University of Nebraska - Lincoln

DigitalCommons@University of Nebraska - Lincoln

Tejiendo imágenes. Homenaje a Victòria Textile Research Works

Solanilla Demestre

2023

El despertar de las nuevas generaciones de bordadoras mayas de

la península de Yucatán
Danielle Dupiech Cavaleri

Leydi Dorantes

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El despertar de las nuevas generaciones
de bordadoras mayas de la península
de Yucatán

Danielle Dupiech Cavaleri 1 y Leydi Dorantes 2

Resumen: Las viejas bordadoras de la península de Yucatán, depositarias de la memoria del contenido cultural inscrito
en los textiles, desaparecen una a una sin haber trasmitido su conocimiento a las jóvenes generaciones. Ante la alteración
de parte sustancial de la cultura vinculada a los textiles, durante cinco años se llevó a cabo una investigación dirigida a
salvaguardar este patrimonio en vías de ser olvidado para siempre, la cual demostró el rol de los textiles en los rituales
y la relación entre algunos motivos bordados con la cosmogonía maya. Este trabajo científico despertó la inquietud de
grupos de jóvenes bordadoras ávidas de reapropiarse del significado simbólico de los motivos. Otras iniciativas prueban
el interés de las jóvenes generaciones mayas en el proyecto de rescate iniciado en septiembre de 2022, en colaboración
con la joven meno’ob Leydi Dorantes, cuyo objetivo es abrir nuevas vías de investigación asociadas al conocimiento del
contenido cultural de los bordados de plantas medicinales.

Palabras clave: bordado, cosmonogía, simbolismo, meno’ob, plantas medicinales

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Abstract: The aged embroiderers of the Yucatán Peninsula hold their cultural memory inscribed in textiles. They are
disappearing one after the other without being able to hand over their knowledge to new generations. The research
which focuses on safeguarding this disappearing patrimony has put a light on the role of textiles in rituals and shows
the relationship between certain embroidery themes and Mayan cosmonogy. The result of this scientific work arose
the interest of groups of young embroiderers eager to rediscover for themselves the symbolic significance of the visual
themes they are working on, so they can be recognized as intangible patrimony. Other initiatives already demonstrate
the above interest by new generations. A program started in September 2022 in collaboration with the young x-meno’ob
Leydi Dorantes on the role of medicinal plants as embroidered by the women is a concrete example.

Key words: embroidery, cosmogony, symbolism, meno’ob, medicinal plants

1. Danielle Dupiech Cavaleri es doctora en antropología social por la EHESS, de la Universidad París Sorbona. Es curadora de exposiciones
y autora de varios libros y artículos sobre textiles, entre ellos Arte textil de los mayas (París: Hôtel de Sens/Biblioteca Forney, 1993) y
Textiles mayas. La trama de un pueblo (Lyon: Museo del Tejido de Lyon, 1998). Dirige la Organización No Gubernamental ETHNIC A,
la cual apoya programas de valoración y promoción de la cultura de los pueblos originarios en América Latina, Asia y África, con
especial atención a la artesanía textil y su vínculo cultural.
2. Leydi Dorantes es x-men'ob, médico tradicional, yerbatera y partera en Yaxcabá (Yucatán, México). Después de nuestro primer
encuentro, Leydi se interesó mucho por mi investigación y se animó a colaborar en una investigación sobre el tema de las plantas
bordadas en textiles.

doi: 10.32873/unl.dc.zea.1409
Publicado en Tejiendo imágenes. Homenaje a Victòria Solanilla Demestre, ed. C. Simmons Caldas y M. Valls i García (Lincoln, Nebraska:
Zea Books, 2023). http://digitalcommons.unl.edu/tihvsd
 T E J I E N D O I M ÁG E N E S . H O M E N A J E A V I C T ÒR I A S O L A N I L L A D E M E S T R E

