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Psicología y Psicoterapia

Patxi Sansinenea

Soy psicólogo, he trabajado como psicólogo escolar, psicoterapeuta en un


centro de salud mental, y profesor de psicología, en mis últimos años. He
disfrutado de mi trabajo, creo que personas que he tenido en terapia se han
beneficiado de ese encuentro, lo que supongo que con otros colegas también ha
sucedido. Ahora que es tiempo de reflexión para mi, creo que darme cuenta del
poder de la Terapia y del daño que puede provocar, hace que escriba esto.

Este escrito es fundamentalmente un ejercicio de expresión de mis


personales reflexiones

Psicoterapia y Psicología

la aplicación utilización de la psicología actualmente en la gobernanza y


control de la ciudadanía actualmente

Temas:

qué significa la guerra desatada sobre las pseudoterapias

Para qué

Cuál es el objetivo final?

Psicología versus Psicoterapia

La Psicología “científica” o no, y la Psicoterapia tienen tradicionalmente


una relación más cultural y de proximidad que otra cosa

La Psicoterapia tal y como la conocemos actualmente comenzó con


Freud, que era médico lo que hizo que algunos médicos adoptaran el
Psicoanálisis como forma de psicoterapia para sus pacientes. Históricamente la
mayoría de las terapeutas han sido psiquiatras o psicólogas, aunque no todas.
Aunque en realidad la relación de ayuda por medio de la palabra, la

1
conversación es mucho más antigua y de un modo u otro se ha dado en todas las
épocas de la humanidad y según las diferentes cultura podían existir “expertise”,
Chamanes u otras que tenían un afunción similar a la Psicoterapia en la
comunidad.

La pretensión de incluir la psicoterapia en la psicología viene ya desde los


tiempos de Wundt que opinaba que hasta que la psicología cientítifica estuviera
más desarrollada se debería esperar para aplicarla a la psicoterapia.

Pero parece ser que la Psicoterapia no podía esperar el desarrollo de la


Psicología. Freud a partir de 1895 (Estudios sobre la histeria) comenzó a
desarrollar el Psicoanálisis y casi podríamos decir que comenzó la era de la
Psicoterapia moderna, tal como la conocemos hoy en día. La psicoterapia, en
buena parte de su recorrido, se desarrolló fuera del ambiente universitario.. Así
es como se puede explicar que hasta mediados de siglo XX, hubiese tantas
escuelas o enfoques de psicoterapia, con bases filosóficas y metodológicas tan
diferentes. La Psicología como disciplina independiente de la Filosofía se
desarrollo a partir de 1879, aunque el tranvase de los descubrimientos de la
Psicología a la Psicoterapia ha sido constante a través del tiempo.

Quizás el hecho de que Freud fuese médico, y que el Psicoanálisis diese


sus primeros pasos fuera de ámbito universitario tenga algo que ver con el
desarrollo de la psicoterapia a posteriori.

Me parece oportuno marcar, según mi opinión, las diferencias entre la


Psicoterapia y la Psicología:

a) El Psicoanálisis tenía y tiene, como objeto de estudio y tratamiento el


“alma”, lo que la palabra griega nomina como psyke.
b) La Psicología tiene como objeto “el estudio de la conducta”, para
poder modificarla según los objetivos que se quieran alcanzar.

La Psicología

Desde siempre la Psicología a luchado por conseguir un estatus de


“Ciencia”. Hoy en día esa lucha continúa. Actualmente en el mundo académico
la teoría que la encumbra como científica es la Teoría cognitivo-conductual, que
en realidad es la yuxtaposición (maridaje académico interesado) de la Teoría
Conductista, surgida a principios del s.XX, con la Teoría Cognitivista, surgida

2
esta a mediados del s. XX. No hay una explicación epistemológica convincente,
por lo que habrá de buscarse otra explicación.

En la universidad, Watson, profesor en la Universidad Johns Hopkins, en


un artículo de 1913 ( La Psicología tal como la ve el Conductista) comenzaba a
desarrollar el Conductismo. Como ejemplo de lo que el conductismo podía
hacer, Watson modificó por condicionamiento clásico la conducta de un niño,
Albert, creandole una fobia1. En aquel tiempo en las Facultades de Psicología
acogían como profesores a psicoterapeutas de diversos enfoques
psicoterapeuticos, algo que hoy en día, utilizando el manido tantra de la ciencia,
se impide y cada vez son más escasos. (en realidad esto es consecuencia de la
radical diferencia que existe entre las dos concepciones de la Psicoterapia). No
era entonces el caso, y así el Conductismo formaba parte de la enseñanza de las
diversas formas o enfoques de psicoterapia, uno más entre otros.

Esta corriente recibió un gran impulso en el mundo universitario, de la


mano de B.F. Skinner, cuando desarrollo su teoría del Condicionamiento
Operante, que propició su aplicación a la Psicoterapia lo que le dio un gran
impulso. Se desarrolló la investigación experimental con animales, cuyos
resultados se extrapolaban posteriormente a los humanos. El propio Skinner
escribió Walden dos, libro en el que describe una sociedad utópica donde los
humanos viviríamos en una sociedad basada en los pricipios de los expertos
conductistas.

Esta base experimental de Conductismo le hizo considerarse como una


“terapia científica” en detrimento de otras terapias, por ejemplo el psicoanálisis,
que por entonces contaba con gran respetabilidad en el ámbito universitario.

En esta batalla por el poder hegemónico en la Universidad, primero el


conductismo y segundo, el híbrido Cognitivo Conductual 2, fueron arrinconando
a los demás enfoques psicoterapeuticos, haciendolos desaparecer,
practicamente, de los planes de estudios ofrecidos por la universidades. En

1
https://es.wikipedia.org/wiki/Pequeño_Albert
2
Para el Conductismo, que propugna el esquema Estímulo-Respuesta para explicar la
conducta humana, no son relevantes los procesos cognitivos (memoria, atención, etc.)
para explicar la conducta. El Cognitivismo propugna que lo relevante para explicar la
conducta son los procesos cognitivos. Y así surge la TCC, el increíble matrimonio de
conveniencia académico.

3
realidad la Psicología estaba cumpliendo el plan que le marcaba su objeto de
estudio “la conducta” y no de la “psyke”.

