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Adultez Desarrollo Ii
Adultez Desarrollo Ii
En cuanto a la paternidad, sus tipos y forma de ejercerla “Es importante reconocer cómo
una percepción idealizada de la relación padre-hijos puede convertirse, en determinado
momento, en una relación traumática por un ejercicio autoritario de paternidad”
(Montesinos, 2002) Si el padre es muy autoritario, la relación con sus hijos puede llegar a
ser una experiencia traumática en donde tengan que limitarse al hacer o decir cosas.
Ante esto Zarebski (2008), considera que es importante que las parejas mantengan el
diálogo. Ello en el caso de Mario podría darse por hecho, ya que él con su madre resolvía los
problemas dialogando, y ello en su familia podría haberlo puesto en práctica y por ende aún
continuar manteniendo la familia. En otras palabras, “(...) viene a complejizar el vínculo
matrimonial, sobre todo en la mediana edad. En la medida en que esa relación no vaya
acompañada por la posibilidad de diálogo y fluida comunicación en la pareja, los caminos
divergentes que cada uno adopte podrán transformarse y de hecho se transforman
cotidianamente en motivo de disolución del matrimonio, en lugar de oportunidad para el
crecimiento.” (Zarebski, 2008, p. 91).
Por ello, como se mencionó, la comunicación es un factor crucial para que se siga
sosteniendo una buena relación en pareja, de lo contrario, solo se presentarían en emociones
guardadas que en un momento llegarían a lastimar si no se miden, por lo que terminaría en
destruir la relación y generalmente concluiría en el divorcio y a la disolución de una familia.
En el caso de Mario, se deduce que la manera en la que resuelve sus conflictos con su
esposa dialogando, puesto que así le enseñó su madre a resolver los problemas.
“...mi madre, la ame más que mi vida, por sus consejos, porque me aconsejaba, no
era de pegar”.
Ello quiere decir que la mujer, a pesar de que no se sienta o no se vea sola, lo está ante
la sociedad, pues para la mirada tradicional la mujer siempre está acompañada y que no lo
esté se ve inadecuado. En cambio, el hombre no, pues, según la mirada tradicional, el hombre
es fuerte e independiente, no como la mujer. Debido a que antiguamente en la sociedad la
mujer dependía del hombre económicamente, porque no le era permitido a la mujer estudiar.
Aún así, la situación no se interpreta como negativa, pues él no tenía el deseo de que
ella lo cuidara, sino al contrario, de cuidarla él a ella para retribuirle y compensarle todo lo
que hizo por él.
“yo tenía que ser profesional, recompensar a mi madre, su comprensión, su amor,
ese cariño incondicional, con todos ah no solamente conmigo. Tan así que cuando
estuve en Puno el 63, 64 le mandé mi primer sueldo.”
En cuanto a las Características del duelo al final de la adultez, Alizade (2005), hace
referencia a las pérdidas que sufren los seres humanos, conforme la vida va siguiendo su
curso. Por lo general hace referencia a los cambios que ocurren en el cuerpo, donde el
individuo capta que ya puede realizar las mismas funciones que antes. La pérdida de la
fertilidad, es también, un tema de duelo en la vida de los individuos, pues es el momento en
que se dan cuenta que ya no podrán tener más hijos. En este momento la persona se pone a
pensar sobre los cambios que están ocurriendo y que cada vez más se aproximan al
envejecimiento. Por otro lado, ocurre la muerte psíquica, que es un temor por el perder el
deseo, o el vínculo amoroso, “la melancolía es el duelo por la perdida de lalibido” (Freud
citado en Alidaze, 2005). Ello se refiere a que, las personas, suelen sentir pena por saber que
no se encuentran tan activos como antes, por lo general, se debe a que el cuerpo ya no es el
mismo de cuando eran jóvenes y esta sensación es la que suele llamarse duelo.
Ante ello se puede rescatar que, primero, los cambios sociales en la actualidad sobre
la función y el rol que cumplen los padres ha sido modificada. Se dice esto ya que en la
actualidad la mujer ha asumido más responsabilidades como el hecho de trabajar y también
ser un sustento económico para la familia. Ello difiere a cómo solía ser antes. El padre era el
que proveía económicamente a la familia y también ponía la autoridad. Por ello,
anteriormente la sociedad se encontraba arraigada a un sentir de el autoritarismo como la
esencia de ser hombre y por consecuente la de ser padre. Pero ahora en las nuevas
generaciones, esto ha cambiado, los padres replantean los aspectos de la paternidad y lo que
concierne a ello.
En el caso de Mario, se puede decir que el rol de padre que ejerció fue como el de la
actualidad, que consiste más en un enfoque afectivo, nos comentó que cuando él tuvo a su
primera hija siempre tenía cuidado con ella y luego con su siguiente hijo e hija también.
