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a, Vision logica del derecho Primera edicién: 2017 © Lorenzo Pefia © Plaza y Valdés Editores Plaza y Valdés, S. L. ‘Murcia, 2. Colonia de los Angeles 28223 - Pozuelo de Alarcn Madrid (Espatia). Tels (4) 91 812 63 15 madrid@plazayvaldes.com swwiplazayvaldes.es Queda prohibida cualquier forma de reproduccién o transformacién de esta obra si previa autorizacién eserita de los editores, salvo excepcién prevista por la ley. Dirfase CEDRO (Centro Espaiiol de Derechos Reprogrificos, www.cedro.org) si necesita foto copiar o escanear algiin fragmento de esta obra. ISBN: 978-84-17121-06-8 D. Li: M-26100-2017 Disefio de portada: Maria Rosa Encinas Impresion: masquelibros, §. L, Capitulo I Esencia y existencia del derecho 1, EL DERECHO EN SU ESENCIA Y EN SU EXISTENCIA ene como hilo conductor el presente libro la doble idea de la Distingo, en efecto, entre racionalidad y racionalizacién. Sostengo, saraempezar, que el derecho es racional, en su esencia, en su médula, en eNuncién social, en su tatea; dicho sumariamente, en su razén de ser Cai eee ee icas Pero también reconozco que, en el derecho positivo, esa racionali- dad funcional y esencial est a menuco desnavuralizada, alienada, vi- ciada por normas contrarias a la propia esencia del derecho; de ahi la necesidad de la racionalizaciénsque-nores'sinovunardesalienacionfun 1 términos hegelianos, podemos decir que el derecho racional es dd ; letecho en sé (das Rech! an sich)". Mas lo en-si es pura esencia y, a La impronta de morons dela lois de Heel ven, en los pais que sgn, clas ohio empero a ce suis juriic,sno la de su Lt Co izada con la Fenomenologta del espirita Ss - J pnt DEEL RACIONALISMO Ht, 44 Vises ponent Fe sxe, accletamente india, py, fae deta mame sone censimismada, carece ce eta solo vendra dag Esa realidad cone! Ia de la seriedad, la paciencia, e| take una ordalia: cho en pase gv, Para es, el derecho se plasma eng aor-de-si (auBer sch), parcialmente alienado, polucionado, mang oN iu fo - SS ease alienacién ba de tener un limite. Un dere, ch alienado sigue sendo derecho, en mayor © menor medida; paras el pensamiento flossfico de Hegel contin‘ siendo de gran interés pa site tn ae en pen aloe prokan N LLépee Calera, Mensijes begelianos: La efilosofa del derecho» de G.W. F Hegel dis Tse, 2012. ‘Amici, los Gandlnin der Philosophie des Recs, Naturects und Stas, senschft de 1821 (teed, con una inttoduccién de Helmut Reichelt en Frankfurtag Mai, 1972, ISBN3548-02329-9) iguenconsttuyendo, en efecto, una bre de wie ss lecura (como rod lo que prod la pluma del figsofo de Statigat. Son, emp uno de sus trabajos menos brillantes y menos logrados, Dudo incluso que Hegel acierte en aplicar al derecho su propio. esquematismo, sy twiada —que se reproduce una y otra vez— de lo an-sich, lo auker-sich ¥ lo an-aond fie. sich; este tercer momento constituye siempre la. Aufhebung, la superacién, de los dos imamencos precedente, el primero, el de la pura esencia0 potencia inter dl ens yl segundo, el de su existencia exteriorizada y alienada en el fuera-de-si, Con. Coa tal principio Lstrel desu nee ‘era aparentemente de *sperar que, de los tres momentos del espititu of jetivo (que ya es, globalmente, e auger: fod del espiritu), el derecho fuera el segundo, el fuera-de-si de la moral, al ser SA sibjetiva interior, introvertida, el reino de la conciencis indivi sido Leil ib ni deslesen chia Pte haber Goce, le historia, late 5 GM EHepel, Phin Mee Habre ome des Goines 7 ey eee spss YPXISIENGHA EL vane isi spsiqnecontenindo elementos de racionaidad, valores que te sfionlinente, hat de escoyer en ara desu propia subsis ve reialmente, el bien come otras normas agregadas por voluntad de los legisladores rey con esos valores; ero, sel sistema de normas ig f ‘les valores; sino contiene norma alguna ins ri ao sem completamente a scone solo contiene normas de esa indole marginalmente); si mp enllos 0S mente) cade Janamenteitracional,entonces lo que se tend dejaré de ‘amiento juridico. Posiblemente no seré ni siquiera un esol fer un order ordenamiento. 