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VIOLENCIAS QUE ENFRENTAN

LAS MUJERES EN LA REGIÓN


NOR-OCCIDENTAL Y SU
CONEXIÓN CON EL
DESPLAZAMIENTO FORZADO
Violencia sexual basada en género como causa del
desplazamiento forzado

La violencia contra la mujer es una ofensa a la dignidad


humana y una manifestación de las relaciones de poder
históricamente desiguales entre hombres y mujeres
(Convención de Belém do Pará, 2004)

Maria Juana Castilla Jiménez


10 de diciembre 2020
Siglas y acrónimos

ACNUR Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados


AIDEVIH Asociación Intermunicipal de Desarrollo y Vigilancia Social de Honduras
AJD Asociación de Jueces por la Democracia
CAPRODEM Centro de Atención y Protección de los Derechos de las Mujeres
CONADEH Comisionado Nacional de los Derechos Humanos
CIPPDV Comisión Interinstitucional para la Protección de las Personas
Desplazadas por la Violencia
CNR Consejo Noruego para los Refugiados
DF Desplazamiento Forzado
DIPPDIV Dirección para la Protección de las Personas Desplazadas Internamente
por la Violencia
ERIC Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación
EMIH Equipo de Monitoreo Independiente de Honduras
INAM Instituto Nacional de la Mujer
INE Instituto Nacional de Estadística
IUDPAS Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad
MAI Modelo de Atención Integral a las mujeres víctimas/sobrevivientes de
violencia
MAIE Módulos de Atención Integral Especializada
MP Ministerio Público
MSF Médicos sin fronteras
MOMUCLAA Movimiento de Mujeres de la Colonia López Arellano y Aledañas
OMM Oficina Municipal de la Mujer
PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
REMUPRO Red de Mujeres de El Progreso
SEDH Secretaría de Estado en el Despacho de Derechos Humanos
SPS San Pedro Sula
TdR Términos de Referencia
UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
UDFI Unidad de Desplazamiento Forzado Interno
VSBG Violencia Sexual Basada en Género

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Créditos

María Juana Castilla Jiménez, Msc.

Revisión

Carolina Sierra – Coordinadora equipo facilitador Foro de Mujeres por la Vida


Noemi Dubon, Abogada del Foro de Mujeres por la Vida
Andrea Paz, responsable del Observatorio de Foro de Mujeres por la Vida
Azaria Santos, Asociada de Protección ACNUR

Autoría

La investigación sobre las violencias que enfrentan las mujeres en la región Nor-occidental y su
conexión con el desplazamiento forzado, fue desarrollada en el marco de las acciones promovidas por
el proyecto Documentando y acompañando los riesgos que enfrentan las mujeres en los territorios y
la conexión con el desplazamiento forzado, resultado de la articulación con ACNUR que busca el
fortalecimiento de la instancia de coordinación conocida como Foro de Mujeres por la Vida, plataforma
feminista compuesta por 17 organizaciones de mujeres y mujeres independientes, liderado por el Foro
de Mujeres por la Vida y sus organizaciones socias: Movimiento de Mujeres de la López Arellano y
Aledaños (MOMUCLAA), Misericordia Tejedoras de Sueños, Equipo de Monitoreo Independiente de
Honduras (EMIH), Red de Mujeres Jóvenes de Cortés, Hermanas de la Misericordia en Honduras,
Red de Mujeres del Progreso (REMUPRRO), Red de Mujeres Mariposas Libres, Asociadas de la
Misericordia. Red de Mujeres de San Francisco, Cooperativa Mixta Femenina Limitada (COMFEL),
Red de Mujeres de Santa Barbará, Red de Mujeres Huellas Femeninas, COMUTRAH, Comité de
Familiares de Migrantes (COFAMIPRO), Red de Mujeres Campesinas del Bajo Aguan, Feministas
Universitarias Atziry, Asociación Femenina Rita Pendergar. Se contó con la colaboración de
organizaciones de sociedad civil, agencias de cooperación internacional y entidades de gobierno.

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Agradecimientos

Nuestro agradecimiento a todas las personas y organizaciones que con sus aportes hicieron posible
la elaboración del estudio acerca de violencias que enfrentan las mujeres en la región Nor-occidental
y su conexión con el desplazamiento forzado.

Al Foro de Mujeres por la Vida, quien en conjunto con ACNUR facilitó los recursos necesarios para el
desarrollo de esta investigación, fortaleciendo además las actividades de consulta individual y
colectiva mediante la organización de entrevistas y talleres. Asimismo, a Andrea Paz, por el
acompañamiento durante el periodo de la investigación, facilitando el acceso a los estudios realizados
previamente, seguimiento en el desarrollo de los talleres, comunicación y enlace técnico.

A los diferentes actores clave que contribuyeron a través de entrevistas y aportes en la construcción
de este estudio, particularmente a Marta Dubon (Asociación de Jueces por la Democracia AJD), Alma
Yaneth Coello (Instituto Nacional de la Mujer INAM), Dilcia Morazán, María José Gálvez, Ricardo
López y Fabricio Escoto (Comisionado Nacional de los Derechos Humanos CONADEH); Mercy Ayala
(Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación ERIC); Isis Sauceda y Roberto López (Secretaria
de Derechos Humanos/ Dirección para la protección de personas desplazadas internamente por la
violencia); Juan Carlos Degradez (911); Wendy Estévez y Enma Interiano (Ciudad Mujer, San Pedro
Sula); Ludim Merari Ayala (Consejo Noruego para los Refugiados); Alejandra Jiménez y Melissa
Fuentes (Médicos Sin Fronteras); Paola Zelaya y Carolina Sierra (Equipo Facilitador del Foro de
Mujeres por la Vida), Claudia López (Jueza de SPS); Nancy Zuniga (UNICEF/ Recuperando mi
comunidad); Melania Reyes (MOMUCLAA/ Recuperando mi comunidad); Azaria Santos, Lina Castro
(ACNUR); Melissa Raudales (Médicos del Mundo); Melissa Cardoza (Red de Defensoras). Así como
a Susan, Amanda y Clara, quienes brindaron sus testimonios para una mejor comprensión de lo que
viven las mujeres que se enfrentan a la violencia sexual basada en género y se ven obligadas al
desplazamiento forzado.

A las mujeres que contribuyeron en los diferentes talleres de reflexión participativa: Rosa Cornejo y
Betty Vásquez (Red de mujeres de Santa Bárbara); Sulema Villatoro (Red de mujeres campesinas del
Aguan); Melania Reyes (MOMUCLAA); Ana Mejía (REMUPRO); Maritza Paredes y Karen Arita
(EMIH); Andrea Paz, Karol Bobadilla y Noemí Dubón (Equipo facilitador de Foro de Mujeres por la
Vida); Rina Rosa (Red de mujeres jóvenes feministas), Alexa Solorzano (Feminista universitarias
ATZIRY).

De igual forma a las personas que participaron en los talleres de consulta a nivel de los departamentos
seleccionados en el estudio. En especial en el departamento de Colón a: Iván Maldonado
(CONADEH), Medarda Rivas (Asentamiento la Aurora); María Sara Hernández (MCA Trujillo); Adanely
Escobar (Fundación San Alonzo Rodríguez) Sulema Villatoro (Red de mujeres campesinas del Bajo
Aguan). En el taller del departamento de Santa Barbara a: Keylin Albania Majano (CONADEH); Sandra
Aly (Secretaría de Seguridad); Angela Vallecillo, Sandra Bautista, Rosmery Briones, Idania del Carmen
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Reyes y Rosa Beatriz Cornejo (Red de mujeres de Santa Barbara). En el taller del departamento de
Cortés a: Aurora Paz ((OMM SPS); Belinda Domínguez (OMM Choloma); Berlín Oliva (Defensoría de
la Niñez Choloma) Rosibel Martínez (Red de mujeres San Francisco); Maira Bermúdez (Red de
mujeres de Potrerillos); Melania Reyes (MOMUCLAA) y Melany Barrera (Red de mujeres jóvenes
feministas Choloma). En el departamento de Yoro, Mercedes Quesada (OMM El Progreso); Miriam
Sandoval (AIDEVI); Margarita Navarro y Maria Adela Espinosa (REMUPRO). En el departamento de
Atlántida, Sara Lujan (OMM Tela); Diana Jacinta (Derechos de Mujeres Tela); Delmy Palacios (Red
de mujeres Mariposas Libres).

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Contenido
Siglas y acrónimos ................................................................................................................................1
Créditos ...............................................................................................................................................2
Agradecimientos ...................................................................................................................................3
Resumen ejecutivo ................................................................................................................................7
Introducción..........................................................................................................................................9
1. Marco Conceptual y metodología del estudio ......................................................................................10
1.1. Puntos de partida y propuesta conceptual ..............................................................................10
1.2. Metodología del estudio .......................................................................................................14
1.2.1. Antecedentes .....................................................................................................................14
1.2.2. Propósito y objetivos del estudio ..........................................................................................16
1.2.3. Metodología.......................................................................................................................17
1.2.4. Enfoque metodológico ........................................................................................................18
1.2.5. Proceso metodológico ........................................................................................................20
1.2.6. Instrumentos ......................................................................................................................22
2. Caracterización de los departamentos ...............................................................................................24
2.1 Contexto geográfico y poblacional por departamento ...............................................................25
2.2 Contexto económico por departamento ..................................................................................31
2.3 Condición migratoria por departamento..................................................................................37
2.4 Violencia ............................................................................................................................39
2.5 Balance critico.....................................................................................................................52
3. Dinámica de la VSBG y del desplazamiento forzado ............................................................................54
3.1. Percepciones generales acerca de las dinámicas .........................................................................55
3.1.1. Violencia sexual basada en género ......................................................................................55
3.1.2. Desplazamiento forzado......................................................................................................61
3.2. Percepciones departamentales...................................................................................................65
3.2.1. Departamento de Atlántida ..................................................................................................65
3.2.2. Departamento de Colón ......................................................................................................68
3.2.3. Departamento de Cortés .....................................................................................................71
3.3.4. Departamento de Santa Bárbara ..........................................................................................74
3.3.5. Departamento de Yoro ........................................................................................................77
3.3. Balance crítico ..........................................................................................................................79

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4. Mecanismos de protección ...............................................................................................................81
4.1. Institucionalidad existente en el país ...........................................................................................82
4.2. Percepción sobre los mecanismos de protección ..........................................................................85
4.3. Percepción de los mecanismos comunitarios ...............................................................................91
4.4. Vacíos .....................................................................................................................................93
4.5. Balance critico ..........................................................................................................................94
5. ¿Qué dicen las mujeres de las que estamos hablando? .......................................................................95
5.1. Percepción de mujeres acompañantes respecto a la ruta y los impactos .........................................96
5.2. Vinculación del DF con feminicidio “Soñar es muy fácil, pero hay que tener acciones” ......................98
5.3. Vinculación del DF con violencia sexual “Si eso me pasa a mí que soy abogada, que no les pasara a
las otras mujeres”..........................................................................................................................101
5.4. Vinculación del DF con el hecho de ser defensora de DDHH ¡¡Ser defensora me encanta!! ............105
5.5. Balance crítico ........................................................................................................................107
6. Reflexiones finales.........................................................................................................................109
Referencias bibliográficas ..................................................................................................................111
Anexos ............................................................................................................................................116

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Resumen ejecutivo

Este estudio fue producido por el Foro de Mujeres por la Vida, en alianza con las organizaciones y
mujeres que forman parte del mismo, en el marco del proyecto Documentando y acompañando los
riesgos que enfrentan las mujeres en los territorios y la conexión con el desplazamiento forzado, con
financiamiento del ACNUR.

Es una iniciativa que tiene como propósito “fortalecer las organizaciones comunitarias de mujeres que
conforman el Foro de Mujeres por la Vida, para la identificación, documentación y atención a casos de
mujeres sobrevivientes de VSBG y desplazamiento forzado y el fortalecimiento de servicios de
atención legal y emocional para víctimas, sobrevivientes y defensoras de derechos humanos, así como
la incidencia para la construcción y ajuste de mecanismos comunitarios integrales de respuesta y
protección”.

Se trata de un estudio cualitativo, de tipo exploratorio, de corte transversal, con una delimitación
temporal inicial del 29 de junio al 06 de diciembre del año 2020 y delimitación espacial en cinco
departamentos Atlántida, Colón, Cortes, Santa Barbar y Yoro, en Honduras. Elaborado mediante la
revisión sistemática de información disponible en el tema y para completar la misma se consultó un
total de 66 personas, 41% a través de entrevistas y 59% por medio de talleres de consulta y reflexión.
Se realizó triangulación de información tanto por personas informantes como por técnicas. El estudio
se enfrentó con diversas limitantes originadas por la pandemia por el COVID-19 y al momento del
cierre del mismo con el paso de los huracanes ETA e IOTA.

Se contó con el acompañamiento del equipo de facilitación del Foro de Mujeres por la Vida. Aunque
se aportaron elementos significativos acerca del comportamiento de los fenómenos Violencia Sexual
Basada en Género (VSBG) y Desplazamiento Forzado (DF), en cada uno de los departamentos
estudiados, no son determinantes para caracterizar que pasa en cada uno de ellos.

Los resultados lo que evidencian es que la situación de Honduras es compleja. En el análisis de la


caracterización sociodemográfica y socioeconómica de los cinco departamentos aquí estudiados, a
partir de los datos oficiales del INE estos representan el 40% de la población total del país, en su
mayoría son mujeres (51%), en general la población habita en las áreas urbanas (57%) y la
composición por edad refleja que son más las personas menores de 24 años (53%). En promedio,
más de la mitad de su población vive con carencias y en un Desarrollo Humano Medio.

Cuatro de los departamentos (Atlántida, Colón, Santa Bárbara y Yoro), muestran una Tasa Neta
Migratoria negativa (departamentos expulsores de personas), el departamento de Cortés es un
departamento atractivo para la población donde su Tasa Neta de Migración es positiva (+1.83). En
relación con la violencia, a partir de los datos UNAH/IUDPAS resalta que del total de 3,485 feminicidios
registrados en el país para el período del 2012 al 2018, el 51% de estos se registraron en los cinco
departamentos aquí observados, siendo el departamento de Cortés el departamento que registra por
sí sólo el 32% del total.

En cuanto a la situación y comprensión de la dinámica de Violencia Sexual Basada en Género (VSBG)


y Desplazamiento Forzado (DF), resalta el insuficiente conocimiento y por tanto la falta de unidad de
criterios respecto a la definición conceptual de los fenómenos, lo que hace que su atención se haga
de manera aislada. Destaca que las personas han tenido contacto, han reflexionado acerca de los
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mismos, por lo que les es posible identificar detalles que aportan a su comprensión y se confirma que
no se trata de hechos aislados que se presentan de manera ocasional en las comunidades. Las redes
comunitarias de mujeres se constituyen en un recurso invaluable para la identificación y primera
respuesta que puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, tanto de la mujer como de sus hijas/os
y personas dependientes.

El modelo de servicios con el que cuenta el país hace que cualquier intervención se encuentre limitada,
tanto por el modelo de atención adoptado, como por los valores e imágenes culturales de parte de las
autoridades y de la población. Se encontró que la percepción de las personas participantes no es
coincidente con los datos estadísticos que se manejan en las fuentes oficiales, lo que confirma la
distancia que hay entre la realidad del fenómeno y el entendimiento que se tiene del mismo.

Honduras cuenta con un marco legal para la protección de los derechos de la mujer, que con los años
evidencia un debilitamiento tanto de la estructura institucional como de los mecanismos de género,
así como la reducción de los presupuestos destinados a estas instituciones. Así mismo, se observan
desafíos importantes en la articulación de acciones para generar mayores impactos y evitar la
duplicidad de esfuerzos. Las relaciones entre las organizaciones de sociedad civil, redes de
promotoras/es, defensoras/es y procuradoras/es y las instituciones del Estado requieren ser
analizadas para que exista claridad sobre la complejidad y multiplicidad de actores diversos que
componen ambas partes y así poder coordinar de manera efectiva. La ciudadanía tiene un papel
fundamental en el proceso de la investigación y sanción a las personas responsables en el diseño e
implementación de políticas públicas que permitan erradicar prácticas viciadas, lo que se logra al
denunciar los delitos o las prácticas que admiten actos de discriminación, revictimización y no
cumplimento de la normativa.

Desde la percepción de las mujeres que acompañan o que han lo han vivido, se encontró que en
general la VSBG no es el detonante principal para el DF, a menos que está cruzada con amenazas
de perder la vida propia o la de algún familiar. Este hecho les da relativamente oportunidad y tiempo
para preparase de alguna manera, alcanzan a pensar que cosas llevar consigo, se puede considerar
igualmente que la falta de preparación lo que refleja también es la situación económica de las mujeres.
La vivencia de VSBG aísla a las mujeres, al mismo tiempo que se la culpabiliza, se la revictimiza.
Respecto a la ruta, buscan moverse a lugares conocidos con apoyos cercanos y no necesariamente
vive otros tipos de violencia o de discriminación en ese tránsito, para la mayoría dentro de sus
posibilidades y recursos encuentran salidas para seguir adelante, tener planes y continuar con su vida,
sin abandonar los sentimientos de desconfianza y temor a una nueva agresión.

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Introducción

La violencia sexual basada en género que enfrentan las mujeres ocurre en un contexto cultural que
ha validado tradicionalmente la propiedad sobre los cuerpos de las mujeres por parte de los hombres,
a raíz de patrones de conducta y relaciones genéricas que se verifican en los espacios público y
privado, como manifestaciones naturales de un orden sexual predeterminado, considerados como una
expresión de la cultura y los valores prevalecientes.

Si la situación de violencia sexual basada en género se vuelve insostenible para la mujer y se enfrenta
con la situación en la que debe elegir por su vida, la de sus hijas, hijos y personas dependientes, se
ve obligada a huir del lugar donde reside hacía otra zona del país, que es lo que se conoce como el
desplazamiento forzado interno, identificado como el mecanismo al que se ven empujadas las mujeres
a utilizar para escapar de la violencia.

Cuando se piensa que la violencia sexual basada en género que se da en el seno del hogar y en la
relaciones de pareja no es más que una extensión de todas las forma de opresión que se presentan
contra las mujeres, el centro del análisis se traslada al de las causas y manifestaciones, tratando de
esta forma, de entenderla como un fenómeno multicausal, que tiene sus raíces en las relaciones
personales marcadas por las relaciones de poder y por la discriminación que se da contra las mujeres
en todos los espacios de la vida, que no es algo privado, ni algo natural que les pasa a las mujeres.

