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LA COPROPIEDAD

CONCEPTO DE COPROPIEDAD

En el artículo 969° del Código Civil se establece que hay copropiedad cuando un bien pertenece por
cuotas ideales a dos o más personas.

La copropiedad, en otras palabras, es la situación en la que la propiedad de un bien


pertenece, como su propio nombre indica, a varios sujetos. Es decir, pertenece a más de
un propietario.
El artículo 969° del Código Civil, no solo menciona que la copropiedad se produce cuando dos o más
personas tienen la titularidad del mismo bien, sino que también indica que las personas que integren
la copropiedad les pertenecerá el bien en función a sus cuotas ideales. Frente a lo planteado surge
la pregunta ¿qué son las cuotas ideales?

Por un lado, se define como una parte que no es material, “tenemos que la cuota ideal no es parte
material o física del bien, porque el derecho de cada copropietario abarca a todo el bien como
unidad física o en conjunto. Con otras palabras, desde la óptica de la cuota, ésta es la parte de cómo
está fraccionado el derecho de copropiedad para cada condueño sobre el bien común” (Gonzales
2012: 591) .

Asimismo, la cuota ideal también se define como la ventaja que tiene cada copropietario, en la cual
este podrá disponer de su cuota en cuanto lo crea conveniente y los demás copropietarios no
podrán entrometerse en ello, “se establece así una relación entre la ventaja que puede obtener un
copartícipe y aquella que es capaz el conjunto de ellos. Dicha relación se llama cuota. Así, por
ejemplo, si representamos imaginariamente la utilidad que correspondería a un solo titular por 25
y la del conjunto por 100, tenemos que la cuota de un partícipe es un cuarto” (Silva 1970:4)

Lo expresado por los autores ayuda a entender que la cuota ideal o la alícuota es el porcentaje que
le corresponderá a cada copropietario en relación al total del bien. Asimismo, las mencionadas
cuotas ideales se presumen iguales de acuerdo al artículo 970° del Código Civil; no obstante, puede
haber pacto en contra4; es decir, la ley para este caso establece una presunción iuris tantum.

Es importante recalcar que si bien, sí se puede saber cuánto porcentaje le corresponde a cada
copropietario, ello no significa que este porcentaje se traslade a una parte material ubicada dentro
del bien; en tal sentido, se sabe el porcentaje que le corresponde a cada copropietario pero no se
sabe dónde está ubicada.

Esta unidad se entiende en el sentido de que todos ellos ejercen en conjunto el dominio sobre los
mismos bienes, sin que se señale la parte material determinada que pudiera pertenecer a cada
uno. No habrá copropiedad cuando diversas personas son dueñas de partes específicas y
determinadas que integran una misma cosa. Por ejemplo, no hay copropiedad si varias personas
son dueñas de diferentes partes, lotes o parcelas en que se ha dividido un terreno (Silva 1970:27) 5

Ahora bien, la copropiedad como derecho real significa que a cada copropietario se le ha conferido
poder jurídico respecto del bien (en función a su cuota ideal); es decir, se crea una relación directa
de los titulares con la cosa. De tal manera, que los terceros ajenos a los copropietarios tendrán
que respetar su cuota ideal y en caso de que los terceros no la respeten, los copropietarios pueden
ejercer la acción reivindicatoria para recuperarla. Por lo tanto, los copropietarios son capaces de
ejercer los atributos de la propiedad (usar, disfrutar, disponer y reivindicar) respecto de su cuota
su ideal. No obstante, se tiene que tener presente que la copropiedad se caracteriza en el hecho
de que cada copropietario tendrá la titularidad exclusiva de su cuota ideal; en ese sentido, el
ejercicio de los atributos de la propiedad se realizan de manera distinta a cuando solo hay un
propietario respecto de un bien, ya que en el caso de la copropiedad se tiene que respetar los
derechos de los demás copropietarios. Es por ello, que el Código Civil ha establecido los atributos
que tiene cada copropietario respecto de su cuota ideal, de la siguiente manera:

 Uso: Si el copropietario quiere hacer uso del bien no puede excluir a los demás ni parcial ni
totalmente6 .
 • Disfrute: Cada copropietario tiene derecho a disfrutar los frutos que genere el bien7 .
 • Disponer: Cada copropietario puede disponer y gravar su cuota ideal8 .
 • Reivindicar: Cualquier copropietario puede reivindicar el bien9.

Por lo tanto, todos los copropietarios serán capaces de ejercer todas las facultades antes
mencionadas.

Naturaleza jurídica y sus características principales

El Código Civil peruano ha adoptada el modelo de la comunidad romana como fundamento para
explicar la naturaleza jurídica de la copropiedad. La comunidad romana se caracteriza por tener
una concepción individualista; en ese sentido, cada copropietario tendrá una cuota ideal respecto
de la totalidad del bien. Asimismo, cada copropietario puede disponer libremente de dicha cuota
ideal, sin limitación alguna. No obstante, en caso se quiera realizar la disposición respecto a la
totalidad del bien, es necesaria la participación de todos los copropietarios en conjunto.

