Está en la página 1de 31

¿Cómo sé si soy bisexual?

Aprovechando que esta semana se celebra el Día Mundial de la Bisexualidad


quisimos responder a una pregunta que nos enviaron: ¿cómo sé si soy bisexual?
Ser bisexual se trata de atracción: atracción sexual, romántica, física hacia
personas del mismo género y de otros géneros. Es decir, ser bisexual es una
orientación sexual.
Sin embargo, como lo hablamos en un blog pasado, no quiere decir lo mismo para
todas las personas. Para algunas quiere decir sentirse atraídas por hombres y
mujeres, para otras, por personas de más de un género (hombres, mujeres, de
género fluido, queer), o de todos los géneros o sin importar el género. Hay algunas
que prefieren usar otras etiquetas como pansexual u omnisexual porque sienten
que son más incluyentes.
Aunque las etiquetas y sus definiciones cambian con las personas y sus formas de
vivir la sexualidad, es importante reconocerlas y hacerlas visibles. Según una
encuesta reciente*, el 5.6% de las personas adultas en los Estados Unidos se
identifican como LGBT, y de ellas, la mayoría (54.6%) se identifica como bisexual.
Sin embargo, muchas personas todavía creen que la bisexualidad no existe o que
es simplemente una “etapa” y por eso, las personas bisexuales enfrentan
invisibilidad y falta de reconocimiento. Esto hace que para ellas, muchas veces
sea más difícil salir del closet, reconocerse, y que tengan más riesgo de sufrir
trastornos mentales y violencia y/o abuso de pareja.
Aunque existen diferentes definiciones y maneras de ser bisexual, la verdadera
definición es…de cada quien. Mejor dicho, solo tú puedes saber si eres bisexual.
Al final, se trata de aprender a conocer tu manera de vivir la sexualidad, que es
única y, ¡está bien!
Quizá puedas observar o preguntarte: ¿usualmente quiénes te atraen y/o con
quiénes te imaginas o deseas tener sexo y/o relaciones románticas? En general,
¿son personas de un solo sexo, género o de varios?
Al preguntarte, recuerda que el definirte y las etiquetas se tratan de sentirte
cómodx con ellas y libre para usarlas, cambiarlas, dejarlas de usar, definirlas, etc.
Son una herramienta para reconocerte, validarte, entenderte y conectarte, si lo
deseas, con otras personas como tú.
Hablando de eso, te recomiendo Bisexual.org (del American Institute of
Bisexuality) y Biresource.org (en ingles), donde puedes encontrar mucha
información y otros recursos muy útiles. Y esta página con mucha información
sobre personas bi famosas. pues si te estás haciendo esta pregunta
definitivamente no estás solx.
Y si eres adolescente, te recomiendo Q Chat Space, un espacio en línea para
adolescentes LGBTQ entre los 13 y 19 años, donde puedes chatear en tiempo real
(en inglés o español) con otras personas con experiencias similares.
Bisexualidad

Bandera del orgullo bisexual.


La bisexualidad es una orientación sexual; se define como la atracción romántica,
la atracción sexual o la conducta sexual dirigida tanto hacia el sexo opuesto como
hacia el sexo propio, o bien como la atracción romántica o sexual hacia personas
de cualquier sexo o identidad de género.6 Si bien, para esta última definición se
suele usar alternativamente el término ‘pansexualidad’, concepto que en
determinados contextos es usado de manera intercambiable con ‘bisexualidad’,
aunque para otros se trata de dos orientaciones o identidades distintas.910

El término bisexualidad se usa principalmente en el contexto de la atracción


humana para denotar sentimientos románticos o sexuales tanto hacia hombres
como hacia mujeres, y el concepto es una de las tres principales clasificaciones de
la orientación sexual junto con la heterosexualidad y la homosexualidad, las cuales
son parte del continuo homosexual-heterosexual. Ahora bien, una identidad
bisexual no equivale necesariamente a una atracción sexual igual para ambos
sexos; comúnmente, las personas que sienten atracción romántica y sexual
predominante, pero no exclusiva hacia un sexo, también se identifican como
bisexuales. A lo largo de la historia, la bisexualidad se ha observado tanto en
sociedades humanas como en otras partes del reino animal. No obstante, el
término bisexualidad, al igual que los términos heterosexualidad y
homosexualidad, son términos que fueron acuñados en el siglo xix.

Los científicos no conocen la causa exacta de la orientación sexual, pero teorizan


que es causada por una interacción compleja de influencias genéticas,
hormonales e influencias ambientales, y no la ven como una elección. Aunque
ninguna teoría única sobre la causa de la orientación sexual ha obtenido todavía
un apoyo generalizado, los científicos están a favor de las teorías basadas en la
biología. Hay mucha más evidencia que apoya las causas biológicas no sociales
de la orientación sexual que las sociales, especialmente para los hombres.
Terminología
El anglicismo bisexual o bi alude a un individuo masculino o femenino que se
identifica con la bisexualidad. Esta definición genera discrepancias a la hora que
diferenciar los conceptos de bisexualidad y pansexualidad. Si se define la
bisexualidad como la orientación sexual y romántica solo hacia las personas de
género masculino y femenino, la pansexualidad es, por tanto, una orientación
sexual más amplia. Sin embargo, si se define la bisexualidad como la orientación
sexual y romántica hacia cualquier género, incluidos los géneros no binarios, la
pansexualidad puede utilizarse como un sinónimo de la bisexualidad.9
Actualmente, no existe un consenso claro entre ambas definiciones.

Orientación
La bisexualidad es la atracción romántica o sexual tanto hacia hombres como
hacia mujeres.
La Asociación Estadounidense de Psicología declara que «la orientación sexual se
ubica a lo largo de un continuo. En otras palabras, alguien no tiene que ser
exclusivamente homosexual o heterosexual, pero puede sentir diferentes grados
de ambos. La orientación sexual se desarrolla a lo largo de la vida personal,
personas diferentes se dan cuenta en diferentes momentos de su vida que son
heterosexuales, bisexuales u homosexuales».
La atracción, el comportamiento y la identidad sexuales pueden ser incongruentes,
ya que la atracción o conducta sexual no se corresponde necesariamente con la
identidad. Algunos individuos se identifican como heterosexuales, homosexuales,
bisexuales sin haber tenido ninguna experiencia sexual. Otros han tenido
experiencias homosexuales, pero no se consideran gais, lesbianas, bisexuales.
Del mismo modo, personas que se identifican como homosexuales
ocasionalmente pueden relacionarse sexualmente con miembros del sexo
opuesto, pero no se identifican como bisexuales. Los términos queer, polisexual,
omnisexual, heteroflexible, homoflexible,

Bicurioso
Hombres que tienen sexo con hombres y mujeres que tienen sexo con mujeres
suelen usarse para identificar el comportamiento sexual.

La activista bisexual Robyn Ochs define la bisexualidad como «el potencial de


sentir atracción —de forma romántica o sexual— por gente de más de un sexo o
género, no necesariamente al mismo tiempo, no necesariamente en la misma
forma y no necesariamente en el mismo grado».

