LA ENEMISTAD

ENTRE LAS DOS SIMIENTES

Dr. William Soto Santiago

Martes, 30 de Junio de 1998
Ibagué, Colombia
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bendiciones de Dios están siendo derramadas sobre la América

Latina y el Caribe, y nos está abriendo el entendimiento y nos
está abriendo las Escrituras, para que podamos entender todas
estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.
Su bendición está sobre la América Latina y el Caribe, Su
Palabra está siendo revelada en la América Latina y el Caribe; y
las ovejas en el Día Postrero para completar el Cuerpo Místico
de Cristo, ¿dónde están? En la América Latina y el Caribe. ¿Y
dónde estarían los que recibirían las bendiciones de Cristo en
este tiempo final? Pues aquí estamos, en la América Latina y el
Caribe, recibiendo las bendiciones de Cristo.
Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes
en esta noche, dándole testimonio de estas grandes bendiciones
prometidas por Cristo para cada uno de ustedes y para mí también.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean
sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto los muertos en
Cristo resuciten en cuerpos eternos y nosotros los que vivimos
seamos transformados. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo.
Amén y amén.
Muchas gracias por vuestra amable atención amados amigos
y hermanos presentes, y continúen pasando una noche llena de las
bendiciones de nuestro amado Señor Jesucristo. Dejo nuevamente
con nosotros a Benji, a José Benjamín Pérez, para él ya terminar
nuestra parte en esta noche.
Que Dios les bendiga, que Dios les guarde; y con nosotros
José Benjamín Pérez.
“LA ENEMISTAD ENTRE LAS DOS SIMIENTES.”
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desarrolladas con gente tan inteligente y gente de altura bastante
considerable, y con una apariencia bastante agradable, hermosa,
mucha gente de apariencia bonita y de mucha inteligencia.” Es
que ya para ellos, ya Dios les dio la bendición en la edad en que
les tocó; y a la América Latina y el Caribe no le había dado nada,
porque le tenía la bendición más grande.
Por eso es que a la América Latina y el Caribe en este tiempo
nos está dando la revelación de todas estas cosas que deben
suceder pronto, y nos está preparando para ser transformados y
raptados en este tiempo final.
Y ahora dice Cantares, vamos a ver… “Y no miréis en que
soy morena…” Y esto se cumple también en la América Latina y
el Caribe. Vamos a ver en Cantares, capítulo 1 verso 5; vamos a
leer ese pasaje 5 y 6:
“Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable
Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón.
No reparéis en que soy morena…”
Y la Venida del Sol de Justicia, que es la venida del Ángel
del Pacto, vean ustedes, cómo aparece. Su Venida es representada
en el Sol de Justicia resplandeciendo; y la Venida del Sol de
Justicia, de Cristo, el Ángel del Pacto manifestado en el Día
Postrero como el Sol de Justicia, mira a la América Latina y al
Caribe, mira al pueblo que en su mayoría sus habitantes son de
piel morena, y si mezclamos todos los colores de sus habitantes
de la América Latina y el Caribe, ¿qué sale? Piel canela, un color
moreno, pero dice: codiciable. Codiciable para Dios, porque el
corazón de Cristo está con la América Latina y el Caribe, para
traer todas las bendiciones del corazón de Dios al corazón de los
latinoamericanos y caribeños.
Estamos en el tiempo más glorioso del Programa de Dios
para los latinoamericanos y caribeños. Las cuerdas nos han
caído en lugares deleitosos en el Programa divino, y grande es la
heredad y bendición que nos ha tocado en el Programa de Dios.
Así que aprovechemos bien este lapso de tiempo donde las
LA ENEMISTAD ENTRE LAS DOS SIMIENTES
Dr. William Soto Santiago
Martes, 30 de Junio de 1998
Ibagué, Colombia
Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes
aquí en Ibagué, Colombia; es para mí una bendición grande estar
con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos
momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y
Su Programa, y así ver el tema que corresponde a esta noche.
Un tema en donde esperamos que Dios nos permita
comprender ciertos misterios que para la raza humana han sido
difíciles para comprender.
Leemos en Génesis, capítulo 3, verso 6 en adelante, para que
tengamos el cuadro claro de todo lo que sucedió. Dice:
“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y
que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar
la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su
marido, el cual comió así como ella.
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron
que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se
hicieron delantales.
Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto,
al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la
presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás
tú?
Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque
estaba desnudo; y me escondí.
Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has
comido del árbol de que yo te mandé no comieses?
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Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera
me dio del árbol, y yo comí.
Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has
hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste,
maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales
del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los
días de tu vida.
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y
la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar.”
Que Dios bendiga Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema para esta ocasión es: “LA ENEMISTAD
ENTRE LAS DOS SIMIENTES.”
Dios dijo que colocó enemistad entre las dos simientes, o sea,
entre la simiente de la mujer y entre la simiente de la serpiente.
Dice:
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente
y la simiente suya.”
Ahora vean ustedes como desde el Huerto del Edén hubo esa
enemistad luego que el ser humano cayó.
Ahora encontramos que el pecado original ocasionó que el
hombre viniera a ser mortal; el ser humano antes de la caída,
siendo hecho a imagen y semejanza de Dios tenía un cuerpo
teofánico de la sexta dimensión, un cuerpo teofánico como el
cuerpo teofánico llamado el Ángel de Jehová que aparece en el
Antiguo Testamento a los profetas del Antiguo Testamento, el
cual ellos vieron y dijeron que era un varón: el Ángel de Jehová.
Porque el Ángel de Jehová es un varón, un hombre de otra
dimensión, de la sexta dimensión, el cual también es conocido
como el Verbo de Dios, porque es el cuerpo de la Palabra; y ese
Verbo de Dios del cual nos habla San Juan en el capítulo 1, verso
1 en adelante, donde dice:
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 45
para poder ir a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo, a la
Casa de nuestro Padre celestial, donde nos están esperando con la
mesa lista para esa gran cena de las Bodas del Cordero.
Y cuando el último de los escogidos sea llamado y juntado
se completará el número de los escogidos de Dios, se completará
el número del Cuerpo Místico de Cristo, y entonces Cristo saldrá
del Trono de intercesión en el Cielo y hará el reclamo de todo
lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa, y resucitará a los
muertos en Cristo y a nosotros los que vivimos nos transformará; y
entonces estaremos a imagen y semejanza de Cristo, y lo veremos
a Él; lo veremos con Su cuerpo también. Mientras tanto estaremos
viendo la manifestación de Cristo, el Ángel del Pacto, por medio
de Su Ángel mensajero; pero Su Ángel mensajero no es el Señor
Jesucristo; él solamente es un profeta mensajero para el pueblo
gentil y el pueblo hebreo, el cual viene ungido con el Espíritu de
Cristo, en el cual viene Cristo, el Ángel del Pacto, manifestado
en este tiempo final hablándole a Su pueblo y dándole a conocer
todas estas cosas que deben suceder pronto.
El apóstol San Juan quiso adorarlo y el ángel le dijo que
no lo hiciera, ¿por qué? Porque el Ángel del Señor Jesucristo
no es el Señor Jesucristo; aunque Jesucristo en el Día Postrero
estaría manifestado en Su Ángel, con todo y eso, Su Ángel no
es el Señor Jesucristo. Él solamente es el profeta mensajero de
la Dispensación del Reino y de la Edad de la Piedra Angular; el
instrumento de Jesucristo para este Día Postrero, para por medio
de él Jesucristo hablarle a Su pueblo, a Su Iglesia, a todos los
latinoamericanos y caribeños, y darle a conocer todas estas cosas
que deben suceder en este tiempo final.
Hemos visto todos estos misterios que corresponden a este
tiempo final, y hemos visto la bendición tan grande que Dios tiene
para todos nosotros en la América Latina y el Caribe. Y ahora
se preguntarán algunas personas: “¿Y por qué la bendición más
grande la tiene Dios para los latinoamericanos y caribeños, que en
su mayoría son de piel tostada por el sol? Y estas grandes naciones
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continentes, Él las ha estado llamando y juntando en el tiempo
correspondiente, y ahora está llamando y juntando las ovejas del
Día Postrero ¿en dónde? La América Latina y el Caribe; o sea,
que las ovejas con las cuales completará Su Cuerpo Místico de
creyentes, en su mayoría son latinoamericanas y caribeñas esas
ovejas; por eso la Voz de Cristo las llama y las junta en la Edad de
la Piedra Angular, que es la Edad de oro de la Iglesia de Jesucristo.
Y así Él está juntando en este tiempo final todos los hijos e
hijas de Dios que estaban dispersos; ha venido juntándolos desde
tiempos pasados, y ahora junta los últimos hijos e hijas de Dios
que estaban dispersos por acá, por la América Latina y el Caribe.
Ahora hemos llegado al tiempo más grande y glorioso de la
América Latina y el Caribe; esta es la Edad de oro de la América
Latina y el Caribe, y continuará esta Edad de oro hasta entrar la
América Latina y el Caribe al glorioso Reino milenial de nuestro
amado Señor Jesucristo.
Sabemos que los juicios divinos han de caer sobre la
Tierra, pero le pedimos a Dios tenga misericordia del territorio
latinoamericano y caribeño donde Él nos ha colocado, y le
permita entrar al glorioso Reino milenial de nuestro amado Señor
Jesucristo. La América Latina y el Caribe tiene gente que ora por
ese territorio y por su gente; y esos son los hijos e hijas de Dios
que viven en este tiempo final.
Ahora, nosotros estamos viviendo en el Día Postrero, si
le añadimos al calendario los años de atraso que tiene; si no
le añadimos al calendario los años de atraso que tiene, pues
solamente faltan dos años y medio para entrar al Día Postrero,
o sea, al séptimo milenio; pero si no se le ha atrasado a Dios el
calendario, pues ya estamos en el Día Postrero, para recibir las
bendiciones que Cristo tiene paras Sus hijos en el Día Postrero; y
así ser llamados con la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del
Reino, ser recogidos en la Edad de la Piedra Angular, en el Cuerpo
Místico de Cristo, y ser preparados para ser transformados y
obtener el cuerpo nuevo que Él ha prometido para todos nosotros;
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 5
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y
el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que
ha sido hecho, fue hecho.”
¿Quién llevó a cabo toda la Creación? El Verbo que era con
Dios y era Dios. Y en el Génesis, capítulo 1, verso 1 dice:
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”
Y ahora aquí nos dice que fue el Verbo que era con Dios y
era Dios.
