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Tratamiento farmacológico

Efecto placebo: historia, controversias y hallazgos neurobiológicos


Pharmacological treatment

Ensayo

Efecto placebo: historia, controversias y


hallazgos neurobiológicos
(Rev GPU 2009; 5; 3: 336-342)

Perla del Carmen Letelier1

La frecuente referencia a la importancia del “arte de la medicina”


implica la comprensión del efecto placebo.
Arthur K. Shapiro, 1959.

El efecto placebo (EP), elemento fundamental del arsenal terapéutico en la medicina de antaño y dolor
de cabeza para los investigadores desde la aparición de los estudios clínicos controlados a mediados
del siglo XX, ha sido motivo de debate en las últimas décadas. Sin contar aún con una definición
satisfactoria y de consenso del concepto se ha cuestionado principalmente su validez y la ética de
su uso en la investigación y práctica clínicas. Interesantes hallazgos neurobiológicos podrían ayudar
a resolver estas interrogantes: Se ha demostrado aumento de liberación de opioides endógenos en
condiciones de analgesia inducida por placebo. En enfermedad de Parkinson se ha visto un incremento
de liberación de dopamina en cuerpo estriado de pacientes con mejoría motora objetivable tras la
administración de un placebo. En pacientes deprimidos respondedores a placebo se han observado
cambios en el patrón de activación de corteza prefrontal, cingulado anterior y ganglios basales. Es
necesario el diseño de metodologías que faciliten el estudio del EP. Una mejor comprensión del EP
podría optimizar la mejoría de nuestros pacientes y ser un aporte para la investigación clínica.

Introducción todológicos (1). Las opiniones van desde quienes lo


consideran como la capacidad del cuerpo para curarse

E l efecto placebo ha despertado gran interés en las


últimas décadas y también controversias, esto últi-
mo debido en parte a problemas conceptuales y me-
a sí mismo (2), hasta otros para quienes sólo se trata de
un artefacto de los estudios clínicos (3). Sin embargo
esta última visión parece ir en contra de la experiencia

1
Médico Programa de Formación Psiquiatría Adultos Instituto Psiquiátrico “Dr. José Horwitz Barak”. Email: perla.letelier@gmail.com.