De acuerdo con Rosario, Schrimshaw, Hunter, Braun (2006):

...el desarrollo de la identidad sexual lesbia, gay o bisexual (LGB) es un proceso


complejo y a menudo difícil. A diferencia de otros grupos minoritarios (por ejemplo,
las minorías étnicas y raciales), la mayoría de los individuos LGBT no son criadas
en una comunidad con personas similares de las que puedan aprender sobre su
identidad, que refuercen y apoyen esa identidad. Más bien, las personas LGBT a
menudo crecen en comunidades que son ignorantes o abiertamente hostiles hacia
la homosexualidad.

También se ha estudiado la bisexualidad como una identidad transitoria. En un


estudio longitudinal sobre el desarrollo de la identidad sexual entre jóvenes
lesbianas, gais y bisexuales (LGB) de Rosario et al. Estipularon que:
"Encontramos prueba de consistencia considerable y cambio en la identidad
sexual LGB a lo largo del tiempo". Los jóvenes que se habían identificado como
gay/lesbiana o bisexual antes de un punto de referencia, se identificaron
gay/lesbiana aproximadamente tres veces más que bisexual en evaluaciones
posteriores. De los jóvenes que se habían identificado solo como bisexuales en
evaluaciones anteriores, el 60-70 % siguió identificándose de este modo, mientras
que aproximadamente el 30-40 % asumió una identidad gay/lesbiana con el
tiempo. Rosario et al. sugieren que "aunque hubo jóvenes que consistentemente
se autoidentificaban como bisexuales a través del estudio, para otros jóvenes una
identidad bisexual sirvió como una identidad de transición para una identidad
gay/lesbiana posterior". En contraste, un estudio longitudinal realizado por Lisa M.
Diamond, que seguía a mujeres que se identificaban como lesbianas, bisexuales o
sin etiqueta, encontró que "eran más las mujeres que adoptaron una identidad
bisexual/sin etiqueta que aquellas que las abandonaron" en un periodo de 10
años. El estudio también encontró que las "mujeres bisexuales/sin etiqueta tenían
una distribución general estable de atracciones del mismo sexo/otro sexo".
Diamond estudió igualmente la bisexualidad masculina en una investigación por
encuesta. Notó que "casi la misma cantidad de hombres cambiaron en algún
punto una identidad gay a una bisexual, queer o sin etiqueta que los que
cambiaron de una identidad bisexual a una gay".

Exactitud en la identidad
Artículos principales: Bifobia, Borrado bisexual y Homofobia.

Hombre bisexual marchando en un día del orgullo LGBT

Al igual que otras personas LGBT, los bisexuales a menudo se enfrentan con la
discriminación. Esta discriminación se suele confundir con aquella asociada con la
homofobia; en realidad, la gente bisexual se enfrenta a violencias específicas
alrededor de la palabra bisexual y de la propia identidad bisexual. La creencia de
que la bisexualidad no existe está muy generalizada y procede de dos puntos de
vista. En el punto de vista heterosexista, donde se supone que las personas son
atraídas exclusivamente por el sexo opuesto y se considera que tan solo la
heterosexualidad realmente existe. En la perspectiva monosexista, se cree que
una persona no puede ser bisexual a menos que esté igualmente atraída
sexualmente por ambos sexos. Desde este punto de vista la gente es o bien
totalmente homosexual (gay/lesbiana) o exclusivamente heterosexual;30 el
homosexual de clóset desea aparentar ser heterosexual33 o hay heterosexuales
que experimentan con su sexualidad.3234

La creencia de que alguien no puede ser bisexual, a menos de que esté


igualmente atraído a ambos sexos, es una afirmación que es discutida por varios
investigadores, quienes afirman que la bisexualidad ―como la sexualidad en
general― se debe entender como un continuo homosexual-heterosexual. En
2005,
los investigadores Gerulf Rieger, Meredith L. Chivers y J. Michael Bailey usaron la
pletismografía peneana para medir la excitación de hombres bisexuales a la
pornografía que involucra solo a los hombres y la pornografía que involucra solo a
mujeres. Los participantes fueron reclutados a través de anuncios en revistas
orientadas a gais y periódicos alternativos. Encontraron que los hombres
bisexuales autoidentificados mostraban patrones de excitación genital similar a
hombres homosexuales y heterosexuales. Los autores concluyeron que "en
términos de comportamiento e identidad, existen claramente hombres bisexuales,
pero que la bisexualidad masculina no había demostrado existir con respecto a la
excitación o a la atracción".
La afirmación de Bailey de que "para los hombres la excitación es igual a la
orientación" fue criticada por el Fairness and Accuracy in Reporting (FAIR) como
una simplificación que se niega a tomar en cuenta el comportamiento y la
autoidentificación.37 Además algunos investigadores sostienen que la técnica
utilizada en el estudio para medir la excitación genital es demasiado cruda para
captar todo lo que constituye la atracción sexual en toda su profundidad
(sensaciones eróticas, cariño, admiración).35 El grupo National Gay and Lesbian
Task Force llamó al estudio y la cobertura que dio The New York Times deficiente
y bifobico.38

El Instituto Estadounidense de la Bisexualidad declaró que el estudio de Bailey fue


mal interpretado y mal informado tanto por The New York Times como por sus
críticos. En 2011, Bailey y otros investigadores encontraron que, entre los
hombres con un historial de varias relaciones románticas y sexuales con miembros
de ambos sexos, se presentaban indistintamente altos niveles de excitación sexual
en respuesta a las imágenes sexuales masculinas y femeninas.4041 Los sujetos
fueron reclutados de un grupo en la página de Craigslist, en donde hombres
buscan la intimidad con ambos miembros de una pareja heterosexual. Los autores
señalaron que este cambio en la estrategia de reclutamiento fue una diferencia
importante, pero que esta no podía haber sido una muestra representativa de
hombres bisexuales. Estos llegaron a la conclusión de que "sí existen hombres
autoidentificados como bisexuales con patrones de excitación bisexuales", pero no
pudieron identificar si este patrón se da en la mayoría de los hombres
bisexuales.4142

Escala Kinsey
La escala Kinsey se usa para describir la experiencia sexual de una persona o su
respuesta en un determinado momento. Va desde 0, lo que significa
exclusivamente heterosexual, a 6, es decir, exclusivamente homosexual. Las
personas que se ubican del 2 al 4 normalmente se les consideran bisexuales; en
muchos casos no son totalmente un extremo o el otro. En principio, las personas
que se ubican en cualquier lugar de 1 a 5 se podrían considerar bisexuales. Este
tipo de análisis de la sexualidad presenta la bisexualidad como un punto medio
entre heterosexualidad y homosexualidad y no como una orientación por sí misma.

