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EL MISTERIO DE LA IGLESIA

La iglesia es definida por LUMEN GENTIUN como un sacramento, señal e instrumento de la


íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano.

Como un sacramento

¿Qué es un sacramento? El sacramento es una acción de cristo por el cual el pueblo cristiano
se santifica, cuando un ministro ordenado bautiza es Cristo quien bautiza. Después de esta
pequeña definición de sacramento podemos entender la definición LG 1 sobre la iglesia. Es
como un sacramento, no es un sacramento, porque si fuera un sacramento, los sacramentos
no serían siete sino ocho, es como un sacramento porque su acción es eficaz, la iglesia aunque
ilumina a las gentes su luz le proviene de Cristo. La iglesia no tiene luz propia, la iglesia es
como la luna que recibe el resplandor del sol. La Iglesia es misionera por naturaleza y por
mandato. Mc16,15; Mt 28,19-20. La iglesia es como un sacramento, porque su acción, es la
acción de Cristo. Es el mismo Cristo quien actúa en ella por medio del Espíritu Santo.

Señal

¿Qué es una señal? Es un indicador un medio que guía, e informa, orienta sobre un fin. El
concilio Vaticano II presenta a la iglesia como una señal, La iglesia no es un fin, es un medio
por el cual el hombre puede alcanzar el fin último. ¿Cuál es el fin del hombre? El fin del
hombre es conocer y dar gloria a Dios, el fin del hombre es la eterna y bienaventurada
felicidad.

La iglesia es el medio en el cual el hombre aceptando a Jesucristo, como su salvador, Mesías, e


Hijo de Dios, puede como miembro vivo realizarse amando a Dios y al prójimo.

Instrumento

¿Qué es un instrumento? Es un medio, una herramienta, vehículo con el cual se puede


alcanzar un fin.

Los padres conciliares definen a la iglesia como un instrumento de intima unión con Dios y con
los hombres.

Los hombres por si solos no pueden alcanzar la íntima unión con Dios y con mucho esfuerzo a
duras penas podrá estar ligado a los demás hombres, ya sea por necesidad o conveniencia.
Para la perfecta unión con Dios y con los hombres, se hace necesario un instrumento divino y
humano. Y esto es el cuerpo místico de Cristo. 1Cor12, 12…

La voluntad del Padre Eterno sobre la salvación universal LG 2

Dios crea en un acto de amor y ama lo creado. Aun después del pecado lo sigue amando.
Como prueba están los ángeles caídos, que después de pecar Dios no les privó de su
existencia, sino que les creo un lugar para ellos y para todos aquellos que se reúsan aceptar el
amor de Dios. El concilio vaticano II habla de una iglesia prefigurada desde el origen del
mundo. Preparada en la historia del pueblo de Israel, constituida en los últimos tiempos,
manifestada por el Espíritu Santo. Y perfeccionada gloriosamente en el fin de los tiempos
LG2.

Podemos afirmar sobre la iglesia, añadiendo a lo que los padres conciliares ya han dicho. Que
la iglesia es soñada y querida por el Padre.
SOÑADA -QUERIDA

Efesios 1,3-13

[3]Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda
clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo;

[4] por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e
inmaculados en su presencia, en el amor;

[5] eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el
beneplácito de su voluntad,

[6] para alabanza de la gloria de su gracia con la que nos agració en el Amado.

[7]En él tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la
riqueza de su gracia

[8] que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia,

[9] dándonos a conocer el Misterio de su voluntad según el benévolo designio que en él se


propuso de antemano,

[10] para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo
que está en los cielos y lo que está en la tierra.

[11]A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del
que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad,

[12] para ser nosotros alabanza de su gloria, los que ya antes esperábamos en Cristo.

[13]En él también vosotros, tras haber oído la Palabra de la verdad, el Evangelio de vuestra
salvación, y creído también en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa.

EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Prefigurada

Génesis 3,14-15 Entonces Yahveh Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas
entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre caminarás, y
polvo comerás todos los días de tu vida. Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje
y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar.»

Preparada

Establezco mi alianza con vosotros, y no volverá nunca más a ser aniquilada toda carne por las
aguas del diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra.» Gn9,11

«Por mi parte he aquí mi alianza contigo: serás padre de una muchedumbre de pueblos.
Gn17,4

Vuestro padre Abraham se regocijó pensando en ver mi Día; lo vio y se alegró.» Jn8,56.

A fin de que llegara a los gentiles, en Cristo Jesús, la bendición de Abraham, y por la fe
recibiéramos el Espíritu de la Promesa. Gal 3,14
Y si sois de Cristo, ya sois descendencia de Abraham, herederos según la Promesa. Gal 3,29.

Éxodo 19,5-8 [5] Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros
seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra;

[6] seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa." Estas son las palabras que has de
decir a los hijos de Israel.»

[7]Fue, pues, Moisés y convocó a los ancianos del pueblo y les expuso todas estas palabras que
Yahveh le había mandado.

[8]Todo el pueblo a una respondió diciendo: «Haremos todo cuanto ha dicho Yahveh.» Y
Moisés llevó a Yahveh la respuesta del pueblo.

Deuteronomio 6,4-9 Yahveh nuestro Dios es el único Yahveh.

[5]Amarás a Yahveh tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.

[6]Queden en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy.

[7]Se la repetirás a tus hijos, les hablarás de ellas tanto si estás en casa como si vas de viaje, así
acostado como levantado;

[8] las atarás a tu mano como una señal, y serán como una insignia entre tus ojos;

[9] las escribirás en las jambas de tu casa y en tus puertas.

Isaías 7,14

[14]Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una doncella está encinta y va
a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.

Mateo 1,23

[23]Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que
traducido significa: «Dios con nosotros.»

INSTITUIDA

Instituida por Cristo Jesús Mt16,18. Todo el acontecimiento de Cristo, Encarnación, ministerio,
muerte y resurrección prepara y edifica la Iglesia que nace del misterio Pascual.

Mateo 16,18-19

[18]Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

[19]A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los
cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»

Enviada

Mateo 28,19-20 Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.
Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»
Manifestada

Manifestada por el Espíritu Santo, enviado en pentecostés sobre los apóstoles, desde este
momento dio inicio a la difusión del evangelio a los todos pueblos.

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del
cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se
encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron
sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en
otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse Hch 2,1-4

Consumada en la gloria, la iglesia es una realidad celestial fundada por Cristo en la tierra. Que
anhela la glorificación.

Romanos 8,20-26

[20]La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontáneamente, sino por aquel que
la sometió, en la esperanza

[21] de ser liberada de la servidumbre de la corrupción para participar en la gloriosa libertad


de los hijos de Dios.

[22]Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto.

