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León Pérez Jiménez

Inhibición, síntoma y angustia


No hay que confundir inhibición con síntoma, pues la primera significa limitación normal
de una función y no necesariamente es algo patológico. Mientras que síntoma equivale a
un indicador de un proceso patológico, por lo que una inhibición puede ser un síntoma. En
la inhibición hay para diferentes funciones del yo; la función sexual, la alimentación, la
locomoción y el trabajo profesional. “el yo renuncia a estas funciones que le competen a
fin de no verse precisado a emprender una nueva represión, a fin de evitar un conflicto
con el ello” (p. 86)
El síntoma es indicio y sustituto de no haber logrado una satisfacción instintiva, resultado
por el proceso de represión. La represión comienza por el Yo, quien por encargo del
superyó no quiere seguir una investidura pulsional del ello, así a través de la represión el
Yo consigue evitar que ese impulso o deseo prohibido salga a la luz, se vuelva consciente y
se realice. Este es parte del Yo como del Ello, como vimos en clase, el síntoma al
simbolizar la pulsión permite una descarga parcial, es una pulsión disfrazada. Así consigue
gratificar las pulsiones del Ello ya que pongo el impulso en alguna parte, no realmente
fuera, pero sirve para engañar al Ello y mantenerlo a raya. Por parte del Yo, este también
se satisface por las defensas. Me surge la duda de si aquí hay parte del beneficio primario,
y beneficio secundario, pues se me hace algo similar el significado de estos y la relación.
“Puede que no sea nada simple el problema del modo en que se engendra la angustia a
raíz de la represión; empero, se tiene el derecho a retener la idea de que el yo es el
genuino almacigo de la angustia y a rechazar la concepción anterior, según la cual la
energía de investidura de la moción reprimida se mudaba automáticamente en
angustia.” (p. 89) Aquí Freud ya no dice que la angustia es provocada por la represión al
no ser capaz de expresarse la libido, sino que el Yo sería el almacigo de esta, siendo capaz
de producirla. “Pues la angustia no es producida como algo nuevo a raíz de la represión,
sino que es producida como estado afectivo siguiendo una imagen mnémica
preexistente.” (p. 89)
La angustia es algo que sentimos, un afecto, la cual posee un carácter displacentero, esta
cuenta con procesos de descarga los cuales serían estas sensaciones corporales que afecta
los órganos respiratorios y el corazón. “El análisis del estado de angustia nos permite
distinguir entonces: 1) un carácter displacentero específico; 2) acciones de descarga, y 3)
percepciones de estas.” (p. 125). Nos dice que esta es generada como una reacción frente
al estado de peligro. Sobre la reacción inadecuada que se puede tener y la adecuada. Si
bien dice que el primer peligro que podríamos ver seria el acto del nacimiento, ya que
este amenaza con la conservación de la vida, posteriormente llega a que no queda espacio
alguno para esta abreacción del trauma de nacimiento, y que la función de la angustia
sería la de ser una señal para la evitación de la situación de peligro que sería cuando el
niño no está con su madre, la angustia es una reacción ante esa falta del objeto amado.
Este texto fue bastante importante pues, vemos como Freud cambia su concepción de la
teoría de la angustia. Si bien hace mención de muchas cosas más, lo que más me llamó la
atención fue lo que tenía que decir principalmente de la inhibición, el síntoma y la
angustia.

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