Está en la página 1de 310

Los Árboles de Guadarrama

Descripción de especies y su ubicación Urbana

AYUNTAMIENTO DE GUADARRAMA
Concejalía de Medio Ambiente e Infraestructuras
Los
ÁRBOLES
de
GUADARRAMA
Descripción de especies
y su ubicación urbana

Ayuntamiento de Guadarrama
Concejalía de Medio Ambiente e Infraestructuras
http://www.guadarrama.es

David Palomino Nantón


Inventarios y Análisis Medioambientales
Autor:
Todas las fotografías conte-
A. David Palomino Nantón. Biólogo formado en la Universidad Complutense nidas en esta publicación se
de Madrid y el Museo Nacional de CC. Naturales. Ha centrado toda su carrera hallan bajo licencia Creati-
profesional en el estudio y mejora de los hábitats y poblaciones animales y ve Commons, de libre uso y difusión
vegetales de entornos muy humanizados (pueblos y ciudades, mosaicos agro- (Reconocimiento 4.0 Internacional), y han sido cedi-
pecuarios, etc.), tratando de conciliar su conservación y usos socioeconómicos. das por sus autores, tanto anónimos como: AR
(A.Rockstein); AM (A.Moro); DN (D.Nàydenov);
Formato de cita bibliográfica recomendada: D.Palomino (todas las no indicadas); GD (G.Dessi);
HZ (H.Zell); JH (J.Holloway); MV (M.Vieira); OT
Palomino, D. (2018). Los Árboles de Guadarrama. Guía de Identificación Urba- (O.Titus); SCW (S.C.Williams); TM (T.Monto); WS
na. 196 pp. Publicación divulgativa. Ayuntamiento de Guadarrama (Madrid). (W.Siegmund).

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo no hubiera sido posible sin la ayuda y confianza de las siguientes personas:

Miguel Ángel Sáez, Concejal de Medio Ambiente de Guadarrama.

Juan P. Monreal, Ingeniero Municipal, Dpto. Obras y Servicios de Guadarrama.

José Antonio Sáenz de Miera, Arquitecto Técnico Municipal de Guadarrama.


Prólogo
Disfrutar de la diversidad, conocer la variedad, reconocer la diferencia, la grandeza, la
importancia de cada especie, su historia, que no deja de ser la nuestra, su existencia,
empaparse de su importancia y, sobre todo, dignificar el valor de nuestra herencia,
la que hemos recibido y la que cederemos a quien nos suceda, es lo que me gustaría
proponeros con la lectura de este estudio.

Una guía elaborada desde la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de


Guadarrama en la que se recogen cada una de las especies que forman parte de la
riqueza que, con el paso del tiempo, hemos ido componiendo en nuestro entorno
más cercano, a través del arbolado urbano. Monumentos vivos de Guadarrama que
disfrutamos a diario, pero que con este estudio podemos conocer en profundidad de
forma didáctica, añadiendo las claves necesarias para su identificación y sobre todo,
conociendo su localización y los detalles que los caracterizan.

Guadarrama cuenta con algunos ejemplares majestuosos, imponentes o únicos, otros


poco comunes, de hoja caduca, perenne, autóctonos, alóctonos, etc… en definitiva,
una gran variedad en la que están presentes fresnos, robles, encinas, castaños, pinos,
cedros, abetos, secuoyas, tejos, cipreses, tilos, acebos, magnolios, madroños… y muchos
más.

Por eso, os animo a, en primer lugar, descubrirlos en este libro, que con tanto cariño y
con todo rigor hemos elaborado para todos vosotros, y, en segundo lugar, a comprobar
sobre el terreno cada uno de los ejemplares que llenan estas páginas, pasear y
descubrirlos, y en definitiva, sentirlos.

Espero que disfrutéis con esta lectura y aún más con el descubrimiento de la riqueza
botánica de nuestro municipio.

Carmen María Pérez del Molino


Alcaldesa de Guadarrama
Presentación
El inventario del “Arbolado Urbano Publico de Guadarrama” tiene por objeto dar a conocer
desde la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Guadarrama de manera lo más
exhaustiva posible las especies de árboles que se desarrollan dentro del ámbito urbano y
público de nuestro Termino Municipal, pensando en su conservación, visión y mejora.
Como se podrá comprobar a lo largo del inventario y la base de datos que lo acompaña,
es bastante completo tanto en cantidad como en diversidad, estando accesibles para
todos los vecinos y visitantes del municipio. Como objetivos principales recogidos dentro
del inventario están los siguientes:
 Facilitar el seguimiento técnico del arbolado municipal.
 Incrementar la sostenibilidad ambiental y económica del municipio.
 Promocionar los valores medioambientales entre la ciudadanía.
 Cumplir con la ley del arbolado de la CAM de contar con un inventario municipal.
El resumen del inventario del arbolado urbano y publico de Guadarrama se puede concretar
en 12.636 ejemplares registrados de 142 especies distintas, la minuciosidad del trabajo
permite catalogar los ejemplares atendiendo a su altura desde menos de 1 m. a más de 27 m.
habiendo en el municipio 39 árboles que sobrepasan los 20 metros de altura. También por su
diámetro, variando estos desde unos 5 cm. hasta 140 cm. existiendo 41 por encima de los
100 cm. de diámetro.
A parte del trabajo de campo y la recopilación de datos, fotos y ubicaciones exactas está el
trabajo de estudio de ordenar y clasificar y también el bibliográfico con más de cincuenta y
cuatro referencias de expertos y profesionales tenidos en cuenta en la elaboración de este
inventario.
El inventario consta de tres partes bien diferenciadas:
  La primera hace una descripción de más de 100 especies de las 142 existentes
identificando sus características como especie y su ubicación dentro del municipio.
  La siguiente hace una clasificación por zonas que incluye los ejemplares concretos de
la zona para su fácil identificación, bien sea una urbanización o una zona del municipio.
 La tercera se refiere a la parte técnica del trabajo con los métodos utilizados, los
resultados y las conclusiones del trabajo.
Cabe recordar que más del 80% de nuestro Termino Municipal está protegido y no
es urbano donde la densidad de árboles, principalmente pinares, es altísima, con la
existencia de miles y miles de ejemplares. Por no hablar de la Dehesa de Abajo y
sus fresnedas que, junto con otras zonas y el arbolado urbano, no hacen sino más que
convertir a nuestro municipio en único con un patrimonio natural inigualable.
Recordar y dar las gracias a las personas que han colaborado para la realización de este
trabajo y hacer un reconocimiento como en otras ocasiones a los Concejales que venimos
trabajando en la reuniones de Medio A. a lo largo de los últimos años.
Espero que sea de utilidad y sirva para uno de los objetivos principales de la Concejalía de
Medio Ambiente del Ayuntamiento de Guadarrama que es proteger y al mismo tiempo dar a
conocer a sus vecinos y visitantes el patrimonio natural de nuestro municipio, Guadarrama.

Miguel Angel Sáez López


Concejal de Medio Ambiente
EL ARBOLADO URBANO DE GUADARRAMA

INTRODUCCIÓN
El municipio de Guadarrama, a las mismas puertas del Parque Nacional con el que comparte nombre, acumula
en los bosques, pastos, y riberas de sus montañas y valles unos valores ambientales de los que vecinos y visitan-
tes somos plenamente conscientes. Qué mejor manera de afianzar estos méritos, que darle continuidad a todo
este patrimonio natural con un arbolado urbano acorde a su privilegiado entorno...
Los investigadores especializados han demostrado que los pueblos y ciudades mejor arbolados obtienen nu-
merosos beneficios: atemperan el microclima de sus calles y urbanizaciones, reducen la contaminación y los
gastos energéticos, mejoran los parámetros de salud ciudadana (física y psicológica), incrementan la biodiversi-
dad urbana y periurbana, cohesionan a la ciudad y su entorno, constituyen un atractivo turístico, justifican el
precio del terreno, e incluso influyen en la disminución de los accidentes y delitos.
Esta guía se ha realizado al amparo del primer inventario municipal del arbolado del viario público, y su objeti-
vo principal es el de lograr una mayor empatía ciudadana con esos gigantes vegetales junto a los que pasamos
diariamente, aunque demasiado a menudo sin prestarles ninguna atención. Y es que seguramente uno de los
primeros pasos para dejar de valorar algo es acostumbrarse a ignorarlo.
Guadarrama dispone ahora de una primera ayuda para ir profundizando en el conocimiento de nuestros árbo-
les: ¿a qué especies pertenecen...? ¿cuántos hay de cada una...? ¿qué les caracteriza...? Con ello, Guadarrama se
sitúa entre los municipios de esta comarca serrana que más atención prestan a la divulgación y protección efec-
tiva de este patrimonio natural, potenciando su disfrute público y su aprovechamiento como recurso cultural,
educativo y turístico.

ALGUNOS DATOS GENERALES


El número total de ejemplares inventariados en el viario y parques públicos de Guadarrama1 asciende a más de
12.600 ejemplares, pertenecientes a 46 familias, 85 géneros y 142 especies.
Número de ejemplares
FAMILIAS BOTÁNICAS

1: este inventario ha incluido todo árbol urbano emplazado en el viario y parques municipales, así como en los jardines de las urbanizaciones libremente accesibles a
cualquier vecino o visitante del municipio, excluyendo únicamente el localizado en el interior de las viviendas y fincas estrictamente privadas. 3
Arces Liquidámbares Granados
Saúcos Castaños de Indias Prunos, almendros…
Agracejos Celindas Chopos, sauces...
Abedules Nogales Árb. de los farolillos
Catalpas Hibiscos Ailantos
Ciclamores Agriaces Tarajes
Árb. del Paraíso Moreras e higueras Tilos
Falsas acacias Fresnos, lilos, olivos*… Olmos, almeces
Robles, encinas*… Plátanos Vides

(* especies perennifolias, pero pertenecientes


a familias típicamente caducifolias)

Yucas, cordilines
Adelfas
Acebos
Hiedras
Palmeras
Bojes
Durillos
Boneteros
Madroños (* y afines)
Laureles falsos Cipreses, tuyas, enebros… Al final de esta guía se muestra un mapa
adicional con una síntesis del arbolado
Laureles Guinkos* público inventariado en las urbanizaciones
Magnolios Pinos, cedros, abetos, píceas de Vallefresnos y Las Cabezuelas, no inclui-
das junto al resto de mapas de esta guía por
Acacias Tejos problemas de composición de página,
debido a su alejada ubicación respecto del
Pitosporos Secuoyas, cipreses de pantano núcleo urbano central de Guadarrama.
4
El 6% de todo el inventario está compuesto por matas de un metro o menos de altura, aún demasiado jóvenes o que
se podan sistemáticamente para que mantengan un porte arbustivo; pero todas ellas pertenecientes a especies leño-
sas, con el potencial de superar en unos años los dos o tres metros como mínimo y conformar una copa, lo que las dis-
tinguiría entonces como árboles.

El 94% restante promedia una ALTURA de unos 7,3 m (con valores máximos de unos 27 m) y un GROSOR DEL
TRONCO de 28 cm de diámetro como media (máximos de casi 150 cm). Las especies de hoja caduca constituyen el
68% del inventario, mientras que el 32% son perennifolias (principal, pero no únicamente, coníferas). Entre los ejem-
plares de mayores tallas de la ciudad se cuentan álamos, fresnos, plátanos u olmos de entre las especies caducifolias,
y cedros, cipreses, píceas o pinos de entre las coníferas.

Los grandes parques municipales de Guadarrama acogen al 8% de los árboles, incluyendo una buena muestra de las
especies más representativas del acervo ecológico del centro peninsular y de otros árboles alóctonos pero también
destacables, todos ellos fundamentales en términos patrimoniales.

Pero es en las grandes áreas ajardinadas de las urbanizaciones de la ciudad donde se concentra la mayor parte del
arbolado público, con un 60% de todo el inventario.

En las siguientes páginas se describen brevemente muchas de las especies más representativas de Guadarrama, por
su abundancia o por su originalidad, alrededor de un centenar (dependiendo de si se consideran o no como descrip-
ciones propiamente dichas las de algunas formas híbridas o muy raras, pero también incluidas).

En cada ficha se describen las principales características de cada especie, útiles para su identificación y distinción de
otras semejantes, así como un mapa con su localización en el municipio de Guadarrama. Ha de tenerse en cuenta que
estas descripciones siempre están sujetas a inevitables imprecisiones inherentes a la variabilidad natural de las espe-
cies, a las distintas edades con que nos las encontremos y, sobre todo, a la multitud de variedades atípicas que se ge-
neran continuamente en arboricultura ornamental. Esto, si ya es aplicable cuando se alude a las medidas de algunos
rasgos, es particularmente evidente cuando se refiere, por ejemplo, a tonalidades de color, intensidad de floración,
etc. En cualquier caso, se ha tratado de aludir a estos aspectos potencialmente confusos siempre que ha sido posible y
se ha recurrido a la terminología botánica sólo en casos puntuales, y que al final de esta guía se explican en un peque-
ño glosario.

A continuación, se muestra también una ficha del arbolado que se puede encontrar en cada una de las distintas áreas
de la ciudad, distinguiendo tanto urbanizaciones explícitamente reconocidas como tales, como también otros grandes
sectores urbanos de funcionalidad vial homogénea, o con similar entidad de sus actividades sociales prioritarias
(colegios, casco antiguo…). En estos apartados, junto a un mapa indicando la posición de los ejemplares, se ofrece
una tabla con su conteo, y textos en los que se describe sus características principales, incluyendo su relevancia en el
contexto del inventario total y posibles problemáticas.

Por último, se han incluido fichas particulares referentes a unos pocos ejemplares muy significativos del inventario,
básicamente por pertenecer a especies autóctonas (o seminaturalizadas en España desde hace muchísimo tiempo) y
tener tallas monumentales, no solo en el contexto municipal, sino también a más amplia escala geográfica.

5
ESPECIES DESCRITAS (CLAVE E ÍNDICE)

Coníferas
Hojas alargadas y en forma de agujas:
Hojas dispuestas de una en una en las ramillas:
Piñas erectas Abetos (7 esp.) 8
Piñas colgantes Píceas (3 esp.) 12
Falso abeto de Douglas 32
Hojas caducas en otoño Ciprés de pantano 20
Hojas agrupadas:
Por pares Pinos autóctonos (5 esp.) 14
De tres en tres Pino de Monterrey 32
Enebros (2 esp.) 32
De cinco en cinco Pino de Lord Weymouth 32
En ramilletes de muchas hojas Cedros (2 esp.) 10
Hojas muy pequeñas y en forma de escamas:
Ramillas muy aplanadas, como a láminas:
“Piñas” alargadas Libocedro 22
“Piñas” más globosas Tuyas (2 esp.) 30
Falsos cipreses (2 esp.) 24
Ramillas no aplanadas Cipreses (4 esp.) 26
Hojas en forma de pequeña cuchilla Secuoya gigante 18

Frondosas perennifolias
Hojas opuestas (por pares enfrentados en las ramillas) Aligustre 34
Adelfa 46
Hojas alternas (una tras otra a lo largo de las ramillas):
Con bellotas Encina 36
Con frutos semejantes a bayas:
Rojos o anaranjados al madurar Madroño 46
Acebo 46
Níspero de Japón 40
Negros al madurar Laurel cerezo 38
Laurel 46
Olivo 42
Con frutos semejantes a una piña Magnolio 46
Hojas enormes (de 0,5 a 4 m) Palmeras y afines (4 esp.) 44

Frondosas caducifolias
Hojas compuestas (cada hoja formada por varias hojuelas):
Ramas con espinas Robinia 48
Acacia de tres espinas 50
Frutos en sámaras (semillas con “alas” membranosas) Fresnos (4 esp.) 54
Ailanto 58
Arce negundo 64
Frutos esféricos pequeños (<2cm diám.) Agriaz 106
Frutos esféricos grandes (>3cm diám.) Nogales (2 esp.) 68
Castaño de Indias 70
Frutos esféricos envainados Sófora 52
Hojuelas muy pequeñas y numerosas y flores filamentosas rosas Árbol de la seda 106
Hojas simples:
Hojas opuestas (por pares enfrentados en las ramillas) Catalpa 72
Arces autóctonos (4 esp.) 60
Arces alóctonos (4 esp.) 64
Hojas alternas (una tras otra a lo largo de las ramillas):
Con bellotas Roble melojo 74
Robles americanos (3 esp.) 76
Con almendras Almendro 82
Frutos con “alas” redondeadas Olmos (3 esp.) 88
Frutos en amentos (como espigas) alargados Álamos y Chopos (4 esp.) 92
Sauces (3 esp.) 96
Abedul 80
Frutos esféricos secos y pequeños (<2cm diám.) Tilos (4 esp.) 86
Frutos esféricos secos y grandes (>3cm diám.) Plátano 98
Castaño común 78
Liquidámbar 100
Frutos esféricos más o menos pulposos Mirobolano 84
Peral de Callery 106
Almez 106
Higuera 106
Morera 104
6
CONÍFERAS
OTRAS ESPECIES
En términos muy generales, grupo de plantas cuyos cuerpos fructíferos, destinados a al-
bergar las semillas, tienen casi siempre forma de esferas secas y leñosas (conocidas po-
pularmente como piñas, aunque se denominan gálbulos en los cipreses, y en algunas otras
especies como los enebros tienen pulpa carnosa). Habitualmente tienen hojas aciculares y
perennes, y portes más o menos piramidales.
CONÍFERAS Fam. PINÁCEAS

ABETOS: COMÚN, DEL CAÚCASO, DE COLORADO, DE COREA y PINSAPO


Abies al, A. nordmanan, A. conco, A. korean y A. pinao

Los abetos son frecuentísimamente confundidos con otras especies más comunes en los parques y
jardines urbanos (píceas, cedros, falsos cipreses...). Para distinguirlos rápidamente basta con observar
que sus piñas permanezcan erectas sobre las ramas y que sus hojas se unan a las ramillas mediante
pequeñas bases redondeadas, a modo de miniventosas.

Características
IDENTIFICACIÓN te lisa mientras los árbo- misma rama, hasta que
les son jóvenes; con la únicamente queda una
Porte Los abetos son edad se van formando especie de púa. Confu-
siempre árboles muy ro- grietas moderadamente siones con otras es-
bustos que fácilmente profundas, que forman
pueden superar los 20 m pecies Las diferencias
placas cuadrangulares. En
en condiciones urbanas entre el Pinsapo andaluz
algunas especies suelen
adecuadas (de los aquí (A. pinsapo) o el P. griego
formarse ampollas de re-
tratados, únicamente el A. (A. cephalonica) con su
sina. Ramillas De tonos híbrido (A. x vilmorinii)
de Corea puede ser consi- ocres (algo más rosadas
derado de pequeña talla, son bastante sutiles. Tam-
en el A. de Corea). En los bién es difícil de identifi-
con 8-10 m a lo sumo), y Pinsapos son glabras, pe-
que mantienen una forma car un híbrido entre P.
ro en las otras especies andaluz y Abeto común: el
característicamente cóni- suelen tener una leve pi-
ca durante toda su vida. Pinabete de Masjoan (A. x
losidad. Hojas A. común masjoanis; ver más ade-
Tronco y ramas prin- y A. del Caúcaso: miden 1- lante en la miniclave).
cipales Todas las espe- 3 cm, se despliegan pre- Respecto a especies de
cies tienen un tronco muy dominantemente hacia otros géneros comunes,
derecho y cilíndrico, con ambos laterales de las las confusiones más fre-
muchas ramas principales ramillas, pero mientras cuentes se dan con las
que se extienden horizon- que en la primera especie píceas, cuyas piñas son
talmente y de manera no brotan por encima ni siempre colgantes.
muy uniforme, pero más debajo del plano horizon-
cortas y finas cuanto más tal, en la segunda sí cre- ECOLOGÍA
altas, lo que les confiere cen también por encima;
su típica forma. Corteza en ambos casos tienen el
Distribución nativa.
El Abeto común crece en
De color gris en todas las haz verde y el envés mu-
Pirineos (además de en el
especies (aunque a menu- cho más claro (discoloras,
resto de Europa), y el Pin-
do muy plateadas en algu- debido a dos finas franjas
Hojas de A. del Cáucaso, A. de sapo andaluz es un ende-
nas variedades), y bastan- blanquecinas). A. de Colo-
Colorado y Pinsapo (de arriba mismo de las sierras de
rado: significativamente abajo) Málaga y Cádiz. El resto
más largas (>6 cm), dis-
de especies, proceden de
puestas a ambos lados de
muy reconocible (como donde indica su nombre
las ramillas y también por
en un cepillo limpiatu- común. Desarrollo y
encima de ellas, pero en
este caso con el haz y el bos). Inflorescencias Preferencias Am-
envés del mismo tono gri- Muy pequeñas, se sitúan bientales De bastante
sáceo (concoloras, como en el extremo de las rami- longevidad (200-500
1 2 indica su nombre científi- llas. Las masculinas sue- años) y lento crecimiento,
co). A. de Corea: muy cor- len abundar más en las todos son propios de
tas (<2 cm), crecen a los ramas bajas y son púrpuro montañas frías y húmedas
lados y por encima de las -amarillentas, mientras del hemisferio norte, si
ramillas, muy discoloras que las femeninas abun- bien los pinsapos desta-
(haz verde oscuro y envés dan más en las ramas altas can por ser los abetos más
prácticamente blanco). y son verdosas. Piñas meridionales. Varieda-
Pinsapo: siempre bastante Las piñas de los abetos
siempre crecen perfecta-
des Se comercializan mu-
punzantes, de 1-3 cm, sec- chas variedades e híbri-
3 4 mente erguidas, sobre las
ción cuadrangular y dis- dos entre ellos, lo que
Cortezas de A. del Caúcaso (1), puestas muy uniforme- ramas más altas. Una vez
A. de Colorado (2), A. de Corea dificulta a menudo su dis-
mente alrededor de toda liberan las semillas, se
(3) y Pinsapo (4) tinción.
la ramilla, de un modo van deshaciendo sobre la
8
en Guadarrama...

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

Un maduro ejemplar de A. del


Caúcaso en la urbanización
Jarosa III

ABUNDANCIA
Se han contabilizado 64
abetos (la gran mayoría
con rasgos generales pro-
pios de A. del Caúcaso),
con lo que en Guadarra-
ma es un género más bien
escaso, en comparación
con otras coníferas.

DISTRIBUCIÓN
Más de la mitad se repar-
ten entre las urbanizacio-
nes Prado San Juan y Gua-
darrama, donde aparece
alguno cada pocos metros
y de distintas especies,
además. En el resto del
municipio se ha plantado
mucho más aisladamente
(salvo en el caso de la
agrupación de ejemplares
del patio del C.E.I.P. Sie-
rra). No obstante, aunque
no formen parte del pre-
sente inventario, a estas
especies también es fre-
cuente encontrarlas en
bastantes jardines de cha-
lets particulares.

EJ. DESTACADOS
La mayor parte de ellos
rondan ya los diez metros, ABETOS: Hojas sobre todo en algunas de las caras de la ramilla, y poco o nada punzantes
si bien es posible disfrutar PINSAPOS: Hojas radialmente alrededor de toda la ramilla, y rígidas/punzantes
de varios gigantes cerca-
nos a 20 m (en Europa
esta especie ostenta el
récord de altura entre
todos los árboles silves-
tres), como algunos A. del
Caúcaso en Prado San
Juan, o los Pinsapos de El
Peñón y Parque PYR.
9
CONÍFERAS Fam. PINÁCEAS

CEDROS: DEL ATLAS y DEL HIMALAYA


Cedrus atlnica y C. eoda

Sin duda uno de los árboles más majestuosos de cualquier jardín, sus abundantes variedades se han
adaptado perfectamente a vivir muy por debajo de los 2.000-3.000 m de altitud de sus hábitats naturales
en África y Asia. Se dice que los cedros son los árboles más citados en la Biblia, lo que da una idea de su
antigua e intensa vinculación con los seres humanos.

Características
IDENTIFICACIÓN Ramillas Derechas, in- cuentes los ejemplares sentaría caracteres inter-
cluso las más largas, en el ligeramente dorados. In- medios. Y en la práctica,
Porte Árboles que supe- C. del Atlas; más clara- la enorme diversidad de
ran con mucha facilidad florescencias Peque-
mente colgantes en el C. ños conos erguidos otoña- cultivares e híbridos exis-
los 20 m., pudiendo llegar tentes entre las tres, ha-
del Himalaya. Hojas Ací- les. Los masculinos son
a 40 en condiciones ópti- cen que casi siempre sea
culas reunidas en densos pardo amarillentos, y los
mas. Todas las especies sumamente difícil, si no
ramilletes (aunque en los femeninos verde violá-
tienen una copa inicial- imposible, identificar el
extremos de las ramillas ceos, apareciendo prefe-
mente muy cónica, aun- cedro ante el que nos
también aparecen algunas rentemente en la mitad
que con la edad la guía encontramos. Aparte de
acículas sueltas). C. del superior de la copa. Pi-
terminal a menudo se do- esto, ninguna otra espe-
Atlas: no superan los 3 cm ñas Muy lisas y con forma
bla dándoles un aspecto cie de conífera (salvo los
de long., rígidas y pun-
algo aparasolado. El C. de tonel se disponen alerces, Larix sp.) tiene
zantes, y abundan mucho
del Himalaya, por tener un erectas sobre las ramas, y ramilletes de acículas
las variedades de color
ramaje algo colgante y a medida que se abren semejantes.
acículas más largas, apa- para liberar las semillas
renta un follaje más denso se van deshaciendo sobre ECOLOGÍA
y menos estratificado que las ramas antes de caer
el C. del Atlas. Tronco y del árbol. C. del Himalaya: Distribución nativa
7-12 cm de long. C. del Como indican sus nom-
ramas principales bres, proceden de esas
Tronco muy derecho y Atlas: algo menores, de 5-
8 cm de long., y a menudo cordilleras norteafricana
robusto del que pronto
con una depresión, como y centroasiática. Desa-
surgen pesadas ramas
principales muy horizon- rrollo y Preferencias
tales (mucho más caídas Ambientales Muy lon-
en ramas de segundo o gevos, hasta superar los
tercer orden en el C. del 800 años. Preferentemen-
Himalaya). Corteza Muy te les favorecen los am-
similar en ambos casos: bientes que recuerden a
cenicienta y lisa al princi- sus climas altimontanos
pio, con la edad verdea nativos (frescos o incluso
directamente fríos, de
suelos poco húmedos),
pero tras infinidad de
generaciones cultivándo-
lo existen variedades
adaptadas a todo tipo de
condiciones. Varieda-
Piñas des Se comercializan
multitud de variedades e
un pequeño ombligo, en
híbridos de todas las es-
su extremo superior.
pecies de cedros, ha-
Confusiones con biéndose descrito casi
Ramilletes de hojas otras especies Ideal- 200 cultivares.
verde azulado. C. del Hi- mente, las acículas del C.
malaya: tienden a superar del Himalaya serían clara-
Corteza de ejemplar adulto los 4 cm de long. y son mente más largas y claras
más flexibles (no pinchan que las del C. del Atlas.
muy ligeramente, y se va al apretarlas), de color Pero una tercera especie,
agrietando, aunque nunca verde brillante y son fre- el C. del Líbano (Cedrus
muy profundamente. libani, más escaso) pre-
10
en Guadarrama...
Ejemplos de los enormes cedros
de las urbanizaciones Monteleón
(arriba) e Ibersierra (abajo)

ABUNDANCIA dantes de Prado San Juan, rondan ya los 20 metros,


Guadarrama y La Llama. convirtiendo a esta espe-
Una especie muy abun- Pero en algunas otras tam- cie en una de las de ma-
dante, con casi 300 ejem- bién se acumulan muchos yor tamaño del inventario.
plares. Predominan aque- cedros, como en Ibersie-
llos con rasgos propios de Monteleón, Ibersierra y
rra, Monteleón, Miranie- Prado San Juan acogen
C. del Himalaya frente a ves o Guadamolinos.
los de C. del Atlas (aunque algunos de los cedros más
esta distinción sea a me- En el resto del municipio espectaculares, de alre-
nudo un tanto forzada, siempre es fácil ver algún dedor de 25 m de altura y
dado su enorme grado de ejemplar aislado, tanto en un metro de diámetro
hibridación, y que ha mo- el viario público como en troncal.
tivado el que varios se jardines particulares (no En general, todos presentan
hayan clasificado como de considerados en este in- un muy buen estado de salud,
especie indeterminada). ventario). si bien algunos pueden resul-
DISTRIBUCIÓN EJ. DESTACADOS tar conflictivos a medida que
continúen creciendo, debido
La mayor concentración Varias decenas de cedros sobre todo a que en su día
de ejemplares se da en fueron plantados muy cerca
las urbanizaciones colin- de las fachadas, y quizá no

Cedros del parque de


La Iglesia, en pleno
centro urbano

hayan desarrollado un sistema


de raíces tan potente como
requieren para sus enormes
tallas, además de que se pue-
dan inclinar demasiado bus-
cando la luz del sol.
De entre los ejemplares
del viario público mejor
ubicados, ornamentalmen-
te hablando, cabe destacar
a los del parque de La Igle-
sia, junto a la fuente, en lo
alto de alguno de los cua-
les hace años que anidan
las cigüeñas.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

11
CONÍFERAS Fam. PINÁCEAS

PÍCEAS: COMÚN, DE COLORADO (o AZUL) y DE ALBERTA


Picea bes, P. pungns y P. laa

Las píceas, a pesar de su abundancia urbana, raramente son reconocidas como tales y a menudo se las
llama “abetos”; para distinguirlas basta con observar que sus piñas cuelguen claramente de las ramas,
y que sus hojas se inserten fuertemente en las ramillas mediante una especie de pequeñas clavijas
leñosas.

Características
IDENTIFICACIÓN ramas superiores. Son
cilíndricas, de más de 10
Porte Las píceas son ár- cm en la P. común, 5-10
boles capaces de superar cm en la P. de Colorado, y
muy holgadamente los 20 menos de 5 cm en la P. de
m, con una copa inicial- Alberta; además, el borde
mente muy cónica en to- de las escamas suele ser
das las especies, pero que dentado en la P. común,
suele volverse mucho más plisado en la P. de Colora-
columnar o irregular con do, y liso en la P. de Alber-
la edad. El ramaje denso y ta. Todas son de color ma-
abundante les confiere un rrón claro una vez madu-
aspecto general bastante ras, y tras abrirse y libe-
compacto. Tronco y ra- rar las semillas (aladas),
mas principales Tron- las piñas caen enteras al
cos muy derechos y ro- suelo. Confusiones
bustos, con un solo fuste con otras especies La
central y fuertes ramas confusión más frecuente
principales, más bien cor- se da con los abetos
tas. Corteza Muy seme- (Abies sp.), pero estos
jantes en todas: gruesas y Hojas de P. común (arriba) y P. tienen siempre piñas
de Colorado (abajo) erectas sobre las ramas,
no péndulas, y sus hojas
das blanquecinas de orifi-
se insertan en las ramillas
cios respiratorios microscó-
mediante una especie de
picos). P. de Colorado: en su
pequeña pero muy visible
forma más típica tiene acícu-
ventosa, de la que care- Piñas de P. común (arriba) y P.
las extremadamente punzan- de Alberta (abajo)
cen las píceas.
tes y de color azulado; huelen
a resina cuando se frotan. P. ECOLOGÍA miento lento pero gran
común: de hojas algo más longevidad, que prospe-
largas, netamente verdes y Distribución nativa ran en ambientes más
poco o nada punzantes, en La P. común es originaria bien fríos. Variedades
Corteza típica de las píceas menor número por el lado de Europa del norte, Hay multitud de híbridos
inferior de las ramillas lo mientras que las otras y variedades de difícil
netamente escamosas, de que se acentúa, además, proceden de las regiones distinción: por ejemplo,
color pardo grisáceo, se porque las acículas de los norteamericanas que les al igual que existen va-
agrietan verticalmente laterales tienden a curvar- dan nombre. Desarrollo riedades verdosas de la
desde temprana edad. se hacia arriba; cuando se y Preferencias Am- P. del Colorado, también
Ramillas De marrón frotan tienen un olor dul- bientales Todas las pí- se cultivan variedades
pálido a rojizas, brillantes ce. P. de Alberta: hojas ceas son árboles de creci- azuladas de la P. común.
y glabras, a menudo par- claramente más pequeñas
cialmente caídas en la P. que las otras dos espe-
común, más rígidas en las cies, verdes y de olor
otras dos especies. Ho- acre. Inflorescencias
jas En las tres especies Primaverales: pequeños
tienen una sección muy conos masculinos rosa-
cuadrangular, con todas dos, y femeninos más roji-
las caras de similar tonali- zos y algo tintados de ver-
dad (debido a finas ban- de. Piñas Siempre cuel-
gan claramente de las
12
en Guadarrama...
Una de las llamativas
P. azules del parque
de La Iglesia

ABUNDANCIA Un pequeño porcentaje EJ. DESTACADOS


de ejemplares muestran
Con 291 ejemplares, las rasgos intermedios entre Hay ejemplares enormes
píceas son uno de los gé- diferentes especies, pro- de alrededor de 20 m en
neros mejor representa- bablemente por ser for- muchas de las urbaniza-
dos en Guadarrama. mas híbridas, muy habi- ciones, como en Prado
tuales en este género. San Juan, Guadarrama, La
La gran mayoría pertene-
Llama, Parque PYR, Mon-
cen bastante claramente a
DISTRIBUCIÓN teleón o Jarosa II. Desgra-
la P. común (220 pies),
ciadamente, varios de
aunque seguramente la Se encuentran bastante
estos gigantes no siempre día demasiado cerca de
treintena de ejemplares repartidas entre las urba-
han sido bien manejados, las fachadas, quizá hayan
de P. de Colorado llamen nizaciones del municipio,
pues algunos han sufrido mermado sus capacida-
mucho más la atención aunque las mayores den-
podas severísimas, que des de crecimiento (o in-
con su coloración glauca y sidades se dan en las de
aunque probablemente cluso favorecer su caída).
sus aguzadísimas acículas. El Peñón, Guadamolinos,
fuesen realizadas para
La P. de Alberta aparece y un jardín de Parque Además, algunos ejem-
reducir molestias por ha-
mucho más escasamente. PYR. plares comprados como
ber sido plantados en su
árbol de Navidad, si so-
breviven a la calefacción
P. común de la de las fiestas, suelen aca-
calle Canfranc bar plantados en los jardi-
nes, pero no siempre ade-
cuadamente ubicados.
Otros ejemplares, aún de
talla moderada pero parti-
cularmente bien situados
en cuanto a su visibilidad
para vecinos y visitantes,
son las que hay frente al
Hogar del Mayor en el
parque de La Iglesia, las
que rodean al Centro Cul-
tural La Torre, o las dis-
puestas en torno al Puente
del Rosario, incluyendo
una larga alineación junto
a la glorieta de entrada a
Prado San Juan.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

13
CONÍFERAS Fam. PINÁCEAS

PINOS AUTÓCTONOS: PIÑONERO, RESINERO, SILVESTRE,


CARRASCO y LARICIO
Pinus piea, P. pintr, P. sylves, P. hanss y P. ngra

Aunque estos cinco pinos peninsulares son muy frecuentes como ornamentales, sin duda el piñonero es
el preferido, probablemente por su elegante copa aparasolada y por la popularidad de sus semillas, los
apreciados piñones.

Características
IDENTIFICACIÓN desprende en placas que laricio: en general, la más
descubren nuevas capas pálida de todos (aunque
Porte Todos los pinos vivamente anaranjadas. P. también la más variable),
ibéricos alcanzan fácil- resinero: muy gruesa, con de un tono gris en ocasio-
mente los 20 m de altura profundas grietas oscuras, nes muy vivamente pla-
en condiciones urbanas a menudo llamativamente teado, que comienza sien-
adecuadas (salvo quizá el violáceas, que delimitan do muy fina y escamosa
P. carrasco que normal- grandes placas de tonali- para fisurarse longitudi-
mente sólo frise los 15 m). dades ocres, algunas muy nalmente con la edad,
El P. piñonero se distingue oscuras. P. silvestre: la de pero poco profundamen-
bastante claramente de la parte inferior del tron- te. Ramillas P. piñonero:
sus congéneres por su co, bastante gruesa y verde anaranjadas. P. resi-
característica forma de agrietada, y que se des- nero: muy gruesas, ocres
sombrilla, mientras que el prende en placas grises, o algo purpúreas. P. sil-
resto de especies, una vez ocres o algo incluso algo vestre: más bien finas en
son adultos, desarrollan malvas, contrasta mucho comparación con otros
copas más cónicas o inclu- con la de la parte supe- pinos, y pardo verdosas.
so muy irregulares y asi- rior, de un tono homogé- P. carrasco: finas y grisá-
métricas (como el P. sil- neamente asalmonado ceas. P. laricio: del gris
vestre, por ejemplo). En muy característico y que parduzco al naranja inten-
cualquier caso, todos tien- se desprende en finas so, según las variedades.
den a concentrar el rama- láminas papiráceas. P. Hojas En todos los casos
je muy por encima de la carrasco: similar a la del P. surgen de dos en dos
mitad superior de su altu- piñonero, pero algo más (aunque en el P. resinero
ra en la madurez. Tron- escamosa y cenicienta. P. puedan aparecer a menu-
co y ramas principa- do algunos ramilletes de
les P. piñonero: casi siem- tres en tres), unidas me-
pre con un único fuste diante una especie de
principal, bastante dere- pequeño estuche basal de AM

cho, que se divide más o consistencia papirácea. P.


menos radialmente en piñonero: bastante largas
varias ramas ascendentes (10-20 cm), algo rígidas y
que confluyen todas más o de punta aguda, pero no
menos a una misma altura. 1 2 punzantes, de color verde
Resto de especies: fustes claro; al frotarlas despi-
principales únicos (más a den un olor algo fuerte
menudo múltiples en el P. (recuerda a la cebolla). P.
resinero y el P. carrasco), resinero: más largas que
con ramas principales en otros pinos (10-25 cm),
ascendentes u horizonta- y también más gruesas y
les (pero pocas caídas), rígidas, siendo incluso
más bien poco gruesas y algo punzantes; son de
escasas, incluso en ejem- 3 DN 4 color verde oscuro. P. sil-
plares añosos (a medida Cortezas: vestre: de 3-8 cm (por tan-
que crecen las más bajas 1) P. piñonero
to, bastante más cortas
se quiebran de manera que en el resto de espe-
2) P. resinero cies), son de color verde
natural). Corteza P. pi- Ramillos de hojas de P. piño-
nero, P. carrasco y P. laricio
ñonero: muy gruesa, con 3) P. silvestre mate, pero con un matiz (de arriba abajo)
espejuelos grises o algo 4) P. carrasco gris azulado debido a una
plateados, y con profun- 5) P. laricio
fina capa pruinosa; son
5 más bien rígidas sin lle-
das grietas oscuras; se AM

14
gar a ser punzantes; a me- escamas muy punzantes, a ta para confirmarlo el
nudo están algo retorci- veces se unen a la rama recoger del suelo sus
das sobre su eje longitu- mediante un pedúnculo, inconfundibles acículas
dinal. P. carrasco: las más aunque siempre es muy envainadas por la base
claras, finas y flexibles, de corto; son de color ma- (por pares, en la mayoría
6-11 cm. P. laricio: de lon- rrón, bastante brillantes y de los casos).
gitud muy variable (10-20 resinosas cuando están
cm), bastante rígidas (casi maduras (tras dos años), ECOLOGÍA
punzantes) y de color ver- liberando entonces los
piñones, de alas muy lar-
Distribución nativa
de intenso. Inflores- Todas son típicamente
gas; ya secas las piñas
cencias Similares en suelen persistir algunos
Europeas, si bien el P.
todas las especies. Las piñonero y el P. carrasco
años en las ramas antes
masculinas de 1-2 cm, son más circunmedite-
de caer. P. silvestre: pe-
crecen muy agrupadas en rráneos, y el P. silvestre
queñas (4-8 cm de long.),
amplía mucho su área de
con escamas pardo amari-
distribución por Asia
llentas y mates, con un
pequeño pico central en septentrional. Desarro-
cada una; una vez madu- llo y Preferencias
ras (tras dos años), libe- Ambientales Los de
ran los pequeños piñones preferencias más típica-
alados, y pueden persistir mente mediterráneas
algunos años en las ramas (sequía estival, estacio-
antes de caer. P. carrasco: nalidad moderada, sue-
bastante alargadas, de 6- los pobres) son el P. pi-
10 cm, y a diferencia del ñonero, el P. carrasco y,
resto de especies se unen en menor medida, tam-
a la rama mediante un bién el P. resinero; por su
breve pedúnculo (no parte, el P. silvestre y el
siempre muy visible) y P. laricio crecen mejor en
casi nunca crecen orienta- climas más continentales
GD
das hacia el exterior de la y montanos, con mayor
copa, sino hacia el tronco; frío y humedad. Varie-
Inflorescencias masculinas
P. laricio: de 4-8 cm y to- dades De las especies
nos ocres, cuando se ibéricas, el P. laricio es la
el extremo de las ramillas abren se quedan con la
en grandes racimos que que más subespecies y
base muy aplanada, y variedades presenta, con
liberan enormes cantida- caen del árbol al año si-
des de polen (en primave- distintos tamaños y colo-
guiente de madurar. ración de las hojas.
ra siempre se forman
grandes nubes amarillas,
Confusiones con
donde abundan los pi- otras especies Aparte
nos); las femeninas apare- de la dificultad que pueda
cen en menor número, de entrañar distinguirlos en-
color verde purpúreo. tre ellos, los pinos no se
Piñas P. piñonero: ini- parecen a ninguna espe-
cialmente muy verdes y cie de otro género, y bas-
alargadas, pero una vez
maduras (a los tres años), Piñas de P. carrasco, P. silvestre,
P. resinero y P. piñonero (de
son esféricas u ovoides y arriba abajo)
grandes (8-15 cm de
long.), con escamas muy
anchas y bastante planas
(no pinchan nada al apre-
tarlas con la mano); son
de color marrón rojizo,
bastante brillantes y resi-
nosas, liberando entonces
los conocidos piñones de
mesa, sin alas (en reali-
dad inicialmente sí las
tienen, pero muy peque-
ñas y frágiles, las pierden
rápidamente). P. resinero:
cónicas y muy grandes,
de 10-20 cm de long., con
15
en Guadarrama...
La larguísima alineación de P. piñone-
ros en la carretera a Los Molinos, en-
tre las urbanizaciones Prado San Juan
y Guadarrama

ABUNDANCIA áreas verdes (aún poco


manejadas para ser par-
Los 554 pinos registrados ques propiamente dichos)
suponen el 4,4% de todos de Las Villas de Guada-
los árboles del inventario, rrama y Las cabezuelas.
y sitúan a este género co- En ninguno de estos casos
mo el sexto más abundan- los ejemplares tienen aún
te de Guadarrama. una talla muy destacable.
La mayoría de ellos, como Aparte de estas agrupa-
siempre suele ocurrir en ciones, también es muy
los medios urbanos, son P. reseñable la larga alinea-
piñoneros (390 ejempla- La mayoría de estos ejem- viario público, porque en
ción de paseo que discu-
res). Aunque esta especie plares de gran talla son P. el privado no se ha exami-
rre entre la calle del Pra-
forma parte del paisaje piñoneros, pero también nado), conviene mantener
do de la Iglesia y la carre-
más estrictamente medité- es posible encontrar en siempre cierto control
tera de Los Molinos/M-
rráneo, y no tanto de las estas mismas urbanizacio- ante este insecto, ya que
614, junto a la urbaniza-
montañas del interior pe- nes algún caso destacable puede ocasionar gravísi-
ción Prado San Juan. Ade-
ninsular (también el P. de más de 15 m de las mas lesiones a perros y
más de tener una madurez
carrasco, pero que no ha otras cuatro especies. gatos domésticos.
media ya bastante signifi-
llegado a la veintena de cativa, ornamentalmente La mariposa procesionaria
ejemplares en Guadarra- son bastante interesantes, (Thaumetopoea pityocam-
ma), es perfectamente en la medida en que sir- pa), principal plaga de
capaz de adaptarse a los ven de “entrada verde” a este género (pues afecta a
rigores invernales serra- todos aquellos visitantes todas las especies más o
nos, por lo que con su ele- que accedan a la ciudad menos por igual, e incluso
gante y característico por- por esta vía. a algunas otras como los
te globoso es la especie cedros), es muy reconoci-
de pino ornamental por Dentro de los jardines de
ble por los sedosos bolso-
excelencia en casi todas las urbanizaciones no es
nes blancos que cobijan a
las ciudades de la región. una especie muy abun-
sus orugas durante el in-
dante, con la notable ex-
No obstante, las tres espe- vierno, y que abandonan
cepción de Ibersierra,
cies más características en primavera en una or-
que además de acoger a
de esta zona de la sierra, denada fila. Aunque rara-
varias decenas de ellos,
P. resinero, P. silvestre y P. mente puede acabar con
cuenta con algunos de los
laricio, todas ellas presen- un árbol adulto, y en Gua-
ejemplares más grandes
tes, sin ir más lejos, en el darrama no ha resultado
del municipio.
Monte de La Jarosa, tam- ser muy abundante (al
bién pueden encontrarse EJ. DESTACADOS menos en el arbolado del
en distintos puntos del
Un buen porcentaje de Algunos de los enormes ejemplares de P. piñonero de la urbaniza-
viario, aunque mucho más
pinos superan sobrada- ción Ibersierra, vistos desde la calle San Roque
escasamente.
mente los 10 metros, y
DISTRIBUCIÓN varios de ellos son ya ver-
daderamente enormes
A pesar de su abundancia, para un contexto urbano,
los pinos de Guadarrama rondando los 20 m de al-
no se hallan demasiado tura y más de 50 cm de
bien repartidos por todo diámetro troncal. Como
el municipio, sino que ya se ha dicho, estos
aparecen muy agregados ejemplares se localizan
en algunos pocos puntos, sobre todo en la urbaniza-
plantados en forma de ción Ibersierra (alguno de
rodal más o menos mono- ellos inquietantemente
específico: en el parque inclinado), pero también
de Los Builes, en el solar hay otros más aislados en
frente al Polideportivo Monteleón, Prado San
Municipal, o en sendas Juan o El Peñón.
16
Un notable P. carrasco
de la urbanización
Guadarrama

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

17
CONÍFERAS Fam. TAXODIÁCEAS

SECUOYA GIGANTE
Sequoiadnro gintm

A esta especie pertenecen algunos de los árboles más altos (hasta 100 m) y longevos (3.500 años) del
planeta. Se piensa que el nombre de un jefe indio cheroqui llamado Secuoyah fue elegido por un
botánico para poner paz en la patriotera disputa que mantenían ingleses y americanos por llamarla
Wellingtonia y Washingtonia, respectivamente.

Características
IDENTIFICACIÓN nos rojizos, es muy gruesa las ramillas, y tras dos los pocos seres vivos
y agrietada, pero espon- años de maduración y literalmente milenarios.
Porte En condiciones josa, desprendiéndose liberar las semillas, pue- No obstante, mientras es
naturales, con sus 100 m fácilmente en largas tiras den persistir sobre el ár- joven crece bastante
de altura, es una de las fibrosas. Ramillas Finas bol durante varios años rápidamente. Requiere
especies más altas del y algo recurvadas, cubier- más. Confusiones con ambientes húmedos y
planeta. De joven siempre frescos, tolerando las
tas completamente por las otras especies Las pe-
presenta aspecto de cono, heladas pero no las se-
hojas. Hojas Muy peque- culiares hojas aleznadas
con ramaje muy denso y quías. Las raíces se ex-
ñas (0,5-1 cm de long.) y
algo caído (las ramas más tienden en un radio
puntiagudas, en forma de
bajas pueden descansar enorme para cubrir sus
lezna (cada vez más agu-
en el suelo); pero a medi- demandas hídricas, aun-
das desde la base hacia la
da que madura la copa va que no muy profunda-
punta, que acaba muy
tomando una forma mu- mente. Variedades No
agudamente), dispuestas
cho más irregular, per- se dan otras formas dife-
diendo progresivamente rentes de la típica.
las ramas inferiores.
Tronco y ramas prin-
cipales Fuste principal
(a veces doble), muy
grueso y extremadamente
derecho, que con la edad
incrementa mucho su diá-
metro sobre todo en la
base, confiriéndole un
característico aspecto
(como aflautado, se suele OT

decir). Las ramas princi- Frutos


pales nunca se desarro-
llan en mucha longitud, y sólo las presentan pareci-
en árboles centenarios das otras especies de gé-
son además relativamente neros ornamentales muy
pocas para un árbol tan Ramillas y hojas poco comunes (cedro ja-
enorme. Corteza De to- apretadamente alrededor ponés Cryptomeria sp;
de las ramillas, pero con pino de pisos Araucaria
la punta libre; son de co- sp). Si a esto le añadimos
lor verde oscuro y des- las enormes dimensiones
prenden un olor algo que tienen los ejemplares
anisado al frotarlas. In- de secuoya incluso con
florescencias Peque- sólo unas decenas de
ñas (0,5-1 cm) y amarillas, años, resulta muy difícil
situadas al final de las ra- confundirla.
millas. Piñas Solitarias, ECOLOGÍA
colgantes (con un corto
pedúnculo) y llamativa- Distribución nativa
mente pequeñas (3-6 cm), De forma natural ocupa
con 15-20 escamas leño- sólo unos pocos valles
sas con una pequeña pun- californianos. Desarro- MV

ta caediza en su centro. Se llo y Preferencias Secuoyas monumentales en


Corteza forman en el extremo de California
Ambientales Uno de
18
en Guadarrama...
Las dos secuoyas que crecen
entre c/Dr. Federico Rubio y
paseo de La Alameda

ABUNDANCIA decurrens). alto, y 70 y 90 cm de diá-


metro troncal (lo que para
Especie poco común, de EJ. DESTACADOS su especie es aún poca
la que sólo existen un par cosa), y no se aprecia nin-
Por su ubicación resultan
de ejemplares en el viario guna lesión evidente, si
de gran atractivo visual
público (si bien se pue- bien las hojas de algunas
cuando se accede al cen-
den observar unos pocos de sus ramas parecen par-
tro del pueblo por una de
más en los jardines de cialmente secas. Aunque
sus entradas principales,
algunos chalets privados, el proceso de crecimiento
tanto para los vehículos
no considerados en este conlleva la progresiva
que descienden desde el
inventario). pérdida de las ramas infe-
Puerto del León, como
DISTRIBUCIÓN para los viandantes resi- riores, conviene tener en
dentes en los barrios y cuenta si en este caso se
Ambas están muy juntas urbanizaciones de esa pudiera estar dando cier-
en un par de pequeños zona. Además, el que se to estrés hídrico, particu-
parches de césped, en la hallen muy cercanas del larmente debido al eleva-
confluencia entre las ca- aparcamiento público de do porcentaje de terreno
lles Dr. Federico Rubio y la calle La Sierra, también asfaltado (y por tanto im-
Paseo de la Alameda (en facilita su disfrute por visi- permeable) de su empla-
uno de los cuales también tantes más ocasionales . zamiento.
crece un bonito ejemplar
de libocedro Calocedrus Miden unos 10 y 14 m de

19
CONÍFERAS Fam. TAXODIÁCEAS

CIPRÉS DE PANTANO
Taxodium dstchum

Una especie singular dentro de cualquier inventario botánico, pues, a diferencia de la inmensa mayoría
de las coníferas, pierde todas sus hojas durante el otoño. Dentro del estanque del Palacio de Cristal del
madrileño Parque del Retiro crecen varios conocísimos ejemplares.

Características
IDENTIFICACIÓN mando como ramillos que de hojas decíduas y piñas
aparentan estar muy se- pequeñas, pero que pre-
Porte Puede llegar a al- parados entre sí. Hojas senta las acículas agrupa-
canzar los 30 m de altura. das en pequeños ramille-
Tienen la particularidad,
De joven presenta aspec- tes (como los cedros Ce-
entre las coníferas, de ser
to de cono, con ramaje drus sp.).
caducas. Son lineares, de
algo laxo y ligero; pero a
1-2 cm de long, se dispo-
medida que madura y
nen en un solo plano a ECOLOGÍA
ensancha, va formando
cada lado de las ramillas. Distribución nativa
una copa cilíndrica y den-
Son de color verde claro Procede del sureste de
sa (aunque siempre man-
por el haz, algo más páli- Norteamérica Desarro-
tiene un aire algo plumo-
das por el envés, flexi-
so). Tronco y ramas llo y Preferencias
bles y de punta aguda
principales El tronco (pero no punzante). Con Ambientales Crece
es muy derecho, siendo la llegada del otoño to- rápidamente sólo al prin-
muy característico el que man una bonita colora- cipio, y llega a ser enor-
esté visiblemente ensan- ción roja o anaranjada memente longevo (uno
chado en la base, como de los árboles más viejos
antes de caer. Inflores-
con forma de flauta. Las de EE.UU. pertenece a
cencias Es una especie esta especie). Como indi-
ramas principales, aun-
monoica. Las inflorescen- ca su nombre su hábitat
que fuertes y pesadas,
cias brotan en primavera natural son los entornos
siempre parecen llamati-
antes que las hojas, y ribereños y lacustres con
vamente finas en relación
aunque son pequeñas su muchísima humedad,
al grosor troncal. Corte- abundancia hace doblar-
za Delgada, lisa y de to- siendo capaz de prospe-
se a las ramillas donde se rar incluso dentro del
nos castaño anaranjados, agrupan. Las masculinas fango (emitiendo enton-
se desprende en muchas son púrpuras al madurar, ces unas peculiares raí-
tiras y placas delgadas. mientras que las femeni- ces aéreas). No obstante,
nas son verdosas. Piñas en realidad crece bien en
Leñosas y más o menos terrenos más drenados, Hojas en primavera y otoño
esféricas, de unos 2-3 cm, por lo que no es inapro-
están formadas por 20-30 piada para jardines urba-
escamas dispuestas heli- nos con riego regular.
coidalmente. Cuando Variedades Dentro de
están maduras, al año de la escasez general de la
formarse, se deshacen especie como ornamen-
para liberar las semillas. tal, se comercializa una
Confusiones con variedad de ramillas pén-
otras especies Durante dulas y hojas muy adpre-
la primavera, las hojas en sas (Taxodium distichum
sendas hileras aplanadas imbricatum).
y las pequeñas piñas (aún
Corteza verdes, pero reconoci-
bles como tales) lo hacen
Ramillas Verdes, tam- bastante inconfundible.
bién son caducas como Durante la otoñada y a
las hojas. Brotan alternas, cierta distancia puede
y se desarrollan bastante confundirse con un alerce
horizontalmente, for- (Larix sp.), otra conífera Piñas inmaduras
20
en Guadarrama...
La colorida estacionalidad de
los Cipreses de pantano de la
urbanización Guadarrama

ABUNDANCIA de su talla (12-14 m de que a esta especie no so-


altura, en promedio). porta bien ni los suelos
Especie poco común, de muy secos, ni las podas
la que sólo se han inventa- Su abierto y plumoso por-
agresivas.
riado 21 ejemplares. te de chapitel y el bonito
color bermellón de su Se ha incluido en el mapa
DISTRIBUCIÓN otoñada, que deja una la ubicación del alerce del
Todos ellos se hallan plan- espectacular alfombra de Japón (Larix kaempferi)
tados en apenas un par de hojas en el suelo, lo con- encontrado en este traba-
calles de la urbanización vierten en una especie jo, por su relativa afinidad
Guadarrama, con la ex- muy interesante ornamen- ecológica con los cipreses
cepción de un aislado y talmente, y muy relevante de pantano (al tratarse
aún joven ejemplar que en el conjunto del inventa- también de una conífera
crece en mitad de la urba- rio municipal, aunque hay de hojas caducas, aunque
nización Jarosa I. que lamentar que sólo sea ambas de familias distin-
disfrutable por aquellos tas), su singularidad en el
EJ. DESTACADOS residentes y visitantes de inventario (es el único
una urbanización en parti- ejemplar), y la coinciden-
La mayoría de ellos fueron cular. cia de estar en esa misma
plantados a la vez, como urbanización (lo que per-
evidencian la geometría No se aprecia ninguna
mite compararlos).
con que se disponen en lesión evidente, si bien
conjunto y la uniformidad debe tenerse en cuenta

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

21
CONÍFERAS Fam. CUPRESÁCEAS

LIBOCEDRO (O CEDRO BLANCO DE INCIENSO)


Calocedrus erns

Una especie cada vez más común en jardines y avenidas, muy confundida con las secuoyas por su
aspecto general, y con los cedros por su nombre, si bien no guarda un parentesco demasiado cercano
con ninguno de ellos. Su corteza despide un agradable aroma que le vale uno de sus nombres comunes.

Características
IDENTIFICACIÓN están formadas por 3 pa-
res de escamas, las exter-
Porte Árbol que en con- nas comparativamente
diciones óptimas supera muy pequeñas, las inter-
los 45 m, con una copa de medias con unos piquillos
forma persistentemente puntiagudos en sus extre-
cónica durante toda su mos, y las más internas
vida, pero que aunque soldadas entre sí confor-
comienza siendo muy mando un especie de ta-
densa, se aclara mucho bique en el que se apoyan
con la edad. Tronco y las semillas. Como regla
ramas principales nemotécnica, recuerdan
Tronco muy derecho y un pequeño tulipán. Ini-
ramas cortas y predomi- Detalle de las hojas de un cialmente son de color
nantemente ascendentes. ejemplar semidorado verde claro y brillante,
Corteza De color ma- luego amarillean, y final-
filas y mucho más largas mente, ya maduras y leño-
rrón rojizo, escamosa en
que anchas, rasgo muy sas toman un bonito tono
árboles jóvenes, pero lue-
diagnóstico de la especie marrón claro. Confusio-
(junto con las piñas), y
nes con otras espe-
adpresas a las ramillas,
salvo en el ápice donde se cies Pueden confundirse
levantan ligeramente con con otras coníferas de
el comienzo de las si- ramillos aplanados, como
guientes cuatro hojas. Al con las tuyas (Thuja sp.) o
frotarse desprenden un con los falsos cipreses
olor que recuerda al be- (Chamaecyparis sp.), pero
las piñas, a menudo muy
tún. Inflorescencias
abundantes, sirven para
Primaverales, cada árbol
distinguir fácilmente a
todos estos grupos entre
sí.

ECOLOGÍA
Distribución nativa
Corteza de ejemplar adulto Procede de las montañas
al oeste de Norteamérica.
go muy fibrosa, formando Desarrollo y Prefe-
grietas y largas tiras lon- rencias Ambientales
gitudinales exfoliables. Inicialmente muy rápido,
Ramillas Más bien col- pudiendo alcanzar los 400
gantes, y dispuestas en años. Bastante resistente
planos muy marcados tanto a las heladas fuertes
(como en dos únicas di- como a cierta sequedad,
mensiones, o en abanico, Piñas en distinto grado de ma- crece mejor cuanto más
se suele decir), inicial- durez típicamente montano es el
Inflorescencias masculinas y
mente de color verde os- femeninas clima. Variedades Son
curo, pero ocres con la numerosas y de un llama- bastante frecuentes los
edad. Hojas Escamifor- las tiene de ambos sexos, tivo tono amarillo. Piñas ejemplares variegados, o
mes, de color verde mate; pero en ramas diferentes. Alargadas, de 2-3 cm de incluso completamente
dispuestas en cuatro Las masculinas son muy long., y muy peculiares: dorados.
22
en Guadarrama...
El bonito conjunto de grandes coníferas de c/
Alfonso Senra con paseo de La Alameda, de
las que uno es un Libocedro (el de la izda.)

ABUNDANCIA San Juan).

Una especie rara en Gua- Algo más céntricos y ac-


darrama, pues únicamen- cesibles son el de la Urba-
te se han contabilizado 16 nización Jarosa I (muy vi-
ejemplares de esta pecu- sible desde la calle Doc-
liar conífera. No obstante, tor Flemming), o el de la
dentro de algunos jardi- confluencia de la calle
nes particulares (no consi- Alfonso Senra y el Paseo
derados en este inventa- de La Alameda.
rio) también crecen varios En los jardines de la Bi- venes, no superando los 2 La Llama.
ejemplares. blioteca Municipal hay m (alguno de ellos, inclu-
tres ejemplares aún muy No obstante, el ejemplar
DISTRIBUCIÓN jóvenes, pero ya bastante
so se halla plantado en
más destacado en cuanto
maceta). Pero a poco que
Al ser tan escasos, no se llamativos por ser de una a su vistosidad y accesibi-
se le dé oportunidad, esta
hallan muy bien reparti- variedad semidorada. lidad pública es el que, de
especie rápidamente pue-
dos y los ubicados en jar- algún modo, sirve de
EJ. DESTACADOS de pasar a formar parte
dines internos de urbani- bienvenida para quien
del grupo de árboles más
zaciones sólo pueden ser De momento, sólo seis acceda a Guadarrama
altos del municipio. Los
apreciados con facilidad ejemplares superaron los viniendo desde el Puerto
de mayor talla se encuen-
por sus respectivos resi- 10 m de altura, y seis son del León: un bonito ejem-
tran en las urbanizaciones
dentes (La Llama y Prado aún extremadamente jó- plar de alrededor de 10 m
Prado San Juan, Jarosa I y
y que acompaña muy dig-
namente a las dos únicas
secuoyas gigantes del
municipio.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

23
CONÍFERAS Fam. CUPRESÁCEAS

FALSOS CIPRESES: DE LAWSON y DE LEYLAND


Chamecyparis lawoniaa y Cucyparis x ladi

Dos especies confundidas muy frecuentemente con los cipreses propiamente dichos, con los que están
cercanamente emparentadas. De hecho, el Falso Ciprés de Leyland es un extraño caso de hibridación
intergenérica, resultante del cruzamiento entre Cupressus y Chamaecyparis.

Características
IDENTIFICACIÓN de Lawson), presentan especies, porque son fre- rrollo y Preferencias
largas fisuras y crestas cuentes los ejemplares Ambientales En condi-
Porte En condiciones longitudinales entrecruza- estériles. Piñas Son la ciones naturales, el F. c.
adecuadas el F. c. de Law- das, que parece que se manera más sencilla de de Lawson crece en valles
son puede llegar a ser van desprendiendo en distinguir a ambas espe- frescos premontanos. Del
enorme, de más de 30 m lascas (aunque realmente cies, francamente pareci- F. c. de Leyland se han
de altura; el F. c. de Ley- esto no ocurre fácilmen- das en el resto de sus ras- obtenido variedades ade-
land no es normal que te). Ramillas En ambas gos: más o menos esféri- cuadas para casi cada
pase de 15 m. Ambas es- especies son muy nume- cas y con 8 escamas leño- tipo de condiciones am-
pecies son muy densa- rosas y ascendentes sas en ambos casos, pero
mente columnares, sobre bientales. Variedades
(aunque abundan las va- mientras que en el F. c. de Se comercializa un varie-
todo mientras son jóve- riedades péndulas). En el Lawson son muy peque-
nes, ensanchando por la dad abrumadora de tipos
F. c. de Lawson se dispo- ñas, de apenas 1 cm distintos de ambas espe-
base con la madurez para nen bastante más clara- (parecen guisantes) y
tomar una forma cónica. cies, en función de la talla
mente en un solo plano muy oscuras, en el F. c. de que deben alcanzan, la
En el F. c. de Lawson es que en el F. c. de Leyland, Leyland miden hasta 3 cm
bastante frecuente que la rigidez del ramaje, el
donde este rasgo solo se y cada escama presenta color y brillo de las hojas,
punta de la copa caiga marca al final del ramillo. una prominencia central
ligeramente a un lado, etc.
Hojas Opuestas y esca- muy característicamente
como medio partida. coloreada de color gris o
mosas, de punta aguda y
Tronco y ramas prin- adpresas a las ramillas en verde claro. Confusio-
cipales Troncos muy ambas especies, son dimi- nes con otras espe-
derechos, a menudo bifur- nutas en los ramilletes cies Los cipreses verda-
cados (aunque raramente jóvenes (2-3 mm), pero deros (Cupressus sp.) son
se aprecie tras el espeso algo mayores en las ramas los candidatos principales
follaje), con ramas sur- antiguas (hasta 2 cm). a confundir, pero no tie-
giendo muy densamente Existen muchas varieda- nen las ramillas en planos
en toda su altura, desde la des de color, pero nor- paralelos, y las piñas son
misma base. Corteza malmente son más bien mucho mayores. En cam-
Muy semejante en ambas verde oscuro. Al frotarlas, bio, las tuyas (Thuja sp.) sí
especies: gris o pardo en el F. c. de Lawson hue- que presentan estos ra-
oscuro (a veces con tintes len algo acres (como a mos aplanados, pero tie-
algo más rojizos en el F. c. perejil), menos intensa- nen piñas bastante dife-
mente en el F. c de Ley- rentes, con escamas que
land. Inflorescencias al abrirse quedan sujetas
Son especies monoicas. todas en un extremo de su
Las inflorescencias se base (mientras que en los
abren en invierno (quizás falsos cipreses quedan
algo más tarde en el F. c unidas en un punto cen-
de Lawson). Las masculi- tral, más radialmente).
nas, al madurar, son rojas
o violáceas en el F. c. de ECOLOGÍA
Lawson y amarillas en el F.
c. de Leyland, mientras
Distribución nativa El
F. c. de Lawson procede
que las femeninas son
del oeste de EE.UU. El F.
verdosas o blanquecinas
c. de Leyland es un extra-
en ambos casos. Pero,
ño híbrido intergenérico Ramillos de hojas y piñas de
este no suele ser un rasgo F. C. de Lawson (arriba) y F.
surgido en 1888 en unos
tan bueno como parece C. de Leyland (abajo)
Corteza de F. c. de Lawson para diferenciar a las dos jardines galeses. Desa-

24
en Guadarrama...
El F. c. de Lawson a la entrada del
Centro Cultural ‘La Torre’ (arriba), y
el enorme F. c. de Leyland de Par-
que PYR (abajo)

ABUNDANCIA arizónicas (Cupressus ari- EJ. DESTACADOS


zonica)
Se han contabilizado alre- La mayoría son ejempla-
dedor de medio centenar DISTRIBUCIÓN res bastante jóvenes, pues
de falsos cipreses, equi- todos juntos promedian
Dentro de su escasez, hay
rrepartidos entre los dos unos 6 metros de altura (y
que reconocer que se
géneros considerados, si la cuarta parte de ellos ni
pueden encontrar ejem-
bien algunos ejemplares siquiera alcanza los 5 me-
plares en bastantes y, so-
no pudieron identificarse tros).
bre todo, muy distantes
en el momento de realizar
puntos de la ciudad. Pero dos de los falsos ci-
el inventario (en ausencia
preses registrados desta-
de piñas, ambas especies No obstante, el parque de
can notablemente frente a
pueden llegar a ser muy Los Builes acumula la ma-
los demás. Uno de ellos se
semejantes). yor concentración con 15
localiza en la urbanización
pies, de F. c. de Leyland,
Además de los del viario Parque PYR: muy proba-
concretamente. Por su
público, esta especie tam- blemente se trate de un
parte, el F. c. de Lawson
bién se la puede observar gigantesco F. c. de Ley-
puede encontrarse más o
en el interior de algunos land (aunque su identifica-
menos agrupado en los
jardines particulares, bien ción ofreció alguna duda
arriates de la calle San
aisladamente o formando por no tener piñas en su
Macario o en la urbaniza-
parte de setos separado- momento), que ronda los
ción La Llama.
res (de manera equivalen- 20 m de altura y unos 100
te a las más extendidas cm de diámetro troncal.

El otro es un F. c. de Law-
son de unos 16-18 m y casi
50 cm de diámetro tron-
cal, en la urbanización
Guadamolinos.
Respecto a los mejor ubi-
cados en términos de visi-
bilidad pública, sin duda
hay que citar al bonito
ejemplar que crece a la
entrada del Centro Cultu-
ral ‘La Torre’, un F. c. de
Lawson, así como a los dos
que, de momento en ma-
cetas, crecen a las puertas
de la Biblioteca Municipal
(F. c. de Leyland).

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

25
CONÍFERAS Fam. CUPRESÁCEAS

CIPRESES: COMÚN, DE ARIZONA, DE MONTERREY y DE MÉXICO


Cupress smvirns, C. azoic, C. arcap y C. litaic

Asociado a multitud de símbolos y leyendas, la inconfundible silueta del ciprés común acompaña al
hombre desde tiempos bíblicos, en gran parte debido a su casi indestructible madera y su proverbial
longevidad. Por su parte, el ciprés de Arizona, aunque muy popular como seto separador arbustivo,
puede alcanzar grandes dimensiones cuando se le permite un pleno desarrollo.

Características
IDENTIFICACIÓN bitual observar exudacio-
nes de resina. Ramillas
Porte Todos pueden al- C. común, C. de Monterrey
canzar holgadamente los y C. de México: muy finas,
20 metros de altura sin de color verde oscuro
demasiados problemas, si mate; tienen una sección
bien son muy frecuentes más o menos cuadrangu-
los portes semiarbustivos, lar (en el C. de México
incluso de manera natural tienden a ser algo más
(aunque en la mayoría de péndulas en su extremo
los casos urbanos sean que en el resto de congé-
forzados mediante podas neres). C. de Arizona: de
continuas). C. común: en color pardo rojizo, nudo-
su variedad más habitual sas y ásperas. Hojas En
Detalle del ramaje de C. común
tiene una copa inconfundi- todas las especies son Corteza de C. común
blemente columnar, muy principales erguidas u opuestas, escamiformes,
ahusada y bastante densa, horizontales (según la imbricadas entre sí y muy
aunque más discretamen- especie y variedad, pero fuertemente adpresas a
te también se plantan en todo caso casi nunca las ramillas. C. común: de
otras formas con la copa hacia abajo), que pueden color verde mate muy
más globosa, e incluso surgir casi desde la base, sombrío; son muy peque-
muy abierta y retorcida. sobre todo en ejemplares ñas y romas (menos de 1
C. de Arizona: con una jóvenes. Corteza Muy cm); las glándulas resino-
copa más o menos cónica, semejante en el C. común, sas características de la
que aunque inicialmente el C. de Monterrey y el C. familia, en él faltan o son
es densísima, con la edad de México: de color gris muy poco destacadas, por
se va aclarando y desor- oscuro, fina y muy fibrosa, lo que al frotarse las hojas
denando muy notable- con largas hendiduras despiden un olor menos
mente. C. de Monterrey: verticales a modo de he- intenso que en otras espe-
mientras es joven tiene bras, pero que no se des- cies emparentadas. C. de
una forma como de tonel, prenden fácilmente en Arizona: muy adpresas,
con un tronco muy corto absoluto. En el C. de Ari- salvo en el ápice, agudo y
del que surgen multitud zona, en cambio, es muy saliente; son de color ver-
de ramas muy verticales distinta: se desprende en de oscuro, pero aparentan
que le dan una apariencia delgadas placas y láminas ser gris azuladas debido a
algo erizada, y que man- papiráceas más o menos una fina película cérea y
tiene incluso de adulto. C. poligonales y de distintas la presencia de una pe-
de México: similar a un coloraciones, resultando queña glándula, liberando
ciprés común ancho y un llamativo mosaico de un intenso olor a resina
desgarbado, con el extre- tonos ocres, verdes y gri- cuando se frotan. C. de
mo de las ramillas jóvenes ses; no obstante, en fun- Monterrey: tan pequeñas y
algo caídas. Tronco y ción de este grado de ex- romas como el C. común,
ramas principales foliación (dependiente de pero algo más gruesas
Muy semejantes, todos, la edad y variedades de sobre todo en la punta de
con troncos muy derechos cultivo), las cortezas que las ramillas; a menudo de
y cilíndricos, a menudo de se pueden observar son tonalidades más claras
doble fuste (aunque esto variadísimas, desde las (de hecho, son muy fre-
no siempre sea evidente muy lisas, hasta las extre- cuentes los ejemplares
tras el denso ramaje, es- madamente ásperas y dorados) y al frotarlas
pecialmente en pies jóve- fibrosas. En todas las es- desprenden un intenso y Diferentes tipos de corteza de
nes), con muchas ramas pecies de cipreses es ha- agradable olor a cítricos. C. de Arizona
26
son monoicas, con pe- Arizona: más esféricas, de tienen los cipreses ver-
queños conos masculi- 2-3 cm, con 8-10 escamas, daderos. Otras cupre-
nos amarillos cuando de superficie algo rugosa sáceas se distinguen
están maduros, y otros y cada una con un peque- inmediatamente por
femeninos y de tonos ño pico central; inicial- tener gálbulos muy
más verdosos. Su polen mente son blanco- diferentes.
tiene bastante potencial azuladas, pero pasan a ser
alergénico, con la parti- verde-grisáceas una vez ECOLOGÍA
cularidad de que pueden maduran (tras dos años); Distribución nati-
comenzar a afectar en tras liberar las semillas
va El C. común se cree
pleno invierno. Piñas pueden persistir secas
que originariamente
Técnicamente se las de- durante muchísimo tiem-
debió de surgir en las
nomina gálbulos, y en po en el árbol. C. de Mon-
costas del Mediterrá-
terrey: ovoides, de 3-4
neo oriental, aunque se
cm, con 8-12 escamas de
le ha cultivado por toda
color pardo rojizo que
Europa desde hace
pasa a gris al madurar, y
miles de años. Los
sólo son ligeramente pro-
otros tres, proceden de
minentes en su centro,
las regiones norteame-
sobre todo mientras se
ricanas que indican sus
están formando. C. de Mé-
nombres comunes.
xico: esféricas y peque-
ñas, de 1-2 cm, con sólo 6- Desarrollo y Prefe-
8 escamas que antes de rencias Ambienta-
madurar son de color azul les Casi todos los ci-
claro o verde mar, pero preses son coníferas
Inflorescencias masculinas luego pasan a pardas, ultrarresistentes a con-
todas las especies son cada una con una promi- diciones muy limitantes
leñosas y más o menos nencia central bastante para otros árboles, ca-
esféricas, pero pueden patente. Confusiones paces de prosperar en
distinguirse en base a con otras especies hábitas con marcados
algunos rasgos particula- Aparte de entre ellos mis- extremos térmicos,
res. C. común: algo ovoi- mos, los ejemplares de sequías persistentes y
des, de 3-4 cm, inicial- este género sólo pueden suelos muy pobres en
mente son verdes, pero confundirse con el falso nutrientes. Varieda-
al madurar se vuelven ciprés de Leyland des Siendo uno de los
pardo grisáceas y muy (Cuprocyparis leylandii; géneros ornamentales
lustrosas; están formadas que de hecho es un híbri- más apreciados, por lo
por 8-14 escamas poligo- do procedente del C. de que los viveristas co-
nales, planas o algo Monterrey), pero los ra- mercializan multitud de
abombadas; aunque ma- mos jóvenes de esta espe- variedades de cada
duran en un par de años, cie tienden a orientarse una de las especies,
pueden permanecer du- en planos paralelos que le según el grado de
rante muchos más en las confieren una apariencia desarrollo que se pre-
ramas, sin abrirse. C. de “geométrica” que nunca fiere o su coloración.

Ramillos con hojas y piñas de


C. común, C. de Arizona, C.
de Monterrey y C. de México
(de arriba abajo)

C. de México: verdes o
algo blanquecinas, al
frotarlas también huelen
agradablemente a cítri-
cos. Inflorescencias
Surgen entre febrero y
abril. Todas las especies
27
en Guadarrama...
El grupo de grandes cipreses del paseo
Molino del Rey: dos de Arizona (los de
coloración más azulada) y uno de México
(en el centro, más verde)

ABUNDANCIA varios ejemplares, en


Guadarrama no aparece
Los 378 cipreses registra- de este modo. En cambio
dos suponen el 3% de es muy habitual pegado a
todos los árboles del in- las fachadas laterales de
ventario, y sitúan a este algunos bloques de vi-
género como el octavo viendas o junto a sus por-
más abundante de Guada- tales.
rrama.
EJ. DESTACADOS
Prácticamente el total se
reparte equitativamente Hay poquísimos ejempla-
entre C. común y C. de res objetivamente peque- de acceso y vistosidad Uno de los grandes cipreses de
pública, algunos muy bien la urbanización Prado San Juan
Arizona, que suman 363 ños (sólo el 14% mide
pies, el 96% de todos los menos de 5 metros de emplazados son los ejem-
cipreses (y hay que tener alto), y al menos una vein- plares del parque de La
muy en cuenta que este tena superan ya los 15 Iglesia, los de la entrada
inventario no recoge la metros, una altura muy al Polideportivo Municipal
enorme cantidad de pies considerable para casi (que, además, se alejan
de la segunda especie cualquier especie urbana. bastante del porte ahusa-
que se emplean a modo do tan predominante el C.
Todos estos grandes común), o los que dan en-
de setos separadores).
ejemplares se localizan en trada al pueblo viniendo
Las dos especies restantes las urbanizaciones ya cita- desde Villalba, casi al
aparecen en cantidades das, y concretamente un final de la calle Molino del
casi anecdóticas en el via- ejemplar de C. común en Rey.
rio, si bien no son tan ra- Prado San Juan es uno de
ras dentro de los jardines los árboles más altos del En general se encuentran
particulares, sobre todo el municipio, superando en un buen estado de con-
C. de Monterrey, que en muy holgadamente los 20 servación, aunque a va-
su variedad dorada es metros. rios de ellos se les puede
incluso habitual. achacar un ángulo de in-
También varios C. de Ari- clinación mayor del
DISTRIBUCIÓN zona son ya enormes, y deseable por su excesiva
puesto que la visión más cercanía a una fachada, un
A pesar de su abundancia, habitual de estas sufridas
los cipreses de Guadarra- error de emplazamiento
plantas consiste en apre- bastante recurrente sobre
ma no se hallan particular- tados y permanentemente
mente bien repartidos por todo en los C. comunes de
tijereteados setos, de uno variedades columnares.
el municipio, ya que el o dos metros de alto, estos
conjunto de urbanizacio- grandes ejemplares tie-
nes de Prado San Juan, nen el valor de permitir
Guadarrama y La Llama, observar a una especie
acumulan alrededor de la tremendamente familiar
mitad de todos los inven- en un excepcional grado
tariados. de desarrollo (el natural
La siguiente urbanización por otra parte).
en importancia sería Jaro- Entre los escasos ejem- A menudo sólo se relaciona al
sa III, con una treintena de ciprés de Arizona con su forma
plares que han sido iden- (artificialmente) arbustiva
pies, y el resto de ejem- tificados como C. de Mon-
plares aparecen más o terrey y C. de México,
menos azarosamente por además de por su escasez
los distintos barrios del cabe destacar algunos
municipio. también por ser particu-
A pesar de que el C. co- larmente grandes (en las
mún es una especie muy calles Magerit y Molino
frecuentemente plantada del Rey).
en forma de alineación de En términos de facilidad
28
Dos ejemplos de C. de
Arizona joven y maduro
(de izda. a dcha.) de los
muchos que hay en
Guadarrama

REPARTICIÓN POR ALTURAS

999
29
CONÍFERAS Fam. CUPRESÁCEAS

TUYAS: ORIENTAL y OCCIDENTAL


Thuja orientls y T. cdentls

Especies recurrentes en jardinería como pequeño macizo arbustivo, las tuyas son mucho más escasas
como árbol propiamente dicho. La especie oriental era símbolo de paz y recogimiento en extremo
oriente, por lo que era habitual como especie ornamental en templos y cementerios, el equivalente al
ciprés en occidente.

Características
IDENTIFICACIÓN Muy semejante en ambas (raramente pasan de 1
especies: pardo rojizas, cm), y carecen de promi-
Porte En condiciones delgadas y densamente nencias en sus escamas.
adecuadas ambas espe- surcadas de un fino entra- Confusiones con otras
cies pueden sobrepasar mado de grietas y crestas especies Los cipreses
fácilmente los 20 m de que se desprenden en (Cupressus sp.) no tienen las
altura (aunque muy fre- delgadas tiras, pero a pe- ramillas en planos paralelos,
cuentemente son manteni- sar de ello no especial- y las piñas son mucho mayo-
das en forma arbustiva). mente rugosas. Rami- res. En cambio, los falsos
Ambas tienen una copa
llas Dispuestas en planos cipreses (Chamaecyparis
muy cónica y densa du- sp. y Cuprocyparis sp.) sí
verticales muy marcados
rante sus primeros años, que presentan estos ra-
pero que con la edad se mos aplanados, pero tie-
va aclarando mucho, to- nen piñas bastante dife-
mando un porte muy des- rentes, con escamas que
garbado, de copa abierta Ramillos y frutos de T. occiden-
al abrirse quedan sujetas
y muy desordenada (algo tal
todas en un punto central
más globosa y laxa en la (mientras que en las tu-
T. oriental, y más colum- jas Escamiformes, fuerte-
yas quedan sujetas por la
nar y maciza en la T. occi- mente adpresas a las ra-
base). Otra conífera de
dental). Tronco y ra- millas, salvo en su punta,
ramillos aplanados, el
mas principales Tron- muy aguda. Son de color
libocedro (Calocedrus
verde mate de distinta
cos no especialmente de- decurrens), tiene piñas
intensidad según las va-
rechos ni gruesos (o inclu- completamente inconfun-
riedades, pero con la par-
so bastante tortuosos y dibles.
ticularidad de que en in-
delgados si no ha crecido
vierno se tintan de tonos ECOLOGÍA
en condiciones apropia-
broncíneos durante las
das), a menudo bifurca-
semanas más frías. Son Distribución nativa
dos con ramas surgiendo
algo olorosas al frote, pe- La T. oriental procede del
muy en toda su altura des-
ro no tanto como otras centro y este de Asia
de muy abajo del tronco,
especies de la familia. (desde Irán hasta Mongo-
muy verticalmente y bas-
Inflorescencias Prima- lia). La T. occidental es
tante sinuosas. Corteza básicamente canadiense.
verales. Las masculinas
muy pequeñas (menos de Desarrollo y Prefe-
0,5 cm) y amarillentas; las rencias Ambientales
femeninas algo mayores y Ambas especies son muy
verdosas. Piñas Son la resistentes al frío y la se-
manera más sencilla de quedad del aire, pero
distinguir a ambas espe- crecen lentamente, alcan-
cies, francamente pareci- zando largas edades (400
das en el resto de sus ras- años o más). Varieda-
Ramillos y frutos de T. oriental gos: en la T. oriental sue- des Los viveros comer-
en primavera (arriba) e invierno
(abajo) len ser bastante mayores, cializan decenas de va-
de hasta 3 cm, y cada es- riedades, según su porte
(algo menos en la T. occi- cama presenta un apéndi- o la coloración y densi-
dental), sobre todo en los ce muy agudo y recurva- dad del follaje.
ejemplares jóvenes, lo do, como en forma de gar-
HZ
que las hace muy fácil- fio, muy prominente; en
cambio, en la T. occidental
Corteza de árbol muy maduro mente reconocibles. Ho-
las piñas son pequeñas
30
en Guadarrama...
T. oriental de talla ar-
bórea de Parque PYR

ABUNDANCIA multitud de variedades En su forma arbórea, ple-


viveristas. namente desarrollados,
Las tuyas cuentan con 316 no hay muchos pies, como
ejemplares inventariados, DISTRIBUCIÓN ilustra el hecho de que
siendo el tercer género casi la tercera parte de
Aunque es relativamente
de coníferas más abun- todos los registrados no
abundante en las calles
dante, tras los pinos y ci- supere un metro de altura.
del casco central del mu-
preses. De hecho, esta especie es
nicipio, la mayoría se re-
La diferencia en abundan- parten entre aquellas ur- muy frecuentemente en-
cia entre las dos especies banizaciones que dispo- contrada en el viario pú-
consideradas está abru- nen de las áreas ajardina- blico dentro de pequeños
madoramente sesgada das más amplias: Prado maceteros (como en la
hacia la T. oriental (93% San Juan, Guadarrama, La Plaza del Ayuntamiento y árboles, o como meras
vs. 4% de T. occidental, Llama, Jarosa I, II y III, e sus alrededores), en es- orlas acompañantes de
más un pequeño porcen- Ibersierra. trechísimos arriates más otras especies de mayor
taje sin identificar), de la pensados para albergar talla, por lo que es muy
cual se pueden encontrar EJ. DESTACADOS flores de temporada que previsible que estén des-
tinados a mantener su
porte arbustivo.
A pesar de ello, en unos
pocos casos han conse-
guido alcanzar los 10 me-
tros, que se pueden en-
contrar en las urbaniza-
ciones Guadarrama, Jaro-
sa III y La Llama.
Es interesante comparar
el porte algo desgarbado
y de copa muy abierta de
su forma arbórea, con el
de su forma arbustiva, con
su denso y peculiar rama-
je como tableteado verti-
calmente (que en los ár-
boles de porte arbóreo es
más difícil de apreciar).