En tal sentido el Foro de Mujeres por la Vida, en el marco del proyecto Documentando y acompañando
los riesgos que enfrentan las mujeres en los territorios y la conexión con el desplazamiento forzado,
con fondos del ACNUR, mediante el presente estudio busca generar evidencia para lograr hacer
incidencia.

El presente documento está estructurado de la siguiente manera: en la primera sección se encuentra


el marco conceptual referido a la violencia sexual basada en género y el desplazamiento forzado y la
metodología del estudio, destaca la mirada feminista en el levantamiento, lectura y análisis de los
datos En la segunda sección se presenta una caracterización de los cinco departamentos
seleccionados para el estudio, en las variables de contexto geográfico y poblacional, contexto
económico, condición migratoria y situación de violencia.

En la tercera sección se presenta la percepción general y por departamentos definidos para el presente
estudio de las dinámicas de violencia sexual basada en género y del desplazamiento forzado,
buscando responder a la pregunta ¿cuál es la dinámica de la violencia sexual basada en género y del
desplazamiento forzado en los cinco departamentos propuestos por el estudio: Atlántida, Colón,
Cortés, Santa Bárbara, Yoro?

En la cuarta sección se analiza cual es la institucionalidad con la que cuenta el país para atender estos
dos fenómenos y cuál es la percepción que de la misma tienen las personas que participaron en el
presente estudio. La quinta sección, presenta tres casos de mujeres que a raíz de enfrentar VSBG se
vieron obligadas a realizar el desplazamiento forzado, una en su condición de familiar de una víctima,
otra de sobreviviente de VSBG y la última de acompañante a mujeres como defensora de derechos
humanos. En la sexta sección, se presenta un balance crítico de los hallazgos del estudio, y termina
con la sección de bibliografía.

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1. Marco Conceptual y metodología del estudio

"Las mujeres son las encargadas de contener la tristeza o las enfermedades que viven los y las hijas
durante los diferentes desplazamientos, al vivir en la montaña, al vivir bajo la lluvia, al no poder
regresar a su casa, al perder a sus padres o familiares...” 1

En este capítulo se realiza una aproximación a las categorías conceptuales violencia sexual basada
en género y desplazamiento forzado. Desde una mirada feminista es obligado partir del sistema sexo
género como causante de la discriminación y violencia hacia la mujer, así como profundizar en la
violencia sexual basada en género. De igual forma reflexionar acerca del desplazamiento forzado
como un asunto de seguridad ciudadana y de violación a los derechos humanos.

Entender el propósito de este estudio exige asociar la violencia sexual basada en género como
causante del desplazamiento forzado de las mujeres. Estudiar y desarrollar un abordaje diferenciado
entre violencia hacia la mujer y violencia sexual basada en género, es base fundamental para
comprender la lucha por el respeto a los derechos humanos de todas, así como el reconocimiento al
derecho a una atención diferenciada.

Aquí también se describe la metodología, el carácter del estudio, el enfoque, el proceso definido para
su realización, así como los instrumentos, de igual forma se indica quienes fueron las fuentes de
información, su número y distribución según características definidas.

1.1. Puntos de partida y propuesta conceptual

La construcción del concepto de género, ha contado con un considerable número de aportes teóricos,
metodológicos y políticos, que han permitido que dicho concepto evolucione y cuente con elementos
para analizar y explicar la identidad y condición social de las personas y ofrece elementos para que
se estudien las desigualdades sociales como una problemática social y no individual, brindando
elementos para proponer cambios culturales y sociales que deben promoverse de manera simultánea
en todas las estructuras sociales. El género es un concepto relacional que se refiere a identidades,
roles y relaciones entre hombres y mujeres, tal como se han instituido socialmente, por lo que se
constituye en un sistema.

Para Gayle Rubin, "un sistema sexo/género es un conjunto de acuerdos por los cuales la sociedad
transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana y en las cuales estas
necesidades sexuales transformadas, son satisfechas" (Rubin, 1996, p.44), quien lo utilizó por primera
vez en el artículo publicado en 1975 “El tráfico de mujeres: notas sobre la economía política del sexo".

Por tratarse de un hecho histórico y cultural, es necesario considerar que no se trata de un sistema
único, lo que define los sistemas son la producción social y cultural de los roles de género, como
consecuencia de un proceso de atribución de significados sociales; proceso social que asegura la
subordinación de las mujeres a los hombres.

1
Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, AC, 2003.

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Los sistemas sexo/género son representaciones culturales, que responden a relaciones históricas y
sociales, de poder y de control social, que no derivan únicamente de la "naturaleza" sexual de los
seres humanos.

Las diferencias por sí mismas no provocan desigualdad, pero en el momento en que el grupo social
les asigna un valor a estas diferencias - los géneros - esta situación cambia y se producen las
desigualdades para el desarrollo y el bienestar de mujeres y hombres. La desigualdad resultante de
esta valoración social impide que ambos géneros tengan el mismo acceso a oportunidades para su
desarrollo personal y colectivo. Ninguna persona por ella misma se ha propuesto estar en condiciones
de superioridad o inferioridad, pero su formación de género le asigna un espacio en alguna de estas
posiciones.

La teoría de género ofrece elementos que permiten explicar cómo las diferencias e inequidades que
se generan como producto de una construcción social imaginaria sobre lo que es ser mujer u hombre,
que produce y reproduce la dominación masculina sobre la femenina, provocan un estado de violación
a los derechos humanos y actos que van en contra de la mujer y su desarrollo integral.

Como lo señalan Claudia Bonan y Virginia Guzmán “la teoría de género se posiciona en el debate
teórico sobre el poder, la identidad y la estructuración de la vida social. Esto equivale a decir que el
género no se restringe a una categoría para denotar las relaciones sociales de hombres y mujeres, al
contrario, en su desarrollo actual este cuerpo teórico permite ir más allá del análisis empírico y
descriptivo de estas relaciones […] la utilidad de la categoría de género es amplia, implica no
solamente el modo como la simbolización cultural de la diferencia sexual afecta las relaciones entre
hombres y mujeres, sino también como estructura la política, la economía, el sistema jurídico legal,
las instituciones del Estado, la vida privada, la intimidad, las ideologías, las ciencias y otros sistemas
de conocimiento, etc” (Idem, s/f. p. 2)

Los estudios y la teoría de género han permitido conocer los contenidos de la desigualdad. Tal como
lo señala Alfaro en 1999, estos contenidos se ven expresados y toman formas diferentes en todos los
espacios de relación y en todas las acciones que se realizan. Existen varias formas de expresión de
estas desigualdades como lo apuntó Lagarde, M., (1998) en Alfaro, tales como “por el sólo hecho de
ser hombres, al género masculino se le asigna poderes sobre la vida de las mujeres; pueden controlar
sus vidas, tomar decisiones sobre su salud, sobre su cuerpo, sobre su formación, sobre sus recursos,
sobre sus ingresos. El ejercicio de este poder convierte a las mujeres en niñas eternas, consideradas
como menores de edad, dependientes, aun cuando sean personas adultas […] Es así como “la
construcción social de género otorga muchas más libertades sociales al género masculino que al
femenino; libertades para el desplazamiento, para la toma de decisiones, tanto personales como para
el colectivo social, para acceder y hacer uso de recursos, para tener la representación de grupos.
Cortar la libertad de las mujeres aumenta su condición de vulnerabilidad, es decir, aumenta las
dificultades de enfrentar la vida exitosamente” (Alfaro, 1999, p. 10).

El poder constituye un medio de interacción social en el que la mayoría de las veces se han generado
desigualdades de diversas índoles, el poder se obtiene si se puede tomar ventaja de las diferencias
existentes entre las personas y se siente que se logra acceder a mayores recursos que los demás, en
general se materializa como el control y la dominación. El poder es asumido como dominancia sobre
algo o sobre alguien más. (Kaufman, 1995). En tal sentido, ser hombre o mujer ha estado revestido
de este matiz de relaciones de poder, dentro de las cuales las mujeres han sido la colectiva más

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afectada, la construcción de las relaciones entre mujeres y hombres está marcada por el poder, como
un ejercicio, desconocido por los hombres e imperceptible para las mujeres que lo viven, que entre
otros efectos conduce a la violencia.

El enfoque de género en la comprensión de la violencia contra las mujeres plantea la necesidad de


trascender la visión desde la biología del quehacer humano, para poder ubicar las necesidades y
respuestas de hombres y mujeres de acuerdo con lo socialmente aceptado como femenino y
masculino. Sin embargo, la riqueza del enfoque no se encuentra en la superación de dicho
reduccionismo sino en la ubicación de la identidad de género en una estructura social jerarquizada
con predominio masculino que da lugar a la discriminación, la opresión y la violencia contra las
mujeres.

Para la OMS, la violencia sexual no se refiere únicamente a la violación, entendida como el acceso
carnal violento, sino que incluye el embarazo forzado, el aborto forzado, la anticoncepción forzada, la
esclavitud sexual, la desnudez forzada, la explotación sexual, la prostitución forzada. Y en situaciones
de inseguridad pueden perpetrarse todos estos delitos en una sola mujer (OMS, 2010).

De manera específica, la Violencia Basada en Género’ [VBG] “le ocurre a una persona por el género
al que pertenece: la violencia que les ocurre a los hombres por ser hombres o a las mujeres por ser
mujeres”. En el caso específico de la Violencia Sexual Basada en Género [VSBG], se da por “cualquier
acto de connotación sexual que se hace en contra de la voluntad de la persona. La violencia sexual
incluye actos que no se limitan exclusivamente a la violación, como el acoso, la prostitución forzada,
la esclavitud sexual y el abuso sexual” (Wilches, 2011, p. 47).

La invisibilización de la violencia contra las mujeres, especialmente la sexual, amparada en la idea de


que no es un delito, sino algo natural, que les sucede a las mujeres por el hecho de serlo, hace que
sea muy difícil conocer la magnitud de la violencia sexual. Acompañado por la culpa, que existe en el
imaginario colectivo, según el cual las mujeres, si verdaderamente se lo proponen, pueden evitar ser
violentadas sexualmente, de manera que cuando el hecho ocurre, se sospecha que algo hizo la mujer
para provocar su violación. Aún se interroga a las víctimas por su vida sexual, cómo iban vestidas, en
qué hora fue, en que zona estaba, que estaba haciendo en el momento de la agresión o si conocían
a los agresores. Es por esto por lo que la culpa está siempre presente en las víctimas, con el
inseparable sentimiento de vergüenza que conduce al silencio.

Los estudios y la teoría de género, permiten entender que la violencia es diferencial y afecta de forma
específica a las mujeres, por el hecho de serlo; un enfoque feminista que dé cuenta del hecho que la
violencia sexual contra las mujeres ocurre en un contexto cultural que ha validado tradicionalmente la
propiedad sobre los cuerpos de las mujeres por parte de los hombres; requiere también un enfoque
de Derechos Humanos que haga contundente el argumento de que la violencia sexual basada en
género no es algo privado, ni algo natural que les pasa a las mujeres, sino que el derecho a vivir una
vida libre de violencias es para las mujeres un derecho fundamental.

Algunas/os autoras/es plantean que las mujeres que viven VSBG, para salir de la situación de
violencia, buscando proteger su vida o la de familiares dependientes, se ven obligadas a huir del lugar
donde residen hacía otra zona del país, que es lo que se conoce como el desplazamiento forzado
interno, que es identificado como el mecanismo al que se ven empujadas las mujeres a utilizar para
escapar de la violencia. Esto debido en muchas oportunidades a la falta de respuesta de parte del

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Estado, a la debilidad en los procesos de acompañamiento y a la inexistencia de protocolos específicos
que les permitan sentirse protegidas y que se defienden sus derechos.

Para la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el
desplazamiento forzado interno como internacionalmente se ha nombrado, es el que ocurre dentro de
las fronteras del territorio nacional y que está motivada por desastres naturales o por diversas formas
de persecución, amenaza o agresiones que atentan contra la integridad de las personas. A pesar de
que es un fenómeno mundial ligado desde hace décadas especialmente a conflictos internos y guerras
civiles, sólo desde 1997 se cuenta con un instrumento internacional que nombra su especificidad con
respecto a otros tipos de migraciones y propone unos principios básicos para la atención, protección
y restablecimiento de las personas que se encuentran en esta situación (Villa,2006).

Aun cuando los Principios Rectores sobre el Desplazamiento Interno Forzado (1998), ya tienen más
de 20 años de haberse formulado, siguen teniendo la misma vigencia. Si bien no se trata de un
documento que tiene un carácter vinculante, si pretende orientar la acción en este campo y construir
un acuerdo entre los Estados sobre la manera cómo abordar este fenómeno que va en crecimiento.

Una persona desplazada internamente es aquella que “se ha visto forzada u obligada a escapar o huir
de su hogar o de su lugar de residencia habitual, en particular como resultado o para evitar los efectos
de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos
humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que no han cruzado una
frontera estatal internacionalmente reconocida” (Comisión de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas. (1998). Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, E/CN.4/1998/53/Add.2).

El hecho del desplazamiento forzado provoca en la persona una serie de sentimientos de perdida, de
impotencia, de incapacidad para defender lo propio, que se constituyen en factores que vulneralizan
los derechos de las personas y en el caso particular de las mujeres, como lo señala la caracterización
realizada en el año 2018, las afecta en mayor medida.

Tal como lo señalan los principios rectores, el desplazamiento forzado interno es “consecuencia
habitual de experiencias traumáticas de conflictos violentos, violaciones manifiestas de los derechos
humanos y causas similares en las que la discriminación tiene un papel significativo, generan casi
siempre condiciones de sufrimiento y penalidad para las poblaciones afectadas. Provocan la ruptura
familiar, cortan los lazos sociales y culturales, ponen término a relaciones de empleo sólidas, perturban
las oportunidades educativas, niegan el acceso a necesidades vitales como la alimentación, la
vivienda y la medicina, y exponen a personas inocentes a actos de violencia” (Comisión de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas. (1998). Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, 1998,
p.1).

En la preparación de la Cumbre Mundial de Estambul 2016, respecto al desplazamiento forzado


interno, además de hacer un llamado de alerta por crecimiento en el número de personas desplazadas
que requieren de ayuda humanitaria, identifican como causas del desplazamiento “La discriminación
y la exclusión, la corrupción, la falta de gobernanza, la impunidad, la pobreza arraigada y la falta de
oportunidades son las principales causas de los conflictos. Se ven agravadas por los efectos del
cambio climático y la competencia cada vez mayor por recursos decrecientes” (Grandi, Filippo, 2016,
p.1).

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En el año 2015 en Honduras, CIPPDV/ SEDH/ ACNUR/JIPS/ ERIC realizaron el estudio
“Caracterización del Desplazamiento Interno en Honduras”, con la intención de acercarse al
conocimiento del fenómeno y así contar con información para la definición y diseño de políticas
públicas. Entre sus conclusiones destaca el hecho que “el desplazamiento interno por causa de la
violencia y criminalidad es todavía un fenómeno relativamente “invisible” en el país, las acciones de
sensibilización contribuirían a visibilizar el problema y priorizarlo en la agenda política nacional y
contribuirían a reducir posibles actos de discriminación a las personas desplazadas internas. La
difusión de este estudio a distintos niveles, así como campañas de información pública en los medios
de comunicación y en el terreno, pueden ser considerados como acciones concretas en tal sentido”
(2015. P. 70).

En el año 2019, se publicó el “Estudio de caracterización del desplazamiento interno por violencia en
Honduras 2004 – 2018” que señala que “Los resultados de este informe, muestran como en Honduras,
entre el año 2004-2018, se han desplazado internamente por la violencia 247,090 personas. No
obstante, esta realidad es poco visible en el país, y las familias afectadas se mantienen en el
anonimato, sin recibir asistencia y protección” (CIPPDV/ SEDH/ ACNUR/JIPS, 2019, p. 1).

Es en este sentido que el Foro de Mujeres por la Vida, en el marco del proyecto Documentando y
acompañando los riesgos que enfrentan las mujeres en los territorios y la conexión con el
desplazamiento forzado, con fondos del ACNUR, mediante el presente estudio busca generar
evidencia para lograr hacer incidencia, procurando contar con un ambiente habilitante para que tanto
las personas tomadoras de decisiones, quienes tienen el mandato de ofrecer protección social así
como la población en general y en particular las mujeres que se enfrentan a la VSBG que las lleva al
desplazamiento forzado, conozcan acerca del fenómeno, identifiquen que el hecho del desplazamiento
forzado es un acto de violación a los derechos humanos y que se reconozcan los derechos
fundamentales de las personas desplazadas internamente y las afectaciones específicas que
enfrentan debido a su condición.

1.2. Metodología del estudio

A continuación, se encuentra la presentación de la metodología que orientó el estudio, siendo


necesario partir de los antecedentes que dan origen al estudio, así como señalar el propósito y
objetivos, para después hablar de la metodología, el enfoque y el proceso metodológico como tal.

1.2.1. Antecedentes

La definición de este estudio, que se realiza en el marco de las acciones promovidas como resultado
de la articulación del Foro de Mujeres por la Vida con ACNUR, que busca el fortalecimiento de esta
instancia de coordinación, que se trata de una plataforma feminista compuesta por 17 organizaciones
de mujeres y mujeres independientes, proyecto que responde al interés de “Fortalecer las
organizaciones comunitarias de mujeres que conforman el Foro de Mujeres por la Vida, para la
identificación, documentación y atención a casos de mujeres sobrevivientes de VSBG y
desplazamiento forzado y el fortalecimiento de servicios de atención legal y emocional para víctimas,
sobrevivientes y defensoras de derechos humanos, así como la incidencia para la construcción y
ajuste de mecanismos comunitarios integrales de respuesta y protección” .

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El Foro nace en el 2003, ante la necesidad de organizaciones de mujeres de la zona, que, a pesar de
tener un trabajo valioso en los diferentes espacios comunales y municipales, apuntaban como
necesidades fundamentales la importancia de conectar su trabajo con otras mujeres, para dar
respuesta a los sueños de sus organizaciones y empoderar el movimiento de mujeres en la zona a
través de propuestas colectivas.

Hoy el Foro de Mujeres por la Vida, es una plataforma feminista de 17 organizaciones de mujeres y
mujeres independientes, que conjugan esfuerzos desde el 2003, con la finalidad de fusionar
experiencias y fuerzas en la defensa de los DDHH de las mujeres en la zona Nor-occidental del país.

Desde su inició el Foro se plantea como una experiencia piloto que vincula mujeres de pensamientos
diversos y que aglutina organizaciones de mujeres que promueven procesos desde la base, orientados
a lograr una mejor vida para las mujeres. Este espacio permite un acompañamiento, desde
experiencias diversas, en las tareas de formación, análisis, debate y propuestas, sobre problemáticas
específicas, manteniendo una política de respeto y tolerancia a las diferencias propias de las mujeres
y de cada organización. Es un espacio que reúne las fortalezas y la creatividad de cada organización,
desde el compartir y hacer camino juntas.

