El progreso de la economía mundial ha traído consigo el desarrollo de procesos y
herramientas comerciales, que impulsan las estructuras económicas, y fomentan
la diversificación y crecimiento de la economía. Una de estas herramientas es la franquicia, cuya dinámica y estructura de procesos se encuentran revolucionando la actividad comercial y de negocios a nivel mundial. Esta nueva estrategia de comercialización de bienes y servicios, permite el intercambio entre agentes económicos, que interactúan en un área geográfica determinada, generando empleos y eslabonamientos alrededor de la actividad principal, que impulsan el desarrollo económico local o regional.
La evolución de las prácticas comerciales alrededor del mundo, es el resultado de
un largo proceso de reconocimiento y adaptación a las distintas condiciones económicas, sociales y políticas imperantes en los mercados. En este sentido, la franquicia es la resulta de este largo proceso evolutivo, donde el necesario ajuste y refinamiento de los sistemas de distribución y comercialización de bienes y servicios, han moldeado su constitución y estructura, a través de los años, para alcanzar hoy lo que conocemos como franquicia de formato comercial y de negocios.
El desarrollo y crecimiento de la franquicia de formato comercial y de negocios a
nivel mundial, es un proceso que, en el marco de la globalización de la economía, se encuentra revolucionando los esquemas tradicionales de comercio, ya que otorga una estructura, elementos y asistencia, que permiten la eficiente explotación y operación de un concepto de negocio, probado y exitoso.
La franquicia como formato comercial en el mercado, activa toda una serie de
relaciones e interacciones, entre los agentes económicos que participan de ella, estimulando el flujo monetario y de bienes y servicios en la economía. Esto trae como consecuencia, un incremento en la actividad comercial y de servicios en el mercado local, generando un efecto multiplicador en los demás sectores de la economía, debido al carácter sistémico del mercado. En este sentido, la empresa, como unidad básica de relación entre los agentes económicos que participan en el mercado de la franquicia, se potencia y redimensiona al convertirse en el mecanismo fundamental de expansión y crecimiento del sistema a nivel mundial.
En América Latina y más específicamente en Venezuela, las empresas que
deciden operar bajo este sistema, se convierten o constituyen como empresas franquiciantes, para explotar un determinado concepto de negocio en el mercado nacional. Estas empresas franquiciantes, como agentes económicos, impulsan el desarrollo del sector empresarial, al replicar su estructura y operación, de manera iterativa, a través de la creación de empresas franquiciadas, que explotan y desarrollan el concepto de negocio original. Esta dinámica de operación y expansión de la franquicia, propende al crecimiento del tejido empresarial nacional, fomentando la generación de nuevas fuentes de empleo formal y estable, que benefician directamente a la población económicamente activa impulsando, de esta manera, la formalización de la economía nacional, así como contribuyendo con el crecimiento y desarrollo de la economía del país.
La franquicia en Venezuela, como formato comercial de crecimiento empresarial,
representa una alternativa rentable y confiable para la expansión de las empresas, debido a que su incidencia sobre la estructura de costos es de bajo impacto, al compararse con otras alternativas de crecimiento. En este sentido, los gastos incurridos por la empresa en el proyecto de franquicia, se recuperarán Venezolana de Análisis de Coyuntura en un horizonte temporal, que variará en función del número de establecimientos adheridos y del ritmo de crecimiento del sector. De esta manera, los ingresos percibidos por el cobro del sistema de contraprestaciones a los franquiciados de la red, se convertirán, en el principal bastión de apalancamiento financiero de la empresa. Por otra parte, la transferencia de las herramientas gerenciales, técnicas y procedimentales del concepto de negocio al franquiciado, aseguran la estabilidad y rentabilidad de cada unidad, donde la escogencia del socio franquiciado, resulta determinante para el éxito conjunto de la red.
En definitiva, el aporte que al crecimiento y desarrollo de la economía nacional,
brinda el sistema de franquicias, se evidencia en cifras económicas como la contribución de 0,5% al Producto Interno Bruto Nacional No Petrolero, así como también, en un aumento del bienestar social, y de la calidad de vida del venezolano, producto de la competencia y del efecto dinamizador que posee el sector franquicia en el mercado, motivando la creación de empresas, la generación de empleo y la activación de otros sectores de la economía nacional