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Asignatura: Pastoral Social

Título: Resumen sobre “La promoción humana” (documento de Santo Domingo)


Profesor: P. Abel López Chávez
Alumno: Aurelio Iturbide Ortega
Fecha: 24/03/2023

LA PROMOCIÓN HUMANA
De acuerdo al documento de Evangelii nuntiandi
«Entre evangelización y promoción humana- desarrollo, liberación- existen efectivamente
lazos muy fuertes. Vínculos de orden antropológico, porque el hombre que hay que
evangelizar no es un ser abstracto, sino un ser sujeto a los problemas sociales y
económicos. Lazos de orden teológico, ya que no se puede disociar el plan de la creación
del plan de la redención que llega hasta situaciones muy concretas de injusticia, a la que
hay que combatir, y de justicia que hay que restaurar. Vínculos de orden eminentemente
evangélico, como es el de la caridad; en efecto, ¿cómo proclamar el mandamiento nuevo
sin promover, mediante la justicia y la paz, el verdadero, el auténtico crecimiento del
hombre?» (EN 31).
El vivir el mandamiento de la caridad implica el compromiso de buscar la justicia y la paz
para que el hombre tenga un crecimiento auténtico.
«Con el mensaje evangélico la Iglesia ofrece una fuerza liberadora y promotora del
desarrollo precisamente porque lleva a la conversión del corazón y de la mentalidad; ayuda
a reconocer la dignidad de cada persona; dispone a la solidaridad, al compromiso, al
servicio de los hermanos» (Rm 59), «salvaguardando siempre la prioridad de las realidades
trascendentes y espirituales, que son premisas de la salvación escatológica» (Rm 20). Así
procediendo la Iglesia ofrece su participación específica a la promoción humana, que es
deber de todos.
La doctrina social de la Iglesia es la enseñanza del Magisterio en materia social y contiene
principios, criterios y orientaciones para la actuación del creyente en la tarea de transformar
el mundo según el proyecto de Dios.
La promoción humana, una dimensión privilegiada de la Nueva Evangelización
Jesús es el buen samaritano (cf. Lc 10, 25 -37) que encarna la caridad y no sólo se
conmueve, sino que se transforma en ayuda eficaz. Su acción está motivada por la dignidad
de todo hombre, cuyo fundamento está en Jesucristo mismo como Verbo creador (cf. Jn 1,
3), encarnado (cf. Jn 1, 14).
La falta de coherencia entre la fe que se profesa y la vida cotidiana es una de las varias
causas que generan pobreza en nuestros países, porque los cristianos no han sabido
encontrar en la fe la fuerza necesaria para penetrar los criterios y las decisiones de los
sectores responsables del liderazgo ideológico y de la organización de la convivencia
social, económica y política de nuestros pueblos.
María, la mujer solícita ante la necesidad surgida en las bodas de Caná, es modelo y figura
de la Iglesia frente a toda forma de necesidad humana (cf. Jn 2, 3ss). A la Iglesia, como a
María, Jesús le encomienda preocuparse por el cuidado maternal de la humanidad, sobre
todo de los que sufren (cf. Jn 19, 26 -27).
Derechos humanos
La igualdad entre los seres humanos en su dignidad, por ser creados a imagen y semejanza
de Dios, se afianza y perfecciona en Cristo. Desde la Encarnación, al asumir el Verbo
nuestra naturaleza y sobre todo su acción redentora en la cruz, muestra el valor de cada
persona. Por lo mismo Cristo, Dios y hombre, es la fuente más profunda que garantiza la
dignidad de la persona y de sus derechos. Toda violación de los derechos humanos
contradice el Plan de Dios y es pecado.

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