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para adquirir, en las mismas condiciones, las acciones adjudicadas en proceso de ejecucién y enajenacion forzosa. IV. PROBLEMATICA SUSCITADA POR LOS ALCANCES DEL ARTICULO 91 DE LA LGS SOBRE LA MATRICULA DE ACCIONES En la norma vigente se establece que la sociedad considera propietario a quien est€ registrado con est condicin en la matricula de acciones; y, bajo esa dispo- sici6n, la sociedad presume que es el titular legitimo de la acci6n. La norma no dispone oponibilidad alguna para quienes tengan su titularidad registrada, pues los libros de la sociedad, entre los cuales est la matricula de acciones, no son registros piblicos, sino registros privados y, en consecuencia, solo determina una presuncién que conduce a que la sociedad sea consecuente con ella. Por ello, el titular de la accién queda legitimado para ejercer todos los derechos, y le seran exigibles todas las obligaciones que, segiin la LGS y los estatutos, corres- ponden a los accionistas. Como bien puntualiza Elfas Laroza (2015): El hecho de haberse anotado la titularidad de una persona en la matricula de acciones no resuelve los problemas que sobre la legitimidad y validez de ese titulo podria enfrentar el accionista frente a cualquier tercero. Las controver- sias y litigios que de ello se deriven deben ser ventilados y resueltos jurisci cionalmente, siendo esto tiltimo de exclusivo interés de los accionistas, y no de la sociedad. (p. 336) Siguiendo a Elias Laroza (2015): Tema de mayor interés resulta el efecto que frente a terceros puede originar la anotaci6n de Ia titularidad sobre la acci6n a favor de una persona deter minada en la matricula de acciones, ya que los terceros est’in amparados por Ja presuncién de titularidad, pues pese a que la norma tiene un destinatario muy claro que es la sociedad, se busca que la propiedad sea publicada en forma similar a la que brindan los Registros Pablicos. Por eso consideramos que el articulo 91 de la LGS tiene por finalidad resolver los problemas que podirian suscitarse entre la sociedad, el accionista y terceros contendores del derecho de este wltimo, pues otorga certeza respecto de cuindo un tercero actué con buena fe. La publicidad puede ser solicitada por terceros con legi- timo interés en el contenido de la matricula de acciones, y no por cualquier tercero que reclame informacién sobre dicho libro, que no es un registro pUblico. El primer parrafo del articulo 91 de la LGS es en nuestra opinion complicado, porque de un lado le reconoce la condicién de accionista a una persona cuyo derecho obra inscrito en la matricula de acciones, pero no es un registro publico indiscutible o incuestionable, pues no impide los conflictos jurisdiccionales. Adicionalmente, conforme al segundo parrafo del articulo 91 de la LGS, el cual esti directamente relacionado a los casos, que sin duda son numerosos, en los cuales se litiga la propiedad de las acciones, se admitira el ejercicio de los derechos del accionista por quien aparece registrado en la sociedad 85 86 como propietario de ellos, salvo mandato judicial en contrario, es decir, siempre esti abierta la posibilidad de inscribir en la matricula de acciones una medida cautelar innovativa que disponga algo diferente. Si bien la matri- cula de acciones cumple un rol importante, la inscripcién de los derechos de los accionistas en ella no es absoluta, no es constitutiva de derechos y no es incuestionable, por mas buena fe de los accionistas originales, puesto que podrfan suscitarse innumerables litigios en los que se podra solicitar la inscripcién de medidas cautelares innovativas, que también se tendrin que inscribir en las matriculas de acciones. (pp. 336-337) Para Palmadera (2009): a inscripcién en la matricula de acciones carece de efectos constitutivos, la transferencia de la participacién social (es decir, de las acciones) se eva a este, 0 se inscribe en este, con el acuerdo de voluntades entre el transferente y el nuevo accionista. La anotacién en la matricula de acciones simplemente legitima al accionista para el ejercicio de los derechos sociales inherentes a su condici6n juridica, y en lo que se refiere al sistema de representacién mediante anotaci6n en cuenta, se reconoce como accionista a quien aparezca como