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Estudio de La Prueba
Estudio de La Prueba
Le Py setos en el
Pyeco so Cuil, Gaete
IN — CAPÍTULO
CONTRIBUCIÓN
AL ESTUDIO DE LA PRUEBA
L OBJETO DE LA PRUEBA
Uno de los aspectos a dilucidar en relación a la prueba, es el objeto de ella.
Ello lleva a la inevitable pregunta: ¿qué se debe probar? Al respecto la doctrina
no se pone de acuerdo. Algunos dicen que son los hechos; otros, considerana las
cosas, hechos y seres; para otros, todo lo que es pasible de confirmación. Nuestro
Código al respecto dice: “los medios probatorios deben referirse a los hechos y a
la costumbre cuando esta sustenta la pretensión” pero como señala la redacción
de la norma en el artículo 188, son en realidad: “(...) los hechos expuestos por las
partes”. En esa misma línea el artículo 190 CPC señala que “los medios probato-
rios deben referirse a los hechos...”.
(D) FALCÓN, Enrique. Tratado de la prueba. T. 1, Astrea, Buenos Aires, 2003, p. 179.
Marianella Ledesma Narváez / La prueba en el proceso civil
Podemos decir, que esta fase es una actividad preliminar y extraproceso que
realiza el particular para presentar o afirmar los hechos averiguados ante el juez.
Sí durante el proceso logra confirmar el contenido de su pretensión y además
ofrecer elementos que prueben que esa averiguación ha sido correcta, obtendrá
una sentencia favorable. Tanto la averiguación como la afirmación es una activi-
dad exclusiva del abogado y la parte. En caso no sea exitosa la actividad proba-
toría, porque la defensa técnica de la parte no ha logrado probar los hechos, se le
aplicará los efectos del artículo 200 CPC que dice, “Si no se prueban los hechos
que sustentan la pretensión, la demanda será declarada infundada”.
Por otro lado, si bien el artículo 188 del CPC refiere a la finalidad de la
prueba, “producir certeza en el juez respecto de los puntos controvertidos”, debe-
mos precisar, como lo explicamos anteriormente, que el objeto de la prueba no son
(2) GOZAÍNI, Osvaldo. La prueba en el proceso civil. Normas Legales, Trujillo, 1997, p. 2.
(3) SENTÍS MELENDO, Santiago. La prueba. Los grandes temas del Derecho probatorio. Ejea, Buenos Aires,
1978, p. 11.
Contribución al estudio de la prueba
(4) BONNIER E. Tratado teórico y práctico de las pruebas en Derecho Civil y en Derecho Penal. Reus, Madrid, 1929,
p. 47.
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los fines propios de la observancia o tutela del derecho al debido proceso. Así,
el colegiado ha señalado que “Constituye un derecho básico de los justiciables
producir la prueba relacionada con los hechos que configuran su pretensión o su
defensa. Según este derecho, las partes o un tercero legitimado en un proceso o
procedimiento, tienen el derecho a producir la prueba necesaria con la finalidad
de acreditar los hechos que configuran su pretensión o defensa. Así, por ejem-
plo, el artículo 188 del Código Procesal Civil establece que los medios proba-'
_torios tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes, produ-
cir certeza en el juez respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus
decisiones. Se trata de un derecho complejo que está compuesto por el derecho a
ofrecer medios probatorios que se consideren necesarios, a que estos sean admiti-
dos, adecuadamente actuados, que se asegure la producción o conservación de la
prueba a partir de la actuación anticipada de los medios probatorios y que estos
sean valorados de manera adecuada y con la motivación debida, con el fin de
darle el mérito probatorio que tenga en la sentencia. La valoración de la prueba
debe estar debidamente motivada por escrito, con la finalidad de que el justicia-
ble pueda comprobar si dicho mérito ha sido efectiva y adecuadamente realizado.