1 inge asi para el derecho la tarea de formarse y ganarse sus galones canes de ese estar fuera de si, a través del aguante, la resiliencia, la “yevién elesfuerzo ya antinomia. ; we taltarea es la racionalizacién, la eiminacién de escorias, la depu- savin en suma, a reconciliacion de la existencia del derecho con su cesencia, El.resultado,la sintesis»es.el.derecho.enyparasin(desRecht wl 5 ‘a nto derecho cada una de cuyas normas seria —como la ley para santo Tomés—una ordenacién de la raz6n para el bien comtin promulgada poraquel que tiene a su cuidado la comunidad’ Ese Recht a und fir sich zes efectivamente realizable? Seguramen- te sfen una sociedad de dioses o de dageles. Y acaso también en una de eres menos inteligentes que nosot-os pero también menos concu- biscentes 0 menos temperamentales. Entre los seres humanos (como 0 sea que la ingenieria genética pueda en el futuro obrar milagros), el Recht an und fir sich podemos tométlo como una metaasintétiea Pero vale la pena enderezar nuestro rumbo hacia ella. Aun los pasos modestos en esa direccién hacen que el derecho merezca més su cali- ficacién de tal, * Vibrio \ La eficacia de las noma juris, Ati, 2003 ati ad ht oli definite, que mil ext aled quae quaedam rationis od ar anime ab eo qui curam commanitars haber promulgetar, Summa helo Mgicas WA, 3,9, 4 syste Na DEFENSA DEL RNUISAEISID Hy jo Vises tou ht 2, Como FS PONIBIT A COONTRADICCION ENTIRE LA TSENGIAY 14 Pats NCA? auistotélica, una sustancia tiene una esencia? gy, react que jamais pueda OCurTIE que TOS accidun necidentes ni quitan ni afiaden, simp seve aeaecen, sobrevienen; la sustancia es incélume y plenamenn ee evr To que es mientras exist. Ni cabe tampoco —dentro qt sXorelismo-—que se dé contradicci6n alguna entre esencia y ex, lel ca, Una esencia podri existir 0 no, pero no puede existir alienag, eenaturaizada, extrahuda, ya que, en tal supuesto, lo que estaia ey? tiendo no es la esencia en cuestién sino otra, ‘Lo optesto a ese enfogue aristotélico es el punto de vista cont, re icrrial que ha guiado todo el itinerario intelectual del autor de es ; En la tilosot soporte de ontradigan a la esencia; los 7 Aunque en la eadicién aistorlico-tomista algunos filsofos (, «Sa RamirezO-P) opinan que hay una diferencia entre sustancia yesencia —-y, con® so tex asinterpetan a santo Tomas, hay que sealar, no obstane, que a) inant eat fandada en ero al Aquiate se aparia de sn maestro Arinéicle ed cexpresaba lo que indstintamentetraducimos como «sustancia» y como eesence €l mismo vocablo griego,oboia; de suyo es un sustantivo verbal del verbo ivan na sustanivo que habra podido ambien signifcar«exstencie. an En mi obra El ente y su ser: Un estudio logico-metafisic 155) premade ey desi Toma quenn sat Ramirez, puesto que yo consideraba que, para esos flésofos, un ente esle wh quesuesencia, mientras que fete realmente dese istenci por are a Xero mio que eecia de Xs accidents no son ss sen pees ‘Siendo esencias tampoco tienen esencia; mas cabria habl vicemetedebeee Ghdcanactkne p 6, deumculdad deimeitincte eee Frente aes ool esenilists propena yo en exe Hoses mag tenis, en la cual un ent es lo ism eeepc an iu eo iano guesses, de malo ee iecimcnn ca 7 