tal en el registro contable de la institucién de compensacién y liquida- cidn de valores correspondiente. (p. 127) Morales Silva (2018), partiendo del anilisis normative y dogmatico de la institucién de la propiedad, analiza la concepcién normativa de este derecho en la LGS y, de manera especial, reflexiona sobre el atributo de la oponibilidad y sus implicancias en el registro de matricula de acciones. Ademés, analiza la actual interpretacién que viene realizando la Corte Suprema, para lo cual se refiere a la Casaci6n 841-2015-Lima, publicada en el diario oficial El Peruano el 26 de octubre del 2017, que comentaremos mas adelante. Finalmente, concluye con una propuesta de reforma al primer parrafo del articulo 91 de la LGS: Como bien se sabe, los derechos de Jos accionistas pueden ser de distinta naturaleza de los derechos reales y/o de créditos, en tanto se constituyen como derechos personales corporativos. De esa manera, se alude a una tercera cate- gorfa de derechos, que representan o son inherentes a las acciones emitidas, independientemente de la representaci6n o materializacién de los mismos; pero, segtin la atribucin que se les asigne por acuerdo de los asociados, y por ley, se puede establecer una categorfa especial para el contenido y alcances de los derechos, como son el derecho al voto y sin voto, regulado en los articulos 95 y 96 de la LGS. Morales Silva (2018) se pregunta si la acci6n representada en un certifi- cado de acciones puede 0 no equipararse en su forma y valor a un certificado contable de las mismas, y considera que no podrian equipararse al menos en cuanto a un documento que representa las acciones, puesto que la finalidad del certificado de acciones es acreditar el valor econ6mico asignado de las acciones, pero no genera oponibilidad sobre el propio documento. Es decir, un certificado de acciones no podria por si mismo o por sf solo servir como un documento que permita la transmisibilidad de las acciones, a menos que una ley especia- lizada le otorgue dichos efectos, 0 el estatuto haya incorporado dichas reglas, pero sometiéndolas a la aprobaci6n de la mayorfa societaria de la junta general de accionistas, asi como tampoco permitiria acreditar el ejercicio de derechos societarios dentro de la entidad societaria. No olvidemos que, segiin el articulo 91 de la LGS, la sociedad considerara propietario de la acci6n a quien aparezca como tal en la matricula de acciones. El certificado de acciones puede calificarse como un documento contable, pero este es también un titulo documentario que puede transferirse, y que también podria concebirse como un modo de adquisicién de la propiedad mobi- liaria, en tanto dichos documentos representan un bien mueble que le atribuye la ley, por oposicién a la regulaci6n taxativa de la ley de cuales son los bienes inmuebles, aunque para su determinaci6n se tendria que acudir a la legislacién especializada civil. Ya hemos visto que, conforme al inciso 3 del articulo 100 de la LGS, los certificados de acciones, ya sean provisionales o definitivos, deben ingresar las acciones que representan, la clase a la que pertenecen y los dere- chos y obligaciones inherentes a la accién Con relaci6n al libro de matricula de acciones, la LGS, como ya lo hemos mencionado, ha incorporado un cambio de nombre juridico de la instituci6n que denomina al libro matricula de acciones, a diferencia de la ley anterior que llama al libro como registro de acciones y transferencias, sin que ello derive en un cambio de fondo, en el que el titular de la propiedad de las acciones se encuentra comprendido en el libro de matricula de acciones 0 seria aquella persona que se encuentre litigando en nombre de ellos, salvo que exista un mandato judicial que haya dispuesto lo contrario, conforme lo seftala el segundo parrafo del articulo 91 de la LGS. De alli se puede desprender que un libro de matricula de acciones comprende los siguientes actos: la creacién y emisién de acciones, cuando estos se representan en certificados provisionales y definitivos; la transferencia, canjes y desdoblamiento de acciones; la constitucién de derechos y grava- menes sobre las acciones; las limitaciones a la transferencia de acciones; los convenios entre accionistas 0 de accionista con terceros, que versan sobre las