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POEMAS Y POESÍA
MI PADRE Y YO

Eduardo Gª-Galán López


y Álvaro Gª-Galán y Gª-Mauriño (Kailuz-Álvaro)

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Eduardo García-Galán López Y Álvaro Gª-Galán Gª-Mauriño

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total


o parcial de esta obra, así como su transmisión y difusión en cualquier
forma o método, sin el permiso expreso de su autor.

Re g istra da s toda s la s obra s de la s que se re c opila n la


may oría de los te ma s e n la Propie da d Inte le c tua l de
Ma drid.

Copyright: Eduardo García-Galán López Y Álvaro Gª-Galán Gª-


Mauriño (Kailuz-Álvaro), 2015

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A mi querido Padre fallecido, con todo mi amor:

NUNCA SIN TI

Nunca abrazarte si no es lo mejor para ti


Nunca llorarte si mis lágrimas humedecen tu rostro
Nunca perderte si mi sonrisa abriga tu amanecer
Nunca sin ti

A mis padres, en sus bodas de oro:

BODAS DE ORO
16 de mayo,
mes de las flores y azahares.
2 corazones vuelan en el cielo primaveral.
Se prometen amor eterno y lealtad.
50 inviernos arropados por 50 soles,
surcan los mares esquivando las tempestades,
llegando a la orilla después de un largo navegar,
reflejándose en sus ojos y entrelazadas sus manos:
calor y fraternidad.
Rodeándose de hijos, nietos, familiares y amigos:
cantan al unísono sus bodas de oro:
oro del más puro y noble,
fundiéndose y forjándose
en el infinito ciclo del Samsara terrenal.

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ÍNDICE

Prólogo: ……………………………………….15

Poemas y Poesía Recopilatorios (Kailuz-


Álvaro) de mis libros: “Samsara”; “Por encima
de…”; “Utopía”; y “Entre dos aguas y dos
mares………………...............................................144

Poemas y poesía de mi padre: La Palabra:


Palabra de Amor, Palabra Y Tierra, Palabra Íntima,
Palabra Postrera, Las Siete Palabras…………....348

Anexo: Recopilatorias (Kailuz-Álvaro) de mi


Libro de Poemas y Poesía: “Renacimiento”....391

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POEMAS Y POESÍA: MI
PADRE Y YO

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PRÓLOGO

Esta obra es una recopilación de algunos de mis


poemas y poesías hasta 2016 (las más emblemáti-
cas) y del libro de mi padre: La palabra. Pudiéndose
encontrar en Amazon de forma individual cada
obra de mis recopilatorios con más poemas y poe-
sías.
Aunque la poesía en estos tiempos modernos
que vivimos esté denostada por el gran público,
espero que está obra les acerque más a este noble
arte de expresar pensamientos y sentimientos.
Este libro es muy completo por tener las obras
recopilatorias de poemas y poesía de mi padre: “La
Palabra”, además de las mías en mis cinco libros de
Poemas y poesías escritos en diferentes épocas:
“Utopia” (año 91); “Por Encima De…” (año 98);
“Samsara” (año 2013); “Entre Dos Aguas Y Dos
Mares” (año 2014); Y finalmente “Renacimiento”
(año 2015).

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Algunos temas Recopilatorios de mi libro de
Poemas y poesía:
“Samsara”

EN EL HORIZONTE

Azucenas y magnolias,
orquídeas y amapolas,
margaritas y violetas,
adornan tus cabellos
de contorno femenino,
embriagada en libertad.
Con las manos alzadas al viento
desnudas tus pies
y te sumerges en cristalinas aguas
de arrecifes y cálidas arenas,
suaves y finas.
Envuelta en brisas apacibles
de soles amables,
las dunas incansables y estelas imperceptibles

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fusionan tu nombre:
en el horizonte.

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ESPINOSAS AMISTADES

Espinosas amistades
de hermosas rosas rojas.
Mas cuando pinchan: lágrimas amargas sangran.
El tiempo todo lo cura y encauza,
aunque el olvido es el destierro de los errores
al desierto del errante,
cuyo turbante de miedo paraliza toda victoria,
pero también toda derrota.
Amistades espinosas
de hermosas rosas rojas.
Mas cuando pinchan: lágrimas amargas sangran.

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DESTINO FINAL

Navego con rumbo duradero


hasta el confín de los océanos,
visualizando bellezas sin igual,
de ojos azules y dorados cabellos,
u ojos negros y azabaches melenas.
De singulares personalidades y sonrientes miradas.
Naufrago en islas desiertas
en busca de palmeras y oasis.
Encarcelado y ausente amor
mueres en carencias sin el sentimiento.
Mientras resurgen eternas ilusiones en los corazo-
nes,
abrazados a sus múltiples romances.
Aunándose mente y cuerpo
en románticos y tenaces encuentros,
tiernos y salvajes,
escapando del espejismo utópico
para nadar en lo fugaz y vano,

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en lo sutil y perecedero.
Pero nunca morirán los sueños
que me conduzcan al varadero final:
del amor.

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SAMSARA

Enfermo con mis errores


y sano con mis penitencias
purificada el alma,
custodiadora de mi mente y cuerpo.
Mas débil soy y envejezco al pecar.
Camino sin religión,
pero con Dios en mi corazón.
Mas frágil soy y regreso con devoción y maldición
a la kármica encarnación,
danzando en el largo e infinito ciclo:
del Samsara terrenal.

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MAR DE DUDAS

Despierto con alegres melodías


envuelto mi cuerpo en rayos de luz,
y sin excesivas preocupaciones
camino en un mar de dudas
que van y vienen con la marea:
a veces en calma
y otras embravecidas,
que embisten con enormes oleadas.
Cuanto más me acerco al precipicio:
más quiero planear y volar
en las más altas montañas y bellos paisajes
rodeado de hermosas bandadas,
descendiendo a ras de suelo
cerca de océanos custodiados por sonrientes y no-
bles delfines.
Y cuanto menos me balanceo,
observando las desgracias y duras existencias
del ser humano:

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más trepan los gusanos aferrándose a la desdicha.
Y levantándome: respiro,
mientras late mi doloroso y jovial corazón
entre gozos y penas
que van y vienen con la marea:
a veces en calma
y otras embravecidas,
que embisten con enormes oleadas.
Cuanto más me acerco al precipicio más quiero:
cantar y bailar,
amar y besar.

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¿DÓNDE ESTÁS?

Amor, ¿dónde estás que te alejas de mí?,


¿dónde quedaron aquellos besos?,
irreconocibles con el paso del tiempo.
Echo de menos tu tersa piel de melocotón
o tus dulces besos arropando mis labios,
hambrientos de ti.
Me miras con ojos lejanos
que sueñan con un pasado efímero y evanescente.
Se desgastaron nuestros anhelos en quimeras,
desvaneciéndose nuestra ilusión en otros cuerpos,
pero el recuerdo de aquellos días
perdurarán en nuestra memoria.
Y quizá algún día vuelvan
para resurgir de su largo letargo.

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AQUEL AMOR

Una vez te tuve y me tuviste,


aunque no sé si alguna vez lo supiste.
Hedonismo incansable del ego
amamantado por el gozo,
obviándolo todo.
¿Acaso alguna vez me quisiste?
Me dices que sí,
pero solo buscaste tu placer con mis besos,
olvidándote de mí.
¿Acaso lo que llamas amor no es obsesión?
Buscas en otros
sin encontrarlo,
ignotos corazones,
lo que hallaste en mí.
¿Acaso no es egoísmo el amor?
Llamas a mi puerta con alegre deseo,
contestando con majestuosa pasión: Soy Yo.

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Pero nunca pronunciaron tus labios con dócil de-
voción: Soy tú.
Mas amar sin condición no es ser tú o yo,
porque navegar por el ancho océano
no son mares de lágrimas de perdón.
Simplemente somos tú y yo,
unidos y diferenciados.
Porque ni el despiadado paso del tiempo
ni la imperdonable muerte
borrarán aquellos días:
efímeros y eternos
de aquel amor.

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DICEN

Dicen que el tiempo se lleva al amor.


Dicen que la aburrida y tortuosa rutina abandera el
desamor.
Dicen que la soberana unión convierte en herman-
dad la pasión.
Dicen que lo nuestro no perdurará.
Dicen que sin sexo no hay color.
Dicen que no hay vínculo sin dolor.
Dicen que nos amemos hasta el último amanecer.
Pero nada dicen de nuestra soledad sin tu amor.

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Brisas de mares
acarician tu rostro,
perfilando tu silueta
con olores silvestres
llenos de pasión y amor.
Tersas manos
dibujan el arcoíris
con alegres risas,
y suaves olas envuelven
cándidas promesas
arropadas de imperecedera verdad.
Miras con calor
el frío hielo de la oscuridad
sumergiéndote en abismos,
recolectando siembras de luz.
Respiras bondad:
al besar el nuevo amanecer.

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VUELVO A TI

Vuelvo a ti,
una vez más,
vuelvo a ti.
Y retorno
a tus brazos,
cobijo de sosiego
y anhelos duraderos.
Vuelvo a ti,
una vez más,
vuelvo a ti.
Y bebo de tu escarlata sangre
que calienta mi gélido invierno,
saciando mi hambriento ardor
del amor que nunca murió.

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CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE ME-
JOR

Nada retornará a cualquier tiempo pasado:


que fue mejor.
Melancólicas sonrisas
languidecen sin remisión ni perdón.
Ojos empequeñecidos
y manos arrugadas
recordando la perdida y olvidada niñez.
Memoria distorsionada y quebrantada
de abandonados corazones,
derramando ligeros recuerdos
de lo que un día fue su amada juventud y lozanía,
que anida en otros lugares
llenos de fulgor y fervor.
Suena la música en la lejanía,
pero apenas se hace perceptible
mientras derrumbas tu cuerpo

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entre fantasías y sueños:
que no volverán.

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PLANETA TIERRA

Olivos verdes
de grandes aceitunas
y termas de cálidas aguas.
Montes imperecederos de vastas llanuras
cubiertos por cielos impolutos
de brillantes estrellas y tímidas nubes.
Tiernas criaturas crecen en tu regazo
acompañadas de hermosos y afables paisajes.
Planeta Tierra eres, de agua y aire te compones
y con fuego expandes tu calor irradiado por sempi-
ternos soles,
cobijándote en la oscura noche iluminada por des-
lumbrantes lunas.
En ti nacemos y moriremos,
de ti venimos y contigo nos extinguiremos.

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PRINCIPIO MASCULINO Y FEMENINO

Corpúsculos negativos o cátodos de condición


femenina, que como abejas en colmena,
se mueven alrededor de corpúsculos positivos:
de condición masculina, de los que se
desprenden.

Principio femenino
atraído por el principio masculino
se unen en el proceso de creación de un nuevo
reino.

Principio masculino del “Yo”, el “Ser”,


la “Voluntad”, que observa y contempla
las creaciones del principio femenino del “Mí”,
del “Venir a ser”,
recibiendo las impresiones del “Yo”
y actuando conforme a él.

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Pero pocas abejas son reinas sino siervas
sin ejercer su “Yo” sino el de aquélla,
sin fuerte principio masculino adolecen de libre
albedrío, deambulando sus almas en pena.

Mente objetiva es el principio masculino del “Yo”


que observa y contempla: las obras del “Mí”, de la
mente subjetiva y principio femenino.

Abejas que devienen del Ser y crecen en el Devenir


a Ser, coronando su voluntad de ser reinas
para ordenar y mandar:
a todas las abejas sin un gran “Yo” donde su “Mí”
oscila cual péndulo,
esperando la hiriente herida
de la espada de Damocles
al ser regidas por otros “Yoes”.

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Y todo está regentado por la Mente viviente infinita
(Espíritu):
que no tiene causa ni efecto ni fue creada, siendo
inmutable e incognoscible:
porque sólo el Origen, la LEY misma,
puede comprender su naturaleza,
con su principio masculino: Dios;
y su principio femenino: Madre Naturaleza.

Abejas reinas gobiernan en su colmena,


aunque sólo las reinas entre reinas
sirven en la Gran Colmena
con devoción y decisión.
Y fieles a su procedencia crean mieles exquisitas
fundiéndose degustadas:
en el TODO.

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VEREDICTO FINAL

Mano tendida y sonrisa amable abrigan la amistad,


huyendo las penas a campos desiertos y yertos.
Amigos que van y vienen,
crecen y mueren,
en el arduo y recíproco camino de la empática
unión,
siendo uno mismo su mejor o peor amigo.
Manos enlazadas y desenlazadas a cada paso
tatuadas con rosas y espinas en el corazón,
aderezado en la razón.
Voces suaves susurrando viejas melodías
en el valle de las palabras y promesas,
mas el tiempo dictará: su veredicto final.

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Algunos Temas Recopilatorios de mi libro de
Poemas y Poesía: “Por encima de…”

POR ENCIMA DE DIOS Y DE LOS HOM-


BRES

Por encima de Dios


el amor que siento hacia ti:
con tus errores, equivocaciones y aciertos.
Un Dios sin ti
no le quiero
sino puedo amarte.
Por encima de Dios
el infierno contigo,
y si has de penar por tus delitos
prefiero penar a tu lado
que reinar junto a Dios, pero sin ti.
Porque mi amor hacia ti
es como el de una Madre y un Padre hacia su hijo:

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que aun en la lejanía no se deja de amar, de rezar,
de apoyar y de proteger,
que a pesar del tiempo en la distancia no cae el
amor en olvido.
Porque sólo los que buscan el amor de Dios
por encima de todas las cosas
son los que buscan el poder, la moral y el dogma,
al tener miedo a ser ellos mismos
desde su ilimitada y gran ignorancia.
Por encima de Dios
el amor que siento hacia ti,
quémame en tu infierno
y sálvame del cielo.
Y si Diosa-Dios
es igual que yo;
y si yo, soy creación y parte de él;
y si yo, soy hijo y miembro de ella;
y me quieren como yo te quiero
y me aman como yo te amo,
así vendrán a por mí

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y a por ti,
porque bajarán desde el cielo al infierno
y a ambos nos salvarán y coronarán en la felicidad y
en el amor.
Porque antes de haberte amado así,
ya había sido amado sin condición por Diosa-Dios.
Y sin condición te amo,
ahora y siempre,
por encima de Dios y de los Hombres.

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EN CUERPO Y ALMA

Despiertas en mí una sonrisa:


la sonrisa del momento.
Y un llanto:
el llanto del recuerdo
del alma henchida de calor.
Encuentro en ti el regazo de antaño:
el cariño de la entrega,
el regocijo del amor.
Pero no nos pertenecemos,
consolamos nuestros cuerpos
con bálsamo de esperanzas rotas
y encuentros sin nombre.
Sonrisas y aventuras de una noche,
historias de pareja,
pero mi alma sigue buscando
el amor verdadero.
Ese amor que no atiende a razones,
ese amor que es porque es

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y no se sabe el porqué.
Ese amor que es inexplicable e irracional,
ese amor que es pasional
y que te llena y te vacía
y que te da la luz y las tinieblas,
la felicidad y la infelicidad.
Ese amor que una vez satisfecho el fragor carnal
sigue forjándose:
con más fuerza,
con más ahínco
y con más ímpetu que nunca.
Ese amor que sigue emocionando:
con tan sólo una mirada,
con tan sólo una palabra,
con tan sólo un abrazo sincero.
Ese amor que sigo anhelando
y que me hizo sentir
en cuerpo y alma.

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MÁS

Cuanta + poesía + armonía

+
siempre +

+ no ha de faltar

+ digno signo de reyes es

siempre +

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EL TODO Y LA NADA

La Nada es la ausencia del Todo,


es el No-Todo.
¿Pero el Todo nace de la Nada?,
su incognoscibilidad es lo que le representa.
¿Pero si el Todo estaba ahí desde siempre, es la
Nada la que no existe?,
su incognoscibilidad es lo que le representa.
Y si siempre estuvo ahí, puede que siempre esté.
Y sin saber cómo fue y el porqué,
su incognoscibilidad es lo que le representa,
porque no hay mayor misterio en la vida
que la vida misma.

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LA FRAGANCIA DEL SEXO

Y acaso sea una pequeña mentira


y acaso sea una pequeña verdad.
Pero necesito sentir:
el tacto de tu piel,
el olor del deseo
y la fragancia del sexo.
Acaso no dure más que hoy,
sin que tú seas para mí ni yo para ti.
Acaso sea esto todo:
un poco de mentira,
un poco de verdad.
Pero necesito sentir:
el tacto de tu piel,
el olor del deseo
y la fragancia del sexo.

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NO SOMOS NADA

Cuando pensamos que todo lo podemos:


la vida nos quiebra.
Cuando creemos que todo lo controlamos
más nos poseen los sentimientos.
Mientras la esencia suprema que llevamos dentro
nos conforma y nos guía,
porque sin armonía ni mesura:
no somos nada.
Cuando pensamos que todo lo podemos:
la vida nos quiebra.
Cuando creemos que todo lo controlamos
más nos poseen los sentimientos.
Y es que, no somos nada.

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DESPUÉS DE…

Después de conocer en toda su extensión e


intensidad el bien y el mal,
el cielo y el infierno.
Después de haber sido bueno y malo
y haber amado y odiado.
Me manifiesto indolentemente como Abel
hasta que dejo de serlo
para convertirme rebeldemente en Caín:
las dos caras de la misma moneda.
Siempre fui Abel, hasta que un día sentí la injusticia
convirtiéndome en Caín.
Desde entonces Dios tiene en mí a dos hijos: Abel
y Caín.
Abel: el consentido, el mimado, el favorecido, el
privilegiado.
Y Caín: el desterrado, el marginado, el
desfavorecido, el incomprendido.
Cuando las cosas van sobre ruedas, soy Abel

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y cuando las cosas van sobre carretas, soy Caín.
Después de haber sido bueno y malo
y haber amado y odiado.
Me manifiesto indolentemente como Abel
hasta que dejo de serlo
para convertirme rebeldemente en Caín:
las dos caras de la misma moneda.
Porque si el hombre está hecho a imagen y
semejanza de Dios,
Dios está hecho a imagen y semejanza del hombre.

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Y DIOS SE HIZO HOMBRE Y MUJER

Y Dios creó al hombre y a la mujer


a imagen y semejanza suya.
Y Dios se hizo hombre y mujer
para vivir y entender
todas y cada una de sus vivencias:
desde las distintas perspectivas y situaciones.
Y así poder amarse, comprenderse y respetarse;
porque en todos y cada uno de nosotros
se encuentra Dios hecho hombre y mujer:
desde las distintas perspectivas y situaciones.
Y así poder amarse, comprenderse y respetarse;
Porque si Dios no ama al hombre y a la mujer en la
diferencia,
¿quién es Dios?;
porque si Dios no puede ser más santo que noso-
tros,
¿quién es Dios?;
porque si Dios nunca ha pecado,

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entonces: ¿quién es Dios?,
si no puede amarnos, comprendernos y respetar-
nos.

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LA PERFECCIÓN SE CREÓ DE LA MANO
DE LA IMPERFECCIÓN

No hay mayor perfección que saber ser a veces


imperfecto,
pues la mayor imperfección es no saberlo ser
alguna vez,
porque la perfección incluye a la imperfección.
No habiendo nada más aburrido y soso
que la “perfección elevada en su grado máximo”,
sin nada de sal o pimienta.
Así como no puede existir amor sin odio,
bien sin mal,
orden sin desorden:
no puede existir el conocimiento sin el contrario.
Por eso, Dios creó la Perfección de la mano de la
Imperfección.

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EN BUSCA DEL ESLABÓN PERDIDO

Y un día se rompió la cadena perfecta de


Diosa-Dios perdiéndose un eslabón.
Desde entonces reinó el silencio en el universo
apoderándose el vacío en nuestros corazones,
emergiendo la oscuridad y el dolor.
Fue entonces cuando Diosa-Dios empezó a escribir
recto con los renglones torcidos,
con la imperfección y el lado oscuro.
Y supo del valor inconmensurable de su sentimien-
to que le llenó de Paz, Amor y Comprensión en su
infatigable búsqueda del eslabón perdido.
Y más que nunca se quiso a sí misma descubriendo
su genuina, pura y auténtica humanidad.
Desde entonces reina en nuestros corazones:
la esperanza y la ilusión.

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DECADENCIA

Destructiva, mordaz, aniquiladora,


enardece su voluntad por cambiar.
Se nutre de sí misma
y lo mismo que le mata le da la fuerza de la vida.
Sella y tatúa a sus hijos en: inmaduros o elegidos.
En ella comen y beben; por un lado, las mejores
personas;
y por otro lado, también las peores.
Se viste con doble sentido: positivo y negativo,
siendo el hilo conductor del Zen
y de la unidad con los demás.
Proyectándose hacia el Nirvana
para abducir a los pobres difamados,
pero ricos de espíritu.
En ella se acoge el seno de la verdad y el reflejo de
la mentira.
Germen y semilla para llegar al cetro de la Luz:
porque la Decadencia es la Puerta del Infierno

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que es, a su vez, la Puerta para entrar en el Reino
de los Cielos.

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OJOS NEGROS

Ojos negros
de carbón y azabache
que hablan del desierto, palmeras y oasis,
de música, danzas y cantes.

Ojos negros
de carbón y azabache
que destellan en el firmamento
sin meta ni alcance.

Ojos negros
de carbón y azabache
que hablan del misterio y de la noche.

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A MI GATA, AGHATA

Ojos miel y piel grisácea,


uñas afiladas y mirada afinada.
Salvajes movimientos que se desvanecen
ante la ternura y el cariño,
creado paso a paso.
Amor que transgrede la ley del más fuerte
donde hombre y animal se funden:
en una sola mirada,
en un solo sentir,
en un solo soñar.
Donde no hay enemigos sino amigos
siendo el más fiel amor.
Juegas ajena al peligro que afuera acecha:
protegida entre mis brazos,
sostenida por mis ojos y alimentada por mis manos.
Sonríes y duermes en mi regazo,
dándome calor y cobijo.
Te miro y me haces olvidar

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cualquier atisbo de tristeza y miseria.
Tu belleza resplandece creando magia,
que me hace susurrar en silencio
tu nombre:
Aghata,
Aghata.

