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Universidad de

Guayaquil
Facultad de Ciencias Médicas
Carrera de Medicina
Cátedra: Pediatría I
Tema: Vacunas
Grupo: 9 Subgrupo: 3
Estudiantes:
oDylan Leonel Morejon Mora
oChrisler Abraham Morocho Zavala
oDiana Carolina Loza Escobar
Docente: Dr. Enrique Bejar Ortiz
Vacunas

Las vacunas son una preparación de antígenos que se inyectan para que generen
memoria inmunológica que desencadena una respuesta de ataque por medio de
los anticuerpos resultantes proporcionando inmunidad contra la enfermedad
específica de algún virus, hongo o bacteria.

Vacuna atenuada

Se inocula al animal de laboratorio un agente infeccioso vivo homólogo al que


produce la enfermedad, pero con su virulencia atenuada, de manera que no
lesione secundariamente al animal inoculado y que le induzca a desarrollar
inmunidad duradera frente al agente homólogo virulento

Entre las vacunas Víricas Atenuadas están la antisarampionosa, rubéola,


parotiditis, varicela, fiebre amarilla, poliomielitis oral.

Entre las bacterianas están la BCG, Fiebre tifoidea oral y Cólera oral.

Vacunas muertas o inactivadas

Están formadas con él o los microorganismos completos muertos o vivos


inactivados por algún método físico o químico. Estas vacunas son más fáciles de
conservar, más estables y seguras que las atenuadas, pero suelen inducir a una
respuesta inmunitaria menor

Clasificación de las vacunas inactivadas

Enteras Víricas: Poliomielitis parenteral, Hepatitis A, Gripe y Encefalitis.

Enteras Bacterianas: Pertusis y Cólera.

Acelulares Bacterianas: Pertusis.

Fraccionadas Subunidades: Gripe, Pertusis.

Fraccionadas Recombinantes: Hepatitis B, Enfermedad de Lyme.

Fraccionadas Toxoides: Difteria y Tétanos


Vacunas de ADN. recombinante

Mediante manipulación de genes patógenos del virus, para obtener proteínas


específicas que actúan como vacunas completamente seguras, de acción
inmediata, duradera e inocuas, actualmente disponemos para la Hepatitis A y B, y
Papiloma del virus humano

Inmunoglobulinas específicas

Obtenidas de suero de humanos que han sufrido una enfermedad específica,


actúan como vacunas homólogas, brindan protección inmediata pero limitada a un
máximo de 30 días. Actualmente se disponen de Inmunoglobulinas específicas
contra la Varicela, sarampión, tétanos, rabia, etc.

Clases de inmunidad

Inmunidad Innata

Comprende las barreras naturales, la fagocitosis y el Sistema de

Complemento.

Inmunidad Adaptativa natural pasiva.

Conferida por la madre.

Inmunidad Adaptativa natural activa

Conferida por medio de la infección.

Inmunidad Adaptativa artificial pasiva

Conferida por transferencia de anticuerpos.

Inmunidad Adaptativa artificial activa

Conferida por inmunización.

Vacuna frente a la hepatitis “B”

Es una inflamación del hígado producida por el virus de hepatitis B, que cursa con
síntomas como malestar, fiebre, náuseas, vómitos, dolor abdominal e ictericia,
aunque no siempre. Tras esta fase aguda puede producirse la curación o bien
evolucionar a hepatitis crónica, con posibilidad de desarrollar cirrosis y cáncer de
hígado.

Forma de contagio

Existen tres vías principales de contagio: Transmisión de una madre infectada a su


hijo durante el parto; Transmisión a través de contacto con sangre contaminada:
pinchazos accidentales, drogadicción, acupuntura, tatuajes; Transmisión por
relaciones sexuales sin protección

El 90% de los niños que se infectan por el virus de la hepatitis B en el periodo


neonatal o en edades muy precoces de la vida desarrollarán una hepatitis crónica.

Aplicación de la vacuna

En los calendarios de vacunación infantil, la pauta de vacunación incluye 3 dosis:


una primera que puede administrarse al nacimiento o a los 2 meses de edad, la 2ª
dosis se pondrá 1-2 meses después de la primera y la 3ª dosis a los 6 meses de
edad, aunque algunos calendarios admiten 4 dosis en el primer año. Si la madre
tiene hepatitis B o es portadora del virus, la primera dosis ha de ponerse de forma
inmediata al nacimiento. Los niños mayores y adolescentes que no hayan sido
vacunados deberán recibir también 3 dosis

¿Qué debo hacer si se ha olvidado una dosis?

Se completará el esquema de 3 dosis, independientemente de la fecha en que se


haya recibido la última vacuna. No es necesario iniciar de nuevo la pauta de 3
dosis.

Contraindicaciones

Solamente está contraindicada en caso de antecedente de reacción alérgica grave


a alguno de los componentes de la vacuna.

¿Cuáles son los riesgos de la vacuna?


Las vacunas frente a la hepatitis B son muy seguras. En un pequeño porcentaje
de casos pueden producirse reacciones locales leves como enrojecimiento o dolor
en el lugar de la inyección y con menor frecuencia fiebre o malestar.