Demografía
Artículos principales: Demografía de la orientación sexual e Informe Kinsey.
La Organización Mundial de la Salud estima el porcentaje de hombres que tienen
sexo con hombres entre el 3% y el 16%, muchos de los cuales también tienen
sexo con mujeres.46

Siglo xx
El trabajo de Alfred Kinsey Sexual behavior in the human male en 1948 encontró
que "el 46 % de la población masculina había participado en prácticas tanto
heterosexuales como homosexuales, o que había 'reaccionado' a personas de
ambos sexos, en el transcurso de su vida".47 Al mismo Kinsey le disgustaba el
uso del término bisexual para describir a personas que participaban en actividades
sexuales con hombres y mujeres, prefiriendo usar bisexual en su sentido
estrictamente biológico (‘hermafrodita’), declarando que, «hasta que se demuestre
[que] la preferencia sexual de un individuo depende de que en su anatomía
existan estructuras femeninas y masculinas, o que tengan capacidades fisiológicas
masculinas y femeninas, es lamentable llamar bisexuales a este tipo de
personas».3048

The Janus report on sexual behavior (‘informe de Janus sobre el comportamiento


sexual’), publicado en 1993, encontró que el 5 % de los varones y el 3 % de las
mujeres se consideraban a sí mismos bisexuales y que el 4 % de los hombres y el
2 % de las mujeres se consideraban homosexuales.49

Siglo xxi
Una encuesta realizada en 2002 en los Estados Unidos por el Centro Nacional de
Estadísticas de la Salud encontró que el 1,8 % de los varones en la edad de 18 a
44 años se consideraban bisexuales, el 2,3 % homosexuales y el 3,9 % como "otra
cosa". El mismo estudio encontró que el 2,8 % de las mujeres entre los 18 a 44
años se consideraban bisexuales, el 1,3 % como homosexuales y el 3,8 % como
"otra cosa".49
En 2007, un artículo en la sección "Salud" del The New York Times afirmó que «el
1,5 % de las mujeres estadounidenses y el 1,7 % de los varones estadounidenses
se identifican como bisexuales».35 También en 2007 se informó que el 14,4 % de
jóvenes mujeres estadounidenses se identificaron como "no estrictamente
heterosexual", con el 5,6% de los hombres que se identificaron como
homosexuales o bisexuales.50

Un estudio en la revista Biological Psychology en 2011 informó que había hombres


que se identificaban como bisexuales y que eran excitados por hombres y
mujeres.51

En la primera encuesta gubernamental a gran escala que mide la orientación


sexual de los estadounidenses, la NHIS informó en julio de 2014 que solo el 0,7
por ciento de los estadounidenses se identifican como bisexuales.52

Estudios, teorías y respuesta social


No hay consenso entre los científicos sobre las razones exactas para que un
individuo se desarrolle para ser heterosexual, bisexual u homosexual. Entre las
razones propuestas figuran: una combinación de factores genéticos y factores
ambientales (incluido el orden de nacimiento fraterno, donde el número de
hermanos mayores que un niño tiene aumenta las posibilidades de la
homosexualidad; exposición de específicas hormonas prenatales, donde las
hormonas juegan un papel en la determinación de la orientación sexual como lo
hacen con la diferenciación sexual; y estrés prenatal de la madre.

La Academia Estadounidense de Pediatría ha declarado que "la orientación


sexual, probablemente, se determina no por un solo factor, sino por una
combinación de factores genéticos, hormonales e influencias ambientales".61La
American Psychological Association (Asociación Estadounidense de Psicología)
ha declarado que «es probable que haya muchas razones para la orientación
sexual de una persona, y las razones pueden ser diferentes para cada persona».
Además, señaló que, para la mayoría de la gente, la orientación sexual se
determina a una edad temprana.62La Asociación Estadounidense de Psiquiatría
declaró: "Hasta la fecha no hay estudios científicos que apoyen alguna etiología
biológica específica para la homosexualidad; del mismo modo, no existe alguna
causa psicosocial o dinámica familiar para la homosexualidad que haya sido
identificada, incluidas historias de abuso sexual en la infancia".63 Investigaciones
sobre cómo la orientación sexual puede ser determinada por factores genéticos u
otros factores prenatales juega un papel en los debates políticos y sociales sobre
la homosexualidad, y también eleva los temores acerca del perfil genético y las
pruebas prenatales.

Sigmund Freud

Creía que todo ser humano es bisexual en el sentido de incorporar atributos


generales de ambos sexos. En su opinión, como esto era cierto anatómicamente,
por lo tanto, también lo era psicológicamente, siendo la atracción sexual para
ambos sexos un aspecto de esta bisexualidad psicológica, Freud creía que en el
curso del desarrollo sexual del lado masculino de esta bisexualidad normalmente
llegaría a ser dominante en los hombres y el lado femenino en las mujeres, pero
que como adultos todo el mundo tiene deseos derivados de su naturaleza
masculina tanto como de su femenina. Freud no afirmó que todo el mundo es
bisexual en el sentido de sentir el mismo nivel de atracción sexual para ambos
sexos. Las creencias de Freud en la bisexualidad innata fueron rechazadas por
Sandor Rado en 1940 y, a raíz de ello, por muchos psicoanalistas posteriores.
Rado argumentó que no hay bisexualidad biológica en seres humanos.

La bisexualidad humana ha sido estudiada, en la mayoría de los casos, junto a la


homosexualidad. Van Wyk y Geist argumentan que esto es un problema para la
investigación de la sexualidad porque los pocos estudios que han observado
bisexuales por separado han encontrado que los bisexuales son a menudo
diferentes de heterosexuales y homosexuales. Por otra parte, la bisexualidad no
siempre representa un punto a medio camino entre la dicotomía. Las
investigaciones indican que la bisexualidad es influenciada por variables
biológicas, cognitivas y culturales en interacción, y esto da lugar a diferentes tipos
de bisexualidad.66

En el debate actual en torno a las influencias en la orientación sexual, las


explicaciones biológicas han sido cuestionadas por los científicos sociales, sobre
todo por corrientes feministas que animan a las mujeres a tomar decisiones
conscientes sobre su vida y su sexualidad. También se ha encontrado una actitud
diferente entre los hombres y las mujeres homosexuales, con los hombres más
propensos a considerar su sexualidad como algo "biológico", que refleja la
experiencia universal masculina en esta cultura, no las complejidades del mundo
lésbico. También hay evidencia de que la sexualidad de las mujeres puede ser
más fuertemente afectada por factores culturales y contextuales.67

Camille Paglia ha promovido la bisexualidad como un ideal.68La profesora de


Harvard Marjorie Garber hizo un caso académico de la bisexualidad con su libro
de 1995 Vice Versa: La bisexualidad y el erotismo de la vida cotidiana, que
argumenta que la mayoría de la gente sería bisexual si no fuera por la represión y
otros factores, tales como la falta de oportunidades sexuales.69

Factores sociales

El sexólogo Alfred Kinsey en la carátula de la revista Time


En los años 40, el sexólogo Alfred Kinsey fue el primero en crear una escala para
medir la continuidad de la orientación sexual de heterosexualidad a
homosexualidad. Kinsey estudió la sexualidad humana y argumentó que las
personas tienen la capacidad de ser hetero u homosexuales, aunque este rasgo
no se presenta en las circunstancias actuales.70
Desde una perspectiva antropológica, existe una gran variación en la prevalencia
de la bisexualidad entre las diferentes culturas. En algunas tribus parece ser
inexistente mientras que en otras es más común, incluida la tribu Sambia de
Nueva Guinea y otras culturas de Melanesia similares.66