Con respecto al descrédito del Psicoanálisis como terapia psicológica, en


el ámbito universitario, el artículo que escribió en 1952 Eysenck, en el que
“demostraba” que la psicoterapia psicoanalítica no era eficaz, o menos eficaz
que no hacer nada, fue una muestra más de la batalla que se libraba en el
campo universitario para hegemonizar el punto de vista único: “el punto de vista
científico”.

Con la creación de la Psicología Clínica, y posteriormente la Psicología


de la Salud, como herramientas de la psicología hegemónica para desarrollar su
poder en las áreas de la psicoterapia y en los servicios asistenciales públicos,
bajo el mantra de la “Psicología Científica”, y actualmente “Psicología Basada en
la Evidencia” (PBE), o la Terapia Basada en la Evidencia (TBE), continúa el
avance de la Psicología. La Psicología Clínica, ha eliminado de su vocabulario el
término “Psicoterapia”(Psike-terapia) de los planes de estudio y la han
convertido en Tratamientos Psicológicos, y solo ellas las Psicólogas Clínicas
pueden hacer tratamientos, todo lo demás es pseudociencia.

Hasta la década de los 80 del sigo pasado cuandoCuando la psiquiatría


fue abandonando su vocación terapéutica, al adoptar una concepción
biologicista del sufrimiento humano, la psicoterapia la ejercían indistintamente
en los años 80 del siglo pasado, casi la mayoría de las terapeutas fueron
psicólogas y psiquiatras.

Actualmente en, entre otras razones, el hecho de que las psicólogas no


puedan recetar psicofármacos, sería la de más peso en mi opinión. En las
facultades de Psiquiatría no se imparte formación psicoterapéutica, ya que el
sujeto no existe, a no ser como portador de “deficiencias o alteraciones
bioquímicas o neuronales en el cerebro que explicarían por si solas todo tipo de
trastorno, bulimia, anorexia, TDHA, depresiones, etc., o en su caso, fallos en el
ADN. Ya no es “la mente” sino el cerebro el que está enfermo 3. La persona que

3
EL MAGNETISMO DE LAS NEUROIMÁGENES: MODA, MITO E IDEOLOGÍA DEL
CEREBRO. Marino Pérez Álvarez. Papeles del Psicólogo, 2011. Vol. 32(2), pp. 98-112

4
sufre ha desaparecido, el sujeto sintiente ya no existe. Si algún psiquiatra está
interesado en la psicoterapia la tendrá que estudiar fuera de la facultad.

En las facultades de Psicología se enseña exclusivamente (salvo raras


excepciones) la psicología “científica” ergo Psicologia Cognitivo-Conductual, y la
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)

La lucha por llevarse la mayor parte del pastel continua. Una corriente
prosigue la búsqueda de ¿Y los factores que pronostiquen el éxito deterapeutas?
¿Y la Psicoterapia, la otra apropiándose del principio científico, que anularía
toda psicoterapia que no fuese científica bajo la acusación de pseudociencia.

La Psicología Clínica tiene una concepción objetivista, quiero decir, que


obvia el aspecto subjetivo del ser humano, si eliminas la subjetividad todos los
sujetos nos convertimos en objetos, productores de “conductas” que se pueden
protocolizar en números, (0-1, para el lenguaje de los ordenadores)… y facilitar
así los estudios y metaanálisis estadísticos la famosa big data? . Hacen un
protocolo para cualquier tipo de trastorno, como si el trastorno no tuviese que
ver con el sujeto humano que lo padece, como si en el caso de la depresión todos
la padeciésemos del mismo modo.

No es por casualidad que la Psicología Clínica, con absoluta incapacidad


para crear un DSM de la Psicología, se adhiera al modelo medico-psiquiatra y
abrace el DSM elaborado por psiquiatras, como su guía diagnóstica, y cree
“Protocolos de intervención” no para sujetos sino para trastornos. Depresión,
ansiedad, anorexia, como si existieran fuera del contexto subjetivo de quien las
padece; como si la depresión existiera per se, como si fuera un virus que
contagia a una persona casualmente.

Todos estos protocolos y manuales de intervención basados en la


Evidencia, con base en el DSM, extraídos de complejos metaanálisis estadísticos
quieren hacernos creer que la Psicología Clínica es científica. Las mayores
quejas que yo he escuchado de mis pacientes eran “sentía que no me
escuchaba”, una pena.

Esta corriente investiga los “factores de éxito de toda psicoterapia que se


someta a su metodología, ya que es la única metodología científica”. Como he
escrito unas líneas más arriba, las Facultades de Psicología también están

5
interesadas en el campo de la Psicoterapia, ya que si consiguen la hegemonía en
este campo eliminando a muchos competidores se quedarían con la exclusividad
de la formación, que reportaría grandes beneficios. Un ejemplo cercano; con el
plan Bolonia se redujo la formación de la Psicología a 4 años y se implantó un
Master de Psicólogo Sanitario de dos cursos de duración con un costo mínimo
de 3.843 euros, master que es obligatorio para poder ejercer de Psicóloga
Clínica. Hay que añadir a esto que a las instituciones les interesa, para sus
servicios públicos, unificar los tratamientos para un ciudadano estándar. Todos
somos iguales: una terapia igual, la misma, para todos.

La batalla por la hegemonía en la Psicoterapia se ha librado en el campo


institucional: la Universidad, y como hemos visto la TCC es la ganadora.

La Psicología, y también, la Psicoterapia a través del tiempo han


construido el “yo” del individuo medio 4, del individuo “normal”, que coincide
con el “ciudadano” que la Gobernanza de la sociedades necesita. Ha creado la
“normalidad”, y quien se aleja de ella será tributaria de algún tipo de correctivo
psicoterapeutico, psicopedagógico, o judicial.

Ciudadano: responsable de sus actos, dotado de cualidades como la


inteligencia, capaz de gestionar sus deseos de forma “adecuada”, capaz de
manejar sus emociones y no dejarse llevar por ellas, ser asertivo,… y un largo
etc. de cualidades necesarias que se reconozcan como “normales”, que cualquier
psicóloga tiene en mente cuando se encuentra delante de un paciente.