“El amor de mi hija… mi hija pues, una reina (…) vino pues, la bendición a la
familia, comprarle lo mejor, navidad sus juguetes, comprarle muñecas hermosas,
íbamos a larco, que se vista lo mejor y ella caminaba (...) después de 7 años ya vino
mi hijo Luis Carlos, mi esposa feliz porque me gustan los varones, después 3 años,
vino mi hija la economista, mi otra felicidad”
Además, Mario no compartió mucho sobre los cambios que experimentó. Tampoco se
refirió a los sentimientos que presentó cuando fue consciente que no ya podría tener más
hijos. Sin embargo, mencionó la relación actual que tiene con sus hijos.
“Felices, porque vimos como mi hija, la mayor terminaba quinto de media, muy
bromista.”
Por ello, deducimos que la relación con sus hijos es cálida, probablemente sea ese el
motivo por el cual pudo manejar positivamente la idea de no poder tener más hijos, ya que el
amor de los tres compensaba los posibles sentimientos de angustia que presentaba.
En el caso de Mario, él sí pudo pasar por todo este proceso ya que empezó a
preocuparse más por su familia, por las personas que lo rodeaban y no le daba tanta
importancia al hecho de que se estuviera haciendo mayor y a las molestias propias de esta
etapa. Esto se puede comprobar con la siguiente cita:
“en la actualidad (lo que más disfruto) mi familia, mi hogar, la felicidad de mi esposa,
los nietos, invitarlos a comer, siempre yo ponia no es que yo daba todo pero, yo
siempre le daba su platita, le da ba a mi hija para que se compre su vestido, me ha
gustado eso que siempre se ha compartido.”
Por otro lado, creemos que el motivo por el cual esta actitud del entrevistado, se deba
al trato que recibió por parte de su madre, ya que ella siempre le inculcó los valores, él
menciona que:
“estaba metido en lo que yo tenía que ser profesional, recompensar a mi madre, su
comprensión, su amor, ese cariño incondicional, con todos ah no solamente
conmigo.”
En ese sentido, no podemos rescatar con la representación que Mario tuvo con su
padre, puesto que no tuvo una cercanía a esta y por ende no tuvo la identificación con el
mismo, es decir, en el caso de Mario menciona sobre su padre lo siguiente:
“mi papá estuvo desaparecido tres años, mi mamá no sabía dónde estaba, nadie sabía,
hasta creyeron que había muerto, pero luego volvió y mi madre tan buena lo recibió e
incluso le dio un cuarto, un techo y comida que no le faltara”
Con respecto al trabajo del odio, Montesinos (2002), nos menciona que en el caso
de la vejez, la persona puede transformar esta etapa en odio hacia la vida, ya que empieza a
notar diversos cambios que afectan su forma de ver a los demás y verse a sí mismo. Por ello,
empiezan a odiar lo que está por venir, es decir la decadencia, la declinación, etc, las cuales
son características propias de la edad. Así mismo, también resalta que el odio está muy ligado
al hecho de perdonar a una persona. La persona odiada hace que el otro individuo empiece a
desgastar su energía mental en resentirse y odiar, por lo cual no puede realizar nuevos
proyectos:
En el caso de Mario, no se pudo apreciar cierto odio hacia una persona. Sin embargo,
debido a la ausencia de su padre durante casi toda su infancia y juventud, podemos interpretar
que Mario tenía cierto resentimiento hacia él. Aunque nos mencionó que alojó y cuido a su
padre en sus últimos días. Asimismo, también nos resaltó que a pesar de que muchos de los
altos mandos en su trabajo como policía fueron injustos con él, tampoco les guardó
resentimiento. Así mismo, podemos darnos cuenta con la siguiente cita de que Mario
actualmente se siente cómodo con la etapa que está viviendo y se puede interpretar que no
presenta cierto miedo u odio a todo lo que está pasando actualmente, puesto que se considera
una persona fuerte. Sin embargo, sabe que su cuerpo ya no es el mismo de antes por eso
prioriza la fortaleza espiritual.
“la etapa del adulto mayor ya se siente, pero bien, como le digo soy una persona de
carácter, de mucha fortaleza espiritual, más que física, siempre veo que en mi casa no
falte nada, ya mi hija, se ha ido a estados unidos, es muy codiciada y tiene una buena
casa, y yo a pesar de mi edad, trabajo desde las siete hasta la una, gano mi platita, y le
doy a mi esposa, como hemos quedado, así he sido desde joven, muy muy ordenado,
y así quiero conservarme, quiero hacer el cuarto piso, para que mi yerno vea, como un
hombre de setenta y cuatro años, ya va a cumplir en octubre setenta y cinco, ha
construido, entonces todo es posible en esta vida,”.
En el caso de Mario, si bien no tiene una ubicación temporal, se puede inferir que
ocurrió cuando se independizó, él nos cuenta que fue duro al principio pero debido a aquella
autoconfianza que había desarrollado para tener nuevas experiencias. Tal y como se
menciona en la siguiente cita,
“de ahí me mandaron de subalterno a Puno, ahí fue mi independencia y vi una
realidad diferente, distinta, se siente la falta del hogar, de carencia de la madre, pero
había una recompensa para mi el fin de mes que cobraba mi plata, iba corriendo y le
mandaba su platita a mi madre”
Inferimos que esta situación hizo que Mario refuerce mucho más su autoestima y
pueda sobrellevar el tiempo en el que estuvo solo.