[23]Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos
gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo.

[24]Porque nuestra salvación es en esperanza; y una esperanza que se ve, no es esperanza,


pues ¿cómo es posible esperar una cosa que se ve?

[25]Pero esperar lo que no vemos, es aguardar con paciencia.

[26]Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no
sabemos cómo pedir para orar como conviene; más el Espíritu mismo intercede por nosotros
con gemidos inefables.

Misión y obra del Hijo LG 3

La LG 3 sintetiza la misión del hijo en cuatro obras, (a) restaurar, (2) Inaugurar en la tierra el
reino de los cielos, (3) Revelar su misterio, (4) Efectuar la redención con su obediencia

a. Restaurar.

Jesús vino para restaurar la relación del hombre con Dios, que se había roto por la
consecuencia del pecado. El hombre quedo imposibilitado para relacionarse con Dios. Fue tal
la ruptura, que el hombre cada vez se iba alejando más de Dios. El hombre por sí solo no podía
y no puede acercase a su Creador. Dios no abandona la obra de sus manos, si no que la
bendice y la redime por medio de la sangre de su Hijo.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase
de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo; por cuanto nos ha elegido en él antes de la
fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor;
eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el
beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia con la que nos agració en el
Amado. En él tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la
riqueza de su gracia que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia,
dándonos a conocer el Misterio de su voluntad según el benévolo designio que en él se
propuso de antemano, para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a
Cristo por Cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra. Ef 1,3-10

b. Inaugurar en la tierra el reino de los cielos

Jesús inaugura el reino de los Cielos en la tierra, Juan Bautista lo anuncia. Por aquellos días
aparece Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: «Convertíos porque ha llegado
el Reino de los Cielos.» Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: = Voz del
que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas Mt 3,1-2

Jesús constantemente en sus discursos afirma que el reino de los cielos ha llegado. “Desde
entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha
llegado”. Mt4, 17

c. Revelar su misterio

¿Cuál es el misterio que Jesús revelo? Jesús al darse a conocer revela un misterio tripartito:

Primero revela es que Hijo de Dios y que es eterno como el Padre. “Y la Palabra se hizo carne, y
puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre
como Hijo único, lleno de gracia y de verdad” Jn 1,14.

Jesús al revelar su misterio, se presenta como, hijo del hombre “Dícele Jesús: «Las zorras
tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la
cabeza.»” Jn 8,20

Se revela como la verdad, el camino y la vida. “Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la
Vida. Nadie va al Padre sino por mí”. Jn 14,6

Se revela como la luz del mundo “Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en
mí no siga en las tinieblas.” Jn 12, 46

Se revela como el pan de vida. “Yo soy el pan de la vida.” Jn 6, 48

Se revela como el señor y maestro “Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies,
vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.” Jn 13,14

Se revela como el verbo de Dios y como Dios “En el principio existía la Palabra y la Palabra
estaba con Dios, y la Palabra era Dios.” Jn 1,1

Y al revelarse como hijo implícitamente esta lo segundo que revela, es que Dios es su Padre.
“En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la
tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a
pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre,
y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel
a quien el Hijo se lo quiera revelar” Mt 11,25-27

Lo tercero que revela es al Espíritu Santo. “Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre
enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho”. Jn
14,26

d. Efectuar la redención con su obediencia

Era tal la deuda que ni toda la humanidad puesta en holocausto saldaría la deuda. Solo una
persona que tuviera dos naturalezas, la humana y la divina podía saldar y redimir a la
humanidad caída. Jesús al dejarse llevar al matadero dócil como un cordero en obediencia al
padre. “«Fue llevado como una oveja al matadero; y como cordero, mudo delante del que lo
trasquila, así él no abre la boca.” Hch 8,32

El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se
despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y
apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte
y muerte de cruz. Flp 2, 6-8 ; Jr 11,19

Cuantas veces se renueva sobre el altar el sacrificio de la cruz, en que nuestra Pascua, Cristo,
ha sido inmolado (“Purificaos de la levadura vieja, para ser masa nueva; pues sois ázimos.
Porque nuestro cordero pascual, Cristo, ha sido inmolado.”) ( 1Cor., 5,7), se efectúa la obra de
nuestra redención. Al propio tiempo, en el sacramento del pan eucarístico se representa y se
produce la unidad de los fieles, que constituyen un solo cuerpo en Cristo (“Porque aun siendo
muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan.”) 1Cor.,
10,17

El Espíritu santificador de la Iglesia LG 4

Misión del Espíritu Santo

Cristo al consumar la obra que el Padre le había encomendado (Jn 17,4-5) 1 vuelve al Padre,
prometiendo enviar de junto al Padre al paráclito (Jn 15,26 )2

a. Santificar a la iglesia
b. Habitar en la iglesia
c. Dirigir y enriquecer a la iglesia
d. Guía hacia toda verdad
e. Unifica en comunión y ministerio
f. Hace rejuvenecer a la Iglesia
g. Renueva constantemente a la iglesia.
h. Dar testimonio de Cristo

El Reino de Dios L G 5

1
, Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. Ahora,
Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese.
2
Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del
Padre, él dará testimonio de mí
La iglesia es la continuidad de la obra de del Hijo. La iglesia es reino de los cielos

¿Por qué a la iglesia se le puede decir que es reino de Dios? Primero: porque es una realidad
fundada por Dios en la persona del Hijo. Segundo porque Dios es quien la dirige, guía,
rejuvenece, la renueva la enriquece y da testimonio por medio del Espíritu Santo.

Tercero porque por medio del bautismo; todos los bautizados hacemos parte de ese reino
instaurado e inaugurado por Cristo Mt 16,18 3

«El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.
Mc 1,15

Las varias figuras de la Iglesia LG 6

Jesús constantemente en su discurso utilizaba figuras para referirse al reino de los cielos.

a. La Iglesia es, pues, un "redil", cuya única y obligada puerta es Cristo (Jn., 10,1-10) 4
b. Es también una grey, cuyo Pastor será el mismo Dios, según las profecías (cf. Is., 40,11;
Ez., 34,11ss5 . Jn., 10,11; 1Pe., 5,4), que dio su vida por las ovejas (cf. Jn., 10,11-16). 6
c. La Iglesia es "agricultura" o labranza de Dios (1Cor., 3,9) 7 . El celestial Agricultor la
plantó como viña elegida (Mt., 21,33-43; cf. Is., 5,1ss).
d. Muchas veces también la Iglesia se llama "edificación" de Dios (1Cor., 3,9). 8

3
Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades
no prevalecerán contra ella. 19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra
quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»

4
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala
por otro lado, ése es un ladrón y un salteador; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas.
A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca
fuera.
Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.» Jesús
les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba. Entonces Jesús les dijo de
nuevo: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido delante
de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon. Yo soy la puerta; si uno entra por
mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto. El ladrón no viene más que a robar, matar y
destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.

