Está en la página 1de 2

JURISPRUDENCIA.

En Guatemala puede establecerse que la jurisprudencia entendida como doctrina legal,


únicamente puede emanar de la Corte Suprema de Justicia o de la Corte de Constitucionalidad,
por lo que puede afirmarse que lo que se pudiere denominar así, en otras ramas del derecho, en
especial en la de Registros, sea vinculante, obligatoria u oponible.

Sin embargo, en nuestro país cobra especial interés el conocer los criterios o guías de calificación
registral que de alguna manera son el resultado del planteamiento de casos concretos anteriores,
que derivan en las citadas conclusiones; y por ello aunque no sean vinculantes, obligatorias, ni
oponibles, ni perfectas, ilustran el rumbo de la actividad registral ante la ausencia de una
verdadera doctrina legal. En ese orden de ideas, son los registros públicos quienes han tomado la
iniciativa de ilustrar de la mejor manera posible aquellos criterios relativamente de aplicación
general, que permiten orientar la aplicación del principio de calificación registral en cada uno de
ellos. En los registros en los que aún no existe evidenciado este esfuerzo, el desgaste es mayor, ya
que cada vez se plantea un caso, habrá que buscar respuesta de uno en uno con la mejor de las
decisiones o, hasta encontrar alguien que este dispuesto a asumir la responsabilidad de la decisión
que considere mejor, que no siempre coincide con la mejor de las decisiones.

En el derecho comparado, se encuentran estructuras bastantes bien organizadas respecto de la


fuente de la que emana la jurisprudencia. En otros casos, ya se han visto sobrepasados por una
posible pugna de poder, respecto de cual es mejor o la verdadera fuente de producción de la
jurisprudencia y por ende cual es la vinculante y cual solo es ilustrativa.

Interesante resulta para Guatemala, que este tema cobre mayor interés en el futuro cercano y
aprender de lo que pasa en otros sistemas y ordenamientos jurídicos, no solo por las buenas, sino
también y fundamentalmente por las malas decisiones que se han tomado.

En caso de uno de los países más avanzados en Registros y Sistemas Registrales, ha de


considerarse especialmente en cuanto a la determinación de la fuente de jurisprudencia, emana
de los órganos administrativos con los que se cuenta o bien si la misma tiene como origen
únicamente los órganos jurisdiccionales.

Para ilustrar este caso cabe señalarse que existe una estructura administrativa ante la cual se
planteaban las inconformidades relacionadas con la calificación registral; quienes integraban esa
estructura, individuos todos muy preparados y con la experiencia previa o simultanea de ser
Registradores, eran verdaderamente respetados y sus decisiones realmente respetadas. Conocían
el derecho registral y lo sabían aplicar y hacer respetar.

Sin embargo en el ordenamiento jurídico legal, se abrió la posibilidad para aquellos que
estuvieren inconformes de escoger a que órgano acudir, si al administrativo o al jurisdiccional; con
ello, la problemática surge y se produce a tal nivel el grado de contradicciones y disputas, que
estuvo a punto de botar todo el andamiaje del sistema registral que por siglos fue eficiente.

Ante la situación , se plantea la solución de establecer los casos de procedencia por los cuales
puede acudirse a las dos vías existentes, con exclusividad. Si los asuntos de calificación están
relacionados con la validez de los instrumentos o contratos y si está inconforme con ello, la vía
exclusiva es la judicial; si se trata de cualquier otro asunto, la vía exclusiva es la administrativa.
Sin embargo y luego de lo aquí visto, consideramos que lo importante es que se establezcan los
mecanismos idóneos para crear jurisprudencia en materia registral, a través de órganos
especializados y cuyas decisiones sean vinculantes, obligatorias y oponibles.

También podría gustarte