exstencia, habia que decir quel existent lales conceptualiza ulizaciones no coincide o , cna anes no coincide con is que eple en etna i ic los conceptos hegelianos mete co ences hele de een exten in ot Crs el dl st tes derepancias concep ein seed sco con aol oii et Tae Fe nli oadupracio, uc sin embargo ere ag ut mery advertencia al etry re a ita ir, l cul pods exefarse de Y ls desarrollos del presente capitulo. ulo cn la filosotia de Herictites sings inspin lito na filo Pine quic etiendde que no Lodo es como es, qu oa son porgue cn lt realidad se dan hile se sct de bien y de ma soa de a an scones mercla de otro modo. (El propio ciddentes mutnamente opuestos'y Heniogue heraciteo 0 hegetiano por el que hemos optado nos srovee de un utils conceptual inaccesible al atistordlico, Penminens render los desgarramientos, los es-no-es, ls impuresas. le cet soraviones, las adulteraciones. Aristotélicamente nada eats many ‘Molterado, bastardeado, corrupto 0 alterado; sencillamente ce nna cosa. La leche aguada o desnatada no es leche; es otra sustancia, "La logica aristotéica no tolera la contradiccidn, No es ya que air, nee principio de no-contradiccién, sino que profesa una regla, a regula vitandee contradictions, que consiste en proscribit que un sste. nna pueda contener dos asertos mutuamente contradictotios. Set lo be mostrado en mis escritos légico-filos6ficos’, la diferencia entre el principio de no-contradicci6n la regla del rechazo de la contradic. cién es una diferencia entre asertos y reglas de inferencia, La citada regla impone que, cuando encontremos en tn sistema dos asertos mutuamente contradictorios, rechacemos el sistema, lo eliminemos, lo olvidemos para, en su lugar, buscar otto exento de esa tata. Lo que dice el principio de no-contradiccin es que es verdadero cualquier emunciado de la forma «No: p-y-no-pm. de ser asiy ser de \ristteles a veces tuvo al menos que re iis que inhieren a “V.Lorenzo Peis, «he Coexistence of Contradictory Properties in the Same Subject According to Aristotle», Apeiron 32/3 (Academic Printing and Publishing, University of Alberta, Edmonton, Canada, 1999, pp. 203-30, ISSN 0003-639), El verbo «inherit» pertenece a la jerga téenica de la tradicién atistorél Nestea. Diceseen latin eaceidentia inbeerunt substantie», ‘que rige dativo—; podriamos laxamente traducitlo como Sea, eestar en», Sustantivase ‘nbwesions, Unbierere Ale dhincarse en», «pe rene de “inhesir, ‘on ese verbo «inha un eradicar en», «agar también la frase, dicéndose substantia subject est «sum derivado de hiereo, que ya tiene un signilicadlo rximo “garse a»; el prefijo «in» reluerza ese nexo). (En el Tenguaje co: aiiol no hemos heredado —salvo en las escuelas filosdticas— el verbo btw si cadherin», «udhesi¢im y «cohesién») UG a defendibilidad logicosilosstica de teorias contradict Antologéa de a | rica en , Mai deen Arias Latina, com, por Francisco Mins y Roque Carsion, ‘clon del Banco Exterior, 1988, pp. 643-76, ISBN 8486884551 ado por el Pstagiita, ue ya sents, setae ue salen, €N St sistem pm, estd comprometida 4 ae tambicn «no-P> €S ae Slee > jo reer en ia verdad del princpig Fre er gn sae ais > 9 0-Day 2a Gia de adjuncion) «p-y-no-p». Mas, si afirma apy cabin pr rea ons Mae hovp>.no puede No: an Pm eel pensador heracliteo 0 hegeliano puede afirms, chet lob es mutuamente contradictorias. Para dere y de hecho lo hace, verdad i idéntica saz6n, afirma «p-y-no-p» y «No: p-y-no-p> Las légicas paraconsistentes han demostrado que un sistema pye de contener contradicciones sin desmoronarse. Aristteles pensaby iy dio) que si alguien defendia una contradiccién, tenia que defen, derlas todas; su