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MUERTE Y VIDA

Tabú que esconde y oculta la verdad,


y a pesar de hacerse presente
pasa desapercibida e ignorada
la mayor parte de las veces,
ante ti se aprecia más la vida
y lo importante de lo superfluo.
Todos te lloran y te huyen,
pero yo te busco;
busco que apagues este dolor que siento,
busco que apagues la injusticia e infelicidad que
tengo,
busco que apagues la mentira que encuentro,
busco la vida a través de ti,
busco la paz y el descanso por medio de ti.
Te busco por amor a la vida y a la felicidad,
a la risa y a la alegría.
Todos te lloran y te huyen,
pero yo te busco;

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busco que apagues este dolor que siento,
busco que apagues la injusticia e infelicidad que
tengo,
busco que apagues la mentira que encuentro.
No es tener valor amar la muerte
ni gallardía quererla
ni mucho menos cobardía,
es necesidad,
es descanso,
cruel sabiduría.
¡Y que no se levanten voces en ristre hablando de
pecado!;
si apacigua el dolor que siento,
si apacigua la injusticia e infelicidad que tengo,
si apacigua la mentira que encuentro.
No habiendo mayor pecado:
que el no haberte deseado alguna vez.

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PODER Y MENTIRA

Nada es lo que es,


nada es lo que parece.
El poder disfraza a las personas,
pero tras la mascara también están las penas,
las renuncias, las resignaciones y los conformismos:
la sumisión.
La mentira subyace en el poder y oprime a la
verdad,
impidiendo la libertad e igualdad.
Nada es lo que es,
nada es lo que parece.
El poder disfraza a las personas,
pero tras la mascara también están las penas,
las renuncias, las resignaciones y los conformismos:
la sumisión.
La mentira subyace en el poder y oprime a la
verdad,
que reside en el fondo del corazón.

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ARRIBA Y ABAJO

Arriba: en la cúspide,
en lo alto de la montaña
aclaman el poder y la fama,
el dinero y la admiración.
Y abajo: en el fondo, en el lodo,
se sumergen el abismo y el vacío.
Pero arriba es abajo
y abajo es arriba si hay amor.
Amor que inflama sentimientos y sensaciones
que hace que nada importe,
que nada sea lo suficientemente trascendente,
salvo su propia fuerza.
Fuerza que transforma todo lo que toca:
el Fuego en Agua,
la Tierra en Aire,
el hoy en mañana y en ayer.
Fuerza cegadora de los sentidos
que acomete locuras sin temor

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y errores sin solución.
Construye y edifica,
salva y quema,
aliena y enajena.
Lágrimas de amor, lágrimas de felicidad y perdón.
Lágrimas de amor, lágrimas de infelicidad y dolor.
Lágrimas que ascienden a la cúspide y descienden
del lodo,
porque abajo es arriba
y arriba es abajo:
si hay amor.

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AMBICIÓN

En la nada,
en la desesperación:
resurjo de las cenizas
como el Ave fénix.
Porque ante el vacío
no cabe moral ni principio alguno.
Porque nada ni nadie te salva.
Morir o resurgir,
pararse o reciclarse.
Ante la nada,
ante la desesperación,
ante el abismo,
cuando ya nada queda:
la ambición salva.

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JUECES Y PARTE

Normas que imperan en la sociedad,


voces que hacen de jueces y parte,
moral y dogma que se impone.
Pero desde lo más profundo
del corazón y del sentimiento,
desde el alma:
¡rompe con todo!
No permitas que quien hace las reglas y la moral
reine y gobierne el mundo:
“Nolite timere, ego vinci mundo”
(No tengáis miedo, yo vencí al mundo).
Pasa de todo y de todos.
¡Cambiemos el mundo!

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LA DIFERENCIA.

Allá donde los cánones convencionales: mueren,


y las culturas establecidas por la sociedad y la
ciencia:
son destruidas.
Allá donde las cosas
no son de una única forma y manera,
donde cada persona es un mundo
lleno de perfección e imperfección,
de luces y sombras.
Donde la duda reina y la vida nace:
en la diferencia.

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Algunos Temas Recopilatorios de mi libro de
Poemas y Poesía: “Utopía

YO TAMBIÉN PIDO

Que nuestros deseos se hagan verdad


y no puedan desvanecerse:
ni por el viento enfurecido
ni por la mar encabritada
ni por el tornado envidioso de los que nos miran.
La verdad es nuestro dulce,
el mundo nuestro espejo,
el infinito nuestra meta
y el deseo de amar nuestro fin.
Porque hay azul en tu mirar,
rojo en tu besar
y suspiros en tu respirar.
Pido alegre la vida,
quizás: en tu isla,
en la noche: abrazada a su blanca luna,

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en el sonrojar de tus mejillas
o en el canto de verdes grillos.
En la vida que emerge a cada momento
cuyos destellos no dejen apagar tu luz.

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AMOR Y VERDAD

Alas intrépidas que revolotean en el gran cañón,


ataviadas con olores de pasión,
cerca del abismo y lejos del aburrimiento
fecundan a la flor más hermosa,
estrechando lazos de placer y dolor
por germinar en tan angosto y yerto lugar.
Fusión y amor
arraigan en admiración de gran esplendor,
desprendiendo buen olor al fiel amor.
Tan profuso e intenso:
que todo lo blanco es negro
y todo lo negro es blanco,
que todo lo joven es viejo
y todo lo viejo es joven.
Libres de exclusiones mudan sus vestiduras
y extienden las alas en lo malo y obtienen lo bueno,
vuelan en la nada y encuentran el Todo.

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LIBERTAD

Sin poder ni ambición,


condicionantes externos de bellos albedríos,
respira con aires de grandeza y nobles sentimientos
su vejada libertad.
Ni Sol ni Luna ni Luz ni Resplandor
se pugnan el poder sin fuerza ni ley.
Mirada sin rumbo,
desolada ante el yugo de la intolerancia,
dura intransigencia
que no cesa,
dulce mirada.
Cadenas encadenadas rotas de esperanza
sin darse cuenta que al llevarlas otros también tú,
inmaduro vuelo que no defiende arrebatado cielo.
Mirada enjaulada de gorrión,
calor a su alrededor,
muere sin condición.

- 70 -
AL ESTE DEL EDÉN

Inagotable deseo de explosión carnal


que atraviesa las débiles entrañas de la pasión.
Se abren en el horizonte indefinidas limitaciones
enardeciendo sin control.
Relámpagos emanados del crepúsculo lunar
que eclosionan chispeantes de luz solar,
e incansables buscan la fuente de la vida
que llega con toda su corte y honores
al son de la música de un vals.
Trompetas de oro tocan los ángeles a su paso
enarbolando majestuosamente su admirada
rendición.
Lluvia floral cae del llamativo plumaje celestial
que consagra eterna la amistad.
Pensamientos y sublimes sentimientos
se desprenden de la unión de cuerpos y almas,
cuyos frutos brotan de los árboles al este del Edén
sin que puedan interponerse corpóreas uniones

- 71 -
que naufraguen en el océano de lo invisible,
ante el misterio que encierra los secretos de la vida.

- 72 -
UTOPÍA

Alegres melodías, cánticos y voces suenan en las


verdes praderas,
brisas suaves en la orilla del mar,
apacibles nevadas de rosas blancas al amar
y gratas diversiones donde el fasto diseño es
adornado de suculento manjar.
Armoniosos jóvenes de bellas e infinitas mezclas
raciales que saben besar,
romántica nostalgia de ancianos que no conocen
decrepitud
y felices niños jugando bajo el sol.
Eternos momentos al contemplar la paz
sin efímeros mañanas que puedan despertar.

- 73 -
POESÍA

Amaneces vestida de ensoñaciones


y llena de sensaciones
besas con emoción lo inútil,
envolviendo en magia lo prescindible.
Misteriosa desapareces,
vuela el silencio sin ti.

- 74 -
PRIMAVERA

Florecen a raudales
perfumados olores
que fecundan de ilusiones alegres pasiones,
navegando los pájaros a su vuelo
al compás de la rima en el silencio.

- 75 -
MAGNA BELLEZA

¡Ay, juventud!
Sensual seducción de armonía y perfección,
deleite efigie de contemplación,
bella flor de apasionado sol
que deja de besar al marchitarse sublime don.

- 76 -
AL DESPERTAR

Nacerá la vida dentro de tu ser


y el amor se hará en tu piel,
ilusiones y esperanzas volarán.
Sonarán los latidos al despertar
y la felicidad se hará sin anunciar,
ilusiones y esperanzas volverán.

- 77 -
VERDE

Verde esperanza
verde esmeralda
verde mirada
verde rama
verde oliva
verde rana
verde color
lleno de fulgor.

- 78 -
FE

Dices que no existe,


pero te equivocas,
mientras exista Dios habrá amor.
Miras a tu alrededor y no lo ves,
¿no será que hay muchos que piensan como tú?
Era jueves santo, gran día.
El sacerdote guardaba la hostia sagrada
y al mismo tiempo que abría la pequeña puerta de
la sacristía,
sentí como otra pequeña puerta se abría en el
centro de mi corazón,
cerrándose a la vez que la pequeña puerta de la
sacristía.
Tremendo sonido oí*
que nadie oyó,
porque sonó dentro de mí.
Daño no me hizo, paz me dio
y nadie de mi alrededor lo oyó.

- 79 -
Dices que Dios no existe,
pero te equivocas,
mientras haya amor existirá Dios.

* (como si fuese el cierre de una gran puerta de


convento).

- 80 -
VEN

Misterio y vida sin fin,


nos da el placer y nos hace olvidar el dolor.
La materia obcecada
se despierta exaltada:
negando todo,
esclava de sí.
Analítica y racional
ve la luz y la niega,
aunque no deje de percibirla
al ser el sentimiento consustancial a ella.
La luz no desprecia, no miente, no condena,
donde la limitación de la materia ya no es.
Y nuestra individualidad
compone la universalidad:
Uno es Todo,
Todo es Uno,
pues somos luz;
¡ven!

- 81 -
Inunda mi cuerpo
con tu blanquecina y amarillenta luz,
tan sólo quiero una oportunidad,
tantas y tantas hasta ser como tú
y nada pueda destruir;
¡ven!
Vuelvo al origen, al principio de los tiempos,
duro precio el saber
donde todo fuimos
para luego descender al conocimiento de lo
prohibido,
no siendo felices como antes,
sólo a ratos, ¡pero eternos ratos!,
desvaneciéndose ante otros menos gratos.
La luz nos invita a soñar,
todo nos lo dará
hasta que lleguemos a donde haya que llegar,
nos promete que si no nos gusta podemos regresar,
porque no existe entrega sin amor
o fidelidad sin libertad.

- 82 -
Amor que es Dios,
amor personalizado sin sexo ni forma,
simplemente amor, energía y vibración.
Amor sin condición, pues estamos hechos de él
y necesitamos de él,
como ya dijo León Felipe:
“Y el infierno no es un fin
es un medio
nos salvaremos por el fuego
mas no un fuego eterno
pero es como las lágrimas
un elevado precio
que hay que pagarle a Dios
sin bulas ni descuentos
para entrar en el reino de la luz
¡todos nos salvaremos!”
Paz y Amor
sin fanatismos ni religión,
infierno, purgatorio, reencarnación…
Dante y sus mundos,

- 83 -
todo emerge del mismo punto y todo va hacia él.
¡Libertad!, gritan en la independencia.
Me pregunto si merece la pena decir: No,
porque allí no hay dueños ni esclavos
sino padres e hijos,
hermanos y dioses.
Somos dioses como la Luna o las Estrellas,
dioses como el Sol o la Tierra,
dioses del Amor y la Fuerza
como Venus o Sansón.
Dios y dioses,
juntos de nuevo,
volveremos a casa
donde sollozos y lamentos
quedarán mudos ante tanta dicha;
¡ven!
Inunda mi cuerpo
con tu blanquecina y amarillenta luz,
tan sólo quiero una oportunidad,
tantas y tantas hasta ser como tú

- 84 -
y nada pueda destruir;
¡ven!,
¡ven!

- 85 -
ORACIÓN A SAN JOSÉ

Bendito seas padre de la sagrada familia,


así como supiste vivir con humildad
ilumina nuestros pasos en la vida.
Guíanos en el camino de la paz y la esperanza
y ayúdanos en nuestros avatares.

- 86 -
MUERTE Y ENCUENTRO

Devueltos los recuerdos


se van dibujando sobre el lienzo
añoranzas del amor y del sentimiento,
enmarcados en dolores de inefables e inolvidables
momentos,
bebiendo en el agua de los sueños
tornan nuestros cuerpos en bailes y danzas que van
a Samarcanda.
Ni ayer ni mañana esperan amanecer
al beber del eterno elixir.

- 87 -
EL YIN Y EL YAN

“SHAKTI OM NAHAM”;
respira la energía creadora del universo
de figura y semblante femenino.
Activa y dinámica
brotan de sus ojos
emociones y pasiones,
sentimientos y sensaciones.
Voluptuosa, desnuda sus pechos
donde rebosan: TARA, dulce leche de miel;
y KALI, ácida savia abrasiva.
Las carencias de la una, las suple la otra.
Y besándose, se sumergen en las profundidades de
los mares
en busca del amado SHIVA.
“OM NAHAM SHIVAIA”;
respira la energía contemplativa del ser
de figura y semblante masculino.
La pura conciencia,

- 88 -
pasivo y estático,
sereno y gozoso,
se envuelve en SHAKTI
para crear esferas y universos,
estrellas y firmamentos.
Fundiéndose lo pasivo y positivo
con lo activo y negativo,
resurgiendo de los mares
el origen divino del androgenismo.
Fuegos y luces irradian el cosmos
de pequeñas e infinitas partículas de átomos:
inmortalizándose y amándose.

- 89 -
MARTIN LUTHER KING

Reluce en dorado corazón


sensaciones de calor
que apaciguan:
eternas discusiones,
sangrientas peleas
y encarnizadas quimeras.
Sus pies descalzos
y sus manos al viento
traslucen sagradas palabras desde adentro.
Sedientas de fe
repican las campanas:
el alma no tiene color,
en lo universal está el amor,
en las mezclas está el sabor.

- 90 -
EL ESTIGMA DE CAÍN

Llorarás y llorarás
hasta que comprendas que el amor nace del dolor.
Llorarás y llorarás
hasta que comprendas que el amor nace del
perdón.
Llorarás y llorarás
hasta que la vida, ya no sea sin ti.

- 91 -
LAURA NATURALEZA MÁGICA

Moviéndose al son del silencio tus rastas


seducen al viento en un eterno abrazo,
emergiendo de tus raíces
rebosante savia de naturaleza mágica,
inspiración de vida y creación.
Musa de duendes, druidas y luciérnagas,
llenas el vacío de la incomprensión.

- 92 -
NORMAS

Sentada gobierna principios y dogmas


que ilustran modas y formas.
Viste hipocresía y rigor
muriendo ironía y humor.
Despótica dialoga, imponiendo orden y control,
destruyendo subjetividad y creatividad,
lapidando libertad.
Surrealista y misteriosa surge la única norma
que gobierna sin gobernar
y que reina sin reinar:
la ambivalencia y ambigüedad.

- 93 -
EL LOBO ESTEPARIO

Aullando solo en el monte


huyendo de todo lo vano y mezquino.
Muriéndose el corazón en tan largo camino,
bebe del río agua y no llanto.
Diferente a todos, ríe sin malicia
e inunda su vida de sueños,
anhelando a su alrededor
comprensión y amor.

- 94 -
FUEGO

Siento fuego en mí:


rojo fuego,
amor y vida,
odio y destrucción.
Inunda mis entrañas de tu roja sangre,
plácida y sosegadamente,
pero no me quemes sin corazón,
o mi fuego con su inmensa larva
se convertirá en volcán devastador.
Tras de sí,
sólo queda ira y desesperación,
pasión y emoción.
Siento fuego en mí,
rojo fuego.
Armazón de protección,
deseo incandescente de amar,
entrégate sin muerte ni maldición.
Abrasador y acogedor,

- 95 -
temido y deseado,
fuego cálido y tierno,
bravo y toreador.
Te poseo en todas tus dimensiones,
pues fuego soy:
como el agua que bebemos,
el aire que inhalamos
y la tierra que pisamos.

- 96 -
SIN PATRIA NI CASA

Traspasando las fronteras de la vida,


cosmopolita y multirracial,
busco un lugar sin tregua institucional.
Crecen autóctonas raíces bajo mis pies
donde no faltan religiones ni creencias,
ideologías o banderas.
Todas mías,
pero ninguna de ellas martirizada o ensalzada,
pues no poseo patria ni casa.
Patria soy y casa para todos tengo.
Mi conciencia me pena,
mi responsabilidad me guía.
Ácrata soy,
donde cielo y mar sin rumbo
surcan el mismo mundo.

- 97 -
RELACIONES DE PODER

Grutas iluminadas por el sol


de inescrutables cimas
sobre las que descansa el poder.
Celosas del conocimiento
guardan los secretos de la vida,
prohibiendo explorar las rutas
que descubran la cara oculta del hombre
imitando ser Dios.
Y meciendo puños levantados
en honor a su causa
cimientan la fuerza a través del miedo,
acallando gritos,
besando “justicia”.

- 98 -
LEVANTAD

Abatida lucha traigo tras de mí.


Cabizbajo, ridícula sombra asoma,
pesadumbres que no cesan en la letanía,
desvanecidas victorias por la vergüenza,
pusilánime la contemplo.
¡Levantad!,
tirad a borda vuestras insulsas miradas y pensamientos
contra tu ridícula sombra.
Levantad vuestro yo sin miedos ni arrogancias,
mejor solos y erguidos, pero sin nada que perder.

- 99 -
DUEÑA DE SÍ.
DUEÑA DEL AMOR

Cansancio infatigable
carente de sensualidad,
busca su identidad esclava del amor y sierva del honor.
Mujer que pide ser Mujer:
seducción y femenina expresión,
sin ataduras ni ligaduras
al hombre enamora:
dueña de sí,
dueña del Amor.
Mujer que pide ser Mujer:
libre de dolor
proclama igualdad de condición.
Mujer que pide ser Mujer:
dueña de sí,
dueña del Amor.

- 100 -
MÍSERO

¡Mísero dólar!,
devuélveme mi orgullo anquilosado.
Dame mi pan sin piedad,
¡depredador, indómito y estúpido!
¿Dónde dejaste mi anhelo de vivir?,
ni siquiera haces feliz al que ya te tiene.
Envidia engendras,
hipocresía no te falta,
cuanta más infelicidad, más eres;
¡necesito de ti!
Todos te aman;
quizás, simplemente te adoran;
¡necesito de ti!
No por ello eres más,
principio y fin de mí.
Adiós utopía,
adiós,
pues mísero soy.

- 101 -
GUERRA

Sangre derramada
de odios enfurecidos y orgullos embrutecidos,
sembrando muertes sin esperanzas.
Libertad ahogada,
¡hundidos en la guerra!,
hija de la miseria y el poder.
¡Hacemos la guerra a la guerra
y el amor al amor!

- 102 -
Algunos Temas Recopilatorios de mi libro de
Poemas y Poesía: “Entre dos aguas y dos
mares”

EL SILENCIO

Antes del verbo y la palabra


estaba el silencio,
la nada.
Silencioso gobierna sin principio ni fin.
Misterioso se hace presente
y cuando sentencia ya nada cabe:
ni verbo ni palabra,
sólo la nada.
Majestuoso nos envuelve
y nos transporta al reino de la felicidad
y nos devuelve a la vida.
Conciencia pura
que nos libera del ego y su orgullo.
Antes del verbo y la palabra

- 103 -
estaba el silencio,
la nada.
Silencioso se va
al contemplar la creación.
Antes del verbo y la palabra
estaba el silencio,
la nada.
Sssss: Silencio.

Nota: El silencio (espiritualmente hablando) es


observación, contemplación y concienciación del
entorno que te rodea sin acción ni pensamiento.
Herramienta imprescindible de la meditación: Au-
sencia del Ego, es el No-Ego, en ese momento per-
cibes el Todo desde afuera integrándote en él desde
la contemplación. La Nada, desde un concepto
científico es un concepto imaginario, es algo que
realmente no existe. Por eso, contradictoriamente
es al TODO la NADA (que es el No-Todo). En
este poema el concepto del silencio y la nada me
refiero a la contemplación y meditación: donde eres
ausencia de ego, no actúas y te olvidas de ti mismo
y desaparece tu egocentrismo, en cierto sentido no
existes como ego, eres nada o no eres nada aunque
estés más que nunca integrado en el Todo. En un

- 104 -
duelo dedicamos minutos al silencio, meditando
somos siervos devotos del silencio, ante las injusti-
cias huelgan las palabras donde el silencio te en-
vuelve dándote la razón y abrazándote en tu dolor.

- 105 -
LA PALABRA

Como río en la mar nazco y muero


así como río y lloro como un niño recién nacido.
Extiendo las alas y vuelo como Cóndor en el cielo,
porque contigo: soy y siento.
Sonora mudas entre símbolos y signos para
expresar mis pensamientos
y dar significado a mis sentimientos.
Emocionada exaltas conciencias e impulsas:
leyes, gobiernos y progresos.
Ennobleces la inteligencia mientras abrazas la
ciencia.
Respiro tus vocablos y transpiro tus sílabas.
Buscadora de la verdad miras el amanecer
para comunicar en diversos lenguajes una letanía,
donde rezuma a lo lejos el eco de tus voces que nos
recuerdan:
tu existencia,

- 106 -
tu nombre
y tu misterio.
¡Callad!, ¡callad!,
que la palabra se haga,
que la palabra se diga,
que la palabra se escuche,
porque la palabra lo es Todo
como el silencio es la Nada.
Todo y Nada es Uno.
¡Callad!,
que hable la palabra.

