Está en la página 1de 1

Hola mamá,

Llevo un tiempo pensando en escribirte


esta carta para decirte cuánto te amo y
cuánto te agradezco todo lo que has hecho
por mí desde el mismo día en el que nací
hasta hoy (y lo que seguramente seguirás
haciendo en el futuro). Y es que muchas
veces pienso que debes dar por sentado
que te amo, pero igualmente tengo la
necesidad de decírtelo aquí, para que guardes siempre mis palabras y acudas a
ellas cuando más lo necesites.

Pero te advierto que no soy capaz de expresar todo lo que quiero decir, así que
tendrás que imaginarte el resto. Por delante va mi admiración por tu valentía y
tu fuerza para sacarme adelante a mí, a toda la familia. Pero sobre todo, quiero
que te llegue mi auténtica adoración y todo el amor que sea capaz de
devolverte.

Porque tú siempre has estado ahí, ayudándome a dar mis primeros pasos,


enseñándome todo lo que sabías y animándome a saber más; guiándome
cuando más confundida estaba y dándome valor cuando estaba asustada;
protegiéndome de cualquier peligro y confiando en mis capacidades.

No creas que tu trabajo como madre terminó en la infancia. Ahora que soy
adulta te necesito más que nunca, porque siempre serás mi referente para ser
mejor persona, para creer en el amor incondicional y verdadero y en el apoyo
constante. Aún necesito que me cuides, que me protejas y que me guíes. Así que
no te alejes porque me pierdo sin tu consejo.

Te amo, mamá.

También podría gustarte