El interes de la Gobernanza en desarrollar esta normalidad, que invade


todo el pensamiento psicoterapeutico, se ha manifestado en el apoyo y
subvenciones a la investigación que abundara en este campo.

Hoy en día se extiende una queja generalizada sobre la patologización de


la vida.5 Los intereses de las multinacionales farmacéuticas, influyendo en las
actualizaciones del DSM, y en las instituciones médicas y universitarias, para
convertir experiencias vitales, dolorosas y humanas, en trastornos y
enfermedades cuya solución pasaría por tratamientos médico-farmacológicos.
4
Nikolas Rose (2019) La invención del sí mismo. Poder, etica y subjetivación. Ed.
Polvora. Santiago de Chile.
5
DESVELAR EL SECRETO DE LOS ENIGMAS DESPATOLOGIZAR LA PSICOLOGÍA
CLÍNICA. Ernesto López Méndez y Miguel Costa Cabanillas. Papeles del Psicólogo, 2012. Vol.
33(3), pp. 162-171

6
Creo que esta concepción de convertir el sufrimiento humano en
“trastorno” llevará a las TCC a un callejón sin salida. Con el desarrollo de la
cyborgterapia, las psicólogas clínicas (algunas) se convertiran en miembros de
los equipos de programadores de los diversos tratamientos cyborgterapeuticos6
que se irán desarrollando en los próximos años, las otras tendrán que buscar
otra alternativa. El sustraer la subjetividad de la paciente del proceso de
sufrimiento en su trastorno, y tomar como referencia la sintomatología descrita
en el DSM, convierte a la paciente en una fuente de datos “objetivos” (la famosa
big data) para que posteriormente, por medio de la IA (Inteligencia Artificial),
se articulen tratamientos protocolizados. Así se convierte a la paciente en una
fuente de datos, para su posterior procesamiento, diágnostico y tratamiento.
Espero que la cyborterapia con ayuda de la AI, mejore incluso los resultados de
las TCC, con el tiempo, como apuntan ya algunas investigaciones al eliminar las
interferencias producidas por los sentimientos y emociones de las terapeutas
humanas.

Aunque las TCC, como ya le sucedió al Conductismo en los años 60-70


del siglo pasado, cuando se subió al carro del Cognitivismo para mantener su
hegemonía en el mundo académico, pasando por alto las contradicciones e
incongruencias del bodrio Cognitivo+Conductual; ya van buscando alternativas
con la creación de “nuevas terapias”, que denominan de “tercera generación” y
“cuarta generación”: La Psicoterapia Analítica Funcional, La Terapia de
Conducta Dialéctica, La Terapia Integral de Pareja, La Terapia de Aceptación y
Compromiso, La Terapia Cognitiva Basada en el Mindfulness, etc. En el fondo
se trata de (sin) reconocer las limitaciones de la TCC, y ampliar el enfoque al
significado de los “síntomas” analizando el ecosistema o contexto en el que
suceden. Van saqueando directamente las psicoterapias clásicas, pasandolas por
el tamíz (¿?) académico-universitario, haciendo ver que se apoyan sobretodo en
su tradición “científica”, aunque se van pareciendo cada vez más a las otras
psicoterapias, en más de un caso se ven las evidentes copias de conceptos de
otros enfoques; C. Rogers: aceptación incondicional de la experiencia del
paciente; Terapia Gestalt: trabajar en el aquí y ahora (versión científica ACT);
6
CÓMO CONSTRUIR UN PSICÓLOGO-CHATBOT. Miriam Romero, Cristina Casadevante y
Helena Montoro. Papeles del Psicólogo / Psychologist Papers, 2020 Vol. 41(1), pp. 27-34

7
otras más que merecerían un capitulo aparte, como la versión Meditación
(tradicion milenaria) convertida en Mindfulness por obra y gracia de unos
profesores universitarios. Estas terapias han recuperado el “contexto”, que en
muchas otras psicoterapias es básico, y así un largo etc. Una carácterística de
estas “novedosas” terapias, es que casi todas surgen del ámbito universitario,
con la pátina de científicas.

La Psicoterapia

¿Y las terapeutas, y la Psicoterapia, fuera del entorno


universitario?

Este es otro campo de batalla y bastante jugoso económicamente. Existen


multitud de asociaciones de Psicoterapeutas, organizadas en función de sus
paradigmas: Psicoanálisis, Humanistas, etc; métodos: verbales, corporales,
danzaterapia, arteterapia, etc. áreas de trabajo: Infantil, adultos, individual,
grupal, terapias sistémicas y un largo etc. y otras afinidades. Todas estas Escuela
y Asociacionesasociaciones quieren demostrar la validez de su enfoque y de que
la Psicoterapia es una práctica eficaz para solucionar multitud de problemas, y
que puede ayudar y ayuda a muchas personas; incluso hay una frase que dice “la
terapia es demasiado buena como para limitarla a los enfermos, cualquiera se
puede beneficiar de ella”.

Existen también los Colegios Oficiales de Psicólogos (COPs) que se


supone que defienden que todo psicólogo ha de pertenecer al Colegio
correspondiente para poder ejercer, y el COP defenderá sus derechos laborales y
profesionales. Procuran influir en todo lo que afecte a “los psicólogos
colegiados”, en las universidades, facultades, ministerios y gobiernos y haya
donde sea menester. Se han convertido en otro lobby dentro de la Psicología y
están entre la defensa de sus colegiados y los interese propios como lobby. Un
ejemplo sería la acusación de “pseudocientíficos” que pesa sobre muchos de sus
colegiados y la presión de poder hegemónico (TCC) para que no los defienda.
¿Qué hacer? Sabiendo que la mayoría de los colegiados no pertenecen a las TCC.
Otra de las tareas que han asumido es “la lucha contra el intrusismo
profesional”, que se encuentra con muchas dificultades debido a la ambigua ley
sobre la Psicoterapia que existe en el Estado español. En estos COPs las juntas
están mayoritariamente compuestas por funcionarios en excedencia y por

8
psicólogos con mucho tiempo libre (pocos pacientes) y eso parece que les
exacerba el celo en esa protección; persiguen a los psicólogos, que ejercen
voluntariado, sin cobrar, sota el argumento que perjudican a otros colegiados y
qué, si no cobran, degradan la profesión (¿?).

Para tener una idea de las posibilidades de asociación que hay entre los
psicoterapeutas, citaré que en 1980 Herink7 identifico más de 250 terapias,
reconocidas todas ellas como diferentes entre sí, por la APA (As. Psicología
Americana). Ha pasado tiempo desde entonces. Actualmente se evidencia el
avance del poder hegemónico de la Psicología oficial, ya que actualmente, según
la APA, 18 son considerados como tratamientos “bien establecidos” (basados en
la evidencia) según (Duncan y Reese, 2012)8.

La Psicoterapia desde el avance de la Psicología hegemónica en la


universidad, ha necesitado legitimarse. Que no era lo mismo hacer terapia, que
confesarse, ni que conversar con un amigo, que era algo diferente, (nos han
hecho creer en la formación como psicólogos, terapeutas, que un paciente te
diga que “para mi eres como un amigo”, es lo peor que te pueden decir, porque
se presupone inmediatamente que lo que esta haciendo no es terapia, que lo
estás haciendo mal) y ha luchado mucho y de muy diversas maneras para
conseguirlo. Hoy se cuestiona poco las bondades de la Psicoterapia y
desgraciadamente se emplea y utiliza para problematizar los sufrimientos
cotidianos, a la manera que también lo hacen los psiquiatras, para conseguir
clientes.

(“Mi hijo es un vago”.

No… a su hijo le pasa algo, veremos que le pasa, le haremos unos tests, y
luego decidiremos que pasos dar, generalmente medicación).

La vagancia no existe sino como psicopatología, es algo a tratar en


terapia, y así podemos continuar…

7
Citado por C. Castanedo (1983) Terapia Gestalt. Ed. Texto
Tomado de :https://lavenganzadehipatia.wordpress.com/2020/03/07/psicoterapias-
8

alternativas-lucidacion-conceptual-y-marco-epidemiologico/?fbclid=IwAR3Y2aaec52OJ2Ey-
g18EWSJfEX-aVfHNfAhFjapOHLVEEcc7huDkxRWu7I

9
El juego no es un “vicio” es una adicción, que hay que “curar”, “corregir”
de acuerdo al esquema de la normoterapia muy propia de las directrices de la
Gobernanza. Es evidente que con una ojeada al DSM basta para darse cuenta
que lo que hasta hace algún tiempo eran “defectos”, pecados; alcoholismo,
afición al juego, al sexo, defectos de tinte moral, hoy se han convertido en
“patologías” para los sistemas de gobernanza, gracias a psiquiatras y psicólogos.
La psicoterapia no es ajena a esto. En 1993 el psiquiatra Tomas Szasz declaró en
una entrevista: “Lo que ayer era pecado es hoy enfermedad mental”

No es de extrañar el interés entre las psicoterapeutas y teóricas de la


Psicoterapia en la investigación sobre ¿qué factores están implicados en el éxito
del proceso psicoterapéutico?

Como en el caso de la Psiquiatría, también en el de la Psicoterapia el


asunto económico es crucial. Se mueve mucho dinero en el ámbito de la
Psicoterapia: consultas, conferencias, cursos de formación, cursos de
crecimientotodo tipo, libros de autoayuda, (con un importante crecimiento en
los últimos años), contratos con instituciones públicas, etc., difícilmente
cuantificable la cantidad de dinero que se mueve alrededor de la psicoterapia.

Tampoco es de extrañar las luchas internas dentro del colectivo Psi, para
obtener la mayor cuota de mercado posible. A diferencia de la psiquiatría donde
la APA (As. Psiquiátrica Americana), editora del DSM, marca las líneas maestras
para muchos psiquiatras (americanos y no americanos). La otra APA, la de los
Psicólogos, no tiene el mismo nivel de consenso entre los psicólogos y
psicoterapeutas, como consecuencia de las luchas internas dentro del colectivo.

Los Psicoterapeutas han sido históricamente incapaces de formar una


asociación tan fuerte como la de los psiquiatras (APA), y no han podido ponerse
de acuerdo en unos mínimos sobre qué es la Psicoterapia, y que requisitos debe
reunir un psicoterapeuta para hacer una terapia eficaz. Es bastante aceptado,
entre las terapeutas en activo, que una psicóloga con un master sanitario, no
está mínimamente preparada para ejercer la profesión de terapeuta. Lo cual
conlleva una formación suplementaria en algún tipo de psicoterapia.

Las primeras investigaciones se centraron en demostrar que la


psicoterapia era eficaz, como mínimo más que el placebo, o no hacer nada. En
1952 Eysenck, escribió un artículo en el que “demostraba” que el Psicoanálisisla
10
psicoterapia psicoanalítica no era eficaz, o menos eficaz que no hacer nada.
Como no podía ser de otra manera, se demostró que la Psicoterapia era más
eficaz que el placebo, y que gran cantidad de personas se benefician de ello.

Investigar qué tipo de psicoterapia es la mejor, fue la continuación de


este proceso. Psicoanálisis o Conductismo, o Psicología Humanista o Cognitivo-
Conductual, y en esto quedaron en tablas, todas eran válidas. De todas esas
investigaciones surgió una opinión generalizada: más que con las teorías que
sustentaban el proceso terapéutico, el éxito se relacionaba con la experiencia de
las terapeutas, cuanta más experiencia más probabilidad de éxito en la
psicoterapia. Se “descubrieron los factores comunes de cualquier psicoterapia”
El Pájaro Dodó se volvió a manifestar “todos ganaron, todos tienen premio”.

Un estudio realizado por Wampold9 (2001) concluía que el 87% de la


varianza de cambio obtenida en psicoterapia se debía a factores extra
terapéuticos, en los que se incluye al cliente y sus características. Según esos
resultados sólo el 13% de la varianza de cambio podía explicarse por la terapia.
Duncan10 (2010, pp. 20-27) desglosó ese 13% en tres variables: el terapeuta
explicaría aproximadamente entre el 5% y el 7%, la relación terapéutica entre
6% y 9%, por último, las técnicas y modelos específicos aproximadamente un 1%
de la varianza de los resultados.

En otro estudio Alberto Rodríguez-Morejón 11, apunta a que los clientes


son los principales responsables de los resultados de los tratamientos.