Hasta la década reciente, el contenido cultural vinculado a
los motivos bordados por las artesanas mayas de Yucatán
sobre sus hipiles3 o textiles de uso ceremonial habían ape-
nas llamado la atención del medio científico. Esto se debió a
que los españoles, a partir de la Conquista, impidieron a las
bordadoras mayas representar motivos en sus textiles para
obligarlas a tejer telas lisas que formaban parte del tributo a
la Corona española. Las monjas que trajeron sus dechados4,5
desde España, enseñaron una gran variedad de técnicas de
bordado a las mujeres mayas. A los turistas, que conside-
ran folclóricos los bordados, les encantan ver a las mujeres
mayas de la península vestidas con prendas bordadas de co-
lores vivos. Las yucatecas de origen español, por su parte,
no desdeñan vestirse de mestizas6 en algunas ocasiones y,
sobre todo, usar el hipil como ropa de casa por ser cómodo
en una región de clima muy caliente. Como ya se dijo, po-
cos investigadores se habían percatado de que los bordados
de Yucatán tuvieran algún sentido y escaseaban los traba-
jos científicos realizados sobre tal simbolismo, en compara-
ción con el cuerpo de investigaciones sobre los tejidos ma-
yas de Guatemala o de Chiapas en México.
No obstante, en su tesis de licenciatura, Ángeles Alonso
Espinosa (1997) analizó algunos motivos geométricos de
serpientes que bordaban las artesanas mayas de X-Pichil
en Quintana Roo; lo mismo hizo José Diaz-Bolio (1987) con
los motivos geométricos del mismo ofidio presentes en los
textiles de Yucatán.
Frente a la lenta desaparición de los motivos antiguos y
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la ausencia de conocimiento acerca de su significado por
parte de las nuevas generaciones de bordadoras, se im-
pulsó durante cinco años una investigación en los pueblos
de Maní, Xaya, Xocén y Xohuayan en Yucatán relativa al
uso de textiles en rituales y el simbolismo plasmado en los
motivos. Este trabajo dio sustento al libro Tradición textil
maya de Yucatán. Usos rituales y códigos simbólicos (Dupiech
Cavaleri, 2021).
Recopilar la información con las viejas bordadoras fue una
experiencia humana de lo más apasionante. Muy pocas per-
sonas poseían dechados antiguos porque el clima local im-
pide la conservación de los textiles y porque, ante la falta de
herederas, las viejas bordadoras los quemaban. Otro obstá-
culo fue su resistencia a hablar sobre los motivos que repro-
ducían antiguamente en sus textiles debido a que se sentían
rechazadas por las nuevas generaciones muy occidentali-
zadas que, según ellas, se burlaban de cualquier cosa refe-
rente al pasado. Todos los ancianos se quejaron de esta si-
tuación que los llenaba de tristeza. Las artesanas a quienes
se entrevistó tenían entre cincuenta y ciento cinco años de
edad. Cuando se enteraron del interés que suscitaban sus
textiles, sus ojos se iluminaron y procedieron a sacar de sus
baúles los dechados que tenían guardados como tesoros, en-
vueltos en trapos ajados por el tiempo. A partir de este mo-
mento se estableció una complicidad y las bordadoras con-
taron los secretos de sus bordados.
A través de un enfoque pluridisciplinario, que incluyó cru-
zar la información obtenida durante las entrevistas con la
arqueología, la etnohistoria, los grandes textos de la litera-
tura maya transcritos después de la Conquista, la etnología
y la lingüística, se evidenció que los textiles contemporá-
neos participan en todo momento en los rituales de la vida
religiosa de los mayas. Se aclaró que ciertos motivos bor-
dados en los hipiles o en las servilletas y manteles de uso ce-
remonial aún conservan un simbolismo. El análisis de los
textiles en los códices mayas (Ibid., cap. II, 124-148) prueban
también su importancia en las ceremonias y su relación con
el calendario, los rituales agrícolas y las peticiones de lluvia.
Así, se puso en evidencia la correlación existente entre tex-
til y fertilidad, el tiempo maya y la cosmogonía que preva-
lece en los rituales, ya sean católicos o profanos. Se demos-
tró, por ejemplo, que la tradición de ofrecer ternos,7 conocida
como kex’,8 a las vírgenes durante las fiestas patronales se re-
montaba al pasado prehispánico y al universo cosmogónico