En el Foro de Mujeres por la Vida, hay representantes de cinco departamentos de la zona nor
occidental de Honduras: Atlántida, Cortés, Colón, Santa Bárbara y Yoro, tal como se puede observar
a continuación, siendo claro que la mayor concentración se encuentra en el departamento de Cortés,
donde están asentadas el 71% de las organizaciones que integran el Foro.

Atlántida
Red de Mujeres Mariposas Libres Cortés
• Movimiento de Mujeres de la López Arellano y Aledaños (MOMUCLAA)
• Misericordia Tejedoras de Sueños
Santa Bárbara • Equipo de Monitoreo Independiente de Honduras (EMIH)
Red de Mujeres de Santa Barbará • Red de Mujeres Jóvenes de Cortés
• Hermanas de la Misericordia en Honduras
• Asociadas de la Misericordia
Yoro • Red de Mujeres de San Francisco
Red de Mujeres del Progreso • Cooperativa Mixta Femenina Limitada (COMFEL)
(REMUPRRO). • Red de Mujeres Huellas Femeninas
Comité de Familiares de Migrantes • COMUTRAH
(COFAMIPRO) • Feministas Universitarias Atziry
• Asociación Femenina Rita Pendergar.
Colón
Red de Mujeres Campesinas del
Bajo Aguan

Fuente: Elaboración propia a partir de información suministrada, agosto 2020.

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1.2.2. Propósito y objetivos del estudio

El propósito del estudio es aportar información para la identificación, documentación y atención a


casos de mujeres sobrevivientes de VSBG y desplazamiento forzado, que sirva para el fortalecimiento
de servicios de atención legal y emocional para víctimas, sobrevivientes y defensoras de derechos
humanos, así como la incidencia para la construcción y ajuste de mecanismos comunitarios integrales
de respuesta y protección.

Es así como se plantea como objetivo del estudio “profundizar en los tipos de VSBG que enfrentan las
mujeres en la región Nor-occidental de Honduras y su conexión con el desplazamiento forzado”,
teniendo como dimensiones (i) caracterizar de forma general las VSBG que enfrentan las mujeres en
la región Nor-occidental de Honduras; (ii) profundizar en las dinámicas de violencias y desplazamiento
en Atlántida, Colón, Cortés, Santa Bárbara y Yoro; (iii) desarrollar un estudio de casos de mujeres que
han sufrido desplazamiento por VSBG, que analice la ruta de desplazamiento y el impacto e (iv)
identificar los vacíos y mecanismos de protección en las comunidades”.

Para atender lo anterior se plantea como pregunta de investigación ¿Cuáles son las violencias
sexuales basadas en género (VSBG) que enfrentan las mujeres en la región Nor-occidental y su
conexión con el desplazamiento forzado en cinco departamentos de Honduras?

Para el desarrollo de este estudio, se plantearon cuatro dimensiones, que orientaron la búsqueda de
información y definieron el alcance de este.

Tabla No. 1 Interrogantes principales según dimensiones del estudio


Dimensión Interrogantes principales
✓ Tipos de violencia
✓ Seguridad ciudadana
✓ Actividad económica
✓ Población
✓ Edad
Caracterización de VSBG:
✓ Sexo
✓ Niveles educativos
✓ Nivel de ocupación y empleo
✓ Pobreza/ nivel de ingreso
✓ Violencia por departamento (donde
existan datos)
▪ Conexión entre VSBG y desplazamiento
▪ Tipos de dinámicas en la VSVG
▪ Tipos de desplazamiento forzado
▪ Diferencias urbano rural
Dinámicas de violencias y desplazamiento
▪ Quienes participan
forzado
▪ Sectores de población donde se presenta
más la violencia
▪ Sectores de población donde se presenta
más el desplazamiento

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Dimensión Interrogantes principales
▪ Actores que generan riesgos en las
comunidades
✓ Proceso que sigue la mujer cuando se
desplaza
✓ Violencias a las que se enfrentan en el
proceso
Ruta de desplazamiento y el impacto ✓ Destinos y como los definen
✓ Impacto familiar, emocional, social,
laboral, económico, comunitario
✓ Reinserción social, laboral, económica
✓ Tipo de desplazamiento: interno o externo
▪ Respuesta local
▪ Respuesta de instituciones de seguridad
▪ Respuesta de instituciones del campo
judicial
▪ Hoja de ruta definida para los casos de
Mecanismos de protección y sus vacíos VSBG y para desplazamiento forzado
▪ Protocolos existentes
▪ Mecanismos de protección y sus
presupuestos
▪ Políticas específicas para atender VSBG y
desplazamiento forzado
Fuente: Elaboración propia, a partir de objetivos definidos para Estudio, 2020.

1.2.3. Metodología

El objetivo del estudio fue, generar evidencia sobre las violencias que enfrentan las mujeres en la
región nor-occidental y su conexión con el desplazamiento forzado.

El enfoque del estudio fue cualitativo, apropiado en tanto indaga las perspectivas subjetivas, las
historias, los comportamientos, las experiencias, las interacciones, las acciones, los sentidos,
interpretándolos de forma situada, es decir, ubicándolos en el contexto particular en el que tienen lugar
(Vasilachis, 2006, p.33). Es de tipo exploratoria, debido a que se trata de un tema poco estudiado, con
alcance descriptivo que persiguió decir como es y cómo se manifiesta el fenómeno, buscando
especificar las propiedades, por lo tanto, no pretende encontrar generalidades, sino más bien
presentar una diversidad de experiencias que permita comprender la complejidad de la realidad
estudiada.

Se trata de un estudio de corte transversal, con una delimitación temporal inicial del 29 de junio al 29
de noviembre del año 2020 y delimitación espacial en cinco departamentos Atlántida, Colón, Cortes,
Santa Barbar y Yoro, en Honduras.

En este aspecto hay que señalar que en el trascurso del trabajo se dieron cambios en la dimensión
temporal, debido en primer lugar por la dificultad de coordinar las citas con algunas de las categorías
de personas a consultar seleccionadas y, en segundo lugar, por las dificultades tecnológicas con las

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que se enfrentaron las personas a consultar debido al aislamiento social indicado por la presencia de
la pandemia del COVID - 19.

1.2.4. Enfoque metodológico

Para las actividades de recolección y análisis, el carácter del estudio fue altamente participativo, se
tomó el enfoque de construcción colectiva del conocimiento como la base del mismo, asumiendo la
participación como medio y fin, en el marco del enfoque de derechos, todos con mirada feminista.

El enfoque teórico metodológico denominado “diálogo de saberes” o “construcción colectiva de


conocimientos”, plantea tres tesis. La primera señala que el conocimiento y saberes de las/os
académicas/os tiene el mismo valor que el de otras/os actores sociales; la segunda indica que se debe
contar con un espacio de construcción colectiva de la investigación el cual se debe orientar y dinamizar
y la tercera señala que todo lo concerniente a la investigación debe ser discutido con las/os actores
sociales, procurando la mayor participación, de manera que aporten durante todo el proceso en el
análisis e interpretación (Valverde José Manuel, s/f: p. 1 y 2).

Participación, vista desde la perspectiva del desarrollo humano, “es al mismo tiempo un medio y un
fin. El desarrollo humano hace hincapié en la necesidad de invertir en las capacidades humanas y
después asegurar que esas capacidades se utilicen en beneficio de todos. En ello corresponde una
importante función a la mayor participación: ayuda a elevar al máximo el aprovechamiento de las
capacidades humanas y, por ende, constituye un medio de elevar los niveles de desarrollo social y
económico. Pero el desarrollo humano también se ocupa de la satisfacción personal. De forma que la
participación activa, que permite a la gente realizar todo su potencial y aportar su mayor contribución
a la sociedad también es un fin en sí mismo” (PNUD, 1993: pág. 26).

Al tomarse la participación como medio y como fin, se buscó realizar el estudio en estrecha
coordinación con las personas indicadas por el Foro de Mujeres por la Vida. En tal sentido se mantuvo
una comunicación fluida y reuniones constantes con el equipo asignado por el Foro de Mujeres por la
Vida. Los informes que resultaron en el proceso se socializaron con las personas enlaces, para
retroalimentar y validar las informaciones, lo que les dio elementos que se espera les sean de utilidad
para el proceso de seguimiento, una vez terminada la consultoría.

Enfoque de derechos: el estudio dio cuenta del enfoque basado en derechos, el cual “considera que
el primer paso para otorgar poder a los sectores excluidos es reconocer que ellos son titulares de
derechos que obligan al Estado. Al introducir este concepto se procura cambiar la lógica de los
procesos de elaboración de políticas, para que el punto de partida no sea la existencia de personas
con necesidades que deben ser asistidas, sino sujetos con derecho a demandar determinadas
prestaciones y conductas” (Abramovich, 2006, p.37).

De igual forma en el Informe sobre Desarrollo Humano del año 2000, se indica que “El enfoque basado
en los derechos humanos pretende tanto ayudar en la formulación participativa del necesario marco
político y legislativo como velar por que los procesos participativos y democráticos sean
institucionalizados a nivel local y nacional (inclusive aumentando la capacidad de las familias, las
comunidades y la sociedad civil para participar constructivamente en los foros pertinentes)” (PNUD,
2000; pág. 17). Elementos que orientaron tanto el desarrollo del proceso de evaluación como la lectura
de la información resultante.
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Una mirada feminista lo que implicó fue la deslegitimación, de la violencia hacia las mujeres basada
no en su condición de personas sino de mujeres. Esta legitimación procede de la conceptualización
de las mujeres como inferiores y como propiedades de los hombres, a los que deben respeto y
obediencia y encuentra un refuerzo crucial en los discursos religiosos que las presentan como malas
y peligrosas. Todos estos elementos se integran para que las agresiones se interpreten como
merecidos castigos e incluso, en terminología actual como castigos “preventivos” (De Miguel Álvarez,
2005).

En tal sentido se tuvo presente en la elaboración de instrumentos, la lectura y análisis de los datos, la
mirada específica de la situación de la mujer, entendiendo las violencias como una categoría que no
es única y es histórica. En la que se propuso tener presente y encontrar 1) opiniones; 2) conocimientos;
3) reacciones y 4) experiencias.

En el proceso de consulta se creó un ambiente que estimuló la reflexión, el análisis y el debate que
aportó para la “Investigación sobre las violencias que enfrentan las mujeres en la región Nor-occidental
y su conexión con el desplazamiento forzado”, se utilizó lo que se conoce como Taller Reflexivo, que
se constituye en una metodología constructivista que buscó propiciar la reflexión rigurosa del grupo
sobre un tema específico. Esto hace referencia a una reflexión metódica, es decir, un pensar con
lineamientos concretos y predeterminados, como establecer un acuerdo de trabajo con el grupo
(encuadre), asumir un tema específico para cada sesión, participar en el proceso y aceptar una
posición de colaboración eficaz para lograr los resultados esperados.

Para uno de los aspectos de interés, se propuso desde los TdR utilizar el método de estudio de caso,
el cual permite “conocer y registra la conducta de las personas involucradas en el fenómeno estudiado
[…] y los datos pueden ser obtenidos desde una variedad de fuentes, tanto cualitativas como
cuantitativas; esto es, documentos, registros de archivos, entrevistas directas y […] permite dar
respuesta a cómo y por qué ocurren” (Martínez, 2006, p.167). En este sentido, en este apartado en
particular del manejo de los datos, se toma el enfoque cualitativo interpretativo, el cual concibe el
proceso de investigación de manera inductiva, en el que se desarrollan categorías o temas a partir de
las personas informantes, en vez de anticiparlos desde el inicio.

Aún y cuando el carácter del estudio, así como el enfoque permitieron que de algunas de las ciudades
de los cinco departamentos seleccionados en la investigación (Atlántida, Colón, Cortés, Santa Barbara
y Yoro) se cuente con información de una gran riqueza, este trabajo, no permite hacer
generalizaciones de la dinámica de la violencia sexual basada en género y el desplazamiento forzado
a la totalidad de cada departamento, atendiendo al hecho que el campo de acción de las
organizaciones que integran el Foro de Mujeres por la Vida está centrado en ciudades específicas,
adicionalmente estuvo el distanciamiento social que impidió las reuniones presenciales, lo que limito
la construcción de relaciones de confianza con las personas participantes. Por lo que en conclusión
se puede señalar que el estudio se enfrentó con diversas limitantes originadas por la pandemia por el
COVID-19 y al momento del cierre de este, por la atención a la crisis generada con el paso de los
huracanes ETA e IOTA.

Para el tratamiento de la información es necesario señalar que el equipo facilitador del Foro de Mujeres
por la Vida tuvo un nivel alto de involucramiento que permite que los resultados y la información de
este estudio este abierta a diferentes lecturas posibles, pensando en que sea un análisis provocativo
para que cada persona pueda hacer su lectura.

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1.2.5. Proceso metodológico

Se partió de la lectura de los TdR, así como de los documentos generales proporcionados, como pasos
previos para realizar la propuesta de metodología del estudio, la cual se presentó el 07 de julio del año
2020 en taller de consenso con integrantes del Equipo Facilitador del Foro de Mujeres por la Vida, con
la intención de “Definir de manera participativa la metodología para realizar la consultoría
“Investigación sobre las violencias que enfrentan las mujeres en la región nor-occidental y su conexión
con el desplazamiento forzado” y buscó: (i) Identificar variables a observar, en base al interés del
estudio (ii) Definir personas colaboradoras y mecanismo para contactarles, entre grupos ya
identificados (tipo y tamaño de la muestra); (iii) Acordar elementos a indagar alrededor de las
interrogantes definidas en TdR, para los contenidos básicos de los instrumentos; (iv) Precisar método
para levantamiento de información así como para el procesamiento y análisis y (v) Convenir formato
y contenido del informe final.

En la reunión se identificaron tanto las diferentes fuentes, como los tipos de personas colaboradoras,
la situación actual de aislamiento a raíz de la presencia del COVID-19, condiciono el acceso a algunas
instituciones del Estado y por tanto no se logró el contacto con las mismas en el plazo definido para el
desarrollo de la presente consultoría, entre las que se encuentra: SESAL, Ministerio Publico y parte
del sector judicial.

Se señalaron 33 fuentes de información, las subrayadas fueron consultadas:

Tabla No. 2 Fuentes de información según tipo de institución/ organización


Cooperación internacional, ONG´s
Instituciones públicas Organizaciones comunitarias
nacionales e internacionales
1. INAM 15. Asociación de jueces por la 24. Red de mujeres de
2. CONADEH democracia Santa Bárbara
3. OMM 16. ERIC 25. Red de mujeres
4. Ministerio público 17. Médicos sin fronteras campesinas del Aguan
5. Medicina forense 18. ACNUR 26. MOMUCLAA
6. Ciudad Mujer (SPS) 19. Red de Defensoras 27. REMUPRO
7. Policía Nacional 20. Consejo Noruego para los 28. EMIH
(911) Refugiados 29. Red de mujeres
8. ATIC 21. Médicos del Mundo Mariposas libres
9. DPI 22. UNICEF/ Cuidando mi comunidad 30. Red de Mujeres de San
10. Fiscalía de trata de 23. Equipo facilitador de Foro de Francisco
personas Mujeres por la Vida 31. Programa Tejedoras de
11. Hospitales o centros sueños
de salud 32. Feministas
12. Observatorio de la universitarias
UNAH 33. Red de mujeres
13. Juzgado de violencia jóvenes feministas
doméstica
14. Secretaría de DDHH
Fuente: elaboración propia a raíz de reunión 07 de julio 2020.

De las 33 fuentes seleccionadas, se consultó el 67% (22) del total, por tipo de fuente se puede ver a
continuación:

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Instituciones Organizaciones Organizaciones comunitarias
6/14 9/9 7/10
(43%) (100%) (70%)

De acuerdo con los resultados del taller de consenso con integrantes del Equipo Facilitador, las
personas colaboradoras seleccionadas para este estudio fueron de tres tipos, en función de las
instituciones, organizaciones en donde laboran o tienen algún vínculo:

Cooperación
Instituciones internacional, Organizaciones
públicas ONG´s nacionales comunitarias
e internacionales

Mujeres
personal personal
colaboradoras
técnico técnico
/ técnicas

Mujeres usuarias
de los servicios

Las dimensiones exploradas según la categoría de informantes fueron:

Tecnicos de instituciones Tecnicas/os de cooperación internacional,


públicas ONG´s nacionales e internacionales
•Mecanismos de protección y •Dinámicas de violencias y desplazamiento
sus vacíos forzado, de 5 departamentos: Cortés, Colón,
Atlántida, Yoro y Santa Bárbara.
•Mecanismos de protección y sus vacíos.
•Rutas de evacuación e impactos para el
Colaboradoras de Organizaciones desplazamiento
comunitarias:
•Dinámicas de violencias y
desplazamiento forzado, de 5 Mujeres usuarias de los servicios:
departamentos: Cortés, Colón,
Atlántida, Yoro y Santa Bárbara. •Rutas de evacuación e impactos para
el desplazamiento.

Las técnicas utilizadas fueron entrevista semiestructurada y talleres de consulta y reflexión. Se


identificaron por dimensiones así
• Caracterización VSBG: Principalmente a través de revisión documental de fuentes
secundarias que permitió caracterizar la VSBG en la región nor occidental.
• Dinámicas de violencia y desplazamiento, (i)Talleres reflexivos de dos tipos, con
colaboradoras de organizaciones comunitarias (ver anexo No.1) y uno por cada uno de los 5
departamentos de interés de este estudio (ver anexo No.2) con representantes de
instituciones del Estado, ONG´s presentes y organizaciones comunitarias; ii) Entrevistas a
personas técnicas y (iii) Entrevistas a personas colaboradoras (ver anexo 3).

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• Estudios de caso para ruta de desplazamiento e impacto: (i) Revisión de expedientes del Foro
de Mujeres por la Vida, (ii) Entrevista a familiares de mujeres víctimas, mujeres sobrevivientes
y defensoras de DDHH y (iii) entrevistas a técnicas y colaboradoras que acompañan el
proceso de desplazamiento forzado interno (ver anexo 4).
• Identificar vacíos y mecanismos de protección: Talleres reflexivos con colaboradoras de
organizaciones comunitarias (ver anexo 5); (ii) Entrevistas a personas técnicas y (iii)
Entrevistas a personas colaboradoras (ver anexo 6).

