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8.

Empirismo y racionalismo modernos:


la historia de una disputa
Sof ía Cálvente
Universidad Nacional de La Plata
IdHICS-CONICET

Comprender la modernidad filosófica como un per íodo signado por dos grandes co-
rrientes, la racionalista y la empirista , se ha consolidado como un relato can ó nico que nos
ha permitido un acceso fá cil a los temas centrales del per íodo. Pero esta imagen de la filo-
so fía moderna ha sido acusada de ocasion á rsenos malentendidos e , inclusive , de dar una
visión distorsionada de la é poca. Por ese motivo, para evaluar la pertinencia de las críticas
de las que ha sido blanco en los ú ltimos a ños , consideramos que es necesario analizar con
cierto detenimiento en qu é consiste este relato de la filosof ía de los siglos XVII y XVIII , y
hacer una revisi ón de sus fuentes , que en buena medida son libros de texto ampliamente
usados en la enseñanza de la historia de la filosofía . Este examen nos permitirá mostrar que
si bien la visió n canónica de la filosofía moderna no est á exenta de problemas , a la hora de
recorrer algunos de los textos que se consideran representativos de esta perspectiva , no se
encuentra una exposici ó n tan estandarizada como pretenden sus detractores. Por otro
lado , se podrá apreciar que hay divergencias en cuanto al criterio utilizado para distinguir
el empirismo y el racionalismo, lo que nos llevará a reconsiderar qué se entiende por ambas
posturas e , inclusive , a cuestionar su pretendida oposició n .

La construcción de un estereotipo
En los ú ltimos treinta a ños se ha desarrollado en el á mbito de la historiograf ía una co -
rriente de revisión y crí tica al modo can ó nico de presentar la historia de la filosof ía mo-
1
derna . Esta presentación se encuadra dentro de lo que K. Haakonssen ha llamado el
" paradigma epistemoló
gico ’ (Haakonssen, 2004: 99-121),2 que se caracteriza por el hecho
1

1
Dos estudios que inauguraron esta cr ítica son Norton (1981) y Loeb ( 1981) .
2
Tal vez , uno de los ejemplos más emblemá ticos de este paradigma sea Cassire r (19 58). Vd . Pr ólogo , p . 7 e intro-
ducción , pp. 16 y 23. Sin embargo , Cassirer se aleja de la presentación habitual de la filosofía moderna en otros as-
pectos, cf . op. d£. , p. 20.

i 147
1%
Sofia Cá lvente

de considerar que “ la ” verdadera filosofía se relaciona con el problema del conocimiento y conocimiento comc e:
que en la Modernidad , los filósofos se dieron cuenta de ello . Durante los siglos XVII y culan con la credibiezz .
XVIII , los esfuerzos se concentraron en responder a la crí tica escéptica respecto de la posi- racionalismo y cmr:~ -
bilidad de tener creencias justificadas o explicaciones cient íficas y el conocimiento se en- entre los filósofos ce
tendió en términos de procesos mentales individuales. loso fía de cada uno c:
A su vez , dentro del paradigma epistemológico se distinguen dos corrientes, que se pre- llevar a clasificarles
sentan como contrapuestas: racionalismo y empirismo. La diferencia entre ellas se esta- como ninguna de h¿ -
blece a partir de cuestiones relativas al origen y fundamentación del conocimiento (Vanzo. mente el criterio de s:. -
2013: 53-74; 2014: 517-538) 3 Respecto del origen del conocimiento , se plantea que los la inclusión de otras . e
_
empiristas sostienen que todos los conceptos derivan de la experiencia y que no hay ideas sidad de tener en cm .
innatas , mientras que el racionalismo afirma que tenemos conceptos innatos. Ala hora de pensador- para aleare-
considerarla fundamentació n del conocimiento , se sostiene que para los empiristas sólc cimiento que reste::. . .
puede justificarse a posteriori, mientras que para los racionalistas, por el contrario , es po- Existen opinion:f :
sible justificar el conocimiento a priori . . n ónica de la filosa .:: -
A esta distinción epistemológica se agregan otras consideraciones de tipo genealógico ara ñas y hormigas a: - '

e incluso geográ fico. Desde la visi ó n canónica se plantea que la tradición racionalista se lo- Fraasen, 2002: 20 n : n
caliza en Europa continental, que fue iniciada por Descartes y continuada por Spinoza y allí no est á presera:. -
Leibniz . La tradición empirista se ubica en las islas británicas y se reconoce como su pre- sino que Bacon caa: .:
decesor a Bacon , aunque se establece que sus representantes son Locke , Berkeley y Hume rir conocimiento y n
Además , se sostiene que cada autor planteó su postura basá ndose en la adhesión a o la cri- Su clasificación na . r -
tica de las premisas de su predecesor, de modo tal que se da un desarrollo progresivo de las conocimiento (Vare
ideas fundamentales al interior de cada tradición. Se afirma que los filósofos de cada mo- nónico como “ padre
_
vimiento rechazaron los puntos centrales de los filósofos del movimiento opuesto , y que intermedia , que es e
el período moderno se cierra con Kant, quien combinó aspectos de ambos para superarlos ran a partir de una
con su filosofía crítica . Otros autores rr : ~
.

Esta presentación ha recibido cr íticas por generar una visión sesgada e incluso distor- 332 ; Haakonssen .
sionada de la filosof ía de los siglos XVII y XVIII ( Norton , 1981: 334-344; Haakonssen. de un sistema del an .
2004: 109-115; Vanzo, 2013: 53-54; Rutherford , 2006: 1-9). Entre las principales difi- se caracteriza por y er
cultades que ocasiona , se ha se ñalado , en primer lugar, que poner el foco ú nicamente er . tales, sin tomar can ; *

cuestiones epistemológicas relega a un segundo plano otras preocupaciones igualmente tanto , los conterai::
importantes para los filósofos modernos, como la é tica , la est é tica o la teoría política , o bien sentidos. A criteri:c-
que sólo se considera relevante el modo en que se justifican las creencias dentro de esas dis- el escepticismo imy .
ciplinas filosó ficas. En segundo lugar, concebir el conocimiento en té rminos individuales cualidades de los:: -
no permite comprender los debates modernos en tomo a temas tales como la diferencia guardar semejanza: .
entre la historia sagrada y la profana o la creencia en los milagros , que implican entender al negar la existencia -:
cualidades priman rr
las últimas consec:. *

3 En
gran medida esta caracterizació n coincide con el relato que inicia Norton (1981: 331). Además, varios de los mismas bases que r. '

rasgos señalados son mencionados por Van Fraasen ( 2002) Introduction, Lectures 1-2 , y Appendix B: A History c:
'

the Name '‘Empiricism” , y por Priest (2007) , quien por otra parte defiende abiertamente este modo de comprende: sin ningú n sujete 1.
la filosofía moderna (ver especialmente capí tulo 1: What is Empiricism? ). mana como de la c:: "