3. El hipil es el atuendo tradicional que las mujeres mayas de la península de Yucatán visten sobre enaguas ribeteadas con encaje
industrial o tejido a gancho. Esta prenda consiste en un tramo de tela rectangular de hechura industrial doblado por la mitad en
sentido longitudinal, que se cose por ambos lados hasta la altura de las axilas para dejar aberturas por las que pasan los brazos. El
cuello es cuadrado y se recorta en el doblez de la tela. La parte baja del hipil, el cuello y las mangas se bordan en punto de cruz (xocbil
chuy) con motivos fitomorfos, zoomorfos o geométricos, o bien a máquina de pedal con dibujos estilizados de flores. En Quintana
Roo, específicamente, se bordan a mano motivos geométricos que representan diferentes partes del cuerpo de la serpiente. El hipil
tiene un acabado en los bordes del cuello y en la parte inferior llamados arcos. El hipil simboliza el universo y el mundo terrestre, en
medio del cual se sitúa la mujer que lo viste. La palabra hipil es una deformación de la palabra náhuatl vipilli.
4. Los dechados son piezas de tela industrial de algodón blanco o, los más antiguos, tejidos en telar de cintura con hilo hilado a mano,
bordados con un muestrario de puntadas y motivos que las mujeres luego reproducen en hipiles, manteles, servilletas o sudarios.
5. «Los testimonios recogidos por Olmos y otros observadores tempranos nos advierten que el concepto de dechado como muestra
de tejido labrado ya era importante en la vida intelectual de las sociedades mesoamericanas antes de la invasión europea» (Ávila
Blomberg, 2015: 14).
6. Mestiza es el nombre que se da a las mujeres mayas de la península de Yucatán. Vestirse de mestiza significa hacerlo como una mujer
maya.
7. El terno es el traje de fiesta que las mujeres mayas usan en Yucatán para bailar la jarana, una danza propia de ese estado, durante las
vaquerías (bailes populares que se realizan en ocasión de las fiestas patronales) o las bodas. Su surgimiento se remonta al siglo xix,
cuando en ocasiones especiales también empezaron a vestirlo las catrinas, término que alude tanto a una mujer maya que ya no usa
el vestido tradicional como a las mujeres de origen español (Gautier, 2002: 43-53).
8. El Diccionario maya (2007) asienta: «1 Kex’ 4: trueque de algo; 2 kex’ 11: trueque; 13 adv: rito del cambio; 3 Kex’ 8, 11: los exvotos que se
ponen en los altares como recuerdos de algún milagro» (p. 396). Vease Dupiech Cavaleri (2021: 67).
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de los mayas (Dupiech Cavaleri, 2021, cap. II, 41- 91). De
la misma manera, el estudio arrojó que las servilletas cere-
moniales bordadas expresamente con motivo de los ritua-
les agrícolas 9 o el Hanal Pixán (Ibid, 99-123) ─días especiales
durante los cuales cada año los mayas acogen en su hogar
a los pixanes, los difuntos niños que llegan el 30 de octubre,
y a los difuntos adultos que lo hacen el día 31 para visitar a
los vivos durante un mes, es decir, hasta finales de noviem-
bre─ vinculan el universo cosmogónico maya. Durante el
Hanal Pixán el arreglo del oratorio doméstico; la disposi-
ción de los manteles que lo adornan; la posición de la Cruz
Verde en el centro, simbolizando el eje del universo maya
y su división cuatripartita; la preparación de la comida es-
pecial que se ofrecerá a los pixanes; las servilletas bordadas
con motivos de colores particulares sobre las cuales se de-
positan las ofrendas de tortillas que deben ser, según las re-
giones, nueve o trece; el color y el lugar donde se ubican
las velas, así como el copal que se quema durante los rezos,
prueba la visión que tienen los mayas acerca de la vida y de
la muerte, metáfora del camino del sol que desaparece cada
día para renacer en la mañana en un eterno viaje para dar la
vida. Se refiere a una energía siempre en movimiento, omni-
presente en la vida diaria de los mayas, energía que mane-
jan los meno’ob (tanto hombres como mujeres, h-meno’ob o x-
meno’ob)10 en los rituales para mantener el ciclo vital.
Más allá del aspecto sagrado de los textiles ilustrado por
el x-manikte’ (Dupiech Cavaleri, 2021, cap. IV, 265-285),
ejemplo de hibridación entre una técnica de bordado ex-
