Suscríbete a DeepL Pro para poder traducir archivos de mayor tamaño.

Más información disponible en www.DeepL.com/pro.

los granates. Sugirió que la transición de núcleos de

248 granate harzburgítico subcálcico a bordes lherzolíticos
podría reflejar el equilibrio de la harzburgita, concebida
La fuente del fluido responsable de la etapa (a) no es como cuerpos relativamente pequeños, con una matriz de
obvia. Sin embargo, las tendencias químicas en las lherzolita envolvente. Si bien este modelo podría explicar
distintas muestras sugieren que tanto (a) como (b) la zonación Ca-Cr de los granates, es difícil de conciliar
parecen converger hacia un punto final común (Fig. 9), con la introducción de Zr, Y y Ti que los acompaña; estos
y la corta escala temporal de la etapa (b) sugiere que elementos no están presentes en los granates.
está asociada bien con el magma kimberlítico, o bien
con algún pre cursor inmediato. Si esto es cierto,
entonces parece probable que los fluidos responsables
de la etapa (a) también puedan derivar de fundidos que
intruyeron volúmenes locales de manto en las primeras
etapas del magmatismo kimberlítico. Este proceso
puede haber estado muy extendido bajo el distrito de
Himberley, ya que Schulze (1995) ha descrito un
número de xenolitos de harzburgita de los vertederos
locales, que contienen granates con una zonación de
Ca similar a la descrita aquí. Además, el distintivo alto
Zr/Y impuesto a los granates por el proceso
metasomático relacionado con la flogopita está
ampliamente extendido en los concentrados de granate
de todo el cratón Haapvaal (GriAn y Ryan 1995; W.L.
GriAn y C.G. Ryan, datos no publicados).
McCammon et al. (1995) utilizaron micro-Mossbauer
espectroscopia para medir el Fe /Fe3+2+ en diferentes
port- i o n e s de varias de las muestras aquí descritas.
No encontraron pruebas de un cambio en el estado de
oxidación desde los núcleos hasta los bordes de los
granates zonados de forma continua, independientemente
de si tenían perfiles de zonación en forma de cuenco
[etapa (a)] o en forma de S [etapa (b)]. Esto también
podría considerarse una prueba de que estas dos etapas
reflejan la acción de fluidos reactivos.
Sin embargo, McCammon et al. (1995) encontraron un
incremento en Fe /Fe3+2+ de 2x (0.0б-0.12) entre el
núcleo y el granate secundario en la muestra 933. Esto
sugiere que el fluido responsable de la etapa (c) fue
significativamente más oxidante que los responsables
de las etapas (a) y (b). Esto sugiere que el fluido
responsable de la etapa (c) fue significativamente más
oxidante que los responsables de las etapas (a) y (b).
La corta escala temporal de la etapa (c), evidente a
partir de los nítidos límites del granate de reemplazo,
implica fuertemente que este fluido se derivó de la
propia kimberlita, quizás durante el proceso de
disrupción y arrastre de los xenolitos. Estos datos tienen
cierta relevancia para la cuestión de la preservación del
diamante: no existen pruebas evidentes de que el
metasomatismo de baja temperatura de las fases
(a) y (b) conducirían a la destrucción o reabsorción del
diamante, pero la naturaleza oxidante del fluido
responsable de la etapa (c) tendería presumiblemente a
destruir el diamante.