1.2.6. Instrumentos

Se elaboraron instrumentos para la recolección de información para cada una de las dimensiones
exploradas:
▪ Para dinámicas de violencias y desplazamiento forzado en los 5 departamentos: Cortés,
Colón, Atlántida, Yoro y Santa Bárbara, se elaboraron cuestionarios para entrevistas
semiestructuradas y guiones para talleres reflexivos y de consulta, generales y por
departamento.
▪ Para mecanismos de protección y sus vacíos, se elaboraron cuestionarios para entrevistas
semiestructuradas y guiones para talleres reflexivos y de consulta, generales y por
departamento.
▪ Para rutas de evacuación e impactos por el desplazamiento, se elaboró una guía con aspectos
generales a considerar con personas a quienes se les haría estudios de caso y cuestionarios
para entrevistas semiestructuradas.

Para controlar la validez y confiabilidad del estudio, así como poder visualizar un problema desde
diferentes ángulos, se utilizó la triangulación de la información tanto en la fase de recolección como
en la fase de análisis, lo que permitió validarla a través de referencias cruzadas entre las distintas
fuentes de información y las distintas percepciones de las personas abordadas.

Es así como se realizó una triangulación de métodos, en tal sentido las entrevistas individuales
sirvieron para validar y triangular la información y hallazgos obtenidos a través de los talleres y la
revisión documental. Que se complementó con la información obtenida con la caracterización de la
violencia en los cinco departamentos seleccionados.

Respecto a las personas informantes, se consultó un total de 66 personas, 27 (41%) a través de


entrevistas y 39 (59%) por medio de talleres de consulta y reflexión. De estas personas participantes
en talleres, el 33% (13 personas) de organizaciones integrantes del Foro y 67% (26 personas) de
organizaciones e instituciones de los diferentes departamentos.

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Talleres con
organizaciones 13
personas
• 23 mujeres • 25 mujeres
• 4 hombres • 13 mujeres • 1 hombre

Talleres
Entrevistas 27
departamentales
personas
26 personas

De las 27 personas, abordadas mediante entrevistas individuales y entrevistas en grupo, 23 son


mujeres que corresponde al 85% y 4 son hombres, que corresponde al 15%, lo que permite visualizar
la presencia en mayoría de las mujeres en el sector de las actividades de protección.

En los 7 talleres de reflexión mencionados, participaron 39 personas, de estas 38 mujeres (97%) y 1


hombre (3%), la situación de alejamiento social, la sobrecarga de trabajo por la introducción del
teletrabajo, las dificultades tecnológicas, la anticipación con la que se realiza la convocatoria, así como
la coincidencia con otras actividades, afectaron la convocatoria.

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2. Caracterización de los departamentos

En este apartado se incluye la información para cada uno de los cinco


departamentos estudiados: Atlántida, Colón, Cortés, Santa Bárbara y Yoro: Se
presenta en el contexto geográfico y poblacional los indicadores de población
por grupo de edad, densidad poblacional, esperanza de vida al nacer, población
por sexo y población por área geográfica. En el contexto económico, se presentan
los indicadores de nivel educativo, participación laboral, población de 10 años y
más por principal ocupación, jefatura de hogar por sexo y pobreza.

En la condición migratoria, los indicadores de tasa neta migratoria, migración


neta, migración interna y migración internacional. En violencia, los indicadores de
feminicidios, tasa de crecimiento interanual de feminicidios, feminicidios por año
y por supuesto los feminicidios por departamento, así como los requerimientos
fiscales. Con datos oficiales proporcionados por el Instituto Nacional de
Estadística (INE), Instituto Universitario Paz y Democracia (IUPAZ), Ministerio
Público (MP) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Los datos del contexto geográfico y poblacional se presentan por cada


departamento, que permite dar una mirada de conjunto a la situación general
del departamento, a partir del contexto económico se presentan los datos de los
cinco departamentos, lo que permite hacer una lectura comparativa de los
diferentes indicadores. Para luego hacer énfasis en los feminicidios por
departamento, así como los requerimientos fiscales.

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2.1 Contexto geográfico y poblacional por departamento

Departamento de Atlántida
Población total (2020) 486,174
Población por grupo de edad según sexo
Superficie 4,227 Km2
Cabecera
La Ceiba
departamental
No. de municipios 8
Aldeas 224

Densidad poblacional 115 hab/Km2

Esperanza de Total Mujer Hombre


vida al nacer: 76 80 72
años años años

Población por sexo Población por Área Geográfica

Fuente: Elaboración propia en base a datos INE.

El Departamento de Atlántida, al año 2020, se proyecta con una población de 486 mil personas, que
se ubican más en el área urbana (67%), y en su mayoría son mujeres (52%). Este departamento
muestra una pirámide poblacional estable (comportamiento igual a la pirámide poblacional a nivel
nacional), donde la mortalidad y natalidad se mantienen permanentes, lo cual se denota ya que su
base (población entre los 0 – 14 años) es mayoritaria, o sea que las personas menores de 15 años
son mayoría en el departamento, y la Población en Edad de Trabajar (15 – 65 años) se ubican en
segundo lugar como grupo poblacional y en tercer lugar las personas mayores de 65 años de edad.

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Por otro lado, los datos presentados muestran que el Departamento de Atlántida mantiene una
esperanza de vida al nacer de 76 años de edad en promedio2, siendo este indicador mayor para las
mujeres con 80 años de esperanza de vida al nacer (este comportamiento es igual que a nivel
nacional), este indicador es poderoso en el sentido que muestra de alguna manera, las condiciones
de vida de las poblaciones en general, pero no se debe olvidar que el alargamiento de la esperanza
de vida resulta de la reducción de la mortalidad en todas las edades y no solo “en la parte de arriba”
de la pirámide poblacional: para que la esperanza vital aumente no solo las persona más adultas viven
más; sino que las personas jóvenes también tienen que morir menos.

Departamento de Colón
Población total (2020) 345,362 Población por grupo de edad según sexo
Superficie 8,276 Km2
Cabecera Trujillo
departamental
No. de municipios 10
Aldeas 127
Densidad poblacional 41.73 Hab/Km2

Total Mujer Hombre


Esperanza de 76 80 73
vida al nacer: años años años

Población por sexo Población por Área Geográfica

Fuente: Elaboración propia en base a datos INE.

2
Para los países del continente Europeo la Esperanza de Vida al Nacer es de 84 años promedio.

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Al igual que el departamento de Atlántida, el Departamento de Colón, presenta una pirámide
poblacional estable, en su mayoría la población es mujer (51%), sólo que en este departamento la
población se ubica más en el área rural (51%) e igual la Esperanza de Vida al nacer es de 76 años en
promedio.

Departamento de Cortés
Población total (2020) 1,785,376 Población por grupo de edad según sexo
Superficie 3,911 Km2
Cabecera San Pedro Sula
departamental
No. de municipios 12
Aldeas 284
Densidad poblacional 456.50 Hab/Km2

Esperanza de Total Mujer Hombre


vida al nacer: 77 80.8 73.3
años años años

Población por sexo Población por Área Geográfica

Fuente: Elaboración propia en base a datos INE.

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El Departamento de Cortés, es el departamento más poblado del país (más que Francisco Morazán3),
al año 2020, presenta una población que alcanza la cifra de 1,785,376 personas, que en su mayoría
son mujeres (52%) y como es donde se concentra la mayor actividad industrial del país, la mayor parte
vive en el área urbana (83%). Su pirámide poblacional también muestra un comportamiento diferente,
es una pirámide regresiva, ya que la base (población menor de 10 años de edad) es menor que los
escalones siguientes, lo cual indica que la población en este departamento es mayor, en edad, que la
del resto del país y las personas en Edad de Trabajar son mayoría (65%), esto provoca que en el
futuro la población del Departamento de Cortes presentará un envejecimiento poblacional más rápido
que el resto de país. A pesar de ser el departamento con más actividad económica, esto no se traduce
en mejorar la Esperanza de Vida al Nacer, ya que muy similar al resto de los departamentos su
Esperanza de Vida al Nacer es de 77 años en promedio.

3
Población del Departamento de Francisco Morazán para el año 2020 = 1,674,986.

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Departamento de Santa Bárbara
Población total (2020) 469,579 Población por grupo de edad según sexo
Superficie 5,013 Km2
Cabecera Santa Bárbara
departamental
No. de municipios 28
Aldeas 370
Densidad poblacional 93.67 Hab/Km2

Esperanza de Total Mujer Hombre


vida al nacer: 77 80 74
años años años

Población por sexo Población por Área Geográfica

Fuente: Elaboración propia en base a datos INE.

Por su parte, el Departamento de Santa Bárbara, muestra una población total para el año 2020 de 486
mil personas, que en su mayoría son hombres (51%) y se ubican principalmente en el área rural (66%).
Su pirámide poblacional es estable donde la mayor población, está compuesta por personas menores
de 20 años.

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Departamento de Yoro
Población total (2020) 630,421 Población por grupo de edad según sexo
Superficie 7,787 Km2
Cabecera Yoro
departamental
No. de municipios 11
Aldeas 253
Densidad poblacional
80.95 Hab/Km2

Esperanza de Total Mujer Hombre


vida al nacer: 76 80 73
años años años

Población por sexo Población por Área Geográfica

Fuente: Elaboración propia en base a datos INE.

Y el Departamento de Yoro, presenta una población de 630 mil habitantes, que en su mayoría viven
en el área urbana y más de la mitad son mujeres (51%). La pirámide poblacional de este departamento
es estable donde se denota que la mayor parte de personas son menores a 20 años de edad.

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Estos cinco departamentos suman en total más de 3.7 millones de personas, lo cual representa el 40%
del total de la población estimada para el país al año 20204 tienen en promedio una esperanza de vida
de 77 años de edad, y en su mayoría son mujeres que habitan en las áreas urbanas. Entonces tanto
la población por grupos de edad (pirámide) como la esperanza de vida, ayudan a inferir las condiciones
del estado “de bienestar” de la población y los retos que en materia de políticas públicas (servicios y
bienes públicos) presentan estos cinco departamentos juntos para el país.

Es importante tener siempre presente, que cuatro de estos departamentos son muy similares en su
comportamiento poblacional, presentando en su mayoría población menor de 20 años de edad, sólo
el departamento de Cortés, de todos los departamentos de Honduras, revela un comportamiento
diferente, donde la población en edad de trabajar es mayoría, lo cual se traduce en que es, el
departamento con mayor densidad poblacional del país con más de 450 habitantes por kilómetro
cuadrado y el que concentra la mayor parte de la actividad industrial. Este proceso de industrialización
que ha experimentado el departamento de Cortés a través del tiempo se denota en cambios
específicos en el mercado de trabajo, siendo la zona que más empleo produce para la población
hondureña, pero esto también trae consigo nuevas formas de desigualdad entre territorios y aumento
y cambios de formas de violencias.

El tema de la edad es un aspecto al que hay que prestarle especial atención puesto que de acuerdo
con los datos arrojados con el Estudio de caracterización del desplazamiento interno por violencia en
Honduras 2004 – 2018 “Los hogares desplazados se caracterizan por estar integrados principalmente
por personas jóvenes; 43% son personas menores de edad, frente 35% en la población de
comparación, esto podría indicar que existe una mayor probabilidad de desplazamiento en los hogares
con mayor presencia de niños, niñas y adolescentes. Esto podría estar asociado a las amenazas que
enfrentan las personas en este grupo de edad, en particular, el reclutamiento o la vinculación a grupos
delictivos o el acoso sexual” (CIPPDV/ SEDH/ ACNUR/JIPS, 2019, p.30)

2.2 Contexto económico por departamento

Tabla No. 3 Nivel educativo por departamento (%)


Nivel educativo (%)
Superior
Departamento Ningun Alfabetizació Pre No Universitari Posgra
Básica Secundaria
o n básica Universitari a do
a
Atlántida 10.6% 0.6% 0.1% 55.1% 28.4% 1.6% 3.4% 0.2%
Colón 15.2% 1.0% 0.3% 59.6% 19.9% 1.9% 2.0% 0.2%
Cortés 9.8% 0.4% 0.1% 55.1% 28.5% 2.5% 3.4% 0.2%
Santa Bárbara 18.7% 0.9% 0.2% 61.1% 16.3% 1.0% 1.7% 0.1%
Yoro 13.3% 0.7% 0.1% 60.4% 21.8% 0.7% 2.9% 0.1%
Fuente: Elaboración propia en base a INE - Censo de Población y Vivienda 2013

Al observar, el nivel educativo de la población en estos cinco departamentos sobresale que en


promedio más del 55% de la población mayor de 10 años, ha alcanzado el nivel educativo básico, un

4
Población total = 9,304.980 Proyección de Población Total Honduras para el año 2020. INE.

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23% alcanzó el nivel educativo secundaria, un 3% alcanza la educación universitaria y un 14% en
promedio no logro alcanzar ningún nivel educativo.

Este comportamiento es similar en los cinco departamentos, nuevamente Cortés revela un


comportamiento diferente ya que muestra un menor porcentaje de personas de 10 años y más, sin
ningún nivel educativo y con mayor porcentaje de población con nivel educativo superior no
universitario (educación técnica).

En otras palabras, estos departamentos observados muestran similar comportamiento en cuanto al


nivel educativo, donde la educación básica (hasta 6to grado) y secundaria (ciclo común más
diversificado) son alcanzados por más del 70% de la población mayor de 10 años de edad, mostrando
un reto para el país aumentar el nivel educativo de la población ya que sólo el 3% alcanza nivel
universitario.

Gráfico No.1

Fuente: Elaboración propia en base a INE - Censo de Población y Vivienda 2013

Tabla No. 4 Participación laboral por departamento


Participación Laboral
Departamento PET PEA PEI
Tasa de Participación
Laboral (TP)
Hombre Mujer Hombre Mujer Hombre Mujer Hombre Mujer
Atlántida 158,982 174,956 93,982 33,471 65,001 141,485 59% 19%
Colón 111,566 119,458 68,990 18,626 42,576 100,832 62% 16%
Cortés 571,023 639,262 350,611 172,526 220,412 466,736 61% 27%
Santa Bárbara 163,297 158,994 108,617 19,590 54,680 139,404 67% 12%
Yoro 209,043 224,372 128,535 35,375 80,509 188,998 61% 16%
Total Nacional 3,068,461 3,305,753 1,962,135 669,489 1,106,325 2,636,264 64% 20%
Fuente: Elaboración propia en base a INE - Censo de Población y Vivienda 2013

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En lo que se refiere a la participación laboral diferenciada por sexo, en los departamentos de Atlántida,
Colón, Santa Bárbara y Yoro la TPL (Tasa de Participación Laboral) de las mujeres es menor al 20%,
sólo en el departamento de Cortés supera esta cifra, alcanzado el 27%. Lo que significa que del total
de mujeres en edad de trabajar en estos departamentos en promedio solo el 18% se encuentra dentro
de la Población Económicamente Activa.

Lo que se traduce en que sólo el 18 por ciento de las mujeres en edad de trabajar (15 – 64 años de
edad) cuentan con un empleo remunerado o se hallan en plena búsqueda de actividades
remuneradas, cifra que llama poderosamente la atención al compararla con la TPL de los hombres
que alcanza a más del 60% de los hombres en edad de trabajar. Este comportamiento es consistente
con los datos a nivel nacional donde el 64% de hombres son parte de la PEA y sólo el 20% de las
mujeres. Es decir, una brecha entre hombres y mujeres de 44 puntos porcentuales a favor de los
hombres.

Quedando en evidencia, que, en estos cinco departamentos, que, aunque la mujer se encuentra en
edad de trabajar (y como se mencionó anteriormente, el departamento de Cortés es el departamento
del país que más empleo genera), en más del 80% las mujeres en edad de trabajar no encuentran
actividades remuneradas (no encuentran empleo). Vale la pena destacar que en base a lo planteado
por la CEPAL/OIT, “el acceso al mercado laboral remunerado está relacionado con la autonomía de
las mujeres en el sentido más amplio, lo que tiene un impacto directo sobre múltiples aspectos
sociales. La autonomía económica es un pilar fundamental para el desarrollo personal de las mujeres
y, por definición, requiere que estas perciban ingresos que les permitan superar la pobreza y disponer
de su tiempo libremente para capacitarse, acceder a otros mercados laborales, desarrollarse
profesional y personalmente, participar de manera activa en la vida social y política, y dedicarse a sus
seres queridos sin que ello se transforme en una barrera para el logro de sus propias aspiraciones. En
este sentido, mejorar el acceso de las mujeres a las actividades remuneradas y reducir las brechas
existentes dentro del mercado laboral es crucial para el crecimiento, la igualdad y la reducción de la
pobreza […]” (CEPAL/OIT, 2019, p.42).

Muchos estudios coinciden en que la decisión de participar en el mercado laboral por parte de las
mujeres está influenciada por otras decisiones, principalmente la de invertir en educación y la de
formar una familia, y a su vez tiene un impacto en ellas. Estas decisiones están afectadas por el
contexto social, económico, político y tecnológico en el cual se tomen, así como por las preferencias,
los valores y las costumbres personales y sociales, y las relaciones de poder imperantes. Estos
factores están interrelacionados y ninguno explicaría por sí solo la oferta laboral femenina. Se ha
encontrado evidencia de que, en la región de América Latina, se ha avanzado en muchos de los
factores que inciden positivamente en la decisión de las mujeres de participar en el mercado laboral,
como la igualdad en el acceso a la educación y la disminución de la tasa de fecundidad, el mayor nivel
de ingreso promedio y el mayor acceso a tecnologías que reducen el tiempo necesario para realizar
las actividades domésticas y mejoran los servicios de salud reproductiva. También se han logrado
avances en términos de derechos políticos y normas sociales (Idem, p.43).

Sin embargo, aún se observan rezagos en algunas áreas que podrían limitar el crecimiento de la
participación laboral femenina. Entre ellos se pueden mencionar las brechas de género en cuanto al
rendimiento esperado de la educación (discriminación a la hora de buscar actividades remuneradas),
y los aspectos culturales que favorecen el rol reproductivo y de cuidado de las mujeres (Idem, p.43).