tranjera y un concepto prehispánico maya, se averiguó el
simbolismo de numerosos motivos zoomorfos, fitomorfos
y geométricos bordados en los textiles contemporáneos.
Los zoomorfos se refieren a animales que intervienen en
los mitos, están representados en monumentos de sitios ar-
queológicos o bien relacionados con divinidades en los có-
dices. Sobre su presencia, Diego de Landa (2003) comentó:
«Tantos ídolos tenían que aún no les bastaban los de sus dioses,
pero no había animal ni sabandija a los que no le hiciesen estatua
a la semejanza de sus dioses» (p. 126). Los animales se aso-
cian a elementos importantes y a los espacios cósmicos: la
tierra, el cielo, el sol y el agua. Según Mercedes de la Garza
(1984: 136 y 312), naturaleza y comunidad humana son los
dos grandes contrarios donde los animales, que pertene-
cen a ambos mundos, permiten que el hombre se apropie
de las energías sagradas del medio natural. De la misma
manera en la que yuxtapusieron los símbolos de su reli-
gión a los conceptos introducidos luego por los francis-
canos, los mayas de Yucatán transfirieron los poderes de
algunas entidades prehispánicas a los animales proceden-
tes de España y las mujeres los bordaron en sus textiles.
Numerosos motivos fitomorfos encontrados en los de-
chados representan plantas o flores pertenecientes a la
farmacopea maya. Estas plantas son evocadas en los tex-
tos a contenidos cosmogónicos y terapéuticos de El ritual
de los Bacabes (Arzápalo Marín, 2007), que los h-meno’ob
mayas usaban durante las consultas. Algunas mujeres las
bordan todavía en la ropa de bebé con el propósito de ale-
jar los «malos vientos» y protegerlos del «mal de ojo».
Ciertos motivos fitomorfos plasmados en las servilletas
y manteles que cubren los oratorios familiares durante el
Hanal Pixán poseen aún un valor de símbolo.
En cuanto a los motivos geométricos, son los más antiguos
y recrean el universo cosmogónico de los mayas. La ser-
piente, el sapo o la rana, algunas plantas, las estrellas, la
cruz y la letra S acostada son símbolos cuyo origen se re-
monta al pasado prehispánico, se observan en los códices
y en las fachadas de los templos en los sitios arqueoló-
gicos. En algunos dechados antiguos se identifican moti-
vos de los textiles prehispánicos exhumados del cenote
de Chichen Itzá.
El interés por el contenido cultural subyacente en los mo-
tivos bordados ha despuntado en algunos segmentos de
la nueva generación de bordadoras. En fechas recientes,
gracias a una presentación en línea del libro sobre los tex-
tiles de Yucatán (Dupiech Cavaleri, 2021) organizada
por el Museo Ixchel de Guatemala,11 jóvenes bordadoras
del pueblo de X-Pichil en Quintana Roo quisieron saber
más sobre sus bordados. A través de esta presentación se
percataron de que muchos bordados analizados en los
pueblos del estado de Yucatán se reproducían en los de-
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chados que conservaban sus abuelas. Estas jóvenes bor-
dadoras habían sido el foco de atención de una investi-
gación llevada a cabo durante el mes de agosto de 2021
por cuatro investigadores de la Universidad Intercultural
Maya de Quintana Roo (UIMQROO), en el marco de un
programa cuyo objetivo fue identificar las técnicas que
se bordaban en el pueblo de X-Pichil para proteger con-
tra los plagios (Briceño Mucul et al., 2022). En ésta se
describieron varias técnicas, pero sin analizarse. Ello no
bastaba para que fueran declaradas patrimonio intangible
local porque estas puntadas no son mayas: se importa-
ron durante la Colonia. Era necesario estudiar los motivos
bordados con esas técnicas para entender su trasfondo.
Así, después de profundizar en las entrevistas con algu-
nas viejas bordadoras que conservaban en la memoria co-
nocimientos que no habían transmitido a sus hijas, nietas
y sobrinas, se analizó la información, de lo cual resultó
que detrás de las técnicas exógenas se escondía buena
parte del universo cosmogónico de las bordadoras ma-
yas. Estas artesanas bordan diferentes partes del cuerpo
de la serpiente, símbolo omnipresente en la cultura maya
desde hace milenios: la cabeza, la espalda, los dientes, el
cuerpo, el estómago y el intestino.

