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SALITRE

L m

O
d JUAN DE DIOS REYES FBANZANI
D I R E C C I O N D E C O M U N I C A C I O N E S

UNIVERSIDAD DEL NORTE


La dificultad q u e encuentra l a p o e s í a para manifestarse
e s un fenómeno universal, q u e se repite y a c e n t ú a e n e l Norte
d e Chile.
Nuestros p o e t a s c a r e c e n d e un instrumento q u e l e s per-
mita quebrar e l silencio.
Por ello, l a Universidad d e l Norte h a querido brindar a
10s e s c r i t o r e s jóvenes d e l a zona l a oportunidad d e e d i t a r s u s
primeras obras e n versos. Con t a l objeto, pone e n marcha e s t a
s e r i e d e cuadernos,. q u e h a intitulado "PRIMERAS PIEDRAS" ,
por iniciar c a d a uno l a construcción d e una tarea poética.
E s t a colección no s ó l o se propone colocar l o s cimientos
d e una expresión c o l e c t i v a d e l Norte Chileno, reuniendo en un
coro l a s v o c e s a i s l a d a s d e l o s p o e t a s q u e se i n i c i a n . s i n o tam-
bién, convertirse e n c a t a p u l t a q u e l o s l a n c e h a c i a l a aventura
d e l a producción literaria y h a c i a l a conquista d e cumbres q u e
hoy l e s permanecen i n a c c e s i b l e s .
"PRIMERAS PIEDRAS" constituirá un camino más e n el
d e s i e r t o , florecido con l a s primicias d e l a poesía.

Cerardo C l a p s C a l l o
DIRECTOR DE C O M U N I C A C I O N E S
JUAN DE DIOS REYES FRANZANI

Nació en Cauquenes en el año 1931,


actualmente s e desempeña como Abogado en
e l Consejo de Defensa del Estado. Reside
en Antofagasta desde 1966; casado con 8
hijos.
Su vocación literaria no e s nue\.a.
Desde temprana edad sintió inclinación por
l a s letras y en especial , por la poesía.
En su profesión tiene un libro uublicado
"Libertad Provisional o Excarcelación", y
varios otros listos para la imprenta. Del
intitulado "Pampa Ignea", escogió los diez
poemas de "Salitre en Tocopilla" por los
que s e le otorgó el segundo preniio en el
Concurso .Literario de la Dirección de Co-
municaciones.
Entre s u s poetas preferidos estan
García Lorca, Nicolás Guillén y Juan Cuzinán
COLECCION
POESlA
JOVEN
DEL NORTE

"PRIMERAS PIEDRAS"
SALITRE EN T O C O P I L L A

Lu 2
de luna
granu l ada;
rosada
harina
d.e la pampa;
levadura
concentrada;
escamas
en que s e escarcha
el frío
titilar
de las estrellas
en gotas de rocío,
en neblina,
e n sales
minerales.
El sol
y el desierto
en cada gota
d e salitre
condensan
s u universo.
Salitre genital,
que impulsas
las savias
vegelales
emigrando,
de la noche
de la tierra,
al horizonte
del alba,
en la mañana
de los tallos.
ascendiendo
por el cauce
d e las plantas,
hasla reventar
en hoja,
en fruto
o en grano.
Salitre
d e IP pampa,
aromado
por el mar
de Tocopilla,
vas sembrando
a Chile
en cada zurco.
DESIERTO

Tierra oblicua en cuya extensión


tangente, la mirada vuela
s i n tener el reposo de l a s alas.
Hasta el aire espesa
e l sonido.
El calor vibra
preñando el vientre
de las dunas.
E n perfilada lejanía
emerge la montaña
y en la piel
tersa
de la pampa
s e desgranan
10s colores minerales:
el verde
en las ojeras d e los montes,
e l ocre
en l a s manos
y en l a s nalgas
y el rosa pálido
en el cielo
y en los labios.
Hiperbólica
presencia
d e la tierra,
conjunción
del tiempo
y del espacio,
en la s í n t e s i s recia del desierto.
LLEGADA AL NORTE DE CHILE

Llegué a l norte perfumado de poleo,


m e herían l a s pupilas los racimos de avellanas;
a;n siento de los campos el perfume de retamas;
e l río Maule vibra en mis recuerdos;

los espinos retorcidos con s u oro,


e l árbol con s u s flores y naranjas
y polreros ardiendo de manzanas.
El norte y s u lextura tiene el rojo

violento de los cobres y e l blanco


rosado del salitre. El azul, de los puertos
y la bóveda desnuda d e los cielos.

