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Guía de estudio

Capítulo 2 – Jesús más que la ley


(Capítulos 3 y 4)

APERTURA

Todas las culturas poseen valores sagrados. Sus


costumbres suelen explicarse a partir de ellos. En el caso
de los judíos, la Ley era lo más importante, y su máximo
exponente era Moisés. La idea de que existiera algo o
alguien más valioso era inconcebible. Cumplir la ley era el
sentido de la vida y estructuraba el modo de obrar de la
nación en todos los planos.
 
Alex nos guía a través de los capítulos 3 y 4, donde el
autor de la Epístola a los Hebreos nos explica por qué
Jesús es más que la Ley y que toda la tradición judía.

VIDEO

Reproduce el video del capítulo 2: Jesús más que la ley (9


minutos).
REPASO Y ESTUDIO

Moisés ocupa un lugar preponderante dentro de la


tradición hebrea. Sin embargo, Hebreos afirma que Jesús
tiene mayor gloria que Moisés (3:3).
 
Lee Hebreos 3:5-6 RVA1960. El argumento del libro
comienza con una comparación entre Moisés y Jesús.
 
¿En qué se diferencia la relación de Moisés y de Jesús
con “la casa de Dios”? (Moisés es el siervo de la casa.
Jesús es el hijo de la casa, el heredero y el constructor).
 
Considera la manera de conectarse con Dios. ¿Qué
protocolo seguía Moisés para encontrarse con Dios?
¿Cómo lo hacemos nosotros?
(Dios se encontraba con Moisés en un lugar—el
tabernáculo. Jesús, en cambio, se encuentra con
nosotros en todo lugar, y su templo somos nosotros).
 
El autor anima a los hebreos a ser valientes y seguir
confiando en Cristo. Al mismo tiempo hace una
advertencia: el corazón humano puede endurecerse.
 
Lee Hebreos 3:7-8 RVA1960. ¿Qué implica “endurecer el
corazón”? (Cuando alguien deja de confiar en Dios, las
palabras de Dios le son indiferentes. Esta actitud, a largo
plazo, conduce a la incredulidad).
 
El pueblo de Israel ignoró los consejos de Dios en varias
ocasiones, y las consecuencias fueron graves. Vagaron
sin rumbo por el desierto durante 40 años y no pudieron
entrar a la Tierra Prometida. Por este motivo, es
aconsejable reflexionar y examinarnos con frecuencia.
¿Soy receptivo a la voz de Dios? ¿Sigo confiando en las
palabras de Jesús o me he vuelto indiferente con el
paso del tiempo?
 
Lee Hebreos 4:8-10 RVA1960. ¿Quién alcanzó el
verdadero reposo, Moisés o Josué? ¿Cuál es el
verdadero reposo? (Solo Jesús nos adentra en el
verdadero reposo y nos libera de las obras. El reposo es
Jesús).
 
La obra de Jesús en la cruz libera a la humanidad de la
carga de la ley. En Cristo encontramos el descanso que
menciona el versículo 9. Él es nuestra tierra prometida.
 
Lee Hebreos 4:12 RVA1960. En el contexto de este
pasaje, ¿quién es la palabra de Dios? (Jesús es la palabra
de Dios. Sus palabras son palabra de Dios).
 
¿Cuáles son las características de la palabra de Dios?
(La palabra de Dios es viva, es poder, fuerza).
 
¿Qué efectos tiene la palabra de Dios sobre quienes la
reciben? (Tiene la capacidad de alcanzar las
profundidades de nuestro corazón y de mostrarnos
dónde está puesta nuestra confianza).
 
“Somos insuficientes”, dice Alex. “En el desierto de la vida
no podemos confiar en nuestras obras, en la ley, sino
únicamente en la voz que nos sigue guiando”. La vida sin
Jesús se convierte en un desierto.
 