9. Waji’ chen: ceremonia al pozo (Dupiech Cavaleri, 2021: 92-98).

10. Una posible traducción de h-meno’ob o h-men es hombre-médico o mujer-médico, un intermediario entre los seres humanos y el
cosmos que maneja los aires (ik’).
11. Museo Ixchel del Traje Indígena, ciudad de Guatemala (Guatemala), 27 de septiembre de 2021.
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Figura 3. Koj Kaan o kokan13 (dientes de la serpiente). Susana

Margarita Dzul Coh, Grupo Lool Pich. X-Pichil (Quintana
Roo, México). © Danielle Dupiech Cavaleri

Figura 1. Pool le kaano’ (cabeza de la serpiente). Paula Coh

Cen, Grupo Lool Pich. X-Pichil (Quintana Roo, México). ©
Danielle Dupiech Cavaleri.

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Figura 4. Choochel le kaano’ (intestino de la serpiente).
Amanda Tah Arana, Grupo Lool Pich. X-Pichil (Quintana
Roo, México). © Danielle Dupiech Cavaleri.

Esta industria global deprecia la tan importante labor de

Figura 2. U paach le kaano’ (espalda de la serpiente).
12
Casimira Arana Pech, Grupo Lool Pich. X-Pichil (Quintana
Roo, México). © Danielle Dupiech Cavaleri.
Así también bordan plantas que pertenecen a la farma-
copea maya, entre las cuales el zubin, el epazote y la pica
chuuy. En marzo de 2022 los bordados de Quintana Roo
fueron declarados patrimonio intangible por el Congreso
estatal (Ibid.). Con este logro importante las bordadoras
podrán defenderse de los plagios, pues algunas empresas
internacionales copian sus dibujos y los reproducen con
máquinas industriales en China y otros países que ofrecen
mano de obra barata. Estas prendas baratas, disponibles
en el mercado local, compiten con las realizadas a mano
o con máquina de coser de pedal por las mujeres mayas,
quienes en ocasiones invierten meses en su elaboración.
las bordadoras que, asimismo, constituye el sustento de
muchas familias pobres, y las deja sin trabajo ni recursos.
Otro ejemplo del interés por el contenido cultural que se
vincula a los textiles es la investigación de campo iniciada
en el mes de julio de 2020 por un joven estudiante de la li-
cenciatura en Danza Folclórica14 y financiada por el futuro
museo textil L-M Laresgoiti Ehun Museoa, con sede en
Mérida, y la ONG francesa ETHNIC A, cuyos resultados
ampliarán el conocimiento del contenido cultural subya-
cente en los bordados.
En respuesta al deseo de algunas jóvenes bordadoras ma-
yas de conocer el significado de los motivos que bordaban
sus abuelas, en el mes de septiembre de 2022 dio comienzo
una investigación con la joven x-meno’ob de Yaxcabá, Leydi
Dorantes. Ella, que maneja los aires o vientos (ik’), heredó
de su abuelo Juan Cob, reconocido h-meno’ob de Yaxcabá,