Vacuna contra difteria, tétanos y tosferina (triple o DTP)

Son enfermedades producidas por bacterias denominadas respectivamente bacilo


diftérico, Clostridium tetánico y Bordetella pertussis. La difteria y la tos ferina se
contagian a través de las secreciones respiratorias expulsadas por los individuos
infectados, sobre todo al toser o estornudar, en la proximidad de los niños sanos

Difteria

La difteria provoca una inflamación característica de las amígdalas, que se cubren


por una membrana blanco-grisácea que puede extenderse hacia la laringe o hacia
la nariz y producir una grave dificultad respiratoria.

Tétanos

El Clostridium tetánico produce toxinas (Tetanolisina y tetanospasmina) muy


potentes que afecta al sistema nervioso central, causando rigidez muscular
generalizada muy típica en los músculos de la cara, espasmos musculares
dolorosos, dificultad respiratoria, convulsiones, dificultad para tragar y otros
síntomas que amenazan también la vida del enfermo.

Tos ferina

La tos ferina produce accesos o golpes de tos, durante los cuales se dificulta la
respiración, el niño presenta enrojecimiento y congestión de la cara y a veces
incluso cierto tono violáceo de la misma, seguidos de vómitos.

Composición de las vacunas para la difteria y el tétanos

Las vacunas contra la difteria y el tétanos están constituidas por las mismas
toxinas que se producen en estas enfermedades, pero purificadas y desprovistas
de su toxicidad (se llaman toxoides), de forma que, una vez inyectadas, no pueden
producir la enfermedad, pero mantienen su capacidad de estimular en el
organismo la producción de anticuerpos defensivos contra la misma.

Composición de las vacunas contra la tos ferina

Las vacunas contra la difteria (D), el tétanos (T) y la tos ferina (P) van
habitualmente unidas y se administran en la misma inyección. Se constituye así, la
llamada vacuna triple bacteriana (DTP), la cual pertenece al grupo de vacunas
consideradas sistemáticas y que por tanto deben recibir todos los niños sanos.

Edades para vacunarse contra la difteria, el tétanos y la tos ferina

La vacuna DTP se recomienda a los 2, 4 y 6 meses durante el primer año, una


dosis de recuerdo entre los 15 y 18 meses, otra entre los 4 y 6 años y otra entre
los 14 y 16 años. En esta última dosis el componente difteria y tos ferina es más
reducido.

Efectos secundarios que pueden tener estas vacunas

En la mayoría de las ocasiones son muy leves. Los más frecuentes son fiebre o
febrícula, leve hinchazón o enrojecimiento en la zona de la inyección, o ligera
irritabilidad o somnolencia en los días siguientes a su administración.
Excepcionalmente pueden presentarse llanto persistente, alteraciones
neurológicas o reacciones alérgicas.

Contraindicaciones de la vacuna DTP

Al igual que cualquier vacuna, está contraindicada cuando haya antecedentes de


reacción alérgica intensa (anafilaxia) a algún componente de la vacuna y no debe
administrarse tampoco en caso de enfermedad grave

Contraindicaciones específicas para el componente tosferina de la vacuna


DTP

- Cualquier enfermedad neurológica progresiva.

- Encefalopatía de cualquier tipo que se inicie en los 7 días siguientes a la


administración de alguna dosis.
Vacuna frente a la poliomielitis

La poliomielitis es una enfermedad contagiosa producida por un virus, conocido


como poliovirus, que produce síntomas digestivos y neurológicos que, en
ocasiones, son muy graves. Se transmite fundamentalmente por ingestión de
alimentos o de agua contaminada o por contacto con personas que eliminan el
virus por las heces (es la llamada vía fecal-oral), pero también se puede contagiar
por vía aérea a través de gotitas de saliva.

Hay 2 vacunas: una que se administra por vía oral (VPO) y que contiene virus
vivos, pero atenuados, y otra que se administra en inyección (VPI), que contiene
virus muertos y por tanto no puede transmitir la enfermedad. Las personas
vacunadas desarrollan defensas que evitan la infección por estos virus en caso de
contacto.

Dosis de la vacuna contra la Polio

Actualmente se aplican 3 dosis de primovacunación a los 2, 4 y 6 meses de edad,


tres gotas por vía oral de la (VPO). Por vía parenteral (VPI) se aplica, en una sola
inyección; por vía intramuscular, en la cara anterolateral externa del muslo con
otras vacunas en forma de vacuna pentavalente (difteria, tétanos, tos ferina,
Haemophilus influenzae tipo b y VPI) o vacuna hexavalente (las mismas más la
vacuna de la hepatitis B).

Contraindicaciones de esta vacuna

Ante una enfermedad común leve no se debe retrasar la vacunación. Únicamente


está contraindicada cuando haya sucedido previamente una reacción alérgica
grave con una dosis de vacuna o con algún componente de la misma (como los
antibióticos que lleva para evitar su contaminación) o cuando se padezca una
enfermedad importante con diarrea y vómito. Estas contraindicaciones, que son
raras, son comunes al resto de las vacunas. Con la (VPO), se debe mantener al
lactante sin tomar el pecho materno una hora antes y después de la vacuna.