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Empirismo y racionalismo modernos...

conocimiento como algo construido interpersonalmente, en tanto esas cuestiones se vin-


¿ xv:: culan con la credibilidad del testimonio . Finalmente , partir de una distinción tajante entre
racionalismo y empirismo no permite dar cuenta de las mutuas influencias y afinidades

î JipsTr
- C -
5
"
J>
entre los filósofos de la é poca . Una mirada m ás cuidadosa a los distintos aspectos de la fi -
losofía de cada uno de los autores ubicados en los movimientos considerados rivales puede
esepre - llevar a clasificarlos , en algunos casos, como racionalistas y empiristas a la vez , o bien ,
, -7 -> ^ -_ 7 como ninguna de las dos cosas. Además, muchos historiadores han cuestionado reciente-
Vi” ; mente el criterio de selecció n de los tres filósofos que conforman cada tradició n y plantean
— - 4. la inclusión de otras figuras igualmente relevantes de la época. Se destaca tambié n la nece-
sidad de tener en cuenta el contexto -intelectual , cultural y del corpus de escritos de cada
^
pensador- para alcanzar una comprensión m ás acabada de la práctica filosó fica y el cono-
cimiento que resulta de ella .

. esrr - Existen opiniones divergentes a la hora de determinar cuál es el origen de esta visión ca -
n ó nica de la filosof ía moderna . Algunos se ñalan que puede remitirse a la distinción entre
arañas y hormigas que propone Bacon en el Novum Organum ( Cottingham , 1988: 1-2 ; van
.ise . : * Fraasen , 2002 : 203; Priest , 2007: 8) , pero un estudio reciente de A Vanzo deja en claro que
allí no está presente el sentido de “ empirismo" tal como es definido por el relato canónico,
sino que Bacon califica de “ empíricos" a quienes carecen del mé todo correcto para adqui-
rir conocimiento porque no pueden derivar teor í as verdaderas a partir de la experiencia.
Su clasificación no establece ninguna vinculación con el origen ni la fundamentació n del i

' J5> 77
conocimiento (Vanzo , 2014: 3-5 ) . Él mismo , que luego será considerado por el relato ca-
7
— nónico como “ padre" del empirismo , no dice seguir el camino de las hormigas , sino una ví a
intermedia , que es la de las abejas, las que recogen su material de la experiencia y lo elabo-
ran a partir de una capacidad inherente a ellas ( Bacon , 1985 : 153).
Otros autores mencionan a Reid como iniciador de este relato ( Norton, 1981: 331-
332 ; Haakonssen , 2004: 103). Sin embargo, Reid considera a Descartes como fundador
de un sistema del que son seguidores Malebranche , Locke , Berkeley y Hume . Este sistema
> z se caracteriza por plantear que la mente sólo puede percibir sus propios contenidos men -
—_
' > tales , sin tomar como dato originario la existencia de ios objetos que percibimos. Por lo
—— j>
tanto , los contenidos mentales no guardan una analogía necesaria con los objetos de los
sentidos . A criterio de Reid, ios filósofos que siguieron a Descartes develaron gradualmente
el escepticismo' implícito en su sistema: Locke negó que las cualidades secundarias fueran
7
cualidades de los objetos, mientras que Berkeley demostr ó que ninguna sensación pod í a
guardar semejanza alguna con los objetos , por lo que las mismas razones que nos llevan a
negar la existencia de cualidades secundarias en los objetos, valen también para negar las
cualidades primarias (Reid , 1970: 258- 261) . Reid se ñala que Hume fue quien llevó hasta
las ú ltimas consecuencias el escepticismo del sistema cartesiano , ya que partiendo de las
i -;
mismas bases que Berkeley, deshizo el mundo espiritual , dejando sólo ideas e impresiones
sin ningú n sujeto de inhesion , lo que conlleva tanto la eliminación de la naturaleza hu -
mana como de la ciencia del mundo (Reid , 1970: 14-15).

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Sofia C álvente

Como puede apreciarse, la interpretación de Reid tiene varias divergencias importan- Para sintetizar, uro . . -
tes con el relato can ónico de la filosof ía moderna . Por un lado, sit ú a a Locke , Berkeley y den situarse en elenco ...
Hume en una misma línea con Descartes, y, en segundo lugar, considera que su punto de lo plantea en su vers:: ~

contacto no pasa por el origen a priori o a posteriori de nuestras percepciones ni por el pro - es posible afirmar yo . .
blema de su justificación , sino por el carácter representational de la percepción y por las
consecuencias escé pticas que esta visión acarrea . Contrapone a esta línea de pensamiento
cuenta que va consoo. o .
res, hasta adoptar, a::


.

la filosof ía delsentido com ú n , que es la que él mismo impulsa y que se caracteriza por de- (Vanzo, en prensa .
fender un realismodirecto. No emplea en ningú n momento las etiquetas “ racionalista” n:
“ empirista ” ; tampoco adhiere ai criterio de demarcación geográ fico entre la filosofía con -
tinental y la brit á nica . Sin embargo, Reid contribuyó a elaborar ciertos aspectos del relato Revisando lugar:í
canónico, ai postular que los filósofos posteriores construyeron su propuesta basá ndose
en sus antecesores inmediatos y al establecer un camino progresivo que va desde Locke Luego de definir: . . '
.

hacia Hume . nar sus orígenes , va::: . .

Numerosos autores encuentran plausible atribuir el origen de la visi ón canónica de lo por la literatura errr:
filosofía moderna a la Crí tica de la razón pura de Kant (Vanzo , 2013: 55 ; Vanzo , 2014: 3, 12- ádental [ A H ístcny :
15; Haakonssen , 2004: 103; vanFraasen , 2002: 204-207 , entre otros) . En la sección que 1945 , y el volumen 7 .. .
cierra esta obra , denominada “ Historia de la Razón Pura ” , aparece una distinción entre em- pleston,6 aparecido
piristas y noologistas en función del origen delos conocimientos puros de la razón.4 Come esquema. Porsupue r . .

antecedente de los empiristas, Kant menciona a Arist ó teles y en calidad de representante en las que puede err : " '

moderno cita a Locke , mientras que, como predecesor de los noologistas, ubica a Platón y hemos limitado a es:::. 1

considera a Leibniz comosu seguidor. Kant formula la distinción en té rminos puramente historiografía angles:
A criterio deD. r ' ~
epistemológicos y clasifica a los autores en cuanto a sus posiciones con respecto al origer
del conocimiento del mismo modo que en la narración canónica , es decir, en función ¿e
.

dida y ampliamente a ,
_
“ si [los conceptos] derivan de la experiencia o proceden de la razón con independencia de mito deLempirismc - .. *

aquella. ” (Kant , 2005: A 854/B 882) 2 introducción , Russe... . .