Otros modelos

Schulze (1995) describió una zonación de Ca, similar a la

descrita aquí, en los granates de xenolitos de harzburgita
del distrito de Himberley; en varias de sus muestras se
había nucleado clino-piroxeno alrededor de los bordes de
 no había granate antes del comienzo del proceso de
crecimiento registrado por la zonación. Si este es el caso,
claramente enriquecida en lherzo-litas Arcaicas no las escalas de tiempo calculadas anteriormente para el
metasomatizadas, por lo que la matriz circundante no proceso de recocido serían estimaciones aproximadas
sería una fuente obvia de elementos incompatibles para el crecimiento de todo el granate en estos
para introducir en la harzburgita.
Patrones REE sinuosos como los observados en los
núcleos de estos granates han sido encontrados en
granates de diamante-inclusión (Shimizu y Richardson
1987), y en granates harzburgíticos de concentrados por
Nixon (1987) y Nixon et al. (1994), por Hoal et al.
(1994) y por Shimizu et al. (1995). Hoal et al. (1994)
interpretaron los patrones como reflejo de procesos
metasomáticos de desequilibrio, en los que REE se
difundía en un granate existente con un patrón nor-
malmente empobrecido en LREE y un contenido general
muy bajo en REE. Sugirieron que un "frente" de LREE
se difundía más rápidamente desde el borde hacia el
núcleo, seguido de una "cola" de HREE. Este modelo
podría ser posible cuando el patrón general de REE del
borde de granate es más alto que el del núcleo, pero no
es fácil explicar un caso como el de la muestra 940,
donde el borde tiene más HREE, pero menos LREE, que
el núcleo. También nos parece improbable (en ausencia
de pruebas experimentales) que el LREE más grande se
difunda significativamente más rápido en un granate que
el HREE más pequeño. Finalmente, un modelo de este
tipo parece innecesario, cuando los perfiles observados
para elementos individuales como Y, Zr y Ti pueden ser
modulados por procesos más simples.
Shimizu et al. (1995) describen dos grandes (>1cm)
granates, en una dunita granate de la mina Jagersfontein
en el cratón Haapvaal y en una harzburgita de la mina
Udach- naya en el cratón siberiano. Ambos granates
muestran amplios núcleos harzburgíticos con débil
zonación continua en Ca, Zr y Ti, y bordes diferenciados
con alto contenido en Zr, Ti, Ca e Yb. Los granates de la
muestra de Udachnaya están recubiertos de
clinopiroxeno secundario, interpretado como introducido
inmediatamente antes de la erupción. Las tendencias
generales de zonación en estas dos muestras
corresponden a las observadas en las muestras de
Wesselton (Fig. 12), y los perfiles de zonación tienen
forma de S, similares a los de nuestra muestra 951 (Fig.
1). Tanto el Ce como el Sr son irregularmente altos en
los núcleos de los granos (cf. muestra 935, Fig. 3), y
descienden hacia las partes exteriores de los recorridos,
para volver a subir cerca de los bordes. Los patrones
REE en los núcleos son fuertemente sinuosos, con
HREE bajo y picos cerca del Nd, mientras que los
bordes tienen HREE alto y LREE bajo. Shimizu et al.
(1995) sugieren que estos patrones reflejan un
crecimiento continuo del granate bajo condiciones
cambiantes, y que los núcleos ''se formaron bajo
condiciones de alto desequilibrio y el equilibrio se
aproximó hacia el borde''.
Este modelo parece innecesariamente complejo. Como
Los perfiles de zonación en forma de S de la mayoría de
los elementos ilustrados por Shimizu et al. (1995)
pueden modelarse mediante un simple proceso de
sobrecrecimiento y recocido, en el que los fluidos
metasomáticos afectan a los granates harzburgíticos
preexistentes. El modelo de crecimiento continuo,
aunque difícil de cuantificar o probar, parece sugerir que