En ese sentido, se presentan cambios físicos y psicológicos en las personas, los cuales
son necesarios aceptarlos y asumirlos para una adecuada transición de esta etapa. La
menopausia retoma la melodía de la transitoriedad y de lo efímero, como lo menciona
Alizade. Entonces, en el caso de Mario, quien se encuentra en esta etapa, rescatamos lo que
dijo sobre esta:
“...consciente que a pesar de los años, quien sana de cancer (...) y me levantó Dios,
me caí de un segundo piso de espaldas, he volado llevando una fotocopiadora y
cuando me caía sentía una cosa en el estómago, y dije padre, mis huesos, mi
cabeza…”
En este caso Mario es consciente de la pérdida de energía física que tiene como parte
propia de la edad que tiene, se rescata también que en sentido psíquico sus creencias
religiosas han aportado bastante sobre su forma de pensar y se refleja ello cuando dice esto
sobre la muerte:
“...la muerte carnal este, eso si pasa, pero más que una muerte es una entrada al cielo,
y Dios me ha mostrado porque yo estaba ahí yo estaba con Jesús y me reprendió (...)
por eso en el momento que me vaya se que me voy a poner triste porque no estaré con
mis hijos pero se que desde donde este, velaré por ellos”
Con lo expresado, se puede decir que respecto a su elaboración de finitud tiene mucha
influencia la religión, ya que, al ser consciente de lo que expone la muerte y pensar en ello
como, en cierto sentido, estár más cerca a ella lo ayuda a tener más claridad y familiaridad en
sí sobre lo que es la finitud.
Por ello, podemos inferir que Mario, quiso olvidarse de los estereotipos, pues él
comentó que es una persona tradicional y conservadora que vive en una rutina calmada y no
presenta el deseo de querer “romper las reglas”.
“en la iglesia, hay una paz que te da, una tranquilidad, ese es el espíritu cuando
uno está enfermo y cree en Dios, el dolor se le va de inmediato”.
Según este testimonio, se puede inferir que no tuvo la necesidad de ser imponente. Por
ello, inferimos que él vive en tranquilidad, porque así lo desea.
Por otro lado, con respecto a la nueva identidad femenina versus identidad
tradicional masculina, explica los cambios que ocurren en la actualidad, donde se detalla
cómo las mujeres van obteniendo una postura tan parecida a la del varón, cosa que en el
pasado era casi imposible, por las costumbres, las ideas establecidas, y el machismo que
reinaba la época antigua. No obstante, en la actualidad, esas ideas pasaron al olvido, puesto
que las mujeres van creciendo tan igual que el varón, y en numerosas ocasiones, son ellas
quienes crecen mucho más, ya sea en el ámbito laboral, profesional o social, pues ahora se
cuenta con varias oportunidades para ambos géneros. Montesinos (2002), comenta un estudio
realizado por Griselda Martinez, donde comparte cómo las familias, al verse en esta situación
de que ambos padres sean los aportadores, emplean acuerdos de manera equitativa, donde
ambos (padre y madre) construyan relaciones más igualitarias, ya que en algunos casos las
mujeres suelen ser quienes trabajen y ganen más que los esposos, generando conflictos entre
ambos.
Con las palabras brindadas, entendemos que el señor Mario no presentó incomodidad
ante el crecimiento femenino, pues aceptó el emprendimiento de su hija. Con lo visto
anteriormente, asimilamos que no hubiera presentado malestar si se daba la oportunidad de
que su esposa colabore con la familia, pues al parecer apoya que el hecho de que las mujeres
surjan igual que los varones.
Además, Mario viene de una familia no tradicional, ya que su madre criaba a sus hijos
prácticamente sola por la ausencia de su padre. Es decir, su madre trabajaba y cuidaba a sus
hijos por sí misma, mostraba empoderamiento. Por esta razón, Mario tampoco estructuró a su
propia familia de forma tradicional. Su esposa administraba el dinero para los gastos de la
casa y él no tenía problemas con ello. Así mismo, sus hijas estudiaban y él se sentía orgulloso
de ellas.
Bibliografía
Alizade, M. A. (2005). Adiós a la sangre: reflexiones psicoanalíticas sobre la menopausia.
Buenos Aires: Lumen.
Alizade, M. A. (1998). La mujer sola: ensayo sobre la dama andante en occidente. Buenos
aires: Lumen.
Montesinos, R. (2002). Las rutas de la masculinidad: ensayos sobre el cambio cultural y el
mundo moderno. Barcelona: Gedisa.
Zarebski, G. (2008). Padre de mis hijos ¿padre de mis padres?. Buenos Aires: Paidós.