En el pá rrafo final de la Crí tica de la raz ón pura Kant se ñala que el camino cr
ítico es fundamental ponerlo: ~ "

ú nica alternativa que contin ú a abierta en cuanto al mé todo a seguir, frente al dogmatisme como especulador.es o . .. .

y al escepticismo (Kant , 2005: A 856/B884). Pero no plantea que su propuesta sea una sín- especulaciones enero r
tesis superadora de la dicotomía racionalismo-empirismo como se pretende en la narra- de los aconteeimiem:r .. *

ci ón canónica , sino que se considera a sí mismo como un racionalista crítico (Vanzo , 2013 nodos. Aquí vemos ol ~e
63- 67). Sí es posible afirmar, junto con Vanzo , que Kant estableció una clasificación que sofleos y su contexto :_o
luego será retomada y completada por los historiadores kantianos de la filosofía como Ten- postura de cada perso ~
nemann o Buhle , quienes fueron losencargadosde proponer que la filosofía kantiana re- Ya en la caractè re:.
presentaba una superación de las posturas racionalista y empirista (Vanzo , 2014: 531; van con uno de los rasgoUi
Fraasen, 2002 : 202) . el pensamiento mo ^ r

4
La distinci ón se refiere al origen de los conceptosyjuicios del entendimiento . En el escrito postumo ios progrès: .

de la Metaf í sica desde LeibnizyWolff Kant se refiere nuevamente a la cuestión del origen del conocimiento y adopta e .
"
Coplestony Russell sor r . . .
.

.

término “ racionalista ” en lugar de “ noologista . ” ( vd. Ak 20: 275) . 017 ) y Haakonssen (201? -1 . -
Un estudio más exhausto

5
Existen otros pasajes de la Critica de la razó npura donde se alude al empirismo , pero noen ios t érminos definidos
por la narración canónica . Vd . por ejemplo, la antinomia de la raz ón pura , A 462/B490 A476/B 504 . graf ía francesa y la alemarz . '

150
i
Empirismo y racionalismo modernos...

r- Para sintetizar, tanto en Kant como en Reid se encuentran algunos elementos que pue-
den situarse en el origen del relato canónico sobre la filosof í a moderna , aunque ninguno
lo plantea en su versión completa , sino que se alejan de él en varios aspectos. En definitiva ,
es posible afirmar que este relato se inicia en el siglo XVIII , pero es necesario tener en
i
cuenta que va consolid ándose poco a poco , con aportes de distintos filósofos e historiado -
res , hasta adoptar, a comienzos del siglo XX , la forma con la que lo conocemos actualmente
Vanzo, en prensa).

Revisando lugares comunes


Luego de definir en qué consiste el relato can ónico de la filosofía moderna y de exami-
nar sus or ígenes, vamos a detenemos a revisar dos de las fuentes que suelen ser señaladas
por la literatura crí tica como representativas de esta narració n ; la Historia de la Filosof í a Oc -
cidental [ A History of Western Philosophy ] de Bertrand Russell , cuya primera edición es de
t 1945, y el volumen IV de la Historia de la Filosof ía [A History of Philosophy ] de Frederick Co-
pleston ,6 aparecido originalmente en 1958 , para analizaren qué medida responden a este
esquema . Por supuesto , con esta selección no pretendemos agotarla totalidad de historias
en las que puede encontrarse el relato canónico, sino que , por razones de brevedad , nos
hemos limitado a escoger sólo dos de los exponentes más significativos e influyentes de la
historiograf ía anglosajona . 7
A criterio de D . E Norton , la obra de Russell es la historia de la filosofía occidental más ven-
dida y ampliamente le ída , por lo menos al momento de escribir su revolucionario articulo “ El
mito del empirismo británico” 4 [ “ The Myth of ‘British Empiricism” ] , es decir , en 1981. En la
‘ 5

introducción , Russell aclara que para obtener una comprensión adecuada de la filosof ía , es
fundamental ponerla en relación con la rida política y social , para que no sea vista meramente
como especulaciones aisladas , sino como causa y efecto de las circunstancias en las que tales
especulaciones emergieron . Por ese motivo , al comienzo de cada apartado incluye una reseña
de los acontecimientos históricos, culturales y polí ticos más importantes de los distintos pe-
rodos. Aqu í vemos al menos un intento por considerar la vinculación entre los sistemas filo-
í
so fleos y su contexto , aunque luego no haya una articulación efectiva entre el desarrollo de la
postura de cada pensador y esos aspectos históricos, sociales o polí ticos.
Ya en la caracterización general de la filosof ía de los siglos XVII y XVIII nos encontramos
con uno de los rasgos principales del paradigma epistemológico , porque Russell afirma que
el pensamiento moderno es predominantemente de tipo individualista y subjetivo , lo que

i
:
h
Coplestony Russell son se ñalados como portadores del relato canó nico de la filosof ía moderna por Vanzo ( 2014:
517) yHaakonssen (2 Ü 04: 102 , 104) .
7
Un estudio más exhaustivo excede los limites de un artículo y deber ía además , como mínimo, incluirla historio-
graf ía francesa y la alemana , en la que sin duda Cassirer es una figura fundamental.

151
Sof íaCalvente

se pone de manifiesto en posturas como la de Descartes , Leibniz , Locke, Kant y Rousseau cer lugar, plantea una z. -
(Russell, 1971: 113-114). Más adelante, menciona la existencia de dosescuelas , a las que con el placer, mientra. .. -
llama “ continental” y “ británica ” respectivamente, cuyos referentes son Descartes , en el pri- le oponen otros valore s
sell , 1971: 265). Final:-
mer caso, y Locke, en el segundo. Como seguidores de Descartes menciona a Malebranche.
_
,

Spinoza (Russell , 1971: 183) y Leibniz (Russell , 1971: 204-205), pero tambié n a Kant y los sus seguidores mam:i- z
kantianos (Russell, 1971: 262). En el caso de Locke , se refiere en primera instancia a Berke- nenie plantean la ne : -_
ley y Hume, pero agrega además a ciertos filósofosfranceses (Russell , 1971: 262). Más allá de laexam z . .