Reconocido el derecho a la prueba desde el punto de vista constitucional, este
Tribunal considera pertinente señalar que no todos los supuestos de su contenido
merecen protección a través de un proceso constitucional de la libertad (amparo
o hábeas corpus). Tal como lo establece el artículo 200 de la Constitución, estos
tipos de procesos han sido establecidos para proteger derechos de rango consti-
tucional. Los derechos que tengan su sustento en normas de rango legal o infe-
rior no podrán ser acogidos mediante estos procesos; el artículo 5, inciso 1, del
Código Procesal Constitucional señala, contrario sensu, que solamente serán ampa-
rables en sede constitucional aquellas pretensiones que estén referidas en forma
directa al contenido constitucionalmente protegido del derecho invocado, tal
como se expresara en la STC Exp. N* 1417-2005-AA/TC”.
una relevancia tal que amerite la anulación de lo actuado, en atención, por ejem-
plo, a la valoración de otros medios de prueba, lo que no es más que una manifes-
tación del principio de trascendencia que informa la nulidad procesal (cfr. Exps.
- N% 0271-2003-AA aclaración, 0294-2009-AA fund 15, entre otros). Natural-
mente, es la justicia ordinaria la que en primer lugar evalúa la trascendencia del
medio probatorio, a fin de determinar si procede o no a la anulación de lo actuado
(Cfr. Expediente N* 6065-2009-HC/TC)”.
que configuran su pretensión o su defensa. Según este derecho, las partes o un ter-
cero legitimado en un proceso o procedimiento tienen el derecho de producir la
prueba necesaria con la finalidad de acreditar los hechos que configuran su pre-
tensión o defensa” (STC 4831-2005-PHC/TC, fundamento 6). Del mismo modo,
este Supremo Colegiado ha establecido que el derecho a la prueba es un derecho
complejo cuyo contenido comprende “(...) el derecho a ofrecer medios probatorios
que se consideren necesarios,
[el derecho] a que estos sean admitidos, adecuada-
mente actuados, que se asegure la producción o conservación de la prueba a partir
de la actuación anticipada de los medios probatorios y que estos sean valorados de
manera adecuada y con la motivación debida, con el fin de darle el mérito proba-
torio que tenga en la sentencia (Cfr SIC 06712-2005/HC/TC, fundamento 15)”.
Hay ciertas fuentes de prueba que a su vez son medios de prueba, como los
documentos públicos o privados reconocidos, por lo que no requieren otro ele-
mento complementario para su corroboración, pues ese registro puede advertirse
de modo inmediato por los conocimientos que se tienen regularmente. Otras
fuentes, cuando no se manifiestan por sí requieren ser auxiliadas por vías par-
ticulares llamadas “medios”, es decir, mecanismos que es preciso indicar y rea-
lizar y que se van a usar para traer el conocimiento de la fuente al proceso. Esta
distinción es importante para apreciar en mejor forma la prueba de oficio, como
se analizará más adelante, pues ella solo opera sobre las fuentes de pruebas, que
están en el proceso, pero que requieren ser expresadas o transportadas, a tra-
vés de medios de pruebas idóneos que la recojan y trasladen en mejor forma al
proceso.
tuvo relación comercial con el demandado (...) como se ha señalado, dichos docu-
mentos acreditan una determinada relación comercial, pero de ellos no se puede
deducir que el demandante no tuvo relación comercial alguna con la demandada.
Se incurre en error ¿n cogitando. De documentos que acreditan una relación jurí-
dica comercial, esto es un hecho positivo, no puede deducirse un hecho negativo.
Se falta al principio lógico de “identidad”, pues sentado que una cosa es lo que es,
la mente no puede concebir lo contrario ni lo distinto. La motivación de las sen-
tencias debe ser ordenada, fluida, lógica, y cualquier error en el razonamiento
se denomina “incoherencia” (Casación N* 5615-2007-Lima, del 10 de abril de
2008).
(5) San Martín Castro, César. Derecho Procesal Penal. 2* ed. Lima, Grijley, 2003, p. 817.