5
Como pastor pastorea su rebaño: recoge en brazos los corderitos, en el seno los lleva, y trata con
cuidado a las paridas

6
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a
quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en
ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y
conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y
doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las
tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.

7
ya que somos colaboradores de Dios y vosotros, campo de Dios, edificación de Dios.

8
ya que somos colaboradores de Dios y vosotros, campo de Dios, edificación de Dios. Conforme a la
gracia de Dios que me fue dada, yo, como buen arquitecto, puse el cimiento, y otro construye encima.
¡Mire cada cual cómo construye! Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo. Y
si uno construye sobre este cimiento con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, la obra de
cada cual quedará al descubierto; la manifestará el Día, que ha de revelarse por el fuego. Y la calidad de
e. A esta edificación se le dan diversos nombres: casa de Dios (1Tim., 3,15
f. habitación de Dios en el Espíritu (Ef., 2,19-22)
g. La Iglesia, que es llamada también "la Jerusalén de arriba" y madre nuestra (Gal., 4,26;
cf. Ap., 12,17)
h. Se representa como la inmaculada "esposa" del Cordero inmaculado (Ap., 19,1; 21,2.9;
22,17) Col., 3,1-4). Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Aspirad a las cosas de arriba, no a las
de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios.

La Iglesia, Cuerpo místico de Cristo LG 7

La vida de Cristo en este cuerpo se comunica a los creyentes, que se unen misteriosa y
realmente a Cristo, paciente y glorificado, por medio de los sacramentos. Por el bautismo
nos configuramos con Cristo: "Porque también todos nosotros hemos sido bautizados en
un solo Espíritu" (1Cor., 12,13)9 Gal 6,15; 2Cor 5,1710

En la fracción del pan eucarístico, participando realmente del cuerpo del Señor, nos
elevamos a una comunión con El y entre nosotros mismos. "Porque el pan es uno, somos
muchos un solo cuerpo, pues todos participamos de ese único pan" (1Cor., 10,17) 1Cor.,
12,27)11 (Rom 12,5)12

Es necesario que todos los miembros se asemejen a El hasta que Cristo quede formado en
ellos (Gal 4,19)13

La Iglesia, por su parte, está sujeta a su Cabeza (Ef 5,23-24) 14

La Iglesia visible y espiritual a un tiempo LG 8

a. Iglesia visible, sociedad dotada de órganos jerárquicos

la obra de cada cual, la probará el fuego. Aquél, cuya obra, construida sobre el cimiento, resista, recibirá
la recompensa.

9
Porque nada cuenta ni la circuncisión, ni la incircuncisión, sino la creación nueva.

10
Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo.

11
Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte. 28 Y así los puso
Dios en la Iglesia, primeramente como apóstoles; en segundo lugar como profetas; en tercer lugar como
maestros; luego, los milagros; luego, el don de las curaciones, de asistencia, de gobierno, diversidad de
lenguas.

12
Así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo, siendo cada
uno por su parte los unos miembros de los otros.

13
¡Hijos míos!, por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros

14
Las mujeres a sus maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es
Cabeza de la Iglesia, el salvador del Cuerpo. Así como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las
mujeres deben estarlo a sus maridos en todo
1. Sumo pontífice
2. Cardenales
3. 0bispos
4. Sacerdotes
5. Diáconos
6. Fieles laicos
b. Iglesia visible y espiritual a un tiempo: Cuerpo místico de Cristo, reunión visible y
comunidad espiritual
c. La Iglesia terrestre y la Iglesia dotada de bienes celestiales (humana y divina)

Se asimila al Misterio del Verbo encarnado. Pues como la naturaleza asumida sirve al
Verbo divino como órgano de salvación a El indisolublemente unido, de forma semejante a
la unión social de la Iglesia sirve al Espíritu de Cristo, que la vivifica, para el incremento del
cuerpo (Ef 4,16).15

En el Símbolo confesa que la iglesia es:

a. Una

¿Por qué es una?

1. Porque uno es Dios


2. Porque una es la fe
3. Porque uno es el bautismo
4. Porque uno es el Padre
5. Porque una es la esperanza
6. Porque Uno el Espíritu

Os exhorto, pues, yo, preso por el Señor, a que viváis de una manera digna de la vocación
con que habéis sido llamados, con toda humildad, mansedumbre y paciencia,
soportándoos unos a otros por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del
Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la
esperanza a que habéis sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un
solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos. Efesios 4,1-6

b. Santa

¿Por qué es santa?

1. Porque el fundador es santo.

Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas
del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que
ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en
los cielos.» Mateo 16,18-19

2. Porque el que la guía es santo

15
De quien todo el Cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de junturas que llevan la
nutrición según la actividad propia de cada una de las partes, realizando así el crecimiento del cuerpo
para su edificación en el amor
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del
cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se
encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron
sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en
otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Hechos 2,1-4

3. Porque el que la soñó, el Padre, es santo

Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial. Mateo 5,48

c. Católica

Es universal porque no solo está presente en el todo el mundo. Sino que transciende las
esferas eternas. Es universal por la comunión de la iglesia peregrina, con la purgante, y
triunfante.

d. Apostólica. Es apostólica porque esta cimentada sobre los apóstoles Mt16,18 en un


triple sentido:
1. Edificada sobre los apóstoles.

Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de
Dios, edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo
mismo, en quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el
Señor, en quien también vosotros estáis siendo juntamente edificados, hasta ser morada de
Dios en el Espíritu. Efesios 2, 19-22

2. Guarda y trasmite las enseñanzas de Jesús

Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id,
pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo
estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.» Mateo 28, 18-20

3. Sigue siendo enseñada, santificada y dirigida por los apóstoles hasta la parusía gracias
a la sucesión apostólica

La muralla de la ciudad se asienta sobre doce piedras, que llevan los nombres de los doce
Apóstoles del Cordero. Ap21,14

Cristo fue enviado por el Padre a "evangelizar a los pobres y levantar a los oprimidos" (Lc.,
4,18), "para buscar y salvar lo que estaba perdido" (Lc., 19,10); de manera semejante la Iglesia
abraza a todos los afligidos por la debilidad humana, más aún, reconoce en los pobres y en los
que sufren la imagen de su Fundador pobre y paciente, se esfuerza en aliviar sus necesidades y
pretende servir en ellos a Cristo. Pues mientras Cristo, santo, inocente, inmaculado (Hb 7,26),
no conoció el pecado (2Cor., 5,21).

