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Capitulo Ii Final 16-01-2021 Enfermeria
Capitulo Ii Final 16-01-2021 Enfermeria
2.1. Antecedentes
Los traumatismos son la tercera causa de muerte en adultos y la primera entre los
menores de 40 años, y las lesiones torácicas (TT) representan el 25-35%. El TT se
produce en el 10-15% de todos los traumatismos y hasta en el 50% de las víctimas con
diversas lesiones, especialmente en los hombres menores de 40 años.
Las lesiones torácicas son frecuentes en la sociedad moderna y tienen una gran
importancia debido a la naturaleza de los órganos situados en el tórax. Objetivo:
Caracterizar a los pacientes con traumatismo torácico atendidos en el Hospital Enrique
Cabrera. Procedimientos: Estudio detallado y retrospectivo que examinó a 102 pacientes
ingresados en el Hospital Enrique Cabrera con diagnóstico de traumatismo torácico
desde el 1 de enero de 2014 hasta el 31 de diciembre de 2018. Se analizaron los
siguientes cambios: edad, sexo, causa y tipo. de lesión, tipo de lesión, procedimiento,
complicaciones y estancia hospitalaria. Resultados: predominó el sexo masculino
(77,45%) y la edad de 40 a 49 años (25,49%). Los accidentes de tráfico fueron la causa
más frecuente de lesión (31,38%); prevaleció la lesión torácica cerrada (63,73%).
Conclusiones: estos resultados difieren en algunos puntos cuando se comparan con otros
territorios, lo que viene dado por las diferencias en la estructura económica y social
(Satorre et al., 2020).
Los traumatismos torácicos están muy extendidos en la sociedad moderna y son de gran
importancia debido a la naturaleza de los órganos situados en el interior del tórax.
Objetivo: caracterizar la conducta del traumatismo torácico. Procedimientos: análisis de
una serie de casos realizados en el Servicio de Cirugía General del Hospital Dr. Gustavo
Alderegia Lima, Cienfuegos. Se examinaron 184 pacientes atendidos por traumatismos
torácicos en los años 2009, 2010 y 2011 e ingresados en el Servicio. Se estudiaron las
siguientes variables: edad, sexo, color de la piel, ocupación, sitio de la lesión, causa de
la lesión, área anatómica afectada, presentación clínica, procedimiento de la lesión,
estado del paciente al alta y adherencia a la buena práctica clínica. Resultados: La
mayoría de los pacientes eran hombres de entre 31 y 40 años. Predominaron las heridas
por arma blanca. La pleura y el pulmón fueron las regiones anatómicas más afectadas, y
el neumotórax cerrado fue la presentación clínica más recurrente. El cumplimiento de
las normas de buena práctica clínica fue ideal en el 92% de los casos. Conclusión: la
lesión torácica difiere en algunos puntos en comparación con otras áreas, lo que se
asocia a las diferencias en la estructura económica y social (Orozco et al., 2017).
La lesión torácica es un problema fundamental de salud pública y es la primera causa de
muerte en personas en edad de trabajar en el planeta. En Estados Unidos, es la cuarta
causa de muerte después de las enfermedades coronarias, el cáncer y las enfermedades
cerebrovasculares, y se estima que el 25% de las muertes por lesiones son el resultado
de lesiones torácicas, y que representan la mitad de las muertes por lesiones.
“Traumatismo Torácico por arma de fuego”, de los autores González et al., (2020)
señala que:
Los métodos quirúrgicos para las enfermedades del pecho se desarrollaron con el
desarrollo de la humanidad por parte de Hipócrates con sus sorprendentes técnicas
quirúrgicas, con los enormes científicos que describieron artefactos y técnicas para
desarrollar mejor las investigaciones en este campo.
El traumatismo torácico por arma de fuego (TPA) es cada vez más frecuente. Objetivo:
Explicar las características clínicas, la morbilidad, la mortalidad y la tendencia en la
época de los pacientes hospitalizados con TTAF. Método: Análisis analítico
longitudinal. Periodo enero 1981 - diciembre 2018. Revisión de bases de datos,
protocolos prospectivos e historias clínicas. Se utilizaron hojas de cálculo de Microsoft
Excel y el programa SPSS24 con pruebas de chi-cuadrado y Mann-Whitney.