Libido
Varios estudios que comparan a los bisexuales con heterosexuales u
homosexuales han indicado que los bisexuales tienen mayores tasas de actividad
sexual, fantasías sexuales o interés erótico. Van Wyk y Geist (1984) encontraron
que los hombres y las mujeres bisexuales tenían más fantasías sexuales que los
heterosexuales. Dixon (1985) encontró que los hombres bisexuales tenían más
relaciones con mujeres que otros varones heterosexuales. Los hombres
bisexuales se masturbaban más, pero tenían menos matrimonios felices que los
heterosexuales. Bressler y Lavender (1986) encontraron que las mujeres
bisexuales tenían más orgasmos a la semana y afirmaban que eran más fuertes
que los de las mujeres heterosexuales u homosexuales. También encontraron que
los matrimonios con una mujer bisexual eran más felices que las uniones
heterosexuales, observaron menor incidencia en la infidelidad y eran menos
probables de terminar en divorcio. Goode y Haber (1977) hallaron que las mujeres
bisexuales suelen madurar sexualmente antes que otras mujeres, masturbarse y
disfrutar de la masturbación además tener más experiencia en diferentes tipos de
contacto heterosexual.66

Investigaciones recientes sugieren que, para la mayoría de las mujeres, el alto


impulso sexual se asocia con mayor atracción sexual hacia las mujeres y los
hombres. Para los hombres, sin embargo, el alto impulso sexual se asocia con una
mayor atracción hacia uno u otro sexo, pero no a ambos, dependiendo de la
orientación sexual.71De manera similar para la mayoría de las mujeres
bisexuales, un alto impulso sexual se asocia con una mayor atracción sexual hacia
mujeres y hombres; mientras que para los hombres bisexuales, un alto impulso
sexual se asocia con una mayor atracción a uno de los sexos, y se debilita la
atracción por el otro.72

Virilización
La masculinización de las mujeres y la hipermasculinización en los hombres ha
sido un tema central en la investigación de la orientación sexual. Hay varios
estudios que sugieren que los bisexuales tienen un alto grado de masculinización.
LaTorre y Wendenberg (1983) encontraron características de personalidad
diferentes para mujeres bisexuales, heterosexuales y homosexuales. Se ha
encontrado que los bisexuales suelen tener menos inseguridades que los
heterosexuales y los homosexuales. Este hallazgo define a los bisexuales como
seguros de sí mismos y menos propensos a sufrir inestabilidades mentales. La
confianza de una identidad segura se traduce en más masculinidad. Este estudio
no exploró las normas sociales, los prejuicios o la feminización de los hombres
homosexuales.66

En una investigación publicada en la Revista de la Asociación para la


Investigación en Otorrinolaringología, las mujeres suelen tener una mejor
sensibilidad auditiva que los hombres, asumido por los investigadores como una
disposición genética conectada a procrear. Se ha encontrado que las mujeres
homosexuales y bisexuales tienen una hipersensibilidad al sonido en comparación
con las mujeres heterosexuales, lo que sugiere una predisposición genética a no
tolerar tonos de alta intensidad. Aunque se han encontrado hombres
heterosexuales, homosexuales y bisexuales que exhiben estos patrones similares
de audición, había una diferencia notable dentro de un subgrupo de varones
identificados como hiperfeminizados hombres homosexuales que presentaron la
prueba con resultados similares a las mujeres heterosexuales.73

Hormonas prenatales

Dos hombres tomados de la mano


La teoría de la hormona prenatal de la orientación sexual sugiere que las personas
que están expuestas a niveles excesivos de hormonas sexuales tienen cerebros
masculinizados y muestran un aumento de la homosexualidad o la bisexualidad.
Pero no se han realizado hasta la fecha estudios que proporcionen evidencia de la
masculinización del cerebro. La investigación sobre las condiciones especiales,
como la hiperplasia suprarrenal congénita (HSC) y la exposición a dietilestilbestrol
(DES), indican que la exposición prenatal al exceso de testosterona y los
estrógenos se asocian, respectivamente, con fantasías sexuales de mujeres con
mujeres en los adultos. Ambos efectos están asociados con la bisexualidad en
lugar de la homosexualidad.67

Hay investigaciones que sugieren que el ratio en la longitud del dedo índice 2D y
el anular 4D está negativamente relacionado con testosterona prenatal y
positivamente al estrógeno. En estudios al medir los dedos, la asimetría en el ratio
de los dedos (dedo anular largo) se relaciona estadísticamente con la
homosexualidad y con menor ratio en la bisexualidad, sugiriendo que la exposición
a dosis altas de testosterona prenatal y bajas de estrógeno es una causa de la
homosexualidad, mientras que la exposición a dosis muy altas de testosterona
está asociada a la bisexualidad. Como la testosterona es importante para la
diferenciación sexual, esta posición ofrece otra alternativa a que la
homosexualidad masculina sea genética.74

La teoría hormonal prenatal sugiere que una orientación homosexual resulta de la


exposición excesiva a la testosterona, provocando un cerebro sobremasculinizado.
Esto es contradictorio a la hipótesis de que las preferencias homosexuales pueden
deberse a un cerebro feminizado en hombres. Sin embargo, también se ha
sugerido que la homosexualidad puede ser debida a los altos niveles de
testosterona no unida prenatales que resulta de una falta de receptores en sitios
particulares del cerebro. Por lo tanto el cerebro podría ser feminizado, mientras
que otras características, como la proporción 2D: 4D, podrían estar excesivamente
masculinizadas.72
Estructura cerebral
En 1991 Simon LeVay encontró en la autopsia de 18 hombres homosexuales, 1
hombre bisexual, 16 hombres presuntamente heterosexuales y 6 mujeres
presuntamente heterosexuales que el núcleo INAH 3 del hipotálamo anterior de
hombres homosexuales era más pequeño que el de los hombres heterosexuales y
más cerca en tamaño de las mujeres heterosexuales. Aunque agrupado con los
homosexuales, el tamaño INAH 3 del único sujeto bisexual fue similar al de los
hombres heterosexuales.66

Cromosomas
Existen pruebas que apoyan el concepto de precursores biológicos de orientación
bisexual en varones. Según Money (1988), los hombres con un cromosoma Y
extra tienen más probabilidades de ser bisexuales, parafilos e impulsivos.66

Teoría evolucionaria

Dos mujeres besándose


Algunos psicólogos evolutivos han argumentado que la atracción hacia el mismo
sexo no tiene valor adaptativo, ya que no tiene ninguna asociación con un
potencial de éxito reproductivo. En lugar de ello, la bisexualidad puede ser debida
a la variación normal en la plasticidad del cerebro. Más recientemente, se ha
sugerido que las alianzas del mismo sexo pueden haber ayudado a los varones a
subir en la jerarquía social, dando acceso a las féminas y oportunidades
reproductivas. Aliados con el mismo sexo podrían haber ayudado a las mujeres a
pasar a la más segura y más rica en recursos centro del grupo, que aumentan sus
posibilidades de criar a su descendencia.72