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

31
CONÍFERAS

OTRAS ESPECIES
OTRAS ESPECIES

PINÁCEAS FALSO ABETO DE DOUGLAS Pseuotsug mezisii


Alóctona Porte Árbol gigantesco si tiene oportunidad (más de 40 m con facili-
dad), de copa irregularmente columnar. Corteza Grisácea y algo cor-
chosa, bastante agrietada. Ramillas Verdosas y colgantes, con yemas
terminales puntiagudas. Hojas Acículas flexibles (2-3 cm), dispuestas
más o menos en dos filas, de color verde vivo, con bandas blancas en el
envés y olor a mandarina. Piñas De 5-10 cm, de color marrón claro y
WS
con finas laminillas trífidas que sobresalen entre las escamas leñosas.
En Guadarrama Únicamente hay 6 ejemplares inventariados, con
alturas entre 12 y 16 m en la urbanización El Peñón.
WS

PINÁCEAS PINO DE MONTERREY Pinus radat


Alóctona Porte Árbol de hasta 30-40 m, de copa alargada y algo erizada. Corte-
za Ocre, bastante rojiza, fina pero con placas cenicientas Ramillas
Ocres, con yemas terminales alargadas y puntiagudas no resinosas.
TM
Hojas Acículas en tríos, (10-15 cm, a veces también en pares), flexi-
bles, de color verde oscuro. Piñas Grandes (10-16 cm), asimétricas y
de color marrón brillante, con escamas algo picudas. En Guadarra-
ma 6 grandes ejemplares, algunos de hasta 25 m de alto, en distintos
jardines a lo largo de la urbanización Prado San Juan.

PINÁCEAS PINO DE LORD WEYMOUTH Pinus robus


Alóctona Porte Árbol de hasta 40 m, mientras es joven cónico, más irregular y
ancha con la edad. Corteza Gris, relativamente delgada y lisa para ser
un pino, aunque surcada de grietas someras longitudinales. Ramillas
Delgados y algo verdosos, con yemas rojizas, puntiagudas y apretadas.
Hojas Acículas agrupadas de 5 en 5, de color verde azulado, largas (5-
15 cm) y muy finas y flexibles, pero no netamente colgantes. Piñas
Grandes (10-20 cm) y mucho más alargadas que las de otros pinos, de
color ocre y con goterones de resina. En Guadarrama Dos únicos
ejemplares, de unos 12 m de altura, en la urbanización El Peñón.

CUPRESÁCEAS ENEBROS COMÚN y DE LA MIERA


Autóctonas Jnipeus cmns y J. xydus
Porte 5-10 m (a menudo arbustos), de copa con ramas muy erizadas y
que nacen casi desde la base. Corteza Rojiza o grisácea con un entra-
mado vertical de fibras y grietas muy apretadas. Ramillas Verdes,
virando a marrón con la edad, las más delgadas muy colgantes. Hojas
En tríos, muy punzantes, de apenas 1-2 cm, color verde por el envés y
con una (E. común) o dos (E. de la miera) rayas blancas por el haz. Fru-
tos Pequeñas esferas de 1 cm, de color negro (E. común) o rojizo (E. de
la miera) cuando maduran . En Guadarrama 7 ejemplares en total,
todos aún arbustos (2 m), salvo el par de ejemplares del parque de La
Iglesia y los jardines del Servicio de Juventud (6-7 m).

32
OTRAS ESPECIES
FRONDOSAS PERENNES

En términos muy generales, árboles que renuevan las hojas progresivamente durante to-
do el ciclo anual, por lo que nunca aparecen completamente desprovistos de ellas, aunque
también se les sequen regularmente. A diferencia de las coníferas, que compartirían este
rasgo, sus hojas están formadas por una lámina plana más o menos ancha (o limbo) y un
rabillo (o peciolo) que las une a la ramilla de la que brotan. En este grupo se han incluido
también las palmeras y otras especies de familias afines, aunque no pueden ser considera-
das árboles propiamente dichos (carecen de un tronco verdaderamente leñoso).
FRONDOSAS PERENNES Fam. OLEÁCEAS

ALIGUSTRE
Ligustrm p.

Por su gran resistencia a las podas es muy empleado para formar setos. No obstante, cuando se le
permite crecer, es un arbolillo muy atractivo con una amplia copa. En China se cultiva desde la remota
antigüedad debido a que es la planta nutricia de un tipo de pulgón del que se obtenía cera.

Características
IDENTIFICACIÓN bles. HOJAS Opuestas y da a una sensibilización pero como arbolillo se
bastante gruesas, pudien- previa al polen de olivo usan más el aligustre de
PORTE Arbolillo de 5-8 m do llegar en algunos ca- (al ser ambas especies de China (L. lucidum) y el
(aunque excepcionalmen-
sos a tener una consisten- la misma familia). FRU- de Japón (L. japonicum).
te pueda llegar hasta 15 Ambas se comercializan
cia casi coriácea. Tienen TOS Invernales. De 1 cm,
m). Tiene un aspecto muy en multitud de varieda-
forma elíptica y miden de esféricos, ovoides o algo
abovedado, de copa den- des e híbridos, por lo
2 a 10 cm, con el borde arriñonados, de color ne-
sa y globosa en su juven- que en la práctica estas
liso y el ápice agudo. Son gro azulado brillante (a
tud; pero en los escasos plantas resultan muy
de color verde oscuro veces algo pruinosos).
ejemplares que llegan a difíciles de identificar
muy lustroso, más claro Son tóxicos. CONFUSIO-
su máximo desarrollo, la con absoluta seguridad
copa es más bien laxa, NES CON OTRAS ESPE-
a nivel de especie.
pues el ramaje, aunque CIES En sus formas arbus-
abundante, tiende a ser tivas y de hojas más pe-
muy abierto. Normalmen- queñas, quizá puedan
te, se le mantiene con confundirse con otras es-
porte arbustivo mediante pecies usadas como setos
podas recurrentes, te- (durillos, evónimos…),
niendo entonces una apa- pero no a partir de un par
riencia muy densa y com- de metros altura.
pacta. TRONCO Y RAMAS
PRINCIPALES Tronco casi
ECOLOGÍA
siempre muy delgado en Hojas típicas (dcha.) y variega- DISTRIBUCIÓN NATIVA
relación a la altura total das (izda.) Este género comprende
del árbol, a menudo retor- unas 45 especies distri-
cido y con varios fustes por el envés; no obstante, buidas por Europa, norte
desde la base. Las ramas son frecuentes los ejem- de África, Asia y Australia.
principales surgen verti- plares de hojas con bor- Si bien las especies más
calmente, casi como me- des dorados. Dependien- comunes como ornamen-
ras bifurcaciones del tron- do de las variedades y tales urbanas proceden
co. CORTEZA Gris oscura condiciones de cultivo, en de China, Corea y Japón.
muy lisa, salpicada de algunos pies parte de las DESARROLLO Y PREFE-
hojas pueden caer en in- RENCIAS AMBIENTALES
viernos muy duros Poco longevo (50-60
(semicaducifolios). YE- años), durante sus prime- AM

MAS Diminutas (0,5 cm) y ros años crece rápida- Botones florales (arriba) y
verdes, son opuestas, mente. Es enormemente flores abiertas (abajo)
ovoides y puntiagudas. adaptable, prosperando
FLORES Brotan bastante en ambientes muy diver-
entrado el verano, pero sos siempre que se man-
pueden durar varios me- tengan húmedos. Soporta
ses abiertas. Son flores muy bien la contamina-
hermafroditas, de colores ción urbana. VARIEDA-
Corteza claros (blanco, crema, DES Se han descrito más
amarillo pálido), y se de una docena de espe-
pequeñas marcas y con agrupan en grandes raci- cies de aligustre en Espa-
grietas ocasionales en los mos cónicos, erectos y ña. Como setos se em-
ejemplares muy maduros. muy fragantes. La alerge- plean principalmente las
RAMILLAS Verdosas y nicidad del polen de Ali- formas de hoja más pe-
glabras, finas y flexi- gustre suele estar asocia- queña (Ligustrum vulgare), Frutos maduros
34
en Guadarrama...
Algunos aligustres de Parque
PYR (los de arriba de porte
más natural)

ABUNDANCIA constante, en torno a sólo San Juan, Parque PYR,


3-4 metros, y en la mayo- etc.).
En el viario de Guadarra- ría de los casos no parece
ma se han registrado 285 probable que se les deje EJ. DESTACADOS
ejemplares de aligustre, desarrollar mucho más. Cuando se les permite
lo que le sitúa como la Pero realmente esta espe- desarrollar plenamente
novena especie más cie no suele de alcanzar los aligustres son arboli-
abundante. Obviamente una altura mucho mayor. llos muy atractivos, siem-
no se han incluido en este preverdes y de duradera
conteo los pequeños Todos presentan un buen
estado general de salud. y muy aromática floración
ejemplares plantados en (aunque, desgraciada-
forma de densos setos DISTRIBUCIÓN mente, mucha gente pa-
separadores, pues en tal dezca alergia a su polen).
caso su número sería pro- A pesar de su abundancia,
bablemente del orden de no se distribuye tan am- Algunos de los ejempla-
miles (un uso ornamental pliamente como cabría res de talla arbórea apa-
tan extendido debido a su esperar, sino de manera recen, por ejemplo, en el
resistencia a las podas más o menos concentra- Peñón de Guadarrama,
continuadas). da, sobre todo en las con algunos de 10 m.
grandes urbanizaciones
Casi todos los ejemplares del municipio con exten- En el viario del casco ur-
registrados en Guadarra- siones ajardinadas más bano, su uso más habitual,
ma tienen una altura muy amplias (La Llama, Prado es alineado en calles o

arriates estrechos, donde


especies de mayor talla
no serían adecuados. En
los jardincillos en paralelo
a la Calleja del Potro y la
adyacente calle de El Es-
corial podemos ver varios
ejemplos de esta disposi-
ción.

REPARTICIÓN

(285)

35
FRONDOSAS PERENNES Fam. FAGÁCEAS

ENCINA
Quercs ilex

El árbol mediterráneo por excelencia, resistente a los fríos y calores más rigurosos, cada vez es más
valorado como ornamental por su representatividad y simbolismo. No muy conocidos, los híbridos de la
encina con alcornoques y robles se denominan popularmente mestos (por mestizos o mixtos).

Características
IDENTIFICACIÓN no muy profundamente. citar alguna otra especie
RAMILLAS Finas, grisá- de hojas perennes, co-
PORTE Árbol que, aun- riáceas y con dientes
ceas y tomentosas. HO-
que no particularmente punzantes, en ausencia
alto (con 15 m ya son muy JAS Alternas, de 2-8 cm
de frutos quizá quepa
grandes), sí sugieren alguna confusión con el
gran robustez, con abun- acebo (Ilex aquifolium).
dante e intricado ramaje,
que conforma una densa
copa muy ancha y globo- ECOLOGÍA
sa; los rebrotes basales DISTRIBUCIÓN NATIVA
son muy comunes. El árbol ibérico por ex-
TRONCO Y RAMAS PRIN- celencia, aunque está
CIPALES En sus primeros presente en todos los
años el tronco es bastante países mediterráneos,
variable, desde muy de- especialmente por deba-
recho y erguido hasta jo de 1.000 m de altitud.
inclinado y algo retorci- AM DESARROLLO Y PREFE-
do, pero estos últimos Hojas RENCIAS AMBIENTALES
Amentos masculinos
suelen corregirse a medi- De gran longevidad (más
da que ensanchan y al- de long., son algo poli- de 700 años, existiendo
canzan la madurez: en- morfas: desde redondea- ejemplares milenarios), y
tonces muestra un tronco das a algo lanceoladas, crecimiento muy lento.
muy grueso y corto en de margen entero o den- Resistencia proverbial,
relación a su altura, con tado, inermes o muy pun- pues aguanta todo tipo
fuertes y rígidas ramas zantes (estas últimas de suelos y climas medi-
principales, de aspecto abundan más en los pi- terráneos, incluyendo
pesado y nacidas desde sos bajos de la copa); son sequías y heladas seve-
muy abajo. CORTEZA de color verde oscuro, ras. VARIEDADES No se
glabras y brillantes por el dan variedades particu-
haz, pero blanquecinas y larmente atípicas, aparte
muy tomentosas por el de los ocasionales híbri-
envés; muy coriáceas, a dos con otras especies
congenéricas.
menudo se recurvan. YE- Frutos
MAS Alternas a lo largo
de las ramillas, y aisladas por pares, de unos 2-5
en sus extremos, son cm. Según las subespe-
ovoides y pequeñas (0,5 cies tienen un sabor dul-
cm, o menos), de tonos ce o amargo. CONFUSIO-
pardos claros y tomento- NES CON OTRAS ESPE-
sas. FLORES De primave- CIES Salvo con otros con-
Cortezas de un ejemplar joven géneres muy cercanos (el
(izda.) y de otro añoso (dcha.) ra a verano; las masculi-
nas son bonitos amentos alcornoque Quercus
Gris y bastante lisa al colgantes y dorados de 3- suber, o la coscoja Q. coc-
principio, pero según 6 cm; las femeninas sur- cifera) es difícil confundir
envejece se cuartea y gen aisladas o en racimos a la encina, aunque sólo
agrieta finamente tanto poco densos. FRUTOS sea por lo frecuentemen-
longitudinal como trans- Son las conocidas bello- te que se la puede ver.
versalmente, aunque tas, otoñales, solitarias o Pero, en todo caso, por
36
en Guadarrama...
La encina que crece frente al
Polideportivo Municipal

ABUNDANCIA nea en cunetas y arriates sus ejemplares se distri-


(seguramente con la ayu- buyen en áreas verdes y
En el viario de Guadarra- da previa de córvidos y calles periféricas y/o po-
ma se han registrado 132 roedores que entierren co manejadas.
encinas (el 1% del inven- aquí y allá sus nutritivas
tario). Este número no es bellotas). El mayor número de
demasiado elevado si te- ejemplares se concentra
nemos en cuenta que, co- Todos presentan un buen en el las márgenes del
mo en el caso de otros estado general de salud, parque de Los Builes, por
típicos representantes de dentro de su juventud. lo menos en cuanto se
la flora autóctona (fresnos Esta circunstancia, es de refiere a los ejemplares
agradecer, por ser un ár-
EJ. DESTACADOS
o robles melojos), su per- más explícitamente
fecta adaptación a las con- bol tan representativo del “urbanos”, pues en las Ninguna de ellas tiene aún
diciones ambientales del acervo ecológico de esta calles de la urbanización dimensiones relevantes,
municipio le permiten comarca. Las Cabezuelas esta espe- por encima de 10 m (a lo
prosperar con absoluta cie es una presencia cons- sumo 7-8 m, como algunas
facilidad. DISTRIBUCIÓN tante en las márgenes de crecidas en las urbaniza-
Su presencia en jardines o los caminos sin asfaltar (y ciones Prado San Juan,
De hecho, casi ninguna de
arriates es casi testimonial sobre todo en las muchas Fresnos de La Jarosa, Gua-
estas encinas ha sido
(por ejemplo, en las urba- parcelas aún sin edificar, darrama...), y la mayoría
plantada intencionada-
nizaciones Ibersierra o y que no se han conside- son de apenas 3-4 m. De
mente, sino que han bro-
Jarosa I), y la mayoría de rado en este inventario). hecho muchas de ellas
tado de manera espontá-
son meras varas o estolo-
nes brotados a partir de
Encina plantada otro ejemplar cercano
en el parque de mayor.
El Dragón
Sería interesante, por tan-
to, favorecer el que algu-
nos de los ejemplares me-
jor emplazados puedan
alcanzar las dimensiones
que les situarían entre los
más dignos representan-
tes del arbolado autóc-
tono municipal, como por
ejemplo el que crece fren-
te al Polideportivo Munici-
pal.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS
(132)

37
FRONDOSAS PERENNES Fam. ROSÁCEAS

LAUREL CEREZO
Pruns lauoces

Frecuentísima como arbusto ornamental, mediante podas continuas, raramente se la permite


desarrollarse como árbol. Conviene tener en cuenta que produce sustancias químicas ricas en cianuro
que aconsejan no manipular mucho sus bonitas flores y frutos.

Características
IDENTIFICACIÓN extremo, de color verde Europa y en algunos lu-
oscuro muy brillante por gares se ha asilvestrado.
PORTE A pesar de que es el haz (el pequeño pecio- DESARROLLO Y PREFE-
casi sistemáticamente lo y el nervio central son RENCIAS AMBIENTALES
podado por debajo de los destacadamente más cla- Le favorecen los suelos
2-3 m, cuando tiene la ros), pero más pálidas y ricos en materia orgáni-
oportunidad puede alcan-
ca. VARIEDADES En ge-
zar fácilmente hasta 10 m:
neral, las variedades
en ese caso, se trata de
que se comercializan se
un arbolillo de aspecto
distinguen fundamental-
algo desordenado y muy
mente en cuanto a las
abierto, a menudo algo
dimensiones que pue-
tortuoso. TRONCO Y RA- den alcanzar sin ser po-
MAS PRINCIPALES Prác- dadas (hay algunas ena-
ticamente siempre con nas o incluso rastreras) y
varios troncos principa- la forma/tamaño de las
les, fuertes pero bastante hojas.
inclinados, cortos en rela- AM

ción a su altura y con nu-


Hojas Flores
merosas ramas desvaída-
mente horizontales que mates por el envés; son parecido de sus hojas y
surgen desde muy abajo. muy coriáceas (a menudo frutos con los del laurel
CORTEZA Gris o marrón se recurvan) y con el bor- común (Laurus nobilis),
oscuros (o incluso casi de orlado de pequeños y pero realmente no es difí-
negra), muy lisa o sólo espaciados dientes. Al cil distinguirlos con un
finamente rugosa, pero estrujarlas huelen a al- mínimo de práctica, y una
mendras amargas. YE- forma bastante rápida es
MAS Alternas, a lo largo recurrir a oler sus hojas
de las ramillas, muy pe- (claramente más aromáti-
queñas y agudas. FLO- cas en el laurel común).
Con respecto a otras es-
RES Es una especie her-
pecies comunes, las
mafrodita. Florece en pri-
grandes y correosas ho-
mavera, en largos raci-
jas pueden confundirse
mos erectos, de hasta 15
con las del magnolio
cm de long. en cada uno
(Magnolia sp.) o con las
de los cuales se reúnen
del níspero japonés
varias decenas de peque-
(Eriobotrya sp.), pero en
ñas flores (20-40) de cin-
estas dos especies el en-
Tipos de cortezas
co pétalos blancos. FRU- vés presenta una cober-
TOS Recuerdan peque- tura tomentosa de color
sin llegar nunca a estar ñas cerezas (sin rabillo) ocre o naranja.
netamente agrietada. de 1-2 cm, que inicial-
mente son verdes, luego ECOLOGÍA
RAMILLAS Más bien fi-
rojizas, y finalmente muy
nas, de color gris algo DISTRIBUCIÓN NATIVA
negras y relucientes una
verdosas. HOJAS Alter- vez maduras, y bastante
Procede de Eurasia cen-
nas, y muy grandes tral, de Bulgaria a Irán.
tóxicas. CONFUSIONES Pero actualmente está
(hasta 20 cm de long.) Frutos en progresivo grado de
más anchas hacia el CON OTRAS ESPECIES extendidísimo en toda madurez (de arriba abajo)
Recibe su nombre del
38
en Guadarrama...
Uno de los pocos individuos
de más de 4 m del municipio

ABUNDANCIA ciones con jardines de ejemplar del municipio a


amplias explanadas de logrado superar los 4 m
En el viario de Guadarra- césped irrigado. Esta ti- de altura, debido a lo in-
ma se han registrado 281 pología de jardín, en cam- sistentemente que se les
laureles cerezos, siendo bio, le permite aparecer practican podas de copa,
una de las especies más en gran abundancia en las y sólo algún ejemplar ais-
frecuentes de entre las urbanizaciones de Guada- lado (en Guadamolinos,
mantenidas en forma de molinos y Guadarrama, Parque PYR, Fresnos de
arbusto (junto a la tuya como pies aislados o La Jarosa) ha esquivado
Thuja orientalis y el aligus- agrupados en pequeños las tijeras lo suficiente
tre Ligustrum sp.). macizos separadores como para llegar a
(aunque muy a menudo se “arbolillo”.
DISTRIBUCIÓN emplea para flanquear la
La Iglesia de San Miguel
Para ser tan abundante no entrada a los portales de Dos ejemplos de portes típicos
está parcialmente rodea-
está demasiado bien re- los bloques de viviendas). tras podarlos como topiarios
da por varias hileras de
partida por el municipio,
y llama la atención su es- EJ. DESTACADOS ejemplares.
casez en varias urbaniza- Prácticamente ningún

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

39
FRONDOSAS PERENNES Fam. ROSÁCEAS

NÍSPERO DE JAPÓN
Eriobotrya jpnica

Relativamente habitual como árbol de jardín, curiosamente esta especie no es particularmente popular
como fruto comercial, a pesar de la facilidad y abundancia con que fructifica incluso en condiciones
muy estrictamente ornamentales.

Características
IDENTIFICACIÓN borde con sólo unos po- globoso u ovoide de 3-5 hacen casi inconfundi-
cos dientes pequeños y cm, con 2 ó 4 grandes ble.
PORTE Frutal de media muy espaciados (aunque semillas en su interior.
talla (4-8 metros), presen- Es interesante saber que
hay variedades bastante C ONFUSIONES CON
también existe un níspe-
ta una copa bastante va- más aserradas). Son muy
riable, dependiendo de ro europeo (Mespilus
gruesas, de consistencia
la rutina de poda a la que germanica) relativamen-
se someta y del espacio te similar, si bien su cul-
con que cuente para cre- tivo se ha visto desplaza-
cer, pero generalmente do por el japonés.
es bastante aparasolada y ECOLOGÍA
algo chata. TRONCO Y
RAMAS PRINCIPALES A DISTRIBUCIÓN NATIVA
menudo con varios tron- Originariamente proce-
cos principales, fuertes de de China, pero se
pero bastante delgados e introdujo en Japón hace
inclinados. C ORTEZA cientos e años con mu-
Gris o marrón oscuro (o cho éxito (de ahí su nom-
incluso casi negra), poco bre científico). Actual-
o sólo moderadamente mente está muy extendi-
Hojas y yemas terminales Flores
fisurada, pero sin llegar do como frutal, y no es
coriácea y rugosa, de raro encontrarlo asilves-
color verde oscuro y relu- trado. DESARROLLO Y
ciente por el haz, pero PREFERENCIAS AM-
muy pilosas y más o me- BIENTALES Su cultivo
nos grisáceas u ocres por está muy extendido en
el envés. Las nervaduras ambientes de clima me-
se marcan mucho, como diterráneo, donde pros-
impresas a modo de ba- pera con facilidad. Orna-
jorrelieve, lo que es un mentalmente, las zonas
rasgo bastante diagnósti- con heladas fuertes pue-
co. YEMAS Agrupadas en den afectarle, pero en
la base de las hojas, glo- general resiste bien el
bosas y muy pilosas. frío y los jardines de sue-
FLORES Es una especie los pobres. VARIEDADES
hermafrodita. Florece Frutos Las variedades que se
entre invierno y primave- plantan ornamentalmen-
Corteza ra, en largos racimos OTRAS ESPECIES Con te son las mismas que se
erectos, de hasta 10-20 respecto a otras especies cultivan comercialmente
nunca a estar netamente cm de long. en cada uno comunes en jardines ur- en el suroeste de Espa-
agrietada. R AMILLAS de los cuales se reúnen banos, las grandes y co- ña.
Gruesas y tomentosas, de varias decenas de peque- rreosas hojas pueden
color anaranjado o ferru- ñas flores (1-2 cm) de confundirse con las del
ginoso, bastante recono- cinco pétalos blancos y magnolio (Magnolia sp.) o
numerosos estambres con las de laurel cerezo
cibles. HOJAS Alternas, y
amarillentos. Son bastan- (Prunus laurocerasus),
muy grandes (hasta 30
cm de long.), de forma te olorosas. FRUTOS Car- pero con sólo un poco de
noso y comestible, de práctica, las profundas
anchamente lanceolada,
color naranja al madurar, nervaduras del níspero lo
acabadas en punta y
40
en Guadarrama...
Alguno de los ejemplares de
más de 6 m del municipio

ABUNDANCIA tado muy cerca de las aprovechados (salvo por


fachadas de los bloques, mirlos o estorninos), pues
En el viario de Guadarra- junto a las terrazas de los es frecuente verlos caí-
ma se han registrado 49 pisos bajos o los portales dos bajo el árbol.
ejemplares de este árbol de entrada. Estos empla-
frutal. zamientos, no muy ade- EJ. DESTACADOS
cuados, y el que casi Esta especie no es nunca
DISTRIBUCIÓN
siempre se trate de ejem- muy grande, lo que junto
Dentro de su moderada plares muy aislados entre a podas y condiciones
abundancia está bastante sí, indican que probable- inadecuadas de planta-
bien repartido por el mu- mente muchos de ellos ción y la severidad inver-
nicipio, pues aparece en hayan sido plantados por nal de la sierra hace que
muchas urbanizaciones los propios vecinos, algo la mayoría de los ejempla-
diferentes: Jarosa I, II y bastante frecuente por la res del municipio vean
III, Ibersierra, Monteleón, facilidad con que germi- limitado su desarrollo y
Cuarta Dimensión, Prado nan sus semillas con un ronden los 4 m de altura.
San Juan, La Llama y, so- mínimo de cuidado frente De hecho, una buena can-
bre todo, en Guadarrama a las heladas serranas. tidad de ellos no alcanzan
y Guadamolinos. ni los dos metros, y ape-
No obstante, sus frutos no nas aparentan ser mato-
A menudo aparece plan- son particularmente

El porte semiarbustivo es rrales altos.


el habitual en algunos
emplazamientos de limi- No obstante, algún ejem-
tado espacio
plar aislado alcanza los 8-
9 metros (en La Llama,
Parque PYR o Guadamoli-
nos).

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

41
FRONDOSAS PERENNES Fam. OLEÁCEAS

OLIVO
Olea uropea

Una especie típicamente agrícola cuya importancia económica se mantiene desde hace milenios, pero
que sólo recientemente se ha incorporado a los listados de especies urbanas ornamentales.

Características
IDENTIFICACIÓN ras crestas en los ejem- de color verde al princi- mente frecuentes como
plares muy maduros. RA- pio, pero negro azulado ornamentales.
PORTE Arbolillo de 4-8 m brillante al madurar (lo
MILLAS Grisáceas y to-
(aunque excepcionalmen- que le lleva medio año): ECOLOGÍA
te pueda llegar hasta 15 mentosas. HOJAS Opues-
m). Tiene un aspecto muy tas y bastante gruesas DISTRIBUCIÓN NATIVA
tortuoso, de copa achapa- para su tamaño (4-7 cm), Se cree que es origina-
rrada y desordenada du- pudiendo llegar en algu- ria de Oriente Medio,
rante toda su vida, con un nos casos a tener una con- pero al haber sido culti-
ramaje que tiende a ser sistencia casi coriácea. vado desde tiempo in-
muy abierto y erizado. Su Tienen forma lanceolada, memorial hoy es una
lento crecimiento y las con el borde liso y el ápi- especie paradigmática
podas recurrentes le con- ce agudo. Son de color de todas las regiones
fieren un porte semi- verde oscuro por el haz, y circunmediterráneas. En
arbustivo durante muchos mucho más claras por el España, su forma silves-
años, si bien los ejempla- tre, el acebuche, brota
res que llegan a una edad espontáneamente en el
avanzada pueden ser ár- interior de encinares y
boles muy robustos. monte bajo del suroeste
Flores peninsular (y de ambos
TRONCO Y RAMAS PRIN-
CIPALES Tronco muy cor- las consumidísimas acei- archipiélagos). DESA-
to en relación a la altura tunas u olivas. CONFU- RROLLO Y PREFEREN-
total del árbol, casi siem- SIONES CON OTRAS ES- CIAS AMBIENTALES
pre inclinado y extrema- Una de las especies más
PECIES Una especie tan
damente nudoso, que más longevas de entre las
extremadamente popular
bien parecen varios fustes de cultivo humano, su-
que parece difícil no reco-
retorcidos y fusionados perando muy sobrada-
caprichosamente entre sí. mente los 500-600 años
Las ramas principales a (siendo muy numerosos
menudo parecen meras Hojas los ejemplares milena-
bifurcaciones del tronco. rios). Aunque es de una
envés, blancas o casi pla-
CORTEZA Gris y con mu- gran rusticidad, sus ópti-
teadas, debido a una den-
chas fisuras, que devienen mos ambientales son los
sa capa tomentosa. YE- más coincidentes con las
profundas grietas y áspe-
MAS Localizadas en in- condiciones climáticas
vierno en el ápice de los típicamente mediterrá-
brotes y en las axilas de neas, de veranos muy
las hojas, son peduncula- secos e inviernos sua-
das y cónicas, pero aún ves. VARIEDADES Por la
así poco conspicuas. FLO- enorme importancia del
RES Brotan en la primave- aceite que se obtiene de
Frutos sus frutos, existen cente-
ra, hermafroditas, de cua-
tro pétalos de colores cla- nocerla inmediatamente, nares de variedades de
ros (blanco, crema, amari- pero quizá sí quepa algu- cultivo, y recientemente
llo pálido), agrupadas en na confusión con otras se ha extendido mucho
pequeños racimos bastan- especies de hojas lanceo- su comercialización co-
te aromáticas. La alergeni- ladas y ásperos troncos mo especie ornamental
cidad de su polen es muy como algunos sauces urbana, particularmente
elevada. FRUTOS De 2-4 (Salix sp.) o, sobre todo, en sus variedades me-
cm, ovoides (menos fre- con los árboles del Paraí- nos sensibles a las hela-
Corteza das invernales.
cuentemente esféricos), so (Eleagnus sp.), relativa-
42
en Guadarrama...
El olivo plantado en el cen-
tro de la Plaza de España de
Guadarrama

ABUNDANCIA También abunda, en Gua- centro de la ciudad.


damolinos, Prado San
En el viario de Guadarra- Juan, Los Fresnos de La EJ. DESTACADOS
ma se han registrado 80 Jarosa o La Jarosa III. En promedio los 80 ejem-
olivos. plares del inventario mi-
Es una especie muy fre-
DISTRIBUCIÓN cuente en glorietas y pla- den 3,3 metros, lo que da
zuelas de media España una idea de lo limitado
Aunque no es difícil en- (al menos de las regiones que son las condiciones
contrar alguno en casi de inviernos mínimamen- ambientales de esta re-
cualquier área del munici- gión (de hecho, no es fácil de su emplazamiento, sin
te suaves, de las que las
pio, en algunas urbaniza- ver ejemplares mucho duda el más relevante es
sierras del Sistema Cen-
ciones se concentra con mayores en otros munici- el que crece en el medio
tral no son particularmen-
especial abundancia, pios de la región). de la pequeña pero muy
te representativas), y en
siendo bastante curioso la frecuentada Plaza de Es-
Guadarrama aparece de Los únicos cuatro olivos
profusión con que se ha paña. Los cinco ejempla-
este modo en, por ejem- de más de 5 m de alto se
plantado en la pequeña res de la pradera de cés-
plo, la gran glorieta que hallan en Los Fresnos de
urbanización Dehesa del ped cercana al Puente del
canaliza la entrada al cas- La Jarosa, Ibersierra y La
Soto, donde se acumulan Rosario también son espe-
co urbano desde las ca- Jarosa III (aquí dos ejem-
una docena de ellos en cialmente visibles.
rreteras de Los Molinos y plares).
muy poca superficie ajar- Collado Mediano y en la
dinada. Plaza de España, en pleno En términos de vistosidad
Uno de los olivos de buen tama-
ño de la urbanización Los Fres-
nos de La Jarosa

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

43
FRONDOSAS PERENNES Fam. ARECÁCEAS y AGAVÁCEAS

PALMAS y ÁGAVES: PALMERAS, PALMITOS, CORDILINES y YUCAS


Phoenix sp., Chamer uli, Tracyap fortuei, Crdli sp. y Yca sp.

Especies propias de latitudes mucho más cálidas que las del centro peninsular, a pesar de lo cual a
menudo se intentan incluir como complemento ornamental en calles y jardines, no siempre con mucho
éxito.

Características
IDENTIFICACIÓN caídas. CORTEZA Care- y muy rígidas (incluso
cen de corteza propia- peligrosamente puntiagu-
PORTE Las palmeras ur- mente dicha y el tronco das, las yucas). FLORES
banas son casi siempre consiste simplemente en Todas estas especies tie-
ejemplares jóvenes o de los restos endurecidos de nen flores agrupadas en
media edad, de tronco
densos racimos blanco
corto y grueso y amplio
amarillentas, poco llamati-
penacho de hojas (que
vas en las palmas, pero
recuerdan mucho a unas
bastante más espectacula-
gigantescas piñas de pos-
res en las yucas, al ser
tre), que en latitudes tan
frías como las del centro enormes y erectos. FRU-
peninsular no suelen TOS Dátiles redondeados
desarrollarse más allá de de 1-3 cm, de color anaranja-
una decena de metros. do al madurar (palmera y Yuca en flor
Los palmitos y cordilines, palmito mediterráneo), o
en cambio, aunque bajo azulado (palmito gigante). más cálidas y secas que
las duras condiciones na- CONFUSIONES CON OTRAS el conjunto de la Penínsu-
turales de su hábitat natu- la Ibérica, salvo el Palmi-
ESPECIES Las palmeras son
ral son plantas muy acha- to mediterráneo, única
difíciles distinguir entre sí,
parradas (o casi rastre- palma nativa de Europa
particularmente cuando se
ras), en las variedades continental, que crece de
trata de variedades co-
comerciales se han desa- manera natural en una
merciales comunes, como
rrollado formas muy espi- estrecha franja costera
las de la palmera canaria
gadas, de hasta 5-7 m de desde Andalucía hasta
(Phoenix canariensis), la
altura. Las yucas sólo se datilera (P. dactylifera) y Alicante. DESARROLLO
Detalle de las hojas de Palmera Y PREFERENCIAS AM-
presentan en formato se- (arriba), P. gigante (abajo iz- la butiá (Butia capitata).
da.) y P. medit. (abajo dcha.) Los palmitos, aparte de BIENTALES Especies que
sucesivas generaciones entre ellos mismos, se requieren climas muy
pueden confundir con secos, suelos arenosos y
de hojas. HOJAS Grandes
ejemplares jóvenes de bien drenados y, sobre
y de consistencia coriá-
Washingtonia sp. todo, inviernos suaves.
cea en todas las especies.
En las palmeras, son in- VARIEDADES Lógica-
ECOLOGÍA mente, los viveristas co-
confundibles: gigantes-
cas (2-4 m), curvas y co- DISTRIBUCIÓN NATIVA mercializan principal-
Tronco de Palmito mediterrá- mente variedades resis-
neo (izda.) y Palmera (dcha.) mo desflecadas. En los Todas proceden de regio-
palmitos, miden 50-100 nes subtropicales mucho tentes al invierno.
miarbustivo. TRONCO Y cm de ancho, con una
RAMAS PRINCIPALES En forma de abanico pal-
las palmeras son troncos meado muy reconocible
únicos, muy derechos y y unidas al tronco me-
gruesos (60-120 cm). En diante un fuerte tallo que
los palmitos y cordilines permite distinguir al pal-
los troncos son casi siem- mito enano (de 30-60 cm
pre múltiples (palmitos: y con dos filas de agudas
desde la base; cordilines: espinas de 1-2 cm) del
desde medio tronco), al- palmito gigante (60-80
canzando los 20 cm de cm y dos hileras de pe-
diámetro; suelen estar queñas asperezas). En
muy recubiertos de largas cordilines y yucas, son
fibras y restos de hojas lanceoladas, más gruesas
44
en Guadarrama...
Las dos palmeras
“hermanas” de c/Los Esco-
riales

ABUNDANCIA Así, todas estas especies


juntas no llegan a sumar
Estas especies no son muy un centenar de ejempla-
abundantes en ningún res en Guadarrama, y eso
municipio de la comarca por el elevado número de
de Guadarrama, pues sus palmitos (algo más resis-
necesidades ecológicas tentes) que crecen agru-
son casi opuestas a las pados en puntos concre-
aquí predominantes. Pero tos de la ciudad.
a pesar de ello de cuando
en cuando se incluyen en DISTRIBUCIÓN inmediaciones, en mace- La Llama, Jarosa III e Iber-
alguna acción de ajardina- teros que probablemente sierra, o en el Polideporti-
Las cinco únicas palmeras sean suficientes para sus vo Municipal.
miento municipal.
inventariadas se reparten frugales necesidades y
Además, el atractivo que entre las calles Los Esco- Las yucas y cordilines apa-
modestas dimensiones.
parecen despertar estas riales y Marqués de Santi- recen aquí y allá, muy a
especies entre algunos llana, y en las urbaniza- Los palmitos gigantes, en menudo en parterres de
vecinos les hace aparecer ciones Ibersierra y Gua- cambio, sí aparecen algo entrada junto a los porta-
con cierta regularidad en darrama. Los palmitos me- más repartidos entre dis- les de bloques de vivien-
arriates y jardines priva- diterráneos se concentran tintas áreas del munici- das.
dos, aunque no siempre casi todos ellos en la plaza pio, como en las urbaniza-
del Ayuntamiento y sus ciones de Guadamolinos, EJ. DESTACADOS
con mucho éxito.
Sin duda, los ejemplares
más llamativos de este gru-
po de plantas, son las dos
palmeras (probablemente
canarias Phoenix canarien-
sis) del arriate de la calle
Los Escoriales, de unos 4 y
7 m. La de la urbanización
Ibersierra, con sus 6 m ya
es también muy relevante,
pero se halla muy poco
visible en unos jardines
traseros.
Del resto de especies, los
únicos ejemplares que
combinan un porte ya míni-
mamente destacable (2-3
m) con un emplazamiento
público vistoso serían dis-
tintos grupos de palmitos
gigantes plantados en el
Polideportivo Municipal. No
obstante, en los jardines de
La Llama, Cuarta Dimensión
(5) o Guadamolinos hay ejem-
plares de 6-8 m.
Respecto a las quizá algo
peligrosas yucas (sus hojas
son asombrosamente pun-
tiagudas), hay ejemplares
de más de 2 m en Ibersie-
rra o Miranieves.

45
FRONDOSAS PERENNES

OTRAS ESPECIES
OTRAS ESPECIES
ERICÁCEAS MADROÑO Arbutus nedo
Autóctona Porte Arbolillo normalmente de 4-6 m (hasta 10), de copa irregular y
apretada. Corteza Gris rojiza, escamosa. Ramillas Rojizas. Hojas
Alternas, elípticas (4-8 cm) gruesas y de margen finamente aserrado,
color verde vivo. Flores Otoñales, pequeñas (1 cm) y globosas, de
color blanco. Fruto Baya algo harinosa (2-3 cm) de color anaranjado o
rojo, que tardan un año en madurar (coincidiendo en las ramas con las
flores del año siguiente). En Guadarrama 51 ejemplares, la mayo-
ría matas de menos de 1 m, si bien hay alguno de 6-7 m (Prado San
Juan, Guadarrama, El Peñón...).

APOCINÁCEAS ADELFA Nim lear


Autóctona Porte Arbusto normalmente de 2-3 m (hasta 5-6), de ramaje largo y
abierto. Corteza Gris, lisa o finamente estriada. Ramillas Verdosas.
Hojas Opuestas o en verticilos de tres, lanceoladas (8-15 cm) coriá-
ceas de margen liso, de color verde vivo. Flores Estivales, grandes
(5 cm), de color blanco o rosa y cinco pétalos que se abren en estrella.
Fruto Vaina cilíndrica (7-15 cm) de color marrón o negro, que libera
semillas muy peludas. En Guadarrama Más de 250 ejemplares, la
mayoría podados a poco más de 1-2 m, pero ocasionalmente alguno
rondando los 6 m, en la urbanización Guadarrama.

AQUIFOLIÁCEAS ACEBO Ilx qfim


Autóctona Porte Árbol de hasta 10-15 m; cónico inicialmente, más irregular con
la edad. Corteza Gris o verdosa, lisa o finamente cuarteada, a veces
con verruguillas. Ramillas Verdosas. Hojas Alternas, elípticas (4-8
cm) muy rígidas, de borde ondulado y muy espinosas (sobre todo en
las ramas bajas), verde muy lustroso por el haz (son frecuentes las
formas de bordes dorados). Flores Primaverales, pequeñas (0,5 cm)
y poco vistosas. Fruto Bayas (0,5-1 cm) carmesíes y brillantes. En
Guadarrama 57 ejemplares, la mayoría de unos 2 m, pero hay al-
guno mayor, de hasta 10 m, en Prado San Juan.

LAURÁCEAS LAUREL Laus bis


Autóctona Porte Arbusto de 4-5 m (idealmente, árbol de hasta 10 m), de copa
alargada e irregular. Corteza Gris o verdosa, muy lisa o finamente
estriada. Ramillas Verdosas. Hojas Alternas, elípticas (6-10 cm)
coriáceas, de borde ondulado, color verde oscuro, muy aromáticas.
Flores Primaverales, pequeñas (0,5 cm) de color crema y poco visto-
sas. Fruto Bayas ovoides (1-2 cm) inicialmente verdes, pero negros y
brillantes una vez maduros. En Guadarrama Hay 162 ejemplares,
los más grandes de 8-10 m (El Peñón, La Llama, Guadamolinos, Iber-
sierra...).

MAGNOLIÁCEAS MAGNOLIO Mga gradiora


Alóctona Porte Árbol de hasta 15 m, con copa piramidal de aspecto muy rígida.
Corteza Gris, muy lisa o con placas/láminas aisladas. Ramillas To-
mentosas y beiges. Hojas Alternas, ovales y enormes (10-20 cm) co-
riáceas, de borde ondulado, color verde oscuro lustroso por el haz,
anaranjadas y pilosas por el envés. Flores Primaverales, enormes (20
cm o más) de color blanco y muy olorosas. Fruto Muy llamativos: se-
mejantes a alcachofas erectas y peludas (7-10 cm) de color verde páli-
do, con semillas muy rojas. En Guadarrama 67 ejemplares, muchos
en el centro del pueblo (el mayor, de 8 m).

46
HOJA CADUCA
OTRAS ESPECIES
En términos muy generales, árboles que pierden todas las hojas durante la estación del
año más desfavorable (en invierno, generalmente, aunque las hay también estivales), para
renovarlas con la llegada del buen tiempo. En algunos casos, aunque completamente se-
cas, gran parte de las hojas pueden permanecer en las ramas sin caer hasta que brote la
siguiente (como en muchos robles, por ejemplo, lo que en botánica se denomina marces-
cencia).
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. FABÁCEAS

ROBINIA
Robina pseudca

Originaria de Norteamérica, probablemente fue uno de los primeros árboles norteamericanos


introducidos en Europa (en Francia hacia el año 1.600). Su nombre científico alude al hecho de que sólo
está indirectamente emparentada con las plantas del género botánico Acacia.

Características
IDENTIFICACIÓN profundas con la edad. son muy parecidas a las
RAMILLAS Delgadas y del ciclamor (Cercis sili-
PORTE Árbol de 15-20 pardas, con abultamientos quastrum), pero sus espi-
metros, amplia copa irre- longitudinales, casi siem- nas son determinantes.
gular y poco frondosa, de pre brotan acompañadas
aspecto como plumoso; por un par de cortas espi- ECOLOGÍA
en su base es habitual nas en su axila (de 1 cm,
encontrar numerosos re- DISTRIBUCIÓN NATIVA
aprox.), muy diagnósticas Del cuadrante surorien-
brotes. TRONCO Y RA- y que a veces también se tal de Norteamérica. En
MAS PRINCIPALES A me- encuentran en troncos Europa se halla amplia-
nudo presenta varios fus- finos. HOJAS Alternas y mente distribuida tanto
tes principales desde la compuestas: hojas impari- cultivada como asilves-
base. En ejemplares año- pinnadas de 10-30 cm de trada. DESARROLLO Y
sos, los derechos y robus- long., que constan de 9-21
tos troncos contrastan mu- folíolos de unos 4 cm cada
PREFERENCIAS AM-
cho con la tortuosidad de uno, ovales, de bordes BIENTALES De rápido
las ramas principales. lisos y ápice redondeado AR crecimiento, puede al-
CORTEZA Oscura, de (con una diminuta cerda Flores canzar los 300 años. Se
tonos pardo-grisáceos, blanca terminal). Son de adapta a todo tipo de
color verde vivo por el das de 2 cm cada una, condiciones ambientales,
fisurada desde joven y
haz, y más apagados por bastante fragantes, que soportando heladas y
el envés (sobre todo debi- brotan en las axilas de las sequías. Esto, junto a la
do a un fino tomento, que hojas. FRUTOS Racimos facilidad de germinación
pierden a medida que de vainas aplanadas de de sus abundantes semi-
color marrón oscuro y llas, le permiten crecer
unos 10 cm de long., que espontáneamente en cu-
se forman durante el ve- netas y baldíos periurba-
rano; una vez secas pue- nos, especialmente si son
den persistir sobre el ár- muy soleados. Por ello
bol durante todo el in- tiene un elevado poten-
cial como especie invaso-
ra. VARIEDADES Hay
Corteza de un ejemplar joven ejemplares de hojas do-
(izda.) y otro añoso (dcha.) radas, inermes...

Hojas

crecen). Al igual que las


ramillas, en la base del
peciolo presentan un par AR

AR
de espinas. YEMAS Dimi- Frutos
Espinas en ramillas y en tronco nutas (0,1 cm) y sin esca-
mas protectoras. FLORES vierno. CONFUSIONES
formando un reticulado de Primaverales. Grandes CON OTRAS ESPECIES En
largas crestas y grietas racimos colgantes de flo- invierno, las ramas con
longitudinales más y más res blancas y amariposa- racimos de vainas secas
48
en Guadarrama...
Rodal de robinias en el
parque de la calle Hayedo

ABUNDANCIA
Es una especie relativa-
mente abundante, pues se
han registrado 216 ejem-
plares. deportivo Municipal, o del aleatoriamente por distin- ros años.

DISTRIBUCIÓN Molino del Rey. Probable- tas zonas de la ciudad. EJ. DESTACADOS
mente en cada una de
Esta especie aparece muy En bastantes casos se trata En promedio, todos los
estas áreas todos los
claramente agrupada por de ejemplares brotados ejemplares censados mi-
ejemplares procedan de
zonas concretas del muni- espontáneamente, tanto den 7 metros de altura.
una misma ronda de plan-
cipio, como en las urbani- en cunetas, solares o már-
tación, pues suelen obser- El solar frente al Polide-
zaciones Jarosa III, Prado genes de aceras como en
varse con edades seme- portivo, recientemente se
San Juan o Fin de Semana, jardines con un mayor
jantes y en equivalentes ha remozado con alinea-
o en las áreas verdes y mantenimiento, debido a
formas de emplazamiento. ciones de varias especies,
parques de la calle Haye- la facilidad y rapidez con
El resto de ejemplares que esta especie puede una de la cuales ha sido
do, de la ribera del río en
aparecen más o menos crecer durante sus prime- de robinias, aún meras
Parque PYR, frente al Poli-
varas de apenas 2-3 me-
tros.
Los de tallas de alrededor
de 10 metros correspon-
den en su mayoría a las
alineaciones de la colonia
Fin de Semana, y más es-
casamente a otros ubica-
dos junto al río en Parque
PYR.
Pero los dos ejemplares
de mayor talla, frisando
ya los 15 metros, se hallan
uno frente a otro en mitad
del Paseo de La Alameda.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

49
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. FABÁCEAS

ACACIA DE TRES PÚAS


Gleditsia ricantho

Introducida en Europa desde hace varios siglos, se utiliza como árbol de alineación por su estilizada y
plumosa copa. No obstante, en algunas zonas rurales como Guadarrama también se emplea como seto
vivo por sus largas y afiladas espinas, con su consiguiente asilvestramiento.

Características
IDENTIFICACIÓN llando unas anchas crestas (casi sin pétalos) en pe- carla. Si se trata de una varie-
de bordes muy levanta- queños racimos colgan- dad inerme y sin frutos, sí
PORTE Árbol capaz de dos, bastante diagnósti- tes. FRUTOS Racimos de puede ser más fácil confun-
llegar fácilmente a los 20 cas. Además, en muchas enormes legumbres (15- dirla con la sófora de Japón
metros bajo buenas con- de sus variedades más 30 cm de largo), que una (Styphnolobium japonicum)
diciones urbanas, con una frecuentes le crecen unas o con la robinia (Robinia
copa esbelta y flotante, de pseudoacacia).
aspecto algo sinuoso (en
invierno, sin hojas, resulta ECOLOGÍA
algo tortuosa). TRONCO
Y RAMAS PRINCIPALES A DISTRIBUCIÓN NATIVA
menudo presenta un par Procede del centro de
de gruesos fustes princi- Norteamérica. D ESA-
pales casi desde la base. RROLLO Y PREFEREN-
Las ramas principales cre- CIAS AMBIENTALES De
cen muy verticalmente, y rápido crecimiento, pue-
se ramifican mucho, a su de alcanzar los 300 años.
vez. CORTEZA Oscura, Prefiere el clima templa-
de tonos pardo-grisáceos, do y soleado, pero se
inicialmente muy lisa, pe- adapta a todo tipo de
ro con la edad va desarro- condiciones. La facilidad
Hojas (compuestas) Frutos en maduración
de germinación de sus
vez secas son de color semillas, le confieren un
enormes y aguzadísimas chocolate y pueden persistir elevado potencial como
púas completamente incon- colgando del árbol durante especie invasora, cre-
fundibles (a veces en densos parte del invierno. CONFU- ciendo asilvestradamen-
manojos ramificados de hasta
SIONES CON OTRAS ESPE- te con bastante frecuen-
15 cm). RAMILLAS Bastante
CIES Los racimos de vainas cia. VARIEDADES Hay
gruesas y algo zigzagueantes.
secas son inconfundibles. multitud de cultivares: de
Al igual que en el tronco, les
Pero en general, siempre hojas doradas, púrpuras,
suelen brotar espinas. HOJAS basta con observar las inermes, enanas, etc.
Alternas y compuestas (a terribles púas para identifi-
veces incluso doblemente
Cortezas de un ejemplar joven compuestas): hojas pinnadas
(izda.) y otro añoso (dcha.). de 10-25 cm de long., que
Abajo: Tronco con espinas
constan de 8-20 pares de fo-
líolos, (aunque imperfec-
tamente pareados) de
unos 3 cm cada uno, ova-
les, de bordes lisos u on-
dulados y ápice redon-
deado; son de color verde
vivo (muy similar por am-
bas caras). Suelen brotar-
le bastante tardíamente.
YEMAS Diminutas (0,1
cm, pero bastante visibles
por ser anaranjadas).
FLORES Es una especie
monoica de flores prima-
Ejemplar en invierno cargado de vainas
verales, poco llamativas
50
en Guadarrama...
Algunos de los grandes
ejemplares de la calle
Paseo de La Alameda

ABUNDANCIA crecen en la Plaza de Los rápido crecimiento de


Caños, en el patio de la esta especie). Más con-
Sólo se han registrado 43 Casita de Niños, o en un cretamente, un par de
ejemplares de esta espe- pequeño rodal del parque ellos rondan ya los 20 m
cie, muy frecuente como de la calle Hayedo. Los de alto y 100 de tronco,
ornamental en muchas restantes son unos pocos con lo que están entre los
ciudades del centro de pies aislados en distintas árboles de mayor talla de
España. zonas del pueblo. todo el inventario. Des-
DISTRIBUCIÓN graciadamente muchas de
EJ. DESTACADOS estas acacias presentan
Prácticamente todas se Todos los ejemplares del severas lesiones en el
concentran en el tramo Paseo de La Alameda son tronco, con profundas ca-
del Paseo de La Alameda enormes, promediando 15 vidades y pudriciones que
inmediatamente antes de metros de altura y 70 cm aconsejan un seguimiento
entrar en el casco urbano. de diámetro troncal, evi- continuo para prever
denciando su ya avanzada eventuales accidentes (y
Aparte de estos, otros
edad (aunque debe tener- sin descartar la recomen-
grupos de ejemplares
se también en cuenta el dación de apear alguno

Dos acacias de tres púas


escoltan la emblemática
Fuente de Los Caños

de ellos, si es que final-


mente no se pudiera recu-
perar de su actual esta-
do).
Otros pies particularmen-
te bien emplazados en
términos ornamentales
son los dos que crecen
tras la histórica fuente de
Los Caños, en pleno cen-
tro urbano.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

51
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. FABÁCEAS

SÓFORA
Styphnolobium jacum

Una especie muy cultivada por sus propiedades medicinales en sus países de origen, e introducida en
medio mundo por su rusticidad, su rápido crecimiento y el atractivo de sus racimos estivales de flores.

Características
IDENTIFICACIÓN HOJAS Alternas y com- todo el invierno. CONFU- bientales, soportando
puestas: grandes pinnas SIONES CON OTRAS ES- tanto heladas como se-
PORTE Árbol que puede de 10-30 cm de long., que quías. Y es también muy
PECIES Tanto las hojas
llegar a alcanzar grandes constan de 7-19 folíolos resistente a las podas
como las flores recuerdan
dimensiones, por encima de unos 4 cm cada uno, indiscriminadas. VARIE-
bastante a las de la acacia
de 15-20 metros, con una ovales o ligeramente lan- DADES Hay ejemplares
de tres púas (Gleditsia
amplia copa entre irregu- ceolados, de bordes lisos de hojas doradas, porte
triacanthos) o las de la
lar y aparasolada, pero y ápice finamente agudo. péndulo, flores violá-
robinia (Robinia pseu-
siempre poco frondosa, Son de color verde oscuro ceas...
doacacia), pero cuando
de aspecto abierto y algo por el haz, y más glaucos por se observan frutos sí es
caída. TRONCO Y RA- el envés (sobre todo debido muy distinguible; ade-
MAS PRINCIPALES En a un fino tomento, que pier- más, las flores de la sófo-
ejemplares añosos, los den a medida que crecen). ra son erectas, mientras
troncos pueden ser bas- Durante el otoño se tornan de que en las otras dos espe-
tante retorcidos y grue- un intensísimo color amarillo. cies cuelgan de las ra-
sos en relación a su altura YEMAS Diminutas (0,1 cm). mas.
total; de manera similar FLORES Estivales y herma-
las ramas principales dan froditas. Grandes racimos ECOLOGÍA
cierta sensación de pesa- erectos de flores blanco ver-
dez por su grosor y tor- DISTRIBUCIÓN NATIVA
dosas y amariposadas de Procede de Asia oriental
tuosidad. CORTEZA Os- 1-2 cm cada una, con cin- (China, Corea...), pero
cura, de tonos pardo- co pétalos. FRUTOS Re- no en Japón, a pesar de
grisáceos, rugosa desde cuerdan a collares de su nombre latino. En Eu-
bastante joven y forman-
ropa se halla ampliamen- AM

te distribuida tanto culti-


Flores
vada como asilvestrada.

Hojas
Corteza madura
perlas de 5-8 cm de lar-
do un entramado entre- go, con estrechas separa-
cruzado vertical algo ciones entre semillas con- Frutos
agrietado, de tonos ana- secutivas, esféricas y que DESARROLLO Y PREFE-
ranjados en el fondo, y se secan durante el ve-
RENCIAS AMBIENTALES
más profundo con la rano adquiriendo una
De rápido crecimiento,
tonalidad parda; una vez
edad. RAMILLAS Delga- puede alcanzar los 300
secas pueden persistir
das y verdes, muy lisas. años. Se adapta a todo
sobre el árbol durante
tipo de condiciones am-
52
en Guadarrama...
Una de las grandes sóforas
del paseo de La Alameda

ABUNDANCIA en una misma ronda de Aparte de estos, otros po-


plantación. cos ejemplares crecen
Es una especie poco abun- aisladamente en distintos
dante para su gran popu- En segundo lugar, una
puntos del municipio
laridad en otros inventa- pequeña agrupación de
rios de arbolado urbano esta especie crece en el EJ. DESTACADOS
del centro de España, área habilitada para el
paseo junto al río Guada- Sin duda, el conjunto de
pues únicamente se han
rrama, a su paso por la los grandes ejemplares
registrado 54 ejemplares.
urbanización Parque PYR. que crecen a lo largo del
Probablemente fuesen paseo de La Alameda son
DISTRIBUCIÓN ejemplares plantados de- los más llamativos del
municipio, promediando absoluto descartable la
Esta especie aparece en liberadamente aquí con
unos 14 m. No obstante, necesidad de apear los
dos zonas principales de fines ornamentales, pero
gran parte de ellos pre- más peligrosos).
la ciudad. En primer lu- resulta difícil confirmar
esto, pues su capacidad sentan enormes oqueda- Del resto de árboles in-
gar, a lo largo de casi to- des en sus troncos con
do el paseo de La Alame- invasiva le permite asil- ventariados, los emplaza-
vestrarse por numerosos claros síntomas de pudri- dos en puntos más visto-
da, con ejemplares muy ción, que amenazan con
maduros a ambos lados puntos de manera espon- sos para la mayoría de
tánea, siendo el curso de potenciales roturas vecinos y visitantes serían
de la calzada. Al ser todos (debido a lo cual, desgra-
ellos de edad muy similar, los ríos una de sus vías el que crece muy cercano
principales de dispersión. ciadamente, no sería en a la plaza del Ayuntamien-
debieron de ser plantados
to, en la confluencia entre
las calles Alfonso Senra y
Gral. Muñoz Grandes, o el
del parque de la calle de
La Iglesia.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

53
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. OLEÁCEAS

FRESNOS: F. COMÚN, NORTEÑO, DE FLOR y ROJO


Fraxinus agutfol, F. ecs, F. rnus y F. pensylvan

Las fresnedas ibéricas, muy particularmente las de la comarca de Guadarrama y otras regiones del
centro peninsular, atestiguan qu es posible la conciliación entre los usos agropecuarios más
tradicionales, el desarrollo socioeconómico y la conservación del medio natural.

Características
IDENTIFICACIÓN mente cuando han sido los muy grandes, con un
desmochados durante pequeño pero patente
PORTE En condiciones décadas), y las ramas peciolo, margen levemen-
naturales todas las espe- principales surgen desde te aserrado y sólo desde
cies pueden superar los bastante abajo del tronco, la mitad (además, su oto-
20 m de altura (el menor, cuando no rebrotando
generalmente, sería el F. desde la misma base, muy
de flor, con 15 m como erectas y ramificadas en
mucho), con copas inicial- toda su longitud. CORTE-
mente bastante estrechas
ZA F. común y F. norteño:
y ahusadas, pero que con
grisáceas y oscuras, con
la edad ganan mucha am-
un patente entramado de
plitud, y cuyo abundante
grietas longitudinales ca-
y compacto ramaje les
da vez más profundas con
confiere un aspecto en la
la edad. F. de flor: siem-
madurez muy globoso (no
pre mucho más lisa que
obstante, el F. común tie-
sus congéneres, y tam-
ne un aspecto particular-
bién algo más clara. F.
mente flotante y ligero a
rojo: marrón con tintes
pesar de su frondosidad).
rojizos, y grietas apreta-
TRONCO Y RAMAS PRIN- das. RAMILLAS En todas
CIPALES Troncos bastan- las especies son lampiñas,
te derechos y robustos, lisas y brillantes, y brotan
con fuertes ramas princi- por pares opuestos. En el
pales, más bien cortas y F. común son frecuentes
algo curvadas hacia arri- los rebrotes adventicios a
ba. En el F. común, el tron- lo largo del tronco cuando
co suele ser más corto han sido muy podados.
respecto a la altura total
HOJAS Siempre compues-
del árbol (muy especial-
tas y pinnadas, brotan de
las ramas por pares
1 2 opuestos (en el F. común a
veces por tríos). Aunque
son similares en todas las
especies, cada una tiene
algunas particularidades.
F. común: los 5-9 foliolos
AM
apenas tienen rabillo
(salvo el terminal), y son
3 4 muy lanceolados y con
unos pocos dientes en el
margen. F. norteño: muy
semejantes al F. común,
pero sus 9-13 foliolos son
algo más grandes y ase-
rrados, y con cierta pilosi-
dad en el envés. F. de flor: DN

Cortezas de F. común (1), F. 5-9 foliolos más redon- Hojas de F. común, F. norteño, Yemas de F. común, F. norte-
norteño (2), F. de flor (3) y F. deados y con rabillos muy F. de flor y F. rojo (de arriba ño, F. de flor y F. rojo (de arri-
rojo (4) abajo) ba abajo)
patentes. F. rojo: 3-9 folio-
54
ñada es particularmente los (de ahí su nombre), en la botánica serrana.
temprana y dorada). YE- blancos y plumosos, y que
brotan a la vez o después ECOLOGÍA
MAS En todas las especies
son siempre opuestas, de de las hojas. FRUTOS Se DISTRIBUCIÓN NATIVA
alrededor de 1 cm y más forman entre el final del Tanto el F. común como el
o menos tomentosas al verano y el comienzo del F. de flor tienen su origen
principio (sobre todo en otoño. Son sámaras alar- en Europa meridional,
el F. rojo) pero glabras gadas de unos 3-5 cm, llegando incluso al norte
después. Son muy útiles de África, mientras que el
para distinguir a las cua- F. norteño procede de
tro especies: negras en el Centroeuropa y Asia occi-
F. norteño, grisáceas en el dental. El F. rojo es de
F. de flor, y ocres en el F. Norteamérica. DESARRO-
rojo y el F. común (en este LLO Y PREFERENCIAS
último bastante más an-
chas y que suelen surgir
AMBIENTALES Todos
ellos son poco longevos
en tríos en los extremos
(150-200 años), pero de
de las ramillas). FLORES rápido crecimiento. En
Por no tener pétalos resul- condiciones naturales son
un género propio de am-
bientes frescos y húme-
dos, como los bosques de
Manojo de sámaras
ribera o las vegas y nava-
muy similares en todas las zos de regiones premon-
especies, y dispuestas en tanas. En ambientes me-
densos racimos colgantes nos húmedos aparecen
que a menudo persisten más ocasionalmente en
secos durante gran parte las umbrías de otras for-
Otoñadas del F. rojo americano
del invierno. CONFUSIO- maciones forestales. VA- (arriba), y del F. común en su
RIEDADES El F. común variedad ‘Raywood’ (abajo)
NES CON OTRAS ESPE-
aparece en una variedad
CIES Quizá el ailanto
viverista denominada
(Ailanthus altissima), sea el
‘Raywood’ (Fraxinus an-
único árbol que pueda
gustifolia oxycarpa), que
Flores del Fresno común tener una combinación de
se caracteriza por tener
hojas y frutos relativamen-
tan muy poco vistosas. Las una corteza más lisa y,
te similares. Durante el
flores de cada sexo apare- sobre todo, por su llamati-
invierno, lo más útil es
cen normalmente en árbo- va otoñada púrpura.
observar las yemas, muy
les distintos, pero algunos distintas de, por ejemplo,
ejemplares pueden portar las de los robles (Quercus
flores de ambos sexos o spp.), y que además per-
incluso cambiar de sexo miten identificar a cada
de un año a otro. Apare- una de las cuatro espe-
cen en pequeños ramille- cies. Pero aunque sólo sea
tes antes de que lo hagan por su ubicuidad, los fres-
nos son rápidamente re- Lesiones habituales
conocibles por cualquiera en muchos de los
mínimamente interesado fresnos desmochados
de Guadarrama

Floración del Fresno de flor

las hojas, salvo en el F. de


flor, donde sí tienen péta- (*1) El F. negro (F. nigra), no identificado en el inventario, puede ser relativamente frecuente y compartir este
rasgo
55
en Guadarrama...
F. norteños y rojos en las
inmediaciones del Centro
Cultural ‘La Torre’

ABUNDANCIA
El fresno común es, con
diferencia, el árbol autóc-
tono más abundante de
Guadarrama, pues con
más de un millar de ejem-
plares supone el 8,6% del (Vallefresnos, Parque conocido como parque absoluto empleados como
PYR, Fresnos de La Jaro- del Dragón). No obstante, forraje, están condenados
total. Si se suman los
sa), los fresnos comunes se la causa de esta desmesu- a tener que ser podados
ejemplares de las otras
distribuyen bastante uni- ra tiene una explicación igual de drásticamente
tres especies identifica-
formemente a través de de carácter negativo. De- hasta su muerte (mucho
das, el género pasa a
todo el municipio. Las bido al valor de su follaje más cercana, por otra par-
constituir casi el 10% de
otras tres especies, todos como ramón para el gana- te, de lo que les corres-
todo el inventario.
ellos ejemplares planta- do, tradicionalmente se pondería sin esta circuns-
Buena parte de ellos no dos deliberadamente con les han practicado podas tancia), al ser incapaces
han sido plantados inten- fines ornamentales, se de nutrir y soportar el
cionadamente, sino que hallan más limitados a peso y tensiones mecáni-
forman parte de la vegeta- zonas particulares: en las cas de una copa muy
ción espontánea de la zo- calles Monteleón y Río desarrollada (que, ade-
na, principalmente en el Guadiana abundan los más, supondría un enor-
caso de los cientos de fresnos norteños; en los me peligro en el caso de
ejemplares de zonas ver- jardines que rodean al los que crecen en zonas
des de urbanizaciones Centro Cultural ‘La Torre’, muy transitadas y/o con
colindantes con grandes además de estos, también niños que puedan jugar
fincas. En los casos del se localizan algunos fres- subiéndose a ellos).
interior del casco urbano, nos rojos; y en el parque Los añosos ejemplares
estos ejemplares silves- del parque del Dragón En cualquier caso, poner
del Molino del Rey (y la
tres se hallan incorpora- en conocimiento de todos
calle del Puente que le
dos en arriates y aceras los vecinos y visitantes de
precede), podemos com- muy severas, a baja altura
sin grandes problemas. Guadarrama este tipo de
parar ejemplares de las y de la totalidad de la co-
problemas con una de sus
cuatro especies, incluyen- pa, llamadas desmoches.
Esta ubicuidad, que en el especies más emblemáti-
do los únicos ejemplares Así, y a pesar de su apa-
caso de muchas especies cas, sin duda debe ayudar
de todo el inventario de rente robustez, estos
exóticas supondría pro- a que sea cada vez mejor
fresno de flor. enormes fresnos desmo-
blemas de mantenimien- valorado.
chados acostumbran a
to, en el caso de los fres- EJ. DESTACADOS estar parcial o incluso Los aún muy jóvenes fres-
nos es de agradecer, por
Aunque se han identifica- completamente huecos, nos de la calle San Maca-
ser tan representativo del
do cuatro especies, los pues podas tan severas rio, tienen la particulari-
acervo ecológico de la
fresnos comunes son mu- exponen el centro de sus dad de pertenecer a la
región. Así, los fresnos
chísimo más significativos troncos a las plagas e in- variedad ‘Raywood’ con
comunes son una induda-
que los demás tanto en clemencias ambientales una peculiar otoñada púr-
ble especie identitaria de
representatividad patri- (además, por si fuera po- pura.
las laderas de la sierra de
monial como en madurez co, de que se aprovechen
Guadarrama y de esta
(en promedio 8,3 m vs. 5,6 estas oquedades para ac-
ciudad en particular: un
m, respectivamente). tos vandálicos). En res-
verdadero emblema de su
puesta a esta agresión el
historia socioeconómica y En términos de altura, árbol trata de compensar
ecológica, con una riquísi- resulta muy difícil deter- los daños, generando
ma cultura de aprovecha- minar al más meritorio, nuevos tejidos y ramaje
mientos tradicionales que debido a las continuas en su corto tronco, que
justifica su buena repre- podas a que se someten ensancha abruptamente
sentación en el viario mu- los más añosos, pero re- hasta quedar realmente
nicipal. curriendo al grosor de su desfigurado respecto de
DISTRIBUCIÓN tronco, hay muchos ejem- lo que sería su porte natu-
plos espectacularmente ral. En consecuencia, la
Al margen de las concen- grandes que rondan el gran mayoría de estos
traciones en algunas áreas metro y medio de diáme- ejemplares, aunque ya Alineación de F. comunes en
verdes concretas tro (por ejemplo en el c/Dr. Gómez Ruiz
netamente urbanos y en
56
F. comunes ‘Raywood’ en Altísimo F. común del
c/San Macario paseo de La Alameda

(1.087)
(100)
(13)
(36)

REPARTICIÓN POR ALTURAS REPARTICIÓN POR DIÁMETROS

57
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. SIMARUBÁCEAS

AILANTO (o ÁRBOL DEL CIELO)


Ailanthus lsima

Originaria de China, donde se le atribuyen innumerables propiedades medicinales, en Europa se ha


introducido principalmente como árbol ornamental de sombra. Pero su expansión incontrolada más allá
de los hábitats urbanos le ha convertido en medio mundo en una muy preocupante especie invasora.

Características
IDENTIFICACIÓN de sus ramillas más fuer- nas, muy pequeñas rapidísimo crecimiento.
tes, como por el gran ta- (menos de 0,5 cm), ovoi- Prospera en prácticamente
PORTE Árbol que sobre- maño de sus cicatrices des y con muchas esca- cualquier clima, tanto frío
pasa fácilmente los 15 m foliares, de forma acora- mas imbricadas; de color como caluroso, siempre
(pudiendo alcanzar hasta púrpura pero recubiertas que estén bien soleados
25). Presenta una copa de un tomento blanco. mientras es aún joven. Ade-
amplia y globosa, a menu- FLORES Aparecen casi en más parece que soporta
do más ancha que alta, de verano, en grandes raci- especialmente bien los am-
ramaje abierto y laxo, mos (10-20 cm) blanco bientes muy contaminados.
aunque el follaje es denso verdosos y algo malolien- Todo ello, junto a la facili-
y compacto. Frecuente- tes (sobre todo las mascu- dad de germinación de sus
mente surgen rebrotes linas); las flores de cada abundantes semillas, le
basales. TRONCO Y RA- sexo pueden tanto coinci- permiten crecer espontá-
MAS PRINCIPALES Tron- dir en un mismo árbol neamente en cunetas y bal-
co más bien corto, res- (monoicos), como en dos díos periurbanos. Por ello
pecto a la altura total del diferentes (dioicos). Tie- tiene un elevado potencial
árbol, robusto y bastante nen muy mal olor, espe- como especie invasora.
cilíndrico. Las ramas prin- Hojas (pinnadas) cialmente las masculinas. VARIEDADES No se dan
cipales son largas y retor- FRUTOS Se forman entre variedades atípicas.
cidas. CORTEZA Inicial- zonada y con 5-9 puntea- el final del verano y el
mente pálida y grisácea, duras muy patentes. HO- comienzo del otoño. Son
muy lisa y delgada, inclu- JAS Alternas y pinnadas, sámaras alargadas (3-5
so en ejemplares añosos, enormes (30-60 cm de cm) y ligeramente espira-
cuando sólo se acentúan long., a veces más), que ladas, dispuestas en den-
algunas fisuras longitudi- constan de 10-20 finos sos y vistosos racimos
nales, delgadas y curvilí- folíolos de color verde muy coloridos (naranja,
neas y se oscurece. RA- lustroso, más claros por el escarlata o púrpura), que
MILLAS I ntensamente envés, de 5-10 cm cada una vez secos pueden
anaranjadas u ocres, muy uno, lanceolados y mu- persistir durante casi todo
chas veces con algún pe- el invierno. CONFUSIO-
queño pero destacado NES CON OTRAS ESPE-
diente en uno o los dos
CIES La combinación de
lados de la base. Brotan
grandes hojas pinnadas
más tardíamente que las
con frutos en sámaras Hojas y frutos inmaduros
hojas de otras especies
alargadas es inconfundi-
urbanas. Cuando se frotan
ble (quizás sólo semejan-
desprenden un olor des-
tes a los fresnos, cuyas
agradable, especialmente
hojas son opuestas y me-
en su base. YEMAS Alter- nores, y las sámaras más
estrechas).
Cortezas de un ejemplar joven
(izda.) y de otro añoso (dcha.)
ECOLOGÍA
brillantes y lisas (a veces DISTRIBUCIÓN NATIVA
con un finísimo tomento Originaria del centro y
blanquecino), con abun- norte de China, pero natu-
dantes lenticelas. Durante ralizada en medio mundo.
el invierno los ailantos son DESARROLLO Y PREFE-
muy reconocibles tanto AM
RENCIAS AMBIENTALES AM
por lo gruesas y colorea- Muy poco longevo (alre-
das que son las puntas Flores Yemas y cicatrices foliares
dedor de 80 años), pero de
58
en Guadarrama...
Uno de los muchos
ejemplares de c/ Río
Guadiana

ABUNDANCIA dad pasmosa, y se la con- mente a partir de las se-


sidera una especie inva- millas liberadas por los
Se han registrado 112 sora muy problemática ejemplares ornamentales
ejemplares en el inventa- (muchos de los ailantos del viario). Esto no siem-
rio municipal. Como otras registrados no han sido pre es muy deseable,
especies exóticas, se plantados intencionada- pues puede entrar en con-
plantó profusamente du- mente, sino que se han flictos con tendidos, fa-
rante décadas pasadas naturalizado espontánea- chadas u otros árboles
por su rápido crecimiento (estos emplazamientos
bajo un escaso manteni- Ailanto brotando en conflicto inapropiados se pueden
miento, desarrollando en con un muro
observar entre los pies Puente creciendo en pe-
pocos años un elegante que crecen en las calles queños grupos, pero no
porte de copa amplia y del centro del casco ur- en alineaciones propia-
frondosa. bano). mente dichas (una dispo-
Muy pocos ejemplares sición muy habitual en
muestran lesiones reseña-
DISTRIBUCIÓN otras ciudades).
bles, lo que evidencia el No aparece particular-
vigor y resistencia que, mente bien repartido por
EJ. DESTACADOS
entre otras razones, le han la ciudad, pues gran parte En general, para el buen
llevado a ser tan habitual de sus ejemplares se con- tamaño que es capaz de
en la flora urbana. centran en la urbanización alcanzar esta especie
Jarosa III en los solares de (haciendo honor a su
Se propaga con una facili-
El Raso y en la calle del nombre científico), los
inventariados no son aún
muy grandes, pues sólo
unos poco superan los 10
metros de altura (Parque
PYR, Jarosa III…). De he-
cho más de la mitad de los
encontrados no son sino
meras varas brotadas muy
recientemente, de menos
de 1 m de altura y 5 cm de
grosor.
Uno de los de mayor talla
y particularmente bien
emplazado en términos de
visibilidad se halla junto a
la entrada del supermer-
cado de la calle Río Due-
ro.

REPARTICIÓN
(112) POR ALTURAS

59
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. ACERÁCEAS

ARCES AUTÓCTONOS: BLANCO (o FALSO PLÁTANO), MENOR,


REAL (o ACIRÓN) y DE MONTPELLIER
Acer pseudolatnu, A. mpse, A. latoi y A. ospsslnum

Los arces europeos son casi siempre propios de zonas de media montaña, frescas y bastante húmedas,
por lo que en la Península Ibérica, al sur de las zonas de influencia cantábrica, sólo prosperan en
localidades serranas en las que el estío del clima mediterráneo es algo menos severo.

Características
IDENTIFICACIÓN con la madurez se des-
prende en pequeñas pla-
PORTE En condiciones cas de tonos claros, que
naturales el A. blanco y el recuerdan mucho a las
A. real superan los 20 m. del plátano (Platanus x
de altura en plena madu- hispanica). A. real: grisá-
rez, mientras que el A. cea y con muchas estrías
menor y el A. de Montpe- longitudinales tanto más
llier raramente pasan de marcadas como maduro
10 m . Todos tienen co- es el árbol. A. menor: de
pas abovedadas muy tonos ocres, clara y bri-
densas y macizas, con llante, muy cuarteada
gran cantidad de rami- desde joven y algo más
llas. TRONCO Y RAMAS gruesa que la de sus con-
PRINCIPALES Troncos géneres. A. de Montpe-
siempre bastante dere- llier: gris oscura, comien-
chos y robustos, con pe- za siendo bastante lisa, Hojas de A. de Montpellier
sadas pero fuertes ramas pero rápidamente se res-
principales, dirigidas quebraja en placas y es- de Monpellier: tiene las
principalmente hacia camas verticales. RAMI- hojas más pequeñas (3-5
arriba. El A. menor y el A. LLAS En todas las espe- cm) y algo coriáceas, con
de Montpellier suelen cies son esbeltas y lampi- sólo 3 lóbulos muy defini-
aparentar un tronco más ñas y brotan por pares dos (como un trébol).
corto de lo que le corres- opuestos. En el A. menor, Además, cuando se las
pondería por su talla. pueden desarrollar unas arranca de su ramilla, el
CORTEZA A. blanco: ini- características crestas A. real y el A. menor se-
cialmente muy lisa, pero gregan una gota lechosa Hojas de A. menor estivales
suberosas (similares a las (arriba) y otoñales (abajo)
del liquidámbar Liquida- muy diagnóstica (no así,
mbar styracyflua o las del las otras dos). YEMAS
olmo común Ulmus mi- Siempre opuestas y de
nor). HOJAS Opuestas y alrededor de 1 cm, son
palmeadas en las cuatro bastante útiles para dis-
especies, pero bastante tinguirlos en invierno,
distintas: el A. blanco y el pues son verdosas en el
A. real las tienen grandes A. blanco (aunque las
1 2 (más de 7 cm en prome- expuestas a pleno sol
dio) y de 5 lóbulos, pero pueden enrojecer bas-
mientras que en el caso tante), ocres o rojizas en
del primero el margen el A. real, marrones y con
está tosca pero uniforme- finos pelillos grisáceos
mente dentado, en el se- en el borde de las esca-
gundo es más liso, pero mas en el A. menor, y casi
con varios ápices muy negras en el A. de Mont-
agudos espaciados. A. pellier. FLORES Las cua-
menor: miden 5-10 cm y tro especies pueden ser
3 4
tienen 3-5 lóbulos (los hermafroditas (si las flo-
Cortezas de A. blanco (1), A. más basales no siempre res que porta cada árbol
real (2), A. menor (3) y A. de
Montpellier (4) son muy patentes) de tienen a la vez estambres
Hojas de A. real estivales
margen bastante liso. A. y ovarios), o monoicas (arriba) y otoñales (abajo)
60
frutos de doble ala de
este género los hace in-
confundibles con otros.
En su ausencia, las hojas
palmeadas se pueden
confundir con las del plá-
tano (Platanus x hispani-
ca, que surgen alternas,
no opuestas); las de tipo
pinnado del arce negun-
AM
do (Acer negundo) pue-
den recordar a las del
ailanto (Ailanthus altissi-
ma; alternas), o las de los
fresnos (Fraxinus sp.;
también opuestas, pero
nunca lobuladas).

ECOLOGÍA
DISTRIBUCIÓN NATIVA
Flores de A. de Montpellier Todos ellos aparecen de
(arriba) y A. real (abajo) manera natural en la Pe-
nínsula Ibérica, pero
AM
con flores sólo femeni- mientras que el A. blanco
nas). Sus flores son pe- y el A. real, son eminen-
queños racimos verde temente norteños, el A.
amarillentos y poco visto- menor y, más especial-
sos, que brotan erectos mente, el A. de Montpe-
en el A. real y el A. me- llier ocupan también las
nor, y colgantes en las sierras de la mitad sur.
otras dos especies. FRU- DESARROLLO Y PREFE-
TOS Son sámaras de unos RENCIAS AMBIENTALES
2-4 cm, con dos alas casi Todos ellos son relativa-
paralelas en el A. blanco mente poco longevos
y el A. de Montpellier, y (200 años como norma),
mucho más abiertas en el y aunque toleran bien la
A. real y el A. menor. Se fuerte estacionalidad de Sámaras de A. menor, A. real y
disponen en densos raci- A. blanco (de arriba abajo)
las sierras ibéricas, re-
mos que a menudo per- quieren de un mínimo de
sisten durante casi todo humedad c o n s t a n t e bién muy diverso, son
el invierno. CONFUSIO- (particularmente el A. muy frecuentes los cul-
NES CON OTRAS ESPE- real). VARIEDADES El A. tivares de hojas perma-
CIES Aparte de las prác- blanco se planta en infini- nentemente púrpuras,
tica que requiera distin- dad de variedades e hí- violáceas o incluso casi
guir a las distintas espe- bridos con especies cer- negras.
cies de arces entre sí, los canas. Del A. real, tam-

AM

Yemas de A. de Montpellier, A.
menor, A. real y A. blanco (de
arriba abajo)

(flores masculinas y flo-


res femeninas en un mis-
mo árbol), pero no dioi-
cas (árboles con flores
sólo masculinas y árboles

61
en Guadarrama...
Una alineación de arces de
c/Antonio Machado

ABUNDANCIA En el resto de la ciudad,


aparecen ejemplares
Con 119 ejemplares, los más o menos aislados
arces autóctonos de Gua- aquí y allá.
darrama no se les puede
considerar raros, pero EJ. DESTACADOS
constituyen sólo una pe-
En promedio, todos estos
queña parte del inventa-
arces miden poco más de
rio total, a pesar de que
6 metros de alto. Unos de
dos de estas especies son
los pocos que rondan la
bastante populares en
decena de metros y están
jardinería urbana, el arce
emplazados en un punto
blanco y el arce real (de
particularmente vistoso
hecho, ambos se ven queño parque junto a la adecuada a nuestras lati-
son los arces blancos del
bastante frecuentemente Escuela de Música. No tudes, de las que es nati-
Puente del Rosario o los
dentro de los jardines obstante, este es el arce vo).
arces reales de los jardi-
particulares, no incluidos más representativo del
nes que rodean al Centro
en este inventario). centro de España, y re-
Cultural ‘La Torre’. Pero
Los arces reales fueron aparte de estos y de uno sulta particularmente
los más frecuentes, con del parque de La Iglesia, singular como ejemplo
más del doble de ejem- no los hay particularmen- de la flora madrileña. Por
plares que los arces blan- te bien emplazados en ejemplo, un magnífico
Uno de los aún muy jóvenes
cos o los arces menores. términos de visibilidad y ejemplar silvestre de arces menores de la urbaniza-
Del arce de Montpellier accesiblidad públicas. arce de Montpellier crece ción Monteleón
sólo se encontró un ejem- junto al mirador conocido
Los ejemplares de arce como la Silla de Felipe II,
plar
real de follaje púrpura en la vecina localidad de
DISTRIBUCIÓN resultan enormemente El Escorial (es interesan-
llamativos, sobre todo te aclarar que su algo
Muy poco repartidos por cuando el árbol alcanza desconcertante nombre
el municipio, como ca- una buena talla, por lo proviene, simplemente,
bría esperar en un géne- que suelen ser muy fre- de que fue en esta ciudad
ro poco abundante. Pero cuentes para aportar co- francesa donde se le des-
es que, además, una gran lor a los jardines, de ma- cribió botánicamente por
cantidad de ellos se acu- nera similar a los ciruelos primera vez, y nunca se
mula en un único lugar: de Pissard (Prunus cerasi- ha generalizado otra de-
los jardines de la urbani- fera), que tienen esta nominación algo más
zación Monteleón. Allí, misma peculiaridad de
además de en abundan- coloración, pero la des-
cia, se dan en diversidad, ventaja de un porte me-
pues cada pocos metros nos mucho robusto. Este
podemos comparar tipo de ejemplares de
ejemplares de arce blan- hoja atípica suelen ser
co, arce real y arce me- preferidos en los chalets
nor, por lo que es el me- particulares frente a los
jor lugar para comparar- de hoja verde. Un ejem-
los con facilidad. plo muy accesible de
Mucho menos significati- estos arces es la calle
vamente, también se han Hnos. García Noblejas,
plantado cortas alinea- donde hay media docena
ciones de ejemplares en de ellos intercalados en-
algunas pocas calles par- tre otras especies.
ticulares: en Hnos. García El único ejemplar de arce
Noblejas, Antonio Macha- de Montpelllier, aún poco
do o Villas de Guadarra- más que un arbolillo de 3 El único arce de Montpellier de Arces reales de una variedad de
ma. Guadarrama en c/Gustavo hoja púrpura en c/Hnos. García
metros, crece en el pe- Adolfo Bécquer Noblejas
62
(66)
(29)
(23)
(1)

REPARTICIÓN POR ALTURAS

63
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. ACERÁCEAS

ARCES ALÓCTONOS: NEGUNDO, PLATEADO, ROJO y DE JAPÓN


Acer ngudo, A. sachinum, A. bum y A. palatum

Estas especies, mayoritariamente de origen americano, se cultivan cada vez con mayor asiduidad por
su espectacular otoñada, mucho más intensamente colorida que la de las especies de arces autóctonas.