Nota: La Nada como ya dije antes es un concepto


científico, es un concepto imaginario (al no existir
la nada) siendo el No-Todo. Pero desde un punto
de vista poético se puede decir que la palabra es lo
contrario que el silencio, que la palabra lo es todo
porque gracias a ella nos comunicamos y por eso el
silencio es la nada. Si bien, es cierto que hay silen-
cios que hablan y dicen tanto o más que las pa-
labras y lo son todo. En cierto sentido muchas ve-
ces son Uno ambos conceptos y no contrarios.

- 107 -
UNA BARQUITA VIEJA

Navega una barquita vieja por la mar.


Es una barquita llena de sapienza y apacible estar,
es una barquita vieja llena de ilusiones y vida
donde sollozos y lamentos desaparecen,
envueltos de besos por ángeles en su navegar.
Es una barquita vieja
en aguas cristalinas, templadas y cálidas.
Acariciada, suavemente,
por el dulce sonido de las aves marinas,
en un susurro de paz y libertad.

- 108 -
SUEÑOS

Los sueños, sueños son...


Reino de ilusiones
que albergan la magia y esperanza,
llenos de luz y vida amanecen:
en nuestros corazones,
en nuestras mentes
y en nuestras almas.
Los sueños, sueños son...
Que como flor en primavera
florecen para anunciarnos
que una vez marchitos
todo se vuelve gélido y desolado.
Los sueños, sueños son...
Mas sin ellos
la muerte venció.
Los sueños, sueños son...

- 109 -
PURA BELLEZA

Ojos de mar y piel arena,


de cálida sonrisa y alegre mirada.
Dientes marfil y dorados cabellos por el sol.
Aterciopeladas palabras entre arcoíris de risas y
llamativos colores,
iluminando toda opacidad y oscuridad.
Belleza sin igual y majestuosa dignidad,
conviertes en bondad: la maldad.

- 110 -
EL MISMO DE AYER

Pasa el tiempo
pero no te enteras:
que sigo siendo el mismo de ayer.
Pasa el tiempo
tan deprisa a la vez que tan despacio:
que sigo siendo el mismo de ayer.
El mismo de hoy y de mañana
madurado y acerado en el conocimiento,
tan joven y adolescente por dentro:
que sigo siendo el mismo de ayer.
Pasa el tiempo
pero no te enteras:
que sigo siendo el mismo de ayer.

.
Nota: Para una canción de ranchera quedaría muy
bien.

- 111 -
A ESE ASTRO DE HIELO

Dicen que el hombre ha subido a la Luna.


Allá donde no ondea bandera
ni huella alguna es "perpetrada".
Por no regir la ley de la gravedad y haber ausencia
de viento.
Pero nadie sabe que es un astro de hielo,
de blanco inmaculado,
que nos trae el frío y la noche,
con la magia de su romanticismo:
sucumbiendo y amándose los amantes bajo su
misteriosa mirada,
desatándose las traiciones en locuras desenfrenadas:
donde lo oscuro y oculto
despiertan al ser humano de su largo letargo.

Nota: Cuando observamos a la Luna a plena luz del


día: el blanco de la Luna por la mañana no es como
cuando la observamos por la noche, que parece un
blanco artificial reflejo de algo. El blanco de día de

- 112 -
la Luna es como cuando ves a lo lejos, a muchos
kilómetros de distancia, la nieve de las montañas.
Por eso, me refiero a ella como ese astro de hielo y,
porque por las noches hace más frío cuando sólo
gobierna ella a nuestros ojos. Y sobre que no puede
perpetrarse huella alguna hay muchas teorías al
respecto sobre la veracidad o no del hecho, pero en
definitiva refleja la polémica y el escepticismo al
respecto a pesar de que hay otras explicaciones que
según algunos científicos lo avalan: por ser la su-
perficie lunar de regolito y actuar como un velcro
ante una pisada. Pero los primeros científicos que
rebatieron y cuestionaron que se había subido a la
Luna se basaron: en que en la misma no rige la ley
de la gravedad, por lo que no puede ondear ban-
dera alguna por haber ausencia de viento, ni haber
por tanto huellas. Si bien, los científicos que afir-
man tal heroicidad ratifican que sí existe en cierta
medida, con poca intensidad pero suficiente, la ley
de la gravedad. En cualquier caso todo es dual en la
vida: lo masculino-femenino, frío-calor, noche-día,
Sol (estrella)- Luna (Astro).

- 113 -
MADRE TERESA DE CALCUTA

Madre de todos,
madre de los más pobres entre los más pobres,
Madre Teresa De Calcuta.
Mesías, profeta
sin necesidad de palabras
tu obra es fuente de inspiración de fe, vocación y
devoción.
Madre de todos,
madre de los más pobres entre los más pobres,
Madre Teresa De Calcuta.
Mediante la oración, tu perseverancia y tu lucha
sanaste el cuerpo, la mente y el alma de los más
necesitados.
Madre de todos,
madre de los más pobres entre los más pobres,
Madre Teresa De Calcuta.
¡Luz del mundo!,
cantamos tu nombre por todos lo continentes,

- 114 -
porque alabarte y honrarte nos enaltece y
enorgullece.
Madre de todos,
madre de los más pobres entre los más pobres,
Madre Teresa De Calcuta.

- 115 -
RENACIENDO: “TE ALABAMOS SEÑOR”

Te alabamos Señor.
Siembra la paz en nuestros corazones y mentes,
purificando las almas.
Danos fuerza y salud
que irradien armonía y bienestar a nuestro
alrededor.
Te alabamos Señor.

- 116 -
CADA DÍA AMANECE UN NUEVO DÍA

Danos gracia,
para el nuevo día que vamos a recibir.
Prende el amanecer en nuestros corazones
que ahuyente el miedo a las tinieblas.
Danos la luz de fuego.
Danos la luz de amor.
Y que nuestras acciones sean las correctas en el día
de hoy.
Danos la luz.

- 117 -
OM NAMO NARAYANAYA (A Nuestra Ma-
dre María)

Om Namo Narayanaya.
Cubre con tu manto nuestras debilidades
y libéranos de los obstáculos del egoísmo y la
ignorancia.
Acompáñanos en nuestra vida,
consuela nuestro llanto con tu amor infinito.
Arrópanos y protégenos con tu maternal belleza
que dignifique nuestras almas.
Om Namo Narayanaya.

- 118 -
MADRE NATURALEZA

Madre naturaleza,
gracias por tu ríos y mares.
Madre naturaleza,
gracias por tus bosques y montañas.
Madre naturaleza,
gracias por tus senderos y praderas
que me adentran en tus entrañas.
Madre naturaleza,
gracias por permitirme contemplarte y sentir toda:
tu paz y felicidad.

- 119 -
SAGRADOS (A mis maravillosos amigos los
animales, especialmente los domésticos)

Sagrados,
abrazos y besos ensangrentados os damos,
con cobijo envenenado al comeros tras amaros
cual Mantis Religiosas.

Sagrados,
os maltratamos en fiestas paganas y ritos religiosos.

Sagrados,
nos dais vuestro apoyo, amistad y lealtad.
Nos sostenéis en nuestro naufragio
con vuestra sonrisa y tierna salvavidas.

Sagrados,
captáis nuestros pensamientos
mientras transmutáis nuestras energías negativas en
positivas.

- 120 -
Sagrados,
os canto y rezo
en la promesa de amaros y respetaros con hechos y
no palabras.

Sagrados,
os miro y encuentro la Fe y la Luz, el Calor y el
Amor.

Sagrados: sois,
ahora y siempre por los siglos de los siglos, amén.

- 121 -
MIRADAS DE AMOR Y PASIÓN

Miradas incandescentes
de amor y pasión
y ni una sola palabra,
sólo el placentero sonido
de la brisa del mar
sobre los cuerpos desnudos bajo el sol:
amanecido a su blanca luna.
Pasión y romanticismo
fundidos en un mismo corazón.

- 122 -
BAJO LA PENUMBRA

Amaneces bajo la penumbra


con furtivos encuentros,
encendiendo la llama de la pasión.
Te sumerges entre risas y bailes
en un torbellino de ocultas miradas,
envueltas en palabras calladas y caricias regaladas,
abrigadas en un manto de evanescentes deseos y
fugaz ilusión.
Amaneces bajo la penumbra
con furtivos encuentros:
en malogrados corazones,
llorando al amor.

- 123 -
“LOKO" DE AMOR

“Loko” de amor:
Irracionales e irrefrenables deseos
desatan la pasión de tu amor.

“Loko” de amor:
Desierto sin oasis
recorre tus entrañas:
desgarrado en gritos desolados.

“Loko” de amor:
Aplacada y quemada la razón,
e inundada de llantos y desesperación.

“Loko” de amor:
Visten tus sueños ajenos a todo,
obsesión de amaneceres sin sol.

“Loko” de amor:
Solo en la penumbra,

- 124 -
llueve en tu interior.

“Loko” de amor:
Enquistadas añoranzas y nostalgias
que no regresarán.

“Loko” de amor:
Inundan el espacio que respiras
aquellas rosas marchitas que nadie miró.

“Loko” de amor:
Sueños eternos
que recuerdan anhelos de imposibles besos.

“Loko” de amor:
Muere la vida mecida de melancolía
mientras caminas a la deriva.

“Loko” de amor: sin amor,


“Loko” de amor: por amor.

- 125 -
- 126 -
JULIA

Navega un barco sobre el Sena,


adornado con velas,
tras sus cristales los comensales cenan
en un restaurante lujoso con exquisito manjar,
mientras cae la noche en los rostros pálidos de la
gente
bajo la sigilosa mirada de la luna,
iluminando tus cristalinos, puros e inocentes ojos
azul cielo.
Que la hacen sonreír y la alegran,
emanando destellos y chispas de luz
en todos los solitarios corazones a su paso,
albergándoles: paz y amor.

- 127 -
FELICIDAD

Efímeros momentos
que se desvanecen entre las manos,
plagados de éxitos y conquistas de nuevos reinos,
marchitados con el tiempo en campo de margaritas:
las rosas y azucenas.
Eternas insatisfacciones cabalgan extenuadas y
vencidas con infames guerras,
alzando lanzas en ristre en batalla perdida.
Miras hacia dentro al buscar refugio,
y sueñas con ninfas y delfos,
liberándote del falso pensamiento de ser dueño y
señor,
renaciendo la indeleble paz del Ser.
Tierra de ciclos e historias sinfín,
cuna de siervos e ilusos.
Amanece el silencio cubierto de Luz,
despojándose del cuerpo,
enmudeciendo la palabra al besar: La Felicidad.

- 128 -
Nota: Quien piensa que es dueño y señor, que es
libre, es una ilusión: eres siervo de tu familia, tra-
bajo, edad, salud... Quien piensa que es siervo de su
vida y destino, es una realidad liberando al pen-
samiento del ego y su esclavitud. Independien-
temente que cuanto más nos liberemos de las
cadenas de nuestro entorno y cambiemos a mejor
nuestro destino y el de los demás: la servidumbre
será más liviana.

- 129 -
JOYAS DE LOTO

Om Mani Padme Hum


Dormidos corazones
que invernan arraigados en el lodo.

Om Mani Padme Hum


Despiertan con el sonido de las campanas al vuelo.

Om Mani Padme Hum


Florecen con ternura
al fecundar a su flor más hermosa.

Om Mani Padme Hum


De hambrientos pétalos y sueños imperecederos
derraman su polen sin miedo ni precaución.

Om Mani Padme Hum


Esparcen impolutos perfúmenes
al son del viento purificando los corazones.

- 130 -
Om Mani Padme Hum
Impertérritos escalan sus raíces a la cima
de inalcanzables y rocosas montañas.

Om Mani Padme Hum


Ora tu mantra que destruye el lodo.

Om Mani Padme Hum


Canta tu mantra que corona la unión indivisible.

Om Mani Padme Hum


Joyas de loto consagradas al Amor.

Nota: Om Mani Padme Hum: es el mantra más


beneficioso y conocido del budismo. Orar este
mantra purifica el: Orgullo y la envidia, la lujuria, la
pasión y el deseo, la estupidez y el prejuicio, la
pobreza y el deseo de poseer, la agresión y el odio;
Om Mani Padme Hum: cantar este mantra simbo-
liza la sabiduría, compasión, calidad y actividad del
cuerpo, habla y pensamiento, ecuanimidad, dicha, y
calidad de compasión; Om Mani Padme Hum:
donde el cuerpo, habla y mente son una joya que

- 131 -
simbolizan la sabiduría mediante la unidad indivi-
sible que hacen el camino para lograr la perfec-
ción desde la generosidad a la sabiduría con ética
pura, tolerancia y paciencia, perseverancia, concen-
tración, y evita las reencarnaciones en los seis
reinos de la existencia cíclica: el reino de dios, reino
de Asura (Titán), reino humano, reino animal, reino
de fantasmas hambrientos y reino del infierno; Om
Mani Padme Hum: en definitiva significa que aun
en el lodo puede florecer la flor más hermosa: la
joya de loto, que crece día a día respirando un cielo
azul y despejado, bajo la amistosa sonrisa de nues-
tro amado Sol.
La expresión en este poema:”…al fecundar a su
flor más hermosa…” se refiere la hermosura a un
concepto interior más que exterior.

- 132 -
MIRO ATRÁS

Miro atrás y sólo quedan muertos y esqueletos a mi


paso.
Miro atrás y no puedo acordarme de cómo empezó
todo.
Miro atrás y me quemo en un fuego de dolor y
sufrimiento.
Miro atrás y no tengo fuerzas para sanar.
Miro atrás y siento la necesidad de bañarme en
aguas claras y puras.
Miro atrás y rezo: Om Nama Shiva.
Por todos nosotros: Om Nama Shiva.
Canto a mis enemigos en la oscuridad de la noche
para dejar aquellos muertos y esqueletos
enterrados,
mas sólo así podré caminar hacia delante.
Om Nama Shiva.
Miro atrás: y no recuerdo nada.

- 133 -
TELA DE ARAÑA

Atrapado en tela de araña


vistes luto aferrado al pasado.
Ojos grises que huyen de la vida,
mas ella grita: ¡Luz en tu oscuridad!
Cegado por tu venda que niegas abandonar:
gobiernan el vacío y el abismo
al derrotar al futuro, cayendo en espiral.
Atrapado en tela de araña
e inmovilizado en pegajosas redes:
amordazas tu mente y axfísias tu alma,
mas grita la vida: “Luz en tu oscuridad”.
Atrapado en tela de araña
levantas la mirada al frente
y sacudes tus alas secando las lágrimas,
disecando la oscuridad.
Agitado por huracanes y tornados
vuelves la mirada atrás
y descubres tu tronco de bambú,

- 134 -
flexible e irrompible.
Auroras boreales bailan sin miedo
al ritmo de nacientes rayos de luz
que iluminan las coloridas piedras del camino.
Llueven gotas de rocío
al balancear tus brazos entre la tela de araña
que cementan las arenas movedizas,
caminando en el fango como experto funambulista.
Ríes entre herejías:
equilibrista sin red
levitas entre vítores, aplausos y besos de
admiración.

- 135 -
ENTRE DOS AGUAS Y DOS MARES

Recuerdos y resentimientos sentencian


regados de culpas, frustraciones y juicios:
el conocimiento racional con su justicia.
Mas mi alma vuela de dicha prisión
cumplida la condena de su verdad,
huyendo de la tristeza e infelicidad.
Y como ave de rapiña acecha a lo lejos la duda e
incertidumbre para cazarla.
Mas mi alma escapa de entre sus rejas al planear
por la senda de lo irracional:
castrando todo perdón y odio,
diluyéndose el dolor y sufrimiento.
Y entre dos aguas y dos mares navego.
Henchido de admiración en tan arduo camino
me alejo indiferente de cualquier halago o rechazo.
Y orgulloso de mi conocimiento,
aun sabiendo lo mal hecho,

- 136 -
libero mis pensamientos y sentimientos del arre-
pentimiento:
de los que se nutre la justiciera racionalidad.
Y entre dos aguas y dos mares navego,
Mas mi alma fluye dentro de mí.
Y feliz olvido: el haber comido la fruta prohibida.

Nota: La enjundia, entresijos y entramado de este


poema es bien complejo, básicamente en nuestra
parte material y racional no existe el verdadero, real
y profundo perdón, quizás consciente-mente sí, pe-
ro inconscientemente no. En el plano racional rei-
vindicamos la culpa y el arrepentimiento así como
la penitencia a lo mal hecho. Pero al no existir en
verdad el perdón ni siquiera una vez cumplida la
pena, si queremos liberarnos del remordimiento y
resentimiento: que nos aferra al pasado sin pasar
página, debemos dar un salto al camino de lo
irracional para dejarlo atrás con su amargor, por lo
que el inconsciente puede no fluir al exterior si se
ejerce el control y la adecuada censura del sub-
consciente y consciente, castrando los pensamien-
tos y sentimientos que nos esclavizan y destruyen
en el odio: conducto al infierno e infelicidad. El
daño no lo podemos evitar, mas una vez cumplida
la pena de la culpa es importante avanzar del cami-

- 137 -
no racional al camino de lo irracional, es decir: cas-
trar el pensamiento del ego y orgullo en su lado
negativo que nos condenan al dolor y sufrimiento.
Pues aunque el arrepentimiento (tiene como todo
su lado positivo): he tomado consciencia de lo mal
hecho y no quiero repetir dicha acción u omisión
más, pero también tiene su lado negativo: es la
lamentación de no perdonarse y torturarse infinita-
mente con una culpa que igual que se proyecta en
los demás se hace igualmente en uno mismo impi-
diéndonos avanzar. A parte de que los errores y las
equivocaciones cuando suceden, aunque se sea
consciente de lo mal hecho, deben de tener su lado
positivo también: como es la consecuencia de una
necesidad interior de aprender y por tanto aceptar-
los y asumirlos con sus consecuencias y responsabi-
lidades, si queremos cambiar y evolucionar, en caso
contrario estaremos continuamente justificándonos
estúpidamente con tal de no descompensarnos y,
por tanto, nos impedimos madurar. Pues si no se
asume la culpa no se puede mejorar como personas
para luego superarla una vez cumplida la pena en el
camino de lo racional al camino de lo irracional,
castrando el pensamiento y sentimiento que nos
hace daño para no aferrarnos al pasado insistente-
mente: “debería haber hecho...”, etc. Enquistándo-
se una culpabilidad que nos destruye al enfocarse
sólo la lectura negativa de las cosas desdeñando un
enfoque positivo de una forma equilibradora. Y
para ello es necesario hacernos autocrítica y no

- 138 -
mentirnos para no negarnos nuestras culpas, por-
que sino no se puede avanzar y se repetirán los
mismos errores.
Todo este proceso está bien disertado y explicado
en mi artículo: “El camino del conocimiento: Las
grandes mentiras del hombre”, en mi blog (blo-
gger): Artículos de opinión de Kailuz (Kailuz-
Álvaro).

- 139 -
AMOR

Efímeras y encadenadas uniones


se tambalean resistiéndose a morir,
combatiéndose entre el “te quiero” de la obsesión y
el “te amo” de la empática fusión.
Alimento de ilusión que riega el corazón,
bombeando entre fugaces estrellas las buenas y loa-
bles promesas.
Todo es posible con esperanza y perseverancia,
pero no todos son capaces de sentirlo y darlo en
to-da su extensión,
porque caminan entre rosas y espinas en vez de en-
tre tulipanes y orquídeas:
y para Tener hay que primero Ser.
No es moral ni norma alguna la fidelidad:
es necesidad indisoluble de apasionados deseos.
Sexuada en olores y tersas caricias:
eclosionan uniones y separaciones,
incansables e insaciables,

- 140 -
bebiendo del delicioso elixir,
una y otra vez...

- 141 -
MÚSICA

Alas de mariposas extendiéndose en tu regazo


al ritmo de balanceos de niños en sus columpios.
Entre cuerdas, maderas y teclas se posa el viento
acariciando tus manos,
y besando tu boca con sublimes aromas suenan
sentimientos y pensamientos.
Bailas y cantas al compás de los corazones seduci-
dos.
Imperecedera como la vida meces a las fieras en tus
pentagramas.
Música eres y en música nos convertiremos.

- 142 -
CIENCIA

Con la mirada al frente contra Gigantes Molinos


De Viento:
avanzas sin rendición,
venciendo inquisitoriales hogueras de destrucción
que mecen supercherías y superstición.
Sabias victorias coronan entre laureles la cultura y
educación.
Progreso y desarrollo engalanan tus vestiduras y
armamento de batallón.
Nacimientos sin condición ni esclavización ferti-
lizan en tu misión,
generando riquezas sin destrucción.
Besada y amada entre tus súbditos con tanta admi-
ración y devoción,
que suenan tambores y redobles por tus logros de
bendición,
rompiendo en quiebras y tornados de humillación:
por las poderosas y codiciosas traiciones de la am-
bición.

- 143 -
Alabada por el pueblo exclamas justicia y libertad
para el bien de la humanidad,
transfiriendo el conocimiento sin discriminación ni
restricción.

- 144 -
POEMAS Y POESÍA DE MI PADRE

LA PALABRA

Eduardo García-Galán López

- 145 -
Vosotros veis sólo la rosa,
suave, fragante y etérea,
derramando su aroma,
grito de belleza.

Pero ¿y sus raíces que muerden


sedientas la tierra?

Sus hondas raíces,


retorcidas, yertas…

Vosotros oís sólo la palabra ya dicha,


pero ¿y la palabra que –dentro– se queda?

- 146 -
ÍNDICE

(Nº ex pe die nte 1 2 /R TPI- 0 0 0 6 7 2 /2 01 3 )

Palabra de Amor ………...212

Palabra y Tierra …………..236

Palabra Íntima ……………..272

Palabra Postrera ...............316

Las siete palabras ……….332

- 147 -
- 148 -
PALABRA DE AMOR

Aquí está mi palabra,


mi palabra primera.
Con emoción de estreno
y flamear de hoguera.

¿Es la palabra de vida?