Cuando se nos habla del Verbo que era con Dios y era Dios,
se nos está hablando del Ángel de Jehová, que es el mismo
Dios en Su cuerpo teofánico, ese cuerpo teofánico de la sexta
dimensión, el cual es un cuerpo parecido a nuestro cuerpo, pero
de otra dimensión, la cual es la sexta dimensión; es invisible a
nuestra vista humana, pero existe y esa dimensión existe antes de
existir esta dimensión terrenal. Y antes de las cosas que fueron
creadas en esta Tierra por Dios, existir en esta dimensión visible,
existieron en esa sexta dimensión.
San Pablo hablando en Hebreos, capítulo 11, verso 2 nos
dice de la siguiente manera, acerca de la creación. Veamos lo que
nos dice en el capítulo 11, verso 3 dice:
“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo
por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo
que no se veía.”
De lo que no se veía, por cuanto todo estaba en la sexta
dimensión, en esa dimensión invisible; y todo estaba en Cristo.
Y ahora de Cristo en ese cuerpo teofánico de la sexta
dimensión, en Él estaba toda la Creación, porque de Él fue que
vino toda la Creación; porque “en Él estaba la vida, y la vida es la
luz de los hombres.” [San Juan 1:4] Y la vida de toda la Creación
¿de dónde salió? Del Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, que es
llamado también el Verbo que era con Dios y era Dios; el cual es
6 Dr. William Soto Santiago
Cristo nuestro Salvador.
Y ahora, vean ustedes aquí como nos dice aquí:
“Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo
que ha sido hecho, fue hecho.” (San Juan, capítulo 1, verso 1 al
3).
Y ahora, todo este capítulo 1, desde el verso 1 de San Juan,
donde dice:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y
el Verbo era Dios.”
Ahora miren lo que sigue diciendo:
“En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.”
¿Dónde estaba la vida, no solamente de la Creación, del
Universo, sino del ser humano? En el Verbo que era con Dios y
era Dios.
“La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no
prevalecieron contra ella.
Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz,
a fin de que todos creyesen por él.
No era él la luz (o sea, Juan el Bautista no era la luz), sino
para que diese testimonio de la luz.
Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a
este mundo.”
¿Quién venía a este mundo? Esa Luz verdadera que alumbra
a todo hombre, el cual es el Verbo que era con Dios y era Dios, y
creó todas las cosas.
“En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero
el mundo no le conoció.”
¿Quién creó el Universo completo, el mundo completo? Esa
Luz verdadera que alumbra a todo hombre, el cual es el Verbo,
que era con Dios y era Dios.
“A lo suyo vino (o sea, al pueblo hebreo), y los suyos no le
recibieron.
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 43
1, dice el profeta Malaquías:
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y
todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá
los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni
raíz ni rama.”
Por cuanto hay trigo y cizaña, la cizaña ha perseguido al
trigo; los hijos de Dios han sido perseguidos en las diferentes
generaciones; pero tienen la promesa, los hijos de Dios aunque
han sido perseguidos, de una Vida eterna. Y la cizaña que ha
sido la perseguidora, tiene la promesa de Dios de ser quemada
en el fuego, y serán echados al lago de fuego donde será el fin
de la cizaña, donde desaparecerán en cuerpo, en espíritu y en
alma también, y luego lo único que habrá por toda la eternidad
será trigo, o sea, hijos e hijas del Reino, y eso será para toda la
eternidad y por eso no habrá problemas aquí en la Tierra. ¿Ven
como Dios resuelve los problemas? Él los resolverá de esa forma.
Ahora, hemos visto el misterio de la enemistad entre la
simiente de la mujer y la simiente de la serpiente.
Hemos visto la enemistad entre las dos simientes, pero
lo importante es escuchar la Voz de Cristo; y eso identifica la
persona como simiente de Dios; porque Él dijo: “El que es de
Dios, la Voz de Dios oye.” [San Juan 8:47]
Él también dijo en San Juan (ya para terminar), dice en San
Juan, capítulo 10, verso 14 en adelante:
“Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas, y las mías
me conocen,
Así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y
pongo mi vida por las ovejas.
También tengo otras ovejas que no son de este redil;
aquellas también debo traer, y oirán mi vos; y habrá un rebaño,
y un pastor.”
Él ha estado llamando y juntando Sus ovejas de etapa
en etapa, de edad en edad; ovejas que vivieron en diferentes
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porque ya habrá un gobierno universal, un gobierno que gobernará
el mundo entero; y la capital estará ¿dónde? En Jerusalén. Y el
trono será el Trono de David, y dice que reinaremos con Él ¿por
qué? Porque Él nos ha hecho reyes y sacerdotes.
Así que para la América Latina y el Caribe como reyes y
sacerdotes, pues queremos lo mejor, aun estando aquí queremos
lo mejor; y oramos por la América Latina y el Caribe, que Dios
nos dé lo mejor que la América Latina y el Caribe pueda recibir
en este tiempo en donde hay tantos problemas; y para el glorioso
Reino milenial de Cristo queremos lo mejor para la América
Latina y el Caribe.
Ahora, nosotros estamos conscientes de que en este planeta
Tierra hay trigo y hay cizaña; y eso nadie lo puede negar, ni el
mismo Jesucristo, porque Él mismo lo colocó en una parábola, y
Él dijo que el trigo son los hijos del Reino y la cizaña son los hijos
del diablo. Y Él dijo que en el fin del tiempo o fin del siglo es que
Cristo resolverá ese problema, la cizaña será atada en manojos y
echada al fuego, al horno del fuego es la gran tribulación, donde
caerán los juicios divinos sobre la raza humana; y el trigo es
recogido y colocado en el Alfolí de Dios.
Y ahora, Cristo también dijo: “Toda planta que no sembró
mi Padre celestial, será desarraigada y echada al fuego.” (San
Mateo, capítulo 15, verso 13). Y la parábola del trigo y la cizaña
está en el capítulo 13, verso 30 al 43, ahí está la parábola del trigo
y la cizaña, y cómo terminará el trigo y cómo terminará la cizaña.
Ahora, vean ustedes, hay una enemistad desde el Génesis, de
la cual Dios habló. “Enemistad pondré entre ti y la mujer; y entre
tu simiente y la simiente de ella,” le dijo Dios a la serpiente allá.
Esa enemistad ha estado en este planeta Tierra siendo
manifestada; por eso es que hay tantos problemas en el planeta
Tierra, por esa situación en la cual hay trigo y hay cizaña en este
planeta Tierra. Y Cristo dijo que la cizaña será atada en manojos
y quemada en el fuego; y también el profeta Malaquías nos dijo
que será quemada la cizaña, que son los malos. Capítulo 4, verso
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 7
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
Y la persona es manifestada en este planeta Tierra como
un hijo o una hija de Dios, cuando ha creído en Cristo como su
Salvador y ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo y ha
recibido Su Espíritu Santo; ahí es donde la persona ha nacido
de nuevo, y ha nacido como un hijo de Dios, ese es el nuevo
nacimiento.
Pero cuando hemos nacido por medio de papá y mamá,
hemos nacido como hijos de papá y mamá, por lo tanto hemos
nacido como hijos de este mundo.
Pero cuando nacemos de Dios, por medio de creer en Cristo
como nuestro Salvador y lavar nuestros pecados en la Sangre de
Cristo y recibir Su Espíritu Santo, hemos nacido del Cielo; hemos
nacido como hijos o hijas de Dios en el Reino de Dios.
Cristo dijo a Nicodemo en el capítulo 3 de San Juan: “De
cierto, de cierto te digo, que el que no nazca de nuevo, no puede
ver el Reino de Dios.” O sea, no lo puede comprender.
“Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo
viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su
madre, y nacer?”
Estoy leyendo en el capítulo 3 de San Juan, versos del 3 en
adelante. Dice:
“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que
no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de
Dios.
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido
del Espíritu, espíritu es.
No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de
nuevo.”
Ni tampoco podemos nosotros maravillarnos de que es
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necesario nacer de nuevo como dice Cristo; porque cuando se
nace de nuevo es cuando se nace como un hijo o una hija de Dios;
se nace de agua y del espíritu al creer en Cristo como nuestro
Salvador y lavar nuestros pecados en la Sangre de Cristo, y recibir
Su Espíritu Santo.
Ahora cuando el ser humano ha nacido en esta Tierra, luego
de la caída del ser humano, ya los seres humanos no han podido
traer un espíritu teofánico de la sexta dimensión como sucedió
con Adán cuando fue colocado aquí en la Tierra. Primero había
estado en esa sexta dimensión, la dimensión de la teofanía, donde
está el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová; y de allí después de
Dios darle ese cuerpo de la sexta dimensión, le creó un cuerpo
del polvo de la Tierra y lo colocó en ese cuerpo, Adán podía vivir
eternamente en ese cuerpo, y Eva también.
Ahora ellos necesitaban tener un tiempo en donde serían
adoptados; pero antes de llegar al tiempo para la adopción ellos
fallaron pecando allí y comiendo del árbol de Ciencia del bien y
del mal.
El Árbol de la Vida es Cristo, porque no hay un árbol literal
del cual una persona pueda comer y vivir eternamente; dice la
Escritura que en el Verbo, que es Cristo, estaba la Vida, y la Vida
era la luz de los hombres. Cristo también nos dijo:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí.” Así dijo Jesucristo. [San Juan 14:6]
Y también Cristo nos dijo en el capítulo 5 de San Juan, verso
24:
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree
al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación,
mas ha pasado de muerte a vida.”
Porque el ser humano cuando viene a la Tierra viene en
medio de una raza caída, una raza que ha muerto delante de Dios,
y una raza que nace y su cuerpo físico tiene que morir; o sea, que
lo más seguro que el ser humano tiene cuando ha nacido en la
Tierra, es la muerte; porque no importan los años que transcurran
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 41
Hombre.
Ese es el Continente que tiene las grandes bendiciones para
ser cumplidas en el glorioso Reino milenial de Cristo, ese es
el Continente que tiene grandes promesas de entrar al glorioso
Reino milenial de Cristo, donde prosperará como ningún otro
Continente ha prosperado; y tendrá paz. O sea, que todos los
problemas de la América Latina y el Caribe van a ser resueltos
en el glorioso Reino milenial de Cristo.