Características
IDENTIFICACIÓN se van oscureciendo y
fisurando, terminando
PORTE En condiciones por llenarse de estrías
naturales todas las espe- pálidas longitudinales
cies pueden rondar los (A. negundo y A. de Ja-
20 m. de altura, salvo en pón) o de escamas y pla-
el caso del A. de Japón, cas más o menos cua-
que apenas llega sobre- drangulares (A. plateado
pasa los 10. Todos pre- y A. rojo). RAMILLAS En
sentan inicios muy longi- todas las especies son
líneos de copas estre- esbeltas y lampiñas (a
chas, pero que ensan- veces algo pruinosas), y
chan con la edad y se brotan por pares opues-
AM

pueden volver bastante Otoñada del A. plateado


tos. Inicialmente son ver-
irregulares (el aspecto dosas, pero a medida
del A. negundo suele ser que crecen (y les da el
especialmente desgar- sol) se van coloreando
bado). TRONCO Y RA- de tonos ocres, rojos o
MAS PRINCIPALES Tron- incluso violáceos. HOJAS
cos siempre bastante Siempre opuestas, son
derechos y robustos, con muy distintas en las cua-
largas ramas principa- tro especies: el A. ne-
les. No obstante, el A. gundo, y como excep-
negundo a menudo desa- ción entre todos los ar-
rrolla abultamientos ces urbanos habituales,
(como tumoraciones por tiene hojas pinnadas de
lesiones mal cicatriza- 10-25 cm de long., que
das), y no es raro que constan de 3-7 (más ra-
crezca bastante inclina- ramente 9) finos foliolos
do y que presente rebro- de color verde claro de
tes adventicios desde la 5-10 cm cada uno, más o
base. CORTEZA En todos menos trilobulados
ellos comienza siendo (sobre todo el terminal),
bastante lisa, delgada y puntiagudos y con bor-
clara, pero con la edad des irregularmente den-

Hojas estivales (arriba) y


otoñales (abajo) del A. de
Japón
AM

Cortezas jóvenes de A. negundo Cortezas maduras de A. platea- Hojas estivales de A. negundo,


joven (izda.) y maduro (dcha.) do joven (izda.) y maduro A. plateado y A. rojo (de arriba
(dcha.) abajo)

64
tados; las tres especies del género, con 3 lóbu- disponen en densos raci- estén bien soleados,
restantes tienen las hojas los (a veces 2 más, vesti- mos que a menudo per- creciendo espontánea-
típicamente palmeadas giales) someros y denta- sisten durante casi todo mente en cunetas y bal-
dos en el A. rojo, 5 muy el invierno. CONFUSIO- díos periurbanos de
profundos y muy irregu- NES CON OTRAS ESPE- manera altamente inva-
larmente mellados en el CIES Aparte de las prác- siva). VARIEDADES Los
A. plateado (y de haz y tica que requiera distin- viveros comercializan
envés muy marcadamen- guir a las distintas espe- frecuentemente ejem-
te discolores), y 5-7 tam- cies de arces entre sí, los plares de hojas con oto-
bién muy profundos pe- frutos de doble ala de ñadas de diversas in-
ro de margen más uni- este género los hace in- tensidades.
formemente aserrado en confundibles con otros.
el A. de Japón. La otoña- En su ausencia, las hojas
da del A. negundo es palmeadas se pueden
amarilla, mientras que confundir con las del
en las otras tres es mu- plátano (Platanus x hispa-
cho más marcadamente nica, que surgen alter-
anaranjada (A. plateado), nas, no opuestas); las de
o carmesí (A. rojo y A. de tipo pinnado del A. ne-
Japón). YEMAS Siempre gundo pueden recordar
opuestas y de alrededor a las del ailanto
de 1 cm, son blanqueci- (Ailanthus altissima; al-
nas en el A. negundo, y ternas), o las de los fres-
rojas en el resto. FLO- nos (Fraxinus sp.; tam-
RES El A. negundo es un bién opuestas, pero nun-
árbol dioico, cuyas flores ca lobuladas).
aparecen en primavera,
algo antes que las hojas. ECOLOGÍA
AM
Se disponen como pena- DISTRIBUCIÓN NATIVA
chos colgantes en el ex- El A. de Japón, obvia-
tremo de las ramas, so- mente procede de estas
bre largos rabillos rosa- islas, pero también de
dos, y aunque carecen China y Corea. Las tres
de pétalos resultan muy restantes son especies
vistosos. Las otras tres norteamericanas. DESA-
especies son monoicas, RROLLO Y PREFEREN-
y aunque sus flores son
CIAS AMBIENTALES To-
siempre pequeñas, sus
dos ellos son relativa-
racimos destacan mucho
mente poco longevos
por sus intensas tonali-
(150-200 años), pero de
dades rojas. FRUTOS Son rápido crecimiento (muy
Yemas de A. negundo, A. pla-
teado y A. rojo (de arriba aba- sámaras de unos 2-4 cm, especialmente el A. ne-
jo) con dos alas casi parale- gundo: su gran rustici-
las en el A. negundo y el dad le permite prospe-
A. rojo, y mucho más rar en ambientes muy
AM

abiertas en el A. platea- diversos siempre que Sámaras de A. negundo


do y el A. de Japón. Se (arriba) y A. plateado (abajo)

Flores de A. negundo

65
en Guadarrama...
Uno de los arces negundos
brotados semiasilvestrados
en el margen de una acera

ABUNDANCIA seo de La Alameda o Pa- de gato), debido a que


seo del Molino del Rey. durante su lenta cicatriza-
Tres especies norteameri-
Los arces plateados se ción pierden mucha savia
canas, los arces negundo,
hallan casi todos concen- y se exponen a infeccio-
plateado y rojo, suman
trados en dos únicas zo- nes y pudriciones. Así,
más de cuatrocientos ár-
nas: el parque de Los Bui- bastantes de ellos presen-
boles, lo que los convier-
les, y las calles Prado Ca- tan abultamientos, tumo-
te, en conjunto, en un gru-
macho y adyacentes. raciones y brotes adventi-
po de árboles abundante,
cios.
sobre todo cuando se
Los arces rojos, mucho
comparan con los poco A este problema hay que parque de Los Builes aca-
más escasos, aparecen en
más de cien arces autócto- añadir también el que la ben siendo, a poco que
unas pocas calles del cen-
nos del inventario, a priori facilidad de germinación puedan crecer, los más
tro de la ciudad.
mejor adaptados para las de sus abundantísimas llamativos.
condiciones de Guadarra- El único ejemplar de arce semillas le permiten cre-
ma. de Japón, con su especta- cer espontáneamente en
cular caída de hoja, se cunetas y baldíos periur-
Esto evidencia la impor-
localiza en un extraño em- banos, convirtiéndolo en
tancia de estas especies
plazamiento de la urbani- una especie considerada
en los planes de ajardina-
zación Guadarrama (junto como invasora y perjudi-
miento actuales, pues los
a un muro, algo apartado cial para la integridad de
arces americanos cada
y donde parece raro que algunos hábitats natura-
vez son más habituales en
una especie tan peculiar les.
parques y calles de ciuda-
fuese plantado delibera-
des de toda España. La A pesar de ello, en Gua-
damente).
razón e ello, es básica- darrama aún no son muy
mente doble. Por una par- EJ. DESTACADOS frecuentes los pies asil-
te a la sobreabundancia vestrados espontánea-
de una especie, el arce La media de todos estos mente, al menos en lo que
negundo (334 pies), que arces alóctonos es de ape- se refiere estrictamente al
décadas atrás se puso nas 6-7 metros, y muy po- viario urbano y los par-
muy de moda entre los cos ejemplares superan ques, pues en las fincas
viveristas por su rapidísi- los 10 metros. En el caso rurales de los alrededores
mo crecimiento incluso del arce negundo, aparte sí se le observa con más
bajo nulo mantenimiento. de que no sea una especie regularidad de la desea-
La otra razón tiene que particularmente grande, ble.
ver con que las especies esto se debe sobre todo a
americanas de este géne- las frecuentes podas que En términos de valor or-
ro tienen una otoñada se les realizan. En el caso namental y accesibilidad
bastante más colorida que de los arces plateado y pública, posiblemente los
la de los arces europeos, rojo, tiene más que ver arces rojos de las calles
intensamente dorada en simplemente con que fue- céntricas del pueblo y del
el caso del arce negundo y ron muy recientemente Un arce rojo comenzando la El único arce de Japón de la
el arce plateado, y de to- plantados y aún tienen caída de las hojas en c/ ciudad en la urbanización Gua-
poca edad. Mercadillo darrama
nos carmesíes en el arce
rojo. Aunque globalmente el
estado de la mayoría de
DISTRIBUCIÓN
ellos es bueno, los arces
Los arces negundos, apa- negundos son una de las
recen con especial abun- especies del inventario
dancia en algunas zonas que concentran más lesio-
de la ciudad, como en los nes. La madera del arce
jardines de las urbaniza- negundo es bastante que-
ciones Prado San Juan, bradiza, y es muy sensi-
Parque PYR o Jarosa III, o ble a la poda de ramas
en forma de largas alinea- gruesas (y más mediante
ciones de paseo en las técnicas muy severas co-
calles San Macario, Pa- mo terciados o en cabeza
66
REPARTICIÓN POR ALTURAS

67
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. JUGLANDÁCEAS

NOGALES:
Juglans rei y J. i
COMÚN y NEGRO

Extendido por toda Europa durante el imperio romano por sus apreciados frutos, las nueces, un nogal
añoso es un árbol verdaderamente regio. Pero menos noble con sus árboles vecinos, sus raíces liberan
compuestos químicos en el suelo destinados a impedir el crecimiento de otras plantas en sus
inmediaciones.

Características
IDENTIFICACIÓN Brotan algo tardíamente de mesa cuyo interior es
en comparación con otras tan apreciado. CONFU-
PORTE Árboles de talla especies urbanas. Son SIONES CON OTRAS ES-
media, de 15-20 m, pero opuestas y compuestas,
PECIES Muchos rasgos
de aspecto muy robusto, de 20-30 cm de long., con
con una amplia copa re- ayudan a que el nogal
5-11 foliolos de color ver-
dondeada y densa, aun- común sea fácilmente
de vivo por ambas caras,
que algo desordenada. reconocible: médula de
con los nervios amarillen-
las ramillas tabicadas,
TRONCO Y RAMAS PRIN- tos y muy marcados; son
cicatrices foliares
CIPALES Tronco más bien ovalados con el ápice li- Yemas invernantes y detalle de “sonrientes”, nueces…
corto, respecto a la altura geramente puntiagudo, y la cicatriz foliar y los tabiques
internos de las ramillas de N. No obstante, cada vez es
total del árbol, grueso y de longitudes muy de- común más frecuente el Nogal
cilíndrico. Las ramas prin- siguales dentro de cada
color ocre oscuro. FLO- negro (Juglans nigra), una
cipales nacen bastante hoja: entre 5 y 20 cm, van
especie norteamericana
horizontalmente, y a me- aumentando progresiva- RES Primaverales, cada
de corteza más oscura y
nudo son retorcidas y de mente de tamaño desde la individuo porta flores de agrietada, ramillas pilo-
aspecto pesado, pero muy base al extremo, de ma- los dos sexos (especie sas, hojas con mayor nú-
fuertes. CORTEZA Nota- nera que el foliolo final es monoica); ambas son pe- mero de folíolos (10-20,
blemente lisa y pálida queñas y poco vistosas, casi siempre sin el termi-
durante toda su vida, aun- las masculinas amentos nal), más finos y lanceo-
que a medida que enveje- alargados y colgantes que lados, pero menos de-
ce le pueden aparecer se forman antes que las siguales y olorosos.

ECOLOGÍA
DISTRIBUCIÓN NATIVA
Probablemente de algu-
nas zonas transcaucási-
cas, pero introducida
desde épocas remotas y
naturalizado por toda
Europa, aunque nunca
forma masas forestales,
Cortezas de N. común (izda.) y Hojas, y frutos inmaduros de N. salvo como cultivo.
N. negro (dcha.) común DESARROLLO Y PREFE-
RENCIAS AMBIENTALES
fuertes nudos aislados. siempre mucho más gran- Muy lento crecimiento,
Otra especie muy cerca- de que los laterales; son pero capaz de vivir du-
na, el Nogal negro (Juglans coriáceos, de márgenes Amentos verdes
rante centenares de años.
nigra), tiene en cambio la lisos, y que despiden un Prefiere zonas parcial-
femeninas, globosas y
corteza mucho más fisura- olor algo cítrico muy ca- mente soleadas, pero
pareadas. FRUTOS Madu-
da y oscura. RAMILLAS racterístico al frotarlas. que mantengan bien la
Las cicatrices foliares que ran entre finales del ve-
Glabras y brillantes, ver- humedad, con suelos ri-
quedan tras la caída de rano y otoño. Miden 4-5
dosas inicialmente, luego cos y profundos, y sin
las hojas son inconfundi- cm, ovales, lisos y verdes,
pardo grisáceas. Durante heladas. VARIEDADES
bles, grandes y que re- solitarios o agrupados
el invierno, son muy útiles No se dan variedades
cuerdan muy fácilmente a hasta de a cuatro. Una vez
para identificarlo: muy atípicas.
caen al suelo, se ha de
gruesas en su extremo, y una divertida carita. YE-
eliminar la cáscara y la
al seccionarlas longitudi- MAS A menudo dispues- pulpa, para llegar a la
nalmente muestran la mé- tas de tres en tres, re- semilla, la popular nuez
dula tabicada. HOJAS chonchas y pelosas, de
68
en Guadarrama...
Nogal común de
c/San Macario

ABUNDANCIA municipio, si bien en el ca, en ambos casos junto a


casco antiguo no hay arroyos.
Se han inventariado 79 (salvo un plantón de 1-2
nogales comunes en Gua- Llama bastante la atención
metros brotado en un so-
darrama. También se han el solitario ejemplar que
lar abandonado).
encontrado cinco ejem- crece en un solar de la
plares de nogal negro EJ. DESTACADOS calle La Serrana, en esta-
americano (J. nigra). do semiasilvestrado y sin
En promedio, la altura de ningún mantenimiento casi 12 metros y, sobre
DISTRIBUCIÓN esta especie son apenas aparente, pero cuyos ya todo, su amplísima copa
6,5 metros, pero bastantes empiezan a rivalizar en
La mayoría de las urbani- árboles superan los 10 m,
zaciones de mayor tama- singularidad con un impo-
e incluso alguno ya se nente castaño que, de mo-
ño tienen varios nogales acerca a los 15 m (en las
en sus jardines, si bien mento, le hace sombra.
urbanizaciones Jarosa II,
aquellas en las que apare- Jarosa III y Monteleón). Por su parte, los ejempla-
ce con mayor regularidad res de nogal negro ameri-
son Ibersierra y el conjun- Muchos ejemplares regis- cano son todos ellos bas-
to que conformarían Jaro- trados han brotado espon- tante maduros: 12 metros
sa I, II y III. táneamente, como varios de media, desde los 9 del
de los jardines traseros de menor en la calle Marqués
El resto aparecen de ma- la urbanización Jarosa III,
nera más o menos disper- El gran ejemplar semiasilves-
de Santillana, hasta los 14
o del pequeño parque trado de c/La Serrana de los gemelos de la calle
sa por distintas zonas del junto a la Escuela de Músi- Ruperto Chapí.
Los nogales comunes, son
interesantes ejemplos de
la flora autóctona (en realidad
semiautóctona, introducidas
desde hace decenas de siglos
por las distintas civilizacio-
nes que han ocupado la
Península Ibérica), por lo
que en términos patrimo-
niales es interesante man-
tener su buena represen-
tación en el viario de Gua-
darrama. En este sentido,
varios municipios de la
sierra acogen nogales
singulares, reconocidos
en el listado de especies
protegidas de la Comuni-
dad de Madrid.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

69
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. HIPOCASTANÁCEAS

CASTAÑO DE INDIAS
Aescul hipoastnum

Su nombre común puede llevar a confusión, pues no está emparentado con el castaño común, a pesar
del enorme parecido de los frutos de ambas especies. Respecto al nombre científico, “castaña de
caballo”, alude a su empleo como forraje allí donde era muy abundante.

Características
IDENTIFICACIÓN tenso color dorado, dejan CONFUSIONES CON
unas grandes cicatrices OTRAS ESPECIES Por el
PORTE Árbol robusto en forma de herradura. pasmoso parecido de
pero elegante, capaz de YEMAS Opuestas, con sus frutos, se puede con-
superar los 20 m con faci- escamas ocres, y muy re- fundir con el castaño
lidad, con una amplia y conocibles tanto por su común (Castanea sativa),
frondosa copa, entre glo- gran tamaño (2-3 cm), pero este tiene hojas
bosa y piramidal. TRON- como por su recubrimien- simples completamente
CO Y RAMAS PRINCIPA- to algo pegajoso y muy distintas, y una floración
LES Tronco más bien cor- brillante. FLORES Prima- más discreta, además de
to respecto a la altura total verales y hermafroditas. unos “erizos” mucho
del árbol, pero muy dere- Muy atractivas y fragan- más punzantes. Aparte
cho y grueso. Las fuertes tes, se disponen en abun- de esto, sus diferentes
ramas principales se cur- dantes y grandes racimos variedades, pueden
van hacia arriba, y se sub- distinguirse con más o
dividen profusamente, menos dificultad sobre
proporcionándole su ca- todo por el color de sus
racterística amplitud de flores: Aesculus carnea
copa. CORTEZA Gris pá- (flores rojas) A. indica
lido, bastante lisa y delga- (rosas), o A. flava
da en los ejemplares jóve- (amarillas).
nes, pero más rojiza y ECOLOGÍA
muy escamosa con la
edad, con bastante ten- DISTRIBUCIÓN NATIVA
Originariamente proce-
de de Europa oriental
(Balcanes y alrededores;
la alusión a las Indias de
Hojas en primavera (arriba) y su nombre común co-
otoño (abajo) Flores rresponde a un antiguo
error nunca reparado).
en un mismo punto, de erectos (15-30 cm), de
color verde claro, ápice color blanco con marcas
DESARROLLO Y PRE-
aguzado y bordes irregu- centrales rosas o amari- FERENCIAS AMBIENTA-
larmente dentados. Al llas. FRUTOS Cápsulas LES Rápido al principio,
caer en otoño, con un in- globosas de unos 5 cm y llegando a 300 años. Es
con pequeñas púas, que una especie montana, de
Cortezas de un ejemplar joven
(izda.) y otro adulto (dcha.) en otoño se abren y libe- zonas frescas y umbro-
ran unas semillas pareci- sas, pero ya existen va-
dísimas a las castañas co- riedades capaces de
dencia a cubrirse de lí- prosperar en todo tipo
mestibles (pero que son
quenes. RAMILLAS Grue- de condiciones. VARIE-
muy indigestas o incluso
sas y muy lisas, de tonos
tóxicas, en cambio). DADES Los viveros co-
pardos. HOJAS Opuestas mercializan muchos hí-
y compuestas, muy carac- bridos de los distintos
terísticas: grandes (15-30 castaños de Indias.
cm), formadas por 5-7
foliolos palmeados, que
se disponen radialmente
unidos todos por su base
Yemas invernantes y cicatriz Frutos, aún inmaduro (izda.) y
foliar ya abiertos (dcha.)
70
en Guadarrama...
Dos de los seis castaños de
Indias del parque de c/La Igle-
sia, en pleno centro del pueblo

ABUNDANCIA banizaciones del munici- Pero algunos que ya han


pio, casi siempre ejem- alcanzado una talla algo
Con 77 ejemplares censa- plares más o menos aisla- mayor (9-10 m) y se hallan
dos, es una especie relati- dos aunque es una espe- particularmente bien ubi-
vamente escasa, sobre cie muy frecuentemente cados para su disfrute
todo si se tiene en cuenta plantada en largas alinea- público son los del par-
lo frecuente que es en los ciones. De hecho, hay un que de La Iglesia, prove-
catálogos de los viveros, par de cortas filas de ellos yendo de fresca sombra
por su atractiva floración en las urbanizaciones Ja- estival a los niños que jue-
y la densidad de la som- rosa I y Altos de La Jarosa. gan en los columpios (y a
bra que ofrecen sus am- sus padres en la cercana
plias copas (aunque no EJ. DESTACADOS
terraza...).
considerados en este in- La mayor parte de ellos
ventario, dentro de los En cualquier caso, por el
rondan los 7-8 metros de
jardines privados se pue- momento los de mayor
altura, y aún les quedan
den encontrar con cierta talla son sendos ejempla-
varios años antes de ofre-
regularidad). res de 12-13 m de las ur-
cer todo su atractivo, aun-
banizaciones Parque PYR
DISTRIBUCIÓN que ya insinúan la frondo-
y Jarosa II.
sa y globosa copa que
Dentro de su escasez, esta tanto caracteriza a esta
especie se halla distribui- especie.
da por muchas de las ur-

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

71
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. BIGNONIÁCEAS

CATALPA
Catlpa bignoioides

Originaria de Norteamérica, en Europa se ha introducido masivamente desde hace pocos años como
uno de los árboles ornamentales de alineación más habituales. El curioso término catalpa procedería de
la manera en que lo llamaban los indios nativos de EE.UU.

Características
IDENTIFICACIÓN LLAS Verdosas o pardas, mos piramidales erectos de acacia de tres púas Gle-
glabras y relucientes. HOJAS 15-20 cm. FRUTOS Otoña- ditsia triacanthos, pero
PORTE Árbol normal- muy aplanadas, y no cilín-
mente de 10-15 m como dricas como la catalpa).
máximo. Presenta un as- Además, en algunos
pecto desgarbado, de ejemplares, sus grandes
abundante ramaje pero hojas acorazonadas pue-
muy abierto e irregular, den alcanzar un tamaño
aunque el follaje es muy sin comparación entre el
denso y compacto debido al resto de las especies del
excepcional tamaño de sus inventario.
hojas. TRONCO Y RAMAS
PRINCIPALES Tronco más ECOLOGÍA
bien fino, a menudo curvo o DISTRIBUCIÓN NATIVA
inclinado. Las ramas prin- De forma natural ocupa
cipales a menudo se dis- Flores una extensa área del sur-
tribuyen como azarosa- este de Norteamérica.
mente, sin un patrón co- les. Son larguísimas vai- DESARROLLO Y PREFE-
mún muy claro, pero bas- nas de hasta 40 cm, finas y
RENCIAS AMBIENTALES
tante horizontalmente y se Hojas delgadas, de sección cir-
subdividen en multitud de Poco longeva (50-70
cular y color verde inicial-
ramas secundarias retor- Opuestas, con la particulari- años), pero de rapidísimo
mente y marrón o negro
dad de que suelen apare- crecimiento. En sus áreas
cidas y tortuosas. CORTE-
cer en grupos de tres alre- de origen crece princi-
ZA Gris o parda, bastante palmente en los márge-
dedor de las ramillas. Son
lisa y delgada en los nes de ríos y humedales.
endebles y muy grandes, de
ejemplares jóvenes, pero No obstante, es de una
15-30 cm de long., con la
más fisurada y exfoliable gran rusticidad, siendo
base de forma redondea-
en escamas con la edad. capaz de prosperar en
da o, más a menudo, cla-
Es muy frecuente observar ambientes muy diversos,
ramente acorazonada y
con ápice muy puntiagudo teniendo fama de sopor-
y bordes lisos, de un vivo tar muy elevados niveles
color verde claro por am- de contaminación atmos-
bos lados. Despiden un olor férica. Tiene cierto poten-
desagradable al frotarse. Al cial como especie invaso-
caer dejan una cicatriz foliar ra, si bien no tan acusado
muy grande circular y bastan- como otras especies exó-
te cóncava, muy diagnóstica. ticas típicas del viario
YEMAS Muy pequeñas y Frutos inmaduros urbano. VARIEDADES
escamosas, a menudo dis- Los viveros comercializan
puestas de tres en tres una vez secas, que cuel- frecuentemente ejempla-
(opuestas, en el caso de las gan de los extremos de res híbridos con otros
Cortezas de un ejemplar joven pareadas). FLORES Entre las ramas, a menudo du- congéneres, siendo bas-
(izda.) y otro adulto (dcha.)
finales de primavera y princi- rante todo el invierno. tante comunes las formas
semienanas.
pios de verano. Son flores C ONFUSIONES CON
largas fendas, probablemen- hermafroditas, tubulares o OTRAS ESPECIES Sus in-
te causadas por heladas o acampanadas y grandes confundibles frutos, per-
cambios bruscos de la tempe- (hasta 5 cm), con cinco péta- sistentes durante casi todo
ratura y humedad. RAMI- los fruncidos blancos el año, garantizan su iden-
(punteados de amarillo y ro- tificación (vainas similar-
jo), que se agrupan en raci- mente largas las tiene la
72
en Guadarrama...
Una de las catalpas más maduras
encontradas, en Parque PYR

ABUNDANCIA les en los que en algún rano, y a menudo acaba


momento alguien optó por manifestando problemas
Únicamente se han conta- plantar unos pocos ejem- de grietas y fendas en el
bilizado 49 catalpas, a plares agrupados, como tronco y ramas principa-
pesar de que esta especie los de la urbanización les, que ya se observan en
experimentó una expan- Guadarrama, el parque varios ejemplares inven-
sión espectacular durante de la calle Hayedo, o los tariados.
los últimos años, debido a márgenes de la calle Río
la rapidez de su creci- Por otra parte, las grandes
Guadiana.
miento y la frondosidad hojas, que cuando caen no
de su sombra. Pero no EJ. DESTACADOS están siempre del todo
siempre se adaptan bien a secas, en el suelo pueden
En promedio los ejempla- resultar un tanto sucias o
algunas condiciones parti-
res de esta especie miden molestas (sobre todo por
culares de plantación,
5-6 m, y sólo uno supera los resbalones).
sobre todo cuando no se
los 10 m, plantado en la
le proporciona agua sufi-
urbanización Guadamoli-
ciente en verano.
nos.
DISTRIBUCIÓN Esta especie, aunque re-
No está muy bien reparti- sistente, tiene elevadas
da, y aparece bastante a necesidades hídricas du-
modo de pequeños roda- rante los meses de ve-

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

73
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. FAGÁCEAS

ROBLE MELOJO
Quercs pyenai

La especie caducifolia forestal por excelencia en Guadarrama, aunque predominantemente conforme


paisajes adehesados o de monte bajo, antes que bosques densos y maduros. Su nombre científico es un
tanto equívoco, pues esta especie es bastante escasa en los Pirineos.

Características
IDENTIFICACIÓN tanto longitudinales como más pálidas por el haz y dirla con otros congéne-
transversales, que acaba muy aterciopeladas, so- res. La encina (Quercus
PORTE Árbol normal- formando un pronunciado bre todo por el envés; ilex) y los robles america-
mente no muy alto, de 8- cuarteamiento. R AMI- son ligeramente coriá- nos (Q. rubra o Q. palus-
10 m (aunque pueda su- ceas (más cuanto mayo- tris) tienen hojas con aris-
LLAS Grisáceas, muy to-
perar los 25, en condicio- res son). Una vez secas, tas muy agudas fácilmente
mentosas y con muchas
nes adecuadas). Los melo- pueden permanecer gran diferenciables. Más difícil
lenticelas, con los nudos
jos maduros son árboles parte del invierno sin es distinguirlo de otros
muy robustos de abun- bien marcados. HOJAS
desprenderse de la rama robles autóctonos similar-
dante ramaje que confor- Alternas, de 8-18 cm de
(fenómeno denominado mente lobulados: el roble
ma una copa muy ancha long., tienen entre 4 y 8
en botánica marcescen- común o carballo (Q. ro-
pero de contorno irregu- lóbulos redondeados en
cada lado, más o menos cia). YEMAS Alternas a lo bur) tiene hojas bastante
lar; los rebrotes basales parecidas, pero con un
pareados, y separados
son muy comunes. TRON- par de lobulillos basales o
por senos bastante pro-
CO Y RAMAS PRINCIPA- aurículas, junto a un rabi-
fundos (algunos llegan
LES Mientras es joven el llo (peciolo) muy corto, y
casi hasta el nervio cen-
tronco es bastante varia- que contrasta mucho con
tral); son de un color ver-
ble, desde muy derecho y lo largo que es, en cam-
de fresco en primavera,
erguido hasta inclinado y bio, el de sus bellotas; el
algo retorcido, pero estos roble albar (Q. petraea) y
últimos suelen corregirse el quejigo (Q. faginea)
a medida que ensanchan tienen lóbulos muy unifor-
y alcanzan la madurez; mes a lo largo de toda la
entonces muestra un tron- hoja y mucho menos pro-
co muy grueso en relación fundos que los del melojo.
a su altura, con fuertes ECOLOGÍA
ramas principales nacidas
desde muy abajo, a menu- Yemas invernantes DISTRIBUCIÓN NATIVA
do bastante horizontales. Probablemente de algu-
CORTEZA Gris o marrón largo de las ramillas, pe- nas zonas transcaucásicas,
pálidos, no muy gruesa ro en sus extremos muy pero introducida desde
pero sí muy resquebraja- agrupadas, cónicas y pe- épocas remotas y naturali-
da, con abundantes surcos queñas (0,5 cm aprox.), zado por toda Europa,
de tonos pardos claros y aunque raramente forma
tomentosas. FLORES Pri- grandes masas forestales,
maverales; las masculi- salvo si ha sido favorecido
nas son bonitos amentos agropecuariamente.
colgantes y dorados de 3 DESARROLLO Y PREFE-
-8 cm; los femeninos son RENCIAS AMBIENTALES
racimos poco densos y Muy lento crecimiento,
menos vistosos. FRUTOS pero capaz de vivir duran-
Las conocidas bellotas te centenares de años.
otoñales, de unos 3-5 cm, Prefiere zonas parcial-
casi sin rabillo, solitarias mente soleadas, pero que
o agrupadas de a dos o mantengan bien la hume-
tres. Son de sabor amar- dad, con suelos ricos y
go. CONFUSIONES CON profundos, y sin heladas.
Hojas primaverales (arriba) y OTRAS ESPECIES Gra- VARIEDADES No se dan
hojas estivales con fruto en ma- cias a sus bellotas, única- variedades atípicas.
Corteza duración (abajo) mente es posible confun-
74
en Guadarrama...
Los grandes robles que crecen
frente a las Piscinas Municipales

ABUNDANCIA
zona (urbanizaciones de
El melojo, a pesar de ser Vallefresnos y Las Cabe-
tan identitaria del medio zuelas, principalmente).
ambiente madrileño, es
una especie más bien es- EJ. DESTACADOS
casa en Guadarrama, con La fresneda localizada en
sólo 138 ejemplares. mitad de la urbanización
Vallefresnos, un área ver-
DISTRIBUCIÓN
de prácticamente carente
En realidad, su importan- de manejo, pero que hace
cia como especie urbana allí las veces de parque,
Municipales, supervivien-
propiamente dicha es sólo acoge muchos robles de Hay alguno más de talla
tes de las distintas obras y
relativa, pues casi todos alrededor de 10 metros también considerable en
asfaltados que se han rea-
los ejemplares inventaria- de altura. jardines traseros de varias
lizado en esa área, son los
dos han brotado en los urbanizaciones (en Par-
Pero, sin lugar a dudas, más relevantes por talla
márgenes de vías sin as- que PYR o Guadamolinos)
los tres grandes ejempla- (13 m altura y 50 cm diám.
faltar, solares y áreas ver-
res situados junto a las troncal) y por accesibili- La existencia de cinco
des semiasilvestradas de
Piscinas y Polideportivo dad pública. ejemplares de otras tres
vegetación natural de la
especies peninsulares es
anecdótica, si bien el que-
jigo quizás merecería es-
tar mejor representado,
por ser algo más típica de
esta región.
En definitiva, aunque en
regiones más norteñas de
España los robles cente-
narios presiden muchas
calles y plazas municipa-
les, en nuestras latitudes
aún no son muy valorados
como especie urbana ha-
bitual.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

75
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. FAGÁCEAS

ROBLES AMERICANOS:
Quercs ubra, Q. pltis y Q. nigra
ROJO, DE LOS PANTANOS y DEL AGUA

El que los robles norteamericanos presenten una otoñada, en general, mucho más colorida que los
autóctonos (algo que también ocurre con los arces alóctonos frente a los nativos), les está convirtiendo
en especies ornamentales cada vez más extendidas.

Características
IDENTIFICACIÓN nas a lo largo de las ra- más aplanadas. CONFU-
mas. HOJAS R. rojo: hojas SIONES CON OTRAS ES-
PORTE En condiciones alternas, de color verde PECIES Únicamente los
naturales las tres especies oscuro, más claro por el
pueden superar los 25 m. robles europeos pueden
envés, con lóbulos rema- tener hojas lobuladas si-
de altura, con copas ini- tados por 3-4 pequeños
cialmente bastante estre- milares, pero en ninguno
dientes. R. de los panta- de los más habituales
chas y ahusadas, pero que nos: similares a la anterior
con la edad se hacen am- aparecen los picudos
especie, pero los senos dientecillos terminales de
pliamente abovedadas. entre los lóbulos son mu-
En el caso del R. de los estas tres especies ameri-
cho más profundos, el haz canas.
pantanos, los ejemplares es de un verde más lustro-
maduros presentan una so, y en otoño adquieren ECOLOGÍA
característica falda de un tono escarlata más in-
ramas bajas. TRONCO Y tenso. R. del agua: muy DISTRIBUCIÓN NATIVA
RAMAS PRINCIPALES características, con sólo 2- Las tres especies proce-
Troncos muy derechos y 3 lóbulos someros en el den del este de Canadá y
extremo, cada uno acaba- Estados Unidos. DESA-
do en un dientecillo dimi- RROLLO Y PREFEREN-
nuto. YEMAS Pequeñas y CIAS AMBIENTALES To-
de forma cónica; con mu- dos ellos son bastante
chas escamas algo pilosas longevos (200-300 años)
FLORES Las tres especies en condiciones adecua-
son monoicas (cada ejem- das. Sus hábitats naturales
plar porta flores de ambos son valles de clima tem-
sexos). No son nada visto- plado, frescos y húmedos,
1 2 particularmente, como
sas (son muy pequeñas y
Cortezas de: carecen de pétalos apa- evidencia su nombre, en
rentes): las masculinas se el caso del R. de los panta-
1) R. rojo
agrupan en amentos col- nos y del R. del agua. VA-
2) R. del agua gantes, y las femeninas RIEDADES Se comerciali-
3) R. de los brotan solitarias o en pe- zan variedades con distin-
pantanos queños racimos, en am- tas intensidades en la co-
bos casos durante la pri- loración otoñal.
mavera. FRUTOS Bellotas
3 CSW otoñales, más pequeñas
que las de las especies R. rojo, R. de los pantanos y R.
robustos, con fuertes ra- europeas, y con cúpulas del agua (de arriba abajo)
mas principales ascen-
dentes. CORTEZA R. rojo
y R. de los pantanos: simi-
larmente grisácea (más
ocre en el R. rojo) y con
algunas fisuras y no de-
masiado profundas. R. del
agua: más oscura y con
crestas y nudos más mar-
cados a medida que enve-
jece. RAMILLAS Lampi-
ñas y lisas, brotan alter-
Amentos de R. rojo
76
en Guadarrama...
Robles americanos rojo y
de los pantanos en c/Hnos.
García Noblejas

ABUNDANCIA El único ejemplar de ro- Respecto al único ejem-


ble del agua se halla en plar de roble del agua y
De las tres especies de un jardín de la urbaniza- los dos de roble de los
robles americanos identi- ción Guadamolinos, y los pantanos, el que alcancen
ficadas, únicamente el dos de roble de los panta- ya bastante altura (9-12
rojo está representado nos en las calles Hnos. m) se suma a su escasez
con varias decenas de García Noblejas y San como rasgos reseñables
pies, siendo las dos res- Roque. de su singularidad.
tantes meramente anec-
dóticas. EJ. DESTACADOS
DISTRIBUCIÓN Sólo un par de ejemplares Distintas tonalidades de las
de roble rojo alcanza la hojas del roble de los pantanos
Se distribuyen de manera decena de metros, pro-
muy agrupada, en apenas mediando todos ellos en
media docena de puntos: conjunto apenas 6 metros.
en una alineación de la No obstante, a pesar de su
calle Doctor Federico Ru- juventud ya destacan de
bio, en los arriates de la entre otros árboles a su
calle Hnos. García Noble- alrededor, al menos du-
jas, en las islas de aparca- rante el otoño, gracias a
miento frente al Polide- su bonita caída de hojas
portivo municipal… rojas.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

77
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. FAGÁCEAS

CASTAÑO COMÚN
Castnea saiva

Antaño mucho más abundante en el mundo rural, favorecido por el interés alimenticio de sus frutos y el
energético de su leña, actualmente los castañares son relativamente escasos, por lo que su uso
ornamental urbano es un interesante recuerdo de su intensa vinculación con el hombre.

Características
IDENTIFICACIÓN gruesas y rígidas, con color ocre. FLORES Es Gracias a sus conocidísi-
nudos bien marcados. una especie monoica, de mos frutos, únicamente
PORTE Árbol alto y muy HOJAS Alternas, con un flores primaverales; las es posible confundirlo
robusto, fácilmente de peciolo de 2 cm y muy masculinas son largos (15- con el Castaño de Indias
hasta 20 metros en condi- grandes, de 8-20 cm de 25 cm) amentos erectos (Aesculus sp.), en cuyo
ciones adecuadas), con long., en forma de barca, caso hay que fijarse en
una copa alta y densa, de con muchos nervios para- que las hojas de ambas
contorno bastante regu- lelos que terminan en especies son completa-
lar. TRONCO Y RAMAS dientes espaciados regu- mente diferentes.
PRINCIPALES Muy dere- larmente a lo largo de
cho y fuerte, en árboles todo el borde; son de co-
ECOLOGÍA
maduros suele parecer DISTRIBUCIÓN NATIVA
más corto y grueso de lo Aunque se ha mantenido
que le correspondería a menudo que el castaño
para su altura, con fuertes AM fue introducido en toda
ramas principales nacidas Europa por legiones ro-
Flores
desde muy abajo, bastan- manas procedentes de
te horizontalmente pero Oriente, recientemente
no muy largas. CORTEZA de color amarillo y muy
se ha confirmado su exis-
olorosos; los femeninos
Mientras es joven, grisá- tencia en depósitos sub-
son mucho más discretos,
cea o marrón y con algu- fósiles de polen por gran
dispuestos en la base de
nas estrías, pero más bien parte de Europa meridio-
lisa; a medida que enveje- los masculinos. FRUTOS
nal. DESARROLLO Y
ce se va oscureciendo y Las muy populares casta-
ñas otoñales, que madu- PREFERENCIAS AM-
llenando de grietas, y en
ran dentro de unas envol- BIENTALES Muy lento
los árboles añosos es bas-
turas muy espinosas crecimiento, pero capaz
tante característica: ma-
(conocidas como de vivir durante centena-
rrón oscura, con un pro-
Hojas (arriba) y yemas inver- “erizos”) que se abren en res de años. Prefiere los
fundo entramado vertical
nantes (abajo) 2 ó 4 valvas antes de caer climas premontanos pe-
de crestas finas pero muy
ro templados y más bien
bien definidas y que tien-
den a ir girando en espi- húmedos. VARIEDADES
ral alrededor del tronco. No se dan variedades
atípicas.
R AMILLAS Grisáceas,

lor verde lustroso (más


pálidas y mates por el Frutos
haz). YEMAS Alternas a lo
largo de las ramillas, al suelo. CONFUSIONES
grandes y redondeadas
Corteza de ejemplar añoso CON OTRAS ESPECIES
(medio cm aprox.), de
78
en Guadarrama...
El enorme pero severamente
descopado ejemplar de c/La
Serrana

ABUNDANCIA EJ. DESTACADOS te mide unos 11 m de alto


(muchos menos de los
El castaño es una especie Sin lugar a dudas, el mag- que debiera).
escasa en Guadarrama, nífico castaño de la calle
con sólo 13 ejemplares, a La Serrana es uno de los Hay alguno más de talla
pesar de que su condición árboles más destacables también considerable en
de especie autóctona le del municipio con su tron- el interior de las parcelas
predispone a soportar co de casi 2,5 m de perí- que lo rodean (privadas, y
adecuadamente las condi- metro, y a pesar de que no consideradas en este
ciones ambientales de la en su día sufriera una po- inventario), pero del resto
zona. da de las ramas de la copa del viario apenas se pue-
de la que a duras penas den destacar, por talla, los
DISTRIBUCIÓN intenta recuperarse ejemplares cercanos a 10
A pesar de su escasez (aunque esto no parece m de las urbanizaciones
ser gran problema para la Guadamolinos, Ibersierra 2-3 m.
aparecen repartidos por
muchos rincones del mu- pareja de cigüeñas que lo o Jarosa III. Los castañares son forma-
nicipio, muy separada- emplea para nidificar un ciones forestales emble-
El resto son aún poco más
mente unos de otros. año tras otro). Actualmen- máticas de las comarcas
que jovencísimas varas de
rurales de toda España,
con gran valor histórico y
medioambiental, que jus-
tifican la relevancia patri-
monial de los pocos ejem-
plares del viario de Gua-
darrama.

El otoño de uno de los ejempla-


res algo crecidos del viario

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

79
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. BETULÁCEAS

ABEDUL
Betula pndula

Testigo de la retirada de los hielos tras la última glaciación, es la especie típicamente pionera en el
proceso de creación de bosques sobre las montañas y páramos más austeros. Por su blancura y finísimo
espesor, su corteza era empleada antiguamente para escribir.

Características
IDENTIFICACIÓN joven, pero rápidamente nándose unos gruesos con teza, quizá únicamente se
acaba salpicada de un fino otros más finos, salvo en puede confundir con el
PORTE Árbol que nor- bandeado horizontal y de la base que es lisa; son de álamo (Populus alba), pe-
malmente no supera los marcas zigzagueantes color verde, con el haz ro atendiendo al resto de
15 m de altura, aunque es oscuras (sobre todo en más vivo y reluciente que rasgos y con un mínimo
capaz de alcanzar los 30 torno a ramas y nudos), y el envés, y en el otoño de práctica acaba siendo
en condiciones idóneas. se desprende y enrolla adquieren un intenso co- inconfundible.
Presenta un aspecto muy transversalmente en finas lor amarillo antes de caer.
grácil, más bien erguido, ECOLOGÍA
pero con un ramaje abier-
to, laxo y lánguido que
DISTRIBUCIÓN NATIVA
De forma natural por casi
sustenta una copa de folla-
toda Eurasia (sobre todo
je muy ligero y contorno
en las regiones del norte).
irregular. TRONCO Y
En España es más fre-
RAMAS PRINCIPALES cuente en el tercio sep-
Tronco derecho o algo tentrional; en latitudes
flexuoso, no muy ancho, más meridionales aparece
incluso en ejemplares sólo ocasionalmente cuan-
muy altos. Las ramas prin- do las condiciones am-
cipales pueden nacer algo bientales son frescas y
horizontalmente o incluso húmedas, sobre todo en
verticales, pero acaban regiones de montaña.
siendo péndulas en su DESARROLLO Y PREFE-
extremo final (en algunas Hojas y amentos en otoño
Hojas y frutos verdes RENCIAS AMBIENTALES
variedades hasta un grado
tiras papiráceas; a medida YEMAS Alternas, y más Poco longevo (alrededor
extremo). CORTEZA El de 100 años), mientras es
Abedul tiene una de las que el árbol envejece, en bien pequeñas (menos de
las zonas más bajas, esta 1 cm), puntiagudas y algo joven crece mucho más
cortezas más reconocibles rápidamente que cuando
de entre todo el arbolado corteza blanca deja paso a viscosas, de tono ocre.
otra más oscura y agrieta- FLORES Especie monoi- es adulto. Brota principal-
urbano: blanco crema o mente en suelos húmedos
da, que acaba ocupando ca, con las flores de am-
toda la base del tronco. y poco compactados, con
bos sexos reunidas en el
RAMILLAS Muy delgadas mucha insolación. Soporta
mismo árbol: amentos
y flexibles, glabras y de perfectamente las bajas
masculinos pardo amari-
color marrón. En aquellas temperaturas, pero no las
llentos y alargados, de
en las que el sol incide unos 5 cm, que comienzan elevadas. VARIEDADES
más intensamente apare- a desarrollarse lenta y Como casi siempre, los
cen pequeñas verrugas prematuramente, desde el viveros comercializan
1 2 ejemplares procedentes
blancas. HOJAS De las otoño o invierno anterior a
primeras en abrirse en la primavera en que se de hibridaciones con
primavera. Son alternas, abrirán; los femeninos son otras especies cercanas,
de sólo 3-7 cm de long., más cortos, y aparecen en que muestran hojas con
Cortezas de
ejemplares pero con un largo y débil primavera. FRUTOS Pe- coloraciones y formas
progresiva- atípicas, como las de ra-
mente (de 1 a peciolo que las hace col- queños y densos cilindros
3) más madu- gar mucho de las ramas y maje muy péndulo.
escamosos, con numero-
ros
bailar a poco aire que se sas semillas aladas; se
3 levante; tienen forma en- abren entre final del ve-
tre triangular y romboidal rano y otoño. CONFUSIO-
pero siempre muy puntia- NES CON OTRAS ESPE-
algo rosada, extremada- gudas, con dientes a lo
mente lisa mientras es CIES Por su peculiar cor-
largo del margen, alter-
80
en Guadarrama...
Uno de los abedules de la
urbanización Prado San Juan

ABUNDANCIA DISTRIBUCIÓN zaciones Prado San Juan y


Jarosa III rondan ya los 10
Únicamente se han conta- Se distribuyen en apenas metros.
bilizado 43 ejemplares de media docena de lugares:
esta bonita especie. Aun- en las urbanizaciones Pra- Los abedules, además del
que son pocos, todos pre- do San Juan y Jarosa III, y atractivo que les confiere
sentan un buen estado de en los parques municipa- su innegable elegancia y
salud. En general han sido les de Los Builes, de las coloración, son valiosos
plantados bastante apro- calles Olivo/Hayedo, y integrantes del inventario
piadamente, sin muchos del Dragón. municipal por cuestiones
árboles de gran tamaño a ecológicas y conservacio-
El par de ejemplares res- nistas.
su alrededor que les ha-
tantes se localizan en los
gan sombra, pues esta Así, el abedul está incluido
jardines de la urbaniza-
especie requiere un ele- en el listado de especies pro-
ción Fresnos de La Jarosa,
vado grado de insolación tegidas de la Comunidad de
y en el patio de la Casita
para prosperar (en estado Madrid, pues es una especie
de Niños.
silvestre es típico de cla- escasa en todo el Sistema
ros y bordes de bosques EJ. DESTACADOS Central (sus incipientes roda-
montanos, siendo una de les rápidamente son despla-
las primeras especies ar- Ninguno de ellos alcanza
aún grandes dimensiones, zados por los robles o pinos,
bóreas colonizadoras de de mayor talla y longevidad).
estos espacios abiertos). si bien los de las urbani-

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

(43)

81
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. ROSÁCEAS

ALMENDRO
Pruns dulcis

Presente en todas las tradiciones y mitologías circunmediterráneas y, por supuesto, en sus


gastronomías desde tiempo inmemorial. A pesar de su temprana floración, los frutos necesitan hasta
ocho meses en el árbol para madurar, razón por la que los postres tradicionalmente almendrados
coinciden con la Navidad.

Características
IDENTIFICACIÓN tomento blanquecino.
FLORES Desde media-
PORTE Pequeño árbol de dos de invierno, brotan
4-6 m a lo sumo (aunque mucho antes que las
excepcionalmente supere hoja (su ya notable vis-
los 10 m). Presenta un as- tosidad se acentúa por
pecto muy desvaído, de lo tempranamente que
ramaje muy abierto y fo- aparecen). Son de unos 5
llaje laxo. TRONCO Y cm, con cinco pétalos
RAMAS PRINCIPALES blancos o rosados, solita-
Tronco muy retorcido, rias o en parejas. FRUTOS
incluso tortuoso, a menu- De 3-5 cm, aterciopela-
do con varios fustes prin- dos, verdes al principio y
cipales desde la base. AM luego casi negros, cuando Frutos inmaduros
CORTEZA Negruzca o su escasa pulpa se reseca
algo plateada oscura; en Hojas (arriba) y yemas (abajo) hasta abrirse y liberar el de Asia menor, Oriente
algunas variedades muy duro hueso que protege a Medio y el norte de Áfri-
la semilla: la conocida ca, aunque se cultiva
almendra de mesa. Cabe mucho en toda la cuenca
advertir que algunas va- mediterránea desde
riedades producen al- tiempo inmemorial. En la
mendras amargas, que Península Ibérica es casi
pueden llegar a ser ubicuo, aunque mucho
extremadamente tóxi- más común en provin-
cas por albergar com- cias levantinas. DESA-
puestos de cianuro. RROLLO Y PREFEREN-
C ONFUSIONES CON CIAS AMBIENTALES
OTRAS ESPECIES Cada Poco longevo (60-80
como arrugadas (incluso
Distintos tipos una de las distintas es- años), pero de rápido
de cortezas directamente plegadas en
pecies del género Pru- crecimiento inicial. Muy
correspon- su base), pero siempre
dientes a dis- nus son enormemente adaptable, aunque pre-
tintas varieda- bastante lustrosas. YE- fiere los climas cálidos y
variadas, debido a su inte-
des (no a eda- MAS Alternas a lo largo
des) rés frutícola y ornamental. secos. En zonas de in-
de las ramas, pero muy Y esta dificultad se acre- viernos fríos (como la
agrupadas en los extre- cienta por el hecho de comarca de la sierra de
mos, agudas y con un fino que hibridan con mucha Guadarrama), los árbo-
rugosa y cuarteada, en
facilidad entre ellas. En les son capaces de pros-
otras muy lisa y/o con
invierno, especialmente, perar, pero produciendo
grietas aisladas muy mar-
son muy semejantes. No muchos menos frutos
cadas, desprendiéndose
obstante, el almendro es debido a que las heladas
en placas y tiras vertica-
una de las más fácilmente afectan a sus flores in-
les. Muy variable, en defi-
distinguibles del género, vernales. Aún así, son
nitiva. RAMILLAS Verdes muy frecuentes los ejem-
sobre todo gracias a que
o algo rojizas y glabras. plares naturalizados es-
algunos frutos suelen
En ocasiones son algo pontáneamente en las
aguantar sobre las rama
espinosas. HOJAS Alter- durante todo el invierno. cunetas y baldíos periur-
nas y simples. De unos 8- banos. V ARIEDADES
12 cm, tienen una forma ECOLOGÍA Muchas, en busca de
muy lanceolada, con el mejores floraciones y
margen finamente denta- DISTRIBUCIÓN NATIVA
Flores Probablemente proceda frutos.
do; a menudo están
82
en Guadarrama...

ABUNDANCIA los responsables de la rrama y, en menor medi- y bajo coste de manteni-


dispersión de los almen- da, Jarosa III y Prado San miento, el almendro es
Se han registrado 168 drucos quepa contar con Juan. un interesante compo-
ejemplares en el inven- varias especies de aves nente del arbolado ur-
tario municipal. y mamíferos aún comu- EJ. DESTACADOS bano de Guadarrama.
Bastantes de ellos no nes en algunas urbaniza- Unos pocos ejemplares
parecen haber sido ciones (el arrendajo o la ya alcanzan una altura
plantados intencionada- ardilla, por ejemplo), considerable para su
mente (con fines orna- que entierran multitud especie, de incluso más
mentales, al menos). Es- de semillas aquí y allá de 10 metros (todos ellos
to se debe a que las va- como reserva, y acaban en distintas manzanas de
riedades de la zona es- por germinar cuando los la urbanización Guada-
tán muy bien adaptadas animales olvidan consu- rrama), pero en conjunto
a las condiciones am- mirlas. promedian apenas 4 m.
bientales de la comarca DISTRIBUCIÓN Salvo algunos casos muy
de Guadarrama, y bro- puntuales, de fuste algo
tan de manera espontá- Muy mal repartido, pues
inclinado, presentan un
nea en cunetas y arriates prácticamente todos
buen estado de salud.
del viario urbano sin ma- ellos se concentran entre
yores problemas. Muy las urbanizaciones de Por su carácter autóc-
probablemente, entre Las Cabezuelas, Guada- tono, preciosa floración

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

83
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. ROSÁCEAS

MIROBOLANO (o CIRUELO DE PISSARD, CIRUELO ROJO)


Pruns ceaife

Este pariente de frutales tan apreciados como el cerezo, el melocotonero, el almendro o, por supuesto,
el ciruelo común, aporta una nota de color en todo jardín por su bonita floración, y más cuando se
cultiva en sus variedades de hoja más púrpura (que se dice que proceden del esqueje de un ejemplar de
los jardines del Shah de Persia).

Características
IDENTIFICACIÓN do, negruzca...). RAMI- con cinco pétalos desde das dentro del amplísi-
LLAS Muy abundantes y blancos a muy sonrosa- mo género Prunus, sien-
PORTE Árbol o arbolillo, finas, pero con nudos muy dos, solitarias o en peque- do a veces muy difícil
de 5-7 m (raramente más ños grupos. FRUTOS Se distinguir entre sí a ci-
marcados, violáceas, gla-
de 10 m, pero en cual- forman entre primavera y ruelos y cerezos, sobre
bras y brillantes. Son fre-
quier caso mayor que verano. Son pequeñas todo en invierno. Pero
cuentes los rebrotes ad-
otros ciruelos). De aspec- como regla general, to-
venticios a lo largo del
to desgarbado, con abun- do frutal con follaje rojo,
tronco. En ocasiones son
dante ramaje muy abierto púrpura o negro, fre-
y algo caótico, con ramas algo espinosas. HOJAS
cuentísimos en cualquier
en todas direcciones Alternas, anchas y de for-
viario urbano, se puede
(aunque son muy caracte- ma típicamente elíptica;
asumir que será un miro-
rísticos los rebrotes de miden 4-8 cm de long.,
bolano casi con toda
ramillas perfectamente relucientes y de color ro-
seguridad.
verticales). No obstante, jo, malva, púrpura o casi
el follaje es denso y com- negro (en sus variedades ECOLOGÍA
pacto, por lo que la copa más habituales, pues los
en primavera es muy glo- ejemplares de hojas ver- DISTRIBUCIÓN NATIVA
des son mucho menos Aunque se ha extendido
bosa. TRONCO Y RAMAS por toda Europa, sus
PRINCIPALES Casi siem- formas silvestres proce-
pre con varios fustes prin- derían del centro de
cipales desde la base, AM Eurasia (Balcanes, Caú-
tanto verticales como muy caso, Persia...). DESA-
Frutos
retorcidos e inclinados, y
RROLLO Y PREFEREN-
muy prontamente dividi- ciruelillas redondas de
dos en gruesas y nudosas unos 2-3 cm, muy tersas y CIAS AMBIENTALES
Poco longevo (70-80
ramas. CORTEZA Lisa en algo pruinosas, de distin-
tos colores según la varie- años), inicialmente cre-
los ejemplares jóvenes,
dad (amarillo oscuro, rojo ce rápido, para luego
pero con la edad progre-
vinoso, morado, negro...), ralentizar mucho su
sivamente más cuarteada,
y generalmente muy áci- desarrollo. Gracias a la
y con grietas anchas y
das, aunque comestibles. gran afición por su culti-
profundas, más o menos
vo, existen variedades
aisladas; el color es bas- C ONFUSIONES CON
capaces de soportar
tante diverso según la OTRAS ESPECIES Existen
todo tipo de condicio-
variedad, pero a menudo Hojas muchos híbridos entre las nes. No obstante, en sus
habituales), ápice aguza- distintas especies inclui- formas de hojas más
do y bordes aserrados. oscuras necesita exposi-
YEMAS Alternas a lo lar- ciones más soleadas,
go de las ramillas, pero que le faciliten la foto-
muy amontonadas en sus síntesis. VARIEDADES
extremos, son pequeñas Los viveros comerciali-
(0,5 cm. Aprox.), de punta zan multitud de varieda-
aguda y con numerosas des, sobre todo en torno
escamas parduzcas. FLO- a la coloración de las
RES Muy tempranas, co- hojas y flores.
mienzan a brotar desde
Distintos tipos de corteza finales de invierno, siem-
pre antes que las hojas.
bastante oscura (marrón
Son abundantísimas y lla-
purpúrea, gris platea-
mativas, de unos 2-3 cm, Flores
84
en Guadarrama...
La larguísima alineación
de 76 mirobolanos de c/
del Puente

ABUNDANCIA dancia se le puede encon-


trar prácticamente en las
La cuarta especie más cuatro esquinas del muni-
abundante de Guadarra- cipio, llama la atención su
ma, habiéndose contabili- ausencia de algunas urba-
zado 636 ejemplares (el nizaciones muy bien ajar-
5% del inventario total). dinadas: Parque PYR,
Su espectacular floración Monteleón o Fresnos de
y los peculiares tonos de La Jarosa. rondan o incluso superan
EJ. DESTACADOS
su follaje lo convierten en Pero lo normal es que no los 10 metros, localizán-
una especie casi indispen- sólo sí esté presente, sino A pesar de su gran abun- dose principalmente en la
sable en jardinería orna- que sea muy abundante, dancia es sorprendente- urbanización Guadarrama
mental. como ocurre, por ejemplo mente regular en cuanto a (en menor cantidad tam-
en Guadamolinos, Prado la talla, pues más del 70% bién en Ibersierra, Jarosa
DISTRIBUCIÓN miden entre 4 y 7 m. III y otras).
San Juan, Guadarrama,
Aunque por su gran abun- Jarosa I o Jarosa III. Con todo, varios de ellos Algunos buenos ejemplos
de su gran atractivo orna-
mental son las largas ali-
neaciones de la calle del
Puente o del paseo junto a
la carretera a Los Molinos
(M-614), además de mu-
chos ejemplares más ais-
lados pero cuya mera pre-
sencia realza el colorido
de cualquier urbaniza-
ción.
Debido a que esta especie
prácticamente siempre se
desarrolla con varios fus-
tes, bastante delgados e
inclinados, es muy habi-
tual que algunos presen-
ten riesgo de desplome,
sobre todo cuando les
atacan hongos xilófagos
(los que descomponen la
madera).

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

85
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. TILIÁCEAS

TILOS: DE HOJA PEQUEÑA, DE HOJA GRANDE, PLATEADO e HÍBRIDO DE HOLANDA


Tila cordta, T. pyphls, T. tomenta y T. x euroaa

Acierto seguro en cualquier ciudad, por su equilibrado porte (los tilos tienen siempre la forma del árbol
que dibujaría un niño), la densa sombra que proporcionan (bajo una alineación de tilos, la temperatura
estival puede bajar varios grados) y su fragante floración (que siempre atrae masivamente a las abejas).

Características
IDENTIFICACIÓN otras dos); son de color Pequeñas esferas atercio-
crema y muy aromáticas. peladas con 4-5 costillas
PORTE Todos alcanzan Cada racimo presenta un (muy poco o nada marca-
de sobra los 20 m de altu- largo pedúnculo y una das en el T. h. pequeña).
ra, con un porte elegante llamativa membrana alar- Permanecen bastante
y proporcionado, de copa gada sobre ellas. FRUTOS tiempo sobre las ramas
muy definida y regular después de caer las ho-
durante toda su vida, ex- jas, hasta que “vuelan”
tremadamente reconoci- gracias a su pequeña ala.
ble incluso sin hojas C ONFUSIONES CON
(recuerda mucho a una Hojas de Tilo híbrido OTRAS ESPECIES Las
campana). TRONCO Y brácteas de las flores y
RAMAS PRINCIPALES razonada y simétrica de frutos son inconfundibles,
Troncos muy derechos y todos; en las uniones de pero en su ausencia quizá
cilíndricos. Las ramas los nervios del envés pre- quepa alguna duda frente
principales se distribuyen senta manojillos de pelos a algunos olmos de hojas
muy ordenadamente. rojizos. T. h. grande y T. muy anchas (y más aún
CORTEZA De joven bas- plateado: bastante mayo- en invierno), para lo que
tante lisa y clara en todas res (6-12 cm) y base más debemos fijarnos en las
las especies; de adulto se aplanada y/o asimétrica; yemas: mucho más pe-
mantiene más o menos el envés, en la primera queñas, oscuras y esca-
lisa en el T. h. grande y el especie es muy velloso, y mosas en estos últimos.
T. plateado, pero se agrie- en la segunda llamativa-
mente pálido. En el otoño ECOLOGÍA
todas adquieren un inten-
so color amarillo antes de DISTRIBUCIÓN NATIVA
De forma natural por casi
caer. YEMAS Alternas, de
toda Eurasia, en España
0,5 cm, ovoides y de color
falta el T. plateado, y las
rojo o verdosas; en el T. h.
otras sólo crecen en el
pequeña constan de dos
escamas, pero de tres en tercio norte. DESARRO-
LLO Y PREFERENCIAS
las otras especies. FLO-
RES Especies de flores
AMBIENTALES De lon-
Distintos tipos de cortezas gevidad media (entre 200
hermafroditas. Son peque-
ñas, pero agrupadas en -300 años), mientras son
Flores de T. h. grande y frutos jóvenes crecen bastante
ta longitudinalmente algo racimillos erectos (T. h. de T. h pequeña y T. plateado
más en el T. h. pequeña, pequeña) o péndulos (las (de arriba abajo) más rápidamente que de
aunque existe bastante adultos. Todas son pro-
variabilidad. RAMILLAS pias de zonas frescas y
Delgadas y algo zigza- suelos profundos. VARIE-
gueantes, son tomentosas DADES Los tilos hibridan
(aunque rápidamente se facilísimamente, dándose
tornan glabras en el T. h. ejemplares de difícil dis-
pequeña) de color marrón criminación. De hecho, el
rojizo o verdoso, según denominado Tilo de Ho-
les dé más o menos sol. landa (Tilia x europaea),
HOJAS Alternas, de borde muy extendido como or-
dentado y más o menos namental y en muchas
anchas en todas las espe- variedades, no es sino un
cies. T. h. pequeña: de 4-8 híbrido entre el de T. h.
Los T. híbridos, presentan prácticamente todas las posibles combinaciones pequeña y el T. h. grande.
cm y la base más aco- de rasgos.
86
en Guadarrama...
Algunos de los grandes tilos pla-
teados del Paseo de La Alameda

ABUNDANCIA vamente son Guadamoli-


nos y Parque PYR. En el
Hay casi un centenar y resto sólo aparecen ejem-
medio de tilos en el viario palres más o menos aisla-
de Guadarrama, además dos.
de algunos pocos obser-
vados dentro de los jardi- Respecto a parques y
nes privados. áreas verdes, hay un pe-
queño rodal en el de Los
En general, todos presen- Builes y otros pocos ejem-
tan un muy buen estado plares en el de la calle char el zumbido de la
de salud. Hayedo asombrosa cantidad de
DISTRIBUCIÓN abejas que acuden a ellos
EJ. DESTACADOS a recolectar. Prácticamen-
Principalmente aparece Tanto por madurez como te todos ellos ya tienen
en unas pocas alineacio- por variedad, es en la ali- entre 12 y 14 metros de
nes, como las del Paseo neación del Paseo de La alto (los mayores del in-
de La Alameda, o las ca- Alameda donde se hallan ventario, junto con alguno
lles Antonio Machado y los tilos más atractivos del de la urbanización Guada-
Geromini. municipio: durante la pri- molinos), y aunque predo-
mavera resulta espectacu- minan los tilos plateados,
Las únicas urbanizaciones
lar (y algo intimidatorio) también hay algún ejem-
en las que abunda relati-
pasear bajo ellos y escu- plar de otras especies.

Un tilo, probablemente híbri-


do, de un pequeño parque en
la urbanización Prado de La
Alameda

También muy abundantes


y variados, pero de menor
talla, son los de la calle
Antonio machado, en este
caso abundando más los
tilos de hoja pequeña.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

87
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. ULMÁCEAS

OLMOS: O. COMÚN, SIBERIANO e HÍBRIDO DE HOLANDA


Ulmus minor, U. pma y U. x hlndica

Debido a un mortífero hongo patógeno, árboles que antaño fuera tan comunes en las plazas mayores de
los pueblos de España, hoy en día son casi una rareza en sus especies autóctonas (todo lo contrario
respecto a las introducidas de las que existe una cantidad enorme de híbridos).

Características
IDENTIFICACIÓN dos en el O. sibe- podas poco cuidado-
riano), muy fisurada sas. HOJAS Siempre
PORTE En condiciones desde joven, con un alternas. Dentro de
naturales todas las es- entramado longitudi- una misma especie los
pecies pueden rondar nal de gruesas costi- diferentes individuos
los 20 m de altura (si llas algo corchosas. pueden mostrar patro-
bien el O. siberiano
RAMILLAS O. común: nes bastante varia-
normalmente no pasa
Grises o algo tintadas bles, pero se pueden
de 10-15), de copas
de rojo, muy finas y dar algunas pautas ge-
progresivamente más
largas, finamente to- nerales para su distin-
amplias y globosas. En
mentosas, surgen ción. O. común: anchas
su base es habitual
principalmente hori- y de forma típicamen-
encontrar numerosos
zontales. En ocasio- te elíptica, con ápice
rebrotes. TRONCO Y nes, algunas ramillas puntiagudo y bordes
RAMAS PRINCIPALES desarrollan unas costi- doblemente aserrados
En todas ellas el tron- llas alargadas corcho- (que tiene dientes
co es derecho y robus- grandes, cada uno de
to, con grandes ramas los cuales, a su vez,
principales que sur- también tiene otros
gen principalmente dientes más pequeños
hacia arriba y que lue- en el borde); por su
go se dividen en mul- lado basal, junto al ra-
titud de ramillas se- billo, son muy asimé-
cundarias y en todas tricas (uno de sus bor-
direcciones. CORTEZA des junto al peciolo
De tonos pardo- sobresale mucho más
grisáceos (a veces te- que el otro); son de
nuemente asalmona- tamaño muy variable
(4-16 cm) y de color
Ramillas con costillas corchosas
verde reluciente, más
sas muy característi- claro por el envés;
cas. O. siberiano y O. pueden ser muy áspe-
híbrido: algo más ver- ras al tacto. O. sibe-
dosas, muy finas y lar- riano: de forma elípti-
gas, igualmente to- ca o algo más lanceo-
mentosas al principio, ladas que la anterior
pero prontamente gla- especie, y con la base
bras. En todas las es- bastante simétrica (o
pecies e híbridos son completamente), de 3- Hojas de O. común, O. sibe-
bastante frecuentes las 7 cm de long.; también riano y O. híbrido (de arriba
abajo)
ramas adventicias, son de color verde,
brotadas en la base o más claro por el en-
a lo largo del tronco vés, con ápice puntia-
Corteza casi siempre debido a gudo y bordes simple-
88
mente aserrados, en padas sentadas sobre sas por el envés). En del centro y norte de
este caso. O. híbrido: las ramillas. FRUTOS la práctica, la gran Asia. DESARROLLO Y
incluye todo el posible Muy abundantes, ma- mayoría de los ejem- PREFERENCIAS AM-
gradiente entre las dos duran rápidamente plares urbanos creci- BIENTALES Todos
descripciones anteriores, tras la floración, satu- dos durante las últi- ellos son poco longe-
siendo muy frecuente rando la copa por mas 4 ó 5 décadas sólo vos (150-200 años en
que tengan la base asi- completo antes de que pueden calificarse co- promedio), pero de
métrica (en teoría típico surjan las hojas y des- mo híbridas, una de rápido crecimiento,
del O. común) pero los prendiéndose del ár- cuyas familias de va- sobre todo durante
dientes simples (típico bol por acción del riedades más extendi- sus primeros 30 años.
del O. siberiano). YEMAS viento. Son sámaras das por toda Europa Crecen muy ligados a
Muy pequeñas en todas con un ala redondeada es la del Olmo de Ho- las vegas húmedas y
las especies (menos de poco más de 1 cm, landa (U. x hollandica), frescas, aunque son
de 0,5 cm), pardo roji- inicialmente verdes, debido a su aparente perfectamente resis-
zas y con varias esca- luego amarillas. CON- resistencia a la grafio- tentes a los extremos
mas diminutas; en el FUSIONES CON OTRAS sis climáticos del centro
O. común tienden a ESPECIES Existen mu- En relación a otros gé- peninsular. VARIEDA-
una forma algo cónica chísimos híbridos en- neros, podrían confun- DES Existe un gra-
y en el O. siberiano tre las distintas espe- dirse con tilos (Tilia diente continuo de
más globosa. FLORES cies de olmo, tanto ar- sp.) durante el in- formas híbridas entre
tificiales como natura- vierno, o incluso en las distintas especies
les, siendo muy difícil primavera si se trata de olmo
(cuando no imposible) de un olmo de hojas
distinguirlas con cer- particularmente an-
teza sin recurrir a chas y cortas, pero
complejos estudios nunca si podemos ver
genéticos. Idealmente, los frutos, completa-
los ejemplares con las mente diferentes.
hojas más pequeñas,
poco o nada asimétri- ECOLOGÍA
cas, serían más cerca- DISTRIBUCIÓN NATI-
Yemas de O. híbrido nas al Olmo siberiano VA O. común: proba-
que al O. común (o a blemente nativa de
Los olmos son espe- otras especies tam- alguna zona de Eura-
cies hermafroditas, bién autóctonas pero sia, hoy difícil de pre-
cuyas flores son de más escasas en la re- cisar dado su sistemá-
ambos sexos. Brotan gión, como el Olmo de tico cultivo por do-
durante la primavera montaña Ulmus glabra, quier desde épocas
temprana, antes que o el muy raro Olmo romanas. O. siberiano:
las hojas. Son muy po- blanco U. laevis, am- como indica su nom-
co vistosas, muy agru- bas con hojas mucho Frutos
bre común, procede
mayores y más pelo-

Los O. híbridos, absolutamente mayoritarios frente a las dos especies anteriores, presentan prácticamente
Flores todas las posibles combinaciones de rasgos.

89
en Guadarrama...
Ejemplares ya bastante maduros
de c/Doctor Gómez Ruiz (arriba)
y c/Canfranc (abajo)

ABUNDANCIA cos ejemplares de más de intencionada y controla-


El segundo género más 15 metros en distintos damente por los viveristas
abundante de la ciudad, puntos del municipio, co- e ingenieros forestales,
con 1.250 ejemplares mo en las calles Magerit, sino también de poliniza-
(sólo superado por el plá- del Puente, Doctor Gómez ciones silvestres espontá-
tano Platanus x hispanica), Ruiz, Canfranc, Acacias o neas de segunda o tercera
y constituyendo el 10% de San Macario. generación, brotando en
todo el inventario munici- Respecto a su identidad cunetas y solares sin ha-
pal. taxonómica, se requiere ber sido plantados delibe-
una explicación detallada. radamente.
La popularidad de los ol-
mos en alineaciones orna- Se da la circunstancia de En definitiva, la población
mentales de avenidas, que los olmos urbanos de de olmos urbanos de Gua-
plazas y parques, es debi- buena parte de España darrama, como en el caso
da a la frondosidad de su pertenecen a formas hí- de muchas otras de Espa-
sombra, su rápido creci- bridas entre pares de es- ña, consiste en un gra-
miento y su gran resisten- pecies particulares, cada diente continuo de ejem-
cia a todo tipo de agresio- una de las cuales, a su plares desde los que
nes (plagas, vandalismo, vez, se cultiva bajo muy muestran rasgos canóni-
podas absurdamente se- diversas variedades. Esto cos de alguna de las espe-
veras…). se debe, sobre todo, a cies originales (los me-
que a las formas híbridas nos), hasta los claramente
DISTRIBUCIÓN se les atribuye algo más mestizos (la mayoría).
de resistencia a la grafio-
Es la especie netamente Así, los tradicionales ol-
sis, una enfermedad fún-
predominante en los ajar- mos centenarios que anta- cuarias donde aún se pue-
gica transmitida por un
dinamientos de algunas ño presidían las plazas den observar jóvenes ol-
coleóptero que ataca des-
urbanizaciones concretas, mayores de multitud de mos comunes (aunque
de mediados del siglo XX
como Fin de Semana, pueblos de España, son desgraciadamente, sólo
a las especies autóctonas
Guadarrama, Jarosa I, Ja- ya una absoluta rareza. ejemplares jóvenes, cuan-
de olmos europeos, ha-
rosa II y Jarosa III. do parece ser que aún no
biéndolas situado casi al Pero entre ellos, destaca
borde de la extinción. Así, les afecta mucho la grafio-
EJ. DESTACADOS con absoluta rotundidad sis).
durante los años 80 del la emblemática Olma de
Como se aprecia en la pasado siglo se inició una Guadarrama, incluida con
gráfica de su repartición campaña institucional todo merecimiento en el
por alturas, predominan consistente en la difusión Catálogo Regional de Ár-
los ejemplares de tallas a gran escala de cruza- boles Monumentales y
moderadas por debajo de mientos de los ejemplares Singulares de la Comuni-
los 10 metros, y concreta- autóctonos con olmos dad de Madrid. Con una
mente la altura media de alóctonos como el sibe- circunferencia troncal de
todos los ejemplares re- riano (U. pumila) o el hí- 4,5 m y alrededor de 20
gistrados fue de 8,6 m. brido de Holanda (Ulmus x metros de alto, se estima Alineación de O. híbridos en c/
No obstante, se trata de hollandica), muy especial- que fue plantada alrede- Los Escoriales
una de las especies que mente en pueblos y ciuda- dor de 1880, por lo que ya
con mayor regularidad se des en donde los tradicio- se va acercando al siglo y
podan, a veces de manera nales olmos locales ha- medio de vida.
tan extremadamente drás- bían desaparecido casi
por completo durante los Es interesante observar
tica que, al cortárseles
años 60 y 70. Lógicamen- en el mapa que aquellos
completamente la copa
te, los ejemplares hoy otros ejemplares de los
serrándolos por el tronco
presentes tienen rasgos que más se pudo afirmar
propiamente dicho, pue-
morfológicos intermedios que pertenecieran a la
den ir menguando en altu-
entre los de las especies especie nativa, Ulmus mi-
ra de un turno de poda a
progenitoras, y para com- nor, se localizaron princi-
otro.
plicar aún más esta situa- palmente en zonas cerca-
Con todo, en el momento ción, estos híbridos urba- nas a los límites de la ciu-
de realizar este trabajo, se nos no sólo proceden de dad, ya que es en las ve-
midieron algunos po- cruzamientos realizados redas y cañadas agrope-
90
El muy querido olmo
centenario de la Plaza
del Ayuntamiento

REPARTICIÓN POR ALTURAS

91
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. SALICÁCEAS

ÁLAMOS y CHOPOS:
Populs ab, P. x canes, P. nigr y P. smoni
Á. COMÚN, Á. CANO, Ch. COMÚN y Ch. PERAL

Los álamos son árboles urbanos tan atractivos como problemáticos, en ocasiones, por su poca
longevidad y facilidad para deteriorarse. Por otra parte, el tradicional paisaje adehesado de enormes
fresnos desmochados que tanto identifica a Guadarrama, en otras comarcas de España lo protagonizan
los centenarios chopos cabeceros, muchos de ellos en los viarios municipales.

Características
IDENTIFICACIÓN gris, a medida que gana
grosor se va oscurecien-
PORTE Todas las espe-
do y adquiriendo nume-
cies superan fácilmente
rosas grietas y costillas
los 15 m, pudiendo al-
longitudinales (en el Ch.
canzar los 30 en condi-
peral es menos rugosa).
ciones óptimas. Tanto en
los álamos como en los RAMILLAS Álamos: con
chopos sus formas orna- un denso tomento blanco
mentales más habituales que dura mucho tiempo
tienen porte más o me- (en el Á. cano se des-
nos columnar o muy lon- prende antes), después
gilíneo, pero los ejem- verdes y brillantes. Cho-
plares muy maduros pos: flexibles y glabras;
siempre suelen ensan- amarillentas y algo visco-
Cortezas de Á. sas inicialmente, des-
char mucho la copa aun- común, con
que sea siempre más distintos gra- pués más grisáceas y ya
bien aclarada. Los rebro-
dos de agrieta- secas. En todas las espe-
miento
tes basales son muy fre- cies son frecuentes los
cuentes en todas las es- rebrotes adventicios a lo
pecies. TRONCO Y RA- largo del tronco. HOJAS Hojas de Á. común de distinta
Siempre alternas. Ála- morfología
MAS PRINCIPALES Tron-
mos: un mismo árbol las
co cilíndrico y recto, que ro menos en los tramos
tiene de dos tipos muy
acaba adquiriendo un más altos del tronco don-
diferentes: unas grandes
gran diámetro. Las ramas de suele mantenerse la
(8-12 cm) y muy lobula-
de primer orden surgen corteza blanca y más re-
das, y otras de menor
muy hacia arriba, a me- conocible. Un rasgo bas-
tamaño (4-8 cm) sobre
nudo desde casi la base tante característico en
las ramillas más débiles,
y pegadas al tronco. Una algunas variedades son
ovaladas o triangulares;
característica muy fre- dos cicatrices negras,
ambos tipos son verdes y
cuente en los ejemplares una a cada lado de la
adultos del Ch. común es inserción de las ramas
la aparición de unos principales, que recuer-
gruesos nudos y abulta- dan largas bigoteras caí-
mientos (una acumula- das. Chopos: de color
ción anómala de tejido
en respuesta a una anti-
gua poda en la zona), de
los que nacen densos
haces de ramillas. COR-
TEZA Álamos: muy blan-
ca (o gris claro) y lisa
mientras son jóvenes,
salpicada de marcas Hoja de Á. cano
romboidales, pero se glabras por el haz, y muy
agrieta y oscurece bas- blancas y tomentosas por
tante con la edad, espe- el envés, con el borde Hojas de Ch. común (arriba) y
Cortezas de Ch. común (izda.) y
cialmente en la base pe- de Ch. peral (dcha.) toscamente dentado; en Ch. peral (abajo)
92
el Á. cano, son más re- femeninos son algo más más frescos. VARIEDA-
dondeadas, de borde cortos y verdosos. Flore- DES Debido tanto a su
ondulado, peciolo más cen en la primavera tem- valor ornamental como a
largo y menos discolo- prana. FRUTOS Maduran las múltiples utilidades
ras. Chopos: también en primavera, despren- industriales de su made-
alternas y algo polimor- diendo unas abundantísi- ra (de mala calidad, pero
fas, aunque predominan mas semillas recubiertas muy abundante gracias a
las más o menos triangu- de pelos algodonosos su rápido crecimiento)
lares, de 5-10 cm, y ver- para que el viento y el existe una enorme canti-
des por ambas caras; en agua las disperse. CON- dad de híbridos y varie-
las ramillas más débiles FUSIONES CON OTRAS dades comerciales. Dis-
las hojas son más peque- tinguirlos es casi imposi-
ESPECIES Existen mu-
ñas y romboidales. En el ble pues se puede en-
chos híbridos entre las
distintas especies de ála- contrar un gradiente
mos y chopos, siendo en continuo en cualquiera
ocasiones muy difíciles de sus rasgos. En cual-
de distinguir entre ellos. quier caso, las formas
Aparte de esto, única- ornamentales más exten-
mente el abedul (Betula didas en pueblos y ciu-
sp.) tiene una corteza tan dades son siempre las de
lisa y blanquecina, pero portes más piramidales o
en la madurez se des- columnares (como el lla-
prende en láminas muy mativo Chopo lombardo),
visiblemente. y con follajes de colora-
ción más contrastada.
ECOLOGÍA
DISTRIBUCIÓN NATIVA
Originariamente de toda
Europa y regiones adya-
centes de Asia y África.
DESARROLLO Y PREFE-
RENCIAS AMBIENTALES
Todos ellos son poco lon-
gevos (alrededor de 100
años), pero también de
los árboles europeos de
más rápido crecimiento.
Prefieren suelos muy
húmedos como los de las
inmediaciones de ríos y
Yemas de Á. común (arriba) y de
humedales. Este hecho,
Ch. común (abajo). junto a la facilidad de
germinación de sus
Ch. peral recuerdan mu- abundantes semillas, les
cho a las de este frutal, permiten crecer espontá-
alargadas y suavemente neamente en las cunetas
Frutos de Ch. común Frutos de Á. común inmaduros
romboidales. Y EMAS y baldíos periurbanos (arriba) y comenzando a libe-
Álamos: ovaladas y recu- rar las semillas (abajo)
biertas de un fino tomen-
to blanquecino que aca-
ban perdiendo, siendo
entonces rojizas. Chopos:
muy puntiagudas y de
tonos ambarinos, brillan
mucho y a menudo son
pegajosas al tacto. FLO-
RES Todas son especies
dioicas. Los ejemplares
masculinos tienen largos
amentos colgantes de 5-
10 cm, anaranjados; los
93
en Guadarrama...
Á. común de la urb. Prado San Juan, Ch. común
en c/Doctor Federico Rubio y Á. cano en c/San
Roque (de arriba abajo)

ABUNDANCIA conflicto continuo con las largo plazo, los chopos y


redes de conducción de álamos requerirían un
Los chopos y álamos, ade- agua, alcantarillado y esfuerzo especial en tér-
más de estar entre las es- electricidad. minos de seguimiento,
pecies más abundantes de
manejo e incluso apeo, en
Guadarrama, con 791 EJ. DESTACADOS
los casos que se conclu-
ejemplares (más del 6%
Los árboles más altos de yan irrecuperables.
del inventario), constitu-
Guadarrama son álamos
yen uno de los géneros Respecto a su clasificación
comunes, habiendo ya
más conspicuos del arbo- taxonómica, existe una
varias decenas de ellos
lado municipal, debido diversidad abrumadora
cercanos o por encima de
tanto a sus enormes tallas de variedades e híbridos
los 20 m. Concretamente,
como a su frecuente agru- de cultivo, procedentes
en las urbanizaciones
pación en forma de ali- tanto de especies autócto-
Ibersierra y Prado San
neaciones de gran atracti- nas como introducidas
Juan hay varios ejempla-
vo estético en parques y (chopo americano Populus
res alrededor de 22 m. El
jardines. deltoides, chopo cana-
chopo común de mayor
diense P. x canadensis,
Los álamos comunes do- talla, también de unos 22
álamo de Italia P. x italica,
blaron en cantidad a los m, se localiza en Prado
álamo temblón P. tremula,
chopos comunes, mientras San Juan, si bien en esta
etc.), por lo que a efectos
que las otras dos especies especie ya no son tan fre-
prácticos ha sido obligado
registradas aparecieron cuentes estas alturas, des-
simplificar el inventario
en muy escasa cantidad. tacando más bien por al-
incluyendo a los ejempla-
canzar enormes diámetros
DISTRIBUCIÓN res municipales dentro de
troncales de más de un
una de las dos especies
A pesar de su abundancia metro (como por ejemplo
canónicas con las que más
este género no se halla los de las calles Gustavo
parentesco pueden guar-
distribuido por toda la Adolfo Bécquer, Paseo de
dar: es decir, el chopo y
ciudad de manera tan uni- La Alameda o Santander
álamo comunes (P. nigra y
forme como cabría espe- en Las Cabezuelas, entre
P. alba, respectivamente).
rar, sino que es en unas otros).
No obstante, y hasta don-
pocas urbanizaciones Son muy destacables las de lo ha permitido el rea-
donde se concentran en alineaciones de grandes lizar este inventario du-
muy elevadas densidades ejemplares de álamos de rante el invierno, sin ho-
(sobre todo en las de Pra- las urbanizaciones Jarosa jas, los ejemplares pun-
do San Juan, Guadarrama I, II y III, La Llama o Par- tuales de otras dos espe-
y Jarosa III), en compara- que PYR, la mayoría de cies parecen claramente
ción con otras más mode- alrededor de 15 metros o diferentes, probablemen-
radas (Ibersierra, Mira- más de altura. te de alguna variedad de
nieves, Jarosa I y II, o álamo cano (P. x canes-
Fresnos de La Jarosa). La relativamente corta
cens, ya de por sí un híbri-
vida de estas especies,
En este mismo sentido, es do con muchas formas) y
junto a la poca resistencia
bastante llamativa su casi de chopo peral (P. simonii,
de su madera frente a
completa ausencia de las que también pudieran ser
hongos y pudriciones son
avenidas principales del en parte P. maximowiczii).
paradigmáticas, e impli- de muy baja alergenici-
centro urbano, pues estas can el que demasiados de Es importante indicar que dad, lo que debería servir
especies son muy fre- estos ejemplares supon- equivocadamente, mucha para eliminar la alarma
cuentes en largas alinea- gan ya un problema serio gente identifica las abun- que producen por ello en
ciones de los cascos urba- de seguridad, al presen- dantes pelusas blancas muchos vecinos.
nos de la región. No obs- tar troncos y grandes ra- que liberan los chopos y
tante, sus grandes reque- mas muy severamente álamos en primavera con
rimientos de agua dificul- dañados. Puesto que cabe polen y con picores. En
tarían mucho su creci- esperar que muchos otros realidad esto son sus se-
miento en calles comple- pies de entre los centena- millas, y el verdadero po-
tamente asfaltadas, y pro- res inventariados corran len, liberado muchas se-
bablemente resultarían un igual suerte a medio o manas antes, es además
94
Varios chopos y álamos de la urbanización
Prado San Juan están entre los árboles más
altos de todo el municipio

REPARTICIÓN POR ALTURAS

>20 m
95
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. SALICÁCEAS

SAUCES: LLORÓN, NEGRO y BLANCO


Salix bayonc, S. atrie y S. alb

Uno de los árboles ornamentales más clásicos de cualquier parque o jardín, los sauces son bastante
proclives a secarse, pues siendo especies propias de la primera línea de ríos y navazos
semiencharcados requieren una gran cantidad de agua, pero también bastante sol.

