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La Investigación Psicológica del Crimen en Serie:

La criminología viene estudiando hace siglos la conducta del criminal, con el objetivo de conocer
los motivos que le llevan a delinquir. En la búsqueda de respuestas, se han formulado diversas
hipótesis, desde distintos campos de conocimiento como son la Psicología, Psiquiatría, Sociología,
etc. Sin embargo, hasta hace poco tiempo, todo el cúmulo de conocimiento científico respecto de
la personalidad criminal no habría cobrado utilidad en la identificación y detención del
delincuente.

Si bien el uso de la Psicología y Psiquiatría en la Investigación Criminal es relativamente reciente,


hay vestigios del aporte de estas disciplinas en un intento por comprender casos de relevancia
mediática acontecidos desde comienzos del siglo XIX. Como ejemplo tenemos los casos de Jack el
Destripador, donde intervino un médico forense, Dr. George Phillips, quién habría buscado la
intencionalidad psicológica del delincuente a través del estudio de las lesiones causadas a las
víctimas.

El antecedente más moderno y más claro fue el caso del denominado “Bombardero Loco”, en el
cual, la policía al no poder identificar al responsable de colocar artefactos explosivos por más de
16 años en Nueva York recurrió al Psiquiatra James Brussel, quién elaboró un Perfil Psicológico
del autor de los hechos. En 1964, otro caso fue resuelto con apoyo de un comité médico-
psiquiátrico, liderado por el Dr. Brussel, es el caso del “Estrangulador de Boston”. En 1978 un
grupo de agentes del FBI inició un “Proyecto de Investigación de la Personalidad Criminal”, donde
se obtuvo información relevante sobre crímenes sexuales. Lo anterior desembocó en la creación
de la llamada “Unidad de Ciencias del Comportamiento”.

Conceptos Básicos:

Crimen en Serie: Corresponde a “la comisión sin solución de continuidad y por un mismo
autor/es, de un número indeterminado de delitos de idéntica o similar naturaleza mediante
procedimientos también similares, con el fin de satisfacer particulares necesidades de orden
psicológico” (Del Castillo, 2010, pág. 154).

Las necesidades que se encuentran a la base de los crímenes violentos en serie son siempre
invisibles, ya que se encuentran en la mente del delincuente. Forma parte del propio constructo
psicológico, por lo que su identificación vendría siendo la base del proceso de investigación. El
móvil en estos delitos se configura como tales, excluyéndose los que obedecen a motivos
habituales, pese a que su comisión sea repetitiva y cíclica (Del Castillo, 2010).

La naturaleza de sus víctimas, pertenecen preponderantemente a sectores más desfavorecidos de


la sociedad, como prostitutas, vagabundos, inmigrantes ilegales, etc. Este hecho impide cuantificar
adecuadamente las desapariciones de este grupo de personas, por cuanto no es comunicado por
nadie y son la mayoría desconocidos. Lo anterior justifica la inexistencia de cifras confiables
respecto de la incidencia de estos delitos a nivel mundial (Del Castillo, 2010).
Asesinos Múltiples:

Como su nombre lo indica, es aquel que mata a una pluralidad de personas. Sin embargo, no todos
lo hacen del mismo modo. El FBI, en su Manual de Clasificación del Crimen, da cuenta de varios
tipos de asesinos múltiples, sin considerar el móvil para tales efectos (Del Castillo, 2010).

Se habla de Asesino múltiple cuando éste ha cometido al menos cuatro homicidios y dentro de
ellos se encasillarían los siguientes tipos:

Asesino en Masa: Se caracteriza por la comisión de una acción en un mismo lugar con cuatro o
más víctimas. Puede utilizar ya sea arma de fuego o arma blanca, sus víctimas suelen ser
familiares o desconocidos. Sus crímenes pueden ser producto de un trastorno mental de tipo
orgánico (psicosis en fase depresiva, trastorno mental transitorio). Generalmente el periodo de
latencia suele ser largo. Si la explosión de violencia homicida es de carácter doméstica, el agresor
probablemente se suicidará o se entregará voluntariamente a la policía, si no lo es, tenderá a la
huída (Del Castillo, 2010).