¿Puedo, insensible, acaso
cicatrizar mi herida
y olvidar los ocasos?

¿Es la palabra de muerte?


Con vigor me revelo
con la parte que tengo
de horizonte y anhelo.

Es palabra de un hombre
con dicha y con dolor.

- 149 -
Mi palabra es tan sólo
mi palabra de amor.

- 150 -
TU CIMA

Estoy junto a tu vida


igual que ante una estela.
El elevado techo de tu voz,
la cima en que tu frente se alborea.

Mi corazón se extiende como el humo


a acariciar sus huellas
y llena de ternura los espacios
rasgados por tu ausencia.

Tú, arriba: cisne, escarcha,


arena y flor de plenitud serena.
Y aquí, donde tuvo eco, yo te nombro
y quedo sin respuesta.

Una fuente que nace de agua viva

- 151 -
hacia tu soledad y tu belleza
y que inunda de amor en cada brote
candente de mi vena.

- 152 -
SÓLO SABES VOLAR

Sólo sabes volar. Junto a la noche,


penetrada su hondura por tus ojos,
te elevas hacia el aire como un junco
desde su breve planta y territorio.

Enarbolas la música. Le añades


eco a la sinfonía, en limpio chorro,
y su ardor se refugia en tu figura
cuando el ocaso llega a tu contorno.

Sólo sabes volar. No tienes ancla.


Pétalo, vela, arco sonoro…
¿Podrá mi corazón encadenado
volar también, volar celeste y solo?

- 153 -
- 154 -
MENSAJE

Desde mi sierra de Gredos


hasta tu sierra de Ronda
un caminito de estrellas
me ha revelado una alondra.

La alondra no te conoce,
le hablaré de tu persona:
“ la hondura de su mirada
es como el tajo de Ronda”.

Mi calle “Triste Condesa”,


la tuya de “La Victoria”.
La victoria de tenerte
se la disputan la rosas.

Al conde de mi condesa

- 155 -
le mataron en la horca;
cuando te ve tan bonita,
mi triste condesa llora.

Junto al río está el Castillo


de almenas rotas.
Las cigüeñas que lo habitan
se comen las amapolas.

El otro día me han visto


jugando al toro en mi alcoba.
¡Voy a darles mi muleta
si me llevan hasta Ronda!

- 156 -
HE BESADO TU BOCA

He llegado al mundo de tu boca.


A tu mundo frutal,
a tu miel roja,
a tu flor de fuego,
a tu delicia líquida.

He llegado al país de la guinda y el agua.


Había pájaros inquietos,
escondidas fresas,
granadas encendidas,
transparentes cascadas.

He llegado a la espiga cuyo grano es de bra-


sa,
tú eras menta y anís,
limón candente,
dátil de sol colmado.
Eras más que arco iris.

- 157 -
Me he prendado en su ardor como una ma-
riposa,
olvidé las estrellas,
desprecié las palabras,
y estuve entre tus labios
como un niño en la cuna.

O quizás como un hombre que ha encon-


trado su fuente.
donde la sed saciada,
la nueva sed engendra,
donde la aurora triunfa
y no existe la muerte.

¡He besado tu boca!

- 158 -
A TU ESPERA

Todo sin ti es una turbamulta,


atraviesa el espacio tu recuerdo.
Rosas palidecidas son tus labios,
irisados de luna y de silencio.

Amapolas en vuelo, tus palabras


tienen la lejanía gris del tiempo.
Erigidas en mi memoria alcanzan
rotunda encarnación de canto y sueño.

Están tristes los cielos sin tu risa,


sin tus ojos no tienen su reflejo.
Azules ya no son que no te imitan,
volverá su esplendor a tu regreso.

Donde tú no te encuentras atardece.


A tu espera mi espera es un tormento,
zarza reseca soy sin tu presencia,
oscura es de ansiedad y anhelo.

- 159 -
- 160 -
UNA PALABRA

Solamente te traigo una palabra,


un ramo de silencios y un suspiro,
una palabra iluminada y honda
que en tu fascinación se ha detenido.

Un ramo de silencios germinados


como trigos errantes, como olivos,
junto al río con la imagen de tus ojos
que no quieren ser voz ni ser olvido.

Y hoy un suspiro encadenado, quieto


temblante, entrecortado, preso, herido,
que escapa hacia tu albor al contemplarte.
No es palabra de amor pero es lo mismo.

- 161 -
TU AUSENCIA

Todo cuando te vayas


ha de gritarme tu ausencia.
El río tendrá nostalgia
de tu cintura morena
y el camino de tu peso
señorial como palmera.

Una flor tiene tu nombre,


tu aroma la hierbabuena,
el ciprés tu majestad
y tu fulgor las estrellas.

Las blancas nubes tu alma


llevarán a la alta sierra
y el vacío de tu cuerpo
matará la primavera.

Pero no te irás del todo.


En mi corazón te quedas.

- 162 -
FECHA

Pudo ser otro día. Fue un catorce.


Las piñas se apilaron con esmero
en espera del borde de tu mano,
de obtener, en su palma, nido y cuenco.

Pudo ser otro día que en tus ojos


calladamente se detuvo el tiempo,
tus ojos de guirnaldas y azucenas,
de fondos submarinos y de helechos.

Fue el catorce y se marcó una fecha.


Palideció la acacia. Calló el viento.
El campo transpiraba soledades
y ocultó tu sonrisa el firmamento.

Pudo ser cualquier día. Fue uno solo


el que logró la gloria del encuentro.
Yo quedé subyugado, en tierra herida.
Ya tenemos, amor, fecha y recuerdo.

- 163 -
EL TELÉFONO

El tiempo, sin ti, pasa


como una llanura recorrida,
como un río de lava,
como una reiterada sinfonía,
como un mismo paisaje en la ventana.

El tiempo es un desfile
de ovejas mansas
-Rebaños de papeles,
respuestas programadas,
monótonos silenciosos,
consabidas llamadas-.

De pronto, en el teléfono,
tu voz ilusionada.

El tiempo huye cobarde.


Llega el ardor. Estalla
la emoción del instante…

- 164 -
Eres tú y es la vida,
la vida rescatada.

- 165 -
IMPENSADA

Te he encontrado, impensada,
una tarde cualquiera
cuando acaban los soles
y declina el trabajo
que nos tapa el edén.

Tu viniste de nuncio
de olvidados aromas,
de quietudes perdidas,
de anticipos colmados
de silencio y marfil.

Yo me escoré temblante,
vencido a tu palabra
sinuosa y repleta
de lúcidos matices
que reflectan su hervor.

- 166 -
Ahora te siento propia,
al tiempo que lejana,
como todos los dones
que me han sobrepasado
y en los que residencio
una oculta ilusión.

- 167 -
SUTIL FRONTERA

Apenas en el aire tu recuerdo,


apenas la memoria de tu encanto,
apenas si te encuentro o si te pierdo

en la sutil frontera de mi canto.


Pero canto, en un impulso ciego,
la nostalgia de ti que así quebranto.

Pongo en mi voz un astro, por si llego,


y un tomillar agreste, por si alcanzo,
y en el país de ausencia en que me anego.

dejo brillar el rayo que te lanzo.


Desde mi soledad a tu figura
hay un camino por el que avanzo

con mi dolor de fruta verde y dura


-¡furiosa sequedad la de no verte!-

- 168 -
Mi corazón, sin ti, no madura.

Tú no vives tan sólo hacia tu muerte


ni es mi muerte y mi vida la que vivo,
estás en mí. Tu vida es mi quererte,

es esta dulce miel que siempre saboreo


en el puro dintel de tu belleza….
En mi centro plantado está tu olivo.

Y es mi sangre la savia a su corteza.

- 169 -
PARADA EN LA APARIENCIA

Para mí el mundo empezaba en tus ojos.


Habitaba en ellos la alegría tranquila
del cisne y el estanque.

El sol era algo para que lentamente


madurara la fruta de tus labios,
tu fruta líquida.

Eran tan fácil llegar a tu cabello


y sentirse saciado,
que el cielo aparecía lejano y solo.

En ti estaba la vida,
la vida que yo amaba.

Pero has muerto por falta de ternura,


por alzar tu palabra
tapando el corazón.

- 170 -
Quizás estés ahora alegre y viva.
Incomprensiblemente viva,
parada en la apariencia.

Pero yo sé que has muerto.


Que ya naciste muerta
y sin ternura.

- 171 -
BEBER BELLEZA

El cielo sacó su traje


de claveles y geranios
cuando junto al mar estabas
toda vestida de blanco.

¡Qué contraste el azabache


de tu pelo agitanado
con tus ojos verdecidos
y tus encendidos labios!

Yo no quise ver las olas


ni escuchar sus sones lánguidos
ni alzar al cielo mis ojos
y teñirles de topacio.

Yo solo quise tu pelo,


tus miradas y tus labios.
Beber belleza de ti
y marcharme enamorado.

- 172 -
SENSUAL ESPACIO

¡Qué sensual espacio


instala tu palabra!
Cautiva su precisión
sumisa al garfio
cegador que la origina.

Establece la búsqueda
del resol matizado,
la imprecisa turbiedad
de los múltiples velos,
sorprendidos de pliegues,
sabidos de sugerencias,
en emergente anhelo
de un perfil perdurable.

Es abeja volante,
derramada nostalgia,
racimo inaprensible
de ensueños consentidos,

- 173 -
estallido y señuelo
que te vetas y arrojas

como fardo negado,


como dardo que arrancas
de tu vivo resumen
de ilusiones proscritas.

Ese lento derroche


de trasvases erectos,
de mínimos milagros,
de logros sorprendidos
en cautela o hallazgo,
te construye y agranda,
te restaura el despliegue
de foco al horizonte,
de resina al sitial.

Tu palabra se integra,
se magnifica y crece
en el haz que rebrota
de tu propio esplendor.

- 174 -
TERRIBLE AMOR

Se te mete en el alma como una nube negra,


como una fiera hambrienta te muerde el
corazón,
te siembra desazones e inquietud en el
pecho
y en los ojos te pone un signo de pasión.

No le ves ni le palpas al terrible enemigo,


se te esconde en las sombras y te ataca a
traición,
se imanta de gacela, toma voz de susurro
pero afila constante la espada del dolor.

Te mata el pensamiento, la voluntad te


vence
e implanta sus tiránicas leyes de dictador.
Tú concibes entonces la locura y el
crimen...
Es el amor que llega, es el terrible amor.

- 175 -
ESPIRAL DE NIEBLA

Tú desnuda en la sombra:
plenitud emergente,
palpitar acabado,
invasión del espacio.

Configuras el tiempo,
transmutas la distancia
y cualquier aditivo te lesiona.

Absorbes firmamento,
recuperas la nada
y tienes detenidos los cristales.

Blanca espiral de niebla


convertida en ternura
y mansedumbre.

- 176 -
Hoy no puedo besarte.
Tendría que romper
muchos espejos.

- 177 -
RAMO DE ESPIGAS

Tengo un ramo de espigas en las manos


y una ternura rumorosa y blanca.
Voy a ver quien precisa de mis dones
de la azul transparencia de mi alma.

Poco puedo ofrecer. Yo soy apenas


un soplo débil parado en las palabras,
un junco al viento sembrado en la ribera
de todas las fragancias.

Pero hay besos intactos en mis labios


y calientes afectos en mi alma.

- 178 -
TU MIRADA

Tu mirada es serena, casi triste.


Hay un vuelo redondo de paloma
y un arroyo que mana dulcemente.
¿Es que la luz de tu pupila toma
la vaporosa suavidad del ala
y el frescor de las aguas y su aroma?

Tú debieras mirar sólo las flores


desde la tibia altura de loma,
que cada reina su palacio habita.
Y a un vergel encantado sólo asoma.
Tú debieras mirar sólo a las flores
¡Mi corazón en nardo se desploma!

- 179 -
TU VICTORIA

Escalé algún alto pico


de tu montaña quebrada.
La tarde quedó parada
y el mar plegó su abanico.

Todavía no me explico
esta pasión desbordada.
Si es fruto de tu mirada,
de tu mirada no abdico.

Luego tu quemante y rico


fuego de hoguera encantada.
Tu victoria está lograda.
Ante tu beso, claudico.

- 180 -
CLAVEL BALDÍO

He de enhebrar luceros en un collar de


ensueño
por ponerlo en tu pecho, hecho de nieve y
rosa.
He de hacerte un sendero para tu planta
leve
con tomillo y azahar, con jazmín y
magnolia.

Reuniré las abejas que liban en las flores


para que venga luego a alimentar tu boca.
Te traeré raras perlas del fondo de los
mares
para que palidezcan junto a tu tez hermosa.

Cuando quiera mirarte agua tengo de


hacerme
que mis ojos se vean tus pupilas ignotas.

- 181 -
Cuando quiera besarte seré viento que pasa
y si de hablarte tengo, seré cantar de
alondra.

Mi corazón subyace, rendido y desmayado,


hecho sangre y espuma sin límites ni forma.
Préndetelo en el pelo como un clavel baldío
o pisa su amargura como una triste cosa.

- 182 -
PALOMA HUÍDA

Lo tuyo es venir de lejos


como una paloma huída.
Lo mío, en el monte oscuro,
es ser roble o ser encina.

Tú vuelas en libertad,
eres un ala encendida
y yo, atado a mis raíces,
espero temblando el día.

Alta paloma imposible,


gracia de la serranía,
hoy retornas a mis ramas,
las dejas estremecidas.

Tu pico caliente rompe


pesares y lejanías;
tu blanca pluma es regazo
y espejo de luces vivas.

- 183 -
Paloma sola en mi cielo,
en el norte de mi vida.

- 184 -
PALOMA GRÁCIL

Una paloma grácil, que te impregnó de


encanto,
se levedad practica extendiéndose en ti.
Levedad de tus ojos, tu sonrisa y tu paso,
mañana ruborosa, canto etéreo de abril.

Se ha posado en tus hombros, orla de nieve


y lirio,
se ha enraizado en tus fuentes de espuma y
de marfil,
ha plegado sus alas, varadas en tus esencias
de clamor subyugante, de inquietante
confín.

Por tus manos revueltas, con ansiedad de


altura,

- 185 -
esperando su blanca pureza de alhelí.
Quiero su paz serena, su quieta albura,
bajo la tarde dócil de silencio y de añil.

- 186 -
PALOMA FUGITIVA

Tendría que inventar, una por una,


la palabra certera y sugestiva.
Hablar contigo siempre me cautiva;
eres mi privilegio y mi fortuna.

Te asemejas a mí desde la cuna


y has sido mi paloma fugitiva,
esa que se presiente bella y viva,
inalcanzable y alta cual la luna.

Y estás aquí. Apenas me lo creo.


Tú eres mi voz, mi canto, mi palabra,
mi colina, mi gruta y mi tesoro;

mi embeleso, mi gozo y mi recreo.


Un mundo nuevo tu sonrisa labra.
Es tarde para mí. Pero te adoro.

- 187 -
AROMA DE NACAR

Sólo existe el almendro y mi derrota


frente al fulgor del rayo en tu costado
que a la cintura salta desbordado,
cuando anuncia un amor que, firme, brota.

Es lumbre y poso lo que fuera mota


y tu aroma de nácar ha horadado
el páramo desierto de mi estrado
insuflándole mares y gaviota.

En batalla campal surge el romero


y tu beso suprime la mañana
si en su borde dulcísimo me enfundo.

Mezco tu barca por mi varadero


y abrillanto tu mano y tu manzana.
Definitivamente, eres mi mundo.

- 188 -
OJOS VERDES

Por tus ojos, esas praderas verdes


donde la aurora se amanece y grana,
ciego corcel espero la mañana
y en su borde dulcísimo me muerdes.

Tu mirada se encalma. No recuerdes


ese claro verdor en que le gana
su batalla de abril a la manzana.
En el dintel de su fulgor me pierdes.

Se resume la selva. Un lago brota


donde comienza su belleza y nace
esta sed que me alienta y me derrota.

¿Dónde empieza su hondura?,


¿dónde pace la oveja mansa de su luz pri-
mera?
Quiero alcanzar, allí, la primavera.

- 189 -
CIELO IGNOTO

Una espada brillante que fulmina,


un látigo concorde que restalla,
un campo que en vergeles se amuralla
y un viento que se asciende a golondrina.

Por su abismo insondable se adivina


su profundo oleaje a roca y playa,
sus encontrados brotes en batalla
y un temblor de corriente submarina.

Impiden el sosiego y embelesan,


transitan, aguerridos y tenaces,
entre lluvia, tormenta o terremoto.

Avanzan, se distancian, se regresan


a su centro vital y hacen las paces.
Son tus ojos inmensos, cielo ignoto.

- 190 -
CORZA DE AMOR

Esa añoranza de desierto o duna


que tu figura nítida transporta
deja a mi mente conturbada, absorta
en su escueto rielar de estanque y luna.

Junco de amanecer, alba oportuna,


llamarada asumida en nube corta,
claridad que deslumbra o que conforta,
elegancia esencial de estirpe y cuna.

Una brillante espada toledana


deja la estela de tu andar altivo
que rompe el tomillar y la pradera.

Alto rumor, dintel de la mañana,


puerta de libertad para el cautivo,
tú mi corza de amor, mi palmera.

- 191 -
LA SEÑERA

Yo no te digo adiós. Solo rubrico


una historia de amor, cumplida y tersa.
Mi corazón no es una rama inversa
ni a rebajar tu plenitud lo aplico.

Tórtola siempre de ardoroso pico


muerdes mi dimensión y estás inmersa
en la copa del pino que conversa
con la noche interior que me fabrico.

Ya no serás maceta pasajera


circundada de barro y geometría.
Planta serás, plantada en la armonía

difícil de mi ser y mi quimera.


Tu perfección se nimba en lejanía
y en soledad. Tú, siempre, la señera.

- 192 -
II

Dulce, suave y sutil, tú la Señera


Capitana, en la noche, del encanto,
avivas tu rescoldo tanto cuanto
de un fuego incandescente eres bandera.

Turgencia de tu piel –fragancia y cera-


en los últimos pliegues de su manto
donde se expande en fibra de amianto
vertical como el chopo y la palmera.

Bastión de soledad, dulce quebranto


que equilibra mi grito y tu ternura.
El choque con tu imán es un encuentro

que a la ilusión provoca y la madura.


El tiempo se remansa en tu espesura.
Tan reciente y sutil y ya tan dentro.

- 193 -
CELESTE PLENITUD

Si te nombro los ángeles convoco.


Pliegan sus lentas alas ojivales,
orillan sus espadas y metales
y un ligero temblor, rubio sofoco,

tiñe sus inocencias ante el foco


de tus ojos inmensos y abismales.
No comprenden tus bienes y mis males,
ni la inmensa ternura con que toco

tu calor más recóndito y tu bruma


y no tiene cabida mi estallido
en su celeste plenitud de escama.

Tú eres el mar, los ángeles, la espuma,


tú, vida y corazón y ellos latido.
Tú eres mi adoración, mi sola llama.

- 194 -
GRANADA DE PASION

Esta serenidad no es acedía


del áspero transcurso de las horas,
ni fruta traspirada que tú afloras
cuando en la noche se diluye el día.

Esta serenidad no es estadía


en el puerto alcanzado –tentadoras
tus amarras sutiles- que decoras
con las lentas gaviotas de la ría.

Esta serenidad es, grano a grano,


granada de pasión y tormentosa
culminación de fiebre y poderío.

Es logro de tu mano con mi mano


abiertas al latir que nos rebosa.
Es la victoria de tu amor y el mío.

- 195 -
FRAGUADA MANSEDUMBRE

Vive por fin. Alguna vez mereces


abandonar la estepa y la costumbre,
no cultivar cenizas, tú la lumbre,
ni acortar tu estatura, cuando creces.

Tienes mi devoción, tienes mis preces


a tu recia y fraguada mansedumbre
pero es preciso que tu dicha alumbre
y que en el bravo mar naden los peces.

Destierra la opresión en que te anegas,


inaugura el valor, ahuyenta el miedo
y asume la conquista a la que llegas.

La savia está en la punta de tu dedo


donde un trémulo lirio te rebosa.
Vive en mujer con sencillez de diosa.

- 196 -
PAN CANDEAL

Ahora quiero decirte lo que siento


surgir del corazón, mi dulce amiga,
en un verso ligero como el viento
y en dorada sazón como una espiga.

Me voy a la raíz del sentimiento


y en su pan candeal tomo la miga.
Algo cruje, esencial, como un lamento,
algo está por decir en lo que diga.

El pan de la amistad, aquí a tu lado


veo el río pasar como una herida
como un cauce profundo, ilusionado,

que cruza de distancia nuestra vida.


Dejo el verso brotar, inacabado,
en esta devoción estremecida…

- 197 -
HALLAZGO GRIS

Este fuego ascendente va imantado


a las cercanas brasas de tu hoguera.
Hacia ti mis palabras en hilera,
otro impulso febril y ya han llegado.

Impreciso desastre a mi costado


y enramada sin grito en mi ladera.
Mi acometida indómita te espera
y hace un instante solo te ha dejado.

Hallazgo gris tu monte de trastorno,


pérfida miel lacrada a tu sonrisa
en un atardecer de ritmo y plata.

Ahora enciendo el candil, contengo el hor-


no
y abandero mi viento y mi cornisa
con tu seda de enjambres y escarlata.

- 198 -
ALTAS MIESES

Altas mieses preceden a su encanto,


dulces rayos anuncian tu mirada,
más si esparces tu risa ya no hay nada
que pueda liberarme del quebranto.

A tu fuego no existe el amianto,


brasa hay que ser en esa llamarada,
mientras el alma vuela conturbada
a un paraíso de candela y canto.

Cuando llegas el día no es el mismo,


su densidad se quiebra por tu paso
que el hueco de tu cuerpo es una herida.

Cuando llegas, la cima o el abismo,


los rutilantes soles o el ocaso
solo son tu presencia derretida.

- 199 -
FRUTAL ANCHURA

El agua se desborda en mi torrente


por obtener el beso en la azucena
del rubor que sumiso se encadena
a la frutal anchura de tu frente.

Hacia ti me mantengo en afluente


por este cauce que la sed me llena
de un poderoso manantial de pena,
pena de amor brotada en tu pendiente.

A tu verde esplendor llego imantado,


a tu trigo solar y tu jilguero
donde tu claro amanecer se ensaya.

Ya estoy de negra ausencia saturado.


Deja que en tu presencia mi velero
a un mar esperanzado se me vaya.

- 200 -
NAVEGAR SIN TU RISA

Debo olvidar la gracia de tu mano


y la humedad quemante de beso
y bajar de tu nube y su embeleso
en la extensa planicie del verano.

Ya soy pastor de arcillas y secano


con escueto zurrón de miel y queso,
que el calor de tu piel no está en mi hueso
y recorro barbechos y pantanos.

Es difícil mi paz y mi alegría


sin navegar tu risa por mi pozo,
pero no estás perdida y bien te siento

definitivamente pura y mía.


Juntos los dos y con sereno gozo
seremos uno en el mullido viento.

- 201 -
TU ALBERO

Ya es la hora crucial frente a tu albero,


y tu estanque lunar, sólido asilo
a la irrupción gozosa de tu estilo
y tu hálito vital, puro y cimero.

Es hora de la siembra y del estero


que decante tu estampa, filo a filo.
Al sentir tu arribada me perfilo
y acompaso mi paso en tu sendero.

Ha llegado la hora de tu encanto,


de sucumbir, rendido, a tu cintura
y al brote de tu voz, cálida espada.

Ya eres brocal, jazmín, estela y canto


a mi estremecimiento y mi ternura.
Después de amarte, ya no existe nada.

- 202 -
VOLVER A TI

Volver a ti: regresar al estío,


recuperar el norte y la palabra,
decir amor y que en tu piel se abra
un surco de lisonja y desvarío.

No sé bien si tu cuerpo es tuyo o mío,


si es del trigal la tierra o del que labra
su paisaje anterior de espacio y cabra.
¿Es del aire el vilano o es del río?

Ya no debes huir. No te acobarde


tu recia soledad y sacrificio.
Está la puerta abierta y tú en el quicio,

la fruta está al acecho, el fuego arde


y el mundo es una inmensa melodía.
La tarde, ya incendiada, desvaría.
Vive el hoy, no el ayer. Mañana es tarde.

- 203 -
CRÓTALO DE PASIÓN

En raudo vuelo voy a tu figura


a tu piel derramada en tilo y nata
que acrece al universo y lo remata
estremecidamente en tu escultura.

Cuando avanzo mi mano a tu cintura


mis dedos condecoro en escarlata.
Mi corazón es la doliente errata
que se añade al dintel de tu hermosura.

Crótalo de pasión, voz nominada


del angélico don que te destaca,
hoguera devanada, sol furtivo.

Cuando llego a tu cumbre o explanada


todo mi ser, ya derrumbado, atraca.
Y es junto a ti donde perduro y vivo.

- 204 -
ALADA VOZ

Está tu alada voz, tu voz suave


vagando por el aire mansamente,
¡qué caricia sutil sobre mi frente,
brisa sonora, imperceptible ave!

Mi cuerpo aprisionarla nunca sabe


y me queda su huida transparente,
cascada de rocío en blanca fuente
y del portal del día frágil llave.

Dame tu voz, que tu palabra espero


igual que el resplandor de amanecida
aupado en mi terraza y en mi alero.

Dame tu voz porque su lenta huída


me recuerde que es todo lo que quiero,
vivirme en la belleza estremecida.

- 205 -
ROSA AMARILLA

Esa rosa amarilla que limita


tu beldad ascendente y mi contorno,
dique de contención resulta al horno
del impalpable fuego que me habita.

Mi labio tembloroso casi grita


tu perfección agreste y mi trastorno.
Tu rosa se envanece siendo adorno
de tus hombros de espuma y antracita.

Rosa para una noche en la frontera


de un nuevo sentimiento y anagrama,
desvanecido aroma que es testigo

de la inauguración de una quimera,


donde mi verso herido se derrama.
¡En la esperanza de esa flor me abrigo!

- 206 -
ROSA ROJA

Hacia ti fue la rosa enrojecida


y fuiste su refugio y su arrebato;
hubo un choque de aromas y un conato
de incendio de colores y de vida.

En tu cuerpo mantuvo su guardia


y el faro de tu boca fue su ornato.
Piel a piel el combate fue inmediato
y le ganaste entera la partida.

Mi corazón era testigo y reo


de esa batalla delicada y pura
que a mi pupila atenazó en asombro.

Ya no veo la rosa, sólo veo


una prolongación de tu cintura.
Y cuando digo flor a ti te nombro.

- 207 -
ROSA NEGRA

Por sorpresa el imposible adviene,


rompe el pavor, transmuta nuestro espanto,
se instala en las palabras o en el llanto
y acampa y se florece y se mantiene.

A tu sonrisa por imagen tiene


-¿no es tu sonrisa un imposible encanto?-
Y es eclosión de amor que alcanza a cuanto
la humilde hierba con primor sostiene.

Fue rosa negra cuando nuestro encuentro


en blanca noche prolongada al día
y en tus ojos cerrados reverbera.

De tu mano se vino hacia mi adentro,


más tu mano de miel ya esté en la mía.
Tan solo tú. Y el imposible afuera.

- 208 -
MI TERRITORRIO

Me aposté ilusionado por tu hechizo


y eran los arrabales, no la fuente.
A la fuente he subido. De repente
un volcán de pasión tu piel se hizo.

Y mi sangre acerada fue bautizo


a tu centro retráctil y caliente.
Toda tú grito, espasmo, sol turgente,
toda tú mi refugio y cobertizo.

Este es mi territorio y mis parcelas,


el frutal patrimonio de mis gozos
que transitan leones y gacelas

y atraviesa una lava derretida.


En sus crestas erectas y en sus pozos
deposito la esencia de mi vida.

- 209 -
MÁGICA LEDA

Llama última de amor a ti encendida


que disputa al espacio su contorno,
consunción implacable desde el horno
de una lanza de sangre derretida.

Fuego que al fuego le es candente herida,


zarza ancestral, hoguera sin adorno,
ígnea fuerza que expira en el retorno
a rescoldo y ceniza consumida.

Incéndiate conmigo. Une a mi llama


tu resplandor supremo y decisivo,
la lenta combustión de tu arboleda.

O llueve sobre mí, final derrama


que reduzca mi ardor y sea, cautivo,
cisne plegado a ti, mágica leda.

- 210 -
FARO DE EXCELSITUD

Tú no eres sombra, ni estupor, ni ocaso


ni abismo, ni desgarro, ni ceniza.
Ni la rama reseca en ti aterriza,
ni presentas vacío cuenco o vaso.

Tú rehúyes lo estéril y lo escaso


y la mediocridad se te desliza.
Ni oquedad gris, ni palidez pajiza
entre tus resplandores tienen paso.

Y estoy aquí, absorto en tu mirada,


faro de excelsitud, alta bandera
que tus ojos destilan como un vino,

de pasión subyugante y embriagada.


Prenderé en tu muralla una escalera
para alcanzar, soñando, mi destino.

- 211 -
DELLA ITINERANTE

Tu vienes de Florencia o de Sevilla


apacentando alondras y elegancia.
Eres el norte y sur de la fragancia
el este y el oeste de la orilla.

Donde un pájaro canta y un pez brilla.


Subyuga tu presencia o tu distancia,
tu leve paso o tu ignorada estancia.
En tu campo soleado está mi trilla,

y anhelo el aposento de tu mano


y su tierna caricia en los confines
de la noche inefable y de su aurora.

Mi bella itinerante, no es en vano


la espera de tu espera. Tus clarines
resuenan en mi adentro. Ya es tu hora.

- 212 -
CUMBRES SUPREMAS

En las supremas cumbres de tu exceso,


cuando te tornas risco y atalaya
y alcanzas estatura de Himalaya,
eres inaccesible a huella o beso.

Alta y exenta de vegetal o peso


en tus crestas que trazan cierzo o raya,
tu ingravidez sonora se amuralla
donde tu majestad es el suceso.

Déjame contemplar tu perspectiva,


tu pedernal de fuego in encendido
y posar mi pisada en tu pradera.

Que al brotar por tu roca el agua viva


apague mi favor siempre vertido
hacia tu permanente enredadera.

- 213 -
ERECTO PALMERAL

Erecto palmeral en el desierto,


dórica columnata, ahusada luna,
ópalo cimbreante, junco en duna,
pálpito estremecido, limpio huerto.

Tu pie germina el altozano yerto,


entroniza en la arena cuenco y cuna,
de árida sequedad hace laguna
y convierte el silencio en un concierto.

Regrésate, en oasis, a mi esquina


que buscando tu risa gimo y gimo
y por mis ventanales te reclamo.

Libérame del cardo y de la espina


que en tu albor estrenado me redimo.
Ven, mi luz del desierto. Yo te amo.

- 214 -
ISLA DESIERTA

Una isla desierta. Solo estamos


tu belleza que anula el horizonte
y mi ilusión por verte. Mar y monte.
Apenas viento y vela precisamos.

Vamos a ser nosotros mismos. Vamos


a convocar al aire para que afronte
la llama de tus ojos. Pronto, ponte
tus lujos interiores, tus reclamos.

Alta tu claridad, presta mi nave


y el mundo detenido en lejanía.
Inmaculada estás, nota en mi clave,

rescatando en tu piel el nuevo día


y llenando de orquídeas tu contorno.
Dame tu mano, temblorosa y fría,

y sé, para mi ardor, calma y adorno.

- 215 -
LENTA FOGATA

No puedo describir tu cercanía


-¿quién describe el latido o la amapola?-
Alrededor de ti la sed me asola
en espera de lluvia, bruma o ría.

Una lenta fogata que me ardía


ha encontrado su polen y corola,
su mar definitivo en cada ola
de tu extensión de seda y lozanía.

¿Cómo encontrarte entera y despojada


de cualquier convulsión o de aditivo
por tu abismo estelar flotando inerte?

Si a tu presencia mi mente va imantada


y queda el corazón como cautivo,
ya no preciso más: vivir y verte.

- 216 -
ARTE VITAL

Tu vas de pelo corto y largo estilo


despertando gacelas y elegancia.
Eres esencia de canción, fragancia
de junco verde y hontanar tranquilo.

Las espigas pasaron por tu silo


y un felino se aposentó en tu estancia.
Si meces lentamente tu prestancia
acreces estatura a sauce y tilo.

Tu estás en el color de la paleta,


en la cadencia y ritmo melodioso
y en el perfil que la escultura amasa.

Eres arte vital, eres cometa


que desfila sus luces presuroso.
Quédate en mi soneto. Hazle tu casa.

- 217 -
- 218 -
PALABRA Y TIERRA

Tengo los pies en la tierra


y no sé como se labra;
pongo la vista en el bosque
y nunca he pintado nada.

Nunca tuve perro o yegua.


Ni he dormido en las majadas,
ni he segado los trigales,
ni he escalado las montañas.

Por eso, dejadme, amigos,


el viento sobre mi cara,
la lluvia sobre mis hombros
y el prado bajo mis plantas.

Dejadme, amigos, que lance

- 219 -
ardorosa mi palabra.
Si no he labrado la tierra
voy a sembrarla de llamas.

- 220 -
LA TIERRA

Y yo también he amado la belleza


de la casa del hombre, nuestra casa.
He amado su cimiento y argamasa.

Sólo la iguala el hombre cuando reza


o cuando en el amor su afán se abrasa;
el arte la resume y la traspasa,
flecha de luz que con su luz tropieza.

A este planeta gris, que es aposento


de nuestro vulnerable tiempo y sueño,
-celeste micra en el universo-,

le hemos cantado, corazón al viento,


con voz alzada en espiral de ensueño,
como mágica flauta o juglar verso.

- 221 -
EL AGUA

Tú siempre engendradora de la vida,


borbotón inicial, cálido aviso,
bautismo redentor, rito preciso
de la sed, del pecado y de la herida.

Tu remansada agrupación convida


a la quietud del pozo circunciso,
a la fría ablución y al compromiso
en la pila del atrio bendecida.

Enfurecida en la tormenta grana,


coqueta o brava al rizo de la ola,
mayestática y fértil por la sierra,

por la cascada, el prado y la frontera


agua plural, irreductible y sola
en río y mar: esencia de la tierra.

- 222 -
EL RÍO

Oh río transparente, sucesivo,


captador de la luz, radiante, luminoso,
vidrio reptil, blanco sueño cautivo
en abrazo de tierra misterioso.

Suspiro de rocíos y de auroras,


forjador de rumores, espejo de las aves,
lento reloj de las más tibias horas
ungidos de las gracias aladas de las naves.

Pan del mar, mensajero de nube,


hijo de la montaña abandonada,
por quien la espiga impetuosa sube,
remedio de la sed y sed inacabada.

Piedra en luz desleída, cuerpo de agua,


segador de colores, ilusión de dureza,
suavidades sin tacto, clara fragua

- 223 -
de la ascensión de la lluvia que empieza.

Peregrino frescor, cielo ambulante,


cabellera paciente a quien ondula el viento,
artífice en la roca de redondez brillante,
ancho labio a la tierra, beso lento.

Voz primera de Dios, parto de nieve,


imagen de mi sangre acelerada,
deja a los hombres tu mensaje leve
y muérete en el mar. Hazte ya nada.

- 224 -
FUEGO

Cantante como tú, asciendo y lucho


con lo que me rodea y con quien vivo:
con el aire inmortal, con el olivo,
la paloma torcaz o el aguilucho.

En el arte de amar siempre estoy ducho


y amando me consumo y me derribo;
no tengo tregua, paz ni lenitivo,
si me dices “descansa” no te escucho.

Trágica opción de ser ardiente brea


o perdida ceniza en el camino;
de fraguar, con hervor, la pura nada

o dejar al residuo de albacea.


Es éste mi marchamo y mi destino:
el ser febril y breve llamarada.

- 225 -
EL AIRE

Yo quisiera también ser transparente,


desasirme del peso y la pisada,
vivir la libertad de la alborada
en helada presencia o soplo ardiente,

ser brisa temblorosa con la fuente


y junto al mar, grandeza huracanada.
Viento de soledad, rey de la nada,
remánsame en mi mismo eternamente.

Nadie vive sin ti, hombre o gusano,


que transportes el águila o la abeja
y conduces la luz del universo.

Hoy me expando contigo, ciego hermano,


avanzando entre escombro, roca o reja.
No me allanes jamás palabra y verso.

- 226 -
FIRMAMENTO

Para los Marqueses de Goubea

De un mundo translunar, hecho infinito,


de sus irisaciones plateadas,
de sus surcos, abismos y hondonadas,
de su silencio azul, traigo mi grito.

Desde un borde fetal y genuflexo,


de una pupila opaca y en espera,
desde una convulsión de plasma y cera,
presento aquí mi sangre y me confieso.

Desde tanto anticipo del olvido,


desde tanta señal de la impotencia,
desde un largo dolor y su paciencia,
clamo por ser, rechazo el no haber sido.

En esta tierra donde me han traído,

- 227 -
que reptan la serpiente y los gusanos,

entero estoy y atado a pies y manos.


Me salva mi palabra y mi alarido.

- 228 -
LA MONTAÑA

Aquí en Madrid,
donde las acacias están prisioneras del
asfalto
y producen alergia,
donde el chirrido metálico
suplanta al ruiseñor
y el autobús es flor grotesca ciudadana,
recuerdo la montaña
y añoro largamente sus cumbres
blanquecinas
que, en su gracia alboral,
son una caricia de algodón.

Montaña:

Eternidad roqueña y permanente,


ansiedad de altura, adelantada,
madre del agua, boca del eco,
imán del rayo, cuna del sol,

- 229 -
mujer,
que te viste de galas pastoriles,
tomilleras
o te recubres casta

de lenta eucaristía
y su paz calmadora.

Montaña:

Elevación y abismo,
gruta y tajo, mole y mata,
inmensidad de espacio
y brevedad de brisa,
risco y césped,
habitada del águila y la abeja
o el trueno y el susurro,
siempre grande.

Inaccesible y poderosa,
dura y alta,
protectora, ermitaña, bandolera.

- 230 -
Diosa o madre,
obstáculo o refugio,
seno al valle,
vientre de la laguna,
ventana al infinito,
trono y altar.

Montaña:

Sinahí de Jehová
Tabor del Cristo.

- 231 -
EL ÁRBOL

Nos han cortado el árbol


donde dije: “Te quiero”.
No puede ya apoyarse
en él nuestro recuerdo.
Naufragio ha quedado
sin espacio ni tiempo
en el mar sin confín
de la noche y el cierzo.

Alma de acero el hacha


y el desabrido hachero
un silbido en los labios
y un espíritu hueco.
Y el árbol, asustado,
a transformarse en fuego.

¿Guardará cuando arda


nuestro dulce secreto?

- 232 -
MAGNOLIO

Cuando tiendes tu mano acariciante


al fruto del magnolio en la mañana,
a su prieto verdor,
a la rotunda soledad de sus hojas,
brota un cálido afán
de algodón y una quietud que nos depara
tibieza de resol y hierbabuena.

Declinas la hermosura del instante,


no te atreves, sumisa,
a dejar de ser grito de carencias,
a germinar la dicha que presientes
y recuerdas, de pronto, los dolores
de tanto ser ignoto y olvidado,
de tanta gente repetida y torpe,
de tanto suplicante a la esperanza,
desengañado, al fin, siempre irredento
y asediado en el cerco que conoces.

Y yo llego a tus ojos y entreveo


su tersa hondura reducida

- 233 -
que estallará en orquídeas o tulipanes
cuando nadie contemple su belleza,
cuando nadie suplique en su contorno.

No me importa mirarte silencioso,


olvidado de todas mis premuras
y declarar mi verso adolescente
desde un otoño denso de ansiedades.

No puedo redimir, ni lo pretendo,


el pensar de tu frente generosa
ni retornar el dardo disparado
de la muerte segura que me espera.

Hoy me aferro al magnolio que acaricias,


a tanta flor oculta y no querida,
a tanta majestad inaccesible,
a tanta inmensidad inexplorada.

Desde el balido humilde de la oveja


o la cresta arrogante en la montaña
participo en tu mismo desamparo,
extasiado de amor y pesadumbre.

- 234 -
Solamente te digo: No lo entiendo,
¡cuánto dolor baldío e implacable!,
¡cuánta altiva belleza!

- 235 -
LA NOCHE

A Maruska Viscasillas

Llevaros firmente el claro día


y traedme, piadoso, luna y noche.
Ese es mi patrimonio, mi derroche,
mi soledad tranquila y mi armonía.

Cuando vibra mi alma, cuando expía


la sequedad diurna y su reproche,
cuando pone a la duda firme broche
y escancia irrefrenable la alegría.

En la noche yo soy, me siento vivo,


invadido de lágrima o de risa
y convirtiendo en senda mi barbecho.

Es su aposento la ilusión recibo


y destierro el imperio de la prisa.
Noche de paz y confortable techo.

- 236 -
MURALLAS DE AVILA

Muralla mística y grave,


hecha de tiempo y de calma.

Altas piedras, tierras a cielo,


eternos linderos de Ávila.

Fuera, horizonte y meseta,


dentro, templo y esperanza.

No existen caminos. Sólo


vertical senda del alma.

Los abulenses llevamos


tu soledad en la entraña.

- 237 -
ARENAS DE SAN PEDRO

Aquí está mi raíz. De aquí procedo,


arenas de la Iglesia y el Castillo,
aquí mi plazoleta de chiquillo,
Arenas de la oliva y del viñedo.

Aquí mi padre un día, aquí mi abuelo,


Arenas del pinar y de los ríos,
vivieron sus tristezas o amoríos,
Arenas de las luces y del cielo.

Mi madre aquí también, aquí mi hermano,


Arenas del Palacio y el Santuario,
tuvieron su bautismo y campanario,
Arenas incendiada y fiel no en vano.

Risco, altura, verdor, valle y semilla,

- 238 -
Arenas del desden y la alegría,
Arenas olvidada y siempre mía,
Arenas, mi rincón, lujo en Castilla.

- 239 -
CARTUJA DE VALLDEMOSA

En la firme quietud de Valldemosa,


posado un gorrión sobre el piano,
el tiempo permanece. No es lejano
en esta tarde frágil y brumosa.

Extiendo la mirada por el valle,


flagelado de celda y convento,
y advierto su añoranza. Le presiento.
Quizá en lo alto del ciprés se halle.

Divino Federico, quebradizo,


sobrealzado al insomnio y calentura,
la quimera preserva tu figura
y mantiene el jardín, verde, tu hechizo.

La solemne altivez de la Cartuja


enhebrada de fuerte pedrería,
se quiebra en transparente melodía.
Para siempre tu música le embruja.

- 240 -
ARCOS DE LA FRONTERA

El pueblo blanco. Y tu frente.


El tajo inmenso. Y tus ojos.
Y el tornasol del poniente
tiñó tus labios de rojo.

Alta la torre. Y tu estampa.


Grácil campana. Y tu risa.
Y en el Guadalete acampa
la gracia, si te divisa.

Estrecha calle. Y tu talle.


Limpio cielo. Y tu mirada.
Tu cuerpo de proa al valle
era una estatua hechizada.

¡Ay Arcos de la Frontera


que en su blancor se culmina!
Para mí la primavera
sois ella y tú en mi retina.

- 241 -
CONVENTO DE LA RÁBIDA

El mundo es de unos pocos.

Bastó cambiar su destino


que un viejo navegante
cruzara en su camino
a un fraile mendicante.

El mundo es de los locos.

La fe mueve montañas
y atraviesa los mares.
Quien no admite derrota
cantará sus cantares
cual suprema gaviota.

La Tierra en las entrañas.

Se impuso el pensamiento.

Y la aislada capilla
se convirtió en Oriente,

- 242 -
se trastocó en orilla
a un nuevo continente.