Resultados: Un total de 4.306 pacientes fueron hospitalizados por traumatismo torácico
(TT), 205 (4,8%) por TTAF. En los diferentes periodos hubo un aumento de
politraumatismos y TRISS, sin cambios en la mortalidad. Controversia: La mayoría de
los TTAF han sido aislados. Alrededor de un tercio de los pacientes requirieron cirugía.
La mortalidad fue inferior a la deseada. Se observan cambios en los TTAF a lo largo del
tiempo (González et al., 2020).
El traumatismo torácico (TT) representa alrededor del 10% de todas las lesiones. Se
clasifica como contundente o perforante, siendo los medios más comunes de este último
las armas blancas y las armas de fuego.
Definimos trauma torácico como cualquier trauma en los pulmones, caja torácica, así
como en el corazón, grandes vasos intratorácicos y estructuras mediastínicas (Neira &
Gattari, 2018).
Según Fata & Gorjón (2020) el tórax tiene órganos vitales, así como vasos bastante
relevantes de enorme calibre; además, hay vísceras cuyas lesiones debidas al
traumatismo torácico pueden ser mortales, sobre todo si no se detectan a tiempo; El
traumatismo torácico es bastante frecuente en los pacientes traumatizados y es
responsable de la muerte del 20-25% de los pacientes traumatizados, está presente en
los accidentes de tráfico (coche, moto y atropello), en las caídas y en las agresiones, en
este último caso, es frecuente encontrar un traumatismo torácico no relacionado con
otro tipo de traumatismo.
2.2.3 Fisiopatología
2.2.3.1.- Concepto
El traumatismo torácico es toda lesión de origen traumático que daña el tórax, los
órganos torácicos quedan asegurados por 12 pares de costillas situadas periféricamente
entre la columna vertebral en la parte posterior y el esternón en la parte anterior del
tórax. Entre la pared muscular y los órganos torácicos hay dos membranas, las pleuras,
una de ellas está en estrecho contacto con la pared muscular (pleura parietalis), y la otra
está en estrecho contacto con las vísceras (pleura visceralis), entre ellas hay un espacio
virtual en el que se acumula líquido pleural, lo que hace que una se deslice sobre la otra.
La parte inferior de la caja torácica protege los mejores órganos abdominales (hígado,
estómago, bazo, páncreas y riñones). Por ello, una lesión torácica puede ser también
abdominal y viceversa, estos órganos quedan separados de los órganos torácicos por el
músculo del diafragma (Fata & Gorjón, 2020, pág. 2).
Si Baja (2017) sugiere que se sabe que la fisiopatología se basa en la existencia de 3
componentes que son producto del mecanismo y la intensidad del trauma sufrido por el
paciente, En primer lugar, tenemos el fenómeno conocido como "respiración
paradójica", que se basa en el aumento del espacio muerto en la vía aérea al movilizar el
aire como un péndulo (Pendelluft), haciendo que se desplace siempre de un pulmón a
otro sin llegar al exterior.
Según Neira & Gattari (2018) las lesiones torácicas se pueden dividir en abiertas,
cerradas.
Los traumatismos abiertos pueden ser causados por heridas de arma blanca (tanto
cortantes como contundentes), armas de fuego (balas de alta o baja velocidad) y otros
factores externos. Son poco frecuentes en pediatría. Según el grado de penetración,
pueden dividirse en penetrantes (penetran en la pleura y permanecen en la cavidad
torácica), no penetrantes (pleura parietal intacta) y perforantes (el componente causal
entra en la cavidad torácica y sale de ella). Los traumatismos romos pueden ser
causados por un golpe directo o por un mecanismo indirecto (compresión, torsión,
deslizamiento, hundimiento, aceleración, desaceleración, parada brusca), son más
frecuentes en la edad pediátrica.
• Se debe comenzar con una evaluación inicial. Se debe prestar atención a las
alteraciones de la ventilación (B) y la circulación (C) del C-ABCDE. Se deben
realizar las siguientes acciones:
- Control de la hemorragia catastrófica mediante vendaje compresivo con o sin
agente hemostático. Si la hemorragia se produce en una extremidad y lo anterior
no es suficiente, está indicado el uso de un torniquete.
