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Leaf, C, 2019. Limpia tu enredo mental.

pp 133-134)

 
ACEPTAR, PROCESAR Y RECONCEPTUALIZAR
Por lo tanto, cuando usas el paso 1 (Recolectar), aceptas el sentimiento de ansiedad o de depresión como una señal
de advertencia emocional de que algo está sucediendo. También sintonizas con la señal de advertencia física de tu
estrés, como un ritmo cardíaco acelerado, un dolor de cabeza, o dolor de estómago. Aceptas la información unida a
las emociones, y lo haces a modo de celebración, no porque estés celebrando los recuerdos dolorosos sino porque
ahora eres consciente de ellos, lo cual significa que puedes cambiarlos. ¡La celebración está en el cambio!
Aceptar es una de las tareas más difíciles, porque requiere de nosotros que admitamos que estamos batallando y
enfrentemos sin rodeos el problema, el pensamiento o el sentimiento. Nuestro ego es desafiado, y nuestra
sensación de confort y de seguridad se ve amenazada. Es en este punto donde muchas personas salen corriendo en
dirección contraria, ya sea por temor, por culpabilidad o por vergüenza, debido a la práctica equivocada de hacer
de las emociones una parte de su identidad. Sin embargo, es esta misma consciencia la que enseña al cuerpo a
liberar sustancias químicas específicas y encender y apagar genes, dirigiendo el mejor flujo de distintas frecuencias
de energía del cerebro. Incluso aumenta el flujo sanguíneo y el oxígeno a la zona frontal del cerebro, ayudando a
reparar el daño por la intensidad emocional del trauma y el estrés crónico no manejado. Aquí tenemos algunos
sencillos consejos para hacer que la aceptación sea un poco más agradable.
1. Reconocer que emociones, pensamientos, trauma, y experiencias del pasado no son nuestra identidad. Por
ejemplo, estamos desafiando los sentimientos de vergüenza, no estamos diciendo que somos una vergüenza.
2. Aceptar que el dolor no es negociable cuando hacemos el trabajo de curarnos. Hemos de decirnos que
finalmente terminará, incluso si en ese momento no sentimos que eso sucede.
3. Recordar siempre que nunca estamos solos en este viaje y que merecemos el amor y el apoyo que nos dan
nuestros seres queridos cuando nos acercamos y pedimos ayuda.
4. Recordarnos a nosotros mismos experiencias pasadas que hemos superado a pesar de nuestra incertidumbre.
5. Tener en mente que esta parte dolorosa no durará para siempre, y cuanto antes aprendamos a aceptarla, antes
transitaremos por ella.
6. Y lo más emocionante de todo: en cuanto lo aceptamos, el pensamiento se ha debilitado y está en proceso de
cambio, incluso si no nos lo parece. Nuestro sistema nervioso y no-consciente cambia antes de que seamos
conscientes de ese cambio y lo experimentemos en nuestra vida.
No aceptar tus sentimientos no hace que se vayan. Si no salen, entrarán en tu cuerpo, tus células, tu ADN, y tu
mente explotará en modo volcánico en algún momento; no hay modo alguno de que te libres de eso. Negar la
existencia de las emociones o los pensamientos es un mecanismo de defensa que puede ayudarte a evitar la
incomodidad por un período de tiempo corto, pero no fomenta la sanidad y, al final, te llevará a un punto de
quiebre.
Después de aceptar, pasamos a la etapa de procesamiento, que forma los pasos 2 y 3: Reflexionar y Escribir.
Esto implica una reflexión profunda utilizando las clásicas preguntas: quién, qué, cuándo, dónde, por qué, y cómo.
Escribir esos pensamientos desempeña un papel muy importante en organizar nuestro pensamiento a fin de
identificar la perspectiva y encontrar la raíz: el origen de nuestro modo de pensar, sentir y decidir que está detrás.
Estos pasos de reflexión profunda y escritura son buenos lugares para utilizar muchas de las técnicas de neuro
plasticidad dirigida de las que hablaremos en el capítulo 9.
La etapa de procesamiento supone también un duro trabajo emocional, especialmente cuando lidiamos con el
trauma, de modo que está atento a no comparar tu procesamiento con el de otra persona o ponerle un marco. Por
ejemplo, tal vez necesites varias rondas de ciclos de 63 días para resolver esas profundas cicatrices mentales que
has estado evitando por un tiempo. No supongas que debes lidiar con esos problemas dentro de un ciclo de 63 días,
o cualquiera que sea el límite de tiempo que te impones, ya que eso te predispone al fracaso.
Tras el procesamiento, entonces reconceptualizamos ese pensamiento, que es el paso 4 (Reconfirmar), y el paso
5 (Acercamiento Activo). Lo hacemos evaluando lo que hemos escrito, que es un modo de mirar nuestras
conductas y nuestra comunicación: cómo han impactado nuestra vida, de dónde provienen, y de qué otras maneras
podemos percibirlos para que su impacto en nuestra vida sea neutralizado.
Es importante recordar que tú controlas este proceso. De hecho, lo diriges porque esta es tu experiencia de vida.
Utiliza las técnicas de neuro plasticidad dirigida también aquí para hacer que este proceso sea más fácil. La meta
de la reconceptualización es iluminar el cambio y honrar el proceso de ser humano y vivir la vida. No es un
esparadrapo que ponemos sobre una herida profunda, no es como el proceso de quitar un tatuaje, no es la creación
de un pensamiento “correcto” rival que, si lo pensamos las veces suficientes, tendrá prioridad sobre el pensamiento
tóxico. La reconceptualización es el reconocimiento y la eliminación de las cadenas que nos atan al pasado; es la
prueba que se convierte en el testimonio. Es incorporar tu historia, que ahora está rediseñada (con el dolor
aceptado y neutralizado); no es ignorar o reprimir lo que has experimentado, sino más bien honrar el pasado por el
crecimiento que ha producido en tu vida, e incorporar este cambio a tu vida diaria. Eso convierte tus defectos, tus
errores y tu dolor en tu arma secreta: algo valioso de lo que has aprendido, para crecer y para aprender a amar tu
historia.
Los japoneses tienen un concepto brillante que realmente capta lo que es reconceptualizar, y se llama kintsugi,
que ya mencioné anteriormente. Es el arte de reparar la cerámica fracturada con barniz que se ha espolvoreado o
mezclado con oro, plata, o platino en polvo. Una vasija de cerámica fracturada se repara en lugar de descartarse, y
se convierte en algo hermoso de modo único: las fracturas son unidas formando patrones asombrosos que las
destacan en lugar de ocultarlas.
Un terapeuta, pastor, consejero o coach no puede saber qué es lo mejor para ti, aunque puede ayudarte a
descubrirlo por ti mismo. Pero solamente tú conoces verdaderamente tu propia experiencia; tú eres el experto en tu
vida. La manera más efectiva de utilizar algo como la terapia es verlo como un modo de resolver problemas con un
compañero: poner la decoración dorada en las fracturas de la vasija de cerámica para unirlas, que es lo que yo hice
con mis pacientes en mis veinticinco años de práctica clínica. Sin embargo, ahora puedes usar los 5 Pasos, que son
el modo en que tú manejas tu mente durante todo el día. Es lo que haces entre medias de la terapia, la sesión de
coaching, o la conversación con un amigo o un ser querido, y cómo puedes recorrer el día.
La mejor manera de sacarle el máximo a tu mente es utilizar diariamente el Neurociclaje. En mi consulta y mis
ensayos clínicos, los sujetos que aplicaron de manera rigurosa y consistente estos 5 Pasos durante los períodos
de 63 días fueron los más beneficiados en términos de reducir su ansiedad y depresión, problemas de aprendizaje,
y otros, lo cual les ayudó a sentir que estaban más equipados para enfrentar desafíos y lidiar con sus problemas.
 