EL PUEBLO DE DIOS

a. Nueva Alianza y nuevo Pueblo LG )


“Quiso, sin embargo, Dios santificar y salvar a los hombres no individualmente y aislados entre
sí, sino constituirlos en un pueblo que le conociera en la verdad y le sirviera santamente”. LG 9

Eligió como pueblo suyo el pueblo de Israel, con quien estableció una alianza, y a quien
instruyo gradualmente manifestándole a Sí mismo y sus divinos designios a través de su
historia, y santificándolo para Sí. Pero todo esto lo realizó como preparación y figura de la
nueva alianza, perfecta que había de efectuarse en Cristo, y de la plena revelación que había
de hacer por el mismo Verbo de Dios hecho carne.

1. Nueva alianza

"He aquí que llega el tiempo -dice el Señor-, y haré una nueva alianza con la casa de Israel y
con la casa de Judá. Pondré mi ley en sus entrañas y la escribiré en sus corazones, y seré Dios
para ellos, y ellos serán mi pueblo... Todos, desde el pequeño al mayor, me conocerán", afirma
el Señor (Jr., 31,31-34). Nueva alianza que estableció Cristo, es decir, el Nuevo Testamento en
su sangre (cf. 1Cor., 11,25) 16

2. Nuevo pueblo

Ese pueblo mesiánico tiene por Cabeza a Cristo, "que fue entregado por nuestros pecados y
resucitó para nuestra salvación" (Rm 4,25)

Tienen por condición la dignidad y libertad de los hijos de Dios, en cuyos corazones habita el
Espíritu Santo como en un templo. Tiene por ley el nuevo mandato de amar, como el mismo
Cristo nos amó (cf. Jn., 13,34).17

b. El sacerdocio común

Ha hecho de nosotros = un Reino de Sacerdotes = para su Dios y Padre, a él la gloria y el poder


por los siglos de los siglos. Amén. (Ap 1,6)

Y cantan un cántico nuevo diciendo: «Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos porque
fuiste degollado y compraste para Dios con tu sangre hombres de toda raza, lengua, pueblo y
nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios = un Reino de Sacerdotes, = y reinan sobre la
tierra.» Ap 5,9-10

Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios,
también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para
un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de
Jesucristo. Pues está en la Escritura: = He aquí que coloco en Sion una piedra angular, elegida,
preciosa y el que crea en ella no será confundido. = Para vosotros, pues, creyentes, el honor;
pero para los incrédulos, = la piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha
16
Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue
entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este es mi cuerpo que se da por
vosotros; haced esto en recuerdo mío.» Asimismo también la copa después de cenar diciendo: «Esta
copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mío.» Pues cada
vez que coméis este pan y bebéis esta copa, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga. Por tanto,
quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor.

17
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os
améis también vosotros los unos a los otros. 35 En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os
tenéis amor los unos a los otros.
convertido, en piedra de tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella porque no creen en la
Palabra; para esto han sido destinados.

Pero vosotros sois = linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, = para
anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz vosotros
que en un tiempo = no = erais = pueblo = y que ahora sois el Pueblo de Dios, de los que antes =
no se tuvo compasión, = pero ahora = son compadecidos.

1. El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerárquico

El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerárquico se ordenan el uno


para el otro, aunque cada cual participa de forma peculiar del sacerdocio de Cristo. Su
diferencia es esencial no solo gradual. Porque el sacerdocio ministerial, en virtud de la sagrada
potestad que posee, modela y dirige al pueblo sacerdotal, efectúa el sacrificio eucarístico
ofreciéndolo a Dios en nombre de todo el pueblo: los fieles, en cambio, en virtud del
sacerdocio real, participan en la oblación de la eucaristía, en la oración y acción de gracias, con
el testimonio de una vida santa, con la abnegación y caridad operante.

c. Ejercicio del sacerdocio común en los sacramentos LG 11

¿Cuál es el requisito fundamental para hacer parte del pueblo sacerdotal? Para hacer parte del
pueblo sacerdotal el requisito fundamental es el bautismo.

El catecúmeno una vez bautizado, es incorporado al pueblo sacerdotal. El cual participa del
sacerdocio de Cristo, en su triple función: Sacerdote, Profeta y Rey.

Por el sacramento de la Confirmación el cristiano queda capacitado y es enviado a la Misión, el


cual alimentándose frecuentemente de la Eucaristía y purificándose con el sacramento de la
reconciliación está obligado a dar testimonio y difundir la fe.

Los que se acercan al sacramento de la penitencia se reconcilian con la iglesia, con Dios y
consigo mismo.

Aquellos que entre los fieles se distinguen por el orden sagrado, quedan destinados en el
nombre de Cristo para apacentar la Iglesia con la palabra y con la gracia de Dios.

Los que se unen en el vínculo del matrimonio, por el que manifiestan y participan del misterio
de la unidad y del fecundo amor entre Cristo y la Iglesia (Ef 5,32-33) 18

La familia como iglesia domestica los padres han de transmitir la fe por palabra y testimonio,
educando a sus hijos, los padres han de fomentar la vocación de cada hijo, sin coaccionarlos la
hora de la elección. Dios quiere que todos los hombres se salven independientemente la
vocación que elijan. La vocación Universal es la santidad.

d. Sentido de la fe y de los carismas en el Pueblo de Dios

1. Sentido de la fe

18
Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia. En todo caso, en cuanto a vosotros, que
cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que respete al marido.
La universalidad de los fieles que tiene la unción del Santo ( 1Jn., 2,20-27) 19 no
puede fallar en su creencia, y ejerce ésta su peculiar propiedad mediante el
sentimiento sobrenatural de la fe de todo el pueblo, cuando "desde el Obispo
hasta los últimos fieles seglares" manifiestan el asentimiento universal en las cosas
de fe y de costumbres. Con ese sentido de la fe que el Espíritu Santo mueve y
sostiene, el Pueblo de Dios, bajo la dirección del magisterio, al que sigue
fidelísimamente, recibe no ya la palabra de los hombres, sino la verdadera palabra
de Dios (cf. 1Tes., 2,13), se adhiere indefectiblemente a la fe dada de una vez para
siempre a los santos (cf. Jds., 3)20, penetra profundamente con rectitud de juicio y
la aplica más íntegramente en la vida.