Alex hace una diferencia entre lo que nos dicen la Ley y
la Palabra de Dios. ¿La recuerdas? (La Ley dice, “Haz las
obras y vivirás”. La Palabra de Dios dice, “Te doy vida; por
eso podrás hacer las obras”).
 
Lee Hebreos 4:14-16 RVA1960. ¿Cuál es el tema central
que resurge en este capítulo? (Jesús es el gran sumo
sacerdote).
 
Según Alex, este pasaje contiene una de “las
declaraciones teológicas más atrevidas” de todo el
Nuevo Testamento. ¿Cuál es? (“Fue tentado en todo”).
 
¿Cómo la interpretas? (Jesús se hizo completamente
humano. Si bien atravesó todo tipo de pruebas Él no falló
ni pecó. Al haber sido humano y sentido todos los envites
de la tentación, Jesús sabe lo que se siente. Esto lo
convierte en intercesor ideal. En Jesús encontramos a un
Dios que empatiza. Jesús ocupó nuestro lugar no
solamente en la cruz, sino durante toda su vida).
 
“La experiencia humana de Jesús fue real y total. Por eso
podemos acercarnos al trono. No es un trono de juicio,
sino de gracia y misericordia”.
 
Estos capítulos presentan un perfil revolucionario de
Cristo. Su gracia y su misericordia nos invitan a estar
cerca y a confiar.
ÚLTIMAS PALABRAS

Al leer los siguientes pasajes, encontrarás otras maneras


de comunicar que Jesús es más que todo lo anterior.
 
Romanos 8:3 NTV. “La Ley de Moisés no podía salvarnos,
porque nuestra naturaleza es débil. Así que Dios hizo lo
que la ley no podía hacer. Él envió a su propio Hijo en un
cuerpo como el que nosotros tenemos; y en ese cuerpo,
mediante la entrega de su Hijo como sacrificio por
nuestros pecados, Dios declaró el fin del dominio que el
pecado tenía sobre nosotros”.
 
Gálatas 3:25-25 NTV. Cristo recibió sobre sí la maldición
que cae sobre quien no obedece la ley.
 
1 Corintios 3:6 NTV. Este pasaje ha sido utilizado muchas
veces de forma incorrecta. La verdad que encierra es
maravillosa: “La letra mata, pero el espíritu vivifica”. La Ley
era el único camino que el pueblo de Israel tenía para
acercarse a Dios. Pero la Ley era insuficiente porque
pone en evidencia que es imposible cumplirla. La fe en la
cruz, por otro lado, le ofrece al ser humano una nueva
naturaleza. La nueva vida en Cristo nos brinda el poder
para hacer el bien.
 

En conclusión, podemos afirmar con plena certeza que


Jesús es más que Moisés, que Josué, que la Ley, que el
reposo y que la Tierra Prometida. Jesús es la Palabra de
Dios y, “si oyes hoy su voz, no endurezcas tu corazón, y
confía en Él”.
APLICACIÓN

Detente. El desierto es el lugar de intimidad y soledad


donde Dios nos habla. Si vamos allí, quizá Dios nos
pueda hablar a nosotros también. Dios quiere hablarnos.
No endurezcas tu corazón y confía en Él; permite que el
Espíritu Santo te guíe en tus desiertos.
 
Memoriza. Lee y repasa Hebreos 4:16 NTV.
“Acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para
recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el
momento que la necesitemos”. La palabra de Dios puede
llegar a lo más profundo de nuestro corazón. Cuando te
sientas alejado, recuerda este pasaje y confía en el Señor.
 
Ora. Preséntale a Dios tu lucha interior. Recuerda que
Jesús es tu intercesor. Da gracias al Señor por su
compasión si te sientes débil. En Él encontrarás nuevas
fuerzas para enfrentar las tentaciones.
 
Atrévete. Comparte con otros las verdades que has
descubierto. Alienta a otros a vivir su fe a partir de la
nueva vida en Cristo, dejando atrás el legalismo y la
meritocracia.

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