Hay que asegurarse de que la vía aérea está y se mantiene permeable, siempre
con control cervical:
– Si hay restos de alimento o de sangre en ella, hay que limpiarla.
– Si el paciente estuviera inconsciente, hay que mantenerla permeable con
una cánula de Guedel.
– Hay que poner un collarín cervical y mantener la fijación manual de la
cabeza hasta la inmovilización definitiva con el inmovilizador lateral.
• Valoración de la ventilación, atendiendo a la frecuencia respiratoria y a la
saturación de oxígeno:
– Se debe administrar oxígeno para mantener cifras de saturación de
oxígeno por encima del 94 %.
– En los pacientes que están bradipneicos, se ha de dar soporte ventilatorio
con bolsa mascarilla para alcanzar las 10-12 respiraciones por minuto.
– En los pacientes taquipneicos, se debe sospechar hipoventilación, cuya
causa habría que averiguar.
– Se realiza la inspección del tórax en busca de heridas soplantes, objetos
enclavados, hematomas, hemorragias, etcétera.
– Se observan los movimientos de la caja torácica para ver si estos son
proporcionados o si hay un hemitórax que no se mueve o se mueve
menos, o si existe un segmento libre en la pared torácica.
– Se ha de palpar la parrilla costal en busca de zonas dolorosas,
crepitación, enfisema subcutáneo, etcétera.
– Se tratan específicamente las lesiones de riesgo vital, como se ha visto a
lo largo del tema.
– Hay que asegurarse de que tiene una conveniente perfusión periférica, para lo
que se valora el pulso radial.
– Se valora el estado de perfusión tisular del paciente: se ve el físico de su piel, su
color, su temperatura y el relleno capilar.
– En soporte vital avanzado:
Se debe canalizar al menos un acceso vascular periférico de gran calibre
(preferiblemente, se canalizarán dos).
Además, se valorará la perfusión de suero salino fisiológico en función
del estado hemodinámico del paciente y de la patología que presente. En
general, se buscan cifras de presión arterial sistólica en torno a los
90 mm Hg.
Ante la sospecha de sangrado interno incontrolado en un paciente
hemodinámicamente inestable, se administrará ácido tranexámico (1 g en
100 mL de suero salino fisiológico en 10 minutos).
– Realización de un examen neurológico detallado. Determinación de la escala de
coma de Glasgow: evaluación del tamaño y la reactividad pupilar, evaluación de
la movilidad y la sensibilidad en las cuatro extremidades. Si es posible, se
obtendrá una muestra para determinar la glucemia del paciente.
– En la exposición, se buscan lesiones que puedan comprometer la vida del
paciente y que no se hayan visto antes. También es importante evaluar la
espalda.
2.2.7 Manejo
2.2.7.1 Definición
Rivera (2012) señala que la formación del personal médico y paramédico en el manejo
de los pacientes traumatizados sigue siendo insuficiente, a pesar de los diferentes
sistemas que existen en nuestro país: ATLS (Advanced Trauma Life Support) creado
por el Colegio Americano de Cirujanos, Primary Trauma Care (PTC) de la Federación
Mundial de Sociedades de Anestesiólogos, BTLS (Basic Trauma Life Support) y
PHTLS (Basic and Advanced Prehospital Trauma Life Support); todos con el mismo
propósito: capacitar al personal médico y paramédico para los pacientes traumatizados,
a través de un orden sistematizado y que todos manejen el mismo "lenguaje médico".
Estos cursos se basan en el manejo de la vía aérea (A = Airway), de la ventilación (B =
Breathing), de la circulación (C = Circulation), de los déficits neurológicos (D =
Disability) y de la exposición del paciente (E = Exposure), según las siglas en inglés y
según una revisión primaria y otra secundaria. Es decir, el A, B, C, D, E del
traumatismo.
Fracturas en el esqueleto óseo del tórax (Fracturas costales con volet costal o no,
esternón, escápula, clavícula, columna vertebral). Son las más habituales, sobre
todo las costales en las que nos centraremos.
