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MON AME (The Original)
MON AME (The Original)
Manuel Robles
Tuvo celos. Principalmente de vernos reír juntos. Pero
sinceramente no sé porque tendría celos de mí, no soy
más que un enfermo.
. . .
Ese último mensaje tenso completamente el cuerpo de
Ester, simplemente no sabía que responder. No, Manuel no
era más que un enfermo, pero decírtelo sería extraño.
Manuel vio como algunos minutos pasaron sin que Ester
contestara, así que decidió cambiar el tema, para no
hacerla sentir incómoda.
De: Manuel Robles (Enviado el 19 de Jul a las 9:07p.m.)
Bueno, tu novio no importa. Cuéntame algo sobre ti.
Ester
¿Cómo qué cosa?
Manuel Robles
No lo sé, algunos datos sobre ti.
Ester
A doro la fotografía, escuchar música, me
g gustan los girasoles y ver series.
Manuel Robles
Lo apunte todo, necesito saber todo sobre ti.
Ester
Es lo mismo que diría un psicópata.
Manuel Robles
Jaja. O un chico interesado en una chica tal vez.
. . .
Al día siguiente
Lunes 20 de julio, un día aburrido como siempre. Después
de las clases, Ester decidió ir nuevamente al hospital a
visitar a su amigo Manuel.
- ¿Otra vez vienes a verme?
- ¿No quieres que venga? -pregunto Ester levantando una
ceja y colocando una de sus manos en su cadera, cosa
que hizo reír a Manuel.
- No es eso jajaja. Solo me preguntaba si no tenías otras
cosas que hacer.
- Clases por las mañanas, tareas por las noches. Tengo
tarde libre para visitarte.
- Pues me agrada tener tu compañía. -respondió Manuel
con una sonrisa preciosa.
Las mejillas de Ester se sonrojaron por alguna extraña
razón, la sonrisa de Manuel era la más linda que había
visto en toda su vida.
La puerta de la habitación se abrió de par en par
bruscamente, dejando ver a un chico, Henry. Ester un
pequeño salto de la sorpresa.
- ¿Henry?
- ¿Era necesario azotar la puerta? -pregunto Manuel con
un tono serio.
- ¿Y a ti te importa? -grito Henry apretando el puño.
-Tienes razón, a mí no me importa, pero creo que deberías
ser más educado, ¿sabes que estamos en un hospital? Así
que cierra la boca si no quieres que te saquen ese lugar.
Henry se acercó violentamente a Manuel, pero una mano
en su pecho lo detuvo.
- Henry, cálmate.
Henry tomó el brazo de su novia y el saco de la
habitación casi arrastrándola. Una vez fuera del hospital,
Henry la soltó.
- ¡¿Qué te pasa Henry?!
-¡¿Qué te pasa a ti?! ¡¿Que le ves a ese tipo?!
--Henry, Manuel es solo mi amigo, no entiendo por qué
actúas de esa manera.
--No quiero que lo visites más.
--¿Qué? Henry, ponte es su lugar, él necesita amigos,
necesita de alguien que lo apoye en esa horrible situación.
Estoy segura de que, si yo no estuviera ahí, él la estaría
pasando peor.
--¡No me importa como la esté pasando un enfermo!
Ester frunció con fuerza el ceño, apretó su puño con
fuerza, abrió su palma y le dio una fuerte bofetada a
Henry.
--¡No quiero volverte a ver en mi vida! ¡Si te expresas así
de un enfermo entonces no vale la pena estar con una
persona como tú! --soltó un fuerte suspiro. ¡Terminamos!
SUS SINTOMAS
Los días pasaron, cada uno de esos días Ester iba a visitar
constantemente a Manuel al hospital. Claro, había días en
los cuales tenía bastante tarea o algunas otras cosas que
hacer que no podía darse el lujo de visitarlo, pero siempre
así a un espacio en su agenda para verlo, no quería
hacerlo sentir solo, porque no lo estaba, y ella se iba a
encargar de hacérselo saber.
Ester estaba en una de sus clases en línea en su laptop,
cuando su celular vibró, prendió la pantalla era un mensaje
de Trinity.
De: Trinity (Enviado el 5 de agosto a las 9:36 a.m.)
¿Estás ocupada? Necesito contarte algo.
Ester
Estoy en clase, pero no importa ¿Qué
n necesitas contarme?
Trinity
Algo sobre Manuel ¿Recuerdas que me contaste que el
tiempo de vida de Manuel era de 2 a 3 años? Pues
descubrí algo gracias a los médicos del hospital..
Ester
¿Qué cosa?
Trinity
A Manuel le diagnosticaron antes en otro hospital hace
más de un año, entonces..
Ester
¿Le queda poco menos de un año?
Trinity
Sí..
. . .
Ester lanzó su celular hacia la cama, cerro su laptop y
llevo ambas manos a su cabello, dándose pequeños
masajes en su sien intentando aliviar el dolor que sentía
en su cabeza.
Fue al baño, abrió la llave del lavabo y se echó agua en la
cara para refrescarse un poco. Alzó la mirada y vio su
rostro en el espejo, vio como algunas lágrimas caían de
sus ojos.
- ¿Qué? ¿Lágrimas? ¿Por qué? –Tomo una toalla y se secó
las lágrimas que comenzaban van a salir. -Tengo que ir a
verlo, no puedo desperdiciar ni un solo día
Ester tomo una sudadera de su armario, se puso unos
tenis y salió de casa. Al llegar al hospital, la recepcionista
la dejó pasar sin problemas y entró a la habitación de
Manuel.