Características
IDENTIFICACIÓN por el haz y más pálidas Paraíso (Eleagnus sp.).
por el envés (que también
PORTE El S. blanco y el S. es sutilmente piloso en el ECOLOGÍA
llorón pueden llegar a 20 S. blanco), con el borde
m, robustos y de copas muy finamente aserrado. DISTRIBUCIÓN NATIVA
densas y globosas, pero S. negro: oscuras, de 4-8 El S. blanco y el S. negro,
de contorno irregular; el cm, y menos lanceoladas, son de origen básica-
S. negro raramente pasa con su anchura máx. ha- mente europeo; el S. llo-
de 10 m, manteniéndose a cia su tercio final. En algu- rón se habría cultivado
menudo en porte semiar- nas ocasiones aguantan desde muy antiguamente
bustivo con numerosas gran parte del invierno, si en China. DESARROLLO
ramas desde la base. no ha sido muy severo. Y PREFERENCIAS AM-
TRONCO Y RAMAS PRIN- YEMAS Alternas, marro- BIENTALES Poco longe-
CIPALES En la madurez, nes, con una sola escama, vos (alrededor de 100
troncos cilíndricos y grue- puntiaguda, y muy apreta- años), pero de rapidísimo
sos, frecuentemente incli- das contra la ramilla. crecimiento, todos los
nados y tortuosos, con FLORES Son especies sauces son típicos de am-
fuertes ramas de primer dioicas. Se disponen en bientes ribereños y semi-
orden muy oblicuas. amentos de 3-8 cm, ver- encharcados. VARIEDA-
CORTEZA Muy parecida dosos, que brotan hacia la DES A menudo, distinguir
en todos: agrietadas des- primavera, a la vez que los distintos sauces entre
de jóvenes, se forman las primeras hojas (S. sí es la pesadilla de cual-
costillas grisáceas y grie- blanco y S. llorón) o antes quier aficionado a los
tas ocres, que llegan a ser (S. negro). FRUTOS Madu- árboles, pues sus distin-
muy pronunciadas, crean- ran en primavera. Peque- tas especies, tanto arbó-
ños paquetillos de abun- reas como arbustivas,
dantísimas semillas dimi- tienen una facilidad
nutas recubiertas de pelos asombrosa para hibridar
algodonosos para que el entre ellas, produciendo
viento y el agua las dis- descendencia fértil que a
perse. C ONFUSIONES su vez puede hibridar
CON OTRAS ESPECIES nuevamente, y así sucesi-
Aparte de la dificultad vamente. De hecho, los
para distinguirlos entre sí, criterios aquí descritos
frente a otros géneros para tratar de diferen-
Hojas de S. llorón, S. blanco y S.
quizá sólo se confunda ciarlos es más una mera
negro (de arriba abajo) cuestión de simplicidad
Distintos tipos aspectos de cor- con algunas especies de
tezas de árboles maduros divulgativa que de rigor
gadas y acabadas en pun- hojas lanceoladas y áspe-
ros troncos como prunos botánico. Entre la enor-
do un entramado romboi- ta (lanceoladas), de 6-16
(Prunus sp.) o árboles del me cantidad de varieda-
dal muy reconocible. RA- cm, color verde fresco
des tanto naturales como
MILLAS Delgadas y lisas, comerciales existentes,
de tono verde claro (más junto a las muy habituales
grisáceas en el S. negro y formas doradas, se pue-
algo tomentosas en el S. den citar unas muy pecu-
blanco). En el S. llorón, a liares, con ramas y hojas
partir de cierta longitud extremadamente rizadas
son muy flexibles y pén- y retorcidas.
dulas. HOJAS Alternas en
las tres especies. S. llorón
y S. blanco: muy alar-
96
en Guadarrama...
Los enormes sauces que crecen
junto a la Escuela de Música

ABUNDANCIA las urbanizaciones más llorones constituyen el


grandes y con zonas ver- atractivo contrapunto vi-
De los 124 sauces censa- des de suelos de césped sual de otras especies
dos, más de tres cuartas regado regularmente. con un aspecto más rígido
partes son S. llorones, sin (píceas, álamos, cho-
duda la especie de porte En el caso concreto de los
pos…).
ornamental más atractivo S. negros y blancos, casi
de las tres consideradas. todos crecen en condicio- El pequeño parque situa-
nes más o menos esponta- do en la calle Gustavo
DISTRIBUCIÓN neas, y junto a los tramos Adolfo Bécquer (junto a la
de los arroyos naturales Escuela de Música), aco-
Nunca aparecen en calles lizan en la urbanización
que cruzan algunas de las ge tres soberbios ejem-
lineales mínimamente Parque PYR.
urbanizaciones. plares que en promedio
céntricas, pues al requerir rondan los 17 m de altura Más aisladamente, en casi
un riego continuo y abun- EJ. DESTACADOS y los 2 m de perímetro. todas las urbanizaciones
dante sólo pueden pros- Otros grupos de pies simi- del municipio se puede
perar en los jardines de Con su fresco y grácil fo-
llaje de tonos claros, los s. larmente grandes se loca- encontrar algún ejemplo
de 10-15 metros de alto.
De las otras dos especies,
Sauce blanco en un
pequeño parque de la aunque más escasas y de
urbanización Prado de menor talla, también se
La Alameda
dan ejemplares ya muy
notables rondando los 10
m, como por ejemplo los
s. negros en el margen
del parque de la calle Ha-
yedo, o el s. blanco de la
calle San Macario, casi
llegando a la urbanización
Jarosa III.
Su poca longevidad y
blanda madera les predis-
pone a padecer lesiones,
y las grandes oquedades
de algunos ejemplares
muy añosos, cuando son
muy profundas y mues-
tran signos de pudrición,
suponen un elevado ries-
go de fractura.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

97
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. PLATANÁCEAS

PLÁTANO
Platnus x hipnica

Habría surgido de cruzar dos especies de plátano semejantes pero muy distantes entre sí (de Europa y
Norteamérica, y cuya condición de híbrido se indica en su nombre científico con una ‘x’), disputándose
su autoría entre jardineros británicos, franceses y españoles. Cada vez más personas son alérgicas a
esta especie, aunque no tanto a su polen como a los abundantísimos pelillos de sus frutos.

Características
IDENTIFICACIÓN las ramas por el mismo el viento. A menudo per-
punto (las denominadas sisten sobre el árbol du-
PORTE Muy robusto y “cabezas de gato”). COR- rante todo el invierno, lo
capaz de alcanzar enor- que resulta muy estético.
TEZA Mientras es joven,
mes dimensiones, de has- C ONFUSIONES CON
muy delgada y lisa, que
ta 30 m. La copa es siem-
poco a poco va despren- OTRAS ESPECIES Su cor-
pre muy amplia y de es-
diéndose en placas y for- teza y frutos, lo hacen in-
peso follaje, redondeada
mando un característico confundible, además de
o piramidal. No obstante,
dibujo teselado en tonos que su abundancia y ubi-
esta especie es probable-
crema, gris, verde y ocre. cuidad urbana permiten
mente la más recurrente-
Con la edad se va engro- practicar sobradamente
mente podada de entre
sando y forma gruesas en su identificación En
todo el arbolado urbano,
escamas poligonales. Pe- cualquier caso, conviene
y es muy habitual encon-
ro a pesar de esta variabi- tener en cuenta la seme-
trar plátanos de tan avan-
lidad, siempre es muy Hojas
janza de sus hojas con las
zada edad como corta
fácilmente reconocible. de los arces (Acer sp.).
altura, como los dedica- pan radialmente sobre
dos a formar emparrados RAMILLAS Verdosas u
ocres e inicialmente cu-
largos pedúnculos. Pasan ECOLOGÍA
de ramas fusionadas. bastante desapercibidas
biertas de pelusilla, pero DISTRIBUCIÓN NATIVA
TRONCO Y RAMAS PRIN- que se desprende al poco
por su pequeño tamaño.
FRUTOS Se forman entre Al ser un híbrido de jardi-
CIPALES Tronco normal-
tiempo. HOJAS Alternas, nería no tiene área natural
mente muy derecho y el final del verano y el
de color verde intenso. de origen, aunque sus
grueso, que a buena altu- comienzo del otoño. Son
Miden 15-30 cm de long., especies progenitoras
ra suele dividirse en va- unas compactas esferas
y son palmeadas, con 3 ó proceden de Europa y
rios fustes y nudosas ra-
5 lóbulos triangulares más Norteamérica. DESA-
mas principales. En los
o menos dentados según RROLLO Y PREFEREN-
ejemplares demasiado
podados es fácil encontrar variedades. YEMAS Cóni- CIAS AMBIENTALES Bas-
profundas oquedades, y cas, y de tonos ocres o tante longevo si se le da la
abultamientos resultantes verdes, con una única es- oportunidad (400 años),
de cortar una y otra vez cama. FLORES Primave- pero también de rapidísi-
rales, aparecen al mismo mo crecimiento inicial. Es
tiempo que las hojas. Un de una gran rusticidad, y
mismo árbol presenta flo- siempre se le cita como
res de ambos sexos ejemplo de especie ultra-
(monoico), que se agru- rresistente a la contamina-
ción urbana. Pero requie-
re bastante sol durante
sus primeros años. VA-
Frutos
RIEDADES A pesar de su
colgantes de largos rabi- importancia en arboricul-
llos, de 2-3 cm, inicial- tura, las distintas varieda-
mente verdes, pero una des que se comercializan
vez maduras de color ma- no resultan particularmen-
rrón claro. Se van desha- te diferentes en sus ras-
ciendo, liberando multi- gos generales.
tud de pequeñas semillas
con unos pelillos rígidos
(irritantes al frotarse) des-
Distintas apariencias de la cor- Yemas invernantes tinados a que las disperse
teza
98
en Guadarrama...
Plátanos emparrados Los ya notables
del parque de La Iglesia ejemplares del
Polideportivo
Municipal

ABUNDANCIA como el oídio o la antracno- meda, Miranieves, La Se-


sis). rrana y Virgen de las An-
La especie más abundante gustias.
del municipio, cuenta con No obstante, estos padeci-
más de un millar y medio mientos le acaban pasando Pero, lógicamente, estas
de ejemplares (más del factura en forma de oque- ausencias se compensan
12% del inventario total). dades con pudriciones, con creces en aquellos
Únicamente los olmos y los como en algunos de los lugares en los que se
fresnos se acercan mínima- inventariados.
cuentan a decenas por
mente a esta abundancia. hectárea, como en mu-
DISTRIBUCIÓN
Por supuesto, que esta es- chos jardines de las urba-
A pesar de ser la especie Polideportivo Municipal, o
pecie tiene enormes virtu- nizaciones Guadarrama,
más abundante de Guada- en un área verde al final
des que explican su sobre- Fresnos de La Jarosa o
rrama, no es en absoluto de la calle San Macario,
abundancia, entre las que Ibersierra.
equivalentemente ubicuo. entre otros).
destacan la estoicidad con
que soporta las podas más Así, llama mucho la aten- EJ. DESTACADOS Por supuesto, son también
brutales, rebrotando una y ción su escasez en gran- muy llamativos los habi-
Algunos ejemplares son
otra vez, o su asombrosa des zonas de la ciudad, tuales emparrados, en los
ya verdaderamente mag-
resistencia a las plagas que particularmente en todo el que ramas finas de distin-
níficos, y rondan o incluso
año tras año acaban prema- cuadrante noreste, que tos pies acaban fusionán-
superan los 15 m (por
turamente con su follaje incluye a las urbanizacio- dose, proporcionando una
(insectos como el llamado
ejemplo: en las urbaniza-
nes y barriadas de Fin de sombra densa y continua
tigre del plátano, u hongos ciones Jarosa I y III, en el
Semana, Prado de la Ala- para sobrellevar la caní-
cula. Prácticamente todos
los del parque de La Igle-
sia presentan este mane-
jo.
Por último caben también
destacar las largas alinea-
ciones de las calles Dehe-
sa de los Panes, los Tilos y
Fuente del Espino, con el
añadido de que las respe-
tuosas podas que se les
realizan les están permi-
tiendo un desarrollo y
porte muy naturales, algo
infrecuente en esta espe-
cie.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

99
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. HAMAMELIDÁCEAS

LIQUIDÁMBAR
Liquidambar styca

Cada vez más extendido como especie ornamental por su espectacular otoñada, en su día tuvo múltiples
utilidades en farmacia y comercio tradicionales gracias a la importancia del estoraque: la dorada resina
aromática que se saca de su corteza (y que le da nombre común y científico).

Características
IDENTIFICACIÓN buena parte del invierno.
C ONFUSIONES CON
PORTE Mientras es joven OTRAS ESPECIES Las ho-
es un árbol muy cónico y
jas palmeadas pueden
longilíneo, pero a medida
recordar a las de muchos
que madura ensancha
arces (Acer sp.), mientras
notablemente y se torna
que los frutos se parecen
más abovedado. Sobrepa-
a los del plátano (Platanus
sa fácilmente los 15 m
x hispanica). En pleno in-
(pudiendo alcanzar hasta
vierno, sin hojas ni frutos,
30). TRONCO Y RAMAS la presencia de ramillas
PRINCIPALES El tronco es con costillas corchosas
muy derecho, y las ramas sólo la comparten con el
principales van surgiendo de olmo común (Ulmus mi-
manera muy uniformemente Ramillas, con costillas corchosas nor) y con el arce menor
en planos más bien horizonta- (Acer campestre), aunque
les. CORTEZA De un marrón que también las pueden en ninguna de las tres
grisáceo variablemente oscu- desarrollar). HOJAS Alter- especies este rasgo está
nas, de 10-20 cm, son muy siempre presente.
características: en forma
de estrella de cinco pun- ECOLOGÍA
tas (tres puntas, cuando
aún son jóvenes), con el DISTRIBUCIÓN NATIVA
borde finamente dentado, Proviene del sureste de
y pequeños mechones de EE.UU. y norte de México.
pelos en las uniones de DESARROLLO Y PREFE-
las nerviaduras del envés. RENCIAS AMBIENTALES
Durante el verano son de Crece relativamente rápi-
color verde fresco (más do al principio, no tanto
Hojas estivales (arriba) y otoña-
claras por el envés), y en les (abajo) una vez alcanza la madu-
otoño viran rápidamente a rez y sobrepasa fácilmen-
una espectacular gama TOS Son unas curiosas te los 100 años. En su há-
que incluye intensos dora- esferas erizadas (aunque bitat natural es una espe-
dos, rojos, púrpuras, mal- no punzantes) de 3-4 cm cie propia de ambientes
vas... YEMAS Largas y de diámetro. Una vez se- pantanosos y riberas de
Corteza puntiagudas, bastante cos, suelen aguantar col- zonas templadas, por lo
orientadas en ángulo ha- gando del árbol durante que prefiere suelos más
ro, con numerosas crestas y cia delante de las rami- bien frescos y ricos en
rugosidades desde muy llas. FLORES Es una espe- nutrientes. VARIEDADES
joven, que en los árboles Los distintos ejemplares
cie monoica, pues cada
añosos se convierten en comercializados tienen
individuo tiene flores de
fisuras. RAMILLAS Grises ambos sexos, que se for- coloraciones otoñales
u ocres, muy a menudo man en primavera, agru- muy diversas.
presentan unas marcadas padas en densos gloméru-
crestas suberosas, a modo los esféricos, erectos los
de costillas longitudina- masculinos y péndulos los
les, que hacen que sea femeninos; no tienen pé-
una especie muy recono- talos aparentes y son pe-
cible (aunque no siempre queñas, por lo que resul-
están presentes y hay un
tan poco llamativas. FRU-
par de especies más Frutos
100
en Guadarrama...
Uno de los ejemplares de la
urbanización Guadarrama

ABUNDANCIA bar en bastantes áreas de plantado agrupadamente,


la ciudad: Prado San Juan, como en el del Dragón, el
Se han registrado sólo 81 Guadarrama, La Llama, de Los Builes o el de la
ejemplares en el inventa- Jarosa I y Jarosa III, Cuarta calle Hayedo.
rio municipal, un número Dimensión…).
relativamente bajo si se Pero sobre todo destaca
tiene en cuenta la enorme Además, en varios par- el área verde frente al
popularidad que esta es- ques municipales se han Polideportivo Municipal,
pecie ha adquirido duran- Los dos liquidámbares del donde se han plantado
te los últimos años. parque del Dragón, en otoño recientemente una trein-
tena de pies.
Todos ellos se hallan en
muy buen estado de sa- los dos ejemplares que
EJ. DESTACADOS
lud, pues no en vano esta crecen en el parque del
especie tiene cierta fama El 70% de los ejemplares Dragón, la espectacular
de resistir a gran variedad son aún muy jóvenes, y otoñada de esta especie la
de plagas. únicamente superan los convierte en una de las de
10 metros unos pocos ár- mayor atractivo de toda la
DISTRIBUCIÓN boles aislados (en las ur- ciudad.
banizaciones de La Llama,
A pesar de que no es par- En este sentido, a poco
Guadarrama o Jarosa III).
ticularmente abundante, que madure la alineación
se pueden encontrar Pero, como ya se puede frente al Polideportivo
ejemplares de liquidám- apreciar, por ejemplo, en Municipal, y en combina-
ción con el resto de espe-
cies de ese espacio
(robinias, mirobolanos,
fresnos, robles america-
nos, adelfas y pinos piño-
neros), esta especie con-
tribuirá claramente a con-
vertir este área en un es-
pléndido portal de entra-
da a la ciudad.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

101
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. CESALPINIÁCEAS

CICLAMOR (o ÁRBOL DEL AMOR, DE JUDAS)


Cercis liquastm

Vinculado a varias leyendas en torno a la Pasión de Cristo (como indican algunos de sus muchos
nombres comunes), los romanos ya apreciaban sus cualidades ornamentales. Las flores, recolectadas
antes o después de abrirse, tienen aplicaciones culinarias (tienen sabor ligeramente picante).

Características
IDENTIFICACIÓN tos. HOJAS Alternas, de agradecidas ornamental- te todo el invierno sobre
forma muy reconocible: mente. Tienen la peculia- las ramas. CONFUSIO-
PORTE Árbol o arbolillo algo más anchas (10-12 ridad de formarse, ade- NES CON OTRAS ESPE-
normalmente de 5-8 m cm) que largas (5-10 cm), más de sobre las ramillas
como máximo (aunque CIES En invierno, sin sus
entre circulares y arriño- del año (lo habitual), tam-
pueda llegar hasta los 12 características hojas, las
nadas, con la base acora- bién directamente sobre
m). Presenta un aspecto ramas con racimos de
zonada y la nerviación la madera de las ramas
desgarbado, con una copa vainas secas son muy
palmeada. Son verdes por más gruesas (o incluso del
irregular muy abierta y de parecidas a las de la robi-
ambas caras, aunque lige- mismo tronco; caulifloras,
ramaje tortuoso; el follaje nia (Robinia pseudoaca-
ramente azuladas por el en terminología botánica).
cia), pero las espinas de
no es muy denso. TRON- envés, y con el largo rabi- FRUTOS Desde finales del la última son muy diag-
CO Y RAMAS PRINCIPA- llo rojizo. Antes de caer se verano al otoño. Vainas nósticas.
LES Tronco corto respecto largas (6-10 cm) y aplana-
a la altura total del árbol, das, en racimos colgantes,
casi siempre con varios inicialmente entre verdes ECOLOGÍA
fustes y a menudo inclina- y algo rosadas, pero una
DISTRIBUCIÓN NATIVA
dos, nudosos y retorcidos. vez secas marrones. Pue-
Originaria del Mediterrá-
CORTEZA Inicialmente den llegar a ser muy
abundantes en cada ejem- neo oriental. DESARRO-
lisa y delgada, con la
plar, y mantenerse duran- LLO Y PREFERENCIAS
edad se cuartea en un
denso entramado de pe- AMBIENTALES Poco lon-
queñas crestas y rugosi- gevo (50-60 años), pero
dades, que pueden llegar de rápido crecimiento
Hojas
inicial. Prospera en am-
vuelven intensamente bientes muy diversos
doradas. YEMAS Alter- siempre que estén bien
nas, pequeñas (menos de soleados, y los suelos no
0,5 cm), ovoides y puntia- se encharquen. De he-
gudas, de color rojo vino- cho, es particularmente
so. FLORES Primaverales, resistente a las sequías,
brotan antes que las hojas. como planta mediterrá-
Pequeñas (2 cm) pero en nea que es. VARIEDADES
racimos muy abundantes, Las plantas que se comer-
recuerdan a mariposas de cializan no son particular-
color rosa o magenta, y mente variadas, salvo en
huelen agradablemente, la intensidad del color de
por lo que resultan muy las flores.

Corteza

a desprenderse en placas.
Pero siempre bastante
oscura (desde marrón
rojizo a casi negra). RA-
MILLAS Ocres o grises,
glabras, generalmente Frutos, sobre las ramillas
angulosas y con algunos (arriba) y brotando directamen-
Flores te del tronco (abajo)
entrenudos y abultamien-
102
en Guadarrama...
La alineación de ciclamores
de c/ Prado Camacho

ABUNDANCIA EJ. DESTACADOS otras especies de mayor


presencia, por lo que es
Otro ejemplo de una es- Aunque en su forma arbó- muy previsible que la ma-
pecie que a pesar de ser rea esta especie resulta yoría de los inventariados
muy habitual en los via- verdaderamente atractiva estén destinados a su ac-
rios urbanos de toda Es- (sobre todo durante su tual porte pequeño duran-
paña, en Guadarrama es floración), los ejemplares te mucho tiempo, median-
más bien escasa, con sólo inventariados en Guada- te podas de mantenimien-
64 pies. rrama promedian sólo 4,5 to regulares.
m de alto. Un ejemplar
DISTRIBUCIÓN excepcionalmente alto, de No obstante, cuando tie-
9 m, crece en la calle Ma- nen la oportunidad de
Poco repartido, los únicos desarrollarse hasta mayo-
lugares en que aparece ría Verónica de Parque
PYR, y otros de 6-7 m apa- res tallas, una alineación
con cierta regularidad de ciclamores en plena
son, sobre todo, en un par recen aquí y allá
(urbanizaciones Jarosa III, floración puede ser ver-
de jardines de Parque daderamente bonita. Un
PYR y, ya mucho menos, Cuarta Dimensión, Fin de
Semana...). ejemplo de esto se puede
en Jarosa III o Prado San- disfrutar cada primavera
Juan. En el resto o no se En arboricultura esta es- con la floración de la de-
da en absoluto, o sólo al- pecie es muy habitual- cena de ejemplares que
gunos ejemplares más o mente empleada como crecen en la calle Prado
menos aislados. mero complemento de Camacho.

En los jardines que ro-


dean el Centro Cultural
‘La Torre’ hay también
varios pequeños ejempla-
res.

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

103
ESPECIES DE HOJA CADUCA Fam. MORÁCEAS

MORERA
Morus alb

Extendido por toda Eurasia por ser el alimento de los antaño valiosos gusanos de seda, hoy se sigue
cultivando ornamentalmente por su densa sombra. Por las manchas con que se llena el suelo y
mobiliario urbano al aplastarse sus frutos (y por la dificultad con que se eliminan de la ropa), los
viveristas han extendido el cultivo de variedades estériles, sin moras.

Características
IDENTIFICACIÓN Alternas, de 8-20 cm de más gruesas, con el haz
long., y muy polimorfas muy áspero al tacto pero
PORTE Árbol de talla me- incluso en un mismo el envés muy suave y pe-
dia, raramente más de 12 ejemplar: algunas son loso (además de que sus
m, pero de aspecto muy muy ovales, mientras que moras son siempre negras
robusto en la madurez, otras presentan lóbulos y muy dulces). La Morera
con una amplia copa abo- del papel (Broussonetia
vedada y densa. TRON- papyrifera) es similar al
CO Y RAMAS PRINCIPA- moral, pero sus hojas se
LES Tronco más bien cor- apartan más frecuente-
to, respecto a la altura Yemas invernantes y cicatriz mente de la forma acora-
foliar
total del árbol, pero grue- zonada y pueden llegar a
so. A menudo algo incli- predominar las lobuladas.
y de color marrón claro.
nado. Las ramas principa- ECOLOGÍA
Las cicatrices foliares son
les surgen algo irregular-
muy características: semi-
mente, y se dividen bas-
circulares, de color cre- DISTRIBUCIÓN NATIVA
tante. A menudo son de Originariamente, de Chi-
ma, y con un reborde du-
un tono crema anaranjado na e India, pero introduci-
ro y muy sobresaliente.
bastante diagnóstico. da desde épocas remotas
FLORES Primaverales.
CORTEZA Entre gris y Diminutas y agrupadas en
en el Próximo Oriente, y
marrón pálido, a veces de ahí en toda Europa
pequeños amentos cilín-
muy blanquecina; progre- (aunque nunca forma ma-
dricos (1 cm) de tonos
sivamente más fibrosa con sas forestales, salvo como
verdosos. FRUTOS Estiva-
la edad, y en ejemplares cultivo). DESARROLLO Y
viejos con grietas profun- les (muy tempranos). Mo-
ras carnosas de 2-3 cm, P REFERENCIAS A M-
BIENTALES Lento creci-
miento y no muy longeva
(200 años). Muy resistente
tanto a los fríos invernales
como a los calores estiva-
les, siempre que esté en
suelos que no se enchar-
Distintas morfologías de las quen. VARIEDADES Se
hojas: acorazonadas y lobuladas
cultivan bastantes varie-
profundos (parecidas a las dades diferentes: con ho-
hojas de parra) o base jas más o menos grandes
irregular; son de color y lobuladas, de tonos do-
Cortezas de un ejemplar joven
verde claro brillante, más Frutos rados, con ramillas col-
(izda.) y de otro añoso (dcha.) pálidas por el envés don- gantes o muy erectas, con
de tienen algunos pelos entre ovales y cilíndricas, portes enanos, con frutos
das de característicos to- en los nervios principales; de color blanco, rosado o rojos, negros, o sin frutos,
nos anaranjados. RAMI- son bastante finas, casi rojas (más raramente tam- etc.
LLAS Grises y tomentosas endebles, y el borde es bién negras); son comesti-
durante poco tiempo, lue- muy dentado. Antes de bles, pero más insípidas
go glabras. Son frecuen- caer en otoño, se vuelven que las de su congénere
tes los ejemplares con de un intenso color amari- el moral (Morus nigra).
porte péndulo, de rami- llo. YEMAS INVERNAN- C ONFUSIONES CON
llas muy finas y flexibles TES Muy pequeñas OTRAS ESPECIES El moral
que pueden llegar casi (menos de 0,5 cm), esca- (Morus nigra) tiene unas
hasta el suelo. HOJAS mosas, con forma de mitra hojas bastante distintas,
104
en Guadarrama...
Un añoso ejemplar
del Colegio Sierra
de Guadarrama

ABUNDANCIA municipio. No obstante, dos en las calles Escalina-


cabe destacar las muchas ta, Tulipanes o María Ve-
En el viario de Guadarra- plantadas en los jardines rónica, entre otras.
ma se han registrado casi de la urbanización Parque
200 moreras, lo que supo- Los emplazados en la en-
PYR, algunas ya bastante
ne el 1,6% de todo el in- trada y el patio del Cole-
maduras.
ventario. Además también gio Sierra de Guadarra-
se han registrado unos EJ. DESTACADOS ma, son probablemente
pocos ejemplares de mo- los de mayor edad del
Esta especie promedia municipio, como atesti-
ral y de morera del papel dulo del ejemplar de la
unos siete metros de altu- guan sus gruesos troncos
(más un pequeño número calle Fuente del Espino,
ra, si bien a la mayoría de (pero, desgraciadamente,
de ejemplares de difícil los de hojas muy lobula-
ellas le correspondería también sus ya profundas
identificación en el mo- das de la urbanización
una mayor talla, pues oquedades, muy notables
mento de realizar este Ibersierra, o los de hojas
siendo una de las espe- en varios de ellos y que
trabajo, aunque muy pro- más típicamente acorazo-
cies que más regularmen- recomiendan un especial
bablemente, también mo- nadas más frecuentes por
te se podan, raramente seguimiento).
reras). todo el municipio.
tiene oportunidad de
DISTRIBUCIÓN desarrollarse plenamente. Es interesante comprobar
qué diferentes pueden ser
A pesar de no ser muy Varios ejemplares supe- las variedades de cultivo
abundante, sí se halla bas- ran ya los 10 metros de de esta especie, como por
tante bien repartida por el altura, como los localiza- ejemplo el porte semipén-

Las moreras son muy proclives a


sufrir graves lesiones en sus
troncos

REPARTICIÓN
POR ALTURAS

(198)
(3)
(6)
(4)

105
ESPECIES DE HOJA CADUCA

OTRAS ESPECIES
OTRAS ESPECIES
ROSÁCEAS PERAL DE CALLERY Pyrus calerna
Alóctona Porte Arbolillo de hasta 10 m, muy derecho y de copa ancha y globo-
sa. Corteza Pardo grisácea, surcada de finas crestas verticales. Rami-
llas Grises, muy lisas, y a veces con algunas espinas; yemas tomento-
sas. Hojas Alternas, de 2-5 cm, redondeadas u ovaladas, con un largo
peciolo y de margen aserrado y punta aguda. Flores Primaverales, de
2-3 cm y 5 pétalos, se agrupan en blancos ramilletes de 6 ó 12. Fruto
Una minúscula perita esférica de 1 cm, pardo-verdosa. En Guadarra-
ma Sólo 16 jóvenes ejemplares, pero todos ellos en algunas de las ca-
lles y plazas más céntricas del municipio.

ULMÁCEAS ALMEZ Cltis utalis


Autóctona Porte Árbol de hasta 20 m, de copa amplia y abovedada. Corteza Gris
y muy lisa durante toda su vida. Ramillas Finas y pilosas, de color ma-
rrón oscuro. Hojas Alternas, de 6-12 cm, color verde oscuro, bastante
lanceoladas con la punta muy alargada y margen dentado, de color ver-
de, más claras y algo pilosas por el envés. Flores Primaverales, solita-
rias y poco llamativas. Fruto Como pequeñas (1 cm) bayas colgantes de
un largo rabillo, negras en al madurar. En Guadarrama 76 ejempla-
res, prácticamente todos ellos en el parque de Los Builes, de 5-7 m de
alto.

MORÁCEAS HIGUERA Fius crica


Alóctona Porte Árbol de hasta 12 m como mucho, casi siempre muy inclinada y
tortuosa, ramificada desde el mismo suelo. Corteza Gris claro, siempre
muy lisa. Ramillas Grises y muy gruesas, acabadas en grandes yemas
amarillentas y puntiagudas. Hojas Muy grandes (hasta 30 cm de largo y
ancho), con 5-7 lóbulos muy marcados, de bordes redondeados; correo-
sas y ásperas al tacto. Flores/Frutos Las higueras hembra forman las
flores en el interior del higo inmaduro y son polinizadas por avispillas
que previamente han visitado una higuera macho; entonces se desarrolla
el popular higo de mesa. En Guadarrama 32 ejemplares (entre 2 y 8
m), repartidos por gran parte del municipio.

MIMOSÁCEAS ÁRBOL DE LA SEDA Albzia jlibrisi


Alóctona Porte Arbolillo de 6-8 m, de tronco fino y copa ancha, muy aparasolada.
Corteza Lisa y gris. Ramillas Finas pero rígidas. Hojas Doblemente
compuestas, con 8-10 pares de hojas opuestas, cada una de las cuales
porta a su vez dos filas de 20-30 hojuelas de 1 cm, de color verde fresco.
Flores Estivales, muy llamativas y de aspecto exótico por sus abundan-
tes y largos filamentos rosados (que son los estambres). Fruto Vaina
aplanada bastante larga (10-20 cm), de color chocolate en la madurez.
En Guadarrama Sólo 9 ejemplares, de apenas 3 m, todos ellos en el
parque de Los Builes.

MELIÁCEAS AGRIAZ o CINAMOMO Mlia aedach


Alóctona Porte Normalmente 10-15 m, de copa densa y aparasolada. Corteza
Oscura y lisa o finamente agrietada. Ramillas Marrones. Hojas Alter-
nas y compuestas, con 5-7 foliolos lanceolados (4-10 cm cada uno), lustro-
sos y oscuros por el haz, más claros por el envés. Flores Primaverales,
muy atractivas y fragantes, con cinco pétalos de color blanco o lila y un
tubo central violáceo. Fruto Esféricos (1-2 cm) de color amarillo y muy
malolientes (y tóxicos). En Guadarrama 14 ejemplares, de 2-10 m,
muchos de ellos en un parque infantil de Ibersierra, y uno de los de ma-
yor talla (7m) en los jardines el Servicio de la Juventud.

106
Urbanización
Vallefresnos

Urbanización
Las Cabezuelas

Síntesis de las especies inventariadas en las dos urbanizaciones que, por motivos de espacio, no se han incluido
en los mapas de cada una de las fichas.

107
Los
ÁRBOLES
de
GUADARRAMA
Clasificación por zonas

Ayuntamiento de Guadarrama
Concejalía de Medio Ambiente e Infraestructuras
http://www.guadarrama.es

David Palomino Nantón


Inventarios y Análisis Medioambientales
URBANIZACIONES (O ZONAS) DESCRITAS
(POR ORDEN ALFABÉTICO)

Urb. Los BUILES ................................................................................................ 109


Urb. Las CABEZUELAS .................................................................................... 112
Zona CENTRO ANTIGUO ............................................................................... 114
Zona de los COLEGIOS.................................................................................... 117
Urb. CUARTA DIMENSIÓN ............................................................................ 120
Urb. DEHESA DEL SOTO ............................................................................... 122
Zona c/ Los ESCORIALES centro ..................................................................... 124
Col. FIN DE SEMANA .................................................................................... 126
Urb. Los FRESNOS DE LA JAROSA ............................................................... 128
Urb. GUADAMOLINOS ................................................................................... 131
Urb. GUADARRAMA ....................................................................................... 134
Urb. La JAROSA I .............................................................................................. 138
Urb. La JAROSA II............................................................................................. 141
Urb. La JAROSA III ........................................................................................... 143
Urb. La LLAMA ................................................................................................. 146
Urb. MIRANIEVES ........................................................................................... 149
Zona pº MOLINO DEL REY............................................................................. 152
Urb. MONTELEÓN .......................................................................................... 154
Urb. PARQUE PYR ........................................................................................... 156
PASEO DE LA ALAMEDA ............................................................................. 159
Urb. El PEÑÓN DE GUADARRAMA ............................................................. 164
Zona c/El POTRO .............................................................................................. 167
Urb PRADO DE LA ALAMEDA ...................................................................... 170
Urb. PRADO SAN JUAN .................................................................................. 173
Zona PUENTE DEL ROSARIO ........................................................................ 178
Urb. El REDONDILLO ..................................................................................... 180
Urb. SALA-IBERSIERRA .................................................................................. 183
Zona c/La SERRANA ......................................................................................... 187
Res. VALLEFRESNOS ...................................................................................... 190
Zona c/VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS........................................................... 192
Otras zonas ......................................................................................................... 194
Los Builes
Aunque la larga avenida que vertebra esta zona muestra un elevado trasiego
de vehículos, esto no se refleja en una presencia significativa de visitantes en
su amplio y diverso parque público, mucho menos conocido de lo que
debiera.

Distribución y abundancia
La zona de Los Builes, se
localiza al sur del munici-
pio, consistiendo a efec-
tos del presente trabajo
en la calle Fuente del Es- CONÍFERAS
pino y, sobre todo, en el Pinos 40
gran parque público que Falsos cipreses 16
se extiende tras los terre- Cedros 14
nos de las viviendas uni- Cipreses 12
familiares de esta calle. Píceas 8
La calle Fuente del Es-
pino tiene una gran im- PERENNIFOLIOS
portancia en el tráfico Aligustres 9
municipal por dos razo- Madroños 4
nes principales: 1) es la Magnolios 2
entrada/salida principal
Acebos 1
de los barrios y urbaniza-
ciones del oeste del mu-
nicipio desde/hacia la CADUCIFOLIOS
carretera del Escorial y la Plátanos 96
A-6; y 2) durante los me- Almeces 76
ses escolares se da un Robles y encinas 39
continuo trasiego de co- Arces 35
ches, debido a que en sus
Mirobolanos 24
dos extremos se localizan
los accesos a una escuela Álamos y chopos 15
infantil, dos colegios, un Fresnos 14
instituto y el Polideporti- Acacias 14
vo Municipal. Por ello, su Tilos 12
arbolado ornamental tie- Abedules 11
ne una visibilidad poten- Liquidámbares 9
cial muy alta para muchos
Frutales 7
vecinos.
Catalpas 5
En paralelo a la calzada Falsas acacias 4
se han levantado sendas
Nogales 2
hileras de chalets unifa-
Moreras 1
miliares, si bien persisten
algunas parcelas aún sin Sauces 1
edificar. destinados específica- larga calle están remata-
OTROS 12
Esta calle también puede mente a su crecimiento. dos por dos grandes glo-
ser considerada perfecta- En fotos áreas del año rietas, pero ninguna de existente entre su gran
mente como paseo, si 2006 se distinguen las ellas tiene arbolado parti- tamaño (mide alrededor
consideramos su gran primeras copas, apenas cularmente reseñable. de 2 ha) y lo escasísima-
anchura, la presencia de incipientes, de algunos mente visitado que es. Su
En cuanto a su parque
amplias aceras peatona- de estos árboles, por lo acceso principal, aunque
público, es evidente lo
les, y las alineaciones de que los más maduros de- ancho, no es particular-
poco conocido que es
grandes árboles planta- ben de rondar los 10-15 mente visible entre dos
para la mayoría de la po-
dos de manera regular a años de edad. de los chalets ubicados
blación local, y se apre-
ambos lados, en arriates Ambos extremos de esta cia la desproporción hacia la mitad de la
109
Fotos aéreas correspondientes a los años 1991, 2001, 2007 y 2017 (de izda. a dcha.).

calle Fuente del Espino. ornamentales, presenta En este sentido, los pri- tes coníferas y planifolios
Existe otro acceso de un buen estado general meros árboles ornamen- de hoja perenne, que en
similares dimensiones, a de mantenimiento. tales se plantaron hacia general suelen ser gru-
poco más de 100 metros, el año 2007, por lo que pos demasiado escasos
Se organiza en torno a un
pero se halla mucho me- actualmente apenas al- en los listados urbanos,
camino de tierra circular,
nos cuidado. canzan los diez años de en comparación con los
y presenta tanto alinea-
edad. No obstante, algu- planifolios de hoja cadu-
Pero sin duda, la princi- ciones y rodales de ár-
nos de los pinos y enci- ca.
pal causa de su escaso boles claramente planta-
nas naturales localizados
número de visitantes es dos y pautados con fines En definitiva, con sus 480
en sus márgenes ya apa-
lo retirado que se en- paisajísticos, como par- árboles correspondien-
recen en fotos de los
cuentra del centro de la ches con ejemplares tes a 46 especies dife-
años setenta, lo que les
ciudad y la poca densi- brotados espontánea- rentes, esta zona merece
supone una edad mínima
dad de vecinos de sus mente, básicamente pies ser un centro de interés
de unos 50 años.
inmediaciones. de la vegetación silves- del patrimonio natural
tre preexistente que cre- Se halla muy equilibrada municipal mucho más
Aunque carece de parte-
cen desde antes de la en cuanto a la variedad relevante de lo que ac-
rres de césped o setos
creación del parque. de especies, con bastan- tualmente es.

Ejemplares de interés
La calle Fuente del Es- ejemplares es excepcio-
pino la orlan sendas ali- nalmente bueno (tanto
neaciones a cada lado de por la calidad de sus po-
la calzada de plátano das como por el adecua-
(Platanus x hispanica; la do espaciamiento con
especie más abundante que han sido plantados).
de esta zona, el 20% de Por tanto, previsiblemen-
todos los árboles), muy te, en pocos años estos
adecuadas paisajística- árboles alcancen un por-
mente para dotar de algo te y frondosidad natura-
de sombra y volumen a les espectaculares.
una vía tan ancha y muy
En mitad de esta calle
expuesta al viento y el
hay plantado un ejemplar
sol. Además, aunque los
de guinko (Ginkgo bilo-
plátanos son muy procli-
ba), un árbol de origen
ves a ciertas plagas
chino que, aunque toda-
(oídio, antracnosis, chin-
vía muy joven y de pe-
che-tigre), también son
queño tamaño, es desta-
muy resistentes a ellas
bajo un buen manteni-
miento, y el manejo con Un ejemplo de los muchos
plátanos crecidos a lo largo de
que se cuida a estos toda la c/Fuente del Espino
110
cable por ser el único en exóticas, procedentes de En el mismo sentido, tam-
todo el municipio de su otros continentes bién es interesante la
género botánico, y que (alóctonas). En particular, presencia de varios
se considera uno de los la gran cantidad de alme- ejemplares de encina y
más antiguos fósiles vi- ces, tilos, abedules o pi- roble (Quercus Ilex y Q.
vientes: árboles domi- nos (gén. Celtis, Tilia, pyrenaica), unas especies
nantes durante el Jurásico Betula y Pinus, respectiva- paradigmáticas del arbo-
y el Cretácico, coexisten- mente), estando mejor lado peninsular, pero que
tes con los dinosaurios, y adaptados a las condicio- no aparecen en los inven-
que han perdurado hasta nes ambientales de Gua- tarios urbanos con la es-
la actualidad práctica- darrama que especies, perada frecuencia. Los
mente iguales a como por ejemplo, de Asia o aquí presentes, aún tra-
eran entonces, aunque tándose de ejemplares
muchísimo más escasos. todavía jóvenes en su
mayoría y emplazados en Árbol de la seda, una especie
Un aspecto muy positivo las márgenes del parque, muy ornamental, cuyos únicos
del conjunto del arbolado ejemplares inventariados cre-
contribuyen positivamen- cen en el parque de Los Builes
de este parque es el pre- te al enriquecimiento
dominio de las especies botánico del listado mu-
de origen peninsular nicipal. rias de las especies de
(autóctonas) frente a las pinos autóctonos, pues
No obstante, también es crecen muy cercanas en
interesante la presencia un pequeño rodal el pi-
de especies exóticas de ñonero, el resinero, el
indudable atractivo y laricio y el carrasco
muy poco representadas (Pinus pinea, P. pinaster,
en el resto de la ciudad, P. nigra y P. halepensis,
como por ejemplo los respectivamente).
El almez es la especie más árboles de la seda de
característica del parque de Además, también hay
Los Builes, tanto por su abun- Asia (Albizia julibrissin), o
dancia como por ser aquí casi los arces plateados y los muchos ejemplares de
en el único punto del municipio cedros, píceas, cipreses
donde se ha plantado liquidámbares de Norte-
américa (Acer saccha- y falsos cipreses (gén.
rinum y Liquidambar Cedrus, Picea, Cupressus
Sudamérica, presentarán y Cupressocyparis).
styraciflua).
una mayor tasa de super-
vivencia media, menor De entre las coníferas
La inconfundible hoja del guin- potencial invasivo, meno- presentes en este par-
ko, cuyo único ejemplar inven- res necesidades de man- que, se puede destacar la
tariado crece en la calle Fuen-
te del Espino tenimiento, mayor valor oportunidad de comparar
patrimonial local, etc. las diferencias entre va-

Panorámicas del parque de Los Builes

111
Las Cabezuelas
El área urbanizada más extensa de Guadarrama, si bien apenas presenta
arbolado de uso y mantenimiento público, al consistir en grandes chalets
unifamiliares con ajardinamientos privados y una matriz de parcelas no
edificadas con vegetación natural.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Pinos 54
Enebros y sabinas 3
Falsos cipreses 2
Tuyas 1
Abetos 1
Cedros 1

PERENNIFOLIOS
Adelfas 4
Un gran chopo de la zona Olivos 1

CADUCIFOLIOS
Almendros 88
Robles y encinas 40
Plátanos 34
Fresnos 18
Álamos y chopos 17
Olmos 14
Falsas acacias 3
Ailantos 2
El pequeño parque Higueras 1
infantil con arbola-
do de c/Santander Sauces 1
Moreras 1
Frutales 1
Esta extensísima área del ciadas: residencial Móna- mental, pues apenas se Acacias 1
municipio se localiza muy co, res. Madrid, colonia dan áreas ajardinadas Catalpas 1
alejada del casco urbano de Los Ángeles, urbaniza- comunes y el arbolado
histórico, junto al tramo ción Grandes Valles, y vial es muy escaso
de la carretera N-VI que urb. Las Cabezuelas, pro- (aunque sí abundan los
une Guadarrama con Al- piamente dicha. No obs- solares y caminos domi- tales en sus arriates (la
pedrete. De hecho, algu- tante, todas ellas tienen nados por la vegetación calle Valle de La Orotava,
nas urbanizaciones de en común el estar consti- natural, nunca manejados y la avenida Meridiana);
esta última localidad sólo tuidas en su gran mayoría con fines recreativos). y entre medias de estas
quedan separadas de las por grandes viviendas dos calles un área verde
Así, dentro del objeto del con arbolado pautado
de Guadarrama por la unifamiliares con amplias
presente inventario, úni- con fines parcialmente
anchura de una calle. parcelas privadas (en
camente se ha identifica- ornamentales, pero sin
algún sector dominan
A efectos del presente do: un parque de acceso demasiado mantenimien-
más los chalets parea-
trabajo se han reunido público y con el manejo to aparente, ni instalacio-
dos).
bajo el nombre de Las suficiente como para ser nes para el ocio y des-
Cabezuelas lo que en Este tipo de desarrollo considerado explícita- canso.
realidad son varias urba- urbanístico suele caracte- mente recreativo; un par
nizaciones administrati- rizarse por la ausencia de de calles con alineacio-
vamente bien diferen- arbolado público orna- nes de árboles ornamen-
112
Ejemplares de interés

Fotos aéreas correspondientes a los años 1946, 1975 y 2011 (de izda. a dcha.)

El parque citado se sitúa tamaño. No obstante, dos


en la calle Santander, enormes chopos comu-
junto al acceso desde la nes (Populus nigra) des-
carretera N-VI para en- tacan con claridad sobre
trar a Las Cabezuelas. Su el resto, promediando
intención recreativa que- unos 15 m de alto y casi
da muy claramente defi- 100 cm de diámetro tron-
nida con columpios in- cal. Además, otras espe-
fantiles y bancos para cies presentes son la hi-
descansar, si bien el guera o la catalpa (Ficus
mantenimiento de la zona carica, Catalpa bignonioi-
es algo escaso. Las espe- des) entre las caducifo- Almendros en los arriates de c/Valle de La Orotava
cies más abundantes lias, o el pino piñonero y
aquí son plátanos el abeto del Caúcaso con arbolado de alinea- zona, de momento, no
(Platanus x hispanica) y (Pinus pinea, Abies nord- ción, este consiste en parece particularmente
chopos perales (Populus manniana) entre las coní- pequeños almendros llamada al ocio vecinal,
simonii, o una variedad feras. (Prunus dulcis), de ape- pues carece de bancos,
híbrida cercana), varios nas 2-3 m, y plantados en columpios, caminos des-
En las dos grandes calles
de ellos de muy buen unos estrechos arriates brozados...
en los que también se
En otras dos calles meno-
Ejemplo de encinas y fresnos creciendo espontáneamente en los observan matas orna-
márgenes de la calzada pública res con algo de arbolado
mentales de especies
vial, Valle de Ordesa y
arbustivas. Pero ni árbo-
Valle de Arán, se pueden
les ni matas muestran
observar sobre todo ro-
una pauta muy regular en
binias, olmos, o fresnos
su desarrollo y manteni-
(Robinia pseudoacacia,
miento, aparentemente
Ulmus x hollandica y Fra-
muy dependientes del
xinus angustifolia).
criterio del dueño de la
vivienda más cercana en Aparte de esto, también
cada caso. En total los se han registrado mu-
almendros suponen el chos pies crecidos en las
30% de todos los árboles calzadas públicas, nor-
inventariados aquí. malmente ejemplares de
especies locales brota-
Respecto al área verde
dos espontáneamente en
que sirve de puente en-
las márgenes no asfalta-
tre las dos calles anterio-
das de las aceras. Lógi-
res, consiste básicamen-
camente, los fresnos y los
te en unos 40 jóvenes
robles o encinas
pinos piñoneros planta-
(Quercus pyrenaica y Q.
dos con un espaciado
ilex) son las especies
regular. Entre ellos tam-
dominantes, pues consti-
bién crecen algunas en-
tuyen la vegetación natu-
cinas y enebros de miera
ral de las parcelas no
(Quercus ilex y Juniperus
edificadas.
oxycedrus). Pero esta
113
Centro Antiguo
El parque de la calle de La Iglesia y sus alrededores es, probablemente, el punto
en torno al que se desarrolla mayor actividad social y recreativa en Guadarrama.
Aunque la muy apreciada Olma del Ayuntamiento monopoliza el patrimonio
natural de esta zona, existe también otro arbolado interesante.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Tuyas 60
Píceas 10
Cipreses 9
Cedros 6
Otras coníferas 6
Falsos cipreses 3
Pinos 3
Enebros y sabinas 1

PERENNIFOLIOS
Magnolios 35
Palmeras y ágaves 19
Laureles 11
Adelfas 11
Acebos 5
Olivos 2
Madroños 1

CADUCIFOLIOS
Plátanos 159
Olmos 31
Fresnos 29
Arces 26
Mirobolanos 20
Frutales 18
La calle Alfonso Senra es 614 y también atraviesa cipal valor natural en este
la principal arteria de el municipio de parte a sentido. Pero en una zona Ailantos 16
comunicación de esta parte, esta vez en sentido tan densamente edifica- Castaños de Indias 9
zona y con ello de todo el El Escorial-Los Molinos. da, resulta fundamental Moreras 6
pueblo, pues junto a sus aliviar paisajísticamente Higueras 4
Por tanto, este aspa cana-
prolongaciones por am- este “exceso” de cemen-
liza una enorme cantidad Álamos y chopos 4
bos extremos en el paseo to con otros focos arbola-
de los desplazamientos Tilos 4
de La Alameda y el paseo dos adicionales.
rutinarios de los vecinos Almendros 3
del Molino del Rey, atra-
de Guadarrama y la prác- Así, los parques de la Falsas acacias 3
viesa el municipio en
tica totalidad del tránsito calle de La Iglesia, inme-
sentido Collado Villalba- Ciclamores 3
de los visitantes y turis- diatamente al lado del
Puerto del León. Nogales 3
tas, por lo que su atracti- Ayuntamiento, y los que
Pero además, también se vo ornamental resulta rodean al Centro Cultural Tarajes 2
localiza aquí el otro gran particularmente impor- ‘La Torre’, en el punto
eje urbano del municipio, tante. más elevado del casco OTROS 81
la calle Marqués de Santi- urbano, son las áreas
Lógicamente, la Olma del
llana, que en sus dos ex- ajardinadas más impor-
Ayuntamiento es el prin-
tremos pasa a ser la M- tantes de esta zona.
114
Ejemplares de interés

Fotos aéreas del Ayuntamiento y su entorno correspondientes a los años 1946, 1975 y 2017 (de izda. a dcha.)

La especie que domina del Atlas (Cedrus atlanti- de su pequeño parque


con absoluta claridad en ca) del parque de La Igle- hay alguno ya destacable
el casco antiguo del mu- sia son particularmente por ser bastante maduro.
nicipio es el plátano interesantes, por su talla
Entre las coníferas, hay
(Platanus x hispanica; 26% (15-20 m), su vistosa ubi-
un bonito ejemplar de
de todos árboles registra- cación junto a la fuente, e
falso ciprés de Lawson
dos). Esto se debe a lo incluso por sus nidos de
(Chamaecyparis lawsonia-
atractivos que resultan cigüeñas.
na) que da entrada al cen-
sus habituales emparra-
Un bonito y muy sufrido tro cultural, así como al-
dos, en los que ramas
ejemplar de enebro de la gunas píceas.
finas de distintos pies
miera (Juniperus oxyce-
acaban fusionándose, En los pequeños jardines
drus), de los mayores del
proporcionando una som- de la cercana Biblioteca
inventario, de momento
bra densa y continua para Municipal, hay también
parece soportar razona-
sobrellevar la canícula. algunos ejemplares in-
blemente el continuo tra-
Gran parte de los jardines teresantes, como tres li-
siego de niños por sus
de la calle de la Iglesia se bocedros (Calocedrus
ramas. Otras especies
hallan así cubiertos a una decurrens) aún muy jóve-
atractivas de este parque
altura media de unos 4 nes, pero ya bastante lla-
serían la pícea azul (Picea
metros, tratándose en mativos por ser de una
pungens), el ciprés co-
algunos casos de ejem- variedad semidorada,
mún (Cupressus sempervi-
plares ya muy maduros, varias moreras del papel
rens) o el pino piñonero
como muestran sus grue- (Broussonetia papyrifera),
(Pinus pinea).
sos troncos. o un par de falsos cipre-
Por su parte, en los jardi- ses de Leyland
Otros grandes planifolios
nes que rodean al Centro (Cuprocyparis leylandii).
emplazados aquí son los
Cultural ‘La Torre’, cre-
castaños de Indias Por último, incidir en el
cen varios fresnos norte-
(Aesculus hippocastanum) valor que tienen las pe-
ños y rojos (Fraxinus ex-
en torno al área de juegos queñas alineaciones, e
celsior y F. pennsylvani-
infantil, o las hileras re- incluso árboles aislados,
ca), e intercalados entre
cientemente plantadas de que salpican esta zona
ellos algunos arces reales
magnolios (Magnolia centro, pues siempre ayu-
(Acer platanoides).
grandiflora). dan a aliviar la severidad
En el amplio rodal de ol- urbanística de los cascos
Respecto a las coníferas,
mos (Ulmus x hollandica) antiguos urbanos.
los cuatro grandes cedros

Los jardines del parque de c/de La Iglesia, en su parte frente al Hogar del Mayor

El centro del parque de c/de La


Iglesia, los arriates del frontal
de la iglesia de San Miguel, y
los fresnos en torno al Centro
Cultural ‘La Torre’

115
OLMA DEL AYUNTAMIENTO
(Ulmus minor)
Ubicación C/ Alfonso Senra (en la Plaza del Ayuntamiento).

Emplazamiento de plantación Plaza asfaltada; con alcorque, amplio y con cerca de protección.

Coordenadas geográficas WGS84-30T: 407943,2 (long.)/4502971,3 (lat.)

MUY ALTA. Se trata de uno de los pocos ejemplares centenarios de su


Singularidad Botánica especie que sobreviven a la devastadora grafiosis, que exterminó los ol-
mos autóctonos en gran parte de la Península Ibérica.

MUY ALTA. Este árbol es un auténtico símbolo natural no sólo del municipio
Singularidad Patrimonial de Guadarrama, sino de toda esta comarca.

MUY ALTA. Sus dimensiones son excepcionales, siendo uno de los árboles
Singularidad Estructural de mayor talla del municipio. Además, mantiene un porte natural verdade-
ramente armonioso.

Altura total 21 m

Altura del inicio de la copa 3-4 m (aunque la ramificación principal es muy gradual)

Diámetro troncal a 1,3 m (Perímetro) 71 cm (446 cm)

Diámetro de la copa (media aprox. de sus ejes ortogonales) 18,5 m

Distintas fuentes citan el año 1880 como fecha más probable, por lo que
Edad probable actualmente rondaría los 140 años.

Este árbol tiene un seguimiento sistemático por parte de personal especia-


lizado desde hace mucho tiempo, cuyos informes rutinarios sobre sus ac-
Problemas detectados ciones de mantenimiento deben detallar la susceptibilidad observada a la
grafiosis y el grado de tensiones mecánicas de las ramas más pesadas
(entre las cuales de han instalado numerosos tirantes de seguridad).

116
Colegios
Por incluir una de las principales vías de entrada por carretera a la ciudad y
por su continuo trasiego de niños, el arbolado de esta zona merecería ir
convirtiéndose en uno de los más vistosos y educativos del inventario.

Distribución y abundancia
A efectos de esta guía,
esta zona corresponde al
primer tramo de la calle
Los Escoriales por la que CONÍFERAS
se accede a la ciudad Pinos 39
desde la M-614, y junto a Abetos 12
la que se localizan algu-
Tuyas 10
nas de las instalaciones
municipales relaciona- Cipreses 9
das con los niños más Cedros 6
importantes de la ciu- Enebros y sabinas 4
dad: los Colegios de Píceas 1
Educación Infantil y Pri-
maria ‘Villa de Guada- PERENNIFOLIOS
rrama’ y ‘Sierra de Gua-
Adelfas 43
darrama’, el Instituto de
Palmeras y ágaves 19
Educación Secundaria
‘Guadarrama’ y el Poli- Magnolios 6
deportivo Municipal. Madroños 4
Laureles 3
El arbolado crecido en el
interior de todas estas Acebos 1
Viejos fresnos del
instalaciones, aunque parque del Dragón
claramente separado de CADUCIFOLIOS
la vía pública, ha sido Fresnos 54
inventariado en este tra- Plátanos 42
bajo por la obvia rela- Olmos 38
ción que tiene con las
Liquidámbares 36
rutinas diarias de la po-
Mirobolanos 32
blación infantil durante
gran parte del año visitadísimos jardines, y Falsas acacias 28
(especialmente el ubica- que incluye un pequeño Moreras 20
do en los patios de re- tramo del arroyo Prado Robles y encinas 19
creo). No así, el arbolado Vera.
Abedules 6
de las Piscinas Municipa- En segundo lugar, los Acacias 2
les, pues su acceso esta aproximadamente dos- Nogales 2
mucho más restringido cientos metros entre este
en el tiempo (apenas a Arces 2
parque y las entradas al
los tres meses de ve- dinamiento se ha visto Álamos y chopos 2
C.E.I.P. ‘Villa de Guada-
rano). recientemente reforzado Sauces 1
rrama’ y el I.E.S.
mediante la plantación
Por otra parte, respecto ‘Guadarrama’: un ancho
de varias largas alinea-
al arbolado emplazado paseo con parterres de OTROS 13
ciones.
en vías y áreas de acceso césped, y alineaciones
público no restringido, de arbolado maduro. En total, esta zona del pues se trata de una de
destacan tres grandes municipio acumula casi las zonas más visibles
En tercer lugar, el am-
áreas principales. En medio centenar de ejem- para vecinos y visitantes
plio terreno de separa-
primer lugar, el bautiza- plares, repartidos entre regulares, que acumulan
ción entre la calzada de
do por los escolares de 46 especies. un gran número de horas
la calle Los Escoriales y
los cercanos colegios los aparcamientos situa- Su relevancia ornamental al año atravesando estas
como parque del Dra- dos frente al Polideporti- y divulgativa es de las calles tanto a pie como
gón, con unos bonitos y vo Municipal, cuyo ajar- más altas del inventario, en automóvil.
117
Ejemplares de interés

La pequeña fresneda del interior del C.E.I.P. ‘Villa de Guadarrama’, que proporciona abundante sombra a sus escolares

El parque del Dragón, el centro del tronco al Respecto a las alineacio- bolano y roble ameri-
acoge buenos ejemplos efecto del sol, la lluvia, los nes emplazadas en el pa- cano (gén. Nerium, Pinus,
tanto de especies autócto- insectos minadores, los seo de acceso al C.E.I.P. Robinia, Liquidambar,
nas de interés patrimonial hongos… Este problema ‘Villa de Guadarrama’, Prunus y Quercus), cuyo
(abedul, fresno, encina, que también se da en los consisten principalmente contrastado colorido a lo
acebo: gén. Betula, Fra- fresnos dentro del patio en maduros olmos híbri- largo de las distintas
xinus, Quercus e Ilex, res- del C.E.I.P. ‘Villa de Gua- dos (Ulmus x hollandica; épocas del año converti-
pectivamente), como de darrama’ y en las moreras aunque también hay tres rán a esta zona en un es-
especies alóctonas orna- (Morus alba) del C.E.I.P. jóvenes robles america- pléndido portal de entra-
mentales muy llamativas ‘Sierra de Guadarrama’, nos (Quercus rubra) y un da a la ciudad.
(liquidámbar, mirobolano, implica una gran conflicti- álamo (Populus alba). Hay
Además en la acera de
sabina, magnolio: gén. vidad potencial por su alta que reconocer que estos
entrada al Polideportivo
Liquidambar, Prunus, Juni- interacción con niños, que ejemplares, emplazados
Municipal crecen un par
perus y Magnolia). juegan bajo (y sobre) en una zona particular-
de cipreses comunes
ellos continuamente. Esto mente sensible en térmi-
Además, por colindar con (Cupressus sempervi-
implica un seguimiento nos de seguridad, llevan
los extensos prados muni- rens), reseñables por no
muy cuidadoso, con podas varios años siendo desra-
cipales de la Dehesa de corresponder con su
muy precisas, e incluso mados muy adecuada-
Abajo, una pequeña parte morfotipo más corriente
considerar la posibilidad mente, evitando formas de
del parque incluye una (el estrechamente ahusa-
del eventual apeo de los poda muy agresivas
decena de grandes fres- do), y sobre todo tres
ejemplares más conflicti- (terciado, cabeza de gato,
nos que persisten desde el grandes ejemplares de
vos (si se confirma que sus desmochado) que a la
antiguo uso agropecuario roble melojo (Quercus
troncos huecos son ya in- postre resultarían peligro-
de la zona. Aunque sus pyrenaica) que ya se
capaces de soportar las sas, como ocurre con los
grandes troncos los con- acercan a los 15 metros
tensiones mecánicas de un citados fresnos.
vierten en algunos de los de altura, una especie
ramaje mínimamente den-
más voluminosos del in- Por último, la zona frente a tan emblemática del me-
so).
ventario, muchos de ellos los aparcamientos del Po- dio natural del centro de
se hallan en un estado de En el patio y la entrada del lideportivo Municipal España como poco co-
conservación muy defi- C.E.I.P. ‘Sierra de Guada- consta de una gran canti- rriente en los listados de
ciente, con síntomas de rrama’, además de las ci- dad de ejemplares de va- arbolado ornamental
pudrición debidos a déca- tadas moreras, hay varios rias especies dispuestos urbano.
das de podas de la totali- bonitos abetos del Caúca- en alineaciones paralelas:
dad de la copa so (Abies nordmanianna), adelfa, pino piñonero, ro-
(desmoches), exponiendo estos sí bien sanos. binia, liquidámbar, miro-

Panorámica del parque del Dragón, con el cauce del arroyo de Prado Vera que lo atraviesa

118
MELOJOS DE LOS ESCORIALES
(Quercus pyrenaica)
Ubicación C/ Los Escoriales (junto al vallado de las Piscinas Municipales).

Emplazamiento de plantación Acera asfaltada; con alcorque simple.

Coordenadas geográficas (promedio de los tres ejemplares, alinea-


WGS84-30T: 407914,6 (long.)/4502174,5 (lat.)
dos en apenas 5 m)

BAJA. Los robledales de melojo son una de las formaciones forestales más
Singularidad Botánica típicas del centro de España.

ALTA. Por tratarse de una especie genuinamente guadarrameña, pero que


Singularidad Patrimonial curiosamente no es nada habitual como especie urbana ornamental en casi
ningún inventario de la región.

ALTA. Los tres pies son de gran talla, y plasman muy bien el porte algo
tortuoso pero extremadamente robusto de esta especie en la madurez.
Singularidad Estructural Además, su crecimiento en grupo a partir de un pie común también refleja
muy bien esta parte de su ecología (la formación de rebrotes y rodales de
varios troncos desde una misma cepa).

Altura total* 12,5 m

Altura del inicio de la copa* 3,3 m

Diámetro troncal a 1,3 m (Perímetro)* 32 cm (101 cm)

Diámetro de la copa (media aprox. de sus ejes ortogonales)* 11,7 m

En fotos aéreas de 1946 (de muy mala calidad) se intuyen sus posibles silue-
Edad probable* tas, lo que de confirmarse les supondría más de 70 años.

Los alcorques, además de no estar explícitamente delimitados, son extrema-


damente pequeños para las dimensiones de estos árboles, y la mitad del
suelo bajo su copa es acera y asfalto (que están levantando sus raíces). Uno
de ellos presenta un marcado ángulo de inclinación, que puede favorecer
intentos de los niños por trepar y repercutir en la estabilidad de sus ramas
Problemas detectados principales (alguna de las cuales se hallan, además a muy baja altura). Una
farola se halla completamente engullida dentro del follaje. No se observan
oquedades, grietas o ramas secas significativas (un grueso tronco de rebro-
te del ejemplar del medio fue talado hace tiempo, pero sin mayores conse-
cuencias).

*(promedio de los tres ejemplares, por ser casi prácticamente idénticos)

119
Cuarta Dimensión
Una pequeña urbanización en la periferia del casco urbano central, que
destaca por tener una gran cantidad y variedad de árboles frutales en
algunas de sus áreas ajardinadas.

Distribución y abundancia
Esta urbanización se ubi-
ca hacia la entrada de la
ciudad, junto a la carrete-
ra N-VI (dirección Alpe-
drete). Aun estando muy CONÍFERAS
cercana del casco urbano Pinos 2
propiamente dicho pre- Cipreses 2
senta cierto grado de Cedros 2
aislamiento, rodeada
Píceas 1
como está por los prados
municipales de la Dehesa
de Abajo y colindante PERENNIFOLIOS
con el polígono industrial Madroños 8
‘La Mata’. Adelfas 4
Está formada por una Acebos 2
combinación de bloques Aligustres 1
multifamiliares de 3-4 Palmeras y ágaves 1
pisos y chalets adosados, Laureles 1
todos ellos distribuidos a Olivos 1
ambos lados de la calle Magnolios 1
que da nombre a la urba-
nización.
CADUCIFOLIOS
El arbolado de carácter Olmos 28
público de esta zona con- Frutales 21
siste básicamente en el
Arces 12
que crece en sendas
áreas verdes de libre Tilos 9
acceso en mitad de la Liquidámbares 9
plia explanada de tierra Ambas zonas se conti-
urbanización. No obstan- núan en estrechos calle- Plátanos 7
destinada básicamente a
te, mientras que una de jones traseros, tras la Mirobolanos 5
jugar al fútbol (incluye un
ellas se halla muy clara- zonas de chalets, que Álamos y chopos 5
par de porterías), a pesar
mente ajardinada, con
de lo cual también acoge también están arboladas. Higueras 2
amplios parterres de cés-
varias alineaciones de Almendros 2
ped, bancos para sentar- Aparte de esto, los blo-
árboles. Además existen Fresnos 2
se, columpios infantiles y ques de viviendas están
un par de piscinas comu-
vegetación muy explíci- rodeadas por pequeños Robles y encinas 2
nitarias (cuyo arbolado
tamente ornamental, la arriates en los que cre- Nogales 1
no se considera en este
otra aparenta una menor cen algunos árboles, fru- Sauces 1
inventario, al no ser de
intensidad de jardinería, tales sobre todo.
libre acceso).
consistiendo en una am-
OTROS 22

Fotos aéreas corres-


pondientes a los
años 1991, 2006 y
2017 (de izda. a
dcha.).
120
Ejemplares de interés

Panorámica del parque más


El parque más ajardinado de peral y manzano destacan lo que parecen ajardinado de esta zona
de esta urbanización (Pyrus sp. y Malus sp.), ser dos jóvenes robles
cuenta con apenas una para los que se podido carballos (Quercus robur,
veintena de árboles. Las constatar que son capa- los dos únicos inventaria- llero, higuera, nogal,
especies más abundantes ces de producir grandes dos en el municipio y madroño y olivo
son los tilos y liquidám- cantidades de frutos muy raros en cualquier (Eriobotrya, Cydonia,
bares (Tilia sp. y Liquida- (algo no siempre frecuen- ciudad de la comarca. Ficus, Juglans, Arbutus y
mbar styraciflua) de los te en frutales urbanos, Olea).
En los arriates que ro-
que crecen 8 y 7 ejempla- por las variedades estéri-
dean los bloques multifa- También en algunos de es-
res, respectivamente. El les que se suelen cultivar,
miliares, hay bastantes tos arriates crecen los árbo-
resto de especies corres- las condiciones de riego/
tipos de especies fruta- les de mayor tamaño de esta
ponden a olmos, arces, poda que se les aplican,
les, y además de los ya urbanización, tratándose de
fresnos y píceas (gén. la escasez de insectos
citados peral y manzano un par de cedros del Hima-
Ulmus, Acer, Fraxinus y polinizadores…).
aparecen también el al- laya(Cedrus deodara) y de
Picea, respectivamente).
Otras especies que se mendro, cerezo, albarico- varios olmos y chopos, ron-
Todos ellos son bastante
encuentran en esta expla- quero (gén. Prunus, todos dando todos ellos los 10-12
jóvenes, pues la construc-
nada son el arce negun- ellos), níspero, membri- m de altura.
ción del parque data del
do, el magnolio, el cicla-
año 2007, pero tienen ya
mor y el olmo (Acer ne- Un peral (izda.) y un cerezo (dcha.), ejemplos de los muchos fruta-
una talla significativa y se les de esta urbanización
gundo, Magnolia grandi-
hallan en buen estado de
flora, Cercis siliquastrum
salud.
y Ulmus x hollandica).
Respecto al arbolado del
De cada una de estas dos
área verde al otro lado de
áreas verdes surgen sen-
la calle, con menor grado
dos callejones traseros,
de manejo, la especie
con algunos ejemplares
más numerosa es el plá-
más de géneros ya cita-
tano (Platanus x hispani-
dos como olmos, fresnos
ca), si bien lo más llamati-
o arces, y a los que hay
vo son los bonitos y bien
que añadir algún ciprés y
desarrollados ejemplares
chopo (Cupressus sem-
pervirens y Populus ni-
Panorámica de un área verde gra). Además entre ellos
(poco ajardinada) de esta zona

121
Dehesa del Soto
Una pequeña y muy reciente urbanización, con una superficie ajardinada
muy desigual entre sus distintas zonas en cantidad e intensidad de manejo, y
en la que destaca la abundancia de jóvenes olivos.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Pinos 12
Cedros 4
Tuyas 3
Cipreses 2
Píceas 1

PERENNIFOLIOS
Olivos 12
Adelfas 3
Aligustres 2
Laureles 1
Acebos 1

CADUCIFOLIOS
Plátanos 33
Álamos y chopos 15
Robles y encinas 6
Frutales 5
Olmos 4
Esta pequeña urbaniza-
Acacias 4
ción está ubicada al no-
reste del municipio, en Fresnos 2
una breve calle, que le Castaños y hayas 1
da nombre, y que discu- Nogales 1
rre inmediatamente de- Sauces 1
trás de la urbanización Arces 1
Guadamolinos. Falsas acacias 1
Fue construida en dos
fases que difirieron bas- OTROS 13
tante en cuanto al tipo de
ble de cada una de las
edificaciones. En primer
dos zonas es también
lugar, hacia finales de
muy distinto, pues mien-
los noventa, se levanta-
tras que en la zona de
ron las seis hileras de
chalets existen bastantes
chalets adosados ubica-
parches ajardinados en
dos en la mitad final de
forma de arriates de en-
la calle, mientas que al-
trada o pequeños calle-
rededor de una década
jones entre filas de ado-
más tarde, hacia el año
sados, en la zona de los
2006, se añadieron los
bloques multifamiliares
cinco bloques de vivien-
únicamente hay unos
das de tres pisos al co-
pocos árboles alineados
mienzo de dicha calle.
Fotos aéreas correspondientes a los años 1991, 2001, 2006 y en paralelo a la calzada
2014 (de izda. a dcha. y de arriba abajo) El arbolado inventaria- principal.
122
Ejemplares de interés
Algunos de los plátanos planta-
dos en la calle principal de esta
urbanización

problemas de aparca-
miento...).
En los pequeños arriates
de entrada a los adosa-
dos hay plantados, algo
más ordenadamente,
ejemplares aislados y
aún muy jóvenes de pí-
cea, tuya, castaño, acacia
o acebo (gén, Picea, Thu-
ja, Castanea, Acacia e
Ilex, respectivamente),
rodeados de una densa
profusión de especies
semiarbustivas acompa-
ñantes como adelfas, du-
rillos o laureles cerezos
(Nerium, Viburnum, Pru-
nus).
En total se registraron apuesta segura, pues la claramente álamos, cho-
128 ejemplares pertene- veintena de plátanos que pos (Populus alba y P. ni- Pero, una de las especies
cientes a 29 especies di- han crecido a lo largo de gra) y olmos (Ulmus), con más características de
ferentes. esta calle en poco más de casos de 10-12 m. No obs- esta zona, al menos en
diez años tienen ya casi la tante, todos ellos medran relación a lo que aparece
La especie más común en misma copa que muchos de manera algo anárquica en el conjunto del inven-
esta urbanización, como de los añosos fresnos y en los callejones separa- tario municipal, es el oli-
en casi todas, por otra robles de la urbanización dores y jardines traseros vo (Olea europaea), del
parte, es el plátano vecina en la acera de en- de estas viviendas, y apa- que aparecen 12 ejem-
(Platanus x hispanica). De frente. rentemente han sido plan- plares. No obstante, to-
hecho puede calificarse tados de manera poco dos ellos son aún muy
como sobreabundante en Aparte de esto, en esta
planificada, por lo que a jóvenes y conviene espe-
términos de diversidad, urbanización no hay mu-
medida que adquieran rar unos años para confir-
pues sólo ella supone el chos árboles particular-
mucha más talla es previ- mar que son capaces de
26% de todos los árboles mente grandes, salvo al-
sible que ocasionen al- prosperar adecuadamen-
de la urbanización. La ex- gunos pocos cedros entre
guno de los conflictos ve- te en una zona con unos
cesiva abundancia urbana las coníferas (gén. Ce-
cinales más habituales en inviernos no especial-
de especies concretas no drus; pero de apenas 7 m,
estos casos (falta de espa- mente favorables a sus
es positiva, ni en términos una talla claramente esca-
cio, exceso de sombra óptimos ecológicos.
puramente ornamentales, sa aún, para lo descomu-
sobre algunos ventanales,
ni sobre todo en términos nales que pueden llegar a
de conservación y gestión ser estos árboles), o más
del arbolado, pues suele
acabar favoreciendo la
propagación de plagas, Ejemplos de los jardines existentes en la zona de chalets
adosados de esta urbanización: los de las entradas
sobre todo en el caso de (izda.), y los traseros (dcha.), mucho menos manejados
especies no autóctonas
(en el caso del plátano: el
oídio, la antracnosis y el
chinche-tigre, fundamen-
talmente). Pero a la hora
de conseguir rápidamente
una frondosa sombra para
una calle, esta especie ha
sido durante décadas una
de las primeras opciones
para promotores urbanís-
ticos y responsables de
jardines. Y como se puede
observar aquí, esta es una
123
Los Escoriales
Esta zona, una de las de más intenso tránsito rutinario de la ciudad, apenas
dispone de arbolado público. Pero a pesar de ello cuenta con algunos
ejemplares destacados por su talla y/o singularidad en el inventario.

Distribución y abundancia
En esta zona confluyen la de arriates o parterres ros, pero también aisla-
calle Los Escoriales con aptos para ello. do del espacio público.
el paseo Molino del Rey,
No obstante, y aunque no No obstante, la vegeta-
que siendo dos de las
han sido incluidos en el ción de sendas glorietas CONÍFERAS
principales vías de co-
presente inventario, hay a cada extremo de la
municación de la ciudad Tuyas 7
que reconocer que los calle Los Escoriales
resultan muy frecuente- Cipreses 4
grandes (pero cerrados) (particularmente la situa-
mente transitadas por Otras coníferas 4
jardines que rodean el da más al sur), así como
vecinos y visitantes de
Hospital de Guadarrama, algunos pocos árboles Píceas 2
Guadarrama. Esto hace
al ser muy visibles por de sus vías principales Pinos 1
que su atractivo orna-
encima de sus muros, enriquecen ligeramente
mental sea particular-
disimulan un tanto esta el arbolado público de PERENNIFOLIOS
mente relevante, máxi-
falta de verdor de la zo- éste área.
me cuando se trata de Aligustres 14
na.
una zona céntrica muy Respecto al resto del Madroños 5
densamente edificada. Un efecto parecido tiene callejero de esta zona Palmeras y ágaves 2
el pequeño patio de la (San Roque, Onésimo Adelfas 1
Desgraciadamente, el
Casita de Niños de Gua- Redondo, Gral. Moscar-
arbolado público de esta
darrama (sí inventariado dó, Gral. Esteban Infan-
zona es muy escaso, ya CADUCIFOLIOS
por ser de titularidad tes, Joaquín Gcía. Mora-
que los antiguos bloques Mirobolanos 8
municipal): muy densa- to...), o carecen de cual-
de viviendas multifami- Robles y encinas 7
mente arbolado con quier tipo de arbolado
liares de esta zona care-
ejemplares muy madu- público, o este se limita a Falsas acacias 7
cen casi completamente
algunos pies más o me- Olmos 6
nos aislados y/o de muy Plátanos 6
poca talla. Frutales 5
En definitiva, el centenar Álamos y chopos 4
de árboles (de 36 espe- Moreras 3
cies) registrados en esta Tilos 2
zona resulta un tanto es-
Ailantos 2
caso en comparación con
otras zonas de la ciudad, Fresnos 1
incluyendo algunas de Nogales 1
similar tipología urbana. Liquidámbares 1
Lógicamente, esto tiene Abedules 1

OTROS 8

como resultado el que se


trate de una de las zonas
del municipio con densi-
dades de árboles más
bajas (de 0 a 25 pies/ha)
y con menor riqueza de
especies (menos de 10
especies/ha).