El problema de las fracturas costales son las secreciones, se contaminan y los
pacientes mueren por neumonía, sobre todo en personas mayores.
Tratamiento para quitar el dolor ya que son muy dolorosas y pueden evitar que
el paciente respire, causando un cúmulo de secreciones que constituye la
máxima complicación y más frecuente.
Otras complicaciones serían hemorragia o salida de aire o sangre si se clavan en
el pulmón.
Neumotórax simple que puede convertirse en hipertensión.
Hemotórax retenidos.
Lesiones diafragmáticas que pueden pasar desapercibidas.
Caso especial:
En los niños, los traumatismos torácicos se asocian a más lesiones porque suelen
deberse a atropellos (2/3 de los traumatismos torácicos tienen múltiples lesiones). Las
fracturas costales son raras porque son muy flexibles, por lo que, si se da el caso será
debido a un traumatismo severo por lo que hay que tener mucho cuidado. Pueden ser
costaleras o no, por otro lado, la contusión pulmonar y el neumotórax son muy
frecuentes
Eskenazi & Reátegui (2018). Afirman que las fuerzas de compresión y la velocidad de
impacto han sido ampliamente estudiadas como responsables de las lesiones. Estudios
recientes han desmitificado la desaceleración y la velocidad de impacto como
mecanismos de lesión. Viano y col. del General Motors Research Laboratories han
demostrado en cadáveres y ovejas que el determinante más importante de las lesiones
torácicas y abdominales es la respuesta viscosa (RV).
2.2.8.2. _ Energía
El análisis de las fuerzas y la energía involucradas en un evento traumático se denomina
"cinemática" y su estudio requiere revisar las leyes básicas de la física como la "Ley del
Movimiento" y la "Ley de Conservación de la Energía".
2.- Un segundo principio es que "la energía no se crea ni se destruye, sino que se
transforma".
3.- La energía cinética depende directamente de la masa y la velocidad al cuadrado,
dividida por dos:
2
masa . ( velocidad ) .
E Cinética=
2
Cuando no hay una urgencia inmediata y hay tiempo para una inmovilización adecuada.
Se realiza siempre con el collarín cervical, el chaleco de extricación o "de Kendrick" (o
una tabla espinal corta en su defecto) y la tabla espinal larga para la movilización final
(Contreras, 2019).
4. Ajustar las correas de las ingles pasándolas desde atrás a delante bajo el muslo y
la nalga del paciente hasta que se encuentre en línea recta con el pliegue
interglúteo y se abrocharán de delante a atrás en el mismo lado donde tiene
origen la correa a modo de arnés. Poner atención en no dejar los genitales
cubiertos por las correas, sino que deben quedar a los lados.
5. Ajustar las correas torácicas cada una con su color. La correa superior se puede
dejar sin ajustar hasta el momento de la movilización si dificulta la ventilación
en un paciente con traumatismo torácico. Una vez abrochadas se apretarán para
ajustar firmemente el chaleco.
Ilustración 5: Chaleco de extracción vehicular paso 5
Elaborado por: Autores (2022)
9. Apoyaremos un tablero espinal bajo las nalgas del paciente de modo que quede
firmemente apoyado en el asiento del vehículo. Otro paramédico sujetará el otro
extremo de la tabla mientras se da la vuelta al paciente y se extrae.
Ilustración 9: Chaleco de extracción vehicular paso 9
Elaborado por: Autores (2022)
10. Se deslizará al paciente sobre la tabla espinal. Después se sueltan las correas de
las piernas y se bajan fijándolas al tablero espinal.
11. Una vez inmovilizado en el tablero espinal se puede soltar de nuevo la primera
cinta torácica para no perjudicar la ventilación.
Cuando se considere adecuado se traslada al paciente a las camillas y tablas del hospital
y se retiran los elementos de inmovilización (labor que es responsabilidad del equipo de
APH). una vez terminada la entrega, la función del equipo es readecuar la
ambulancia, organizar y recuperar los equipos usados y realizar la limpieza y
desinfección necesaria para reportar que nuevamente están en servicio y listos para otra
misión.
BIBLIOGRAFIA:
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http://aula.campuspanamericana.com/_Cursos/Curso01417/Temario/Experto_U
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