Podemos distinguir entonces 3 características principales:

1. La ausencia de parte material. Esta característica demuestra que ninguno de los


copropietarios puede ejercer derecho respecto de una parte determinada del bien. En ese
sentido, el mismo hecho de ejercer derecho respecto de una parte material desnaturaliza
la finalidad de la cuota ideal, porque debido a que el bien no se puede fraccionar
materialmente se da la intervención de la cuota ideal, ya que ésta aparece con la finalidad
de conocer en función a qué porcentaje el copropietario podrá ejercer sus atributos sobre
el total del bien.
2. La pluralidad de sujetos. Esta característica sustenta que para exista copropiedad
necesariamente tienen que existir dos o más personas que ejerzan titularidad respecto del
mismo bien
3. La unidad del objeto. Esta característica como lo menciona su nombre establece que la
copropiedad se produce cuando hay más de un titular respecto de un solo bien; es decir,
el bien representa una unidad. Asimismo, el hecho de que exista esta unidad no quiere
decir que el bien se divida en partes individualizadas.
4. ¿En qué consiste la copropiedad, según el derecho romano? ¿Cuáles son las
similitudes y diferencias entre la copropiedad en el derecho romano y
aquella contemplada en el código civil peruano de 1984
1. ¿Cuántas clases de propiedad existían en el derecho
romano? (ALCIDES)

CLASES DE PROPIEDAD EN EL DERECHO ROMANO (1)


a- Dominium o dominium ex iure Quiritium

Es la única situación en la que los romanos vieron un verdadero derecho de


propiedad. Para que se dieran eran precisas estas circunstancias: 1.ª, que el titular
fuese un ciudadano romano o un latino a quien se hubiera concedido el ius
commercii; 2.ª, que la cosa tuviera también carácter romano, es decir, que fuese
mueble o suelo itálico; 3.ª, que el modo de adquirirla sea adecuado a la condición
mancipi o nec mancipi de la cosa; 4.ª, que, en los casos de transmisión de la cosa
de una persona a otra (adquisición derivativa), el transmitente tuviese a su vez el
dominium ex iure Quiritium de la cosa transmitida. Sólo con estos requisitos puede
existir la propiedad amparada por el Derecho civil, dominium ex iure Quiritium. A los
ojos de los romanos, de sus jurisconsultos y de sus legisladores, propietario,
dominus, lo era solamente el que reunía las circunstancias expresadas. Esta
propiedad romana tiene marcadas características de poder absoluto, que se van
debilitando en épocas más avanzadas. Si recae sobre fundos, los límites de los
mismos se fijan con la ceremonia religiosa de la limitatio y, como los límites de la
civitas, son considerados res sanctae. Evitando contactos que coarten su
independencia, rodea a cada finca un espacio libre de cinco pies, iter limitare en las
fincas rústicas, ambitus en las urbanas. La propiedad romana es inmune, perpetua
–en el sentido de que no puede constituirse para un cierto tiempo nada más–, y la
de los fundos teóricamente ilimitada hacia arriba y hacia abajo. Todas estas notas
han desaparecido en Derecho postclásico: el suelo de Italia paga tributo como el del
resto del Imperio, cabe constituir la propiedad ad tempus, y en el Derecho
justinianeo se concibe una propiedad del subsuelo separada de la del suelo.

b.- Situaciones protegidas por la "actio Publiciana" (propiedad bonitaria o


pretoriana)

Entre los requisitos que acabamos de indicar como necesarios para tener el dominio
sobre una cosa, hemos visto que figuraba el de que el modo de adquirir fuese el
adecuado según el ius civile. Con arreglo a éste, cuando la cosa era una res
mancipi, v. gr., un esclavo que se compraba, no bastaba que el transmitente lo
entregase sencillamente al adquirente, sino que habían de celebrarse ciertas
ceremonias o formalidades (mancipio o in iure cessio), de las que hablaremos luego.
Tales solemnidades, por incómodas y retardatarias, dejaban, sin embargo, de
celebrarse muchas veces, resultando entonces que el que había recibido la res
mancipi –el comprador del esclavo en el ejemplo anterior– no se hacía dominus de
la misma, la cual, con arreglo al Derecho civil, podía ser reivindicada por quien
continuaba siendo su dueño legal. Cierto que tal injusta situación no se prolongaba
indefinidamente, ni aun para el propio ius civile, porque al cabo de un cierto tiempo
de tener la cosa en su poder el adquirente, los defectos de origen de su adquisición
se borraban y se transformaba en un verdadero dominus. Es lo que se llama
usucapio. Pero, mientras el tiempo indicado no se cumplía, el comprador del
esclavo, en el ejemplo citado, no se hacía dominus del mismo aunque hubiera
pagado el precio al vendedor y éste le hubiese hecho entrega del siervo.