AHONDAMOS EN LOS 5 PASOS DEL NEUROCICLAJE
El Neurociclaje es un proceso científico de cinco pasos que te ayuda a utilizar tu mente y tu cerebro de un modo
que dirige la neuro plasticidad de tu cerebro para tu beneficio y que, al hacerlo, mejora la salud de tu mente, tu
cerebro y tu cuerpo.
Estos 5 Pasos impulsan la neuroplasticidad en el cerebro. Son los pasos que recorre la mente a medida que
construye pensamientos y desintoxica pensamientos, los cuales cambian la estructura del cerebro. Por lo tanto, son
la ciencia del pensamiento transformada en un proceso muy simplificado. Cada uno de estos pasos se basa en
investigación neurocientífica sobre cómo construimos en el cerebro pensamientos y recuerdos, que son cosas
reales. Recorrer los pasos secuencialmente es un proceso que yo denomino neurociclar.
¿Cuándo deberías utilizarlo? Todo el tiempo, ¡porque siempre estás usando tu mente! No pasas ni siquiera tres
segundos sin pensar; el Neurociclaje te ayuda a dominar esta mente en acción y convertirte en el jefe de tu cerebro.
Es un modo de aprovechar tu poder de pensamiento.
La manera más fácil de entender los 5 Pasos es mirar de nuevo el árbol de pensamiento en el capítulo 7 junto
con la imagen de abajo. Míralo desde las ramas hasta el tronco y las raíces. El paso 1 es recolectar información de
las ramas y las hojas, que son tus conductas y sus emociones incorporadas. El paso 2 es enfocarte en el árbol
entero e intentar darle sentido: las ramas, el tronco y las raíces, o el detalle de tus conductas y emociones, qué
perspectiva producen, y de dónde provienen.
El paso 3 es escribir, que es el proceso revelador de sacar al exterior los recuerdos de los pensamientos y
llevarlos a tu mente consciente. El paso 4 es un proceso de poda e injerto basado en los descubrimientos que haces
en los pasos 1 y 2, como el proceso del kintsugi del que hablamos antes. El paso 5 es un proceso de estabilización
y consolidación, en el que permites que la nueva planta se asiente un poco antes de trabajar más en ella, y en el que
esperas que se sequen las fracturas antes de añadir más barniz de oro.
Veamos ahora estos 5 Pasos con un poco más de detalle. El primer paso es Recolectar. Eso significa decidir
prestar atención a tus conductas (lo que dices y haces) y aumentar tu información consciente.

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