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ANÁLISIS DE LOS DELITOS CONTRA LA INDEPENDENCIA Y 

LASEGURIDAD
DE LA NACIÓN
Tipificados en el Código Penal de Venezuela en los artículos 128 al
160podemos señalar que en cierta manera todos los delitos afectan de modo más
omenos directo al Estado; algunos recaen sobre la organización estatal o
lesionand e r e c h o s   d e   d e t e r m i n a d a s   p e r s o n a s ,   e n   e s t e   s e n t i d o   e l   E s
t a d o   e s   e l   ú n i c o encargado de proteger, pero pudiera ser que no llegara a
afectar al Estado en su totalidad. Entre los delitos la norma establece aquellos que
van contra la Patria( a r t í c u l o s 1 2 8 a l 1 4 3 ) , d e l i t o s c o n t r a l o s P o d e r e s
d e l a N a c i ó n y l o s E s t a d o s (artículos 144 al 152), y delitos contra el derecho
internacional (artículos 153 al160).
1.DELITOS CONTRA LA PATRIA
Estos delitos constan de:

 Atentados contra la integridad del territorio y contra lasinstituciones republicanas
(artículos 128 y 120 del Código Penal)

Cooperación a la guerra contra la Patria (Artículos 130 y 131).

Conspiración contra la forma política (artículo 132).

Favorecimientos bélicos (artículos 133 y 140)

Violación de secretos políticos y militares (Artículos 134, 135 y 136).

Espionaje militar (Artículo 137).

Infidelidad en negocios del Estado (Artículo 138).

Ofensa a los emblemas nacionales (Artículo 141).

 Aceptación de honores de Nación enemiga (Artículo 142).

 Aceptación ilícita de honores o recompensas de Nacionesextranjeras (Artículo 143)

Traición:
La traición a la patria representa la idea de una entrega, d
e   u n a deslealtad de fe y de confianza. Desde el punto de vista de la doctrina el
uso quese hace de la traición es el de atentado contra la seguridad exterior o integridad dela
Patria.E s t e   t i p o   d e   d e l i t o   e n   e l   á m b i t o   p e n a l   e s   l a   p e r s o
n a   s e a   n a t i v a   o naturalizada, que le debe obediencia a una Nación;
no puede considerarse traidor a la patria a un extranjero, pero sí a los nativos y
naturalizados.También se puede llamar traidor al extranjero que debía
obediencia enrazón de su función. Aspecto subjetivo doloso; puede recaer en
algún error sobrelos elementos objetivos de la figura del delito, como por ejemplo
la existencia deEstado de guerra. Nada obsta a las causas de justificación.Por otra parte
tenemos la acción de tomar las armas contra la Nación o unirse a sus
enemigos prestando ayuda o socorro, debe interpretarse bien paraentender mejor
la acción de traición a la patria por ello es necesario definir lo quees tomar las armas
y la forma como son tomadas esas
armas.T o m a r   l a s   a r m a s   s i g n i f i c a   p a r t i c i p a r   e n   a c c i o n e s   b é l i c a s   o f e
n s i v a s   o defensivas, en el frente o la retaguardia sin que se requiera
que el autor
estéa r m a d o   m a t e r i a l m e n t e ,   s i n   q u e   l a s   h o s t i l i d a d e s   s e   h a y a n   i n i c
i a d o ,   s i e n d o suficiente que el Estado de guerra exista. Por otra parte
las armas deben ser tomadas contra la Nación, lo que significa la existencia de
un Estado de guerraexterior. Ejemplos de traición a la patria son los siguientes.

Solicitar o gestionar la intervención de un gobierno extranjero paraderroca
r el gobierno venezolano.

Solicitar intervención extranjera en los asuntos de la política interior 

Pedir concurso extranjero para perturbar la paz de la República.

Facilitar a la nación enemiga en tiempos de guerra, dinero, provisiones oelementos de guerra.

 Aceptar honores, pensiones u otras dádivas de alguna Nación que sehalle en
guerra con Venezuela

1. 13. Delitos Contra La Libertad Individual Violencia privada Este delito se encuentra


ubicado en el artículo 175 del Código Penal Venezolano. Elementos: Acción: forzar a
una persona por medio de amenazas, violencias u otros apremios ilegítimos, a
ejecutar un acto que la ley no la obliga, o a tolerarlo. Sujeto activo: la violencia privada
es un delito de sujeto activo indiferente. Sujeto pasivo: puede ser una persona dotada
de capacidad volitiva, puesto que es esta la doblegada por el agente. Debe existir una
cierta voluntad de querer, que también poseen algunos enfermos mentales. No
pueden ser sujetos pasivos de este delito los idiotas, niños de muy corta edad y las
personas en estado de inconsciencia. Este delito se consuma cuando el sujeto pasivo
es forzado a ejecutar un acto que la ley no lo obliga, o a tolerarlo. Penalidad: prisión de
quince días a treinta meses. Agravantes: Si el hecho ha sido con abuso de autoridad
pública, o contra algún ascendiente o cónyuge, o contra algún funcionario público.
2. 14. Delitos Contra La Libertad Individual Privación de libertad cometida por un
funcionario público (abuso de autoridad) Este delito se encuentra ubicado en el artículo
176 del Código Penal Venezolano. Elementos: Acción: consiste en privar de su libertad
al sujeto pasivo con abuso de las funciones de agente o quebrantando las condiciones
o formalidades prescritas por la ley. Sujeto activo: el sujeto activo calificado
(funcionario público). Culpabilidad: delito es doloso. Proceso ejecutivo: valgan a este
respecto, mutatis mutandis, las condiciones hechas a propósito de la privación
ilegitima de libertad perpetrada por un particular. E. Penalidad: prisión de cuarenta y
cinco días a tres y medio año; y si el delito se ha cometido con alguna de las
circunstancias indicadas en el primero y segundo apartes del artículo precedente, la
prisión será de tres a cinco años. En el caso previsto en el último aparte del artículo
174, la pena será de diez meses a dos años y medio.
3. 15. Delitos Contra La Libertad Individual Sustracción o retención de menores Este
delito se encuentra ubicado en el artículo 177 del Código Penal Venezolano. El sujeto
activo en este delito es indiferente y son responsables penalmente por sustraer al
menor. Y el sujeto pasivo ha de ser una persona que no haya alcanzado la edad de
quince años. Pero también son sujetos pasivos el padre, la madre y el tutor. El objeto
material de este delito es el mismo sujeto pasivo. La culpabilidad en este delito es
culposo porque el agente debe de obrar con un fin distinto de los de satisfacer sus
propias pasiones, contraer matrimonio o realizar alguna ganancia. Este delito se
consuma con la sustracción o la retención del sujeto pasivo. La pena de este delito
corresponde de prisión de seis mese a dos años.
4. 16. Delitos Contra La Libertad Individual Pesquisa personal arbitraría Este delito se
encuentra ubicado en el artículo 178 del Código Penal Venezolano. La acción en este
delito consiste en ordenar o ejecutar, con abuso de funciones, la pesquisa o registro
del cuerpo del sujeto pasivo. El sujeto activo de este delito solo puede ser los
funcionarios públicos, que hace uso ilegitimo de sus facultades y el sujeto pasivo
puede ser cualquiera, es indiferente. El objeto material es el propio sujeto pasivo,
porque sobre su cuerpo recae la pesquisa o registro abusivo. Este delito es doloso y
se consuma con la pesquisa o registro arbitrario. La penalidad de este delito es de
prisión de uno a cinco meses.
5. 17. Delitos Contra La Libertad Individual Detención sin orden escrita Este delito se
encuentra ubicado en el artículo 179 del Código Penal Venezolano. La acción en este
delito es recibir en calidad de preso a alguna persona sin orden escrita de la autoridad
competente, o negarse a obedecer una orden escrita de excarcelación emanada de la
misma autoridad. El sujeto activo en este delito debe ser un funcionario público que rija
una cárcel o un establecimiento penal y el sujeto pasivo debe de ser el preso o el
detenido. Este delito tiene figura dolosa y el objeto material es el mismo sujeto activo.
Este delito se consuma con la recepción o retención indebida de una persona
presuntamente delincuente. La penalidad de este delito es de prisión de cuatro a seis
meses.
6. 18. Delitos Contra La Libertad Individual Retardo de medidas liberatorias (tolerancia de
detención ilegal) Este delito se encuentra ubicado en el artículo 180 del Código Penal
Venezolano. Elementos: conducta: consiste en omitir, retardar o rehusar tomar
medidas para hacer cesarla detención ilegal o para denunciarla a la autoridad que
deba proveer el afecto. Si se trata del funcionario a quien corresponde poner fin a la
detención, debe hacerlo, si omite rehúsa o retarda esa decisión comete el delito que
estamos analizando. Sujeto activo: o inactivo, puesto que el es delito es de omisión.
Es calificado. Sujeto pasivo: s la persona ilegalmente detenida. Culpabilidad: la figura
es dolosa. Proceso ejecutivo: se consuma con la omisión descrita. Penalidad: multa de
cien unidades tributarias (100 U.T.) a un mil unidades tributarias (1.000 U.T.).
7. 19. Delitos Contra La Libertad Individual Abusos contra detenidos y condenados Este
delito se encuentra ubicado en el artículo 181 del Código Penal Venezolano. La acción
de este delito consiste en ejecutar contra una persona retenida o condenada actos
arbitrarios o irreglamentarios. El sujeto activo es la persona o funcionario publico
encargado de la custodia de alguna persona detenida o condenada y el sujeto pasivo
es el detenido o el condenado, el objeto material de este delito es el propio sujeto
pasivo, y este delito es doloso. Este delito se consuma con la realización del acto
arbitrario o irreglamentario. La penalidad de este delito corresponde a prisión de
quince días a veinte meses. Y si se cometen ofensas, sufrimiento, tortura, atropellos
físicos o mentales a los detenidos o condenados por partes de los guardianes o
carceleros estos serán castigado con prisión de tres a seis años.
8. 20. Delitos Contra La Libertad Individual Satisfacción de interés privado. Este delito se
encuentra ubicado en el artículo 182 del Código Penal Venezolano que establece que :
“Cuando para cometer alguno de los delitos previstos en los artículos anteriores, el
funcionario público hubiere procedido para satisfacer algún interés privado, las penas
serán las siguientes: en el caso del artículo 180, en lugar de la pena de multa, se
impondrá la de prisión, de tres a cuarenta y cinco días; y en los demás casos la pena
correspondiente se aumentará en una sexta parte.