Para remediar tal anomalía, un pretor Publicio prometió en su edicto que concedería
a tales poseedores la acción civil que tenían los propietarios, la reivindicatio,
insertando en su fórmula una ficción: la de que había ya transcurrido el tiempo
necesario para la usucapio. Esta acción ficticia es la llamada actio Publiciana, por
el nombre de su creador. El que disponía de ella se hallaba, por tanto, en una
situación especial: no era dominus, es decir, propietario, con arreglo al ius civile,
pero en relación con el ius honorarium y, por consiguiente, para los encargados de
administrar justicia, era igual que si lo fuese, y ejercitaba una señoría general sobre
la cosa, de la cual, amparado por dicho ius honorarium, nadie podía privarle. Frente
a este titular de la Publiciana actio, el que continuaba con el dominium ex iure
Quiritium tenía sólo un dominio vacío de contenido, desnudo de atribuciones, nudum
ius Quiritium.

La acción Publiciana se fue extendiendo a otras situaciones similares. Por ejemplo,


a la del adquirente de una cosa que, aunque sea res nec mancipi, y susceptible, por
tanto, de adquirente por simple entrega, ha sido transmitida por quien no tenía sobre
ella un verdadero derecho de propiedad. Como nadie puede dar a otro lo que él no
tiene (nemo dat quod non habet), tal transmisión a non domino no servía tampoco
para adquirir el dominium.Para designar todas estas situaciones, tan
sustancialmente equiparadas en su eficacia al dominio, no hay en las fuentes un
término técnico preciso. Desde luego, se evita calificarlas como dominium , y
generalmente se emplean las expresiones circunlocutorias in bonis esse o in bonis
habere. De ahí que los intérpretes llamen a esto propiedad bonitaria, o también,
atendiendo a su origen, propiedad pretoria o publiciana.La institución aparece en el
Derecho justinianeo como un resto arcaico. Primero, porque al borrarse la distinción
entre res mancipi y nec mancipi se esfumó el área principal de su aplicación, la cual
quedaba ya reducida a la de las adquisiciones a non domino.

c - Propiedad provincial

Un derecho de propiedad sobre inmuebles sólo es posible respecto del suelo


romano. Desde que comenzó la expansión operada por las conquistas de Roma, el
suelo romano representó una parte pequeña en la totalidad de territorios dominados
por ella. Todo el campo conquistado pertenecía al Estado romano: sobre él no podía
haber propiedad privada. Mas sabido es que el Estado solía conceder a los
particulares la utilización y disfrute de tal ager publicus mediante el pago de un
impuesto en dinero o en especie. Incidencias de la política fueron haciendo que tal
situación desapareciese en la península, cuyo suelo se transformaba todo él en
romano y en domini ex iure Quiritium sus poseedores.Pero fuera de Italia se siguió
aplicando el antiguo régimen del suelo conquistado. No hay sobre los fundos
provinciales dominium de los particulares; todo él pertenece al Estado, el cual, sin
embargo, concede y protege un disfrute de hecho sobre tales tierras. Ante los
jurisconsultos y legisladores de la época clásica, esta situación de los particulares
en relación con los fundos situados en las provincias se presenta como una especie
de uso o de usufructo: habere possidere frui licere, possessio et usus, usus, ius
colendi, ius possidendi. Sustancialmente es en realidad un derecho igual al del
propietario de un fundo itálico, sin más diferencias con éste que la de pagar un
tributum al Estado y la de que la actio reivindicatoria, de la que el interesado dispone
para defender su situación, es una reivindicatio utilis. De ahí que los romanistas
acostumbren a designar este tipo de señoría general, que económicamente
representaba en el Imperio un volumen mucho mayor que el de la propiedad de los
fundos itálicos, como propiedad sobre los fundos provinciales.

Con la desaparición de la distinción entre suelo provincial y suelo itálico y la


consiguiente imposición de tributo a los fundos itálicos, este tipo de señoría general
se borra también del Derecho romano.

d - Propiedad de los peregrinos

Los súbditos del Imperio que no tenían la condición de ciudadanos no podían,


naturalmente, ser domini ex iure Quiritium. Mas es evidente que su relación con las
cosas que entraban a constituir su hacienda privada, aunque los juristas no la
llamasen propiedad, en esencia lo era, y tuvo que ser amparada por el Poder público
romano. Claro que muchas veces esta propiedad de los peregrini se desenvolvía
dentro de los cauces de la respectiva autonomía jurídica de la civitas a la cual
pertenecía el peregrino, y en tal sentido no interesa al Derecho romano. Pero ello
no era siempre posible; las causas que dieron lugar a la formación del ius gentium
determinaron también la necesidad de que los órganos jurisdiccionales romanos –
pretor peregrino y gobernadores de las provincias– acordasen una protección a la
señoría de los peregrini sobre sus cosas. Las modalidades de esta protección no
son bien conocidas; pero el empleo de las fórmulas utiles debió ser frecuente para
amparar esta propiedad iure gentium. Concedida la ciudadanía a todos los súbditos
del Imperio, se unifica también en este aspecto el derecho de propiedad. Las fuentes
justinianeas no conocen ya sino un tipo único de propiedad, designado como
dominium o proprietas indiferentemente. La sola supervivencia de las variedades
antiguas en la compilación bizantina consiste en que, al lado de la actio
reivindicatoria, subsiste la actio Publiciana, con la limitada esfera de aplicación a
que antes hemos referido .