Contribución al estudio de la prueba
Esa situación con el actual Código ha sido trastocada pues las partes tienen
la única posibilidad de ofrecer sus medios probatorios con la postulación de la
demanda, luego de ella, precluye la oportunidad de insertar medios probatorios
salvo que se refieran a hechos nuevos, como es el caso que regula el artículo 429
del CPC.
(6) MONROY, Juan. “Los principios procesales en el Código Procesal Civil de 1992”. En: Análisis del Código
Procesal Civil. Cuzco editores, Lima, 1994, p. 33.
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presenta un audio como medio probatorio, toda vez que se refiere a un hecho
nuevo mencionado por la demandada, hoy recurrente, al contestar la demanda.
En consecuencia no se evidencia indicio alguno que denote un procedimiento
irregular por parte del órgano judicial que afecte los derechos constitucionales
invocados (Exp. N* 01430-2011-PA/TC).
Los hechos admitidos son aquellos en los que ambas partes están de acuerdo
con su producción, esto es, no hay discrepancia y por lo general son producto de
las afirmaciones de una parte que la otra acepta.
Otro tema a abordar con relación al hecho objeto de prueba es que sea posi-
ble y que sea un supuesto de prueba permitida por ley (legalidad). Se trata de
hechos que aun siendo aptos en principio para constituir objeto de la actividad
probatoria, son excluidos de toda prueba por una disposición legal; cuando no
Contribución al estudio de la prueba
suceda así, el juez podrá denegar la actividad probatoria que se proponga al res-
pecto. No se trata de la prohibición de la prueba, puesto que se permite la acti-
vidad probatoria acerca del hecho en cuestión, se trata simplemente de una limi-
tación en los medios probatorios que pueden ser utilizados por los litigantes. El
artículo 229 del CPC presenta varios supuestos en los que se prohíbe la decla-
ración de testigos, como por citar, el testigo que ha sido condenado por algún
delito que a criterio del juez afecte su idoneidad; ya sea, el pariente dentro del
cuarto grado de consaguinidad o tercero de afinidad, ya sea, el cónyuge o concu-
bino, salvo en asuntos de derecho de familia o que lo proponga la parte contraria.
Gozaíni” al referirse a ella dice que Couture la involucra dentro del concepto
de admisibilidad porque entiende que esta se refiere a la idoneidad de un medio
determinado para acreditar un hecho; pero la conducencia se aparta de la admisi-
bilidad porque no representa un análisis sobre las cuestiones de procedencia for-
mal, sino que se ocupa de señalar la capacidad que tiene el medio para ser con-
ductor de una idea vertebral para el juicio a verter en la sentencia.
(7) GOZAÍNI, Osvaldo. La prueba en el proceso civil pernano. Normas Legales, Lima, 1997, p. 150.
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- Otro supuesto que se exime de prueba son los hechos notorios, entendidos
estos como aquellos cuyo conocimiento forma parte de la cultura y de la informa-
ción normal de los individuos con relación a un lugar o a un círculo social y a un
momento determinado en que ocurre la decisión. Esta notoriedad no requiere del
conocimiento universal, porque se limita a su propia contingencia y circunstan-
cia. La notoriedad requiere que sea efectiva, o sea que pueda estar al corriente de
la generalidad de los hombres en el lugar y tiempo en que la decisión ocurre.
A diferencia del hecho imposible, en el cual hemos de tener en cuenta las cir-
cunstancias en las que se produce al momento del acaecimiento del hecho, en el
hecho notorio, la notoriedad tiene interés en el momento del pleito, porque no
importa tanto si el hecho se ha producido o no se ha producido, como sí que el
conocimiento generalizado del hecho sea tal que puede eximir de prueba.
En ningún caso las presunciones son medios de prueba sino un beneficio adi-
cional que reporta la continuidad, precisión y concordancia de ciertos hechos que
se muestran de igual manera y que inciden en la valoración que el juez efectúa
sobre las pruebas rendidas.
