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EL FRACASO DE UNA GENERACIÓN

Jueces 2:6-10

1. UNA GENERACIÓN QUE SIRVIÓ A DIOS

El legado de Josué fue visto en la entrega del pueblo a servir al Señor, por eso la
Escritura dice que esta generación fue reunida con sus padres, pero hace mención
que fue una generación que sirvió al Señor todo el tiempo de Josué.

Pero ellos fallaron en transmitir ese legado de la fe a sus hijos, no por falta de un
buen ejemplo; ellos fuero un verdadero ejemplo de fe para sus hijos, ya que ellos
fueron la generación que confiaron en Dios en el desierto, obedeciendo los
mandamientos del Señor de entrar y tomar la tierra prometida a pesar de las
dificultades.

Ellos confiaron en Dios al pasar 7 días dando vueltas a la ciudad de Jericó, ya que
eso es lo que el Señor les dijo que caería los muros.

Ellos confiaron en el Señor al hacer un pacto con Josué de obedecer y servir a


Dios todos los días de su vida (Josué 24:19-28).

Y ellos cumplieron ese pacto de obediencia a Dios en la tierra prometida en lo que


dice Josué 2:7 “y todo el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué.

Peros a pesar del buen ejemplo para sus hijos, sus hijos se apartaron de los
caminos de Dios, porque no es suficiente ser un buen ejemplo, hay otras cosas
importantes que repercuten en la vida de los hijos.

2. UNA GENERACIÓN QUE NO DISCIPULA

Esta generación de padres piadosos, dejaron de impartir un discipulado familiar


que Dios les había encomendado antes de entrar a la tierra prometida (Dt. 6:4-9),
a través de este discipulado sistemático y perseverante debían dar a conocer a
Dios a sus hijos, eneñandoles los mandatos y las obras de Dios, recuerden que
Dios fue intencional con ellos en la enseñanza (Josué 4:5-7) leer…

Al parecer ellos entraron a la tierra prometida, se enfocaron en conquistar y


desarrollar la tierra y no dieron importancia al desarrollo del discipulado familiar
que Dios les ordenó y pasaremos el resultado de esta falta.
3. LOS PADRES NO CONFIRMARON LA FE DE LOS HIJOS (Jueces 2:7)
leer

Los hijos de esta generación piadosa crecieron participando de la obediencia a


Dios de sus padres, pero esos hijos nunca desarrollaron su propia fe en Dios,
nunca desarrollaron la disposición propia de obedecer a Dios. Esos padres
confundieron las obras con la fe.

Amados el día de hoy nos puede pasar lo mismo de ser un buen cristiano, nacen
los hijos y asisten a la escuela dominical, al servicio infantil cuando son pequeños,
crecen haciendo lo que los padres hacen. Con eso se puede pensar que ya son
convertidos a Cristo, pero nunca les enseñaron con la realidad de que el
cristianismo es más que eso, ser cristiano es entregar la vida a Cristo y tener a
Cristo en el corazón manteniendo una relación intima y personal con él.

- La fe debe tener obras, pero las obras no necesariamente significa que hay
fe.
- Es una realidad en la iglesia por generaciones, hijos de padres cristianos se
apartan, ellos se hacen jóvenes adultos, cuando ya toman sus propias
decisiones, salen de casa.

Los hijos no desarrollan una relación personal con Dios (Jueces 2:10b) “ y se
levanto después de ellos otra generación que no conocía a Jehová…”.

El termino conocer aquí no significa que ellos no sabían quien era Jehová, sino
que no tenían una relación íntima o una comunión estrecha con Dios. Dios sabía
quienes eran las demás familias y pueblos de la tierra, pero había escogido solo al
pueblo de Israel para esta relación intima de padre e hijos.

4. LOS PADRES NO DIERON A CONOCER A DIOS A LOS HIJOS (v. 10)

Los padres fallaron en eseñar a sus hijos las promesas de Dios, el cuidado, el
poder, la soberanía, la misericordia, el propósito de Dios para con ellos como
pueblo, hace un momento mencione que Dios había ordenado a los padres a
hacer saber a los hijos las grandes obras realizadas por Dios a favor del pueblo
(Josué 4:5-7).

- No les contaron que Dios había librado con prodigios y milagros de la


esclavitud de Egipto.
- Que Dios había abierto el mar rojo para que ellos pasaran en seco.
- Que Dios había sostenido al pueblo durante 40 años en el desierto
- Que al llegar a la tierra prometida Dios detuvo las aguas del jordan para
que pasaran en seco.
- Que en la tierra prometida Dios los había llevado a ganar batallas sobre los
pueblos paganos.
- Que Dios detuvo el sol para favorecerlos en una batalla.

Por eso es importante que las generaciones que nos siguen puedan ver la mano
de Dios en sus vidas, porque solo cuando ellos llegan al conocimiento de Cristo no
se apartan del Señor, por eso también el escritor de proverbios dice que hay que
instruir al niño en su camino, instruir es enseñar. Que sus hijos puedan entender
que fuera de Cristo no somos nada y que ellos entiendan que Cristo es todo lo que
necesitamos.

5. EL DISCIPULADO FAMILIAR PERMITE LLEVAR A LOS HIJOSA


DESARROLLAR CONVICCIONES DE FE.

Debemos instruirlos en la Palabra de Dios mostrándoles a Dios como él se ha


revelado en las Escrituras, ya que es a través de la Palabra nos revela…

Debemos mostrarles lo que Dios hizo en nuestra vida personal, familiar y


eclesiástica.

Debemos darles la oportunidad de que ellos experimenten el poder de Dios en sus


propias vidas. Mientras mas acomodemos a ellos menos oportunidad tienen de
experimentar a Dios.

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