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Tabla No. 5 Población de 10 años y más por principal ocupación según departamento (%)
Población de 10 años y más por Principal Ocupación según Departamento (%)
Trabajadores de Oficiales, Operadores de
Agricultores y
los operarios, instalaciones,
Directores/gere Técnicos/profesi trabajadores
servicios, artesanos máquinas y Otras ocupaciones
Departamento ntes onales y calificados, Ocupaciones
vendedores de y artesanos de ensambladores y ocupaciones
Profesionales y personal de agropecuarios militares
comercios y artes elementales
científicos apoyo forestales y
mercados mecánicas y otros
pesqueros

H M H M H M H M H M H M H M H M
Atlántida 4.2% 3.8% 5.1% 4.8% 9.7% 8.0% 18.6% 0.6% 14.7% 1.6% 5.4% 0.7% 15.7% 6.8% 0.3% 0%
Colón 2.9% 3.0% 2.8% 2.8% 7.4% 5.5% 34.0% 2.0% 11.3% 1.0% 4.0% 0.1% 16.1% 6.9% 0.2% 0%
Cortés 5.3% 3.7% 6.8% 6.8% 9.9% 7.2% 7.8% 0.4% 14.8% 3.0% 11.8% 6.9% 10.4% 6.7% 0.1% 0%
Santa Bárbara 1.7% 1.5% 2.6% 2.6% 4.8% 3.6% 48.4% 0.8% 8.7% 1.6% 5.0% 1.4% 13.4% 3.9% 0.1% 0%
Yoro 2.5% 2.6% 3.5% 3.55 7.5% 5.8% 33.8% 1.0% 10.0% 1.3% 4.9% 2.2% 15.9% 5.1% 0.3% 0%
Fuente: Elaboración propia en base a INE - Censo de Población y Vivienda 2013

En cuanto a la principal ocupación, en que las mujeres se insertan en los diferentes mercados de
trabajo, en estos cinco departamentos, en primer lugar aparecen otros servicios y ocupaciones
elementales, que en base a la Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones (CIUO), estructura
de clasificación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para organizar la información de
trabajo y empleo, hace referencia a actividades remuneradas en relación a: Limpiadores y asistentes,
Peones agropecuarios; pesqueros y forestales; Peones de la minería, la construcción, la industria
manufacturera y el transporte; Ayudantes de preparación de alimentos; Vendedores ambulantes de
servicios y afines; Recolectores de desechos y otras ocupaciones.

Gráfico No.2

Fuente: Elaboración propia en base a INE - Censo de Población y Vivienda 2013

En segundo lugar, las mujeres ocupadas mayores de 10 años, en estos cinco departamentos se
dedican a Trabajadores de los servicios, vendedores de comercios y mercados, que incluye
actividades relacionadas con: Trabajadores de los servicios personales; Vendedores; Trabajadores de
los cuidados personales y Personal de los servicios de protección. Vale la pena destacar que en el

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departamento de Cortes la ocupación principal de las mujeres mayores de 10 años es operarias de
instalaciones máquinas y ensambladoras.

Tabla No. 6 Jefatura de hogar por sexo según departamento


Jefatura de Hogar por Sexo
Departamento Porcentaje
Total Hombre Mujer
Hombre Mujer
Atlántida 101,243 69,127 32,116 68% 32%
Colón 68,332 48,221 20,111 71% 29%
Cortés 379,721 267,219 112,502 70% 30%
Santa Bárbara 98,810 75,583 23,227 76% 24%
Yoro 126,118 88,488 37,630 70% 30%
Total 774,224 548,638 225,586 71% 29%
Fuente: Elaboración propia en base a INE - Censo de Población y Vivienda 2013

En base al Censo Nacional de Población y Vivienda del 2013, en estos cinco departamentos existían
774,224 hogares, de los cuales el 71% identifican al hombre como jefe de hogar o sea como la persona
a quien las demás personas miembros del hogar reconocen como tal, por su contribución a la
economía familiar y quien ejerce autoridad para tomar decisiones que afecten o mejoren al grupo y
solo en un 29% reconocen a la mujer como jefa de hogar.

Algunos estudios han demostrado que por lo general esta cifra de reconocimiento de jefatura femenina
de los hogares, muestre un considerable subregistro, dado que la declaración al respecto presenta un
fuerte sesgo, referido a la asociación cultural entre identidad masculina y la idea de jefatura. Además,
las estadísticas han demostrado que por lo general las jefas de hogar son en su mayoría mujeres sin
pareja, que enfrentan mayor reto a nivel de conseguir ingresos económicos para el hogar y se vuelve
evidente las brechas entre los hogares con jefatura hombre de los hogares con jefatura mujer.

La jefatura femenina puede tener algún tipo de relación con el desplazamiento forzado, tal como lo
señala el estudio de Caracterización realizado en el 2019 “la proporción de hogares monoparentales
es superior en los hogares desplazados, 11% frente al 7% de los hogares de comparación. Esta
diferencia podría indicar dos cosas: que los hogares encabezados por mujeres son más vulnerables
al desplazamiento ante situaciones de riesgo e inseguridad, siendo mayor su desprotección real o
percibida; o que el desplazamiento forzado genera, en ocasiones, la separación del núcleo familiar”
(CIPPDV/ SEDH/ ACNUR/JIPS, 2019, p.31).

Igualmente, respecto a los detonantes para el desplazamiento en función de la jefatura de hogar que
fueron identificados en el estudio mencionado en el párrafo anterior indican “se observa cómo éstos
difieren en algunos casos entre hombres y mujeres. Por ejemplo, los hogares encabezados por
hombres se vieron afectados con mayor frecuencia por asesinatos y extorsiones, mientras que los
encabezados por mujeres sufrieron lesiones, violencia sexual, el despojo de tierras y la usurpación de
vivienda en una proporción superior al doble de los hogares desplazados con jefatura masculina”
(Ídem, p.41).

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Tabla No. 7 Pobreza por departamento
Pobreza
Índice de Pobreza Intensidad de la
Multidimensional pobreza (% promedio
Departamento (IPM) de carencia entre los IDH IDH
AÑO 2009 pobres) AÑO 2009
2002 2009
Atlántida 0.076 52.5 0.693 0.731
Colón 0.154 58.0 0.633 0.685
Cortés 0.057 53.4 0.718 0.746
Santa Bárbara 0.245 56.8 0.591 0.631
Yoro 0.158 56.4 0.654 0.689
Total Nacional 0.159 57.9 0.669 0.705
Fuente: Elaboración propia en base a datos de PNUD/Informe Sobre Desarrollo Humano Honduras 2011.

Por otra parte, para medir pobreza en estos cinco departamentos, se utilizó el concepto y medición de
pobreza realizado por Naciones Unidas, que indica que la pobreza es producto de una multiplicidad
de carencias que contribuyen a la inequidad territorial y se convierten en obstáculos preponderantes
para el progreso en el desarrollo humano del país o de las regiones (va más allá de la falta de
ingresos). Las estimaciones hechas a nivel nacional muestran que una considerable proporción de la
población hondureña (58%) vive en hogares con tres o más carencias básicas, (PNUD. 2011, p.25).

Al observar este indicador por cada uno de los departamentos revisados en este estudio, se observa
que el departamento de Santa Bárbara presenta mayor nivel de pobreza con el IPM de 0.245,
siguiéndole en importancia el departamento de Yoro con 0.158 y presenta menor nivel de pobreza el
departamento de Cortés con 0.057. Se puede ver de otra forma mediante la intensidad de la pobreza
o el porcentaje promedio de carencia, donde los cinco departamentos presentan en promedio, que
más de la mitad de su población vive con carencias, consistente este resultado con el comportamiento
a nivel nacional. Estos niveles de pobreza están fuertemente correlacionados con su nivel de
desarrollo humano medido a través del IDH, o sea que a un mayor nivel de pobreza le corresponde
un menor nivel de desarrollo humano, en ese sentido se ve que el departamento de Santa Bárbara
presenta una IDH equivalente al 0.689 para el año 2009 y el departamento de Cortés alcanza la cifra
de 0.745 superando incluso el IDH nacional.

Gráfico No. 3

Fuente: Elaboración propia en base a datos de PNUD/Informe Sobre Desarrollo Humano Honduras 2011.

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Al medir solo el avance que han tenido los departamentos en relación al Índice de Desarrollo Humano
(IDH) del 2002 al 2009 (8 años), todos los departamentos acá observados muestran un avance, pero
manteniendo el comportamiento o el patrón donde el Departamento de Santa Bárbara presenta un
menor IDH en ambos años registrados y Cortés muestra un mejor IDH en ambos años registrados.
Teniendo presente que a través del IDH se pueden derivar las posibilidades de crecimiento económico
de las sociedades y el modo en que sus estados les facilitan un entorno adecuado o no para dicho
objetivo y mejorar sus condiciones de vida en general. Presentado los cinco departamentos (inclusive
el departamento de Cortés y el país en general) un desarrollo humano medio (donde este indicador
toma valores entre 0,50 y 0,70) lo cual se traduce en grandes retos en relación con mejorar la
esperanza de vida al nacer y las garantizar el buen estado de la salud, mejorar cobertura y calidad de
la educación en todos los niveles educativos y mejorar el acceso que tienen las personas a los recursos
económicos para vivir (distribución de riqueza).

Gráfico No.4

Fuente: Elaboración propia en base a datos de PNUD/Informe Sobre Desarrollo Humano Honduras 2011.

De acuerdo con varias autoras/es, no es posible señalar la pobreza como causa de la violencia o del
desplazamiento forzado, sin embargo, si es posible considerar que los factores sociales como la
pobreza, las desigualdades económicas y la falta de oportunidades son condiciones que determinan
la violencia. Así como también lo menciona el Banco Mundial, la pobreza puede ser causa del
desplazamiento en busca de mejores condiciones personales y para la familia y para esa institución
son migrantes económicos. En el estudio de Caracterización realizado en el año 2019, se identifica la
pobreza como un factor de vulnerabilidad y factor de riesgo, en la estrategia de seducción y engaño a
través de dinero, trabajo y regalos, para el reclutamiento de menores a maras y pandillas (CIPPDV/
SEDH/ ACNUR/JIPS, 2019, p.42).

2.3 Condición migratoria por departamento

La Tasa Neta Migratoria muestra la diferencia entre el número de personas emigrantes (personas que
abandonan o se van del país o región donde nacieron) y personas inmigrantes (personas que llegan
a un país o región diferente al que nacieron) en un área determinada durante un periodo concreto,
relacionada con población media de dicha área en dicho periodo. De los cinco departamentos

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observados en este estudio cuatro (Atlántida, Colón, Santa Bárbara y Yoro), tienen o muestran una
Tasa Neta Migratoria negativa lo que significa que es mayor el número de personas que salen del
departamento que las que llegan o se puede decir que son departamentos expulsores de personas
(en estos departamentos año con año la población disminuye por el lado de la movilidad de las
personas).

A diferencia de lo anterior el departamento de Cortés muestra un comportamiento contrario, ya que es


un departamento atractivo para la población donde su Tasa Neta de Migración es positiva (+1.83) lo
cual se traduce, en que en este departamento año con año son más las personas que se trasladan a
vivir que las que abandonan el departamento. Esto se explica por lo que anteriormente se ha detallado,
es el departamento con mayores oportunidades de empleo por presentar un desarrollo industrial más
acelerado que el resto del país y es el departamento que tiene mejores condiciones de vida medidas
estas a través del IDH.

Al observar el movimiento migratorio de la población en estos departamentos diferenciado por sexo


se ve, que en el departamento de Atlántida a nivel de la migración interna (al interior del país) son más
las mujeres que lo hombres los que mueven (o sea de 115 personas que llegaron al departamento de
Atlántida 79 eran mujeres). En este mismo departamento se registró una migración (emigración) de
945 personas y que migraron fuera del país de estas el 49% (casi la mitad) son mujeres.

En el caso del departamento de Colón tanto la migración interna como la internacional son negativas
(abandonan el departamento) ya sea para otro departamento u otro país. Y al igual que Atlántida a
nivel interno son las mujeres que más mueven representando estas el 60% de las personas que se
trasladaron a otro departamento del país. A nivel internacional el 48% de las personas que salieron
del departamento de Colón hacia otro país eran mujeres.

Al observar el departamento de Cortés su migración interna es mayor (muchas personas de los otros
departamentos del país se trasladan a vivir a Cortés) y son las mujeres las que más migran hacia
Cortés (58%). La migración internacional si es negativa (son más las personas que salen del
departamento de Cortés para irse fuera del país) y en este caso si son más hombres lo que salen del
departamento con miras internacionales representando estos el 60%.

Tabla No. 8 Migración estimada por departamento para el año 2020


Migración Estimada por Departamento para el Año 2020
Departamento Migración
Tasa Neta Migración interna
Migración internacional
Migratoria
Neta Hombre Mujer Hombre Mujer
Atlántida -1.71 -830 36 79 -486 -459
Colón -3.85 -1,331 -226 -345 -399 -361
Cortés 1.83 3,263 2,289 3,142 -1,310 -858
Santa Bárbara -2.09 -983 -86 -359 -346 -192
Yoro -3.76 -2,338 -494 -682 -693 -469
Fuente: Elaboración propia en base a INE, Proyecciones de población 2013-2030. Censo Nacional de Población y Vivienda
2013.

En el caso de los departamentos de Santa Bárbara y Yoro tanto su migración interna como
internacional es negativa (son más las personas que salen del departamento). A nivel interno (se
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trasladan a otro departamento del país) en ambos departamentos migran más las mujeres y a nivel
internacional (salen del país) migran más los hombres.

De acuerdo con el estudio de Caracterización, realizado en el año 2019, se señala la relación que
existe entre la violencia y la migración “los municipios y departamentos con altos índices de violencia
son los que generan más desplazamiento forzado, y que la mayoría de las personas afectadas
permanecen relativamente cerca de sus lugares de origen, o sea, en zonas donde persiste la violencia.
El conocimiento de estas dinámicas permitirá desarrollar programas específicos en las zonas con
mayor incidencia” ((CIPPDV/ SEDH/ ACNUR/JIPS, 2019, p.35).

2.4 Violencia

En base a los datos presentados por el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad
(IUDPAS), del 2002 al 2019 en Honduras 6,578 mujeres han perdido la vida de manera violenta. El
año que más muertes se registraron fue el 2013 con 636 feminicidios. A partir del 2014 esta cifra
muestra un comportamiento hacia la baja, pero se siguen reportando en el país cifras alarmantes y
estos casos son cometidos con odio, saña y crueldad (UNAH/IUDPAS. 2018, p.1).

Gráfico No. 5

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

En relación a lo cual el BID en el año 2019, a través de su publicación Femicidio en Honduras, plantea
que “aunque la cantidad de femicidios ha descendido del 2013 al 2017, y se han realizado avances en
el marco institucional con la tipificación del femicidio en el Código Penal y la creación de una instancia
para investigación de este delito y de las muertes violentas de mujeres en 2013, persisten importantes
desafíos que limitan su prevención efectiva tales como: los altos niveles de impunidad; la baja
proporción de mujeres afectadas por distintas formas de violencia que buscan protección y ayuda
institucional; y la falta de políticas integrales para su abordaje. Asimismo, existen vacíos en el proceso
de atención, detección, protección, seguimiento, investigación y sanción de casos” (BID. 2019, p.3).

Al observar la tasa de crecimiento interanual de feminicidios en el país (variación porcentual de un año


con relación al anterior), el panorama es otro, se observa que el año donde más se incrementaron los

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feminicidios en el país es del 2006 al 2007, donde esta tasa de crecimiento alcanzo el 46% (se
registraron 93 feminicidios más en el 2007 en comparación con el 2006). Luego el otro incremento
interanual que registran los feminicidios es del año 2010 al 2011 (33%), donde se registraron 127
feminicidios más en el 2011 en comparación con el 2010.

Tabla No. 9 Honduras: Tasa de Crecimiento Interanual, de


Feminicidios Registrados - período 2002 - 2019

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

En contraposición al dato anterior, se puede observar que donde este crecimiento interanual fue menor
es para el año 2017, donde se registraron 110 feminicidios menos que el año 2016, alcanzando esta
tasa interanual su tasa negativa más baja del -17%. Lo que si llama la atención es que esta tasa
muestra un comportamiento errático, que por lo general un comportamiento errático (variación no
constante) en tasas interanuales de datos relacionados al comportamiento de la población, es
explicado por tomar de base datos de “mala” calidad que muestran un sobre o sub registro o sea
deficiencia en el registro.

Gráfico No.6

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

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Al observar los feminicidios registrados por departamentos, el departamento con más feminicidios es
el departamento de Cortés con 1,118 feminicidios registrados durante el período del 2012 al 2018. Y
los departamentos con menos feminicidios son los departamentos de Colón y Santa Bárbara con 114
feminicidios registrados para este mismo periodo.

Tabla No.10 Femicidios registrados por año, según departamento y total nacional
Feminicidios registrados por año Total todos los
Departamento
2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 años
Atlántida 43 40 35 23 26 32 16 215
Colón 23 19 15 14 15 15 13 114
Cortés 204 238 183 149 136 116 92 1,118
Santa Bárbara 20 19 10 16 23 18 8 114
Yoro 37 46 27 32 31 23 27 223
Resto de Deptos. 279 274 256 244 237 184 227 1,701
Total Nacional 606 636 526 478 468 388 383 3,485
Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

Resalta que del total de 3,485 feminicidios registrados en el país para el período del 2012 al 2018 5, el
51% de estos se registraron en los cinco departamentos aquí observados, siendo el departamento de
Cortés el departamento que registra por sí sólo el 32% del total de estos feminicidios.

Gráfico No.7

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

5
Para años anteriores al 2012, no se logran ubicar los feminicidios por departamentos. Por eso al analizar los
datos por departamento solo se logró considerar el período 2012 – 2018.

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Al observar los feminicidios por departamento, en Atlántida se registraron más feminicidios en el año
2012 y el año que menos feminicidios se registraron en este departamento es el 2018 con 16.

Tabla No.11 Departamento de Atlántida: femicidios registrados por tipo de registro


para el periodo 2012- 2018 N=215
Departamento de Atlántida
TIPO DE FEMINICIDIO REGISTRADO TOTAL
2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018

Muerte violeta sin determinar 13 9 6 1 2 2 3 36


Homicidio 10 7 4 5 11 8 5 50
Femicidio sin determinar 1 3 6 9 5 6 4 34
Femicidio intimo 4 6 5 2 1 4 0 22
Femicidio por violencia sexual 1 2 1 0 2 2 1 9
Femicidio por violencia intrafamiliar 1 0 1 1 0 0 1 4
Femicidio por conexión 0 1 0 0 0 0 0 1
Femicidio por delincuencia organizada 13 12 12 5 5 10 2 59
Total 43 40 35 23 26 32 16 215
Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

Durante el período del 2012 al 2018 en el departamento de Atlántida, el 27% de los feminicidios fueron
registrados como feminicidios por delincuencia organizada, siguiéndole en importancia el homicidio
con 23% y sin determinar el 17%.

Gráfico N.8 Departamento de Atlántida: femicidios registrados por tipo de registro


para el periodo 2012- 2018 N=215

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

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El mismo comportamiento presenta el departamento de Colón al observar los feminicidios para el
período 2012 – 2018, el año que más registro fue el 2012 con 23 feminicidios y el 2018 es el año que
registró menos feminicidios en este departamento, alcanzando la cifra de 13 feminicidios.

