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La Nación Quixos y Jumandi - Citado
La Nación Quixos y Jumandi - Citado
CACIQUE DE GUERRA
Ellos vinieron desde el valle de San Agustín, Colombia, donde se generó una
cultura de características relevantes.
1
Eduardo Almeida, Evidencia de vestigios arqueológicos monumentales de la fase Cosanga, Pág. 50
1
UN PUEBLO CON HISTORIA Y NOMBRE PROPIO
Algunas crónicas antiguas narran que Hualcopo Duchicela II, a orillas del
Curayay, se entrevistó con los jefes quijos, cofanes, omaguas; con los
mensajeros de los mainas, andoas y bracamoros, en procura de conseguir el
apoyo bélico y consolidar una alianza para enfrentar el peligro de los incas2
2
Jorge Carrera Andrade, El Fabuloso Reino de Quito, Pág. 101, 102
3
Porras María Elena, (TEHIS) Los pueblos aborígenes del Ecuador.
4
Serrano Pére Vladimir, Gordillo Rodríguez Ruth, Ciencia Andina, Editorial AbyaYala, Quito, 1999
5
Luis Guzmán Palomino, El problema de la Nación: Del tiempo prehispánico al siglo XVI
2
El doctor Guillaume Fontaine anota que el nombre de quixos fue por mucho
tiempo usado para designar a los indígenas que habitaban la vertiente
oriental de los Andes6.
En tiempo de los incas a los indígenas que habitaban la región del valle del
río Quijos ya se los denominaba quixos. Más tarde fue sustituido por el de
yumbo para ahora designarlos como napos. En 1538 eran alrededor de
15.000.5
Serrano Pérez Vladimir, citando a Tessman y Oberem, escribe que los quixos
recibían diferentes nombres por parte de sus vecinos:
Los piojeses o secoyas los denominaba: Ari – Bai; los jíbaros, Chúna; los
aushiris, Asnáke y los záparos los llamaba Tawo7.
6
Dr. Guillaume Fontaine, Observatorio Socio Ambiental FLACSO Ecuador, Análisis y evaluación de los
conflictos en el bloque 10.
7
Serrano Pére Vladimir, Gordillo Rodríguez Ruth, Ciencia Andina, Editorial AbyaYala, Quito, 1999
3
Juan Marcos Mercier, basándose los trabajos del padre Pedro Porras,
confirma esta aseveración cuando sostiene que a la llegada de los españoles
muy pocos quixos conocían la lengua del inga8. El cacique Hacho, cuya
hermana era casada con un cacique quixo, sirvió de intérprete a los
españoles, especialmente a Gil Ramírez Dávalos, cuando éste ingresó a su
gobernación, en 1559, para la fundación de la ciudad de Baeza.
También Augusto Javier López, hace notar que los misioneros franciscanos
y jesuitas, como política de evangelización, implantaron la enseñanza del
“seona” y kichwa, suplantando los idiomas vernáculos, en buena parte de la
amazonia ecuatoriana. Por ello concuerda con Udo Oberem que afirma que
los quixos habrían tenido su propia lengua materna, aunque para el siglo
XVIII ya eran quichua hablantes como consecuencia de los sostenidos
procesos de aculturación9
En lo que tiene que ver a sus raíces lingüísticas este idioma pertenecía al
grupo shillipanu; aún existen algunas palabras que en su pronunciación y
significado se parecen a la de los idiomas que hablan los cofanes, zátchilas
y chachis.
8
Juan Marcos Mercier H. Nosotros los Napu runas, Publicaciones CETA, Iquitos
9
Augusto Javier Gómez López, Fragmentos para una historia de los Siona y de los Tukanos
Occidentales
10
José Barletti, Los pueblos amazónicos en los tiempos de la llegada de Orellana
11
Suárez Fernández Luis, et al, Historia general de España y América: (711-1085)
4
Los estudios realizados por Eduardo Bedoya determinan que los quixos,
coayqueres, zatchila, chachis y cofanes son parte de la familia etno
lingüística shillipanu12.