Tanto pudo Colón en el Convento.

Luz quieta de la Rábida.

La misma para las Carabelas


o los alabarderos.
No se perdió su arista por las velas
ni por los marineros.

Cielo azul y almas ávidas.

El mundo es de unos pocos.

Gentes de fe en la entraña:
Colón y los Pinzones. Marchena
con Isabel de España.
América lejana, sola y plena.

Las luces de La Rábida: Sus focos.

- 243 -
LAS TORRES GEMELAS

Fervorosamente siento
que me penetra en la entraña,
en este ingrato momento,
junto con mi amada España,
esa grandiosa nación
que es los Estados Unidos,
herida en su corazón
por fanáticos bandidos.

Por las víctimas suplico


al Dios de misericordia,
Padre del pobre y del rico.
Llegue pronto la concordia
y que el mundo sea capaz
de quitarle el antifaz
al terrible terrorismo.
No prevalezca el abismo
y triunfe siempre la Paz.

- 244 -
PALABRA ÍNTIMA

Este cañaveral de íntimo gozo


que en antiguas palabras reverbera
es jinete de sol en campo herido,
cráter definitivo, cumbre plena.

Se estremece la hondura de mi aliento


al contemplar, humilde, en sus riberas
las vidas que comparto y que me acogen,
mis firmes aposentos, mis emblemas…

- 245 -
PALABRA ÍNTIMA

Vosotros veis sólo la rosa,


suave, flagrante y etérea,
derramando su aroma,
delito de belleza.

Pero ¿y sus raíces que muerden


sedientas la tierra?

Sus hondas raíces,


retorcidas, yertas …

Vosotros oís sólo la palabra ya dicha


pero ¿y la palabra que –dentro se queda?

- 246 -
CARTA DE PAZ

A mi hijo Eduardo

Hoy primero de abril, hoy has nacido.


La Paz de cinco lustros se amanece
en un cielo de luces y de añil

que es cielo verdadero y lo parece.


Hijo mío, desnudo, abandonado,
la voz de Dios en tu gemido crece

cuando llegas al mundo del costado


materno que, convulso, se desgarra
en un tributo bíblico al pecado.

Tu chorro de inocencia bien me narra


la ventura del día y su contorno.
Sube a mi corazón y en él amarra

- 247 -
la perdida pureza a la que torno,
la olvidada ilusión que me regresa
y la exultante dicha en que me adorno.

Tú tienes voz de espliego y voz de fresa;


tú me cantas la paz y en ti la canto,
tú me cantas su gozo que se espesa.

Tú eres la paz brotada desde el llanto,


como esta madrugada estremecida
en el recuerdo, dolorido y santo,

de quien cayó a la bala fraticida.


Con mi pesar, mi grito se inaugura
por su muerte temprana y por tu vida.

Hacia todos derramo mi ternura,


sin odio y sin olvido: como hermano.
Dios quiso redención en noche oscura.

- 248 -
Más ya llegó la mies, llegó el verano
y otra nueva cosecha se adelanta
hacia la primavera y hacia el grano.

En tu sangre mi sangre se decanta


y brota mi esperanza en tu destino.
Ya tienes tierra firme y firme planta.

¡Dios te deje la Paz en el camino!

- 249 -
EMBELESO

A mi hija Regina

Donde está tu pisada es mi embeleso,


donde late tu pecho, mi respiro.
Tu delicado rostro en cuanto miro
tiene tu huella de fragancia impreso.

Hija de mis afanes, nunca ceso


de bombear mi sangre a tu suspiro,
de girar en tu torno cuando giro,
que tu encanto me tiene libre y preso.

Regina de mi día y de mi noche,


capricho de mi vida y mis antojos,
no existe nada que, sin ti, me encuadre

que tú eres de mi ser maceta y broche.


A los cárdenos lirios de tus ojos,
con los versos, va el beso de tu padre.

- 250 -
JURA DE BANDERA

A mi hijo Álvaro

Juras nuestra bandera. Vas erguido


porteando las armas sobre el brazo.
(Yo te veo, hundido en mi regazo,
niño redondo en querubín dormido).

La frente alta y el mentón salido


tu pisada resuena como un mazo.
(Te recuerdo, camino de mi abrazo,
con paso vacilante y desvalido).

Suenan himnos marciales, voz de arenga,


vibrante movimiento acompasado
y se llena el espacio de una orgía.

Paro mi tiempo porque el tuyo obtenga


la plenitud del fruto sazonado.
Tuyo es el sol y la nostalgia mía.

- 251 -
PRIMERA COMUNIÓN

A mi hijo Gonzalo

La brisa le mecía en los trigales


y le doraba el sol entre las vides.
Su inocencia brincaba en otras lides,
ajena de los bienes y los males.

Hoy le inundan Tus luces a raudales


y presuroso acude a que convides.
Dulce Jesús, que su pureza mides,
funde su corazón con Tus metales.

Te lo entrego, Señor. Este es mi hijo


donde mi vida en gozo se trasplanta.
Que su firme esperanza halle cobijo

en esta Comunión, silente y santa.


Escondido Señor del Pan y el Vino,
¡sella con Tu Palabra su destino!

- 252 -
MARIA DEL CARMEN

María del Carmen,


tu nombre es puro cántico.
Encierra una montaña
y un trino verde y alto.

¿Es acaso, la fuente


de tus ojos, acaso …?

¿De dónde brota, tibio,


ese ademán cansado
que te otorga tristeza
y soledad de páramo?

¿Qué oculta nave surca,


sin rumbo, tu costado?
Sabor marino fluyen
tu nombre y tu cansancio.

- 253 -
María del Carmen, tienes
la lejanía del sándalo.
Tu elegancia se ensaya
como un fruto olvidado.

María del Carmen, digo …


se iluminan mis labios.

- 254 -
II

Palmera,
flor de cera
y porcelana,
que prestas a la mañana
gracia, brillo y levedad
y a la noche esa beldad
hecha de olvido y hondura …
Tu hermosura
es río y fuente,
y el mundo solo afluente.
Bebo tu belleza y vivo
la gloria de estar cautivo
por tus ojos y en tu frente.

- 255 -
III

Me avanzas tu sonrisa y amanece


frente a tus ojos de verdor marino.
Sabe tu cuerpo a miel y sabe a vino
y en su extensión una paloma crece.

Paloma que, con paces y con preces,


sobrevuela mi día de oro y trino.
Mi noche –matorral de desatino-
a su pluma y anido nunca empecé.

Carmen de los jardines que proclamo,


Carmen de mi estatura y esqueleto
donde esparzo y amanso y arremeto.

No he cansado mi voz cuando te llamo


ni está romo mi tacto por quererte.
¡Solo de ti me arrancará la muerte!

- 256 -
ALAMA CRISTALINA

A mi madre

Lo mismo que el ruiseñor


que alegre canta en la rama
y sus gorjeos derrama
con su trino de esplendor,
cantarte quiero mi amor
a ti, madrecita amada,
a tu frente inmaculada,
a tu candor virginal,
tan puro como el cristal
que no lo envilece nada.

Yo quisiera en este día


ser de las aguas murmullo,
para que con tierno arrullo
cantara en noble porfía,
rindiéndole pleitesía,
la pureza de tu amor,

- 257 -
de tu constancia el ardor,
por tus hijos el desvelo
que sufriste con un celo
como no existe mayor.
Quisiera ser, madre mía,
el perfume de las flores,
del tomillo los olores,
de la mar ola bravía
para, con sana alegría,
decir con canto profundo
que nada existe en el mundo
que compararse pudiera
a tu amor de primavera
que es el amor más fecundo.

Te ríes cuando me río,


cuando lloro te ahoga el llanto
y me cubres con tu manto
si tengo en mi cuerpo frío.
Eres brisa en el estío,
y en el invierno calor,

- 258 -
en primavera verdor,
azul en la mar oscura,
de la nieve la blancura
y en las estrellas fulgor.

Eres el sol reluciente


que Dios nos dejó en la tierra,
tu amor que todo lo encierra
es cual rayo refulgente
que con estruendo potente
todo abrasa e ilumina.
Eres la imagen divina
de la Virgen sin mancilla
que en ti dejó la semilla
de su alma cristalina.

- 259 -
MAGISTRADO

A mi padre

Tiene los ojos grandes y la cara risueña,


espaciosos y nobles la frente y corazón.
Administra Justicia, dando a todos lo suyo,
con la elegancia añeja de quien es gran
señor.

Jamás ha traicionado su costumbre y su


norma
de excluir el atisbo de cualquier mala
acción.
La honradez es tan suya, está tan en su
sangre
como está en su pupila la claridad del sol.

Y no es un hombre duro, aunque es un


hombre austero,
y no es intransigente excepto con su honor.

- 260 -
Sus hijos saben mucho de risas y lágrimas
de su amable caricia y de su tierno amor.

Fue Castilla la Vieja algo más que su cuna,


su grandeza de siglos al nacer heredó
y aprendió en ella el claro lenguaje de las
gentes
y ese cumplir humilde cada cual su misión.

Ha de morir un día lo mismo que ha vivido,


silencioso y molesto, sin fama ni esplendor.
Y a él que sabe de leyes, de juicios y
sentencias,
va a serle bien sencillo ser juzgado por
Dios.

- 261 -
BODAS DE ORO

A mis padres

Madre: La gracia vegetal del nido


te recuerdo en la calma de esta aurora
cuando el tuyo sus bodas ha cumplido.

Son diez lustros sabiendo ser señora,


engarzando tu vida en mi existencia,
espesando tu amor en cada hora.

Delicia de tu afán y tu presencia


en las cosas humildes de la casa
donde diluyes deleitosa ciencia.

Aunque el tiempo sin huellas nunca pasa


tú estás más cerca de la rosa abierta
y del trigal que su esplendor rebasa.

- 262 -
Me alegro en tu belleza dulce y cierta
aunque la pena en ocasión esconda
como esconde al pasaje la cubierta.

Para ti el corazón mantengo en ronda


y me apresuro a desgranar mi verso
y a poblar de mil pájaros la fronda.

Padre: Enraizado en tu cariño inmerso


hoy me limpio del polvo y la costumbre
para darte mi amor reciente y terso.
Ya tengo en vuestro hogar la lumbre,
tengo en tu vida manantial y espejo
de ternura, bondad y mansedumbre.

Mi beso fervoroso aquí te dejo


y por buscarte un matinal regato
hacia la azul montaña ya me alejo.

- 263 -
Apaga bien tu sed, descansa un rato
y en tu séptimo día enciende el gozo
que tu persona en mi vivir delato.

Hermano: Unamos nuestro gozo


que unión requiere nuestra casa y rama
como se junta gota a gota el pozo.

Nunca dejamos extinguir la llama,


padre, madre y hermano,
que Dios en ella se derrama.

Padres: No ha sido vuestra vida en vano.

- 264 -
AUTORRETRATO

Aunque propenda a obeso soy del Quijote


y auque me llamo Eduardo soy ajeno a lo
inglés.
Si tuviera un escudo y en el escudo un mote
plasmaría mi ancestro castello-leonés.

Como mi Rey García, a quien Dios guarde,


transito la meseta anchurosa y doliente
y me impregna la clara majestad de la tarde
y el místico arrebato de la luz del poniente.

Como un Galán del pueblo, me aloco y


ensimismo
en las curvas solemnes de la mujer
hermosa.
Cautivado, me turbo; conquistado, me
abismo
en su miel y su fruta, en su fuego y su rosa.

- 265 -
Hay un pretor romano que recorre mis
venas
cuando hablo, fácil, cubierto por mi toga
y si medito o sueño me afianzo en las penas
por antiguas mezquitas junto a la sinagoga.

De sana estirpe vengo y mi estirpe


transmito
bajo el bello regazo de fiel compañera.
Mi apellido, mi casa, mis hijos son mi mito,
refugio al que regreso si avanzo a una
quimera.

Entre todos mis versos, una sola poesía


y sobre cien caminos, una sola bandera.
Un evangelio tengo, ninguna apostasía
y si doy mi palabra, doy mi palabra entera.

- 266 -
Soy un clamor y un llanto en un hombre
escondido.
Soy un poco de polvo, soy un mucho de
grito.
Por eso, humildemente, a mi Dios he
pedido
que clausure mi aliento con su nombre
bendito.

- 267 -
ESPACIOS ABIERTOS

No me deis el clavel blanco


ni me deis el río entero,
que estoy herido y le mancho,
que estoy ardiendo y no quemo.

No colocarme a la sombra
ni darme cobijo y techo.
Quiero lunas confidentes
y soledades y vientos.

No me traigáis vino y mieles


ni pan de trigo o centeno
que he de estar despierto y vivo
y motivado y hambriento.

No me regaléis liturgias,
ni monaguillos, ni inciensos.
La llama de Dios me abrase

- 268 -
como zarza en el desierto.

No me ofrezcáis sepultura
cuando conozcáis que he muerto.
Mi cuerpo amará los mares
y los espacios abiertos.

- 269 -
ANTE EL BELÉN

Me conduce a la infancia este escenario,


tierno Niño Jesús, Madre amorosa,
estrella sobrealzada, pajizo portalón,
níveo paisaje, altos Reyes lejanos.

Rememoro a mis padres luminosos,


la escuela en que aprendí dulces verdades,
la pandilla infantil del regocijo
y el primer esplendor de los pinares.

Me parece que nunca lo he vivido,


que es sueño que el Ángel me ha contado,
y de pronto me asalta en las entrañas,
por senderos internos del olvido.

Quizá me sobrevenga al contemplaros,


en eclosión de gozo y añoranza,
un oscuro deseo evanescente

- 270 -
de levantar los ojos y el anhelo.

Quizá pueda llegarme pronto el día


en que me sienta puro y bien dispuesto
a encender una lámpara votiva
para firmar la Paz conmigo mismo.

- 271 -
ORACIÓN

Después de la traición le fulminaste


y con esa mirada ya fue Pedro.
A Juan le reclinaste en tu regazo
y te escribió gozoso un Evangelio.

Tomás tuvo el consuelo de tu herida,


de imaginar su puño en tu misterio.
A Saulo le cegaste en el caballo,
abandonó la espada y fue tu verbo.

Y siempre te apareces a tus santos


que no te necesitan y están ciertos.
Pero yo te pregunto y no respondes,
clamo por tu presencia y no te veo.

Yo no puedo tener, tú bien lo sabes,


la ingenua y firme fe del carbonero
porque yo pienso y dudo y me desgarro

- 272 -
y peco y me apasiono y me arrepiento.

No suplico tu luz deslumbradora,


pero al menos, Señor, algún destello
que es muy duro ser hombre y estar solo.
Tu verás como lo haces. Yo te espero.

- 273 -
DERECHO A LA AGONÍA

Nos han dejado el mundo como una fruta


vieja,
un mundo en el que apenas si reposan los
muertos
y aquí estamos los hombres con las bombas
de hidrógeno añorando las cosas que se
hicieron recuerdo.

La pólvora es la negra simiente de la tierra,


la muerte diminuta que acecha nuestros
cuerpos
y hay ya quien fieramente reclama la agonía
junto a la vela triste y al blanquecino lecho.

Derecho a la agonía. Que la muerte nos


llegue
como una mansa fuente, como un pájaro
lento,

- 274 -
que la espiga se quiebre por manos
amorosas,
que la llama se extinga con el dulzor de un
beso.

Los hombres insensatos fabrican


tenazmente
esta muerte de uranio, de metralla y de
acero
y los viejos políticos disfrazan con palabras
de paz y de justicia las guerras sin objeto.

Y ha de ser nuestra sangre, sagradamente


intacta,
de la muerte cercana solemne mensajero.
Sentirá los antiguos presagios de sus pasos
y pondrá en nuestra mente la suavidad del
rezo.

- 275 -
LA VERDAD

Hoy busco la verdad como si fuera


propicia su emboscada y su captura.
Camino a pie descalzo, a piedra dura,
para quemarme con su llama y cera.

Ni con paso febril o atenta espera,


ni a cielo abierto o en tormenta oscura,
ni en suavidad silente o calentura,
es fácil descubrir su madriguera.

La verdad se resiste y es preciso


llegar ilusionado a su contorno,
sucumbir al inicio de su abrazo.

Que el vivir la verdad es indiviso


y no admite fisura ni retorno
si se quiere morir en su regazo.

- 276 -
TRAICIÓN

Como la sangre lacerada, herida


donde la herida a la que afluye cesa,
quedó, con tu traición y mi sorpresa,
la flor de la amistad escarnecida.

Sufre el árbol al rayo; llega al trigo


vendaval que lo arroja grano a grano,
padece el riachuelo en el verano
y queda la raposa sin abrigo.

Y no es del trueno o el hacha enfebrecida


por donde la amistad verdadera se progre-
sa.
La amistad verdadera se progresa
en la unión vigorosa ante la vida.

Yo he sido para ti siempre un amigo,


palabra que se iguala a la de hermano.

- 277 -
Y ahora tu ingratitud me deja plano.
Y derribado, atónito y mendigo.

Con la sombra de Judas en el frente


y las treinta monedas en el suelo
vagarás de la dicha al desconsuelo.
Yo quedaré dolido. Simplemente.

- 278 -
EL TIEMPO

El tiempo pasa y pesa. Espesa y pisa.


El tiempo es dimensión, cima o abismo
y es júbilo, sosiego cataclismo
que se anida entre el pecho y la camisa.

A todo empuja, lento o muy deprisa,


torna la indiferencia en erotismo
y se aferra tenaz hacia sí mismo.
Hace largo el dolor, corta la risa.

Quiero solo una hora, entera y mía,


sin cómputo, ni olvido, ni memoria,
sin quebranto, resquicio o contingencia.

Una hora sin gente o compañía,


una hora impalpable y sin historia,
insuflada de hondura y transparencia.

- 279 -
- 280 -
PALABRA POSTRERA

Me adentro en el recuerdo. Voy absorto.


Ni el altivo enebral, ni los cantuesos,
me rompen el sollozo que circunda
mi jardín interior de soledades.

El dolor de otra hora se refugia


en la cóncava y tibia y vulnerable
plenitud de unos seres en que anida
una candente escarcha caudalosa
donde cesan los llantos y pavores,
donde apenas si caben las palabras.

- 281 -
Desnuda la raíz. Solo el escueto
clamor que me circunda y que me escala.
Es la sangre quizá o el amuleto
del más hondo sentir que les avala.

Es principio y final. Es hondonada


que genera amistad y sortilegio,
en el que me convierto en todo y nada.
Ellos son mi flamante privilegio.

- 282 -
A José Luis Hidalgo

Entonces yo también, también gemía


bajo el ancho frescor del Guadarrama.
A mi pecho de niño se cernía
furtiva comezón de fiebre y llama.

Nada supe de ti. Con mi quebranto


ni tosca soledad alimentaba.
Nada supe de ti ni de tu canto,
pero herido también, también cantaba.

Y te marchaste, José Luis Hidalgo,


con tu lucha de Dios y tu tristeza.
Ahora, dí: ¿Dónde te hallas?, tienes algo
de tu chorro de luz y de belleza?

Apenas puedo ya decirte amigo.


Solo queda tu vuelo de gaviota.
Apenas puedo, es tarde y te lo digo
con mi temblor, mi pena y mi derrota.

- 283 -
A Carlos Gallego

Tu presencia fue amable


minúscula y callada.
Nada más imprevisto
en ti que la estridencia.
Y ahora nos sobrecoges
con tu muerte tristísima,
muerte para el dolor
el grito y la protesta.

Has muerto en los umbrales,


has muerto antes de todo.
No te llegó el amor,
la plenitud, ni el goce.
Fuiste solo un atleta
del trabajo esforzado
y la dura renuncia.
Te llenó la escasez.

Como ya sin saberlo

- 284 -
te sentiste bien breve,
desterraste locuras,
pasatiempos banales
e imprecisos descansos.
Jamás anticipaste,
por camino ilegítimo,
alegría o placer.

Es triste, sí, muy triste


esta muerte opulenta,
rebosante y rotunda.
¡Oh traición del destino
que te exigió el esfuerzo
y te negó su logro
merecido, inminente!

Si miro hacia tu tumba,


como una sorda herida
en la tierra asfixiante,
no acierto a liberarme
de la pesada losa
que en parte me sepulta.

- 285 -
Resuenan las palabras
de falsas evasiones
-preferido de dioses-
como una carcajada
brutal y sin respuesta.

Yo miro a las alturas


donde no vagos dioses,
sino el Dios bien concreto,
amoroso y querido
que llamamos Jesús,
te acoge entre sus Manos
con caricia infinita.

Tu muerte ha sido, Carlos,


como un último zumo
que exprimió tus esencias
y se derrama ahora
en cascada al Amor.

Tu ya estabas maduro
como una fruta tersa.

- 286 -
Desde un Tiempo sin tiempo
-falsa medida el nuestro-
tu ser se ha realizado.
Alcanzaste tu cima,
tu momento preciso.
Todo estaba cumplido.

En la tumba se arroja
lo que solo estorbaba:
tu cuerpo insuficiente,
muñequil, pasajero,
tu vida preservada,
tu falta de horizontes,
tu ingente sencillez.

Igual que el cirujano


que penetró tu cuerpo
y halló en él bien gravada
la imagen de la muerte.
Yo me aúno, procuro
desvelar a estas luces
el misterio tremendo

- 287 -
de tu arribo a la nada.

Y como él me regreso
-diez puntos de sutura-
inactivo y declaro
que el dolor es inútil
y nada es ya factible:
que todo está previsto
y todo está perfecto.

Porque sé que tú existes


-y te escribo el poema-,
que estás vivo y glorioso
-y mi mano crispada
suaviza su exigencia-
me vuelvo a la costumbre
de alimentar mi vida
tranquilo, sí, tranquilo.

Para vosotros, Carlos,


muertos fieles, sumisos,
muertos humildes, castos,
muertos jóvenes, buenos,

- 288 -
muertos conforme a Dios,
para vosotros, Carlos,
¡está inventado el Cielo!

- 289 -
A Carmen García Mercadal

Todo fue tan rotundo y tan sencillo,


tan profundo, a la vez, y tan escueto
como la rama agreste del tomillo
junto al camino pensativo y quieto.

Precediste a la luz y de tu mano,


herida del esfuerzo de la siega,
pendían las gavillas con el grano,
grano de Dios que una mañana llega.

Todo fue bien sencillo. Me mantuve


plegado a tu plegaria rumorosa,
viéndote adelantada de la nube
de lluvia incandescente y caudalosa.

Adjunto a ti, como la vela a nave,


en espera del viento y la bonanza,
nadie nos contemplaba y nadie sabe
de nuestro puerto azul en lontananza.

- 290 -
Te quedaste, por siempre, con el agua,
que brota a borbotón incontenible.
Eres ya manantial, origen, fragua
de eterna caridad irreversible.

No importa tu partida. No pretendo


acortar desconsuelo y lejanía.
Eras fuego y estás feliz ardiendo
y tienes al Señor que te tenía.

- 291 -
A José F. Mateu Canoves

Tuvo que ser el tiro a quemarropa


por el puño alevoso que asesina
desde la impunidad que en cada esquina
han sembrado los tibios y su tropa.

Nada quebró tu firme gallardía,


tu inhiesta fe, tu honestidad sin mote.
Serviste a tu ideal y hoy eres brote
sobre un solar donde una patria había.

Magistrado Mateu, Pepe amigo,


al borde de tu tumba ensangrentada
rememoro tu vida y te bendigo.

Ha de quedar de ti memoria alada,


germinará en tu surco verde trigo.
Quien permanece fiel vence a la nada.
¡Y Dios, hacia el que vas, será testigo!

- 292 -
A mi padre, Eduardo García-Galán
Carabias

Revestido señor de negra toga


que impartías justicia inapelable
-tú tienes la razón, tú eres culpable
y nadie lo desdice o lo deroga.

Ya eres asunto de ataúd y soga,


de tumba en soledad indescifrable.
Me aleja tu silencio, aunque te hable
y me opones tu ausencia, aunque me ahoga.

Un puñado de frío. Y sin embargo …


Un montón de ceniza. Y no lo admito.
No puedo, padre mío, hacerme cargo,

tengo tu voz aquí, no en lo infinito


y tu pasmosa sencillez me anega.
Es a través de ti que Dios me llega
y he de volverte a ver. Lo necesito.

- 293 -
CAUTIVA Y CAUTIVADA

A Pilar Paz Pasamar

Veo que estás cautiva en ese aljibe


-para mí en lontananza, a ti cercano-
como el pez que en el agua vibra y vive,

igual que la cigarra en el verano


que lanza al sol su canto e interpela
la verde mansedumbre del manzano.

Cuando vaya por Cádiz –viento a vela-


muéstrame el arrebol que te arrebata
al poner sobre el mar sombra y candela

y entre la tarde de rumor y plata


enséñame tus hijos y tus cosas,
el mundo que en tus versos se delata.
Dime como cultivas tiempo y rosas.

- 294 -
“ CLAVICORDIO ANTE EL ESPEJO”

A su autor, Antonio Porpetta

Lentamente leí tu “Clavicordio”


desde mi propio espejo e intemperie
y acudieron sumisas, apiladas,
las prostéticas abejas del recuerdo
-aquel castillo en ruinas junto al río,
la figura del padre en lontananza,
el gozoso temblor de los contactos
con una piel turgente en primavera.

He sentido la imagen que provocas,


la añeja realidad incoercible,
varadero silente de lo nimio,
acuarela sin tacto,
verso ignoto, cascada presentida,
ópalo quieto, elevado dintel,
jónico junco, soleada gavilla,
olivar primigenio …

- 295 -
El concierto no es tuyo enteramente
y un aplauso insonoro, como un pálpito,
acompañó tu marcha hacia el silencio.

- 296 -
NADA POR REFORMAR

A Leopoldo de Luis, por su libro


de poemas “Reformatorio de Adultos”

Nada por reformar. Mira el acierto


del álamo frondoso y la paloma,
del grito de la flor, su hiriente aroma,
del camello ondulante y su desierto.

Camina paso a paso, huerto a huerto,


por sendero, montaña, risco o loma,
coge el grano en trigal y luego toma
una brizna de sol a cielo abierto.

Contempla por la altiva madrugada


la gracia del corcel en la pradera,
la lluvia desflecando su bautismo.

- 297 -
Pliégate a la caricia enamorada
o al gesto de la mano que te espera.
Nada por reformar. Sólo a uno mismo.

- 298 -
EL MEJOR VINO

A Gerardo Manrique de Lara

Es siempre la amistad el mejor vino


que la amistad alienta y reconforta.
El amor es fugaz, la pasión corta.
La amistad permanece en el camino.

Aquí tienes, Gerardo, tu destino,


tu diario pulmón, tu arteria aorta.
Cumpliste tu misión y sólo importa
que en ello has derrochado entrega y tino.

Hoy prosigues vital, aunque añorante,


y avanzas a las luces que cultivas,
siempre dinamizando su trayecto.

Vuelve la vista atrás, mira un instante


cuántos son tus amigos mientras vivas.
Yo te expreso, con todos, nuestro afecto.

- 299 -
SIEMPRE PARA ALCANZAR

A Manuel Alcántara

Siempre para alcanzar, nunca se alcanza.


Siempre para llegar, nunca se llega.
Hay una zona opaca, tal vez ciega,
hay un costado herido y una lanza.

En tanto que el espasmo, el son, la danza


nos obtiene el olvido tras las brega,
solo un vaso de vino en la bodega,
solo un soplo de viento en la esperanza.

Un vagar sin sentido, al sol o luna,


en busca de un delirio que se escapa
y no se sabe bien a quien se adhiere.

Siempre lejos el mar y en la laguna

- 300 -
es el barro marchito quien te atrapa.
Siempre para morir y al fin se muere.

- 301 -
“ LA CASA ABANDONADA”

A su autora, Pilar de Vicente-Gella

Yo no puedo decirte,
por más que me atempere,
cosas que se parezcan
a las altas palabras,
esas que tú destierras
a un desierto de hondura
o acoges revestida
de un pasado que atrapa.

No rehúyo gritarte
algo que siento vivo
al verme traspasado
por tu verbo de plata.
Te digo amiga nueva,
por puro mimetismo,
sumiso ante la herida
que contagia tu estampa.

- 302 -
Cuando absorto medito
al borde de tu canto,
lo de nueva estremece
de trujal y de escarcha,
de esas noches antiguas
que nunca has añorado
porque no te acrecieron
sus ritos y nostalgias.

Y la amistad me muerde
con labio consabido
al mirar la estatura
de tu existencia y calma.

- 303 -
JUEZ ILESO

A Ramón Rodríguez Arribas, Presidente


de la Unión Internacional de Magistrado

Traigo mi voz de un tiempo en lejanía


que la añoranza y el cariño expresa
y esta verde mañana de sorpresa
canta tu trayectoria y tu hidalguía,

fraguada en el afán de cada día,


que ahora alcanza su cima y se represa.
El impartir Justicia es alta empresa
que confiere una humana primacía.

Yo venero de siempre la figura


del Juez ileso, silenciosa y claro,
honesto y parco en vida y en entraña,

- 304 -
doblemente señero en su andadura.
Pido la venta y ante ti declaro
que encarna el Juez la dignidad de España.

- 305 -
NOMBRE DE FLOR

A Margarita Retuerto

Tienes nombre de flor y en él empieza


tu perfume y cadencia seductora.
Eres excelentísima señora
en calidad humana y en belleza.

Hoy te digo, con cálida firmeza,


que la Justicia en ti se condecora
y renuevo nostálgico la hora
de arribo a tu expresiva gentileza.

Defensora del Pueblo al que me sumo


y Vocal del Consejo –y te lo pido-,
para mí margarita en primavera,

brote indómito de aromado zumo

- 306 -
que irrumpes cual la fecha de Cupido
y en distinción resultas la primera.

- 307 -
ROMPEOLAS

A Miguel Gila (*)

No conozco ese antiguo rompeolas


y mi padre murió feliz y anciano.
Pienso en algo en común y pienso en vano,
en el barco en que estoy, tú no te enrolas.

Yo no acudo a tu playa ni a tus olas


y en las cosas que quieres no me afano,
no puedo con -sentirte como hermano
ni cobijarte bajo tus estolas.

Pero espontáneo escribo este soneto


por impulso interior que no me explico
en tanto que mi mente se abandona.

En tu mundo de ideas No me meto


y te envío un mensaje en que rubrico

- 308 -
que siempre lo importante es ser persona.

(*) “Cuando voy al rompeolas de Barcelona,


que es donde murió mi padre, un ebanista de
20 años, todavía hablo con él y le doy consejos”.

- 309 -
TASLIMA

Enrique Lázaro, por su artículo


Periodístico “TASLIMA” (*)

Me muerde tu dolor y me desgarra


tu fe perdida y tu esperanza abierta.
Quizá Taslima, no sé si viva o muerta,
tonifique tu ser con cuanto narra.

Más no puede una prosa, aunque bizarra,


florecer en lejana tierra yerta.
Tú tienes que ampararte en tu cubierta
y tienes que escribir en tu pizarra.

Me estremece y lastima tu bravura


porque no es ojo aquel que ya no mira
ni han de poder las moscas con mi grito.

Que te invita fraterno a una carrera:

- 310 -
subamos a lo alto, prendamos una pira
y busquemos a Dios en su infinito.
(*) Hace muchos años, contemplé un
Racimo de moscas sobre el ojo de una
Ternera muerta y de inmediato dejé de
Caer en Dios y en los seres humanos.

- 311 -
BAILAORA

A Blanca del Rey

Alza tu brazo. Organiza


las sombras del firmamento,
pinta, momento a momento,
el chorro de luz que riza
el aire por tu cintura.

Esa estampa que inaugura


tu surtidor de derroche,
es estatua de la noche,
flor de misterio y hondura.

La majestad es tu ley,
la fuerza tu taconeo.
Ya ha comenzado el rasgueo …
¡Baila ya, Blanca del Rey!

- 312 -
CAMBIO

A Enrique Grande Fereijo

Es una ley eterna: todo muda


que el corazón humano es movimiento.
No quiero ser veleta en este viento,
torre, más bien, a la intemperie cruda.

Mirar el bien ajeno nos demuda,


contemplar su desgracia es un tormento.
¿Cómo encontrar el justo sentimiento,
en esta condición humana y ruda?

A idealistas, apóstoles y locos,


sin esperanza, invito a su parada:
no sean nuestra cruz y nuestro centro.

- 313 -
Nos sobran todos, aunque fueren pocos,
para la empresa siempre inalcanzada:
La Gran Revolución. La de hombre aden-
tro.

- 314 -
QUIMERAS

Para José G. Pérez Campos

A todos les quitaron las banderas,


los signos altos y las luminarias.
No hay canciones azules, ni himnos parias;
derribadas han sido las quimeras.

Una vieja nostalgia de fronteras


y vanas envolturas libertarias …
El hombre se ha quedado, sin palabras,
acorralado y solo cual las fieras.

El hombre solo como le han parido,


desvalijado y triste y sin reclamo.
Un hombre de papel –todos iguales-,

el papel hacia el voto y ya ha cumplido.


Yo no estoy derrotado. Yo proclamo
mi fe reverdecida en mis ideales.

- 315 -
FICHADOR

Ya no cabalga el Cid sobre Castilla,


ni sus fieros guerreros le acompañan.
Solo hay hileras grises, macilentas,
hirsutas, repetidas, desganadas,
que alancean, con gesto soñoliento,
un tiempo congelado en la mecánica.

Nada mide el impulso, la cambiante


condición de las horas, ni las claras
ilusiones que habitan y rebosan
el recinto sin bordes de las almas.

No hay gritos de victoria, ni banderas,


ni manos vigorosas con espadas,
ni desazón por la sangrante herida,
ni tambor, ni redoble, ni campana.

Sólo la divisoria del minuto

- 316 -
que guillotina, sin piedad, el alba.
El ascensor, aséptico, vomita
los hombres convertidos en manada.

- 317 -
TARJETA DE VISITA

Alguien vino, de pronto, preguntando


por mis viejos papeles y mis versos.

Alguien dijo mi nombre y recordaba


nuestros tiempos azules de poetas,

donde ardían los soles, cuando mayo,


en espera del parque y las muchachas.

Me recabó una cita a noche abierta


para encontrar un punto de retorno.

Levanté un parapeto de sonrisa,


un rictus de inocencia y urbanismo.

y le dí mi tarjeta ciudadana
acotando las horas de oficina…

- 318 -
JEFES

No imprimáis impaciencia.

Yo cultivo,

con amor y sin prisa,


el lento olivo.

No exijáis eficacia.

Me parece

que nadie sabe cuándo y cómo


el trigo crece.

No pronunciéis “ordeno”.

En los pinares

la nieve alta y el silencio


se culmina en mares.

- 319 -
Cuidad primero, Jefes,

Jefes,

del jardín y de su aire


y sus esquejes.

- 320 -
SECRETARIA

Para Virginia Aragonés, Ana Illana y


Marisa Huguet

Donde su nacarada mano acampa,


por el lápiz sumiso o la cretona,
por la cinta que en ella se blasona
de la gracia del lazo; por la rampa

sonora y sucesiva en la que estampa


su cuidado grafismo de amazona,
por la tijera, esa radiante tizona
donde el esfuerzo o el sosiego escampa,

se deslumbra el brocal de la oficina


y no despeña al pozo, sino al paso
de sus beldades sin retoque o prisa.

El búcaro, la agenda y mi retina

- 321 -
todo se tiñe de su ser de raso
de la irrupción cordial de su sonrisa.

- 322 -
LIMPIADORA

Para todas las que han trabajado


junto a mí, humildemente.

El triste pavo real de tu plumero


hisopo desgarbado y mortecino,
avanza tu humildad y tu destino,
lo hermana a la colilla y al tintero.

Tu bata, sin medida y sin esmero,


abotona tu fiebre femenina.
Antes eras mujer; ahora oficina,
corral de la comedia y el sombrero.

Reina fútil del polvo y el olvido


que deja, en sepultura, letra impresa,
hada para el cristal y su latido
cuando el sol le penetra y se represa
-jinete en el desdén- el pensamiento.

- 323 -
En ese instante germinal yo siento
piedad de ti, de tu inocencia ilesa.

- 324 -
TUS MANOS

Hervir con levedad de beso y brisa,


ser dardo y nardo en paralelo acecho,
acopiar el blancor en cauce estrecho
y plantar el trigal en la cornisa.

Unificar el llanto y la sonrisa,


tejer la plenitud de mesa y lecho,
ser refugio y rescoldo, planta y techo
y tener la caricia por divisa.

Son tus manos la verde enredadera


en la que se resume tanto asombro.
Tus manos de cristal y amanecida,

cobijo del dulzor y la quimera,


donde el marfil se encarna y yo te nombro.
Entrégame en tus manos vino y vida.

- 325 -
LOS VACÍOS

Vuestras frentes refulgen con un claror de


espuma
y en vuestros dulces cuerpos un rubio sol
esplende.
La mano misteriosa que vuestra vida
atiende
os da una paz sutil cual nebulosa bruma.

¿Qué sabéis de la vida? Que la tarde es


hermosa,
y el músculo se encuentra relajado y en
calma,
que la mujer resurge como una joven palma
llevando entre sus manos el penacho o la
fosa.

Vosotros los vacíos ignoráis los dolores,


los supremos dolores que angustian
nuestras suerte,

- 326 -
ignoráis que en la vida se diluye la muerte
y que de amarga savia nos brotan los
amores.
No sabéis el milagro de observar la
mimosa,
de ver cómo en el alma sus estambres nos
crecen,
de sentir que en la lluvia las plegarias
florecen
y que es un canto eterno la más pequeña
cosa.

Y llegará la muerte y os segará las flores


de esa paz sin combate ni sentido
profundo,
y cuando en grave vuelo abandonéis el
mundo,
ignoraréis la vida, la angustia y los amores.

- 327 -
CAL Y CANTO

Ha llegado el momento en que no aguanto


tanta desencajada compañía
tanta voluta inútil, tanta fría
montaña de deshielo y desencanto.

El tiempo es cauce intemporal al llanto


pero ojiva también a la alegría
y quien entenebrece esta agonía
es enjambre de nada y de quebranto.

Me cierro aquí. Me cierro a cal y canto


a cosechar guirnalda y profecía
y a tanto mercader mi mercancía
de luna y desdén, viva, trasplanto.

Espalda doy a su monserga. A cuanto


pretendan imponer por mayoría
alzo la libertad, celeste y mía.
Caminen al abismo. Yo me planto.

- 328 -
ARTES Y PALABRA

Solo tiene la palabra.


Está desnudo el poeta,
adelgazado en sí mismo
con temblor de noche y vela.

Traslada el pintor el lienzo


el color de su paleta,
canta el cantor la armonía
de la música serena,
ponen en pie los violines
notas pautadas y negras.
El bronce o la piedra dura
mansamente se cincelan.

Circundado entre las artes


se encuentra solo el poeta.
No tiene paleta o lienzo
ni tiene buril ni orquesta.

- 329 -
Con la palabra de todos
ha de alcanzar las estrellas.

- 330 -
“ MAZURCA PARA DOS MUERTOS”

Para Marimén Ortíz Ramos


Con Camilo José Cela en la penumbra (*)

No sé que santo viene esta mazurca


de darle estudio y coba al Señor Cela
que no se ondula el mar para la vela
ni es la ola del buque que le surca.

Búsquese choferesa negra o turca,


entendida en cilindro y manivela
que arrime a su carbón verde candela
donde el camino en senda se bifurca.

Pero no te reduzca a este bochorno


y pases, Marimén, de flor a espina.
De generosa y blanda has sido a fofa.

- 331 -
Recupera tu ser, deja el adorno
que lo tuyo es ser centro y no la esquina.
Y a Don Camilo que le den por cofa.

- 332 -
Premio Rodrigo Caro
Otorgado por el I.Colegio de Abogados de Madrid

LAS SIETE

PALABRAS

- 333 -
-I-

“ Padre, perdónalos porque no saben lo que


hacen”.

Inaugura la Cruz una palabra hermosa.


Mana Tu sangre en un frescor augusto
y se tiembla un instante en la mañana.
Desciende hasta la boca del blasfemo
a taponar la herida de su culpa.

Nada más espantoso y más sublime


que el brote de Tu voz, tras de Tu sangre.
Todo un cielo de amor surge con ella
que se ofrece a la Bestia y a la Nada.
¡Oh elegante piedad en la disculpa!

Ya somos tuyos de perdón y sangre,


tu palabra suprime nuestro insulto.

- 334 -
- 335 -
- 336 -
-II-

“ Hoy estarás conmigo en el paraíso”

Era el sueño dorado


de los grandes Profetas,
los Sumos Sacerdotes,
las vírgenes austeras…

Y fue un ladrón indigno


quien derribó la puerta
del paraíso ignoto,
sin condición ni espera.

No precisó liturgia,
ni vestimenta ni venia.
No conoció los signos
de las Sagradas Ciencias.

Tan solo una palabra

- 337 -
arrepentida y recia,
tan solo una mirada
suplicante y sincera.
Hasta nuestros rincones
de pecado y pereza
tu promesa se extiende.
La esperanza ya es nuestra.

- 338 -
-III-

“ Tengo sed”

Es también nuestro grito.


El hombre es solo eso:
una sed insaciable
y un permanente anhelo.

¿Es Tu sed de encarnado,


es Tu sed por ser cuerpo?,
¿o es el oscuro anuncio
de Tu retorno al cielo?

Este es nuestro marchamo:


palabra, sed y tiempo.
Esta es nuestra condena:
lanza, esponja, jadeo.

Tú solo tienes agua,


plenitud y sosiego.

- 339 -
Hombre de sed y muerte.
Dios de senda y venero.

- 340 -
-IV-

“ Hijo: Ahí tienes a tu madre”.

¿Quién cuidará el rebaño?


¿Quién suplirá tu ausencia
al descenderte, Cristo, a los infiernos
y al inundar de soledad la tierra?

Abandonado y triste, enmudecido,


ante la Cruz, Tu túnica sortean.

Nada tienes, Señor de los despojos.


En tu augusta agonía solo queda
tu amor de atardecida,
tu matutina estrella,
tu rosa mística
de gracia plena,
tu torre ebúrnea y firme,
refugio y reina…

- 341 -
En un impulso, arrebatado y loco,
prenda de salvación nos dejas.
Nos has dado a Tu Madre, nos la has dado.
Bendito en Ella seas.

- 342 -
-V-

“ Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has


abandonado?

Descendiste tan bajo en la hondonada,


te cubrió de tristeza y negrura
la torpe dimensión de mi pecado,
te hiciste loco, criminal, cobarde,
te pusiste en el centro de mi vida
y Dios Te ha abandonado como a un répro-
bo.

Tu fetidez insospechada sube


y provoca el furor de Tu buen Padre
que te condena y sume en Tu Destino.
Inmenso en la Maldad, hecho Pecado,
desde Tu angustia y soledad suprema
la Redención se gesta como un rayo
y adquiere dimensiones de infinito
como Tu Amor de desvarío al hombre.

- 343 -
- 344 -
-VI-

“ Todo se ha consumado”.

Todo se ha consumado y a Tu costa.


Volverán los insectos a la vida
y el sol les besará su piel temblante.
Acordonada reptará la oruga
acogida a la luz de la mañana.

Todo se ha consumado. Gozaremos


la bella perspectiva del rescate.
Ya seremos eternos, liberados
de la roja milicia del infierno.

El hombre ya es un ser para la vida


sometido a la espera de tus frutos.

Al igual que el insecto o que la oruga


tranquilo me adormezco o me encenago.

- 345 -
Tú mi sol, mi mañana, mi rescate,
presuroso le ordenas a la muerte

que descargue su golpe en tu garganta.


Y se asusta la muerte del mandato.