1. Arias Ramos (1995) Manual de Derecho romano. EDELSA. páginas 205 -


209.
2. Explica los modos de adquirir la propiedad en el derecho romano,
y ¿Cuáles son las similitudes y diferencias entre los tipos de
adquisición de la propiedad, en el derecho romano, y aquellos
contemplados en el código civil peruano de 1984?.(TONY)

A.) MODOS DE ADQUIRIR PROPIEDAD EN EL DERECHO ROMANO


En la época romana para a la adquisición de una propiedad las maneras de realizar
dichos actos jurídicos en la antigüedad se encontraban tipificadas en la ley de las
XII Tablas específicamente en la tabla VI y estas a su vez se basaban de la
siguiente manera:

 MANCIPATIO. Es un modo de transmisión de una propiedad, se dice


que esta forma de transmisión es mucho más antigua que incluso que los
romanos y esta era la venta al contado, durante esa época Gallo lo recuerda
en sus instituciones de una manera formal y solemne de poder transmitir una
propiedad. Según él estas necesitaban ciertos requisitos para que este acto
jurídico sea válido y estas era: cinco testigos ciudadanos romanos púberes y
un sexto quien era el encargado de portar la balanza de cobre, acto seguido
en presencia de los testigos el que recibe la propiedad aferrándose con la
mano en la balanza menciona lo siguiente: “afirmo que esta cosa es mia
según el derecho romano y que la compro con este cobre y con esta balanza
de cobre”, a continuación la persona que adquiria la propiedad golpeaba la
balanza con un trozo de cobre entregandoselo a la persona que le transmitía
la propiedad.

 IN IURE CESSIO: Según Julian Pastor y Alvira (2015)


Gayo nuevamente cumple un rol fundamental en esta forma de adquisición
y el procedimiento para estos casos era el siguiente, en primer lugar eran
tres las personas importantes para celebrar este acto jurídico, tal y como lo
vamos a desarrollar de la siguiente manera, el transmitente y el adquirente
acudían ante el magistrado para iniciar un litigio ficticio, en donde dicho acto
la persona quien va adquirir sujeta con la mano el objeto cuya propiedad
quiere recibir mencionando lo siguiente: “afirmo que esta cosa me pertenece
según el derecho romano”, ante lo mencionado por esta persona el
transmitente no se llega a oponer de lo contrario cede la pretensión y el
magistrado adjudica la propiedad a la persona que lo reivindica.

 USUCAPIÓN. Este modo de adquisición de propiedad era mediante la


posesión continua en el tiempo y esta se encontraba establecida en la ley de
las XII tablas, dos años para un fundo y un año para las demas cosas, en
este caso el poseedor se convertía en propietario, esos tiempos lo necesario
era solamente la posesión, el tiempo, la buena fe y el título.
B.) LAS SIMILITUDES Y DIFERENCIAS
Entre los tipos de adquisición en la época romana y nuestro código civil de nuestro
tiempo estas son casi idénticas, o podríamos decir que se basó en la época romana
tomándola como premisa para poder establecer los parámetros en nuestra
legislación, porque como mencionamos anteriormente en la época romana no
existía la moneda solo era un acto solemne entre la partes interesadas y esta a su
vez realizaban dichos actos jurídicos de diferentes formas como por ejemplo en la
antigüedad bastaba con la palabra de la persona quien entregaba el bien y un pretor
o testigos que llegaban a presenciar el acto jurídico para que pudiera ser válida, en
el transcurso del tiempo estos actos jurídicos fueron evolucionando, en nuestros
días para poder adquirir el bien inmueble podemos hacerlo de diferentes maneras
como por ejemplo comprar el bien mueble o inmueble con moneda nacional o
extranjera ya sea notarialmente que es una manera más formal de adquirir el bien
o también podríamos adquirirlo ya sea por herencia o en el caso de la prescripción
adquisitiva que de acuerdo a nuestra legislación solo tienes que tener posesión por
un lapso de diez años, pero de manera pacífica, posterior a ello puedes solicitar su
registro en la SUNARP, ya sea vía notarial o judicial.

c). CUADRO COMPARATIVO

ÉPOCA DEL IMPERIO CÓDIGO CIVIL PERUANO 1984


ROMANO

- IN IURE CESSIO - TRANSFERENCIA DE PROPIEDAD DE


BIEN INMUEBLE (ART. 949 C.C.)

- MANCIPATIO. - PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA (ART. 950


C.C.)

- USUCAPIÓN. - LA TRADICIÓN (ART. 901 C.C.)