argumento (un poco criptico) viene a ser este (miso menos): el tinico motivo para rechazar una contradicci6n, sea la que fuere, es que es una contradivcién, cuya aveptacién vulnerarta la re. ula uitandeecontradictionis, si Ud. acepta una contradiccién, es que esti dispuesto a transgredir esa regla; mas entonces rompe la tinics barrera que le impedi estar dispuesto a aceptar cualquier otra con: tradiccién, Falla el argumento de Aristételes por ser falso que el tinico motivo valido para rechazar una contradiccidn es el de que sea una contradic: cién. Puede haber, y de hecho hay, muchos otros motivos. En Ia logica moderna se ha perfeccionado el argumento de Aris ‘cles mediante la prueba de Tarski, segin la cual del par de premisis {p, =p} se deduce cualquier conclusién, «qp, sea la cue fuete. Cone arian aebte una contradiccién estaré comprometido a aceptar cl! uier afrmacién, por absurda que sea ee ‘el de Comubin {a veces lamada area de Esco»? en las que no valese at Jestamente Son paraconsistentes las ce samente clasifead gg ; So” muchas légicas, muy variadas yd cats". Son légicas fecundas, con las cuales se puede” \. Lorenzo Pet, Rudin 1991. ISBN 8400071565, Mais ica aristotelicos | te ese aumento) SOS Los center smente e ones, asevera «4 imulténeament ; t *6aica matemitica. Madei: Edvosial OS enica y detalladamente (aunque cifiéndome # a8" yscn ¥ EXISTENCIA DEL DEAR y sje muchas cosas, con fuerte potencial demostrativo, sin neces seer molesta regla (a la que podrfamos consideras, en cierto 4 a “espuria, toda vez. que nos mete de rondén conclusiones inde- E ‘bl jes.a partir de dos premisas que —por contradictorias que sean seablgpueden ser, ambas por separadlo Lsingillatint], muy razona- ent 5). 2 . bles guor de esta obra consagré decenios de su vida a desarrollar sgants de ests gins y a apicaras al tratamiento de difcultades fi a Joséticas. 3, LATSENCIA RACIONAL DEL DERECHO Y LA @FALACIA NATURALIST» Justamente una de las dificultades es la contradiccién entre la esen- cia racional del derecho y su existencia como ordenamiento juridico frecuentemente plagado de normas irracionales. Irracionales, 0 sea, arbitrarias. Es rucional tan solo todo aquello que se infiere racionalmente de premisas racionales, La definicion es circular, pero lo es en el sentido de as definiciones recursivas: dadas unas premisas racionales, son ra- cionales ls conclusiones que de ellas se infieren racionalmente. (La inferencia aqui involucrada puede no ser deductiva; también son infe- rencias racionales la induccién y la abduccién). Siendo limitada nuestra capacidad inferencial, no podemos incurrit cn inferenciasinfinitas. En cada caso hemos de partir de premisas cuya racionalidad damos por supuesta Lanaturaleza humana era la premisa fundante en la tradicién del inabscnaturlsmo, que forma un continuum, en el que se ubican Son eee santo Tomas, Cayetano, Soto, Vitoria, Mariana, aii" oweetand, Juan Bautista Vieo’, Leibnia, Wolf y Burlama- a proceder esgrimise el canon de indeducibilidad de Puntos en «C1. res) 0 «CI-Compatible Trans SNURSS56 nts 5 (0834 obta De univers juris, ‘0 vale oponer od jusnat re Extensions of System CT», Logie et Analyse 1998), pp. 135-143, ‘uno principio et fine uno, Népoles, 1720 y 1721 * —sentin lo hacen, nada convincentemente, los neoescolist © modesto de la tradicién aristoiélico-escoléstica, la cual se ce Poquisimos principios juridico- ‘ewan naturales al jusnaturalismo racio- 50 Visio. oxaea et pIaHIIO: FSA DHIENSA DEL RACIONALSNO Hyg, Hume (posteriormentereformalado como el rechazo de lagi naturalista» de Moore): de premisas ficticas no cabe inferis cons cuencias axiolégicas 0 