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médica habitual y la historia de la medicina, que nos lógico” (4). En esta definición por primera vez se refiere
señala que el EP es un fenómeno reconocido y utilizado al EP como “un fenómeno psicofisiológico”, adelantándo-
ampliamente desde antes de la aparición de los estu- se a los descubrimientos de las últimas décadas.
dios clínicos controlados randomizados (RCT) (4, 5). Algunas definiciones actuales no difieren sustan-
El EP puede y debe ser abordado desde diferentes cialmente de esta última y otras muy pragmáticas dan
perspectivas. Desde el punto de vista del investigador cuenta de lo lejos que nos encontramos de comprender
clínico representa un ruido de fondo que debe ser eli- a cabalidad la naturaleza del fenómeno, por ejemplo
minado para la correcta interpretación de los resulta- “efecto terapéutico debido a la administración de un
dos de un estudio. Desde el punto de vista de la prác- placebo” (7).
tica clínica es relevante por su potencial contribución Moerman y Jonas proponen utilizar el término
al resultado terapéutico global de una intervención (no “meaning response” en lugar de efecto placebo, argu-
placebo) y en consecuencia debería ser maximizado mentando que “los placebos son inertes y no causan
(3). Desde ambas perspectivas, el uso del placebo ge- ningún efecto” siendo el efecto provocado por el sig-
nera relevantes dilemas bioéticos (6). nificado, creencias y expectativas que el paciente tiene
sobre la enfermedad y tratamiento (8). A este plantea-
Historia y definiciones miento clave resulta útil agregar que los placebos no
necesariamente son inertes (por ejemplo vitaminas y
Antes de la II Guerra Mundial el uso de placebos era ha- analgésicos son con frecuencia usados como placebo)
bitual y aceptado en la práctica clínica, en el marco de (9), así como también tratamientos de eficacia cono-
una medicina paternalista y una ética de la beneficen- cida podrían potencialmente maximizar su efecto me-
cia. Los médicos se sentían cómodos con la prescripción diante el EP (3).
benevolente de pastillas de azúcar como parte de su Una arraigada confusión ha dificultado la concep-
práctica rutinaria, obteniendo resultados curativos o tualización del EP: equiparar los resultados obtenidos
sintomáticos. en el grupo tratado con placebo de un RCT con el EP
Posteriormente, con el advenimiento de los RCT al- (10). La mejoría en el grupo placebo se debe a un nú-
rededor de 1955, su uso pasó del campo de la clínica al mero de factores, como la historia natural de la enfer-
de la investigación y el EP se transformó en un obstáculo medad, regresión a la media, terapias concomitantes,
para reconocer la real eficacia de nuevos tratamientos. etc., y no sólo a la administración del placebo (1, 10,
Con la aparición del consentimiento informado y 11). En este sentido se ha propuesto hacer la distinción
una ética basada en la autonomía, el uso de placebos entre efecto placebo real y el efecto placebo percibido.
continuó alejándose de la práctica clínica (5). El primero correspondería a la mejoría causada por la
No hay hasta la fecha una definición satisfactoria administración del placebo y el segundo a la mejoría
para los términos “placebo” y “efecto placebo” (3, 1), observada después de la intervención placebo sin me-
por lo que históricamente muchas definiciones han diar necesariamente una relación causal y que incluye
sido propuestas: los factores enunciados más arriba (1, 12).
En 1807 Thomas Jefferson se refirió al uso de pla- Algunos autores han preferido utilizar la expresión
cebos como “el fraude piadoso” (5) neutral “mejoría asociada a placebo” (PAI, placebo-asso­
En 1811 el Hooper’s Medical Dictionary definía ciated improvement) que omite cualquier especulación
“placebo” como “Un epíteto dado a cualquier medica- acerca de la causalidad de la mejoría (13).
ción adoptada más para complacer que para beneficiar En el marco de esta revisión se definirá “efecto
al paciente”, y en 1951 el Dorlan Medical Dictionary lo placebo” como “resultados clínicos positivos causados
definió como “Una sustancia o preparación inactiva, por un tratamiento y que no son atribuibles a las pro-
anteriormente usada para complacer o gratificar al pa- piedades físicas o mecanismos de acción conocidos de
ciente, ahora también usada en estudios controlados éste” (9).
para determinar la eficacia de sustancias medicinales”
En 1959 A. Shapiro define “efecto placebo” como Mecanismos del efecto placebo
el “efecto psicológico, fisiológico o psicofisiológico de
cualquier medicación o procedimiento dado con inten- Los dos principales mecanismos propuestos para el
ción terapéutica, el cual es independiente de, o mínima- efecto placebo son la expectación y el condicionamien-
mente relacionado con los efectos farmacológicos de la to. Estos mecanismos a menudo interactúan en una
medicación o con los efectos específicos del procedi- misma situación (14, 15).
miento y el cual opera a través de un mecanismo psico-

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Efecto placebo: historia, controversias y hallazgos neurobiológicos