Ella lo miro con detenimiento, observando cada rasgo
facial del pelinegro.
Manuel estaba perdiendo peso poco a poco, era algo que
se notaba fácilmente. Las mejillas Manuel se habían
hundido un poco, su rastro estaba algo demacrado, sin
duda Manuel estaba perdiendo peso, los síntomas que
sentía se hacían más grandes con el paso de los días.
Evidentemente la pérdida de peso era uno de sus
síntomas, pero dolía, verlo así, ver como Manuel se
debilitaba. Pero Ester se dijo una cosa sí misma, mientras
el corazón de Manuel bombeara sangre, él seguiría su lado.
Manuel sonrío al verla en la puerta y le invito a pasar. -
Hola pequeña.
- ¿Pequeña? No me digas así.
Manuel soltó una carcajada. - ¿Y esta vez no vendrá tu
novio? -dijo riendo.
- Ya no es mi novio.
- ¡¿Enserio?! ¡Terminaron por mi culpa!
- Sí, gracias.
- ¿Gracias? ¿Es sarcasmo verdad?
- No, es en serio. -rio. -De ser por ti no me hubiese dado
cuenta de lo tóxico que era Henry, gracias.
- Bueno, pues de nada.
Ambos rieron a la par, hasta que Manuel decidió hablar.
- Hace como dos semanas y pregunte algunos datos sobre
ti, ¿Recuerdas?
- Sí. ¿Qué con eso?
- ¿No crees que es mi turno de decirte algunos datos
sobre mí? -sonrió.
- Tienes razón. -río.
- También me gusta escuchar música, cantar, tocar
instrumentos, me gusta ver las estrellas, leer y escribir. -
sonrió.
- ¿Escribir? ¿Qué cosas se escribes?
- Canciones, cartas, poemas. Aunque hace mucho que no lo
hago. -ríe.
- Oh, ya veo.
- Sabes, siento como si nos conociéramos desde años. –
sonrío.
--No sé por qué, pero también siento como si te conociera
de antes.
Manuel comenzó a moverse en su propia camilla, con su
mano le indicó a Ester que tomar asiento aún lado de él.
- ¿Qué?
- Ven, acuéstate aquí.
Las mejillas de Ester se sonrojaron. -No cabemos los dos
en la misma cama.
- Claro que sí, ven.
Después de tantas insistencias es por parte de Manuel,
Ester se recostó al lado de Manuel en la misma cama,
ambos viendo el techo sin saber qué decir o hacer.
Manuel se veía cansado, apoyo su cabeza en el pecho de
Ester. Ella no hizo ningún reproche, sabía que necesitaba
descansar un poco, así que no dijo nada.
- Habías dicho qué te gusta ver series ¿Verdad?
- Si.
- ¿Me podrías recomendar alguna serie?
- ¿Para qué?
- ¿Cómo qué para qué?
Ester río y sacó su celular de su sudadera.
- ¿Quieres ver uno en este momento?
- Me encantaría. –respondió Manuel con una sonrisa.
Ester abrió una aplicación que tenía especialmente para
ver series y le mostró una lista a Manuel de los de las
series que podrían ver.
- Este me interesa, ¿Cómo se llama? –preguntó Manuel
señalando la pantalla.
- No creo que quieras verlo.
- Sí quiero verlo.
- ¿Seguro?
- Seguro.
- Se llama banana fish. –Ester presiono la portada de la
serie y el primer capítulo se reprodujo.
Ambos veían con total atención a la pantalla, Manuel aún
tenía la cabeza recargada sobre el pecho de Ester y se
escuchaban sus latidos, esos hermosos latidos que cada
vez se celebraban más.
Después de ver tres capítulos, la puerta se abrió, una
enfermera estaba en la entrada de la habitación.
- Lo siento chicos, no quería interrumpirlos, pero es hora
de la terapia de Manuel.
- Oh, está bien, nos vemos Manuel. -dijo levantándose de
la cama.
- Yo terminaré de ver banana fish en mi celular, nos
vemos pequeña.
- No me llames pequeña.
Manuel comenzar a reír. -Está bien, pequeña.
. . .
Al salir de la habitación, Ester se topó con un médico.
- Disculpe.
- Buenas tardes señorita, ¿Necesita algo?
- ¿Me preguntaba si conoce el paciente Manuel Robles…?
- Oh por supuesto, es mi paciente. -respondió con una
sonrisa amigable.
- ¿Me podría hablar sobre la enfermedad de Manuel? Yo..
veo cómo cada día se pone peor, sus síntomas empeoran
cada día que lo veo, y me preocupa..
- Mire señorita, el joven Manuel tiene exacerbación aguda,
es decir, sus síntomas empeoran rápidamente. Manuel
recientemente ha tenido problemas para respirar. Nos
estamos encargando de recetarle antibióticos,
corcoesteroides y algunos otros medicamentos para tratar
su enfermedad y alargar su tiempo de vida, así como
aliviar sus síntomas que posee. Así que apóyelo, la está
pasando bastante difícil, Manuel trata de mantener la
sonrisa, pero no lo culpe si se llega a quejar, sentirse mal
es parte de este proceso. Dele unos momentos que
puedan reemplazar por los malos.
- Gracias por la información doctor.. Estaré apoyándolo
como pueda.
Buenos momentos