otra cosa que el miedo cubierto con una máscara. La tristeza
también es el miedo cubierto con una máscara. Y los celos son miedo cubierto
con una máscara. Y con todas esas emociones que provienen del miedo, y que
somos amables porque no nos sentimos bien, y tampoco somos felices. Si estás
siempre hay una sonrisa dibujada en tu rostro. Te sientes bien contigo mismo, y
como eres feliz, eres amable. El amor siempre es amable y esa amabilidad te
ajustas a la imagen que he creado de ti. Construyo una imagen de cómo deberías
ser, y dado que no eres y nunca serás como esa imagen, té juzgo por esa razón y
contigo. Sólo finjo ser amable. En el camino del amor no hay ningún «si»; no
hay condiciones. Te amo sin que hayan razones ni justificaciones de por medio.
Te amo tal como eres y eres libre de ser tú mismo. Si no me gusta tu forma de
ser, entonces será mejor que busque a alguien que sea como a mí me guste. No
una relación porque siente que tiene que hacerlo. Mantiene una relación con
convierte en víctima, explica chismes de los demás, critica con sus amigos en el
bar. Consigue que los miembros de una familia se odien los unos a los otros.
Acumula veneno emocional y lo esparce entre sus hijos. «Mira lo que me hizo tu
padre. No seas como él. Todos los hombres son iguales; todas las mujeres son
iguales.» Esto es lo que hacemos con las personas a las que tanto queremos: con
emocional, cuando, lo cierto es que no debería existir ninguna regla. Estas reglas
cuando tenemos miedo, mentimos. Si tu expectativa es que tengo que ser de una
en realidad no soy lo que tú quieres que sea. Entonces, el día que soy sincero y
me muestro tal como soy, te sientes herido, te enfadas, así que te miento porque
a castigarme. Y después, cada vez que te acuerdas de ese error, me castigas sin
una vez por él, y si realmente te amas a ti mismo, aprendes de ese error. En el
camino del miedo no existe la justicia. Te obligas a pagar miles de veces por el
mismo error. Haces que tu pareja o tu amigo pague mil veces por el mismo error,
humanos hacen dramas de todo, incluso de las cosas sencillas y pequeñas. Pero
si vemos esas desdichas en las relaciones normales del infierno es porque las
En toda relación hay dos mitades. Tú eres una mitad y la otra mitad es tu
hijo, tu hija, tu padre, tu madre, tus amigos, tu pareja. De esas mitades, eres
cuán próximo te sientas o cuánta fuerza creas que tiene tu amor, bajo ningún
es posible saber lo que siente esa persona ni lo que cree ni conocer todas las
suposiciones que hace. No sabes nada de ella. Esa es la verdad, pero ¿qué
propósito es el de recibir las pequeñas dosis que nos hacen sentir bien. Cuando
razón.
inteligente para ver lo que es bueno o malo para ti. Doy por hecho que no eres lo
mismo. Tomo el control y te digo: «Déjame que lo haga por ti» o «No hagas
eso». Intento suprimir tu mitad de la relación y controlarla por entero. Pero, si
Con la otra mitad podemos compartir, disfrutar, crear juntos el sueño más
sueño, un sueño que jamás podremos controlar por mucho empeño que
pongamos en ello. Entonces, ante una situación así sólo podemos hacer dos
cosas: bien crear un conflicto e iniciar una guerra de control o bien convertirnos
uno del otro: nunca. Aunque los dos juguéis al tenis de distinta manera, tenéis el
Ahora bien, si tu pareja quiere controlar el juego y te dice: «No, no juegues así;
absoluto y con el tiempo, no querrás jugar más con ella. En este caso, en lugar de
En el camino del amor, se da más que se toma, y por supuesto, te amas tanto
venganza, pero te comunicas con claridad. Dices: «No me gusta cuando intentas
que yo sea egoísta, es sólo que no siento la necesidad de tener a una gran víctima
Podemos hablar del amor y escribir mil libros sobre él, pero el amor será