Tabla No.12 Departamento de Colón: femicidios registrados por tipo de registro


para el periodo 2012- 2018 N=114
Departamento de Colón
TIPO DE FEMINICIDIO REGISTRADO TOTAL
2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018
Muerte violeta sin determinar 6 5 3 1 4 2 3 24
Homicidio 6 0 2 2 2 5 6 23
Femicidio sin determinar 0 4 2 5 1 1 1 14
Femicidio intimo 2 2 3 1 7 3 2 20
Femicidio por violencia sexual 1 1 3 2 0 0 1 8
Femicidio por violencia intrafamiliar 1 1 0 0 0 0 0 2
Femicidio por conexión 0 1 0 0 1 0 0 2
Femicidio por delincuencia organizada 7 5 2 3 0 4 0 21
Total 23 19 15 14 15 15 13 114
Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

En Colón el 21% de feminicidios registrados, es registrado como muerte violenta sin determinar, el
20% se registró como homicidio y en un 18% se encuentra femicidio íntimo y femicidio por delincuencia
organizada.

Gráfico No. 9

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

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Por su parte el departamento de Cortés, registro el mayor número de feminicidios en el año 2013 con
238 feminicidios; el 2018 es el año que reporta menor cantidad de feminicidios con 92.

Tabla No. 13 Departamento de Cortés: femicidios registrados por tipo de registro


para el periodo 2012- 2018 N=1,118
Departamento de Cortés
TIPO DE FEMINICIDIO REGISTRADO TOTAL
2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018
Muerte violeta sin determinar 49 32 45 17 26 21 16 206
Homicidio 41 24 31 29 39 24 29 217
Femicidio sin determinar 19 46 36 41 31 22 19 214
Femicidio intimo 12 15 5 5 6 14 8 65
Femicidio por violencia sexual 5 15 5 7 9 6 0 47
Femicidio por violencia intrafamiliar 4 0 1 2 1 0 0 8
Femicidio por conexión 0 5 5 1 2 1 0 14
Femicidio por delincuencia organizada 74 101 55 47 22 28 20 347
Total 204 238 183 149 136 116 92 1,118
Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

En cuanto a cómo se registraron estos feminicidios durante el período 2012 – 2018, en el


departamento de Cortés en un 31% fueron registradas como femicidio por delincuencia organizada,
19% como homicidio y femicidio sin determinar y en un18% como muerte violenta sin determinar.

Gráfico No.10

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

Página 44 de 116
En el departamento de Santa Bárbara, durante el período 2012 – 2018, el año 2016 es el año que más
feminicidios registró con 23 y al igual que los departamentos anteriores el año 2018 es el año con
menos feminicidios registrados en este departamento.

Tabla No. 14 Departamento de Santa Bárbara: femicidios registrados por tipo de


registro para el periodo 2012- 2018 N=114
Departamento de Santa Bárbara
TIPO DE FEMINICIDIO REGISTRADO TOTAL
2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018
Muerte violeta sin determinar 4 7 6 1 5 2 1 26
Homicidio 7 5 0 4 7 4 1 28
Femicidio sin determinar 0 2 0 1 2 5 0 10
Femicidio intimo 3 2 2 4 3 4 3 21
Femicidio por violencia sexual 1 2 1 2 2 0 1 9
Femicidio por violencia intrafamiliar 1 1 0 0 0 2 1 5
Femicidio por conexión 1 0 1 1 2 0 0 5
Femicidio por delincuencia organizada 3 0 0 3 2 1 1 10
Total 20 19 10 16 23 18 8 114
Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

En cuanto al registro del total de feminicidios para Santa Bárbara durante el período 2012 – 2018 el
25% fue registrado como homicidio, un 23% como muerte violenta sin determinar y un 18% como
feminicidio íntimo, representando estos tres registros más del 60% de los datos.

Gráfico No.11

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

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Este comportamiento para el departamento de Yoro, muestra que el año con más registro de
feminicidio es el año 2013 con 46 feminicidios registrados y el año con menos registro es el 2017 con
23 feminicidios, durante este período observado.

Tabla No. 15 Departamento de Yoro: femicidios registrados por tipo de registro


para el periodo 2012- 2018 N=223
Departamento de Yoro
TIPO DE FEMINICIDIO REGISTRADO TOTAL
2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018
Muerte violeta sin determinar 12 15 9 5 6 1 9 57
Homicidio 8 8 3 11 11 7 7 55
Femicidio sin determinar 1 7 3 4 7 3 4 29
Femicidio intimo 2 3 2 6 3 3 2 21
Femicidio por violencia sexual 2 0 3 1 0 1 0 7
Femicidio por violencia intrafamiliar 1 1 0 2 1 1 0 6
Femicidio por conexión 0 0 0 0 1 1 0 2
Femicidio por delincuencia organizada 11 12 7 3 2 6 5 46
Total 37 46 27 32 31 23 27 223
Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

En cuanto al registro de un total de 223 feminicidios en el departamento de Yoro durante el período


del 2012 – 2018, un 26% se registró como muerte violenta sin determinar un 25% como homicidio y
un 25% como femicidio por delincuencia organizada. Lo cual representa el 72% de los registros.

Gráfico No.12

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

Página 46 de 116
Un elemento importante por considerar en este contexto de la violencia por departamento es el
relacionado con los requerimientos fiscales para evaluación médico legal en clínica forense. Para el
caso en el departamento de Atlántida (considerando la oficina regional de La Ceiba la Oficina Regional
de Tela) durante el período 2012 – 2018 se registraron un total de 5,943 requerimientos, de estos un
45% fueron realizados por lesiones, un 22% por agresión y maltrato y un 21% por delito sexual.

Gráfico No.13

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

Al igual, en el departamento de Colón, el mayor porcentaje de requerimientos fiscales para evaluación


médico legal en clínica forense fue por lesiones y delitos sexuales ambos con un 32% del total de
1,825 requerimientos y en un 19% por mujer maltratada/agredida.

Gráfico No.14

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

Página 47 de 116
En el departamento de Cortés se registraron un total de 16,905 requerimientos fiscales para evaluación
médico legal en clínica forense, de estos el 44% fue por lesiones, un 33% mujer maltrata y/o agredida
y en un 15% por delito sexual. Considerando en este indicador los registrados en la oficina regional
de San Pedro Sula y la oficina regional de Puerto Cortés.

Gráfico No.15

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

Por su parte, en el departamento de Santa Bárbara, durante el período 2012 -2018 se presentaron un
total de 1,975 requerimientos fiscales para evaluación médico legal en clínica forense, de los cuales
un 42% fue por delito sexual, un 30% lesiones y un 23% por agresión y maltrato.

Gráfico No.16

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

Página 48 de 116
Y el departamento de Yoro registró un total de 2,657 requerimientos fiscales para evaluación médico
legal en clínica forense de las cuales 33% corresponde a lesiones, un 32% por delitos sexuales y un
22% agresiones y maltratos. Incluyéndose en este indicador lo requerimientos presentados en la
oficina regional de Yoro y la oficina regional de El Progreso.

Gráfico No.17

Fuente: Elaboración propia en base a datos UNAH/IUDPAS.

Tomando como fuente al Ministerio Público, otro indicador que muestra la situación de violencia por
departamento, son las denuncias recibidas de delito cometidos contra las mujeres, los registro para
los años 2018 y 2019 de esta fuente de datos, muestran que en el caso del departamento de Atlántida,
se recibieron un total de 7,079 denuncias de las cuales destaca que un 20% fue por robo, un 12% por
amenazas, un 9% por violencia doméstica, un 7% violencia doméstica psicológica y violencia
intrafamiliar y violencia física con un 6%.

Gráfico No.18

Fuente: Elaboración propia en base a datos Ministerio Público.

Página 49 de 116
En el caso del departamento de Colón, se recibieron durante los años 2018 – 2019 un total de 1,023
denuncias de delitos cometidos contra las mujeres de las cuales, destaca un 18% es por amenazas,
un 12% violencia familiar, un 7% lesiones, un 6% robo con intimidación y 4% violación especial y robo
en lugar habilitado.

Gráfico No. 19

Fuente: Elaboración propia en base a datos Ministerio Público.

Por su parte, en el departamento de Cortés, se recibieron más de once mil denuncias de delitos
cometidos contra la mujer, de las cuales sobresalen el 18% fue por robo, 13% violencia doméstica
psicológica, 9% violencia doméstica física y 7% hostigamiento sexual e igual porcentaje amenazas.

Gráfico No. 20

Fuente: Elaboración propia en base a datos Ministerio Público.

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En el departamento de Santa Bárbara, se recibieron un total de 705 denuncias por delitos cometidos
contra las mujeres, de las cuales se subraya un 22% fue por amenazas, un 13% coacción, 9% violencia
intrafamiliar, 5% violencia doméstica psicológica, 4% robo con intimidación, y con un 3% de
representatividad los delitos de violencia doméstica física, violación especial y daños.

Gráfico No. 21

Fuente: Elaboración propia en base a datos Ministerio Público.

En el departamento de Yoro, durante los años 2018 y 2019, se recibieron más de dos mil denuncias
de delitos cometidos contra las mujeres, de las cuales destaca un 20% correspondía a amenazas, un
8% violencia intrafamiliar y robo con intimidación respectivamente, 4% violencia doméstica psicológica
y lesiones y con 3% daños, estafa, violación y violencia doméstica física.

Gráfico No.22

Fuente: Elaboración propia en base a datos Ministerio Público.

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En el informe de caracterización 2019, se indica que el CONADEH “en su informe del 2017, señaló
que las principales causas del desplazamiento interno ese año fueron la violencia del crimen
organizado (maras, narcotráfico, y sicarios); las violaciones de los derechos humanos y discriminación
por motivos de género, orientación sexual e identidad de género” (CIPPDV/ SEDH/ ACNUR/JIPS,
2019, p.18)

2.5 Balance critico

En el análisis de la caracterización sociodemográfica y socioeconómica de los cinco departamentos


aquí estudiados, de acuerdo con datos oficiales del INE, resalta que estos representan el 40% de la
población total del país, que en su mayoría son mujeres (51%) y la población en general habita más
en las áreas urbanas (57%) y al igual que la población a nivel nacional la composición por edad refleja
que son más las personas menores de 24 años de edad (53%). En promedio en estos cinco
departamentos el 59% de la población ha alcanzado el nivel educativo básico. En relación con la
situación laboral, destaca que sólo el 18 por ciento de las mujeres en edad de trabajar (15 – 64 años
de edad) cuentan con un empleo remunerado o se hallan en plena búsqueda de actividades
remuneradas, cifra que llama poderosamente la atención al compararla con la TPL de los hombres
que alcanza a más del 60% de los hombres en edad de trabajar.

En cuanto a pobreza, los cinco departamentos presentan en promedio, que más de la mitad de su
población vive con carencias y en un Desarrollo Humano Medio, lo cual se traduce en grandes retos
en relación con mejorar la esperanza de vida al nacer y garantizar el buen estado de la salud, mejorar
cobertura y calidad de la educación en todos los niveles educativos y mejorar el acceso que tienen las
personas a los recursos económicos para vivir (distribución de riqueza). Otro rasgo que llama la
atención, es el saldo migratorio, de los cinco departamentos observados en este estudio cuatro
(Atlántida, Colón, Santa Bárbara y Yoro), muestran una Tasa Neta Migratoria negativa lo que significa
que es mayor el número de personas que salen del departamento que las que llegan o se puede decir
que son departamentos expulsores de personas (en estos departamentos año con año la población
disminuye por el lado de la movilidad de las personas), sólo el departamento de Cortés muestra un
comportamiento contrario, ya que es un departamento atractivo para la población donde su Tasa Neta
de Migración es positiva (+1.83) lo cual se traduce, en que en este departamento año con año son
más las personas que se trasladan a vivir que las que abandonan el departamento.

En relación con la violencia, de acuerdo con datos de UNAH/IUDPAS resalta que del total de 3,485
feminicidios registrados en el país para el período del 2012 al 2018, el 51% de estos se registraron en
los cinco departamentos aquí observados, siendo el departamento de Cortés el departamento que
presenta por sí sólo el 32% del total de estos feminicidios, registrados como femicidio por delincuencia
organizada en su mayoría. Además, los requerimientos fiscales para evaluación médico legal en
clínica forense, alcanzaron en este departamento un total de 16,905 requerimientos (2012 – 2018), de
estos el 44% fue por lesiones, un 33% mujer maltratada y/o agredida y en un 15% por delito sexual.
Estos requerimientos fiscales no presentan un mismo comportamiento en los departamentos

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observados, por ejemplo, en Atlántida el 45% es por lesiones; en Colón un 32% por delito sexual; en
Santa Bárbara en su mayoría (42%) también delito sexual y en el departamento de Yoro el mayor
porcentaje de estos requerimientos es por lesiones (32%).

Tomando como fuente al Ministerio Público, otro indicador que muestra la situación de violencia por
departamento, son las denuncias recibidas de delito cometidos contra las mujeres, los registro para
los años 2018 y 2019 de esta fuente de datos, muestran que en el caso del departamento de Atlántida
el 20% (mayor porcentaje) fue denuncia por robo; en Colón el 18% por amenaza; en Cortés 18% por
robo; Santa Bárbara 22% por amenaza y en el departamento de Yoro el mayor porcentaje de estas
denuncias fue por amenazas en un 20%.

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3. Dinámica de la VSBG y del desplazamiento forzado

Hablar de dinámica en la parte social, remite a describir los factores capaces de


producir alteraciones en los hechos, fenómenos y estructuras sociales, es una

mirada a la realidad social producto de los procesos sociales en los que


intervienen diversos factores que van desde una forma determinada en el entorno
físico hasta las normas que definen las relaciones de esa sociedad. Es una

invitación a la reflexión sobre la importancia de identificar dinámicas de


reproducción y creación, presentes en violencia sexual basada en género y
desplazamiento forzado, lo que permite pensar con mayor claridad en una

identificación de las posibles causas y efectos de los fenómenos en estudio y en


las necesidades de avance de la normatividad.

En este capítulo se responde a la interrogante ¿cuál es la dinámica de la violencia


sexual basada en género y del desplazamiento forzado en los cinco
departamentos propuestos por el estudio: Atlántida, Colón, Cortés, Santa Bárbara,
Yoro? Aun cuando se tiene una riqueza de información es importante recordar
que lo que se recoge es una muestra de la percepción de las personas ante los
dos fenómenos: Violencia Sexual Basada en Género (VSBG) y Desplazamiento
Forzado, que no permite generalizaciones a nivel departamental.

Se presentan las percepciones generales de las personas que participaron en las


entrevistas y talleres y después las percepciones en los talleres departamentales,
los que servirán de base para un acercamiento a la comprensión de estos dos
fenómenos tan complejos.

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3.1. Percepciones generales acerca de las dinámicas

La percepción de la dinámica de la VSBG y del desplazamiento forzado, está asociada a las


actividades y desarrollo de la vida cotidiana y como en esta se reflejan los hechos sociales En tal
sentido para comprender ambas dinámicas, se indago respecto al alcance de los conceptos, como se
identifican, donde y cuando ocurren, cuáles son las reacciones que generan, que se puede hacer para
prevenirlos y que se debe hacer para atenderlos, entre otros.

3.1.1. Violencia sexual basada en género

Respecto al alcance de este concepto hay diferentes comprensiones de este. En tal sentido hay
personas que plantean que se refiere al acto de agresión en contra de una persona por su condición
de género, permitido por las relaciones de poder que se ejercen en el marco de la matriz sexual social
que existe, otras lo exponen como el acto de agresión que atenta contra la sexualidad de las mujeres.
Lo que si refieren varias de las personas entrevistadas es que “violencia sexual basada en género” es
un término nuevo que no se alcanza a comprender, que se ha incluido sin el suficiente análisis, y que
el trabajo en Honduras a estado alrededor de la violencia hacia la mujer, por su cuerpo sexuado de
mujer que responde al esfuerzo de posicionar como problema social un hecho que históricamente ha
estado naturalizado y por tanto invisibilizado.

A partir de esa comprensión del fenómeno, VSBG puede entenderse como un concepto sombrilla, en
el que están incluidos los diferentes tipos de violencia: física, psicológica, sexual, verbal, económica,
patrimonial, simbólica, estructural o restringirse a lo referido a la violencia con matiz sexual: violación,
violación conyugal, abuso, acoso callejero y laboral, hostigamiento, actos lascivos, exhibición obscena,
prostitución forzada, pornografía obligatoria e infantil, matrimonio forzado, violencia obstétrica . Se
menciona que no hay una diferencia entre violencia sexual basada en género y violencia basada en
género, considerándose una tarea pendiente para próximos estudios.

Hay coincidencia en todas las personas que estos actos ocurren en todos los espacios de relación
que tenga la mujer: casa, calle, escuela, iglesia, parques, trabajo, bares, discotecas, etc. Dependiendo
donde se dé, sea el espacio público o espacio privado, puede ser más fácil para la mujer identificarlo
como un acto de violencia. A nivel comunitario se ha registrado que se han ampliado las formas de
violencia al utilizar la sexualidad de la mujer como un elemento de intercambio, de extorción, de
amenaza, de castigo, de dominación, incluso de “salvoconducto” personal y familiar. En general las
mujeres están sobre expuestas a la VSBG, dado que es una situación naturalizada en la cultura
patriarcal y que ocurre todo el tiempo.

Respecto a cuando ocurre, lo que mencionaron las personas participantes es que por parte de la mujer
reconocer en qué momento se enfrenta a un acto violento, es aún una tarea pendiente para un número

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importante de mujeres, porque social y culturalmente se asume como “natural”, muchos de los
comportamientos que llevan implícita la violencia, se ve más como un comportamiento esperado, que
algo incomodo o peligroso. Lo que se ha identificado es que estos se incrementan en la medida que
la mujer sale del espacio privado, participa en actividades comunitarias, se organiza en redes, asiste
a jornadas de capacitación, se asocia con otras mujeres y empieza a compartir sus vivencia, como
decía la feminista Kate Millet “lo personal es político” ya pasa de la vida privada a ser un asunto de
seguridad pública y de respeto a los derechos; lo que para los hombres se constituye en una amenaza
para su dominio y control.

Las causas que se le atribuyen a la VSBG son el resultado de una cultura androcéntrica, donde las
relaciones de poder están dadas, donde la mujer no es la que detenta el poder, y los roles de género
definen el tiempo y el espacio de las mujeres. En tal sentido son estructurales, están sostenidas por
la cultura patriarcal y hace parte de múltiples modos y formas de relacionamiento social, económico,
político, por tanto, para que se dé un cambio se debe incluir a toda la sociedad, se señala la necesidad
de trabajar con las mujeres de manera específica, buscando que adquieran conciencia de sus
derechos y del hecho que no están solas para exigirlos y defenderlos.

