Está en la página 1de 3

LA ILUMINACION EN EL JARDÍN.

Unos accesorios que quizás no se publicitan lo necesario y que consiguen darle al jardín una
inusitada imagen cuando se pone el sol, son sin duda los sistemas de iluminación nocturna.
Seguro que coincidirás conmigo en que existen algunos jardines y zonas verdes que resultan
mucho más atractivos de noche que a plena luz del día.Parece un contrasentido pero así
sucede en algunos proyectos de jardinería que, al anochecer y cuando se encienden los
proyectores luminosos, adquieren un nuevo contraste y un nuevo juego de sombras que le
hacen adoptar una nueva y bellísima dimensión, completamente distinta a la que presentan de
día.
Como en todo, existen gustos y modas para elegir.Hay clientes que gustan de una iluminación
espectacular con grandes y potentes focos de filtros de color que hacen empequeñecer a todo
el conjunto vegetal, relegándolo a un modesto segundo término.
Hay otros en cambio que prefieren la tenue y delicada iluminación de las ornamentales balizas
para contornear los caminos.Ciertamente que su luz dota al jardín de una delicadeza singular.
Otros clientes, nos solicitan el iluminar sobre todo la fachada del inmueble, resultando por
reflexión una complementaria iluminación, de plano, de toda la zona ajardinada.Su efecto
resulta frió pero enormemente práctico y económico.

No existen normas inamovibles y menos en el margen creatividad que genera el diseño de un


proyecto de jardinería. Cada uno de los enfoques antes indicados, es válido si complementa y
acompaña al resto del conjunto, entendiendo por conjunto no solo al jardín sino al estilo y color
de fachada del inmueble junto con los diversos complementos que acompañan a ambos,
pérgolas, toldos, cenadores, estructuras de juegos, estilo y diseño de la piscina, estanques,
bordillería, enlosado de terrazas y caminos…etc.

Como resulta obvio, el cliente es nuestro objetivo. En nuestras manos estará el procurarle la
debida información previa a la elección del estilo de su iluminación y disponer en nuestro
garden del debido surtido de opciones a elegir, seleccionando con rigor la marca y el equipo a
distribuir, dedicándole el tiempo debido a la selección del proveedor y sobre todo, primando la
calidad y la garantía de servicio y suministro, sobre el precio. Un garden no es un bazar de todo
a euro y no debe permitirse bajo ningún concepto el vender esas mediocres y poco
recomendables balizas solares que se expenden en este tipo de comercios.
Con la calidad y con el servicio, conseguimos hacer clientes para toda la vida.Con otros
enfoques más mercantilistas, no conseguimos más que hacer una o dos facturas, la tercera, la
hará la competencia.

Quizás será conveniente que recordemos algunos apuntes que compartir con nuestros clientes
a la hora, bien sea de aconsejarles la compra del equipo, bien sea de instalarles nosotros
mismos todo el sistema de iluminación del jardín.

La oferta del mercado es, como en casi todo hoy día, amplísima. Encontramos los típicos
APLIQUES para atornillar en paredes, muros y fachadas. De materiales adecuados al uso en
exteriores como el aluminio o el policarbonato, se comercializan en múltiples diseños, siendo
los más populares los diseños de palillería en hierro fundido con un claro estilo antiguo y
colonial. Como suelen disponer de un sombrerete opaco, su luz la proyectan, junto con las
sombras que provocan la palillería, hacia abajo, siendo reforzada si la pared es clara, con la
reflexión en la pared.
Su utilización, es sobre todo decorativa.No debe emplearse para alumbrar terrazas como suele
ser usual, salvo que estas sean pequeñas y de suelos y paredes de tonos claros como ya
hemos comentado.
Las debemos instalar como complemento a la iluminación principal y en aquellos rincones
donde no llegue ésta o no merezca la pena su inclusión.Por ejemplo, la puerta del garaje, la
zona de contenedores, los aparcamientos exteriores…etc.

En la zona ajardinada, junto a nuestros macizos florales y bordeando nuestros caminos, es


donde podremos instalar las BALIZAS. Estas, no son más que pequeñas “farolitas” de no más
de 1 m de altura, de creativos y sugestivos diseños, que distribuimos adecuadamente por toda
la zona ajardinada.
Su instalación, salvo que sean solares, requiere un previo diseño de la inclusión del cableado,
arquetas y tomas de corriente.
Las cómodas balizas solares, pueden “pincharse” en cualquier zona que elijamos, pudiendo
cambiarlas de ubicación cada vez que queramos probar una nueva iluminación. Las balizas
convencionales, no se pueden cambiar de su punto de conexión al cableado.Es por ello que
debemos estudiar con tranquilidad dónde las instalaremos.
Existe la posibilidad de “extender”, con un cable complementario, su zona de iluminación, pero
llevará el inconveniente añadido de cables no enterrados por nuestros parterres.
Aconsejamos puntos fijos y cables entubados bajo tierra como mandan los cánones de las
ortodoxas y reglamentarias instalaciones de baja tensión para exteriores.
Las posibilidades de estas balizas son enormemente interesantes.Colocadas en las curvas o
en los vértices de nuestros caminos y senderos, resultarán doblemente útiles y decorativas,
desde cualquier sentido de la dirección que tomemos en el camino.
Su iluminación, casi siempre será hacia abajo, impidiendo el deslumbrarnos y alumbrándonos
el camino a seguir. Montan lámparas incandescentes de hasta 100 w o fluorescentes de bajo
consumo de hasta 23 w.
No debemos excedernos al incluir las balizas en nuestros diseños.Son muy atrayentes y nunca
deben ensombrecer al jardín como verdadero protagonista del conjunto.
Nos gusta utilizarlas para delimitar los caminos que en verdad se pudieran transitar por la
noche.El camino que nos lleva al cenador, el que nos lleva a la terraza junto a la piscina y el de
entrada hasta la vivienda, son buenas opciones para estas balizas.
Como ya hemos apuntado antes, podemos instalarlas solares, muy útiles y prácticas, movibles
a nuestro antojo pero de baja intensidad de iluminación y de muy corta duración de alumbrado,
2 – 3 horas máximo. Su utilización se rescinde a jardines pequeños y aconsejamos el instalar
dos balizas por punto,una más alta que otra, en vez de una sola.