Conjunto de cipreses, de Arizona


y de México, al comienzo del
paseo Molino del Rey; entre me-
dias se distingue también un
jabonero de China
124
Ejemplares de interés

Jardines de la Casita de Niños


A lo largo de la calle Los cerasifera y Liquidambar caracterizar los cascos de Guadarrama, con un denso y
Escoriales, hay un par de styraciflua, respectiva- muy diverso arbolado
antiguos de las ciudades,
breves alineaciones: una mente). en los que apenas hay
consistente en tres robles áreas verdes. Así, los es-
Además, frente a esta
rojos americanos casos árboles de las ca-
glorieta crece uno de los
(Quercus rubra) y dos lles San Roque u Onésimo
dos únicos robles de los
tilos (gén. Tilia), y otra de Redondo tienen como
pantanos (Quercus palus-
dos grandes palmeras mínimo el mérito de ser
tris) del inventario.
(gén. Phoenix) y un pino los únicos árboles de un
piñonero (Pinus pinea). Respecto a los jardines viario público casi com-
de la Casita de Niños de pletamente asfaltado.
Por su parte, en el paseo
Guadarrama, aunque de Pero además se da la cir-
Molino del Rey, también
acceso restringido, tam- cunstancia de que algu-
hay otros tres robles
bién forman parte del nos de estos ejemplares
americanos alineados,
presente inventario por también destacan en el
mientras que en los arria-
su condición de instala- conjunto de todo el in-
tes del Hospital de Gua-
ciones de propiedad mu- ventario municipal, como
darrama crecen tres
nicipal. Su arbolado se sería el caso, por ejem-
grandes cipreses, dos de
encuentra en aparente plo, de un nogal ameri-
Arizona y uno de México
buen estado de conserva- cano (Juglans nigra), un
(Cupressus arizonica y C.
ción (aunque, lógicamen- álamo cano (Populus x
lusitanica, respectivamen-
te exige un seguimiento canescens, u otro híbrido
te).
especialmente cuidadoso cercano), y una morera
En esta misma acera es y regular), y es extrema- (Morus alba) de estas dos Nogal negro americano de c/
San Roque, uno de los cinco
muy llamativa la presen- damente diverso para su calles, todos ellos de únicos ejemplares de todo el
cia de un par de ejempla- reducidísima extensión, gran tamaño. inventario
res de jabonero de China incluyendo algunos ejem-
(Koelreuteria paniculata), plares autóctonos prote-
Agrupación de la glorieta más al sur de c/Los Escoriales, con un
una especie cuyas hojas, gidos en Madrid, como mirobolano en flor en primer término
desde la brotación hasta son el abedul (Betula pen-
la otoñada, pasan por el dula) o el madroño
rojo intenso, el verde y el (Arbutus unedo); además
dorado, que tiene una alberga varios frutales
floración estival especta- distintos, un grupo de
cular, y cuyos preciosos árboles muy interesantes
frutos en forma de faroli- para fines educativos:
llos de papel persisten peral (Pyrus sp.), man-
durante casi todo el in- zano (Malus sp.), cerezo
vierno. (Prunus sp.)...
Una de las dos glorietas Por último, incidir en el
que canalizan el tráfico valor que tienen las pe-
de esta zona presenta una queñas alineaciones, e
agrupación de especies incluso árboles aislados,
particularmente bonita y que salpican zonas muy
colorida, consistente en céntricas del municipio
varias tuyas, dos mirobo- como esta, pues siempre
lanos y un liquidámbar ayudan a aliviar la severi-
(Thuja orientalis, Prunus dad urbanística que suele
125
Fin de Semana
Una retirada urbanización consistente básicamente en grandes parcelas de
viviendas unifamiliares con jardines privados muy densamente ajardinados,
pero cuyo arbolado público se limita a alineaciones en los márgenes de las
calzadas principales.

Distribución y abundancia

CADUCIFOLIOS
Olmos 106
Falsas acacias 44
Álamos y chopos 19
Plátanos 12
Arces 5
Ailantos 5
Mirobolanos 3
Ciclamores 2
Frutales 1
Castaños de Indias 1
Fresnos 1

OTROS 4

El aspecto más habitual del ar-


bolado público en esta zona:
alineaciones de olmos y acacias
sobre muy estrechas aceras

La Colonia Fin de Sema- ello, a pesar de que glo- incluido en esta zona el
na se ubica en el extre- balmente esta zona está tramo de la calle Antonio
mo más noroeste de muy intensamente vege- Machado que conecta
Guadarrama. tada, en términos de ar- con la urbanización veci-
bolado de acceso públi- na Prado de La Alameda.
Esta urbanización, es una
co únicamente es inven-
de las más antiguas del El largo trazado de la
tariable el emplazado a
municipio, como se pue- calle La Cañada, con al-
lo largo de sus aceras.
de intuir desde su mismo gunas alineaciones de
nombre (la denomina- Tres calles organizan árboles paralelos a los
ción colonia, muy fre- todo el trazado de esta chalets, no se ha inventa-
cuente durante media- zona, y es en ellas donde riado por tratarse de un
dos del siglo XX, fue ca- se concentra la práctica tramo de una vía pecua-
yendo progresivamente totalidad del arbolado ria (del cordel de Valla-
en desuso frente a las ya público, todo él de tipo dolid, concretamente), y
más habituales urbaniza- vial (el dispuesto más o por tanto no urbano, por
lado público, esta zona
ción o residencial). menos en alineación a lo definición.
no es particularmente
largo de aceras, arriates,
Toda ella consiste en Esta urbanización no se destacable en el contex-
medianas o pequeñas
grandes chalets unifami- halla cerrada en su perí- to patrimonial o turístico
glorietas): las avenidas
liares, rodeados de ex- metro y tiene dos acce- de este inventario botá-
de Mirasierra, de Monte-
tensas parcelas ajardina- sos principales, ambos nico.
pinar y de Las Acacias.
das de propiedad priva- desde la carreta N-VI.
da, no existiendo ningún Además, a efectos de Pero por su retirado em-
tipo de parque o área organizar el presente plazamiento y la falta de
verde públicos. Por estudio, también se ha singularidad de su arbo-
126
Ejemplares de interés
El arbolado vial de las Fotos aéreas correspondientes a
los años 1956, 1975 y 2011 (de
calles de esta zona es arriba abajo)
muy poco diverso, pues
en su gran mayoría (casi vo, acabando asilvestra-
el 75% de todos los pies) das en ambientes muy
se reparte entre única- distintos y alejados del
mente dos especies, am- propiamente urbano, si-
bas de origen alóctono: guiendo el curso de ca-
olmos híbridos y falsas rreteras, cañadas y cur-
acacias (Ulmus x hollandi- sos fluviales.
ca y Robinia pseudoaca-
cia; estas últimas, por Aparte de esto, sólo hay
cierto, no son tan abun- cortos tramos en los que
dantes en la calle que aparecen algunos cho-
lleva su nombre como en pos, plátanos o arces
las otras). Esta circuns- (gén. Populus, Platanus y
tancia no es muy positi- Acer, respectivamente).
vas en términos de con- Otro hecho que ejemplifi-
servación y mantenimien- ca la monotonía del arbo-
to, pues favorecen la apa- lado de esta zona es la
rición y contagio de en- absoluta inexistencia de
fermedades entre ejem- conífera alguna, algo ver-
plares cercanos (como ya daderamente sorpren-
se observa en algunos dente si se tiene en cuen-
tramos de estas alineacio- ta lo muy comunes que
nes). Pero además, am- son en los viarios de toda
bas especies tienen un la sierra, por ejemplo, los
elevado potencial invasi- pinos (Pinus, en cualquie-
ra de sus muchas espe-
cies autóctonas), o las
piceas, cedros y cipreses
(Picea, Cedrus y Cupres-
sus). De hecho, dentro de
los jardines privados sí es
muy frecuente observar
grandes ejemplares de
todas estas especies.
En definitiva, en esta zona
se han registrado unos
200 individuos pertene-
cientes a sólo 13 espe-
cies, lo que implica que
en términos de diversi-
dad su arbolado público
Algunos ejemplares de esta zona sea muy pobre en rela-
se hallan extremadamente dete-
riorados ción al conjunto del in-
ventario.

Panorámica de una
de las entradas a
esta urbanización,
con una alineación
de chopos

127
Los Fresnos de La Jarosa
Esta urbanización presenta un buen número de viejos ejemplares de fresnos,
probablemente el árbol más representativo de la sierra de Madrid, si bien
bastantes de ellos se encuentran muy seriamente deteriorados.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Pinos 13
Cipreses 6
Abetos 3
Píceas 3
Tuyas 2
Otras coníferas 1

PERENNIFOLIOS
Aligustres 17
Olivos 10
Adelfas 4
Acebos 2
Palmeras y ágaves 1
Laureles 1

CADUCIFOLIOS
Plátanos 74
Fresnos 65
Álamos y chopos 9
Castaños de Indias 6
Almendros 4
Frutales 4
La urbanización Los Fres- una de sus mitades. Ade- entrada de una parada de Robles y encinas 2
nos de La Jarosa se locali- más presenta una piscina autobús, y la cercanía Nogales 2
za al sureste del munici- comunitaria (arbolada, tanto del mayor super- Arces 1
pio. pero no considerada en mercado del municipio
Olmos 1
este inventario, al no ser como de sus tres gasoli-
Como la mayoría de las Abedules 1
de libre acceso). neras, hacen que esta sea
urbanizaciones de Gua- Agriaces 1
una urbanización con un
darrama, su construcción En términos generales, se
tráfico y tránsito peatonal
comenzó durante la déca- halla bien arbolada, con
más allá del de sus pro- OTROS 22
da de los setenta, combi- 255 ejemplares de 36 es-
pios vecinos. De ahí el
nándose el levantamiento pecies diferentes. Presenta una larga alinea-
que su arbolado orna-
de bloques multifamilia- ción de árboles en todo
Por su emplazamiento, mental tenga también una
res de 4 pisos y áreas el trazado de las dos ca-
atravesarla sirve de atajo mayor visibilidad. No
verdes comunes, con lles que rodean la urbani-
entre la zona de los cole- obstante, una buena par-
chalets unifamiliares y zación, Río Tajo y Río
gios públicos y la carre- te de sus jardines son
jardines privados. Puesto Duero. Estos pies están
tera N-VI (que a su vez es traseros, y por tanto de
que estas dos tipologías plantados dentro del as-
la principal conexión en- difícil acceso, además de
se hallan muy claramente falto mismo (y no en la
tre el centro, la gran área que toda la urbanización
separadas en cada extre- acera), por lo que de al-
residencial de Las Cabe- se halla cercada en su
mo de la urbanización, el gún modo hacen las ve-
zuelas y Villalba). Ade- perímetro.
arbolado inventariable se ces de separadores para
más, la presencia a su
concentra mucho en
128
Fotos aéreas correspondientes a los años 1975, 1991 y 2017 (de izda.
a dcha. y de arriba abajo)

las plazas de aparcamien- queña parcela vallada,


to. con unas decenas de ár-
boles, que los vecinos
El arbolado de las áreas
usan a modo de parque;
verdes comunes se con-
no obstante esta zona no
centra sobre todo en los
presenta ningún tipo de
jardines de entrada y tra-
acondicionamiento orna-
seros que rodean a los
mental o recreativo
bloques multifamiliares.
(parterres, columpios,
No obstante, a ambos
bancos...) y, de hecho,
extremos del área de pis-
casi todos los fresnos que
cina, hay sendas plazue-
crecen en él (única espe-
las también con arbolado.
cie presente) se hallan en
Por colindar con los ex- un estado de conserva-
tensos prados municipa- ción muy deficiente, e
les de la Dehesa de Aba- incluso extremadamente
jo, entre ésta y la zona conflictivo en algunos
edificada existe una pe- casos.

Ejemplares de interés
La especie más abundan- troncos a la altura de los
te es el plátano (Platanus parachoques de los
x hispanica; con el 29% vehículos, producto de
de todos los árboles de la sucesivos estacionamien-
urbanización), debido a tos “al tacto”. Esto, junto
la larga alineación que a severas podas sistemá-
recorre por completo sus ticas (en cabeza de gato)
dos calles principales para la formación de un em-
(con algunos pocos casta- parrado que haga las veces
ños de Indias intercala- de entoldado, y a la presen- Los sufridos plátanos que
dos, Aesculus hippocasta- cia de plagas foliares como el Casi tan abundantes co-
orlan toda la calzada de la
num). Al crecer directa- oídio, hace que muchos de mo los plátanos son los fres- urbanización, empleados
nos comunes (Fraxinus an- como separadores de las
mente en oquedades so- ellos, muy probablemente, plazas de aparcamiento y
bre el asfalto, sin ningún vivan menos de lo debido gustifolia), tanto como para podados para la formación
tipo de bordillo protec- (a pesar de su proverbial darle nombre a la urbani- de un emparrado que pro-
porcione algo de sombra
tor, muchos de ellos resistencia a todo tipo de zación. No obstante, la continua.
muestran golpes en sus agresiones). mayoría no tienen un cla-
129
ro carácter urbano pues
se hallan en una parcela
trasera sin un manteni-
miento expresamente
recreativo u ornamental,
sino que constituye sim-
plemente una extensión
de la dehesa ganadera
adyacente que se valló en
su día para ganarla a la
urbanización. En cual-
quier caso, muchos de
todos ellos, tanto los pre-
sentes en la parcela tra-
sera como los emplaza-
dos en los jardines pro-
piamente dichos, pade-
cen un grado similar de
deterioro. Los troncos de
muchos de ellos se hallan
huecos hasta un punto
irrecuperable (resulta
absolutamente sorpren-
El olivo (izda.) es una especie que tiene en esta urbanización una decena de ejemplares, por encima de
dente que algunos se la media del resto del municipio. El abeto de Colorado (dcha.) es una especie rara en todo Guadarra-
mantengan en pie), y de ma, pues sólo hay 4 ejemplares registrados
hecho, en el momento de
realizar este inventario, quieren un examen y eva- 15 m. Las más llamativas, junto del inventario y
se pudo observar varios luación de riesgos mucho no tanto por su talla como presentes en esta urba-
de ellos recientemente más precisos de los que por ser bastante raras en nización serían el agriaz
caídos, atestiguando su es posible alcanzar con el el conjunto de Guadarrama, o cinamomo (Melia aze-
peligrosidad potencial. presente trabajo (y muy serían un ejemplar de pícea darach), el abedul
particularmente tratándo- de Alberta (Picea glauca), (Betula pendula) o el
Los árboles de mayor tama-
se de álamos y chopos, uno de abeto de Colora- acebo (Ilex aquifolium).
ño de la urbanización son
especies de vida corta, do (Abies concolor) u otro
álamos y chopos (Populus Entre los frutales, un
madera poco resistente y de tejo (Taxus baccata), y
alba y P. nigra), con varios grupo de especies parti-
muy susceptibles a las que curiosamente crecen
ejemplares de 16-20 m. cularmente interesante
pudriciones). los tres muy cercanos
Afortunadamente, en ge- para iniciarse en la bo-
entre sí.
neral parecen presentar Entre las coníferas, algu- tánica, podemos encon-
un buen estado de salud, nos abetos (gén. Abies) Otras especies relativa- trar bastantes ejemplos
si bien ejemplares de también tienen ya alturas mente escasas en el con- en esta urbanización,
semejante tamaño re- considerables, de unos como el melocotonero
(Prunus persica), el al-
mendro (Prunus dulcis),
el nogal (Juglans regia),
el avellano (Corylus ave-
llana), o el manzano
(Malus sp.). Pero sobre
todo destaca la abun-
dancia de olivos (Olea
europaea), que tiene en
esta urbanización uno
de los lugares donde
más se ha plantado del
municipio.

Ejemplos de fresnos extremada-


mente dañados, en los jardines
propiamente dichos (izda.), y en
la parcela trasera de la urbani-
zación (dcha.)
130
Guadamolinos
Una urbanización muy densamente ajardinada, incluyendo gran cantidad de
arbolado maduro en prácticamente todos los rincones de sus numerosos
parterres y arriates.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Píceas 28
Cedros 25
Tuyas 13
Pinos 10
Cipreses 6
Falsos cipreses 1
Enebros y sabinas 1
Otras coníferas 1

PERENNIFOLIOS
Adelfas 23
Olivos 11
Laureles 6
Palmeras y ágaves 3
Aligustres 3
Acebos 2

CADUCIFOLIOS
Mirobolanos 39
Plátanos 32
Robles y encinas 22
Frutales 21
Fresnos 16
Álamos y chopos 10
Tilos 8
Sauces 7
Falsas acacias 5
Higueras 3
La urbanización Guada- entre los bloques (e in- que se plantase a la vez o
molinos, como deja en- cluyendo una piscina co- poco después de con- Arces 3
trever su nombre, se ha- munitaria, pero cuyo ar- cluirse la edificación, de- Catalpas 1
lla de camino al vecino bolado no se considera be de tener una edad Castaños y hayas 1
municipio de Los Moli- en este inventario por no aproximada de unos 40
nos, en la carretera M- ser de libre acceso). años. OTROS 115
614 que corre al noreste
Su construcción comenzó Por su retirada ubicación
del casco urbano central. ble por sus propios resi-
durante los años setenta, respecto del resto del
Toda ella está formada con un diseño inicial de casco urbano, y estando dentes, resultando proba-
por el mismo tipo de blo- sus áreas ajardinadas cerrada en todo su perí- blemente muy desconoci-
ques de viviendas de sólo prácticamente igual al metro mediante una reja, do para cualquier otro
dos pisos, con numerosas que muestran actualmen- el arbolado ornamental vecino o visitante de Gua-
áreas verdes comunes, te. Por lo tanto, su arbola- de esta urbanización sólo darrama.
sobre todo callejones do más antiguo, aquel es directamente disfruta- A pesar de ser relati-
131
Fotos aéreas correspondientes a los años 1975, 1991 y 2007 (de izda. a dcha.)

vamente pequeña pre- zona también se ha inclui- banización tiene unos 45 especies/ha). Además
senta unas elevadas den- do el arbolado existente valores medios de densi- la diversidad entre gru-
sidad y diversidad botá- a lo largo de parte del dades de ejemplares y de pos de especies está muy
nicas, con 416 ejemplares paseo paralelo a la M- especies que se hallan equilibrada, y no desta-
repartidos entre 50 espe- 614, pero su porcentaje entre los más elevados can claramente unos so-
cies (si bien debe tenerse respecto del total no afec- del municipio (con mu- bre otros.
en cuenta que, a efectos ta significativamente a los chos puntos donde se
de una mejor organiza- valores dados). alcanzan máximos de más
ción de esta guía, en esta de 100 pies/ha y más de
Como resultado, esta ur-

Ejemplares de interés

Panorámica de la entrada a la
Debido a lo bien reparti- cerasifera) destacan un individuos y causen mor- urbanización
do que está el arbolado poco por encima, pero tandades masivas, desar-
de esta urbanización en- simplemente por acercar- bolando grandes superfi-
Lawson (Chamaecyparis
tre las diferentes espe- se a los 40 pies. cies de jardín.
lawsoniana) con sus 18 m
cies, no hay ninguna que
Este equilibrio entre es- Entre las coníferas, las es el de mayor talla en su
se pueda calificar de so-
pecies es siempre un píceas y los cedros (gén. especie de toda Guada-
breabundante. Así, con
buen síntoma del estado Picea y Cedrus) son las rrama.
abundancias rondando
de conservación de los coníferas más abundan-
los 20-30 ejemplares po- Los cipreses común y de
jardines, pues denota tes, con algunos ejempla-
demos contar, entre los Arizona (Cupressus sem-
unas condiciones (tanto res de gran talla, además.
planifolios, a los plátanos pervirens y C. arizonica),
naturales como de mante- De hecho, muchos de
(Platanus x hispanica; una en cambio, son más bien
nimiento) adecuadas pa- estos árboles son los más
especie claramente en escasos y aún moderada-
ra un amplio espectro altos de toda la urbaniza-
exceso en muchas urba- mente maduros, para lo
botánico. Además se mi- ción, cercanos ya a la
nizaciones), robles y en- que son capaces de cre-
nimiza el riesgo de que simbólica altura de los 20
cinas (gén. Quercus), fru- cer si tienen oportunidad.
las plagas más dañinas m (en su mayoría cedros
tales varios… Únicamente
(de insectos u hongos, del Himalaya, C. deoda- Entre las caducifolias, los
los ciruelos de Pissard o
sobre todo) se extiendan ra). No obstante, un ejem- ejemplares más altos,
mirobolanos (Prunus
fácilmente entre muchos plar de falso ciprés de como suele ser habitual,
132
agua (Quercus nigra; no
confundir por el nombre
con el roble de pantano
Q. palustris).
También son aquí muy
abundantes los pies de
especies típicamente
mantenidas con un porte
semiarbustivo mediante
podas regulares, pero
incluidas en este inventa-
rio por su capacidad po-
tencial de alcanzar tallas
de más de 2 m, con tron-
cos leñosos y copas defi-
nidas: particularmente,
hay una gran cantidad de
laureles cerezos (muy
trabajados en forma de
topiarios), de adelfas y
de griñoleras (gén. Pru-
nus, Nerium y Cotoneas-
Uno de los numerosos callejo-
ter, respectivamente). nes entre bloques de esta urba-
nización incluyendo muchos
Por último, puesto que laureles cerezos
también se ha incluido
en el ámbito de esta ur-
banización, comentar na como es el fresno co-
que a lo largo del paseo mún (Fraxinus angustifo-
Ejemplos de los muchos cedros y píceas de gran talla que hay re- paralelo a la M-614 que lia), necesitado de mu-
partidos por toda la urbanización cho menor mantenimien-
une Guadamolinos con
las áreas urbanas veci- to y con mayor valor pa-
son álamos y chopos ción sería el olivo (Olea nas, además de incluir trimonial potencial que
(Populus alba y P. nigra) europaea). varias especies orna- las especies exóticas.
de alrededor de 15 m. mentales típicas de estas Obviamente, la mayoría
También es interesante de ellos no son sino
Pero hay también algún vías como mirobolanos
la presencia de una es- ejemplares brotados de
caso de otras especies (Prunus cerasifera) o
pecie única en todo Gua- manera natural que han
similarmente grandes, adelfas, también es in-
darrama, un ejemplar de sido respetados, pero no
entre las que cabe citar teresante el que aparez-
la especie norteamerica- deja de ser una buena
varios tilos plateados can bastantes pies de
na denominada roble del práctica a destacar.
(Tilia tomentosa) y robles una especie tan autócto-
melojos (Quercus pyre-
naica). Ya entre 10-12 m
tenemos arces, catalpas,
robinias, sauces, fresnos
e incluso un castaño co-
mún (gén, Acer, Catalpa,
Robinia, Salix, Fraxinus y
Castanea, respectiva-
mente).
Una especie perennifolia
relativamente escasa en
el conjunto del inventa-
rio municipal, pero que
abunda en esta urbaniza-

El único roble americano del


agua de toda Guadarrama (izda.),
muy rara en cualquier ciudad del
centro de España. En cambio, el
autóctono roble melojo (dcha.) es
bastante abundante en uno de los
fondos de la urbanización, con
algunos ejemplares de muy buen
tamaño
133
Guadarrama
La urbanización más densamente arbolada del municipio, con el mérito
añadido de su gran extensión, lo que resulta en un enorme número total de
ejemplares e incluyendo algunos muy singulares.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Cipreses 124
Cedros 85
Tuyas 62
Píceas 47
Pinos 41
Otras coníferas 22
Abetos 14

PERENNIFOLIOS
Aligustres 61
Adelfas 43
Laureles 12
Palmeras y ágaves 7
Madroños 4
Acebos 3
Olivos 3

CADUCIFOLIOS
Plátanos 450
Olmos 304
Álamos y chopos 208
Mirobolanos 91
Fresnos 50
Frutales 28
Almendros 27
Catalpas 18
Castaños de Indias 12
Arces 11
Moreras 10
Sauces 10
Liquidámbares 9
Robles y encinas 8
Nogales 5
Higueras 1
Tilos 1
La urbanización Guada- Llama (de la que sólo la tica bastante clara dentro Castaños y hayas 1
rrama se localiza al no- separa la estrecha calle del conjunto del munici-
reste del municipio, junto Magerit), y de Prado San pio, lo que también se OTROS 227
a la carretera de Los Mo- Juan (frente a ella, al otro plasma en un arbolado
linos (M-614). Con las lado de la M-614), consti- similarmente abundante Construida hacia los
urbanizaciones de La tuye una unidad urbanís- y diverso. años setenta, está forma-
134
da por bloques multifami- inventario por tratarse de pies/ha), y los 2.000 Parque PYR y Prado San
liares de 4 pisos de simi- un área sin libre tránsito). ejemplares inventariados Juan). Aunque parte de
lar arquitectura, e inmer- suponen casi el 16% de esta abundancia podría
Es, con mucha diferencia, tener que ver con su me-
sos en una amplia red de todos los considerados en
la urbanización mejor ra extensión (es una de
jardines interconectados. este estudio (más del do-
arbolada de todo el muni- las urbanizaciones de
Además presenta una ble que cualquiera de las
cipio (en bastantes pun- mayor superficie de Gua-
piscina comunitaria (pero dos siguientes urbaniza-
tos se alcanzan los 200 darrama), su diversidad
no considerada en este ciones más arboladas:
botánica también es muy
elevada con 73 especies
pertenecientes a 29 fami-
lias (con puntos de hasta
45 especies/ha).
Desgraciadamente el
grado de visibilidad y
posibilidad de disfrute de
su arbolado ornamental
se limita mucho a los pro-
pios vecinos de la urbani-
zación, al hallarse bastan-
te retirada, y enrejada en
todo su perímetro, con
dos únicos accesos.
Pero en contra de lo que
cabría esperar por los
anteriores datos, su arbo-
lado no es particularmen-
te maduro, pues como se
puede apreciar en las
fotos históricas de la zo-
na, hasta los años noventa
en sus jardines apenas
había árboles. A partir de
entonces la plantación de
ejemplares se ha realiza-
do en sucesivas oleadas
aparentemente indepen-
dientes entre los distintos
bloques de vecinos, aten-
diendo a las marcadas
diferencias en el conjunto
de especies predominan-
tes entre zonas de la ur-
banización.
Por tanto, la mayoría de
los árboles de mayor
edad no deben de su-
perar los 30 años. Aún
así, es fácil encontrar al-
gunos ejemplares de más
de 20 m de alto y troncos
de más de 1 m de diáme-
tro (sobre todo del centro
de la urbanización, don-
de ya se observaban los
primeros árboles en los
años setenta).

Fotos aéreas correspondientes a


los años 1956, 1975, 1991 y 2011
(de izda. a dcha. y de arriba aba-
jo)
135
Ejemplares de interés

Panorámicas de distintos jardi-


En términos generales las piscinas). En total esta Respecto a los olmos y nes de esta urbanización.
existen marcadas dife- especie supone el 23% chopos, enormes en algu-
rencias entre grandes de todos los árboles de la nos puntos céntricos de la
zonas en función de las urbanización. El plátano urbanización, se dan bas- Algunos mirobolanos o ciruelos
de Pissard alcanzan aquí gran-
especies que los respon- es la especie por exce- tantes casos en los que des dimensiones, a menudo a
sables de los jardines lencia en alineaciones las podas de terciado (o pesar de mostrar grandes lesio-
prefirieron en su momen- ornamentales de aveni- nes en sus troncos
to en cada caso: plátanos, das y bulevares, debido a
olmos, chopos y álamos, la frondosidad de su som-
o cipreses, principalmen- bra, su rápido crecimien-
te (gén. Platanus, Ulmus, to y su paradigmática
Populus y Cupressus, res- resistencia a todo tipo de
pectivamente). agresiones (plagas, van-
dalismo, podas absurda-
Esta pauta de especies
mente severas…). Obvia-
particulares muy agrupa-
mente esta es una estrate-
das en zonas concretas,
gia ideal para aumentar
pero más escasas en el
rápidamente la densidad
resto de la urbanización,
de una calle, si bien esa
se repite a menor escala
monotonía puede favore-
con rodales de otras es-
cer la propagación de
pecies: mirobolanos, cas-
plagas que a medio plazo
taños de Indias, pinos,
obliguen a una nueva in-
cedros, catalpas…
versión masiva en nuevos
(Prunus, Aesculus, Pinus,
plantones. Así, los pláta-
Cedrus, Catalpa). Como
nos de esta zona parecen
resultado, los jardines de
muy contagiados de oídio
esta urbanización dan una
(hongo patógeno que
sensación de heteroge-
afecta a las hojas) y de
neidad cuando se consi-
otras plagas de la espe-
deran en su conjunto.
cie, lo que no mejora su
En este sentido, destaca estrategia de poda en
mucho la gran sobre- cabeza de gato para favo-
abundancia de plátanos recer la formación de
en torno a los bloques del emparrados y/o reducir
norte de la urbanización la invasión de las facha-
(además de en una pe- das cercanas por sus am-
queña plaza cercana a plias copas.
136
incluso más severas, eli- cos como encinas
minando a veces por (Quercus ilex), madroños
completo cualquier ves- (Arbutus unedo) y acebos
tigio de copa) han aca- (Ilex aquifolium), algunos
bado por favorecer la de buen tamaño, se pue-
aparición de grandes den encontrar aquí y allá.
pudriciones en tronco y Otras especies de árbo-
ramas principales que les planifolios interesan-
inevitablemente condu- tes por ser exclusivos de
cirán a su apeo a medio esta urbanización serían
plazo. los carpes (Carpinus be-
Entre las planifolias más tulus) que crecen en un
típicamente autóctonas, pequeño rodal al noreste
el fresno común (Fraxinus de la urbanización, o el
angustifolia) está relativa- arce de Japón (Acer pal-
mente bien representa- matum) muy cerca del
do, existiendo ejempla- paso a la urbanización La Varias coníferas relevantes de
Llama. esta urbanización: el imponente
cedro del Atlas de la entrada, los
cipreses de pantano, o el único
Pero probablemente la alerce de Guadarrama (de izda. a
especie más destacable dcha. y de arriba abajo)
de esta urbanización se-
ría una conífera muy atí- ejemplares de abeto de
pica, el ciprés de pan- Corea (Abies koreana), o
tano (Taxodium disti- ya con más de 20 metros
chum), que tiene la pecu- algunas píceas (gén. Pi-
liaridad de perder todas cea) o cedros (gén. Ce-
las hojas durante el in- drus, como el imponente
vierno. Se pueden en- ejemplar ubicado en su
contrar 20 grandes ejem- entrada principal).
plares (los únicos del
municipio, con la excep- También se pueden en-
ción de otro presente en contrar aquí algunos
La Jarosa I). Su llamativa grandes pinos autócto-
La otoñada del rodal de carpes
de la urbanización (y detalle de otoñada anaranjada y la nos, como el piñonero, el
sus inconfundibles frutos) carrasco o el resinero Desgraciadamente, va-
disposición pautada con rios de ellos se plantaron
que se disponen a lo lar- (Pinus pinea, P. halepen-
sis y P. pinaster, respecti- extremadamente cerca
res muy añosos en algu- go de las calles principa-
vamente). de las fachadas bajo la
nas zonas de la urbaniza- les del centro de la urba- falsa impresión de que
ción, aunque a menudo nización, contribuyen a Con total claridad, esta su estrecho porte favore-
presentan el mal estado armonizar paisajística- es la urbanización con
de conservación general
cía esta ubicación.
mente al conjunto de mayor cantidad de cipre-
que caracteriza a esta estos jardines. También son aquí abun-
ses, principalmente co-
especie en casi todo el dantísimos los pies de
Curiosamente, la única munes (Cupressus sem-
viario municipal, una vez especies típicamente
otra conífera de hoja ca- pervirens), aunque tam-
más debido a las décadas mantenidas con un porte
duca del municipio, el bién abunden los de Ari-
de podas inadecuadas semiarbustivo mediante
alerce (Larix kaempferi), zona (C. arizonica), e in-
que acumulan (pero que podas regulares (pero
ya son obligadas ante el también aparece en esta cluso varios de Monte-
incluidas en este inventa-
peligro de que desarro- urbanización, y con un rrey (C. macrocarpa)
rio por su capacidad po-
llen una copa que no pue- único ejemplar. incluyendo un enorme
tencial de alcanzar tallas
den sostener). Otros ár- ejemplar, el mayor del
Otras coníferas intere- de más de 2 m, con tron-
boles típicamente ibéri- municipio a su entrada.
cos leñosos y copas defi-
santes son los pequeños
nidas): lilos, laureles ce-
rezos, durillos, evónimos,
alteas, celindas o adelfas,
suman más de 200 pies
(gén. Syringa, Prunus,
Viburnum, Euvonymus,
Hibiscus, Philadelphus y
Nerium, respectivamen-
te).

Un pequeño parque dominado


por setos, plátanos y catalpas
137
La Jarosa I
En esta urbanización llama la atención la regularidad de distintas
alineaciones, algunas muy largas y ya muy maduras, de olmos, álamos,
fresnos, plátanos o castaños de Indias.

Distribución y abundancia
La Jarosa I, se ubica muy Está atravesada transver- CADUCIFOLIOS
cerca del centro del mu- salmente por el arroyo Olmos 149
nicipio. Toda ella está Prado Vera, cuyo recorri- Fresnos 91
formada por bloques do ha sido mantenido Álamos y chopos 50
multifamiliares de vivien- muy poco transformado, CONÍFERAS
Plátanos 40
das de 4 pisos de altura aprovechándose también Tuyas 23
Mirobolanos 30
levantados alrededor de para establecer un área Píceas 13
una única calle (que la Arces 27
verde que incluye un pe- Cedros 2
cruza uniendo el paseo queño campo de fútbol y Castaños de Indias 10
Cipreses 2
de La Alameda con la ca- columpios infantiles. Nogales 8
lle San Macario). Frutales 7 Otras coníferas 2
Cercada en todo su perí- Enebros y sabinas 1
Los bloques están rodea- metro, su calle central no Sauces 6
dos por amplias áreas presenta una intensidad Falsas acacias 5
PERENNIFOLIOS
ajardinadas, tanto las de de tránsito mayor que la Ciclam./Liquidám. 4
entrada a los portales Adelfas 13
ocasionada por sus pro- Tilos 1
como las traseras. Tam- pios vecinos. No obstan- Aligustres 12
Higueras 1
bién existe arbolado en te, buena parte de su ar- Laureles 9
Robles y encinas 1
torno a la piscina comuni- bolado es muy visible Olivos 3
Castaños y hayas 1
taria (pero que no ha sido desde las calles San Ma- Acebos 2
incluido en esta guía por cario y Doctor Flemming, Moreras 1
Palmeras y ágaves 1
no ser de libre acceso). siendo así muy percepti-
Madroños 1
ble estéticamente para OTROS 74
Su construcción data de Magnolios 1
otros vecinos y visitantes. tiene unos valores me-
los años setenta, y puesto
que en la foto de 1991 ya Con casi 600 ejemplares dios de densidades de
se aprecian varios de los de 52 especies diferen- ejemplares y de especies
que hoy son sus mayores tes, es una urbanización muy elevados en relación de se alcanzan máximos
árboles, los de más edad muy bien arbolada. De al conjunto del municipio, de 100 pies/ha y más de
rondarán los 40 años. hecho, esta urbanización con muchos puntos don- 25 especies/ha).

138
Fotos aéreas correspondientes a
los años 1975, 1991 y 2008 (de
arriba abajo)

Dos tramos del arroyo de Prado


Vera a su paso por la urbaniza-
ción

Ejemplares de interés
La especie claramente copa), impide que ten- ocasionadas por los des- los fresnos de esta zona,
dominante de esta zona gan una altura en conso- moches a que se some- también es interesante
es el olmo híbrido (Ulmus nancia con sus gruesos ten continuamente (pero destacar que algunos de
x hollandica), con largas troncos. que ya son obligados an- los plantados muy recien-
alineaciones tanto a lo te el peligro de que desa- temente en los arriates al
Hacia el centro de la ur- rrollen una copa que no comienzo de la calle San
largo de sus calles prin-
banización, aprovechan- pueden sostener). No Macario pertenecen a
cipales como en sus jar-
do el trazado del arroyo obstante, uno de estos una variedad muy orna-
dines traseros. Algunos
que la atraviesa trans- ejemplares, de unos 15 mental por tener una lla-
de estos ejemplares tie-
versalmente, hay varias m de alto y 70 cm de diá- mativa otoñada púrpura
nen ya bastante edad, si
decenas de fresnos co- metro troncal, es particu- (en vez de la habitual
bien la recurrencia con
munes (Fraxinus angusti- larmente imponente, so- amarilla).
que se les practica podas
folia), ya bastante añosos bre todo porque no pare-
de terciado (o incluso Otros árboles caducifo-
en su mayoría, aunque ce haber sufrido podas
más agresivas, eliminan- lios abundantes dentro
muchos con las habitua- tan severas. Respecto a
do por completo toda su de la urbanización son
les lesiones en el tronco
139
Ejemplares de interés
los álamos (Populus alba), bién un sauce negro de 7
sobre todo debido a las m, S. atrocinerea), noga-
varias decenas de pies de les (Juglans regia), o cas-
gran tamaño (15-18 m) taños de Indias (Aesculus
que crecen alineados en hippocastanum), mientras
uno de los extremos de la que por su singularidad
urbanización. Curiosa- sin duda hay que citar al
mente, no es uno de estos único tulípero
álamos el árbol más alto (Liriodendron tulipifera)
de la urbanización, sino del inventario municipal ,
un gran plátano (Platanus situado cerca del área de La muy reconocible hoja del
x hispanica) que crece piscinas. tulípero, cuyo único ejemplo en
el inventario de Guadarrama
muy cerca de la salida al crece en esta urbanización. Una bonita adelfa en flor, ya
Entre las coníferas, hacia de talla semiarbórea
paseo de La Alameda.
el centro de la calle se
Fuera de la urbanización, puede encontrar un
maño del municipio y especies típicamente
en la calle San Macario, lo ejemplar de ciprés de
muy visible desde la calle mantenidas con un porte
que más abundan son los pantano (Taxodium disti-
Doctor Fleming. Esta es- semiarbustivo mediante
arces negundos (Acer chum), una conífera pecu-
pecie, con unas peculia- podas regulares (pero
negundo), además de los liar por el hecho de per-
res piñas de pequeño capaces en realidad de
ya citados fresnos. der todas las hojas duran-
tamaño, se confunde a alcanzar tallas de más de
te el invierno.
Otras especies interesan- menudo con secuoyas o 3 m): lilos, laureles cere-
tes de estos jardines se- Otra conífera llamativa de abetos, a pesar de estar zos, durillos, evónimos,
rían, por su talla cercana la urbanización sería su más cercanamente empa- alteas, adelfas... (gén.
a los 10 m, algunos sau- único libocedro rentada con los cipreses. Syringa, Prunus, Vibur-
ces llorones (Salix baby- (Calocedrus decurrens), num, Euvonymus, Hibis-
También son aquí muy
lonica; aunque hay tam- uno de los de mayor ta- cus, Nerium).
abundantes los pies de

El gran fresno común del centro de la urbanización, de doble tronco, en invierno y en verano; libre de desmoches, ha podido desarrollar su
porte natural

140
La Jarosa II
Una urbanización que, además del nombre, comparte también algunas
características botánicas con las cercanas La Jarosa I y La Jarosa III,
probablemente debido a ser construidas en la misma etapa urbanística.

Distribución y abundancia

Panorámica de la entrada a la urbanización

La Jarosa II se halla hacia entrada a los portales CONÍFERAS CADUCIFOLIOS


la mitad de la calle San como traseras. También Tuyas 12 Olmos 56
Macario (y frente a la existe una zona para la Píceas 5 Álamos y chopos 22
urbanización La Jarosa I), piscina comunitaria
Cipreses 3 Plátanos 17
bastante cercana del (pero cuyo arbolado no
centro urbano. ha sido incluido en esta Pinos 2 Arces 8
guía por no ser de libre Cedros 1 Moreras 7
Su construcción data de Nogales 5
acceso).
los años setenta, y pues-
PERENNIFOLIOS Sauces 4
to que en la foto de 1991 Esta cercada en todo su
ya se aprecian varios de perímetro, teniendo un Aligustres 16 Mirobolanos 3
los que hoy son sus ma- único acceso principal, y Adelfas 4 Tilos 3
yores árboles, se puede desde ella no es posible Madroños 2 Frutales 2
asumir que los de más acceder a ninguna otra Laureles 1 Falsas acacias 1
edad rondarán, al me- zona del municipio, por Palmeras y ágaves 1 Acacias 1
nos, los 40 años. lo que su arbolado públi- Tarajes 1
co sólo es apreciable por
Toda ella está formada Castaños de Indias 1
sus propios vecinos, con En términos generales,
por bloques multifamilia-
la excepción del que se halla bien arbolada,
res de viviendas de 4 OTROS 46
crece en los jardines habiéndose inventariado
pisos de altura y rodea-
más cercanos a la calle más de 200 ejemplares
dos por amplias áreas
San Macario. de 35 especies diferen-
ajardinadas, tanto de
tes.
141
Ejemplares de interés
La especie dominante de ventariados), las tuyas
esta urbanización es el (Thuja orientalis) son las
olmo híbrido (Ulmus x especies más abundan-
hollandica, casi la cuarta tes, algunas de ellas bas-
parte de todos los árbo- tante altas. Sus dos gran-
les registrados), y al igual des pinos, aparentemen-
que ocurre en La Jarosa I, te carrascos (Pinus hale-
se dispone en largas ali- pensis), también serían
neaciones principalmente de los más grandes del
a lo largo de las verjas o municipio. Pero sus cinco
muros que delimitan su píceas son las coníferas
perímetro. de mayor altura de la ur-
También hay varias ali- banización, rondando los
15-17 m.
neaciones de álamos
(Populus alba) de gran Algunas especies típica-
talla (12-18 m, variando mente mantenidas con un
en esto más por su turno porte semiarbustivo me-
o intensidad de poda que diante podas regulares
por su edad), y en este (pero incluidas en este
caso más céntricos y visi- inventario por su capaci-
bles que en La Jarosa I. dad potencial de alcanzar
También hay una canti- tallas de más de 2 m, con
dad similar de plátanos troncos leñosos y copas
(Platanus x hispanica). definidas) son también
frecuentes: lilos, laureles
Otras planifolias que des-
cerezos, durillos, evóni-
tacan serían los sauces
mos, alteas, o adelfas
llorones, los nogales o los
aligustres (Salix babyloni- (gén. Syringa, Prunus,
ca, Juglans regia y Ligus- Viburnum, Euvonymus,
trum sp. respectivamen- Hibiscus o Nerium, res-
pectivamente).
te), más que por abun-
dancia por talla, pues Por último, entre las es-
cada uno de ellos cuenta pecies que son más o me-
en esta urbanización con nos escasa en el conjunto
ejemplares con alturas del municipio, pero están
por encima de la media presentes en esta urbani- Fotos aéreas correspondientes a los años 1975, 1991 y 2008 (de
del municipio. arriba abajo)
zación, se pueden citar a
la mimosa (Acacia deal-
Entre las coníferas, más
bien escasas en esta ur- bata) , al madroño japonica) o al taray
(Arbutus unedo), al níspe- Arces negundos (en primer
banización (el 10% de (Tamarix sp.). plano durante el invierno) y
ro de Japón (Eriobotrya tuyas (al fondo), sauce llorón, y
todos los ejemplares in- álamos (de izda. a dcha.)

142
La Jarosa III
Una urbanización bastante densamente arbolada, en la que destacan su
larga alineación de grandes álamos (aunque poco visible, en sus jardines
traseros), o algunos grandes sauces llorones y cipreses, entre otros.

Distribución y abundancia

La Jarosa III se halla al das, una de ellas asfalta- CONÍFERAS CADUCIFOLIOS


final de la calle San Maca- da para jugar al fútbol o Cipreses 34 Olmos 232
rio, siendo la última urba- al baloncesto y otra con Pinos 24 Álamos y chopos 84
nización de camino al columpios infantiles. Tuyas 12 Plátanos 48
embalse que da nombre También existe una zona Píceas 7 Mirobolanos 31
a esta urbanización (y a arbolada correspondien-
Cedros 7 Arces 30
varias más en todo el mu- te a la piscina de la urba-
nicipio, de hecho). nización (pero que no ha Abetos 4 Ailantos 26
sido incluida en esta guía Falsas acacias 21
Salvo un pequeño núme- PERENNIFOLIOS
por no ser de libre acce- Frutales 12
ro de chalets adosados,
so). Adelfas 38 Ciclam./Liquidám. 12
construidos no hace mu-
cho en su extremo oeste, Su construcción comenzó Laureles 12 Sauces 11
toda ella está formada algo más tarde que sus Olivos 8 Nogales 10
por bloques multifamilia- homónimas La Jarosa I y Aligustres 7 Castaños de Indias 9
res de viviendas de 4 pi- La Jarosa II, hacia finales Palmeras y ágaves 4 Almendros 5
sos de altura y rodeados de los años ochenta, con Acebos 4 Higueras 5
por amplias áreas ajardi- un diseño inicial de sus Madroños 2 Moreras 4
nadas, tanto de entrada a áreas ajardinadas prácti-
los portales como trase- camente igual al que Abedules 3
ros (estos últimos menos muestran actualmente. Robles y encinas 3
del casco urbano y estar Fresnos 1
accesibles y por tanto Así, su arbolado más anti-
cerrada en todo casi todo
también menos visibles). guo tiene una edad apro- Tilos 1
su perímetro por un valla-
ximada de unos 30 años. Castaños y hayas 1
Hay un par de amplias do (salvo por dos acce-
áreas recreativas arbola- Al hallarse muy retirada sos, y uno de ellos no es
OTROS 84
143
Fotos aéreas correspondientes a
los años 1975, 1991 y 2001 (de
arriba abajo)

muy evidente), el interés


que pueda tener el arbo-
lado público de esta ur-
banización sólo es apro-
vechado por su propio
vecindario.
En cualquier caso, se ha-
lla muy bien arbolada,
habiéndose inventariado
casi 800 ejemplares de
59 especies diferentes.
De hecho, esta urbaniza-
ción tiene unos valores
medios de densidades
de ejemplares y de espe-
cies muy elevados en
relación al conjunto del
municipio, con muchos
puntos donde se alcanzan
máximos de 100 pies/ha
y más de 25 especies/
ha).

Ejemplares de interés
La especie claramente breabundancia de espe- mayor esfuerzo económi- (Populus alba; ya mucho
dominante de esta zona cies particulares no suele co a la hora de sustituir menos sobreabundante,
es el olmo híbrido ser un buen patrón en los árboles perdidos. con el 10%), sobre todo
(Ulmus x hollandica; casi arboricultura ornamental, debido a la larguísima
En cualquier caso, algu-
el 30% de todos los ár- no sólo por limitar la di- alineación que recorre el
nos de estos olmos tienen
boles registrados aquí), versidad y atractivo de vallado que delimita la
ya bastante edad, si bien
debido a las largas ali- los jardines, sino porque urbanización por su lado
la recurrencia con que se
neaciones y rodales favorece la propagación norte, junto al arroyo de
les practican podas de
plantados sobre todo en de plagas entre indivi- Fuente Corneja, con va-
terciado (o incluso más
su mitad oeste. Esta asi- duos (por ejemplo, la rias decenas de ejempla-
agresivas, eliminando
metría ya indica que las galeruca o la grafiosis en res. De nuevo, casi todos
por completo toda su co-
tareas de plantación y los olmos) y eventual- ellos se ven sometidos a
pa), impide que tengan
ajardinamiento se han mente a su pérdida en podas recurrentes por
una gran altura.
realizado en distintas masa, con el obligado debajo de la copa que sin
fases a lo ancho de la incremento en las tareas La siguiente especie en duda acortarán su vigor,
urbanización. La so- de mantenimiento, y un abundancia es el álamo si bien a estas alturas no
144
Parte de la larga alineación de gruesos álamos
junto a una de las vallas que delimitan la urba-
nización (arriba), y dos de las grandes conífe-
ras de la urbanización (dcha.): un abeto del
Caúcaso (escasos) y una pícea de Arizona
(abundantes)

sería recomendable en- (Cedrus atlantica) que por ser autóctonas y más leñosos y copas defini-
mendar esta práctica an- cercano ya a los 20 m o menos raras en el con- das): lilos, laureles cere-
te el peligro de que ostenta el título de ser el junto de Guadarrama, zos, durillos, evónimos,
desarrollaran una copa mayor árbol de la urbani- serían por ejemplo, el alteas, celindas, adel-
que sus dañados troncos zación. abedul (Betula pendula), fas… (gén. Syringa, Pru-
no pudieran sostener (y el castaño común nus, Viburnum, Eu-
Una especie exótica muy
muy particularmente tra- (Castanea sativa), el ya vonymus, Hibiscus, Phila-
abundante en esta urba-
tándose de especies de citado sauce negro, o el delphus, Nerium, respec-
nización, en comparación
vida corta, madera poco roble albar (Quercus pe- tivamente).
con el resto del munici-
resistente y muy suscep- traea, uno de los dos úni-
pio, es el ailanto o árbol
tibles a las pudriciones). cos ejemplares de todo
del cielo (Ailanthus altis-
el inventario municipal).
Otras caducifolias de sima). Sin poderse califi-
buen tamaño aquí serían car de sobreabundante, Por último señalar que
algunos plátanos es desaconsejable poten- también son muy abun-
(Platanus x hispanica), ciar más la presencia de dantes, cercanos al cen-
sauces llorones (Salix esta especie. En primer tenar, los pies de espe-
babylonica; aunque tam- lugar, alguno de sus cies típicamente mante-
bién hay algún sauce ne- ejemplares muestran un nidas con un porte semi-
gro de buen tamaño, S. estado de salud deficien- arbustivo mediante po-
atrocinerea) y, sobre to- te, con el tronco dañado, das regulares (pero in-
do el único fresno algo relativamente fre- cluidas en este inventario
(Fraxinus angustifolia) de cuente es esta especie, por su capacidad poten-
toda la urbanización, de poco longeva y de made- cial de alcanzar tallas de
unos 15 m. ra muy quebradiza, pero más de 2 m, con troncos
capaz de desarrollar rá-
Entre las coníferas desta-
pidamente una pesada
cables por su talla, se Dos de los sauces de la urbanización: uno negro, autóctono (izda.),
copa. Pero además, esta y uno llorón, alóctono (dcha.), este último mostrando las grandes
pueden citar un par de
especie se incluye entre oquedades que son frecuentes en los troncos de los ejemplares
cipreses, tanto común más viejos de esta especie
los árboles con mayor
como de Arizona
potencial invasivo de la
(Cupressus sempervirens
Península Ibérica, pues
y C. arizonica), los cuatro
han acabado naturalizán-
abetos del Caúcaso
dose en otros hábitats
(Abies nordmanniana), o
distintos del urbano gra-
algunas tuyas (Thuja
cias a sus altas tasas re-
orientalis), que aquí se
productoras, su adapta-
pueden observar con su
bilidad ambiental y su
porte arbóreo natural
rapidez de crecimiento,
(normalmente esta espe-
compitiendo con las es-
cie se mantiene con muy
pecies autóctonas.
poca talla mediante po-
das recurrentes). Del resto de especies,
aquellas que se pueden
Pero sobre todo destaca
destacar de La Jarosa III
el gran cedro del Atlas
145
La Llama
Una urbanización que a pesar de su densidad de edificación y contar con
arriates y jardines más bien estrechos, acoge una interesante diversidad de
especies.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Cipreses 27
Cedros 12
Píceas 12
Falsos cipreses 7
Tuyas 6
Otras coníferas 5
Enebros y sabinas 1

PERENNIFOLIOS
Aligustres 20
Laureles 10
Palmeras y ágaves 7
Madroños 2
Acebos 2
Adelfas 2

CADUCIFOLIOS
Álamos y chopos 81
Olmos 42
Plátanos 26
Fresnos 9
Frutales 9
Mirobolanos 8
La urbanización La Llama llado Mediano (aunque libre acceso). Tilos 2
se localiza al noreste del aquí recibe el nombre de
No obstante, al concen- Arces 1
municipio, inmediata- calle Magerit y sirve de
trarse 16 bloques de vi- Moreras 1
mente al lado del Ce- separación de la urbani-
viendas en una superfi- Higueras 1
menterio Municipal, jun- zación Guadarrama).
cie de terreno relativa-
to a la carretera de Co- Nogales 1
Se comenzó a edificar al mente pequeña, en La
llado Mediano (M-623; Liquidámbares 1
comienzo de los años Llama los arriates dispo-
siendo de hecho la últi-
setenta, mediante un di- nibles para ajardina-
ma zona urbanizada de OTROS 37
seño similar al de otras mientos son bastante
Guadarrama en esta di-
urbanizaciones de la menos anchos que en
rección).
época: bloques multifa- urbanizaciones vecinas, sultan conflictivos: por
Dos de los márgenes de miliares de 4 pisos de por lo que su arbolado un ramaje invasivo o por
la urbanización están muy similar estilo arqui- también es necesaria- inclinaciones potencial-
delimitados por sendos tectónico y ornamenta- mente menos abundante. mente peligrosas.
tramos de dos de las dos con áreas verdes Relacionado con ello, en
principales vías pecua- comunes y una amplia esta urbanización tam- Atendiendo a su tamaño,
rias del municipio: el piscina para residentes bién son frecuentes los las áreas verdes más
cordel y camino de Los (muy arbolada, aunque grandes árboles que por destacables son el estre-
Labajos y la vereda del no incluida en este in- haber crecido muy cer- cho pero muy largo pa-
Atajo Vecinal de Co- ventario por no ser de canos a las fachadas re- seo dispuesto en uno de
146
sus laterales, en paralelo
al trazado de la carretera
M-623, y los jardines de
entrada a la urbanización.
Al igual que ocurre con la
vecina urbanización Gua-
darrama, su grado de visi-
bilidad y posibilidad de
disfrute de su arbolado
ornamental se limita mu-
cho a los propios vecinos
de la urbanización, al ha-
llarse bastante retirada y
no suponer una zona de
paso rutinario.
En cualquier caso, tiene
unos valores de diversi-
dad arbórea bastante ele-
vados, con 332 pies repar-
tidos entre 38 especies. De
hecho, esta urbanización
tiene unos valores medios
de densidades de ejem-
plares y de especies muy
elevados en relación al
conjunto del municipio,
con muchos puntos donde
se alcanzan máximos de
100 pies/ha y más de 25
especies/ha).
Fotos aéreas correspondientes a los años 1956, 1975, 1991 y 2011 (de izda. a dcha. y de arriba abajo)

Ejemplares de interés
La especie más abundan-
te de la urbanización es
el álamo (Populus alba;
casi el 25% de todos los
árboles), sobre todo de-
bido a las largas alinea-
ciones que recorren el
parque que separa la
urbanización de la carre-
tera M-623, donde se
acumulan prácticamente
todos ellos. Estos árboles
se ven sometidos a po-
das recurrentes por de-
bajo de la copa que sin
duda acabarán debilitán-
dolos prematuramente, Panorámica de la entrada a la urbanización
si bien a estas alturas no
sería recomendable en- tándose de especies de La siguiente especie en rit. Algunos de ellos ron-
mendar esta práctica vida corta, madera poco abundancia, el olmo hí- dan ya los 15 m, estando
ante el peligro de que resistente, muy suscepti- brido (Ulmus x hollandi- entre los ejemplares más
desarrollaran una copa bles a las pudriciones y ca), lo es sobre todo por grandes de la zona.
que sus dañados troncos emplazados en un área ser casi la única especie
Pero este honor le co-
no pudieran sostener (y tan paseada). a lo largo del camino de
rresponde a algunos
muy particularmente tra- la calle (o vereda) Mage-
147
Panorámica de las calles del interior de la urbanización, donde el arbolado se distribuye en los estrechos arriates que rodean a los bloques

Entre las especies típica-


mente mantenidas con un
porte semiarbustivo me-
diante podas regulares
(pero incluidas en este
inventario por su capaci-
dad potencial de alcanzar
tallas de más de 2 m, con
troncos leñosos y copas
definidas), abundan so-
bre todo los laureles ce-
rezos (Prunus laurocera-
sus), o los espinos de fue-
go (Pyracantha sp.).
Por último, en La Llama
abundan bastante los pal- Un gran liquidámbar, junto a
mitos (Trachycarpus fortu- una de las abundantes arizóni-
cas de esta urbanización
nei), una especie de am-
Alineaciones paralelas de álamos, recientemente podados mediante
bientes típicamente ári-
dos, pero de la que se rens), y de unos plátanos
terciados
(Platanus x hispanica) del
han desarrollado varieda-
aparcamiento. No obstan-
cedros (tanto del Atlas pesar de estar más empa- des muy resistentes al
te, los grandes árboles
como del Himalaya, Ce- rentada con los cipreses. frío.
que rodean a estas insta-
drus atlántica y C. deoda- También algunas tuyas El Cementerio Municipal, laciones (de la piscina de
ra) y píceas comunes (Thuja orientalis) y lo que inmediatamente colin- La Llama, del descansa-
(Picea abies), que ya es- parece una sabina de dante a esta urbaniza- dero del cordel de Los
tán muy cerca de los 20 Virginia (Juniperus virgi- ción, desgraciadamente Labajos y de la calle Ma-
m. nianus) bastante desarro- está casi del todo desar- gerit), aportan algo de
lladas, cuando lo más bolado, a excepción de sombra y recogimiento a
Los abundantes cipreses,
frecuente es que ambas los habituales cipreses un entorno que agradece
todos ellos de Arizona
especies sean meros ar- comunes de su entrada rebajar su aspereza pai-
(Cupressus arizonica),
bustos. (Cupressus sempervi- sajística con verdor.
también alcanzan aquí un
buen tamaño, dándose
además la circunstancia Algunos de los olmos a lo largo de la vereda Magerit
de ser esta la urbaniza-
ción en la que suponen
una mayor proporción de
todos los géneros regis-
trados (el 8%, cuando el
promedio en el resto de
urbanizaciones es de
apenas el 2%).
Otras coníferas interesan-
tes son los tres liboce-
dros (Calocedrus decu-
rrens), una especie poco
frecuente en el inventario
y confundida a veces con
secuoyas o abetos, a
148
Miranieves
En esta urbanización, en contacto directo con las extensas fresnedas y vías
pecuarias que unen Guadarrama y Los Molinos, la vegetación urbana y la
silvestre coexisten a pocos metros una de la otra.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Tuyas 14
Cedros 11
Cipreses 6
Píceas 4
Falsos cipreses 4
Pinos 4
Abetos 2

PERENNIFOLIOS
Adelfas 12
Aligustres 8
Palmeras y ágaves 7
Acebos 2
Olivos 1
Madroños 1
Laureles 1

CADUCIFOLIOS
Fresnos 20
Álamos y chopos 16
Arces 15
Tilos 14
Mirobolanos 10
Nogales 7
Frutales 5
Sauces 5
Ailantos 4
Liquidámbares 4
Falsas acacias 3
Castaños de Indias 3
Plátanos 2
La urbanización Miranie- cipio parten desde esta la carretera de Los Moli- Olmos 2
ves se localiza hacia la urbanización hacia las nos M-622) y Antonio Ma- Moreras 2
zona norte del municipio, laderas serranas: el cor- chado, ambas muy bien Almendros 1
en contacto directo con del de la Calleja de los arboladas (téngase en
las extensas fresnedas Poyales y el cordel de los cuenta que parte de am-
OTROS 22
que se extienden entre Navarros o de la Laguna. bas calles han sido tam-
Guadarrama y Los Moli- bién incluidas en el apar-
Las dos vías principales Esta zona se divide muy
nos. De hecho, tramos de tado dedicado a la urba-
de esta zona son las ca- claramente en dos gran-
dos de las principales nización Prado de La Ala-
lles Doctor Gómez Ruiz des áreas atendiendo a la
vías pecuarias del muni- meda).
(antes de convertirse en
149
Fotos aéreas correspondientes a los años 1956, 1975, 1991 y 2009 (de izda. a dcha. y de arriba abajo)

tipología de sus edifica- ta. se concentra en las áreas Embuena resulta muy
ciones principales: una comunes de los jardines visible para los visitan-
El entramado de calles de tes de paseo hacia la
parte dominada por gran- de entrada y traseros que
las manzanas con chalets Calleja de los Poyales
des chalets unifamiliares, rodean a los bloques mul-
unifamiliares, carece casi (ciclistas y excursionis-
muchos de ellos de muy tifamiliares, incluyendo
completamente de arbo- tas a pie, relativamente
antigua construcción (ya un par de plazas particu-
lado público y el del inte- numerosos sobre todo
aparecen en las fotos de larmente amplias. La pis-
rior de sus chalets, aun- durante los fines de se-
mediados del siglo pasa- cina comunitaria, aunque
que muy denso en algu- mana).
do), y rodeados de sus bien arbolada, no se ha
nos casos, no ha sido con-
propios jardines priva- considerado en esta guía
siderado en el presente En total, se han inventa-
dos, y otra parte, más al por no estar abierta al
inventario. Por tanto, en riado en esta zona 212
norte donde se levantan libre acceso.
general, esta zona pre- ejemplares correspon-
varios bloques de vivien-
senta una baja densidad Al ser una urbanización dientes a 52 especies
das multifamiliares (con
de arbolado público para muy retirada del centro diferentes.
algunas hileras de chalets
el conjunto de la urbani- del municipio, no tiene
adosados) rodeadas de
zación, con muchos pun- mucho más tránsito que
áreas ajardinadas de li-
tos por debajo de 25 el de sus propios vecinos.
bre tránsito, construidas
pies/ha. Pero el arbolado de los
en distintas fases entre
jardines a lo largo de la
los años setenta y noven- Así, el arbolado público
calle Doctores Gómez
150
Ejemplares de interés

La larga alineación de aún jóvenes tilos, dispuesta al comienzo de


c/Antonio Machado

Entre las planifolias au- por las oquedades de sus


tóctonas, el fresno común troncos.
(Fraxinus angustifolia)
También hay buenos
aparece en las bocacalles
ejemplos de sauces, ar-
de acceso tanto al cordel
ces o nogales (gén. Salix,
de la Calleja de los Poya-
Acer y Juglans), tres de
les como al cordel de los
estos últimos americanos,
Navarros. Lógicamente,
bastante escasos en Gua-
estos ejemplares estaban
darrama (J. nigra).
presentes en la zona des-
de antes de ser urbaniza- Entre las coníferas, los
da, y sirven como transi- cedros cuentan con los
ción entre la vegetación ejemplares más altos de
Un gran ejemplar de ailanto, una especie originaria de China
ornamental puramente la urbanización, como es
urbana y la vegetación habitual, pues hay varios
natural serrana. Es rese- de ellos que rondan ya
ñable la presencia de un los 18 m (tanto cedros del (Cupressus sempervirens zona son las píceas, tuyas,
único ejemplar de fresno Atlas Cedrus atlántica, y C. arizonica) tienen falsos cipreses, o pinos
rojo americano (F. como cedros del Himala- también alturas por enci- (gén. Picea, Thuja, Cu-
pennsylvanica, ubicado ya C. deodara). No obs- ma de los 10 m. procyparis y Pinus, res-
hacia el final de la calle tante, algunos cipreses pectivamente).
Otras coníferas de esta
Doctores Gómez Embue- comunes y de Arizona
na).
Algunos ejemplares de Un ejemplar de fresno rojo americano, el único de la urbanización (izda.) y un gran cedro del Atlas
(dcha.), el mayor árbol de la zona
ailanto (Ailanthus altissi-
ma) tienen aquí un gran
tamaño que les distingue
de la mayoría de sus con-
géneres en el municipio
(que suelen ser poco más
que matas o varas de me-
nos de 1 m de altura y 5
cm de grosor de tronco).
Además, no se aprecia
que hayan proliferado
descontroladamente por
los jardines de la zona,
algo muy de agradecer
dado su fuerte carácter
invasivo.
Algunos de los álamos de
estos jardines (Populus
alba), al superar la dece-
na de metros, requieren
un seguimiento particular
151
Molino del Rey
Entrada natural a la ciudad desde Villalba, esta calle cuenta con un parque
en sus inmediaciones que, aunque todavía joven, en poco tiempo podrá
convertirse en un atractivo portal de bienvenida al casco urbano.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Cedros 2

PERENNIFOLIOS
Madroños 1

La larguísima alineación de mirobolanos de


la Calle del Puente en plena floración. CADUCIFOLIOS
Fresnos 79
Mirobolanos 77
Olmos 45
Ailantos 21
Falsas acacias 19
Arces 18
Álamos y chopos 13
Ciclamores 8
Almendros 4
Castaños y hayas 4
Agriaces 4
Sauces 3
Esta zona se localiza al visible para la mayoría Los Escoriales y la de los Robles y encinas 2
este del municipio, con- de los vecinos y visitan- Solares de El Raso. Plátanos 2
sistiendo a efectos del tes. Frutales 1
presente trabajo en el Respecto a la calle del
El paseo Molino del Rey Puente, destaca por la
paseo Molino del Rey, la
tiene como único arbola- larguísima alineación de OTROS 5
calle del Puente y, sobre
do propio una larga pero árboles que la flanquea,
todo, en el amplio par-
aún no muy madura ali- aparentemente destina- puente bajo el que el río
que público que se ex-
neación en una de sus dos básicamente a esta- Guadarrama se cruza
tiende junto a la entrada
aceras. En la otra, mu- blecer una separación con la carretera N-VI.
de la carretera N-VI.
chos grandes árboles de explícita entre la zona Datando de los años no-
El paseo Molino del Rey los jardines de una hilera urbana y las parcelas venta, el arbolado de
tiene una gran importan- de chalets sobresalen agropecuarias adyacen- este parque es aún poco
cia por ser la entrada/ destacadamente por en- tes (no dispone de un maduro, si bien cuenta
salida principal de la cima de sus cercas, pero camino paseable propia- con algún ejemplar de
ciudad, y la conexión obviamente no se inclu- mente dicho, salvo en su mayor talla probable-
natural tanto con las ur- yen en este inventario tramo final). mente por llevar allí des-
banizaciones de la zona por su carácter privado. de antes de la existencia
El parque del Puente, en del parque.
de Las Cabezuelas como
No obstante, ha de tener- el que desemboca la ca-
con Villalba.
se en cuenta que tramos lle anterior, está empla- En total esta zona consta
Por ello, el atractivo y de este largo paseo han zado directamente sobre de unos 300 árboles per-
grado de mantenimiento sido también incluidos en el terreno de una vía pe- tenecientes a 26 espe-
de su arbolado público otros dos apartados de cuaria, el cordel de Va- cies.
resulta especialmente esta guía: la dedicada a lladolid, y llega hasta el
152
Ejemplares de interés
La larga alineación de rios puntos, a todas luces
arces negundos (Acer espontáneamente.
negundo) dispuesta a un
La alineación de mirobo-
lado del paseo Molino del
lanos (Prunus cerasifera)
Rey resulta particular-
de la calle del Puente, es
mente interesante duran-
la más larga de todo el
te el verano, proporcio-
municipio, y resulta ver-
nando algo de sombra
daderamente bonita du-
que alivie el recorrido a
rante la primavera, con
lo largo de esta vía. Pero
sus abundantes flores que
hay que tener en cuenta
en la variedad aquí plan-
que varios de sus ejem-
tadas son todas de tono
plares presentan proble-
rosado (en otras son
mas como inclinaciones
blancas).
excesivas y lesiones en el
tronco. Además, esta es- Otra de las particularida-
pecie se incluye entre los des botánicas de esta
árboles con mayor poten- zona es que entre esta
cial invasivo de la Penín- calle del Puente y el par-
sula Ibérica, pues han que podemos comparar
acabado naturalizándose ejemplares de las cuatro
en otros hábitats distintos especies de fresnos del
del urbano gracias a sus municipio: las tres autóc-
altas tasas reproductoras, tonas, fresnos común,
su adaptabilidad ambien- norteño y de flor
tal y su rapidez de creci- (Fraxinus angustifolia, F.
miento. excelsior y F. ornus, res-
pectivamente), y el ame-
La misma condición de
ricano fresno rojo (F.
especie invasora caracte-
pennsylvanica). El fresno
riza a otra especie parti-
de flor resulta particular-
cularmente abundante en
mente interesante, por
Fotos aéreas correspondientes a los años 1975, 1991 y 2014 (de esta esta zona del munici-
arriba abajo) ser los únicos ejemplares
pio, el ailanto o árbol del
de todo el municipio, y
cielo (Ailanthus altissima),
relativamente infrecuen-
del que han brotado bas-
tes en los listados de es-
tantes ejemplares en va-
Vista general del inicio del parque del Puente pecies urbanas.
Otras especies de buen
tamaño de este parque
son olmos, chopos, robi-
nias, agriaces o ciclamo-
res (Ulmus x hollandica,
Populus nigra, Robinia
pseudoacacia, Melia aze-
darach y Cercis siliquas-
trum). No obstante, se
hecha en falta la presen-
cia de coníferas, práctica-
mente inexistentes.
Como remate del parque,
cabe destacar el bonito
sauce llorón (Salix baby-
lonica) que crece junto al
río, uno de los de mayor
tamaño del municipio.

Desde el parque del Puente hay


unas bonitas panorámicas de gran
parte de la Sierra de Guadarrama:
La Peñota, Montón de Trigo, Siete
Picos, Alto de Guarramillas, La
Maliciosa...
153
Monteleón
Una antigua urbanización no demasiado extensa, pero en la que crecen
algunos de los ejemplares de cedro más grandes del municipio, además de
numerosos arces autóctonos.

Distribución y abundancia
La urbanización Monte-
león se localiza ligera-
mente al norte del centro
urbano, bastante cercana CONÍFERAS
a él, en realidad. Cedros 14
En las fotos obtenidas Píceas 8
para la década de los se- Pinos 6
tenta, esta urbanización Tuyas 2
ya aparece completa- Cipreses 1
mente construida, aunque
sus áreas ajardinadas
parecen aún incipientes y PERENNIFOLIOS
no se observan los que Laureles 13
hoy son sus mayores ár- Adelfas 3
boles. Por tanto, se puede Acebos 3
asumir que sus ejempla- Palmeras y ágaves 2
res más maduros, planta- Aligustres 1
dos hacia los años ochen-
ta, tendrán poco más de
CADUCIFOLIOS
30 años.
Arces 59
Toda ella está formada Fresnos 19
por bloques multifamilia-
Frutales 8
res de viviendas de 4 pi-
sos de altura levantados Nogales 4
alrededor de una única Liquidámbares 2
calle. Olmos 2
Mirobolanos 1
Los bloques están rodea-
dos por áreas ajardinadas Álamos y chopos 1
tanto a la entrada a los Tilos 1
portales como en las zo-
nas traseras. También OTROS 43
existe una zona para la
piscina comunitaria (pero
cuyo arbolado no ha sido
incluido en esta guía por
no ser de libre acceso).
Esta urbanización, no tie-
ne mucho más tránsito
que el de sus propios re-
sidentes, por lo que su
arbolado público no re-
sulta particularmente visi-
ble para otros vecinos o
visitantes.
No obstante, con casi 200

Fotos aéreas correspondientes a


los años 1975, 1991 y 2011 (de
izda. a dcha.)
154
Ejemplares de interés
ejemplares de 42 espe- Monteleón es la abundan-
cies diferentes, es una cia de algunos de los ár-
urbanización bastante boles de mayor talla del
bien arbolada para su municipio. En su mayoría
tamaño. Y además se da son cedros del Himalaya
otras circunstancia de (Cedrus deodara, aunque
mérito, como es el que el este género es muy com-
número de ejemplares plejo de distinguir a nivel
propios de la flora autóc- de especie por su gran
tona peninsular es aquí cantidad de híbridos) con
bastante mayor que el de alturas de más de 20 m de
los pertenecientes a es- altura y casi 1 m de diá-
pecies exóticas, lo cual metro troncal. Pero tam-
facilita las tareas de man- bién hay alguna enorme
tenimiento (las especies pícea común (Picea
nativas normalmente es- abies), de 18-20 m y pinos
tán mejor adaptadas a las piñoneros (Pinus pinea) de
condiciones locales). unos 14-16 m.

Los árboles más abundan- Otras coníferas interesan-


tes de esta urbanización tes son algunas píceas de
son los arces, de los que Alberta (Picea glauca; o
pueden distinguirse tres alguna forma híbrida em-
especies ibéricas: el blan- parentada), mucho menos
co, el real y el menor habituales en el inventario
(Acer pseudoplatanus, A. que las comunes, ya cita-
platanoides y A. campes- das, o las de Colorado (P.
tre, respectivamente); pungens).
además, también hay al- Pero no sólo las coníferas
gunos ejemplares del ar- son aquí enormes, sino
ce plateado americano (A. Dos de los muchos arces autóctonos que crecen en Monteleón, en
que también hay algún este caso los denominados arces menores
saccharinum). ejemplo de otras especies
Hay también un par de que alcanzan alturas muy
por encima de su media También son aquí muy Monteleón se encuentran
ejemplos de especies au- grandes algunos pies de de casi 4 m, principal-
tóctonas muy raras en el en el municipio, como por
ejemplo algunos nogales especies típicamente mente lilos y celindas
inventario, como son el mantenidas con un porte (gén. Syringa y Philadel-
saúco (Sambucus nigra), o (Juglans regia) de más de
10 m, o laureles (Laurus semiarbustivo de no más phus).
el aliso (Alnus glutinosa).
nobilis) de 8-9 m. de 2 m mediante podas
Una particularidad de regulares, pero que en

Algunas especies que en Monteleón tienen ejemplares que alcanzan tamaños por encima de la media del resto del municipio: el laurel, el
nogal y el mirobolano o ciruelo de Pissard (de izda. a dcha.)

155
Parque PYR
Una extensa y heterogénea urbanización, muy densamente arbolada en
algunos de sus jardines de libre acceso, y que cuenta con la particularidad de
la presencia de un largo tramo del río Guadarrama.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Cipreses 45
Cedros 38
Píceas 32
Tuyas 18
Pinos 12
Abetos 7
Falsos cipreses 3

PERENNIFOLIOS
Aligustres 33
Laureles 30
Adelfas 7
Olivos 5
Palmeras y ágaves 3
Acebos 2
Magnolios 2

CADUCIFOLIOS
Plátanos 110
Moreras 106
Fresnos 88
Arces 57
Falsas acacias 55
Álamos y chopos 50
Robles y encinas 32
Sauces 28
Frutales 26
Parque PYR se localiza al sos de altura, hileras de No obstante, esta urbaniza- Olmos 18
este del municipio, inme- adosados de muy distinta ción tiene la particularidad
Ciclamores 15
diatamente al lado de la longitud total y con estre- de que un largo tramo del río
calle Marqués de Santilla- chos patios ajardinados, y Guadarrama (500-600 me- Castaños de Indias 10
na, una de las dos vías de grandes chalets pareados tros) discurre en paralelo a Tilos 9
comunicación principales con más amplias parcelas sus límites en incluso atravie- Ailantos 5
de la ciudad. privadas. sa parte de la urbanización. Mirobolanos 4
Así, una de las orillas del río Catalpas 3
Tiene un carácter bastan- Como siempre en estos
ha sido habilitada como área Almendros 2
te heterogéneo en cuanto casos, el arbolado de ac-
verde de recreo, e incluye
a la tipología de sus edifi- ceso público y por tanto Agriaces 1
arbolado no nativo que, aun-
caciones, construidas a lo inventariado en este tra- Almeces 1
que poco manejado, tiene
largo de varias décadas y bajo, se concentra en torno
evidentes fines ornamenta-
que incluyen bloques a los bloques de viviendas 60
les, y ha sido incluido en la OTROS
multifamiliares de vivien- rodeados de áreas ajardi-
presente guía.
das de entre 3 y 6 pi- nadas comunes.
156
El arbolado de la amplia manera que se dan tanto
zona de piscinas comuni- zonas con enormes densida-
tarias del centro de la des de más de 200 pies/ha,
urbanización no ha sido con otras de menos de 25
considerad, en cambio, pies/ha (incluyendo muchos
por no tratarse de un área puntos con absolutamen-
de libre paso para cual- te ningún árbol público,
quier visitante. pues todo él se encuentra
dentro de los jardines
Es la segunda urbaniza-
privados).
ción con mayor cantidad
de arbolado de todo el En cualquier caso, al es-
municipio, con 917 ejem- tar muy aislada mediante
plares inventariados un enrejado en todo su perí-
(aunque Prado San Juan metro y tener un único acce-
tiene sólo unos pocos so principal, su arbolado no
menos), correspondien- es visible más que para sus
tes a 69 especies de 27 propios vecinos, con la
familias botánicas. No excepción del que se dines de la calle Hnos. Fotos aéreas correspondientes a
los años 1975, 1991 y 2014 (de
obstante, este arbolado puede avistar desde la García Noblejas. izda. a dcha. y de arriba abajo)
se reparte de manera calle Marqués de Santilla-
muy desigual a lo largo na a través del cercado, y
de la urbanización, de del de los pequeños jar-

Ejemplares de interés
Las dos especies predo- regular de ejemplares
minantes son el plátano y de edad muy similar
la morera (Platanus x his- (algunas con grandes
panica y Morus alba), que oquedades en el tron-
suman cerca del 25% de co).
todos los árboles regis-
Cipreses, cedros y pí-
trados en esta urbaniza-
ceas (Cupressus, Cedrus
ción (aproximadamente
y Picea) son las coníferas
un 12% para cada uno).
dominantes, con ejem-
Los primeros se hayan
plares repartidos por
bastante repartidos entre
distintas zonas de la ur- Trabajo invernal de poda en las moreras de Parque PYR (izda.) y el
distintos puntos de la
banización. De hecho, rebrote de la copa de los mismos ejemplares cuatro meses después
urbanización, pero las
estos géneros no sólo
moreras se concentran del Himalaya, C. deoda-
son abundantes, sino que cedros de alrededor de
sobre todo en los jardi- ra), píceas comunes (P.
cuentan con algunos de 20 m (en su mayoría del
nes de la mitad de la ca- abies), de unos 16 m de
los más altos árboles de Atlas, C. atlántica, aun-
lle María Verónica, for- media, o cipreses de
toda la zona, como varios que también hay alguno
mando una retícula muy
157
Arizona (C. arizonica) de mente de buena parte de
unos 15 m. esta zona de la sierra.
Otras coníferas destaca- Entre los planifolios, como
das son los ejemplares de es habitual, los álamos y
pinsapos (Abies pinsapo y chopos (Populus alba y P.
A. cephalonica). Estos nigra) se llevan la palma
abetos europeos meridio- en altura, con un buen
nales (normalmente, este número de ellos de entre
género es muy norteño) 15-17 m, sobre todo los
incluyen un valioso ende- que conforman las largas
mismo de las sierras an- alineaciones junto al muro
daluzas, si bien los encon- que separa la urbaniza-
trados en Parque PYR pa- ción del resto del casco
recen pertenecer a alguna urbano, a lo largo de la
variedad híbrida de vive- calle Marqués de Santilla-
ro y difíciles de distinguir na. A continuación, los
Un tramo del río Guadarrama fluye atravesando la urbanización
(A. x masjoanis y A. x vil- sauces llorones (Salix ba- parque PYR, lo cual se ha aprovechado para habilitar parcialmente
morinii). bylonica) y los ailantos una de las orillas como área de recreo
(Ailanthus altissima) ron-
Pero si hay una conífera
dan los 15 m, mientras castaño de Indias ma, aparte de por su ve-
particularmente destaca-
que los plátanos y fresnos (Aesculus hippocastanum) getación de ribera natural
ble de Parque PYR, sería
(Fraxinus angustifolia) más de 13 m, un almendro (no inventariada aquí:
el enorme falso ciprés de
maduros tienen unos 13 (Prunus dulcis) de 10 m, o fresnos, sauces, saúcos,
Leyland (Cupressocyparis
m. un ciclamor (Cercis sili- zarzas...), sobre todo está
leylandii), de unos 20 m
de altura y un metro de Más aisladamente, otros quastrum), de unos 9 m acompañado de varias
diámetro troncal, que se ejemplares poco abun- (aunque escasa, esta boni- hileras, más o menos pau-
localiza en los jardines de dantes aquí pero llamati- ta especie es en esta ur- tadas, de robinias
la calle María Verónica, el vos por su talla serían, por banización donde más (Robinia pseudoacacia) y
ejemplar de su especie de ejemplo, un roble melojo abunda). de chopos.
mayor tamaño, no ya del (Quercus pyrenaica) de un El tramo del río Guadarra-
municipio, sino probable- jardín trasero de 14 m, un Panorámica de los jardines de
parque PYR

Algunos ejemplares de especies de árboles que han podido crecer aquí por encima de su altura media en el inventario: aligustre (de una
variedad dorada), ciclamor y ciprés de Atizona (de izda. a dcha.)

Piñas de P. común (arriba) y P.


de Alberta (abajo)

158
Paseo de La Alameda
Acceso histórico al casco urbano desde el Puerto del León, esta ancha y larga
vía es una de las áreas con más antiguo arbolado ornamental de todo el
municipio.

Distribución y abundancia

Este tramo de la N-VI sir- Empleado como vía pea- jardines de entrada cre- CONÍFERAS
ve de entrada al casco tonal desde hace muchas cen varios ejemplares Otras coníferas 3
urbano cuando se des- décadas, el paseo de La interesantes, considera- Pinos 1
ciende desde Segovia Alameda cuenta con an- dos en este apartado, por Abetos 1
por el Puerto del León. chos adoquinados a am- ser instalaciones públicas Enebros y sabinas 1
bos lados de la calzada, y de libre acceso.
En ambos márgenes se
con arriates tanto a lo lar-
extienden alineaciones Finalmente, en el punto PERENNIFOLIOS
go de las entradas a los
de antiguos chalets unifa- en que el paseo de La Magnolios 5
chalets de ambos lados,
miliares (algunos ya apa- Alameda contacta con el Acebos 1
como a modo de media-
recen en fotos aéreas de centro urbano propia-
nas separadoras de la
1946), rodeados de am- mente dicho (pasando ahí
carretera. CADUCIFOLIOS
plias parcelas densamen- a llamarse calle Alfonso
te arboladas con grandes Poco antes de alcanzar el Falsas acacias 62
Senra), existe una peque-
ejemplares (si bien no casco urbano, se localiza ña área verde con un con- Arces 50
considerados en este in- el bonito edificio del Ser- junto de grandes conífe- Tilos 27
ventario por ser priva- vicio de la Juventud de ras, particularmente vis- Mirobolanos 14
dos). Guadarrama, en cuyos tosas e interesantes botá- Fresnos 10
Olmos 9
Álamos y chopos 5
Agriaces 1
Ciclamores 1
Plátanos 1
Frutales 1

OTROS 7
Los “picutos” que dan acceso al
paseo de La Alameda bajando
desde el Puerto del León, en una
foto de mediados del s. XX, y
en la actualidad
159
Fotos aéreas correspondientes a los años 1946, 1975, 1991 y 2017 (de izda. a dcha. y de arriba abajo)

nicamente. texto urbano, esta des- Pero en definitiva, el ar- fines explícitamente or-
proporción en cuanto a la bolado público de esta namentales para incre-
Pero además de destacar
persistencia del follaje vía es uno de los más re- mentar su atractivo
por la madurez general
tiene bastante relevancia, levantes de todo el muni- (debido a la presencia de
de su arbolado, con sus
no sólo en términos de cipio, siendo así desde balnearios, hoteles y resi-
cerca de 200 ejemplares
diversificación del inven- sus mismos orígenes a dencias de descanso en
repartidos entre 25 espe-
tario, sino también en comienzos del pasado sus inmediaciones, y a
cies diferentes, resulta
cuanto a la generación de siglo, cuando se comenzó ser la principal conexión
bastante diversa botáni-
microclimas urbanos (las a plantar arbolado con entre Madrid y Segovia).
camente.
especies perennifolias
No obstante, hay que re- actúan como barreras
El inicio del paseo de La Alameda (al fondo, el ascenso al puerto
conocer que se da una contra el viento o la lluvia del León) en una foto histórica de mediados del s. XX.
cierta desproporción en- invernales más efectiva-
tre el número de ejem- mente que las caducifo-
plares propios de la flora lias), la inversión munici-
autóctona peninsular, y el pal (las podas de mante-
de los pertenecientes a nimiento y la limpieza de
especies exóticas, más calles son mucho meno-
abundantes estos últimos. res en el caso de las pe-
rennifolias), o la estacio-
Otra posible pega al con-
nalidad del atractivo es-
junto del arbolado de
tético para vecinos y visi-
esta zona es la marcada
tantes (las especies pe-
escasez general de coní-
rennifolias mantienen su
feras y otras especies de
forma y colores todo el
hoja perenne. En un con-
año).