normativas. Cote laurel chet im deg canon de Hume y, con él, el rechazo a la «falacia naturalistay, Nj 5 anuiera es correcta una versin atenuada de ese canon, sein lacy} 7 un conjunto de premises, todas ells lctcas, no es posible ine ® vilidamente, una consecuencia normati _ Ih Noes asi porque, en una adecuada ligica nomolégica 0 axicgyc, puede haber correcta reglas de inferencia que avalen tal infereng alist de os silos xy ava, que pretenderia tigi, rene al ordcnamient ju Posto, todo un ordenamientojuricoaturl completo. seerses exavision dey témica cae fuera del ambito de la presente introduccién. 1 sip: ci puede adoptarse una regle de inferencia que, de a premisa «Obny asi o ai causa perjuicio al bien comin» infera (sn necesidad de remiss adios alguna) «Est prohibido obrar aso asé». Oura rela similar: de la premisa ene tuacién X es contraia al contenido prescrto por un mandamiento del poder lps tivo» quepa inferi «Est probibida la actuacién X». Simlarment, un jusnacuralista puede, legitimamente, adoptarlareple de ineren cia Togico-desatica que, de la premisa «X es contrario ala naturaleza humanon aon rice a deducirdirectamente «X es iicito» —sin necesidad de mis premisas-—- (Oy cuestin es en qué sentido se tome la naturaleza humana; mas abajo me reero ue problema). fiado, de una vee para siempre, por un inttinseco vi itico, qué se siga ligice ‘ante de unas premisas dada, por lo cul seran iim ls manic lacines coms ceo Reuse dela manga nuevas replas de inferencia, como si el nexo de consort “a ovis fuer flexible, esiabeo maleable sein ls deseo cree concewene sa Simplismo rela la ingenuidad y la pobreza del pensamienne lcorni0® Paris en este caso la presuntamente iniranqnesbla separacién entre lo analiticoy!0 tambien en eterty loa posterior. Era, oliamente wn presupuesto de Hume! seguir profes Patece dificil (ese a los recientes intenton de esha Postar io 08 tan esquemtica después de los muchos y sumame Eholsme de Quin te desde mediados de ls ufos 30 en adelante ven dads ancy completamente una cietta did ene amis compliacione (Xtiendo, reconocdamente aunque el aun entre que sea anaitcare nS AU® No cabe entrar aqui—, una estrecha so ae ste verdadero el enunciado «X implica Zo y la vlide? no despre HsiNCIA ¥ EXISTINCLA Det. DERI, 51 ". La hipétesis deRex ‘Meinerny, Henry Veatch y Anthony Lisska, V, Russell Hittinger, A Critique ofthe New Natural Law Theory, University of Noire Dame P., 1987; Ralph Mcinerny, «ThePrin ciples of Natural Lawn, American Journal of Jurisprudence, 25 (1980), pp. 1-15;H- ry Veatch, «Natural Law and the ‘IS'"OUGHT” Question: Queries to Finnis and Grisez», en Swimming Against the Current in Contemporary Philosophy, Washington D. C.: The Catholic University of America P, 1990, pp. 293-311; Anthony J. Lisi, Aquinas's Theory of Natural Law: An Analytic Reconstruction, Oxford U. P., 1986. general sobre este interesante debate, v. Grant, 2004. ® V. Lon Fuller, The Morality of Law, Yale University Press, 1964 (edicién re sade), ISBN 9780300010701, pp. 33 y ss cs Como es bien sabido, tales parémetros son los de regularidad, publi! cited, fecbitidad, itretrogctividad, mutua compatibilidad, estabilidad y cong Dende oa ectads ya aplicacin de las mismas por ls autridse canons pete Habra macho que matizar,coreepir y comentar sobre ese ico puedeexisin ene aon nscula: hay grados. Un ordenamien Dutt es mason corgen ext) sn que se cumplanacabalidad ods 88° Vitbles, en los que ata oe inetune se cumple del todo; y os hay, perecume bili Una cones aa nel menos una de las, paricularmente la de ‘Ne hay profusién desbordada y enmaraiiada de incom SIMCHA Y ESISTENCHA DEL Deco % 1 imponer al