acciones 0 los que tengan por objeto el ejercicio de los derechos inherentes a ellas (Morales Silva, 2018). Por otra parte, siguiendo a Elias Laroza (2015), se precisa que en el articulo 91 de la LGS se alude expresamente a la “propiedad de la accién’ de aquel que aparezca en el libro de matricula de acciones. Se entiende, asi, que el propietario de la accién no es aquel que ostenta un certificado 0 documento, de manera 87 88 que no podria instrumentalizar el certificado 0 documento alguno que repre- sente la titularidad de las acciones, en relaci6n con lo regulado en el articulo 886 del Cédigo Civil, en cuyo inciso 8 comprende como bienes muebles las acciones © participaciones que cada socio tenga en sociedades 0 asociaciones, aunque a estos pertenezcan bienes inmuebles (p. 336). La pregunta que se formula Morales Silva (2018) es si se puede o no equi- parar la oponibilidad de la propiedad civil con la propiedad mercantil. En sus andlisis se aprecia que la definicién de propiedad adoptada del derecho civil, en principio, conserva aspectos patrimoniales, mas no incluye aspectos formales sustantivos que son propios de la organizaci6n societaria, como seria la repre- sentaci6n y voto en la toma de decisiones de la sociedad, y con ello la atribucién de responsabilidad de aquellas. De alli que el concepto de propiedad civil no coincida con los derechos especificos reconocidos legalmente para el titular de las acciones o el propietario de las acciones; por lo tanto, la relacién del sujeto con el bien en la propiedad mercantil no se justifica, en tanto se requiere de un acuerdo de junta general para su disposicién, y con ello este acuerdo se convierte en el control de la propiedad de las acciones, a diferencia de la rela- cién derivada en la propiedad civil. En ese sentido, Morales Silva (2018) reconoce una contradiccién en la adopcién de la propiedad en el sentido civil: la propiedad civil se concibe como el ejercicio pleno o absoluto sobre el bien de parte de su titular, mientras que en la propiedad mercantil, al tener derechos politicos, su titularidad no seria civil © mercantil; en cambio, se atribuye o se restringe a la propiedad del miembro en raz6n de la proporcionalidad que aporta respecto del ente societario. Entre el socio y Ia sociedad se produce una suerte de copropiedad civil que se repre- senta en partes alicuotas. Tal y como est4 disefiada nuestra legislacin societaria, que se diferencia y se distancia de la legislacién civil, no podria adoptarse un régimen donde se reconozca bajo las mismas caracteristicas y funciones la propiedad civil y el registro civil, con la propiedad mercantil y el registro mercantil, ni, especifica- mente, con la matricula de acciones. Esto se debe a que, desde el origen de las instituciones del registro, la finalidad y concepcién son totalmente diferentes y, por ejemplo, el registro mercantil no podria entenderse como un registro de propiedad de acciones, en una entelequia organizada, dado que no se consti- tuye como una institucién y su particularidad es propia del trafico. mercantil, en raz6n de la peculiaridad de cada comerciante o ente organizacional. No est en discusi6n ni se minimiza el rol del Registro de Sociedades como uno de los Registros de Personas Juridicas, en tanto que, gracias a su existencia y vigencia, las sociedades, cualesquiera que fuere su denominacién y clase, adquieren personalidad juridica y vida propia desde que estdn insertas en el Registro Ptiblico, siendlo totalmente diferente el rol que cumple la mairicula de acciones. No obstante, si la propiedad es una institucién que se concibe por sus atributos de manera absoluta y la propiedad mercantil se encuentra supeditada a la decisién del ente societario no solo por su regulaci6n especial, sino porque existe una relaci6n estrecha entre sus miembros y el ente, pero no independiente © como control de actividad de la misma), se podria sefalar que, a menos que el ente tenga una responsabilidad ilimitada, la categoria de propiedad civil se aplicarfa plenamente a la propiedad mercantil. De modo que la propiedad de la acci6n serfa condicién para que los aspectos no patrimoniales 0 derechos derivados de la propiedad patrimonial de las acciones puedan operar plenamente. De alli que solo se esté ante una aparente