Vemos , entonces, que Russell adhiere a la bipartición de la filosof ía moderna . A pesa: algunas de sus afirma. : ~
de no adoptarlos nombres de “ empirismo” y “ racionalismo , ” 8 identifica ambas corrientes sof ía moderna difiere er
en base a lo que considera su localización geográfica de origen . Sin embargo , la ubicación es representante. Nc z: .
geográfica no resulta un impedimento para establecer vinculaciones entre ellas, ya que se- la línea de demarcad: “ “

ñala que Locke tuvo una fuerte influencia en los philosophes que no siguieron el pensa- cimiento : de corte irz _ _
miento de Rousseau . Esa influencia fue reforzada por Hume y continuada por Voltaire deductivo en el case z -
(Russell , 1971: 217, 263). Por otra parte , como acabamosde señalar, sitú a a Kant en con- se ñalaquesilosemrir. - ..
tinuidad con Descartes , lo que responde en líneas generales a la caracterización que el fi- su aplicación a cases
lósofo de Kónigsberghace de su propuesta como una forma de racionalismo crítico.9 ran tiza la validez de... . *

v la deducción de a::~
Yendo al nudocentral de la distinción canónica entre “ racionalismo” y “ empirismo” , es
decir, a la cuestión epistemológica , no encontramos en Russell que lasdosescuelas men-
y

más, como acaba ñara .


_
cionadas se distingan a partir del origen del conocimiento. En primer lugar, Russell señala epistemológico, reía:. ...
La Historia cíe L: z

diferencias respecto del método y traza dos genealogías: la continental va de Descartes a


Hegel, y la britá nica se desarrolla de Locke a Mili. Esta distinción coincide en parte con une como otra de las resrrz .
de los criterios señalados por la narración habitual , pero Russell no sólo se refiere con ella amos ahora si podeza :: .
al mé todode justificación sino fundamentalmente al de obtención del conocimiento. Er. saci ón . En primeriza: '

ese sentido, señala que la escuela continental se basa en el método deductivo , mientras que principal del parad:z~z
la britá nica se vale de la inducción (Russell , 1971: 264). En segundo lugar, establece dis- caracteriza por el er .:. *

tinciones en cuanto a la metaf ísica , aunque no resultan demasiado claras . Considera que jeto” (Copleston , 1: ~ -
los representantes de la escuela continental sostienen la posibilidad de conocer por medie como una respues:a a ~ .
de la razón los objetos de esa disciplina , mientras que la escuela brit ánica tuvo desarrollos al igual que Russel. s: . ,
'

dispares: Locke acepta las pruebas de la existencia de Dios de Descartes , Berkeley cons- en cuenta las cireurs
truye nuevos argumentos al respecto y Hume termina rechazando por completo los pos- aspectos psicologí : r _ a

tulados metafísicos (Russell, 1971: 265). En definitiva , respecto de la metaf ísica no adopta samiento moderna . .
la distinción tradicional sino que opone a Hume frente a la mayoría de los filósofos mo- su continuidad cor a .

dernos y considera que a partir de él la escuela empirista mantuvo la misma actitud. En ter- En segundo luga: .
nental-empirismcar
8
Russell usa ocasionalmente el té rmino “ empirismo” pero nunca usa el de “ racionalismo” en esta obra . Si emplea esta ciertas cualificado::;- -
terminología en Los problemas de la filosof í a y La sabiduría de occidente . generar la imagen Zí - .
En líneas generales, Kant se ubica a sí mismo dentro del racionalismo porque le atribuye a esta corriente la visión
de que algunos de nuestros conceptos no tienen origen en la experiencia, y que podemos conocer algunos juicios tes , lo que considera ~
_ .

sintéticos a priori . En tanto Kant sostiene ambas afirmaciones , se considera un racionalista . No sitúa el criterio de dis-
tinción entre empirismo y racionalismo en la admisión de representaciones innatas, aunque lesadscribe a los racio- :o Cabe aclarar que ern a '
7
mera edición inglesa ce r
'

nalistas el proponerla existencia de conceptos puros, es decir, no empíricos. Para una fundamentación de este punto ,

remitimos nuevamente aVanzo (2013: 64-66) . tir del origen del conocirr.
*
.

152
Empirismo y racionalismo modernos...

:y Rousseau cer lugar, plantea una diferencia en el ámbito de la é tica: la escuela brit ánica vincula el bien
.us, a las que con el placer, mientras que los continentales rechazan el placer por considerarlo innoble y
:es, enelpri- le oponen otros valores tales como el poder, la unión mística con Dios o la ley moral (Rus-
Cebranche. sell , 1971: 265). Finalmente , Russell marca contrastes en el á mbito de la política: Locke y
laKantylos sus seguidores mantienen una postura reformista , en tanto que sus oponentes del conti-
idaaBerke- nente plantean la necesidad de una revolución ( Russell , 1971: 266 -267).
2\ Más allá de la exactitud o deficiencia de la presentación de Russell o de lo discutible de
ma . A pesar algunas de sus afirmaciones , es interesante notar que el modo en que caracteriza a la filo-
s comentes !
sof ía moderna difiere en varios puntos respecto del relato canónico del que supuestamente
a ubicación es representante. No hay alusión al origen adventicio o innato de los conceptos , 10 sino que
ya que se- la lí nea de demarcación m ás clara pasa por la cuestión del m é todo de obtención del cono-
n el pensa- cimiento : de corte inductivo , tentativo y experimental en el caso de los brit ánicos , y lógico
:or Voltaire deductivo en el caso de los continentales. En cuanto al modo de fundamentación , Russell
unt en con- se ñala que si los empiristas admiten algú n principio general , buscan probarlo a partir de
tri que el fi- su aplicación a casos concretos, mientras que en el caso de la escuela continental , lo que ga-
ritico .9 rantiza la validez del conocimiento es que el primer principio que se asume sea verdadero
Crismo” , es y la deducción de afirmaciones a partir de él sea correcta (Russell , 1971: 264-265). Ade-
líelas men - m ás , como acabamos de se ñalar, incorpora diferencias que van más allá de lo puramente
ssell señ ala epistemológico , relativas a la é tica y a la polí tica .
descartes a < La Historia de la filosof ía de Copleston tambié n es mencionada por muchos crí ticos
ii
te con uno como otra de las responsables de proponer una visión canónica de la filosof ía moderna . Ve-
Brecon ella amos ahora si podemos encontrar allí elementos que fundamenten o desmientan esta acu-
miento. En sad ón . En primer lugar, nos topamos, al igual que en el caso de Russell , con el postulado
entras que principal del paradigma epistemológico: Copleston considera que la filosof ía moderna se
ihlece dis- j caracteriza por el é nfasis puesto en “ la teoría del conocimiento y en la relació n sujeto-ob-
sidera que ; jeto” (Copleston , 1984a: 5) y que muchos de sus planteos enese sentido deben entenderse
por medio ¡ como una respuesta al renacer del escepticismo ( Copleston , 1984b: 28- 30). Sin embargo ,
iesarrollos al igual que Russell , sostiene que para entender un sistema filosófico es fundamental tener
eley cons- 1
en cuenta las circunstancias y conexiones hist ó ricas de cada pensador, como así tambié n
tolos pos- i aspectos psicológicos de su personalidad . Ofrece , en ese sentido , una introducción al pen-
f
no adopta samiento moderno que tiene en cuenta aspectos culturales e hist óricos y pone de relieve
¿ofos mo- su continuidad con la filosof ía medieval.
rd . Enter- En segundo lugar , Copleston asume abiertamente la distinción racionalismo coriti-
, nental-empirismo brit á nico y considera que est á justificada en gran medida , aunque con
:emplea esta ciertas cualificaciones. Sin embargo, aclara que una adhesi ó n rígida a este esquema puede
ate la visión
generar la imagen de que ambas escuelas corrieron por caminos paralelos e independien-
unos juicios tes, lo que considera erróneo:
::erio de dis-
ealos racio- 10
Cabe aclarar que en Los problemas de la filosof í a (1951: 73), publicada en 1912 , unos treinta años antes que la pri-
e este punto, mera edició n inglesa de Historia de ¡afilosof í a occidental , Russell sí admite la distinción entre ambas corrientes a par-
tir del origen del conocimiento.