Brendan Zietsch, del Instituto Queensland de Investigación Médica, propone la


teoría alternativa de que los hombres que exhiben rasgos femeninos se vuelven
más atractivos para las féminas y por lo tanto son más propensos a aparearse,
siempre que los genes implicados no conduzcan a rechazar la
heterosexualidad.75

Además, en un estudio realizado en 2008, sus autores afirman que "hay


considerable evidencia de que la orientación sexual humana está influenciada
genéticamente, pero lo que no se sabe es cómo la homosexualidad, lo que tiende
a reducir el éxito reproductivo, se mantiene en la población en una frecuencia
relativamente alta". Su hipótesis es que "mientras los genes que predisponen a la
homosexualidad reducen el éxito reproductivo de los homosexuales, también
pueden conferir alguna ventaja en los heterosexuales que los llevan" y sus
resultados sugieren que "los genes que predisponen a la homosexualidad pueden
conferir una ventaja de apareamiento en los heterosexuales, lo que podría ayudar
a explicar la evolución y el mantenimiento de la homosexualidad en la
población".76

En Scientific American Mind, la científica Emily V. Driscoll dijo que el


comportamiento homosexual y bisexual son bastante comunes en varias especies
y que fomenta la unión: "Cuanta más homosexualidad, más pacífica es la
especie". El artículo también afirma que: "A diferencia de la mayoría de los seres
humanos, los animales no pueden ser clasificados como homosexuales o
heterosexuales. Un animal que se involucra en un coqueteo entre especies del
mismo sexo o asociación no niega necesariamente encuentros heterosexuales.
Más bien, muchas especies parecen tener arraigadas tendencias homosexuales
que son una parte regular de su sociedad. Es decir, probablemente no hay bichos
estrictamente gay, solo bisexuales. Los animales no tienen identidad sexual. Solo
tienen sexo".77

Impulso sexual
Van Wyk y Geist resumieron varios estudios que comparan a bisexuales con
hetero u homosexuales que han indicado que los bisexuales tienen tasas más
altas de actividad sexual, fantasía o interés erótico. Estos estudios encontraron
que los bisexuales masculinos y femeninos tenían más fantasía heterosexual que
los heterosexuales u homosexuales; que los hombres bisexuales tenían más
actividades sexuales con mujeres que los hombres heterosexuales, y que se
masturbaban más pero tenían menos matrimonios felices que los heterosexuales;
que las mujeres bisexuales tenían más orgasmos por semana y los describían
como más fuertes que los de las mujeres hetero u homosexuales; y que las
mujeres bisexuales se volvieron heterosexuales activas antes, se masturbaban y
disfrutaban más de la masturbación, y tenían más experiencia en diferentes tipos
de contacto heterosexual.66

La investigación sugiere que, para la mayoría de las mujeres, el impulso sexual


elevado se asocia con una mayor atracción sexual tanto por mujeres como por
hombres. En el caso de los hombres, sin embargo, el impulso sexual elevado se
asocia con una mayor atracción por un sexo u otro, pero no por ambos, según la
orientación sexual.78 De manera similar, para la mayoría de las mujeres
bisexuales, el impulso sexual elevado se asocia con una mayor atracción sexual
tanto por las mujeres como por los hombres; mientras que para los hombres
bisexuales, el impulso sexual elevado se asocia con una mayor atracción por un
sexo y una menor atracción por el otro.72

Historia
Grecia antigua
Artículo principal: Homosexualidad en la Antigua Grecia

Hombre joven y adolescente en sexo intercrural, fragmento de una figura negra,


550 a.C.-525 a.C., Louvre.
Los antiguos griegos no asociaban las relaciones sexuales con etiquetas binarias,
como lo hace la sociedad occidental moderna. Los hombres que tenían amantes
masculinos no eran identificados como homosexuales, y pueden haber tenido
esposas u otras amantes femeninas. Textos religiosos de la Grecia antigua
reflejan sus prácticas culturales donde incorporan temas bisexuales. Los subtextos
variaban, desde la mística a la didáctica.79

Los espartanos creían que el amor y las relaciones eróticas entre soldados
experimentados y novatos podrían afianzar la lealtad de combate y cohesión de la
unidad, y fomentar tácticas heroicas, pues los hombres competían para
impresionar a sus amantes. Una vez que los soldados más jóvenes alcanzaban la
madurez, se suponía que la relación se convertiría en una no sexual, pero no está
claro si esto era estrictamente seguido. Había un poco de estigma que
acompañaba a los hombres jóvenes que continuaban sus relaciones con sus
mentores en la edad adulta.79Por ejemplo, Aristófanes los llamaba euryprôktoi
(que significa ‘de ancho culo’) y los describe como mujeres.79

Dos hombres y una mujer en la cama, uno de los hombres recibe sexo anal del
otro hombre mientras que este penetra a la mujer de la derecha, Pintura mural de
Pompeya, de uno de los baños termales, la pared sur de los vestuarios, pintada
alrededor del 79 a. C.
Antigua Roma
Artículo principal: Homosexualidad en la Antigua Roma
Se esperaba y era socialmente aceptable que un hombre romano nacido libre
quisiera tener sexo tanto con parejas femeninas como masculinas, siempre y
cuando él fuera el que penetrara.80La moralidad del comportamiento dependía de
la posición social de la pareja, no por género. Tanto las mujeres como los hombres
jóvenes eran considerados objetos normales de deseo, pero fuera del matrimonio
un hombre se suponía que debía actuar en sus deseos solo con los esclavos,
prostitutas (que a menudo eran esclavos) y los infames. El género no determinaba
si una pareja sexual era aceptable, siempre que el disfrute de un hombre no
invadiera la integridad de otro hombre. Era inmoral tener relaciones sexuales con
la esposa de otro hombre nacido libre, su hija casadera, su hijo menor de edad, o
con el hombre mismo; el uso de un esclavo de otro hombre estaba sujeto a la
autorización del propietario. La falta de autocontrol, incluida la gestión de la vida
sexual, indicaba que un hombre era incapaz de gobernar a otros; demasiada
indulgencia en el "placer sensual bajo" amenazaba con erosionar la identidad del
hombre de clase alta como una persona culta.81

Comunidad
La comunidad bisexual (también conocida como comunidad bisexual/ pansexual,
bi/pan/fluida o no monosexual) incluye miembros de la comunidad LGBT que se
identifican como bisexuales, pansexuales o fluidas.
Estatus social
Debido a que algunas personas bisexuales no sienten que encajan en el mundo
homosexual ni el heterosexual, y porque tienen una tendencia a ser "invisibles" en
público, se han comprometido a formar sus propias comunidades, cultura y
movimientos políticos. Algunos de los que se identifican como bisexuales pueden
integrarse en la sociedad, ya sea homosexual o heterosexual. Sin embargo, otras
personas bisexuales ven esta integración como algo forzado y no voluntario; los
bisexuales pueden enfrentar la exclusión tanto de la sociedad homosexual como la
heterosexual al salir del armario.83 La psicóloga Beth Firestein afirma que los
bisexuales tienden a internalizar las tensiones sociales relacionadas con su
elección de pareja84 y se sienten presionados a etiquetarse como homosexuales
en lugar de ocupar un punto medio difícil, donde la atracción a personas de ambos
sexos desafía el valor de la monogamia en la sociedad.84 Estas presiones
sociales pueden afectar la salud mental de los bisexuales. Para hacer frente a esta
preocupación, se han desarrollado terapias específicas para los bisexuales.84

Los comportamientos bisexuales también se asocian en la cultura popular en


donde los hombres se dedican a la actividad entre personas del mismo sexo,
mientras que lo contrario se presenta como heterosexual. La mayoría de estos
hombres dicen que viven en el down-low (expresión estadounidense). No se
autoidentifican como bisexuales.85 Sin embargo, esto puede ser una percepción
cultural errónea estrechamente relacionada con la de otras personas LGBT que
ocultan su orientación real debido a las presiones sociales, un fenómeno llamado
coloquialmente "estar en el armario".