2. Los carismas.

En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia. Sabéis
que cuando erais gentiles, os dejabais arrastrar ciegamente hacia los ídolos mudos. Por eso os
hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios, puede decir: « ¡Anatema es Jesús!»; y
nadie puede decir: « ¡Jesús es Señor!» sino con el Espíritu Santo. Hay diversidad de carismas,
pero el Espíritu es el mismo; diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo; diversidad
de operaciones, pero es el mismo Dios que obra en todos. A cada cual se le otorga la
manifestación del Espíritu para provecho común, Porque a uno se le da por el Espíritu palabra
de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe, en el mismo
Espíritu; a otro, carismas de curaciones, en el único Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro,
profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de
interpretarlas. 11 Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a
cada uno en particular según su voluntad. 1 Cor 12,1-11

Los dones extraordinarios no hay que pedirlos temerariamente, ni hay que esperar de ellos
con presunción los frutos de los trabajos apostólicos, sino que el juicio sobre su autenticidad y
sobre su aplicación pertenece a los que presiden la Iglesia, a quienes compete sobre todo no
apagar el Espíritu, sino probarlo todo y quedarse con lo bueno (1Tes., 5,19-21) 21

e. Universalidad y catolicidad del único Pueblo de Dios LG 13


19
En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo y todos vosotros lo sabéis. Os he escrito, no porque
desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis y porque ninguna mentira viene de la verdad. ¿Quién
es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es el Anticristo, el que niega al Padre y al
Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre.
En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en
vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre,
y esta es la promesa que él mismo os hizo: la vida eterna. Os he escrito esto respecto a los que tratan
de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que dé El habéis recibido permanece en vosotros y no
necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas - y es
verdadera y no mentirosa - según os enseñó, permaneced el él.

20
Queridos, tenía yo mucho empeño en escribiros acerca de nuestra común salvación y me he visto en la
necesidad de hacerlo para exhortaros a combatir por la fe que ha sido transmitida a los santos de una
vez para siempre. Porque se han introducido solapadamente algunos que hace tiempo la Escritura
señaló ya para esta sentencia. Son impíos, que conviertan en libertinaje la gracia de nuestro Dios y
niegan al único Dueño y Señor nuestro Jesucristo.
21
No extingáis el Espíritu; no despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno.
Todos los hombres son llamados a formar parte del Pueblo de Dios.

El concilio habla de llamados no obligados, es decir que debe de haber una respuesta a la
llamada, y esta respuesta ha de ser libre.

Por lo cual este Pueblo, siendo uno y único, ha de abarcar el mundo entero y todos los tiempos
para cumplir los designios de la voluntad de Dios, que creó en el principio una sola naturaleza
humana y determinó congregar en un conjunto a todos sus hijos, que estaban dispersos (cf. Jn
11,52).22

Así, pues, de todas las gentes de la tierra se compone el Pueblo de Dios, porque de todas
recibe sus ciudadanos, que lo son de un reino, por cierto no terreno, sino celestial. Pues todos
los fieles esparcidos por la haz de la tierra comunican en el Espíritu Santo con los demás, y así
"el que habita en Roma sabe que los indios son también sus miembros". Pero como el Reino de
Cristo no es de este mundo (Jn., 18,36) 23

¿Dónde y cómo nacen estos hijos de Dios que están dispersos? Son los que nacen en la iglesias
hermanas que profesan una misma fe. Pero que por algunas circunstancias se han separado. O
al menos que en la formula bautismal sea la trinitaria. “Id, pues, y haced discípulos a todas las
gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” Mt 28, 19

Todos los hombres son llamados a esta unidad católica del Pueblo de Dios, que prefigura y
promueve la paz y a ella pertenecen de varios modos y se ordenan, tanto los fieles católicos
como los otros cristianos, e incluso todos los hombres en general llamados a la salvación por la
gracia de Dios.

f. Los fieles católicos LGb14

El concilio se refiriéndose a esta iglesia peregrina afirma que es necesaria para la salvación.
Pues solamente Cristo es el Mediador y el camino de la salvación, presente a nosotros en su
Cuerpo, que es la Iglesia, y El, inculcando con palabras concretas la necesidad de la fe y del
bautismo (cf. Mc., 16,16;24 Jn., 3,525),

La iglesia católica posee la plenitud de los medios de salvación

1. Palabra de Dios
2. Fe en Dios tri-personal
3. Veneración a la virgen, los santos, y a los ángeles
4. 7 sacramentos
5. El Espíritu Santo
6. La presencia de Jesús

22
y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.
23
Respondió Jesús: «Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría
combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí.»
24
El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará

25
Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar
en el Reino de Dios
7. Los mandamientos
8. Las bienaventuranzas
9. La ley del amor
10. Sucesión apostólica
11. El primado de Pedro

¿Quiénes no alcanzan la salvación? Por lo cual no podrían salvarse quienes, sabiendo que la
Iglesia católica fue instituida por Jesucristo como necesaria, rehusaran entrar o no quisieran
permanecer en ella. No alcanza la salvación, aunque esté incorporado a la Iglesia, quien no
perseverando en la caridad permanece en el seno de la Iglesia "en cuerpo", pero no "en
corazón". No olviden, con todo, los hijos de la Iglesia que su excelsa condición no deben
atribuirla a sus propios méritos, sino a una gracia especial de Cristo: y si no responden a ella
con el pensamiento, las palabras y las obras, lejos de salvarse, serán juzgados con mayor
severidad.

g. Vínculos de la Iglesia con los cristianos no católicos LG 15

Los padres conciliares afirman que hay vínculos con los cristianos no católicos.

1. Conservan la Sagrada Escritura como norma de fe y de vida,


2. Manifiestan celo apostólico
3. Creen con amor en Dios Padre todopoderoso, y en el hijo de Dios Salvador
4. Están marcados con el bautismo, con el que se unen a Cristo
5. Reconocen y reciben en sus propias Iglesias o comunidades eclesiales otros
sacramentos
6. Muchos de ellos tienen episcopado
7. Celebran la sagrada Eucaristía y fomentan la piedad hacia la Virgen Madre de Dios. Hay
que contar también la comunión de oraciones y de otros beneficios espirituales
8. Cierta unión en el Espíritu Santo, puesto que también obra en ellos su virtud
santificante por medio de dones y de gracias, y a algunos de ellos les dio la fortaleza
del martirio.

h. Los no cristianos LG 16

Los que todavía no recibieron el Evangelio, están ordenados al Pueblo de Dios por varias
razones.