Por otro lado, el inciso 4 del artículo 190 del Código Procesal Civil, con-
sidera improcedentes los medios de prueba que se refieran al derecho. Estos se
encuentran excluidos de la prueba por la presunción de que el derecho debe ser
conocido por quien lo debe aplicar; más aún, existe el deber de pronunciarse aún
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frente el vacío normativo. Concurre a esta tarea el principio /ranovil curia pot
medio del cual se permite al juez calificar adecuadamente el derecho aplicable a
los hechos en estudio; también concurre el deber de motivar toda sentencia bajo
sanción de nulidad, en respeto a la jerarquía de las normas vigentes y el principio
de congruencia.
La redacción de estos artículos pone fin a una vieja discusión respecto a los
efectos de la enumeración legal. Se preguntaba si la enumeración de los medios de
prueba implica una limitación de estos, o por el contrario, existe númerus apertas.
Esto quiere decir, que la enumeración legal que contiene el artículo 192 del
CPC, respecto de los medios probatorios típicos no agota las posibilidades de
recurrir a otro medio de prueba, pues las posibilidades técnicas y científicas per-
miten hallazgos de nuevos medios de prueba.
Cuando estemos ante el supuesto del medio de prueba atípico, la norma
específica señala que se actuarán y apreciarán por analogía con los medios típicos
y con arreglo a lo que el juez disponga; por ejemplo, los registros informáticos
serán trabajados como medios documentales y su reconocimiento se sujetará a lo
que señala el artículo 251 del CPC “las publicaciones en diarios, revistas, libros y
- demás impresos, cualquiera sea el medio técnico utilizado, serán reconocidos por
sus autores o responsables”.
ya que ella era labor privativa de las partes. Solo el juez tenía que conformarse
con la buena o mala información que le suministraren estas.
Por otro lado, debemos señalar que en materia probatoria debe distinguirse
entre actos de demostración y actos de verificación. En los primeros se incluyen
los originados por las partes y en los segundos los provenientes de la iniciativa del
juez, aunque al final tanto los unos como los otros confluyan en un solo punto,
probar los hechos que se alegan.
Las pruebas oficiosas deben ejecutarse con todas las formalidades, pues no
son pruebas privilegiadas. Lo único que las diferencia es su origen, pues provie-
nen de un pedido del juez y en cuanto al momento, porque pueden ingresar pre-
viamente para resolver alguna excepción o la sentencia.
La facultad probatoria del juez, por regla general, debe desarrollarse dentro
de los límites que señalan los hechos de las partes que es materia del debate, pero
esos límites pueden ser superados cuando se advierte la posibilidad de actividad
fraudulenta en el proceso.
Por otro lado, si bien solo los hechos articulados por las partes pueden ser
objeto de demostración, esta regla no obsta a que el juez examine la pertinencia
de un hecho diverso demostrado pero sin la oposición del adversario.
Frente a estos límites del juez existen dos opiniones polarizadas. Gelsi Bidart
sostiene que la iniciativa probatoria le permite al juez investigar inclusive más
allá de los hechos expuestos en los respectivos escritos postulatorios. Se procura
que el juez sea elemento activo, protagónico del proceso, incluso en materia pro-
batoria: iniciativa probatoria, asunción de la' prueba, dirección de su diligencia-
miento, participación directa en esta, evaluación siguiendo las reglas de la sana
crítica.
Otra posición es la que sustenta Véscovi, el cual piensa que las limitaciones
se refieren sobre el principio de la carga probatoria y en la imparcialidad necesa-
ria que impide al juez sustituir la voluntad de las partes. No significa pasar del
sistema dispositivo al inquisitivo, pese a que el juez adquiera un protagonismo
esencial. En esa misma línea, Joan Picoy sostiene que el permitir al juez la inicia-
tiva probatoria no afecta el objeto litigioso (influenciado por el principio disposi-
tivo) sino el orden del proceso para incorporar los medios de prueba. Tampoco es
válido el argumento de que al tomar la iniciativa probatoria de oficio, el juez está
prejuzgando su decisión final pues cuando este decide llevar a cabo una prueba,
no sabe si será a favor o en contra de una de las partes. La razón de ser no es apo-
yar al más débil, sino otorgar efectiva tutela judicial.