- TRADITIO - EDIFICACIÓN DE BUENA FE EN


TERRENO AJENO (ART. 941)

2. ¿En qué consiste la copropiedad, según el derecho romano? ¿Cuáles


son las similitudes y diferencias entre la copropiedad en el derecho
romano y aquella contemplada en el código civil peruano de 1984
La copropiedad según el derecho Romano es el condominio y lo encontramos en el
“consortium inter fratres” o comunidad universal de bienes constituida entre los filiifamilias
a la muerte del pater. Donde cada uno de los consortes es dueño de la totalidad y, por
consiguiente, tiene el pleno poder de disposición sobre la cosa: “Todo pertenece a todos y
solo queda limitado por el ius prohibendi del otro condómino”

Entendiéndose que si la propiedad es exclusiva, en cuanto que una cosa no puede pertenecer
in solidum a varias personas, se admitiría en cambio una comunidad de propiedad por cuotas
ideales, esto es, sin atribución de partes físicas “Totius corporis pro indiviso pro parte
dominium habere , que no es en sí misma una copropiedad sobre un todo

La comunidad romana se caracteriza por tener una concepción individualista; en ese sentido,
cada copropietario tendrá una cuota ideal respecto de la totalidad del bien. Asimismo, cada
copropietario puede disponer libremente de dicha cuota ideal, sin limitación alguna. No
obstante, en caso se quiera realizar la disposición respecto a la totalidad del bien, es
necesaria la participación de todos los copropietarios en conjunto.

La naturaleza jurídica de la copropiedad se justificada en el modelo de comunidad romana, de


cuyo hecho resaltan las siguientes características principales.

 La ausencia de parte material. Esta característica demuestra que ninguno de los


copropietarios puede ejercer derecho respecto de una parte determinada del bien. En
ese sentido, el mismo hecho de ejercer derecho respecto de una parte material
desnaturaliza la finalidad de la cuota ideal, porque debido a que el bien no se puede
fraccionar materialmente se da la intervención de la cuota ideal, ya que ésta aparece con
la finalidad de conocer en función a qué porcentaje el copropietario podrá ejercer sus
atributos sobre el total del bien.
 La pluralidad de sujetos. Esta característica sustenta que para exista copropiedad
necesariamente tienen que existir dos o más personas que ejerzan titularidad respecto
del mismo bien
 La unidad del objeto. Esta característica como lo menciona su nombre establece que la
copropiedad se produce cuando hay más de un titular respecto de un solo bien; es
decir, el bien representa una unidad. Asimismo, el hecho de que exista esta unidad no
quiere decir que el bien se divida en partes individualizadas.

¿Cuáles son las similitudes y diferencias entre la copropiedad en el derecho


romano y aquella contemplada en el código civil peruano de 1984

ÉPOCA DEL IMPERIO CÓDIGO CIVIL


ROMANO PERUANO 1984
Es el condominio y lo encontramos en el Es un bien que pertenece por cuotas ideales
“consortium inter fratres” comunidad a dos o más personas
universal de bienes constituida entre los
filiifamilias a la muerte del pater.

Según el Artículo 992.- La copropiedad se


La propiedad en ROMA podía extinguirse por extingue por:
voluntad del propio dueño o por causa de la 1.- División y partición del bien común.
cosa misma. Se perdía por un acto voluntario 2.- Reunión de todas las cuotas partes en un
de su titular si éste la abandonaba o si la solo propietario.
transmitía a otro sujeto, bien por un negocio 3.- Destrucción total o pérdida del bien.
a título gratuito, bien por un negocio a título 4.- Enajenación del bien a un tercero.
oneroso 5.- Pérdida del derecho de propiedad de los
copropietarios.
El Código Civil ha establecido los atributos
Confiere poderes de independencia a sus que tiene cada copropietario respecto de su
miembros para realizar actos de interés cuota ideal, de la siguiente manera:
común, pero cuando abarca a la totalidad del  Uso: Si el copropietario quiere hacer
bien el resto de los comuneros poseen un uso del bien no puede excluir a los
control preventico y un ius prohiberdi. demás ni parcial ni totalmente .
 • Disfrute: Cada copropietario tiene
derecho a disfrutar los frutos que
genere el bien .
 • Disponer: Cada copropietario
puede disponer y gravar su cuota
ideal .
 • Reivindicar: Cualquier
copropietario puede reivindicar el
bien.
P


.

PPRESUPONE CASUALMENTE, CON


MOTRICO DE LA SUCESION
HERERITARIA O POR LA
EXISTENCIA DE UN CONTRATO
DE SOCIEDAD.

EL ANTIGUO CONDOMINIO:

A,. Surge de la situación de unos hijos no


quieren romper con aquella unidad
hereritaria constituyendo una sociedad
failiar, el antigui consortium ercto non
cito= consorcio hereditario todavía no
dividido.