Por decirlo conde un modo un poco de humor:grosero, si tienes buenos


pacientes tendrás éxito en la terapia y serás considerado buen terapeuta, y si
tienes muchos pacientes porque eres bueno, podrás elegir de tu lista de espera
los buenos pacientes, y a los otros los derivas a otros colegas o les dices que no
los puedes aceptar porque tienes la agenda llena.

Es evidente que las conclusiones de esta investigación no son muy


alentadoras para los diferentes enfoques, incluyendo el TCC, ya que atribuirle el
9
Wampold, B. E. (2001). The great psychotherapy debate:Models, methods, findings. NJ: Erlbaum: Hillsdale.

10 Duncan, B. L., & Miller, S. D. (2000). The heroic client: Doing client-directed, outcome-informed therapy. San Francisco, CA: Jossey-
Bass

11
anales de psicología, 2016, vol. 32, nº 1 (enero), 1-8

11
1% de varianza en los resultados no habla bien de los tratamientos llamados
científicos…, ni de los otros.

El tema de la validez de la Psicoterapia, como he mencionado, Ense han


buscado y… encontrado los factores comunes 12 a ella, en sus diferentes
versiones, constructos y escuelas como:

escucha activa, empatía, aceptación incondicional, autenticidad, vínculo


terapéutico, buena relación terapéutica, un clima adecuado de cara a la
intervención, buen contacto empático, etc.

Esto es lo que yo considero Mitología Terapéutica. Conceptos que se


aceptan como verdaderos y se convierten en “mantras” en el mundo
psicoterapéutico, y que nadie cuestiona, porque no se atreve o quiere cuestionar
y que son difíciles de medir y concretar.

Cualquiera se hace una idea de lo que es cuando oye “escucha activa”,


aunque es bastante difícil de objetivar, medir. También sucede con “vínculo
terapéutico”. Quien decide cuando se ha establecido “eso”. ¿La paciente? ¿la
terapeuta?, ¿entre las dos?, o “se siente, se nota”. La psicoterapia esta plagada
de términos, conceptos ampliamente aceptados, con poca verificación. Con esto
no quiero decir que estos fenómenos no existan, sino que no se han demostrado
científicamente. Se han supuesto a posteriori que: si la terapia ha tenido éxito
habrá sido por esos factores.

También se ha investigado a la paciente: demandas, expectativas ante la


terapia, estilo relacional, personalidad, y un etc. de factores.

Y se ha llegado a la conclusión de “que lo que cura, sana, es la relación”.


Una verdad histórica. Antes que la medicina actual se convirtiera en medicina
de órganos, tratados por la Medicina basada en la evidencia (MBE), el enfermo
se relacionaba con su médico y entre los dos daban salida al estado de
enfermedad. La calidad del trato, la influencia del Dr. sobre el enfermo, en
resumen “su relación, la relación paciente-médico” era fundamental en el
proceso de sanación. El efecto placebo de la relación jugaba un papel muy
importante. Una persona, un Dr. que se ocupaba de ti, no solo de tu órgano

12 C. Kleinke (1995) Desclée de Brouwer. Bilbao

12
enfermo, como sucede actualmente, era determinante en muchos casos del
rumbo de la enfermedad y del enfermo.

Siguiendo los datos que aporta la citada investigación de Wampold que


concluía que el 87% de la varianza de cambio obtenida en psicoterapia se
debía a factores extra terapéuticos, en los que se incluye al cliente y sus
características, Alberto Rodríguez-Morejón13. Investiga la “aportación” de las
clientas o pacientas en el proceso de psicoterapia.

Todas estas investigaciones sobre la validez de la Psicoterapia las han


realizado psicoterapeutas, cada cuál desde su escuela, enfoque; por lo que son
juez y parte y directamente son poco fiables. Esto es válido hasta para los
tratamientos supuestamente basados en la evidencia, que tanto pregonan su
cualidad científica (me refiero específicamente a las TCC).

Para entender este proceso de auto evaluación y auto validación, tengo en


mente la frase de Bateson: "El hombre vive en función de proposiciones
cuya validez depende de su creencia en estas proposiciones".

Encuentro que en la mayoría de los enfoques o escuelas de Psicoterapia


hay mucha ideología, creencia, fe que imposibilita la aceptación de cualquier
otra teoría que no sea la mía, partiendo de que son pocos los que conocen con
cierta profundidad otra, pues si tengo “la verdad, la mía, para qué quiero otra”.

pareceEn mi opinión en el campo de las psicoterapias hay mucha crítica


entre escuelas, y métodos psicoterapéuticos diferentes, aunque poca actitud
crítica con respecto a la propia psicoterapia.

Estas investigaciones parecen no tener importancia para la mayoría de


los psicoterapeutas, sin importar la diferencia de cosmovisión de los terapeutas,
es el practicismo de la psicoterapia, si funciona, vale, sea científica o no.

La lucha por llevarse la mayor parte del pastel continua. Una corriente
prosigue la búsqueda de los factores que pronostiquen el éxito de la
Psicoterapia, la otra apropiándose del principio científico, que anularía toda
psicoterapia que no fuese científica bajo la acusación de pseudociencia.

El hegemónico y dominante poder académico y universitario ha creado


eso que llaman Psicología Clínica, que deberíamos llamar “Psicología Clínica
13
Opu. citado

13
Académica” y han eliminado “La Psicoterapia” de los planes de estudio y la han
convertido en Tratamientos Psicológicos, y solo ellas las Psicólogas Clínicas
pueden hacer tratamientos, todo lo demás es pseudociencia.

La Psicología Clínica tiene una concepción objetivista, que obvia el


aspecto subjetivo del ser humano, si eliminas la subjetividad todos los sujetos
nos convertimos en objetos, números… de estudios y metaanálisis estadísticos.
Hacen un protocolo para cualquier tipo de trastorno, como si el trastorno no
tuviese que ver con el sujeto humano que lo padece, como si en el caso de la
depresión todos la padeciésemos del mismo modo. No es por casualidad que La
Psicología Clínica se adhiera al modelo medico-psiquiatra y abrace el DSM
como su guía diagnóstica, y cree “Protocolos de intervención” no para sujetos
sino para trastornos. Depresión, ansiedad, anorexia, como si existieran fuera
del contexto subjetivo de quien las padece. Así como “la belleza esta en el ojo del
observador” también la depresión y otros trastornos están en el ojo del
psicoterapeuta. Todos estos protocolos y manuales de intervención basados en
la Evidencia, con base en el DSM, extraídos de complejos metaanálisis
estadísticos quieren hacernos creer que la Psicología Clínica es científica. Las
mayores quejas que yo he escuchado de mis pacientes eran “sentía que no me
escuchaba”, una pena.