Ahora, mientras tanto, los políticos latinoamericanos y
caribeños tratan de hacer el máximo porque desean lo mejor para
su país, pero ellos están limitados y no podemos estar criticándolos
o peleando con ellos, ellos tratan de hacer lo máximo, pero se
encuentran con muchas oposiciones y no logran hacer todo lo que
ellos desean. Pero ¿a qué presidente no le gustaría que den en el
término de su gobierno la nación sobre la cual es presidente como
la nación más importante del planeta Tierra, y tenerla al nivel
más alto económico y en todos los sentidos? A todo presidente le
gustaría que en su término su nación llegue a ese nivel.
Pero a causa del tiempo en que estamos para el cual Cristo
y todos los profetas profetizaron que sería un tiempo difícil de
problemas, de guerras y de problemas sociales, económicos,
religiosos y de toda clase de problemas, pues ellos luchan, tratan
de hacer lo máximo pero se encuentran con un sinnúmero de
dificultades.
No los critiquemos, sino que entendamos que estamos
viviendo en el Día Postrero, en el fin del tiempo; y las profecías
se están cumpliendo y tiene que estar el mundo en la forma en
que Dios dijo que estaría en este tiempo final.
Así que, esa es la causa. Y que Dios les ayude para que logren
el máximo de bienestar para nuestros pueblos latinoamericanos y
caribeños, porque queremos lo mejor para la América Latina y el
Caribe, pero cuando llegue el glorioso Reino milenial de Cristo,
ahí terminan todos los problemas para la América Latina y el
Caribe, y el pueblo hebreo también, y el mundo entero también;
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Las cosas que sucederán acá, después de las que ya han
sucedido después de estas siete etapas de la Iglesia gentil.
Y ahora vamos a ver cómo es que Él estará revelándonos
estas cosas, porque Él dijo que nos daría a conocer estas cosas.
Apocalipsis, capítulo 22, verso 6 nos dice por medio de quien nos
va a conocer todas estas cosas. Dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el
Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel
(¿a quién ha enviado? A Su Ángel)…”
Ahora vamos a ver para qué:
“…para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder
pronto.”
¿A quién ha enviado? A Su Ángel mensajero para mostrar
a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto. Las codas
que Él prometió que nos daría a conocer si subíamos a donde Él
estaba, porque Él estaría ¿dónde? En la Edad de la Piedra Angular
manifestado en Su Ángel mensajero, y por medio de Su Ángel
mensajero Jesucristo en Espíritu Santo estaría hablándonos, y
estaría mostrándonos todas estas cosas que deben suceder pronto.
Ahora, ¿cuantos de ustedes sabían que los días postreros eran
el quinto, sexto y séptimo milenio? Pero ya los saben. ¿Cuántos
sabían que el Día Postrero era el séptimo milenio? No lo sabían,
pero ya lo saben.
¿Por qué? Porque Cristo, el Ángel del Pacto, Jesucristo en
Espíritu Santo nos está dando a conocer todas estas cosas en este
tiempo final.
¿Cuántos sabían que la América Latina y el Caribe es el
territorio donde está la bendición de Dios para el tiempo final,
y que es el territorio en donde Dios derramaría la bendición más
grande que ha derramado sobre nación alguna? Aunque veamos
a la América Latina como un continente subdesarrollado, como
lo ven los políticos de las grandes naciones desarrolladas, pero
yo les digo que el Continente Latinoamericano y Caribeño es el
Continente que está en pie delante de Dios y delante del Hijo del
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 9
su cuerpo físico o se enferma y muere, o tiene un accidente y
muere, o se pone viejo y muere; o sea, que hay dos o tres causas
por las cuales el ser humano llega a su final físicamente; pero el
ser humano aunque su cuerpo físico muere, él sigue viviendo.
Y ahora, ¿a dónde va el ser humano cuando muere? Depende
del cuerpo teofánico o cuerpo de otra dimensión que él tenga.
Porque así como el ser humano tiene un cuerpo físico, también
dentro de ese cuerpo físico tiene otro cuerpo, y los hijos e hijas de
Dios tienen un cuerpo del Cielo llamado la teofanía y llamando
también el Ángel de Jehová, que acampa alrededor de los que le
temen y los defiende, y los que tienen esa clase de cuerpo cuando
mueren van a vivir al Paraíso en ese cuerpo celestial, el cual han
recibido cuando han creído en Cristo como nuestro Salvador y
han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, y han recibido
Su Espíritu Santo; así han recibido un cuerpo espiritual de otra
dimensión, de la sexta dimensión.
Ahora las personas que no han recibido a Cristo, pues
no pueden tener ese cuerpo de esa otra dimensión, de la sexta
dimensión; por lo tanto el cuerpo que tienen es un cuerpo, además
del cuerpo físico, es un cuerpo de otra dimensión, que es la quinta
dimensión, en el cual ellos van a vivir; porque cuando la persona
muere sigue viviendo en el otro cuerpo, ese cuerpo espiritual.
Y ahora, la quinta dimensión es una cárcel llamada el infierno,
y la persona tiene que permanecer allí hasta que sea llamada al
juicio final que será después del Reino milenial; pero los que han
recibido a Cristo como Su Salvador y han lavado sus pecados en
la Sangre de Cristo, han recibido Su Espíritu y han recibido un
cuerpo teofánico de la sexta dimensión. y así es como han nacido
como hijos o hijas de Dios.
Y para el Día Postrero tienen la promesa que Cristo los
resucitará si han muerto físicamente, y les resucitará en un cuerpo
eterno, y un cuerpo jovencito que representará de 18 a 21 años de
edad para vivir en él por toda la eternidad.
Y Cristo habló de esa resurrección para los creyentes en Él
10 Dr. William Soto Santiago
en San Juan, capítulo 6, verso 39 al 40, lo del nuevo nacimiento
que le habló a Nicodemo estaba en el capítulo 3 de San Juan.
Ahora, en el capítulo 6 de San Juan, verso 39 al 40 Cristo
dice:
“Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de
todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el
día postrero.”
¿Cuándo dice Él que tiene la comisión de resucitar a todos
los que el Padre le ha dado, los que ya han partido físicamente?
Dice que será para el Día Postrero.
“Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel
que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré
en el día postrero.”
¿Quiénes son los que tienen la promesa de que si sus
cuerpos físicos han muerto, quiénes tienen la promesa de una
resurrección para el Día Postrero? Los que han creído en Cristo
como su Salvador. Y el Día Postrero delante de Dios, para los
seres humanos es el séptimo milenio; porque un día delante del
Señor es como mil años, y mil años como un día. O sea, que un
día delante del Señor, para los seres humanos son mil años, o sea,
un día milenial.
San Pedro nos dice en Segunda Pedro, capítulo 3, verso 8
que eso es así: “Porque un día delante del Señor es como mil
años, y mil años como un día.” Y nos dice que es algo que no
podemos ignorar; el que lo ignora, pues nunca podrá comprender
qué es el Día Postrero y qué son los días postreros delante de
Dios; porque miren, vamos a ver aquí lo que nos dice San Pablo
en su carta a los Hebreos, lo cual no puede ser comprendido a
menos que la persona sepa que un día delante del Señor es para
los seres humanos mil años, dice.
En Hebreos, capítulo 1, verso 1 al 2:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 39
“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el
cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta…”
Aquí tenemos esa Voz como de trompeta.
“…hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré
las cosas que sucederán después de estas.”
¿Qué promete? Darnos a conocer las cosas que han suceder
después de estas que ya han sucedido durante todo este tiempo
que ha transcurrido de la Iglesia de Jesucristo. Vean: “Sube acá,”
a la Edad de la Piedra Angular; porque si fuera que tenemos que
subir al Cielo, ¿cómo vamos a ir? No podemos ir al aeropuerto y
sacar un boleto que nos lleve a la Casa de nuestro Padre celestial,
es subir a una edad donde Cristo está manifestado en este tiempo
final.
En el tiempo de San Pablo estaba manifestado en la primera
etapa o edad por medio de San Pablo, en la segunda por medio del
segundo mensajero, en la tercera por medio del tercer mensajero,
y así por el estilo.
En la séptima edad que se cumplió en Norteamérica, pues
estaba manifestado en el reverendo William Branham, y hablando
por medio del reverendo William Branham, como habló por
medio de los profetas en el Antiguo Testamento, y para la Edad de
la Piedra Angular Él estará manifestado en la América Latina y el
Caribe hablando por medio de Su Ángel mensajero, por medio de
Su mensajero, que es el último profeta que Él envía a Su pueblo;
ese es un profeta para Su Iglesia gentil y para el pueblo hebreo
también.
Ahora, ¿ven lo sencillo que es? ¿Ven lo sencillo que es subir?
Subir donde Él estará hablando, estará hablando por medio de Su
Ángel mensajero.
Y ahora vamos a ver si lo que dice aquí la Escritura concuerda:
“Sube acá,” o sea, a donde Él está, la Edad de la Piedra Angular.
“…y yo te mostraré las cosas que sucederán después de
estas.”
38 Dr. William Soto Santiago
Jesucristo ha tenido diferentes manifestaciones en profetas, tanto
en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, para
este tiempo final tendrá Su última manifestación en la etapa de la
Edad de la Piedra Angular en la América Latina y el Caribe. Y esa
manifestación será por medio de ése ángel, que Él dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de
estas cosas en las iglesias.”
Es un profeta mensajero enviado para todas las iglesias.
Vean, cuando hay muchas personas que dicen que tienen la
verdad, unos interpretan la Palabra de Dios de una forma, otros
la interpretan de otra, y así por el estilo; pero Dios cuando le va a
dar a Su pueblo el conocimiento correcto de Su Palabra, pues les
envía un profeta. Ya no muchas personas, sino uno solo; y ese lo
envía para todos; y entonces el pueblo obtiene un conocimiento
completo y correcto, y nadie dice: “No, que tiene que ser de esta
forma o de esta forma,” sino que Jesucristo envía a Su Ángel
mensajero para dar testimonio de estas cosas en las iglesias. Y en
la forma en que el dé testimonio de estas cosas, en esa forma es
lo que está aquí prometido para Su Iglesia para este tiempo final.
Ahora miren en Apocalipsis, capítulo 4 también, verso 1 y
capítulo 1, verso 10 al 11, miren lo que dice:
“Yo estaba en el Espíritu (dice Juan el apóstol)…”
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor (o sea, en
el séptimo milenio), y oí detrás de mí una gran voz como de
trompeta…”
No una trompeta, sino una Voz como de trompeta.