Los riesgos de la vacuna


El riesgo de que la vacuna (VPO) o (VPI) produzca un efecto adverso grave es
muy escaso y además no puede desencadenar la polio vacunal, porque es una
vacuna muerta. La VPI puede producir efectos adversos leves como dolor y
enrojecimiento de la zona de inyección.

Vacuna frente al meningococo C.

El meningococo C es una bacteria que produce meningitis, una infección grave de


las envolturas (meninges) y el líquido que rodean el cerebro y la médula espinal.

Este tipo de meningitis, la C, es más frecuente en los niños pequeños y en los


adolescentes.

El contagio

La infección se contrae por contacto directo o próximo con las secreciones


nasofaríngeas (gotas de saliva) de un enfermo al estornudar o al toser, o de un
portador sano que alberga la bacteria (meningococo) en su nariz o garganta, pero
que no le produce enfermedad. Desde estos sitios, la bacteria puede invadir el
torrente sanguíneo (infección de la sangre) y llegar a las meninges produciendo la
enfermedad.

Existe una vacuna denominada “conjugada” frente al meningococo C que es muy


efectiva y que es capaz de inducir una respuesta defensiva del organismo en los
niños menores de 2 años. La vacuna es muy segura, con ella evitamos la
enfermedad, quizás para toda la vida, además de prevenir las graves secuelas
que puede dejar.

Administración

La vacuna se administra desde los dos meses de vida, junto a otras vacunas
sistemáticas incluidas en los calendarios de vacunaciones. Se administran 3 dosis
por vía intramuscular (en el muslo o en el glúteo, según la edad), las dos primeras
antes de los 6 meses y un refuerzo en el segundo año de vida. Si el niño es mayor
de 12 meses no es necesario administrar más que una sola inyección. Esta
vacuna se aconseja para todas las personas hasta el final de la adolescencia (19-
20 años).

Contraindicaciones de esta vacuna

No deben vacunarse aquellos niños que hayan presentado una reacción alérgica
grave (que puso en riesgo su vida) en una dosis anterior. La vacuna no debe
administrarse si existe hipersensibilidad a alguno de los componentes incluidos en
ella y no deben ser vacunados aquellos niños que en el día de la vacunación
presenten una enfermedad aguda grave.

Riesgos de la vacuna conjugada meningocócica C

Las reacciones más frecuentemente descritas son enrojecimiento, hinchazón y


dolor en el sitio de la inyección. Puede ocasionar fiebre, irritabilidad, diarrea y
vómitos. El riesgo de que la vacuna cause daños serios o la muerte es mínimo. En
todas las vacunaciones se debe prestar atención a cualquier acontecimiento fuera
de lo normal, tal como la aparición de fiebre muy alta o cambios del
comportamiento. Las señales de una reacción alérgica grave suelen ser: dificultad
para respirar, ronquera, sibilancias (pitos en el pecho), ronchas y enrojecimiento
de todo el cuerpo, debilidad, latidos muy rápidos del corazón y mareos. En estos
casos debe consultarse inmediatamente con un médico.

Vacuna contra el neumococo

El neumococo Es un germen, una bacteria, que puede producir infecciones


graves. Existen más de 90 variedades (serotipos) de neumococo, de los que solo
algunos pueden producir infecciones en los seres humanos. Los más vulnerables
son los niños pequeños, por debajo de los 5 años, y, en particular, los menores de
2 años; aunque también afecta a personas mayores, sobre todo mayores de 65
años, o con enfermedades que predisponen a las infecciones por este germen. El
nombre de esta bacteria proviene de su capacidad para producir neumonía, o sea,
una infección en el pulmón; sobre todo en niños de menos de 5 años en los que es
la primera causa de neumonía bacteriana. Pero también causa meningitis, una
infección grave, incluso mortal, de las meninges o cubiertas que rodean al cerebro,
que es más frecuente en los niños más pequeños, por debajo de los 2 años, y que
puede dejar secuelas.

Este germen se encuentra habitualmente en la nariz y en la garganta, sobre todo


de niños pequeños, en los que hasta la mitad son portadores, o sea, que lo tienen
y lo transportan, aunque no les produzca enfermedad. La bacteria entra por la
boca o la nariz y desde allí puede invadir el oído, el pulmón, la sangre o las
meninges, y causar enfermedad. El neumococo puede afectar a cualquier niño
sano, pero, como se ha comentado, las infecciones graves son más frecuentes en
los menores de 2 años, debido a que su sistema de defensa frente a las
infecciones no ha madurado lo suficiente para hacer frente a este tipo de
gérmenes. Algunos niños mayores y adultos con enfermedades crónicas
cardiopulmonares, diabetes mellitus, ausencia del bazo o con infección por el virus
del sida, u otras enfermedades que disminuyen las defensas, están más
predispuestos a ser atacados por esta bacteria.

Administración de la vacuna del neumococo

En niños sanos, la vacuna de 10 ó 13 serotipos se administra en 4 dosis, tres en el


primer año de vida, a los 2, 4 y 6 meses, y una cuarta dosis de recuerdo en el
segundo año, entre los 12 y los 15 meses (pauta 3+1).