Asesino Itinerante: Es aquel que comete un número variable de asesinatos, en lugares diferentes,
en un breve periodo de tiempo, derivados de una misma acción, por tanto sin un lapso de
enfriamiento emocional entre ellos. El perfil de éstos homicidas corresponde al de Psicóticos que
producto de delirios ya sea de grandeza o de persecución salen a la calle sembrando muertes
violentas, provistos por armas de fuego e incluso se suicidan en caso de verse cercados por la
policía. Sus víctimas suelen ser desconocidas y casuales, no siendo infrecuente que los actos de
violencia comiencen en sus propios lugares de trabajo o en sus residencias (Del Castillo, 2010).

Spree killer: Es aquel que comete múltiples asesinatos en diferentes lugares, dentro de un período
que puede variar desde unas cuantas horas hasta varios días. A diferencia de los asesinos en serie,
ellos no vuelven a su comportamiento normal entre asesinatos.

Asesino en Serie: Para tal consideración, debe haber cometido como mínimo tres asesinatos, en
lugares y momentos diferentes. Por lo anteriormente señalado, ha de existir un periodo de
enfriamiento emocional entre ellos, es decir un lapso de tiempo entre cada crimen en el que el
asesino recupera su normalidad psíquica, constituyendo una de las fases de su ciclo emocional.

Los asesinos en serie suelen utilizar armas blancas, objetos contundentes o estrangulación manual
para matar a sus víctimas, lo que responde a una necesidad psicológica que le impide sentir el
contacto personal durante el crimen (Del Castillo, 2010). Por otra parte, suelen plasmar en sus
actos violentos un fuerte significado psicológico, que constituye la firma que individualiza al autor.

El asesino en serie suele ejercer control sobre la situación (elección del momento, lugar y modo).
Es decir, es capaz de dominar y dirigir en cierta medida el camino de la investigación.

Una particularidad que distingue el homicidio en serie es que carecen de móvil aparente. La
investigación especializada pretende establecer la auténtica motivación del criminal mediante el
estudio de sus actos. No puede clasificarse un crimen por su móvil, hasta que sea conocido, el
campo de las motivaciones del asesino en serie es aun oscuro. A pesar de ello, se han presentado
una serie de definiciones y clasificaciones del asesinato en serie y algunas de ellas se basan en el
móvil. Para Bourgoin (1993), el asesino en serie actúa motivado por sus instintos sexuales, lo que
dejaría fuera a los terroristas, profesionales y líderes políticos cuyas motivaciones podrían ser el
fanatismo, dinero o política. Posteriores investigaciones han enfatizado respecto de la complejidad
de los mecanismos mentales del homicida serial y de sus motivaciones para el crimen.

Universalmente es aceptada la clasificación que divide a los asesinos en serie en tres categorías:

Asesino Organizado: Este concepto hace alusión al grado de organización del comportamiento del
individuo manifestado en la escena del crimen. Es el que planifica y lleva a cabo sus crímenes de
manera consciente, premeditado. Cada crimen representa la materialización de una fantasía que
ha tenido en su imaginación durante largo tiempo. Los asesinos organizados se identifican
claramente con personas que padecen un trastorno Psicopático, y se correlaciona frecuentemente
con el Trastorno Sádico de Personalidad.

Asesino Desorganizado: Las acciones cometidas por estos homicidas, las realizan de forma
impulsiva e improvisada. No poseen clara consciencia de sus actos, los cuales serían impulsados
por agudos trastornos mentales. Serían enfermos mentales, psicóticos maníacos depresivos y
esquizofrénicos paranoides que sufren delirios ya sean mesiánicos o de persecución. Sus crímenes
son de extrema violencia, no obstante, son más fácilmente identificados.

Asesino Mixto: En esta clasificación se distinguen los homicidas que muestran características de
los dos grupos anteriores. Su identificación y captura resulta más difícil, pudiendo llegar a tener
largas carreras criminales.

El FBI esquematizó los rasgos de conducta típicos de los asesinos organizados y desorganizados.