1. En primer lugar, por cierto, aquel pueblo a quien se confiaron las alianzas y las
promesas y del que nació Cristo según la carne (cf. Rm 9,4-5) 26; pueblo, según la

26
Pues desearía ser yo mismo anatema, separado de Cristo, por mis hermanos, los de mi raza según la
carne, - los israelitas -, de los cuales es la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las
promesas, y los patriarcas; de los cuales también procede Cristo según la carne, el cual está por encima
de todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.
elección, amadísimo a causa de los padres; porque los dones y la vocación de Dios son
irrevocables (cf. Rom 11,28-2927)
2. el designio de salvación abarca también a aquellos que reconocen al Creador, entre los
cuales están en primer lugar los musulmanes, que confesando profesar la fe de
Abraham adoran con nosotros a un solo Dios, misericordiosos, que ha de juzgar a los
hombres en el último día.
3. Este mismo Dios tampoco está lejos de otros que entre sombras e imágenes buscan al
Dios desconocido, puesto que les da a todos la vida, la inspiración y todas las cosas y el
Salvador quiere que todos los hombres se salven (cf. 1Tim., 2,4 28).
4. La divina Providencia no niega los auxilios necesarios para la salvación a los que sin
culpa por su parte no llegaron todavía a un claro conocimiento de Dios y, sin embargo,
se esfuerzan, ayudados por la gracia divina, en conseguir una vida recta.
5. La Iglesia aprecia todo lo bueno y verdadero, que entre ellos se da, como preparación
evangélica, y dado por quien ilumina a todos los hombres, para que al fin tenga la vida.
pero con demasiada frecuencia los hombres, engañados por el maligno, se hicieron
necios en sus razonamientos y trocaron la verdad de Dios por la mentira sirviendo a la
criatura en lugar del Criador (cf. Rm 1,24-25),

i. Carácter misionero de la Iglesia 17

Como el Padre envió al Hijo, así el Hijo envió a los Apóstoles (cf. Jn., 20,21), diciendo: "Id y
enseñad a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Yo estaré con vosotros siempre
hasta la consumación del mundo" (Mt., 28,19-20).

¡Ay de mí si no evangelizara! " (1Cor., 9,16 29)

DE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

Este santo Concilio, siguiendo las huellas del Vaticano I, enseña y declara a una con él que
Jesucristo, eterno Pastor, edificó la santa Iglesia enviando a sus Apóstoles como El mismo

27
En cuanto al Evangelio, son enemigos para vuestro bien; pero en cuanto a la elección amados en
atención a sus padres. Que los dones y la vocación de Dios son irrevocables

28
Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y
lleguen al conocimiento pleno de la verdad. Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre
Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también, que se entregó a sí mismo como rescate por todos.
Este es el testimonio dado en el tiempo oportuno, y de este testimonio - digo la verdad, no miento - yo
he sido constituido heraldo y apóstol, maestro de los gentiles en la fe y en la verdad.

29
Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando
al derecho que me confiere el Evangelio.
había sido enviado por el Padre ( Jn 20,21 30), y quiso que los sucesores de éstos, los Obispos,
hasta la consumación de los siglos, fuesen los pastores en su Iglesia

a. La institución de los Apóstoles LG 19

Jesús ante la elección

1. Ora (Mc., 3,13-1931; Mt., 10,1-42)


2. Llama
3. Elige
4. Organiza y funda un grupo estable coloca a pedro como cabeza (Ap 21,14; Mt.,
16,1832; Ef., 2,20 ; Jn 21,15-1733)
5. Envía
6. Les da potestad (Mt28,16-2034; Mc., 16,15; Lc., 24,45-48; Jn., 20,21-23)
7. Confirma y capacita para misión mediante la acción del Espíritu Santo (Mc., 16,20 35;
Hch 2,436
b. Los Obispos, sucesores de los Apóstoles LG 20

30
Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.» Dicho
esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan
perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

31
Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó Doce, para que estuvieran
con él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios. Instituyó a los Doce y puso a
Simón el nombre de Pedro; a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso
por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago
el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que le entregó

32
Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades
no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra
quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»

33
Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le
dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.» Vuelve a decirle
por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice
Jesús: «Apacienta mis ovejas.» Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció
Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes
que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas

34
Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle
le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado
todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he
mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»

35
Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con
las señales que la acompañaban.

36
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo
un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se
les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos;
quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les
concedía expresarse.
Esta divina misión confiada por Cristo a los Apóstoles ha de durar hasta el fin de los siglos
( Mt 28,2037), puesto que el Evangelio que ellos deben transmitir en todo tiempo es el principio
de la vida para la Iglesia. Por lo cual los Apóstoles en esta sociedad jerárquicamente organizada
tuvieron cuidado de establecer sucesores.

Y así como permanece el oficio concedido por Dios singularmente a Pedro como a primero
entre los Apóstoles, y se transmite a sus sucesores, así también permanece el oficio de los
Apóstoles de apacentar la Iglesia que permanentemente ejercita el orden sacro de los Obispos
han sucedido este Sagrado Sínodo que los Obispos han sucedido por institución divina en el
lugar de los Apóstoles como pastores de la Iglesia, y quien a ellos escucha, a Cristo escucha, a
quien los desprecia a Cristo desprecia y al que le envió ( Lc 10,16 38).

c. El episcopado como sacramento

Para realizar estos oficios tan altos, fueron los apóstoles enriquecidos por Cristo con la efusión
especial del Espíritu Santo (cf. Act., 1,8; 2,4; Jn., 20, 22-23 39), y ellos, a su vez, por la imposición
de las manos transmitieron a sus colaboradores el don del Espíritu ( 1Tim 4,14 40; 2Tim 1,641),
que ha llegado hasta nosotros en la consagración episcopal.

En efecto, según la tradición, que aparece sobre todo en los ritos litúrgicos y en la práctica de
la Iglesia, tanto de Oriente como de Occidente es cosa clara que con la imposición de las
manos se confiere la gracia del Espíritu Santo y se imprime el sagrado carácter, de tal manera
que los Obispos en forma eminente y visible hagan las veces de Cristo, Maestro, Pastor y
Pontífice y obren en su nombre.

d. El Colegio de los Obispos y su Cabeza LG 22

Así como, por disposición del Señor, San Pedro y los demás Apóstoles forman un solo Colegio
Apostólico, de igual modo se unen entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los
Obispos sucesores de los Apóstoles. Ya la más antigua disciplina, conforme a la cual los
Obispos establecidos por todo el mundo comunicaban entre sí y con el Obispo de Roma por el
vínculo de la unidad, de la caridad y de la paz, como también los concilios convocados, para
resolver en común las cosas más importantes después de haber considerado el parecer de
muchos, manifiestan la naturaleza y forma colegial propia del orden episcopal.

El Colegio o cuerpo episcopal, por su parte, no tiene autoridad si no se considera incluido el


Romano Pontífice, sucesor de Pedro, como cabeza del mismo, quedando siempre a salvo el
poder primacial de éste, tanto sobre los pastores como sobre los fieles.

37
y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos
los días hasta el fin del mundo.»

38
«Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y
quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.»

39
Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados,
les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.

40
No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención profética mediante la
imposición de las manos del colegio de presbíteros.