153
Sof ía Cálvente

Descartes ejerció una modesta influencia en el pensamiento británico; Berkeley estuvo influid: 33-34) . Los ración: - .
por Malebranche ; las ideas polí ticas de Spinoza deben algo a Hobbes; y la filosof ía de Locke má ticas y pretender . . .

autor del siglo XVII , ejerció una gran influencia en el pensamiento de la Ilustració n francesa de
siglo XVIII (Copleston , 1984b: 7-8). ,
dades que ofrezca
adoptan el modele i:
_
tener a partir de a. : _
.
*

Además, se ocupa de delatar otro delosdefectosdel relato canónico , al señalar que mu- de cierto sino sole T
chos historiadores caen en la tentación de describir el pensamiento de un filósofo com:
COPLESTON com; ~ _ „

preparación para el siguiente. Por el contrario , considera que $i bien hay razones para plan-
tear, por ejemplo , que la filosof ía de Berkeley puede ser un peldaño entre Locke y Hume
no se puede reducir á ello (Copleston , 1984b: 16).
progresiva de la tesu
nencia (Copleston . -

Berkeley y Hume A .
'

Por otro lado , Copleston hace un importante llamadode atención respecto del signifi- misma secuencia!:i:.
cado que le conferimos a los términos de la dicotomía, porque de eso depende no sólo que dición . Si bien planu :
cabeentender por "racionalismo’ y "empirismo" sino también a qué autores incluimos er
5
.
las propuestas de '

cada uno de esos movimientos. Puntualmente , observa que si por "racionalismo" enten- una de la otra , sino . ~
demosel hechode confiar en la sola razón sin recurrir a intuiciones místicas ni sentimien- Descartes, tales com . .

tos , entonces tanto Descartes como Locke , Berkeley y Hume quedarían comprendidos
i Copleston , 1984.? .
"

dentro de esta definición. Por otro lado, si considerá rnoslo “ racional" como lo opuesto a le nuidad clara en cu:r
sobrenatural o revelado, esta calificación no se aplicaría a las filosof ías de Descartes ni de emularías , Berke.-c ~ .

Berkeley, pero sí a la de Hume (Copleston , 1984b: 13 , 22 , 26). Y si lo definimos en térmi- pero no eliminó la s _ .

nos de pensamiento argumentativo como opuesto a la adhesión a dogmas, entonces se Copleston interpret:.
aplica a todoslos pensadores que formaron parte de la Ilustración ( Copleston , 1984b: 41) . dicional, aunque d: .
Volviendo a su encuadre dentro de la visión canónica , Copleston reconoce como fun - desemboque en e
*

dadores de cada una de las comentes a Descartes y a Bacon , respectivamente. Sit úa a Spi-
lista (Copleston,
noza , Leibniz y Wolff como seguidores de Descartes y a la tr íada Locke , Berkeley y Hume Finalmente , C:T .
del lado del empirismo británico. Kant como la sime: s .

El primer criterio de demarcación que Copleston adopta para distinguir a racionalistas ojos de Kant las dos . -
de empiristas es tambié n canónico: el origen del conocimiento. Los racionalistas admiten no puede ampliar n .
la existencia deverdades innatas o a priori , lo que significa que la experiencia sólo ofrece la y el empirismo no 7 - -
ocasión para que la mente las perciba , pero noson el resultado de inducciones a partir de la
juicios informative s
percepción sensible ni necesitan de confirmación empírica. Los empiristas, por su parte con- corrientes y retom ;:
sideran que todo nuestro conocimiento acerca delmundo está basado en la experiencia. original (Copleston _
Sin embargo, Copleston señala que este criterio no es suficiente para distinguir a las dos A partir de este Tu -
corrientes , porque el postulado del origen apriori del conocimiento es compartido tam -
este autor adhiere en ;
bién por autores medievales que no por ello son considerados racionalistas. Por otra parte,
dades que nos pon í-
filósofos como Hume admiten que podemos tener conocimiento a priori en el caso de las
perspectiva dicotcm
matemá ticas, aunque éste no nos ofrezca informació n fáctica acerca del mundo. Por eso,
asmo-empirismo ^
Copleston a ñade otro criterio de demarcación vinculado con el método, similar al indi-
memos estancos y: .
cado por Russell, aunque poniendo el acento sólo en el modo de obtención del conoci-
continente (Copies:: '

miento. Tanto racionalistas como empiristas tienen como referente a la ciencia moderna ,
canes, Spinoza , Leur:
pero cada uno elige un aspecto diferente como modelo metodológico (Copleston , 1984b:
no se agota en los fv _ r

154

>
*

Empirismo y racionalismo modernos...

