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El piloto que narra dice que luego de pasar tanto tiempo en saber de dónde venía el
pequeño hombrecito, ya que no respondía ninguna pregunta y solo estaba más atento a lo
que él mismo preguntaba. Durante la conversación que tuvieron, notó que el principito
venia de otro planeta, puesto que interesó en el avión y el piloto quería saber mucho más,
pero solo le dijo que su casa es tan pequeña para que su cordero se vaya para otro lugar.
Capítulo 4:
Capítulo 5:
Pasaba el tiempo y el piloto sabía cada día de la vida del principito. En la conversación
nuevamente metido en el tema de los corderos, pregunto sobre si los corderos comían
arbusto, pero la respuesta del piloto no se ajustaba sobre el pensamiento del hombrecito.
Hablaron de los baobabs, de las hierbas malas y buenas. El principio le explico al piloto
que los baobabs eran peligroso y que todos los días arrancaban para que no crecieran, ya
que son grandes y pudieran destruir su pequeño lugar.
Capítulo 6:
Luego de pasar tanto tiempo hablando con el principito, el piloto comprendió la vida
melancólica del hombrecito, que a través de la única distracción era mirar la puesta del
sol. Lo comparaba con la puesta de sol de Estados Unidos que se oponía en Francia. El
Principito ya llevaba cuarenta y tres veces observando la puesta del sol pero quizás no lo
disfrutaba, puesto que el piloto le había preguntado al respecto pero él no respondió.
Capítulo 7:
En el quinto día el principito se acercó al piloto para preguntarle sobre si los corderos
comían flores o flores con espinas respondió distraídamente que para nada, ya que se
encontraba muy ocupado con el arreglo del avión. Además está bien irritado el piloto que
hizo enojar al principito y se puso a llorar. Cuando cayó la noche el piloto dejo sus
herramientas de trabajo para consolar al niño y le dijo que no se preocupara que le iba a
dibujar un bozal para su cordero.
Capítulo 8:
El principito dio a conocer el origen de la flor de su planeta. Contó que vino de una semilla
que no se sabe de dónde vino que se preparó lentamente para salir hasta que floreció, el
Principito la saludó le dijo que era hermosa. La flor hablaba y decía lo que le gustaba o no.
Le tenía miedo a las corrientes de aire y le pidió un biombo al Principito. El Principito dijo
que no había comprendido mucho a la flor ya que ahora entendía que debió quererla por
lo que hacía (perfumar el planeta) y no por lo que decía.
Capítulo 9:
Capítulo 10: