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Subgrupo 3 - Vacunas
Subgrupo 3 - Vacunas
Guayaquil
Facultad de Ciencias Médicas
Carrera de Medicina
Cátedra: Pediatría I
Tema: Vacunas
Grupo: 9 Subgrupo: 3
Estudiantes:
oDylan Leonel Morejon Mora
oChrisler Abraham Morocho Zavala
oDiana Carolina Loza Escobar
Docente: Dr. Enrique Bejar Ortiz
Vacunas
Las vacunas son una preparación de antígenos que se inyectan para que generen
memoria inmunológica que desencadena una respuesta de ataque por medio de
los anticuerpos resultantes proporcionando inmunidad contra la enfermedad
específica de algún virus, hongo o bacteria.
Vacuna atenuada
Entre las bacterianas están la BCG, Fiebre tifoidea oral y Cólera oral.
Inmunoglobulinas específicas
Clases de inmunidad
Inmunidad Innata
Complemento.
Es una inflamación del hígado producida por el virus de hepatitis B, que cursa con
síntomas como malestar, fiebre, náuseas, vómitos, dolor abdominal e ictericia,
aunque no siempre. Tras esta fase aguda puede producirse la curación o bien
evolucionar a hepatitis crónica, con posibilidad de desarrollar cirrosis y cáncer de
hígado.
Forma de contagio
Aplicación de la vacuna
Contraindicaciones
Difteria
Tétanos
Tos ferina
La tos ferina produce accesos o golpes de tos, durante los cuales se dificulta la
respiración, el niño presenta enrojecimiento y congestión de la cara y a veces
incluso cierto tono violáceo de la misma, seguidos de vómitos.
Las vacunas contra la difteria y el tétanos están constituidas por las mismas
toxinas que se producen en estas enfermedades, pero purificadas y desprovistas
de su toxicidad (se llaman toxoides), de forma que, una vez inyectadas, no pueden
producir la enfermedad, pero mantienen su capacidad de estimular en el
organismo la producción de anticuerpos defensivos contra la misma.
Las vacunas contra la difteria (D), el tétanos (T) y la tos ferina (P) van
habitualmente unidas y se administran en la misma inyección. Se constituye así, la
llamada vacuna triple bacteriana (DTP), la cual pertenece al grupo de vacunas
consideradas sistemáticas y que por tanto deben recibir todos los niños sanos.
En la mayoría de las ocasiones son muy leves. Los más frecuentes son fiebre o
febrícula, leve hinchazón o enrojecimiento en la zona de la inyección, o ligera
irritabilidad o somnolencia en los días siguientes a su administración.
Excepcionalmente pueden presentarse llanto persistente, alteraciones
neurológicas o reacciones alérgicas.
Hay 2 vacunas: una que se administra por vía oral (VPO) y que contiene virus
vivos, pero atenuados, y otra que se administra en inyección (VPI), que contiene
virus muertos y por tanto no puede transmitir la enfermedad. Las personas
vacunadas desarrollan defensas que evitan la infección por estos virus en caso de
contacto.
El contagio
Administración
La vacuna se administra desde los dos meses de vida, junto a otras vacunas
sistemáticas incluidas en los calendarios de vacunaciones. Se administran 3 dosis
por vía intramuscular (en el muslo o en el glúteo, según la edad), las dos primeras
antes de los 6 meses y un refuerzo en el segundo año de vida. Si el niño es mayor
de 12 meses no es necesario administrar más que una sola inyección. Esta
vacuna se aconseja para todas las personas hasta el final de la adolescencia (19-
20 años).
No deben vacunarse aquellos niños que hayan presentado una reacción alérgica
grave (que puso en riesgo su vida) en una dosis anterior. La vacuna no debe
administrarse si existe hipersensibilidad a alguno de los componentes incluidos en
ella y no deben ser vacunados aquellos niños que en el día de la vacunación
presenten una enfermedad aguda grave.
Contraindicaciones de la vacuna
No deben vacunarse aquellos niños que hayan presentado una reacción alérgica
grave en una dosis previa o que sean alérgicos a alguno de los componentes
incluidos en ella. En los niños que presenten una enfermedad aguda grave debe
retrasarse la vacunación hasta su mejoría. Un catarro o una enfermedad leve no
son motivos para retrasar la vacunación.
Sarampión
Produce un cuadro febril grave con manchas muy rojas por todo el cuerpo, tos
muy irritativa y conjuntivitis (ojos rojos). También produce unas lesiones
blanquecinas como puntos con un halo rojizo en la mucosa de la boca que solo
aparecen en esta enfermedad y se denominan manchas de Koplik. En ocasiones
se complica con infecciones en el pulmón y en el sistema nervioso.