Puede ser asumido por persona que ponen


sus bines en común con la ficción de
que son hermano,
que
Argumenta tu opinión mediante un cuadro de análisis comparativo, de una
página como máximo. (YESICA)
egún una doctrina tradicional, la copropiedad consiste en la coexistencia de varios
derechos de propiedad sobre una cosa, incidiendo cada uno sobre cuotas-partes
ideales de la cosa (por ejemplo, sobre un tercio o sobre un cuarto de la cosa, etc.).
(Soares, Crispim, Fernandes y Alves, 2017, p. 128)

Lea también: La propiedad y sus atributos desde el derecho civil


En la copropiedad un bien pertenece por cuotas ideales a dos o más personas,
ninguna de las cuales ejerce la propiedad sobre una parte material del bien, sino que
cada una tiene un derecho proporcional, una cuota, sobre el todo. Cada propietario
tiene derechos individuales sobre su cuota, puede disponer de ella, pero para
enajenar, gravar o arrendar el bien común se requiere que todos los copropietarios
estén de acuerdo. Hay si se quiere concurrencia de derechos sobre el bien.
(Avendaño Valdez y Avendaño Arana, 2017, p. 93)

En sede nacional, el artículo 969 define a la copropiedad al establecer sus


características fundamentales, las cuales son:

1. La existencia de un bien determinado (o de varios bienes)


2. La pluralidad de sujetos, proyectado hacia el mismo bien o bienes.
3. La particularidad de que sus derechos están representados por cuotas ideales o
porcentajes y no sobre partes materiales del bien o bienes. (Arias Schreiber
Pezet, 2011, pp. 349-350)

2. Un caso de copropiedad

Pongamos un ejemplo: Paola, Nelly, Mery y Juan, recién egresados de la carrera de


veterinaria, deciden comprar un terreno en Lurín para destinarlo al negocio de
hospedaje para perros y atención médica; el precio asciende a la suma de US$
60,000.00 con un área de 1,000 mt².

Los médicos veterinarios cumplen con el pago en partes iguales, es decir US$
15,000 cada uno; el documento privado es elevado a escritura pública e inscrito en
los registros públicos. En el presente caso Paola, Mery, Nelly y Juan se han
convertido en copropietarios del terreno de Lurín, teniendo cada uno una cuota ideal
sobre el mismo que corresponde al 25 % de acciones y derechos. (Rojas Ulloa,
2018)

3. Nuestra definición
Por tanto, definimos a la copropiedad como aquella situación en la que sobre un
mismo bien (verbigracia, un terreno o un edificio con departamentos) concurren dos
o más propietarios, teniendo cada uno de ellos una cuota ideal sobre el bien,
generalmente cada una de ellas representada en porcentajes.

4. Carácter transitorio de la copropiedad

Para algunos autores la copropiedad debe ser pasajera y transitoria, porque riñe
con el carácter exclusivo y excluyente del derecho de propiedad, por cuanto el sujeto
de derecho no es un solo individuo sino dos o más que lo ejercen simultáneamente;
sin embargo, cada copropietario es el señor de una cuota ideal de la cosa. (Vásquez
Torres, 2005, p. 188)

Vale recalcar que tradicionalmente la propiedad ha estado vinculada a la idea de


aseguramiento de una cosa con exclusión de cualquier otro. El condominio
comprende el ejercicio del derecho dominial por más de un propietario
simultáneamente. Por tanto, existe una contradicción entre dos
nociones: propiedad que es exclusiva y condominio que se basa en la comunidad
de derechos. Esta incompatibilidad entre la propiedad y la pluralidad de propietarios
ya impresionaba a los romanos a tal punto que uno de sus grandes jurisconsultos,
Celso, lo enunció diciendo: duorum vel plurium in solidum dominium vel
posesionem esse non potest. (Da Silva Pereira, 2014, p. 167)

Es decir, no puede existir propiedad o posesión de dos o más personas


solidariamente sobre la misma cosa. Vale decir, que la propiedad, señorío universal
de la cosa, no puede pertenecer a más de un dominus simultáneamente, aunque su
pertenencia a más de un sujeto es legal, pro parte. (Ídem)

Por tanto, la copropiedad al ser una figura transitoria y opositora al


carácter exclusivista del derecho de propiedad, podrá desaparecer tarde o temprano a
través de la partición.[1].

5. La partición en la copropiedad
De acuerdo con el artículo 983 del Código Civil:

Por la partición permutan los copropietarios, cediendo cada uno el derecho que tiene
sobre los bienes que no se le adjudiquen, a cambio del derecho que le ceden en los
que se le adjudican.

Para una doctrina nacional, esta consiste en convertir la cuota ideal o abstracta de
cada propietario en un bien material. Siendo una operación conmutativa entre los
distintos interesados análoga a la permuta. (Vásquez Torres, 2003, p. 205)

Lea también: Copropiedad como consecuencia del fenecimiento del régimen de


sociedad de gananciales [Resolución 1689-2016-Sunarp]

Según Alessandri la palabra partición tiene dos significados distintos. En un


sentido amplio es un conjunto de actos encaminados a poner fin al estado de
indivisión mediante la liquidación y distribución entre los copartícipes del caudal
poseído pro indiviso, en parte o lotes que guarden proporción con los derechos
cuotativos de cada uno de ellos. En un sentido restringido, es la operación por la
cual es bien común se divide en tantos lotes cuantos comuneros haya, recibiendo
cada uno de éstos la propiedad exclusiva de uno de esos lotes. De esta manera las
cuotas indivisas y abstractas de cada uno de los comuneros se transforman en partes
concretas y materiales; la propiedad indivisa es sustituida por una propiedad
unitaria. (Figueroa Almengor, 2013, p. 4)

