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Daños causados a las estructuras

Los edificios modernos bien diseñados y construidos con una


estructura de acero, pueden resistir aun las sacudidas de los
mas fuertes terremotos. En el terremoto de Tokio en 1923 el
edificio del banco Mitsubishi quedo rodeado de muchas viejas
construcciones que sufrieron grandes daños, sin sufrir el
deterioro. En el terremoto del 28 de julio de 1957 en la ciudad
de México, el edificio de 43 pisos de la Torre Latinoamericana
resistió las ondas sin sufrir daño, mientas los edificios
contiguos quedaron seriamente afectados.
Las chimeneas son especialmente sensibles a las vibraciones
de los terremotos, por la tendencia a sacudirse en una
dirección, mientras el resto del edificio se mueve en la otra.
Por lo tanto, las chimeneas se rompen frecuentemente a la
altura del techo. En New Hampshire, en 1940, dos terremotos
débiles arrancaron docenas de chimeneas sin causar ningún
otro daño. En contraste, los túneles y otras estructuras
subterráneas son poco afectadas, aun por los terremotos mas
fuertes, ya que mueven como una unidad junto con la roca que
los rodea.
Maremotos
Si en alguna ocasión tiene usted la fortuna de asolearse en la
playa de Waikil, y que el agua se retira repentina mente de la
playa, hasta desaparecer tras él horizonte, no ponga a recoger
conchitas marinas o desenterrar almejas: es que se acerca una
ola sísmica marina, o maremoto, y la retirada del mar es el
primer aviso de su proximidad.
Algunos terremotos submarinos levantan o deprimen
abruptamente porciones del fondo marino, provocando la
formación de grandes olas en el agua. Se puede producir el
mismo efecto por deslizamientos de tierra submarinos durante
un terremoto Estas gigantescas olas se llaman maremotos o
sunami (palabra japonesa, que es igual en plural que en
singular).
A través de la historia los maremotos han devastado revertidas
veces islas oceánicas y costas continentales. Las islas
hawaianas los han sufrido 30 veces desde su descubrimiento
por el capitán Cook en 1778.
El 1 de abril de 1946, hubo un fuerte terremoto a los 53.5°
norte, 163° oeste a 125 km. al suroeste de isla Unirak en
Alaska, en la trinchera Aleutiana, donde el mar tiene una
profundidad de 3,600 m. Cuatro horas y 34 minutos después la
primera ola marina causada por este terremoto llegaba a Oahu,
Hawái, después de recorrer 3,600 kilómetros a una velocidad
de más de 750 kms/hr. El geólogo marino Francis P. Shepard y
su esposa estaban viviendo en ese momento en una cabaña, en
la playa, al norte de Oahu, y fueron despertados por un fuerte
silbido. Corrieron a la ventana a tiempo de ver las aguas del
mar borboteando sobre un alto montículo, que se acercaba
hacia su casa. Sheparc tomó su cámara, pero, cuando llegó a la
puerta, vio con desilusión cómo las aguas del mar se retiraban
rápidamente hacia el océano. El nivel del mar bajo
rápidamente 9 metros.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que había visto un
maremoto. Después de esto el agua se levanto en varias
ocasiones por encima de sus niveles de marea alta, y después
se retiro como absorbida por el océano.
Comenzando en las aguas de Alaska, donde aconteció el
terremoto, estas olas sísmicas marinas se propagaron en forma
semejante a la de las que se forman al dejar caer una piedra en
un lago. Pero estas olas eran de una longitud enorme, sus
crestas estaban como a 180 kilómetros de separación -no
centímetro ni metros, sino kilómetros de distancia. Las olas
barrieron a través del océano pacifico, moviéndose a la enorme
velocidad de casi 800 km/hr. Al pasar por puntos donde había
embarcaciones, estas olas no fueron percibidas, ya que en una
profundidad de agua de 3.000 metros una ola no se detecta. Su
efecto es semejante al de un terreno que se eleva un metro
después de caminar 160 kilómetros, simplemente, no es
apreciable. Pero al llegar a Oshu y a las otras costas del
Pacifico, el efecto fue dramático. La energía que había movido
miles de metros cúbicos de agua en mar abierto se concentro
en unos cuantos metros de agua sobre una costa de poca
profundidad. Aquí el agua formo gigantescas crestas, que
aumentaban en altura, hasta barrer por encima de las costas y
varios metros por encima del nivel normal de las mareas; diez
metros en Oahu, dieciséis metros en Hawái.
Estas mismas olas sísmicas marinas continuaron barriendo a
través del Pacífico, y 18 horas después de haberse iniciado,
llegaron a Valparaíso, Chile, donde aún conservaban suficiente
energía -después de recorrer 13,000 kms.- para elevar el nivel
de las aguas metro y medio. Algunas todavía regresaron a las
costas del otro lado de Hawái, 18 horas después.
De hecho, las mediciones de marea mostraron que las olas
sísmicas marinas rebotaron de un lado para el otro de la di del
Pacífico durante varios días después del terremoto.
Desde hace algún tiempo se había deseado contar con un
sistema para predecir la duración de arribo de las olas sísmicas
en Hawái. Después de las olas de 1916, se le puso cooperación
usando registros sismográficos para determinar el tiempo y el
lugar de un terremoto submarino (ver capítulo 20) en una hora
o menos después de que hubiera tenido lugar. Una vez