Negativa a Servicios Legalmente Debidos


en Venezuela
Este delito se encuentra tipificado en el Título IV, Capítulo I, Artículo 238, del
Código Penal venezolano vigente, dicho capítulo consta de un sólo artículo,
relativamente extenso, concebido en los términos siguientes:

Todo individuo que llamado por la autoridad judicial, en calidad de testigo,


experto, médico, cirujano o intérprete, se excuse de comparecer sin motivo
justificado, será castigado con prisión de quince días a tres meses. El que
habiendo comparecido rehúse sin razón legal sus deposiciones o el
cumplimiento del oficio que ha motivado su citación, incurrirá en la misma
pena.

Además de la prisión se impondrá al culpable la inhabilitación en el ejercicio


de su profesión o arte por un tiempo igual al de la prisión, terminada ésta.

Las penas establecidas en este artículo no se aplicarán sino en los casos en


que disposiciones especiales no establezcan otra cosa.

El sujeto activo de este delito ha de ser, necesariamente, uno de los


funcionarios públicos temporales: testigo, experto, médico, cirujano o
intérprete.

Testigo es el individuo que, por haber estado presente en el lugar dónde y


en el momento cuándo acaece o se produce un hecho determinado, está en
condiciones de relatar la manera cómo se ha desarrollado el mismo.

Por esta razón se atribuía antes enorme importancia a la prueba testimonial;


pero los sicólogos han sostenido en nuestro tiempo que la de testigos es, de
todas las pruebas, la menos digna de crédito. En efecto, aunque se trate de
personas veraces y honestas, son muchas las circunstancias que pueden
influir en sus facultades psíquicas para que rindan testimonios
manifiestamente contrarios a la realidad. La memoria falla con harta
frecuencia, y los testigos, sin proponérselo, narran hechos que sólo en su
imaginación han ocurrido.

Experto es el individuo de reconocida competencia en una ciencia, arte,


industria o cualquier otro tipo de conocimiento, capaz, por esto mismo, de
dictaminar ante un juez acerca de un determinado hecho que se investiga
judicialmente, relacionado con su actividad.

Médico es el individuo que, mediante los estudios correspondientes, ha


alcanzado los conocimientos y el título requeridos para ejercer la ciencia y
arte de precaver y curar los males corporales y psíquicos del hombre. En
pocas palabras, es el egresado de una facultad de medicina.

Cirujano es el que profesa la cirugía y, según el significado de ésta, el


facultativo especializado en curar las enfermedades por medio de
intervenciones ejecutadas con las manos o utilizando determinados
instrumentos. Tradicionalmente el título que confieren las facultades de
medicina de las universidades venezolanas es el de Médico-Cirujano.

En cuanto al intérprete el Doctor Mateo Goldstein, observa que, en sentido


jurídico y judicial, «la antigua definición del ‘Diccionario’ de Escriche, sigue
gozando del crédito de los profesionales y de la ciencia». Según esa
definición, «Interprete es el que explica o declara el sentido de alguna cosa, y
el que traduce de una lengua en otra». En el aspecto judicial, la función del
intérprete se confunde con la del traductor.

Son dos las hipótesis previstas en la disposición legal en estudio, a saber: el


desacato de la orden de la autoridad judicial por parte del ciudadano que ha
sido llamado por ella en cualquiera de las calidades indicadas y la negativa a
rendir el informe pericial, la declaración o la interpretación que requiera
dicha autoridad, sin causa alguna que justifique tal omisión. En la primera, el
sujeto no comparece ante el magistrado que ordena la citación; en la
segunda, concurre al Tribunal en la oportunidad que le ha sido señalada,
pero se niega a rendir la declaración, a practicar la experticia o a traducir
algún documento o la exposición de un deponente, según la actuación de
que se trate.

En uno y otro caso se impondrá al culpable, junto con la prisión por tiempo
de quince días a tres meses, la inhabilitación en la profesión o arte por un
tiempo igual al de la pena mencionada, desde que ésta termine. Pero estas
sanciones «no se aplicarán sino en los casos en que disposiciones especiales
no establezcan otra cosa».

La persona llamada por la autoridad judicial en calidad de testigo, si se


excusa de comparecer sin motivo justificado, o si, habiendo comparecido, se
niega, sin razón legal, a rendir su declaración, viola ciertamente un deber
ciudadano, pues con una u otra de esas actitudes negativas dificulta o
entorpece la actividad de los Tribunales de Justicia, y en los procesos de
carácter penal su conducta puede acarrear la condena de un inocente o la
impunidad de un culpable.

El interés social protegido por esta disposición legal es el relacionado con la


correcta y eficaz administración de justicia, para la cual es preciso asegurar la
honesta y decidida colaboración de los ciudadanos.

El delito es imputable a título de dolo genérico, representado por la libre y


consciente voluntad de regir la comparecencia ante la autoridad judicial, en
la primera de las hipótesis señaladas; o de negarse a cumplir el servicio que
legalmente le ha sido solicitado.

Y se consuma, tan pronto transcurre la oportunidad señalada para la


comparecencia sin que haya sido acatada la orden respectiva; o cuando, a
pesar de haber sido atendida ésta, el compareciente se niega a rendir la
declaración, el informe pericial o la interpretación exigida por el Juez.

Autor: Livia Hernández, Abogada y Profesora Universitaria (Venezuela)

Delitos contra el Orden Público


De la importación, fabricación, comercio, detención y porte de
armas

Artículo 272. Se consideran delitos y serán castigados conforme a los


artículos pertinentes de este Capítulo, la introducción, fabricación, comercio,
posesión y porte de armas que se efectúen en contravención de las
disposiciones del presente Código y dela Ley sobre Armas y Explosivos.

Se considerará circunstancia agravante si dichos delitos fueren cometidos


por funcionarios de policía, resguardos de aduana, funcionarios públicos,
vigilantes privados legalmente autorizados y empleados públicos, casos en
los cuales se aumentará la pena hasta un tercio de la media.

Resulta inexplicable que, no obstante en el mote del Capítulo el vocablo


importación, en el texto de su primer artículo se declare delictuosa, entre
otras actividades relativas a las armas, la introducción de ellas, sin indicación
del lugar o de la cosa en los cuales esa introducción se considera delictiva.
Se trata de una norma penal en blanco o simplemente ley en blanco.

El Artículo 273 establece: “Son armas, en general, todos los instrumentos


propios para maltratar o herir; más, para los efectos de este Capítulo, sólo se
considerarán como tales las que se enuncien en la Ley citada en el artículo
anterior”.

Armas de Guerra. El Artículo 274 prescribe: “El comercio, la importación, la


fabricación, el porte, la posesión, el suministro y el ocultamiento de las armas
clasificadas como de guerra segúnla Ley sobre Armas y Explosivos y demás
disposiciones legales concernientes a la materia, se castigarán con pena de
prisión de cinco a ocho años”.

De la instigación a delinquir

Se encuentra previsto en el Capítulo II, y comprende tres artículos, el primero


de los cuales, el 283, establece:
Cualquiera que públicamente o por cualquier medio instigare a otro u otros
a ejecutar actos en contravención a las leyes, por el solo hecho de la
instigación será castigado:

 Si la instigación fuere para inducir a cometer delitos para los cuales se


ha establecido pena de prisión, con prisión de una tercera parte del
delito instigado.
 En todos los demás casos, con multas de ciento cincuenta unidades
tributarias (150 U.T.), según la entidad del hecho instigado.
Instigación es, según el Diccionario Académico “acción y efecto de instigar”,
y como este infinitivo dice tanto como incitar, provocar o inducir, a uno que
haga una cosa, se concluye que instigación a delinquir es la acción de excitar
a otro a que cometa delitos.

La conducta incriminada comprende una instigación hecha públicamente, es


decir, en público, en presencia de varias personas. Puede ser dirigida a una
sola de estas, siempre que se haga públicamente.

El delito queda consumado tan pronto como el agente instiga públicamente


a otro a cometer una infracción determinada. Y es imputable a título de dolo.

El delito que se estudia es el que la doctrina penal denomina instigación


directa o específica, pues consiste en excitar precisamente a cometer una
infracción determinada. La genérica o indirecta está tipificada en el artículo
285, el cual prescribe:

Quien instigare a la desobediencia de las leyes o al odio entre sus habitantes


o hiciere apología de hechos que la ley prevé como delitos, de modo que
ponga en peligro la tranquilidad pública, será castigado con prisión de tres
años a seis años.

En las dos primeras hipótesis el delito se consuma en el mismo momento y


en el mismo sitio en que el agente instiga, en forma pública, a la
desobediencia de las leyes o al odio de unos habitantes contra otros. Y la
tentativa es posible, aunque sólo excepcionalmente, como cuando se tiene
dispuesta la instigación por medio de la prensa, y luego de escrita la nota
exhortativa, alguna causa dependiente de su voluntad, impide al autor darla
a la luz pública.

La tercera hipótesis es la de que el agente “hiciere apología de un hecho que


la ley prevé como delito”. Apología es la exposición oral o por escrito en la
que se defienden o elogian personas o cosas.

Del agavillamiento

Según el artículo 286 del Código Penal, el agavillamiento consiste en la


asociación de dos o más personas con el fin de cometer delitos. Cada una de
esas personas se hace acreedora, por el sólo hecho de la asociación, a la
pena de de dos a cinco años de prisión. Se trata por consiguiente de un
delito colectivo, como que, para su consumación, se requiere que se asocien,
por lo menos dos personas imputables.

Falso Testimonio en Venezuela


Como quiera que las decisiones de los tribunales de justicia se fundamentan
de ordinario en las pruebas que promueven las partes interesadas en los
juicios, es lógico que aquéllos se cuiden de admitir sólo las que sean
procedentes y velen ulteriormente porque las admitidas sean evacuadas con
la diligencia y corrección debidas. Entre los medios de prueba de más
frecuente uso en los juicios civiles y penales está el de la testimonial-más en
los últimos, porque en los primeros las negociaciones casi siempre constan
en documentos desde el instante mismo en que se pactan o celebran-.

De allí la grave responsabilidad del individuo requerido por la autoridad


judicial para declarar lo que sepa sobre determinado asunto y la severidad
de las penas señaladas desde el más remoto pasado para el falso testimonio.
Hay la creencia de que en el Código de Harnmurabí, que rigió en Persia
veintitrés siglos antes de Cristo, se establecieron penas muy graves para el
delito en referencia. En los tiempos modernos esas penas han sido
notablemente atenuadas.

El artículo 242 del Código Penal prescribe:


«El que deponiendo como testigo ante la autoridad judicial, afirme lo falso o
niegue lo cierto o calle total o parcialmente lo que sepa con relación a los
hechos sobre los cuales es interrogado, será castigado con prisión de quince
días a quince meses.

Si el falso testimonio se ha dado contra algún indiciado por delito o en el


curso de un juicio criminal, la prisión será de seis a treinta meses y si
concurren esas dos circunstancias, la prisión será de dieciocho meses a tres
años.

Si el falso testimonio ha sido causa de una sentencia condenatoria a pena de


presidio, la prisión será de tres a cinco años.

Si el testimonio se hubiere dado sin juramento, la pena se reducirá de una


sexta parte a una tercera parte.»

De tres maneras puede ser cometido este delito:

 afirmando lo falso;
 negando lo cierto;
 callando total o parcialmente lo que el testigo sepa acerca de los
hechos sobre los cuales es interrogado.
Afirma lo falso quien dice que es cierto un hecho distinto a la verdad, o narra
como verdadero un suceso que no ha ocurrido, o señala circunstancias que
no se han dado.

Niega lo verdadero quien asegura que no es cierto un acontecimiento


realmente ocurrido.

Calla total o parcialmente lo que sabe con relación a los hechos sobre los
cuales es interrogado, quien guarda silencio acerca de algún hecho que
conoce y en general quien dice que ignora lo que ciertamente sabe o le
consta. Ese ocultamiento de lo que se sabe es lo que la Doctrina llama
reticencia. No debe confundirse esta actitud del testigo que calla, aunque
sea en parte, lo que sabe y le ha sido preguntado, con la del que pura y
simplemente se niega a declarar. La primera entraña la comisión del delito
que se estudia; la segunda es constitutiva del de negativa a servicios
legalmente debidos del artículo 238.

Simulación de Hechos Punibles en


Venezuela
Este consta de un sólo artículo -el 239- del Capítulo II, el cual prescribe:

«Cualquiera que denuncie a la autoridad judicial o a algún funcionario de


instrucción un hecho punible supuesto o imaginario, será castigado con
prisión de uno a quince meses. Al que simule los indicios de un hecho
punible, de modo que dé lugar a un principio de instrucción, se le impondrá
la misma pena.

El que ante la autoridad judicial declare falsamente que ha cometido o


ayudado a cometer algún hecho punible, de modo que dé lugar a un
principio de instrucción, a menos que su declaración sea con el objeto de
salvar algún pariente cercano, amigo íntimo o a un bienhechor, incurrirá
igualmente en la propia pena.»

Carrara considera este delito como afín al de calumnia, pero establece


seguidamente que estos dos delitos «se diferencian entre sí por
características clarísimas». «Cuando alguien -agrega- por fines privados,
denuncia falsamente que ha sido víctima de un delito, pero sin hacer recaer
la acusación sobre individuos determinados y sin la intención de hacer
condenar a un inocente, tenemos el título especial de simulación de delito»
En cambio, como se expresará luego, si el hecho delictuoso simulado se
imputa a una persona determinada con la intención de hacerla condenar,
sabiéndola inocente se comete el delito de calumnia.

La simulación de hecho punible puede ser objetiva y subjetiva. La primera se


clasifica en directa o formal, que ocurre cuando el agente informa o
comunica a la autoridad judicial o a algún funcionario de instrucción, un
delito supuesto o imaginario, vale decir: que no ha sucedido; e indirecta o
material, que es la cometida por quien simula los indicios de un hecho
punible de modo que dé lugar a un principio de instrucción.

La simulación formal comprende: 1º) una denuncia formulada ante la


autoridad judicial o ante un funcionario de instrucción. 2º) La declaración
ante la autoridad o el funcionario predicho de que se ha cometido un delito
que en realidad no ha sido consumado. Debe ser «un delito supuesto o
imaginario», como dice la disposición legal en estudio.

Supuesto es lo falso, lo fingido; Imaginario, lo que sólo existe en la


imaginación. Y el delito denunciado será imaginario, según Maggiore, tanto
si el hecho que lo constituye no se ha efectuado de ninguna manera, como
si el denunciado es esencialmente distinto del hecho perpetrado.

En la simulación real o material el sujeto activo ha de simular las huellas de


un delito, debiendo entenderse por éstas los rastros materiales que
ordinariamente quedan en el lugar en donde se perpetra un hecho
delictuoso, como sangre, las señales de haberse arrastrado un cadáver,
fractura de una puerta, ganzúa o el instrumento llamado pata de cabra o
bien cizallas, o escalas de cuerdas, etc. Simular dice tanto como fingir,
aparentar. Simular los indicios de un delito quiere decir dar apariencia de
dichos indicios a lo que en modo alguno puede tenerse como tales. Se
requiere, además, en la última de las expresadas simulaciones, que los
indicios simulados presenten tal grado de verosimilitud que den lugar a un
principio de instrucción.

Si no llega a iniciarse la averiguación, porque los rastros fingidos sean por


demás burdos, como cuando se deja en un lugar adecuado, cubierto de
sangre uno de esos cuchillos d plástico, flexible, con los que juegan los
chicos, o si el líquido rojo con el que se ha querido representar la sangre
tiene el olor característico de anilina, o si por cualquier otro medio se
descubre que aquéllos son fingidos, no podrá considerarse consumada la
simulación. El principio de instrucción sumarial constituye una condición
objetiva de punibilidad.
Tanto la simulación formal o directa, como la indirecta o material, son delitos
de sujeto activo indeterminado: «Cualquiera que…» dice el artículo que es
objeto del presente comentario.

El objeto específico que este artículo protege es el interés por el


funcionamiento útil de la autoridad judicial y el mantenimiento del
acatamiento debido a esa misma autoridad, porque él tiende a impedir que,
mediante simulaciones de algún despreocupado, pueda ser determinada
aquélla a la averiguación de un delito que no ha sido perpetrado.

En el aparte del artículo precitado se establece que «el que ante la autoridad
judicial declare falsamente que ha cometido o ayudado a cometer algún
hecho punible, de modo que dé lugar a un principio de Instrucción, a menos
que su declaración sea con el objeto de salvar a algún pariente cercano, un
amigo íntimo o a su bienhechor incurrirá igualmente en la propia pena».

Este es el delito de simulación subjetiva, que la doctrina llama autocalumnia,


porque el agente se atribuye haber cometido él mismo, o haber ayudado a
cometer un hecho punible. Si la autocalumnia se comete con el objeto de
salvar a un pariente cercano, a un amigo íntimo o a un bienhechor, no será
punible, o por mejor decir: no constituirá delito alguno.

La simulación formal y la real o material se consuman en el mismo momento


en que el agente formula la denuncia de que se ha cometido un delito que
en realidad no se ha ejecutado, sino que ha sido supuesto o imaginado por
él, o cuando son advertidos o descubiertos los indicios o huellas de ese
delito inexistente.

En la subjetiva, cuando el sujeto activo se atribuye falsamente la comisión de


un delito o el haber ayudado a cometerlo.

Quebrantamiento de Condenas en
Venezuela
La Fuga de Detenidos y el Quebrantamiento de
Condenas
Fuga

Según el artículo 258 del Código Penal, comete el delito de fuga «cualquiera
que, hallándose legalmente detenido, se fugare del establecimiento en que
se encuentra, haciendo uso de medios violentos contra las personas o las
cosas».

La evasión simple de un individuo legalmente detenido; es decir, la que éste


realiza sin violencia ni fractura, aprovechando el descuido o negligencia de
sus carceleros o guardianes, no configura delito alguno. El uso de medios
violentos contra las personas o las cosas son, según la legislación
venezolana, condiciones objetivas de punibilidad del delito que se examina.

Se trata, desde luego, de un delito de sujeto activo determinado, como que


sólo puede ser cometido por quien se encuentra legalmente detenido.

Del requisito ya expresado que el fugado debe hallarse legalmente detenido,


se concluye, por argumento ad contrarium, que no incurre en el delito de
fuga el que, encontrándose sometido a detención ilegal, recobra su libertad.

Con esta disposición legal el legislador protege el interés público inherente


al sometimiento de los particulares a la administración de la justicia, por la
necesidad y conveniencia de que la libertad personal de los mismos
permanezca restringida en la forma que haya establecido la autoridad
competente.

El momento consumativo es aquel en que el detenido recobra su libertad,


aunque el mismo sea recapturado inmediatamente. Por tratarse de un delito
material, es admisible la tentativa, puesto que el agente puede ser
sorprendido durante la ejecución del hecho, como sería el caso de que,
después de haber subido una escalera hasta alcanzar la altura del muro
perimetral del establecimiento en el cual se encuentra recluido, es obligado
por los guardianes a bajar al interior de aquél. También es admisible la
frustración.

El hecho es imputable a título de dolo genérico, representado por la


consciente voluntad de evadirse del lugar en donde se encuentra recluido.

La pena es de prisión por tiempo de cuarenta y cinco días a nueve meses.

El artículo 259 establece que los «sentenciados que hubieren quebrantado


su condena de presidio, prisión, expulsión del espacio geográfico dela
República, relegación a colonia penitenciaria, confinamiento o arresto, y lo
ejecutaren con cualquiera de las circunstancias de violencia, intimidación,
fractura de puertas, ventanas, paredes, techo o suelo, empleo de llaves
falsas, escalamiento o cualquiera otra circunstancia agravante que no sea la
simple fuga, sufrirán, según la naturaleza y número de estos hechos
concomitantes, una a agravación de pena de la misma especie, entre una
quinta y una cuarta parte de la principal, ajuicio del Tribunal.

Si la fuga se hubiere efectuado sin ninguna de las circunstancias a que se


contrae el párrafo anterior, la agravación de la pena no pasará de una octava
parte de la principal. Si la condena quebrantada fuere la de expulsión del
espacio geográfico dela República, el condenado, que en todo caso será
puesto fuera de ella, lo será a su costa, si tuviere bienes.»

Quebrantamiento

Las condenas cuyo quebrantamiento sanciona este artículo son las


consistentes en las penas privativas de la libertad: presidio, prisión y arresto;
y las restrictivas de ella: expulsión del territorio dela República, relegación a
colonia penitenciaria y confinamiento. Las penas privativas de la libertad y la
de relegación a colonia penitenciaria se quebrantan mediante la fuga o
evasión; la de confinamiento, con la salida de la jurisdicción del Municipio
señalado en la sentencia que aplique dicha pena, el cual ha de estar a no
menos de cien kilómetros de distancia del lugar en donde se haya cometido
el delito; y la de expulsión, con el regreso al territorio nacional antes del
vencimiento del tiempo por el cual ha sido impuesta la sanción.
El delito que se estudia puede ser violento o no: el primero se perpetra
cuando el sentenciado quebranta una cualquiera de las condenas a las penas
privativas o restrictivas de la libertad preindicadas por medio de violencia,
intimidación, resistencia con armas, fractura de puertas, ventanas, paredes,
techo o suelo, empleo de llaves falsas, escalamiento o cualquiera otra
circunstancia agravante que no sea la simple fuga, y entonces el agente
sufrirá una agravación de pena de la misma especie de la que ha ya estado
cumpliendo, entre una quinta y una cuarta parte de la principal-según la
naturaleza y número de tales hechos concomitantes- a juicio del Tribunal.
Pero, si la fuga se efectúa sin ninguna de las circunstancias antes
mencionadas, la agravación de la pena no podrá ser mayor de la octava
parte de la principal. Y «si la condena quebrantada fuere la de expulsión del
territorio dela República, el condenado, que en todo caso será puesto fuera
de ella, lo será a su costa, si tuviere bienes».

El artículo 260 establece que los «inhabilitados políticos o para ejercer


profesiones, o los destituidos que ejercieren el empleo o profesión contra el
tenor de la sentencia, serán condenados, como agravación de pena, a un
arresto de uno a doce meses o a una multa de quinientas unidades
tributarias (500 U.T.) a mil quinientas unidades tributarias (1500 U.T.), a juicio
del Tribunal.»

El artículo 261 señala que, si «el quebrantamiento de la condena fuere en el


caso de suspensión de empleo, el recargo de pena será una multa entre
doscientas cincuenta unidades tributarias (250 U.T.) y un mil unidades
tributarias (1.000 U.T.). Y el artículo 262 dispone que «si lo fuere en los casos
de sujeción a la vigilancia de la autoridad pública o de caución, en el
primero, por recargo de pena, se aumentará el tiempo de vigilancia, y en el
otro el tiempo de arresto si lo hubiere, hasta una tercera parte de estas
mismas penas, ajuicio del Tribunal.»

La acción consiste en quebrantar la condena, y esto ocurre cuando el


condenado a presidio, prisión, relegación a colonia penitenciaria,
confinamiento o arresto, se fuga del establecimiento penal en el que
estuviere recluido, de la colonia en la cual estuviese relegado o del Municipio
al que haya sido confinado; cuando el expulsado del territorio dela República
haya vuelto a él; cuando el inhabilitado político o para ejercer su profesión o
el destituido ejerzan el empleo o la profesión, «contra el tenor de la
sentencia»; cuando el suspendido del empleo ejerza éste antes de haber
transcurrido el tiempo de la condena, cuando el sometido a la vigilancia de
la autoridad no dé cuenta a los Jefes Civiles o Prefectos de los Municipios
donde resida o por donde transite, de su salida y llegada a éstos, o cuando
el condenado a dar caución, no la preste.

Por consiguiente, el sujeto activo de todos y cada uno de estos delitos no es,
entonces, un simple detenido, sino un condenado, es decir, un individuo que
se encuentra cumpliendo la pena que le ha sido impuesta, en sentencia
definitivamente firme por la autoridad judicial competente.

El delito se consuma en el momento en que el agente ejecuta la acción


respectiva, conforme la anterior especificación.

Es posible la tentativa.

El quebrantamiento de condena es punible a título de dolo genérico.

El artículo 263 prescribe: «Aun cuando haya varios quebrantamientos de


condena, en ninguno de los casos de los artículos anteriores de este
Capítulo, podrá exceder la pena corporal recargada del tiempo de veinte
años».

Como puede observarse, en este artículo no se tipifica delito alguno; se


limita sí a fijar en veinte años el límite máximo de la pena corporal aplicable
en los casos de los artículos anteriores.

«El que de alguna manera procure -dice el artículo 264– o facilite la fuga de
un preso, será penado con presidio de uno a dos años, teniéndose en cuenta
la gravedad de la inculpación o naturaleza y duración de la pena que le
quede por cumplir al fugado. Si para procurar o facilitar la evasión, el
culpable ha hecho uso de alguno de los medios indicados en el articulo 258,
la pena será de dos a cuatro años de presidio, cuando la fuga se lleve a cabo;
y cuando ésta no se verifique, será de uno a dos años de presidio. En uno u
otro caso deberá tener en cuenta la gravedad de la inculpación o la
naturaleza y duración de la pena aún no cumplida. Si la persona culpable es
pariente cercano del preso, la pena quedará reducida de una tercera parte a
la mitad, según la proximidad del parentesco».

La acción consiste en procurar o facilitar la fuga de un preso. Los verbos


usados por el legislador no son sinónimos: procurar es hacer diligencias o
esfuerzos para lograr una cosa; facilitar significa hacer posible la ejecución
de un hecho o la consecución de un fin. Se trata, por consiguiente, de un
delito por comisión, ya que entraña una conducta activa, un hacer: se
requiere para su consumación que se ejecute una acción. Ejemplos de esa
conducta activa sería facilitar ropa corriente al recluso condenado para
sustituir el «meleco» o traje que debe llevar en el establecimiento
penitenciario entregarle una lima o una segueta para cortar los barrotes de
las celdas. N o se concibe la perpetración de este delito por omisión, por no
hacer.

Sujeto activo puede ser cualquiera que no sea funcionario público que tenga
el encargo de conducir o custodiar al detenido o sentenciado evadido, pues
este caso está contemplado en el artículo siguiente. Podrá serlo, en cambio,
otro detenido o condenado siempre que no obre con la intención de
evadirse él mismo, porque entonces sería coautor, aunque la evasión se
quede en el grado de tentativa o de frustración.

El medio de comisión puede ser cualquiera que resulte adecuado para


procurar o facilitar la fuga: así lo establece expresamente el artículo que se
examina.

El momento consumativo es el mismo en que ocurre la fuga, porque si ésta


no llega a consumarse, no podrá hablarse de evasión procurada o facilitada.
Habría tentativa si se ha comenzado el proceso ejecutivo por medios
apropiados y se interrumpe sin haber realizado todo lo necesario para
consumar la evasión, por causas ajenas a la voluntad del agente; y habría
frustración si, después de haber realizado el recluso, con la colaboración del
que ha procurado o tratado de facilitar la fuga, todo lo necesario para
perpetrar aquel delito, es sorprendido y capturado por algún guardián en el
instante en que se disponía a ganar la calle.

Prescribe el artículo 265:


El funcionario público que, encargado de la conducción o custodia de un
detenido o sentenciado, procure o facilite de alguna manera su evasión, será
penado con presidio por tiempo de dos a cinco años.

Si para procurar o facilitar la evasión, el culpable coopera en los actos de


violencia de que habla el artículo 258, o si para ello ha dado armas o
instrumentos o no ha impedido que se le suministren, la pena será de tres a
seis años de presidio, si la evasión se efectúa; y de uno a tres años en caso
contrario.

Cuando la evasión se haya verificado por negligencia o imprudencia del


funcionario público, éste será castigado con prisión de dos meses a un año y
si el evadido estaba cumpliendo pena de presidio, la pena será de seis a
dieciocho meses.

Para la imposición de la pena siempre se tomarán en cuenta la gravedad del


hecho imputado y la naturaleza y duración de la pena que aún falta por
cumplirse.

También en este delito la acción consiste en procurar o facilitar la fuga de un


preso; y lo mismo que en el anterior, la perpetración requiere que el agente
haga algo, pues no es concebible una evasión procurad a o facilitada por
simple omisión.

El sujeto activo ha de ser funcionario público al que, en atención a ese


carácter, le haya sido confiada la conducción o custodia de un detenido o
sentenciado.

La evasión favorecida es punible a título de dolo genérico en los casos


previstos en el encabezamiento o primera parte del artículo y en el primer
aparte; y a título de culpa, por negligencia o imprudencia, en los indicados
en el aparte segundo.

El artículo 266 dispone: «Las penas establecidas en los artículos precedentes


se aumentarán con una tercera parte cuando las violencias previstas en los
mismos artículos se hubieren cometido con armas o por efectos de un plan
concertado o si el hecho sucede en reunión de tres o más personas».
Las circunstancias expresadas explican por sí solas la agravante establecida.

El artículo 267 prescribe: «El funcionario público que, encargado de la


custodia o conducción de algún detenido o sentenciado le permita, sin estar
para ello autorizado, salir ni aún temporalmente del lugar en que deba
permanecer detenido o del lugar en que deba sufrir su condena, será
castigado con prisión de quince días a seis meses. En el caso de que, por
causa de aquel permiso, el detenido o sentenciado llegue a fugarse, la
prisión será de tres meses a dos años.

El sujeto activo de este delito sólo puede serlo un funcionario público que
haya sido encargado de la custodia o conducción de un detenido o
sentenciado; y la acción consiste en permitir a uno u otro de éstos, sin estar
facultado para ello, que salga, aunque sea temporalmente, «del lugar en que
debe permanecer detenido o del lugar en que debe cumplir su condena».

El sujeto activo de este delito ha de ser un funcionario público que haya sido
encargado de la custodia o conducción de algún detenido o sentenciado. La
acción consiste en conceder permiso, sin estar autorizado a cualquiera de
aquéllos para salir, aunque sea temporalmente, del lugar en donde debe
permanecer detenido o del que debe sufrir su condena.

Los artículos 268 y 269 establecen una apreciable reducción de pena -a la


quinta parte ambos- el primero, para «cuando el fugado se constituya
espontáneamente prisionero», caso en el cual la rebaja será de cualquiera de
las penas previstas en los artículos anteriores del Capítulo; el segundo, en
favor del funcionario «que, siendo culpable de los hechos respectivamente
previstos en el segundo aparte del artículo 265, haya logrado, dentro de los
tres meses siguientes a la fuga, la captura de los evadidos o su presentación
a la autoridad». Pero no podrán acumularse las dos reducciones, desde
luego.

Delitos Contra las Buenas Costumbres y el


Buen Orden de las Familias
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Consideraciones Generales
En el Título VIII del Código Penal venezolano vigente están comprendidos los delitos
contra las buenas costumbres y el buen orden de las familias. Según Maggiore, «Buenas
costumbres son aquella parte de la moralidad pública que se refiere -como criterio de
apreciación- a las relaciones sexuales. La costumbre se distingue de la moralidad, en
cuanto se refiere más a la actividad externa que a la intimidad del querer y del sentir.
Puede decirse, pues, son el uso recto de las relaciones carnales opuesto a toda práctica
viciosa (mala costumbre, desvergüenza). Consiguientemente, de los agrupados en este
Título, son delitos contra las buenas costumbres: la violación, la seducción, la prostitución
y corrupción de menores, los actos lascivos violentos, los ultrajes al pudor, el rapto y los
delitos de los corruptores (inducción a la prostitución y la facilitación y favorecimiento de
la misma); y contra el buen orden de las familias, el incesto, el adulterio, la bigamia y la
supresión y suposición de estado. Los hechos punibles del primer grupo son todos
atentados contra la corrección o licitud de las relaciones sexuales; y los del segundo
afectan en mayor o menor grado, la organización de la familia, grupo primario y célula
fundamental de la sociedad.
La Violación
El delito de violación está tipificado en el artículo 374 del Código Penal, en los siguientes
términos: «Quien por medio de violencias o amenazas haya constreñido a alguna
persona, del uno o del otro sexo, a un acto carnal, por vía vaginal, anal u oral o
introducción de objetos por alguna de las dos primeras vías, o por vía oral se le introduzca
un objeto que simule objetos sexuales, el responsable será castigado como imputado de
violación, con la pena de prisión de diez a quince años».
Como puede observarse, el legislador no define el mencionado delito, pero del texto de la
primera parte del artículo se desprende que consiste en la realización del acto carnal con
persona de cualquier sexo a la que se haya constreñido mediante violencias o amenazas.
No es indispensable la introducción total del pene en la vagina para que este delito se
consuma; es suficiente la introducción parcial (coito vestibular); ni tampoco que haya
desfloramiento, puesto que del propio texto de la parte preinserta del artículo se
desprende que el sujeto pasivo puede ser del sexo masculino. Si hay constreñimiento,
poco importa que el acto carnal no llegue a completarse.
Si sujeto pasivo puede ser de uno u otro sexo, quiere decir que el acto carnal se ejecutaría
conforme o contra natura; es decir, que es admitido, tanto el ayuntamiento carnal, según
natura entre un hombre y una mujer por la vía ordinaria, como el concúbito antinatura
por la vía rectal sobre un sujeto pasivo varón o mujer. Se incorpora el coito oral (fellatio in
ore).

INFORMA SOBRE ESTE ANUNCIO

El sujeto activo de la violación es indiferente y puede ser hombre o mujer.


Según la fórmula del legislador venezolano -constreñir a un acto carnal- sí se puede
considerar a la mujer como posible sujeto activo de violación, si no con respecto a un
hombre adulto, ni mediante constreñimiento sí con un menor de doce años, con el cual,
previas las debidas maniobras excitantes, realice el acto carnal; pues habría entonces
violencia presunta.
Para que haya violación se requiere que el agente haya constreñido como antes se dijo,
mediante violencias o amenazas, al sujeto pasivo a la realización del acto carnal. La
violencia ha de ser la necesaria para vencer la resistencia del último, y la amenaza debe
ser de ocasionarle un mal suficientemente grave como para que la ceda a las
pretensiones del primero.
Establece la norma citada una agravante en caso de que el delito tipificado se cometa
contra una niña, niño o adolescente, en cuyo caso la pena será de quince a veinte años de
prisión.
El aparte del artículo 374 del Código Penal prescribe: “La misma pena se le aplicará, aún
sin haber violencias o amenazas, al individuo que tenga un acto carnal con persona de
uno u otro sexo:
1º. Cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de su edad o situación, y,
en todo caso, cuando sea menor de trece años. 2º. O que no haya cumplido dieciséis
años, siempre que para la ejecución del delito, el responsable se haya prevalido de una
relación de superioridad o parentesco, por ser ascendiente, descendiente o hermano, por
naturaleza o adopción, o afines con la víctima. 3º. O que hallándose detenida o detenido,
condenada o condenado, haya sido confiado o confiada la custodia del culpable. 4º. O que
no estuviere en capacidad de resistir por causa de enfermedad física o mental; por otro
motivo independiente de la voluntad del culpable o por consecuencia del empleo de
medios fraudulentos o sustancias narcóticas o excitantes de que éste se haya valido.
Se ha sostenido que el fundamento del primero de los expresados ordinales está en la
presunción de inexistencia de libertad para resistir, en la persona menor de 13 años.
En el caso contemplado en el ordinal segundo se observa que la situación de dependencia
del sujeto pasivo con respecto a los posibles agentes que el precepto señala, son
circunstancias que han de influir para atenuar o reducir en gran parte la resistencia que
pudiera oponer aquél, por el dominio y la facultad de dirección que corresponde a los
ascendientes, tutores e institutores sobre los parientes, pupilos y educandos respectivos.
Cuando se trata de la persona que “hallándose detenida o condenada, ha sido confiada a
la custodia del culpable”, debe pensarse que el legislador tomó en cuenta, no sólo la
dependencia de tal persona al guardián o carcelero, sino también la posibilidad de que el
asentimiento de la detenida para la realización del acto carnal esté encaminado a
complacer a su custodio en la creencia de que éste puede acordarle, en cambio, la
libertad.
La incapacidad de resistirse al acto carnal puede obedecer a una enfermedad física, a otro
motivo independiente de la voluntad del culpable a consecuencia del empleo de medios
fraudulentos o sustancias narcóticas o excitantes de que éste se haya valido.
 Este delito es de acción privada, y se trata de un delito doloso. Como expresa Núñez, “no
es concebible un tipo culposo de violación”.
Castiga también el Código Penal venezolano el acto de quien “valiéndose de los medios y
aprovechándose de las condiciones o circunstancias que se indican en el artículo 374,
haya cometido en alguna persona de uno u otro sexo, actos lascivos que no tuvieren por
objeto el delito previsto en dicho artículo” La pena será prisión de seis a treinta meses;
pero “si el hecho se hubiere cometido con abuso de autoridad, confianza o de las
relaciones domésticas, la pena de prisión será de uno a cinco años en el caso de violencias
o amenazas; y de dos a seis años en los casos de los números 1º al 4º del Artículo374”.
Se trata del delito denominado por la doctrina actos lascivos violentos, por cuanto han de
ser ejecutados tales actos valiéndose quien los ejecuta de los medios y aprovechándose
de las condiciones y circunstancias que se indican con el artículo 374. Así, para que el acto
lascivo sea punible, se requiere que se haya cometido mediante violencia o amenazas, o
sin éstas en persona menor de trece años, o que no haya cumplido dieciséis, si el agente
es su ascendiente, tutor o institutor, o en la que hallándose detenida o condenada haya
sido confiada a la custodia del culpable, o en la que no estuviese en capacidad de resistir
por causa de enfermedad física o mental que padezca, por otro motivo independiente de
la voluntad del sujeto activo, o a consecuencia del empleo de medios fraudulentos o de
sustancias narcóticas o excitantes de que éste se haya valido. La violencia, física o moral,
debe estar encaminada a vencer la oposición de la víctima; y esta oposición ha de ser real,
no sólo aparente.
Actos lascivos son las acciones que tienen por objeto despertar el apetito de lujuria, el
deseo sexual, a excepción de la conjunción carnal. Pueden considerarse como tales, entre
otros, los tocamientos y manoseas libidinosos, los frotamientos, el coito inter femora, o
sea, entre los muslos, la masturbación, etcétera. Se discute si debe incluirse el beso entre
los actos lascivos.
Desde luego; tales actos, para que constituyan delitos, deben ser determinados por la
intención del agente de excitar el apetito carnal en sí mismo o en otro. Y deben ser actos,
no simples señales, gestos o palabras.
Los sujetos activo o pasivo son indiferentes: pueden ser hombre o mujer. Con respecto a
la edad del último, se observa que ella determinará la violencia presunta en los casos del
ordinal 1º del artículo 374.
Se exige dolo genérico: la voluntad de estimular la lujuria propia o excitar la ajena. Ya uno
de estos fines deben estar dirigidos, porque si hubiese la intención de realizar el acto
carnal y éste no llega a consumarse, habría tentativa de violación. La circunstancia de que
el Código mencione tales actos en plural -actos lascivos- no significa que deben ser varios;
con uno solo se ejecuta el delito.
Es delito material y, por tanto, admite tentativa y es de acción privada, aunque para la
formación de causa bastará la denuncia o información dada a cualquier funcionario de
instrucción.
El artículo 378 del Código Penal estatuye: «El que tuviere acto carnal con persona mayor
de doce y menor de dieciséis años, o ejecutare en ella actos lascivos, sin ser su
ascendiente, tutor ni institutor y aunque no medie ninguna de las circunstancias previstas
en el artículo 374, será castigado con prisión de seis a dieciocho meses y la pena será
doble si el autor del delito es el primero que corrompe a la persona agraviada. El acto
camal ejecutado en mujer mayor de dieciséis años y menor de veintiuno, con su
consentimiento, es punible cuando hubiere seducción con promesa matrimonial y la
mujer fue re conocidamente honesta; en tal caso la pena será de seis meses a un año de
prisión. Se considerará como circunstancia agravante especial, en los delitos a que se
contrae este artículo, la de haberse valido el culpable de las gestiones de los ascendientes,
guardadores o representantes legales u otras personas encargadas de vigilar la persona
del menor de edad o de los oficios de proxenetas o corruptores habituales».
Cuatro hipótesis distintas aparecen contempladas en esta disposición legal, a saber: que
el agente tuviere acto camal con persona mayor de doce y menor de dieciséis años; que
ejecute actos lascivos, en uno u otro caso sin ser su ascendiente, tutor o institutor y
aunque no medie ninguna de las circunstancias previstas en el artículo 374; que sea el
primero en corromper a la persona agraviada; o que ejecute acto camal en mujer mayor
de dieciséis años y menor de veintiuno, con su consentimiento, cuando hubiere seducción
con promesa matrimonial y la mujer fuere conocidamente honesta. Con ella protege el
legislador la pureza, la incolumidad sexual de las personas menores de edad contra la
lujuria de los mayores y contra las acciones capaces de producir la corrupción, la
perversión de aquéllas.
El acto carnal con una virgen mayor de doce y menor de dieciséis años constituye, sin
duda, un medio manifiesto de corrupción. La ejecución del mismo habrá de ser
comprobada mediante el correspondiente examen ginecológico de la menor, a cargo de
los médicos forenses, los cuales están en condiciones de advertir los desgarros de la
membrana himen o cualquier otro signo característico de la introducción del miembro
viril en la vagina, como la presencia del semen en la cavidad vaginal, o también el ulterior
embarazo.
También debe considerarse medio de corrupción el acto carnal realizado con una menor
entre doce y dieciséis años que haya sido previamente desflorada. Sin embargo, si esa
menor demuestra con su conducta que está plenamente corrompida, no sería punible el
acto expresado. Pero conviene observar que si después de la primera conjunción carnal
continúa tal actividad, quienes concurran a ese comercio sexual habrán contribuido
ciertamente a la corrupción de dicha menor.
Como antes se dijo, actos lascivos son las acciones capaces de producir placer sexual, de
corromper a la persona menor, y que ordinariamente tienden a la realización del acto
carnal; y aunque el legislador los menciona siempre en plural, basta uno para que el delito
se consuma, pues todos ellos son capaces de producir la corrupción. Son actos lascivos,
además de Ios indicados anteriormente, los tocamientos libidinosos, el frotamiento del
pene con los genitales de la mujer, aun cuando ésta estuviere vestida, etc. Lo mismo que
ocurre con respecto al acto camal, si la menor ha sido corrompida, los actos lascivos en
ella ejecutados no son punibles.
El último de los casos preindicados se refiere al «acto camal ejecutado en mujer mayor de
dieciséis años y menor de veintiuno con su consentimiento, cuando hubiere habido
seducción con promesa matrimonial y la mujer fuere conocidamente honesta».
El sujeto activo en estos delitos puede ser cualquiera, hombre o mujer, salvo con respecto
al de seducción con promesa matrimonial, en el que sólo puede serlo un hombre, puesto
que el pasivo tiene que ser, por expresa disposición legal, una mujer entre los dieciséis y
los veintiún años de edad.
Las diferentes hipótesis previstas en el artículo preinserto eran conocidas antes en
nuestro derecho positivo con la denominación de estupro, tomado de los códigos español
e italiano que sirvieron de modelos al nuestro, los cuales a su vez la tomaron del Derecho
romano, que, comprendía en este delito «todo acto impúdico con hombres o mujeres, y
por consiguiente, la unión camal con una virgen o una viuda honesta, la pederastia y
hasta el adulterio».
Sólo para la última de las hipótesis contempladas en el artículo 379 se indica el medio de
comisión, puesto que declara punible el acto camal con mujer mayor de dieciséis años y
menor de veintiuno, con su consentimiento, «cuando hubiere seducción con promesa
matrimonial». En los otros casos los medios de comisión serán los regalos, las promesas
susceptibles de estimular el afán de lujo de la mujer, la esperanza de mejor vida que haya
sugerido el agente, el propio ofrecimiento de matrimonio y cualquier otro capaz de
decidir a la menor entre doce y dieciséis años a satisfacer la pretensión del seductor.