“…que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el
último.”
¿Quién es el Alfa y el Omega? ¿Quién es el primero y el
último? Nuestro amado Señor Jesucristo. Es la Voz de Jesucristo
en el Día Postrero, o sea, en el Día del Señor en el séptimo milenio.
Y esta misma Voz también aparece en Apocalipsis, capítulo 4,
verso 1 donde dice:
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 11
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el
universo…”
¿Cuándo dice San Pablo que Dios habló por medio de Su
Hijo, por medio de Jesucristo? Dice que habló en los postreros
días; y ya han transcurrido aproximadamente dos mil años.
¿Se equivocaría San Pablo al decir que aquellos eran los
postreros días? No se equivocó. Y San Pedro también habló de
aquellos días y dijo que eran los postreros días.
En el libro de los Hechos, capítulo 2, verso 14 en adelante…
esto fue el Día de Pentecostés cuando fueron llenos del Espíritu
de Dios, y allí obtuvieron el nuevo nacimiento ciento veinte
personas; pues los discípulos de Jesucristo no habían nacido
de nuevo mientras Jesucristo estuvo con ellos aquí en la Tierra.
Aunque Jesucristo había dicho que era necesario nacer de nuevo
para entrar al Reino de Dios, los discípulos de Jesucristo no
habían nacido de nuevo; por eso Jesús les decía: “Es necesario
que yo me vaya para que pueda venir el Consolador; porque si
yo no me voy él no puede venir.” [San Juan 16:7] Y entonces no
se podía efectuar el nuevo nacimiento de todos los creyentes en
Jesucristo.
Y ahora, el Día de Pentecostés fueron llenos del Espíritu
de Cristo y obtuvieron allí el nuevo nacimiento y hablaban las
maravillas de Dios; y las personas que allí estaban presentes en
Jerusalén oyendo a estas ciento veinte personas hablando las
maravillas de Dios, muchos de ellos habían nacido en diferentes
naciones europeas y otros lugares, y de Asia Menor también;
muchos hebreos habían nacido en otras naciones y ahora habían
venido a Jerusalén para adorar a Dios, y se encontraron con esta
bendición tan grande que Dios estaba derramando sobre ciento
veinte personas; pero ellos no comprendían lo que allí estaba
sucediendo. Pues les escuchaban hablar las maravillas de Dios
en los idiomas en que todas estas otras personas habían nacido,
porque habían venido de diferentes naciones hebreos que habían
12 Dr. William Soto Santiago
nacido en otras naciones y conocían el idioma de la nación en que
habían nacido.
Y ahora ciento veinte discípulos de Jesucristo habían
recibido el Espíritu de Cristo allí el día de Pentecostés; estaban
hablando las maravillas de Dios y las entendían en otros idiomas,
o sea, las escuchaban en otros idiomas y ellos decían: “¿Pero no
son todos estos que están hablando aquí galileos, cómo puede
ser posible, qué significa esto que ellos están hablando aquí y
nosotros los entendemos a ellos en nuestro propio idioma en que
nosotros hemos nacido? ¿Y no son ellos galileos?” O sea: “¿No
son personas que lo hablan es el idioma hebreo? Y quizás no lo
hablan tan bien, no tienen la gramática correcta quizás porque
son muchos de ellos pescadores, otras son personas del campo,
agricultores y personas así, personas sencillas, ¿cómo pues les
escuchamos nosotros hablar las maravillas de Dios en nuestro
propia idioma en el cual hemos nacido?” Era una pregunta la cual
San Pedro tenía que contestar allí.
Ahora, no faltan los burladores cuando Dios está cumpliendo
Sus promesas; y algunos burladores allí decían: “Están llenos de
mosto,” o sea, están ebrios, están borrachos.
Y ahora, miren lo que San Pedro dice en el capítulo 2, verso
14 en adelante del libro de Los Hechos:
“Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la
voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis
en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto
que es la hora tercera del día (o sea, de 8 a 9 de la mañana).
Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:
Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán…”
¿Para cuándo Dios dijo por medio del profeta Joel que
derramaría de Su Espíritu sobre toda carne? Para los postreros
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 37
¿Y cómo será que Él vendrá manifestado en el Día Postrero
para llamar y juntar a Sus escogidos? En el libro de “Los Sellos”
en español el precursor de la Segunda Venida de Cristo nos dice
en la página 256 del libro de “Los Sellos” en español, nos dice
como será que Cristo se manifestará en este tiempo final. Dice:
“Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la tierra,
El vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será
completamente Emmanuel - la Palabra de Dios encarnada en un
hombre.”
Así es como Cristo en Espíritu Santo se estará manifestando
por medio de carne humana en un hombre de este tiempo final;
ese hombre será el mensajero de la Edad de la Piedra Angular y
también mensajero de la Dispensación del Reino; es el profeta
de la Dispensación del Reino y profeta de la Edad de la Piedra
Angular. Él es el ángel señalado por Cristo en Apocalipsis,
capítulo 22, verso 16 donde dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de
estas cosas en las iglesias.”
Ese ángel mensajero, ese profeta mensajero enviado por
Jesucristo, es el mensajero final que Jesucristo envía a este
planeta Tierra; y por medio de él Jesucristo en Espíritu Santo
estará manifestándose y estará hablándole a Su pueblo, y estará
llamando y juntando a Sus escogidos en el Día Postrero en la
América Latina y el Caribe.
Ahora, ese ángel no es el Señor Jesucristo; él solamente es
el instrumento de Jesucristo para este tiempo final, así como fue
lo San Pablo y así como lo fueron los siete ángeles mensajeros de
las siete etapas o edades de la Iglesia gentil; y así como lo fueron
los profetas del Antiguo Testamento.
Siempre Dios se ha manifestado en un hombre, y por medio
de un hombre le ha hablado a Su pueblo, y por eso es que tenemos
la Biblia, la cual a sido dada por Dios a profetas, a mensajeros, y
ellos nos han dado esa Palabra de Dios a nosotros.
Y ahora, así como Dios, el Ángel del Pacto, que es el mismo
36 Dr. William Soto Santiago La Enemistad Entre Las Dos Simientes 13

ascendió al Cielo, cuarenta días después de Su resurrección días; y allí estaba comenzando Dios a derramar de Su Espíritu
Cristo ascendió al Cielo y con Él ascendieron al Cielo los santos Santo sobre toda carne, sobre ciento veinte personas que habían
del Antiguo Testamento, los cuales habían resucitado con Cristo, creído en Cristo como su Salvador, habían lavados sus pecados
y se cumplieron profecías que habían sido dadas acerca de esa en la Sangre de Cristo y estaban allí esperando la Venida del
gran resurrección y de esa ascensión al Cielo, la cual estaba Espíritu Santo, estaban esperando allí la Venida del Espíritu para
prometida. En los Salmos hablaba también de esa resurrección y producir en ellos el nuevo nacimiento. Y allí ocurrió ese Día de
de esa ascensión al Cielo. Pentecostés.
Ahora, podemos ver que todo eso que ocurrió allá en la Y ahora, vean, sigue diciendo:
Primera Venida de Cristo, también ocurrirá también acá en el “Vuestros jóvenes verán visiones,
tiempo final; los muertos en Cristo resucitarán y nosotros los Y vuestros ancianos soñarán sueños;
que vivimos seremos transformados; y eso es para el tiempo de
Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos
la Segunda Venida de Cristo; porque Él viene con esa Trompeta
días
de Dios o Gran Voz de Trompeta llamando y juntando a todos
Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.”
Sus escogidos en este tiempo final, y preparándonos para ser
transformados y raptados. Y desde el Día de Pentecostés hacia acá Dios ha estado
derramando de Su Espíritu Santo sobre toda carne, sobre
Y ahora el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, que es
toda persona que ha creído en Cristo como su Salvador, se ha
Jesucristo en Su cuerpo teofánico de la sexta dimensión, para el
arrepentido de sus pecados y ha lavado sus pecados en la Sangre
tiempo final estará manifestándose en la Tierra así como se ha
de Cristo. Y ha recibido el espíritu de Cristo y por consiguiente ha
manifestado en edades pasadas.
recibido el nuevo nacimiento, y así ha entrado al Reino de Dios y
Y por esas manifestaciones que ha tenido en diferentes
ha venido a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo.
tiempos a través de sus mensajeros, Él ha estado llamando y
Ninguna persona podrá formar parte de la Iglesia de Jesucristo
juntando, a Sus escogidos a Sus hijos de edad en edad durante las
si no recibe a Cristo como su Salvador, lava sus pecados en la
siete etapas de la Iglesia aquí entre los gentiles; y ahora para la
Sangre de Cristo y recibe Su Espíritu Santo; así es como se nace
Edad de la Piedra Angular llama y junta a todos Sus escogidos.
de nuevo, como se nace en el Reino de Dios, en el Cuerpo Místico
Y ahora, cada etapa de la Iglesia del Señor Jesucristo ha
de Cristo, en Su Iglesia.
tenido un territorio donde se ha cumplido, Asia Menor, la primera
Y ahora, ¿para cuándo Dios dijo que derramaría de Su
edad; la segunda, tercera, cuarta, quinta y sexta en el territorio
Espíritu Santo sobre toda carne? Para los postreros días; y ya
europeo, en diferentes naciones europeas, y luego la séptima
van dos mil años desde el Día de Pentecostés hacia acá; porque
etapa o edad en Norteamérica.
los postreros días delante de Dios, para los seres humanos son
Y ahora, ¿qué queda para nosotros los latinoamericanos? Pues
los milenios postreros, que son quinto milenio, sexto milenio
la Edad de la Piedra Angular; esta es la etapa que corresponde a la
y séptimo milenio, y cuando Jesús tenía de 4 a 7 años de edad
América Latina y el Caribe; y es una etapa en donde Cristo estará
comenzó el quinto milenio, y por consiguiente comenzaron los
manifestado en el territorio latinoamericano y caribeño, Cristo el
días postreros.
Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová.
14 Dr. William Soto Santiago
Por eso San Pablo puede decir que habló por medio de Su
Hijo, por Jesucristo en estos postreros días hablando de aquel
tiempo; y todavía estamos viviendo en los postreros días, por que
los postreros días delante de Dios para los seres humanos son el
quinto milenio, sexto milenio y séptimo milenio.