separaci6n entre los aspectos patrimoniales y no patrimoniales de las acciones. Por otro lado, si el derecho de propiedad es el derecho real que comprende todos los derechos posibles 0 facultades sobre un bien y los derivados del mismo, esta definicién y reconocimiento de sus aspectos civiles no se desna- turalizarian si se utilizan en otros 4mbitos normativos, como seria la normativa mercantil 0 comercial, pero con algunos matices. En el derecho registral podemos mencionar que se reconocen dos tipos de sistemas registrales clisicos: el declarativo y el constitutivo, en los cuales se determina el momento de adquisicién 0 constitucién de un derecho desde la emisi6n del acto 0 desde la inscripcién del mismo. De alli que, de conformidad con el articulo 2012 del Cédigo Civil, una vez inscrito un derecho, el conte- nido del registro se presume de conocimiento de todos, sin admitir prueba en contrario; por lo tanto, las situaciones juridicas inscritas en el registro son plena- mente oponibles, pero, en el caso de los actos de las sociedades, no todos sus actos son pasibles de inscripcién, como lo establece el literal b) del articulo 4 del Reglamento del Registro de Sociedades. De esa manera, como lo hemos sefialado anteriormente, el ente societario cuenta con derechos patrimoniales y no patrimoniales, pero que, como conse- cuencia de su integraci6n (manifestaci6n de voluntad de conformar un ente organizado), se constituyen en los derechos no patrimoniales, propios de la pertenencia a una organizaci6n y se integran los aportes de cada uno de ellos, generando una relacién de socio y ente, con base en los derechos patrimoniales. De alli que la propiedad de la sociedad es aquella que se ostenta a partir de los aportes al ente, porque el titular de los aportes es quien se encuentra regis- trado bajo la condicién de propietario de las acciones en el libro de matricula de 90 acciones, de manera que se presumiria como propietario de la accién a aquella persona cuyo derecho ha sido debidamente anotado en el libro de matricula de acciones. Por tanto, la propiedad societaria requiere para su ejercicio la oponi- bilidad ante el mismo ente societario, mas no frente a terceros que no tendrian interés en Ja forma de organizaci6n del ente. En otras palabras, un libro de matricula de acciones atribuye la propiedad de las acciones, o sefiala quiénes tienen derecho a las mismas, con la precisi6n de que es titular de la propiedad de las acciones. Sin embargo, la norma socie- taria no establece oponibilidad alguna para quien ejerza la titularidad registrada, pues los libros de la sociedad no otorgan dichos efectos, particularmente la matricula de acciones que no es un registro piblico, de alli que el registro de matricula de acciones solo otorgue legitimidad para ejercer todos los derechos y, como consecuencia de ello, todas las obligaciones, de acuerdo con lo seftalado en los estatutos y la ley que les corresponde a los accionistas. No obstante, ante el reconocimiento de derechos derivados de las acciones y Su registro, no cuestionamos que, aunque las acciones tienen un contenido patrimonial en cuanto representan un porcentaje del capital social, a su vez, importan un derecho societario, es decir, conllevan una serie de derechos poli- ticos, de la misma manera que los derechos patrimoniales que representan. Si bien son Ambitos objetivos distintos, se entiende que forman parte de una sola categoria, a la que se denominé accion, aunque se pueda pactar en el estatuto social que se diferencien las acciones con derecho a voto y sin derecho a voto. Por otro lado, se puede mencionar que, desde la concepcién de la propiedad de la acci6n en su contenido patrimonial, podemos referirnos a su transferencia plena o no plena. Dentro de la primera, podemos incorporar a la compraventa, y, dentro de la segunda, estarfan el arrendamiento, uso, disfrute, etcétera. De alli que cabria la posibilidad de comercializar algunos derechos contenidos de las acciones, aunque esta transferencia se encuentre supeditada, de alguna manera, a la formalidad requerida por la LGS, dependiendo del tipo de sociedad y lo establecido por los propios accionistas en el estatuto de la sociedad. De esa manera, la oponibilidad derivada del libro de matricula de acciones, que permite