Contribución al estudio de la prueba
Nótese que la prueba de oficio puede ser ordenada bajo resolución Inimpug-
nable, pero motivada. La ausencia de motivación está sancionada de nulidad;
esta exigencia no tenía tal dimensión con la antigua redacción del artículo 194
del CPC, pues se limitaba a invocar la motivación mas no tenía la sanción de la
nulidad.
Por otro lado, el costo de estas pruebas debe ser asumida por ambas partes;
a pesar de que la norma no lo señale de manera expresa para todos los medios de
prueba, podemos remitirnos al artículo 271 del CPC que dispone “el honorario
del perito será pagado proporcionalmente por las partes”.
Hay ciertas fuentes de prueba que a su vez son medios de prueba, como los
documentos públicos o privados reconocidos, por lo que no requieren otro ele-
mento complementario para su corroboración, pues ese registro puede advertirse
de modo inmediato por los conocimientos que se tienen regularmente. Otras
fuentes, cuando no se manifiestan por sí requieren ser auxiliadas por vías par-
ticulares llamadas “medios”, es decir, mecanismos que son precisos indicar y rea-
lizar y que se van a usar para traer el conocimiento de la fuente al proceso. Esta
distinción es importante para apreciar en mejor forma la prueba de oficio, pues
ella solo opera sobre las fuentes de pruebas que están en el proceso, pero que
requieren ser expresadas o transportadas, a través de medios de prueba idóneos
que la recojan y trasladen en mejor forma al proceso. De ahí que el texto de este
artículo en comentario, pone especial énfasis en señalar que “la fuente de prueba
haya sido citada por las partes en el proceso”.
Nótese que lo que recoge el artículo 194 del CPC se refiere a una facultad de
iniciativa probatoria, que puede ser ejercida por todos los jueces para verificar las
fuentes de prueba que aportan las partes a través de los medios de prueba insu-
ficientes; el nuevo texto del artículo en comentario se ubica en este supuesto, al
señalar que la posibilidad de la prueba de oficio puede ser promovida por el juez
de primera o segunda instancia.
Por último, es necesario precisar que sería una utopía pensar que con las
pruebas de oficio se van a acabar las sentencias con premisas cuestionables e
injustas, porque habrá casos en los que la prueba de los hechos se torne imposi-
ble, a pesar de todos los esfuerzos realizados con la iniciativa probatoria de oficio,
pero el buen uso discrecional podría contribuir a lograr fallos acertados que gene-
ren mayor confianza en la justicia.
(15) Ver resolución del 2 de julio de 2008 emitida por la 6? Sala Civil de Lima, conformada por los jueces
Rivera Quispe, Martínez Asurza y Espinoza Córdova, en los seguidos por Banco República con Graciano
Soto Ásto sobre nulidad de acto jurídico.
(16) Ver Exp. N* 34553-98-Sala de Procesos Sumarísimos de Lima.
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(17) ALSINA, Hugo. Tratado teórico práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial. Y. 1, 2* edición, Ediar, Buenos
Aires, 1963, p. 105.
(18) MONTERO AROCA, Juan. “Nociones generales sobre la prueba (entre el mito y la realidad)”. En: La
Prueba. Consejo Nacional del Poder Judicial, Madrid, 2000, p. 35.
Contribución al estudio de la prueba
contestación, o en cualquier acto jurídico procesal de parte), o que han sido incor-
porados por el juzgador para la correcta solución del caso concreto”.