En el ámbito registral por Resolución 1171-2012-SUNARP de fecha 10/08/2012-


SUNARP-TRL señala que cuando en la división y partición de un inmueble, se le
adjudica a un ex copropietario una parte material debe reputarse que es propietario
exclusivo de dicha parte material. (Ídem)

En otras palabras, la partición es el modo especial y típico de liquidación y


extinción de la copropiedad y puede ser invocada por cualquiera de los
copropietarios o de sus acreedores, pues siempre se quiere facilitar la consolidación
de la propiedad. Si la sociedad conyugal es demandante, el cónyuge codemandante
ejerce la representación de su sociedad, al amparo del artículo 65 del CPC, pudiendo
solicitar la división y partición del inmueble en su condición de copropietarios.
(Exp. 19888-98-Lima, Data 30,000. G.J)

El condómino que se sienta perjudicado por el ejercicio exclusivo de la propiedad


por otro de los condóminos, tiene expedito su derecho a solicitar la indemnización y
a solicitar la partición. (Casación 424-96-Ica. El Peruano, 20/04/98, p. 723)

6. Nuestra definición de partición

Por tanto, concebimos a la partición como aquel conjunto de actos u operaciones


tendientes a poner fin al estado de indivisión (que genera la copropiedad)
convirtiendo las cuotas ideales o abstractas de los copropietarios (representadas en
porcentajes) en partes concretas y materiales. Pudiendo ser pedida por los
copropietarios o sus acreedores.

7. Ejemplo de partición

Imaginemos el caso de dos casas de Juan y Pedro. Tanto Juan y Pedro tienen el 50 %
de cada casa. Si Juan y Pedro celebran una partición y Juan se queda con una casa y
Pedro con la otra, lo que ocurre jurídicamente es que Pedro le transfiere a Juan el 50
% que tenía en la casa que se le adjudica a Juan. A cambio, Juan le transfiere a
Pedro el 50 % que tenía en la casa que se le adjudica a Pedro. Pedro le transfiere a
Juan derechos sobre una casa a cambio de derechos sobre la otra casa que le
transfiere Juan. Esto es una permuta. (Avendaño Valdéz y Avendaño Arana, 2019,
p. 103)

Según Albaladejo “el derecho a pedir la división es el gran remedio que cualquier
condueño tiene cuando las cosas no van en la comunidad como él desea o cuando su
criterio es vencido, si no es precisa unanimidad, por el acuerdo de mayoría. De ese
modo también se consigue frenar (en vez de concediendo otros remedios legales)
eficazmente que una mayoría que desea seguir en comunidad, se imponga a la
minoría”. (Arias Schreiber Pezet, 2011, p. 368)
La partición no supone necesariamente la división del bien. Si se parten dos casas
entre dos copropietarios y se le adjudica una casa a cada uno, no hay división. Si lo
que se parte es un terreno y se le adjudica una sección a cada copropietario, además
de haber partición habrá división. (Avendaño Valdéz y Avendaño Arana, 2019, p.
103)

8. Causales de extinción

De acuerdo al artículo 992 de nuestro Código Civil (en adelante CC) la copropiedad
se extingue por:

1.- División y partición del bien común.

2.- Reunión de todas las cuotas partes en un solo propietario.

3.- Destrucción total o pérdida del bien.

4.- Enajenación del bien a un tercero.

5.- Pérdida del derecho de propiedad de los copropietarios.

Lea también: Prescripción adquisitiva de área no independizada: ¿copropiedad


forzosa?

Veamos una por una las causas de extinción:


8.1. División y partición

En este caso opera la partición (pedida por los copropietarios o sus acreedores) ósea
aquel conjunto de actos u operaciones tendientes a poner fin al estado de indivisión
(que genera la copropiedad) convirtiendo las cuotas ideales o abstractas de los
copropietarios (representadas en porcentajes) en partes concretas y materiales.

8.2. Reunión de todas las cuotas partes en un solo propietario


En este caso opera la consolidación, es decir, la reunión en uno de los
copropietarios del resto de cuotas de los otros copropietarios. En suma, se trata de la
reunión en una misma persona del derecho de propiedad. Por ejemplo, comprando
uno de los copropietarios el resto de cuotas de los demás copropietarios.

8.3. Destrucción total o pérdida del bien

A este supuesto le resulta aplicable, mutatis mutandis, lo dispuesto por el inciso 4


del artículo 922 (extinción de la posesión).

Al perecer (destruirse) el objeto, el derecho se extingue, ya sea cuando desaparece


en su sustancia (muerte del animal, incendio de la casa) o cuando pierde las
cualidades esenciales para su uso, como se da, por ejemplo, con el tramo de playa,
antes usado y construido, pero luego permanentemente sumergido. (Da Silva
Pereira, 2014, p. 65)

La destrucción también existe en la transformación que desfigura la cosa, haciendo


imposible distinguirla de otra, como en los casos de confusión, comisión, adjunción,
avulsión. En todos estos casos, la pérdida de posesión (y de la copropiedad) ocurre
sola. Pero su deterioro no implica pérdida, ya que, aunque perjudicada o degradada
económicamente, la cosa continúa cumpliendo con su finalidad, permitiendo que la
posesión sobreviva al hecho dañino. (Ibid.)

