CASO ANA
(Cita a ciegas. Claudio Garcia Pintos, San Pablo, 2003.)
Una muchacha que bien podia ser denominada “buena persona’,
después de estar casada un par de afios, queda embarazada.
Pronto se entero que seria madre de mellizos. Vivié el embarazo
con alegria hasta que finalmente nacieron un varén y una mujer. En
casi tres afios habia logrado amorosamente cumplir gran parte de
su proyecto de vida. Estaba casada con el hombre que amaba,
tenia dos nifios, (una parejita como lo habia deseado) y su esposo
-que habia estado desempleado por unos meses-, habla sido
contratado por una compaiiia muy seria y sdlida, pasando a ganar
buen sueldo. Todo estaba en su lugar.
Un dia, cuando sus hijos recién tenfan un afio, el esposo abandona
la casa. En su nuevo trabajo habia conocido una muchacha y se
sentia enamorado y atraido por ella. Dejaba detrés a su mujer y los
mellizos. Este impacto no pudo ser totalmente asimilado por la
joven; a los pocos meses, se detectaba una anomalia fisica en su
hija. Los complejos estudios diagnosticaron la existencia de un
tumor cerebral bastante grande, situado en un lugar vital de la masa
encefélica. Si bien el pronéstico era totalmente pesimista respecto
de la evoluci6n futura del cuadro, se tomaron todos los recaudos y
se hicieron todos los estudios y practicas que fuero necesarias en
los mejores centros médicos. La nifia fue operada; sin embargo,
después de unos meses —durante los cuales permanecié
prdcticamente hospitalizada en su totalidad-, fallecié. No llego a
cumplir sus dos afios.
La madre, sola, con la vivencia del abandono de su esposo sin
resolver, con la gravisima pérdida de su hija, se dejé estar. Como
consecuencia de tantos meses de sufrimiento y agotada por el
esfuerzo fisico que le habia significado todo el proceso de la
enfermedad de su nifia, pidié al Cielo la muerte. Pidid a Dios que la
sacara de tanto dolor. ;
La presencia de su hijo ya no era estimulo necesario para seguir
viva; estaba quebrada. Si bien continué con sus obligaciones (el
cuidado de su hijo, su trabajo en una empresa de la familia, etc.),
comenzé a manifestar signos y sintomas de malestar. No dijo nada
anadie y los mantuvo ocultos por varias semanas. Sin embargo, su
estado de salud fue evidenciado después de un tiempo un deterioro
mayor.Consult6 a su médica. Los estudios clinicos dieron por resultado
que estaba sufriendo de un severo cuadro de tuberculosis. Su
médica le indicé el tratamiento a seguir, pero ella no lo cumple, de
modo tal que su cuadro se va agravando. La profesional es
terminante: le dice que todo depende de su actitud, que ella deberia
elegir si queria seguir viva o no.
Vino a verme y hablamos acerca del sentido de lo que tenia que
resolver y del impacto que le habia significado que la colega le
planteara el asunto en términos de una eleccién. 4Podia ella elegir
algo en medio de tanto desastre? Ciertamente, si. Reflexionamos
sobre lo que ella misma termind interpretando casi como una nueva
sefial del Cielo: ella habia pedido ser liberada de todo esto y Dios
casi se lo habia concedido; “casi” porque la habia dejado en el
umbral del hecho y el titimo paso deberfa asumirlo ella misma.
“Siento ahora como que Dios me esta preguntando si realmente soy
consciente de lo que le estuve pidiendo tan fervorosamente. Y
ahora me doy cuenta de su respuesta. Algo asi como que me
hubiera asomado a lo que le pedi y es mi decisién tomarlo o
dejarlo”.
Ja pena es inevitable pero la miseria es opcional; en definitiva, ...
la actitud es todo.