localizado el epicentro, si este se encontraba dentro del Océano
Pacifico, se podía pronosticar el tiempo de llegada de las olas
sísmicas marina a las costas que estaban en peligro. Sin
embargo, un detalle faltante era el de saber que terremotos
darían lugar a la formación de olas sísmicas marinas y cuales
no. El comandante C.K Green del servicio Geodésico y
Contero de los Estados Unidos, ideo un artificio capaz de
detectar la particular elevación o descenso de la superficie de
los océanos asociada con las olas sísmicas marina. El
instrumento identifica las diferencias en el periodo de las olas,
pasando por alto tanto a las olas causadas por el viento como al
movimiento de las mareas. Cuando hay olas espaciadas de 10 a
40 minutos, intervalo característico de las crestas de las olas
sísmicas marina, suena una alarma.
El sistema de previsión resulto muy efectivo el 4 de noviembre
de 1962 durante una sacudida bajo el mar, frente a la península
de Kamchatka a las 17:07, hora de Greenwich.
Dentro de la hora siguiente, con la ayuda de los informes de las
estaciones sismográficas de Alaska, Arizona y California, la de
Honolulu localizo el terremoto a los 55 grados latitud norte y
158 grados de longitud oriente. Los informes de las estaciones
de observación de Attu y Dutch Harbor indicaron que el
terremoto había provocado la iniciación de la ola marina.
Por consiguiente, Honolulu calculo el tiempo que tardaría la
primera ola sísmica en llegar a Oahu y Hawái, así como a otras
de las islas Hawaianas. La ola llego a Honolulu a las 23:30
horas de Greenwich, 6 horas y 23 minutos después del
terremoto de Kamchatka. En poco más de 3 horas, Midway
informo que quedo cubierta por 2,7 metros de agua al llegar la
primera ola. En Honolulu e Hilom se estimaron en 800.000
dólares, pero no se perdió ninguna vida gracias, en gran parte,
al sistema de previsión. Los instrumentos del comandante
Green todavía no habían sido instalados en la costa de América
del Sur en 1960, cuando una serie de fuertes sacudidas
culminaron en una, a las 19:10 hora de Greenwich, el 22 de
mayo de 1960. No obstante, la existencia de las olas sísmicas
marinas pronto fue claramente comprobada a lo largo de 250
millas de costa marina devastada en la cercanía de valdivia en
el sur de Chile. Como de costumbre, Honolulu había calculado
la localización y hora del terremoto submarino, de esta manera
cuando se
FIG. 19-5
Estimación del número de
horas que tarda una ola
sísmica marina en alcanzar
las islas hawaianas
considerando el origen de
los terremotos en FIG. 19-4
diferentes puntos del Un camión de correos este
Pacifico. medio sepultado en los
Según Josseph, en escombros de una zona
Scientific American,agosto residencial en Hilo, Hawái,
de 1954 las olas sísmicas marinas
del terremoto de Chile del
22 de mayo de 1960
descartaron la comunidad.
Wide World Photos
anunció que las olas sísmicas marinas iban corriendo sobre el
Pacifico se lanzaron avisos previniendo el peligro,
recomendando la evacuación inmediata de las áreas costeras y
prediciendo correctamente la hora de llegada de las primeras
olas. Estas llegado a las 6 horas de difundidos los avisos y 15
después de su comienzo lejos de América del Sur. La
circunstancia de que mucha gente no escuchara los avisos dio
lugar, sin embargo, a que se perdieran 61 vidas en Hilo, la
mayoría aplastadas o ahogadas, 282 fueron lastimadas lo
suficiente para necesitar hospitalización y atención médica.
229 casas fueron destruidas o seriamente dañadas estimándose
los daños totales en 20 millones de dólares.
Unas 9 horas después de azotar Hawái y más de 22 horas
después de comenzado el terremoto, estas olas tinas llegaron
con estrépito a las costas de Honshu y Hoklaido, en el Japón.
Allí, a más de 17,000 kilómetros del punto de partida, mataron
a 180 personas, afectaron Seriamente las casas y los medios de
vida de otras 150,000 y causaron daños estimados en cercas de
500 millones de dólares.
Afortunadamente sólo una fracción extremadamente pequeña
de los terremotos submarinos causan olas sísmicas marinas
Deslizamientos de tierra
En las regiones donde existen muchos cerros de ladera
abruptas, los terremotos vienen acompañadas con frecuencia
de deslizamientos de tierra. Estos deslizamientos se producen
dentro de una zona que rara vez sobrepasa los 30 o 50
kilómetros de radio, si bien los terremotos muy fuertes han
afectado áreas hasta de 120 kilómetros de radio.
Uno de los peores deslizamientos de tierra causado por un
terremoto, del que se tenga noticia, se registró el 7 de junio de
1962 Se perdieron más de 20,000 vidas y muchas propie dades
fueron destruidas en un gran sector del por entonces bullicioso
pueblo de Puerto Real (Port Royal), Jamaica. Toda la zona de
los muelles fue lanzada al mar, junto con varias calles con
edificios de ladrillo de dos y cuatro pisos. Las casas de ladrillo
y otras construcciones habían sido fabricados sobre arena y
grava sueltas y tierra de relleno. Sacudidas por el

FIG. 19-2
Ola sísmica marina en Hilo, Hawái el 1de abril de 1946. La ola
está aplastando un almacén. Segundos más tardes barrera el
hombre señalado por la flecha, mostrándolo.
Foto tomada desde la torre de un barco por el cuerpo de
Ingenieros del U.S Army

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