Y ahora, cuando Cristo nos habla para aquellos que han
creído en Él, dice: “Y yo le resucitaré en el Día Postrero,” ¿de
cuál de esos tres milenios está hablando Cristo ahí? Del milenio
postrero, que es el Día Postrero delante de Dios; “porque un
día delante de Dios es como mil años, y mil años como un día.”
Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8 y el Salmo 90, verso 4, que
es un Salmo del profeta Moisés.
Y ahora, podemos ver este misterio; y ahora si le añadimos
al calendario los años de atraso que tiene ya estamos en el séptimo
milenio, por consiguiente en el Día Postrero. Pero si lo dejamos
tal y como está, aunque sabemos que está atrasado, pues mire,
solamente falta lo que queda del año 1998, el año 1999 y el año
2000. Y con esos dos años y medio termina el sexto milenio y
luego comienza el Siglo XXI, y comienza el séptimo milenio.
Pero ¿se le habrá atrasado el calendario a Dios? Yo pienso que a
Dios no se le ha atrasado, y si a Dios no se le atrasado, pues ya
estamos bastante adentrados en el Día Postrero; y por eso es que
ustedes están viendo esas señales de las cuales Cristo habló que
serían manifestadas, serían vistas tanto en el Cielo como en la
Tierra.
Hemos visto señales en el Cielo que dan testimonio de las
cosas que están sucediendo en este planeta Tierra, por ejemplo,
hemos visto en el Cielo una señal misteriosa la cual apareció en
febrero 28 de 1963, y fue publicada en revistas como la revista
“Ciencia” de Norteamérica y la revista “Life” o “Vida”, y fue
publicada como una nube misteriosa, pues apareció a 26 millas
de altura con un tamaño de 30 millas de ancho; y eso es una nube
gigante, y a una altura donde no hay humedad para formarse nube
alguna.
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 35
Señor pasara por el Paraíso, y allí ya también había llegado Juan
el Bautista el cual había muerto, y estaban esperando la Venida
del Señor allá en el Paraíso; pero primero Él tuvo que ir por el
infierno para arreglar ciertas cuentas allá, y las arreglo muy bien.
Y ahora, ningún hijo de Dios, ningún creyente en Cristo
que ha lavado Sus pecados en la Sangre de Cristo y recibido Su
Espíritu, ninguno de ellos puede ir al infierno, el diablo no se
los puede llevar para allá. Cuando muere físicamente un hijo de
Dios va al Cielo, al Paraíso, y va a vivir allá hasta que llegue la
resurrección de los muertos en Cristo, donde Él les dará un cuerpo
eterno; y a nosotros nos transformará cuando ellos resuciten, y
nos dará también un cuerpo eterno.
Y ahora, Cristo luego de pasar por el infierno pasó al Paraíso
donde estaban Abraham, Isaac, Jacob y Juan el Bautista y todos
los profetas del Antiguo Testamento, y cuando Cristo resucitó,
resucitaron con Cristo los santos del Antiguo Testamento. ¿Y
dónde está eso en la Biblia? En San Mateo, capítulo 27 nos habla
de la resurrección de Cristo y de la resurrección de los santos del
Antiguo Testamento, y donde nos dice de la siguiente manera:
“Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba
abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;
y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que
habían dormido, se levantaron;
y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de
él (o sea, después de la resurrección de Cristo ¿qué hicieron?),
vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.”
¿Ven? Con la resurrección de Cristo resucitaron también los
santos del Antiguo Testamento, que habían ofrecido a Dios los
sacrificios de aquellos animalitos por el pecado; pero por cuanto
los sacrificios de esos animalitos no quitaba el pecado, ellos no
podían ir ante la presencia de Dios cuando murieron, sino que
tenían que permanecer en cierto lugar, llamado el Paraíso, y luego
en la resurrección de Cristo resucitaron en cuerpos y aparecieron
a muchos en la ciudad de Jerusalén. Y luego cuando Cristo
34 Dr. William Soto Santiago
del infierno y de la muerte; ya el diablo no tiene el poder que él
decía que tenía, el cual era un poder usurpado; pero Cristo se lo
quitó.
Y ahora aunque el diablo diga que a todos los hijos de Dios
él los mandará para la tumba, pero sus almas y sus espíritus van
al Paraíso; no se los puede llevar para el infierno, no se los puede
llevar para la quinta dimensión. Y luego Cristo dice: “Y yo los
resucitaré en el Día Postrero. Les daré un nuevo cuerpo.”
Ahora, vean ustedes quién es nuestro Señor Jesucristo, es el
Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, el cual vino dos mil años
atrás en carne humana en un cuerpo creado por el mismo Dios en
el vientre de María, en quién creó una célula de vida allá en su
vientre, la cual se multiplicó célula sobre célula, y fue formado,
creado ese cuerpo que nació en Belén de Judea y que le fue por
nombre Jesús; y en ese cuerpo habitó Dios, el Dios de Abraham,
de Isaac y de Jacob, el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto habitó
en ese cuerpo en toda Su plenitud.
Y la Venida del Ángel del Pacto, la Venida del Ángel
de Jehová, que es la Venida de Dios con Su cuerpo teofánico,
habitando en ese cuerpo de carne, fue la Primera venida de Cristo.
Eso es la Venida del Señor, la Venida del Ángel del Pacto en un
cuerpo humano, y tenía que venir en Su Primera Venida en un
cuerpo de carne creado por Dios, porque todos los seres humanos
estaban contaminados con el pecado.
Y los sacrificios que se efectuaban de aquellos animalitos
allá en el Antiguo Testamento por el pueblo hebreo no quitaban
el pecado, solamente lo cubrían; pero el pecado permanecía allá
en la persona.
Pero cuando vino Cristo y murió en la Cruz del Calvario,
el pecado de aquellos que habían creído en aquellos sacrificios,
sacrificios que eran tipo y figura de Cristo y Su sacrificio en la
Cruz del Calvario, cuando murió Cristo y derramó Su Sangre el
pecado de aquellas personas que estaba cubierto fue quitado, y los
que habían ya partido estaban en el Paraíso allá esperando que el
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 15
Ellos no supieron (la ciencia no supo el misterio de esta
nube), pero el reverendo William Branham precursor de la
Segunda Venida de Cristo estuvo en esta nube, fue subido a esta
nube, fue llevado a esa nube, y Él nos dijo lo que estaba allí y lo
que formó esa nube.
En la página 469 del libro de “Los Sellos” en español, él dice
que eran ángeles de Dios. Ángeles de Dios eran los que estaban
ahí. Dice:
“¿Y notaron que dije que uno de esos Angeles era muy
raro?”
Si tornamos ésta foto hacia la derecha, veremos que forma
el rostro del Señor, y de ese Ángel que era diferente a los demás
del cual él habla, es éste que está aquí formando la cabellera
blanca del Señor. [El Dr. William Soto señala la foto de la nube].
Estos ángeles están aquí en sus cuerpos teofánicos, cuerpos de
la sexta dimensión; no están en sus cuerpos físicos de carne
sino en cuerpos de la sexta dimensión, cuerpos angelicales que
pertenecen a otra dimensión. Y ahora dice:
“¿Y notaron que dije que uno de esos Angeles era muy
raro?”
Es éste que está volando aquí.
“Me pareció muy distinto a los demás. Estaban en una
constelación con tres a cada lado y uno arriba; y el que estaba a
mi lado, contando desde la izquierda hacia la derecha, ese seria
el séptimo ángel. El era más brillante y significaba más para mí
que los demás. Les dije que tenía el pecho así robusto y estaba
volando hacia el oriente. Les dije también que: ‘Me levantó, me
alzó.’ ¿Se acuerdan?
Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el séptimo Sello, lo cual he
mantenido como una pregunta en mi mente toda mi vida. ¡Amén!
Los otros Sellos significaron mucho para mí, desde luego; pero
Uds. no se imaginan lo que ha significado este séptimo.”
Y el Séptimo Sello de los siete sellos del Libro del Apocalipsis,
capítulo 5, verso 1 en adelante y capítulo 6, ese Libro sellado con
16 Dr. William Soto Santiago
siete sellos… vamos a leer un poquito aquí para que tengan el
cuadro claro de este Séptimo Sello.
Capítulo 5 de Apocalipsis dice, verso 1 en adelante:
“Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono
un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es
digno de abrir el libro y desatar sus sellos?
Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra,
podía abrir el libro, ni aun mirarlo.
Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno
digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el
León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir
el libro y desatar sus siete sellos.
Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres
vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero
como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales
son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba
sentado en el trono.
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes
y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero;
todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las
oraciones de los santos;
y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar
el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con
tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y
pueblo y nación;
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y
reinaremos sobre la tierra.”
¿Quién es este Cordero que tomó ese Libro? El cordero que
fue inmolado, nuestro amado Señor Jesucristo. Y vean, dice que:
“…y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 33
esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se
preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho,
fueron salvadas por agua.”
Vean los que fueron desobedientes en el tiempo de Noé, vino
el diluvio y los destruyó a todos, y luego fueron en espíritu, o
sea, en su cuerpo de esa otra dimensión, de la quinta dimensión,
fueron a vivir allá al infierno, y cuando Cristo murió, por cuanto
Él tomó nuestros pecados murió como un pecador y tenía que
ir al infierno también; y fue al infierno en su cuerpo teofánico y
allí les predicó a aquellas personas que estaban en sus cuerpos
espirituales, que son cuerpos como nuestros cuerpos, pero de
otra dimensión; y les predicó en esa dimensión allá, y también
allá obtuvo la victoria. No les predicó para salvación, les predicó
condenándoles la incredulidad.
De millones de personas que vivieron en el tiempo de Noé,
solamente ocho personas se salvaron; así que, nunca piense que
la mayoría, siempre tiene la razón y la verdad; solamente una
minoría, Noé con su familia eran los que tenían la verdad y los
que escaparon del juicio divino, y hubo muchas religiones en
aquel tiempo; y recuerden que Jesucristo dijo que como fue en los
días de Noé será la Venida del Hijo del Hombre para este tiempo
final, y como fue en los días de Lot, también será la Venida del
Hijo del Hombre.
En los días de Lot fueron destruidas Sodoma y Gomorra,
en los días de Noé fue destruido el mundo antediluviano: en el
tiempo de Noé hubo un profeta dispensacional: Noé. En los días
de Lot hubo un profeta dispensacional: Abraham, el padre de la
fe.
