Está en la página 1de 3

" Si el campo es vulnerable todos somos vulnerables"

Bonilla B, Estefanía1; Delgado G, Wilson2

A lo largo de la historia, los colombianos han presenciado el movimiento campesino desde la crudeza e
injusticia, aún haciendo lo inalcanzable y sacrificando millones de vidas. El movimiento campesino es capaz de
acoger todo el territorio y se hace indispensable; y por supuesto, inherente al ciudadano colombiano. De esta
manera, es reconocido y toma importancia a consecuencia de una crisis qué acaba con las manos qué
alimentan el país.

Ahora bien, según Leopoldo Múnera, en su investigación sobre los "Movimientos populares en Colombia" en la
Universidad Nacional de Colombia, expresa:

“En general en Colombia se consideran como formas de producción campesina las actividades destinadas a
garantizar parcial o totalmente la subsistencia del trabajador rural, mediante la utilización de la fuerza de trabajo
propia o familiar, en el cultivo de la tierra o la cría del ganado. Incluso cuando los productores emplean como
mano de obra subsidiaria a trabajadores asalariados”

Un campesino hoy, por generaciones enfrentó factores como el cambio de modelo de desarrollo, frente el cual el
campesinado ha ido desarrollando nuevas formas de adaptación, la crisis de la agricultura qué en muchas
regiones ha obligado al campesino a meterse en cultivos ilícitos, la presencia de actores armados con los qué el
campesino se ve obligado a coexistir.

“ Acabaron con todos los fondos de café [..] y la respuesta hoy del gobierno es… matarnos, acribillarlos y una
lucha desigual. Nosotros estamos cansados en el campo, trabajar como bueyes y viejos. Y tener qué protestar
ante un gobierno oligarca, un gobierno atarbante; qué aprovecha la debilidad de la capacidad de las fuerzas;
porque, no tenemos armas en las manos.
Tuviéramos armas estaríamos combatiendo con ellos. A ver si qué era verdad. Que era bueno llegar a sus
casas y romperles la ollas de comida y envenenarlas.
Es injusto.
Es más, son los chupasangres de nosotros los cafeteros, nosotros hemos hecho crecer la economía
colombiana. 80 años produciendo riquezas, analicen ustedes; yo 77 años y todavía…
Pisotean [...] , abusando, una niña la cojieron el martes y la aporrearon [..] y un chulo de esos pisoteaba a un
compañero [...]
Es injusto.
Uno es noble [...]
Entonces nos están obligando a buscar otras maneras, nosotros así no podemos vivir en el campo” 3

Se tiene entonces en el sector campesino una gran diversidad cultural y es precisamente en la riqueza de esta
diversidad, qué subyacen las claves históricas de la gran capacidad qué tiene este actor para resistir y
adaptarse a nuevos roles para interlocutar y coexistir aún en
medios y condiciones tan difíciles y hostiles como las que hoy que le imponen el modelo
de desarrollo neoliberal y el conflicto armado colombiano.

1 Estefanía Bonilla Barrera. Cod, 20201081024. Tecnología en Gestión Ambiental y Servicios Públicos. ebonillab@correo.udistrital.edu.co
2 Wilson Hernando Delgado Guerra. Cod, 20201081029. . Tecnología en Gestión Ambiental y Servicios Públicos.
whdelgadog@correo.udistrital.edu.co
3 Campesino qué llora. Anónimo.
El origen de los movimientos campesinos en Colombia se debe principalmente a
-El abandono y el despojo que han causado una mayor concentración de la tierra y un incremento en la
desigualdad social y económica, en un país que de por sí ha tenido altos índices históricos. En el país, el 1 % de
las explotaciones de mayor tamaño controlaba más del 80 % de la tierra, y el 99 % restante se repartía el 20 %.-
(Comisión de la Verdad, pp 124-125), esta nefasta distribución de tierras aunado con la poca iniciativa política
de llevará a cabo una reforma agraria que distribuya en partes iguales las tierras productivas del país condujo
finalmente a la radicalización de movimientos campesinos.