Aunque menos utilizados, podemos disponer para nuestras pérgolas y cenadores, de unos
farolillos COLGANTES que copian los mismos modelos y diseños que los apliques antes
mencionados. Su instalación se amplía con soportes colgantes tipo escuadra, pudiendo
entonces utilizarlos como apliques de murete.
Su aspecto, se asemeja bastante a una lámpara corriente, motivo por el cuál no resulta muy
bonita una vez instalada.
No creo que pueda servirnos más que en el cenador, siempre que la pongamos bien alta para
que no nos reduzca visualmente el espacio libre sobre nuestras cabezas.

Una opción para cuando queramos iluminar nuestro jardín sin que se vean para nada las
luminarias empleadas, son los focos empotrables en el suelo, sea la superficie de nuestro
césped o sea el sustrato de nuestros parterres. No vemos más que un cristal circular y convexo
rodeado de un marco metálico de protección
Estos focos, se instalan de forma muy similar a como instalamos la red de riego. El montaje,
supone ubicar arquetas de conexiones, tuberías de conducción bajo tierra y los “aspersores de
luz”, es decir los focos, montados en una caja especial para la intemperie que deberemos
montar estanca para que no sirva de caja de acumulación del agua de riego.
Es la iluminación que se ha estado empleando junto con los típicos focos direccionables, en
infinidad de proyectos.
No hay un sistema de iluminación que se camufle tanto como éste en nuestra zona verde.Con
éste sistema, el protagonismo nocturno, lo siguen teniendo las plantas al 100%.
Su desventaja, ya la habrás intuido. Dado que su iluminación es vertical y desde abajo, un
paseo por el jardín no resultará agradable de realizar de noche porque la luz nos impactará de
lleno.
Su efecto ha de aprovecharse desde lejos. Esta iluminación se elige cuando queremos seguir
recreándonos con nuestro jardín, aún de noche.
Resulta muy útil cuando queremos iluminar alguna escultura de peculiar relevancia que
conservemos en el jardín.
Otra desventaja del sistema focos empotrados, es sin duda la laboriosidad del montaje y el celo
con que hay que realizar el mismo.
No quiero finalizar el artículo sin hacer algún comentario a las típicas farolas de jardín. Las
farolas de columna, las que todos conocemos, resultan apropiadas para zonas verdes amplias,
generalmente públicas o comunitarias. Una farola de columna con dos o tres brazos de
luminaria, ocupa un considerable volumen visual. Su instalación en un jardín privado resultaría
inadecuada salvo que nuestro gusto se decantara por enfatizar la propia farola sobre el resto
del conjunto, extremo que no suele ser usual.
En el supuesto en que decidiéramos incluirla en nuestro diseño, procuraríamos que no fuese
excesivamente alta, no más de 2,5 m.; que fuese de material de poco mantenimiento, te
recomiendo el hierro fundido moldeado con diseños en el mercado con una excelente relación
calidad/precio y con una presencia muy decorativa si tiene el buen gusto de pintarlas de blanco
en su totalidad. Ya sabes que este color resaltará con el verde general de todo el conjunto
ajardinado.

Habrás visto cómo en los garden, proliferan últimamente las pequeñas luminarias de diseño.
Pequeñas rocas que se iluminan como si de cuarzo se tratara, coloridas setas que sustituyen
sus esporangios por pequeñas bombillas halógenas, simpáticas ranas que se iluminan al
anochecer…y un singular surtido de ornamentos añadidos.
No sirven como comprenderás para iluminar, tampoco para balizar, se emplean en pequeños
rincones, quizás junto al pequeño estanque y serán solo aceptablemente acercamos a menos
de 3 m. de distancia.
Las consideraremos complementos de ornamentación más que puntos luminosos en sí, dado
que por otra parte suelen disponer de placas solares que mantendrán una tenue luz durante
solo un par de horas.

Volvemos a repetir que la norma básica a respetar en el diseño previo de la iluminación,


siempre será el que las luminarias no resalten sobre la vegetación existente, prevaleciendo el
protagonismo de éstas.
Con la excepción de la iluminación de señalización o seguridad, casos de iluminación de
escaleras, pasos angostos, puertas de entrada, rincones excesivamente oscurecidos y
delimitación de caminos de tránsito.

La instalación de la iluminación en el jardín, siempre aporta un valor ornamental añadido,


alarga las horas de disfrute y estancia en la propia zona verde y embellece sobremanera la
vista nocturna de nuestra “vivienda al exterior”.
Su diseño, su instalación, su comercialización y su promoción, corresponden de pleno al
garden, nunca ha de ser un artículo relegado a los establecimientos de artículos eléctricos.
Ha de formar parte del conjunto a comercializar de cara a nuestros más fieles clientes.

También podría gustarte