Ahora, vean lo importante que es creer la Palabra de Dios
para el tiempo en que uno vive la cual viene por medio del
mensajero que Dios envía para ese tiempo.
Ahora Cristo fue, predicó en el infierno; y allá le quitó
también las llaves al diablo del infierno, las llaves del infierno y
de la muerte, y por eso en Apocalipsis dice que Él tiene las llaves
32 Dr. William Soto Santiago
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer (le dice Dios a la
serpiente), y entre tu simiente y la simiente suya.”
Y la simiente de la mujer es Cristo.
Esa es la primera ocasión en que aparece la promesa de la
Venida del Mesías, de la Venida de Cristo para morir; ahí aparece
siendo herido en el calcañar, y la simiente de la mujer es Cristo, y
la simiente de la serpiente están representados en la parábola del
trigo y la cizaña.
Los hijos de Dios están representados en el trigo y los hijos
del maligno están representados en la cizaña. Y la cizaña los hijos
del maligno, son la simiente de la serpiente, los cuales hirieron a
Cristo allí en la Cruz del Calvario, pero Cristo allí hirió al diablo
en la cabeza y venció al diablo, porque Cristo muriendo nos
libró a nosotros de la muerte eterna; nos libró a nosotros de ir al
infierno, y Cristo fue al infierno por nosotros.
Él fue en su cuerpo teofánico de la sexta dimensión, que es
un cuerpo como el nuestro, pero de otra dimensión, y fue y le
predico a las almas que estaban encarceladas allá en el infierno,
los cuales habían sido desobedientes en el tiempo de Noé.
Aquí nos dice en San Pedro… vean, fueron desobedientes al
profeta que Dios envió para aquel tiempo, y vean lo que sucedió:
vino el diluvio y se los llevó a todos; y después sus alamas y sus
espíritus fueron al infierno, a la quinta dimensión.
Ahora vean San Pedro, Primera de Pedro, capítulo 3, verso
18 al 20 dice:
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los
pecados, el justo por los injustos (o sea, Cristo por nosotros),
para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne,
pero vivificado en espíritu;
en el cual también fue…”
¿En que fue? En el espíritu, o sea, en su cuerpo teofánico.
“fue y predicó a los espíritus encarcelados,
los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 17
linaje y lengua y pueblo y nación…”
O sea, de naciones, ya sea la nación hebrea o las naciones
gentiles. O sea, de entre todas las naciones hay hijos e hijas de
Dios redimidos con la Sangre de Jesucristo.
“…y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,
y reinaremos sobre la tierra.”
Hay personas que no saben que Cristo nos ha hecho reyes
y sacerdotes, y cuando tengamos el nuevo cuerpo y estemos de
nuevo en la Tierra con Cristo, estaremos ya no como estamos
en esta Tierra con algún trabajo que hacemos para el sostén de
nuestra familia, sino que estaremos como reyes y sacerdotes en el
Reino de Cristo reinando con Él.
Y usted sin ser un político, vean ustedes, será un rey o una
reina con Cristo en ese glorioso Reino milenial; así es en el Reino
de Cristo, y ese Reino de Dios será establecido en este planeta
Tierra y Cristo reinará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las
naciones; no solamente sobre el pueblo hebreo.
Y ahora de esto nos habla también Apocalipsis, capítulo 11,
versos 15 en adelante, donde nos dice:
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces
en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser
de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los
siglos.
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de
Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a
Dios,
diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el
que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran
poder, y has reinado.
Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo
de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los
profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños
y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.
18 Dr. William Soto Santiago
Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su
pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un
terremoto y grande granizo.”
Ahora vean que Cristo estará reinando en este planeta Tierra,
porque los reinos de este mundo vendrán a ser de nuestro Dios,
de nuestro Señor Jesucristo; y ya los problemas que tenemos en
estos reinos terrenales o gobiernos terrenales en las diferentes
naciones, serán todos esos problemas quitados ¿por qué? Porque
Cristo tomará el Reino y gobernará sobre el pueblo hebreo y sobre
todas las naciones; y habrá un rey gobernando sobre el planeta
Tierra completo; y ya Él resolverá todos los problemas. Dice la
Escritura que hasta el desierto florecerá.
Y ahora podemos ver que esto es una promesa para ser
cumplida en el séptimo milenio, en algún año del séptimo milenio
esta promesa será cumplida plenamente.
Ahora, hemos visto quién es el Cordero, es Cristo. Él es
también el León de la Tribu de Judá, el Rey de reyes y Señor
de señores, para en el Día Postrero manifestarse en Su Obra de
Reclamo.
Y para este tiempo final este Libro de los siete sellos de
Apocalipsis, capítulo 5 lo toma Cristo, el cual él es el Cordero de
Dios y también Él es el León de la Tribu de Judá, y ahora Él en
el capítulo 6 del Apocalipsis abre esos sellos, y cuando llega al
Séptimo Sello en el capítulo 8, verso 1 dice así:
“Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el
cielo como por media hora.”
¿Y qué misterio tan grande contiene ese Séptimo Sello que
causó silencio en el Cielo como por media hora? El Cielo que es
un lugar de cánticos, de regocijo, en donde glorifican a Dios y
están siempre adorando a Dios y cantándole a Dios, ¿qué misterio
tan grande está bajo este Séptimo Sello que hizo que el Cielo
guardará silencio como por media hora? Y media hora en el Cielo
son unos cuantos años para nosotros en la Tierra.
Ahora, el misterio contenido en este Séptimo Sello es la
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 31
Jesucristo antes de venir en carne humana aquí a la Tierra; esa es
la dimensión del cuerpo teofánico donde están todos los que han
partido, pero que han creído en Cristo antes cuando vivieron aquí
en la Tierra.
Ahora, podemos ver que de esa dimensión fue que Dios trajo
a existencia, esta dimensión terrenal y en esta dimensión creó
todas las cosas que Él conforme a Su Programa tenía para colocar
en esta dimensión terrenal.
Y ahora, vean ustedes, ¿de dónde vendrán los muertos en
Cristo? Vendrán de la sexta dimensión con sus cuerpos teofánicos
y recibirán un cuerpo eterno que Cristo les dará, creará para cada
uno de ellos; y nosotros los que vivimos cuando los veamos
resucitados seremos transformados. Y entonces tendremos ese
cuerpo eterno, y así seremos a imagen y semejanza de nuestro
amado Señor Jesucristo.
Ahora, podemos ver el porqué Cristo tuvo que morir en la
Cruz del Calvario, y ahora podemos ver el porqué fue herido en
Sus manos y en Sus pies, y en Su costado; porque Él tenía que
derramar Su Sangre para limpiarnos de todo pecado.
Y ahora, en el Génesis, capítulo 3, verso 15 donde leímos al
principio, dice:
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer (le dice Dios a la
serpiente), y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en
la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”
O sea, por los tobillos; y por esa parte de los pies fue
herido Cristo, porque los clavos que le colocaron allí para colocar
en la Cruz, fueron colocados por esa parte de los pies y también
en Sus manos; y después por un soldado romano fue herido por
el costado; y eso era cumplimiento de lo que ya Dios había dicho,
cuando dijo:
“…y tú le herirás en el calcañar.”
Ahora la serpiente, vean ustedes, no se encontraba allí cuando
Cristo estaba siendo crucificado. Pero miren aquí lo que dice:
30 Dr. William Soto Santiago
¿Crees esto?”
Nosotros decimos: “¡Amén!”
Ahora vean, el que vive en esta Tierra pero cree en Jesucristo
como su Salvador, y ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo
y ha recibido Su Espíritu, no morirá eternamente si su cuerpo
físico muere, porque en el Día Postrero Cristo dice: “Y yo le
resucitaré en el Día Postrero.” Y nos dará así un cuerpo eterno
que ya no morirá, ni se enfermera; ni siquiera una gripe le hará
daño.
Y ahora, vean ustedes como para los creyentes en Cristo hay
una esperanza aun el cuerpo físico muriendo; hay una esperanza
porque Él dijo que lo resucitará; nos resucitará en un cuerpo
eterno, y viviremos con Él por toda la eternidad.
Estamos aquí en este planeta Tierra para hacer contacto con
Jesucristo y Su programa de salvación. Porque ¿de que le vale al
hombre si ganare todo el mundo haciendo los negocios terrenales
convertirse en un hombre multimillonario y pierde su alma? ¿De
qué le vale? Hay personas que no saben que el ser humano es
cuerpo, espíritu y alma, y que lo más importante del ser humano
es su alma. Por eso dice: “¿De qué le vale al hombre si ganare
todo el mundo y pierde su alma?” Su alma es lo que en realidad
es la persona. Lo otro, el cuerpo físico, es una casa terrenal donde
vive; y cuando la casa muere, sigue viviendo la persona en el otro
cuerpo que es de otra dimensión.
Y si no creía en Cristo, pues va a la quinta dimensión, a la
cual después nadie quiere permanecer allí, porque es el infierno.
Pero si es un creyente en Cristo, pues va al Paraíso a vivir en se
cuerpo de la sexta dimensión, en ese cuerpo del Paraíso; y allí se
vive como se vive acá, pero sin los problemas que tenemos acá;
ninguna clase de problemas hay allí, pero allí hay árboles, hay
ríos, hay pajaritos, hay animales; es el Paraíso de Dios.
Ahora esa es la dimensión donde Adán estaba antes de
venir a esta Tierra en el cuerpo que Cristo le creó, que Dios le
creó del polvo de la Tierra, y esa es la dimensión donde estaba
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 19
Segunda Venida de Cristo, de la cual Cristo dijo que nadie conocía
el día, ni la hora, ni aún los ángeles, y ni aun el Hijo conocía el día
y la hora; porque todavía Dios no le había revelado a Jesús el día
y la hora de la Venida del Hijo del Hombre para el Día Postrero,
o sea, que todavía Dios el cual estaba dentro de Jesús, no había
hecho consciente ese misterio del día y la hora de la Venida del
Hijo del Hombre para el Día Postrero.
Y ahora aquí en Apocalipsis, capítulo 8, verso 1, es abierto
este misterio del Séptimo Sello en el Cielo; y causó silencio en el
Cielo como por media hora, porque nadie conocía ese misterio,
pero cuando fue abierto en el Cielo todos allí vieron ese misterio
abierto y conocieron el misterio de la Segunda Venida de Cristo.