El sujeto pasivo ha de ser una mujer honesta, porque si no lo es, no podría ser
corrompida. Con todo, al declarar el legislador que «la pena será doble si el autor del
delito es el primero que corrompe a la persona agraviada», admite la posibilidad de que el
sujeto pasivo sea una menor ya seducida: pero entonces el delito será menos grave, como
se desprende de la diferencia de penas, porque se sanciona la conducta capaz de
aumentar la corrupción de aquélla, apenas iniciada. Ya se dijo, en efecto, que si la menor
demuestra con su conducta que está plenamente corrompida, no sería punible el acto
camal realizado en tales condiciones.
Al igual que la violación, la corrupción es delito de acción privada y por ello «el
enjuiciamiento no se hará lugar sino por acusación de la parte agraviada o de quien sus
derechos represente». Así lo tiene establecido el artículo 379 del Código Penal, el cual
establece, además, «que la querella no es admisible si ha transcurrido año desde el día en
que se cometió el hecho o desde el día en que tuvo conocimiento de él la persona que
pueda querellarse en representación de la agraviada».
El incesto:
El artículo 380 del Código Penal castiga con presidio de tres a seis años a «todo individuo
que, en circunstancias capaces de causar escándalo público, tenga relaciones incestuosas
con un ascendiente o descendiente, aunque fuere ilegítimo, con algún afín en línea recta o
con un hermano o hermana, hermanos, consanguíneos o uterinos».
Se puede definir el incesto como el comercio carnal entre dos personas de distinto sexo
que estén ligadas por relaciones de parentesco que sean impedimento del matrimonio.
Se requiere, pues, la realización del acto camal, y no bastan simples actos lascivos, por
graves que ellos sean.
Se trata de un delito bilateral, pues ambos parientes son sujetos activos. El sujeto pasivo
es la sociedad, ya que es ella la agraviada por el atentado que una relación escandalosa
entre los parientes próximos indicados en la ley, implica. Las relaciones incestuosas han
de ser voluntarias, pues si fueren impuestas mediante violencia real, física o moral,
cualquier tipo de violencia, habría cúmulo ideal de delitos y el incesto seria absorbido por
la violación. Además, ambos parientes deben conocer el vínculo entre ellos existente,
pues si uno solo de ellos, o los dos, lo desconocen, no incurrirán en delito.
Se requiere que aquellas relaciones se tengan en circunstancias capaces de causar
escándalo público. A diferencia de lo que exige el Código italiano, que castiga con
reclusión de uno a cuatro años a «el que, de modo que se siga escándalo público, cometa
incesto con… », en el nuestro basta la posibilidad de que ese escándalo se produzca. Esta
es una cuestión de hecho que el Juez apreciará en cada caso. Pero habrá de fundar su
determinación a este respecto en motivos serios, y no en simples murmuraciones de
vecinos o comadreos de criadas más o menos fantasiosas.
Ultrajes al pudor público
De dos maneras puede cometerse este delito: mediante actos ejecutados en lugar público
o expuesto a la vista del público o por medio de escritos, dibujos u otros objetos obscenos
que bajo cualquier forma se hubieren hecho, distribuido o expuesto a la vista del público
u ofrecido en venta.
Para el tratadista argentino Ernesto J. Ure «el pudor público está caracterizado por la
compostura, la vergüenza, la reserva que la generalidad de los miembros de la sociedad
guardan en determinado momento histórico, frente a los asuntos de índole sexual,
especialmente a los que, de manera más o menos explícita, hacen referencia a la unión de
los sexos». Es un «sentimiento que alude a la moralidad y normalidad de los actos de esa
especie».
Por todo ello se explica que el legislador atribuya al pudor público categoría de bien
jurídico digno de enérgica tutela en el ámbito penal.
El Código Penal venezolano sanciona, en primer lugar, con prisión de tres a quince meses,
a «todo individuo que, fuera de los casos indicados en los articulas precedentes, haya
ultrajado el pudor o las buenas costumbres por actos cometidos en lugar público o
expuestos a la vista del público».
Los actos deben ser, pues, distintos de los estudiados anteriormente: «violación, actos
lascivos violentos, corrupción de menores, incesto. Y distintos, también, de la falta
prevista en el artículo 538 que se refiere a la conducta de quien se haya presentado en
público de un modo indecente, o que con palabras, cantos, gestos, señas u otros actos
impropios, ofenda la decencia pública».
Se diferencian de los primeros porque en todos ellos la ley penal protege la honestidad
con respecto a una persona determinada en agravio de la cual se haya perpetrado el
delito, mientras que con las disposiciones contenidas en los artículos 381 y 382 protege el
pudor del grupo social, considerando como un bien jurídico, atendiendo a su término
medio de moral y de las buenas costumbres, porque, como dice Soler, «no se trata de
proteger ni un sentido muy depurado del pudor (el de una monja) ni solamente las
formas más groseras de ofensa (la que puede sentir una prostituta). Habrá necesidad
entonces de colocarse en una posición intermedia, atendiendo las circunstancias de
tiempo y de lugar, que son variables»
El artículo 382 del Código Penal estatuye: «Todo individuo que haya ultrajado el pudor por
medio de escritos, dibujos u otros objetos obscenos, que bajo cualquier forma se
hubieren hecho, distribuido o expuesto a la vista del público u ofrecido en venta, será
castigado con prisión de tres a seis meses. Si el delito se hubiere cometido con un fin de
lucro, la prisión será de seis meses a un año».
En este delito la acción consiste en ultrajar el pudor público. Los escritos, dibujos y otros
objetos obscenos son los medios de ejecución expresamente señalados en la ley. Ambos
delitos son de sujeto activo indiferente, como que cualquiera persona puede cometerlos.
El sujeto pasivo es la sociedad, cuyo pudor es ultrajado de alguna de las maneras
previstas en los artículos 381 y 382 del Código Penal.
En ambas figuras se requiere dolo genérico. No es posible la tentativa. Se consuman con
la ejecución del acto obsceno, la distribución y la exposición al público o la oferta en venta
de los escritos, dibujos o los otros objetos obscenos. Conviene observar que, porque el
Código mencione en plural tales elementos, no se requieren varios actos impúdicos, o la
distribución, exposición al público o la oferta en venta de varios escritos, dibujos u otros
objetos obscenos. En todos los casos bastará uno.
En su único aparte el artículo 381 prescribe que «el que reiteradamente o con fines de
lucro y para satisfacer las pasiones de otro induzca, facilite o favorezca la prostitución o
corrupción de alguna persona, será castigado con prisión de uno a seis años. Si este delito
se cometiere en alguna persona menor, la pena se aplicará entre el término medio y el
máximo».
Son tres las acciones que la ley penal sanciona con respecto a la prostitución o
corrupción: inducir a ella, facilitarla y favorecerla.
Prostitución es, segúnla Exposiciónde Motivos del Código Penal italiano, «la habitualidad
de prestaciones carnales a un número determinado de personas, la habitualidad de
acceso promiscuo con fines de lucro».
Inducir a la prostitución significa no sólo persuadir, determinar a otra persona a
prostituirse, sino también reforzar una determinación que hubiese tomado previamente
la persona de que se trate, o hacerla desistir de su voluntad de regenerarse. Facilitarla es
hacerla posible, eliminar los obstáculos que se opongan a su realización. Favorecerla es
colaborar, estimular su práctica.
En cualquiera de estos casos, el sujeto activo puede ser cualquiera. Si lo fuere el
ascendente, el afín en línea recta ascendente, el marido o el tutor, el delito sería el
tipificado en el artículo 389. El sujeto pasivo puede serlo también cualquier persona
mayor, de uno u otro sexo; la condición de menor del sujeto pasivo tiene carácter de
circunstancia agravante, y se aplicará entonces la pena al agente entre el término medio y
el máximo.
Con la disposición legal en estudio se protege igualmente la moralidad pública y las
buenas costumbres, que tan gravemente son afectadas por el proxenetismo.
La ley sobre la violencia contra la mujer y la familia constituye un cuerpo normativo que
plantea novedosas figuras dentro de la legislación penal venezolana. En ella se asume un
nuevo modelo jurídico-penal a partir del cual se aborda de manera distinta el fenómeno
de la violencia intra-familiar que afecta directa e indirectamente a la mujer o a cualquier
otro integrante del seno familiar, En esta ley el legislador parte de un concepto básico de
violencia que desmembra posteriormente en cada una de sus formas, como es por
ejemplo el caso de la violencia física, moral o psicológica y sexual. Para cada tipo de
violencia plantea el legislador un tipo penal, elevando a la categoría de delito cualquier
comportamiento que se produzca o que lleve implícito el factor violencia. Entre las
novedades que plantea esta legislación penal venezolana pueden mencionarse: la figura
del acoso sexual y el reconocimiento del carácter delictivo del acceso carnal violento entre
cónyuges. Los cambios que a nivel de la dogmática jurídico-penal se suceden a partir de la
puesta en vigencia de esta ley constituyen en primera instancia el motivo del estudio que
se presenta en este artículo. Se aborda cada una de las figuras delictivas contempladas en
la ley a partir de su estructura típica, analizando lo pertinente al núcleo, al sujeto activo, al
sujeto pasivo, a la culpabilidad, al objeto material de la acción delictiva, al bien jurídico
penalmente protegido, al iter-criminis y a la consumación de cada tipo penal. De igual
forma se plantean las posibilidades de concursos reales e ideales que se presenten en
relación con los delitos de homicidio, lesiones, y las distintas figuras delictivas que contra
las buenas costumbres y el buen orden de las familias consagra el código penal.
Actos lascivos violentos:
Art. 376 C.P. «El que valiéndose de los medios y aprovechándose de las condiciones o
circunstancias que se indican en el artículo 374, haya cometido en alguna persona de uno u
otro sexo, actos lascivos que no tuvieren por objeto del delito previsto en dicho artículo, será
castigado con prisión de seis a treinta meses.
Si el hecho se hubiere cometido con abuso de autoridad, de confianza o de relaciones
domésticas la pena de prisión será de uno a cinco años, en el caso de violencias y amenazas;
y de dos a seis años en los casos de los numerales 1 y 4 del artículo 374″.
Los actos lascivos violentos son actos de concupiscencia, actos lúvicos (lujuriosos) o dirigidos
a la luvicidad; es decir, son tocamientos libidinosos dirigidos al goce sensual, a la sexualidad o
a la excitación; todo acto que implique luvicidad o concupiscencia o que esté dirigido a la
excitación es una acto lascivo. No incluye ademanes, señales, muescas; es un tocamiento;
actos físicos sin llegar a la cópula de ninguna especie.
¿Cuáles son los medios o circunstancias del Art. 374 C.P.? Violencias o amenazas; por
eso se llaman actos lascivos violentos, porque tiene que haber violencia o amenaza; por que
si no hay violencia ni amenaza hay consentimiento; e incluye todos los detalles que
estudiamos precedentemente sin llegar a la cópula.