el control de las acciones, 0 como consecuencia del atri- buto de disposicién del bien, acciones, no puede equipararse a la del registro de propiedad, en tanto que el registro de matricula de acciones es constitutive de derechos solo para el accionista, y para los otros accionistas 0 socios, mas no para terceros, a menos que estos tengan un interés cierto y manifiesto, alejan- dose de la oponibilidad péblica del registro de propiedad. La pregunta que corresponde formular es si la matricula de acciones generaria la oponibilidad del registro de acciones. El registro de matricula de acciones es una institucién que ha sido incorporada en la normativa vigente de la LGS, pero que, en realidad, como ya hemos mencionado, es a misma institucién regulada en la anterior ley como registro de acciones y transferen- cias, solo que bajo otra denominacién: matricula de acciones, a partir de la cual nacen varios derechos: la creacién de acciones; la emisién de acciones; las wansferencias, canje y desdoblamiento de acciones; la constitucin de derechos y gravémenes sobre las acciones; las limitaciones a la transferencia de acciones; ¥y los convenios entre accionistas y terceros, que versen sobre las acciones 0 que tengan por objeto el ejercicio de los derechos inherentes a ellas. De alli que, si dicha matricula de acciones genera control y otorga legitimidad a los socios 0 accionistas en la toma de decisiones, su registro no otorgarfa una eficacia cons- titutiva de derechos, en tanto estos se generan a partir de la comunicacién a la junta general de accionistas de los actos que haya realizado el socio para su inscripci6n, conforme lo regulan los articulos 91 y 92 de la LGS. La oponibilidad del libro de matricula de acciones es privada y, por la natu- raleza juridica del registro privado, que pertenece a una sociedad, requiere de una comunicaci6n para su inscripci6n. En el caso de las sociedades anénimas cerradas, es necesario que los otros socios ejerzan su derecho de adquisicién preferente. No obstante, la LGS no ha otorgado un plazo para la inscripci6n de la transferencia de acciones en el libro de matricula de acciones, pero se entiende que debe hacerse inmediatamente producida la transferencia de acciones, 0 cualquier acto de disposicién que genere un cambio de situaci6n subjetiva de la sociedad. Deberia no solo ser comunicada, sino inscrita. Por otro lado, si bien el registro de matricula de acciones no est a dispo- sicién de cualquiera, ello no implica que esté prohibido conocer su contenido y alcances, dado que la LGS no lo ha reservado y excluido expresamente; de alli que se haya normado la posibilidad de peticionar dicha informacién a partir del interés de quien lo solicita Nos cuestionamos, entonces, si con la transferencia de acciones en sentido pleno, es decir, cuando se ha cambiado la titularidad del sujeto de las acciones, se estaria modificando la constitucién de la sociedad, para lo cual podria inscri- birse en el Registro de Sociedades dicha modificacién de la titularidad del patrimonio social. Sin embargo, a partir de lo regulado en el Reglamento del Registro de Sociedades, en el articulo 4, las transferencias de acciones no serian actos inscribibles. Asimismo, la publicidad que se otorga en el libro de matricula de acciones no serfa confiable, en tanto la informacién sobre el nuevo socio puede ser distinta de la real, puesto que este registro no es constitutivo y est4 sujeto a la 91 92 comunicacién del acto de transferencia de acciones. Pero si deberia tener la fina- lidad de controlar la transferencia de acciones, por pertenecer a un ente social, para identificar Ia legitimicad de quienes son socios. En ese sentido, si un registro pubblico tiene como funcién primordial otorgar seguridad juridica a la transferencia de bienes por medio de la publ cidad del registro, de similar forma, en las transferencias de acciones, por medio de su inscripcién en el libro de matricula de acciones, se otorgarfa publicidad a los actos de disposici6n de las acciones y, con ello, un ahorro en los costos de transacci6n, pero el registro de matricula de acciones no tiene un alcance de oponibilidad general, dada su naturaleza privada. Sin embargo, en las socie- dades anénimas abiertas, la eficacia de la inscripcién de sus acciones