Ejemplares de interés
Se aprecia muy clara- des zonas en función de mente como se van susti- dos (Acer negundo), las
mente que este paseo ha las especies que se prefi- tuyendo entre sí los ol- sóforas (Styphnolobium
sido arbolado en varias rieron en cada caso y la mos (Ulmus x hollandica), japonicum ) y los tilos
tandas sucesivas, separa- edad de cada conjunto de las acacias de tres púas plateados (Tilia tomento-
das varios años unas de ellas. Así, recorriendo de (Gleditsia triacanthos), los sa).
otras, por las marcadas este a oeste el paseo, ob- mirobolanos (Prunus ce-
La mayoría de estas agru-
diferencias entre gran- servamos consecutiva- rasifera), los arces negun-
paciones de especies son
160
francamente relevantes
en relación a la talla me-
dia de sus integrantes,
principalmente en el caso
de las acacias, de 16 m
de media (varias de las
cuales con unos 18 m son
los árboles de mayor ta-
maño del paseo), las só-
foras de 13 m y los tilos
de 11 m. Desgraciada-
mente entre estos ejem-
plares, especialmente
acacias, hay varios que
presentan grandes pudri- Panórámica de un tramo del paseo de La Alameda, en el que se ve claramente cómo se estructura en
sucesivas bandas: chalets, arriates (bastante estrechos), paseo peatonal (adoquinado), mediana (muy
ciones en ramas principa- ancha y de césped) y calzada (asfaltada)
les y troncos, que augu-
ran la necesidad de mucha menor abundancia
apearlos a medio plazo ca al único plátano de la gran anchura de las
que los anteriores, pero (Platanus x hispanica) del dos medianas a cada
para evitar accidentes también relevantes por
graves en una vía con paseo, que ha sido capaz lado de la calzada, única-
su gran talla son los cho- de acercarse a los 16 m y mente podemos encon-
tanto tráfico y también pos y los fresnos (Populus
bastante tránsito peato- mantener un porte muy trar unos pocos lilos
nigra y Fraxinus angustifo- natural (en este caso, sus (Syringa sp.).
nal. lia). En el caso de los cho- podas severas habituales
Otra de las especies cu- pos, a pesar de tratarse La desembocadura del
son el terciado o la cabe-
yos ejemplares empiezan de ejemplares de enor- paseo en el casco urbano
za de gato, que limitan
a acusar las lesiones en el mes troncos de casi un culmina en un bonito
considerablemente sus
tronco, incluyendo mu- metro de diámetro, no conjunto de coníferas.
crecimiento).
chas tumoraciones, son destacan tanto en altura, Las secuoyas, además de
los arces negundos, una al haber sido descopados Un aspecto llamativo de ser casi siempre escasas
especie plantada profusa- sistemáticamente. este paseo es la escasez (aunque se pueden ob-
mente durante las últimas de vegetación de menor servar unas pocas más
En cambio, respecto a los talla acompañante del en los jardines de algu-
décadas (de hecho, pro- fresnos, es muy reseña-
bablemente sean los ár- arbolado, pues a pesar nos chalets privados, no
ble el par de ejemplares
boles más jóvenes de hacia la mitad del paseo,
esta zona), pero hoy bas- tremendamente altos pa-
tante menos debido a su ra lo que es habitual en
corta vida y su carácter esta especie, pues al no
invasivo, que le lleva a haber padecido los tradi-
proliferar descontrolada- cionales desmoches que
mente en medios natura- caracterizan sus podas en
les, compitiendo con las ambientes agropecua-
especies autóctonas. rios, se acercan ya a los
Los tilos, en cambio, lu- 18 m. Algo similar se apli-
cen un estado de salud
espléndido, y constituyen Un grueso pero muy severamente
un espectáculo para los podado chopo (dcha.), y la fron-
sentidos a lo largo de dosidad del tramo de tilos
(abajo)
todo el año: en primavera
por su fragantísima flora-
ción que atrae a miles de
abejas melíferas, en ve-
rano por su densísimo
follaje plateado, en otoño
por la dorada capa de
hojas que alfombra el
suelo, y en invierno por
sus elegantes copas ova-
les de ramaje sorpren-
dentemente regular.
Otros grandes árboles
del paseo, presentes en
161
El muy bonito grupo de grandes
coníferas en el punto en que el
paseo de La Alameda entra en el
casco urbano: de izda. a dcha.,
secuoya, libocedro, secuoya y
pícea común

son un gran agriaz o ci-


namomo (Melia azeda-
rach), varios magnolios
(Magnolia grandiflora) y
los grandes tilos (Tilia x
europaea) y olmos a su
entrada. Estos últimos
ejemplares tiene el inte-
rés adicional de que apa-
rentemente pueden per-
tenecer a la especie au-
tóctona (Ulmus minor), la
misma a la que pertene-
ce la centenaria Olma
considerados en este es- del Servicio de Juventud los listados urbanos, a del Ayuntamiento, y mu-
tudio), son siempre ejem- (SEJUVE, cuyo acceso se pesar de su importancia cho menos frecuente que
plares muy destacables sitúa muy cerca del final patrimonial como ge- los olmos híbridos exóti-
por tratarse de algunos del paseo) se localizan nuino representante de la cos, aunque en cualquier
de los árboles más altos y las únicas coníferas de flora serrana. También caso la identificación de
longevos del planeta esta zona, aparte de las hay un abeto del Caucaso este género es bastante
(hasta 100 m y 3.500 ya citadas secuoyas. En- (Abies nordmanianna), y compleja.
años). Así, estos dos tre ellas destaca un boni- un pino piñonero (Pinus
ejemplares, además de to ejemplar de enebro de pinea)
ser los únicos del inven- la miera (Juniperus oxyce-
tario municipal, resultan Otros ejemplares intere-
drus), siendo destacable
de gran atractivo visual santes de los jardines de
tanto por su buen tamaño,
cuando se accede al cen- estas instalaciones muni-
como por no ser una es-
tro del pueblo por una de cipales, pero planifolios,
pecie muy frecuente en
sus entradas principales,
tanto para los vehículos
que descienden desde el
Puerto del León, como
para los viandantes resi-
dentes en los barrios y
urbanizaciones de esa
zona. Además, el que se
hallen muy cercanas del
aparcamiento público de
la calle La Sierra, también
facilita su disfrute por
visitantes más ocasiona-
les.
En medio de ambas se-
cuoyas crece un gran
ejemplar de libocedro
(Calocedrus decurrens),
conformando un bonito
grupo de coníferas, junto
a una gran pícea común
(Picea abies), en realidad Una de las grandes falsas acacias
plantada en el interior de que crecen a lo largo de este
un jardín particular, pero paseo (dcha.). Desgraciadamente
varias de ellas presentan profun-
perfectamente integrada dísimas cavidades en su tronco
visualmente en el conjun- (izda.) resultando potencialmente
peligrosas en la medida en que
to. no puedan soportar las tensiones
mecánicas de una copa tan desa-
Dentro de los Jardines rrollada
162
FRESNOS DE LA ALAMEDA
(Fraxinus angustifolia)
Paseo de La Alameda (tramo urbano de la N-VI antes de ascender al Puerto
Ubicación del León).

Emplazamiento de plantación Mediana ajardinada de césped.

Coordenadas geográficas (promedio de los dos ejemplares, distan-


WGS84-30T: 407216,7 (long.)/4503418,8 (lat.)
tes unos 3,5 m)

BAJA. Las fresnedas son una de las formaciones forestales agropecuarias


Singularidad Botánica más típicas del centro de España.

Singularidad Patrimonial ALTA. Por tratarse de una especie genuinamente guadarrameña.

ALTA. Sus dimensiones son excepcionales, siendo los de mayor altura del
municipio. Aunque presentan un porte excesivamente espigado por las
podas de refaldado (para evitar que las ramas inferiores invadan la calzada),
Singularidad Estructural estos ejemplares han podido crecer con un porte más cercano al natural que
el que caracteriza a sus congéneres, desfigurados mediante severos desmo-
ches sistemáticos.

Altura total* 17 m

Altura del inicio de la copa* 6,2 m

Diámetro troncal a 1,3 m (Perímetro)* 38 cm (119 cm)

Diámetro de la copa (media aprox. de sus ejes ortogonales)* 8,7 m

Edad probable* Al menos 50 años (ya aparecen en fotos aéreas de 1975).

Bien enraizados, pero muy cercanos al borde mismo de la carretera. A baja


altura ambos presentan la misma angulación del tronco, con la que en su día
enderezaron una excesiva inclinación inicial hacia el lado de la carretera. A
Problemas detectados partir de ahí, crecidos muy derechos. No se observan oquedades o grietas,
pero sí marcas en la corteza de uno de ellos hacia los 50-60 cm de alto. Este
mismo ejemplar presenta un par de antiguos aislantes telefónicos clavados a
unos 5 m. Sin hongos, exudaciones u otros daños evidentes.

*(promedio de los dos ejemplares, por ser casi prácticamente idénticos)

163
El Peñón de Guadarrama
Esta urbanización destaca sobre todo por acoger algunas coníferas raras en
el conjunto del inventario municipal, así como ejemplares de buen tamaño
de especies que normalmente sólo se observan con porte semiarbustivo.

Distribución y abundancia
La urbanización El Peñón
de Guadarrama, se ubica
bastante alejada del cen-
tro urbano del municipio,
en la carretera M-614, de CONÍFERAS
camino al vecino munici- Píceas 40
pio de Los Molinos. Pinos 21
Otras coníferas 6
Toda ella está formada
por el mismo tipo de blo- Tuyas 4
ques de viviendas de sólo Abetos 2
dos pisos de altura, con Cipreses 2
amplias áreas verdes co- Cedros 1
munes, entre las que des-
taca una particularmente
PERENNIFOLIOS
extensa y bien arbolada
Laureles 11
nada más entrar, a la de-
recha de la calle princi- Adelfas 8
pal de acceso. También Aligustres 7
tiene una piscina comuni- Acebos 5
taria bien arbolada (pero Madroños 2
no considerada en este
inventario por no ser de CADUCIFOLIOS
libre tránsito).
Fresnos 29
Su construcción comenzó Mirobolanos 28
durante los años setenta Robles y encinas 23
con un diseño inicial de Plátanos 6
sus áreas ajardinadas
Frutales 6
prácticamente igual al
que muestran actualmen- Sauces 5
te. Así, su arbolado más Moreras 1
antiguo, aquel plantado Castaños de Indias 1
más o menos a la vez que Falsas acacias 1
se finalizase su construc- Catalpas 1
ción, debería de tener
una edad aproximada de
OTROS 96
poco más de 40 años.
Por su muy retirada ubi- do en estos paseos, a
cación respecto del resto poco que madure, ade-
del casco urbano, y es- más de actuar como me-
tando cerrada en todo su diana de separación de
perímetro mediante un la calzada, proporciona-
vallado, el arbolado orna- rá la posibilidad de des-
mental de esta urbaniza- plazarse andando o en
dos no hace muchos concretamente), y otro
ción sólo es directamente bicicleta entre todas es-
años, en paralelo a la ca- hacia el norte en direc-
disfrutable por sus pro- tas urbanizaciones y el
rretera M-614: uno hacia ción esta vez a la urbani-
pios vecinos. casco urbano, con segu-
el sur en dirección a la zación más alejada
ridad y a lo largo de un
No obstante, desde esta siguiente urbanización (Vallefresnos). La abun-
recorrido estéticamente
urbanización surgen sen- más cercana al casco ur- dante vegetación orna-
agradable y sombreado.
dos paseos, construi- bano (Guadamolinos, mental que se ha planta-
164
Fotos aéreas correspondientes a los años 1975, 1991 y 2006 (de izda. a dcha.)

A pesar de ser relativa- debe tenerse en cuenta go de parte del paseo


mente pequeña presenta que, a efectos de una me- junto a la M-614).
una interesante diversi- jor organización de esta
dad botánica, con 306 guía, en esta zona tam-
ejemplares repartidos bién se ha incluido el ar-
entre 43 especies (si bien bolado existente a lo lar-

Ejemplares de interés
Esta urbanización cuenta silvestres (Pinus sylves- tes son los conocidos co- Pino silvestre (arriba), y falso
con una abundancia par- tris), algo bastante rese- mo falsos abetos de Dou- abeto de Douglas y pino de
Lord Weymouth (abajo)
ticularmente alta de coní- ñable aunque sólo sea glas (Pseudotsuga men-
feras. En un contexto ur- porque, siendo esta una ziesii) emplazados en los
bano, una buena repre- de las especies más para- jardines centrales de la
sentación de coníferas es digmáticas de la Sierra urbanización. Estos seis
algo muy positivo en tér- de Guadarrama, está muy ejemplares, únicos de
minos aplicados, ya que poco representada en todo el inventario munici-
generan microclimas ur- todo el inventario urbano. pal, presentan ya una
banos más agradables talla relevante, si bien
También es muy llamati-
(actúan como barreras con el tiempo podrían
va la presencia de los dos
contra el viento o la lluvia llegar a convertirse en
únicos ejemplares de
invernales más efectiva- auténticos gigantes (en
todo el municipio de pino
mente que las especies estado silvestre son algu-
de Lord Weymouth (Pinus
caducifolias), reducen los nos de los árboles más
strobus), una especie nor-
gastos de mantenimiento altos y longevos del pla-
teamericana bastante
(las podas y la limpieza neta).
rara como ornamental,
de calles son mucho me-
pero muy reconocible Los dos únicos abetos
nores que en el caso de
porque sus acículas, ade-
las especies de hoja ca-
más de ser excepcional-
duca), y aportan atractivo
mente finas, se agrupan
estacional para vecinos y
de cinco en cinco (lo ha-
visitantes (las especies
bitual en casi todas las
perennifolias mantienen
especies es que lo hagan
su forma y colores todo el
de dos en dos, aunque
año).
por ejemplo el pino del
Así, las píceas comunes Himalaya también tiene
(Picea abies) son muy haces de a cinco; P. walli-
abundantes en esta urba- chiana, pero ausente de
nización con 40 ejempla- Guadarrama).
res, varios de ellos de
No obstante, las especies
muy buen tamaño. Ade-
de coníferas más relevan-
más, abundan los pinos
165
Panorámicas del dos áreas verdes de la urbanización: del parque de entrada (arriba), y de otra más interior

verdaderos de la urbani- malmente podada como cies relativamente nor- Entre las especies autóc-
zación son pinsapos seto de 1-2 m de alto, males en otras urbaniza- tonas, existen varios
(Abies pinsapo), una es- pero muy raramente ciones aquí cuentan con robles melojos y encinas
pecie muy peculiar por desarrollada como árbol. apenas media docena de (Quercus pyrenaica y Q.
ser el abeto más meridio- Lo mismo se puede decir pies como el plátano Ilex), cuya abundancia
nal de Europa de otras especies, como (Platanus x hispanica) o el tiene cierta importancia
(normalmente este géne- sería el caso del laurel sauce llorón (Salix baby- patrimonial, al ser bas-
ro es de zonas muy frías y cerezo, la celinda o la lonica), o incluso con un tante escasos en el con-
septentrionales, pero esta fotinia (gén. Prunus, Phila- único ejemplar, como el junto del inventario a
especie es endémica de delphus y Photinia, res- castaño de Indias pesar de ser genuinos
unas pocas sierras anda- pectivamente). (Aesculus hippocasta- representantes del acer-
luzas). num), la catalpa (Catalpa vo botánico guadarrame-
Las especies alóctonas de
bignonioides) o la robinia ño.
Curiosamente, otras coní- hoja caduca son bastante
(Robinia pseudoacacia).
feras que son comunes en escasas y algunas espe-
el resto del inventario
municipal son, en cam- Dos crecidos ejemplares de aligustre y de catalpa de esta urbanización
bio, muy escasas en esta
urbanización, como por
ejemplo, los cedros, ci-
preses o tuyas (gén. Ce-
drus, Cupressus o Thuja).
Respecto a las especies
de planifolias, la abun-
dancia de fresnos
(Fraxinus angustifolia) y
mirobolanos (Prunus ce-
rasifera) en el listado de
la zona se debe a su
abundancia a lo largo del
paseo junto a la M-614,
pero dentro de la urbani-
zación son incluso esca-
sas.
Es llamativo el tamaño de
algunos aligustres
(Ligustrum sp.) de casi 10
m, una especie nor-
166
Calleja del Potro
La distribución del arbolado público de esta zona que incluye parte del casco
antiguo es muy irregular, con grandes parques donde es muy escaso, hasta
calles muy estrechas en las que sí es abundante.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Falsos cipreses 3
Píceas 2
Tuyas 2

PERENNIFOLIOS
Aligustres 23
Magnolios 7
Madroños 3
Adelfas 2
Olivos 1
Laureles 1

CADUCIFOLIOS
Plátanos 48
Arces 27
Frutales 26
Mirobolanos 16
Olmos 14
Ciclamores 10
Tilos 5
Falsas acacias 2

En este apartado se in- modelaciones importan- plares propios de la flora OTROS 3


cluyen varias calles del tes, sobre todo las relati- autóctona peninsular, y
centro del municipio, vas a su explanada cen- el de los pertenecientes inventario, sino también
incluyendo algunas del tral que ha albergado a especies exóticas (más en cuanto a la generación
casco antiguo tan repre- sucesivamente una plaza abundantes estos últi- de microclimas urbanos
sentativas como son las de toros, un solar de mos), y que las coníferas (las especies perennifo-
plazas de España y de aparcamiento, y actual- son muy escasas, lo que lias actúan como barre-
Los Caños. Lógicamente mente una amplia plaza en un contexto urbano ras contra el viento o la
esta zona tiene un tránsi- con parques infantiles y tiene bastante relevan- lluvia invernales más
to de peatones y conduc- una pista deportiva. Todo cia, no sólo en términos efectivamente que las
tores prácticamente con- ello ha tenido una in- de diversificación del caducifolias), la inversión
tinuo, por lo que el atrac- fluencia directa en su municipal (las podas de
tivo de su arbolado orna- arbolado ornamental y mantenimiento y la lim-
mental público tiene una gran parte del hoy exis- pieza de calles son mu-
especial relevancia, tanto tente es aún muy joven y/ cho menores en el caso
para los residentes del o escaso en algunos pun- de las coníferas), o la
municipio como para los tos. estacionalidad del atrac-
visitantes ocasionales.
Además también hay que El antiguo “potro” empleado
Durante las dos últimas reconocer que se da una para herrar a los animales que
décadas esta zona ha ex- cierta desproporción da nombre a la calle en la que
se halla; a su lado un pequeño
perimentado varias re- entre el número de ejem- aligustre en flor
167
Fotos aéreas correspondientes a los años 1975, 2001, 2007 y 2014 (de izda. a dcha. y de arriba abajo)

La emblemática fuente
tivo estético para vecinos y visitan- de Los Caños de Gua-
tes (las especies perennifolias man- darrama (construida a
tienen su forma y colores todo el finales del s. XVII), tras
la cual crecen dos
año). ejemplares de acacia
de tres púas bastante
En cualquier caso, el número de maduros
ejemplares inventariados ascendió
a 195, repartidos entre 23 especies
diferentes, unos valores más bien
bajos, pero que incluyen algunos
puntos con arbolado de interés.

Panorámica del parque del Mareo (según acostumbran a llamarlo los niños del pueblo por sus columpios giratorios), en el que apenas cre-
cen unas hileras de árboles aún muy jóvenes para ofrecer algo de cobijo del viento en invierno, o del sol en verano

168
Ejemplares de interés

Dos de las alineaciones de prunos del parque del Mareo: de mirobolanos (izda., también llamados ciruelos rojos o de Pissard) y de cerezos
(dcha.)

El arbolado de esta zona de España crece un aus- ocupan las calles Merca- También son muy visto-
no es particularmente tero olivo (Olea euro- dillo, La Herrería y Prado sos los ciclamores
grande, como es lógico paea), aunque también Camacho se pueden en- (Cercis siliquastrum) de
teniendo en cuenta su de escasa altura, y las contrar nuevos ejempla- un extremo de la calle
escasa edad media. calles que parten de esta res de arce, que se dis- Prado Camacho, no sólo
frecuentada plaza cuen- ponen a lo largo de sus por ser una especie rela-
Aparte de los plátanos
tan con agrupaciones de aceras, en pequeñas is- tivamente escasa en el
(Platanus x hispanica) de
especies con el rasgo letas separadoras para el conjunto del municipio,
la larga alineación del
común de tener una boni- aparcamiento. La mayo- sino por el tamaño que
inicio del paseo Dehesa
ta floración y colorido ría de ellos son también ya alcanzan aquí.
de Los Panes, todos ellos
follaje muy estacional: arces plateados, aunque
de 8-10 m, dos de los Respecto a la amplia ex-
mirobolanos o ciruelos hay tres ejemplares de
ejemplares más altos son planada que se extiende
de Pissard (Prunus cerasi- arce rojo (A. rubrum).
las acacias de tres púas entre las calles El Esco-
fera), manzanos de Ca- Estos no son en absoluto
(Gleditsia triacanthos) que rial y Calleja del Potro, y
llery (Pyrus calleryana) y los arces más frecuentes
crecen tras la fuente de que los niños del munici-
arces plateados (Acer del municipio, por lo que
Los Caños, cercanas a pio han acordado llamar
saccharinum). resulta bastante llamati-
superar los 10 m. parque del Mareo (en
va su concentración en
En las tres manzanas que honor al efecto que pro-
En la muy cercana Plaza estas calles.
duce en ellos varios de
Ejemplares de dos especies de arces americanos, el plateado (izda.) y el rojo (dcha.) los columpios que hay
allí), todo su arbolado se
puede resumir en tres
alineaciones, cada una
de ellas monoespecífica,
de mirobolanos, cerezos
(Prunus avium) y aligus-
tres (Ligustrum sp.). De
esta última especie tam-
bién hay una espaciada
alineación en las aceras
opuestas al parque.
Por último, en la calle
Geromini hay una nueva
alineación, esta vez de
tilos de hoja ancha (Tilia
platyphyllos).

169
Prado de La Alameda
A pesar del escaso arbolado público de la mayoría de sus calles interiores,
dominadas por chalets particulares, esta zona cuenta con varios pequeños
parques y plazoletas muy bien ajardinadas.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Pinos 11
Cedros 7
Píceas 2
Cipreses 2

PERENNIFOLIOS
Laureles 2
Olivos 1

CADUCIFOLIOS
Fresnos 54
Arces 25
Tilos 17
Mirobolanos 13
Plátanos 10
Olmos 8
Nogales 6
Álamos y chopos 5
Higueras 4
La urbanización Prado de ples o sólo pareados, y debajo de 25 pies/ha. Sauces 2
La Alameda se localiza bloques de viviendas de 3 Frutales 1
hacia el noroeste del mu- -4 pisos. Otra pega al conjunto del
nicipio, y toma su nombre arbolado de esta zona es
En términos generales, la marcada escasez gene- OTROS 7
del cercano paseo de La
Alameda, el tramo de la N esta zona se halla poco ral de coníferas y otras
-VI que sirve de entrada uniformemente arbolada, especies de hoja peren- son mucho menores en el
al casco urbano cuando se habiéndose inventariado ne. En un contexto ur- caso de las perennifo-
desciende el Puerto del 177 ejemplares de 33 es- bano, esta desproporción lias), o la estacionalidad
León. pecies diferentes. Pero en cuanto a la persisten- del atractivo estético para
puesto que las aceras y cia del follaje tiene bas-
Esta urbanización está vecinos y visitantes (las
arriates del entramado de tante relevancia, no sólo
dominada por grandes especies perennifolias
calles de esta zona ape- en términos de diversifi-
chalets unifamiliares ro- mantienen su forma y co-
nas tienen alcorques, la cación del inventario,
deados de sus propios lores todo el año).
mayor parte de los árbo- sino también en cuanto a
jardines privados, por lo les públicos se acumulan la generación de micro- Entre las áreas verdes de
que, aunque muy densa- en varias pequeñas áreas climas urbanos (las espe- esta urbanización pode-
mente vegetada, la mayor verdes y parques. cies perennifolias actúan mos encontrar: tres par-
parte de su arbolado no como barreras contra el ques propiamente di-
ha sido considerado en En definitiva, en relación
a su tamaño esta zona en viento o la lluvia inverna- chos, con columpios in-
este inventario. fantiles y bancos para
su conjunto presenta una les más efectivamente
No obstante, presenta densidad de arbolado que las caducifolias), la descanso; una pequeña
otras tipologías de edifi- público más bien baja, inversión municipal (las plazuela arbolada, que
cios, como hileras de cha- con bastantes calles por podas de mantenimiento funciona como unión de
lets adosados, múlti- y la limpieza de calles dos calles (Horcajo y Ála-
170
Fotos aéreas correspondientes a los años 1956, 1975, 1991 y 2006 (de izda. a dcha. y de arriba abajo)

mos Blancos); y por últi- atípicamente amplia y rodeada de más de una


mo una amplia glorieta, sobre todo, de cara a su docena de árboles de
que aunque destinada relevancia en este traba- buen tamaño e incluso
básicamente a canalizar jo, se halla completamen- cuenta con algunos ban-
el tráfico de esta zona, es te cubierta de césped, cos para sentarse.

Ejemplares de interés
La especie más abundan- ha permitiendo desarro- De los fresnos de esta nes pertenecen a una va-
te de esta zona es el llar su porte natural. En última calle también es riedad muy ornamental
fresno común (Fraxinus cambio, a los de la calle interesante destacar que por tener una llamativa
angustifolia; casi el 31% Doctor Gómez Ruiz se les algunos de los más jóve- otoñada púrpura (en vez
de todos los árboles re- observa el porte algo
gistrados). Esto se debe a contrahecho y las lesio-
que tanto a lo largo de la nes habituales de los
calle Doctor Gómez Ruiz ejemplares desmochados
como en el parque de la rutinariamente, una prác-
calle Horcajo crecen mu- tica que en un contexto
chos de ellos, la mayoría agropecuario tiene senti-
desde antes de que la do para alimentar al ga-
zona fuese urbanizada. nado, pero que sólo se
Esto implica el que varios debiera continuar en un
de estos ejemplares sean contexto urbano cuando
los árboles de mayor los troncos de estos fres-
edad de esta zona, inclu- nos son ya irrecupera-
yendo varios con 12-14 m bles.
de altura, como los de la
calle Horcajo, que se les Alineación de arces a lo largo de
c/Antonio Machado
171
de la habitual amarilla). tamaño medio a pesar de
no ser particularmente
El siguiente género más
maduras, como los pláta-
abundante aquí es el de
nos de la calle Antonio
los arces, que se reparten
Machado, o los sauces y
básicamente entre ne-
tilos de los parques de las
gundos (Acer negundo) y
calles Horcajo y Álamos
reales (A. platanoides;
Blancos.
aunque también hay uno
blanco A. pseudoplata- Las coníferas son muy
nus). escasas o inexistentes en
esta zona, incluyendo
Los árboles de mayor
algunas de las especies
talla, de esta zona con
más comunes en el con-
casi 16 m son tres álamos
junto del inventario muni-
(Populus alba) de la calle
cipal, como por ejemplo
Antonio Machado, y un
las píceas, cedros o ci-
par de olmos, uno de los
preses (gén. Picea, Ce-
cuales, en la calle Doctor
drus y Cupressus). Única-
Gómez Ruiz, podría per-
mente los pinos alcanzan
tenecer a la especie au-
la decena de ejemplares,
tóctona (Ulmus minor; si
básicamente debido a
bien la variabilidad e hi-
que una calle particular,
bridación de este género
La Molina, acumula bas-
lo hace difícil de confir-
tantes. Pero hacia la mi-
mar), mientras que el
tad de la calle Antonio
otro, en un pequeño par-
Machado crecen varios
quecillo trasero de la ca-
ejemplares de pino piño-
lle Canfranc, parece más
nero (Pinus pinea) que
bien un híbrido (Ulmus x
son ya particularmente
hollandica).
grandes, con 14 m de alto
El resto de caducifolias y troncos de 50-80 cm de
de la zona, sin destacar, grosor. Olmo de la esquina entre c/Doctor Gómez Ruiz y el paseo de La
Alameda (arriba), tilo del parque de c/Álamos Blancos (abajo iz-
también tienen un buen da.) y fresno de los arriates de c/Doctor Gómez Ruiz (abajo dcha.)

172
Prado San Juan
Una de las urbanizaciones con mayor cantidad y diversidad de arbolado de
todo el municipio, que además cuenta con los ejemplares de mayor altura
del inventario.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Pinos 109
Cipreses 32
Cedros 29
Píceas 28
Tuyas 27
Abetos 15
Falsos cipreses 6
Enebros y sabinas 4
Otras coníferas 2

PERENNIFOLIOS
Aligustres 33
Laureles 14
Adelfas 13
Olivos 9
Palmeras y ágaves 7
Madroños 6
Acebos 4
Magnolios 2

CADUCIFOLIOS
Mirobolanos 79
Álamos y chopos 54
Arces 45
Plátanos 40
Olmos 34
Moreras 22
Sauces 18
Ciclam./Liquidám. 12
Almendros 11
Falsas acacias 9
Tarajes 9
Frutales 8
Tilos 8
Abedules 7
Castaños de Indias 7
Higueras 7
Catalpas 5
Fresnos 5
Robles y encinas 4
Castaños y hayas 3
Nogales 3

OTROS 177
173
Fotos aéreas correspondientes a los años 1975, 1991 y 2011 (de izda. a dcha.)

La urbanización Prado recientemente). Además diferentes, de 31 familias 45 especies/ha).


San Juan se localiza al presenta una piscina co- botánicas (los máximos
Prácticamente todo su
noreste del municipio, munitaria bien arbolada, valores de todas las zonas
arbolado se localiza en
junto a la carretera de Los pero no considerada en consideradas).
amplias áreas ajardina-
Molinos (M-614). este inventario por no ser
Como resultado, esta ur- das, la mayoría de ellas
de libre acceso).
Construida alrededor de banización tiene unos en forma de pequeñas
los años ochenta, consiste De acuerdo a su gran ex- valores medios de densi- plazuelas, de fácil acceso
principalmente en blo- tensión, acoge también dades de ejemplares y de (esta urbanización no está
ques multifamiliares de 4 una gran cantidad del especies que se hallan cercada en su perímetro
pisos, con amplias áreas arbolado municipal in- entre los más elevados y tiene bastantes entra-
verdes comunes (unas ventariado: 907 ejempla- del municipio (con mu- das) y muy apta para el
pocas viviendas adosadas res (el 7%), y particular- chos puntos donde se disfrute público. Pero
se construyeron en su mente diversos, al repar- alcanzan máximos de más teniendo en cuenta su
zona central mucho más tirse entre 79 especies de 200 pies/ha y más de retirada ubicación res-
pecto del centro urbano,
el conocimiento de este
interesante patrimonio
sólo deben de aprove-
charlo los propios resi-
dentes en la urbaniza-
ción, siendo ajeno a él la
mayoría del resto de ve-
cinos de Guadarrama o
los visitantes ocasionales.

Panorámicas de distintos jardi-


nes de esta urbanización

174
Ejemplares de interés
En esta urbanización se
encuentran muchos de
los árboles de mayor ta-
maño del inventario mu-
nicipal, superando los 20
m con holgura (hasta 26
m como máximo, aproxi-
madamente). Muchos de
los casos más evidentes,
por su espigado porte,
son álamos o chopos co-
munes (Populus alba y P.
nigra, respectivamente),
si bien varias coníferas
(Pinus, Cedrus, Picea...)
alcanzan también esas
mismas envergaduras.
Afortunadamente, en ge-
neral parecen en buen
estado de conservación,
si bien ejemplares de
semejante tamaño re-
quieren un examen y eva-
luación de riesgos mucho
más precisos de los que Muchos de los árboles más altos de todo Guadarrama crecen en esta urbanización, como por ejemplo
varios pinos, sobre todo los de Monterrey (izda.), o chopos y álamos (dcha.)
es posible alcanzar con el
presente trabajo (y muy
particularmente tratándo- exceso de pinos piñone- mente), muy habitual-
se de álamos y chopos, ros (Pinus pinea), se debe mente confundidas. De
especies de vida corta, a la larguísima alineación estas últimas, además,
madera poco resistente y que recorre el exterior existen ejemplares enor-
muy susceptibles a las de la urbanización, pues mes de cerca de 20 me-
pudriciones). de hecho en los jardines tros, aunque algunas tam-
del interior de Prado San bién muy tristemente re-
A diferencia de lo que Juan este pino sí se halla señables por ser ejemplo
ocurre en muchas otras bastante mejor repartido de severísimas podas que
urbanizaciones, en Prado con el laricio y el de Mon- pueden estar favorecien-
San Juan no hay una o dos terrey (P. nigra y P. radia- do su caída prematura.
especies que sean muy ta, respectivamente).
claramente sobreabun- Otras coníferas muy pa-
dantes respecto del resto, Esta urbanización es uno recidas entre sí y que
lo cual es muy positivo, de los mejores lugares aparecen muy cercanas
tanto en términos de para comparar distintos en esta urbanización son
atractivo puramente esté- tipos de coníferas de ací- las tuyas oriental y occi-
tico e interés botánico, culas pequeñas, como los dental (Thuja orientalis y
como en términos de con- abetos y las píceas (gén. T. occidentalis).
servación y mantenimien- Abies y Picea, respectiva-
Entre las coníferas intere-
to (las grandes agrupa- santes por su escasez re-
ciones monoespecíficas lativa en la ciudad se Algunas prácticas de poda de
generalmente acaban esta urbanización resultan no
pueden citar al abeto co- solo antiestéticas y dañinas
favoreciendo la aparición mún y al de Colorado para el árbol, sino también
de plagas). Por ejemplo, (Abies alba y A. concolor),
potencialmente peligrosas,
como esta pícea con un exa-
el omnipresente plátano el pinsapo (A. pinsapo) o geradísimo refaldado
(Platanus x hispanica), el libocedro (Calocedrus
sólo supone aquí el 4% decurrens).
de todos los árboles nización, principalmen-
cuando su presencia me- Los cipreses son bastante te los comunes y los de
dia en todas las urbaniza- abundantes en esta urba- Arizona (Cupressus
ciones consideradas en sempervirens y C. arizo-
esta guía es del 12%. En nica, respectivamente),
Es habitual que los cipreses, si bien hay algunos po-
este sentido, el aparente sean plantados demasiado cerca
de las fachadas cos pies de los más
175
infrecuentes cipreses de muy reconocibles porque
Monterrey y de México sus acículas se agrupan
(C. macrocarpa y C. lusi- de tres en tres, cuando lo
tanica). habitual en el resto de las
especies de pino es que
Como ya se ha comenta-
lo hagan de dos en dos.
do, es muy destacable la
alineación de pinos piño- Respecto a las especies
neros de la mediana en- planifolias, en términos
tre la calle Prado de la de gran talla hay que se-
Iglesia y la carretera de ñalar, tras los citados ála-
Los Molinos/M-614 (y, en mos y chopos, a algunos
parte, desdoblada tam- olmos híbridos (Ulmus x
bién en el lado de la ur- hollandica), sauces lloro-
banización vecina Guada- nes (Salix babylonica) o
rrama). Además de tener plátanos de más de 10 m.
una madurez media ya
Esta misma altura tiene el
bastante significativa,
acebo (Ilex aquifolium) de
ornamentalmente son
mayor talla de Guadarra-
bastante interesantes, en
ma (cuando su media en
la medida en que sirven
todo el municipio son
de “entrada verde” a to-
poco más de 2 m). Otras La intención de uso recreativo de los jardines de esta urbanización
dos aquellos visitantes es muy notable, incluyendo entre ellos numerosos bancos y plazo-
planifolias autóctonas
que accedan a la ciudad letas de descanso, mesas de ping-pong o columpios infantiles,
escasas en el inventario todos ellos en muy buen estado
por esta vía.
pero presentes en Prado
Otras especies de pinos San Juan, son los abedu-
tienen aquí algunos de les (Betula pendula), los rio por su capacidad po- Por último, comentar
sus mejores ejemplos madroños (Arbutus une- tencial de alcanzar tallas también la presencia de
municipales, varios de do), o el único serbal de de más de 2 m, con tron- varios ejemplos de es-
ellos verdaderamente cazadores (Sorbus aucu- cos leñosos y copas defi- pecies típicamente me-
enormes para un contex- paria) registrado. nidas). Así, los lilos, lau- diterráneas, pero que
to urbano, como los pinos reles cerezos, durillos, también prosperan en
También son aquí abun- evónimos, alteas, celin- esta urbanización con
laricios y, sobre todo, los
dantísimos los pies de das o adelfas, entre otros, relativa frecuencia, co-
pinos de Monterrey, al-
especies típicamente suman 177 pies (gén. Sy- mo los tarajes (Tamarix
gunos de los cuales están
mantenidas con un porte ringa, Prunus, Viburnum, sp.), los olivos (Olea
entre los mayores árbo-
semiarbustivo mediante Euvonymus, Hibiscus, Phi- europaea) o los ágaves
les de la ciudad con unos
podas regulares (pero ladelphus, Nerium, res- (Yucca sp.)
25 m de altura. Estos ár-
incluidas en este inventa- pectivamente).
boles californianos son

Algunos ejemplos de esta urbanización que son especies singulares en el conjunto del inventario: abeto de Colorado, serbal de cazadores, y
taray (de izda. a dcha.)

176
CHOPO DE PRADO SAN JUAN
(Populus nigra)
Paseo del Prado de La Iglesia (en realidad, este sólo sería el acceso más
Ubicación normal a la amplia plaza del interior de la urbanización donde crece).

Emplazamiento de plantación Plaza ajardinada de césped.

Coordenadas geográficas WGS84-30T: 408474,9 (long.)/4503579,3 (lat.)

BAJA. Los chopos son especies muy comunes en toda Europa, y extendidísi-
Singularidad Botánica mos como especies ornamentales.

BAJA. Por tratarse de una especie muy abundante en el conjunto del inventa-
Singularidad Patrimonial rio del municipio, al igual que en los de casi todas las poblaciones de España.

MUY ALTA. Se trata probablemente de uno de los árboles más altos del muni-
Singularidad Estructural cipio, si es que no es el mayor (la diferencia con otros ejemplares similar-
mente enormes es difícil de calibrar sin instrumental técnico).

Altura total 21,5 m

Altura del inicio de la copa 4m

Diámetro troncal a 1,3 m (Perímetro) 55 cm (173 cm)

Diámetro de la copa (media de sus ejes ortogonales mayores) 6m

Edad probable 30 años, al menos.

Bien enraizado. Crecido perfectamente derecho. No se observan oquedades


o grietas. Algunas ramas menores partidas asoman entre el follaje. El punto
del comienzo de la copa, donde probablemente sufriera algún desmoche en
sus primeros años, parece bien cerrado, sin hongos, exudaciones u otros
Problemas detectados daños evidentes. No obstante, el examen de las zonas superiores de estos
ejemplares queda muy por encima de las posibilidades del presente estudio,
por lo que esto sólo se podría confirmar mediante un examen mucho más
detallado.

177
Puente del Rosario
Nudo vial entre las grandes urbanizaciones del noreste del municipio y el
centro urbano, el entorno del Puente del Rosario es una de las zonas del
municipio más transitadas diariamente.

Distribución y abundancia
La razón para considerar
separadamente esta zo-
na, estriba en la impor-
tancia que tiene como
CONÍFERAS
nudo de comunicación
Píceas 16
entre el casco urbano
central y las distintas Cipreses 3
urbanizaciones a lo largo
de la carretera M-614 PERENNIFOLIOS
(Prado San Juan, Guada- Olivos 6
rrama/La Llama, Dehesa Adelfas 5
del Soto, Guadamolinos, Laureles 1
El Peñón y Vallefresnos).
Además, también es un
CADUCIFOLIOS
punto de paso intenso de
vecinos de otras locali- Mirobolanos 29
dades (de Los Molinos, Arces 12
Collado Mediano o Cer- Olmos 1
cedilla) y de turistas. Moreras 1
La presencia del puente
del s. XVIII sobre el río OTROS 5
Guadarrama, con sus
pequeños pero bonitos
ajardinamientos, dota a
esta zona de bastante
personalidad, pues el
resto de monumentos San Juan, además del
Fotos aéreas de la zona correspondientes a los años 1975, 1991,
históricos de la ciudad se área ajardinada citada a 2001 y 2011 (de izda. a dcha. y de arriba abajo)
concentran más cerca ambos lados del río.
del centro del casco ur- Aparte de esto también
bano. se incluyen aquí otros
Por ello, en términos de pies en torno a la amplia
visibilidad y atractivo, el rotonda que canaliza el
arbolado ornamental tráfico, y unos pocos
urbano de esta pequeña ejemplares en torno a un
zona tiene en cambio una bloque de pisos cercano.
notable relevancia po- En total, el número de
tencial, por la gran canti- ejemplares inventaria-
dad de vecinos que la dos ascendió a 79, repar-
atraviesan rutinariamen- tidos entre 14 especies
te o como visitantes oca- diferentes.
sionales de la sierra.
El principal arbolado de
esta zona está formado
por varias alineaciones a
lo largo del camino pea-
tonal que une el puente
con el comienzo de la
urbanización Prado
178
Ejemplares de interés

Panorámica de los jardines en torno al puente (arriba) y un detalle


A cada lado del paso so- (Acer negundo y A. pseu- de la ribera del río (abajo), en la que se puede apreciar tras el
bre el río Guadarrama doplatanus, respectiva- puente la gran densidad de vegetación natural (no inventariada)
que crece en sus orillas: sauces, fresnos, zarzas…
(que realmente no se rea- mente) y píceas azules de
liza sobre el puente histó- Colorado (Picea pun-
rico, sino sobre otro pos- gens).
terior construido en para-
En el camino que lleva
lelo) se han habilitado
hacia Prado San Juan, se
sendos jardincillos, que
suceden dos largas ali-
junto a la abundante ve-
neaciones, ambas aún
getación natural de ribe-
jóvenes (datan aproxima-
ra que hay convierten a
damente de 2007), de
este punto en un modesto
mirobolanos la primera y
pero muy agradable pun-
de píceas comunes (Picea
to de descanso (siempre
abies) la segunda. A poco
que nos abstraigamos
que se desarrollen dota-
del elevado tráfico).
rán de continuidad peato-
Los mirobolanos o cirue- nal y atractivo ornamental
los de Pissard (Prunus a esta zona del municipio,
cerasifera), y los cipreses algo menores por causa
de Arizona (Cupressus de su glorieta y el eleva-
arizonica), dominan estos do tráfico. pequeña talla, en la am- media docena de arces
jardines, junto a diversos plia pradera de césped negundos que se ali-
Por razones similares, que separa el acceso a nean en la acera que
setos de especies semiar-
también es bastante in- Prado San Juan de la ro- lleva a la entrada de la
bustivas. También hay
teresante la agrupación tonda. urbanización Guadarra-
algunos arces, tanto ne-
de cinco olivos (Olea eu- ma.
gundos como blancos Por último cabe citar la
ropaea), también aún de

Parte de las píceas en alineación que llevan a Prado San Juan Dos de los cinco olivos frente a la rotonda de esta zona

179
El Redondillo
Una zona muy recientemente urbanizada mediante chalets unifamiliares, por
lo que su arbolado no es público, con la notable excepción del de dos
pequeños pero muy diversos parques, y sus dos grandes paseos.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Pinos 5
Tuyas 5
Cipreses 2
Abetos 1

PERENNIFOLIOS
Magnolios 6
Laureles 3
Aligustres 2
Olivos 1
Acebos 1

CADUCIFOLIOS
Plátanos 135
Falsas acacias 20
Álamos y chopos 16
Abedules 14
Tilos 12
Esta zona es una de las Así, el arbolado público A pesar de ello, este es-
Fresnos 12
más recientemente edifi- básicamente se concen- caso arbolado sí resultó
cadas del centro del mu- tra a lo largo de los pa- ser muy diverso, pues se Frutales 10
nicipio, pues en las fotos seos Dehesa de los Pa- registraron 42 especies Arces 9
aéreas obtenidas las pri- nes y Los Tilos, y en los diferentes. Una clara pe- Catalpas 8
meras obras de urbani- dos parques consecuti- ga a este respecto es la Moreras 8
zación no se aprecian vos construidos en las marcada escasez general Olmos 7
hasta 2001. calles Hayedo y Olivo. de coníferas y otras es-
Mirobolanos 6
Estos parques, se locali- pecies de hoja perenne.
El entramado de calles Sauces 6
zan más o menos en pa- En un contexto urbano,
de acceso a los chalets Liquidámbares 6
ralelo a la confluencia de esta desproporción en
unifamiliares (el único Almendros 4
los dos arroyos que cru- cuanto a la persistencia
tipo de vivienda de esta
zan el centro de la ciu- del follaje tiene bastante Castaños de Indias 2
zona) carece completa-
dad, el de Fuente Corne- relevancia, no sólo en Almeces 2
mente de arbolado pú-
ja y el de Prado Vera. términos de diversifica- Robles y encinas 2
blico, y ni siquiera en
ción del inventario, sino
este caso los jardines El número total de ejem- Castaños y hayas 2
también en cuanto a la
privados se hallan aún plares inventariados en Higueras 1
generación de microcli-
particularmente bien toda esta área ascendió a Tarajes 1
mas urbanos (las espe-
vegetados, dada su poca 329, pero debido a la
cies perennifolias actúan Nogales 1
antigüedad. De hecho, gran superficie total de
como barreras contra el
gran parte del arbolado esta zona la densidad de
viento o la lluvia inverna- OTROS 19
más desarrollado de esta arbolado público fue
les más efectivamente
zona es el de origen na- muy baja, con menos de y la limpieza de calles
que las caducifolias), la
tural que crece en las 25 pies por hectárea son mucho menores en
inversión municipal (las
parcelas aún no edifica- (cuando hubo alguna el caso de las perennifo-
podas de mantenimiento
das. densidad).
180
Fotos aéreas correspondientes a los años 1991, 2001 y 2011 (de izda.
a dcha. y de arriba abajo)

lias), o la estacionalidad presente en los patios


del atractivo estético para de la Escuela de Educa-
vecinos y visitantes (las ción Infantil ‘Los Tilos’,
especies perennifolias por ser instalaciones de
mantienen su forma y co- titularidad pública.
lores todo el año).
En esta zona también se
consideró el arbolado

Ejemplares de interés
Lógicamente, la despro- guen a una nueva inver- demasiado cercanos). Por ques públicos, ambos se
porcionada dominancia sión masiva en nuevos tanto, muy previsible- hallan contiguos al cauce
del plátano (Platanus x plantones. Así, los jóve- mente, en pocos años de los arroyos Fuente
hispanica; que supone nes plátanos de esta zona estas dos vías acogerán Corneja y Prado Vera,
aquí el 41% de todos los (plantados alrededor de un buen número de boni- cuya orla de vegetación
ejemplares registrados) 2005) parecen contagia- tos ejemplares de una natural de zarzas (Rubus
se debe a las larguísimas dos de oídio (hongo pató- especie que, cuando se le sp.) y sauces negros
alineaciones de ejempla- geno que afecta a las ho- permite desarrollarse (Salix atrocinerea), les
res que flanquean los pa- jas) y de otras plagas de plenamente, alcanza un enriquece estética y eco-
seos Los Tilos y Dehesa la especie, si bien hay porte y frondosidad es- lógicamente.
de los Panes. que reconocer que se pectaculares.
hallan sometidos a unas Sus árboles aparecen
El plátano es la especie Es interesante señalar, la agrupados bastante cla-
prácticas de manejo
por excelencia en alinea- presencia de una glorieta ramente en pequeños
ejemplares, tanto por la
ciones ornamentales de al inicio del paseo Los rodales de especies par-
calidad de sus podas co-
avenidas y bulevares de- Tilos, cubierta por tarajes ticulares, destacando en
mo por el adecuado es-
bido a la frondosidad de (Tamarix sp.) una especie cantidad algunos de es-
paciamiento con que han
su sombra, su rápido cre- típicamente costera pero pecies exóticas como los
sido plantados (en esta
cimiento y su paradigmá- de la que se comerciali- de falsas acacias (de dos
especie son muy frecuen-
tica resistencia a todo zan variedades resisten- especies diferentes: Gle-
tes tanto las podas en ca-
tipo de agresiones tes a los climas del inte- ditsia triacanthos y Robi-
beza de gato como la falta
(plagas, vandalismo, po- rior peninsular. nia pseudoacacia), de
de espacio debido a fa-
das absurdamente seve- l i q u i d á m b a r e s
chadas u otros árboles Respecto a los dos par-
ras…). Obviamente esta
es una estrategia ideal
para aumentar rápida-
mente la densidad de una
calle, si bien esa monoto-
nía puede favorecer la
propagación de plagas
que a medio plazo obli-

Los tarajes de la glorieta entre el


paseo Los Tilos y c/Olmo
181
El arbolado de sendos parques de c/Hayedo y c/Olivo se organiza en forma de sucesivos rodales monoespecíficos, como por ejemplo de
catalpas (arriba) o de prunos (cerezos y ciruelos) y abedules (abajo)

(Liquidambar styraciflua) bre de la calle en la que láceas). También hay va- llamen la atención de los
o de catalpas (Catalpa están se plantaron dos rios majuelos de más de menos atentos a cuestio-
bignonioides). pequeñas hayas (Fagus tres metros (gén. Cratae- nes botánicas, y por su-
sylvatica), una especie gus, probablemente algu- puesto también de los
Entre las especies autóc-
muy escasa en toda la na variedad viverista del niños) son interesantes
tonas de estos parques
ciudad, y en general en espino navarro C. laevi- también los pocos ejem-
sin duda destaca la acu-
cualquier municipio de la gata), una especie no plares de varias especies
mulación de abedules
sierra de Madrid (las aquí muy habitual en porte de frutales que crecen en
(Betula pendula), pues es
plantadas tienen, ade- arbóreo. esta zona: cerezo, ciruelo
aquí donde más abundan
más, la particularidad de de Pissard, (Prunus avium
de todo el inventario. En uno de sus extremos
pertenecer a una forma y P. cerasifera), morera
Quizás en alusión al nom- estos parques finalizan en
ornamental de hojas vio- (Morus alba) o nogal
un pequeño rodal de cho-
(Juglans regia) en los par-
pos y álamos (Populus
ques de las calles Hayedo
nigra y P. alba, respecti-
y Olivo; almendro (Prunus
vamente), que por su rá-
dulcis), olivo (Olea euro-
pido crecimiento ya su-
paea), nogal e higuera
peran todos los 12 m, mu-
(Ficus carica) de la E.E.I.
cho más que la media del
’Los Tilos’.
resto de arbolado.
En el interior de la E.E.I.
‘Los Tilos’, lo más desta-
cable serían los peque-
ños tilos (Tilia sp.) de su
entrada haciendo honor a
su nombre, o el almez
(Celtis australis), una es-
pecie no muy frecuente.
Por la utilidad divulgativa
que tienen los árboles
Espino majuelo (izda.) y haya de hojas violáceas (dcha.), dos espe-
cies peculiares de uno de los parques de esta zona frutales (es más fácil que
182
Sala/Ibersierra
Ubicada muy cerca del centro del casco urbano, en esta zona de grandes
jardines destaca la presencia de algunos ejemplares enormes de coníferas
como pinos y cedros.

Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Pinos 53
Cedros 23
Píceas 17
Tuyas 14
Cipreses 6
Falsos cipreses 1

PERENNIFOLIOS
Laureles 14
Aligustres 12
Acebos 9
Palmeras y ágaves 4
Olivos 3
Adelfas 3
Sala e Ibersierra se tratan gios públicos o la Escuela ta. Por tanto se puede Madroños 2
conjuntamente en esta Municipal de Música y el asumir que su arbolado Magnolios 1
guía por su muy estrecha centro de la ciudad. más maduro tiene una
vecindad (únicamente las edad aproximada de, al CADUCIFOLIOS
Por ello, su arbolado or-
separa un vallado a lo menos, 30 años. Plátanos 55
namental es muy relevan-
largo de un corto tramo Olmos 33
te en términos de visibili- Aparte de los parterres y
de sus respectivos jardi-
dad y exposición al pú- arriates entre los blo- Álamos y chopos 24
nes), y por la relativa si-
blico. ques, hay también varias Mirobolanos 18
milaridad de sus patrones
plazoletas en distintos Fresnos 17
de arbolado y ajardina- Ambas comenzaron su
puntos de cada urbaniza-
miento (aunque muestran construcción más o me- Nogales 15
ción, incluyendo un pe-
ciertas diferencias que se nos a la vez, durante los Moreras 14
queño parque con colum-
describen a continua- años setenta. Están com- Frutales 12
pios infantiles hacia su
ción). puestas por numerosos Sauces 10
zona norte.
bloques multifamiliares
Son dos de las urbaniza- Arces 8
de 4 pisos de altura y si- La urbanización Sala está
ciones propiamente di- Agriaces 7
milares características atravesada transversal-
chas que se hallan más Falsas acacias 6
arquitectónicas, rodea- mente por un pequeño
cerca del casco antiguo
dos por amplias áreas arroyo, el de Prado Vera, Ailantos 3
de Guadarrama. Este em-
verdes comunes. Además si bien resulta poco visi- Castaños de Indias 3
plazamiento implica que
incluyen una piscina co- ble, pues su recorrido ha Robles y encinas 3
tengan un elevado trasie-
munitaria (no incluida en sido canalizado por un Higueras 1
go de viandantes más allá
este trabajo por no ser de estrecho cauce entre los
del de sus propios veci- Acacias 1
libre acceso). jardines traseros.
nos (no tanto de vehícu- Liquidámbares 1
los, al estar parcialmente En las fotos obtenidas se No obstante, a su salida Castaños y hayas 1
cerradas al tráfico por aprecia que gran parte de la urbanización tras la
Tilos 1
uno de sus extremos, so- de los que hoy son sus Escuela Municipal de Mú-
bre todo Sala), pues atra- mayores árboles ya eran sica, fluye junto a un pe-
vesarlas sirve de atajo muy visibles durante el queño pero interesante OTROS 90
entre la zona de los cole- inicio de los años noven- parquecillo, bastante re-
183
ciente (la primera foto en diferentes. Como resulta-
la que se aprecia su dise- do, esta urbanización tie-
ño explícitamente es de ne unos valores medios
2006), y que aunque no de densidades de ejem-
pertenezca a ninguna de plares y de especies que
estas dos urbanizaciones se hallan entre los más
también ha sido incluido elevados del municipio
en esta zona para una (con muchos puntos don-
adecuada organización de se alcanzan máximos
de esta guía. de más de 100 pies/ha y
más de 45 especies/ha).
En términos generales,
esta zona se halla muy
bien arbolada, habiéndo-
se inventariado 485 ejem- Fotos aéreas correspondientes a los años 1975, 1991 y 2017 (de
plares de 64 especies izda. a dcha. y de arriba abajo)

Ejemplares de interés
En Sala, la especie más cida (gén. Phoenix), o el
abundante es el plátano grupo de agriaces (Melia
(Platanus x hispanica que azedarach) del pequeño
supone casi el 12% de parque con columpios a
todos los árboles, pero la entrada de la urbaniza-
que en cambio es escasa ción (una especie bastan-
en Ibersierra), la mayoría te venenosa, y por ello no
de ellos podados a baja demasiado recomenda-
altura y en cabeza de ble para un parque infan-
gato, para favorecer la til...).
formación de emparra-
Particularmente vistoso y
dos anchos y sombrea-
bien ubicado es el con-
dos.
junto de ejemplares que
Del resto de especies crece en la glorieta que
ninguna destaca por ser canaliza el tráfico en el
particularmente abun- centro de la calle Escali-
dante, ni hay tampoco nata, que incluye entre
ejemplares de grandes otras especies al nogal el
dimensiones. No obstan- castaño común, o el cas-
te, sí es reseñable la pre- taño de Indias (Juglans
sencia de algunas espe- regia, Castanea sativa y
cies poco frecuentes en Aesculus hippocastanum,
el conjunto del inventario respectivamente).
municipal, como por
Respecto a Ibersierra, sin
ejemplo un chopo peral
(Populus simonii, o un
híbrido cercano), una Contrapicado de uno de los impo-
nentes cedros de la urbanización
palmera bastante cre- Ibersierra
184
tamente con sus 16-19 m nombre. Y entre las espe-
de altura y 40-80 cm de cies alóctonas, los tres
diámetro troncal de me- arces y un roble rojos
dia. americanos (Acer rubrum
y Quercus rubra, respecti-
Otros árboles llamativos
vamente), o el liquidám-
de este parque son el úni-
bar (Liquidambar styraci-
co arce de Montpellier
flua).
(Acer monspessulanum)
inventariado en el muni-
pio, una especie autócto-
na y muy característica
del bosque serrano ma-
drileño, a pesar de su

Una acacia mimosa, especie exótica originaria de Australia (izda.),


y el aún muy joven ejemplar de arce de Montpellier del parqueci-
llo tras la escuela Municipal de Música (dcha.), una especie muy
Una diversa glorieta de la urbanización Sala representativa del medio natural guadarrameño

duda, esta urbanización semiarbustivo mediante


destaca por sus coníferas, podas regulares (pero
albergando algunos de incluidas en este inventa-
los árboles de mayor talla rio por su capacidad po-
del municipio, como ce- tencial de alcanzar tallas
dros (gén. Cedrus) y pi- de más de 2 m, con tron-
nos (gén. Pinus) que mi- cos leñosos y copas defi-
den ya alrededor de 25 m nidas). Así, podemos en-
de altura. No obstante, contrar casi un centenar
varios de estos enormes de, entre otras especies:
ejemplares presentan lilos, laureles cerezos,
también bastante conflic- durillos, evónimos, al-
tividad, debido sobre teas, celindas, adelfas...
todo a que en su día fue- (gén. Syringa, Prunus,
ron plantados muy cerca Viburnum, Euvonymus,
de las fachadas, con lo Hibiscus, Philadelphus,
que: 1) quizá no hayan Nerium, respectivamen-
desarrollado un sistema te).
de raíces tan potente co-
Respecto al parque que
mo requieren para sus
hay tras la Escuela Muni-
enormes tallas actuales, y
cipal de Música, en la
2) algunos de ellos se han
calle Gustavo Adolfo Béc-
terminado por inclinar
quer, a pesar de su pe-
peligrosamente buscan-
queño tamaño, presenta
do la luz del sol.
varios ejemplares muy
Entre las planifolias autóc- interesantes. En primer
tonas, el fresno común lugar, hay que destacar
(Fraxinus angustifolia) está sus sauces, entre los que
relativamente bien repre- se pueden distinguir tres
sentado en algunos pun- especies: el llorón, el ne-
tos de Sala, existiendo gro y el blanco (Salix ba-
ejemplares bastante año- bylonica, S. atrocinerea y
sos, aunque a menudo S. alba, respectivamente,
presentan el mal estado si bien este género es
de conservación general siempre tremendamente
que caracteriza a esta es- confuso, por su enorme
pecie en casi todo el via- tendencia a hibridar). No
rio municipal, debido a obstante, los tres sober-
las décadas de podas de bios ejemplares de sauce
desmoche que acumulan. llorón destacan inmedia-
A lo ancho de ambas ur-
banizaciones son muy En Ibersierra, muchos de sus ár-
abundantes los pies de boles de mayor talla empiezan a
ser conflictivos por haber sido
especies típicamente plantados demasiado cerca de las
mantenidas con un porte fachadas
185
SAÚCES DE BÉCQUER
(Salix babylonica )
Calle Gustavo Adolfo Bécquer (junto a la Escuela Municipal de Música, en un
Ubicación pequeño parque acondicionado junto al arroyo Prado Vera).

Emplazamiento de plantación Ribera naturalizada de arroyo local.

Coordenadas geográficas (promedio de los tres ejemplares, distan-


WGS84-30T: 407852,5 (long.)/4502508,5 (lat.)
tes entre sí entre 3 y 9 m)

BAJA. Los sauces son especies muy comunes en toda Europa, y extendidísi-
Singularidad Botánica mos como especies ornamentales.

BAJA. Por tratarse de una especie muy abundante en el conjunto del inventa-
Singularidad Patrimonial rio del municipio, al igual que en los de casi todas las poblaciones de Espa-
ña.

ALTA. Están entre los ejemplares más altos del municipio en su especie (hay
otros similares), pero con los méritos adicionales de su buen emplazamiento
Singularidad Estructural público, y sobre todo de su buen estado general de conservación (la mayo-
ría de los sauces de su talla presentan grandes oquedades en sus troncos
que minimizan sus probabilidades de supervivencia a medio plazo).

Altura total* 17 m (el mayor pasa de los 19 m)

Altura del inicio de la copa* 6-8 m (aunque la ramificación comienza mucho antes, a 2-3 m)

Diámetro troncal a 1,3 m (Perímetro)* 36, 65 y 80 cm (113, 204 y 251 cm)

10-15 m (por su emplazamiento y cercanía con el follaje de otros árboles no


Diámetro de la copa (media aprox. de sus ejes ortogonales)* es posible medirlos con mucha precisión)

Unos 20 años (la primera foto aérea en que se les distingue claramente es de
Edad probable* 2001).

Bien enraizados, incluso los más cercanos al pequeño talud del arroyo, y
crecidos muy derechos. No se observan oquedades o grietas, y las ramas
Problemas detectados gruesas podadas mediante terciado más recientemente no parecen haberse
degradado, pues no se observan hongos, exudaciones u otros daños evidentes.

*(promedio de los dos ejemplares, por ser muy similares (salvo lo que se indique en el texto)

186
La Serrana/San Macario
A pesar de ser una zona con muy escaso arbolado público, los arriates de su
principal calle incluyen un número de especies diferentes
sorprendentemente elevado.

Distribución y abundancia
El modelo urbanístico de adosados, en su mayoría ajardinamientos priva-
esta zona consiste en una de muy reciente cons- dos.
combinación de chalets trucción, y todos ellos
Por ello, en esta zona el
unifamiliares e hileras de rodeados de sus propios
único arbolado de acce-
CONÍFERAS
so público, y por tanto
Tuyas 14
inventariable, se concen-
tra a lo largo de la calle Falsos cipreses 8
San Macario, en los arria- Pinos 3
tes de entrada a los cha- Píceas 2
lets de una de sus ace- Enebros y sabinas 2
ras. Abetos 1
No obstante, unos pocos
ejemplares de un amplio PERENNIFOLIOS
solar de la calle La Serra- Adelfas 5
na son muy destacables, Laureles 2
como se explica más Madroños 2
adelante.
Olivos 1
En total, el número de
ejemplares registrados CADUCIFOLIOS
ascendió a apenas 100, si Olmos 14
bien fueron sorprenden-
Ailantos 7
temente diversos, pues
incluyeron hasta 33 es- Nogales 6
pecies diferentes. Mirobolanos 4
Castaños y hayas 3
Álamos y chopos 3
Plátanos 3
Acacias 3
Catalpas 2
Fresnos 2
Moreras 2
Almendros 1
Frutales 1
Tilos 1
Fotos aéreas de la zona de los años 2001 y 2011 (de arriba abajo) Arces 1
Castaños de Indias 1
Higueras 1

OTROS 12

187
Ejemplares de interés
Entre las especies que de pisos hay una decena Un bonito pero aún
muy joven pinsapo
aparecen a lo largo de los de olmos, aunque muy de los arriates de la
arriates de la calle San fuertemente podados, calle San Macario
(dcha.)
Macario se pueden desta- por lo que no alcanzan
car varias coníferas de tanta altura como debie-
entre 3 y 5 m, como un ran.
pinsapo (Abies pinsapo;
Por último, es imprescin-
un abeto muy meridio-
dible extenderse en el
nal), un falso ciprés de
amplio solar de la calle
Lawson (Chamaecyparis
La Serrana. Aunque su
lawsoniana), o una pícea
utilidad actual es el servir
común (Picea abies).
de aparcamiento a los
Entre las caducifolias, los autobuses de línea que En el solar de la
calle La Serrana,
ejemplares de mayor ta- esperan turno para co- muy cerca de su
lla, por encima de 10 m, menzar su ruta, acoge sin gran castaño, cre-
son un olmo híbrido cen también el úni-
embargo varios arboles co serbal común de
(Ulmus x hollandica) y interesantes. todo el inventario
varios chopos (Populus (abajo izda.), y un
En primer lugar, en la gran nogal semiasil-
nigra), aunque varios plá- vestrado (abajo
acera de dicho solar cre-
tanos (Platanus x hispani- dcha.)
ce un enorme castaño
ca) y ailantos (Ailanthus
común (Castanea sativa),
altissima) se aproximan a
con un espectacular tron-
ese umbral.
co cercano a los 2,5 m de
Otras especies de esta perímetro, pero cuya
calle son la acacia mimo- gran envergadura no luce
sa (Acacia dealbata), la tanto como debiera debi-
catalpa (Catalpa Bigno- do a que aún intenta recu-
nioides), la higuera (Ficus perarse de un antiguo y
carica) o la morera severo desmoche de la
(Morus alba). También totalidad de su copa, que
llaman mucho la atención lo dejó anclado en los
el gran tamaño del grupo apenas 10-11 m de altura.
de especies normalmente Además, se ha decidido
semiarbustivas que cre- que justo a su pie se ubi-
cen junto al muro de la quen los contenedores de
confluencia con la calle diversos tipos de basura,
San Sebastián: espino de algunos de los cuales es-
fuego, majuelo y adelfa tán comenzando a dejar
(gén. Pyracantha, Cratae- algunas marcas en su cor-
solar crece también el de unos 12 m.
gus y Nerium, respectiva- teza a fuerza de golpear-
que es el único ejemplo
mente). En esta última lo. No obstante, nada de Por último, citar también
de serbal común (Sorbus
calle hay un par de boni- esto parece desanimar a el gran nogal (Juglans
domestica) de todo Gua-
tos madroños (Arbutus la pareja de cigüeñas que regia) que, aunque muy
darrama, con el mérito
unedo). anida sin falta año tras esquinado y sin ningún
añadido de que alcanza
año en su exigua copa. cuidado aparente, ha al-
Además, en una plazuela ya una altura muy consi-
canzado ya una gran talla,
tras un pequeño bloque En segundo lugar, en este derable para su especie,
siendo ya de los mayores
del municipio.

Pequeño grupo de olmos en


una plazoleta interior de la
zona
188
CASTAÑO DE LA SERRANA
(Castanea sativa)
Ubicación C/ La Serrana (junto a la parada de autobús).

Emplazamiento de plantación Acera asfaltada, con alcorque simple.

Coordenadas geográficas WGS84-30T: 407082,3 (long.)/4503385,5 (lat.)

MEDIA. Antaño abundantes en todo el Sistema Central, los castañares son


Singularidad Botánica hoy muy escasos. No obstante, castaños aislados sí aparecen con relativa
frecuencia como especie urbana ornamental.

ALTA. Por tratarse de un ejemplar de una especie con mucha vinculación


Singularidad Patrimonial con la historia agropecuaria de la zona, pero poco representada en el inven-
tario municipal (sólo 13 ejemplares).

ALTA. El espectacular grosor de su tronco lo sitúa con seguridad entre los


de mayor talla de la comunidad de Madrid. Desgraciadamente, la severa
Singularidad Estructural poda de su copa (y que no está consiguiendo recuperar fácilmente) lo des-
merece notablemente en cuanto a la altura y el atractivo de su porte, de
momento francamente antinatural.

Altura total 10,5 m

Carece de copa propiamente dicha y las ramas brotan más o menos regular-
Altura del inicio de la copa mente desde 3 m de altura hasta llegar a su extremo superior.

Diámetro troncal a 1,3 m (Perímetro) 74 cm (232 cm)

En una foto aérea de 1956 se intuye su presencia, pero en varias fuentes se


cita (aunque sin mucha consistencia) la década de los 60 como la de su plan-
Edad probable tación. En cualquier caso sobrepasaría los 50 años, pero pudiendo tener
algunos más.

El alcorque, además de no estar explícitamente delimitado, es extremada-


mente pequeño para las dimensiones de este árbol, y gran parte del suelo
bajo su copa es asfalto e impermeable. Los numerosos contenedores de
residuos se hallan demasiado cerca, y empiezan a dejar algunas marcas, de
momento superficiales. La copa no se ha terminado nunca de regenerar
Problemas detectados desde que fuera severamente desmochada hace años y el nido de cigüeñas
en lo más alto no facilita esta recuperación. No se observan oquedades,
grietas, o ramas secas significativas, si bien la zona del tronco bajo el nido
sin duda debe de haber cicatrizado mal desde el desmochado, además del
probable perjuicio de los excrementos.

189
Vallefresnos
Aunque
Una granelárea
arbolado de esta
residencial, extensa área
desprovista residencial
de jardines esun
y con mayoritariamente
escaso arbolado
privado,
vial, peroel
enenorme parque
cuyo centro adehesado
se extiende unaubicado
fresnedaen suhace
que centro
las sí es de
veces de libre
área
acceso para vecinos y visitantes.
verde de tránsito público (aún con un manejo recreativo u ornamental
limitado).
Distribución y abundancia
Distribución y abundancia

CONÍFERAS
Cipreses 33
Pinos 4
Tuyas 2
Cedros 1

PERENNIFOLIOS
Aligustres 1
Madroños 1

CADUCIFOLIOS
Fresnos 422
Robles y encinas 83
Mirobolanos 38
Álamos y chopos 32
Plátanos 14
Olmos 8
Arces 3
Sauces 3
Falsas acacias 2
Almendros 2
Frutales 1
Catalpas 1

OTROS 21
Esta extensa área del mu- mo, pues no hay jardines
nicipio, se localiza junto comunes propiamente
al último tramo de la ca- dichos y muy pocos árbo-
rretera M-614 que une les en las aceras.
Guadarrama con el ve-
No obstante, dentro del
cino municipio de Los
objeto del presente in-
Molinos.
ventario, sí se ha consi-
El modelo residencial de derado una gran área
esta zona consiste casi verde adehesada del
exclusivamente en gran- centro de esta urbaniza-
des viviendas unifamilia- ción, sin el manejo sufi-
res con amplias parcelas ciente como para ser con-
privadas con sus propios siderado explícitamente
jardines (en algún peque- como parque, pero sí co-
ño sector hay algunas mo zona de paseo vecinal
hileras de chalets adosa- de libre acceso.
dos).
Así, el arbolado público Fotos aéreas de la zona de los
años 1956, 1975, 1991 y 2001, (de
ornamental es escasísi- izda. a dcha. y de arriba abajo)
190
Ejemplares de interés

La amplia fresneda del centro de la urbanización no presenta un grado de manejo muy elevado en la mayor parte de su extensión

En total, el número de banización nace un paseo


ejemplares inventariados en paralelo a la carretera
ascendió a más de 650, M-614 con arbolado orna-
repartidos entre 21 espe- mental, que también se
cies diferentes. Lógica- ha incluido aquí. Permite
mente el 75% de ellos llegar a pie o en bicicleta
correspondió a la fresne- a la siguiente urbaniza-
da. ción (El Peñón de Guada-
rrama), a la aún escasa
La única calle con una
sombra de unos jóvenes
cantidad significativa de
mirobolanos y plátanos
pies ornamentales es el
(Platanus x hispanica).
tramo de entrada a la ur-
banización, por la calle Respecto a la fresneda
Bola del Mundo. A un la- adehesada, que también
do y otro podemos en- incluye algunos robles
contrar cipreses de Ari- melojos (Quercus pyre-
zona (Cupressus arizoni- naica) y algunos de ellos
ca), mirobolanos (Prunus muy grandes, simple-
cerasifera), almendros mente cabe resaltar en
(Prunus dulcis) u olmos términos ornamentales la
(Ulmus x hollandica) entre presencia de un alargado
las especies alóctonas, o rodal de álamos en su
fresnos (Fraxinus angusti- centro (Populus alba), así
folia) y encinas (Quercus como algunos cipreses
ilex) entre las autóctonas. de Arizona y pinos piño- Uno de los más grandes robles melojos que crecen dentro de la
fresneda
neros (Pinus pinea) cerca
En el resto del viario de
de un área infantil.
la urbanización única-
mente aparecen con cier-
ta regularidad fresnos
comunes creciendo asil-
vestradamente en los es-
pacios que separan la
calzada de los muros de
los chalets (no suelen ser
aceras ni arriates propia-
mente dichos. No obstan-
te, varios de ellos crecen
en mitad del asfalto, a
menudo siendo aprove-
chados como glorieta
natural para canalizar el
tráfico en cruces de ca-
lles.
Además, desde esta ur-
Algunos ejemplos de los fresnos
crecidos en las márgenes de las
calzadas, o dentro de ellas
191
Virgen de Las Angustias
Una zona de pequeña extensión pero que tiene varias alineaciones
interesantes de árboles, además del arco de fresnos comunes que orlan la
plaza de toros del municipio.

Distribución y abundancia
Esta zona está definida
por el amplio solar con
el coso taurino municipal
(las gradas se montan
únicamente durante la CONÍFERAS
semana que duran las Tuyas 3
fiestas patronales), des- Cipreses 2
de donde parten tres
calles con distinto grado PERENNIFOLIOS
de arbolado: Dr. Federi-
Laureles 1
co Rubio, Virgen de Las
Angustias, y El Prado.
CADUCIFOLIOS
Esta zona tiene un tránsi- Fresnos 52
to de peatones y conduc- Olmos 26
tores mucho más eleva-
Robles y encinas 15
do de lo que cabría su-
ponerle atendiendo úni- Parte del arbolado del acceso Álamos y chopos 7
camente a su apartada al solar de la plaza de toros Plátanos 5
ubicación, por varias Arces 4
razones. Por una parte, Frutales 2
justo al lado de este área Castaños de Indias 2
se ubica el aparcamiento Mirobolanos 1
público con más uso de
todo el municipio, siendo
el lugar desde el que OTROS 1
comienzan su visita a la
ciudad un gran número
de no residentes con Fotos aéreas de los años 2006 y
perfil turístico. 2007, mostrando la construc-
ción de la plaza de toros en su
Por otra parte, ese mis- actual ubicación
mo aparcamiento es usa- visibilidad de su arbola-
do con regularidad para do ornamental público
organizar actividades de tiene una relevancia ele-
gran afluencia vecinal, vada tanto para los veci-
como mercadillos (todos nos de todo el municipio
los viernes) y reuniones (no sólo los residentes
festivas (más ocasional- en esta zona), como para
mente). los visitantes ocasiona-
Por último, el propio so- les.
lar destinado a levantar En total, el número de
la plaza de toros durante ejemplares inventaria-
las fiestas patronales, dos ascendió a 121, re-
aunque normalmente sin partidos entre sólo 17
uso, lógicamente atrae especies diferentes.
muchísima gente durante Unos valores bajos, pero
esa semana. a pesar de los cuales hay
Por tanto, se puede con- algún elemento botánico
siderar que el grado de de interés especial en
esta zona.
192
Ejemplares de interés

Panorámicas del solar de la


El solar de la plaza de de jóvenes olmos, algu- gustias: p l á t a n o s plaza de toros, y de c/Dr. Fede-
toros se halla delimitado nos de ellos apenas varas (Platanus x hispanica), o rico Rubio
en gran parte de su perí- de un par de metros, pe- álamos y chopos (Populus
metro por casi medio ro que tienen el interés alba y P. nigra) de alrede-
centenar de fresnos co- de que parecen pertene- dor de 12 m.
munes (Fraxinus angusti- cer a la especie autóctona
La calle Dr. Federico Ru-
folia), presentes allí des- (Ulmus minor). Esta espe-
bio, destaca por la larga
de antes de construirse el cie, la misma a la que
alineación de robles rojos
coso, cuando esa parcela pertenece la emblemáti-
americanos (Quercus
tenía los mismos fines ca Olma del Ayuntamien-
rubra), que tiene la curio-
agropecuarios que las to, parece ser resistente
sidad de acabar con lo
adyacentes. Felizmente sólo durante sus primeros
que parece ser un peque-
se mantuvieron cuando años a la grafiosis, una
ño roble albar (Q. pe-
se decidió ubicar allí la enfermedad fúngica que
traea, o un híbrido cer-
plaza, por lo que algunos acaba por matar al árbol
cano), uno de los dos
ya alcanzan los nueve cuando comienza su ma-
ejemplares de todo el
metros (aunque también durez, y debido a lo cual
inventario de esta espe-
es cierto que las habitua- los olmos urbanos más
cie del norte peninsular,
les prácticas de desmo- habituales como adultos
pero rara en el centro de
che que se practican a son exóticos, parcialmen-
España.
estos árboles mientras te inmunes (olmos híbri-
son empleados como ra- dos U. x hollandica, o tam- Otras especies que apa-
món para el ganado pue- bién siberianos U. pumi- recen en el viario público
den lastrar para siempre la). Precisamente olmos de esta zona son los arces
su desarrollo, incluso ha- híbridos son los que se negundo y real (Acer ne-
biendo pasado a tener un puede encontrar en las gundo y A. platanoides),
fin ornamental posterior, aceras de las calles ale- el castaño de Indias
como sería el caso). dañas, varios de ellos ya (Aesculus Hippocasta-
bastante crecidos. num), el cerezo (Prunus
El lado de este solar que
avium), o el laurel (Laurus
limita con el gran aparca- Además de los olmos,
nobilis).
miento municipal de la otros árboles de gran
calle La Sierra está cu- tamaño de esta zona se Roble rojo americano (arriba) y
bierto por un densísimo hallan a lo largo de la lo que parece ser un joven roble
entramado de zarzas y calle Virgen de Las An- albar (abajo), ambos en c/Dr.
Federico Rubio
193
Otras zonas

Urb. Villas de Guadarrama


El exterior de la urbaniza-
ción (dcha.), y el pinar de Esta pequeña urbanización inmediatamente colin-
piñoneros de las inmedia- dante a la de Prado San Juan consiste en varias ali-
ciones (abajo)
neaciones de chalets adosados, perfectamente ce-
rrados al exterior y en cuya calle de acceso a ellos
no hay arriates ni ajardinamientos públicos.
No obstante, en sus inmediaciones existe un peque-
ño pero denso pinar de piñoneros (Pinus pinea), que
recibe un cierto mantenimiento y dispone de algunas
instalaciones típicas de lo que sería un parque pro-
piamente dicho (algún banco, papeleras y fuente de
agua). La mayoría de sus ejemplares crecen en buen
estado, y resulta relevante aunque sólo sea por la
particularidad de remedar un rodal seminatural de
pinos, una formación urbana distinta de la más habi-
tual alineación de paseo.

Solares de El Raso
A lo largo de la calle Río Guadiana, tras la urb. Los
Fresnos de La Jarosa, estos solares unen de manera
bastante directa el paseo del Molino del Rey con la
zona de acceso a los colegios, razón por la que tie-
Urb. La Reserva nen más tránsito del esperable por su mera tipolo-
gía urbana (sin edificar, ni asfaltar), siendo también
muy empleados como área de estacionamiento.
Cercana a Los Builes, esta pequeña urbaniza-
ción consiste en varios bloques de pisos, cuyos Su principal interés reside en los numerosos fresnos
jardines interiores no son de libre acceso. norteños (Fraxinus excelsior) con que ha sido orna-
mentada no hace mucho. Además también es un
Para llegar a ella, hay que ascender por la calle buen lugar para comprobar la facilidad con la que
Vereda del Colmenar, en cuya acera se alinean prolifera una especie invasiva como es el ailanto
un par de docenas de plátanos (Platanus x his- (Ailanthus altissima), pues la media docena de gran-
panica) y unos pocos chopos (Populus nigra). des ejemplares que crecen a lo largo de la calle dan
Pero el arbolado ornamental más relevante de como resultado que año tras año broten decenas de
esta zona es el correspondiente a un pequeño pequeños brinzales a su alrededor.
parque infantil, casi a la altura de la glorieta del
paseo de Los Tilos, compuesto por una densa
orla de fresnos comunes (Fraxinus angustifolia)
junto a, de nuevo, plátanos.

El pequeño parque de fresnos y plátanos de la zona


Un gran ailanto (izda.), y grupo de fresnos norteños (dcha.)

194
GLOSARIO
En cursiva se indican las palabras de una definición para las que a su vez también se ha incluido otra definición
en el glosario.

ACÍCULA: Hoja con forma de aguja, largas y muy estrechas, más o menos puntiagudas; son características de
muchas especies de coníferas (pinos, abetos, cedros, etc.).
ADPRESA: Aplicado a una hoja, que está muy apretadamente aplanada sobre la ramilla, como las de los cipre-
ses.
ADVENTICIA: Aplicado a una ramilla, que emerge directamente desde el tronco (y no desde otra rama mayor).
ALÓCTONA: Especie que no es nativa del lugar en que crece, sino que ha sido introducida (normalmente por
el hombre). Se contrapone a autóctona.
ALTERNAS: Aplicado a las hojas o yemas, cuando surgen sucesivamente a distintas alturas de la ramilla. En con-
traposición a opuestas.
AMENTO: Un tipo de inflorescencia, con forma de espiga alargada, cilíndrica, con flores diminutas de un único
sexo y escamillas protectoras. En distintas formas, es la típica de sauces o álamos.
ADPRESA: Aplicado a una hoja, que está muy apretadamente aplanada sobre la ramilla, como las de los cipre-
ses.
ARBORICULTURA: Conjunto de técnicas destinadas a la creación y cuidado de formaciones arbóreas.
ARRIATE: Estrechas tramos lineales, generalmente paralelas a viviendas o carreteras, con plantas ornamenta-
les destinadas a marcar una separación entre edificaciones y vías inmediatas.
AUTÓCTONA: Especie que es nativa del lugar en que crece. Se contrapone a alóctona.
BROTE: En el contexto de esta publicación, las hojas en proceso de formación.
CADUCIFOLIA: Planta que pierde todas sus hojas durante el invierno. Se contrapone a perennifolia.
COMPUESTA: Aplicado a las hojas, cuando están formadas por varias hojuelas claramente distinguibles, deno-
minadas foliolos. Pueden ser, a su vez pinnadas o palmeadas.
CONÍFERA: En términos muy generales, grupo de plantas cuyos cuerpos fructíferos tienen forma de conos le-
ñosos (piñas, más popularmente). Habitualmente tienen hojas aciculares y perennes, y portes más o menos pi-
ramidales.
CORIÁCEO: De consistencia parecida a la del cuero.
CULTIVAR: Variedad cultivada de una especie de planta, en la que se potencian rasgos concretos
(generalmente atípicos) con fines particulares, principalmente comerciales.
DIOICA: Planta en la que cada sexo se presenta en un pie diferente, con unos ejemplares de flores masculinas
y otros de flores femeninas. Se opone a monoica.
ESPECIE: En términos muy generales, unidad básica de clasificación biológica, en la que se agrupan todos
aquellos individuos de características muy semejantes y que habitualmente se cruzan sólo entre sí (en vez de
con individuos de otra especie, puedan o no hacerlo).
ELÍPTICA: Aplicado a una hoja, cuando no es mucho más larga que ancha, con ambos extremos atenuados so-
bre todo el de la base (más o menos en forma de barca).
ESPONTÁNEA: Planta que crece en un lugar sin que haya sido plantada deliberadamente, tanto si es autóctona
como alóctona.
FAMILIA: Grupo en el que se reúnen varios géneros con muchos rasgos en común, por estar muy emparenta-
das en términos evolutivos.
FOLIOLO: Cada una de las hojuelas de una hoja pinnada.
FRONDOSA: En términos muy generales, plantas cuyas hojas son anchas y planas (en oposición a las que tie-
nen hojas aciculares).
FUSTE: Eje principal del tallo leñoso de un árbol, desde el punto en que brota del suelo hasta que se interrum-
pe su desarrollo lineal, al dividirse o aparecer las ramas de primer orden.
GÉNERO: Grupo en el que se reúnen varias especies con muchos rasgos en común, por estar muy emparenta-
das en términos evolutivos. Corresponde al primero de los dos términos latinos del nombre científico de la
planta.