Esta corriente investiga los “factores de éxito de toda psicoterapia que se


someta a su metodología, ya que es la única metodología científica”. Como he
escrito unas líneas más arriba, las Facultades de Psicología también están
interesadas en el campo de la Psicoterapia, ya que si consiguen la hegemonía en
este campo eliminando a muchos competidores se quedarían con la exclusividad
de la formación, que reportaría grandes. Un ejemplo cercano; con el plan
Bolonia se redujo la formación de la Psicología a 4 años y se implantó un Master
de Psicólogo Sanitario de dos cursos de duración con un costo mínimo de
3.843 euros, master que es obligatorio para poder ejercer de Psicólogo.

Aclaración: la práctica de la Psicoterapia no está legislada en el Estado


español, por lo que cualquiera la puede ejercer, aunque para trabajar en
instituciones oficiales se exige dicho Master Sanitario. Esta es una situación
ideal para que el poder hegemónico en la Universidad se convierta en un poder
evaluador de qué Terapias podrán considerarse como tales, cuando llegue el

14
momento de la legislación de la Psicoterapia, que llegará. Por ahora los
ignorantes interesados del ministerio de turno solo han hablado de
pseudociencias, sin aclarar cuálesque son esas.

Es evidente que las acusaciones de pseudociencias a las psicoterapias no


las realizaban ciéntificos de prestigio, sino más bien “ciéntificos de segundo
orden” que pretendían ser más papistas que el papa. Las personalidades
relevantes científicamente, no entraban a ese juego de demonizar las
psudocienciastodas excepto la TCC.

Creo que el tema de la demonización de las pseudociencias pertenece más


al ámbito de lo que ahora llaman la Biopolítica, La Gobernanza de la sociedad.
No importa tanto la izquierda o la derecha. Importa el sistema (de Gobernanza).
Las estructuras sociales que permitan la gobernanza han de ser seguras,
conectadas a una red de “ataduras” compromisos (¿?), no “sometidas” de modo
autoritario, sino “libremente partícipes” de esa Gobernanza.

Esto es aplicable a todos los ambitos de la sociedad: no cadenas de


esclavitud, sino cadenas de sumisión consentida por no ejercer la disidencia. ¿a
qué?, en el campo psicológico, a lo reconocido como “lo normal”, a lo legitimado
por las instituciones del Estado. La universidad, el instituto de Salud Pública.
No hemos de olvidar que estamos en un estado donde la Salud es la mayor
preocupación de los ciudadanos.

La tribu Psi, ha contribuido a la Gobernanza con la creación, a través de


los años, de lo que es un sujeto normal, un ciudadano normal, (ese que tu y yo
tenemos en la cabeza) y que las Instituciones de Gobernanza consideran modelo
de ciudadano libre, y con capacidad de decisión, etc.. Los medios de
comunicación libremente (sumisos a quienes les pagan) extienden estas ideas
en la sociedad. Los que no siguen estas pautas son catalogados de (¿?) anti-
sistema.

Sistema bueno igual a sistema seguro. Anti-sistema sistema no fiable


igual a inseguridad.

Sistema de salud bueno, antisistema los que quedan fuera… porque no


quieren participar. El sistema se apoya a sí mismo. El sistema Universitario esta

15
(apoyado) reconocido por el Ministerio de Cultura. La F. Medicina por dicho
ministerio y el Hospital donde hacen prácticas los futuros médicos, etc.

Los programas de estudios de las facultades de psicología están sobre


saturados de asignaturas de estadística, metodología y otras que poco tienen
que ver con la Psicoterapia, que además están impartidas por profesores que
desconocen qué es la práctica de la psicoterapia. Esta carga de asignaturas de
apariencia científica les hace creer a ellos, los académicos, que su psicología es
científica, ya que tienen tendencia a confundir las ideas con los números, si no
tienen números no es científico, Una propuesta que no lleve aparejada alguna
aportación estadística, ni si quiera merece la consideración de ser escuchada.
Agravando el tema con el desconocimiento de cualquier otra propuesta
psicoterapéutica, que no sea la suya.

Atentos a lo que dice el pueblo viejo: dime de qué presumes y te diré de


qué careces. En su afán de ser científicos se apropian de términos adoptados
con los que aparecer más científicos. Es el caso de la Medicina Basada en la
Evidencia14 a la que le toman el termino evidencia con absoluta ligereza y crean
la Terapia Basada en la Evidencia (TBE). Esta corriente, sabiendo que no puede
competir con la medicina, copia y se amanceba con ella todo lo que puede,
asumiendo el papel de hermana menor a su servicio, poniendo de moda la TBE
(Terapia Basada en la Evidencia). Para aplicar esta TBE, tienes que aceptar el
diagnostico DSM, como absolutamente cierto y científico, ya que después los
ordenadores harán rastreo estadístico de análisis y metaanálisis en todas las
bases de datos posibles sobre cual es el tratamiento adecuado . (para la
ansiedad, no para una personaun paciente que sufre un proceso ansioso.de
ansiedad, por ejemplo). Esta estrategia, que le viene muy bien a la industria
farmacéutica, por eso la subvenciona, en los campos de la medicina y la
psiquiatría, la copian los científicos de las TCC, para aplicarla desdea la Ps.
Clínica y de la Salud y a todos los tratamientos psicológicos. Se tratan los
trastornos, no las personas.

…………………………………………

14
https://www.psicoevidencias.es/contenidos-psicoevidencias/articulos-de-opinion/
64-sobre-la-medicina-basada-en-la-evidencia/file

16
Volviendo al tema de la validez de la Psicoterapia, se han buscado y…
encontrado los factores comunes15 a ella, en sus diferentes versiones,
constructos y escuelas como:

escucha activa, empatía, aceptación incondicional, autenticidad, vínculo


terapéutico, buena relación terapéutica, un clima adecuado de cara a la
intervención, buen contacto empático, etc.