- 346 -
-VII-

“ Padre: En tus manos encomiendo mi espí-


ritu”.

Desgarradora Tu palabra suena


cuando ofrendas Tu muerte con un grito,
anticipo de noche y de tiniebla
y resumen supremo de Tu Tránsito.

Nos persigue Tu voz y nos azota


el misterio insondable de la muerte.

Fabricados de olvido y de carencia,


de incertidumbre y de fracaso henchidos,
nos asusta el presagio del abismo
y el avance implacable de la Nada.

Oh Señor de la Entrega, sé piadoso

- 347 -
cuando pongas final a mi destino.
Que por Tu Muerte y Redención anhelo
que Tu nombre de miel selle mis labios
y clausure mi aliento.

- 348 -
ANEXO
Algunos Poemas y Poesías recopilatorias de mi
obra: “Renacimiento” por Álvaro Gª-Galán
Gª-Mauriño (Kailuz-Álvaro)

- 349 -
- 350 -
AMOR PLATÓNICO

Tu presencia embargó el entorno,


iluminándose mis ojos,
y destellando sonrisas por doquier mis incautos la-
bios.
Al amanecer las templadas aguas de la mar
imbuían nuestros cuerpos en uno solo.
Para después separarnos sin caer en olvido.
Mas en la noche siguiente arreciaba luna llena:
poderosa, jovial y loca.
Y quiso el destino que el recuerdo perdurara,
enhebrándonos en atalaya sin igual,
por improvisto causal reencuentro.
Y mientras el susurro de las viejas golondrinas
anidaban a su antojo en aquel verano,
nuestras vidas bifurcaban, definitivamente, en tie-
rras lejanas.
Sin embargo, tu impronta quedó en mí,
fraguándose un obsesivo, generoso y sublime amor,

- 351 -
porque aun a nuestro pesar así quiso la vida sellarlo:
casto, puro y platónico.

- 352 -
DESCONCERTANTE RELACIÓN

Abandonas tu luto desterrando la maldita soledad,


sumergiéndote bajo desconcertante relación.
Y besando: satisfaces tus necesidades sentimenta-
les,
envuelto en un halo de vacío e insatisfacción,
huyendo y dando vueltas con la misma desazón,
para saciar tu sexo mientras te lamen tus quiebros y
lamentos,
alzando la mirada al buscar: Amor.

- 353 -
ENCUENTROS AZAROSOS

Ojos fogosos que centellean abrasivos en la noctur-


nidad,
aflorando azarosos cuerpos,
que resplandecen y se exploran entre intrépidos ra-
yos y relámpagos.
Ritmos distintos que no fluyen ni confluyen en sen-
timiento y brío sexual.
Olvidadizos encuentros de amargas eclosiones:
de un mañana que no arderá.

- 354 -
FUNDIDOS DE AMOR

Tus manos mecían con delicadeza el nuevo


atardecer.
Envuelta tu silueta de majestuosas gaviotas,
que enarbolaban un insondable círculo de
inescrutable corazón,
diluyéndose todo lamento al evaporarse entre tus
suspiros cualquier atisbo de soledad,
forjándose en vespertina hora una espectacular
puesta de sol,
reposando tu boca sosegadamente entre mis
sedientos labios,
emulando un inabarcable manantial de desorbitada
pasión.
Y como fugaces estelas de índigo firmamento,
irradiaban nuestros cuerpos: fundidos de amor.

- 355 -
TRUNCADO AMOR

Me ahogas entre tus brazos y me asfixias con tus


besos.
Me desmotiva:
tu desbordante entrega como tu apática
inapetencia.
Aún así, tu olor, tu piel, tu sexo... son un
compendio de tu esencia,
que transpiro en tu regazo,
odiándola o amándola.
Pero no dejas de ser un vago recuerdo de a quién
amé,
y una falsa copia de lo que pudo ser y no fue.
Me fundo y hundo entre utópicas pasiones e
idílicos deseos,
que nunca existieron,
ni sé si existirán,
a menos que las reminiscencias del paraíso perdido
sean verdad,

- 356 -
buscando aquella alma gemela que no retornará,
porque a lo sumo hay efervescentes espejismos
de oasís sin desiertos.
Mas lanzo la mirada al lejano e infinito horizonte y
río;
Río de todo lo mezquino y estéril,
embadurnándome del absoluto e inapreciable
realismo,
que me hará navegar sin encallar en desconocidos
puertos,
ni embarcar entre inesperadas derivas.

- 357 -
EGREGIAS ENTELEQUIAS

Duermes a mi vera transmitiéndome amor,


mientras en tu cetro laten las matinales alboradas,
que te saludan al despertar.
Ramas de olivo sustentadas por blancas palomas,
simbolizan tu limpio corazón.
Pero tu sincera vehemencia no desata mi ardor ni
exaltación.
Quizá acaezca un mañana donde vuelvan mis anhe-
los a un perdido e inesperado ayer,
donde aquellos perfumados olores por fecundar,
cercenen las fútiles y pueriles:
egregias entelequias.

- 358 -
SEXO TÁNTRICO

Jamás antes estuvimos destinados a conocernos.


Sin embargo, de repente, irrumpió tu voz dentro de
mí,
de un modo maravilloso e insospechado,
derribando muros, banderas y fronteras,
al morir lo que estaba entroncado en prejuicios y
clichés de un ayer obsoleto,
y enlazando nuestras manos nos circundamos de
buenas energías y vibraciones.
Paulatinamente todo se sucedía sin prisa pero sin
pausa.
Fue entonces cuando la pasión carnal,
revestida en el misticismo floreció,
del mismo modo que el deseo renacía:
incansable y vigoroso,
cada vez que el fin llegaba al principio.
Repitiéndose la misma fotosíntesis:
Sexo seco, miradas cruzadas y leve contacto

- 359 -
corporal;
Sexo semi-húmedo, cuerpos desnudos durmiendo
juntos y amándose:
pero sin sexo y en libertad;
Y por fin, sexo húmedo, al culminarlo en el trans-
currir del tiempo adecuado:
la unión plena en un todo integral.
Y así se sucedían los días, las semanas, los meses y
los años,
sin que la llama del amor se extinguiera.
Y alba tras alba se incentivaba el mismo proceso,
mientras mis ojos se reflejaban en los tuyos y
viceversa,
albergando nuestra felicidad.

Reflexión:

Amar con el alma es amarse con sentimiento, don-


de los cuerpos desprendidos del ego y en la unidad
con el otro crezca un amor que se fragüe desde la
mente, y poco a poco navegar en la mar de la feli-
cidad al que desemboquen acaudalados ríos de mu-

- 360 -
tua reciprocidad, hasta yacer en plenitud y éxtasis:
tántricamente en la unión del alma y el cuerpo. Y
donde nadie pueda amurallar ni amordazar la ale-
gría e inocencia por la fuerza del bien sobre el mal.
Aunándonos en torrentes y ciclones de vientos y
tempestades, a nuestra voluntad, en el barco hacia
el Este del Eden: Om Namasté.

- 361 -
SIN IGUAL

Ataviadas tus vestiduras de alegres adornos y


atrezos,
fecundas de frenesí y algarabía cada paso que das.
Y sin arrogancia ni petulancia te mueves
caprichosamente,
sin previo aviso ni permiso,
saciando tu sed hasta la última gota de vida.
Festejándote los delfos y las ninfas con cada
palabra en tu respirar.

- 362 -
EMBELESO

Paseas por la arena fina de la playa,


contemplando el sol a través de las gotas de rocío.
El frescor de la brisa marina humedece tu rostro,
fino y aterciopelado,
disipándose cualquier atisbo de inquietud o
preocupación.
Rindiéndose las olas embravecidas a tus pies y
acariciando tu Ser.

- 363 -
TE DI

Te di mis manos para encumbrarte entre flores y


pétalos.
Te di mis pies para peregrinar por senderos y
praderas.
Te di mis ojos para alumbrarte en las frías noches,
así como para guarecernos en las postrimerías de
los atardeceres.
Te di mi corazón para insuflar el cálido fuego,
prendiendo nuestros amaneceres.
Pero no te pude dar mi vejez y apenas mi lozanía.
Y ahora lloras pasado el tiempo...
porque bien sabes:
Todo lo que te di.

- 364 -
IDOLATRADA BELLEZA

Miradas que se tornan a contemplarte,


de cuerpo escultural y hermosa lozanía.
Reverencias acoges a tu paso y con gran pleitesía
conforman tu corte.
Mientras en tu solitaria alcoba desnudas tus ignotas
y desapercibidas carencias,
hundiéndote en tu férrea intimidad.
Y tras tus muros idolatrados escuchas entre furor
de multitudes:
clamorosos aplausos y galanterías,
encadenándose el gentío ante enardecidos entusias-
mos:
por un beso tuyo.
Un beso vestido de irrealidad,
pues bien sabes eludirlo en tu inaccesible y callada
imperfección.

- 365 -
ENSUEÑOS

Copiosas lluvias inundan charcas solitarias,


de amores que no regresarán,
ahondando en vacías pasiones,
sin embarcaderos ni puertos donde amarrar,
anclando las alas en cielos grises y tormentosos,
llenos de banalidad,
para lisonjear ensueños que hagan “gozar”.
Vehementes deseos tatúan sus cuerpos,
sin que se puedan borrar.
Pero nada perecerá sin dejarse vencer,
ni enloquecer en iluso porvenir de un futuro sin
predecir.
Porque los sueños... sueños son.

- 366 -
LO QUE HA DE SER: SERÁ

Giras tus pasos y te envuelves adentro de ti.


Cansado de tribulaciones meces tus penas para que
duerman en silencio,
mitigando el dolor de la insatisfacción.
Encuentros indomables de frustradas metas,
renaciendo en magnífico rosal.
Pero nada llegará hasta que tu corazón sea ungido
en la razón,
dejando atrás la agridulce experiencia,
para transportarte amigablemente a la sinceridad y
autenticidad.
Abres los ojos hechizados en tu nuevo andar,
acunado por cantos encriptados de música celestial,
al ritmo electrónico de bailes y danzas sin igual.

- 367 -
VERGEL

Vastas praderas convergen en esplendoroso vergel,


custodiado por salvajes y astutos felinos.
Mientras pasta el ganado,
sin ser explotado o maltratado.
Brillan tus ojos inmersos en magnánima flora de
amapolas y rosas,
entre margaritas y azucenas.
Suena la música de singulares aves al son de las
cascadas entre acequias y plácidas lagunas.

- 368 -
CISNE NEGRO

Extiende sus alas el cisne negro,


deslizándose por las tranquilas aguas del estanque.
Nadie antes le vio llegar,
Ni creyó por su rareza de su existir.
Su extraña presencia impactó,
in extremis a cuantos les precedieron,
absortos ante lo desconocido.
Y embaucados de sorpresa, controversia y admira-
ción,
rompieron sus premisas ante desconcertante y pro-
digioso:
cisne negro,
cisne indómito.

- 369 -
AURORA BOREAL

Entre luces y sombras,


con delicadas pinceladas,
se dibujan misteriosos secretos
de inéditas grutas e insospechadas rutas,
salvaguardadas por afiladas termitas y estalactitas.
Reflejos de un ayer renacido en aurora boreal.
Y sumergidos en la fría y helada agua entre
corrientes y contracorrientes,
emergió la luz solar que nunca se extinguió.

- 370 -
ATLÁNTIDA

Corría fresca agua de salvaje caudal,


bebiéndola los pájaros silvestres entre bucólicos
paisajes y frondosos parajes,
mientras sonaban timoratas canciones al compás de
insólitos ecos,
flotando las alegorías y herejías hendidas entre
nebulosas y espumosas neblinas.
Tronaban alegres melodías de cálida lluvia,
anunciando pequeños serafínes el resurgimiento,
de entre los mares,
de tan pérdida y vetusta: Atlántida.

- 371 -
UNICORNIO

Adorado e invencible,
izas emblemática y mitificada insignia por zares y
nobles medievales.
Solitaria cabalgadura perseguida a tropel por caza-
dores y reyes.
Cuerno santificado en polvo,
curando enfermedades y burlando a la implacable e
impasiva dama de la muerte.
E inocente y puro cortejas con soberanas reveren-
cias a efebas vírgenes.
Blanco y elegante de mitológica historia:
auguras buena suerte y porvenir.
Reluce tu unicornio,
danzando las murciélagas al anochecer en tu lecho
de bendición.

- 372 -
EN EL CAMINO

Claudicada la rígida determinación de la falsedad,


y castrado el ego y orgullo:
agasajas al buen querer.
Dirigiéndote al cielo sin miedo ni temor.
Y erguido en tu trono desbancada la animadver-
sión,
caminas solo en el encuentro del otro,
dándote en igualdad de condición.
Y coronado en humildad comprendes el perdón,
ensalzando tu voz al respirar amor.
Ensamblándote en la confianza y esperanza,
sin rubor ni pudor.

- 373 -
DESEO

Lágrimas vertidas por tus cándidas mejillas.


Y sórdida crueldad de arraigadas obcecaciones,
fosilizan tu cuerpo en rancia desesperación;
agonizando al no poseer lo deseado.
Delirios de grandeza adornan el éxito,
congelándote en mortificación.

- 374 -
DESAPEGO

Mirada triste y alicaída conforman tu frágil ser.


Sentándote en el húmedo césped y apoyándote so-
bre tus rodillas,
abandonas tu desasosiego y consternación,
extendiendo tus manos a las enredaderas de las ra-
mas de robustos árboles.
Y levantándote trepas por encima de la maltratada
tierra,
que te engullía en despiadado horror,
peinando tu lacio cabello los tímidos reflejos del
desapego,
y tatareando dulces canciones de cuna:
abrazas la libertad.

- 375 -
DESEO Y DESAPEGO

Crecen bellos deseos en ti,


alegrándote la vida,
lacrando tus peores momentos en el olvido,
para alejarte de anquilosamientos, frustraciones y
culpabilizaciones.
Solo el desapego se aclimata en la buena dirección
de los deseos,
porque muertos unos nacen otros.
No hay metas ni objetivos,
sino estelas de ilusiones y fugaces estrellas,
siendo tus pasos insoslayables en la hermosa huerta
del amor.

Reflexión:

"Desapego al deseo": Es importante vivir con


deseos e ilusiones, con motivaciones, por lo que es
necesario el deseo. Pero cuando entiendes el con-
cepto de desapego, sin contraponerlo a deseo, toma

- 376 -
todo el sentido: para ello debes iniciarte en el ca-
mino y no fuera de él, superando un plano más físi-
co a otro más espiritual donde el concepto de felici-
dad no se base en objetivos personales a nivel indi-
vidual sino también colectivos. Y de escrutar tanto
o más la felicidad interior basada en la bondad que
la felicidad exterior basada en metas y objetivos.
Porque cuando se materializa lo espiritual y se espi-
ritualiza lo material, en una integración de la unidad
de los opuestos, se está cumpliendo en perfecta ar-
monía la paradoja de deseo y desapego.

- 377 -
ESTIGMA

Encadenado a las miradas turbias de los demás,


sin posible explicación ni redención:
te condenan al fuego eterno de la estigmatización.
Recónditas cimas escudriñaste que otros jamás lo-
graron hallar.
Y a la postrimería del viejo amanecer,
anochece en tu corazón.

Reflexión:

“Que tire la primera piedra el que esté libre de


pecado”; No se puede entender al otro sino cami-
nas con sus mismos zapatos.

- 378 -
HUMILDAD

Segas el pasado de malas hierbas,


sin dejar rastro de manojos inservibles e inútiles.
Cultivas las nuevas semillas alejadas del resenti-
miento.
Riegas de humildad juicios y condenas,
en bálsamo de arrepentimiento,
brotando las futuras y buenas recolecciones de:
amor y perdón.

Reflexión:
La humildad es ser consciente de que se necesita
errar para aprender. Y después de erradicar lo malo
el futuro emergerá desde el amor y el perdón: llega-
da la contrición.

- 379 -
Y QUIZÁ

Amores mordidos y heridos,


envisten de sangre y arena fina,
ostentando disecadas cabezas en ásperas paredes.
Y una vez más pisas la aguerrida plaza que te vio
nacer y crecer,
languideciendo de locura de amor.
Y sin orientación te revistes de dolor.
Sin norte ni sur,
y perdido de este a oeste,
dormitas bajo espesa maraña.
Mas enderezas el vuelo,
sobrevolando entre cúspides de yermas y rocosas
montañas.
Y quizá un mañana será.

- 380 -
INFINITO AMOR

Entre penumbras su rostro angelical sangraba rosas


rojas,
clavándosele como ardientes clavos,
finos y puntiagudos.
Y por cada solitaria aflicción y desvalido gemido:
reverdecía asiéndose como hiedra al confortable y
glorioso hogar:
la fe en Dios,
difuminándose sus lúgubres tinieblas y volatilizan-
dose su llanto,
bajo aquel manto universal de: Infinito Amor.

- 381 -
REDENCIÓN

Manos que mancillaron y aniquilaron su vida.


Pero para redimirse hay que arrepentirse,
sin dejarse hundir en el fango del egoísmo y narci-
sismo.
Bienvenida la dicha cuando prospera sin remisión,
cobijándose en los alumbrados campos del Señor.

Reflexión:

Cuando se yerra se aprende. Pero sin el arrepenti-


miento, así como la reparación del daño: no se pue-
de avanzar ni obtener el perdón.

- 382 -
SUMISIÓN O REVOLUCIÓN

Desahucios y paro martirizan a mansalva,


acribillando y pertrechando la infelicidad,
infiltrándose en venas maltratadas.
Y sin pan ni techo penurias y penumbras se solidifi-
can con tenacidad.
Ahogados y asfixiados bajo la maldad,
se balancean entre la incertidumbre de la sumisión
o revolución.

Reflexión:

Aunque se insista con perseverancia en la felicidad


interior a través de la contemplación y meditación,
etc., si no están cubiertas las necesidades básicas:
trabajo, vivienda y derechos básicos en todo ciu-
dadano, poco podemos hacer porque de algún mo-
do tanto la felicidad exterior como la interior han
de estar amasadas juntas.

- 383 -
CONFIANZA

Encadenados y esclavizados al miedo atroz por los


desvelos e infortunios,
un halo divino les recubre de paz y mansedumbre.
Y cuyo motor se enraíza en la mágica y santa
túnica:
de la confianza mutua,
porque cielo y tierra se necesitan como amigos,
para transitar por el bendecido sendero,
donde la reciprocidad haga brotar: el fruto del
amor.

Reflexión:

Algunos extractos de la. oración: “Confía en mí”:


“… Déjate curar por mis brazos divinos, no tengas
miedo. Yo te amo…”; “Necesito mis manos libres
para poder manifestarte mis bendiciones. No ates
mis manos con tus absurdas preocupaciones. Sata-
nás quiere que te frustres, hacerte sentir triste, qui-
tarte la paz. Confía en Mí, descansa en Mí, entré-
gate a Mí. Yo hago milagros en la medida en que tú

- 384 -
te abandonas a Mí y de acuerdo a la fe que me
tienes. Así que no te preocupes, dame todas tus
frustraciones y duerme en paz, y siempre dime:
“Jesús, Yo Confío En Ti”, y verás grandes mila-
gros.
“Te lo prometo con todo mi amor, Jesús”.

- 385 -
INCONSCIENTE AMOR

Amores deseados pero imposibles,


enzarzados en peleas y discusiones baladíes,
abriéndose las heridas del mal de amor.
Y, sin embargo, el inconsciente bombeaba:
el más profundo sentimiento de fervor,
estrangulado y bloqueado por el consciente:
regido por la inflexible, prejuiciosa y cultural racio-
nalidad.

- 386 -
FORCÉ LA CASUALIDAD DE TANTO
PENSARTE

Forcé la casualidad de tanto pensarte,


ahogado en un mar de penas por no acariciarte
muriendo en quimeras y entelequias:
falacias de un amor frustrado.
Congelado el corazón y petrificado
yace inerte deseándote,
y la casualidad forcé de tanto amarte.

- 387 -
EL CARIPEN

Saciados los comensales,


ríen y hablan distendidamente en el mejor ambien-
te:
iluminados los rostros de alegría y satisfacción,
degustando los mejores manjares de fastuosa comi-
da y bebida.
Pues el personal de exquisita profesionalidad y ex-
traordinaria humanidad,
se enraizan al tronco de la buena amistad para for-
mar una gran familia,
despertando la afabilidad y cordialidad en el en-
torno.
Duendes y druidas amanecen en el Caripen,
participando de cuanto allí acontece,
porque como si de un halo protector se tratara:
acuden y se reúnen allí lo mejor de Madrid al cielo.

- 388 -
Porque todo lo que pasa en el Caripen, en el Cari-
pen se queda.
La magia y el misterio envuelve dicho lugar de:
criptas inescrutables y jeroglíficos indescifrables,
sin poder escudriñar por filósofo alguno el porqué,
el porqué de tanto amor y felicidad, amalgamados,
en eterno abrazo.

- 389 -
BENDITA LOCURA

Y mis lágrimas se secaron en el acaudalado río,


donde mi sonrisa apagada por el llanto indómito
del rechazo amatorio,
fue sazonado por hermosa puesta de sol,
cegando mis hambrientos ojos imbuidos de obsesi-
vo e iluso pensamiento.
Y amaneciendo en un nuevo despertar,
huyendo sin parar de tormento sin igual.
Porque si el irracional amor no entendía de obstá-
culos,
ni barreras o parámetros a alcanzar.
Sin embargo, la amarga razón,
despertó la vehemente pasión
en campos de recíprocos y febriles deseos,
entre senderos solitarios,
abrazando la ferviente e irreverente libertad.
Porque el fecundo camino de la fertilidad:
no puede germinar,

- 390 -
sin la unidad de los dos,
amansados y gratinados en: bendita locura de amor.

Reflexión: Según Adagio: “Déjalo libre y si te


pertenece volverá”; asensu contrario, y dándote un
valor y autoestima, digo: “Déjalo libre, porque si no
te pertenece, tú tampoco le pertenecerás”.

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