Un aspecto determinante es que en varias oportunidades no se puede ofrecer apoyo en el momento


que la mujer enfrenta VSBG, esto debido a que no siempre se puede identificar cuando la está
viviendo. Hay algunas respuestas emocionales que las pueden percibir las personas cercanas o con
las que tiene relaciones frecuentes, solo que no es tan fácil que la mujer comparta lo que está viviendo
por temor, vergüenza, pudor, culpa, puesto que hay que ocultar el hecho por la vergüenza social, se
aplica “la ropa sucia se lava en casa”. Algunas respuestas que se pueden reconocer son aislamiento,
indecisión, miedo, llanto, ansiedad, depresión, tristeza, dolor, enojo, alejamiento de sus emociones,
intentos de suicidio, ejercicio de prácticas autodestructiva sobre el cuerpo y las relaciones,
desconfianza, incapacidad para establecer relaciones sociales sólidas, búsqueda de experiencias
límites, limitaciones laborales, etc. Una de las entrevistadas a manera de conclusión señaló “eso
depende del tipo de violencia, la personalidad y el contexto”. Otro elemento que juega un papel
importante es el tiempo de haber vivido el hecho violento, si lo está viviendo aún, hay un sentimiento
más a “flor de piel” si es un evento que vivió ya hace algún tiempo, es frecuente que la mujer lo
comparta como una anécdota o hecho que vivió otra persona.

Si la mujer participa en algún tipo de red, grupo o en procesos de sanación, es posible que busque a
una persona integrante para compartirle lo que está viviendo, no es tan frecuente que lo haga con todo
el grupo en una asamblea o reunión general, adicionalmente que busca a quien contarle, cuenta con
mayor instrumental para defenderse y sobreponerse al hecho.

Las consecuencias en la vida de las mujeres son variadas y todas son en principio negativas, en
general se puede señalar que la perdida de la dignidad es determinante para actuar. Marca a las
mujeres en la parte emocional, económica, física, de relaciones, huyen, cambian continuamente de
trabajo y residencia, tienden a la depresión y a una vida llena de tensión y frustraciones. Además de

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lo referido a su ser, también está el impacto en la familia con el debilitamiento del núcleo familiar, así
como de su relación con las redes comunitarias y restricción de la participación que ha tenido fuera
del espacio privado Todos estos sentimientos les producen desconfianza para acceder a mecanismos
de protección porque además del hecho violento que ya vivió, las personas operadoras de justicia en
muchas oportunidades revictimizan y en algunas oportunidades se exponen a vivir acoso de parte de
estos.

La consecuencia más extrema es la del desplazamiento forzado, coinciden las personas entrevistadas
que éste no se realiza frente al primer hecho de VSBG, es más la suma de estos hechos que junto
con una situación de amenaza a la vida propia o de hijas/os o personas dependientes, la que lleva a
una mujer a huir de su casa y su lugar de seguridad.

La reacción de las mujeres ante la VSBG es diversa, sin embargo, se puede destacar que la reacción
es ocultar el hecho violento. Se señala que en general no velan por su propio bienestar, no enfrentan
la violencia, esta situación se agudiza de acuerdo con el nivel de dependencia emocional y económica
que tiene del agresor, por lo que no la asumen y no comparten con la familia. Otras mujeres,
reaccionan con mucho miedo al agresor, incluso llegan a culpabilizarse porque no reaccionaron frente
al agresor y algunas llegan a manifestarlo públicamente y de acuerdo con los niveles de autonomía y
redes de apoyo denuncian o salen de las relaciones. Por las características de la sociedad, como ya
se mencionó la mujer y el grupo cercano en general normalizan el hecho de manera consciente o
inconsciente, como parte de la cultura y roles asignados, en tal sentido se le pide a la mujer “estate
tranquila, no lo provoques que él es enojado, no lo provoques”.

Las iglesias juegan un papel muy importante en el tema de la aceptación de la violencia como una
situación que la pone a prueba en su fe y en su capacidad de sacrificio, es un asunto de
responsabilidad con sus creencias. Un elemento para destacar es que no cuentan con referentes
cercanos que hayan escapado del círculo de la violencia, lo que no les abre un panorama posible, por
lo que evitan ser identificadas como la persona que enfrento un hecho violento.

Cuando la mujer enfrenta VSBG y como consecuencia debe realizar el desplazamiento forzado, en su
imaginario no está la denuncia del hecho violento. Desde la experiencia de las personas que
participaron en este estudio, en pocas oportunidades la mujer sale con la intención de no regresar
nunca, incluso la que sale a causa de violencia generada por grupos como crimen organizado, maras
y pandilla, violencia comunitaria, siempre guarda la esperanza que esa situación se va a poder
controlar y ella con sus hijas/os y dependientes puede regresar a su hogar. En muchas oportunidades
se ha encontrado que la mujer cuando sale del hogar piensa que va a volver y lo que se dice es “me
voy para que me extrañe y entre en razón”, en el fondo la mujer espera darle un escarmiento al hombre
para que éste cambie.

Al ser su mejor opción acceder a un albergue, que son los lugares de acogida y estos son
administrados por el gobierno o con fondos del gobierno, tienen como requisito la presentación de la

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denuncia, igual situación viven si acuden a una OMM, para estas instituciones se constituye en un
trámite, pero para la mujer es poner su vida al descubierto, son sus emociones y su pudor lo que está
en juego. La denuncia significa dos acontecimientos importantes: la aceptación de la vivencia del
hecho violento y confrontar ese hecho de manera pública y temen un enfrentamiento con el agresor.

Se hizo énfasis en que culturalmente el tema de la sexualidad es un tema íntimo del espacio privado,
del que las mujeres no hablan, porque no son dueñas de su cuerpo, es un tema tabú, cuando pasan
al sistema de justicia en primera instancia se enfrenta a un juzgamiento anticipado, puesto que se
encuentran con la incredulidad del funcionario o funcionaria ante el hecho, buscando culpabilizar a la
mujer por haber salido a determinada hora, o circulado por determinados lugares, o por estar vestida
de determinada forma.

Cuando la mujer denuncia al agresor, por los sentimientos encontrados que tienen a raíz del temor y
dependencia por la vivencia de relaciones violentas, al verlo detenido con posibilidad de ir a la cárcel
retira la denuncia y si además es el proveedor y tiene hijas/os y personas dependientes la mujer
experimenta un sentimiento de indefensión que no le permite seguir con el proceso, se siente
abandonada y que está expuesta a muchos peligros y cualquier otro hombre puede venir a tratar de
abusar de ella otra vez.

En el escenario de las mujeres que, por la defensa del territorio y los bienes comunes frente a
empresas extractivistas, enfrentan VSBG, que lo utilizan como mecanismo de control este no es el
motivo para el desplazamiento forzado, “se desplaza porque se queda sin nada y encima la intenta
matar o la matan […] las empresas siembran el terror y quienes se defienden son criminalizadas. Hay
muchos casos de violencia sexual como acoso y violación que hace parte de este escenario, pero no
es el factor único”.

La reacción de la comunidad en general es de silencio, aun cuando puede ser conocido por vecinas y
vecinos el hecho. Este puede tener diferentes connotaciones dependiendo de la causa de la VSBG
que genera el desplazamiento forzado. Si la causa es el crimen organizado, maras y pandilla,
delincuencia comunitaria, las personas de la comunidad tienden a guardar silencio por temor a las
represalias que sobre ellas y ellos puedan sobrevenir o en algunas dependiendo como este organizada
la comunidad, la mujer o su familia puede acudir a estas estructuras que por impedir que entre la
policía buscan controlar estos actos. Si es considerado como un asunto privado o verlo como un hecho
natural, se puede encontrar el silencio cómplice o simplemente indiferencia ante estos hechos,
“muchas veces los agresores son protegidos por los mismos hombres de las comunidades e incluso
defensoras que apoyan se ponen en riesgo”.

Si el escenario es una comunidad organizada, tampoco hay garantía para la protección de la mujer
“en muchas comunidades con buenos procesos organizativos e incluso parte de luchas emblemáticas
en el país, las mujeres que se atreven a denunciar, son señaladas por debilitar las luchas”.

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Al tratar de identificar las características que tiene un agresor, la respuesta es muy similar en todas
las personas que participaron en el estudio, no tienen características especiales, no pertenece a una
clase social específica, no está relacionado con el nivel educativo, no depende de la actividad a la que
se dedica, no está asociado a la edad. Los agresores están en todos lados, en la red familiar, vecinal,
y del movimiento social “es complejo, hay agresores que a simple vista son machos, agresivos, con
conductas controladoras y violentas; pero a la par también los que públicamente se visualizan como
muy amables, líderes en sus comunidades, iglesias e incluso defensores de derecho humanos”.

Un elemento importante es la construcción de la masculinidad dentro de una cultura patriarcal que


tiene como modelo, como única forma de ser y estar en el mundo al hombre y todo lo que existe es
para satisfacerlo, en ese sentido una de las personas entrevistadas señaló “no sabemos si hay una
tipología de agresor, pero sí que los hombres son alentados por la cultura para serlo y que se les
posibilita escapar a su responsabilidad al respecto”.

En cuanto a los actores que generan riesgo en las comunidades, es igualmente complejo a la definición
de características de un agresor. Señalan a los hombres como seres que por una u otra razón tienen
o se sienten que tienen poder, y que el Estado no busca controlar sus actos de abuso por el ejercicio
del mismo, como tampoco velar por la seguridad y respeto de los derechos de las mujeres “si le gusta
una mujer la tiene o la tiene, la familia prefiere sacar a la mujer de la comunidad para que no termine
siendo la mujer del jefe de la mara, también las vinculan con red de narcomenudeo o participación en
extorsión y actos violentos como sicariato”. Es así como la lista se puede tornar interminable: pareja
sentimental, hombres familiares, integrantes de maras y pandillas, pertenecientes al crimen
organizado, policías y militares, personal de seguridad, personas vinculadas al narcotráfico, personas
vinculados a la trata de mujeres, sacerdotes/pastores, líderes comunitarios, políticos, defensores de
derechos humanos, etc.

En este punto se puede destacar los hallazgos en un estudio realizado por el Foro de Mujeres por la
Vida, publicado en el Boletín Especial sobre Choloma, que resalta algunos grupos como los
generadores de condiciones de violencia “La percepción de la población, indica que grupos armados,
sean estos maras, crimen organizado e incluso policías y militares, en muchas ocasiones ejercen
poder sobre las poblaciones para controlar las dinámicas de las comunidades, el mercado de droga,
tráfico de personas y de armas” (s/f, p.3). Información que es coincidente con los datos arrojados por
el estudio de Caracterización del desplazamiento interno por violencia que se realizó en el año 2019
por el CIPPDV/ SEDH/ ACNUR y JIPS “Las maras o pandillas fueron identificadas como los principales
perpetradores de los hechos que originaron el desplazamiento, prácticamente en la mitad de los casos
[48%]” (p.45)

Sin embargo, es útil tener presente que, en el estudio de Caracterización antes mencionado, fue
posible identificar el tipo de violencia generado por los diferentes grupos “Al comparar los hechos de
violencia asociados a los dos principales perpetradores, las maras/pandillas y el grupo conformado

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por familiares, amigos y vecinos, se observan diferencias significativas6. Entre los hechos atribuidos a
las maras y pandillas destacan las amenazas (61%), asesinatos (41%), restricciones a la movilidad
(25%) y extorsiones (22%). En el caso de familiares, amigos y vecinos son especialmente señalados
por amenazas (75%), lesiones (29%), asesinatos (25%) y violencia o acoso sexual (15%)” (Ídem, p.
46).

Se señala por parte de todas las personas que participaron en este estudio que la prevención parte
de los cambios estructurales en la sociedad para desmontar estereotipos y roles, con temas centrales
alrededor de desnaturalizar y visibilizar las VSBG en sus diferentes manifestaciones y contextos, para
lo que se tiene que trabajar en el análisis de la violencia en cuando sistema de dominio y sus anclajes
a la realidad social de las mujeres con enfoques interseccionales. Es importante crear espacios de
empoderamiento para niñas y jóvenes, trabajar con las mujeres, con las comunidades, con las
escuelas, con la formación de funcionarios y funcionarias públicas, facilitar la accesibilidad a la justicia,
garantizar cumplimiento del marco legal.

Respecto a las acciones que se pueden realizar para atender la VSBG, como lo señala una de las
personas entrevistadas “lo que hacemos, pero con más recursos, intensidad y coparticipación
multisectorial […] Hay que derrotar la idea de que toda la violencia contra las mujeres, incluyendo la
VSBG sea permitida, enseñada, banalizada. Es necesario cambiar radicalmente el pensamiento y para
ello debe haber una revolución de ideas y de prácticas”.

Entre las acciones puntuales se identificaron


• Generación de sistemas de atención integrales, efectivos, cercanos y no revictimizantes que
brinden protección y respuestas inmediatas a las mujeres
• Promover la organización de redes comunitarias de apoyo.
• Acceso a casas refugio que atiendan integralmente a las mujeres sobrevivientes de todas las
violencias, que no exijan la denuncia del acto de violencia.
• Impulsar programas efectivos de reparación o indemnización.
• Presionar al Estado para que cumpla su papel, de protección de los derechos humanos de las
mujeres.
• Revisión de la legislación y la normativa para su aplicación, para que se actualice e incluya
una mirada de la VSBG como un sistema complejo que vincula más de un actor y tiene más
de una forma de expresión.
• Desarrollar acciones multinivel y diferenciadas de acuerdo con las características de las y los
actores a quienes se espera llegar, generar protocolos diferenciados.

6
En la variable “familiares” se incluye a la pareja de la víctima. Según los datos obtenidos, la pareja sería
responsable de un 4% de los incidentes que llevaron al desplazamiento.

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3.1.2. Desplazamiento forzado

Respecto al desplazamiento forzado (DF), la comprensión del mismo es más uniforme que con VSBG,
en general las personas lo identifican como la movilización de una persona, familia o colectividad a
otro lugar no exclusivamente en el territorio nacional, dejando su hogar y su comunidad como medida
a la que tienen que recurrir para salvar y proteger su vida ante dos situaciones puntuales pobreza y
violencia, debido a que la persona siente que no hay posibilidad de cambiar y que no encuentran
medios de protección y seguridad en sus lugares. Se señala como un punto que no se debe olvidar,
el hecho que el Estado nunca pierde la responsabilidad por la protección de los derechos humanos y
procurar el bienestar de esas ciudadanas y ciudadanos. Una diferencia que se identifica es la
relacionada en cuanto al tiempo que dura las situaciones, en particular el hecho violento, en este
sentido hay personas que señalan que el hecho que origina el desplazamiento nunca va a cambiar,
por lo que las personas no podrán regresar a su lugar.

Se identifican varias causas del DF el empobrecimiento, precarización de las redes y dinámicas


comunitarias, criminalidad, reclutamiento forzado, desaparición de una persona familiar y las
violencias, hechos por los que las personas se ven obligadas a huir por salvaguardar su vida y la de
su familia. El desplazamiento por empobrecimiento es un fenómeno que se ha dado históricamente
en Honduras, mientras que el otro desplazamiento es más reciente y poco reconocido por la población
en general. Se ha identificado que puede existir una condición previa como de “esclavitud” hacia los
grupos vinculados con el crimen organizado o maras y pandillas, que es la que lleva en muchas
oportunidades al desplazamiento, porque ya no están en capacidad de seguir viviendo el tipo de
acciones que se ven obligadas hacer por su vida o por la de sus seres queridos.

En el estudio que se presentó en el Boletín Especial de Choloma, el Foro de Mujeres por la Vida,
señaló que “se logró determinar que personas y familias enteras se desplazan de sus hogares para
protegerse, principalmente, cuando se enfrentan a las siguientes situaciones o riesgos:
• ser testigos de asesinatos;
• familiares o amigos son asesinados;
• ser víctimas de violencia doméstica; extorsiones; uso, vinculación y reclutamiento;
• resistirse al control social y territorial impuesto por maras, pandillas y otras estructuras del
crimen organizado.
• Sufrir maltrato, discriminación y acoso por su orientación sexual e identidad de género”
(s/f, p. 18).

Continúa señalando dicho estudio “por otra parte, se identificó que las dinámicas e impactos del uso,
vinculación y reclutamiento por parte de maras, pandillas y otras estructuras del crimen organizado
varían en función del género y la edad, así como su relación con el desplazamiento forzado. En el
caso de las niñas y adolescentes, éstas son utilizadas para servir de “banderines” en puntos
estratégicos de la colonia y mantener informados a los líderes de las estructuras armadas sobre el

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ingreso de personas, vehículos y miembros de la policía a sus colonias o se las vincula para ser
parejas sexuales de líderes de estas estructuras” (s/f, p. 19).

La situación de violencia a la que se enfrentan las personas de las comunidades es una situación de
violencia estructural, en la que éstas no han realizado ningún tipo de acción para verse sometida a
ella. Responde al control del territorio asociado con tráfico de drogas, despojo de territorios por
megaproyectos, por actividades extractivistas, sede de grupos criminales organizados, entre otros.

Una de las personas entrevistadas menciono como las causas “1) La nula o deficiente respuesta
estatal por asegurar o garantizar la vida de ellas y/o su colectividad. 2) Cuando su agresor es un
agente estatal (policía, militar, empleado gubernamental) del crimen organizado o miembro de partidos
políticos. 3) Violaciones a los derechos humanos, y que puede estar además relacionada por la
defensa de sus derechos ante la imposición de empresas extractivas en las comunidades, por luchar
ante la falta de acceso a salud o educación de calidad, violencia doméstica, no tener acceso a justicia,
etc.”

La preparación de la población en general va asociada a la situación y al nivel de riesgo, responde a


una emergencia, es huir y no tienen plan “las personas no se preparan, tienen que salir de sus casas,
sin pensarlo mucho, sin avisar a muchas personas, con solo algunas de sus pertenecías. Otras tienen
la posibilidad de consultarlo con sus familiares, identificar un lugar adecuado, llevarse lo de mayor
valor”. De acuerdo con una persona entrevistada, existen otras razones según datos del año 2016
respecto al DF en Honduras” al menos se logró saber que es por defensa de los bienes naturales”
haciendo referencia al estudio realizado por el ERIC y ACNUR7.

Se señala que no hay muchas posibilidades para que se prepare una mujer que enfrenta VSBG para
realizar el DF. La mujer va “midiendo” como está la situación, hasta que un día decide marcharse,
mientras van “midiendo”, identifican alguien cercano que pueda ayudar a salir, en general no salen
solas sin avisarle a alguna persona de la comunidad, buscan un apoyo cercano “la mujer que prepara
algo para su huida, no va con todo resuelto, se hace una idea que si lo puede resolver”. Otras no
preparan nada y salen siempre con apoyo de alguna persona de la localidad. Las personas que
participaron mencionan que siempre hay alguien en la comunidad que sabe que esa mujer se va a ir.

