Un mañana Juanito se asomó por la ventana de su casa y observo que las calles
se encontraban solas, sin embargo, él quería salir a montar en su mono patín
como de costumbre, así que se acercó a sus padres y les pidió permiso para salir, pero ellos se lo negaron. Juanito no entendía nada de lo que estaba pasando no sabía por qué las calles estaban solas o porque sus padres no lo habían dejado salir, en ese momento sintió una tristeza profunda y se marchó su habitación. Sentado en un rincón solo y aburrido tuvo la idea de ir a buscar a su abuelo para jugar, al llegar donde su abuelo noto una triste mira en aquel anciano, así que se acercó a preguntarle el motivo de su tristeza; su abuelo no le dijo nada y solo lo abraso, haciéndosele raro ese comportamiento, aunque por su inocencia no le dio gran importancia debido a que solo quería jugar. A Juanito ya no lo volvieron a dejar salir, ya nadie salía de casa, sus padres no iban a trabajar y su abuelo que acostumbraba a ir al parque ya no lo hacía. Cada mañana al despertarse Juanito se preguntaba porque de repente todo cambio, así que le fue a preguntar a su abuelo, el le conto lo que sucedía le explico acerca del virus que estaba propagado a nivel mundial y le dijo que no podría volver a salir, porque tenían que quedarse casa para así prevenir el contagio, la reacción de Juanito no fue buena asi que grito fuertemente, agarro su patineta y salió a las calles. Juanito no podía creer lo que su abuelo le había dicho asi que se fue para la casa de su amigo, al llegar a la casa de Carlos quedo impactado del