Si se vacuna a la mayoría de los niños, como ocurre cuando la vacuna está


incluida en el calendario de vacunación de un país, la pauta puede ser de 3 dosis,
dos en el primer año y una de refuerzo en el segundo (pauta 2+1). La vacunación
consiste en un pinchazo en el muslo en los menores de 1 año y en la parte
superior del brazo en los mayores de esa edad. Esta vacuna puede administrarse
a la vez que el resto de las del calendario. En niños de alto riesgo, con
enfermedades como las que hemos mencionado previamente que predisponen a
las infecciones graves por el neumococo, las pautas recomendadas combinan
esta vacuna con la vacuna de 23 serotipos.

¿Qué hacer si se ha olvidado una dosis?


ontinuar con el calendario de vacunación, sin necesidad de reiniciarlo. Según la
edad en que se retome la vacunación, puede estar indicado administrar alguna
dosis menos, por lo que conviene consultar con el pediatra.

Contraindicaciones de la vacuna

No deben vacunarse aquellos niños que hayan presentado una reacción alérgica
grave en una dosis previa o que sean alérgicos a alguno de los componentes
incluidos en ella. En los niños que presenten una enfermedad aguda grave debe
retrasarse la vacunación hasta su mejoría. Un catarro o una enfermedad leve no
son motivos para retrasar la vacunación.

La vacuna Antineumocócica produce algunos efectos secundarios. Esta vacuna es


segura, no puede producir la enfermedad, y las reacciones más frecuentes son
leves, como dolor, enrojecimiento y edema en la zona de la inyección,
somnolencia, irritabilidad, disminución del apetito o fiebre moderada en las horas
siguientes a su administración. Las reacciones graves son muy poco frecuentes

Vacuna frente al sarampión, rubéola y parotiditis

Sarampión

Produce un cuadro febril grave con manchas muy rojas por todo el cuerpo, tos
muy irritativa y conjuntivitis (ojos rojos). También produce unas lesiones
blanquecinas como puntos con un halo rojizo en la mucosa de la boca que solo
aparecen en esta enfermedad y se denominan manchas de Koplik. En ocasiones
se complica con infecciones en el pulmón y en el sistema nervioso.

Rubéola

Provoca un cuadro leve de fiebre, manchas por el cuerpo más tenues y más
pequeñas, y ganglios por el cuello, la región occipital y detrás de las orejas. En
adolescentes y adultos puede producir afectación de las articulaciones. Su
gravedad viene dada por el posible contagio del niño a una embarazada que no
hubiera pasado la enfermedad y que no esté vacunada, ya que puede afectar al
embrión y provocarle graves malformaciones, sobre todo en el corazón y en el
sistema nervioso (se llama rubéola congénita).

Parotiditis

Es una infección que afecta a las glándulas que producen la saliva, sobre todo las
parótidas, situadas en la cara, justo debajo de las orejas; se conoce con el nombre
de paperas. Se produce una inflamación de las mismas (aumentan mucho de
tamaño) y aparece un dolor que puede ser intenso. En ocasiones puede
complicarse con una meningitis de características benignas o con inflamación de
los testículos o de los ovarios.

El contagio

Estas tres enfermedades se contagian por vía aérea a través de las secreciones
que se expulsan al hablar, al toser, etc. y que entran por la boca y nariz del niño.

Una vez que el virus está en el cuerpo tarda entre dos y tres semanas en
comenzar a dar los síntomas típicos de la enfermedad.

Debemos prevenirlas a través de la vacunación. Dada la globalización existente y


los viajes internacionales, han de mantenerse altas tasas de vacunación para
evitar la aparición de epidemias importadas, sobre todo de sarampión, en nuestra
población susceptible.

Aplicación de vacuna de sarampión, rubéola y parotiditis

Actualmente se aplican 2 dosis de vacuna triple vírica: la primera entre los 12 y 15


meses y la segunda entre los 3 y los 6 años. Solo en situaciones de riesgo de
contagio se debe administrar antes de los 12 meses (a partir de los 6 meses), pero
si esto sucede es necesario que se vuelvan a poner, posteriormente, las dos dosis
a las edades indicadas. Se puede poner en el mismo momento que la vacuna de
la varicela, pero en sitios diferentes del cuerpo, con agujas y jeringas distintas. Si
no es así, la vacuna de la varicela se debe separar al menos cuatro semanas de la
triple vírica. Si se administra a una mujer en edad fértil, por precaución debe
posponerse un mes la posibilidad de quedarse embarazada.

¿Qué debo hacer si se ha olvidado una dosis?

Deberá ponerse la dosis que falte, sin necesidad de empezar de nuevo la pauta de
vacunación.

Contraindicaciones de esta vacuna

Ante una enfermedad leve, como un resfriado, no se debe retrasar la vacunación.


Únicamente está contraindicada cuando haya sucedido previamente una reacción
alérgica grave con una dosis anterior de la vacuna o con algunos componentes de
la misma (como la gelatina o los antibióticos que contiene para evitar su
contaminación) o cuando se padezca una enfermedad importante. Al ser una
vacuna viva, también está contraindicada en el embarazo y se debe consultar con
el pediatra si el niño tiene las defensas disminuidas o recibe corticoides orales o
inyectados, en altas dosis. Si tras la administración de la vacuna aparece una
disminución de las plaquetas en la sangre se valorará la posibilidad de no aplicar
más dosis de vacuna.