El susurro del viento en la arboleda


lo imita, e n el desierto, la queja de l a s quenas
Me circula por la sangre el Chile amado.
ANTOFACASTA

Perla antigua y sensitiva,


del mar y el cerro, Antolagasta,
entre s u s senos doblegada,
de minerales, mieles liba.

El mar, por flores, le da peces


que en la carne traen y en la escama
luna de rocío y luz de agua:
metales tiene que no mieces.

En su costa de paz y maravilla


s e amalgama el desierto con la espuma.
Oasis de quietud y de blancura,

entre pájaros y hombres ee adormece,


en el lecho del cobre, del salitre.
jSangre y viento, l a s fuerzas que la embisten!
COBRE ROJO

El verde de l a s olas tomó el mar


del vaporoso óxido de cobre.
Con los s ú l h r o s vistió la camanchaca
la mortaja de sua sábenas de azogue.

Agua y fuego efervecente extraen

e l cobre de l a tierra triturada.

Al cerro, no los golpes lo combaten,

explosivos convulsionan s u s entrañas,

y entre cardúmenes de polvo a l aire alados


el mineral aflora grávido,
parido en trozos d e montaña.

No de flores jardín tiene e l desierto,


sino cobre conaentrado en láminas y barras.
¡Su rojo e s color de fuego y lágrimas!
PAJAR0 DEL NORTE

El exilio d e los pajaros,


sombras voladoras
sobre el mar,,
he visto cruzar
frente a la costa.
Elíptica ruta suspendida '

ancho surco de los vientos.


Imantado Sur antártico
en la .brújula del vuelo;
en el océano
l o s peces
agitan s u s pañuelos
en la encrespada espuma d e l a s olas.
Al límite del frenético aletear
algún peíion marítimo
detendrá la urgente huída.
Con su rítmico latir
unas tras otras s e alejan
l a s bandadas, por legiones,
en el vuelo
de limpio frenesi.

Las compactas escuadras voladoras


seguirán
su impertérrito avance por e l cielo
hasta la densa cortina d e la lluvia,
arriando s u bandera
en algún ausente ventisquero.
PAMPA IGNEA

La pampa en noche clara


color de ausencia viva,
silencio que se expande, no respira
cual si espera despertar al alba;

encendido horizonte, llama viva


iluminada lámpara de estrellas
-amada, del minero, la más bella-
pampa nocturna y sensitiva

esplendente de arreboles,
desgranado y lumínico racimo
cuyos granos son luciérnagas.

Viajera luna solitaria,

hermanan s u silencio y tu belleza


jEres, del salitre, cuna desbordada!
UNIVERSIDAD EN EL NORTE

Fina
presencia
sensitiva,
desdoblada
al pié
del corte
O cantera.

que marca
e l límite
de la nueva
cordillera
florecida,
como rojo
pétalo
del Inca
coronado,
donde el desierto
desnudo
en el mar
posa
s u planta,
en l a delgada
línea
de la playa,
tras cruzar
la pampa
prolongada.
Donde antes
fundían
minerales.
Huanchaca
en ruinas
l o señala,
sutil
crisol
a hora
s e levanta.
Trapiche
desbordado,
marmita,
horno,
veta
conquistada,
La Universidad
del Norte
s e levanta
como faro
o ancla,
que ilumina
Antofagasta
o la ruta
del progreso,
por el sendero
de las olas
le señala.
Entrégote
mi canlo
casa del Norte
y s u esperanza.
HOMBRE ANDINO

¿Que e s oaeer
en la tierra
del silencio?
E s s e r espora
mineral
cabalgando
en los brazos,
o en l a s a l a s
d e los vientos
que estrechada
Contra
e l cerro,
entierra
s u guía
germina1
y extrae
ia savia
del capullo
algodonado
de la espesa
camanchaca.
Luego creee
y sobrevive,
edificando
s u silueta,
estructurando
e l perfil
de s u existencia
hasta que, cacto
erecto,
s e adelgaza,
s e retuerce,
florece
y entrega
sn belleza.
E l hombre
de esta
Zona
e s hilo
dolmén
elaborado
y monolítico,
cual las picdnrs
d e la pampa
en manadas
dcscansando ...
Elevada
la mirada
imitando
a las gaviotas
en la infinita
liberlad
e\ipiica
del vuelo.
Constmido
con espuma
forjado
con el hierro,
e laborado
en el trapiche
de los tiempos,
como e l cobre
y e l caliche,
e s una fecha
disparada
en el desierto.

...Y fue
rodando
por el surco
del desierto ...
El hálito
del so1
l o consumía
en llama
viva
cruzando
la frente
de los montes,
las nalgas
transparentes,
el pubis
de los cems.
uien sabe
e e tiempo
estaba

a
s u s endido
can il
o lámpara
en espera
en la noche
inexistente,
tu alarido
de hombre
fuerte,
ascendió
quebrajando
los milenios

l a e;lo:Cc:2"~
tu simienle.