LA HEREDAD TERRITORIAL
12
Eduardo Bedoya, PhD, La situación demográfica de los cofanes
5
los 2.000 y los 400 metros de altura sobre el nivel del mar. Este informe está
acompañado por un mapa, cuyo valor radica no solamente por los detalles
geográficos que contiene sino porque es el primero que se ha trazado de la
zona.13
13
Cuesta Domingo Mariano, Primera cartografía del territorio de los Quijos
6
Sobre este tema Frederica Barclay sostiene que en las estribaciones
andinas etnias como los quixos jugaron un papel de “bisagras”, facilitando
procesos de integración entre la sierra y la amazonia, gracias a un sustrato
cultural común y a la existencia de especialistas en comercio - diplomacia14
Coca con las poblaciones de Anche, Befa, Cenu, Tonta, Concín etc.
14
Frederica Barclay Rey de Castro, Olvido de una historia, Reflexiones acerca de la historiografía
andino - amazónica.
15
Frank Salomon, Los señores étnicos de Quito en la época de los incas, Pág. 148
16
Serrano Pére Vladimir, Gordillo Rodríguez Ruth, Ciencia Andina
7
Esta forma de organización fue anulada por las autoridades españolas a raíz
del levantamiento de 1578, cuando como represalia y castigo dieron muerte
a pendes y kurakas.
Los ritos funerarios son igualmente importantes; el temor que tienen al aya
o alma del muerto, exige la realización de un ritual, a fin de espantarla y
alejarla de la casa; así: después de que se saca al muerto del hogar
8
donde habitó, la casa es ortigada, se barren los caminos también con
ortiga, para que el alma se aleje y no haga daño.
9
tatuarse la piel, empleando la pepa del witu, con la que también se teñían el
cabello.
En el siglo XVI los quixos de Baeza y Ávila vestían dos mantas anudadas a
los hombros. Las mujeres una faja por debajo del ombligo que les llega hasta
las rodillas. Y lo demás en cueros.
17
Juan Marcos Mercier H, Nosotros los Napu runas, Pág. 343 – 34
10
Creían que el cosmos está compuesto por tres espacios. El primero es el
Janan, que es el mundo espiritual; el segundo es el Kay Pacha, que es la
naturaleza en la que se vive, es el lugar donde viven los seres humanos y,
el tercero, es el Uku Pacha, que es el mundo de adentro. Hay seres de la
naturaleza que están tanto dentro del Uku Pacha, como del Kay Pacha.
También existe el Jawa Pacha, en donde están los espíritus como los
astros y las deidades.
Todos los seres vivos, animales y plantas son amigos y hermanos, son
seres iguales a los humanos. Algunas plantas y animales no las ha dado
Dios para que los seres humanos se alimenten de ellos. Para ser recíprocos
los seres humanos están obligados a cuidar a las plantas y los animales. A
las plantas no se las debe dañar sin motivo, siempre que se las quiebre
debe ser para algo. Igual con los animales. A estos no se les debe matar
por matar, sino que se los debe sacrificar únicamente para servirse de
ellos.
Las casas tradicionales, son con techo tejido con hojas de palma de nupu,
los bordes tienen una altura sobre el suelo de un metro, mientras que en el
centro de cinco a seis metros. El tejido del techo de la casa, lo hacen
con mucha dedicación y es tan elaborado como el trabajo de cestería de
sus canastos. Junto a la casa generalmente se encuentra una chagra con los
cultivos básicos para su subsistencia.
11
llamaba hatunwasi. Para la construcción de su vivienda se utilizaba pambil
de chonta, hojas de palma, yarina y lisán.
Para construir una casa se necesitaban ciertas maderas finas y paja toquilla
que duraban mucho tiempo si se las cortaba en buena temporada. Así
fabricada podía llegar a durar hasta veinticinco años, en un ambiente
siempre fresco, saludable y sin peligro de enfermedades como las que se
derivan de los techos de zinc18.
Los sabios gozaban de tanta fama que resultaba familiar encontrar en sus
tambos a personas de otras comunidades de la sierra y la costa que llegaban
en busca de sanación, conocimiento y consejo.