rocas, y por implicación en todas las rocas con granates
zonificados de tipo similar.
Un modelo de desequilibrio, como los propuestos por
Hoal et al. (1994) o Shimizu et al. (1995) probablemente
no es necesario para explicar los patrones sinuosos de
REE observados en estos granates y en los granates de
diamante-inclusión (Shimizu y Richardson 1987). Sin
embargo, los bajos contenidos en Ca, Y, Ga y Zr de estos
granates pueden ser explicados por el equilibrio con
fundidos carbonatíticos (GriAn et al. 1992), y este
modelo también puede explicar los patrones sinuosos de
REE; los bajos HREE y el enriquecimiento en MREE
reflejan los empinados patrones de REE normalizados
por condrita de tales fundidos, mientras que los bajos
LREE reflejan el progresivo desajuste de los REE más
grandes en la estructura del granate, especialmente en
ausencia del gran ion Ca al que pueden sustituir.
Los granates harzburgíticos agotados, y especialmente
los granates de inclusión en dia- móndulos, contienen
comúnmente niveles significativos de Sr (GriAn et al.
1992, 1993; W.L. GriAn y C.G. Ryan, datos no
publicados). Los bajos niveles de Sr en los núcleos de la
mayoría de los granates estudiados aquí (excepto el 933)
podrían indicar que estos granates harzburgíticos no son
directamente comparables a los encontrados como
inclusiones en dia- mones. Sin embargo, en los grandes
granates harzburgíticos descritos por Shimizu et al.
(1993), el Sr es alto en los núcleos, luego disminuye a
medida que el Zr y el Ca aumentan hacia los bordes, y
luego aumenta de nuevo cerca de los bordes. Este patrón
sugiere (en nuestra interpretación de la zonación) que el
Sr ha sido eliminado en el fluido metasomático durante
las primeras etapas del metasomatismo, y sólo
reintroducido tarde en el proceso [en la etapa de
sobrecrecimiento (b)]. En los pequeños granates de los
xenolitos de Wesselton, donde el Zr es relativamente alto,
y el Sr bajo, en los núcleos, es posible que sólo estemos
viendo parte de la historia registrada por las muestras de
Jagersfontein y Udachnaya. Por lo tanto, sugerimos que,
antes del metasomatismo, los granates Wesselton aquí
descritos eran similares en la mayoría de los aspectos, si
no en todos, a los granates harzburgíticos comúnmente
encontrados como inclusiones en diamantes.
Macquarie.
Conclusiones
1. Los patrones sinuosos de REE de los núcleos de
granate en las harzburgitas de Wesselton son una
característica antigua, reflejo del metasomatismo de
un proto-lito fuertemente agotado por un fluido rico
en LREE y agotado por HFSE como la carbonatita.
2. Los granates de los xenolitos de flogopita-
harzburgita de la kimberlita Wesselton muestran
una zonación desde núcleos harzburgíticos de bajo
Ca hasta bordes con re- laciones lherzolíticas de Ca-
Cr. El aumento de Ca y la disminución de Cr y Mg
van acompañados de aumentos de Zr, Y, Ti y
HREE. Los bordes de reemplazo secundarios en
algunos granates consisten en granate con Ca y Cr
bajos, pero Mg y Ti altos. La zonación y los bordes
249
3. Las formas de los perfiles de zonificación sugieren
que el proceso puede dividirse en tres partes:
(a)Lenta difusión hacia el interior de Ca, Zr e Y durante
períodos de varios 104 años, a partir de un fluido
empobrecido en Ti, Ga e Y;
(b)Formación de sobrecrecimientos altos en Ca, Zr, Y y
Ti, seguidos de recocido durante periodos de varios
miles de años;
(c) Formación de bordes de reacción secundarios en
escalas de tiempo muy cortas antes de la erupción.
4. El elevado Zr/Y, Zr/Ti y Zr/Ca de los primeros
fluidos se atribuye a la presencia de flogopita y
granate en la matriz cerca de la fuente del fluido
(presumiblemente un fundido, posiblemente
precursor de la kimberlita anfitriona), que conduce
al desarrollo de frentes de concentración en el fluido
percolante. Los sobrecrecimientos de la etapa (b)
parecen coincidir con la precipitación de flogo- pita
en la roca. El bajo Ca del fluido responsable de los
bordes de reemplazo secundarios puede reflejar la
precipitación tardía de clinopiroxeno o carbonato
como parte del ensamblaje metasomático; este
fluido puede estar directamente relacionado con la
kimberlita anfitriona, y era relativamente oxidante.
5. Estos procesos han modificado significativamente
la composición modal, de elementos principales y
traza, del volumen del manto muestreado por la
kimberlita Wesselton, a los pocos miles de años de
la erupción. El reconocimiento de tales efectos y de su
distribución en el tiempo y en el espacio es esencial
para comprender la evolución del manto litosférico.
Agradecimientos Agradecemos a Joe Boyd la oportunidad de
analizar PHN5б00 y UV4/7б, y a Doug Smith su valiosa
orientación en la modelización de los perfiles de difusión. Norm
Pearson preparó las imágenes EMP; él y Marc Norman
proporcionaron una amplia ayuda en el desarrollo y aplicación de
las técnicas LAM. Sally- Ann Hodgekiss y Esme van Achterberg
ayudaron mucho con los gráficos. El manuscrito ha sido mejorado
gracias a las detalladas revisiones de Joe Boyd y Thomas Stachel.
Agradecemos el apoyo de Stock-dale Prospecting y la ayuda
financiera de DeBeers Consolidated.
Minas, el Consejo Australiano de Investigación y la Universidad
de reemplazo secundarios se atribuyen a diferentes
etapas de un proceso metasomático.
que ha convertido la harzburgita en lherzolita, a
temperaturas cercanas a los 1000 °C.
ty. Agradecemos a DeBeers Consolidated Mines su autorización
para la publicación. Esta es la publicación 11б del ARC National
Hey Centre for Geochemical Evolution and Metallogeny of
Continents (GEMOC).