Rubéola
Provoca un cuadro leve de fiebre, manchas por el cuerpo más tenues y más
pequeñas, y ganglios por el cuello, la región occipital y detrás de las orejas. En
adolescentes y adultos puede producir afectación de las articulaciones. Su
gravedad viene dada por el posible contagio del niño a una embarazada que no
hubiera pasado la enfermedad y que no esté vacunada, ya que puede afectar al
embrión y provocarle graves malformaciones, sobre todo en el corazón y en el
sistema nervioso (se llama rubéola congénita).
Parotiditis
Es una infección que afecta a las glándulas que producen la saliva, sobre todo las
parótidas, situadas en la cara, justo debajo de las orejas; se conoce con el nombre
de paperas. Se produce una inflamación de las mismas (aumentan mucho de
tamaño) y aparece un dolor que puede ser intenso. En ocasiones puede
complicarse con una meningitis de características benignas o con inflamación de
los testículos o de los ovarios.
El contagio
Estas tres enfermedades se contagian por vía aérea a través de las secreciones
que se expulsan al hablar, al toser, etc. y que entran por la boca y nariz del niño.
Una vez que el virus está en el cuerpo tarda entre dos y tres semanas en
comenzar a dar los síntomas típicos de la enfermedad.
Deberá ponerse la dosis que falte, sin necesidad de empezar de nuevo la pauta de
vacunación.
El contagio
Deberá ponerse la dosis o las dosis que falten, sin necesidad de empezar la pauta
de 3 inyecciones de nuevo.
Solo está contraindicada cuando haya sucedido previamente una reacción alérgica
grave con una dosis de vacuna contra el VPH o cuando se padezca una
enfermedad importante. Estas contraindicaciones son comunes al resto de las
vacunas.
Periodo de incubación.
De uno a tres días antes que se presenten los síntomas, ya se habrá producido el
contagio, el que a su vez, puede haber ocurrido con otro niño que tuvo la
enfermedad diez días atrás que, aunque se vea sano, todavía sigue eliminando
virus en las deposiciones.
El objetivo fundamental de la vacunación contra el rotavirus en nuestro país es
proteger a los lactantes y niños pequeños frente a las formas graves de
gastroenteritis aguda, previniendo sufrimientos, hospitalizaciones, pérdidas de
jornadas de trabajo en los padres, etc., reduciendo la carga de la enfermedad y la
utilización de recursos.
Contagio
El niño que sufre la infección elimina gran cantidad de virus en las deposiciones, lo
que permite rápidamente pesquisar su presencia. Los virus permanecen hasta
diez días en las deposiciones, la transmisión de este virus es por vía fecal oral,
pero también se pueden encontrar en los juguetes u otros artefactos, lo que
significa que el medio habitual de contagio no tiene una relación especifica con la
contaminación de alimentos y el agua.
La vacunación debe iniciarse a partir de las seis semanas de vida y debe estar
completada a las 26 semanas de edad (seis meses y medio) para la vacunación
con RotaTeq® y a las 24 semanas (seis meses) en el caso de Rotarix®. Estas
vacunas se administran exclusivamente por vía oral. Se puede administrarse
conjuntamente o con cualquier intervalo con el resto de las vacunas infantiles
actualmente recomendadas en los calendarios de vacunaciones infantiles
españoles.
Las vacunas frente al rotavirus han demostrado ser vacunas seguras tras amplios
estudios buscando posibles efectos secundarios graves. Los efectos adversos
más frecuentes son vómitos, diarrea y fiebre moderada, todos ellos leves.
Dado que es una vacuna viva, como norma general no debe administrarse a niños
con inmunodeficiencias. La administración debe posponerse en el caso de diarrea
o vómitos. No debe tomar el pecho materno una hora antes y después de recibir la
vacuna.
El contagio
Administración de la vacuna
Debe administrarse por vía subcutánea, generalmente en la zona alta del brazo o
en el muslo en los más pequeños.
Se recomienda la vacunación frente a la varicela para todos los niños con una
primera dosis de vacuna entre los 12-15 meses de edad y una segunda dosis a los
3-4 años de edad. En niños y adolescentes entre 10 y 14 años que no hayan
padecido la varicela, ni hayan sido vacunados con anterioridad, también se
recomienda la vacunación para prevenir la enfermedad en la edad adulta.