Los riesgos de la vacuna

Esta vacuna puede dar reacción local en el momento de la inyección, y al cabo de


5 a 15 días después de la vacunación es capaz de producir algún efecto adverso
en forma de fiebre o aparición de un sarpullido por el cuerpo.

Vacuna frente al papiloma virus humano

La relación entre el virus del papiloma humano y el cáncer de cuello uterino. En la


mujer, el cáncer de cuello del útero se produce solamente si ha habido una
infección previa por el virus del papiloma humano (VPH), llamado también
papiloma virus. Este virus afecta a más de la mitad de las mujeres que tienen
relaciones sexuales, aunque en la gran mayoría de ellas no les provoca ningún
problema y vencen la infección sin tan siquiera haberla notado. Solo cuando
persisten los virus durante muchos años (20-30) en el organismo y si son de
determinadas familias concretas (tipos), es cuando pueden producir un tumor
maligno.

El contagio

El papiloma virus se contagia por medio de las relaciones sexuales. La


probabilidad de desarrollo de cáncer es mayor cuanto más precoz sea el inicio de
estas relaciones y mayor el número de parejas. También influyen otros factores
como el tabaquismo y los problemas inmunitarios. En la actualidad hay dos
vacunas en el mercado, Gardasil® y Cervarix®; ambas protegen contra los dos
tipos de papiloma virus que con mayor frecuencia (70-80%) son causantes del
cáncer. Las personas vacunadas desarrollan defensas que evitan la infección por
estos virus en caso de contacto, aunque hay que tener muy presente que no todos
los virus implicados en los tumores malignos del cuello uterino están contenidos
en las vacunas disponibles hoy en día.

Administración de la vacuna contra el virus del papiloma humano

Esta vacuna debe administrarse a niñas de 9-10 años en adelante. La pauta


completa consta de 3 dosis inyectables y se finaliza en 6 meses. Como las demás
vacunas, si se administra debe anotarse en la cartilla personal de vacunaciones.

¿Qué hacer si se ha olvidado una dosis?

Deberá ponerse la dosis o las dosis que falten, sin necesidad de empezar la pauta
de 3 inyecciones de nuevo.

Contraindicaciones de esta vacuna

Solo está contraindicada cuando haya sucedido previamente una reacción alérgica
grave con una dosis de vacuna contra el VPH o cuando se padezca una
enfermedad importante. Estas contraindicaciones son comunes al resto de las
vacunas.

Los riesgos de la vacuna

El riesgo de que esta vacuna produzca un efecto adverso grave es


extraordinariamente raro. Las únicas reacciones adversas comunes serán el dolor
y enrojecimiento en el lugar de la inyección, y fiebre poco importante.

Finalmente, uno de los “riesgos” más temidos de la vacunación es que


equivocadamente traiga consigo una disminución en el seguimiento de los
controles preventivos, mediante citologías vaginales, en la vida adulta de la mujer.
Asimismo, continuará siendo preciso y por lo tanto recomendable, seguir
manteniendo las medidas adecuadas para evitar el contagio de otras infecciones
de transmisión sexual y los embarazos no deseados.

Vacuna contra el rotavirus


El rotavirus
Se trata de un virus que causa diarrea o gastroenteritis aguda. Su nombre procede
de su parecido con una rueda, que en latín se dice “rota”. La gastroenteritis aguda
o diarrea aguda es una enfermedad muy frecuente en la infancia, sobre todo en
niños menores de 5 años. Se caracteriza por producir un aumento en el número
de las deposiciones, siendo líquidas, abundantes y de mal olor. Generalmente se
acompaña de vómitos, con frecuencia como síntoma inicial, dolor abdominal y
fiebre.

Periodo de incubación.

De uno a tres días antes que se presenten los síntomas, ya se habrá producido el
contagio, el que a su vez, puede haber ocurrido con otro niño que tuvo la
enfermedad diez días atrás que, aunque se vea sano, todavía sigue eliminando
virus en las deposiciones.
El objetivo fundamental de la vacunación contra el rotavirus en nuestro país es
proteger a los lactantes y niños pequeños frente a las formas graves de
gastroenteritis aguda, previniendo sufrimientos, hospitalizaciones, pérdidas de
jornadas de trabajo en los padres, etc., reduciendo la carga de la enfermedad y la
utilización de recursos.

Contagio
El niño que sufre la infección elimina gran cantidad de virus en las deposiciones, lo
que permite rápidamente pesquisar su presencia. Los virus permanecen hasta
diez días en las deposiciones, la transmisión de este virus es por vía fecal oral,
pero también se pueden encontrar en los juguetes u otros artefactos, lo que
significa que el medio habitual de contagio no tiene una relación especifica con la
contaminación de alimentos y el agua.

De ahí la importancia del lavado de manos, siempre y especialmente cuando el


niño tiene diarrea, que será obligado después de cambiarlo si usa pañales y antes
de preparar las comidas.

Las medidas preventivas apuntan al cuidado en el uso de pañales desechables o


de género, ya que allí nadan los virus. El lavado de las manos del personal o de
las mamás debe ser estricto porque con el cambio de pañales se transforman en
una vía de transporte del virus.