Referencias

Boyd FR, Pearson DG, Nixon PH, Mertzman SA (1993) Low-

calcium garnet harzburgites from southern Africa: their rela-
tions to craton structure and diamond crystallization. Contrib
Mineral Petrol 113: 352-3бб
Boyd FR, Pokhilenko NP, Pearson DG, Mertzman SA, Sobolev
NV, Finger LW (1997) Composition of the Siberian cratonic
mantle: evidence from Udachnaya peridotite xenoliths. Contrib
Mineral Petrol 128: 228-24б
Brenker FE, Brey GP (1997) Reconstruction of the exhumation
path of the Alpe Arami garnet-peridotite body from depths
exceeding 1б0 km. J Metamorphic Geol 15: 581-592
Brey GP, Hohler T (1990) Geotermobarometría en lherzolitas de
cuatro fases. II. Nuevos termobarómetros y evaluación práctica
de los termobarómetros existentes. J Petrol 31: 1353-1378
250
Carswell DA (1975) Primary and secondary phlogopites and
clinopyroxenes in garnet lherzolite xenoliths. Phys Chem Earth
9: 417-430
Cohen AS, O'Nions RH, Siegenthaler R, GriAn WL (1988)
Chronology of the pressure-temperature history recorded by a
granulite terrain. Contrib Mineral Petrol 98: 303-311
Cygan RT, Lasaga AC (1985) Self-diffusion of magnesium in
garnet at 750° to 950 °C. Am J Sci 285: 328-350
Finnerty AA, Boyd FR (1987) Thermobarometry for garnet
xenolitos de peridotita: una base para la estratigrafía del
manto. En: Nixon PH (ed) Mantle xenoliths. John Wiley and
Sons, Chichester, pp 381-402
GriAn WL, Smith D, Boyd FR, Cousens DR, Ryan CG, Sie SH,
Suter GF (1989a) Trace-element zoning in garnets from sheared
mantle xenoliths. Geochim Cosmochim Acta 53: 5б1-5б7
GriAn WL, Cousens DR, Ryan CG, Sie SH, Suter GF (1989b) Ni in
chrome pyrope garnets: a new geothermometer. Contrib Mineral
Petrol 103: 199-202
GriAn WL, Gurney JJ, Ryan CG (1992) Variations in trapping
temperatures and trace elements in peridotite-suite inclusions
from African diamonds evidence for two inclusion suites, and
implications for lithosphere stratigraphy. Contrib Mineral Petrol
110: 1-15
GriAn WL, Sobolev NV, Ryan CG, Pokhilenko NP, Win TT, Ye-
fimova Y (1993) Trace elements in garnets and chromites: dia-
mond formation in the Siberian lithosphere. Lithos 29: 235-25б
GriAn WL, Smith D, Ryan CG, O'Reilly SY, Win TT (199б) Trace
element zoning in mantle minerals: metasomatism and thermal
en el manto superior. Can Mineral 34: 1179-1193 GriAn WL,
Fisher NI, Friedman J, Ryan CG, O'Reilly SY
(1998) Cr-pyrope garnets in the lithospheric mantle. I.
Sistemática com- posicional y relaciones con el entorno
tectónico. J Petrol (en prensa)
GriAn WL, Ryan CG (1995) Trace elements in indicator minerals:
Selección de áreas y evaluación de objetivos en la exploración
de diamantes. Jour Geochem Explor 53: 311-337
Gurney JJ (1984) Una correlación entre granates y diamantes. En:
Glover JE, Haris PG (eds) Himberlite occurrence and origins, a
basis for conceptual models in exploration. Geology Dep
Univ Extension, Univ Western Aust Publ, 8, pp 143-1бб
Harley SL (1984) An experimental study of the partitioning of Fe
and Mg between garnet and orthopyroxene. Contrib Mineral
Petrol 8б: 359-373
Hoal HEO, Hoal BG, Erlank AJ, Shimizu N (1994) Metasomatism
of the mantle lithosphere recorded by rare earth elements in
garnets. Earth Planet Sci Lett 12б: 303-313