En los EE. UU., Una encuesta de Pew de 2013 mostró que el 28% de los
bisexuales dijeron que "todas o la mayoría de las personas importantes en su vida
saben que son LGBT" frente al 77% de los hombres homosexuales y el 71% de
las lesbianas. Además, cuando se desglosa por género, solo el 12% de los
hombres bisexuales dijeron que estaban "fuera" frente al 33% de las mujeres
bisexuales.86

Percepciones y discriminación
Artículos principales: Bifobia y Borrado bisexual.

Los bisexuales enfrentan discriminación y prejuicios a menudo de la propia


comunidad LGBT.
Al igual que las personas de otras sexualidades LGBT, los bisexuales a menudo
enfrentan discriminación. Además de la discriminación asociada con la homofobia,
los bisexuales con frecuencia se enfrentan a la discriminación de los hombres
homosexuales, las lesbianas y la sociedad heterosexual en torno a la palabra
bisexual e identidad bisexual en sí. La creencia de que todo el mundo es bisexual
(especialmente las mujeres en contraposición a los hombres), o que la
bisexualidad no existe como una identidad única, es común. Esto se deriva de dos
puntos de vista: en el punto de vista heterosexista, se presume que las personas
se sienten atraídas sexualmente por el sexo opuesto, ya veces se razona que una
persona bisexual es simplemente una persona heterosexual que está
experimentando sexualmente.32 Desde el punto de vista monosexista, se cree
que las personas no pueden ser bisexuales a menos que se sientan igualmente
atraídas sexualmente por ambos sexos, regulando la orientación sexual para que
sea sobre el sexo o el género que uno prefiere.3031 En este punto de vista, las
personas son exclusivamente homosexuales (gay/lesbianas) o exclusivamente
heterosexuales (heterosexuales),30 personas homosexuales encerradas que
desean parecer heterosexuales,90 o heterosexuales que están experimentando
con su sexualidad.3234 Las afirmaciones de que uno no puede ser bisexual a
menos que se sienta igualmente atraído sexualmente por ambos sexos, sin
embargo, son cuestionadas por varios investigadores, quienes han informado que
la bisexualidad cae en un continuo, como la sexualidad en general.1235

Se presume particularmente que la bisexualidad masculina es inexistente,88 y los


estudios de fluidez sexual se suman al debate. En 2005, los investigadores Gerulf
Rieger, Meredith L. Chivers y J. Michael Bailey utilizaron la pletismografía del pene
para medir la excitación de los hombres bisexuales autoidentificados a la
pornografía que involucra solo a hombres y la pornografía que involucra solo a
mujeres. Los participantes fueron reclutados a través de anuncios en revistas
orientadas a los homosexuales y un periódico alternativo. Descubrieron que los
hombres bisexuales autoidentificados en su muestra tenían patrones de excitación
genital similares a los de los hombres homosexuales o heterosexuales. Los
autores concluyeron que "en términos de comportamiento e identidad, los
hombres bisexuales claramente existen", pero que no se ha demostrado que la
bisexualidad masculina exista con respecto a la excitación o la atracción.91 La
afirmación de Bailey de que "para los hombres la excitación es orientación" fue
criticada por Fairness and Accuracy in Reporting (FAIR) como una simplificación
que ignora el comportamiento y la autoidentificación.37 Además, algunos
investigadores sostienen que la técnica utilizada en el estudio para medir la
excitación genital es demasiado cruda para capturar la riqueza (sensaciones
eróticas, afecto, admiración) que constituye la atracción sexual.35 El Grupo de
Trabajo Nacional para Gays y Lesbianas calificó el estudio y la cobertura del New
York Times como defectuoso y bifóbico.38

El Instituto Americano de Bisexualidad declaró que el estudio de Bailey fue


malinterpretado y mal informado tanto por The New York Times como por sus
críticos.39 En 2011, Bailey y otros investigadores informaron que entre los
hombres con antecedentes de varias relaciones románticas y sexuales con
miembros de ambos sexos, se encontraron altos niveles de excitación sexual en
respuesta a imágenes sexuales tanto masculinas como femeninas.9241 Los
sujetos fueron reclutados de un grupo de Craigslist para hombres que buscaban
intimidad con ambos miembros de una pareja heterosexual. Los autores dijeron
que este cambio en la estrategia de reclutamiento fue una diferencia importante,
pero puede que no haya sido una muestra representativa de hombres identificados
como bisexuales. Llegaron a la conclusión de que "los hombres identificados como
bisexuales con patrones de excitación bisexual sí existen", pero no pudieron
establecer si ese patrón es típico de los hombres identificados como bisexuales en
general.4193

Simbología bisexual
Artículo principal: Simbología LGBT

Dos triángulos superpuestos.


Un símbolo comúnmente utilizado dentro de la comunidad bisexual es la bandera
del orgullo bisexual, que tiene una franja rosa para la homosexualidad, una azul en
la parte inferior para la heterosexualidad y una franja púrpura en medio, mezclada
del rosa y el azul, representando la bisexualidad.94

Otro símbolo que utiliza los mismos colores son un par de triángulos
sobrepuestos, el triángulo rosa, uno de los símbolos más conocidos por la
comunidad gay, y un triángulo azul que, del mismo modo que en la bandera,
representa la heterosexualidad, ambos forman un triángulo púrpura en su
intersección.95

Muchos homosexuales y bisexuales tienen un problema con el uso del símbolo del
triángulo rosa, ya que este era un símbolo que fue utilizado en el régimen de Hitler
para etiquetar y perseguir a los homosexuales (similar a la estrella de David pero
constituida por dos triángulos superpuestos). Por lo tanto, el símbolo de doble luna
fue ideado específicamente para evitar el uso de los triángulos.96Este símbolo es
muy común en Alemania y países circundantes.96
La persona bisexual
Una persona bisexual es aquella que tiene interés romántico o sexual tanto por
hombres como por mujeres. Esto quiere decir que alguien bisexual mantiene
vínculos heterosexuales y homosexuales.

Dicho de otro modo: un hombre bisexual puede desarrollar relaciones con mujeres
y con hombres, mientras que una mujer bisexual hará lo propio con hombres y con
mujeres. No existe una elección excluyente de género a la hora de la intimidad.