Max Uhle, Pedro Porras Garcés y Jacinto Jijón coinciden en establecer que
los quijos, luego de consolidar su presencia en Napo durante mil años,
iniciaron un proceso de expansión hacia la sierra y la costa ecuatorianas, el
mismo que tendría lugar a partir del año 600 de nuestra era:
18
Juan Carlos Gamboa Martínez, Pueblo kichwa de la amazonia colombiana, Puerto Leguízamo
12
Estas migraciones tendrían lugar por Huaca y San Gabriel para acceder a la
provincia del Carchi; por Pimampiro para llegar a Imbabura; por Guamaní a
Pichincha; por el Chalupas para la provincia de Cotopaxi y por el cañón del
Pastaza para las provincias de Tungurahua, Chimborazo, Guayas etc.
13
En el Retrato Histórico del cantón Alausí, documento preparado por el
Gobierno Municipal de Alausí para su portal de internet, se anota:
“Neptalí Zúñiga anota que los puruhaes en sus bailes y cantos típicos
recordaban la tradición de sus mayores. Decían haber salido del
Oriente, cruzando el Pastaza, ascendiendo a las regiones andinas y
luego poblando las comarcas de Chimborazo y Cotopaxi. La misma
tradición vivía en los indios Ambatos y Tacungas, y los caciques de
estos últimos guardaban relaciones de amistad y parentesco con los
Quijos”19
“En el área del actual Chone, se sabe que se asentó la nación de los
Chonos compuesta “aproximadamente por 16 parcialidades ubicadas,
casi todas, en la cuenca del río Guayas y organizados en torno a un
jefe o Señor Etnico, bajo cuyo mando directo estaban las parcialidades
de Daule, Quixos-Daule, Chonana y Saúco, “cuyos súbditos, a manera
de tributo no prestaban su fuerza de trabajo, sino que entregaban gran
cantidad de productos de la tierra””20
19
Ilustre Municipio de Alausí, Retrato histórico del cantón Alausí
20
Marcelo Villavicencio Naranjo, Manabí
21
Marcelo Villavicencio Naranjo, Chimborazo
14
“Antes de la llegada de los españoles, nuestro territorio estuvo habitado
por diversas parcialidades indígenas que entraron por distintas olas
migratorias. Algunos arqueólogos como Max Uhle, Jacinto Jijón y
Zúñiga consideran que la civilización primitiva que llegó a la región fue
la proto - panzalea de descendencia Chibcha; otras serían la de los
Cayapas - Colorados procedentes de Centroamérica, los Atacameños,
los Quijos procedentes del Oriente y que habrían formado los
cacicazgos independientes de Tacunga, Mulliambato, Píllaro,
Quizapincha y otros22.
Los quijos fueron una nación importante desde antes de la llegada de los
españoles. Mantuvieron relaciones de comercio y amistad con los pueblos
de la sierra y la costa y sus conocimientos shamánicos fueron respetados y
valorados por todos.
Mariusz S Ziótkowski, comenta que según datos de varios autores, los quijos
se sintieron siempre superiores a todas las tribus vecinas, incluyendo los
kichwa hablantes, que no eran cristianos, no llevaban ropa ni participaban en
el comercio de la sal del Guallaga23.
22
Peralvo Arequipa Carmen del Rocío, La provincia de Cotopaxi y los nombres de sus pueblos, Pág.
66
23
Marius S Ziótkowski, La guerra de los Wawqi
24
Frank Salomon, Los señores étnicos de Quito en la época de los incas, Pág. 271, 272
25
Selene Báez, et al, La gente y la biodiversidad, Pág. 29
15
LOS TIEMPOS DE CONQUISTA
26
David Guevara Yépez, Jumandy: rebelión y brujería, pág. 1
16
Le sucede el decrépito Don Melchor Vásquez de Ávila, quien recibe el
nombramiento de Gobernador el 24 de diciembre de 1561, firmado por el
Virrey Conde de Nieva.
EL LEVANTAMIENTO DE 1562.
Una vez que Gil Ramírez Dávalos hubo salido de la Gobernación de los
Quixos, comenzó una etapa de explotación y servidumbre para los indios. El
repartimiento de naturales con detrimento de la libertad personal,
desmejoramiento social y económico genera odio contra los encomenderos.