Loomis TP (1975) Reaction zoning of garnet. Contrib Mineral
Petrol 52: 285-305
Matthews M, Harte B, Prior D (1992) Mantle garnets: a cracking
yarn. Geochim Cosmochim Acta 5б: 2б33-2б42
McCammon CA, GriAn WL, Shee SH, O'Neill HStC (1995) De-
termination of ferric iron variation within zoned garnets from
the Wesselton kimberlite using a Mossbauer milliprobe. En: бth
Int Himb Conf Ext Abstr, pp 3б2-3б4
Navon O, Stolper E (1987) Geochemical consequences of melt
percolation: the upper mantle as a chromatographic column. J
Geol 95: 285-307
Nixon PH (1987) Himberlitic xenoliths and their cratonic setting.
En: Nixon PH (ed) Mantle xenoliths. John Wiley and Sons,
Chichester, pp 215-239
Nixon PH, GriAn WL, Davies GR, Condliffe E (1994) Cr-garnet
indicators in Venezuela kimberlites and their bearing on the
evolution of the Guyana Craton. En: Meyer HOA, Leonardos
OH (eds) Himberlites, Related Rocks and Mantle Xenoliths.
CPRM Spec Publ 1A/94 Brasilia, pp 378-387
Norman MD, Pearson NJ, Sharma A, GriAn WL (199б) Quanti-
tative analysis of trace elements in geological materials by laser
ablation ICPMS: instrumental operating conditions and cali-
bration values of NIST glasses. Geostand Newsl 20: 247-2б1
O'Neill HStC, Wood BJ (1979) An experimental study of Fe-Mg
partitioning between garnet and olivine and its calibration as a
geothermometer. Contrib Mineral Petrol 70: 59-70 (Corrección,
Contrib. Mineral. Petrol. 72: 337 (1980))
O'Reilly SY, Chen D, GriAn WL, Ryan CG (199б) Minor elements in
olivine from spinel peridotite xenoliths: implications for
thermobarometry. Mineral Mag б1: 257-2б9
Pollack HN, Chapman DS (1977) On the regional variation of heat
flow, geotherms and lithospheric thickness. Tectonofísica 38:
279-29б
Ryan CG, Cousens DR, Sie SH, GriAn WL (1990) Quantitative
analysis of PIXE spectra in geoscience applications. Nucl In-
strum Methods B49: 271-27б
Ryan CG, GriAn WL, Pearson NJ (199б) Garnet geotherms: a
technique for derivation of P-T data from Cr-pyrope garnets. J
Geophys Res 101: 5б11-5б25
Schulze DJ (1995) Low-Ca garnet harzburgites from Himberley,
South Africa: abundance and bearing on the structure and evolution
of the lithosphere. J Geophys Res 100: 12513-12519 Shimizu N,
Richardson SH (1987) Trace element abundance pat- terns of garnet
inclusions in peridotite-suite diamonds. Geoc-
él Cosmochim Acta 51: 755-758
Shimizu N, Boyd FR, Pokhilenko NP (1995) Trace element zoning
patterns of mantle garnets. Geol Soc Am Abstr Program 25, no
б: A-3б
Smith D, Boyd FR (1987) Compositional heterogeneities in a high-
temperature lherzolite nodule and implications for mantle
processes. En: Mantle xenoliths Nixon PH (ed) John Wiley and
Sons, Chichester, pp 551-5б1
Smith D, GriAn WL, Ryan CG, Cousens DR, Sie SH, Suter GF
(1991) Trace-element zoning of garnets from The Thumb: a
guide to mantle processes. Contrib Mineral Petrol 107: б0-79
Smith D, GriAn WL, Ryan CG (1993) Compositional evolution of
high-temperature sheared lherzolite PHN1б11. Geochim Cos-
mochim Acta 57: б05-б13.
Sobolev NV (1974) Deep-seated inclusions in kimberlites and the
problem of the composition of the upper mantle (en ruso).
Nauka Press, Novosibirsk. Traducción inglesa (1977) Boyd FR
(ed) Am Geophys Union, Washington, DC