buen tuntvin sus mandamien erro algno, 10 conduc a la frustra patie - 1 jeespeto de tales cones resul queried LOS, sin atenerse g : cin. En un sent aig fexir que el 0 resulta précticamente imposible aller no se sacé de la manga ese éctuple canon, como un « ‘ jjeocho ocurtencias que se le pasaran por las mientes, Paria de dey se gms: uno es el principio ce rciprocidad, sein el eal as lacy pate seresinteigentes y voluntariosos han de regise por un ewy de reciprocidad, por lo cual es rechazable —y ni siquiera merece la sjencin de un jurista— un sistema normative que no se ajusteen es una situacién jurtdi ral, 08 lenguaje lla ién juridica general ino «X debe hacer» se expresa 4 V0" FMINCH8 Y EXISTENG DEL Duar 6 sujeren se los preceptos. Un precepto es un vy norma proferida en un acto de habl. ino (Enel citado articulo se consideran diversas comics oo Nada impide que animales de especies sociales carentes de lena je posean —y de hecho lo hacen— normas consue ia nunciado que e: ne que expresa MH generis, que es el promul tudinarias, no ex- presacas en preceptos. Por otro lal, muchas de ls especies selfs se comunican por sistemas de signos que, sin ser lenguajes (en el sen. tio del lenguae humano, caracterizado por la doble atticulsciin son enguajes en un sentido analégico, Y la etologia animal pone de manifiesto que, a través de tales sistemas semidticos, imparten sus smandamientos —creando asf situaciones normativas— los individes revestidos de autoridad (el macho alfa o la matriarca). Lo que determina, pues, que todo sistema de normas comtenga —sin necesidad de que venga promulgado— un niicleo inamovible y necesario —un imperativo de bien comiin y una obligacién de que las demas normas se ajusten a ese imperativo— no es, pot consiguiente, un rasgo especifico de la naturaleza humana; ni siquiera de la natura. Jeza de un amplio género animal del cual formamos parte. No lo es porque también tendefan vigencia tales imperativos en otras socieda- des de seres dotados de entendimiento y de voluntad, aunque no fue- ran animales (seres de otras galaxias o de otros mundos posibles) La raiz de tales imperativos es la esencia misma del ordenamiento normativo, la funcién por y para la cual existe, Por ello, quiz mejor que hablar de un derecho natural o de jusnaturalismo seria hablar de exencialismo jurédico. El derecho tiene una esencia, Esa esencia —ya lo he dicho— puede estar en contradiccién con la existencia (hasta cier- to punto solamente). Esa esencia implica que contenga wn imperativo supremo de bien comin”. * V. André Martinet, Eléments de linguistique générale, Paris: Armand Colin, 1970 mismo de Santi Romano: sem 1 poe Tigers En Pefia, 2015a, sigo la doctrina del institu fe que se tenga un orpanismo social de cualquier grado de complejidad Gi Se instdurase en su interior una disciplna, que contiene todo un ordenamien® inautotidades, poderes, normas, sanciones...» de suerte que ese Sistema norman” interno es un ordenamiento juridico al cual han ce aplicarse tambien la gic judi lect cl detecho natural, Lo sabe el autor de este libre, no solo por fle in inelet etd some Sino por pr “ ido al sistema POF préctica vital, toda vez que pas6 afios de su juv 7 a ey pr > Visein rue DE ca azar as expresiones adn eva obs mente que nos vinculan st ~ Lo que me lle now es Phos, © MeNOS CeLCANOS, en lacy’ nos, sn E cs natural» y «ju nites cere ns EAN ‘s ete, parents ee st ta ei No Tie € op oan ficionales, 0 cs remmaemedecie “al A dros y herederos de la Hust hered continuadores y Do. ext afinidad entre humanos yng se parentesco ¥ cos atisbaron ese P nos (entre las excepciones est 4 Leibniz). Por el contrario, el