es més general, puesto que la inscripci6n de las acciones en esta sociedad se realiza en el Registro Piblico del Mercado de Valores, como se ha regulado en el articulo 252 de la LGS. Por otro lado, nos cuestionamos si este registro de matricula de acciones permite realizar un control de la disposici6n o de la transferencia de las acciones, en tanto no solo se modifica una situaci6n juridica de la sociedad y de la orga- nizaci6n, sino que la junta general de accionistas aprueba la transferencia de acciones y la incorporaci6n de un nuevo accionista, lo que puede implicar una verificacién de la conformacién del accionariado (Morales Silva, 2018). Al respecto, consideramos que sf se realiza un control de legalidad de las transferencias de las acciones, aunque de manera indirecta, cuando dicho control es llevado a cabo por uno de los socios. Sin embargo, esto no podria efectuarlo un tercero, a menos que tenga un interés justificado en dicha infor- macién (real y cierto). Este control podrfa efectuarse quiz4 si se tuviera acceso al registro de matricula de acciones, pero se podria afectar la libertad de contratar de los socios y, con ello, alguna intervencién en la forma de disposici6n de las acciones y en la organizaci6n de la misma. Por otro lado, reconocemos en las transferencias de acciones un supuesto que genera derechos como propietarios de bienes, acciones, mientras que el acuerdo de transferencia de acciones generarfa un cambio de titularidad de las mismas. Pero este, ante la no inscripcién en el libro de matricula de acciones, no surtir4 efectos de oponibilidad ni de eficacia al momento de la transferencia. V. LA MATRICULA DE ACCIONES EN LA CASACION 841-2015-LIMA Con la Casaci6n 841-2015-Lima, publicada en el diario oficial El Peruano el 26 de octubre del 2017, la Corte Suprema resolvi6 una terceria excluyente de propiedad, en donde se interpret6 el articulo 91 de la LGS en el sentido de que, para que se considere propietario de las acciones de una sociedad a un nuevo socio, dicha titularidad debe encontrarse inscrita en el libro de matricula de acciones; de esta manera, se le estarfa otorgando a la inscripcién en el libro de matricula de acciones el cardcter constitutivo. Esto implica la ineficacia del acto juridico de transferencia de las acciones, a menos que se inscriba en el libro de matricula de acciones. De alli que, en el periodo de tiempo que medie entre la transferencia de las acciones y Ia inscripcién de estas en el libro de matricula de acciones, se tendrfa que emitir una comunicacién formal a la sociedad en torno a la transfe- rencia de las acciones, para que dicho acto juridico sea eficaz y oponible frente a la sociedad y a los terceros interesados. Si bien esta comunicacién no est4 comprendida como una norma expresa en la LGS, no obstante, se puede desprender a partir de ello la no prohibici6n a los socios de la sociedad de la transferencia de sus acciones, salvo en los casos en que los otros socios ejerzan su derecho de suscripcién preferente y, con ello, Ja falta de cardcter constitutivo del libro de matricula de acciones. Para los efectos de entender y justificar el sentido de Ia resolucién de la Corte Suprema mediante la cual se decidi6 no casar la sentencia de vista, consi- deramos de singular interés reproducir textualmente desde el décimo tercer considerando hasta el vigésimo primero, puesto que estan directamente relacio- nados con la interpretaci6n y aplicaci6n del articulo 91 de la LGS: Décimo tercer considerando- Que, en cuanto a la causal de infraccién normativa materia del articulo 91 de la LGS, la parte recurrente alega que la Sala Superior ha interpretado aislada y parcialmente el segundo pirrafo del citado articulo, en lugar de interpretarlo de manera sistematica con el primer pirrafo del mismo articulo, pues bajo la interpretacién que la Sala Superior le ha dado a la norma, se estaria ante el absurdo [de] que un registro privado intemo de una sociedad mercantil prevaleceria sobre un registro piblico que €5 erga omnes, ¥ que si el libro de matriculas se pierde, extravia o se destruye, entonces, el derecho de propiedad se extingue, por lo que la interpretacion correcta es que en ambos parrafos del citado articulo la sociedad se remite a su matricula de acciones, a menos que en un juicio de mejor derecho de propiedad de acciones, el Poder Judicial autorice lo contrario. Décimo cuarto considerando.