195
GLABRO: Lampiño, que no tiene pelos.
GLAUCO: De tonalidad gris azulado pálido.
HÍBRIDO: Ejemplar resultante de dos progenitores pertenecientes a especies diferentes.
INFLORESCENCIA: En el contexto de esta publicación, agrupación de flores dispuestas de manera más o me-
nos compacta. Para el caso particular de las coníferas, por definición plantas sin flores, se usa este término por
semejanza para referirse a los pequeños conos que suelen desarrollar para producir polen y óvulos.
LANCEOLADA: Aplicado a una hoja, cuando esta tiene forma de punta de lanza más larga que ancha estrecha-
da y progresivamente hacia la punta.
LENTICELA: Cada una de las pequeñas marcas circulares u ovaladas repartidas principalmente por la corteza
de las ramas y ramillas. Sirven para favorecer la transpiración de la planta.
MATA: Planta de tallo leñoso, ramificada desde la base y de escasa altura (típicamente menos de 1 m).
MONOICA: Planta en la que ambos sexos se presentan en un mismo pie, bien porque presente tanto flores
masculinas como femeninas, bien porque presente flores hermafroditas (con ambos sexos simultáneamente).
Se opone a dioica.
NUDO: Los puntos del tallo desde los que nacen las hojas o ramas de siguiente nivel. La porción de tallo que
separa dos nudos se denomina entrenudo.
OPUESTAS: Aplicado a las hojas o yemas, cuando se disponen por pares que surgen a la misma altura de la ra-
milla. En contraposición a alternas.
PALMEADA: Aplicado a una hoja compuesta, cuando esta se compone de varios foliolos dispuestos radialmente
desde su eje principal, semejante a los dedos de una mano abierta (ver pinnada).
PERENNIFOLIA: Planta que mantiene hojas verdes durante todo el año. Se contrapone a caducifolia.
PIE: En botánica, término habitual para referirse a cada uno de los individuos de una especie, sobre todo en el
caso de los árboles.
PINNADA: Aplicado a una hoja, cuando esta se compone de varios foliolos dispuestos paralelamente a uno y
otro lado de su eje principal, más o menos por parejas. A su vez pueden ser opuestas (cada par de foliolos sur-
ge del mismo punto) o alternas (surgen contrapeados). Atendiendo a su número pueden ser imparipinnadas
(rematadas con un último foliolo) o paripinnados (sin foliolo terminal).
PODA EN CABEZA DE GATO: La eliminación sistemática de las mismas ramas en podas sucesivas año tras año,
y que acaba provocando una excrecencia más o menos redondeada, formada por la acumulación de anillos de
cicatrización siempre en un mismo sitio.
PODA DE DESMOCHADO: Poda severa consistente en cortar todas las ramas de la copa a ras del tronco.
PODA DE MANTENIMIENTO: La eliminación de ramas, generalmente de segundo y tercer orden, sin afectar al
vigor del árbol ni a su porte, minimizando riesgos de rotura o interferencias con edificios, tendidos, etc.
PODA ORNAMENTAL: La que se realiza en la fase de formación de la planta para forzar una forma determinada
y con fines puramente estéticos.
PODA DE TERCIADO: Poda severa consistente en cortar indiscriminadamente todas las ramas principales de
un árbol hasta dejarlas aproximadamente en un tercio de su longitud.
PORTE: En botánica, término habitual para referirse al aspecto general de una planta.
PRUINA: Recubrimiento céreo de algunas partes de las plantas que les da un aspecto blanquecino.
PUBESCENTE: Cubierto densamente de pelos finos y suaves, a modo de pelusa. Similar a tomentoso.
RAMILLA: Las ramas más finas de la planta, de último orden, brotadas durante el último año.
SÁMARA: Tipo de fructificación provisto de una o varias extensiones en forma de ala para facilitar su dispersión
aérea, y que las semillas que portan germinen en nuevas zonas. En distintas formas, es la típica de arces, fres-
nos o ailantos.
TOMENTOSO: Cubierto densamente de pelos finos y muy pequeños, a modo de fieltro. Similar a pubescente.
VARIEGADO: Referido a la coloración de las hojas, de reborde blanquecino o dorado. Es frecuente que se cul-
tiven variedades comerciales de muchas frondosas con esta característica.
VERTICILADO: Aplicado a ramas u hojas, cuando varias de ellas (muy a menudo tres) brotan desde un mismo
nudo, de manera más o menos radial en torno al tallo.
YEMA: Brote o flor incipientes, aún no brotados, generalmente protegidos por una o varias escamas más o me-
nos duras, que se forman durante el invierno.
196
EL ARBOLADO URBANO
PÚBLICO DE GUADARRAMA
SU INVENTARIO, Y COMENTARIOS PARA SU
CONOCIMIENTO, CONSERVACIÓN Y MEJORA

Ayuntamiento de Guadarrama
Concejalía de Medio Ambiente e Infraestructuras
http://www.guadarrama.es

David Palomino Nantón


Inventarios y Análisis Medioambientales
Índice

RESUMEN ............................................................................................................... 201


INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 203
Importancia del arbolado urbano ............................................................. 203
Funciones del inventario del arbolado urbano ........................................ 204
Objetivos concretos del presente informe ............................................... 205
MÉTODOS .............................................................................................................. 207
Ámbito del inventario .................................................................................. 207
Geográfico ............................................................................................... 207
Taxonómico .............................................................................................. 208
Muestreo y fases de trabajo ...................................................................... 208
Variables consideradas ............................................................................. 209
Variables básicas ...................................................................................... 209
Variables dendrológicas ........................................................................... 209
Variables de emplazamiento ..................................................................... 211
Variables de estado y vigor del arbolado .................................................. 213
Variables de conflicto con infraestructuras ................................................. 215
Material ...................................................................................................... 216
RESULTADOS Y DISCUSIÓN .................................................................................. 217
Patrones generales .................................................................................... 217
Ejemplares y especies totales, y repartición taxonómica ............................ 217
Especies abundantes y especies escasas ................................................... 222
Especies autóctonas .................................................................................. 224
Especies alóctonas .................................................................................... 225
Patrones por tallas ..................................................................................... 228
Arbolado anómalamente bajo ................................................................... 234
Arbolado excesivamente alto (en relación a su grosor troncal) ................... 235
Patrones por tipos de emplazamiento y zonas ......................................... 235
Estado y vigor del arbolado ....................................................................... 244
Conflictos con otros elementos urbanos .................................................. 247
CONCLUSIÓN ........................................................................................................ 251
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................... 253
ANEXOS.  Planos descriptivos .............................................................................. 257

199
Resumen

La creciente importancia de los valores ambientales de la Sierra de Guadarrama como


señas de identidad local y como potenciales motores socioeconómicos, conlleva el reto
de que los municipios de esta región transmitan a vecinos y visitantes que sus espacios
urbanos se conciben de manera armónica con tan privilegiado entorno natural. Esta idea
cobra aún más relevancia en la medida en que, con la aún reciente declaración del Parque
Nacional de Guadarrama (Ley 7/2013, de 25 de junio, de declaración del Parque Nacional de
la Sierra de Guadarrama; BOE 26/6/2013), un buen número de municipios localizados al pie
de estas montañas presentan parte de su territorio dentro de alguna de las distintas áreas
de protección del parque. En el caso concreto del municipio de Guadarrama, los límites
de una de las Zonas de Transición del Parque Nacional son directamente adyacentes con su
casco urbano. Así, las acciones municipales para la mejora del patrimonio arbóreo de las
ciudades de la región resultan particularmente coherentes, y despiertan una elevada em-
patía ciudadana debido a la demostrada asociación que los seres humanos establecemos
entre árboles, bienestar y conservación ambiental.
Este informe, junto con la base de datos informatizada que lo acompaña (el inventario
propiamente dicho), responde a cuestiones concretas fundamentales para facilitar la ges-
tión de este patrimonio y para el cumplimiento de las normativas autonómicas en vigor. Así,
los resultados obtenidos en el presente informe permiten hacer algunas consideraciones
que, por basarse en datos cuantitativos y en razonamientos técnicos objetivos, pueden ser-
vir de guía a los responsables del mantenimiento y mejora del arbolado de Guadarrama en
la toma de decisiones concretas.
Como patrón general, el inventario arbóreo de Guadarrama es razonablemente com-
pleto, tanto en cantidad de ejemplares como en diversidad de especies libremente ac-
cesibles para todos los vecinos o visitantes del municipio. El número total de ejemplares
registrados ascendió a 12.636, repartidos entre 46 familias, 85 géneros y 142 especies, y
promediando un buen grado de madurez: 7 m de altura (de menos de 1 m a 27 m) y 28 cm
de diámetro del tronco (de menos de 5 cm a 140 cm). Como es siempre habitual en este
tipo de estudios, unas pocas especies presentan cierta sobreabundancia, tanto autóctonas
como alóctonas. En el caso de estas últimas, su excesiva presencia puede incrementar in-
deseablemente gastos de mantenimiento y conflictos potenciales, por lo que sería razona-
ble estabilizar su abundancia evitando en lo posible seguir plantándolos en el futuro (esto
es especialmente aplicable al caso de las que son consideradas especies invasoras, pero
muy comunes en los viarios urbanos, como el arce negundo Acer negundo, la robinia Robi-
nia pseudoacacia, o el ailanto Ailanthus altissima, entre otras).
De entre las especies que ya crecen en el municipio, las aún poco representadas y
más adecuadas a las condiciones ambientales de Guadarrama (i.e. especies autóctonas
del centro peninsular, identificadas en el informe), mejorarían sensiblemente el inventario,
201
pues siendo nativas a la vez que incrementarían la biodiversidad urbana minimizarían los
gastos de mantenimiento y los riesgos de plagas u otros problemas muy ligados a especies
sobreabundantes y/o peor preadaptadas (como muchas exóticas que, cíclicamente algu-
nos distribuidores comercializan masivamente, a pesar de no ser muy adecuadas a medio
o largo plazo para según qué zonas). Por otra parte, una mayor diversidad de especies que
tenga el potencial de mostrarse como un valor patrimonial y cultural de la ciudad, des-
pierta más fácilmente el interés y la curiosidad de los vecinos y visitantes que un arbolado
monótonamente repetitivo y menos atractivo visualmente, todo ello muy aconsejable en
términos de educación y concienciación ambiental, o de atractivo turístico.
A gran escala, el arbolado de carácter público se reparte bastante uniformemente por
todas las urbanizaciones y barriadas del municipio tanto en términos de abundancia como
de riqueza de especies, si bien la densidad ydiversidad son particularmente elevadas en el
conjunto de las grandes y colindantes urbanizaciones de Prado San Juan, Guadarrama y La
Llama. Los dos grandes ejes urbanos que atraviesan el municipio en forma de aspa, confor-
mados por las avenidas, paseos y áreas ajardinadas paralelas a las carreteras N-VI (Colla-
do Villalba-Puerto del León) y N-614/Los Escoriales (El Escorial-Los Molinos), configuran
sendos corredores arbóreos con bastante interés (sobre todo en el primer caso, por la gran
madurez de muchos de sus ejemplares), pero siempre sería muy recomendable potenciar
más su atractivo por constituir las principales vías de acceso y tránsito de los residentes y
visitantes de la ciudad.
Respecto a los principales parques del municipio, además de acoger un elevado núme-
ro de ejemplares (1.052 ejemplares; 1,5 pies/100 m²) son también bastante diversos, pues
junto a las especies más esperables en cualquier inventario urbano serrano (fresno común
Fraxinus angustifolia, olmo híbrido Ulmus x hollandica/pumila, plátano Platanus x hispanica,
chopo común Populus nigra, álamo común Populus alba, etc.), abundan un gran número de
especies que en Guadarrama son casi exclusivas de estos espacios (almez Celtis australis,
abedul Betula pendula, falso ciprés de Leyland Cuprocyparis leylandii, fresno rojo Fraxinus
pennsylvanica, o chopo peral Populus simonii, por citar sólo a las más destacadas cuantita-
tivamente). No obstante, muchos de los ejemplares más singulares del municipio en razón
a su talla o rareza taxonómica, se localizan en otras zonas, empezando por la emblemática
Olma del Ayuntamiento, por supuesto.
En general el estado de conservación del arbolado inventariado es bueno, si bien su
conflictividad potencial con los tendidos de suministro eléctrico y telefónico es algo ele-
vada en algunas urbanizaciones concretas. Además, se han identificado bastantes árboles
que requieren atención inmediata por parte del personal responsable (799 árboles, 6,3%
del inventario), debido a que sus troncos o grandes ramas principales presentan grietas,
oquedades o pudriciones profundas que eventualmente les puede llevar a partirse.
En definitiva, medidas que favorezcan el predominio de árboles más longevos y fuer-
tes, además de correctamente emplazados, implicarán necesariamente reducciones de los
costes de mantenimiento y del riesgo de accidentes, al tiempo que incrementan la calidad
del entorno urbano y la empatía ciudadana por su conocimiento y conservación. El presen-
te informe, junto con la base de datos informatizada que lo acompaña, pueden ser emplea-
dos para contribuir a estos objetivos.

202
Introducción

Importancia del arbolado urbano


Junto a las aves, los árboles son el grupo de organismos urbanos que más interés des-
pierta en los seres humanos, y por el que más esfuerzos dedicamos a su conservación
(baste compararlos, por ejemplo, con insectos o plantas herbáceas ruderales, organis-
mos muchísimo más abundantes y diversos en pueblos y ciudades, pero casi completa-
mente desconsiderados como patrimonio natural digno de atención). Así, las acciones
municipales destinadas a la mejora del patrimonio arbóreo urbano generan una gran
empatía entre los ciudadanos, debido a la asociación que los seres humanos estable-
cemos entre árboles, bienestar y conservación ambiental (Lohr et al. 2004; Sheets y
Manzer 1991).
Por tanto, los árboles urbanos han sido desde siempre elementos fundamentales en la
actividad social de pueblos y ciudades, y se han configurado como imprescindibles para la
estética y estructuración del espacio urbano, mereciendo el dictado de numerosas norma-
tivas específicas de manejo y conservación (Lafuente 2007). En este sentido, la Ley 8/2005
de Protección y Fomento del Arbolado Urbano de la Comunidad de Madrid (BOCM nº 312,
de 2005) recoge que “el árbol ha constituido el principal elemento conformador de la pre-
sencia de la naturaleza en la ciudad, llegando a ser determinante para el equilibrio de sus
organismos vivos, a la vez que un hecho social y cultural, así como un componente indis-
pensable para la estética y el funcionamiento del espacio urbano”. Además, indica que
“aporta un equilibrio ecológico, no sólo ejerciendo funciones reguladoras y depuradoras
de carácter ambiental sino, también, ofreciendo abrigo y protección para la fauna y la flora,
con lo que se garantiza, como consecuencia lógica, una mejora en la calidad de vida de los
ciudadanos”.
Estas afirmaciones no deben leerse como una mera exposición de vagas suposiciones e
ideas generales más o menos bienintencionadas, pero de carácter puramente administrativo y
de las que quepa esperar poco o ningún fundamento científico. Por el contrario, se sustentan en
la cada vez más amplia evidencia empírica que demuestra que el arbolado urbano constituye
una importante fuente de servicios ambientales (todo provecho que el medio natural aporte a
las poblaciones humanas, y que sea traducible en términos económicos; Tratalos et al. 2007;
Bolund y Hunhammar 1999), así como un indicador de calidad de vida (aquellos parámetros
cuantificables objetivamente que son representativos del bienestar de las poblaciones huma-
nas (Gómez-Lopera 2005). Así, existe una cada vez más amplia bibliografía técnica y científica
demostrando a partir de datos concretos las aportaciones del arbolado urbano, como las que
se enumeran a continuación (además de diversos trabajos de síntesis general en la materia:
Tyrväinen et al. 2005; Chiesura 2004; Dwyer et al. 1992):
• ECOLÓGICAS: Reducción del efecto invernadero, secuestro de carbono, captura
activa de polvo y moléculas nocivas, control de la escorrentía superficial, incremen-
203
to de la biodiversidad urbana y periurbana (Pullin 2010; Calderón et al. 2009; Nowak
et al. 2006; Palomino y Carrascal 2006).
• ECONÓMICAS: Ahorro energético, disminución de costes en atenciones médicas,
ahorro en mantenimiento de pavimentos, alcantarillados y mobiliario urbano, justi-
ficación del precio del terreno, atractivo turístico y de consumo (Hwang et al. 2017;
Donovan y Butry 2009; Wolf 2005; Maco y McPherson 2003; Akbari et al. 2001; Luttik
2000; Tyrväinen y Miettinen 2000).
• SOCIALES: Incremento de los parámetros de salud, disminución de los accidentes y
delitos, mayor empatía con el espacio público, sensibilización ambiental ciudadana,
herramienta educativa explícita (Harvey y Aultman-Hall 2015; Maas et al. 2009; Kuo
y Sullivan 2001).
• PAISAJÍSTICAS: Continuidad ciudad/medio natural, modulación del espacio urbano
visual/auditivamente, focalización de los centros de interés dentro del conjunto ur-
bano (Smardon 1988; Arnold 1980).
Por tanto, la mejora del arbolado urbano además de una obvia mejora de la biodiversi-
dad y habitabilidad locales (de por sí razones suficientes para velar por su conservación),
pueden suponer también una oportunidad de cara al desarrollo socioeconómico local de
algunos sectores. Por ejemplo, en relación al turismo de las comarcas serranas de Madrid,
la nutrida población ultraurbanita de la capital se ve cada vez más motivada a visitar regu-
larmente pequeñas poblaciones de la Comunidad (Gutiérrez 2002), y las razones iniciales
de este turismo rural (monumentos, gastronomía, fiestas locales…), quedan potenciadas
inmediatamente si el visitante las desarrolla en un entorno urbano con jardines y arbolado
ornamental atractivos.
En el caso particular del municipio de Guadarrama, el interés por valorar adecuada-
mente estos beneficios del arbolado urbano y su estado de conservación gana una relevan-
cia especial, al enclavarse en una de las comarcas con mayores valores medioambientales
de la Comunidad de Madrid (paisajes, biodiversidad, patrimonio cultural, etc.; Anónimo
2007). Más aún, con la reciente declaración del Parque Nacional de Guadarrama (Ley 7/2013
de declaración del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama; BOE 26/6/2013), los límites
de una de las Zonas de Transición del Parque son directamente adyacentes con el casco
urbano de Guadarrama.
Así, la creciente importancia de los valores ambientales de la Sierra de Guadarrama
como señas de identidad local y como potenciales motores socioeconómicos, conlleva el
reto de que los municipios de esta comarca transmitan a vecinos y visitantes que sus espa-
cios urbanos se conciben de manera armónica con tan privilegiado entorno natural.

Funciones del inventario del arbolado urbano


Con el presente proyecto, Guadarrama se sitúa entre los municipios de su comarca que más
atención prestan a la protección efectiva de este patrimonio natural, potenciando su disfru-
te público y su aprovechamiento como recurso cultural, educativo y turístico. Así, cumple
con uno de los requisitos básicos para la adecuada gestión del arbolado urbano municipal,
su inventario, un documento imprescindible para responder con rigor a cuestiones funda-
mentales de esta materia, y que al generar material temático y con base infocartográfica,
204
ofrece un marco de referencia técnico a los correspondientes responsables municipales de
su mantenimiento y mejora, su gestión económica, su divulgación ciudadana, etc. (Canosa
et al. 2003; Fernández-Villameytide 2002).
Puesto que el arbolado es un elemento urbano que evoluciona en el tiempo más rá-
pidamente que cualquier otro (por el mero hecho de estar vivo y crecer), esto exige una
mayor constancia en su mantenimiento y un ejercicio de previsión de posibles carencias y
conflictos. Por tanto, este estudio no sólo pretende describir el estado actual del arbolado
urbano municipal, sino también orientar acerca de decisiones futuras, entre las que sería
extremadamente positivo considerar iniciativas que requiriesen de la participación explí-
cita de los vecinos, algo que se ha demostrado supone grandes mejoras en la gestión y
estado global de conservación del arbolado urbano (Moskell et al. 2016; Boyce 2011).
Un aspecto muy importante de este estudio estriba en el hecho de que los patrones
descritos y las sugerencias que contiene se basan en datos cuantitativos y objetivos, anali-
zados mediante el uso de herramientas técnicas modernas (sistemas de información geo-
gráfica, análisis estadísticos) y la consulta de bibliografía especializada reciente. Con ello
se ha intentado trascender, en la medida de lo posible, de valoraciones subjetivas y basa-
das en meras impresiones personales, que aunque bienintencionadas no siempre son acer-
tadas (sobre su abundancia y emplazamiento precisos, estado de conservación, grado de
conflictividad, etc.). Todo esto debería redundar en una mayor efectividad de las iniciativas
que se tomen y en una reducción de costes municipales superfluos debidos al desconoci-
miento de las prioridades de gestión.

Objetivos concretos del presente informe


A continuación se exponen los principales objetivos planteados en la realización del pre-
sente estudio:
• Lograr el cumplimiento del Artículo 5 del Capítulo 2º de la Ley 8/2005 de Protección
y Fomento del Arbolado Urbano de la Comunidad de Madrid, donde se insta a las
entidades locales a contar con un inventario municipal, en el que se cuantifiquen as-
pectos básicos relacionados con la conservación de su arbolado urbano. De acuer-
do con esto, con este trabajo se dispondrá de la relación completa de los ejemplares
arbóreos presentes en el viario público municipal, identificados taxonómicamente
hasta el nivel más preciso posible en cada caso, y registrando sus coordenadas geo-
gráficas, dimensiones, lesiones más evidentes, y posible conflictividad.
• Facilitar el seguimiento técnico del arbolado municipal, ya que el presente estudio
incluye una base de datos de muy sencillo uso por parte del personal municipal
correspondiente. Actualizando regularmente la información de esta base de datos
(edad, morfometría, tasa de crecimiento, frecuencia e intensidad de podas, enfer-
medades, conflictos, observaciones del personal técnico, solicitudes por parte de
los vecinos, etc.) se dispondrá de una útil herramienta de gestión, con la que ca-
racterizar cada uno de los ejemplares, tanto los actuales como los que se puedan
incorporar al inventario en el futuro, y evaluar el resultado de las distintas acciones
realizadas en su mantenimiento.
• Incrementar la sostenibilidad ambiental y económica del municipio, pues los datos
del presente informe pueden ayudar a planificar futuras acciones de gestión del
arbolado urbano, mejorando los criterios objetivos sobre qué especies plantar y
205
dónde hacerlo. Así, con los datos ofrecidos debería ser más sencillo maximizar las
probabilidades de desarrollo de los árboles municipales y sus funciones socioam-
bientales, a la vez que se reducen los costes de su mantenimiento y el riesgo de
accidentes.
• Promocionar los valores medioambientales entre la ciudadanía, tanto vecinos como
visitantes de Guadarrama, pues mejorando su conocimiento del patrimonio arbó-
reo municipal se incrementa su interés e implicación en su conservación.

206
Métodos

Ámbito del inventario

Geográfico
En Guadarrama, al igual que en la mayoría de municipios de la comarca de Guadarrama, el
arbolado urbano se puede dividir en cuatro grandes categorías:
1. El de propiedad y/o mantenimiento municipal: situado en las calles y zonas verdes
públicas de libre tránsito pata todos los ciudadanos, así como en áreas más o me-
nos ajardinadas de instalaciones municipales, de acceso parcialmente restringido
(a horarios, fechas o colectivos particulares).
2. De propiedad y mantenimiento privado y comunitario, pero con tránsito totalmente
público: calles y zonas verdes explícitamente vinculado a urbanizaciones concretas,
pero en las que el acceso no se halla restringido.
3. De propiedad y mantenimiento privado y comunitario, sin tránsito público: calles y
zonas verdes de urbanizaciones con acceso restringido a vecinos particulares (nor-
malmente mediante portales u otras formas de separación explícita del resto del
viario público, para cuyo traspaso se requieren llaves y/o el permiso del personal
de portería).
4. De propiedad y mantenimiento privado e individual, sin tránsito público: jardines
de chalets particulares.
En el presente trabajo se han incluido siempre las dos primeras categorías, que pre-
sentan el rasgo común de constituir el arbolado urbano libremente accesible para todos
los vecinos o visitantes del municipio. Aunque el criterio de sobre quién recae la responsa-
bilidad de su mantenimiento es obviamente muy importante, de haberlo primado habrían
quedado excluidas la inmensa mayoría de calles fuera del casco central (la mayoría de las
urbanizaciones no han sido recibidas por el Ayuntamiento aún). En adelante, por sencillez,
a todo este arbolado incluido en las dos primeras categorías se le denominará público en
referencia a que los efectos (positivos o negativos) de su presencia pueden afectar a cual-
quier vecino o visitante de Guadarrama, si bien no sea exactamente correcto en cuanto a la
responsabilidad precisa de su mantenimiento.
El acceso al arbolado de las dos últimas categorías, aunque muy importante en algunas
zonas de Guadarrama por la enorme superficie y madurez de sus jardines, desgraciada-
mente no es viable según los presupuestos, plazos y métodos básicos del presente informe,
pues para poder inventariar estos árboles situados dentro de las viviendas unifamiliares
privadas sería necesario solicitar permiso a todos y cada uno de los correspondientes pro-
pietarios. No obstante, la normativa regional en defensa y protección del arbolado urbano
incluye tanto al de propiedad y mantenimiento público, como al emplazado en propieda-

207
des privadas. Y los argumentos e ideas expuestos previamente en torno a las funciones,
necesidades y valores del arbolado urbano no se aplican de manera distinta por el mero
hecho de que unos ejemplares se dispongan dentro o fuera de una finca particular. Por tan-
to, si en un futuro cercano se realizase un proyecto de inventario del arbolado urbano pri-
vado con una metodología específicamente diseñada a sus particularidades, la existencia
del presente trabajo constituirá un útil punto de referencia.

Taxonómico
Aunque no existe una definición única y estandarizada de lo que es un árbol, en la práctica
parece fácil clasificar o no como tales a la mayoría de las plantas propias del medio urba-
no, en función de si: 1) tienen una altura elevada (típicamente mayor de 2-3 m); 2) tienen
un fuste principal leñoso; y 3) se ramifican en su parte superior formando copa. Bajo estos
sencillos criterios se han considerado sin problemas a la gran mayoría de los ejemplares
presentes en Guadarrama.
No obstante, se dan varios casos particulares en los que estos criterios no son siempre
evidentes, y que se han resuelto de la siguiente manera, incluyendo también en los muestreos:
• Los pies menores de 2 m de altura en el momento de realizar el inventario (indepen-
dientemente de la razón: juventud, podas, porte arbustivo…), pero pertenecientes a
especies que sin ninguna duda superarán dicha altura si se les permite su desarro-
llo normal (una situación muy habitual por ejemplo en los acebos, madroños o tuyas,
entre otras especies).
• Los pies muy jóvenes aún sin apenas ramificar, pero con más de 1 m de altura (va-
ras), ya que en pocos años acabarán formando copa (la mayoría de las especies
recién plantadas en el momento de realizar este trabajo).
• Los pies pertenecientes a especies leñosas sin un fuste principal ni una copa bien
definidos mientras se mantienen en su porte arbustivo (el más habitual, por juven-
tud y/o podas continuas de mantenimiento), pero que cuando eventualmente logran
superar esa altura sí que los desarrollan más o menos netamente (como ocurre en
las adelfas, durillos, boneteros, laureles cerezos, fotinias o pitosporos).
• Los pies pertenecientes a especies que, sin ser estrictamente leñosas, desarrollan
una talla y morfotipo fácilmente asumibles como árbol (las palmeras, básicamente).

Muestreo y fases de trabajo


Durante los meses de noviembre y diciembre de 2017 se procedió a recopilar todos los
datos de campo necesarios para la realización del presente informe técnico, recorriendo a
pie y sistemáticamente todas las calles del municipio para registrar in situ la georreferen-
ciación de cada pie, su identificación taxonómica, la medición de variables, etc..
Durante los meses de noviembre y diciembre de 2017 también se procedió a la in-
formatización y procesamiento de todos los datos de campo obtenidos, para la creación
de la base de datos del inventario (consistente en una matriz de 12.636 filas x 33 colum-
nas=416.988 celdas).
Entre enero y febrero de 2018 se realizaron los análisis de los datos y la redacción del
presente informe.
208
Finalmente, también durante los meses de enero y febrero de 2018, se redactó la guía
divulgativa que acompaña a este estudio para sensibilizar a los vecinos y visitantes de Gua-
darrama sobre la importancia del arbolado urbano, y fomentar su interés en conocerlo más
detalladamente.

Variables consideradas

Variables básicas
Las variables de mayor importancia, que constituyen el eje en torno al que se articulan to-
das las cuestiones tratadas en este informe, son la identidad taxonómica de cada planta, y
su ubicación geográfica. Respecto a la primera, se registró para cada ejemplar su familia,
género y especie, atendiendo a los criterios más recientes y aceptados actualmente para
las especies que es posible encontrar en el centro peninsular (Llistosella y Sánchez-Cu-
xart 2017; López Lillo y López 2007; Johnson y More 2004; López Lillo y Sánchez de Lo-
renzo 2001). En el caso de algunos ejemplares identificados sin ninguna duda a nivel de
género, se optó deliberadamente por no forzar su asignación a una especie particular,
debido a que la enorme diversidad de sus híbridos ornamentales impide la aplicación de
criterios botánicos objetivos y/o sencillos (una circunstancia extremadamente habitual
en el caso de, por ejemplo, Ligustrum sp., Magnolia sp., Tilia sp., etc.; López Lillo y Sánchez
de Lorenzo 2001; Sánchez de Lorenzo 2005; Santamour y McArdle 1985).
En otros casos (463 pies: 3,6% de los 12.636 inventariados), la identificación no fue po-
sible a nivel de especie o incluso ni siquiera de género, debido fundamentalmente a tres
razones: 1) el árbol en cuestión no mostraba bien desarrollado algún rasgo morfológico
clave para su identificación, generalmente hojas o flores en el caso de las especies caduci-
folias, por realizarse el trabajo de campo durante el periodo invernal; 2) el árbol mostraba
caracteres aparentemente intermedios entre varias especies diferentes, achacables bien a
la variabilidad normal que se da entre los distintos individuos de una especie, bien a que se
tratase de un híbrido o variedad de cultivo atípico, algo muy habitual en arboricultura or-
namental, como se ha comentado anteriormente; o 3) el árbol había sido recientemente po-
dado mediante alguna técnica severa (de terciado, de desmochado o incluso directamente
cortado por debajo del nacimiento de la copa), limitando su reconocimiento únicamente a
la corteza, lo que en muchos casos es insuficientemente fiable.
Respecto a la ubicación geográfica, todos los pies se georreferenciaron obteniendo
sus coordenadas de latitud y longitud con una precisión de menos de un metro, según el
sistema geodésico de referencia vigente actualmente en España: ETRS89-30T (European
Terrestrial Reference System 1989, aplicado al huso 30).

Variables dendrológicas
Como es habitual en los inventarios de arbolado que incluyen miles de ejemplares, se
consideraron intervalos estandarizados en el registro de medidas dendrológicas básicas.
Esto tiene las ventajas de agilizar la toma de los datos de campo minimizando los errores,
al tiempo que se simplifica la interpretación de los resultados. Por otra parte, la medición

209
extremadamente precisa de la altura en unos organismos que crecen y cambian de forma
tan rápidamente, tanto por causas naturales (desarrollo normal) como artificiales (podas),
no resulta especialmente informativa.
Así, se consideraron seis categorías según la altura máxima alcanzada por la copa en
su extremo superior en el momento de la realización del muestreo:
– Menor o igual a 1 m
– Mayor de 1 m y menor o igual a 2 m
– Mayor de 2 m y menor o igual a 5 m
– Mayor de 5 m y menor o igual a 10 m
– Mayor de 10 m y menor o igual a 20 m
– Mayor de 20 m
En la primera categoría se incluyeron los pies convencionalmente calificados como
matas, con menos de 1 m de altura debido a que se tratara de: a) pies de cualquiera de las
especies, pero muy jóvenes y aún poco desarrolladas; b) pies adultos pero pertenecientes
a especies cuyo crecimiento es muy lento y/o cuyas alturas máximas no son muy grandes,
como las variedades ornamentales enanas de diversas especies arbóreas; o c) pies adultos
pero mantenidos artificialmente con porte arbustivo mediante podas continuas.
Hay que señalar que una buena parte de los árboles habían sido podados recientemen-
te antes de ser inventariados (por el personal de mantenimiento responsable en cada caso,
municipal o no). Aquellos en los que las podas de mantenimiento no fueron muy intensas,
permitieron calcular con fiabilidad el intervalo de alturas dentro del que se habría incluido
la copa completa del árbol. Pero en otros casos las podas realizadas sí fueron muy severas,
con ejemplares terciados o desmochados, e incluso drásticamente talados por debajo del
nacimiento de las ramas principales. No obstante, cuando fue posible, se trató de estimar
su altura “normal” previa a la poda mediante su comparación con ejemplares cercanos de
similar edad (y tomando como referencia sus perímetros troncales), mediante la inspección
de imágenes locales en la aplicación ‘Google StreetView’, o incluso preguntando a vecinos1.
De manera similar a las alturas, se consideraron seis categorías perimetrales del tron-
co, tomadas aproximadamente a 1,3 m (medida comúnmente denominada ‘dbh’: diameter
at breast height). En los casos de ejemplares con varios fustes principales se calculó el valor
medio de ellos, y en el caso de ejemplares con un tronco menor de 1,3 m de alto, la medida
se tomó inmediatamente antes del comienzo de las ramas principales:
– Menor o igual a 5 cm de diámetro
– Mayor de 5 cm y menor o igual a 10 cm
– Mayor de 10 cm y menor o igual a 20 cm
– Mayor de 20 cm y menor o igual a 50 cm
– Mayor de 50 cm y menor o igual a 100 cm
– Mayor de 100 cm

1 En cualquier caso esta circunstancia pudo originar una heterogeneidad en las alturas medidas entre ejemplares cerca-
nos que normalmente no se daría y una notable diferencia entre la altura aquí reseñada y la que pueda observarse en
poco tiempo, una vez rebrote el ramaje.
210
Variables de emplazamiento
El lugar del entramado urbano en el que crezca cada árbol puede ser muy determinante de
diversos aspectos directamente relacionados con su crecimiento, necesidades de mante-
nimiento, función social, etc. Atendiendo a esto se distinguieron cuatro grandes categorías
de emplazamiento del arbolado:
• 
Vial: El dispuesto, muy a menudo, más o menos en alineación a lo largo de calles bien
urbanizadas (en aceras, arriates, medianas, pequeñas glorietas…), y normalmente muy
cercanos y en paralelo a calzadas de tráfico o edificaciones. Como norma general, este
arbolado no forma parte de las actividades de descanso y recreo de los viandantes,
pues estas vías son principalmente de mero tránsito vecinal. Estos árboles han sido
plantados intencionadamente y reciben algún tipo de mantenimiento explícito regular.
• 
Zonal: Por una parte, el situado dentro de las áreas verdes y parques de acceso público
de mayor tamaño de la ciudad, siempre muy explícitamente destinadas a actividades
de descanso y recreo, al incluir zonas habilitadas para el reposo, el paseo, el deporte, el
juego infantil, la hostelería, etc. La madurez y/o diversidad del arbolado de estas áreas
son muy significativas, recibiendo algún tipo de mantenimiento regular. Son frecuentes
los pies extremadamente añosos, algunos por llevar presentes allí incluso desde antes
de las primeras acciones de ajardinamiento, muchas décadas atrás. Por la amplitud de
estos emplazamientos, estos árboles no suelen situarse muy próximos a edificaciones
y/o la calzada. Por otra parte, también incluye el arbolado situado en áreas menos ex-
tensas pero no estrictamente lineales (se consideraría entonces vial) y bajo escaso o
nulo mantenimiento pero plantado deliberadamente.
• 
Instalaciones municipales: el situado dentro de los límites de instalaciones públicas de
tránsito restringido a horarios, temporadas o colectivos particulares; en su mayoría
plantados intencionadamente y bajo algún tipo de mantenimiento explícito regular.
• 
Naturalizado: únicamente se consideraron en esta categoría aquellos ejemplares que
evidenciasen no haber sido plantados intencionadamente allí donde crecían, ni recibir
mantenimiento explícito regular recientemente. Es decir, se trató de registrar la con-
dición del árbol como plantado deliberadamente o brotado espontáneamente sin la
ayuda explícita del hombre (sólo en los casos en los que fue claramente posible elegir
entre ambas opciones, por la observación de distintos indicadores: mayoritariamente
se trató de pies de poca edad, normalmente situados al margen de las vías principales,
en solares abandonados o cunetas sin asfaltar (aunque, más raramente, también se lo-
calizaron algunos en áreas verdes o arriates atendidos).
Por otra parte, dentro de cada una de las cinco grandes categorías anteriores se es-
pecificó la ubicación particular o subemplazamiento de cada ejemplar atendiendo a la
funcionalidad de ese lugar:
• 
Acera Peatonal. Cuando el árbol se localizó dentro del tramo de calzada destinado
al tránsito peatonal, a menudo mediante un alcorque.
• 
Calzada de Tráfico. Cuando el árbol se localizó dentro del tramo de calzada destina-
do al tránsito rodado.
• 
Margen de Vía. Cuando el árbol se localizó en las inmediaciones de la acera o la
calzada, fuera de la superficie asfaltada, pero sin existir ahí un espacio específica-
mente destinado a su desarrollo (como un alcorque o un arriate).

211
• Isla de Aparcamiento. Alcorque emplazado en el borde de la calzada con el fin espe-
cífico de delimitar espacios de estacionamiento.
• Parque. Los parques de carácter público y mayor tamaño del municipio, en su mayo-
ría con árboles plantados intencionadamente y/o bajo algún tipo de mantenimiento
explícito regular. Su uso recreativo es siempre muy explícito, gracias a la presencia
de zonas habilitadas para el paseo, el ejercicio, el juego infantil, la hostelería, etc.
• Ajardinamiento de Urbanización. Superficies con usos y manejos similares a los de
la categoría anterior, pero distinguibles por estar ubicados dentro de los límites
de las urbanizaciones del municipio, y por ello de carácter más bien semiprivado
(o cuando menos de tránsito algo más acotado a sus propios vecinos). También se
consideran en esta categoría algunos pocos árboles de superficies fuera de las
urbanizaciones, pero sin entidad funcional o tamaño suficiente como para ser con-
siderados Parque, y los ubicados en el interior de las Instalaciones Municipales
(por su uso restringido a horarios, temporadas o colectivos particulares).
• Área Verde. Tipología en cierto modo intermedia entre las dos anteriores, pues co-
rresponde tanto a zonas dentro de las urbanizaciones como fuera de ellas, pero con
el común denominador de estar mucho menos claramente manejadas que Parques o
Ajardinamientos y/o carecer de los elementos típicos de las actividades recreativas; en
consecuencia, el ocio propiamente dicho en ellos no es tan explícito ni intenso. También
incluye los tramos de caminos intraurbanos transitados regularmente pero sin asfaltar.
• Arriate. Estrechos tramos lineales ajardinados, generalmente paralelos a viviendas,
aceras peatonales o carreteras, cuyas plantas ornamentales están destinadas a mar-
car una separación entre edificaciones y vías inmediatas. A menudo están orladas
por borduras o por setos. A los efectos de este informe, los arriates de gran longitud
han sido considerados Alineación de Paseo (ver debajo).
• Alineación de Paseo. Sucesión de numerosos árboles, a menudo de una misma es-
pecie, y dispuestos entre sí a intervalos regulares y cortos, a lo largo de una vía
peatonal de gran longitud que actúa como eje de conexión entre barrios o urbani-
zaciones.
• Glorieta o Mediana. Destinados a la canalización del tráfico rodado.
• Plaza Peatonal. Las pocas pero relevantes áreas del viario municipal identificadas
explícitamente como tales.
• Solar. Cuando el árbol crece sin manejo evidente en superficies ambiguas y no ads-
cribibles a ninguna categoría anterior (parcelas semiabandonadas, o usadas como
aparcamientos improvisados y otros usos públicos eventuales).
El inventario y su base de datos se han completado con otras variables descriptivas
de cada ejemplar, que también han sido importantes en el presente informe en cuestiones
concretas sobre la distribución espacial a gran escala del arbolado de Guadarrama:
• Nombre de la vía principal desde la que se accede a cada árbol. En el caso de las
urbanizaciones con callejeros muy densos y complejos que dificultaban asociar los
distintos pies con una sola calle concreta, se optó por el nombre de la calle de ma-
yor entidad en cuanto a longitud.
• Nombre de la urbanización, barrio o zona. Además de las grandes urbanizaciones explí-
citamente reconocidas como tales administrativamente, también se definieron otros gran-
des sectores urbanos como unidades oficiosas, debido a su ubicación, su funcionalidad
vial, o la entidad de sus actividades sociales prioritarias (colegios, casco antiguo…). Con

212
ello se pudieron realizar análisis espaciales comparando zonas similarmente amplias y
previsiblemente empleadas por colectivos vecinales más o menos homogéneos.

Variables de estado y vigor del arbolado


Como cualquier otro organismo, el árbol urbano ha de superar agresiones de distinto ori-
gen que pueden o no afectar a sus probabilidades de supervivencia futuras. Obviamente, los
ejemplares que peor superen estas agresiones tendrán mayores necesidades de manteni-
miento (no sólo para favorecer su supervivencia, sino para minimizar riesgos potenciales a
personas e infraestructuras), y verán mermadas su función social, etc. Atendiendo a esto se
distinguieron dos grandes tipos de afecciones relacionadas con estado y vigor físico de cada
ejemplar: 1) las relacionadas con lesiones muy evidentes en el fuste o alguna de las ramas
principales del árbol; y 2) las relacionadas con situaciones que descompensen el equilibrio
y progresión normal del crecimiento del árbol, aun en ausencia de lesiones:
1) LESIONES EN EL TRONCO O GRANDES RAMAS
– 
Grietas longitudinales en el tronco. Estas lesiones longitudinales que, por diver-
sas causas, muestran algunos árboles en sus capas más externas del tronco pue-
den debilitarlo, en la medida en que no cicatricen adecuadamente, sean coloni-
zadas por agentes infecciosos, etc.
– Descortezamientos/Secas significativas. La mayoría de los árboles pierden progre-
sivamente parte de la corteza de manera natural, por el simple desprendimiento
de las capas más externas. Pero en ocasiones, bien por causas mecánicas (como el
estacionamiento de coches) o por algún tipo de infección, se observa un descorte-
zamiento claramente anormal que deja al descubierto una superficie significativa
de sus capas de madera viva. En términos generales, cuanto mayor sea este descor-
tezamiento mayores problemas padece ya o padecerá en el futuro ese árbol.
– Oquedades significativas. Cuando la mala cicatrización de una lesión extensa
(una grieta amplia, un descortezamiento, una poda, etc.) exponen superficies
amplias de las capas más internas del árbol (albura y/o duramen) a la climatolo-
gía y agentes infecciosos, puede acabar formándose una oquedad. La principal
diferencia con las lesiones anteriores estriba en que estas aberturas acumulan
el agua de lluvia, que se infiltra al interior del árbol y favorece la acción descom-
ponedora de hongos y bacterias, incrementando el riesgo de pudrición y debili-
tamiento de esa parte del árbol (oquedades masivas, en la que se aprecian muy
claramente estos procesos de pudrición, son características de muchos viejos
fresnos, olmos y chopos desmochados).
– Podas severas. Se registró si el árbol había sido recientemente podado mediante
alguna técnica severa (de terciado, de desmochado o incluso directamente cor-
tado por debajo del nacimiento de la copa)2.
– Ángulos de inserción en “Y”. Se dan cuando la unión de una gran rama al tronco
se produce envolviendo parte de la corteza, de manera que externamente se
aprecia un pliegue anormal en forma de “Y”. Este tipo de crecimiento se deno-

2  o obstante, debe tenerse en cuenta que este conflicto ha quedado con toda seguridad muy infrarrepresentado en este
N
trabajo, pues o bien este tipo de poda se realizó en muchos ejemplares con posterioridad al muestreo de campo de este
trabajo, o bien en años anteriores, en función del turno anual de poda aplicado en cada urbanización.

213
mina ‘corteza incluida’, e implica una mayor debilidad en ese punto de inser-
ción, que puede desembocar en la fractura de la madera.
– 
Hongos/Pudriciones patológicas. Aunque la presencia de grandes hongos en el
tronco, al igual que la de insectos o manchas bacterianas, no tienen por qué in-
dicar que el árbol no sea capaz de resistir su infección, cabe pensar que cuanto
más extendidos estén en el árbol más problemas futuros pueden suponerle.
2) CRECIMIENTOS DESCOMPENSADOS
–  Inclinación excesiva. Existen multitud de factores que pueden provocar una incli-
nación del fuste principal de un árbol mayor de lo que correspondería a su por-
te natural: temporales climatológicos, un sistema de raíces poco desarrollado,
la excesiva cercanía de paredes u otros árboles, vandalismo, automóviles, etc.
Independientemente de la causa, estos árboles corren un riesgo potencial de
derribo o fractura al presentar su centro de gravedad anormalmente desplaza-
do, particularmente en aquellos casos en los que la inclinación se ha producido
repentinamente y/o cuando el árbol ya es adulto (los árboles jóvenes pueden
llegar a corregir estas inclinaciones compensando la dirección y desarrollo del
tronco y las nuevas ramas). Lógicamente, el umbral de inclinación a partir del
que un árbol caerá o se partirá con seguridad es imposible de definir unifor-
memente en todos los ejemplares, pues depende de multitud de factores. No
obstante, se ha considerado oportuno identificar a aquellos cuyos ángulos de in-
clinación eran mayores de 20° desde la vertical, por ser valores manifiestamente
elevados en comparación con el conjunto de árboles del inventario. Con esto se
facilitará un eventual examen por parte del personal municipal correspondiente
de los ejemplares prioritarios a este respecto.
–  Dominancia de algún lado de la copa respecto del resto. Debido a podas inco-
rrectas (mucho menos a menudo por otras causas, como rotura de ramas por
temporales o vandalismo) algunos ejemplares muestran una copa manifiesta-
mente asimétrica, que a medio plazo pueden suponer riesgos potenciales de
rotura.
–  Falta de espacio. La plantación de distintos pies muy cercanos unos de otros y la
competencia por la luz o el agua entre ellos, puede ocasionar el que alguno o va-
rios de ellos crezcan anómalamente (troncos inclinados, ramas principales con
angulaciones muy acodadas, ramaje excesivamente largo y delgado, etc.), con
el consiguiente riesgo de una geometría descompensada y propensa a roturas.
Debido a que el presente inventario fue realizado en pleno invierno, los insectos y hon-
gos defoliadores no pudieron ser registrados. No obstante, la presencia/ausencia de nidos
de procesionaria sí pudo ser considerada, siendo una de las plagas que más trastornos cau-
san no sólo por sus daños al arbolado, sino por sus molestias a los vecinos (especialmente
por las gravísimas lesiones que ocasionan a los gatos y perros domésticos).
En algunas de estas variables determinar su grado de severidad implica cierta subje-
tividad, dependiente de la percepción particular de cada técnico. Además, en el caso de
los árboles de mayores dimensiones, parte de su estructura sólo puede ser examinada con
enormes escaleras o elevadores fuera del alcance de los plazos y presupuestos de este
estudio. Por último, como ya se ha indicado, algunas infecciones no son detectables exter-
namente en los ejemplares, o lo son en épocas del año distintas de la aquí considerada. A
pesar de estos inconvenientes, se trató de cuantificar la gravedad de cada lesión asignán-
214
dole un valor de 1, 2 ó 3 en función de si los daños observados parecían leves, moderados o
elevados. Una vez que un árbol resulta muy severamente dañado, es muy normal que tam-
bién acabe manifestando otras lesiones, por lo que los casos más extremos del municipio,
los árboles en peor estado general según los criterios del presente informe, siempre serán
especialmente detectables y coincidentes bajo otros criterios u otros profesionales como
los más sensibles de todo el inventario. Por tanto, es muy razonable asegurar que median-
te esta categorización los responsables de mantenimiento del arbolado urbano disponen
de un listado rápido de los árboles que pueden requerir un examen particular inmediato,
independientemente de que eventualmente otros ejemplares puedan requerir también su
atención. De acuerdo con esta intención, la suma de todos los conflictos de cada tipo detec-
tados en cada ejemplar fue calculada como una forma de indicador rápido y jerarquizado
de los árboles a examinar.

Variables de conflicto con infraestructuras


El árbol urbano casi siempre debe crecer bajo las restricciones espaciales a que le obligan
multitud de elementos inherentes a la ciudad: edificaciones, calzadas y aceras, infraestruc-
turas, señalizaciones, etc. A menudo, el conflicto entre estos elementos y el árbol sólo es de-
tectado cuando este último ya está muy desarrollado, y su solución entraña muchos proble-
mas: de complejidad logística, riesgos laborales, costes económicos, molestias vecinales o
empobrecimiento ambiental. Uno de los objetivos del presente informe consiste en ayudar
a los responsables municipales del mantenimiento del arbolado urbano de Guadarrama a
identificar estos conflictos, no sólo para priorizar los casos de mayor riesgo, sino también
para mejorar futuras planificaciones urbanas. Así, se distinguieron seis grandes tipos de
conflictos entre el arbolado y las principales infraestructuras y servidumbres viales:
• 
Tendidos. Muy frecuentemente, los tendidos aéreos de electricidad y teléfono/internet
se localizan muy cercanos a árboles ornamentales. De hecho, en las avenidas o calles
más largas lo normal es que las filas de torretas o postes del cableado y las alineacio-
nes urbanas de árboles corran ambos muy paralelos. A medida que el árbol crece su
ramaje acaba acercándose excesivamente al entorno de los tendidos, que incluso aca-
ban inmersos dentro de la copa. Esta situación, no sólo genera fallos en el suministro
de luz o comunicaciones de los vecinos, sino que también dificulta mucho las tareas de
mantenimiento tanto del arbolado como de los tendidos, llegando a ser verdaderamen-
te peligrosas para los operarios (por riesgos de electrocución, de caída, o de resultar
golpeado por una rama podada, principalmente). Así, para identificar estos conflictos,
se señalaron todos aquellos árboles cuyas ramas se encontraron a menos de 3 m de
distancia de un tendido. En el caso de árboles plantados inmediatamente debajo de
un tendido, pero que por ser jóvenes y aún muy bajos distaban más de esta distancia
umbral, también se registró su potencial conflictividad futura.
• 
Alumbrado. La iluminación nocturna de algunas zonas puede verse muy reducida
cuando existen árboles muy interpuestos en el área de acción de las farolas. Aun-
que los muestreos de campo de este informe siempre fueron realizados de día ha-
ciendo difícil calibrar la importancia real de este conflicto en cada caso, se señala-
ron aquellos árboles en los que se constató que su copa entraba en contacto con la
luminaria, o que se disponían justo delante de la zona a iluminar bajo la farola.
• 
Aparcamiento. Cuando en áreas destinadas al estacionamiento de vehículos se plan-
tan árboles sin elementos separadores apropiados (bordillos, bolardos), es muy fre-
215
cuente que acaben produciéndose contactos entre ellos. Si el árbol es muy joven
normalmente resultará el peor parado (descortezamientos, inclinaciones, derri-
bos), mientras que si es más robusto lo será el vehículo (rayaduras, abolladuras).
Pero en cualquier caso, esta situación supone daños, molestias y costes económicos
que conviene minimizar. Por ello, se indicaron todos aquellos casos de árboles em-
plazados en zonas de aparcamiento habitual sin ningún tipo de elemento separador.
• 
Otros. Otros conflictos detectados durante los muestreos, pero con menos recurren-
cia que los anteriores, fueron también registrados, e incluyeron árboles creciendo
excesivamente cerca de muros o fachadas, dificultando la visibilidad de semáforos
o señales de tráfico, o afectando a los cajones de contadores eléctricos.
Al igual que en el caso de las variables de estado y vigor del arbolado, también se ha
considerado la suma de todos los conflictos de cada tipo detectados en cada ejemplar, para
que los responsables de mantenimiento del arbolado urbano dispongan de un indicador
rápido y jerarquizado de los árboles que pueden requerir un eventual examen particular.

Material
En la fase de campo, se empleó numerosa información cartográfica, obtenida de diferen-
tes fuentes de internet (‘Google Earth’; ‘Open Street Maps’, ‘IberPix’, ‘NomeCalles’, ‘Orux
Maps’, etc.). El material básico empleado en la obtención de los distintos datos de campo,
consistió en tableta digital, GPS, pértiga extensible de poda, cinta métrica, cámara fotográ-
fica y guías de identificación.
Las herramientas informáticas empleadas en las distintas fases del estudio incluyen los
siguientes programas: ‘Excel’ (para la creación de la base de datos del inventario, y el aná-
lisis de los resultados), ‘Image Tool’ (para la medición de parte del arbolado), ‘QGis’ (para
el cartografiado de los datos y el análisis de resultados), ‘Statistica’ (para el análisis de los
resultados), ‘Word’ (para la redacción del informe) y ‘Publisher’ (para la maquetación de la
guía de árboles).

216
Resultados y discusión

Patrones generales

Ejemplares y especies totales, y repartición taxonómica


El número total de ejemplares inventariados ascendió a 12.636 (MAPA 1-Anexo 1), reparti-
dos en base a criterios taxonómicos como se muestra en las TABLAS 1, 2 y 3:

TABLA 1.  Repartición de los ejemplares del inventario en función


de la familia botánica a que pertenecen (ordenados de mayor a menor número)

Número Número Porcentaje Porcentaje


de pies acumulado del total acumulado
Oleáceas (fresnos, aligustres, lilos, olivos) 1.839 1.839 14,6 14,6
Platanáceas (plátanos) 1.578 3.417 12,5 27,0
Rosáceas (almendros, ciruelos, manzanos) 1.471 4.888 11,6 38,7
Ulmáceas (olmos, almeces) 1.326 6.214 10,5 49,2
Pináceas (pinos, cedros, píceas, abetos) 1.210 7.424 9,6 58,8
Salicáceas (álamos, chopos, sauces) 915 8.339 7,2 66,0
Cupresáceas (cipreses, tuyas, sabinas) 783 9.122 6,2 72,2
Aceráceas (arces) 534 9.656 4,2 76,4
Fagáceas (robles, encinas, hayas, castaños) 341 9.997 2,7 79,1
Fabáceas (falsas acacias, sóforas) 285 10.282 2,3 81,4
Apocináceas (adelfas) 252 10.534 2,0 83,4
Moráceas (moreras, higueras) 243 10.777 1,9 85,3
Celastráceas (boneteros) 181 10.958 1,4 86,7
Lauráceas (laureles) 162 11.120 1,3 88,0
Tiliáceas (tilos) 138 11.258 1,1 89,1
Simarubáceas (ailantos) 112 11.370 0,9 90,0
Cesalpiniáceas (ciclamores) 107 11.477 0,8 90,8
Caprifoliáceas (durillos) 103 11.580 0,8 91,6
Juglandáceas (nogales) 84 11.664 0,7 92,3
Hamamelidáceas (liquidámbares) 81 11.745 0,6 92,9
Hipocastanáceas (castaños de Indias) 77 11.822 0,6 93,6
Malváceas (hibiscos) 72 11.894 0,6 94,1
Magnoliáceas (magnolios) 67 11.961 0,5 94,7
Arecáceas (palmeras) 62 12.023 0,5 95,1
Pitosporáceas (pitosporos) 61 12.084 0,5 95,6
Betuláceas (abedules, avellanos, carpes) 58 12.142 0,5 96,1
Aquifoliáceas (acebos) 57 12.199 0,5 96,5
Ericáceas (madroños) 51 12.250 0,4 96,9
Bignoniáceas (catalpas) 49 12.299 0,4 97,3
(Continúa en la página siguiente…)

217
(…continuación de la página anterior)
Número Número Porcentaje Porcentaje
de pies acumulado del total acumulado
Hydrangeáceas (celindas) 31 12.330 0,2 97,6
Buxáceas (bojes) 30 12.360 0,2 97,8
Agaváceas (cordilines, yucas) 26 12.386 0,2 98,0
Mimosáceas (mimosas) 26 12.412 0,2 98,2
Taxodiáceas (secuoyas, cipreses de pantano) 24 12.436 0,2 98,4
Garryáceas (laureles manchados) 19 12.455 0,2 98,6
Meliáceas (agriaces) 14 12.469 0,1 98,7
Tamaricáceas (tarayes) 13 12.482 0,1 98,8
Eleagnáceas (árboles del paraíso) 8 12.490 0,1 98,8
Adoxáceas (saúcos) 7 12.497 0,1 98,9
Berberidáceas (agracejos) 5 12.502 <0,1 98,9
Taxáceas (tejos) 4 12.506 <0,1 99,0
Punicáceas (granados) 3 12.509 <0,1 99,0
Sapindáceas (árboles de los farolillos) 3 12.512 <0,1 99,0
Vitáceas (vides) 3 12.515 <0,1 99,0
Araliáceas (hiedras) 2 12.517 <0,1 99,1
Ginkgoáceas (guinkos) 1 12.518 <0,1 99,1
Indeterminados 118 12.636 0,9 100,0
TOTAL 12.636 100

TABLA 2.  Repartición de los ejemplares del inventario en función del género
botánico a que pertenecen (ordenados de mayor a menor número)

Número de Porcentaje
pies del total
Platanus (plátanos) 1.578 12,5
Ulmus (olmos) 1.250 9,9
Fraxinus (fresnos) 1.244 9,8
Prunus (almendros, ciruelos y prunos) 1.209 9,6
Populus (álamos y chopos) 791 6,3
Pinus (pinos) 552 4,4
Acer (arces) 534 4,2
Cupressus (cipreses) 378 3,0
Quercus (robles y encinas) 323 2,6
Thuja (tuyas) 316 2,5
Cedrus (cedros) 295 2,3
Picea (píceas) 291 2,3
Ligustrum (aligustres) 285 2,3
Nerium (adelfas) 252 2,0
Syringa (lilos) 230 1,8
Robinia (robinias) 216 1,7
Morus (moreras) 204 1,6
Euvonymus (boneteros) 181 1,4
Laurus (laureles) 162 1,3
Tilia (tilos) 138 1,1
Salix (sauces) 124 1,0
Ailanthus (ailantos) 112 0,9
Viburnum (durillos) 103 0,8
(Continúa en la página siguiente…)

218
(…continuación de la página anterior)
Número de Porcentaje
pies del total
Juglans (nogales) 84 0,7
Liquidambar (liquidámbares) 81 0,6
Olea (olivos) 80 0,6
Aesculus (castaños de Indias) 77 0,6
Celtis (almeces) 76 0,6
Hibiscus (rosas de Siria) 72 0,6
Cotoneaster (griñoleras) 68 0,5
Magnolia (magnolios) 67 0,5
Abies (abetos) 64 0,5
Cercis (ciclamores) 64 0,5
Pittosporum (pitosporos) 61 0,5
Ilex (acebos) 57 0,5
Styphnolobium (sóforas) 54 0,4
Arbutus (madroños) 51 0,4
Catalpa (catalpas) 49 0,4
Eriobotrya (nísperos) 49 0,4
Betula (abedules) 43 0,3
Gleditsia (acacias de tres espinas) 43 0,3
Pyracantha (espinos de fuego) 36 0,3
Trachycarpus (palmitos elevados) 36 0,3
Photinia (fotinias) 35 0,3
Ficus (higueras) 32 0,3
Pyrus (perales) 32 0,3
Philadelphus (celindas) 31 0,2
Buxus (bojes) 29 0,2
Chamaecyparis (falsos cipreses de Lawson) 25 0,2
Cuprocyparis (falsos cipreses de Leyland) 24 0,2
Taxodium (cipreses de pantano) 21 0,2
Chamaerops (palmitos mediterráneos) 21 0,2
Crataegus (majuelos) 20 0,2
Aucuba (laureles manchados) 19 0,2
Juniperus (enebros y sabinas) 18 0,1
Acacia (mimosas) 17 0,1
Malus (manzanos) 17 0,1
Calocedrus (libocedros) 16 0,1
Cordyline (cordilines) 14 0,1
Melia (agriaces) 14 0,1
Castanea (castaños comunes) 13 0,1
Tamarix (tarajes) 13 0,1
Yucca (yucas) 12 0,1
Albizia (árboles de la seda) 9 0,1
Laburnum (lluvias de oro) 8 0,1
Sambucus (saúcos) 7 0,1
Broussonetia (moreras del papel) 6 <0,1
Carpinus (carpes) 6 <0,1
Eleagnus (árboles del paraíso) 6 <0,1
(Continúa en la página siguiente…)

219
(…continuación de la página anterior)
Número de Porcentaje
pies del total
Berberis (agracejos) 5 <0,1
Taxus (tejos) 5 <0,1
Cydonia (membrillos) 4 <0,1
Fagus (hayas) 4 <0,1
Corylus (avellanos) 4 <0,1
Koelreuteria (árboles de los farolillos) 3 <0,1
Phoenix (palmeras) 3 <0,1
Vitis (vides) 3 <0,1
Alnus (alisos) 2 <0,1
Hedera (hiedras) 2 <0,1
Larix (alerces) 2 <0,1
Punica (granados) 2 <0,1
Sequoiadendron (secuoyas) 2 <0,1
Sorbus (serbales) 2 <0,1
Ginkgo (guinkos) 1 <0,1
Indeterminados 141 1,1
TOTAL 12.636 100

TABLA 3.  Número de ejemplares de las especies más abundantes del inventario
(aquellas con, al menos, 20 pies registrados; ordenados de mayor a menor número)

Número de Porcentaje Porcentaje


pies del total acumulado

Platanus x hispanica 1.578 12,5 12,5


Ulmus x hollandica/pumila 1.171 9,3 21,8
Fraxinus angustifolia 1.087 8,6 30,4
Prunus cerasifera 636 5,0 35,4
Populus alba 516 4,1 39,5
Pinus pinea 390 3,1 42,6
Acer negundo 334 2,6 45,2
Thuja orientalis 295 2,3 47,5
Ligustrum sp. 285 2,3 49,8
Prunus laurocerasus 281 2,2 52,0
Nerium oleander 252 2,0 54,0
Populus nigra 244 1,9 55,9
Syringa sp. 230 1,8 57,8
Picea abies 220 1,7 59,5
Robinia pseudoacacia 216 1,7 61,2
Morus alba 198 1,6 62,8
Cupressus sempervirens 183 1,4 64,2
Euvonymus sp. 181 1,4 65,7
Cupressus arizonica 180 1,4 67,1
Laurus nobilis 162 1,3 68,4
Prunus dulcis 155 1,2 69,6
Cedrus deodara 152 1,2 70,8
Quercus pyrenaica 138 1,1 71,9
(Continúa en la página siguiente…)

220
(…continuación de la página anterior)
Número de Porcentaje Porcentaje
pies del total acumulado
Quercus ilex 132 1,0 72,9
Ailanthus altissima 112 0,9 73,8
Viburnum sp. 103 0,8 74,6
Fraxinus excelsior 100 0,8 75,4
Salix babylonica 96 0,8 76,2
Cedrus atlantica 89 0,7 76,9
Liquidambar styraciflua 81 0,6 77,5
Olea europaea 80 0,6 78,2
Juglans regia 79 0,6 78,8
Aesculus hippocastanum 77 0,6 79,4
Celtis australis 76 0,6 80,0
Hibiscus sp. 72 0,6 80,6
Cotoneaster sp. 68 0,5 81,1
Magnolia sp. 67 0,5 81,6
Ulmus minor 67 0,5 82,2
Acer platanoides 66 0,5 82,7
Cercis siliquastrum 64 0,5 83,2
Pittosporum tobira 61 0,5 83,7
Acer saccharinum 58 0,5 84,1
Ilex aquifolium 57 0,5 84,6
Styphnolobium japonicum 54 0,4 85,0
Arbutus unedo 51 0,4 85,4
Catalpa bignonioides 49 0,4 85,8
Eriobotrya japonica 49 0,4 86,2
Quercus rubra 44 0,3 86,5
Betula pendula 43 0,3 86,9
Gleditsia triacanthos 43 0,3 87,2
Prunus avium 42 0,3 87,6
Tilia cordata 39 0,3 87,9
Pinus sylvestris 38 0,3 88,2
Abies nordmanniana 36 0,3 88,5
Fraxinus pennsylvanica 36 0,3 88,7
Pyracantha sp. 36 0,3 89,0
Trachycarpus fortunei 36 0,3 89,3
Photinia sp. 35 0,3 89,6
Ficus carica 32 0,3 89,8
Philadelphus sp. 31 0,2 90,1
Acer pseudoplatanus 29 0,2 90,3
Buxus sp. 29 0,2 90,5
Picea pungens 29 0,2 90,8
Tilia tomentosa 28 0,2 91,0
Tilia x europaea 26 0,2 91,2
Chamaecyparis sp. 25 0,2 91,4
Cuprocyparis x leylandii 24 0,2 91,6
Acer campestre 23 0,2 91,8
Taxodium distichum 21 0,2 91,9
Chamaerops humilis 21 0,2 92,1
Crataegus monogyna 20 0,2 92,3
Pinus nigra 20 0,2 92,4
221
Como patrón general, el inventario de Guadarrama es razonablemente completo en
cuanto a la cantidad de árboles y la riqueza de especies libremente accesibles para todos
los vecinos o visitantes del municipio. Así, en total se han identificado casi un centenar y
medio de especies, pertenecientes a 85 géneros y 46 familias botánicas. Como se aprecia
muy gráficamente en la FIGURA 1 existe un fuerte patrón de dominancia taxonómica, pues
sólo cinco familias de las 46 registradas acumulan más de la mitad de todos los ejemplares
(oleáceas, platanáceas, rosáceas, ulmáceas y pináceas), y las 18 familias con al menos 100
ejemplares constituyen más del 90% de los árboles de todo el inventario.

FIGURA 1.  Repartición de los ejemplares del inventario


en función de la familia botánica a que pertenecen

2.000
1.800
1.600
1.400
1.200
1.000
800
600
400
200
0
Fagáceas (robles, encinas, hayas, castaños…
Cupresáceas (cipreses, tuyas, falsos cipreses,…
Rosáceas (almendros, ciruelos, cerezos,…

Fabáceas (falsas acacias, sóforas)

Pitosporáceas (pitosporos)

Ginkgoáceas (guinkos)
Moráceas (moreras, higueras)
Celastráceas (boneteros)

Juglandáceas (nogales)
Lauráceas (laureles)

Betuláceas (abedules, avellanos, carpes)

Buxáceas (bojes)

Berberidáceas (agracejos)
Taxáceas (tejos)
Hydrangeáceas (celindas)

Agaváceas (cordilines, yucas)


Salicáceas (álamos, chopos, sauces)

Apocináceas (adelfas)

Hipocastanáceas (castaños de Indias)

Mimosáceas (mimosas)

Meliáceas (agriaces)

Adoxáceas (saúcos)
Aceráceas (arces)

Simarubáceas (ailantos)

Aquifoliáceas (acebos)

Garryáceas (laureles manchados)

Tamaricáceas (tarayes)

Araliáceas (hiedras)
Oleáceas (fresnos, aligustres, lilos, olivos)

Ulmáceas (olmos, almeces)

Tiliáceas (tilos)

Caprifoliáceas (durillos)

Hamamelidáceas (liquidámbares)

Ericáceas (madroños)
Bignoniáceas (catalpas)

Vitáceas (vides)
Cesalpiniáceas (ciclamores)

Malváceas (hibiscos)
Platanáceas (plátanos)

Magnoliáceas (magnolios)
Arecáceas (palmeras)

Eleagnáceas (árboles del paraíso)

Punicáceas (granados)
Pináceas (pinos, cedros, píceas, abetos)

Taxodiáceas (secuoyas, cipreses de pantano)

Sapindáceas (árboles de los farolillos)

Especies abundantes y especies escasas


A partir de los patrones generales anteriores, se pueden realizar algunos comentarios a
nivel de especies particulares. Así, tres especies destacan muy claramente por encima de
todas las demás, hasta el punto de que ellas solas acumulan casi la tercera parte de todos
los árboles registrados: el plátano de sombra (Platanus x hispanica, 1.578 pies), el olmo
híbrido de Holanda/Siberia (Ulmus x hollandica/pumila, 1.171 pies), y el fresno de hoja es-
trecha (Fraxinus angustifolia, 1.087 pies).
El plátano es la especie por excelencia tanto en alineaciones ornamentales de avenidas
y bulevares como en emparrados de plazas y parques, debido a la frondosidad de su sombra,
su rápido crecimiento y su paradigmática resistencia a todo tipo de agresiones (plagas, vanda-
lismo, podas absurdamente severas…). En Guadarrama cabría destacar algunas alineaciones
particularmente vistosas, cuantiosas y bien manejadas, como las de las calles Dehesa de los
Panes y Fuente del Espino, o los emparrados del parque de La Iglesia, en pleno corazón de la
222
ciudad, aunque su condición de especie más abundante de Guadarrama se debe a que prácti-
camente todas las urbanizaciones y barrios de la ciudad acogen un buen número de plátanos.
De manera similar al plátano, el olmo híbrido se halla masivamente introducido en toda
España como especie urbana desde finales del siglo XX, y en Guadarrama es la especie ne-
tamente predominante en los ajardinamientos de algunas urbanizaciones concretas, como Fin
de Semana, Guadarrama, Jarosa I, Jarosa II y Jarosa III. La asignación taxonómica de los olmos
de Guadarrama, como en la mayoría de las localidades de España, requiere una explicación
detallada. Durante el periodo de muestreo para la obtención de datos de campo de este in-
ventario, realizado durante el invierno de 2017-2018, un buen número de especies de árboles
caducifolios carecían de hojas, de acuerdo a su fenología. En algunos casos la morfología de
las hojas es uno de los rasgos diagnósticos más fiables para distinguir entre congéneres muy
semejantes, como es el caso de los distintos olmos peninsulares (Cogolludo et al. 2001; http://
www.olmosvivos.es/aprende-a-distinguirlos/). Además, se da la circunstancia de que los ol-
mos urbanos de buena parte de España pertenecen a formas híbridas entre pares de especies
particulares, cada una de las cuales, a su vez, se cultiva bajo muy diversas variedades. Esto se
debe, sobre todo, a que a las formas híbridas se les atribuye algo más de resistencia a la grafio-
sis, una enfermedad fúngica transmitida por un coleóptero que ataca desde mediados del siglo
XX a las especies autóctonas de olmos europeos, habiéndolas situado casi al borde de la extin-
ción (Caudullo y de Rigo 2016; Gil et al. 2002). Así, durante los años 80 del pasado siglo se inició
el Programa Español del Olmo, promovido por el antiguo ICONA y la Escuela de Ingenieros de
Montes de la Univ. Politécnica de Madrid, y que en sus primeros años se centró en crear olmos
resistentes a la grafiosis mediante cruzamientos de los ejemplares autóctonos, principalmente
entre el olmo común (U. minor; autóctono de la Península) y el olmo siberiano (U. pumila intro-
ducido desde Asia; aunque también se emplearon otras combinaciones como el olmo de Japón
U. davidiana, o el olmo del Himalaya U. wallichiana). Algo más tarde también se extendieron
mucho los olmos holandeses (Ulmus x hollandica), obtenidos a partir de nuevos cruzamientos
con otro olmo autóctono, el montano (Ulmus glabra). Toda esta enorme diversidad de ejempla-
res híbridos se distribuyó con profusión por toda la geografía española, y muy especialmente
en pueblos y ciudades en donde los tradicionales olmos autóctonos habían desaparecido casi
por completo durante los años 60 y 70. Lógicamente, los ejemplares supervivientes de estos
híbridos presentan rasgos morfológicos intermedios entre los de las especies progenitoras.
Para complicar aún más esta situación, estos híbridos urbanos no sólo proceden de cruzamien-
tos realizados intencionada y controladamente por los viveristas e ingenieros forestales, sino
también de polinizaciones silvestres espontáneas de segunda o tercera generación, para los
que existen multitud de posibilidades de retrocruzamiento en cuanto a sus progenitores po-
tenciales. En definitiva, la población de olmos urbanos de Guadarrama, como en el caso de
muchas otras de España, consiste en un gradiente continuo de ejemplares desde los que mues-
tran rasgos canónicos de alguna de las especies originales (los menos), hasta los claramente
mestizos (la mayoría). Aunque no se dispone de datos, es muy posible que la mayoría de los
olmos de hasta 40 años de Guadarrama pertenecieran directa o indirectamente a uno de estos
programas de reforestación urbana con formas híbridas (y muchos otros del pueblo de edad
semejante o incluso más jóvenes, pues el fomento de la plantación de estos árboles en la zona
centro de España llega hasta hoy en día: http://www.europapress.es/castilla-y-leon/noticia-to-
tal-32-pueblos-segovia-plantara-360-olmos-cedidos-centro-recursos-geneticos-forestales-val-
sain-20150311122202.html; 11-03-2015). Por ello, en la mayoría de los casos de este inventario
se ha asumido que, con una muy elevada probabilidad, se trataba de un olmo híbrido. No obs-
tante, algunos ejemplares particulares permitían postular su pertenencia (o hibridación leve)
223
con el olmo común (Ulmus minor, especie a la que pertenece la emblemática Olma del Ayun-
tamiento) debido a la confluencia de varias características, como yemas algo menos esféricas,
ramillas con cobertura tomentosa y/o presencia de “costillas” corchosas, y hojas con aurículas
basales muy asimétricas y haz áspero. Pero en todo caso se debe aceptar que una inspección
más detallada durante la primavera de los ejemplares podrían indicar algunos fallos de identi-
ficación (aunque, en realidad, la complejidad taxonómica de este género es hoy tan grande que
la mera morfología de los ejemplares no es un buen indicador de su especie, siendo imprescin-
dible recurrir a análisis genéticos: Brunet et al. 2013; Cogolludo y Agúndez 2000).
En el caso del fresno, su sobreabundancia de debería principalmente a que buena parte
de ellos no han sido plantados intencionadamente, al menos recientemente, sino que forman
parte de la vegetación espontánea de la zona, particularmente los centenares de ejempla-
res de algunas áreas verdes periféricas (y poco manejadas) de urbanizaciones colindantes
con grandes fincas aún forestales, como en Vallefresnos, Parque PYR o Fresnos de La Jarosa.
No obstante, también aparece muy regularmente representado dentro del casco urbano en
arriates y aceras de las urbanizaciones (destacan por su madurez y continuidad los de la ca-
lle Doctor Gómez Ruiz), o en jardines de urbanizaciones (Jarosa I o Guadarrama, entre otras).
Esto se debe a que la perfecta adaptación de esta especie autóctona a las condiciones am-
bientales de Guadarrama, le permite prosperar en el viario urbano sin mayores problemas.
Esta ubicuidad, que en el caso de otras especies exóticas supondría un problema notable (por
sobreabundancia descontrolada y mayores necesidades de mantenimiento o reposición), en
el caso de los fresnos es de agradecer, por ser tan representativo del acervo ecológico de la
región. Así, los fresnos son una indudable especie identitaria de las laderas de la sierra de
Guadarrama (Calleja 2009; Blanco et al. 1998), y de esta ciudad en particular: un verdadero
emblema de su historia socioeconómica, cultural y ecológica con una riquísima historia de
aprovechamientos tradicionales que justifica su buena representación en el viario municipal.
Otras especies, también muy abundantes en Guadarrama (a pesar serlo mucho menos que
las tres anteriores) siempre aparecen entre las más comunes de cualquier inventario urbano
del centro de España. Así, si establecemos como punto de corte significativo el exceder de 200
ejemplares, entre las autóctonas tenemos al álamo y al chopo comunes (Populus alba y P. nigra;
516 y 244 pies, respectivamente), al pino piñonero (Pinus pinea; 390 pies) y a la adelfa (Nerium
oleander; 252 pies). En cambio, entre las alóctonas encontramos a un mayor número de espe-
cies: el mirobolano o ciruelo de Pissard (Prunus cerasifera; 636 pies), el arce negundo (Acer
negundo; 334 pies), la tuya oriental o biota (Thuja orientalis; 295 pies), el aligustre (Ligustrum sp.;
285 pies), el laurel cerezo (Prunus laurocerasus; 281 pies), el lilo (Syringa sp.; 230 pies), la pícea
común (Picea abies; 220 pies) y la robinia (Robinia pseudoacacia; 216 pies). Esta distinción entre
especies en función de su ámbito de origen (autóctonas: especies nativas de alguna región de
la Península Ibérica en estado silvestre; alóctonas: especies exóticas, en muchos casos ajenas
incluso a la flora europea; naturalizadas: especies introducidas en Iberia desde tiempo inmemo-
rial, tan ampliamente cultivadas y asilvestradas que actualmente es casi imposible determinar
su región de origen) es relevante de cara a una mejor gestión del inventario. En los párrafos
siguientes se realizan algunos comentarios a este respecto.

Especies autóctonas
En el caso de Guadarrama se da la particularidad de que entre sus especies urbanas más
extendidas aparecen varias muy representativas del acervo ecológico peninsular (Blanco
224
et al. 1998): fresnos, comunes en su gran mayoría como ya se ha dicho, pero también al-
gunos norteños y de flor (F. excelsior y F. ornus; 100 y 13 pies, respectivamente), álamos y
chopos (760 pies en total), robles y encinas (Quercus pyrenaica y Q. ilex; 270 pies), o pinos
de hasta cinco especies peninsulares (Pinus pinea, P. pinaster, P. sylvestris, P. nigra y P. ha-
lepensis; casi 500 pies en total). La abundancia de estas especies ibéricas, perfectamente
adaptadas a las condiciones ambientales de la zona, no conlleva tantas connotaciones ne-
gativas como en el caso de las especies alóctonas, pero en cualquier caso, siendo ya tan
numerosas tampoco se contarían entre las prioritarias en el caso de que se planteasen
nuevas incorporaciones al inventario. De hecho, bastantes de los pies de estas especies
han brotado espontáneamente a lo ancho del viario municipal y sus zonas verdes o estaban
presentes antes de implantar las urbanizaciones, y previsiblemente así seguirá ocurriendo
sin mayores esfuerzos.

Especies alóctonas
La sobreabundancia de cualquier especie alóctona, y por ello no siempre bien adaptada a
las condiciones ambientales de cada zona, incrementa su vulnerabilidad a plagas y enferme-
dades en un medio, el urbano, que ya de por sí no es nada favorable para el desarrollo de los
árboles. Además la ubicuidad y monotonía con que a menudo se plantan estas especies resta
atractivo estético y valor educativo al conjunto del inventario. Por tanto, como norma general,
no es aconsejable que Guadarrama refuerce las poblaciones de estas especies en futuras
ampliaciones del arbolado, pues no sólo no incrementan la diversidad municipal, sino que en
ocasiones requieren un gran gasto de mantenimiento por su mal estado de salud, especial-
mente durante los primeros años tras su plantación (Gilbertson y Bradshaw 1990). Más aún,
entre estas especies sobreabundantes y no nativas, hay varias que son consideradas especies
invasoras a erradicar de los hábitats naturales peninsulares, donde desplazan a las especies
autóctonas, debido al elevadísimo potencial colonizador de sus poblaciones urbanas. Este
sería el caso del arce negundo, el aligustre o la robinia, que suman 835 ejemplares3, y son tres
de las especies arbóreas con mayor potencial invasivo de la Península Ibérica (Real Decreto
630/2013, de 2 de agosto, por el que se regula el Catálogo Español de Especies Exóticas Inva-
soras; Rivas et al. 2015; Castro-Díez et al. 2009; Elorza et al. 2004). El aligustre (nativo de Asia
oriental) y la robinia y el negundo (ambos de EE.UU.), aunque introducidas deliberadamente
en todas las ciudades como ornamentales, han acabado naturalizándose en otros hábitats
distintos del urbano gracias a sus altas tasas reproductoras, su adaptabilidad ambiental y su
rapidez de crecimiento. Como resultado, estos árboles han proliferado por doquier, alterando
la estructura de los hábitats naturales y desplazando a las especies autóctonas de múltiples
maneras (p. ej.: cerrando claros forestales, colapsando vegas y arroyos, compitiendo por los
insectos polinizadores, etc.; Vilà et al. 2011). Por lo tanto, es muy recomendable no fomentar
nuevas incorporaciones de estas especies, ya muy abundantes, al viario de Guadarrama (a
ser posible informando de ello también a los propietarios particulares de jardines y fincas) y
establecer un seguimiento de su actual población para prevenir expansiones incontroladas
dentro y fuera de los límites urbanos. Otra especie para la que cabría hacer la misma consi-
deración sería el ailanto (Ailanthus altissima; exótica de China), pues aunque menos abundan-
te que las anteriores, sus 112 ejemplares son suficientes para que rápidamente se dispare su
población, debido a su elevadísimo potencial invasor (Constán-Nava et al. 2010).