33-34). Los racionalistas, siguiendo a Galileo , adoptan el modelo deductivo de las mate-
m á ticas y pretenden deducir a partir de los principios innatos o a priori un sistema de ver-
dades que ofrezca información acerca del mundo. Los empiristas, siguiendo a Bacon ,
adoptan el modelo de la experimentación y la observación de los datos empíricos para ob-
:ener a partir de all í un conocimiento de tipo inductivo que no puede alcanzar el estatuto
de cierto sino solo de probable .
Copleston considera que el empirismo puede verse en gran medida como la aplicación
progresiva de la tesis de Locke respecto de que todas nuestras ideas provienen de la expe-
riencia ( Copleston , 1984b: 34) , aunque eso no agota todos los aspectos de la filosof ía de
Berkeley y Hume . Ahora bien , en la presentación de los autores racionalistas , no sigue la
misma secuencialidad progresiva entre las posturas de los autores que componen esa tra-
dición . Si bien plantea que el racionalismo se desarrolló a partir de la filosof ía cartesiana ,
¡as propuestas de Spinoza y Leibniz no son caracterizadas como instancias superadora
s
una de la otra , sino como modos alternativos de resolver ciertos problemas formulados por
Descartes, tales como el dualismo sustancial, el libre albedr ío versus el determinismo , etc.
( Copleston , 1984b : 32 -33) . En el caso de los empiristas ,-sí sostiene que existe una
conti-
nuidad clara en cuanto a la crí tica a la idea de sustancia : Locke elimin ó las cualidades se-
cundarias, Berkeley redujo los objetos sensibles a las cualidades que percibimos de ellos
pero no elimin ó la sustancia espiritual , y Hume procedió a la desustancialización del yo.
Copleston interpreta esta secuencia como una progresiva eliminación de la metafísica tra-
dicional , aunque difiere de Russell en la apreciación de la filosof ía de Hume: no cree que
desemboque en el callejón sin salida del escepticismo , sino que rescata su actitud natura -
lista (Copleston , 1984b: 37).
Finalmente , Copleston adhiere a la visión can ó nica por cuanto considera el sistema de
Kant como la sintesis superadora en la que culmina la filosofía moderna. Señala que a los
ojos de Kant las dos lineas de pensamiento resultan insuficientes: la metaf ísica racionalista
no puede ampliar nuestro conocimiento , en especial respecto de los entes suprasensibles,
y el empirismo no puede justificar los logros de la física newtoniana , que puede obtener
juicios informativos , universales y necesarios. Kant logró superar las dificultades de ambas
corrientes y retom ó a su vez ciertos aspectos de ambas para elaborar un sistema nuevo y
original ( Copleston , 1984b: 65).
A partir de este repaso de la presentación general de Copleston , podemos concluir que
este autor adhiere en gran medida a la narración can ó nica aunque con importantes salve
dades que nos ponen sobre aviso de los riesgos o desviaciones que implica asumir una
-
perspectiva dicot ó mica del período moderno . No deja de adoptar la oposición raciona
lismo-empirismo como modelo de presentación , pero nos advierte que no son comparti-
-
mentos estancos y alude en varias oportunidades a la influencia de los britá nicos en el
continente ( Copleston , 1984b: 40 , 42 ). Si bien desarrolla in extenso el pensamiento de Des-
cartes, Spinoza , Leibniz, Locke, Berkeley y Hume , también señala que la filosof ía moderna
no se agota en los “ seis grandes” , sino que menciona a otros filósofos y corrientes tales como

155
-)

Sof í a C álvente

los plat ónicos de Cambridge y la escuela del sentido com ú n (Copleston, 1984b : 38, 44).11 '

En primer lugar r
Enumera los rasgos principales del empirismo y el racionalismo en función de criterio: de la dicotomía rr_.
epistemológicos pero aclara que el pensamiento de los filósofos englobados por dichas ca- pirista no es con:::-
tegorías excede ampliamente el problema del conocimiento ( Copleston , 1984b : 36, 44 .
da cuenta además del desarrollo de la é tica , la filosofía polí tica y la filosofía de la historia en
'
( Vanzo, 2014: 52
siónalinnatisme . .
— r

'

los siglos XVII y XVIII . Por último, adopta una perspectiva secuencial del desarrollo del añadimos el enter . ,

pensamiento de los empiristas, pero no hace lo mismo en el caso de los racionalistas . a estos autores?
Luego de esta revisión de las exposiciones de dos de las obras más representativas e in- En segundo luz:
_
*

fluyentes del siglo XX en el ámbito de la historia de la filosofía anglosajona , podemos con- nocimiento . En ger '

cluir que aunque ambos autores plantean el desarrollo del pensamiento moderno en e. de manera indisr.zr
marco del paradigma epistemológico , esta adhesió n al paradigma no implica -come ejemplo , no adh:¿- - .
afirma Haakonssen-la consecuencia de que interpreten a la filosof ía moderna sólo en fun- tinción entre em::r:
ción del problema del conocimiento. Tanto Russell como Copleston tienen en cuenta er . empírico. Desde rn.
sus exposiciones las otras ramas de la filosofía . No existe en su desarrollo el planteo de que necesariamente:_
la filosof ía deba asociarse con cuestiones epistemológicas de manera exclusiva o funda - partir de un deser :. .
_ .

mental . Por otra parte , hemos hecho notar que comparten en distinta medida varios de\cs por los sentidos. ’

puntos de la visión canónica, pero no adhieren plenamente a aquellos que resultan medu- Por otro lado :~ .

lares en la caracterizació n del pensamiento moderno , es decir, los relativos al origen psi- principio de este ::: *

cológico y a la fundamentación del conocimiento. Si bien Copleston menciona la primera empirismo es ur_: _ _ „

cuestió n , no considera que el hecho de admitir o no ideas innatas sea un criterio de de- lerenda . Allí se 2: ~
marcación suficiente entre racionalistas y empiristas.12 Russell no toma en cuenta el origen derivan de la exr:r .
psicológico del conocimiento y contempla en parte el modo de fundamentación. Sin em- riori . Los racione. - . . ..

bargo, lo que ambos autores plantean como decisivo a la hora de establecer diferencias nemos concept: r
_
'

entre los pensadores de la modernidad es la cuestión del método por medio del cual se empirista asi dettr
puede obtenerconocimiento legí timo. 13 dican al racionar:-
consistentemente ir
bié n conceder ce: -
Los difusos límites y sus consecuencias rienda sin que e2: ’

decir que puede: .. *

Además de mostrar hasta qué punto Copleston y Russell son un reflejo de la narración clusividaddelar:. .
can ó nica , el recorrido por sus presentaciones ha puesto de manifiesto que las diferencias “ todos” , sino Vr_ -
respecto del criterio de demarcación entre empiristas y racionalistas tiene consecuencias
directas en lo que puede entenderse por cada una de esas corrientes , a quié nes incluye y _
dad de realizar gran :- . _
hasta d ónde pueden llegar sus posibles vinculaciones. misión sólo de afirma. - .
: + Vanzo (2013: 64-7 r

L1
Vale aclarar que le dedica entre tres y cinco capítulos al desarrollo del pensamiento de los “ seis grandes” , mientras —_
como el de la causal: - -
si bien es estimulado .. '

que les dedica uno o dosa otros fil ósofos del per íodo. tra facultad cognos.:: .
12
Tampoco lo consideran así van Fraassen ( 2002: Lecture 2) y Priest (2007: Preface to the 2 nJ edition) , a pesar de que sentadones que su:: - "

ambos ofrecen visiones diferentes e incluso contrapuestas del empirismo. "


innato" puede enter... •

13
Este criterio guarda más afinidad con la percepció n que al menos los fil ósofos hoy llamados empiristas tenían de tica de la postura ch ~
sí mismos , ya que consideraban que hac ían “ filosof ía experimental ” , lo que implicaba , en líneas generales la necesi- 1• 1076: 222-223).

