El 21 de mayo Chile conmemora el Combate Naval de Iquique,
desarrollado en uno de los principales escenarios de la Guerra
del Pacífico: el mar. Fue el día en que los hombres de la frágil Esmeralda, comandados por Arturo Prat, dieron su vida por una causa que les parecía justa y necesaria en un combate desigual contra la tripulación del poderoso Huáscar.
Al amanecer del 21 de mayo, desde la Covadonga se avistaron
los humos de las naves peruanas. Arturo Prat se preocupó de que sus hombres se alimentaran, y cerca de las 8 de la mañana comenzaron los ritos del Combate Naval de Iquique. Gaspar Cabrales, el tambor y corneta de diez o doce años, tocó la orden de atención y Prat se dirigió a su gente:
«¡Muchachos: la contienda es desigual! Nunca nuestra
bandera se ha arriado ante el enemigo, espero pues que no sea ésta la ocasión de hacerlo. Mientras yo esté vivo, esa bandera flameará en su lugar, y os aseguro que si muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber. ¡Viva Chile!»
Cuatro horas después, a las 12.10 se hundía la Esmeralda. El