- Que el articulo 91 de la LGS sefala que: “La sociedad considera propietario ‘de la accién a quien aparezca como tal en la matricula de acciones. Cuando se litigue la propiedad de acciones se admitira el ejercicio de los derechos de accionista por quien aparezca registrado en la sociedad como propietario de ellas, salvo mandato judicial en contrario”. Décimo quinto considerando.- Que, para efectos de verificar la interpreta cién efectuada por Ia Sala Superior, es necesario tener en cuenta lo expuesto por Ricardo Beaumont Callirgos, al sefalar que: “La palabra accién tiene un doble sentido, designa el derecho del socio en una sociedad de capitales y se 93 opone al interés de las sociedades de personas, designa igualmente el titulo que no solamente comprueba, sino que representa el derecho (...) Por otra parte es voluntaria, pues el titulo ha sido creado para conferir al derecho un caricter particular". Por su parte, Cristhian Northcote Sandoval sostiene, con relaci6n a la titularidad de la acci6n regulada en el articulo 91 de la LGS y ala transferencia de acciones en la sociedad anénima, que “la sociedad reputara como propietario de las acciones a quien aparezca en el libro de matricula de acciones como tal. Pero esto no implica que una transferencia de acciones, no sea vilida por el hecho de no estar registracia en el libro de matricula de acciones. La falta de anotacién de la transferencia en el libro de matricula Gnicamente significa que el adquiriente de las acciones no podra oponer su derecho frente a la sociedad (...) la transferencia surte efectos entre el trans- ferente y el adquiriente desde el momento de la celebracién del contrato de transferencia”. Décimo sexto considerando. Que, en tal orden de ideas, cuando el arti- culo denunciado establece en su primer pérrafo que: “La sociedad consi- dera propietario de la accién a quien aparezca como tal en la matricula de acciones, debemos entenderlo en el sentido {de} que solo se considerari titular de los derechos y obligaciones frente 2 Ia sociedad” 2 quien tiene inscrito dicho derecho en el retenido registro; de lo contrario, la relacién juridica entre el comprador y vendedor de las acciones solo mantendria los efectos entre ellos, mas no ante la sociedad, interpretacién que se desprende de lo establecido por el articulo 8 de la citada ley societaria que textualmente sefala que: “Son validos ante la sociedad y le son exigibles en todo cuanto le sea concerniente, los convenios entre socios o entre estos y terceros, a partir del momento en que le sean debidamente comunicados’. Por lo tanto, de las normas citadas se desprende que se impone al accionista la obligacién de comunicar a la sociedad Ia transferencia de acciones, con el fin de que la misma sea eficaz frente a la sociedad y con ello brindar seguridad a la misma respecto de quienes son sus socios, de modo tal que la sociedad considerara como socios a quien aparezca en la matricula de acciones, no importando que ese haya perdido la condicién de tal. Décimo sétimo considerando. Que, [en] ese sentido, si bien es cierto que el contrato de transferencia surte efectos desde el momento de su celebracién, por lo que, entre las partes, la transferencia es valida y oponible; sin embargo, a exigencia del articulo 91 de la LGS, para que la transferencia sea oponible a la sociedad se debe comunicar la operacién y se debe hacer la anota- cién correspondiente en el libro de matricula de acciones, pues si la transfe- rencia no es comunicada a la sociedad y no se anota en el libro de matricula de acciones, el adquiriente no podrd ejercer sus derechos como accionista. Entonces, aun cuando la anotacién carece de valor constitutivo, pues el acto juridico de trasmisi6n de acciones permanece ajeno a la sociedad, lo cierto es que solo después de su anotacién en el registro respectivo (libro de matricula de acciones) la sociedad consideraré como socio al nuevo propietario de las acciones; por lo que dicha anotacién no afecta a la esencia del acto, sino a su eficacia frente a la sociedad. Décimo octavo considerando. Ahora bien, el segundo pirrafo del art culo 91 de la LGS sefiala que: “Cuando se litigue la