Esto es lo que yo considero Mitología Terapéutica. Conceptos que se


aceptan como “mantras”, y que nadie cuestiona, porque no se atreve o quiere
cuestionar.

También se ha investigado a la paciente: demandas, expectativas ante la


terapia, estilo relacional, personalidad, y un etc. de factores.

Y se ha llegado a la conclusión de “que lo que cura, sana, es la relación”.


Una verdad histórica. Antes que la medicina actual se convirtiera en medicina
de órganos, tratados por la MBE, el enfermo se relacionaba con su médico y
entre los dos daban salida al estado de enfermedad. La calidad del trato, la
influencia del Dr. sobre el enfermo, en resumen “su relación, la relación
paciente-médico” era fundamental en el proceso de sanación. El efecto placebo
de la relación jugaba un papel muy importante. Una persona, un Dr. que se
ocupaba de ti, no solo de tu órgano enfermo, como sucede actualmente, era
determinante en muchos casos del rumbo de la enfermedad y del enfermo.

Todas estas investigaciones sobre la validez de la Psicoterapia las han


realizado psicoterapeutas, cada cuál desde su escuela, enfoque; por lo que son
juez y parte y directamente son poco fiables. Esto es válido hasta para los
tratamientos supuestamente basados en la evidencia, que tanto pregonan su
cualidad científica (me refiero específicamente a las TCC).

Para entender este proceso de auto evaluación y auto validación, tengo en


mente la frase de Bateson: "El hombre vive en función de proposiciones
cuya validez depende de su creencia en estas proposiciones".

Encuentro que en la mayoría de los enfoques o escuelas de Psicoterapia


hay mucha ideología, creencia, fe que imposibilita la aceptación de cualquier

15 C. Kleinke (1995) Desclée de Brouwer. Bilbao

17
otra teoría que no sea la mía, partiendo de que son pocos los que conocen con
cierta profundidad otra, pues si tengo “mi verdad para qué quiero otra”.

En mi opinión en el campo de las psicoterapias hay mucha crítica entre


escuelas, y métodos psicoterapéuticos diferentes, aunque poca actitud crítica
con respecto a la propia psicoterapia.Esta pretendida rigurosidad científica no
se corresponde con la ciega aceptación del DSM, que tantas críticas a cosechado
por su elaboración16 (Allen Frances, 2014), a no ser por interes de seguir la
estela de lo institucionalmente aceptado.

El objetivo de este manual de diagnóstico (DSM) fue el unificar los


criterios para definir los trastornos, con un lenguaje común entre los
profesionales de distintas corrientes dentro de la psiquiatría y la psicología. Este
manual se elabora entre profesionales psiquiatras por medio de acuerdos, por
ejemplo: ¿a qué llamamos depresión?: se eliminan unas características, se
aceptan otras y por consenso se define la depresión y las características que le
diferencian de otros trastornos. En casi ningún diagnóstico encontraremos qué
causa ese trastorno. Estas definiciones son opiniones, basadas en el
conocimiento y la experiencia de los profesionales. No son verdades, a veces, ni
siquiera hipótesis científicas. Y hay numerosas pruebas de ello 17. He aquí unos
ejemplos históricos, anecdóticos y penosos, que nos hacen ver cuánto de
arbitrario, social y político hay en los diagnósticos.

Drapetomanía

En el siglo XIX se creía que los esclavos de los estados sureños de


Estados Unidos padecían accesos de una enfermedad denominada
«drapetomania». El principal síntoma de la «dolencia» era un deseo
irresistible de huir (algo inexplicable, obviamente, para las autoridades
médicas de la época y, por tanto, causado por algún proceso patológico.
Drapeta es el término latino para nombrar a un esclavo huido). Otros
«síntomas» eran el descuido en las tareas asignadas y la destrucción de
herramientas.18

16
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/09/26/actualidad/1411730295_336861.html
17
Desvelar el secreto de los enigmas despatologizar la psicología clínica. Ernesto López
Méndez y Miguel Costa Cabanillas. Papeles del Psicólogo, 2012. Vol. 33(3), pp. 162-171
18
Bernardo Ortin. (2007) Cuentos que curan. Ed. Océano/Ambar

18
Un caso paradigmático del poco crédito, y rigor científico que tienen los
diagnósticos psiquiátricos elaborados “por consenso” entre expertos es el de la
homosexualidad, que hasta los años 60 estuvo catalogada como enfermedad
mental hasta que por presión del lobby homosexual americano (en el cual había
también psiquiatras) lo eliminaron del DSM. No hubo que demostrar nada. Lo
mismo que lo pusieron, lo quitaron.

Hay que imaginar una decisión de Los Cardiólogos por la cual la


“cardiopatía isquémica” es eliminada de las enfermedades del corazón.
¿Increible?

Las luchas entre la psicología cognitivo-conductual hegemónica,


invocando a la Ciencia, con mayúscula, como si de una religión se tratase, y
llamando a todas las demás pseudociencias, herejes¡¡¡, recuerda mucho a la
Santa Inquisición, que condenaba a todos lo que no pensaban como ella, y muy
poco al pensamiento científico, y a la actitud de pensamiento libre. Más
recuerda al estrecho pensamiento político que cuando les cuestionan algo, les
acusan de antisistema, y es cierto, la mayoría de los otros enfoques están lejos
de Skinner y su sistema “apolítico” de Walden Dos.

La psicoterapia se crea a sí misma, construye un lenguaje para


profesionales, cuanto más alejado de los legos mejor, crean una mitología
lingüística (como los psiquiatras con la metáfora de la enfermedad mental) y se
la creen, o eso parece.

La Psicoterapia se encuentra cada vez más desplazada del ámbito de la


“salud institucional”, y se dedica generalmente a tratar los malestares del sujeto
en la sociedad actual, siempre que se lo pueda pagar. Aunque, como he dicho
antes, no estaría demás decir que muchos de estos psicoterapeutasterapeutas
también están imbuidos de la idea de una “normopatía”, es decir creen que hay
un sujeto normal, sin darse cuenta, cómo la Psicología en su conjunto, ha creado
esa idea del sujeto “normal”, y cuando hacen terapia creen que ellos saben quién
y cómo es un sujeto “normal”, en eso se parecen a los psiquiatras, porque ellos
son los expertos, llevan un diagnosticador dentro, quizás sea deformación
profesional de los años universitarios, o del vivir cotidiano.