DE LOS DELITOS CONTRA LAS PERSONAS

Toda persona tiene derecho a la vida y a su integridad física y moral.

El ordenamiento jurídico español considera persona a todo nacido con más de 24 horas de
vida.

Los delitos contra las personas más relevantes, tipificados en el Código Penal son el


homicidio, el asesinato, las lesiones o los malos tratos en el ámbito familiar,
considerándose igualmente como tales el aborto, la eutanasia o la inducción al suicidio.

Los abogados penalistas en Madrid de G. Elías y Muñoz Abogados, con Despacho


profesional en Madrid, Majadahonda y Pozuelo de Alarcón, son especialistas en la resolución
de cualquier problema que se le pueda plantear por delitos contra las personas.

Artículo 138 Código Penal

“El que matare a otro será castigado, como reo de homicidio, con la pena de prisión de
diez a quince años”.

El delito de homicidio se describe como el acto de quitar la vida a una persona, ya sea con
intención de hacerlo o por medio de una imprudencia grave.

Homicidio
El artículo 138 del Código Penal castiga el homicidio con una pena de prisión de 10 a 15 años,
o de 1 a 4 años si el homicidio se cometió por imprudencia grave.
Los abogados penalistas de G. Elías y Muñoz Abogados, con Despacho profesional en
Madrid, Majadahonda y Pozuelo de Alarcón, son especialistas en la resolución de cualquier
problema que se le pueda plantear por homicidios.

Asesinato
Artículo 139 Código Penal

Será castigado con la pena de prisión de quince a veinte años, como reo de asesinato, el que
matare a otro concurriendo alguna de las circunstancias siguientes:

1. Con alevosía.
2. Por precio, recompensa o promesa.
3. Con ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido.

El Código Penal dispone el asesinato como forma agravada del homicidio, atendiendo a las
especiales circunstancias de alevosía, recompensa o ensañamiento que pudieran concurrir,
de ahí la mayor gravedad de la pena.

Los abogados penalistas de G. Elías y Muñoz Abogados, con Despacho profesional en


Madrid, Majadahonda y Pozuelo de Alarcón, son especialistas en la resolución de cualquier
problema que se le pueda plantear por asesinatos.

Lesiones
Artículo 147 Código Penal

1. El que, por cualquier medio o procedimiento, causare a otro una lesión que menoscabe su
integridad corporal o su salud física o mental, será castigado como reo del delito de lesiones
con la pena de prisión de seis meses a tres años, siempre que la lesión requiera
objetivamente para su sanidad, además de una primera asistencia facultativa, tratamiento
médico o quirúrgico. La simple vigilancia o seguimiento facultativo del curso de la lesión no se
considerará tratamiento médico.

Con la misma pena será castigado el que, en el plazo de un año, haya realizado cuatro veces
la acción descrita en el artículo 617 de este Código.

2. No obstante, el hecho descrito en el apartado anterior será castigado con la pena de prisión
de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses, cuando sea de menor gravedad, atendidos
el medio empleado o el resultado producido.”

Es considerado reo de un delito de lesiones aquél que provoca un daño a otra persona,
menoscabando su integridad física o salud mental, debiendo requerir para su sanación un
tratamiento médico o quirúrgico, además de la primera asistencia facultativa.

Si es usted perjudicado por un delito de lesiones, sepa que puede iniciar la reclamación de
sus derechos por medio de denuncia o querella, asistido por abogado penalista, teniendo
derecho a una indemnización por las responsabilidades civiles que pudieran surgir del
enjuiciamiento de los hechos.
Los abogados penalistas de G. Elías y Muñoz Abogados, con Despacho profesional en
Madrid, Majadahonda y Pozuelo de Alarcón, son especialistas en la resolución de cualquier
problema que se le pueda plantear por un delito de lesiones.

Delitos contra la Propiedad en Venezuela


La denominación que emplea el Código Penal venezolano, entendida en
sentido amplio, comprende no solamente el derecho de propiedad
(dominio), sino también la posesión, la tenencia y todo derecho real y
obligacional. El Código Penal ampara, en el Título X de su Libro Segundo, no
sólo el derecho de propiedad, en sentido civilista, sino además los otros
derechos reales, los llamados derechos personales o de crédito y la
vinculación de hecho entre una persona y una cosa. La propiedad, como
bien penalmente protegido, está integrada por todos los bienes susceptibles
de apreciación económica que pertenecen a una persona física o jurídica, sin
ser inherentes a ella. Los bienes inherentes a la persona, como su vida, su
libertad, su honor y sus facultades y aptitudes personales, no son una
propiedad, en nudo jurídico, porque no constituyen objetos con existencia
distinta e independiente de la persona misma.

¿Qué es un hurto en Venezuela?


Art. 451 del Código Penal: «Todo el que se apodere de algún objeto mueble,
perteneciente a otro para aprovecharse de él, quitándolo, sin el consentimiento de
su dueño, del lugar donde se hallaba, será penado con prisión de un año a cinco
años».

Artículo 470 del Código penal de Venezuela que se refiere al


aprovechamiento de las cosas provenientes del
delitointerpretamos que dicho artículo establece varias
condiciones para que se de tal delito el cual refiere que se trata
de un sujeto que posee un carácter activo a los efectos a realizar
la acción de recibir , adquirir o esconder ya sea cosas,
documentos o dinero provenientes del delito del cual el legislador
nos muestra un cátalo de denominadores de los delitos asociados
a dichosartículos pasándose desde el homicidio, articulo 405
hasta el artículo 460 que se refiere al secuestro, interviniendo en
delitos como lo son las lesiones, robo y sus respetivos artículos
sobre los cuales este establece condiciones especiales,
agravantes para la pena de la persona que infrinja en el
aprovechamiento de las cosas provenientes del delito., cabe
destacar sobre dicho sujeto activo que practicatal delito que este
no participa en el delito principal de los cuales se despliega el
antes mencionado catálogos de artículos que constituyen
agravantes, es decir, este sujeto no participa en el delito originario
sino que recibe, adquiere o esconde ya sea cosa, documento o
dinero provenientes de tales delitos y pasa a convertirse en un
delito autónomo en el cual puede llegarse a ver implicadoel
interés de la Nación, y generando impunidad en el delito principal
u originario, sobre el que dichas cosas, documentos o dinero
forman parte de evidencias e indicio del delito principal
investigado, establecido en los articulo 454, 455, 456 y 457,
ejusdem.
https://www.google.com/search?q=aprovechamiento+de+cosas+provenientes+del+delito+
(recptaci%C3%B3n)&oq=aprovechamiento+de+cosas+provenientes+del+delito+(recptaci
%C3%B3n)&aqs=chrome..69i57.29574j0j1&sourceid=chrome&ie=UTF-8

https://venezuela.leyderecho.org/delitos-contra-la-propiedad/

https://www.oas.org/juridico/spanish/mesicic3_ven_anexo6.pdf

https://es.slideshare.net/Franklinortizz/laminas-de-la-expo-de-penal#:~:text=Delitos%20Contra
%20La%20Libertad%20Individual%20Violencia%20privada%20Este%20delito%20se,no%20la
%20obliga%2C%20o%20a%20tolerarlo.

https://venezuela.leyderecho.org/quebrantamiento-de-condenas/

https://derechovenezolano.wordpress.com/2012/10/26/delitos-contra-las-buenas-costumbres-
y-el-buen-orden-de-la-familia/

https://www.eliasymunozabogados.com/derecho-penal/delitos-contra-personas

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