12. Para ser una buena bordadora, ésta debe pasar nueve veces la mano sobre la espalda de una serpiente.
13. El diente de la serpiente se utiliza en acupuntura y para sacar los malos vientos a una persona.
14. Leobardo Cox Tec fue asesorado por Danielle Dupiech Cavaleri hasta enero de 2022.
 D A N I E L L E C AVA L E R I Y L E Y D I D O R A N T E S , N U E VA S G E N E R A C I O N E S

un compendio de sabiduría en relación con las plantas me-

dicinales y con la organización de rituales agrícolas y de
sanación. Leydi cultiva más de doscientas plantas medici-
nales mayas en el jardín botánico que creó su abuelo, mis-
mas que usa en rituales y también para curar.

Esta investigación empezó con la entrevista de dos bor-

dadoras que nos enseñaron sus dechados; el objetivo fue
analizar las plantas que bordan y por qué las bordan. La
cooperación con Leydi Dorantes, conocedora de las propie-
dades de estas plantas, permitió entender el vínculo que
existe entre los motivos fitomorfos pertenecientes a la far-
macopea maya y la cosmovisión maya, además de enri-
quecer el conocimiento previo. Muchas de ellas se utilizan
en rituales. Las mujeres las han bordado sobre sus texti-
les para protegerse a sí mismas o a sus niños, pero ahora
la mayoría de ellas no sabe por qué las bordan. «Solo por Figura 5. Rosa. Elda María Cob Tun. Yaxcabá (Yucatán, Mé-
gusto», dicen. xico). © Danielle Cavaleri.

Leydi Dorantes nos da a conocer la relación existente en-

tre los elementos de la naturaleza que plasman las muje-
res en sus bordados y las fuerzas que las mueven. Por su
conocimiento de las plantas medicinales y el uso que hace
de éstas para curar, sumados a su capacidad, en tanto mu-
jer x-meno’ob, para entender cómo funcionan los aires (ik’)
o energías cósmicas, sitúa a los textiles en una dimensión
sagrada y religiosa (Dupiech Cavaleri, 2014, 2017, 2021;
Boccara y Pech Witz, 2020: 255-288).
Durante la entrevista en Yaxcabá con doña Elda María Cob
Tun, de 68 años, se identificaron pájaros, flores como ro-
sas y tulipanes, así como una puntada para bordar moris-
cas. Esta última se usa para elaborar motivos geométricos
en hipiles de niños. También se logró entender el rol de los
colores. Elda comenta:
«Cuando hago mi costura, pongo las matas para meter
mis colores; cuando termino, escojo todos los colores
que me gustan, porque hay que no me gustan y no los
pongo, como el morado, por ejemplo, o el naranjado bajo
lo combino con otro anaranjado.»
Al respecto, Leydi contesta:
«Los colores ayudan mucho en los pensamientos, tienen
conexión con la geometría y principalmente con el aura
que en la antigüedad se decía que era la percepción del
espíritu. Igual tiene mucho que ver cuando las perso-
nas no son personas ancianas que bordan o que viven en
un pueblo maya; ellos inconscientemente ya saben. Por
ejemplo, a mí me gusta ponerme el naranja fuerte, no me
gusta el bajo; en cambio, inconscientemente él se llena
energéticamente de los que le gustan, de su presencia
de lo de ser idéntico, y eso es muy importante también
porque se siente bien equilibrado en cuanto [a] “si me
siento bien, voy a estar bien porque tengo ropa de este
color”… Como lo comentaba, tanto de la ropa como de
la hamaca, se trata de amor propio, y al tener amor pro-
pio, se trae sanación.»
Elda nos enseñó un nuevo hipil de color morado que aca-
baba de comprarse, aunque hasta ese instante no le gus-
taba tal color. Ella opina que sí hay personas que saben de
los colores. En la opinión de Leydi,
«el morado habla mucho de la trasmutación de las co- 141
nexiones. Cada color tiene su significado, y el hecho
[de] que Elda se compró un hipil morado quiere decir
que quiso realizar un cambio en su vida y es por lo que
le gustó.»
Después añade:
«sí, hay muchas conexiones en los colores. Por ejemplo,
hoy me vestí de color claro porque me siento alegre, pero
cuando me siento mal, me pongo ropa negra. Por eso en
cuanto a los niños, mayormente, los colores claros hablan
de purificación, de plenitud, de limpieza.»
Cuando le preguntamos por qué borda rosas, Elda contesta
que es para adornar. En seguida, Leydi explica:
«cuando trabajamos la medicina herbolaria, para noso-
tros las rosas son medicina. Por ejemplo, la rosa roja se
utiliza para “limpia”.15 Se cree que es para eliminar lo
que es el mal aire, para que se proteja la persona espi-
ritualmente. También se utiliza la rosa blanca. Las ro-
sas blancas son más para [la] conexión con uno mismo,
entonces ello hace que al momento de tenerlo en lo que
sea [, como] ropa, tú también te vas como purificando.»