En otras palabras, la destrucción total es aquella forma de extinción de la


copropiedad que ocurre cuando: 1. Desaparece el bien completamente, 2.
Desaparece la finalidad para la cual el bien existía y se utilizaba o 3. Se transforma
en un bien distinto.

Respecto a la pérdida del bien, esta es una consecuencia de no poder ejercitar actos
posesorios sobre él. Esto acontece cuando un bien queda fuera del comercio. Desde
luego cuando transitoriamente no se posee, no se produce la pérdida de la posesión
(ni de la copropiedad). Así sucede, por ejemplo, si se deja un automóvil estacionado
en una calle, sin ánimo de abandonarlo. (Arias Schreiber Pezet 2011, p. 143)
Advierte una doctrina nacional, que el bien no desaparece materialmente;
permanece, pero el poseedor ignora su paradero, y mantiene su utilidad económica
al poder recuperarse. En tanto hay la intención de recuperarla, no se renuncia al
derecho. Licet possessio nudo animo adquiri non possit, tamem solo animo retineri
potest. (Varsi Rospiglios, 2019, p. 105)

En suma, la pérdida del bien, es aquella forma de extinción de la copropiedad que


tiene lugar cuando, a pesar de seguir teniendo existencia y utilidad económica, se
ignora el paradero o ubicación del bien y por tanto resulte imposible ejercitarse actos
posesorios sobre el mismo.

Consideramos en relación a los inmuebles que más apropiada le resulta


la destrucción total del bien que la pérdida como causal de extinción de la
copropiedad.

8.4. Enajenación del bien

Tiene lugar cuando los copropietarios por unanimidad[1] deciden todos ellos
disponer del bien, o sea transmitirle la propiedad del mismo a otra persona.

8.5. Pérdida del derecho de propiedad

Esta causal supone que los copropietarios han sido vencidos en juicio a través de una
resolución judicial

9. Conclusiones

Definimos a la copropiedad como aquella situación en la que sobre un mismo bien


(verbigracia, un terreno o un edificio con departamentos) concurren dos o más
propietarios, teniendo cada uno de ellos una cuota ideal sobre el bien, generalmente
cada una de ellas representada en porcentajes.

La copropiedad al ser una figura transitoria y opositora al carácter exclusivista del


derecho de propiedad, podrá desaparecer tarde o temprano a través de la partición.
La partición es aquel conjunto de actos u operaciones tendientes a poner fin al
estado de indivisión (que genera la copropiedad) convirtiendo las cuotas ideales o
abstractas de los copropietarios (representadas en porcentajes) en partes concretas y
materiales.

10. Bibliografía

ARIAS SCHREIBER PEZET, Max (2011). Exégesis del Código Civil peruano de
1984. Derechos Reales. Tomo III. Lima: Normas Legales.

AVENDAÑO VALDEZ, Jorge y AVENDAÑO ARANA, Francisco


(2017). Derechos Reales. Colección “lo Esencial del Derecho” N. 1. Lima: Pucp.

DA SILVA PEREIRA, Cario Mário (2014). Instituições de Direito Civil. Direitos


Reais. Volúmen IV, Rio de Janeiro: Forense.

FIGUEROA ALMENGOR, Karina (2013). “División y partición de inmuebles:


alcances registrales”. En: Derecho y Cambio Social, año 10, n. 33, pp. 1-9.

ROJAS ULLOA, Milushka Felicitas (2018). “La copropiedad y la partición


convencional a propósito de la modificación del Libro V del Código Civil”.
Disponible aquí.

SOARES, António; CRISPIM, Júlio; FERNANDES, Liberal y ALVES, Tómas


(2017). Lições de Direitos Reais Timor-Leste. Faculdade de Direito da Universidade
do Porto, Centro de Investigação Jurídico-Económica, Universidade Nacional Timor
Lorosae.

VÁSQUEZ RÍOS, Alberto (2003). Derechos Reales. Propiedad. Copropiedad.


Usufructo. Superficie. Servidumbre. Tomo II. Lima: San Marcos.
[1] Artículo 983.- Por la partición permutan los copropietarios, cediendo cada uno
el derecho que tiene sobre los bienes que no se le adjudiquen, a cambio del derecho
que le ceden en los que se le adjudican.

Artículo 984.- Los copropietarios están obligados a hacer partición cuando uno de
ellos o el acreedor de cualquiera lo pida, salvo los casos de indivisión forzosa, de
acto jurídico o de ley que fije plazo para la partición.

Artículo 985.- La acción de partición es imprescriptible y ninguno de los


copropietarios ni sus sucesores pueden adquirir por prescripción los bienes comunes.

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