Expectación: Es definida como la anticipación consciente ciente respondedor a placebo. Sin embargo se ha visto
de que ocurra una respuesta involuntaria o automática. que factores como la percepción de autoeficacia, adhe-
Un estudio de 1968 ejemplifica muy bien este me- rencia a tratamiento (2), optimismo, etc., podrían estar
canismo (16). En dicho estudio pacientes asmáticos res- relacionados con la magnitud del efecto (25).
pondieron con aumento de resistencia de la vía aérea Factores del tratamiento: Hay estudios que sugieren que
(objetivada mediante pletismografía), e incluso francos la percepción del paciente acerca de la eficacia de un
ataques de asma al recibir nebulización de solución comprimido se relaciona con variables como el color,
salina cuando se les dijo que era un alergeno. Esto no tamaño, nombre comercial, número de tabletas a to-
ocurría al premedicarlos con sulfato de atropina aún mar, etc. (8). Estos factores podrían actuar a través del
diciéndoles que se trataba de mayores concentraciones mecanismo de expectación ya explicado.
del irritante, lo que llevó a los autores a plantear que la Intervenciones más invasivas o dolorosas produci-
broncoconstricción en este caso era mediada por acti- rían mayor efecto placebo (8). El caso de la cirugía es
vidad colinérgica. La misma solución salina fue efectiva ilustrativo: En un clásico estudio de 1959 que evaluó la
como tratamiento de la crisis al decirles a los pacientes eficacia de la ligadura de la arteria mamaria interna, un
que se trataba de un potente broncodilatador. tratamiento de uso común en esos tiempos para la an-
El rol de la expectación en los resultados de una gina pectoris, contra un grupo control al que sólo se le
intervención también queda de manifiesto en un no- practicaron las incisiones en la piel, ambos grupos ob-
vedoso paradigma de intervención abierta y oculta que tuvieron mejoría significativa comparable (26). Otros
permite la investigación de los resultados terapéuticos ejemplos son un estudio de instalación de marcapasos
de una intervención cuando son esperados y cuando no para prevención de síncopes vasovagales (27, 28) y un
lo son (el paciente es informado o no del tratamiento estudio de pacientes con enfermedad de Parkinson
recibido); y de esta forma posibilita la identificación del randomizados para recibir (a través de cirugía estereo-
efecto placebo mediado por expectación sin necesidad táxica) implantes cerebrales de células dopaminérgicas
de administrar ningún placebo (17, 18). embrionarias humanas o cirugía placebo, mostrando
una mejoría significativa a largo plazo en ambos gru-
Condicionamiento: En 1975 Ader y Cohen (19) demostra- pos (29).
ron la posibilidad de provocar inmunosupresión en ratas Sin embargo el uso de cirugía-placebo como con-
mediante condicionamiento clásico, asociando inyeccio- trol en estudios clínicos es éticamente controversial.
nes de ciclofosfamida (inmunosupresor) con una solu-
ción de sacarina a beber. Posteriormente la sola inges- Factores de la relación médico-paciente: La historia per-
tión del estímulo condicionado (solución de sacarina) sonal de interacciones con el tratante puede afectar la
produjo inmunosupresión tal como la ciclofosfamida. En expectación del paciente de tener buenos resultados.
un estudio posterior se logró retardar significativamente Además la interacción con el tratante produce efectos
la mortalidad y proteinuria en ratas con lupus inmuno- no específicos tales como la reducción de la ansiedad
suprimidas mediante condicionamiento, en relación a o mejoría del ánimo (25). Estos efectos no específicos
las ratas controles (20). También en humanos sanos se también han sido descritos como determinantes para
ha logrado inmunosupresión condicionada con Ciclos- los resultados clínicos de una intervención (2).
porina, al asociarla a una bebida de sabor distintivo. (Ob-
jetivado mediante la medición de expresión de mRNA de Neurobiología del efecto placebo
IFN- y e IL-2, liberación in vitro y producción intracelular
de IL-2 e IFN-y y proliferación linfocitaria) (21). Tres condiciones clínicas han sido el blanco principal de
Se ha logrado emular los efectos de la inyección los investigadores de la neurobiología del EP. Éstas son
intravenosa de insulina y glucosa en humanos sanos dolor, enfermedad de Parkinson y depresión.
mediante condicionamiento (22, 23), y también varia-
ciones en los niveles de cortisol y hormona del creci- Efecto placebo y analgesia
miento (24).
El estudio de la neurobiología del efecto placebo co-
Factores implicados en la magnitud del menzó en 1978, cuando Levine et al. demostraron que
efecto placebo la analgesia inducida por placebo podía ser bloquea-
da por la administración encubierta de naloxona, un
Factores del paciente: No existe hasta la fecha evidencia reconocido antagonista de los receptores opioides,
consistente acerca de la existencia de algún tipo de pa- implicando así al sistema opioide endógeno en la