Pero ¿por qué en vez de glorificar a Dios, y de cantar a
Dios y de adorar a Dios se quedó todo el mundo callado? Ese
es un misterio; es que todos, todos ellos antes no conocían ese
misterio, pero luego fue revelado en el Cielo ese misterio, y
cuando fue revelado en el Cielo todos permanecieron en silencio
para que el diablo no conociera ese misterio y no interrumpiera el
cumplimiento de la Segunda Venida de Cristo.
Y el misterio de la Segunda Venida de Cristo para este tiempo
final conforme al libro del Apocalipsis, tiene que ser cumplido en
el Día Postrero; pero el Cielo estaría guardando silencio para que
así todo se cumpliera conforme a las profecías y el diablo no se
diera cuenta que se está cumpliendo la Segunda Venida de Cristo.
Recuerden en la Primera Venida de Cristo el diablo persiguió
a Cristo y quiso matarlo en diferentes ocasiones, aun cuando
nació; vean, el diablo utilizando a Herodes quiso matar al Mesías.
Y ahora, Dios guarda silencio de la Segunda Venida de
Cristo, para que se lleve a cabo el cumplimiento de ella sin que
el diablo se dé cuenta que la Segunda Venida de Cristo se está
cumpliendo.
El Cielo guarda silencio, y si el diablo mira hacia los
ángeles, no ve que están hablando ni están adorando a Dios, ni
están hablando, ni adorando conforme a lo que está sucediendo
20 Dr. William Soto Santiago
en el Programa divino; como en la Primera Venida de Cristo el
arcángel Gabriel con un ejército celestial vino cantando y vino
diciendo que había nacido en Belén de Judea un Salvador, que es
Cristo Jesús. ¿Ve?
Pero para la Segunda Venida de Cristo habrá un secreto, o sea,
habrá un silencio en donde las huestes celestiales permanecerán
en silencio para que así el diablo no se dé cuenta del cumplimiento
de la Segunda Venida de Cristo; pero los escogidos de Dios
recibirán la Segunda Venida de Cristo como el León de la Tribu
de Judá, verán a Jesucristo el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová
manifestado en el Día Postrero, y recibirán las bendiciones que Él
traerá en este Día Postrero; y cuando haya terminado toda la obra
de la Segunda Venida de Cristo, entonces en el Cielo ese silencio
terminará.
Ahora, veamos como a través de la Escritura fue la Primera
Venida de Cristo.
En San Juan, capítulo 1 y también Malaquías, capítulo 3; con
esas dos escrituras podemos tener un cuadro claro de lo que fue la
Primera Venida de Cristo.
En Malaquías, capítulo 3, verso 1 dice, hablando de la Primera
Venida de Cristo y del precursor, que fue Juan el Bautista. Dice:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí…”
Ese fue Juan el Bautista que vino preparándole el camino al
Señor, y vino ungido con el espíritu y virtud de Elías; aunque él
literalmente no era Elías, sino Juan el Bautista, el ministerio que
estaba en Juan el Bautista era el ministerio de Elías; por eso Jesús
dijo, hablando de Juan en el Bautista, en el capítulo 11, verso 14
de San Mateo: “Si ustedes lo quieren recibir, Él es aquel Elías
que habría de venir.”
Y en San Mateo, capítulo 17, cuando bajo del Monte de la
Transfiguración Sus discípulos le dijeron: “¿No dicen los escribas
que es necesario que Elías venga primero y restaure todas las
cosas?” Jesús dijo a Sus discípulos: “A la verdad Elías vendrá
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 29
“Yo le resucitaré en el Día Postrero.” Es para los creyentes en
nuestro amado Señor Jesucristo.
Y ya Él probó que Él va a resucitar a todos los que han creído
en Él, aunque hayan muerto sus cuerpos físicos, Él lo probó y dio
el ejemplo en Lázaro cuando lo resucitó después de que ya tenía
cuatro días de muerto; ya su cuerpo había entrado en corrupción,
pero Cristo lo resucitó. Él dijo: “Yo soy la resurrección y la vida.”
Él es la resurrección y la Vida. Y Él dice: “Y nadie viene al Padre
sino por mí.”
Así que Él siendo la resurrección y la Vida, Él nos dice que
nos dará un cuerpo eterno en el Día Postrero, si nuestro cuerpo
físico muere, Él dice: “Yo le resucitaré, te resucitaré en el Día
Postrero.”
Ahora miren quiénes son los que serán resucitados en el Día
Postrero. En el caso de Lázaro, dice aquí capítulo 11, verso 21 en
delante de San Juan, dice:
“Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi
hermano no habría muerto.”
O sea, porque oraba por él y se sanaba.
“Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios,
Dios te lo dará.
Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.
Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el
día postrero.”
Porque eso era lo que había enseñado Jesucristo: “Y yo
le resucitaré en el Día Postrero.” Y Lázaro era un creyente en
Jesucristo.
Ahora Lázaro tenía que resucitar conforme al Programa de
Dios; pues Cristo dijo que la enfermedad de Lázaro no era para
muerte, sino para Dios ser glorificado.
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que
cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.
28 Dr. William Soto Santiago
Jesucristo, gracias a Dios por eso. Porque al caer el juicio divino
sobre Jesucristo, ya no tiene que caer sobre ninguno de ustedes.
Ahora, nosotros podemos vivir eternamente; aunque nuestro
cuerpo físico se muera, eso no es ningún problema. Hay un cuerpo
físico eterno que Cristo ha prometido para cada uno de ustedes y
para mí también. El cuerpo físico si muere, es el cuerpo físico que
nos dio papá y mamá; y ellos hicieron el máximo.
Miren, la ciencia en la actualidad todavía no ha podido creer o
producir un cuerpo humano. Ahora algunas personas dicen: “Pero
es que ya ha producido niños de probetas y cosas así.” Pero, ¿y la
materia prima? ¿Ve? Ellos no han producido la materia prima, la
materia prima es de algún padre y de alguna madre; por lo tanto,
no han hecho nada, sino lo que han descubierto es cómo es que
todo eso funciona dentro de la persona cuando es concebido un
niño. ¿Y cómo han aprendido eso? Pues han hecho eso en sus
ensayos, en sus laboratorios, y han logrado algo, pero la materia
prima siempre es la misma: de papá y mamá.
Así que, papá y mamá no son científicos; y miren, a mí me
hicieron, me dieron este cuerpo mortal y a usted también, pero
los científicos todavía no han podido hacer un cuerpo así y darle
vida y ponerlo a vivir; digo, produciendo ellos también la materia
prima.
Ahora podemos ver que si nuestro cuerpo físico muere, San
Pablo dice: “Si nuestra casa terrestre (que es ésta) se deshiciera,
se deshiciese (o sea, se muere) tenemos un edificio no hecho
de manos.” [Segunda de Corintios 5:1] O sea, hecho por Dios,
creado por Dios.
Tenemos un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, y tenemos
un cuerpo físico y eterno que Él nos dará en el Día Postrero. Él
dijo: “Y yo le resucitaré (¿cuándo?) En el Día Postrero.” Esa es
una promesa para todos los creyentes en nuestro amado Señor
Jesucristo.
¿Por qué para los creyentes en nuestro amado Señor
Jesucristo? Porque más nadie puede creer eso que dijo Cristo:
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 21
primero y restaurará todas las cosas.” Capítulo 17 de San Mateo,
versos 10 en adelante. Ahora en el 11 dice:
“Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene
primero, y restaurará todas las cosas.
Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que
hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del
Hombre padecerá de ellos.
Entonces los discípulos comprendieron que les había
hablado de Juan el Bautista.”
El Elías que tenía que venir para ese tiempo del cual Jesús
dijo: “Ya Elías vino y no le conocieron.” Era ¿quién? Juan el
Bautista, es que cuando Dios promete enviar un profeta que ya
había enviado en el pasado, cuando promete enviarlo de nuevo,
lo que envía es el ministerio de aquel profeta en otro profeta del
tiempo presente.
Por eso encontramos que Eliseo vino con una doble porción
del espíritu que estaba en Elías; o sea, el ministerio de Elías pasó
a Eliseo en una doble porción, y luego pasó a Juan el Bautista
como precursor de la Primera Venida de Cristo; y luego por cuarta
ocasión vino el ministerio de Elías a la Tierra precursando la
Segunda Venida de Cristo, y vino en un hombre de Norteamérica
llamado el reverendo William Branham.
Y está prometido para ser manifestado en la Tierra en este
tiempo final por quinta ocasión, como uno de los dos Olivos de
Apocalipsis, capítulo 11, verso 13 en adelante y Zacarías, capítulo
4.
Eso es el ministerio del Espíritu Santo manifestado en un
hombre del tiempo final, operando el ministerio del profeta Elías;
o sea, que no es literalmente el profeta Elías el que viene, sino el
ministerio del profeta Elías en un hombre en este tiempo final; de
lo cual también habló el reverendo William Branham en la página
399 del libro de “Los Sellos” en español, donde dice, le hicieron
esta pregunta (la pregunta número 11). Y dice así la pregunta:
“11. El Elías que viene a predicar a los judíos, ¿es el
22 Dr. William Soto Santiago
verdadero Elías que estuvo en los días de Achab, o será solamente
el espíritu de Elías en otro hombre?”
La contestación fue:
“Yo he pensado que será un hombre de este tiempo ungido
con ese espíritu; porque allá, cuando Elías ya había subido (se
fue en un carro de fuego o platillo volador) y Eliseo se encontró
con los hijos de los profetas, ellos dijeron: ‘El espíritu de Elías
reposó sobre Eliseo.’ Es que Eliseo obró igual a Elías.”
Elías abrió el Jordán para pasar con Eliseo, y luego se fue en
un carro de fuego o platillo volador, y luego Eliseo quedó solo
y el manto de Elías cayó y Eliseo lo tomó; y de regreso Eliseo
se paró frente al Jordán y con el manto de Elías hirió el Jordán,
y el Jordán se abrió y pasó en seco. Los hijos de los profetas
que estaban viendo eso dijeron: “El espíritu de Elías ha reposado
sobre Eliseo.”