Orientaciones sexuales
La bisexualidad supone una de las tres grandes orientaciones sexuales del ser
humano. Si un individuo siente atracción por los integrantes del sexo opuesto, es
heterosexual. En cambio, si ejerce su sexualidad con miembros del mismo sexo,
es homosexual. En el caso de los bisexuales, el sujeto puede tener una pareja
heterosexual o una pareja homosexual.

Algunos datos curiosos que existen en torno a la bisexualidad son los siguientes:

-Aún en pleno siglo XXI hay gente que confunde bisexualidad con homosexualidad
y, como hemos visto anteriormente, son términos diferentes.

-Existe la creencia o leyenda urbana de que los bisexuales son más activos
sexualmente que los homosexuales o incluso que los heterosexuales. Sin
embargo, es simplemente un estereotipo.

-Hay más mujeres que se declaran bisexuales que hombres. En concreto, existe
un estudio llevado a cabo en Estados Unidos donde había un 3,6 % de las féminas
que afirmaba ser bisexual frente al porcentaje de 2,3 % de los hombres. Y en los
últimos años la cifra de bisexuales ha aumentado, quizás debido a que existe una
mayor libertad para poder expresarlo.

Orientación sexual
La bisexualidad forma parte de la diversidad sexual.

-Aunque una persona bisexual puede sentirse atraída tanto por un


hombre como por una mujer no significa que sienta la misma
atracción por ambos sexos. Es decir, que aunque puede tener
relaciones con hombres y con mujeres cabe la posibilidad de que
sienta mayor atracción sexual o amorosa hacia un género.
-Aunque una persona bisexual puede sentirse atraída tanto por un
hombre como por una mujer no significa que sienta la misma atracción por ambos
sexos. Es decir, que aunque puede tener relaciones con hombres y con mujeres
cabe la posibilidad de que sienta mayor atracción sexual o amorosa hacia un
género.
La identidad de género del individuo bisexual
Es importante tener en cuenta que existen múltiples identidades de género que
van más allá de lo biológico o de lo genital. Quien siente interés sexual por
cualquier ser humano más allá de su género o de su identidad recibe el calificativo
de pansexual, quedando la noción de bisexual asociada a las orientaciones
mayoritarias (heterosexual / homosexual).

De acuerdo a ciertas corrientes de la psicología, la orientación sexual forma parte


de un continuo sexual: un sujeto no es exclusivamente heterosexual u
homosexual, sino que puede experimentar distintos grados de ambas tendencias e
incluso cambiar sus preferencias con el tiempo. Esta postura señala que una
persona bisexual puede ser en un momento homosexual y más adelante,
heterosexual, por citar una posibilidad.
Los biólogos, por otra parte, han detectado que varias especies adoptan
conductas bisexuales. La orca, los pingüinos de Humboldt y los bonobos son
algunos de los animales que pueden ser bisexuales.
¿Qué quiere decir ser bisexual?
Ser bisexual o la bisexualidad es un tipo de orientación sexual, pero antes de
entrar en materia, es bueno aclarar un par de cosas.

Aunque muchas personas confunden la orientación sexual y la identidad de


género, en realidad son bien diferentes. La primera, se refiere a quién te atrae
sexual y románticamente: quién te gusta, con quién te dan ganas de tener sexo, o
con quién quieres tener relaciones. La identidad de género es otra cosa. Se refiere
a cómo te sientes por dentro: quién eres y cómo te sientes respecto a tu género
más allá de tu sexo. En otros blogs, he venido hablando sobre estos temas,
chécalos si te interesa saber más.

Orientaciones sexuales hay varias, por ejemplo, gay, lesbiana, heterosexual,


asexual, pansexual, bisexual. Identidades de género también: mujer, hombre,
transgénero, de género no binario, género no conforme, queer o genderqueer.

Entonces, ¿qué quiere decir ser bisexual? Como todas las etiquetas, quiere decir
cosas diferentes según la persona. Además es un termino que ha venido
cambiando, just like everything. Hoy en día es más amplio de lo que era hace unos
años.

Antes, era común usarlo para referirse a quien le gustan los hombres y las
mujeres. Hoy, lo usan personas que sienten atracción por más de un género, por
todos los géneros o sin importar el género. Pero, también hay personas que
prefieren usar etiquetas como pansexual u omnisexual para referirse a lo mismo,
porque sienten que son más actuales e incluyentes.
En fin, que alguien se identifique o no con ser bisexual depende su manera de
sentir, de su experiencia, cultura, creencias, entre otras cosas.

The bottom line es que hay muchas maneras de vivir y experimentar la sexualidad.
El mundo es multicolor y lo que en realidad existe es diversidad, ¡mucha
diversidad!

Por eso creo que es imposible definir algo tan personal e íntimo de una sola
manera. En el sitio web bi.org (del American Institute of Bisexuality) puedes
encontrar más información y recursos acerca de la bisexualidad.

Y, si deseas hablar con alguien, no dudes en contactar a nuestros educadores de


salud de Chatea/Textea, o visitar el centro de Planned Parenthood más cercano a
ti. Te atenderemos y orientaremos con todo el gusto acerca de este y otros temas
de tu salud sexual.

Ser bisexual o la bisexualidad es un tipo de orientación sexual. Pero antes de


entrar en materia, es bueno aclarar un par de cosas.

Aunque muchas personas confunden la orientación sexual y la identidad de


género, en realidad son bien diferentes. La primera, se refiere a quién te atrae
sexual y románticamente: quién te gusta, con quién te dan ganas de tener sexo, o
con quién quieres tener relaciones. La identidad de género es otra cosa. Se refiere
a cómo te sientes por dentro: quién eres y cómo te sientes en realidad, más allá
de tu cuerpo. En un blog pasados he venido hablando sobre estos temas, si
quieres saber más, ¡chécalos!

Orientaciones sexuales hay varias, por ejemplo, gay, lesbiana, heterosexual,


asexual, pansexual, bisexual. Identidades de género también: mujer, hombre,
transgénero, de género no binario, género no conforme, queer o genderqueer.
Entonces, ¿qué quiere decir ser bisexual? Como todo, quiere decir cosas
diferentes según la persona. Hoy en día el término bisexual es más amplio de lo
que era hace unos años. Antes se refería a alguien a quien le atraen por hombres
y mujeres. Hoy, también incluye a quienes se sienten atraídas por personas de
más de un género, de todos los géneros o sin importar el género. En este sentido,
el término “bisexual” es un término sombrilla donde caben diferentes maneras de
vivir la sexualidad.

Que alguien se identifique o no con el término y etiqueta “bisexual” depende de


cada persona, su cultura, experiencias y posición política. Como sabemos, el
mundo es multicolor y lo que en realidad existe es diversidad, mucha diversidad.

The bottom line es que hay muchas maneras de vivir y experimentar la sexualidad.
Por eso, pienso que siempre será muy complejo definir algo tan personal de una
sola manera. En el sitio web bi.org (del American Institute of Bisexuality) puedes
encontrar más información y recursos acerca de la bisexualidad.