Otro aspecto que debe resaltarse en el comentario de este artículo está rela-
cionado con las “cargas probatorias dinámicas”.
es la que realiza la convocatoria y por ello mismo es la que señala que cumplió
con hacer la citación correspondiente dentro del plazo señalado en el estatuto
y con el orden del día respectivo que se iba a tocar. No obstante ello, la parte
demandada tampoco cumplió con adjuntar el “comunicado” que la parte deman-
dante le imputa haber colocado en la “pizarra de la asociación”, ello también a
fin de desvirtuar la afirmación sostenida por la parte demandante respecto a que
dicha comunicación citaba para las tres de la tarde, en primera citación y para las
tres y treinta de la tarde en segunda citación, pero sin indicarse los puntos a tra-
tar. Tampoco cumplió con exhibir el libro de actas de la asociación, ello a fin de
desvirtuar la afirmación que en el folio N* 135 del libro, existiría otra acta reali-
zada en la misma fecha (...). Refiere la Casación citada que: “La regla general de
la carga de la prueba responde al carácter dispositivo que tiene el proceso civil
en el Perú y en una gran parte de países, sin embargo, es vital que nuestro orde-
namiento —para un fallo justo— proporcione al juzgador las herramientas necesa-
rias para evitar que los obstáculos que puedan poner las partes le impidan acer-
carse a la realidad de los hechos. Siendo que además de las alternativas que da
el citado código al juez en materia probatoria, sería importante incorporar como
una norma los principios de disponibilidad y facilidad probatoria que flexibilizan
el criterio de distribución de la carga probatoria”.
A su juicio, este principio está consagrado por el artículo 196 del CPC, siendo
que la carga de probar sus dichos y afirmaciones recae en las propias partes; lo que
significa que el demandante y el demandado son los primeros llamados a ofrecer y
proporcionar los medios probatorios que demuestran la veracidad de lo que dicen
en la demanda y contestación de demanda, respectivamente.
(23) GOZAINI, Osvaldo. La prueba en el proceso civil. Normas Legales, Trujillo, 1997, p. 196.
prueba en el proceso civil
Marianella Ledesma Narváez / La
otro cont exto en la Reso luci ón del Tribunal Constitucional, que recae en el
En cional
N 021 24- 200 9-P A/T C, el máx imo órgano de interpretación constitu
Exp. al, tiene
demanda, este Tribunal Constitucion
ha señalado: “Que planteada así la a-
cionales no pueden articularse para reex
a bien reiterar que los procesos constitu sido
ios probatorios ofrecidos y que ya han
minar los hechos o la valoración de med com-
men te com pul sad os, valo rado s y actuados por las instancias judiciales
previa ponga
o está que de dichas actuaciones se
petentes para tal materia, a menos clar ación que
de algún derecho fundamental, situ
en evidencia la violación manifiesta
en el caso mate ria de anál isis ; máxime cuando el artículo 197 del
no ha acontecido
Civi l esta blec e que: “tod os los medios probatorios son valorados
Código Procesal en
en for ma conj unta , util izan do su apreciación razonada. Sin embargo,
por el juez s que
luci ón solo será n expr esad as las valoraciones esenciales y determinante
la reso que en la
el presente caso concreto, el hecho
sustentan su decisión”, por tanto, en os aportados
nen O recojan los medios probatori
resolución cuestionada no se consig
echo fundamental alguno”.
por el recurrente, no le vulnera der
ación
mo, sobr e la val ora ció n de la prueba, aparece la Cas
Asi mis pronuncián-
El Pernano, 1 de marzo de 2004,
o 2283-00-Callao, publicada en ent e acumulado, ofrecido como
falt a de val ora ció n del exp edi
dose respecto a la expediente no fue mencionado en
Sala Sup rem a que sí bien este
prueba. Dice la me al
de vist a ello no sign ific a que no se haya evaluado, pues confor
la sentencia oracio-
del CPC , en la res olu ció n úni camente serán expresadas las val
artículo 197
sustenten la decisión.
nes esenciales y determinantes que
nín, que
en la Casación N* 4491-2012-Ju
En esta misma línea se sostiene adm itido y no dejado de lado, no
de un med io pro bat ori o
la falta de actuación eba frente a las actuadas y valoradas
pro ces o, en tan to dic ha pru
afecta el debido
Contribución al estudio de la prueba
La prueba producida entre una de las partes y un tercero donde este no pudo
intervenir mo podrá serle opuesta a quien no intervino, salvo que se obtenga su
ratificación en el nuevo proceso en el que se le pretende hacer valer, para asegurar
de tal suerte su derecho al contradictorio.