Desde hace varios años se encuentran comercializadas dos vacunas frente a


rotavirus, que se denominan RotaTeq® y Rotarix®. Son vacunas recomendadas
por varias agencias sanitarias. Estas vacunas disponibles han sido fabricadas
mediante procedimientos diferentes. También difieren en sus pautas de
administración: RotaTeq®, requiere tres dosis consecutivas para completar la
vacunación (con un intervalo mínimo entre dosis de cuatro semanas) y la otra
vacuna, Rotarix®, precisa solamente dos dosis, pero la eficacia para la prevención
frente a la infección grave por rotavirus es prácticamente igual para ambas
vacunas.

La vacunación debe iniciarse a partir de las seis semanas de vida y debe estar
completada a las 26 semanas de edad (seis meses y medio) para la vacunación
con RotaTeq® y a las 24 semanas (seis meses) en el caso de Rotarix®. Estas
vacunas se administran exclusivamente por vía oral. Se puede administrarse
conjuntamente o con cualquier intervalo con el resto de las vacunas infantiles
actualmente recomendadas en los calendarios de vacunaciones infantiles
españoles.

Efectos adversos de la vacuna

Las vacunas frente al rotavirus han demostrado ser vacunas seguras tras amplios
estudios buscando posibles efectos secundarios graves. Los efectos adversos
más frecuentes son vómitos, diarrea y fiebre moderada, todos ellos leves.

Contraindicaciones de estas vacunas

Están contraindicadas, como otras vacunas, en caso de reacción alérgica a una


dosis previa o si es conocida la alergia a alguno de sus componentes. Tampoco
deben administrarse si existe el antecedente de invaginación intestinal o si se
padece alguna malformación intestinal que predisponga a ella.

Dado que es una vacuna viva, como norma general no debe administrarse a niños
con inmunodeficiencias. La administración debe posponerse en el caso de diarrea
o vómitos. No debe tomar el pecho materno una hora antes y después de recibir la
vacuna.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha actualizado sus recomendaciones


mundiales para la vacunación contra el rotavirus, indicando que ambas vacunas,
RotaTeq® y Rotarix®, son eficaces en la prevención de formas graves de diarrea.
Recomienda la introducción de la vacuna en todos los programas nacionales,
especialmente donde la diarrea suponga más del 10% de la mortalidad en
menores de 5 años.

RotaTeq puede administrarse simultáneamente con otras vacunas (excepto la


vacuna oral contra la poliomielitis, cuando sea necesario un intervalo de 2
semanas entre la aplicación de ambas vacunas).

Vacuna contra la varicela

La varicela es una infección vírica, producida por el virus varicela-zóster, se estima


que podría afectar a entre 80 y 90 millones de personas en todo el mundo al año.
afecta principalmente a los niños., aunque también puede aparecer en personas
adultas que no pasaron la enfermedad durante su infancia. Aunque suele ser una
enfermedad benigna, en ocasiones puede presentar complicaciones graves.

Los síntomas característicos de esta enfermedad consisten en la aparición de


lesiones dérmicas polimorfas que se inician con un exantema, que al principio son
pequeñas lesiones de color rojo y en los días siguientes van evolucionando a
pequeñas vesículas con líquido claro en su interior, que suelen estar rodeadas de
un pequeño halo rojizo y que finalmente se convierten en costras. Generalmente,
la aparición de la erupción puede acompañarse de fiebre moderada, cefalea,
malestar, odinofagia y prurito, por lo que los niños tienen tendencia a rascarse,
con la posibilidad de que las lesiones se infecten. También suelen aparecer
lesiones en la boca y en el cuero cabelludo.

El contagio

La varicela es una enfermedad muy contagiosa. Se puede transmitir a otros,


desde dos o tres días antes de aparecer las primeras lesiones en la piel, hasta que
todas las lesiones son costras (unos cinco a siete días desde el inicio de la
erupción). Se contagia por vía aérea, por las gotitas de saliva que se expulsan con
la tos o al hablar, y también por contacto con las lesiones.

La varicela es una enfermedad casi siempre autolimitada, pero en ocasiones


puede presentar complicaciones como sobreinfecciones bacterianas cutáneas;
respiratorias, como otitis, neumonías, o neumonitis por el propio virus de la
varicela; neurológicas como cerebelitis, o puede facilitar la entrada de infecciones
invasivas por bacterias. Estas complicaciones, aunque poco frecuentes, pueden
causar problemas graves en niños con factores de riesgo (inmunodeficiencias,
procesos tumorales, tratamientos especiales, etc.).

Las vacunas frente a la varicela

Hay dos vacunas frente a la varicela: Varivax® y Varilrix®. La primera de ellas,


Varivax®, puede ser administrada a partir de los doce meses a todos los niños
sanos, en una pauta de dos dosis (la primera a los 12-15 meses y la segunda
entre los 3-4 años de edad). Varilrix®, por el contrario, solo está indicada para
pacientes de riesgo y sus contactos y en adolescentes y adultos susceptibles, y
actualmente es de uso exclusivo hospitalario.

Administración de la vacuna

Debe administrarse por vía subcutánea, generalmente en la zona alta del brazo o
en el muslo en los más pequeños.