Uno de los casos más emblemáticos de movilización campesina se dio en 1928, cuando trabajadores de la
United Fruit Company fueron masacrados a manos del ejército y este mismo caso se repite durante parte de los
años 80's, 90’s y principios de siglo, en la cual grandes terrateniente y/o empresarios contratan grupos de
mercenario denominadas Autodefensas para la protección o la expansión de sus propios bienes, siendo estos
mismos los que controlaban como ya se mencionó cerca del 80% de la tierra productiva en Colombia.

Estas expansiones ilícitas se presentaron mayoritariamente en áreas alejadas de los mayores centros poblados
y donde por sus accesos a vías marítimas y recursos naturales, permitiendo una diversificación de ingresos por
parte de actividades ilícitas como la plantación de coca, la minería ilegal o la explotación de madera. De acuerdo
con el Banco Mundial, en 2012, Colombia era uno de los cinco países más desiguales del mundo en términos de
concentración de tierras. En Colombia, el aumento de la concentración de la tierra se ha producido en las zonas
más distantes del centro del país, donde, además del conflicto armado, la extracción histórica de recursos ha
sido elevada.

Los principales procesos organizativos de unidad campesina a nivel nacional son:

Estructura Unitaria Organizaciones Integrantes Fechas

Mesa Nacional de Unidad Agraria Anmucic, Fensuagro, anuc-ur, 2006 hasta hoy
cna, Fenacoa, Apemecafé, Fanal,
acc Sintraincoder, Asogras,
Federación Comunal, aduc
Cundinamarca y el Comité de
Interlocución Marcados
Campesinos

Coordinadora Nacional Agraria y Fensuagro, Fenacoa, 2007 hasta hoy


Popular, Conap Sintraincoder, acvc, Asociación
Campesina del Catatumbo y
algunas organizaciones
regionales.

Convergencia Nacional, Anmucic, Fensuagro, anucur, cna, 2003 hasta 2006. Se disolvió en
Campesina Negra e Indígena cni Sintradín, pcn, onic, Fenacoa. 2006 para darle paso a la Mesa
Nacional de Unidad Agraria

Vía Campesina Fenacoa, cna, Fensuagro, anucur, 1996 hasta hoy


acvc

Consejo Nacional Campesino cnc Anmucic, Fensuagro, anucur, cna, 1999 hasta 2003
Sintradín, onic, Fenacoa, Fanal,
Festracol, acc, Acbra y la cnd.

Consejo Nacional de Fensuagro,Sintradín, onic, Fanal, 1991 hasta 1998


Organizaciones Agrarias e acc, Festracol, Fenacoa, Anmucic,
Indígenas de Colombia, Conaic anuc-ur.

Fuente: PNUD (2012, p. 99).

Desde que la Comisión de la Verdad puso en marcha su mandato de escucha profunda para esclarecer la
verdad del conflicto, cientos de comunidades y organizaciones campesinas le han expresado que su anhelo es
que el Estado y la sociedad reconozcan las tragedias humanitarias y los irreparables dolores que la guerra ha
ocasionado en sus vidas, pero también han sido contundentes en la exigencia de que se reconozca y se
resuelva la historia de abandono y precarización que ha permitido la degradación de la guerra y que se
evidencia en las paupérrimas condiciones en las que hoy viven.

“A los campesinos nos han negado todo lo que a otros les sobra. Nos han negado lo fundamental -que es el
derecho a la vida- y lo elemental: vías, hospitales, escuelas, energía eléctrica, agua potable, vivienda, créditos,
asistencia técnica, infraestructuras, títulos de propiedad de las tierras y mercados para comerciar los productos”.

A pesar de todo, las comunidades campesinas resisten y se organizan para vivir y trabajar en el campo en paz y
en dignidad. Desde las Juntas de Acción Comunal, las asociaciones, los cabildos, las cooperativas, las mingas,
los sindicatos, los consejos comunitarios y las Zonas de Reserva Campesina, los y las campesinas persisten en
la defensa de los derechos que les son sistemáticamente negados y en la reivindicación de las economías
campesinas, familiares y comunitarias.

También podría gustarte