41
Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos
El Señor puso tan sólo a Simón como roca y portador de las llaves de la Iglesia (Mt 16,18-19 42).
y le constituyó Pastor de toda su grey ( Jn 21,15ss 43); pero el oficio que dio a Pedro de atar y
desatar, consta que lo dio también al Colegio de los Apóstoles unido con su Cabeza (Mt.,
18,1844; 28,16-2045).

No puede hacer Concilio Ecuménico que no se aprobado o al menos aceptado como tal por el
sucesor de Pedro. Y es prerrogativa del Romano Pontífice convocar estos Concilios
Ecuménicos, presidirlos y confirmarlos.

e. Relaciones de los Obispos dentro de la Iglesia LG 23

La unión colegial se manifiesta también en las mutuas relaciones de cada Obispo con las
Iglesias particulares y con la Iglesia universal. El Romano Pontífice, como sucesor de Pedro, es
el principio y fundamento perpetuo visible de unidad, así de los Obispos como de la multitud
de los fieles. Del mismo modo, cada Obispo es el principio y fundamento visible de unidad en
su propia Iglesia, formada a imagen de la Iglesia universal; y de todas las Iglesias particulares
queda integrada la una y única Iglesia católica

Cada uno de los Obispos, puesto al frente de una Iglesia particular, ejercita su poder pastoral
sobre la porción del Pueblo de Dios que se le ha confiado, no sobre las otras Iglesias ni sobre la
Iglesia universal.

f. El ministerio de los Obispos

Los Obispos, en su calidad de sucesores de los Apóstoles, reciben del Señor a quien se ha dado
toda potestad en el cielo y en la tierra, la misión de enseñar a todas las gentes y de predicar el
Evangelio a toda criatura, a fin de que todos los hombres logren la salvación por medio de la
fe, el bautismo y el cumplimiento de los mandamientos (Mt 28,18 46; Mc 16,15-1647)

42
Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades
no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra
quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»

43
Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le
dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.» Vuelve a decirle
por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice
Jesús: «Apacienta mis ovejas.» Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció
Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes
que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.

44
«Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la
tierra quedará desatado en el cielo.

45
Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»
46
Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues,
y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.

47
Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea
bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.
g. El oficio de enseñar de los Obispos LG 25

Entre los oficios principales de los Obispos se destaca la predicación del Evangelio. Porque los
Obispos son los pregoneros de la fe que ganan nuevos discípulos para Cristo y son los maestros
auténticos, es decir, herederos de la autoridad de Cristo, que predican al pueblo que les ha
sido encomendado la fe que ha de creerse y ha de aplicarse a la vida, la ilustran con la luz del
Espíritu Santo, extrayendo del tesoro de la Revelación las cosas nuevas y las cosas viejas ( Mt
13,5248), la hacen fructificar y con vigilancia apartan de la grey los errores que la amenazan
(2Tim 4,1-449)

h. El oficio de los Obispos de santificar LG 26

El Obispo, revestido como está de la plenitud del Sacramento del Orden, es "el administrador
de la gracia del supremo sacerdocio", sobre todo en la Eucaristía que él mismo celebra, ya sea
por sí, ya sea por otros, que hace vivir y crecer a la Iglesia.

En toda celebración, reunida la comunidad bajo el ministerio sagrado del Obispo, se manifiesta
el símbolo de aquella caridad y "unidad del Cuerpo místico de Cristo sin la cual no puede haber
salvación".

Los Obispos, orando por el pueblo y trabajando, dan de muchas maneras y abundantemente
de la plenitud de la santidad de Cristo. Por medio del ministerio de la palabra comunican la
virtud de Dios a todos aquellos que creen para la salvación (Rom 1,16 50), y por medio de los
sacramentos, cuya administración sana y fructuosa regulan ellos con su autoridad, santifican a
los fieles

i. Oficio de los Obispos de regir

Los Obispos rigen, como vicarios y legados de Cristo, las Iglesias particulares que se les han
encomendado, con sus consejos, con sus exhortaciones, con sus ejemplos, pero también con
su autoridad y con su potestad sagrada, que ejercitan únicamente para edificar su grey en la
verdad y la santidad, teniendo en cuenta que el que es mayor ha de hacerse como el menor y
el que ocupa el primer puesto como el servidor (Lc 22,25-27 51)

Esta potestad que personalmente poseen en nombre de Cristo, es propia, ordinaria e


inmediata aunque el ejercicio último de la misma sea regulada por la autoridad suprema, y

48
Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño
de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.»

49
Te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jesús que ha de venir a juzgar a vivos y muertos, por su
Manifestación y por su Reino: Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza,
exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la
doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por
el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas. Tú, en cambio,
pórtate en todo con prudencia, soporta los sufrimientos, realiza la función de evangelizador, desempeña
a la perfección tu ministerio.
50
Pues no me avergüenzo del Evangelio, que es una fuerza de Dios para la salvación de todo el que
cree: del judío primeramente y también del griego.
51
Él les dijo: «Los reyes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los que ejercen el poder
sobre ellas se hacen llamar Bienhechores; pero no así vosotros, sino que el mayor entre vosotros sea
como el más joven y el que gobierna como el que sirve. Porque, ¿quién es mayor, el que está a la mesa
o el que sirve? ¿No es el que está a la mesa? Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve.
aunque, con miras a la utilidad de la Iglesia o de los fieles, pueda quedar circunscrita dentro de
ciertos límites. En virtud de esta potestad, los Obispos tienen el sagrado derecho y ante Dios el
deber de legislar sobre sus súbditos, de juzgarlos y de regular todo cuanto pertenece al culto y
organización del apostolado.

A ellos se les confía plenamente el oficio pastoral.

Sacado de entre los hombres y rodeado él mismo de flaquezas, puede apiadarse de los
ignorantes y de los errados (Hb 5,1-352).

j. Los presbíteros y sus relaciones con Cristo, con los Obispos, con el presbiterio y con el
pueblo cristiano

Cristo, a quien el Padre santificó y envió al mundo (Jn 10,36 53), ha hecho participantes de su
consagración y de su misión a los Obispos por medio de los apóstoles y de sus sucesores. Ellos
han encomendado legítimamente el oficio de su ministerio en diverso grado a diversos sujetos
en la Iglesia. Así, el ministerio eclesiástico de divina institución es ejercitado en diversas
categorías por aquellos que ya desde antiguo se llamaron Obispos presbíteros, diáconos.

Los presbíteros, aunque no tienen la cumbre del pontificado y en el ejercicio de su potestad


dependen de los Obispos, con todo están unidos con ellos en el honor del sacerdocio y, en
virtud del sacramento del orden, han sido consagrados como verdaderos sacerdotes del Nuevo
Testamento, según la imagen de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote (Hb 5,1-10 54; 7,2455; 9,11-28),
para predicar el Evangelio y apacentar a los fieles y para celebrar el culto divino.