Se recomienda la vacunación frente a la varicela para todos los niños con una
primera dosis de vacuna entre los 12-15 meses de edad y una segunda dosis a los
3-4 años de edad. En niños y adolescentes entre 10 y 14 años que no hayan
padecido la varicela, ni hayan sido vacunados con anterioridad, también se
recomienda la vacunación para prevenir la enfermedad en la edad adulta.

Lo más práctico es administrarla el mismo día que se vacuna al niño con la vacuna
triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis), pero en lugares anatómicos distintos
y con agujas y jeringas diferentes. En caso de no haberse podido administrar en el
mismo día estas dos vacunas, se debe posponer la administración de una de ellas
un mínimo de cuatro semanas.

Reacciones adversas de la vacunación

Las reacciones más frecuentemente asociadas a la vacunación contra la varicela


son: dolor, prurito, picor y enrojecimiento en el lugar de la inyección, erupción de
muy pocas lesiones de tipo variceloso en ese sitio o en otras zonas, irritabilidad,
síntomas catarrales y fiebre moderada.

Contraindicaciones de la vacuna de la varicela

Además de las contraindicaciones generales de todas las vacunas, es decir,


reacción alérgica grave (anafilaxia) tras una dosis previa o bien alergia conocida a
alguno de sus componentes, la vacuna de la varicela, por ser una vacuna viva,
está contraindicada en general en las situaciones de inmunodeficiencia y en el
embarazo. Aunque no supone una contraindicación, por precaución no se
aconseja administrar a madres que estén amamantando a sus hijos.

Vacuna contra la gripe

La gripe es una enfermedad infecciosa producida por el virus de la gripe. En el


niño, la gripe puede presentarse de varias formas, aunque por lo general se
comporta como “uno más” de los resfriados con fiebre que sufren nuestros hijos
durante el invierno. Puede haber fiebre, vómitos, tos, disfonía, odinofagia,
obstrucción nasal y rinorrea, en algunos casos ruidos al respirar (sibilancias), y a
veces también otros síntomas como dolores musculares y articulares y diarrea.

Los síntomas de la gripe pueden durar hasta una o dos semanas, pero la fiebre no
suele ser tan persistente. La gripe es muy contagiosa y se puede transmitir de
persona a persona a través del aire, por la tos y los estornudos, por contacto con
las manos o por medio de objetos que hayan sido contaminados con el virus,
como un juguete o una toalla.

Los pequeñitos que van a guardería y los que están en la edad escolar son los
más expuestos al contagio. A su vez, los niños griposos son habitualmente fuente
de diseminación de la enfermedad entre sus familiares convivientes. Aunque
afecta a un gran número de personas anualmente en todo el mundo, por lo
general la gripe no es una enfermedad grave, pero puede resultarlo con mayor
probabilidad en los ancianos y en los niños y adultos incluidos en los grupos de
riesgo de complicaciones. La complicación más frecuente es la neumonía, que
puede ser producida por el propio virus o por una sobreinfección bacteriana.
Existen diferentes formas de fabricar la vacuna, pero casi todas se hacen en
huevo de gallina. Unas contienen el virus entero, otras, fraccionado, y otras
todavía en unidades más pequeñas. Cuanto más elaborada es la vacuna, menos
antígenos gripales contiene y por esa razón algunas utilizan sustancias
potenciadoras de la reacción inmunitaria del huésped, conocidas como
adyuvantes.

El virus de la gripe tiene la capacidad de cambiar de año en año; como


consecuencia, nuestras defensas no son capaces de reconocerlo o solo
parcialmente cada vez que vuelve y por eso puede provocarnos la enfermedad en
cada nueva temporada. Esta es la razón por la que anualmente hay que fabricar
una vacuna diferente, adaptada a los cambios que haya sufrido el virus.

A partir de 2010 la vacuna estacional incluye la cepa viral H1N1 causante de la


pandemia de 2009, de forma que es una única vacuna antigripal.

La vacuna de la gripe solo se debe usar en niños a partir de los 6 meses de edad.

En Ecuador, se recomienda la vacunación anual a los niños con enfermedades de


base que les hagan más propensos a las complicaciones, como asma moderada o
grave, diabetes, algunas enfermedades renales, enfermedades del sistema
inmunológico, enfermedades neurológicas con hipotonía, obesidad extrema, etc.
También deben vacunarse de la gripe los niños y adultos que convivan con
enfermos en los que pode resultar especialmente peligrosa esta enfermedad.

Las vacunas de la gripe autorizadas en Ecuador son todas inyectables. La pauta


general es de una sola dosis anual, aunque en el caso de los niños, si tienen
menos de 9 años y es la primera vez que se vacunan de la gripe, se recomiendan
dos dosis separadas por un mes. Siguiendo la norma general, la vacuna de la
gripe puede administrarse simultáneamente con otras vacunas, pero en sitios
distintos.

Contraindicaciones de esta vacuna

La vacuna no se debe administrar a personas alérgicas al huevo de gallina, puesto


que los virus utilizados para fabricar las vacunas se cultivan en huevos de gallina.
Como en el resto de las vacunas, la de la gripe no debe administrarse a quien
haya sufrido una reacción alérgica grave frente a alguno de sus componentes.