Asesino Organizado: Asesino Desorganizado:

Con antecedentes policiales Con antecedentes policiales/ psiquiátricos


Competente Socialmente Graves dificultades de relación social
Antecedentes de violencia Conducta peligrosa anunciadora de crimen
Puede actuar con cómplices Actúa siempre en solitario
Habla con la víctima No habla con la víctima
Puede torturarle ante mortem Raramente, torturas preliminares
Usa el arma que porta Usa el arma que encuentra
Domina con habilidad a la víctima Ataque sorpresivo y brutal para controlar a la
víctima
Puede ocultar el cadáver Abandona el cadáver
Huye del lugar del crimen En ocasiones permanece en el lugar
Suicidio-post crimen infrecuente Suicidio-post crimen frecuente
Intenta evitar su detención Se despreocupa de su captura
Gran número de víctimas en largo tiempo Múltiples víctimas en poco tiempo
Sabe y conoce lo que hace No tiene conciencia de sus actos
Holmes y Holmes, clasifican a los asesinos en serie en cuatro categorías básicas, que serían las
siguientes:

Tipo Visionario: Coincide con una personalidad psicótica, por lo general con las características de
un Esquizofrénico Paranoide, que actúa bajo la influencia de alucinaciones visuales o acústicas que
lo atormentan y lo impulsan a cometer el crimen. Es de tipo Desorganizado, por lo que su
conducta es impredecible, espontánea y muy violenta. Se involucra con los cuerpos de sus
víctimas.

Tipo Orientado a una misión: No corresponde a un Psicótico puro. Siente una necesidad
consciente de destruir un grupo, tipo o sector social, guiado por una razón de tipo personal. Tiene
un alto grado de contacto con la realidad y está integrado a la sociedad. Toma la decisión de matar
conscientemente y elaborar un plan de acción. Corresponde al tipo Organizado y se involucra poco
en actos con sus víctimas.

Tipo Hedonista: Busca satisfacción personal a toda costa, la satisfacción puede ser sexual,
emocional o física, dando lugar a tres subtipos:

 Asesino Lujurioso: Su motivación es la gratificación sexual perversa, para lo que se


involucra en gran medida con sus víctimas, establece una relación entre violencia y
gratificación sexual. La muerte representa una experiencia sexual y erotizada. Emplean
tiempo en sus crímenes para así satisfacer sus instintos sexuales. Los crímenes incluyen
Antropofagia, desmembramiento, necrofilia, tortura, mutilación, actos de humillación y
dominación. Muestra rasgos Psicopáticos, con tendencia al sadismo. De tipo Organizado.

 Asesino buscador de emociones: Es aquel que establece una conexión mental entre la
violencia y la satisfacción física. Es un depredador incansable, necesita de las sensaciones
que provoca la caza humana para vivir. Mantiene vivas a sus víctimas el mayor tiempo
posible, por lo que se involucrará en el proceso de acecho, secuestro y ataque.

 Asesino orientado al confort: No tiene gratificación sexual como motivo primario y busca
mantener el adecuado equilibrio físico y emocional conjugando el asesinato y una fantasía
previa con la obtención de beneficios económicos. Asesinan frecuentemente a personas
con las que tengan algún tipo de relación. Es un psicópata controlado que asesinará
cuando se sienta seguro de hacerlo y lo considere necesario. Algunos autores incluyen en
este tipo a los asesinos a sueldo. No siendo solo el móvil económico para la consideración
del asesino en serie, habiendo otro motivo relacionado.

 Orientado al Poder y Control: Es el que juega a ser Dios, requiere sentir el más absoluto
dominio sobre sus víctimas, lo que constituye su fuente de placer, disponiendo de sus
vidas. Tiene una intensa vida interior, provista de fantasías de muerte. Es un Psicópata
Organizado, posee una sofisticación de los actos preparatorios y los medios para dominar
a sus víctimas. Prefieren el estrangulamiento manual a la utilización de otras armas.

Causas del Crimen en Serie: En la actualidad, los motivos que impulsan al asesino en serie son una
incógnita científica, no obstante, en los últimos años se han generado importantes avances
científicos que han contribuido a esclarecer algunos puntos. Por ejemplo, en relación al crimen en
serie en el caso de sujetos con Psicosis, la comunidad científica está de acuerdo en atribuir la causa
de su comportamiento a las manifestaciones de dicha enfermedad (Por lo general una
Esquizofrenia Paranoide, cuyos delirios les llevan al asesinato). Los motivos que invocan estos
asesinos son producto de delirios, con alucinaciones visuales y auditivas que los llevan a matar por
cualquier razón carente de lógica (Del Castillo, 2010).