Llegaste,
compañero
como un río,
que en su avance
hacia el cauce
infinito,
en que el mar
lo espera
violento
y vengativo,
va regando
la tierra
en s u s orillas,
con l a entrega
de si mismo,
reverbera
en selva
densa,
en pájaros
y flores,
en aroma
y música
de trinos.
En la triptica
soledad
de este desierto
te volcaste
como un eco
h iperbólico
del grito.
En formarte,
esbelto
como una eslalagtila.
he ido construyendote
destino :
Arco
flecha ;
iombre
y niño ;
En el tiempo
muestras huellas,
solo una
y un camino ...
SALITRE

Por l a s venas
de la pampa
circulaba
hinchando
de linfática
energía.
las moléculas
de piedra
o tierra
derretida
extendiendo
ocultos
capilares
por toda
la piel
del desierto
entumecido.
Hermano
catalítico
del grano,
partero
de la vida
subterránea.
que ocalta
entre genes
y nitratos
y otras s a l e s
que tiene
adheridas,
e 1 turgente
poder
de expandirse
y florecer.
J azminero
d e lágrimas
d e luna
desvestido
de neblina
y camanchaca,
oculta
e n el polvo
s u sentido,
los poros
de la pampa
a bsorvieron
s u granito
y abonado
e l desierto
por su hálito
conslruyo
s u s perfiles
de infinito.
Todo el salitre
granulado
e s desierto,
e s pampa,
e s vértigo,
sol y luna
amalgamados.
INMENSO NORTE CALCINADO

Inmenso Norte calcinado,


extensas mesetas de marinos salitrales
ausentes de vida vegetal.
Antiguo cementerio ,de l a s ~ i e d r a s ,
cuna de substancias minerales.
¿Fue e l indio, el antiguo guerrero,
l o s soldados
o los mineros de marchas esforzadas
quienes construyeron los senderos
o los tambos?.
En el seno de la pampa
duermen los cardúmenes
l a s algas, los cadáveres de protozoos
microscópicos,
moluscos y mariscos,
las colmenas de poliperos
de estambres aguzados,
con ventanas submarinas,
corpúscuios y organismos primitivos,
ciudadanos de las aguas.
La geología del desierto
emergió de las olas y corrientes,
d e mareas olvidadas,
d e peces perfumados.
Monumento interminable del pasado
e s e l desnudo desierto de la pampa
en el inmenso Norte calcinado.
NORTE GRANDE,

El tiempo
tejió
s u red vacía,
luego
e l mar,
la colmó
de minerales.
Desde el agua
hasta el fondo
del océano
una lluvia
d e algas,
caracoles
y espécimes marinas,
formaron
una extensa capa,
coralífera y salina.
Los volcanes atorados,
de ignea magna del abismo,
sacudieron s u modorra
pensativa
en eclosión
de fuerza,
cataclítica.
La pradera submarina
e levó
hasta el azul del aire,
su avidez
dormida.
En vano
e l mar
luchó
por su dominio.
El ciego
embate
de su furia
murió
en el alto acantilado
y la pampa
extendió
SU torso
de caliche
junto a l agua
dominada
e n la curva
de las playas.
El viento
iijó
la dura piel
y mientras pu 1 ja
l a s rocas milenarias
con s u aliento
sostenido,
e l sol
extraía
la humedad
resecando
el vientre sometido.
Dispersos
quedaron
los salares.
Se escarcharon
de neblina
-10s azufres y nitratos.
Loa súlfuros de cobre
s e agruparon.
Los óxidos
tendieron
SU manto

de polvillo.
EI' hombre
recorriendo
la meseta
enconlró
e l ~úmulo
marílirno,
I lamólos
minerales
e hizo germinar,
entraña viva,
en cobre
y en salitre.
I N D I C E

1.- SALITRE EN TOCOPILLA

3.- OESIERTO

4.- LLEGADA AL NORTE DE C H I L E

5.- ANTOFAGASTA

6.- COBRE ROJO

7.- PAJAR0 DEL N O R T E

8.- PAMPA IGNEA

9.- U N I V E R S I D A D E N EL N O R T E

11.- HOMBRE A N D l N O

15.- S A L I T R E

17.- INMENSO N O R T E C A L C I N A D O

18.- N O R T E GRANDE
DIRECCION DE COMUNlCACIONES
1973
ESTE CUADERNILLO SE TERMINO DE
IMPRIMIR EN LOS TALLERES
GRAFlCO DE LA U. DEL
NORTE
DE
- NOVIEMBRE
1973.

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