La vacuna de la gripe puede y debe administrarse a las embarazadas, ya que


están incluidas en los grupos de riesgo de complicaciones, sin que esto suponga
ningún peligro para el feto, más bien al contrario.

Riesgos de esta vacuna

La vacuna de la gripe es muy segura. Los efectos secundarios son los habituales
de otras vacunas inyectables, fundamentalmente locales (dolor y enrojecimiento
en el sitio de la inyección) o generales leves (fiebre, malestar…). Son
excepcionales otro tipo de reacciones como disminución de las plaquetas o
complicaciones neurológicas (neuritis, síndrome de Guillain Barré, etc.). Como
medida de precaución ante reacciones inmediatas, siempre que se administre un
inyectable se debe permanecer al menos 15-20 minutos en el centro de
vacunación.

Vacuna frente a la hepatitis A

El virus de la hepatitis A es una de las causas más frecuentes de hepatitis aguda


en la infancia, con un pronóstico favorable en la mayoría de los casos.

Es una inflamación del hígado causada por el virus de la hepatitis A. Los síntomas
más frecuentes son malestar, náuseas, dolor abdominal y posteriormente ictericia
(coloración amarillenta de la piel y las mucosas), heces blanquecinas y orinas
oscuras. La evolución habitual es lenta (semanas) hacia la curación, pero existe
un pequeño porcentaje de casos que desarrollan una hepatitis fulminante con alta
mortalidad. En los niños, especialmente los menores de 6 años, la infección con
frecuencia es asintomática y pasa desapercibida, aunque pueden ser una fuente
de contagio.

Se contagia fundamentalmente por vía fecal-oral, a través del contacto directo con
personas infectadas. El mayor riesgo de infección se produce en contactos
domiciliarios, guarderías, colegios, campamentos, etc. Existe también transmisión
indirecta a través del agua o los alimentos contaminados.
La hepatitis A es una enfermedad de distribución universal, con alta contagiosidad.
A diferencia de la hepatitis B, no existe riesgo de evolución a hepatitis crónica, por
lo que puede ser considerada como una enfermedad de poca gravedad. Sin
embargo, la posibilidad de brotes en guarderías, colegios y campamentos, junto a
la conveniencia de prevenir la evolución a formas fulminantes, especialmente en
determinada población de riesgo, hacen necesaria la existencia de una vacuna
eficaz.

Las indicaciones actuales de vacuna frente a hepatitis A en niños son: Viajeros a


países en los que el riesgo de infección sea alto. Niños que residen en
instituciones cerradas (centros de acogida, internados, etc.). Brotes de hepatitis A
en guarderías, colegios u otras instituciones. Niños con alguna enfermedad que
aumente el riesgo de desarrollar hepatitis fulminante: hepatitis B o C, enfermedad
hepática de cualquier causa y niños receptores de hemoderivados: hemofílicos,
etc. Administración de la vacuna de la hepatitis A: se deben administrar dos dosis
separadas por un intervalo de 6 a 12 meses.

Se pone por vía intramuscular en el muslo en niños menores de 1 año y en el


brazo en los mayores. La vacuna de la hepatitis A se puede administrar
simultáneamente con otras vacunas del calendario.

Contraindicaciones de esta vacuna

Solo en casos de reacción alérgica grave tras la primera dosis. No se recomienda


la vacunación en niños menores de 1 año por la posibilidad de que la vacuna
interfiera con los anticuerpos maternos.

La vacuna frente a la hepatitis A es segura y bien tolerada. Como ocurre con otras
vacunas, existe la posibilidad de presentar reacciones locales leves como
enrojecimiento o dolor en el lugar de la inyección y, con menor frecuencia, fiebre o
malestar.

Vacuna neumocócica conjugada

La enfermedad neumocócica
Es una infección que tiene como agente etiológico al Streptococcus pneumoniae
conocido como neumococo que actúa en forma invasora o no invasora a partir de
la nasofaringe, la cual coloniza y se disemina siendo uno de los principales
agentes causantes de meningitis y la causa más frecuente de neumonía,
bacteriemia, sinusitis y otitis media aguda en los niños menores de 2 años de
edad.

Se trasmite de persona a persona por las secreciones respiratorias, el


hacinamiento de niños en lugares cerrados constituye un factor importante de
aumento de transmisión.

El neumococo es reconocido como uno de los patógenos con mayor impacto


global y uno de los más complejos de estudiar, tanto desde el punto de vista
clínico como epidemiológico. Aproximadamente, un millón de niños menores de 5
años de edad mueren por enfermedad neumocócica anualmente en el mundo.

Administración de esta vacuna

Se administra a los niños menores de 2 años, se aplica la vacuna conjugada a los


2, 4 y 6 meses. A los niños mayores de 2 años, se aplica la vacuna no conjugada
en tres dosis con intervalos de 2 meses.

Vía de aplicación

Intramuscular a nivel del músculo vasto externo (muslo), dosis de 0,5 ml. Si se ha
olvidado una dosis, reiniciar el esquema nuevamente.

Contraindicaciones de la vacuna

Fiebre mayor a 38,5 ºC. Niños con antecedentes de reacciones severas a los
componentes de la vacuna.

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