(24) DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Compendio de Derecho Procesal. Pruebas judiciales. 14? edición, Dike, Mede-
llín, 1994, p. 33.
Contribución al estudio de la prueba
1. Ineficacia de la prueba
La prueba es ineficaz si es obtenida bajo los supuestos de simulación, dolo,
intimidación, violencia o soborno. En estos supuestos estamos ante una prueba
ilegal, y nuestra legislación contempla dichos supuestos en el artículo 199 CPC.
Para Kielmanovich, “reconocer idoneidad para sustentar una prueba que fue el
fruto de un procedimiento ilegítimo equivaldría a admitir la utilidad de medios
ilícitos, haciendo valer contra el procesado la evidencia obtenida con descono-
cimiento de garantías constitucionales, lo cual no solo es contradictorio con el
reproche formulado sino que compromete la buena administración de justicia al
pretender constituirla en beneficiaria de un hecho ilícito”. Si el nivel de vulnera-
ción no se encuentra bajo los supuestos de la prueba ilegal, sino en la afectación
de derechos fundamentales, estaríamos ubicados en lo que se llama prueba ilícita.
Nuestro CPC no hace referencia a este último supuesto, pero eso no significa que
sea inexistente, todo lo contrario, su fuente de regulación está en la propia Cons-
titución, la misma que por el principio de primacía constitucional, todo el Dere-
cho debe leerse bajo la lectura constitucional.
Algunos autores enseñan que sí bien la prueba sería en tal caso inadmisible,
podría ser no obstante eficaz, si a pesar de tal prohibición esta se produjo. Sos-
tienen “a pesar quela ley protege la armonía familiar y la declaración se hubiera
tomado, ella podría ser apreciada por el juez ya que esos valores fueron vulnera-
dos y nada se repara con prescindir del testimonio rendido e incorporado al pro-
ceso. Puede ser que con esa declaración se esclarezca debidamente el hecho y el
juez no puede ignorarla”2?,
(25) KIELMANOVICH, Jorge. Teoría de la prueba y medios probatorios. 2* edición, Rubinzal-Culzoni, Buenos
Aires, 2001, p. 222.
Marianella Ledesma Narváez / La prueba en el proceso civil
No solo la resolución judicial que ordenó la declaración del testigo carece de efec-
tos saneadores sobre la ilicitud intrínseca de esta sino que además, a través de ese meca-
nismo, se favorecería indirectamente el ofrecimiento de prueba ilícita y la violación
del propio ordenamiento que se intenta tutelar mediante la herramienta del proceso.
Conceder valor a las pruebas obtenidas por vías ¡legítimas y apoyar en ellas
una sentencia judicial no solo es contradictorio con la garantía del debido pro-
ceso, sino que compromete la buena administración de justicia al pretender cons-
tituirla en beneficiaria del hecho ilícito por el que se adquirieron tales evidencias.
(27) Conversaciones grabadas secretamente no será ilícitas cuando una de las partes las conozca. En: Diálogo
con la Jurisprudencia. N* 178, Gaceta Jurídica, Lima, pp. 151-152.
Marianella Ledesma Narváez / La prueba en el proceso civil
prohíbe que este tipo de prueba sea utilizada o valorada para decidir la situación
jurídica de una persona. En este sentido, debe destacarse que la admisibilidad del
medio probatorio en cualquier clase de procedimiento o proceso no se encuentra
únicamente supeditada a su utilidad y pertinencia, sino también a su licitud.
De otra parte la misma sentencia advierte que existen otras posiciones que
predican que la prueba prohibida es un auténtico derecho fundamental que
garantiza que el medio probatorio prohibido no sea admitido, ni actuado o valo-
rado en el proceso penal como prueba de cargo, pero que, como todo derecho
fundamental, admite limitaciones en su ejercicio.