propiedad de acciones se admitira el ejercicio de los derechos de accionistas por quien aparezca registrado en la sociedad como propietario de ellas, salvo mandato judicial en contrario’. Interpretando este segundo parrafo en forma conjunta con el primer parrafo, se entiende que de mediar un proceso judicial en el que se discuta la propiedad de las acciones de una sociedad (que no necesariamente debe ser uno de mejor derecho de propiedad), el socio que se considere propietario de dichas acciones podra hacer ejercicio de todos sus derechos como tal, siempre que su derecho de propiedad se encuentre registrado en la sociedad a través de su libro de matricula de acciones, caso contrario, no podra ejercer ningtin derecho en el citado proceso, salvo que por mandato judicial se disponga que una persona que no esti registrada como propietaria de acciones en el libro de matricula de acciones, puede hacer efercicio de sus derechos de accionista al interior del proceso judicial Décimo noveno considerando. Que este Supremo Tribunal coincide con lo expuesto por la Sala Superior, cuando concluye que el primer parrafo del arti- culo 91 de la LGS, referido a la “propiedad” de la acci6n, tiene como destina- tario a la “sociedad”, mientras que el segundo pérrafo tiene como destinatario a “terceros", y que Ginicamente mediante resolucién judicial se puede ordenar a la sociedad que considere propietario de la accidn a una persona distinta a Ja que tiene su derecho inscrito en Ia matricula cle acciones. Vigésimo considerando. Que, en consecuencia, debe quedar en claro que tanto en el primer parrafo como en el segundo pérrafo del articulo 91 de la LGS, [se] exige que la transferencia de acciones se encuentre anotada en el libro de matricula de acciones para que sea eficaz y oponible frente a la sociedad y frente a terceros, respectivamente. Vigésimo primer considerando. Que, estando a lo sefalado, se llega 2 la conclusién de que no se evidencia Ia interpretacién errénea del articulo 91 de la LGS por parte de la Sala Superior, por lo que el presente recurso debe ser declarado infundado. VI. LA PROPUESTA DE REFORMA DEL ARTICULO 91 DE LA LGS Luego de sus amplias argumentaciones y reflexiones, Morales Silva (2018) propone la modificacién del primer pArrafo del articulo 91 de la LGS, en torno a la propiedad de acciones y su inscripcién en el registro del libro de matricula de acciones, de la siguiente manera: Articulo 91 de la LGS, “Propiedad de la accién” La sociedad considera propietario de la accién a quien se inscriba como tal en el libro de matricula de acciones; también se le considera propietario de la acci6n a quien no ha inscrito su titularidad en el libro de matricula de acciones, pero efectué la comunicacién respectiva a la sociedad y/o se encuentra pendiente la aprobacién de la transferencia, salvo mandato judicial que declare lo contrario. Consideramos que la reforma que plantea de manera concreta Morales Silva (2018) se justifica en la necesidad de otorgar seguridad juridica en torno a Ia titula- ridad de las acciones cuando estas son transferidas sin conocimiento de la sociedad, incentivando a los propios socios a formalizar toda transferencia de acciones y haciendo que la eficacia de dichos actos genere certeza en el tréfico mercantl. 95 96 En suma, el presente articulo concluye con transcribir algunos conside- randos de la casaci6n que se explican por si mismos, y con la propuesta de modificacion del primer parrafo del articulo 91 de la LGS. Ambos nos parecen buenos aportes para reflexionar acerca de la sustentaci6n y/o acreditaci6n de la condicién de accionista de una sociedad anénima y de! cardcter especial de las acciones con titulos nominativos REFERENCIAS Elfas Laroza, E. (2015). Derecho societario peruano. (2.* ed., t. D. Gaceta Juridica Morales Silva, $. (2018). La matricula de acciones y su oponibilidad. Se puede equiparar la oponibilidad de las acciones al de la propiedad civil? En Ley General de Sociedades. Estudios » comentarios a veinte aftos de su vigencia (pp. 269-350). Gaceta Juridica. Palmadera, D. (2009). Manual de la Ley General de Sociedades. Gaceta Juridica. Uria, R. (1976). Las acciones. En Derecho mercantil (11.4 ed., pp. 208-232). Imprenta Aguirre.

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