Si deseas hablar con alguien, no dudes en contactar a nuestros educadores de


salud de Chatea/Textea, o visitar el centro de Planned Parenthood más cercano a
ti. Te atenderemos y orientaremos con todo el gusto acerca de este y otros temas
de tu salud sexual.
¿Qué significa ser heteroflexible? Te contamos la diferencia con bisexualidad
La heteroflexibilidad es un orientación sexual, por lo general, se aplica a una
persona que es principalmente heterosexuales pero que tiene cierto nivel de
atracción por su propio sexo.
La sexualidad se define cada vez más como parte de un espectro y cada vez más
personas rechazan la idea de que son estrictamente homosexuales o
heterosexuales. Por eso, el lenguaje que rodea la sexualidad también ha
cambiado.
Uno de estos espectros es el término heteroflexible, un término que data de
principios de la década de 2000 para describir a aquellos que son en su mayoría
son hetereosexuales, pero no exclusivamente.

Esto es lo que dicen los expertos sobre ser heteroflexible, cómo se diferencia de la
bisexualidad y cómo ser un aliado para quienes se ajustan a esta identidad sexual.
¿Qué es heteroflexible?

La heteroflexibilidad es una orientación sexual, por lo general, se aplica a una


persona que es principalmente heterosexual pero que tiene cierto nivel de
atracción por su propio sexo.
¿Cuál es la diferencia entre heteroflexible y bisexual?

Estos dos términos de identidad sexual pueden parecer similares, pero no lo son.
Las personas que se identifican como heteroflexibles adoptan principalmente la
heterosexualidad.
Por definición, las personas bisexuales se sienten atraídas sexual y
emocionalmente por personas de su mismo sexo y del sexo opuesto.
Ser heteroflexible, una tendencia que crece en la generación sub-25
Adolescentes y jóvenes exploran la sexualidad por fuera de las etiquetas.
La heteroflexibilidad hace referencia a personas heterosexuales que experimentan
atracción sexual situacional hacia personas del mismo sexo, pero no llegan a
considerarse bisexuales. También se conoce como bicuriosidad, curiosidad por
tener otras experiencias eróticas, en este caso homosexuales. Esta conducta, que
se está haciendo más visible en los últimos tiempos, tiene como principales
protagonistas a los adolescentes y a los jóvenes.
"El adolescente transita una formación gradual de la identidad y aún no tiene una
orientación sexual definida. Se está construyendo la imagen corporal y la
aceptación del propio cuerpo. En la adolescencia se idealizan las situaciones y se
experimenta y explora sexualmente, no hay demasiada racionalización. El
adolescente es bicurioso, ensaya diferentes experiencias emocionales. No implica
una toma de decisión ya que se está preparando, pero no tiene la madurez aún
para hacerlo. La actividad sexual puede estar motivada por un impulso emocional
que puede llevar a diferentes conductas", explica a Clarín la psicóloga y sexóloga
Analía Urretavizcaya.

Para Mariana Kersz, también psicóloga y sexóloga, las personas que se más
animan a explorar estas nuevas conductas sexuales son las que integran la
"generación sub-25".

Éstos jóvenes, apunta, iniciaron su actividad sexual de una manera muy diferente
que los adultos que piensan la sexualidad sin puntos intermedios ni se permiten
salir de todo lo que no tenga que ver con lo binario. "Nosotros pensamos que es
gay o es hetero, es mujer o es hombre. Los sub 25 están enseñándonos esta
flexibilidad de entender el deseo como una cuestión que no tiene que ver con
parámetros o estructuras. Es algo más laxo donde pueden encontrar puntos
medios o grises que me parece que les permite tener una mejor calidad de vida
sexual", opina Kersz.

"Suele decirse que la heteroflexibilidad se impone en este momento como una de


las prácticas sexuales más comunes entre los millennials, una conducta que
marca tendencia en los centenialls. La genitalidad para los jóvenes de este nuevo
siglo no es una prioridad, tampoco cumplir con las reglas impuestas. Quieren
saber de qué se trata esto de ser libres en cuerpo y alma, una revolución que
exige ser sentida con todo el cuerpo y los sentidos. La tendencia heteroflexible
tiene alto impacto en los jóvenes de clases medias, una franja que va desde la
adolescencia y llega hasta los veintipico. Chicos que se permiten un acercamiento
menos prejuicioso al sexo y que tienen un consumo cultural que les permite
opciones. No les da vergüenza contarlo porque, en su círculo, un touch and go con
el mismo sexo no les quita puntos ni con sus amigos ni para futuras conquistas, tal
vez hasta lo contrario", describe a Clarín la psicóloga con posgrado en sexología
clínica María Gabriela Simone.
¿Es una moda?
Urretavizcaya sostiene que en la actualidad es más fácil verlo como una moda
porque influencers y figuras como Miley Cirus le dan mayor visibilidad; sin
embargo, aclara, esta forma de mantener relaciones sexuales existió siempre
aunque era más cuestionado y menos visible.

"La búsqueda de placer y de experiencias sensoriales nuevas y diferentes puede


dar lugar a animarse a emprender una aventura erótica fuera de los cánones
impuestos. Los jóvenes se animan, juegan y coquetean con la posibilidad de elegir
y tener muchas opciones. Los heteroflexibles o heterocuriosos exploran su
sexualidad sin poner en duda su orientación. Es un tema de fantasías sexuales
donde la piel del cuerpo va a responder ante los estímulos eróticos, no importando
quien los produzca", puntualiza.

Las chicas llevan la delantera


Actualmente, no resulta extraño cuando algunas chicas se muestran en las redes
sociales besándose con amigas, rozando sus cuerpos de manera seductora,
tomando fotos y videos donde comparten este tipo de experiencias.

"En mi consultorio veo que las chicas son más flexibles y probablemente como
consecuencia del machismo los hombres se animen menos. El mandato de
hombre como macho sigue estando ahí y pareciera que el varón si tiene
curiosidad sexual ya inmediatamente es catalogado. La sexualidad femenina es
aceptada como más laxa y libre y las chicas están más animadas. El feminismo
hizo mucho para lograr esto", sostiene Kersz.

"El sexo va más allá del pene o la vagina"


Marina (19) es de Misiones, pero hace dos años vino a estudiar a Buenos Aires.
Se define como bicuriosa o heteroflexible desde que pisó la ciudad. Dice que en
su provincia la gente es muy cerrada y que no tenía posibilidad de explorar ni de
conocer otros cuerpos, otros géneros, pero sabía que quería experimentarlo.
"Para mí, el sexo va más allá del pene o de la vagina, si me gusta alguien y me
siento atraída puedo darme la libertad de tener un encuentro con una persona que
sea de mí mismo sexo, sin que eso me genere ningún tipo de malestar. Al
contrario, lo vivo con plenitud y me permite explorar todo lo que quiero de la
manera que quiero, no me limita un rótulo", dice.

Carolina (23) siempre tuvo parejas heterosexuales, se siente atraída por los
hombres, pero encuentra en las mujeres un placer totalmente diferente. "Con una
chica es distinto porque al ser mujer sabe que la estimulación es en el clítoris, en
todo el cuerpo, en la piel. Incluso, en la forma del cuerpo de la mujer hay algo que
no encuentro en el cuerpo de un hombre, que igual me encantan y nunca podría
ser lesbiana, pero me permito explorar sin etiquetas. Con las chicas el sexo es
mucho más sensorial", describe

También podría gustarte