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respuesta analgésica inducida por placebo (30). Otros prefrontal dorsolateral, corteza insular y núcleo acum-
estudios más rigurosos han replicado estos resultados bens, comparado con la situación de dolor sin adminis-
(31, 32). En concordancia con estos hallazgos también tración de placebo (38).
se ha demostrado que la proglumida, un antagonista
de la acción anti-opioide de la colecistokinina, aumen- Efecto placebo y Enfermedad de Parkinson
ta la magnitud de la analgesia inducida por placebo
(32, 33). Varios estudios clínicos de pacientes con enfermedad
La analgesia activada por placebo también puede de Parkinson (39) han mostrado mejoría comparable
producir depresión respiratoria (conocido efecto cola- tanto en el grupo tratado farmacológicamente como en
teral de los opioides) bloqueada por naloxona (34). el grupo control con placebo. También estudios clínicos
Se ha planteado que otros mecanismos no opioides de tratamiento quirúrgico han mostrado tal efecto (29).
estarían también involucrados en la analgesia inducida Esto ha motivado el estudio de la neurobiología del EP
por placebo, como sugiere el hallazgo de que la analge- en esta patología.
sia puede ser o no revertida por naloxona, dependien- Se ha demostrado mejoría en el desempeño motor
do del procedimiento mediante el cual se induzca la de pacientes con Parkinson al administrarles una sus-
respuesta placebo: al inducirlo mediante expectación tancia inerte diciéndoles que se trataba de un potente
con claves verbales o mediante condicionamiento con fármaco antiparkinsoniano (39). Esta mejoría se ha re-
un analgésico opioide el efecto fue revertido por na- lacionado con un aumento de liberación de dopamina
loxona, mientras que al condicionar la analgesia con un en el cuerpo estriado de los pacientes respondedores a
AINE el efecto no fue revertido por naloxona (35). placebo, evidenciado mediante estudios con PET para
Además de esta aproximación farmacológica al cuantificar la competencia entre la dopamina endóge-
estudio de la analgesia inducida por placebo se han na y el raclopride, un radiomarcador competitivo de los
agregado estudios de neuroimagen que refuerzan los receptores dopaminérgicos D1/D2 (40).
hallazgos anteriores: Petrovic et al. (2002) describieron Estudios de pacientes con implantes crónicos de
una coincidencia de incremento de flujo sanguíneo electrodos para estimulación cerebral profunda (DBS)
cerebral por administración sistémica de remifentanil, han mostrado que la expectación de un pobre desem-
un agonista de receptores µ-opioides y por adminis- peño versus un buen desempeño motor puede modu-
tración de placebo con expectación de analgesia en la lar el efecto terapéutico al estimular el núcleo subtalá-
corteza cingulada anterior rostral. Los individuos que mico, cuantificado mediante la velocidad de respuesta
fueron respondedores a placebo en este estudio mos- de la mano derecha, que fue mayor cuando el paciente
traron mayor incremento de flujo cerebral en respuesta esperaba un buen desempeño motor (14, 41). Regis-
a remifentanil en la corteza cingulada anterior rostral tros de neurona única han mostrado una disminución
en relación a los no respondedores (36). Wager et al. significativa en la tasa de descarga de neuronas del
(2004) midieron actividad neuronal mediante fMRI du- núcleo subtalámico en relación a la administración de
rante administración de placebo con expectación de un placebo. Esto se correlaciona con una mejoría de
analgesia. La administración de placebo se relacionó la rigidez de los pacientes respondedores a placebo,
con reducción de actividad en regiones respondedo- según su relato subjetivo y según el examen de un
ras al dolor, mientras los sujetos recibían un estímulo neurólogo, no así los no respondedores, en quienes
doloroso térmico. Estas regiones fueron la corteza cin- no se produjo una disminución en la tasa de descarga
gulada anterior, corteza insular y tálamo. Aunque la ni la rigidez. Esta disminución de la tasa de descarga
metodología no exploraba la neuroquímica del efecto, y disminución del patrón de descarga en salvas (ca-
coincidentemente las regiones involucradas tienen racterístico en el STN de los pacientes con Parkinson)
gran cantidad de receptores µ-opioides y muestran podría estar relacionado con el aumento de liberación
aumento de flujo sanguíneo con la administración de de dopamina visto en otros estudios anteriormente
remifentanil (37). citados (42).
Zubieta et al. (2005) demostraron indirectamen- Se ha postulado una relación entre la respuesta a
te mediante PET la liberación de opioides endógenos placebo en Parkinson y el sistema de recompensa (R18-
durante la analgesia placebo. Usaron un marcador 43)(R19-44).
radioactivo antagonista competitivo de los receptores De esta forma la enfermedad de Parkinson se ha
µ-opioides, carfentanil, que fue desplazado por los convertido en un buen modelo para el estudio del efec-
opioides endógenos liberados en condiciones de anal- to placebo mediado por expectación sobre el control
gesia placebo en la corteza cingulada anterior, corteza motor.

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Efecto placebo: historia, controversias y hallazgos neurobiológicos