Con los repartimientos los caciques han perdido autoridad sobre los
súbditos. Su condición de jefes se ve disminuida ante la preponderancia
27
La economfa colonial y su impacto en. las sociedades indtgenas: el caso de la Gobernaci6n de
Quijos, siglos XVI-XVII, Alicia Garcés Davila, pág 62
17
conquistadora. Había que cortar de raíz el mal mediante un levantamiento
colectivo que pusiera coto a la codicia peninsular.
Los insurrectos llegan a Baeza y queman las casas que se hallan un tanto
alejadas de la población. Alonso de Bastidas organiza la resistencia. Se
arman palizadas para fortificar la ciudad. Cuando se ha terminado las balas,
Bastidas ordena fundir su vajilla de plata; son caros estos últimos cartuchos.
18
Jumandi. Le facilita cargueros para llevar las vituallas del campamento de
Contero.
19
LOS AÑOS DE OPRESIÓN.-
Es dura la vida de los quixos a partir de 1563. Los indios son reducidos a la
más cruel servidumbre, mientras mujeres e hijas pasan al lecho del patrón.
El azote es la respuesta fácil a todo intento de reclamo. Los que huyen de
las encomiendas son entregados para comida de los perros. A las indias se
les cortan los pechos como marca imborrable de atrocidad ilímite. Las
chacras son saqueadas a mansalva; muchos mueren de hambre.
Hay que trabajar en los campos, tejer telas en las factorías de Archidona,
lavar oro en la orillas del Napo, prestar servicios domésticos, servir de
cargueros a la Sierra, llevar en silla de manos a las mujeres y concubinas de
los blancos. No hay tiempo para descanso que disminuya la fatiga.
Tanta es la atrocidad en el trato que los quijos prefieren matar a sus tiernos
hijos antes de que sirvan de esclavos a los blancos.
Los encomenderos para pagar las multas exigen mayores tributos a los
indios, especialmente con la confección de telas. Ortegón pide “regalos” a
los quijos. Contribuciones, multas, regalos. Todo sale del escuálido
presupuesto indígena.
DOCTRINA Y BRUJERÍA
28
La economfa colonial y su impacto en. las sociedades indtgenas: el caso de la Gobernaci6n de
Quijos, siglos XVI-XVII, Alicia Garcés Davila, pág 66
20
Hasta el momento los españoles habían tratado con mano fuerte a los
indios, dejando libre su pensamiento, su filosofía y su religión.
SÍNTOMAS DE DESTRUCCIÓN.
21
perteneciente a la encomienda de Sebastián Díaz de Pineda, vecino de
Ávila, hacen un llamamiento a todos los indígenas de la región para que se
levanten en armas contra los españoles.
Las primeras víctimas son 5 españoles que recorrían los pueblos de Amoqui
y Baji. Pedro de Solís, Pedro Moreno, Hernando Arias de Mansilla, Juan
García y Francisco Baños sucumben bajo la magia despiadada de las lanzas
de los brujos.
Los quijos atacaban con piedras, lanzas y saetas, con hondas y palos
mientras tronaban unos pocos arcabuces, que no hacían sino incentivar el
furor y el coraje de los indios.
29
Crónicas 1559-1561, Lope de Aguirre, Elena Mampel González, pág 157
22
Moreno Pérez, Juan Solís, Juan de Pineda Carvajal. Todos fueron víctimas
del furor indiano.
HOGUERAS EN ARCHIDONA
LA GRAN CAMPAÑA
30
Jumandi: rebelión, anticolonialismo y mesianismo en el oriente ecuatoriano, siglo XVI Lucy
Ruiz Mantilla, págs., 93,94
23
Después de la destrucción de estas dos ciudades, los caciques y brujos
confabulados se retiran a la provincia de Jumandi para efectuar los ayunos
rituales que duran cinco días. Jumandi, en mérito a sus capacidades y
valentía, es electo Gran Cacique de Guerra a fin de que dirija las huestes
victoriosas a la toma de Baeza.