19
En campo terapéutico es donde más existe la idea de un “yo” sobre el que
podemos y debemos influir, para bien del sujeto propio y de la comunidad, sin
darse cuenta, cómo la Psicología en su conjunto, ha creado esa idea del sujeto
“normal”, y cuando hacen terapia creen que ellos saben quién y cómo es un
sujeto “normal”, en eso se parecen a los psiquiatras, porque como ellos, son los
expertos, de la “normalidad”, llevan un diagnosticador dentro, quizás sea
deformación profesional de los años universitarios, o del vivir cotidiano, quien
sabe.

Estos procesos de asunción de responsabilidad individual del sujeto,


después derivan en autoexigencias en el mundo laboral.

Ejemplo ironico:

“tengo que tener más control sobre mí mismo, sobre mis emociones,
para evitar discutir con mi jefe”.

“debo tener más control sobre mis emociones, para controlar la ira ante
ciertas injusticias que sufro y soy testigo”. Se asertivo, razona, y si te echan a la
calle, míralo como una oportunidad para mejorar.

Ahí estará (el último engendro de la Psicología al servicio de la


gobernanza) la Psicología Positiva para ayudarme y decirme que “lo que te pasa
es por ser como eres: ¡cambia!, si cambias podrás ser feliz, está en tu interior.

Ya tenemos aprendido e introyectado el sujeto “normal”, ahora bien, si


no consigo ser como “creo” que tengo que ser… la normaterapia psicológica me
ayudará.

Mención especial merece el ámbito Psicosocial, por las perversas


consecuencias que puede acarrear a sus “usuarios”.

El “sujeto normal”, es trabajador, responsable, asertivo, capaz de


expresar emociones, de inteligencia normal, capaz de ser consciente de sus
sentimientos, emociones, pensamientos; de ser capaz de expresarlos, de un
modo adecuado y controlado, ha de tener habilidades sociales, de relación,
capaz de amar y ser amado, tener una autoestima adecuada… (ayudarme a
poner algunas del largo etc, que faltan) y si en alguna de estas facetas falla, esta

20
enfermo, o debe mejorar, debería hacer terapia… para mejorar él y su vida.
Todo aquel que no encaje en ese sujeto será condenado a “mejorar” en
cualquiera de los aspectos mencionados; hacerte más consciente (quién hoy en
día no quiere ser más consciente); hacerte más capaz de expresar tus emociones
(todo el mundo debería recibir cursos de Inteligencia Emocional, IE para los
entendidos, comenzando por la infancia).

De las condiciones de su vida no hablamos, eso es cosa de los políticos,


así muchos terapeutas obvian el hecho comprobado de la influencia que tiene el
entorno social en nuestros problemas y/o dificultades del vivir cotidiano. Esta
idea tiene consecuencias muy negativas, nefastas diría, sobre todo en los
Servicios Sociales (SS) curiosa conincidencia con las SS de las que nos habla la
historia.

La OMS conceptualizó a la salud como «un completo estado de bienestar


físico, mental y social y no meramente la ausencia de enfermedad o
incapacidad». Con esta declaración toda aquella persona que no sea “feliz”, o no
tenga un completo estado de bienestar,” esta enferma, de ahí a la
medicalización y/o terapéutización de los malestares de la vida cotidiana no hay
ni un paso. Si todos tenemos que ser felices, todos tenemos derecho a la salud, y
sino pues, la médico o la psicóloga nos ayudarán a serlo, por medio de la
medicación y/o la terapia. Ahí la Terapia y la medicina van de la mano.

El gobierno del “yo, yo interior, yo consciente” o como le queráis llamar,


de los ciudadanos es el campo por excelencia de las tribus Psi. El paso de la
regulación externa a la autorregulación del sujeto es sibilino. Se postula por una
parte un sujeto normal dotado de ciertas características psicológicas (algunas de
ellas a modo de ejemplo cito arriba) para después alentarle e incluso exigirle que
asuma la responsabilidad de que debe ser así.

Pequeños ejemplos: “sujeto que es capaz de ser consciente de sus


sentimientos, emociones, pensamientos, de ser capaz de expresarlos, de un
modo adecuado y controlado”, todo aquel que no encaje en ese sujeto será
condenado a “mejorar” en cualquiera de los aspectos mencionados; hacerte más
consciente (quién hoy en día no quiere ser más consciente); hacerte más capaz
de expresar tus emociones (todo el mundo debería recibir cursos de Inteligencia
Emocional, IE para los entendidos, comenzando por la infancia).

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En campo terapéutico es donde más existe la idea de un “yo”
sobre el que podemos y debemos influir, para bien del sujeto propio
y de la comunidad, sin darse cuenta, cómo la Psicología en su
conjunto, ha creado esa idea del sujeto “normal”, y cuando hacen
terapia creen que ellos saben quién y cómo es un sujeto “normal”, en
eso se parecen a los psiquiatras, porque como ellos, son los expertos,
de la “normalidad”, llevan un diagnosticador dentro, quizás sea
deformación profesional de los años universitarios, o del vivir
cotidiano, quien sabe.

Estos procesos de asunción de responsabilidad individual del


sujeto, después derivan en autoexigencias en el mundo laboral.

Ejemplo ironico, por ejemplo:

“tengo que tener más control sobre mí mismo, sobre mis emociones,
para evitar discutir con mi jefe”.

“debo tener más control sobre mis emociones, para controlar la ira ante
ciertas injusticias de las que sufro y soy testigo”. Se asertivo, razona, y si te
echan a la calle, míralo como una oportunidad para mejorar.”

Ahí estará (el último engendro de la Psicología al servicio de la


gobernanza) la Psicología Positiva para ayudarme y decirme que “lo que te
pasa es por ser como eres: ¡cambia!, si cambias podrás ser feliz, está en tu
interior.

“Debo ser más empático” y un largo etc.

Ya tenemos aprendido e introyectado el sujeto “normal”,


ahora bien, si no consigo ser como “creo” que tengo que ser… la
normaterapia psicológica me ayudará.

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