Aún existe un velo respecto de las motivaciones del crimen en serie, sin embargo, no existe un
único componente sexual, hay al menos otros dos móviles que son típicos del Psicópata, la
necesidad de sentir poder y control sobre las víctimas y la sensación de vitalidad. Estas tres
motivaciones están en conexión con rasgos de personalidad psicopática. Algunas veces, las
conductas de los asesinos en serie parecen tan surrealistas que cuesta creer que hayan sido
cometidas por personas en su sano juicio, sin embargo, asi es. Además, poseen una percepción
de sí mismos como seres superiores, demostrando que tienen el poder de decidir entre la vida y la
muerte. Por otra parte, existe en ellos una necesidad de excitación continuada. Muchos asesinos
en serie describen el acto de matar como una forma de sentirse vivos, como una experiencia
parecida a la adicción que genera el consumo de drogas, no obstante, socialmente cuesta
reconocer que ciudadanos aparentemente normales y adaptados puedan cometer acciones de
tanta violencia. Hay psicópatas que cometen asesinatos de forma impulsiva y ante situaciones
banales, como una discusión en la calle o un comentario que contradice su propio pensamiento o
voluntad (Del Castillo, 2010).

Algunos asesinos justifican sus actos de violencia argumentando una necesidad de experimentar la
sensación de matar a otro, éste motivo se encuentra estrechamente ligado con la necesidad de
excitación continuada, es decir, una constante búsqueda de emociones nuevas, lo que podría
comenzar a presentarse incluso desde la etapa de la adolescencia. También hay psicópatas que
cometen el crimen como una forma de buscar fama, siendo el delito una forma de obtener
atención periodística y consecuentemente esto los lleva a alimentar sentimientos de vanidad.

Algunos crímenes son explicados por un hastío, que más que sentir la satisfacción de experimentar
nuevas emociones, tiene que ver con sentimientos de superioridad que le autoriza a decidir sobre
la vida y la muerte en función de sus peculiares apetencias. En sus asesinatos se refleja fielmente
su imagen: son crueles, fríos, demostradores del nulo valor otorgado a la vida humana y del vacío
emocional de sus autores. El asesino en serie es un tipo especial de psicópata, que en gran parte
de los casos poseen un grado elevado de trastorno, una capacidad de autocontrol mayor que la
del resto de los psicópatas y una gran adaptación al medio. Lo anterior les permite conseguir sus
fines una y otra vez pudiendo esquivarse durante muchos años de las manos de la policía (Del
Castillo, 2010).
Algunos asesinos en serie, presentan uno o más signos de alerta en su niñez de lo que se conoce
como el "Conjunto McDonald" o "Tríada psicopática". Estos son:

 Piromanía: Comenzar incendios sólo por la emoción de destruir cosas.

 Crueldad hacia los animales: Muchos niños pueden tener comportamientos crueles con
los animales, como por ejemplo cortarle las patas a las arañas, pero los futuros asesinos en
serie con frecuencia matan animales más grandes, como perros y gatos, y comúnmente
para su propio placer, más aún de sólo impresionar a sus amigos.

 Enuresis: Se mantiene más allá de la edad en que los niños normalmente superan dicha
dificultad.

Es importante realizar una aclaración, esta tríada, desarrollada en 1963, ha sido cuestionada por
otros investigadores.

Los asesinos en serie frecuentemente tienen impulsos extremadamente sádicos. Estos anulan la
capacidad de sentir empatía por el sufrimiento de otros, de esta manera, son frecuentemente
llamados psicópatas o sociópatas, términos que han sido renombrados por psicólogos como
trastorno de personalidad antisocial. Algunos asesinos en serie hacen uso de la lujuria y la tortura,
para obtener placer sexual por mutilación de la víctima y también de matarla lentamente por un
prolongado lapso de tiempo.

La mayoría de los asesinos en serie tienen antecedentes enfermizos. Se sabe que, frecuentemente,
fueron víctimas de abusos durante su infancia, ya sea física, sexual o psicológicamente, toda vez
que existe una correlación entre los abusos de su infancia y los crímenes que cometen.

El elemento de fantasía en el desarrollo de los asesinos en serie es extremadamente importante.


A menudo fantasean acerca de asesinar durante y aún después de la adolescencia. Sueñan
despiertos de manera compulsiva sobre dominación, sometimiento y asesinato, usualmente con
elementos muy específicos de sus fantasías que después aparecen en sus crímenes reales. Otros
disfrutan leyendo historias de sadismo, llenos de violación, tortura y homicidio. En algunos casos,
estos rasgos no están presentes.

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