3 Y sin haberse considerado para este estudio los miles de ejemplares de aligustre plantados bajo elevadísimas densida-
des en la formación de setos separadores, permanentemente mantenidos en porte arbustivo.
225
Por lo tanto, parece claro que para ampliar o equilibrar el espectro taxonómico del in-
ventario se debería buscar entre especies más escasas, puesto que la mitad de las familias
están representadas en el inventario con un número de 70 o menos ejemplares en total.
Lógicamente, algunas corresponden a especies alóctonas, poco apropiadas para las condi-
ciones ambientales serranas, e incluso con algún rasgo poco deseable, por lo que no sería
recomendable realizar refuerzos poblacionales. Por poner algún ejemplo, el agriaz (Melia
azedarach; 14 pies) es una especie de muy atractiva floración pero con frutos notablemente
venenosos, mientras que la catalpa (Catalpa bignonioides; 49 pies) es más propia de climas
algo más atemperados. En otros casos, como la mimosa (Acacia dealbata; 17 pies) o la sófo-
ra (Styphnolobium japonicum; 54 pies), aunque aún no son particularmente abundantes en
Guadarrama, sobre todo si tenemos en cuenta lo mucho que se observan en los parques
y avenidas de otras ciudades, no es muy recomendable su plantación por estar incluidas
entre las especies exóticas invasoras en España (Elorza et al. 2004). Por tanto, a pesar de su
escasez, en ninguna de estas especies.
Pero existen numerosas posibilidades mediante las que sí se podría enriquecer nota-
blemente el inventario urbano municipal si en el futuro se plantasen ejemplares de esas
especies. Para ello convendría priorizar a las especies con mayor potencial adaptativo a
las condiciones climáticas y edafológicas de Guadarrama, y centrarse en las especies ya
presentes y que constatan su capacidad para prosperar en esta ciudad.
1) En primer lugar, algunas especies autóctonas de la Península Ibérica están aún
poco representadas en el inventario, a pesar de su gran potencial patrimonial al
estar incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Comunidad
de Madrid (Decreto 18/1992 por el que se aprueba el Catálogo Regional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres y se crea la categoría de árboles singulares;
BOCM nº 85, de 1992): el abedul (Betula pendula; 43 pies), el madroño (Arbutus une-
do; 51 pies) o el acebo (Ilex aquifolium; 57 pies); los dos últimos constituyen casos
particulares, además, en el sentido de que además de no ser aún particularmente
abundantes, suelen aparecer en condiciones de cultivo y/o manejo que implican un
porte semiarbustivo que limita sus notables cualidades ornamentales.
2) En segundo lugar, también cabría considerar el refuerzo de muchas otras especies
autóctonas que actualmente aparecen en el inventario de modo meramente testi-
monial (menos de 10 ejemplares), a pesar de que podría prosperar sin demasiados
problemas: el saúco (Sambucus nigra), el haya (Fagus sylvatica), los enebros común y
de la miera (Juniperus communis y J. oxycedrus), los robles quejigo, albar y carballo
(Quercus faginea, Q. petraea y Q. robur), el arce de Montpellier (Acer monspessula-
num) o los serbales común y de cazadores (S. domestica y Sorbus aucuparia), como
más destacables.
3) En tercer lugar, se podrían incorporar más ejemplares de otras especies ibéricas
que aunque no tan escasas en Guadarrama como las anteriores, no son en absoluto
sobreabundantes, como por ejemplo los tilos de hoja pequeña y de hoja grande (T.
cordata y Tilia platyphyllos; 39 y 17 pies, respectivamente), el pino silvestre (Pinus
sylvestris; 38 pies), el arce menor (Acer campestre; 23 pies) o el fresno de flor (F. or-
nus; 13 pies).
4) Por último, también sería interesante considerar el incremento de efectivos de es-
pecies naturalizadas desde muy antiguo, con un gran valor cultural, y perfectamente
tolerantes a las condiciones de la región, como el castaño (Castanea sativa; 13 pies)
o el nogal (Juglans regia; 79 pies).
226
De cualquier modo, la proporción de especies del inventario en función de su ámbito de
origen (alóctonas: especies exóticas, en muchos casos ajenas incluso a la flora europea; autóc-
tonas: especies nativas de alguna región de la Península Ibérica en estado silvestre), mantiene
un poco recomendable sesgo a favor de las alóctonas (64% vs. 32%, más un 4% restante de es-
pecies naturalizadas; TABLA 4; MAPA 2-Anexo 1). Por tanto, es recomendable tratar de revertir
esta circunstancia, por su efecto en diversos aspectos relevantes para el abaratamiento y faci-
lidad de la gestión municipal (mayor supervivencia de las especies, menor potencial invasivo;
menores necesidades de mantenimiento, mayor valor patrimonial local, etc.).
Otro aspecto algo llamativo del inventario realizado es la proporción relativamente
baja de las especies de coníferas y otras especies perennifolias frente a las caducifolias
(32 vs. 68%, respectivamente). En la TABLA 4 también se muestra esto en combinación con
el ámbito de origen biogeográfico comentado anteriormente, y en el MAPA 3-Anexo 1) se
muestra cómo se reparten ambos tipos de especies.
TABLA 4.  Repartición de los ejemplares del inventario en función de los dos grandes
grupos de hoja en que se pueden dividir, y de su ámbito de origen biogeográfico
(se excluyen 286 árboles con problemas de identificación)

Caducifolias Perennifolias TOTAL

Alóctonas 5.424 2.527 7.951 64,4 %


Naturalizadas 379 80 459 3,7 %
Autóctonas 2.568 1.372 3.940 31,9 %
TOTAL 8.371 3.979 12.350
67,8 % 32,2 %

En un contexto urbano, esta desproporción en cuanto a la persistencia del follaje tiene


bastante relevancia, no sólo en términos de diversificación del inventario, sino también en
cuanto a la generación de microclimas urbanos (las especies perennifolias actúan como
barreras contra el viento o la lluvia invernales más efectivamente que las caducifolias), la
inversión municipal (las podas de mantenimiento y la limpieza de calles son mucho meno-
res en el caso de las perennifolias), o la estacionalidad del atractivo estético para vecinos
y visitantes (las especies perennifolias mantienen su forma y colores todo el año). A este
respecto sería recomendable la incorporación de nuevos ejemplares de las especies de
coníferas y otras perennifolias de buen porte que ya prosperan adecuadamente, como pí-
ceas (Picea sp.), cedros (Cedrus sp.) o magnolios (Magnolia sp.). Si además se tratase de
enriquecer la diversidad botánica municipal mediante especies más escasas y que tam-
bién puedan prosperar con razonable facilidad bajo el clima de la comarca, en el caso de
las autóctonas cabría citar como posibles ejemplos a los dos únicos abetos ibéricos (Abies
alba y A. pinsapo; con apenas un par de ejemplares claramente identificados de cada uno,
más unos pocos probables híbridos o variedades de ellos), o los enebros común y de la
miera (Juniperus communis y J. oxycedrus; 7 pies en total); en el caso de las especies alócto-
nas con baja conflictividad potencial e innegable atractivo, se pueden sugerir entre otros a
la secuoya gigante (Sequoiadendron giganteum; 2 pies), el abeto de Douglas (Pseudotsuga
menziesii; 6 pies) o el libocedro (Calocedrus decurrens; 16 pies), pues de todas ellas se ob-
servan ejemplares de grandes dimensiones y óptimo estado.
227
En términos espaciales, en el caso de que se planteasen nuevas incorporaciones al
inventario, también se pueden identificar algunas prioridades objetivas respecto a dónde
emplazar esos nuevos árboles (véase más adelante).

Patrones por tallas


El 6% de todo el inventario (789 pies) está compuesto por matas de un metro o menos de
altura, pertenecientes a especies con el potencial de superar en unos años los tres me-
tros como mínimo, pero que o aún son demasiado jóvenes, o se podan sistemáticamente
para que mantengan un porte arbustivo (tuyas, laureles cerezos, acebos, etc.). Muy pro-
bablemente muchos de estos ejemplares nunca se alcen mucho más allá de lo que miden
ahora, pues ocupan emplazamientos en los que es fácil adivinar que van a ser mantenidos
con tan escaso porte permanentemente (pequeños parterres de acceso a viviendas, glo-
rietas, márgenes de aceras, etc.). Pero es conveniente que sean tenidos en cuenta como
parte del inventario, puesto que eventualmente algunos de ellos podrían terminar por
alcanzar talla arbórea, y sus requerimientos de mantenimiento rutinario (y con ello los
gastos a presupuestar, los conflictos potenciales, etc.) no difieren mucho de los de árbo-
les de media talla.
El 94% restante (11.837 pies), promedia una altura de unos 7,3 m (desv.est.= 4,1; con
valores extremos de 1,5 a 27 m) y un grosor del tronco de 28 cm de diámetro (desv.est.=
20,7; 2-140 cm). En la FIGURA 2 se puede apreciar la manera en que se reparten los ejem-
plares entre las categorías consideradas:

FIGURA 2.  Repartición de los ejemplares del inventario en función de su altura


(arriba) y el perímetro del tronco (abajo)

6.000
5.561; 44%

5.000
Número de ejemplares

4.000

3.000 2.895; 23%

2.080; 16%
2.000

1.262; 10%
1.000 789; 6%

39; 0%
0
<1 m 1-2 m 2-5 m 5-10 m 10-20 m >20 m

228
5.000 4.781; 38%

4.000
Número de ejemplares

3.000 2.941; 23%

2.000 1.826; 14% 1.793; 14%

1.246; 10%
1.000

41; 0%
0
<5 cm 5-10 cm 10-20 cm 20-50 cm 50-100 cm >100 cm

La distribución en alturas se ajusta bastante a una función estadísticamente ‘normal’ (lo


que se conoce como ‘campana de Gauss’, indicada mediante la curva roja), de manera que
la categoría intermedia (5-10 metros) es la que concentra el mayor número de ejemplares
(casi la mitad de todo el inventario), y el número de árboles en categorías de mayores y
menores tallas se va reduciendo progresivamente. No obstante, existe un ligero sesgo a
que los árboles de altura algo menor que la media sean más abundantes que los de altura
algo mayor; de hecho, los ejemplares extremadamente maduros y que han alcanzado enor-
mes alturas (en torno a 23 m, de media) son muy escasos. En términos de diámetro troncal,
el patrón es algo distinto y bastante menos concordante con una distribución estadística
normal, pues no predomina tan claramente una categoría intermedia a partir de la cual las
tallas decrezcan progresivamente hacia valores extremos, y globalmente el número de pies
con diámetros muy pequeños (menos de 5 cm) es muy alto. Interpretados ambos resulta-
dos en conjunto se puede deducir que: 1) existe un elevado número de ejemplares que
a pesar de poseer un tronco muy fino son capaces de alcanzar alturas importantes; 2) los
ejemplares de entre 5-10 metros abundan más de lo que les correspondería en términos
puramente estadísticos, probablemente debido a que las tareas de poda a que se someten
regularmente los ejemplares limitan mucho su capacidad para alcanzar las alturas que les
corresponderían por su edad. La trascendencia de estos dos hechos en términos de gestión
se comenta más adelante (páginas 51 y 53).
Para vincular el grado de madurez de los ejemplares con su identidad taxonómica, en
la TABLA 5 se muestra la altura media de todos los géneros con al menos 10 pies.

229
TABLA 5.  Alturas de los ejemplares de los géneros con al menos
10 pies registrados (ordenados de mayor a menor altura media)
Número de
Altura media Altura máxima
ejemplares
Cedrus 15,0 26 295
Gleditsia 12,3 18 43
Styphnolobium 11,4 16 54
Taxodium 11,4 16 21
Populus 11,0 27 791
Picea 10,0 25 291
Cupressus 9,9 26 378
Abies 9,5 22 64
Salix 9,3 18 124
Pinus 8,7 26 552
Ulmus 8,6 22 1.250
Fraxinus 8,0 18 1.244
Platanus 7,5 18 1.578
Morus 7,2 15 204
Robinia 7,0 14 216
Tilia 7,0 14 138
Aesculus 6,8 13 77
Acer 6,7 14 534
Juglans 6,5 14 84
Quercus 6,3 16 323
Calocedrus 6,1 13 16
Chamaecyparis 6,0 18 25
Catalpa 5,7 12 49
Cuprocyparis 5,7 7 24
Liquidambar 5,6 14 81
Celtis 5,6 8 76
Betula 5,5 9 43
Ailanthus 5,1 14 112
Magnolia 5,0 8 67
Tamarix 4,8 8 13
Melia 4,8 10 14
Castanea 4,8 14 13
Cercis 4,6 9 64
Prunus 4,5 12 1.209
Acacia 4,5 9 17
Ligustrum 4,0 12 285
Eriobotrya 4,0 9 49
Pyrus 3,9 7 32
Malus 3,8 6 17
Trachycarpus 3,6 8 36
Laurus 3,6 10 162
Photinia 3,5 8 35
Thuja 3,4 14 316
Olea 3,3 6 80
Cordyline 3,2 6 14
Ficus 3,2 8 32
(Continúa en la página siguiente…)
230
(…continuación de la página anterior)
Número de
Altura media Altura máxima
ejemplares
Juniperus 3,2 7 18
Arbutus 2,8 7 51
Philadelphus 2,7 5 31
Crataegus 2,7 6 20
Hibiscus 2,5 6 72
Syringa 2,4 5 230
Ilex 2,3 10 57
Nerium 2,2 6 252
Pittosporum 1,9 4 61
Pyracantha 1,9 4 36
Viburnum 1,8 7 103
Yucca 1,8 3 12
Euvonymus 1,6 3 181
Aucuba 1,5 2 19
Buxus 1,2 6 29
Cotoneaster 1,2 3 68
Chamaerops 1,1 2 21

En la TABLA 6 se muestra la altura media de las especies con más de 50 ejemplares por
encima de 10 m de altura:

TABLA 6.  Especies con más de 50 ejemplares de más de 10 m de altura


Número de pies
Altura media Altura máx.
de más de 10 m
Cedrus deodara 16,7 26 120
Cedrus atlantica 17,0 21 76
Populus alba 15,2 27 257
Picea abies 14,5 25 140
Pinus pinea 15,3 20 72
Cupressus sempervirens 13,2 26 114
Populus nigra 13,0 24 150
Cupressus arizonica 13,5 20 61
Ulmus x hollandica/pumila 12,3 16 299
Platanus x hispanica 12,2 18 164
Fraxinus angustifolia 12,1 18 207

Como es habitual en toda la región de Guadarrama, muchos de estos grandes árbo-


les corresponden a chopos, álamos y fresnos, todas ellas especies autóctonas de las que
muchos de sus ejemplares ya crecían hace muchos años en donde hoy las encontramos
antes incluso del establecimiento de las urbanizaciones, que respetaron su presencia
cuando se construyeron. Pero otra causa sería que, como especies autóctonas, su desa-
rrollo se habría visto favorecido por una mayor adaptabilidad que las alóctonas a las
condiciones particulares de esta zona. Junto a ellas aparecen las especies de coníferas
típicamente “gigantescas” a poco que se les permita desarrollarse, como los cedros,
píceas, cipreses o pinos. Por último, el caso de los plátanos y olmos híbridos se explica
231
por lo profusamente que se cultivaron durante las pasadas décadas, habiendo tenido
mucho tiempo para que buena parte de ellos alcanzaran grandes dimensiones (a pesar
de lo severamente que son podados).
Los MAPAS 4 y 5 (Anexo 1) muestran la distribución geográfica de los árboles in-
ventariados según estas dos variables dendrológicas. En general, existen árboles muy
maduros en todas las zonas del municipio, si bien dónde más se concentran los árboles
de alturas máximas (por encima de 20 metros) es en la urbanización Prado San Juan, apa-
reciendo en sólo otros pocos puntos y muy escasamente (Parque PYR, Ibersierra, Mon-
teleón…). Este patrón general no se observa perfectamente replicado en términos de
grosor troncal, sobre todo en lo que respecta a la distribución de los árboles con grosores
máximos (por encima de 100 cm): 1) la urbanización Guadarrama es ahora la que concen-
tra la mayor densidad de estos ejemplares; y 2) el resto de estos ejemplares se reparten
entre muchas más zonas que los de máxima altura; esto último se debe en buena parte a
los muchos fresnos del municipio que, sin destacar por altos (debido a las continuas po-
das), sí han desarrollado enormes troncos. Además de fresnos, estos árboles son también
chopos y álamos entre los caducifolios, y cedros o pinos piñoneros entre las coníferas, si
bien más puntualmente también es posible encontrar algún gran ejemplar de otras espe-
cies como del sauce llorón (Salix babylonica, en la urbanización Guadarrama), el castaño
común (Castanea sativa, en la calle La Serrana) o, por supuesto, el olmo común (Ulmus
minor; la Olma del Ayuntamiento).
Puesto que los árboles de mayor talla de todo el inventario, en principio, merecen un
seguimiento y esfuerzos de conservación mayores por su valor patrimonial (y que pro-
bablemente les haría susceptibles de ser destacados, por ejemplo, mediante su inclusión
en un eventual ‘Catálogo del Arbolado Singular de Guadarrama’), en el MAPA 6-Anexo 1)
se muestra la ubicación de estos ejemplares particularmente grandes, atendiendo simul-
táneamente a las dos medidas dendrológicas consideradas (además de a otros criterios
de interés patrimonial).
Lógicamente, existió una fuerte correlación entre estas dos dimensiones dendrológi-
cas básicas del arbolado: en general, a mayor altura total de un pie, mayor diámetro de su
tronco. No obstante, en la FIGURA 3 que ilustra este patrón, se observa también que esta
relación no es lineal sino muy curvilínea4:

4 En términos algo más matemáticos, esto quiere decir que la relación entre ambas variables se puede ajustar bastante
adecuadamente mediante una ecuación polinomial, cuadrática y negativa.

232
FIGURA 3.  Relación entre la altura y el grosor de cada árbol del inventario. El tamaño
de los puntos responde al número de ejemplares reunidos bajo cada posible
combinación particular de alturas y diámetros, como se indica en la leyenda.
La línea representa la tendencia que resumiría estadísticamente los valores
particulares de todos los árboles (arriba: polinomialmente; abajo: linealmente)

30

28 Ejemplares con esa combinación


de altura y diámetro:
26
0-50
24 50-200
200-500
22 >500

20

18
Altura (en m)

16

14

12

10

0
0 20 40 60 80 100 120 140
Diámetro del tronco (en cm a la altura del pecho)

30

28 Ejemplares con esa combinación


de altura y diámetro:
26
0-50
24 50-200
200-500
22 >500
20 r = 0,71; p < 0,001
18
Altura (en m)

16

14

12

10

0
0 20 40 60 80 100 120 140
Diámetro del tronco (en cm a la altura del pecho)

Esto es debido a que un buen número de los árboles con mayores perímetros troncales del
inventario son viejos fresnos y otras especies trasmochados con mucha regularidad, a los que
nunca se les permite alcanzar una altura excesiva. Para poder apreciar de manera más sencilla
las cuestiones a tratar en este apartado, en la FIGURA 3 también se muestra la relación entre
ambas variables expresada mediante una ecuación lineal, mostrando sus parámetros estadís-
ticos de significación y correlación. El parámetro estadístico que indica la intensidad de esta
relación (el coeficiente de determinación que se obtiene mediante r2) es de un 0,50 y muy al-
tamente significativo (indicado por el pequeñísimo valor p, que representa las probabilidades
233
de que esta correlación se hubieran debido simplemente al puro azar). Esto significa que, el au-
mento en una de las dimensiones consideradas se explica en un 50% por el aumento en la otra.
No obstante, el otro 50% que restaría hasta la correlación perfecta, corresponde a los muchos
desvíos que existen a este patrón. Los casos particulares que más se alejaron de la norma, y que
corresponderían en la gráfica anterior a aquellos puntos perpendicularmente más distantes
de la línea trazada, tienen características reseñables en términos de mantenimiento y conser-
vación. Para identificar más claramente estas cuestiones, la FIGURA 4 muestra de nuevo esta
misma relación entre altura y perímetro pero mediante los intervalos de tamaño considerados,
y en los siguientes dos apartados se hacen algunos comentarios respecto a estos ejemplares
particularmente alejados del patrón normal.

Arbolado anómalamente bajo


Se puede apreciar que entre los ejemplares que han alcanzado los mayores perímetros
troncales de todo el inventario, situados en la parte derecha de la gráfica (FIGURA 4), mu-
chos no siempre son tan altos como cabría esperar. La explicación más evidente para ello,
tiene que ver con las prácticas de poda extrema a que se sometieran en su día algunos de
los ejemplares hoy más añosos del municipio. Así, muchos fresnos, olmos o chopos presen-
tan su fuste central talado drásticamente desde mucho tiempo atrás, mediante desmocha-
dos o incluso mucho más abajo del que en su momento fuera el final del tronco, a pesar de
lo cual han sido capaces de conformar una nueva copa tras la severa poda. La capacidad
de crecimiento vertical de estos árboles, ya únicamente dependiente del ramaje, pues el
tronco sólo ensancha, es por tanto mucho menor del que les correspondería.

FIGURA 4.  La misma relación entre altura y grosor del tronco de la FIGURA 3,
pero esta vez agrupando los valores en torno al valor medio de los intervalos
de talla considerados. El tamaño de los puntos responde al número de ejemplares
reunidos bajo cada combinación particular de altura y diámetro, como se indica
en la leyenda. La línea representa la tendencia que resumiría estadísticamente
los valores particulares de todos los árboles.

Ejemplares con esa combinación


de categorías:
>20 m (0;500]
(500;1000]
(1000;1500]
10-20 m (1500;2000]
(2000;2500]
(2500;3000]
Categorías de altura

5-10 m > 3000

2-5 m

1-2 m

<1 m

<5 cm 5-10 cm 10-20 cm 20-50 cm 50-100 cm >100 cm


234 Categorías de diámetro
La relevancia de estos ejemplares con respecto a los objetivos de este informe tiene que
ver con varios argumentos. Por una parte, hay que señalar que el vigor y longevidad de es-
tos ejemplares se reducen enormemente: dificultad de cicatrización de cortes tan enormes
y subsiguientes pudriciones, vías de acceso de agentes infecciosos, exposición al sol, el frío
y el agua de capas internas del tronco que deberían mantenerse aisladas, etc. Así, la nueva
copa que con el tiempo desarrolla el árbol está formada por ramas nacidas de un tronco muy
debilitado, y crecidas de manera muy descompensada, lo que acaba generando riesgos de
desplome de grandes ramas. Mantener estos árboles con vida y minimizar los riesgos de des-
plomes requiere un seguimiento mucho más continuado y complejo que en el resto, lo que a
la larga se traduce en un encarecimiento de las tareas de mantenimiento. Por otra parte, como
estas podas tan agresivas se observan entre los ejemplares de más avanzada edad de todo el
inventario, pero su atractivo y supervivencia futura son indudablemente menores de las que
les correspondería con su porte natural, se merma su potencial para formar parte del arbolado
singular de la ciudad, con el consiguiente empobrecimiento del patrimonio natural municipal.
Por todo ello, se ha considerado oportuno identificar a los ejemplares más representati-
vos de esta circunstancia (MAPA 7-Anexo 1), para facilitar su eventual examen por parte del
personal municipal correspondiente, y para incidir en que este tipo de poda sólo se realice
en el futuro cuando no exista otra posibilidad.

Arbolado excesivamente alto (en relación a su grosor troncal)


El caso más o menos contrario al expuesto anteriormente consistiría en aquellos ejemplares
del inventario que presentan ya una elevada altura a pesar de que por su relativamente corta
edad no han desarrollado aún un tronco particularmente grueso. Estos árboles también pue-
den constituir un riesgo que conviene considerar, básicamente en la medida en que no sean
capaces de resistir rachas de viento intensas que causen su rotura. En la FIGURA 4 estos ár-
boles se localizarían en su cuadrante superior izquierdo. Afortunadamente esta circunstancia
es mucho menos indicativa de un mal estado del árbol y de su potencial de rotura, que el de
aquellos troncos anómalamente bajos por exceso de podas. Lógicamente, es muy importante
subrayar que la evaluación definitiva de este riesgo depende de muchos otros factores (el
emplazamiento concreto de cada pie, la especie a que pertenece, la geometría de la copa,
la existencia de daños previos, etc.), y que ni siquiera un análisis pormenorizado de todos y
cada uno de los ejemplares inventariados garantizaría una predicción exacta de sus posibi-
lidades de rotura. De hecho, árboles con otras dimensiones particulares también se parten
durante temporales meteorológicos sin que previamente existiesen muchos indicios de que
pudiera ocurrir. Pero en cualquier caso, es razonable considerar que árboles de altura y gro-
sor descompensados (en general, todos los que se hallan muy por encima de la línea de la
FIGURA 4) deben de tener más probabilidades de rotura que árboles bajos pero de tronco
grueso (en general, todos los que se hallan muy por debajo de la línea de la FIGURA 4). Por
tanto, se ha considerado oportuno identificar los casos más extremos de cara a facilitar su
eventual examen por parte del personal municipal correspondiente (MAPA 7-Anexo 1).

Patrones por tipos de emplazamiento y zonas


Los datos de las siguientes tablas y mapas, aunque sólo sea por consistir en cuantificacio-
nes y representaciones cartográficas precisas del número de ejemplares, ya pueden cons-
235
tituir una información valiosa en términos de planificación y presupuesto de áreas priori-
tarias en la gestión y desarrollo del arbolado municipal. Por ello, a continuación se ofrecen
algunos breves comentarios al respecto. Obviamente, en estas apreciaciones no se tiene en
cuenta el grado de desarrollo que pudiera tener el arbolado privado localizado en los jar-
dines de los chalets particulares de cada zona, que como ya se ha explicado anteriormente
no entra dentro de los objetivos del presente trabajo.
A continuación se muestran cómo se reparten los árboles inventariados atendiendo a
las distintas posibilidades de emplazamiento (TABLA 7).

TABLA 7.  Repartición de los ejemplares entre las distintas categorías


de emplazamiento y subemplazamiento consideradas (página 19)
Ajardinamiento de Urb.

Isla de Aparcamiento
Alineación de Paseo

Calzada de Tráfico
Glorieta/Mediana
Acera Peatonal

Plaza Peatonal
Margen de Vía
Área Verde

Parque

Arriate

Solar
TOTAL
Zonal 8.913 6.774 1.015 1.006 1 0 3 8 63 0 1 0 42
Vial 2.950 375 122 0 813 632 544 235 0 94 87 48 0
Inst. Municip. 334 324 0 0 0 0 10 0 0 0 0 0 0
Naturalizado 439 91 9 46 55 3 5 132 97 1 0 0 0
12.636 7.564 1.146 1.052 869 635 562 375 160 95 88 48 42

El número de árboles plantados a lo largo del callejero municipal en calles, travesías o


avenidas (‘Vial’: 23% del total), es menor que el que se concentra en los grandes parques,
ajardinamientos y áreas verdes (71%). Por lo tanto, globalmente, cabe concluir que los dos
grandes tipos de arbolado urbano municipal se hallan representados en proporciones bas-
tante desiguales. No obstante, esta desproporción es lógica si consideramos que los lu-
gares incluidos en ‘Vial’ tienen un carácter básicamente lineal (calles, paseos, avenidas),
que necesariamente puede acoger menor número de árboles que los lugares incluidos en
‘Zonal’, de carácter areal (parques, jardines).
En algunos de los emplazamientos considerados casi la totalidad de sus árboles son
directamente gestionados por el Ayuntamiento. Así, con el presente informe se cuantifican
e identifican los árboles en categorías como ‘Parques’ (8% del total), ‘Alineación de Paseo’
(7% del total) o ‘Aceras’ (5% del total), lo que podría aportar algo de ayuda a los respon-
sables de la planificación logística y presupuestaria del arbolado urbano de Guadarrama.
En este mismo sentido, se han distinguido muy específicamente a los emplazados dentro
de las Instalaciones Municipales merecedores de un especial seguimiento de su estado de
conservación, por la gran cantidad de vecinos que los frecuentan diariamente, buena parte
de ellos niños (escuelas, polideportivo, centro de juventud o biblioteca).
El caso de los árboles incluidos bajo la tipología de emplazamiento ‘Parques’ tienen
una importancia especial en el inventario, no sólo cuantitativamente (suponen más de un
236
millar de ejemplares), sino también cualitativamente, porque se localizan en espacios que
tienen un carácter eminentemente público, son posiblemente los más explícitamente per-
cibidos por ciudadanos y visitantes como ornamentales, y en torno a ellos se desarrollan
muchísimas horas de ocio (como demuestra el que incluyan numerosos bancos y fuentes,
columpios infantiles o bares). La TABLA 8 muestra separadamente sus abundancias absolu-
tas y una medida de abundancias relativas: su densidad (pies/100m²).
Además de acoger un elevado número de ejemplares los parques municipales son
también bastante diversos. Así junto a la abundancia de las especies más esperables en
cualquier inventario urbano serrano (fresno común Fraxinus angustifolia, olmo híbrido Ul-
mus x hollandica/pumila, plátano Platanus x hispanica, chopo y álamo comunes Populus ni-
gra y P. alba, píceas Picea sp., etc.), también se pueden disfrutar otras especies ornamen-
tales bastante menos frecuentes en Guadarrama (árbol de la seda Albizia julibrissin, fresno
rojo Fraxinus pennsylvanica, falso ciprés de Leyland Cuprocyparis leylandii, arce rojo Acer
rubrum, chopo peral Populus simonii, o agriaz Melia azedarach).

TABLA 8.  Abundancias (absolutas: número de pies; relativas: pies/100m²) del arbolado
presente en los parques del municipio, ordenados de mayor a menor área.
Número Área Número
Pies/100m²
de pies del parque de especies
Parque de “Los Builes” 366 20.250 1,8 43
Parque del “Molino del Rey” 145 9.880 1,5 22
Parque de “La Torre” 63 6.670 0,9 13
Parque de la calle del Potro (o del “Mareo”) 26 6.280 0,4 3
Parque de “La Iglesia” 134 5.820 2,3 20
Parque del “Río” (o del “Dragón”) 61 5.340 1,1 16
Parque de la calle Hayedo 93 5.288 1,8 17
Parque de “Las Cabezuelas” 48 5.100 0,9 9
Parque junto a la Escuela de Música 39 2.240 1,7 22
Parque del Puente del Rosario 24 1.510 1,6 7
Parque de la calle Olivo 30 1.500 2,0 8
Parque junto a Colegio Gredos 23 1.077 2,1 2
TOTAL: 1.052 Promedio: 1,5

Pero además, en los parques se concentran un gran número de especies ibéricas autóc-
tonas que en Guadarrama son casi exclusivas de estos espacios, con su adquiriendo bastan-
te importancia en términos patrimoniales: almez (Celtis australis; el 96% de todos los regis-
trados), abedul (Betula pendula; 72%), haya (Fagus sylvatica; 50%), fresnos de flor y norteño
(Fraxinus ornus y F. excelsior; 46 y 22%), pinos resinero y laricio (Pinus pinaster y P. nigra; 40 y
30%), sauce negro (Salix atrocinerea; 40%), encina (Quercus ilex; 32%), saúco (Sambucus ni-
gra; 29%), tilo de hoja pequeña (Tilia cordata; 28%) o enebro de la miera (Juniperus oxycedrus;
20%). Resulta un tanto inesperada la escasez general de coníferas ornamentales siempre
muy típicas de estas áreas (grandes cedros, píceas, etc.), o de especies tan representativas
de la botánica guadarrameña como las quercíneas (robles y encinas). Pero, en cualquier caso,
el atractivo e importancia patrimonial de estos parques quedan sobradamente justificados,
cuando menos, por su diversidad y buen estado de conservación general.
Como es de esperar en una ciudad con tan elevado número de urbanizaciones bien
ajardinadas, la categoría ‘Jardines de Urbanizaciones’, fue la que incluyó mayor número de
237
pies con muchísima diferencia (el 53% del total). Aunque actualmente estos jardines son
terrenos no recibidos por el Ayuntamiento, y son gestionadas por sus respectivas comu-
nidades de propietarios, los datos de este estudio siguen siendo de gran utilidad, ante la
posibilidad de que en un momento dado esta situación administrativa pudiese cambiar en
alguna urbanización, o como ayuda por parte del Ayuntamiento a cada una de las urbani-
zaciones en la correcta gestión de su arbolado (además de que la Ley 8/2005 de Protección
y Fomento del Arbolado Urbano de la Comunidad de Madrid obliga al inventario municipal
de todo el arbolado urbano, sin distinción de su propiedad).
Lógicamente, los 439 pies crecidos claramente de manera semiasilvestrada suponen
un muy bajo porcentaje del total (poco más del 3%, pero hay que tener en cuenta que mu-
chos otros han podido pasar desapercibidos durante el trabajo de campo, cuando se trata-
se de meras varas de 1-2 metros, por ejemplo). En cualquier caso este tipo de ejemplares
convienen un seguimiento constante por parte del personal responsable, en la medida en
que pueden aparecer en lugares inapropiados o directamente conflictivos (por ejemplo,
bajo un tendido eléctrico; página 67), y con más razón cuando se trate de ejemplares alóc-
tonos ya sobrerrepresentados en el viario (se detectaron casi 70 olmos híbridos claramente
espontáneos) y/o pertenecientes a especies catalogadas como invasivas (unos 30 ailantos).
A continuación se muestra la repartición de los árboles entre las urbanizaciones o gran-
des sectores edificados en que se puede dividir Guadarrama (TABLA 9 y MAPA 8-Anexo
1), así como entre sus calles y avenidas concretas (TABLA 10). En ambos casos se muestran
el número de pies y el número de familias registrados en cada caso, mientras que en el se-
gundo se indica además de su abundancia absoluta, una medida de abundancia relativa: su
densidad lineal (pies/50 m). Todos estos datos cuantitativos se ofrecen con la idea de que
sirvan de guía ante eventuales incorporaciones de ejemplares, ayudando a decidir dónde
y con qué tipo de especies podría ser más interesante reforzar el arbolado.

238
TABLA 9.  Distribución los árboles del inventario en función de las grandes zonas
(urbanizaciones, colonias, barrios, etc.) en que se puede dividir la ciudad
(ver MAPA 8-Anexo 1), ordenadas de mayor a menor número total de pies
(*no se muestra la suma total de familias porque cada una de ellas
puede aparecer simultáneamente en distintas zonas)

URBANIZACIONES/ZONAS Número de pies Número de familias*


GUADARRAMA 1.999 29
PARQUE PYR 917 27
PRADO SAN JUAN 907 31
JAROSA III 796 30
VALLEFRESNOS 672 12
CENTRO 602 30
JAROSA I 591 29
IBERSIERRA 485 29
BUILES (LOS) 480 21
COLEGIOS 453 22
GUADAMOLINOS 416 21
LLAMA (LA) 332 21
REDONDILLO (EL) 329 23
MOLINO DEL REY 308 14
PEÑÓN DE GUADARRAMA (EL) 306 19
CABEZUELAS (LAS) 289 13
FRESNOS DE LA JAROSA (LOS) 255 21
JAROSA II 222 22
MIRANIEVES 212 22
FIN DE SEMANA 203 9
N-VI (PASEO DE LA ALAMEDA) 200 13
PRADO CAMACHO/CALLEJA DEL POTRO 195 13
MONTELEÓN 193 22
PRADO DE LA ALAMEDA 177 15
CUARTA DIMENSIÓN 154 21
VILLAS DE GUADARRAMA (LAS) 146 9
DEHESA DEL SOTO 128 14
SOLARES DE EL RASO 126 7
VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS 121 8
LA SERRANA/SAN MACARIO 107 18
LOS ESCORIALES 102 20
PUENTE DEL ROSARIO 79 9
RESERVA (LA) 71 5
SALA 35 9
POL. IND. LA MATA 28 5
12.636

239
TABLA 10.  Abundancias del arbolado (absolutas: número de pies; relativas: pies/50 m)
tras adscribirlo a la calle concreta del viario municipal en la que se localiza (o en la calle
que da el acceso más directo a ellos, en el caso de árboles de entramados ajardinados
muy complejos o zonas verdes muy amplias y accesibles desde varias calles). Se ordenan
de mayor a menor número total de pies. (*no se muestra la suma total de familias porque
cada una de ellas puede aparecer simultáneamente en distintas zonas)

Longitud Número
Número de pies Pies/50m
de la calle (m) de familias*
NUEVO GUADARRAMA 1.107 1.182 46,8 26
JAROSA I 547 665 41,1 31
MARÍA VERÓNICA 523 686 38,1 21
PRADO SAN JUAN (DE) 527 946 27,9 30
DOS CASTILLAS (LAS) 502 179 139,9 22
FUENTE DEL ESPINO 440 627 35,1 19
ESCORIALES (LOS) 389 1.911 10,2 23
GUADAMOLINOS 389 502 38,7 23
MAGERIT 390 1.083 18,0 26
PRADO DE LA IGLESIA (DEL) 347 511 33,9 30
PEÑALARA 320 1.003 16,0 5
SANTA MÓNICA 306 362 42,3 23
ESCALINATA 288 752 19,2 25
PUENTE (DEL) 282 589 23,9 14
RÍO DUERO 278 898 15,5 25
M-614 270 3.213 4,2 14
PÉTALO 259 100 129,6 26
BOLA DEL MUNDO 257 1.249 10,3 11
LLAMA (LA) 235 404 29,1 22
PEÑÓN (EL) 235 176 66,8 20
JAROSA II-TULIPANES 222 379 29,3 24
SAN MACARIO 217 1.451 7,5 20
IBERSIERRA 189 268 35,3 21
MONTELEÓN 184 375 24,5 22
ALAMEDA (LA) 179 822 10,9 9
IGLESIA (DE LA) 178 203 43,9 15
PERFUME 169 217 39,0 21
ANTÍLOPE 151 322 23,4 20
CUARTA DIMENSIÓN 149 371 20,1 23
DEHESA DEL SOTO 131 397 16,5 16
DEHESA DE LOS PANES 125 740 8,4 8
TILOS (DE LOS) 109 441 12,4 14
VILLAS DE GUADARRAMA 109 626 8,7 9
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER 99 698 7,1 18
DOCTOR FEDERICO RUBIO 98 630 7,8 7
RÍO GUADIANA 96 674 7,1 8
HAYEDO 93 240 19,4 13
DOCTORES GÓMEZ EMBUENA 89 485 9,2 18
ALFONSO SENRA 85 787 5,4 14
ACACIAS (DE LAS) 84 981 4,3 6
ANTONIO MACHADO 78 1.027 3,8 11
(Continúa en la página siguiente…)

240
(…continuación de la página anterior)
Longitud Número
Número de pies Pies/50m
de la calle (m) de familias*
ESENCIAS 73 542 6,7 12
CORDEL DE LOS NAVARROS 66 815 4,0 15
VEREDA DEL COLMENAR 70 686 5,1 5
MOLINO DEL REY 68 825 4,1 8
ALFONSO XIII 67 255 13,1 10
MONTEPINAR 66 544 6,1 7
MARQUÉS DE SANTILLANA 60 1.295 2,3 15
VALLE DE LA OROTAVA 57 1.035 2,8 4
GUADARRAMA 55 1.617 1,7 4
DOCTOR GÓMEZ RUIZ 52 513 5,1 5
M-623 51 830 3,1 12
SANTANDER 50 1.061 2,4 8
HERRENES (LAS) 47 256 9,2 11
CALDERÓN MONTERO RÍOS 46 532 4,3 11
CALLEJA DEL POTRO 46 290 7,9 5
OLIVO 46 192 12,0 8
ALTOS DE LA JAROSA (LOS) 45 286 7,9 8
NUEVA 44 187 11,7 13
RÍO TAJO 38 232 8,2 6
HERMANOS GARCÍA NOBLEJAS 34 272 6,3 6
MERIDIANA 31 719 2,2 3
HORCAJO 29 290 5,0 5
MIRASIERRA 29 400 3,6 3
CORDEL DE LOS LABAJOS 27 538 2,5 4
BELLAS VISTAS 25 337 3,7 6
MIRANIEVES 24 98 12,2 10
PANERA 24 146 8,2 4
SAN SEBASTIÁN 23 211 5,5 9
SIETE PICOS 23 45 25,6 6
ESPAÑA (PLAZA DE) 21 120 8,8 6
PRADO CAMACHO 21 237 4,4 2
VALLE DE ORDESA 21 388 2,7 6
ALAMOS BLANCOS (LOS) 20 250 4,0 5
CANFRANC 20 230 4,3 12
VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS 20 294 3,4 5
SAN FRANCISCO DE ASÍS 18 204 4,4 6
PUERTO DE NAVACERRADA 17 696 1,2 2
CAMINO DE PRADO VERA 16 683 1,2 3
VALLE DEL ALBERCHE 16 2.159 0,4 6
GENERAL MOLA 15 114 6,6 2
ONÉSIMO REDONDO 15 174 4,3 7
RÍO (DEL) 15 159 4,7 5
VÍCTIMAS DEL TERRORISMO 15 178 4,2 3
CARLOS MARTÍNEZ 14 103 6,8 3
LACCOURREYE 12 276 2,2 4
PICO DEL OSO 12 1.224 0,5 1
ROMERO 12 314 1,9 3
(Continúa en la página siguiente…)

241
(…continuación de la página anterior)
Longitud Número
Número de pies Pies/50m
de la calle (m) de familias*
RUPERTO CHAPÍ 12 277 2,2 5
ALBACETE 11 188 2,9 1
AZALEAS 11 334 1,6 5
CACERA (LA) 11 483 1,1 9
FERNANDO VI 11 90 6,1 5
REYES CATÓLICOS 11 175 3,1 4
ALTO DE LOS LEONES DE CASTILLA 10 189 2,6 3
CABEZA DE HIERRO 10 1.237 0,4 2
MOLINA (LA) 10 158 3,2 4
SAN ROQUE 10 671 0,7 5
DOCTOR FLEMMING 9 170 2,6 2
LAMBERTIANA 8 286 1,4 3
MALICIOSA (LA) 7 157 2,2 2
MERCADILLO 7 94 3,7 1
PICO DEL ÁGUILA 7 950 0,4 2
DOS DE MAYO 6 294 1,0 2
HERRERÍA (LA) 6 92 3,2 1
PICO DEL YELMO 6 1.190 0,3 2
RÍO MIÑO 6 107 2,8 1
SANTIAGO DE COMPOSTELA 6 155 1,9 5
SIERRA (LA) 6 210 1,4 2
CALZADA (LA) 5 335 0,7 1
CAMINO DE LAS LABORES 5 723 0,3 3
CUEVA VALIENTE 5 306 0,8 1
DOCTOR PALANCA 5 54 4,6 2
GEROMINI 5 98 2,6 1
SAN MIGUEL ARCÁNGEL 5 156 1,6 2
SERRANA (LA) 5 402 0,6 5
CERQUIJO 4 196 1,0 1
GENERAL ESTEBAN INFANTES 4 160 1,3 3
PINTOR MURILLO 4 101 2,0 1
RACILLO 4 340 0,6 2
SITIOS DE ZARAGOZA 4 185 1,1 4
AGUSTINA DE ARAGÓN 3 61 2,5 2
COMANDANTE GONZÁLEZ 3 343 0,4 2
DOS HERMANAS 3 911 0,2 1
LOPE DE VEGA 3 336 0,4 3
MARÍA LUISA VILLAR DE FRANCOS 3 177 0,8 1
SANTA ISABEL 3 656 0,2 1
TORRE (LA) 3 186 0,8 2
ABETOS (LOS) 2 35 2,8 1
CÁCERES 2 63 1,6 2
CAÑADA (LA) 2 3.295 0,0 2
CAÑOS (PLAZA DE LOS) 2 49 2,1 1
CERVANTES 2 259 0,4 2
MONTÓN DE TRIGO 2 342 0,3 1
PINTOR ZULOAGA 2 343 0,3 1
(Continúa en la página siguiente…)
242
(…continuación de la página anterior)
Longitud Número
Número de pies Pies/50m
de la calle (m) de familias*
VELÁZQUEZ 2 288 0,3 1
ALTO DEL TELÉGRAFO 1 103 0,5 1
CANDANCHÚ 1 147 0,3 1
CERRO SAN PANTALEÓN 1 380 0,1 1
GENERAL MUÑOZ GRANDES 1 374 0,1 1
JOAQUÍN GARCÍA MORATO 1 169 0,3 1
LUGO 1 33 1,5 1
NURIA 1 463 0,1 1
POZAS (LAS) 1 278 0,2 1
RÍO SIL 1 55 0,9 1
SANTA TERESA DE JESÚS 1 374 0,1 1
SOROLLA 1 181 0,3 1
VALLE DE ARÁN 1 301 0,2 1
TOTAL: 12.636 Promedio: 9,9

A escala de calles y avenidas particulares, aunque en términos absolutos el número


de árboles muestra una enorme variabilidad (desde más de un millar de ejemplares hasta
cero), lógicamente esto viene muy determinado por la mera longitud de cada calle. Por
ello, es recomendable establecer las comparaciones mediante una medida relativa como
las densidades lineales calculadas. E incluso así, debe tenerse presente que en algunos ca-
sos una única y no muy larga calle sirve de acceso a amplísimas superficies ajardinadas de
algunas urbanizaciones, con el confuso resultado de elevadísimas densidades (como por
ejemplo en las calles Dos Castillas de la urb. Guadarrama, o Pétalo de la urb. Jarosa III). En
todo caso, y dejando a un lado las muchas calles completamente desprovistas de arbolado
alguno del municipio, el valor medio de las calles sí arboladas fue de casi 10 árboles por
cada 50 m. Algunas de las calles con mayores densidades muestran largas alineaciones
de especies concretas plantados a cortos intervalos regulares (típicamente plátanos, pero
también otras como olmos, álamos, moreras…). Obviamente esta es una estrategia sencilla
para aumentar rápidamente la densidad arbórea de una calle con bajos costes iniciales,
pero esa monotonía y sobreabundancia puede favorecer la propagación de plagas que a
medio plazo obliguen a mayores gastos de mantenimiento e incluso una nueva inversión
masiva en nuevos plantones. Por tanto, es más ejemplificante el caso de las avenidas densa-
mente provistas de muy diversas especies, lo que además de una mejor inversión potencial
en términos económicos, probablemente también resulta de mayor atractivo para vecinos
y visitantes (véase MAPA 1-Anexo 1, para identificar grosso modo calles más o menos ar-
boladas).
Todos estos aspectos sobre la manera en que se distribuye el arbolado a lo ancho de
todo el municipio se pueden resumir y expresar gráficamente mediante los MAPAS 9 y 10.
Así, se procedió a sectorizar la ciudad en una malla de 900 cuadrículas de 100 m de lado,
para cada una de las cuales se calculó el número de árboles inventariados y el número de
especies5.

5 Las urbanizaciones de Vallefresnos y Las Cabezuelas, por su carácter periférico respecto del núcleo urbano de Guada-
rrama, por estar casi completamente constituidas por viviendas unifamiliares sin apenas arbolado ornamental público en
sus calles, y por la poca diversidad del existente, no fueron incluidas en este análisis. 243
Ambos resultados muestran patrones prácticamente idénticos, demostrando que en el
caso de Guadarrama existe una clara correlación entre la existencia de muchos árboles y la
existencia de muchas especies. Esto, que no siempre ocurre en los inventarios urbanos de-
bido a la tendencia a concentrar en exceso algunas especies particulares, es un resultado
muy positivo, pues indica que las zonas ya muy densamente arboladas acogen también una
alta diversidad botánica. No obstante, de cara a futuras acciones de refuerzo del inventa-
rio público, parece razonable que las zonas que merecerían un examen más detallado por
parte del personal responsable serían aquellas urbanizaciones o barriadas que, a pesar
de constar de un amplio número de vías potencialmente arbolables, muestran valores de
abundancia y/o riqueza muy bajos (Prado Camacho/Calleja del Potro, Los Escoriales, Pra-
do de La Alameda, Fin de Semana, La Serrana/San Macario o El Redondillo).
Los dos grandes ejes urbanos que atraviesan el municipio en forma de aspa, conformados
por las avenidas, paseos y áreas ajardinadas paralelas a las carreteras N-VI (Collado Villal-
ba-Puerto del León) y N-614/Los Escoriales (El Escorial-Los Molinos), tienen especial impor-
tancia, pues canalizan una enorme cantidad de los desplazamientos rutinarios de los vecinos
de Guadarrama y la práctica totalidad del tránsito de los visitantes y turistas. En este sentido,
el acceso desde el sur por la carretera de Los Escoriales recientemente se ha visto muy ade-
cuadamente reforzado con los ejemplares plantados frente al Polideportivo Municipal y que en
apenas unos años constituirán una atractivo portal de entrada al municipio (una arboleda de
especies con coloridos y morfotipos muy contrastados), mientras que su acceso norte desde
Los Molinos hace tiempo que se acondicionó con alineaciones de paseo en los tramos entre las
urbanizaciones que allí se suceden, aún jóvenes pero que progresan adecuadamente. Respec-
to al eje de la N-VI, en su acceso desde Villalba por el Paseo del Molino del Rey, las dos largas
alineaciones presentes de arce negundo (Acer negundo) han adquirido una madurez significa-
tiva desde su plantación (si bien se les puede reprochar su monotonía taxonómica, y el estado
desfavorable de algunos de sus ejemplares), mientras que el acceso desde el Puerto del León
por el Paseo de La Alameda, cuenta con ejemplares imponentes de varias especies, pero con-
vendría planificar su pronta renovación, pues muchos pies presentan lesiones que les auguran
poco futuro (entre otras razones, por su elevada peligrosidad potencial).
Respecto al casco antiguo propiamente dicho y las barriadas de sus inmediaciones,
por su importancia en cuanto a la actividad social, cultural o económica que canalizan (in-
cluyendo su visibilidad para turistas o comerciantes potenciales), parece razonable pensar
que siempre incrementaría su atractivo con un arbolado público más desarrollado (Wolf
2003; 2005), pero debe reconocerse que: 1) en estas zonas tan intensamente edificadas es
complicado encontrar ubicaciones no conflictivas para nuevos árboles, y 2) los magníficos
parques de La Iglesia y de La Torre, junto con la emblemática presencia de la Olma del
Ayuntamiento, por supuesto, compensan bastante adecuadamente la escasez general de
arbolado desarrollado en el callejero céntrico.

Estado y vigor del arbolado


Durante los muestreos realizados se han identificado 799 árboles (6,3% del inventario)
que evidenciaban algún tipo de daño o defecto de crecimiento potencialmente peligroso:
troncos/grandes ramas principales con oquedades o grietas muy profundas, troncos mar-
cadamente inclinados, o copas descompensadas (FIGURA 5). En el MAPA 11-Anexo 1 se
muestran su repartición espacial en la ciudad, y en la TABLA 11 las especies más conflicti-
vas en términos absolutos.
244
FIGURA 5. Repartición de los cinco tipos de daño o defecto de crecimiento considerados
entre los 799 árboles registrados con este problema (la suma de conflictos es algo mayor,
821, porque algunos ejemplares padecieron más de uno).

189
crecimientos
descompensados
12 inserciones (23%)
382 lesiones en
en "Y" (1%)
tronco o ramas
(47%)
59 hongos o
procesionarias
(7%) 179 podas
severas (22%)

TABLA 11.  Especies que acumulan el 80% de los ejemplares con algún
daño o defecto de crecimiento potencialmente peligroso

Número de árboles Porcentaje del total Porcentaje acumulado


Populus alba 152 19,0 19,0
Fraxinus angustifolia 113 14,1 33,1
Ulmus x hollandica/pumila 79 9,9 43,0
Prunus cerasifera 74 9,3 52,3
Pinus pinea 37 4,6 56,9
Morus alba 33 4,1 61,1
Populus nigra 31 3,9 64,9
Salix babylonica 27 3,4 68,3
Robinia pseudoacacia 22 2,8 71,1
Acer negundo 20 2,5 73,6
Platanus x hispanica 19 2,4 75,9
Cedrus sp. 15 1,9 77,8
Cupressus arizonica 14 1,8 79,6
636

Claramente, la mayor concentración de árboles lesionados se da en los jardines de la ur-


banización Guadarrama, algo fácilmente comprensible si se tiene en cuenta que allí tanto la
edad media de los árboles como su mera cantidad son máximas respecto a todo el municipio.
A menor escala también se aprecian grupos importantes de árboles dañados en las urbani-
zaciones Parque PYR y Fresnos de La Jarosa, así como en el parque del Dragón. Estos últimos
ejemplares, añosos fresnos sometidos a severos (y ya inevitables) desmochados periódicos,
merecen un muy especial seguimiento por la enorme cantidad de niños que los frecuentan
245
(de hecho, estos árboles tienen su continuidad en los patios del C.E.I.P. Villa de Guadarrama
y del I.E.S Guadarrama, donde también existen ejemplares con similar riesgo). En general,
todos los pies de fresno común de edad avanzada del municipio que en su día se vieran so-
metidos a varias podas de desmoche son susceptibles de tener lesiones más o menos visi-
bles (independientemente de que el alcance y limitaciones técnicas de este informe los haya
podido detectar o no).
Otros casos muy destacables serían aquellos ejemplares algo más aislados pero de
enormes dimensiones y ubicados en calles intensamente transitadas por viandantes, ciclis-
tas o colindantes a carreteras con elevado tráfico, pues las probabilidades de que su desplo-
me afecte a alguien son mayores. En este sentido destacan las salicáceas (sauces, álamos y
chopos), cuyo atractivo ornamental los convierte en una especie muy plantada en paseos y
jardines, pero en los que se conjugan mal su rapidísimo crecimiento pero escasa longevidad,
y su poca capacidad para sanar adecuadamente podas inadecuadas. Así, existen un buen
número de enormes ejemplares potencialmente peligrosos, por ejemplo, en las calles Nuevo
Guadarrama, Dos Castillas, María Verónica, Escalinata, Prado San Juan, Cordel de Los Nava-
rros, Tulipanes, Jarosa I, etc. Otras especies con el mismo problema, son algunos grandes
mirobolanos (Prunus cerasifera) de distintos puntos del municipio (calles Nuevo Guadarrama,
Tulipanes, Escalinata…), varias acacias de tres púas y sóforas (Gleditsia triacanthos y Styph-
nolobium japonicum) del Paseo de La Alameda, o algunas coníferas secas pero aún en pie de
las calles La Serrana, Doctores Gómez Embuena, Río Duero, Ibersierra, Miranieves.
Debe tenerse en cuenta que las lesiones que afectan al tronco o ramas principales (fen-
das, oquedades, descortezamientos, pudriciones, etc.), al no ser casi nunca reversibles re-
querirían una evaluación particular en cada caso, incluyendo la observación de su evolución
a medio plazo, para determinar si el árbol puede o no recuperarse. Para todos aquellos casos
en los que las lesiones fueron de gran tamaño, o confluyeron varias de distinto tipo en el mis-
mo ejemplar, se procedió a calcular la suma total del valor de daño estimado (página 23). En
la base de datos del inventario se especifican estos resultados señalando a los ejemplares
para los que es extremadamente aconsejable priorizar su examen, e incluso asumir su apeo
inmediato por prevención de males mucho mayores. En definitiva, es urgente que el personal
responsable tome medidas respecto a cómo evitar las consecuencias de una eventual rotura
de los ejemplares potencialmente problemáticos.
De todos estos problemas, los que tienen una mejor solución serían, en términos gene-
rales, las inclinaciones excesivas, especialmente cuando atañen a árboles aún jóvenes a los
que es posible enderezar mediante sostenes, guías o replantados. Pero en cualquier caso,
la principal conclusión es la importancia de prevenir este tipo de conflictos antes de que
se produzcan: 1) eligiendo las especies adecuadas para cada emplazamiento concreto, 2)
sometiéndolos a técnicas de mantenimiento por personal cualificado, y 3) manteniendo su
seguimiento con suficiente regularidad.
Un aspecto positivo es que no se ha encontrado un número muy alto de nidos de pro-
cesionaria (en 32 de 552 pinos, menos del 6%), y aunque es perfectamente posible que
bastantes hayan pasado desapercibido (los bolsones emplazados en puntos de la copa que
no son visibles desde el suelo) y muchos pinos de jardines privados y por ello no incluidos
en este estudio sí están muy afectados, por el momento, este es un problema relativamente
menor, pero que conviene tener muy controlado por las lesiones que pueden ocasionar a
niños y mascotas pueden ser muy graves.

246
Conflictos con otros elementos urbanos
Durante los muestreos realizados se han identificado 1.010 árboles (8% del inventario) que
entraban en conflicto con algún otro elemento urbano. En la FIGURA 6 se muestra cómo
se repartieron los distintos tipos de conflictos con elementos urbanos considerados. En el
MAPA 12-Anexo 1 se muestran su repartición espacial en la ciudad.

FIGURA 6. Repartición de los cuatro tipos de conflictos con elementos urbanos


considerados entre los 1.010 árboles registrados con este problema (la suma de
conflictos es algo mayor, 1.049, porque algunos ejemplares ocasionaron más de uno)

141 con
aparcamientos
(13%)

60 con fachadas
(6%)

102 con
farolas/señales
de Tráfico
(10%)

746 con
tendidos
eléctricos (71%)

Con mucha diferencia los tendidos aéreos de luz o teléfono acumularon la mayor can-
tidad de conflictos, aunque en términos generales se concentran bastante en las calles de
unas pocas urbanizaciones o barrios (como era de esperar, los árboles de parques y jardi-
nes apenas presentan problemas, salvo en el caso de los de la urbanización Guadarrama).
En varios de estos casos se suceden un elevado número total de conflictos en pocos metros,
donde alineaciones enteras de árboles se hallan inmediatamente debajo de los tendidos,
como en prácticamente cada una de las calles de la colonia Fin de Semana, o en las calles
San Macario, Doctor Gómez Ruiz o el Paseo de La Alameda.
Desafortunadamente, para la mayoría de los conflictos entre un árbol y una infraestructura
urbana las soluciones pasan o por continuas tareas de mantenimiento o por la eliminación del
árbol. Es decir, un dilema de compleja resolución, particularmente cuando atañe a ejemplares
adultos y de elevado interés ornamental y patrimonial. Por una parte, con la poda o completa
eliminación de árboles en conflicto, distintos valores relacionados con ellos se resienten (esté-
tica urbana, valor inmobiliario, amortiguación climática, etc.), con el consiguiente descontento
ciudadano. Además, estas acciones de poda o tala entrañan un coste económico y un peligro
laboral que pueden llegar a ser muy elevados. Pero por otra parte, la inacción ante este tipo de
árboles conflictivos tampoco es razonable, pues tarde o temprano los daños o molestias acaban

247
provocando exactamente los mismos descontentos ciudadanos, costes económicos y riesgos
laborales. Esta situación es particularmente evidente en el caso de los abundantes conflictos
con el cableado urbano, pues el adecuado suministro de luz o teléfono/internet se suelen ver
afectados fácilmente por culpa del ramaje, y las tareas de mantenimiento y reparación llegan
a ser verdaderamente peligrosas para los operarios (por riesgos de electrocución o de caída,
principalmente). Además, la eventual poda del árbol conflictivo, al venir determinada por la
disposición del cableado, con toda probabilidad no será la más adecuada para el desarrollo
del árbol, pudiendo acortar su expectativa de vida por una mayor susceptibilidad a plagas y
enfermedades, forzarles un aspecto antinatural, e incluso agravar el problema al favorecer la
aparición de numerosos rebrotes (que volverán a interaccionar con los tendidos), y de copas y
ramas desequilibradas con riesgos de rotura. Más aún, paradójicamente ni siquiera tiene por
qué reducir las probabilidades de que eventualmente se produzcan cortes eléctricos (Gug-
genmoos 2007).
Por tanto, la aportación más importante de este estudio al respecto es la de servir como re-
cordatorio de que una adecuada planificación previa tanto al establecimiento de nuevas plan-
tas, como al de nuevos tendidos, e inspecciones regulares del estado del arbolado antes de que
el posible conflicto se exprese en toda su gravedad, constituyen la mejor política para compa-
tibilizar el arbolado urbano con el resto de elementos y funciones urbanas (Luley et al. 2010).
Saber qué árbol plantar, dónde hacerlo, y el seguimiento regular de su desarrollo reducirá sen-
siblemente los problemas municipales de años venideros (véase, por ejemplo, el progresivo
incremento anual del gasto que han de afrontar los municipios holandeses en compensaciones
económicas por la caída de árboles urbanos: Van Haaften et al. 2016).
Atendiendo a criterios taxonómicos, la TABLA 12 muestra que los árboles de sólo tres
especies (y téngase en cuenta que el inventario completo consta de 142) concentran más
de la mitad de los problemas: olmos, plátanos y fresnos comunes, todos ellos con más de
un centenar de pies potencial o netamente conflictivos (dependiendo de si el árbol en
cuestión alcanzaba ya los 6-7 metros de altura a los que suelen alzarse los tendidos más
habituales de teléfono y de baja tensión). Si se consideran las 10 especies que provocan al
menos 20 conflictos, se acumulan más del 90% de los registrados.

TABLA 12.  Especies que acumulan el 90% de los ejemplares que entran
en conflicto con algún otro elemento urbano.

Número de Porcentaje del Porcentaje


árboles total acumulado

Ulmus x hollandica/pumila 176 22,0 22,0


Platanus x hispanica 170 21,3 43,3
Fraxinus angustifolia 128 16,0 59,3
Acer negundo 71 8,9 68,2
Fraxinus excelsior 48 6,0 74,2
Pinus pinea 43 5,4 79,6
Robinia pseudoacacia 34 4,3 83,9
Quercus ilex 22 2,6 86,5
Populus nigra 21 2,6 89,1
Prunus dulcis 21 2,6 91,7
734
248
Aunque esta ordenación ya señala a las especies más conflictivas en términos absolu-
tos, conviene considerar también su importancia en términos relativos, es decir, identificar
si algunas especies del inventario son proclives a generar más problemas de los que cabría
esperar por su mera abundancia. Para ello, se han comparado el número de conflictos re-
gistrados en cada especie con su abundancia total de pies en el inventario (considerando
únicamente a las especies con más de 20 ejemplares totales inventariados, pues en las
especies más escasas su posible conflictividad es menos preocupante en términos de ges-
tión, y puede venir muy determinada por el puro azar). La FIGURA 7 ilustra estos resultados:

FIGURA 7.  Relación, para las especies conflictivas, entre el número


de casos problemáticos detectados y su abundancia total en el inventario
(cuando midieron al menos 2 m). Para facilitar su representación únicamente
se nombran las especies con los valores de mayor magnitud.

200
Número de interferencias con otros elementos urbanos

180 Ulmus hollandica/pumila


Platanus x hispanica

160

140
Fraxinus angustifolia

120

100

80
Acer negundo

60
Fraxinus excelsior

40

20 Prunus cerasifera

Populus alba
0
0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800

Número total de ejemplares (de más de 2 m)

Globalmente, existe una relación estadísticamente significativa y bastante intensa en-


tre la abundancia de las especies y su conflictividad (tiene un muy pequeño valor p, que
significa que las probabilidades de que esta correlación se hubiera debido simplemente al
puro azar son casi nulas). El parámetro estadístico que indica la intensidad de esta relación
es el coeficiente de determinación r2 = 0,86. Esto significa que el aumento en los conflictos
de las distintas especies se explica básicamente, en un 86%, por el mero aumento en sus
respectivas abundancias: especies más abundantes acaban entrando en más conflictos. No
obstante, el 14% que restaría hasta la correlación perfecta corresponde a los desvíos que
existen a este patrón, los casos particulares que más se alejaron de la norma y que corres-
ponderían en la gráfica anterior a aquellos puntos más distantes a la línea diagonal medi-
dos perpendicularmente.
249
Respecto a los árboles más conflictivos de lo que cabría esperar por su mera abun-
dancia total en el municipio, los situados por encima de la línea de la FIGURA 7, destacan
los olmos siberianos y los arces negundos tanto en términos absolutos (247 ubicaciones
potencialmente conflictivas), como en términos relativos, pues son responsables del 31%
de todos los conflictos. En cada una de ambas especies el 21% de sus respectivos ejem-
plares son problemáticos, teniendo en común el que se trata en buen número de casos de
ejemplares plantados sistemáticamente en alineaciones (como los de las calles de la urba-
nización Fin de Semana, el Paseo de La Alameda o San Macario). Siendo dos especies extre-
madamente abundantes y ampliamente distribuidas por todo el municipio (y con carácter
invasivo en el caso del arce negundo), este resultado ayuda a justificar el esfuerzo en las
tareas de mantenimiento que caracteriza a estas especies en todas las ciudades. Aunque
gran parte de las frecuentes y severas podas a que se somete a estas especies se basan en
criterios puramente ornamentales, también se estaría reduciendo su predisposición a la
conflictividad por su extendido uso como árbol de alineación y sombra en avenidas, calles
largas y plazas (donde acaban estando muy cercanos a algunos tendidos eléctricos, sobre
todo). Esto no impide el reconocer que: 1) en muchas ocasiones la manera en la que se rea-
liza la poda debería ser menos arbitraria y basada en criterios técnicos que comprometan
lo menos posible la salud del árbol; y 2) de haberse planificado correctamente la ubicación
de los árboles hoy no existirían dichos conflictos.
Aparte de olmos y negundos, únicamente los fresnos norteños parecen ser más conflic-
tivos de lo que les correspondería por su mera abundancia, algo que básicamente se debe
a que los muchos ejemplares plantados en la calle Río Guadiana carecen de elementos
separadores de los coches que aparcan en sus márgenes. Una solución inmediata para este
problema, que también afecta a un gran número de plátanos en la cercana urbanización
Fresnos de La Jarosa sería el habilitar bordillos alrededor de los alcorques.
Por el contrario, respecto a los árboles menos conflictivos de lo que cabría esperar
por su abundancia, los situados por debajo de la línea roja, cabe agradecer el que los ála-
mos sean bastante menos problemáticos de lo que correspondería a su gran abundancia.
Sin duda esto tiene que ver con que la mayoría de ellos se concentren en jardines y zonas
verdes, en vez de en alineación a lo largo de avenidas y calles, lo que incrementaría sus in-
teracciones negativas con otros elementos urbanos. En cualquier caso es una circunstancia
muy de agradecer, dado que las elevadas dimensiones medias de estos ejemplares dificul-
tarían mucho la solución de su conflictividad. De manera similar, los mirobolanos o cerezos
de Pissard, abundantísimos por su atractivo follaje púrpura y espectacular floración no en-
tran en muchos conflictos en los jardines donde se suelen ubicar (aunque hay varias largas
alineación de esta especie que, afortunadamente no coinciden con ningún tendido: calle
del Puente, calleja Prado San Juan, solar frente al Polideportivo Municipal).
De entre el resto de especies abundantes, plátanos y fresnos comunes provocan más o
menos los conflictos esperables por su mera abundancia. Esto resulta bastante afortunado,
teniendo en cuenta que de ocasionar más conflictos: a) al tratarse de dos de los géneros
más abundantes del inventario podrían exigir aún mayor esfuerzo de mantenimiento del
que ya requieren; y b) muchos de sus ejemplares, fresnos básicamente, han crecido espon-
táneamente a lo largo del viario urbano, al margen de ningún tipo de previsión de riesgos.
Para el resto de casos de especies poco comunes, su grado de conflictividad no permi-
te identificar patrones relevantes en términos de gestión.

250
Conclusión

El presente trabajo se suma a los esfuerzos municipales para la conservación de este patri-
monio municipal en el claro propósito de mejorar su disfrute público y su aprovechamiento
como recurso socioeconómico. Los materiales aquí entregados constituyen aportaciones
con tres enfoques principales: como herramienta de trabajo para la gestión administrativa
del arbolado (gracias a la base de datos informatizada), como documento de evaluación y
discusión del estado actual del arbolado y sus posibles mejoras (gracias al informe técni-
co), y como vía de concienciación y educación ciudadana (gracias a los apartados menos
explícitamente técnicos de este informe, y a la guía de identificación que lo acompaña).
En términos generales, se puede afirmar que el arbolado público de la ciudad es razona-
blemente abundante y diverso, contando con varias zonas particularmente relevantes. Esto es
muy positivo, sobre todo si se tiene en cuenta que la tipología urbana típica de los pueblos del
entorno de Guadarrama (que acumulan grandes superficies ajardinadas totales, pero en buena
parte dentro de los chalets privados) puede predisponer a desatender la componente pública
de este patrimonio natural. Además, en general su estado de conservación es bueno, si bien su
conflictividad potencial con los tendidos de suministro eléctrico y telefónico es algo elevada
en algunas urbanizaciones, y existen varios ejemplares con claro riesgo de rotura que es ur-
gente apear. Pero los datos obtenidos en este estudio, por basarse en datos cuantitativos y en
razonamientos técnicos objetivos, pueden servir de guía a los responsables del mantenimiento
y mejora del arbolado municipal en la toma de decisiones concretas.
No obstante, es honesto señalar también aquellas cuestiones que no han podido abor-
darse en esta ocasión, para facilitar que sean contempladas en futuras iniciativas al respec-
to. Así, el Artículo 5 del Capítulo 2º de la Ley 8/2005 de Protección y Fomento del Arbolado
Urbano de la Comunidad de Madrid, acerca de la realización de inventarios municipales,
observa algunas cuestiones particulares que han quedado fuera de las posibilidades téc-
nicas y presupuestarias del presente trabajo. A continuación se comenta por qué no han
sido cubiertas, lo que en sí mismo constituye una aportación útil para la mejora futura del
inventario:
1) Edad aproximada de cada ejemplar. Se dan tres circunstancias que han recomenda-
do no incorporar esta variable. En primer lugar, la fecha y grado de desarrollo en el
momento de la plantación de los árboles municipales no han quedado registrados
con precisión en ningún archivo, siendo esta la única referencia directa de la edad
actual de cada ejemplar. En segundo lugar, aunque las dimensiones principales
(altura, perímetro) de un ejemplar guardan relación directa con su edad a través
de una determinada tasa de crecimiento, este parámetro se modula en cada caso
mediante multitud de factores: la especie y variedad a que pertenece el árbol, su
etapa de desarrollo, su emplazamiento, su historial de cuidados y lesiones, etc. Pero
prácticamente no existen estudios que evalúen estas tasas de crecimiento en espe-
251
cies urbanas, y las pocas tablas o ecuaciones disponibles sólo son aplicables a las
especies y localidades concretas en que han sido realizadas. Por último, careciendo
de información precisa sobre la fecha de plantación o el ritmo de crecimiento de
un árbol, la manera más precisa para determinar su edad consiste en el conteo de
anillos anuales de crecimiento: en las zonas templadas, donde los árboles reducen
su crecimiento en invierno, forman anillos diferenciados en la madera del tronco
correspondientes, grosso modo, a primaveras sucesivas. Para no tener que cortar el
árbol, se utiliza una barrena especial, que permite extraer un pequeño cilindro de
madera desde la médula y sobre el que contar los anillos. Esta metodología tiene
los inconvenientes de su lentitud y laboriosidad, completamente inviables dentro
de los plazos de este estudio, y de ser un método muy invasivo que supone una
agresión en ocasiones excesiva para el árbol. En este sentido, el presente informe
y la base de datos que lo acompañan constituyen una excelente oportunidad para
mejorar esta información de ahora en adelante, tanto registrando las fechas en las
que se vayan incorporando nuevos plantones al viario, como tomando medidas re-
gulares en el tiempo de los ejemplares que más interese para calcular sus tasas de
crecimiento.
2) Plagas perceptibles por defoliaciones. La realización del presente inventario durante
el periodo invernal no ha permitido identificar problemas del arbolado caducifolio
que son detectables en las hojas. No obstante, de haber realizado el muestreo du-
rante el periodo estival, habrían sido otras plagas similarmente importantes (pro-
cesionaria, algunos hongos lignícolas) las que no habrían podido considerarse. Por
tanto, ante la imposibilidad de un presupuesto económico y temporal mucho mayo-
res que los aquí aplicados, sería recomendable que los responsables municipales
incorporaran progresivamente este tipo de información a la base de datos adjunta
a este estudio. Particularmente, es importante incorporar información sobre la pre-
valencia de las plagas más habituales de aquellos árboles más comunes del muni-
cipio, por cuanto serían los que más costes (económicos, ecológicos, estéticos, etc.)
entrañarían. Algunos ejemplos muy típicos serían el oídio del plátano, la grafiosis
del olmo, o los pulgones y cochinillas propios de los prunos.
3) Arbolado urbano municipal en terreno privado. Como ya se explicó al inicio de este
informe, el arbolado urbano que ha sido factible estudiar corresponde al de carác-
ter público de la ciudad (en términos de su mantenimiento y/o accesibilidad para
todos los vecinos de Guadarrama). Pero este no constituye en absoluto la totalidad
del patrimonio arbóreo de la ciudad, pues el arbolado que puede encontrarse den-
tro de jardines y solares privados es muy importante (tanto en cantidad como en
calidad). Puesto que las normativas municipal y regional en defensa y protección
del arbolado urbano incluyen tanto al de propiedad y mantenimiento público, como
al emplazado en propiedades particulares, este inventario debería ser sólo el punto
de partida para la deseable incorporación a corto plazo de los ejemplares de pro-
piedad privada, en beneficio de todos los vecinos de la ciudad.

252
Bibliografía

Akbari, H., Pomerantz, M. & Taha, H. (2001). Cool surfaces and shade trees to reduce energy use and
improve air quality in urban areas. Solar Energy 70: 295-310.

Anónimo (2007). El Medio Ambiente en la Comunidad de Madrid (Atlas). Ed. Consej. Medio Ambien-
te, Admón. Local y Ord. Territorio-Secr. Gral. Técnica.

Arnold, H.F. (1980). Trees in Urban Design. Ed. Van Nostrand Reinhold Company.

Blanco, E. et al. [Eds.] (1998). Los Bosques Ibéricos: Una Interpretación Geobotánica Ed. Planeta.

Bolund, P. & Hunhammar, S. (1999). Ecosystem services in urban areas. Ecological Economics 29:
293-301.

Boyce, S.E. (2011). It takes a stewardship village: is community-based urban tree stewardship effec-
tive? Cities and the Environment 3: 8 pp.

Brunet, J., Zalapa, J.E., Pecori, F. & Santini, A. (2013). Hybridization and introgression between the
exotic Siberian elm, Ulmus pumila, and the native Field elm, U. minor, in Italy. Biological Invasions
15: 2717-2730.

Calderón, C., Saiz de Omeñaca, G. & Günthardt-Goerg, M.S. (2009). Contribución del arbolado ur-
bano y periurbano del municipio de Madrid en la mejora de la calidad del aire y sumidero de
contaminantes atmosféricos como beneficio para la sociedad. En: Actas del V Congreso Forestal
Español (pp. 2-15). Ed. Junta de Castilla y León-SECF.

Calleja, J.A. (2009). Fresnedas mediterráneas ibéricas de Fraxinus angustifolia y Fraxinus ornus. En:
Bases Ecológicas Preliminares para la Conservación de los Tipos de Hábitat de Interés Comunita-
rio en España (70 pp). Ed. Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino.

Canosa, E., Sáez, E., Sanabria, C. & Zavala, I. (2003). Metodología para el estudio de los parques ur-
banos: la Comunidad de Madrid. Geofocus 3: 160-185.

Castro-Díez, P., González-Muñoz, N., Alonso, A, Gallardo, A. & Poorter, L. (2009). Biological Invasions
11: 1973-1986.

Caudullo, G. & de Rigo, D. (2016) Ulmus. En: European Atlas of Forest Tree Species (pp. 186-188). Ed.
Publ. Office of the European Union.

Chiesura, A. (2004). The role of urban parks for the sustainable city. Landscape and Urban Planning
68: 129-138.

Cogolludo, M.A., López, R., Burón, M. & Gil, L. (2001). Caracterización morfológica de Ulmus minor,
Ulmus pumila y sus híbridos. En: Actas del III Congreso Forestal Español (Granada; pp. 243-250).
Ed. Junta de Andalucía-SECF.

Cogolludo, M.A., Agúndez, D. & Gil, L. (2000). Identification of native and hybrid elms in Spain using
isozyme genemarkers. Heredity 85: 157-166.

253
Constán-Nava, S., Bonet, A., Pastor, E., & Lledó, M.J. (2010). Long-term control of the invasive tree
Ailanthus altissima: Insights from Mediterranean protected forests. Forest Ecology and Manage-
ment 260: 1058-1064.
Donovan, G.H. & Butry, D.T. (2009). The value of shade: Estimating the effect of urban trees on sum-
mertime electricity use. Energy and Buildings 41: 662-668.
Dwyer, J.F., McPherson, E.G., Schroeder, H.W. & Rowntree, R.A. (1992). Assessing the benefits and
costs of the urban forest. Journal of Arboriculture 18: 227-234.
Elorza, M.S., Vesperinas, E.S. & Sánchez, E.D.D. (2004). Atlas de las Plantas Alóctonas Invasoras en Es-
paña (384 pp). Ed. Dirección General para la Biodiversidad.
Fernández-Villameytide, J. (2002). Planes de gestión para el arbolado urbano. Bricojardinería y Pai-
sajismo 99: 22-25.
Gil, L., Solla, A. & Iglesias, S. [Eds.] (2002). Los Olmos Ibéricos. Conservación y Mejora frente a la Gra-
fiosis (432 pp). Serie Técnica del Organismo Autónomo Parques Nacionales. Ed. Ministerio de
Medio Ambiente-DGCN.
Gilbertson, P. & Bradshaw, A.D. (1990). The survival of newly planted trees in inner cities. Arboricul-
tural Journal 14: 287-309.
Gómez-Lopera, F. (2005). Las zonas verdes como factor de calidad de vida en las ciudades. Ciudad
y Territorio Estudios Territoriales 37: 417-436.
Guggenmoos, S. (2007). Increased risk of electrical service interruption associated with tree bran-
ches overhanging conductors. Utility Arborist Association Quart. 15: 8-14.
Gutiérrez, S. (2002). Características y localización de la hostelería en la Comunidad de Madrid. Es-
tudios Geográficos 63: 695-709.
Harvey, C. & Aultman-Hall, L. (2015). Urban streetscape design and crash severity. Transportation
Research Board 15: 2942.
Hwang, W.H., Wiseman, P.E. & Thomas, V.A. (2017). Enhancing the energy conservation benefits of
shade trees in dense residential developments using an alternative tree placement strategy.
Landscape and Urban Planning 158: 62-74.
Johnson, O. & More, D. (2004). Árboles. Guía de Campo. Ed. Omega.
Kuo, F.E. & Sullivan, W.C. (2001). Environment and crime in the inner city: Does vegetation reduce
crime? Environment and Behavior 33: 343-367.
Lafuente, M.M. (2007). Concepto y protección del patrimonio arbóreo monumental. Revista de Admi-
nistración Pública 172: 403-437.
Llistosella, J. & Sánchez-Cuxart, A. (2017). Guía Ilustrada para conocer los Árboles. Ed. Universitat de
Barcelona.
Lohr, V.I., Pearson-Mims, C.H., Tarnai, J. & Dillman, D.A. (2004). How urban residents rate and rank the
benefits and problems associated with trees in cities. Journal of Arboriculture 30: 28-35.
López Lillo, A. & Sánchez de Lorenzo, J.M. (2001). Árboles en España. Manual de Identificación. Ed.
Obra Social Caja Madrid/Fundación Conde del Valle de Salazar.
López Lillo, A. & López, A. (2007). Árboles Madrileños. Ed. Mundi-Prensa.
Luley, C., Sankowich, S. & Bond, J. (2010). The effectiveness of tree risk assessment on electric utility
distribution systems. Utility Arborist Newsline 1: 14-16.
254
Luttik, J. (2000). The value of trees, water and open space as reflected by house prices in the Nether-
lands. Landscape and Urban Planning 48: 161-167.

Maas, J., Van Dillen, S.M., Verheij, R.A. & Groenewegen, P.P. (2009). Social contacts as a possible
mechanism behind the relation between green space and health. Health and Place 15: 586-595.

Maco, S.E. & McPherson, E.G. (2003). A practical approach to assessing structure, function, and value
of street tree populations in small communities. Journal of Arboriculture 29: 84-97.

Moskell, C., Bassuk, N., Allred, S. & MacRae, P. (2016). Engaging residents in street tree stewardship:
results of a tree watering outreach intervention. Arboriculture and Urban Forestry 42: 301-317.

Nowak, D.J., Crane, D.E. & Stevens, J.C. (2006). Air pollution removal by urban trees and shrubs in the
United States. Urban Forestry and Urban Greening 4: 115-123.

Palomino, D. & Carrascal, L.M. (2006). Urban influence on birds at a regional scale: a case study with
the avifauna of northern Madrid province. Landscape and Urban Planning 77: 276-290.

Pullin, A.S. (2010). Urban greening to cool towns and cities: a systematic review of the empirical
evidence. Landscape and Urban Planning 97: 147-155.

Rivas, I.C., Díez, P.C. & López, A.S. (2015). Análisis de la invasión del hábitat ribereño por tres árbo-
les exóticos en España. Revista Ecosistemas 24: 18-28.

Sánchez de Lorenzo, J.M. (2005). Las especies del género Ligustrum cultivadas en España. En: Árboles
Ornamentales. http://www.arbolesornamentales.es [acceso de febrero de 2017].

Santamour, F.S. & McArdle, A.J. (1985). Checklists of cultivars of linden (Tilia) species. Journal of Ar-
boriculture 11: 157-164.

Sheets, V.L. & Manzer, C.D. (1991). Affect, cognition, and urban vegetation: Some effects of adding
trees along city streets. Environment and Behavior 23: 285-304.

Smardon, R.C. (1988). Perception and aesthetics of the urban environment: Review of the role of ve-
getation. Landscape and Urban Planning 15: 85-106

Tratalos, J., Fuller, R.A., Warren, P.H., Davies, R.G., & Gaston, K.J. (2007). Urban form, biodiversity po-
tential and ecosystem services. Landscape and Urban Planning 83: 308-317.

Tyrväinen, L. & Miettinen, A. (2000). Property prices and urban forest amenities. Journal of Environ-
mental Economics and Management 39: 205-223.

Tyrväinen, L., Pauleit, S., Seeland, K. & de Vries, S. (2005). Benefits and uses of urban forests and
trees. En: Urban Forests and Trees (pp. 81-114). Ed. Springer Berlin Heidelberg.

Van Haaften, M.A., Meuwissen, M.P.M., Gardebroek, C. & Kopinga, J. (2016). Trends in financial dama-
ge related to urban tree failure in the Netherlands. Urban Forestry & Urban Greening 15: 15-21.

Vilà, M., Espinar, J.L., Hejda, M., Hulme, P.E., Jarošík, V., Maron, J.L., Pergl, J., Schaffner, U., Sun, Y. &
Pyšek, P. (2011). Ecological impacts of invasive alien plants: a meta‐analysis of their effects on
species, communities and ecosystems. Ecology Letters 14: 702-708

Wolf, K.L. (2003). Public reponse to the urban forest in inner-city business districts. Journal of Arbo-
riculture 29: 117-126.

Wolf, K.L. (2005). Business district streetscapes, trees, and consumer response. Journal of Forestry
103: 396-400.

255
Anexo.  Planos descriptivos

A continuación se muestran los mapas citados en el informe técnico, a escala DIN-A3, para
poder apreciar más claramente la distribución de los ejemplares.

257
258
MAPA 1a. Distribución geográfica de todos los ejemplares inventariados, distinguidos taxonómicamente a nivel de familia botánica

Arces Liquidámbares Granados


Saúcos Castaños de Indias Prunos, almendros…
Agracejos Celindas Álamos, chopos, sauces
Abedules Nogales Árb. de los farolillos
Catalpas Hibiscos Ailantos
Ciclamores Agriaces Tarajes
Árb. del Paraíso Moreras e higueras Tilos
Falsas acacias Fresnos, lilos, olivos… Olmos, almeces
Robles, encinas… Plátanos Vides
Yucas, cordilines
Adelfas
Acebos
Hiedras
Palmeras
Bojes
Durillos
Boneteros
Madroños
Laureles falsos Cipreses, tuyas, enebros…
Laureles Guinkos
Magnolios Pinos, cedros, abetos, píceas
Acacias Tejos
Pitosporos Secuoyas, cipreses de pantano

259
260
MAPA 1b.  Urbanizaciones Vallefresnos (arriba) y Las Cabezuelas (abajo)
261
262
MAPA 2a.  Distribución geográfica de todos los ejemplares inventariados, en función de su ámbito de origen biogeográfico
263
264
MAPA 2b.  Urbanizaciones Vallefresnos (arriba) y Las Cabezuelas (abajo)
265
266
MAPA 3a.  Distribución geográfica de todos los ejemplares inventariados, en función del tipo de hoja
267
268
MAPA 3b.  Urbanizaciones Vallefresnos (arriba) y Las Cabezuelas (abajo)
269
270
MAPA 4a.  Distribución geográfica de todos los ejemplares inventariados, en función de sus alturas
271
272
MAPA 4b.  Urbanizaciones Vallefresnos (arriba) y Las Cabezuelas (abajo)
273
274
MAPA 5a.  Distribución geográfica de todos los ejemplares inventariados, en función de sus diámetros troncales
275
276
MAPA 5b.  Urbanizaciones Vallefresnos (arriba) y Las Cabezuelas (abajo)
277
278
MAPA 6a.  Ejemplares singularmente grandes, atendiendo a distintos criterios
279
280
MAPA 6b.  Urbanizaciones Vallefresnos (arriba) y Las Cabezuelas (abajo)
281
282
MAPA 7a.  Distribución geográfica de los ejemplares descompensados en altura y grosor:
los anómalamente bajos, y los excesivamente altos y espigados
283
284
MAPA 7b.  Urbanizaciones Vallefresnos (arriba) y Las Cabezuelas (abajo)
285
286
MAPA 8.  Distribución geográfica de los ejemplares entre las principales colonias y urbanizaciones de Guadarrama.
Las urbanizaciones Las Cabezuelas y Vallefresnos también fueron consideradas, cada una de ellas como sendas zonas
287
288
MAPA 9.  Número de árboles (sin distinguir especies) en base a unidades de 1 ha (cuadrículas de 100 x 100 m)
289
290
MAPA 10.  Número de especies (sin considerar la abundancia de cada una de ellas) en base a unidades
de 1 ha (cuadrículas de 100 x 100 m)
291
292
MAPA 11a.  Localización de los árboles con lesiones, jerarquizados mediante la suma en cada
ejemplar de todos sus daños (moderados: 1, medios: 2, elevados: 3)
293
294
MAPA 11b. Urbanizaciones Vallefresnos (arriba) y Las Cabezuelas (abajo)
295
296
MAPA 12a.  Localización de los árboles en conflicto con otros elementos urbanos, jerarquizados
mediante la suma en cada ejemplar de todas sus intererencias.
297
298
MAPA 12b. Urbanizaciones Vallefresnos (arriba) y Las Cabezuelas (abajo)
.
299

También podría gustarte