156
;
i
Empirismo y racionalismo modernos . ..

En primer lugar, si , como Russell planteaba diferencia fundamental entre los dos polos
de la dicotomía moderna pasa por la cuestión metodológica , entonces, el hecho de ser em -
t pirista no es contradictorio con la admisión de ideas innatas, como ocurre con Boyle
(Vanzo , 2014 : 524- 525 ) , ni el hecho de ser racionalista implica necesariamente la adhe-
sió n al lunatismo , como en el caso de Malebranche (Jolley, 1990: 159-165) . Pero si a eso
i;
a ñadimos el criterio del innatismo , tal como propone Copleston , ¿ d ó nde encasillaríamos
a estos autores?
En segundo lugar, cabe hacer una puntualización respecto al criterio del origen del co-
nocimiento. En general , los autores que hemos visto usan los t é rminos "innato" y“ a priori
'> y

de manera indistinta e intercambiable . Sin embargo , no necesariamente es así . Kant , por


ejemplo , no adhiere al innatismo pero considera que existen conceptos a priori , y su dis-
tinci ón entre empiristas y noologistas pasa por el hecho de tener o no conceptos de origen
empí rico . Desde una perspectiva kantiana , que un concepto no sea empí rico no implica
necesariamente que sea innato , sino que puede surgir de nuestra facultad cognoscitiva a
partir de un desencadenante empírico, sin que por ello dependa de información provista
por los sentidos. 14
Por otro lado , a partir de la caracterizació n de las posturas que hemos formulado al
"
nncipio de este trabajo , podemos poner en duda si lo que distingue al racionalismo del
.mpirismo es una cuestión de oposición , tal como sostiene la visión canó nica , o sólo de di -
prenda . Allí se define a los empiristas como quienes consideran que todos los conceptos

r zerivan de la experiencia y que todo nuestro conocimiento sólo puede probarse a poste-
riori . Los racionalistas, por su parte , son entendidos como aquellos que sostienen que te-
nemos conceptos innatos y que hay conocimientos justificados a priori . La postura
empirista así definida resulta claramente incompatible con los postulados que se le adju -
dican al racionalismo , p'ero no ocurre lo mismo a la inversa: un racionalista podría admitir
consistentemente tanto conceptos a priori como derivados de la experiencia , como así tam -
bié n conceder que puede haber conocimientos que se justifiquen por medio de la expe -
riencia sin que ello impida la posibilidad de que otros tenganun fundamento a priori . Es
decir que puede abarcar los postulados empiristas siempre y cuando se renuncie a la ex-
clusividad de la procedencia de nuestros conceptos y conocimientos, y se acepte que no
"todos", sino "algunos" se derivan de la experiencia. Entones , lo que la narració n can ó nica

dad de realizar gran cantidad de experimentos y observaciones como punto de partida para el conocimiento y la ad -

misiónsólo de afirmaciones que estuvieran avaladas por ese sustento empí rico. Vd . Vanzo ( 2014: 524-525 ).
í4
Vanzo ( 2013: 64-65) se ñala que Kant considera que hay conceptos que no son innatos sino adquiridos apriori ,
como el de la causalidad . Las categor
ías son conceptos puros porque se adquieren a través de un proceso mental que ,
si bien es estimulado o disparado por la experiencia , hace surgir esos conceptos enteramente apriori a partir de nues-
tra facultad cognoscitiva. No obstante , autores contemporá neos como Chomsky consideran que aquellas repre-
sentaciones que surgenenla mente con ocasión de un desencadenante empí rico son innatas. Es decir que el término
,

innato” puede entenderse de diversas maneras y ha modificado su/s signifteado/s a lo largo del tiempo. Para una cri-
tica de la postura chomskiana enmarcada en el debate sobre el empirismo y las ideas innatas, remitimos a Mackie
*,1976: 222- 223) .

157
I!
Sofia C álvente

define no son posturas mutuamente excluyentes sino diversas. El racionalismo no es anti- En definitiva ,::r :
empirista dado que puede incluir consistentemente los postulados que conforman la de- que encierra la ví¿::~ ..
finición del empirismo, con las cualificaciones que acabamos de señalar, mientras que el tinciones y eualiíxz - . ’
empirismo excluye efectivamente al racionalismo. bozar algú n tipo ¿: .
Desde una lectura contemporá nea , S. Priest ofrece una definición de ambas posturas manera limitada. la . •

que sí las caracteriza como mutuamente excluyentes (Priest , 2007: Capítulo 1). Esa dis - hecho cabe al men:- - „

tinción se ubica en el marco del paradigma epistemológico y en parte coincide con él, per: caso de defender la "

es formulada en té rminos de una oposición declarada . Priest señala que el empirismo es un han venido hacié r.z:
tipo de epistemología que consiste en la conjunción de dos tesis: todos los conceptos deri - rantía de que las rud -
van de la experiencia y no es posible el conocimiento meta físico a priori (Priest , 2007: 5) /
El racionalismo implica la adhesión a uno de estos dos principios o a ambos: algunos con-
ceptos no se derivan de la experiencia , y/o hay conocimiento metaf ísico apr í orí (Pries: .
La vigencia de e r
2007: 7-8) . Hasta aquí no parece haber diferencia con lo que acabamos de plantear. ¿Pe:
d ónde pasa la incompatibilidad entonces? A pesar de las zu -
ñido recibiendo en ZL .
La incompatibilidad reside en el tipo de conocimiento en cuestión: la aceptación o el
rechazo de la metaf ísica. Los empiristas pueden admitir cierto tipo de postulados ap ñcr.:
tatarse al repasarles T -
de carácter tautológico , como los que pertenecen al á mbito de las matemá ticas, pero re - escolare incluso er.
chazan rotundamente el conocimiento metafísico apriori de carácter informativo o , en tér- dad de esta presen:z .
minos kantianos, sintético , porque consideran que todos nuestros conceptos se originar ,
cemos de los filos:
en la experiencia y, por ende , sólo son aplicables a ella . Los racionalistas sostienen que el exposición dicotcm
conocimiento metafísico apriori es posible porque algunos de nuestros conceptos son in- y ala hora de just:::-:" .
natos (Priest , 2 00 7: 9-11).16
se señala que son :s ~ .,