Los presbíteros, como próvidos colaboradores del orden episcopal, como ayuda e instrumento
suyo llamados para servir al Pueblo de Dios, forman, junto con su Obispo, un presbiterio
dedicado a diversas ocupaciones. En cada una de las congregaciones de fieles, ellos
representan al Obispo con quien están confiada y animosamente unidos, y toman sobre sí una
parte de la carga y solicitud pastoral y la ejercitan en el diario trabajo. Ellos, bajo la autoridad
del Obispo, santifican y rigen la porción de la grey del Señor a ellos confiada, hacen visible en

52
Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y está puesto en favor de los hombres
en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados; y puede sentir compasión
hacia los ignorantes y extraviados, por estar también él envuelto en flaqueza. Y a causa de esa misma
flaqueza debe ofrecer por los pecados propios igual que por los del pueblo.

53
a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿cómo le decís que blasfema por haber
dicho: “Yo soy Hijo de Dios”?

54
Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y está puesto en favor de los hombres
en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados; y puede sentir compasión
hacia los ignorantes y extraviados, por estar también él envuelto en flaqueza. Y a causa de esa misma
flaqueza debe ofrecer por los pecados propios igual que por los del pueblo.
Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aarón. De igual modo, tampoco
Cristo se apropió la gloria del Sumo Sacerdocio, sino que la tuvo de quien le dijo: = Hijo mío eres tú; yo
te he engendrado hoy. Como también dice en otro lugar: = Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza
de Melquisedec. El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas con poderoso
clamor y lágrimas al que podía salvarle de la muerte, fue escuchado por su actitud reverente, y aun
siendo Hijo, con lo que padeció experimentó la obediencia; y llegado a la perfección, se convirtió en
causa de salvación eterna para todos los que le obedecen, proclamado por Dios Sumo Sacerdote = a
semejanza de Melquisedec.

55
Pero éste posee un sacerdocio perpetuo porque permanece = para siempre.
cada lugar a la Iglesia universal y prestan eficaz ayuda a la edificación del Cuerpo total de Cristo
( Ef 4,11-1356)

Respecto de los fieles, a quienes con el bautismo y la doctrina han engendrado espiritualmente
(1Cor 4,1557; 1Pe 1,2358), tengan la solicitud de padres en Cristo. Haciéndose de buena gana
modelos de la grey (1Pe 5,359), así gobiernen y sirvan a su comunidad local de tal manera que
ésta merezca llamarse con el nombre que es gala del Pueblo de Dios único y total, es decir,
Iglesia de Dios (1Cor 1,260; 2Cor, 1,161).

k. Los diáconos

Es oficio propio del diácono, según la autoridad competente se lo indicare, la administración


solemne del bautismo, el conservar y distribuir la Eucaristía, el asistir en nombre de la Iglesia y
bendecir los matrimonios, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada Escritura a los
fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y oración de los fieles, administrar los
sacramentales, presidir los ritos de funerales y sepelios.

LOS LAICOS

Qué se entiende por laicos

Por el nombre de laicos se entiende aquí todos los fieles cristianos, a excepción de los
miembros que han recibido un orden sagrado y los que están en estado religioso reconocido
por la Iglesia, es decir, los fieles cristianos que, por estar incorporados a Cristo mediante el
bautismo, constituidos en Pueblo de Dios y hechos partícipes a su manera de la función
sacerdotal, profética y real de Jesucristo, ejercen, por su parte, la misión de todo el pueblo
cristiano en la Iglesia y en el mundo.

56
El mismo «dio» a unos el ser apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores; a otros, pastores y
maestros, para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del ministerio, para
edificación del Cuerpo de Cristo, hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento
pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo

57
Pues aunque hayáis tenido 10.000 pedagogos en Cristo, no habéis tenido muchos padres. He sido yo
quien, por el Evangelio, os engendré en Cristo Jesús.

58
pues habéis sido reengendrados de un germen no corruptible, sino incorruptible, por medio de la
Palabra de Dios viva y permanente.

59
Apacentad la grey de Dios que os está encomendada, vigilando, no forzados, sino voluntariamente,
según Dios; no por mezquino afán de ganancia, sino de corazón; 3 no tiranizando a los que os ha tocado
cuidar, sino siendo modelos de la grey.

60
a la Iglesia de Dios que está en Corinto: a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con
cuantos en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor nuestro, de nosotros y de ellos

61
Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Timoteo, el hermano, a la Iglesia de Dios que
está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya;
LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, MADRE DE DIOS, EN EL MISTERIO DE CRISTO Y DE LA
IGLESIA

La Santísima Virgen María en el misterio de Cristo

El benignísimo y sapientísimo Dios, al querer llevar a término la redención del mundo, "cuando
llegó la plenitud del tiempo, envió a su Hijo hecho de mujer... para que recibiésemos la
adopción de hijos" (Gal 4,4-5)

"El cual por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, descendió de los cielos, y se
encarnó por obra del Espíritu Santo de María Virgen". Este misterio divino de salvación se nos
revela y continúa en la Iglesia, a la que el Señor constituyó como su Cuerpo, y en ella los fieles,
unidos a Cristo, su Cabeza, en comunión con todos sus Santos, deben también venerar la
memoria, "en primer lugar, de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de nuestro Dios y
Señor Jesucristo".

a. Querer de Dios. Dios quiere que el hombre se salve y llegue al conocimiento de la


verdad ( 1 Tm 2, 4) ¿Cómo el Padre salva a la humanidad caída?
b. Redención del mundo
c. Plenitud de los tiempos,
d. envió a su Hijo hecho de mujer,
e. para que recibiésemos la adopción de hijos"

OFICIO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN EN LA ECONOMÍA DE LA SALVACIÓN

La Madre del Mesías en el Antiguo Testamento.

a. Estos primeros documentos, tal como son leídos en la Iglesia y son entendidos bajo la
luz de una ulterior y más plena revelación, cada vez con mayor claridad, iluminan la
figura de la mujer Madre del Redentor; ella misma, bajo esta luz es insinuada
proféticamente en la promesa de victoria sobre la serpiente, dada a nuestros primeros
padres caídos en pecado (cf. Gen 3,15).
b. Así también, ella es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo cuyo nombre será
Emmanuel (Is 7,14; Miq 5,2-3; Mt 1,22-23)

María en la Anunciación

Enriquecida desde el primer instante de su concepción con esplendores de santidad del todo
singular, la Virgen Nazarena es saludada por el ángel por mandato de Dios como "llena de
gracia" (cf. Lc 1,28), y ella responde al enviado celestial: "He aquí la esclava del Señor, hágase
en mí según tu palabra" (Lc 1,38).

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