15. La «limpia» es una ceremonia de sanación durante la cual la x-meno’ob usa un diente de serpiente (kokan) para picar las diferentes
partes del cuerpo del paciente, que también sacude con ramos de sipshe’ para liberar su cuerpo de los malos aires. Luego quema
una mezcla de plantas (entre ellas, rosas) en un incensario y ahúma a su paciente mientras reza, a fin de ahuyentar a los malos aires
o vientos y llamar a los aires buenos (ik’) mientras invoca los puntos cardinales. Al final, la x–meno’ob vierte alcohol alrededor de la
persona y lo enciende para hacer un círculo de fuego. «Un ramo de sipshe’ por nueve o trece usado para liberar los cuerpos del poder
de las fuerzas vitales de un aire (ik’), es el árbol del desencanto» (Boccara y Pech Witz, en prensa, 104-105).
 T E J I E N D O I M ÁG E N E S . H O M E N A J E A V I C T ÒR I A S O L A N I L L A D E M E S T R E
Figura 6. Tulipán. Elda María Cob Tun. Yaxcabá (Yucatán,
México). © Danielle Dupiech Cavaleri.
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En relación con el tulipán que borda Elda, Leydi dice que
«sirve para curar [la] tos y también las flores se usan para cu-
rar el sarampión. Se unta la piel para que broten las pústu-
las más rápido, y lo que es del tallo y las hojas se utilizan como
antibacteria [sic]». Elda opina que el tulipán se usa para
que broten más rápido los botones del sarampión y luego
se sequen.
Elda describe otro dibujo que representa mariposas con flo-
res de garatusa. Leydi menciona que en su jardín botánico
hay garatusa y que, en tiempo de secas, cuando riega, flo-
recen y aparecen las mariposas. Las garatusas traen apa-
rejadas las mariposas y son flores de primavera. Leydi
las emplea para quitar granos de la piel. A la pregunta de
por qué Elda borda mariposas, ella responde: «Por gusto,
¡no más!».
Ciertas bordadoras asocian las mariposas a los difuntos.
Para las tejedoras de Chiapas, la mariposa simboliza el
sol diurno. Es una metáfora del sol porque se vuelve mo-
rada del inframundo en el momento en el que el astro rey
se oculta tras el horizonte. Las mariposas son como los
murciélagos, viven en cuevas a las que se considera puer-
tas de entrada al inframundo. Se relacionan con el alma de
los muertos (Morris, 1991: 106).
16. Sobre el simbolismo del conejo, véase Dupiech Cavaleri (2021: 185-186).
Figura 7. Garatusa y mariposa. Elda María Cob Tun. Yaxcabá
(Yucatán, México). © Danielle Dupiech Cavaleri.
Por su parte, Berta Albornoz Bolio, de 70 años, oriunda
de Yaxcabá, nos muestra los bordados de pájaros en sus
dechados, en particular loros, pero dice no tener idea de
la razón de bordar el loro. Al respecto, Leydi reflexiona:
»el loro tiene una parte importante en la medicina. Con
las plumas de color un poco rojito que están en las alas,
se queman y se hace un polvo para curar el asma. Se le
da a un niño o a una persona que tenga asma. Con ello
se cura. El colibrí también tiene mucho poder en la medi-
cina tradicional. Cuando una persona padece de corazón,
se recomienda comer el colibrí, pero es muy escaso que
lo encuentre. Muchos creen que es el colibrí que se usa
para curar problemas de corazón. [Son…] muy escas[as]
las personas que buscan colibrí para ese problema. Pre-
ferimos usar plantas.»
En cuanto al conejo (t’uul o t’u’ul),16 representado en el de-
chado de doña Berta, Leydi aprovecha sus vitaminas. A
una persona que viene de tener un bebe, se le recomienda
un caldo de conejo o un caldo de ardilla para recuperar las
plaquetas de la sangre.
Entre las plantas bordadas en el dechado de doña Berta
se observa la flor de x ja‘il17 o campanilla (ipomea meyeri).
 D A N I E L L E C AVA L E R I Y L E Y D I D O R A N T E S , N U E VA S G E N E R A C I O N E S