Efecto placebo y depresión Sin embargo, el placebo puede ser una terapia efi-
caz en algunos casos y su uso clínico no siempre implica
En ensayos clínicos de antidepresivos se ha visto con- un engaño. Incluso se ha planteado que en casos selec-
sistentemente una gran magnitud de respuesta a pla- cionados su uso puede llegar a ser incluso moralmente
cebo (45-47). Ésta es una razón por la que, a pesar de imperativo según el principio de que cualquier trata-
existir bastantes fármacos de efectividad probada, aún miento que beneficie al paciente debe ser incorporado
se sigue utilizando el control contra placebo en los en- a la práctica clínica. Así, ¿sería antiético administrar un
sayos de nuevos fármacos antidepresivos. Sin embargo placebo a un paciente que, por ejemplo, padezca una
existe alguna evidencia de que la respuesta a placebo condición para la cual no exista terapia probada y en
en depresión sería de corta duración en comparación quien el placebo haya demostrado efectividad? ¿Cómo
al efecto más sostenido en el tiempo de la medicación conciliar los principios éticos de beneficencia y autono-
activa que prevendría recaídas y recurrencias (48). mía en este caso? (50).
Es importante considerar las variables confun- Un reciente estudio en que se encuestó a médicos
dentes que dificultan el estudio del efecto placebo internistas y reumatólogos de Estados Unidos mostró
en depresión, como por ejemplo la subjetividad de que alrededor de la mitad de los encuestados prescribía
los outcomes clínicos (47). Éste y otros factores como placebos en su práctica habitual y sólo un bajo porcen-
la heterogeneidad del grupo de pacientes deprimidos taje de ellos se lo informaba a sus pacientes. Además la
(criterios diagnósticos, características de personalidad, mayoría de los encuestados pensaba que esta práctica
número de episodios previos, etc.) hacen necesario ser era éticamente admisible (9).
cuidadosos al diseñar e interpretar los resultados de es- Un ejemplo de dilema ético en el ámbito de la in-
tudios que examinen explícitamente el efecto placebo vestigación clínica es el uso de control con placebo para
en depresión (49). el estudio de nuevos tratamientos quirúrgicos. Esto
En un estudio de tratamiento antidepresivo con plantea la necesidad de escoger el menor de dos males
un inhibidor selectivo de la recaptura de serotonina éticos: por una parte la evaluación rigurosa de un nuevo
(fluoxetina) y un antidepresivo inhibidor de la recap- tratamiento quirúrgico aceptando el riesgo de una in-
tura de serotonina y noradrenalina (venlafaxina) con- tervención placebo mínimamente invasiva en un núme-
tra placebo en un grupo de 51 pacientes con trastor- ro limitado de pacientes cuidadosamente informados
no depresivo mayor, Leuchter et al. (47) encontraron y monitorizados en el contexto de un RCT, o por otra,
cambios electroencefalográficos significativos en los permitir pasivamente que miles de pacientes tomen un
pacientes respondedores a placebo, distintos a los mayor riesgo en la práctica clínica sin conocer la real efi-
cambios vistos en el grupo con tratamiento farmaco- cacia del procedimiento (29-51). Además, sin necesidad
lógico. Estos cambios se mantuvieron a lo largo de las de ir a un caso tan extremo como el anterior, el uso de
9 semanas de duración del experimento y no aparecie- control con placebo en estudios clínicos de farmacotera-
ron en el grupo de pacientes no respondedores (tanto pia, cuando hay terapia conocida eficaz, sin duda resulta
a placebo como a fármacos). Es muy interesante que éticamente inadmisible y pese a ello es una práctica aún
en el grupo de pacientes respondedores a placebo se habitual en los países en desarrollo (52-54).
viera un aumento de la actividad prefrontal mientras
en los respondedores a tratamiento farmacológico Comentarios finales
se vio una disminución de activación en esta área en
comparación al basal y al grupo de los no respondedo- Si bien es cierto que la magnitud del efecto placebo en
res. La evaluación clínica de los pacientes respondedo- los RCT puede ser sobreestimada por otros factores que
res tanto a placebo como a fármacos mostró mejoría influyen en la mejoría ("efecto placebo percibido”) (12),
significativa y comparable según la escala Hamilton de no es menos cierto que el diseño de los RCT (enfocado
depresión. en reconocer la real eficacia de un tratamiento y no la
magnitud del efecto placebo) probablemente dificulte
Aspectos éticos la producción de un efecto placebo más robusto como
podría ocurrir en una buena relación médico-paciente,
El uso de placebos tanto en la práctica clínica como en en la cual el enfermo está informado y tiene certeza
la investigación es controversial. del tratamiento que recibirá, en un marco ideal de con-
El argumento usado en contra de su uso es que fianza y optimismo entregado por el médico. (En con-
implica un engaño y una violación a la autonomía y al traste con un estudio doble ciego en que el paciente
consentimiento informado de los pacientes (9). no sabe si pertenecerá al grupo tratamiento o control,

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disminuyendo por consiguiente su expectación de un stimulation in Parkinsonian patients. Neuroreport; 2002; 13:
buen resultado) (41). 1383-6
15. Montgomery G, Kirsch I. Classical conditioning and the placebo
Por ésta entre otras razones, resulta imperati- effect. Pain 1997; 72: 107-13
vo el diseño de nuevas metodologías para el estudio 16. Luparello T, Lyons H, Bleeker E, McFadden E, Jr. Influences of
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342 | Psiquiatría universitaria

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