Vean, reposó sobre Eliseo en segunda ocasión, luego en
tercer ocasión reposó en Juan el Bautista, por cuarta ocasión
reposó sobre el reverendo William Branham precursando la
Segunda Venida de Cristo; y para este tiempo final reposaría sobre
otro hombre, en este tiempo final por quinta ocasión.; y ese será
uno de los dos Olivos, será el ministerio de Elías manifestado
por quinta ocasión para ministrarle al pueblo hebreo, pero antes
estará en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Cristo dijo que “el Hijo del Hombre vendrá con Sus
ángeles y entonces pagara a cada uno conforme a sus obras,”
(San Mateo, capítulo 16, verso 27 al 28). Y luego en el Monte
de la Transfiguración en el capítulo 17 de San Mateo, cuando
Cristo llevó a Pedro, Jacobo y Juan para mostrarles la Venida
del Reino de Dios y la Venida del Hijo del Hombre viniendo en
Su Reino, viniendo con Sus ángeles cuando subieron al Monte
de la Transfiguración, se transfiguró delante de Sus discípulos,
Su rostro resplandeció como el sol y aparecieron a cada lado
de Jesús, Moisés y Elías, uno a cada lado; y el rostro de Jesús
resplandeciente como el sol y Sus vestiduras resplandecientes
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 27
hombre; es el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto hecho hombre
en medio del pueblo hebreo para con ese cuerpo de carne llevar
a cabo el sacrificio por el pecado en la Cruz del Calvario; porque
ningún ser humano podía redimirse el mismo ni podía redimir a
otras personas. Solamente Dios podía llevar a cabo la Obra de
redención, y se tuvo que hacer hombre y vivir entre los seres
humanos, y colocar en sacrificio Su cuerpo físico en la Cruz del
Calvario.
Él tomó nuestros pecados y por consiguiente se hizo pecado
por todos nosotros; o sea, que se hizo como nosotros, se hizo
pecado por nosotros para hacernos nosotros como Él; para
nosotros poder ser como Cristo y poder ser a imagen y semejanza
de Cristo, Él se hizo como nosotros: se hizo pecado tomando
nuestros pecados; y así se hizo mortal, porque Él siendo inmortal
y teniendo un cuerpo inmortal no podía morir. Solamente la
muerte o la causa de la muerte es el pecado, y por cuanto no tenía
pecado no podía morir; pero al tomar nuestros pecados, entonces
la sentencia de la muerte tenía que caer sobre Él.
Y había llegado el tiempo del juicio divino para la raza
humana, y al Él tomar nuestros pecados todo el juicio divino cayó
sobre un solo hombre: nuestro amado Señor Jesucristo, y por eso
Él en la Cruz del Calvario también dijo: “Dios mío, Dios mío,
Dios mío ¿por qué me has desamparado?” [San Mateo 27:46]
El juicio divino estaba cayendo sobre Su cuerpo físico, y
estaba allí muriendo Su cuerpo físico en la Cruz del Calvario;
ahora, Dios no estaba muriendo, sino solamente Su cuerpo físico;
porque Dios es inmortal; pero Su cuerpo físico por cuanto tomo
nuestros pecados, se hizo mortal. Pero Cristo había dicho en San
Juan también: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere,
Él solo queda.” [San Juan 12:24] O sea, el único que viviría en
este planeta Tierra sería un solo hombre: nuestro amado Señor
Jesucristo; todos los demás tenían que morir.
El juicio divino tenía que caer sobre la raza humana en aquel
día, y cayó sobre un solo hombre: sobre nuestro amado Señor
26 Dr. William Soto Santiago
que le estará preparando el camino.
Veamos este Ángel de Jehová o Ángel del Pacto en el Éxodo,
capítulo 23, verso 20 al 23 donde dice:
“He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que
te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he
preparado.
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde;
porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está
en él.”
¿Dónde está el Nombre de Dios? En Su Ángel, o sea, en el
Ángel de Jehová, que es el mismo Dios en Su cuerpo teofánico.
En Su cuerpo teofánico Dios ha colocado Su Nombre.
Y ahora, continuamos viendo aquí acerca de este ángel. Dice:
“Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que
yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te
afligieren.
Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra
del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del
jebuseo, a los cuales yo haré destruir.”
Ahora, este ángel que libertó al pueblo hebreo y los llevó a
la tierra prometida en el cual Dios dice que esta Su Nombre, es el
Ángel del Pacto al cual Juan el Bautista le estaría preparando el
camino; y ahora este Ángel del Pacto, que es el mismo Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob, y el cual es el mismo Verbo que
creó todas las cosas, y que es la luz que alumbra a todo hombre,
dice:
“Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre,
venía a este mundo.”
Ahora, ¿cómo venía a este mundo? En el mismo capítulo de
San Juan, verso 14 dice:
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros…”
Y cuando se hizo carne y hábito entre los seres humanos,
¿qué nombre tenía? Jesús. Jesús es el Verbo hecho carne, hecho
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 23
cono la luz.
¿Y por qué Su rostro resplandeció como el sol? Ustedes
encuentran en el Antiguo Testamento en diferentes lugares la
profecía de la Segunda Venida de Cristo, y ustedes encontrarán
que una de las formas en que es tipificada la Segunda Venida de
Cristo es con el sol.
Por ejemplo, tenemos a Malaquías, capítulo 4, verso 2 donde
dice:
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol
de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis
como becerros de la manada.”
Eso es la Segunda Venida de Cristo naciendo y resplandeciendo
como el sol a todos los que temen el Nombre del Señor, o sea, a
todos los que le están esperando en su Segunda Venida.
“…y en sus alas traerá salvación…”
Ahora, el sol no tiene alas, pero Cristo en Su Venida dijo que
vendrá con Sus ángeles, y esos son los ministerios de Moisés y
Elías. Moisés y Elías, esos ministerios son las alas del Hijo del
Hombre.
Y ahora, vean ustedes, en el Monte de la Transfiguración
aparecieron Moisés y Elías hablando con Jesús acerca de la partida
de Jesús a Jerusalén; y luego encontramos que en Apocalipsis,
en el capítulo 11, aparecen nuevamente los dos Olivos, que son
Moisés y Elías.
Y en Apocalipsis, capítulo 1 y también en el capítulo 10,
encontramos a Cristo con Su rostro como el sol; lo cual representa
a Cristo como Rey se reyes y Señor de señores, porque el sol es el
astro rey; y Cristo es el Rey de reyes y Señor de señores.
También la Segunda Venida de Cristo es representada en
el León de la Tribu de Judá, como la Primera Venida de Cristo
fue representada en el Cordero, porque Él vino como el Cordero
de Dios y quitó el pecado del mundo muriendo en la Cruz del
Calvario; y en Su Segunda Venida Él viene como el León de la
24 Dr. William Soto Santiago
Tribu de Judá en Su Obra de Reclamo en viene como Rey de
reyes y Señor de señores.
Por eso en Apocalipsis 19 lo encontramos viniendo sobre un
caballo blanco, y tiene Su Nombre escrito: REY DE REYES Y
SEÑOR DE SEÑORES en Su muslo y en Su vestidura; porque
Él viene como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de
Reclamo para reclamar todo lo que Él ha redimido en Su Sangre
preciosa, para traer los muertos en Cristo en la resurrección en
cuerpos eternos, y a nosotros los que vivimos transformarnos,
transformar nuestros cuerpos y así todos entrar a eternidad.
Ser restaurados todos con Vida eterna y luego ir a la Cena
de las Bodas del Cordero en el Cielo como Él ha prometido, y
estaremos con Él en la Cena de las Bodas del Cordero en la Casa
de nuestro Padre celestial por tres años y medio, o sea, una gran
fiesta en la Casa de nuestro Padre celestial.
Cristo en San Juan, capítulo 14, verso 1 en adelante, dijo:
“En la casa de mi Padre muchas moradas; voy pues a preparar
lugar para vosotros. Y si me fuere y no os preparare lugar, vendré
otra vez (ahí está Su Segunda Venida), y os tomaré a mí mismo.”
¿Y por qué dice a mí mismo? Porque somos Su Cuerpo Místico
de creyentes, Él es la cabeza y nosotros somos Su cuerpo; Su
Iglesia es Su cuerpo y Él es la cabeza; y ahora: “Os tomaré a mí
mismo, para que donde yo estoy vosotros también estéis.”
Él nos va a llevar a la Casa de nuestro Padre celestial,
a esa gran Cena de las Bodas del Cordero donde Cristo estará
repartiendo los galardones a cada uno de Sus hijos por las labores
que han realizado en la Obra de Dios en este planeta Tierra.
“Porque nuestro trabajo en el Señor no es en vano,” dice el
apóstol San Pablo [Primera de Corintios 15:58]. O sea, todo el
trabajo que hacemos en la Obra de Dios tendrá su recompensa
delante de Dios, y en la Cena de las Bodas del Cordero estaremos
recibiendo esa recompensa.
Ahora, veamos lo importante que es para todos los seres
humanos el cumplimiento de esta promesa de la Segunda Venida
La Enemistad Entre Las Dos Simientes 25
de Cristo; sin la Segunda Venida de Cristo ninguna persona podrá
resucitar de entre los muertos en el Día Postrero, y ninguno de
los que estamos vivos podremos ser transformados; porque se
requiere la Segunda Venida de Cristo.
¿Y qué es la Venida del Señor? ¿Qué fue la Venida del Señor
dos mil años atrás? ¿Qué fue la Venida de Cristo dos mil años
atrás? Vean, en el capítulo 3 de Malaquías que estábamos leyendo
hace algunos minutos atrás, donde decía:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí…”
El cual fue Juan el Bautista que preparándole el camino al
Señor.
“…y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien
vosotros buscáis…”
¿Quién vendrá? El Señor, el Dios de Abraham, de Isaac y de
Jacob; el Señor Dios Todopoderoso que buscaba el pueblo hebreo
allá en el templo que tenía en Israel.
“…y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros.”
El Ángel del Pacto, o sea, el Ángel de Jehová el cual el
pueblo deseaba; porque deseaba que Su Venida se cumpliera en
medio del pueblo hebreo.
Ahora, ese Ángel de Jehová o Ángel del Pacto es el Verbo
que era con Dios y era Dios, porque es el mismo Dios en Su
cuerpo teofánico; por eso cuando le apareció al profeta Moisés el
Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto le dijo: “Yo soy el Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob.” Y le dijo que había descendido
para liberar al pueblo hebreo de la esclavitud allá en Egipto;
y envió al profeta Moisés, porque el profeta Moisés sería el
instrumento del Ángel del Pacto a través del cual el Ángel del
Pacto se manifestaría.
Y ahora, ¿fue quien el que libertó al pueblo hebreo? Fue el
Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová; el cual en Malaquías dice
que vendrá al pueblo hebreo, pero que antes enviará un mensajero