Parece ser, entonces, que para considerar al empirismo y al racionalismo como postu- resulte circular.
ras mutuamente excluyentes, debemos definirlos en términos de la aceptación o rechaz: Sin embargo.:r ~ .
del conocimiento de tipo metaf ísico. Sin embargo , este no es un criterio que pueda apli- abarca tan sólo un:: . .

carse indiscutiblemente a toáoslos autores tradicionalmente calificados de empiristas: del problema de asa -
racionalistas , como quiere Priest ,17 porque hemos visto que tanto Russell como Coplestor. de la filosof ía mod:ic-
admiten que Locke y Berkeley desarrollan tesis de tipo metafísico acerca de la existencia de teric de demarcad - ~ :
Dios y de la sustancia . Sería , en cambio , el caso de Hume , a quienes ambos se ñalan come y la de la justificad: - ’

el encargado de erradicar la metafísica a partir de su crítica escé ptica a la noción de causa- Por otro lado. s. "

lidad y de un yo sustancial. no son tan homo:n . .

hasta donde llega r - . .

pieston ha mostrad ; ’

A criterio de Priest , el empirismo no implica una ontología particular, sino que es compatible con elidealismo ¿i
la visión canónica . - .
Berkeley, el materialismo de Hobbes o eldualismo de Locke , entre otras.
16
Ver especialmente n i l . Priest adhiere al relato habitual de la filosof ía moderna al considerar a Kant como la sínte- s
Circunscribiéndome i - ..

sis superadora de la dicotomí a racionalismo-empirismo. En esa síntesis, ambas corrientes pierden uno delos miem - de la asignatura Filóse : _
bros de su definición : Kant rechaza la posibilidad de la metaf ísica a priori , porque afirma que todo conocimiento se Jáuregui 2013 y cá tedra
da dentro de la experiencia posible; pero también rechaza la tesis de que todos nuestros conceptos tienen origen em- de Córdoba (2015); cri “ ’

pírico, porque plantea que las categor íasson a priori. Tucumá n ( 2011), e Ira:: - .
17 Priest considera
que lasdefinicionesde empirismo y racionalismo que propone puede aplicarse por lo menos desdi sano (2015 - cá tedra A _
Bacon en adelante, y encontrar antecedentes tanto en la filosof ía antigua como en la medieval. (2007: 8, 14-25). nsmo/racionalismoexr . .

158
\

Empirismo y racionalismo modernos...

En definitiva , con estos pocos se ñalamientos hemos querido mostrarla ambigüedad


que encierra la visión canónica , lo que pone de manifiesto el car á cter forzado de sus dis-
tinciones y cualificaciones. Pero también , la dificultad misma que implica el intento de es-
bozar algú n tipo de esquema clasificatorio que nos permita aprehender, aunque sea de
manera limitada , la complejidad del pensamiento de un per íodo hist ó rico. Frente a este
I hecho cabe al menos plantearse la necesidad de hacer una serie de precisiones} ajustes, en 7

caso de defender la vigencia del paradigma epistemológico, o bien de abandonarlo , como


han venido haciéndolo desde hace varias d écadas diversos historiadores , aunque sin la ga-
| rantía de que las nuevas propuestas no impliquen ulteriores dificultades.

La vigencia de un clásico
A pesar de las numerosas crí ticas que la visi ón can ónica de la filosof ía moderna ha ve-
nido recibiendo en las ú ltimas décadas, no es posible negar su vigencia , como puede cons-
tatarse al repasar los programas de la asignatura o los libros de texto usados en el ámbito
> escolar e incluso en las universidades . Justamente , el motivo más plausible de la actuali-
dad de esta presentación parece ser pedagógico , es decir que se vincula con el uso que ha-
cemos de los filósofos del pasado . Al momento de fundamentar la elección del modo de
i, exposición dicotó mico, se argumenta su claridad (Copleston , 1984b: 7 ; Vanzo , en prensa)
I y a la hora de justificar la selección de los representantes de la tradición filosófica moderna ,
se señala que son los más estudiados (Priest , 2007: xii) , a pesar de que tal argumentación
resulte circular.
Sin embargo , en nuestro recorrido -que , como hemos indicado , no es exhaustivo y
abarca tan sólo una de las lineas historiográficas más influyentes- hemos visto que además
del problema de asumir la oposición racionalismo-empirismo como matriz interpretativa
¡ de la filosofía moderna, esta oposición trae a su vez aparejadas otras dificultades: la del cri-
terio de demarcación adoptadora del modo en que se definen los t é rminos de la oposición
y la de la justificació n de la elección de los autores, entre otras.
Por otro lado, si bien el esquema dicotómico es canónico , los términos de su definición
no son tan homogé neos o uní vocos como la literatura crí tica pretende mostrar , al menos
hasta donde llega nuestro aná lisis . El recorrido por las presentaciones de Russell y Co-
pleston ha mostrado no sólo que existen diferencias entre ambos sino también respecto de
la visión canónica que se les atribuye .

I 18
Circunscribiéndonos a las universidades nacionales argentinas , podemos mencionar, entre otros , los programas
de la asignatura Filosof ía Moderna de la Facultad de Filosof ía y Letras de la Universidad de Buenos Aires ( cá tedra
Jáuregui 2013 y cá tedra Mendoza Flurtado 2014) , Universidad Nacional de Cuyo (2012). y Universidad Nacional
de Có rdoba ( 2015); de Introducció n a la Filosof í a de la Facultad de Filosof ía y Letras de la Universidad Nacional de
Tucumán ( 2011) , e Introducción a la Filosofía de la Facultad de Cienciasjur ídicas de la Universidad Nacional de Ro-
sario (2015 - cá tedra A) donde se abordan los autores can ónicos, en algunos casos, asumiendo la distinció n empi-
nsmo/racionalismo explícitamente yen otros, no .

159
Sofia C álvente

La cuestión de comprender qué es la filosofía moderna sigue siendo compleja , incluso RUTHERFORD , C _
:
si asumimos que existieron algo así como una postura empirista y una racionalista. En todo panion to Early
caso, los llamados de atención sobre la necesidad de precisiones terminológicas , de ade- VAN FRAASEN , B. 1! .
cuación de las clasificaciones o de revisión de las dicotomías, han mostrado ser fructíferos VANZO, A. “ Emp:r_. -
para volver a pensar sobre el modo en que las categorías de análisis que adoptamos condi- sophy” , en prensa .
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