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¿ESTARÍA AMPARADO EL REGISTRO DE UNA HABITACIÓN DE HOTEL

POR LA INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO O SERÍA UN SUPUESTO


RELACIONADO CON LA INTIMIDAD PERSONAL?

La Constitución Española de 1978, consagra en su artículo 18.2, la


inviolabilidad del domicilio. Desde esta perspectiva y tomando en
consideración que se entiende por domicilio según la constitución y el
concepto entregado en el derecho privado. Puedo afirmar que el registro de
una habitación de hotel está amparado por el derecho fundamental de
inviolabilidad del domicilio, ya que esta habitación puede ser apta para el
desarrollo de la vida privada, cumpliendo con los requisitos para ser
protegido por este derecho.

Lo anterior es afirmado por el Tribunal Constitucional Español, en la


sentencia 22/1984, la cual reafirma el concepto constitucional de
domicilio, el cual se debe entender como “un espacio en el cual el
individuo vive sin estar sujeto necesariamente a los usos y las
convenciones sociales y ejerce su libertad más íntima. Por ello, a
través de este derecho no sólo es objeto de protección el espacio
físico en sí mismo considerado, sino en lo que en él hay de emanación
de la persona y de la esfera privada de ella”.

Donde el Tribunal Constitucional, exige que el lugar que se


considere como domicilio, deben cumplir con dos elementos, por una parte
tratarse de un lugar cuyo acceso sea restringido, este sería el elemento
objetivo, y que en este esté presente una manifestación de la intimidad o la
privacidad, que es el elemento subjetivo. 1

El concepto señalado precedentemente, se puede desprender que el


espacio físico en sí mismo, no es una circunstancia que influya, para

1
Anguita Susi, A., “Control Judicial en la Restricción de los Derechos Fundamentales del ciudadano: Registros
domiciliaros e intervención de comunicaciones”, Universidad de Jaén, p. 4.
determinar que se entiende por domicilio protegido constitucionalmente.
Sino, que se debe considerar el espacio en el cual se desarrolla la vida
privada de las personas, no teniendo injerencias de terceros, sean estos
particulares o autoridad pública. Atendido esto, las características de
domicilio como ubicación, tipo de bien o periodicidad con la que se
desarrolle la vida privada en él, no resultan importantes para considerarlo
como tal.

En cuanto al elemento subjetivo y objetivo, presente en la definición


y las características señaladas en el párrafo anterior, no comparto el
criterio adoptado por el Tribunal Constitucional respecto al fundamento de
la protección que otorga este derecho.

De los textos de estudio de este módulo, queda claro que el Tribunal


Constitucional Español, utiliza indistintamente los términos “intimidad” y
“privacidad”, sin embargo, si bien son próximos no son sinónimos. Como
se expondrá, el concepto de privacidad es más amplio que el de intimidad.

La Real Academia Española, define a la intimidad como aquella


“zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo,
especialmente de una familia”; a contrario sensu define a la privacidad
como la “cualidad de privado”, debiendo entenderse por privado aquello
“que se ejecuta a vista de pocos, familiar y domésticamente, sin
formalidad ni ceremonia alguna”.

Es necesario traer a colación a don Pedro J. González-Trevijano,


trata esta distinción afirmando que los términos no son coincidentes, ya
que “la intimidad se manifiesta como la parte o núcleo más «privado»
de la vida privada”.2

2
González-Trevijano, P., citado por Matia Portilla, F., “El derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio”,
Madrid, 1997, p. 47. Disponible en http://albergueweb.uva.es/javiermatia/wp-content/uploads/2015/07/1997-El-derecho-
fundamental-a-la-inviolabilidad-del-domicilio-Optimizado.pdf [Visitado el 14 de marzo de 2017].
Asimismo, el legislador español en la Ley Orgánica 5/1992, de
regulación del tratamiento automatizado de los datos de carácter personal,
protege la privacidad, concepto más amplio que la de intimidad, señalando
que “en tanto la intimidad protege la esfera en que se desarrollan las
facetas más singularmente reservadas de la vida de la persona (…) la
privacidad constituye un conjunto, más amplio, más global, de facetas
de su personalidad que, aisladamente consideradas, pueden carecer de
significación intrínseca pero que, coherentemente enlazadas entre sí,
arrojan como precipitado un retrato de la personalidad del individuo
que éste tiene derecho a mantener reservado”.3

Ahora bien, compartiendo el criterio adoptado por el Tribunal


Europeo de Derechos Humanos, que acoge un concepto amplio de vida
privada, rechaza la identificación de ésta con un “círculo íntimo”, asociado
precisamente a la intimidad, por considerarlo demasiado restrictivo.

Afirmar que el derecho a la inviolabilidad del domicilio, es un caso de


derecho a la intimidad, protegiendo este el mismo bien jurídico, implicaría
una relación de genero especie, es decir, tratando al primero como
instrumento del segundo, y a su vez quitándole valor y, desnaturalizándolo
de su carácter de derecho fundamental.

Desde otra perspectiva, en el caso tratado en la sentencia 10/2002


del Tribunal Constitucional, en que dos periodistas fueron víctimas de un
registro a su habitación en el hotel en que se hospedaban, sin su
consentimiento ni autorización judicial, se resolvió que se había infringido
el derecho a la inviolabilidad del domicilio, pues la habitación debía
considerarse como tal apta para el desarrollo de la vida privada. En el
fundamento 10 el fallo señala “la protección de la inviolabilidad de las
habitaciones de los hoteles, así como la exclusión de la necesidad de
autorización judicial para los registros de dichos establecimientos de

3
Matia Portilla, F, op. cit., p. 49.
hostelería cuando en los mismos se realizan otras actividades no
privadas o en las partes de ellos no destinadas a vida privada y
abiertos al público, deriva directamente del propio art. 18.2 CE, así
como del concepto de domicilio del art. 554.2 LECrim”.

Tomando, en consideración el ejemplo señalado en el párrafo


anterior, se puede establecer que el espacio para el desarrollo de la vida
privada, lo que está protegido por derecho fundamental de inviolabilidad
del domicilio, está orientado a resguardar el espacio privado del cual las
personas disponen.

Así se puede afirmar, que respecto a la protección del desarrollo de


la vida privada, no se excluye necesariamente a la intimidad. Como ya lo
he manifestado, son dos conceptos que no coinciden, pero a pesar de ello
están vinculados, donde la intimidad es un ámbito reducido e, incluso,
exclusivo dentro de la vida privada.

En definitiva, asumiendo de que la esfera de la intimidad pudiera


desarrollarse en estos lugares, no es algo absoluto, donde el derecho a la
inviolabilidad de domicilio, siendo el bien jurídico el espacio privado apto
para el desarrollo de la vida privada, y no como una extensión de la
intimidad.

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