derecho nat ion oral ral de lo romanos (apes dy, 5 mmpattir los humanos co i senalaba ese compat lo inspiracion xo peratvosvitales del jus naturale, Es celeb Ae ee Ulplano (recogida en las Instituciones de Ton iaales anes EtG i eens aed rane ora animalia i, f “dus F recurs ned no hme teers opr nee ‘nil quinoa que in marinas a quogae ‘imate, ; ed rune cit Hine descend mari atqu foemine conjuncto, quan ssrinoniam appellamus; bin liberoram procreatio; inc edie widens etenim cetera quogue animalia feras etiam isis juris pang censeriv®, cee . . ec, empero, de ds defects el anlisis de Ulpiano. El pimetoe aus no considera como propias del jus naturale mas que mn Conducta distribuidas, sin tener en cuenta lo medular, que es el bien rocaive de una organizacin clandestina que no participaba en las reglas de ec: mate Pot ls cuales muchos esparoles esti ‘ imaban juridicamente vinculantesls ‘mandamientos del régimen establecido, 2 ste repecto noe ocioso el sguiente obiter dictum: un, de reconocimien to» como la de Hart. ‘es dudoso : i os0 que hubiera la, cuya Poblacién, durante decenios, no fue a teoria de las ergs odido germinar enw undnime en lo atinet ® existente no constitu ningi® de obligar que la muda coro a que teorias del de: sa dela de Finnis y guia de® " caPaces de abordar satistactoriam®™ 8 qu tales caso Podria de ‘6n) sear V Alejandro Vali, jit Rertiurn on ee ‘lig “Aproxima ‘nrigue La PANES tomanasy, alne Ny itt Doi a Neve omtguee eet 12.2008 olen | civil! 1 distincisn conceptual entre is sei? sor tos juridicos en homenate dy ae nr) oeina Alventasa del Rio y Rost 1D), ISBN o7ggayoet el Rio y Rey jynin, por lo cual en rigor, no cabe hablar Sie de animales solitarios 6 que sole vey Sehr Ulpiano, pues, al nen fa nilias ny tender esas pautas coma inpesn eeat sonatas si son metamente mods de vivir nee eet tivamente Jos sin mediar un vinculo social, una autoridad y wa le en una adopia a Funciéin de » Pier EXISIESETA HEY prREC A Py cumplimiento del uno impide completamente del otro) ®. 2) Valtejus opera con la ligica dk tiempo, la higica aristo iclica, que no admite contradicciones ni grados de reali dad, mientras que la tacionalizacién aqui propuesta se es tructura con una logica de nuestros dias, paraconsistente ¥ gradualista obra To largo de sus ats dedicados ala ligiea matematica la filo- sof de a kigica, Una contradiccin es una férmula del tipo «p y no p», Una super ‘onteadiccign es una f6rmula del tipo «p y no-p en absolitom. Esa en juego la ite renciaenre las dos negaciones, fuerte y débil: el mero «no» yel «totalmente nom, Tal lstingo lo he hallo en todos los idiomas que he estudiado y seguramente existe en {ovo ls lengusjes humanas, "S Aplicando una lgica paraconsistente como lis elaboradas por el autor de esta cobra (as logias transitivas), podemos tener, dentro de una misma teoria, dos asertos mutuamente contradictorios, A y~A, sin que se derrumbe la teori (ya que no vale la repla {A~A) FB). En cambio, representando la negacién fuerte como «-» (eide «<00..en absoluton, si tuvigramos, a la ver, A yA, aise dersibaria Ia consteuccisn, porque en esas lgicas la regla de Cornubia vale para la negacion fuerte, Qué pasa, entonces, para que, en un ordenamiento normative, podamos tener, & lavez, «0A» y «oA» (donde «om es el operador desntico de obligatoriedad) sin que se sign que en ese ordenamiento todo es obligatorio o todo esta permitido? La razén esl siguiente. Podemos definir «A» como «FA», donde el functor ‘monédico «Hp» significa «Sucede totalmente que». Pues bien, si tviéramos en uestra légica nomolégica el principio de intercalacidn, o sea, «oHAtsHoAw (di- cho con palabras: la obligacién de que A se realice plenamente equivale a que sea plenamente obligatorio que A se realice), entonces facil seria deduce de {oA.o~A}, ‘no ya que todo es obligatorio, sino en general cualquier conclusin; el sistema «quedarie derruido No ocurre asf porque —segin lo he analizado en diferentes trabajos de ligica «lores (particularmente en Pea, 2009e)— una cosa son los grados de obligatorie- tad y otra los de realizacién de lo obligatorio; puede ser en altisima medida obligado realizar un poco ciertaconducta y puede también ser un poco obligatorio—nada mis ‘que un poco— realizarlacabalmente Por otto lado, la ligica nomolégica se originé justamente por el abandon de la real de cere ligico dela gic desticaesindar, 0 sea, la reg que esta que ls Cisectencias lgicas de conductas obligatorias son también obligatoras. Si valiera tl rela, ccriamente de oA y o-A se seguiriaoB, para cualquier «B> (En a Wien Fumelpica ni siquiera vale el principio de apregickin, 0 sea, «oo y «oBo n0 ent ab s0(A&; por mucho que emuanen ce la misma fuente juries, las obligaciones Separadas no se conjuntan), stan UNA TEFENSA DEL RACIONALISMO TURD, Vision ea DF 70 1 lgica dedntica; basta, a su juii logica silogistica para foxmalizr raconalmente time ridigo, Incurte en un error. Nila silogistica ni tampgeg Cistema modemno de l6gice sentencial y cuantificaciongl tniten formalizar el sistema juridico a menos que se implen, te una extension especial de tal l6gica, a saber, una liye, dedntica o jurdica; sin ellani siquiera cabe inferie «X eg to» de «X es obligatorio», para no hablar ya de inferencin més complicadas. 3.2) Vultejus carece de uns 10, La RECONCILIACION DE LA ESENCIA CON LA EXISTENCIA, DEL DERECHO. La esencia del derecho es racional; esa su racionalidad se concreta enel principio del bien comtin y demas axiomas de la légica nomalé- gica —que siempre forman parte del derecho, de todo derecho, lo mismo que el principio de raz6n suficiente 0 no arbitrariedad. Desde esa esencia es posible criticar aquellos ingredientes del de. recho positivo que, generando antinomias juridicas, se opongan ala misma. Puede asf el jusnaturalista— en el ejercicio mismo de su fun: cién de jutista y desde sus conocimientos juridicos (especificamente ‘os juridiconaturales)— reprobar la obra del legislados, evaluandoy censurando las leyes vigentes en tanto en cuanto entren en contradic fion con la esencia racional, nomologica, del derecho y, por lo tanto fhvan de venir cambiadas o abrogadas para que se consiga la recon cn de la esencia y la existencia del derecho braze & orientacion jusnaturalista (al menos aquel que bse nomoldgico) no ten 26 jusnaturalista acorde con el racionalis™ 20 de uns acted fl cttca desde fuera del derecho, en Ea orl eso, Realize g fore ren stGe Patco o morals nine operador juridico, La fter ie jutista. Actia como lo ca oho también forman parte ‘dl P = ‘ocencia e investigacién del de ‘aio nal jocdico, haa oo eg thaCejuridico, En eseejercicio Be Que se encienttaen a recho tina esencia (racionalnomol6e le leyesitcacion, len) tadiccion con la existencia (con la anne ‘valuar negativamente esas escorias —€*# LseNCIA ¥ EXISTENGIA DEL DERECHO, 1 soque selmi para reconliar esenciayexstencis—e, pues sa labor de jurist . : No sucede 10 mismo con el jurista 0 el estudioso del derecho que profest el positivismo juridico. Elno halla en el derecho esencia algu- prope se contradiga con Ia existencia ni con algunas de as leyes en ms aod vr que, pata dll esencia del derecho se agotaen la vigen- “22h Ia leyesestablecidas por voluntad del legislador. Como jurista

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