Lo más práctico es administrarla el mismo día que se vacuna al niño con la vacuna
triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis), pero en lugares anatómicos distintos
y con agujas y jeringas diferentes. En caso de no haberse podido administrar en el
mismo día estas dos vacunas, se debe posponer la administración de una de ellas
un mínimo de cuatro semanas.
Los síntomas de la gripe pueden durar hasta una o dos semanas, pero la fiebre no
suele ser tan persistente. La gripe es muy contagiosa y se puede transmitir de
persona a persona a través del aire, por la tos y los estornudos, por contacto con
las manos o por medio de objetos que hayan sido contaminados con el virus,
como un juguete o una toalla.
Los pequeñitos que van a guardería y los que están en la edad escolar son los
más expuestos al contagio. A su vez, los niños griposos son habitualmente fuente
de diseminación de la enfermedad entre sus familiares convivientes. Aunque
afecta a un gran número de personas anualmente en todo el mundo, por lo
general la gripe no es una enfermedad grave, pero puede resultarlo con mayor
probabilidad en los ancianos y en los niños y adultos incluidos en los grupos de
riesgo de complicaciones. La complicación más frecuente es la neumonía, que
puede ser producida por el propio virus o por una sobreinfección bacteriana.
Existen diferentes formas de fabricar la vacuna, pero casi todas se hacen en
huevo de gallina. Unas contienen el virus entero, otras, fraccionado, y otras
todavía en unidades más pequeñas. Cuanto más elaborada es la vacuna, menos
antígenos gripales contiene y por esa razón algunas utilizan sustancias
potenciadoras de la reacción inmunitaria del huésped, conocidas como
adyuvantes.
La vacuna de la gripe solo se debe usar en niños a partir de los 6 meses de edad.
La vacuna de la gripe es muy segura. Los efectos secundarios son los habituales
de otras vacunas inyectables, fundamentalmente locales (dolor y enrojecimiento
en el sitio de la inyección) o generales leves (fiebre, malestar…). Son
excepcionales otro tipo de reacciones como disminución de las plaquetas o
complicaciones neurológicas (neuritis, síndrome de Guillain Barré, etc.). Como
medida de precaución ante reacciones inmediatas, siempre que se administre un
inyectable se debe permanecer al menos 15-20 minutos en el centro de
vacunación.
Es una inflamación del hígado causada por el virus de la hepatitis A. Los síntomas
más frecuentes son malestar, náuseas, dolor abdominal y posteriormente ictericia
(coloración amarillenta de la piel y las mucosas), heces blanquecinas y orinas
oscuras. La evolución habitual es lenta (semanas) hacia la curación, pero existe
un pequeño porcentaje de casos que desarrollan una hepatitis fulminante con alta
mortalidad. En los niños, especialmente los menores de 6 años, la infección con
frecuencia es asintomática y pasa desapercibida, aunque pueden ser una fuente
de contagio.
Se contagia fundamentalmente por vía fecal-oral, a través del contacto directo con
personas infectadas. El mayor riesgo de infección se produce en contactos
domiciliarios, guarderías, colegios, campamentos, etc. Existe también transmisión
indirecta a través del agua o los alimentos contaminados.
La hepatitis A es una enfermedad de distribución universal, con alta contagiosidad.
A diferencia de la hepatitis B, no existe riesgo de evolución a hepatitis crónica, por
lo que puede ser considerada como una enfermedad de poca gravedad. Sin
embargo, la posibilidad de brotes en guarderías, colegios y campamentos, junto a
la conveniencia de prevenir la evolución a formas fulminantes, especialmente en
determinada población de riesgo, hacen necesaria la existencia de una vacuna
eficaz.
La vacuna frente a la hepatitis A es segura y bien tolerada. Como ocurre con otras
vacunas, existe la posibilidad de presentar reacciones locales leves como
enrojecimiento o dolor en el lugar de la inyección y, con menor frecuencia, fiebre o
malestar.
La enfermedad neumocócica
Es una infección que tiene como agente etiológico al Streptococcus pneumoniae
conocido como neumococo que actúa en forma invasora o no invasora a partir de
la nasofaringe, la cual coloniza y se disemina siendo uno de los principales
agentes causantes de meningitis y la causa más frecuente de neumonía,
bacteriemia, sinusitis y otitis media aguda en los niños menores de 2 años de
edad.
Vía de aplicación
Intramuscular a nivel del músculo vasto externo (muslo), dosis de 0,5 ml. Si se ha
olvidado una dosis, reiniciar el esquema nuevamente.
Contraindicaciones de la vacuna
Fiebre mayor a 38,5 ºC. Niños con antecedentes de reacciones severas a los
componentes de la vacuna.