Jumandi hace contacto con las tribus de las orillas del Napo, con caciques
de la Sierra para promover un levantamiento general que coincida con el
asalto a Baeza. El compromiso es la sangre. La guerra a muerte al poderío
español ha sido declarada por primera vez en América.32
31
Jumandi: rebelión, anticolonialismo y mesianismo en el oriente ecuatoriano, siglo XVI Lucy
Ruiz Mantilla, págs., 97
32
Lucy Ruiz Mantilla, Jumandi; rebelión, anticolonialismo y mesianismo en el
Oriente Ecuatoriano, Siglo XVI, pag. 95
24
La marcha hacia Baeza se hace con espíritu de victoria, seguros de que los
dioses premiarán el coraje de sus hijos. Son miles los soldados de Jumandi
que a pecho descubierto se aprestan a la batalla final.33
EL FRACASO DE BAEZA
Los indios caían unos sobre otros traspasados sus cuerpos por el plomo
encomendero.
La plaza principal, y por ende la victoria, estaba cerca. El capitán Ojeda cae
en la refriega con un devastador golpe de pica.
33
Rodolfo Pérez Pimentel, Jumandi,pág. 18:00
25
prisión. En cada recodo hay una emboscada; cada noche un asalto. No se
pide ni se da cuartel.
LA TRAICION DE LA SANGRE.
26
Son ellos quienes hacen fracasar el ideal libertario de este gran guerrero de
proyección americana que se llama Jumandi.
TENAZAS Y PICOTA.-
Con Jumandi son hechos prisioneros los caciques Beto y Ayca que son
llevados a Quito, en donde la Real Audiencia los condena a muerte. Los
otros cabecillas de la revolución fueron muertos en los lugares de combate
por disposición expresa de Núñez de Bonilla.
El día de la ejecución las autoridades dispusieron que todos los indios de las
cercanías a Quito, con los mejores trajes, se dieran cita para asistir a este
brutal espectáculo a fin de que observen el destino que tienen los indios que
se levantan en armas contra los blancos.
En la plaza de San Blas, “los brujos de los quixos”, - como se llama a los
vencidos – suben a la horca. Sus cuerpos son descuartizados para exponer
sus miembros en las esquinas de las calles. Las cabezas colocadas en
picotas sirven de señalización vial en los caminos del Oriente.
27
Jumandi es una figura de dimensión continental. La proyección de su
movimiento indígena apuntaba muy lejos. Él quería devolver la tierra a sus
legítimos dueños forzando, mediante las armas, la desocupación del
territorio por parte de los españoles.
28
Muchos quijos tuvieron que huir hacia la sierra y lo que hoy son Perú y
Colombia; una minoría guiada por sus pendes se sumergió en el anonimato
étnico como estrategia de supervivencia. Cerca de Cotundo existe una
laguna donde, en ciertas noches de luna, es posible escuchar la bulla y los
cánticos de los quijos que viven en una dimensión paralela a la nuestra.
34
Pablo Ospina, LA REGIÓN DE LOS QUUOS:UNA TIERRA DFSPOJADA DE PODERES
(1578-1608) Pág-18,19..
29
Cuando introdujeron el sistema de waynaros, los quijos utilizaron esa forma
de autoridad en su propio beneficio y para trasladarse hasta donde el
Presidente a denunciar a quienes los explotaban o trataban mal.
Todos los jóvenes saben leer y escribir. Muchos son profesionales salidos
de la universidad y especializados en el exterior que ocupan puestos de
importancia en la administración pública.
30
BIBLIOGRAFÍA
4. Augusto Javier Gómez López, Fragmentos para una historia de los Siona
y de los Tukanos Occidentales, Profesor Asociado Departamento de
Antropología Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá
13. Por María Elena Porras Rocío Rueda N. , Taller de Estudios Históricos
(TEHIS), Los pueblos aborígenes del Ecuador.
15. Juan Marcos Mercier H. Nosotros los Napu runas, Publicaciones CETA,
Iquitos,
31
17. Fuentes Bertha, Huaomoni, Huarani, Cowudi: Una aproximación a los
Huaorani en la práctica multiétnica, Editorial AbyaYala, Quito, 1997
19. Lilyan Benítez, Alicia Garcés, Culturas ecuatorianas: Ayer y hoy, Editorial
AbyaYala, 1993
21. Suárez Fernández Luis, et al, Historia general de España y América: (711-
1085), Ediciones Rialp, 1981
32
32. 1
Pablo Ospina, LA REGIÓN DE LOS QUUOS:UNA TIERRA DFSPOJADA DE
PODERES (1578-1608), Corporación Editora Nacional, 1992
33