Figura 8. Dechado. Berta Albornoz Bolio. Yaxcabá (Yucatán, México). © Danielle Dupiech Cavaleri.
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Doña Berta no puede decir por qué las borda ni tampoco sus abuelas, propiciar que su factura sea retomada por
identificarlas bien, pero Leydi indica que estas flores son ellas y, de este modo, impulsar la revitalización de ese frag-
campanillas del monte, tienen propiedades medicinales mento de la cultura maya que está en vías de extinción. Es
y, agrega, prioritario promover nuevos proyectos en los estados de
Quintana Roo y Campeche dirigidos a preservar los texti-
«los antiguos las utilizaban en ceremonias mayas para
les mayas, además de lograr su reconocimiento como pa-
hacer que las personas tengan su videncia, para arrai-
trimonio intangible de la península de Yucatán.
gar su conocimiento. Con las semillitas que tienen aden-
tro se las remojan y se hace un té que se le da a la per-
sona que tiene una vida muy loca, muy desecha, para
Nota: Expreso un agradecimiento especial a Patricia Ru-
que agarre concentración y energía, para fortalecer su
bio Ornelas por la corrección de estilo de este texto.
atracción de la videncia y el despertar de la parte espi-
ritual. Esta flor la conocía, pero no la uso para hacer ce-
remonias fuertes.»
Referencias
Se comprobó que varios motivos fitomorfos corresponden
Alonso Espinosa, Á. (1997). Los mayas de Quintana Roo (Hacia
a plantas medicinales que las mujeres plasman en sus tex- una crítica de los discursos de la construcción del otro y del ma-
tiles para protegerse de los malos aires o de las enferme- nejo de los símbolos culturales por el poder) (Tesis de licencia-
dades que éstas curan. tura en Antropología Cultural). Puebla (México): Universi-
dad de Las Américas.
Los primeros hallazgos de esta investigación, confirman
Arzápalo Marín, R. (2007). El ritual de los Bacabes. México:
grosso modo los resultados de la primera. La información
Coordinación de Humanidades UNAM.
podría ser utilizada en el marco de programas dirigidos a
Ávila Blomberg, A. de (2015). In Octacatl, in machiyotl: dechado de
las comunidades mayas para enseñar a las jóvenes genera-
virtud y entereza, catálogo de exposición. Oaxaca, México:
ciones cuál es el significado de los motivos que bordaban
Museo Textil de Oaxaca.

17. En Xocen, doña Matea Ku Kanché borda x-ja’il en servilletas utilizadas durante el Hanal Pixán para envolver ofrendas. Las mariposas
nocturnas asociadas al inframundo y a los difuntos se nutren de esta flor (Dupiech Cavaleri, 2021: 227).
 T E J I E N D O I M ÁG E N E S . H O M E N A J E A V I C T ÒR I A S O L A N I L L A D E M E S T R E

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Figura 9. Dechado. Berta Albornoz Bolio. Yaxcabá (Yucatán, México). © Danielle Dupiech Cavaleri

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