La mujer que enfrenta VSBG toma la decisión para realizar el DF cuando busca apoyo para defenderse
de la situación que está viviendo, siempre está vinculada con la amenaza vital, cuando hay una
amenaza a muerte, si tiene hijas/os son quienes la mueven para tener una vida mejor y protegerles,
es cuando la mujer dice “o me voy o me matan”. De acuerdo con la experiencia de las personas que
participaron en el presente estudio la mujer le cuesta tomar la decisión “no se desplaza ante el primer
acto, se va cuando son repetidos, surge la amenaza a muerte. Se rehúsan y no quieren continuar […]
tiene que existir un elemento muy complejo para salir”.

7
Estudio social sobre vacíos de protección en conflictos relacionados con territorios, 2016.

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De acuerdo con lo expresado por las personas entrevistadas quienes le colaboran a la mujer que
enfrenta VSBG para que realice el DF, tienden a ser mujeres, una vecina, una amiga, madre, hermana,
si participa en una iglesia, en general el apoyo se amplía a la congregación. Las y los familiares que
están fuera del país, en muchas oportunidades son quienes tienen capacidad para brindar apoyo
económico a la mujer que enfrenta VSBG.

Se destaca el papel fundamental que juegan las redes de mujeres en los territorios, porque conocen
la realidad de la situación que viven las mujeres, están más cercanas, se constituyen en la red de
apoyo, en su papel no está juzgar a las mujeres por querer salir del círculo de violencia en el que se
encuentra, sino más bien impulsarlas que tomen decisiones en función de su bienestar y para la
protección de su vida y tienen otros contactos fuera de la zona, que facilita la obtención de apoyos.

También están las organizaciones que brindan asistencia humanitaria como ACNUR y Consejo
Noruego para los Refugiados, a estos llega la mujer por referencias, generalmente de las redes
comunitarias de mujeres o de las organizaciones de mujeres y feminista.

Las causas que le atribuyen las personas que participaron en el estudio al desplazamiento forzado de
las mujeres que enfrentan VSBG, están íntimamente ligadas con el temor y la amenaza, cuando la
VSBG se ha vuelto intolerante para la mujer, como una respuesta de sobrevivencia se da el
desplazamiento forzado. Una de las personas entrevistadas señalo que se enfrenta diferente si el
agresor es intimo a si es un actor externo. Dinamiza más fácil la reacción de huir cuando es un actor
externo, si es intimo es posible que se alerte por los movimientos que la mujer realice para buscar
apoyo para el desplazamiento, y si no logra concretarlo, queda a expensas de un doble evento
violento, por intentar huir.

Las consecuencias del DF para la mujer que enfrenta VSBG son tanto objetivas como subjetivas. En
las objetivas se encuentra la pérdida del ingreso económico, de un lugar para vivir, de los bienes que
tiene entre otras. A nivel subjetivo perdida de las redes de protección y de redes familiares, de la
sensación de estar en un lugar seguro y que cuenta con gente que la apoya y acompaña, por lo que
pierde la seguridad lo que la hace indefensa y altamente vulnerable, de igual forma esta la percepción
que si ya le pasó una vez, le puede volver a pasar, “es dejar lo que conoce, abandonar todo lo que
tiene, todo lo que ha construido, aventurarse a un lugar desconocido y volver a empezar”. Acá hay
que tomar en consideración el tema de la culpa social, donde se juzga a la mujer por no mantenerse
cumpliendo su papel de cuidadora, sufrida y silenciosa.

Para la familia las consecuencias también son fuertes, se produce la ruptura cuando no pueden irse
como grupo, no es posible conversar para que entre todas las personas que la integran puedan hacer
una valoración y llegar a un consenso. No se trata solo de la separación de la familia, en muchas
oportunidades por protección tanto para la mujer como para las personas integrantes, es no volver a
conversar, porque puede tener un riesgo muy alto. Se afecta la vida cotidiana de la familia, lo que se

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ve reflejado en el tema de trabajo y de salud. Si la mujer no puede moverse con sus hijas/os, está el
sentimiento de abandono que experimentan las dos partes, que en el caso de la mujer añade culpa.

Las comunidades reaccionan de diferente manera dependiendo de la causa, pueden mantener el


hecho del DF de la mujer que enfrenta VSBG con bajo perfil, como medida de protección conjunta,
utilizan como mecanismo comunitario la protección del bien que dejó la mujer o la familia, para que
este no sea invadido, no se deteriore, “que en la casa se mire movimiento”. También se presenta la
pasividad porque normalizan la situación de VSBG y por lo general culpabilizan a la mujer y protegen
al perpetrador, con lo que hay estigma y discriminación hacia la mujer. La “indiferencia” lo que puede
estar reflejando es falta de empatía, que puede estar ligado al miedo, a no involucrarse para que no
le vaya a pasar a su familia un evento similar “es mejor no mirar porque también se está en riesgo”.

En cuanto a las comunidades de acogida, en general las mujeres buscan pasar inadvertidas para
evitar riesgos adicionales. En muchas oportunidades se presenta la estigmatización cuando se trata
de comunidades de alto riesgo, hay desconfianza acerca de los motivos por los cuales se dio el
desplazamiento y valoran que puede llegar a esa comunidad el peligro, de acuerdo con una persona
entrevistada “los patronatos han pedido reporte de porque se movilizaron, para asegurarse que tipo
de habitante llega”.

Respecto a la diferencia entre DF urbano y DF rural, las personas que participaron en el estudio
valoran que si hay muchas diferencias en esos dos escenarios y sugieren no hacer un cambio drástico
de contexto y de condiciones de vida a las que estaban acostumbradas tanto la mujer que enfrenta
VSBG como sus hijas/os y dependientes, puesto que significan mayores retos para la adaptación. Se
menciona la relación con la naturaleza, los medios de vida a los cuales están acostumbrados. Es
igualmente difícil el cambio de rural a urbano, como de urbano a rural, por las actividades que se
realizan, por las condiciones de vida, el acceso a los servicios, las formas de relación, la velocidad de
las actividades, la importancia de los horarios para hacer las cosas, las preocupaciones que trae la
vida en los dos ámbitos. Otras variables que considerar son la edad, el nivel educativo y la ocupación
de las personas.

La prevención del DF está asociada con una mayor comprensión de la situación, de las causas que lo
originan, para lo que se requiere de investigación, presencia de la institucionalidad del Estado en los
diferentes escenarios, con una aplicación clara de la ley, basada en la protección de los DDHH y en
el aseguramiento del bienestar de las personas. “Se debe contar con proyectos que realmente velen
por la seguridad de las mujeres y de las personas en general”.

Al indagar acerca de que se puede hacer para atender a la mujer que enfrenta VSBG y debe realizar
desplazamiento forzado, el primer asunto es de comprensión del fenómeno, debe entenderse como
un fenómeno diverso, por tanto, se requiere de un enfoque multisectorial, activar mecanismos de
protección de manera diferencial, donde la asistencia psicosocial este de manera temprana, sea
constante y sostenida, mientras la mujer y sus hijas/os y dependientes lo necesiten. Un elemento que

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considerar para que una mujer que enfrenta VSBG y debió realizar desplazamiento forzado pueda
acceder a una casa refugio que existen 8 a nivel nacional, es que no sea un requisito realizar la
denuncia, debería ser un acto voluntario, se debe informar acerca de las ventajas y desventajas de
los mecanismos, pero no imponerlos. Igualmente se requiere una revisión del marco legal que tome
en consideración la existencia combinada de los dos fenómenos VSBG y DF para que se pueda contar
con respuestas ajustadas.

Desde la experiencia del Foro de Mujeres por la Vida, así como de otras organizaciones de mujeres y
feministas, se hace necesario la definición de los tipos de violencia que se atenden, los protocolos
diferenciados de acuerdo con las mismas, los mecanismos para estadía de las mujeres, los procesos
de atención médicos y los servicios educativos para sus hijos e hijas, entre otros, (CESPAD
https://cespad.org.hn/2019/02/21/huye-una-casa-refugio-puede-salvarte-la-vida/)

3.2. Percepciones departamentales

Tomando como referencia la caracterización de los cinco departamentos presentada en el capítulo


anterior, en el que se señala que el 51% de los feminicidios ocurridos a nivel nacional están ubicados
en los cinco departamentos seleccionados para el presente estudio: Atlántida, Colón, Cortés, Santa
Bárbara y Yoro, es de vital importancia conocer cuál es la percepción de las y los ciudadanos respecto
de la VSBG y del desplazamiento forzado, para así poder determinar atributos particulares, que
permitan distinguir en cada departamento como se presentan los mismos. A continuación, la
percepción de las personas participantes en el proceso de consulta.

3.2.1. Departamento de Atlántida

Para las personas participantes VSBG es la violencia que se recibe por ser mujer incluyen a la
diversidad sexual, “todo abuso que se comete en contra de la mujer, verbal, física o sexual, por una
persona extraña o de la familia, en el trabajo, pareja en diferentes ámbitos” otra persona señala “todo
acoso, abuso que recibimos las mujeres y las personas trans porque muchas veces en las calles
abusan los hombres, son morbosos por la manera que se viste, hacen que la mujer se sienta
incomoda”.

Por desplazamiento forzado, hay unidad al respecto, salir de su lugar de residencia por violencia y no
se cuenta con apoyo en lo que no hay claridad es que solo es interno, “cuando tiene que emigrar del
lugar de donde vive a otro para protegerse, salir de su casa donde esta con su familia, salir del
municipio o departamento para tener protección”, otra persona comenta “cuando orillan a buscar otros
rumbos, donde nos sintamos libres y progresar donde no nos acosen ni manipulen”, complementa una
persona “cuando la mujer es obligada a salir de la casa o de la comunidad por acoso, no somos
apoyadas”.

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La VSBG ocurre de acuerdo con las personas participantes en cualquier espacio, infringida por
personas que tienen poder, “en el hogar por el poder del hombre esposo/ novio, que se impone a la
mujer o cuando el jefe ejerce poder sobre la mujer y quiere que haga lo que él quiere”, comparte una
persona “cuando una mujer ya no quiere tener nada, la obliga, la chantajea, por muchas razones ya
no se siente bien junto a ese hombre, no quiere la relación y pareja obliga”, otra persona señala
“cuando mujer ha decidido apartarse de pareja y ellos acosan, violan o imponen reglas sobre ellas por
hijos, o demasiado patriarcado y el padre obliga a casarse a mujer con un hombre porque estuvo con
él [sostuvo relaciones sexuales] y cuando ella quiere dejarlo el hombre no la deja”.

Para las personas participantes la identificación de una mujer que enfrenta VSBG si es posible tanto
por su actitud como por el cambio en el comportamiento social, “sumisa, temor de relaciones, se aparta
de círculos para realizar nuevas actividades, al invitarla dice que tal vez llega, ahí se puede ver que
está siendo amedrentada por la pareja, se trata de dialogar y ella se muestra negativa y no quiere
hablar”, amplia una persona “por la forma de actuar, sensible por el trato que recibe de la pareja,
callada con baja autoestima, descuidada, se les nota en la mirada, una mujer que no es feliz su
semblante es diferente a una que si lo es”.

Al explorar cual VSBG es más frecuente en el departamento, señalan en primer lugar la física, luego
la sexual, “se experimentan más golpes, maltratos, los hombres las sacan del pelo de las casas, las
amenazan delante de los hijos, el hombre se siente superior corre a la mujer” complementa otra
participante “violaciones en la pareja y violaciones forzadas en la calle”. Esta percepción difiere con
los datos presentados en el capítulo anterior, respecto a que las denuncias ante el MP fueron 9% por
violencia doméstica, un 7% violencia doméstica psicológica y violencia intrafamiliar y violencia física
con un 6%.

Un aspecto que se exploró intencionalmente en este departamento, es si perciben alguna diferencia


de la vivencia de la VSBG por raza, señalan que no, en donde si existe esa diferencia es más
relacionada con la zona si es rural o urbana, así como en la atención que reciben de funcionarias/os
públicos, quienes las desconocen e invisibilizan, “la mujer garífuna vive lo mismo que la mujer ladina,
somos agredidas, violadas, golpeadas, es lo mismo”, respecto a las zonas comentan “en el casco
urbano cuesta poner más la denuncia, está el qué dirán, lo más importante es que va a decir la
sociedad, que son agredidas por el hombre, casi no denuncian al recibir violencia” mientras que en la
zona rural “en las aldeas las compañeras se mueven y actúan más rápido se auxilian entre ellas”. En
cuanto a la respuesta de funcionarios/as “cuando llega una mujer garífuna a poner una denuncia de
violación el policía lo primero que le pregunta es que movimientos estaba haciendo ella para que la
violaran, cuesta que tomen la denuncia, al final la toman, pero no resuelven, es lo mismo que no hacer
nada”, complementa una de las personas “en la OMM se han debido de auxiliar de los DDHH, se
necesitó que apoyaran para que recibieran denuncia en el MP, no caminaba para seguir el proceso,
tuvieron que acudir al CONADEH para que actuaran en la DPI […] cuando van garífunas a poner una
denuncia, se auxilian de otras organizaciones para buscar respuesta”.

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Es igualmente importante mencionar que, desde la experiencia del Foro de Mujeres por la Vida al
acompañar a las mujeres en los procesos legales, la diferencia de idioma se torna en una limitante,
puesto que no cuentan con servicios bilingües para lograr establecer una comunicación efectiva con
las mujeres garífunas desde su lengua materna, lo que les limita expresar su vivencia desde su ser
interior.

Cuando una mujer enfrenta VSBG la colaboración para realizar el desplazamiento forzado la recibe
de personas allegadas, personas que están cerca y éstas contactan a las organizaciones de base
comunitaria y redes de mujeres para buscar a la institucionalidad, sea oficial o de las organizaciones
de sociedad civil o de las de ayuda humanitaria, “entre mujeres en la comunidad, en la iglesia hay
ideas que señalan a las mujeres por lo que les pasa y las culpan, aparte de patronato, junta de agua,
es Mariposas Libres, mientras se hace todo, se llevan a las mujeres para sus casas, buscan con el
Foro y otras” comparten “por ejemplo Tela no tiene casa refugio, hay personas voluntarias que pueden
recibir a la mujer mientras logran llevarla a Ceiba donde está la casa Ixchel, cuando hay amenaza de
muerte para ella y sus hijos se va al MP, se ubica en casa de quien apoya, se hace contacto con la
policía y fiscalía y así llega a casa refugio”.

Respecto a los mecanismos y protocolos que se utilizan para apoyar a la mujer que enfrenta VSBG y
que realiza desplazamiento forzado las personas participantes los tienen ligados con el apoyo que
recibe la mujer, sin embargo ampliaron lo referente a la institucionalidad oficial, “se toma declaración,
según el caso se remite a fiscalía que son quienes atienden violencia física, si la mujer llega golpeada
y el hombre la amenaza, para pedir orden de alejamiento debe presenta denuncia, igual si quiere ir a
casa refugio”, amplían la situación de la OMM “cuando mujer llega por violencia, la atienden hay un
cubículo especial donde se toma la denuncia porque les da pena que las escuchen solo están
coordinadora y mujer violentada, se le pregunta que la llevo a la oficina, escriben denuncia en el libro,
hay un sistema ligado con el INAM para darle seguimiento a los casos […], cuando se pone denuncia
en fiscalía, de ahí a psicología y luego medicina forense, toca esperar porque se alcanzan, se cuenta
con un cubículo para MAIE”.

La coordinación a nivel departamental está en proceso de construcción a través de la creación de una


mesa y reportan actividades puntuales, “se ha tenido un grupo para discutir el tema, se reúne Fiscalía,
DPI, policía, LGBTI, sociedad civil, OMM y otras organizaciones que trabajan con prevención de
violencia, también del observatorio de violencia […], se realizó una feria de denuncias en Tornabé y
Triunfo de la Cruz, en la que explicaron cómo hacer una denuncia en el juzgado de paz”, otra acción
que reportan es “dieron un taller sobre violencia y empoderaron a cinco grupos en: Tornabé, El Triunfo,
La Ensenada, San Juan, Colonia 15 de septiembre, se capacitaron como 25 mujeres, 5 de cada
comunidad, ellas al identificar un caso de violencia contra la mujer lo remiten”.

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3.2.2. Departamento de Colón

Al indagar con las personas participantes respecto a que es para ellas y ellos VSBG, responden que
es un “daño que sufre una persona no importa si es mujer u hombre” como un acto violento, donde se
domina la voluntad de la persona como expresión de poder de un sexo sobre el otro por cuestiones
culturales “la violencia sexual está afectando y dañando es tanto que la víctima no puede hacer la
denuncia”.

Ocurre como consecuencia de relaciones desiguales debido a relaciones de poder, el hombre violenta
a la mujer y se siente con el poder de humillar, amenazar de diferentes formas, “como cuando va a
una fiesta y se hace de noche y llega y a la fuerza quiere estar con ella [tener relaciones sexuales] o
cuando una mujer va sola hacer mandados y tratan de abusar de ella, con el uso de drogas y alcohol,
hacen disparates”.

Para la mayoría de las personas participantes en el taller si se puede identificar que una mujer enfrenta
VSBG, tanto en su apariencia como en su comportamiento “en la forma de caminar de expresarse,
caminan como con miedo, temor, calladas, es muy fácil identificar a la mujer que le han hecho daño,
uno quiere sacarle platica y no se deja”. Respecto al comportamiento “lo demuestra en su
personalidad, como se sienten dañadas son agresivas, como frustradas, padecen estrés”. Igual se
planteó que depende de la mujer “no existe un denominador común para notarle, a veces ni las mismas
compañeras se dan cuenta”.

Respecto a cuál es la VSBG más frecuente en el departamento, las personas participantes


mencionaron el acoso sexual callejero y acoso sexual y abuso de parte de compañeros de grupos
campesinos, la violencia obstétrica y la violencia sexual dentro de las relaciones de pareja, sean
noviazgos o, de hecho. Respecto al acoso sexual callejero señalan que “el hombre riéndose de la
mujer que va sola por la calle, se burlan, ahí son más vulnerables hasta para ser violadas”. En los
grupos campesinos la mujer que queda sola, sin el compañero de hogar, vive violencias y
discriminación “quedan desamparadas sin maridos, ellas solas con sus hijos, no tienen derecho a
nada, mientras no está el esposo sufre acoso y abuso de parte de compañeros del MUCA, MARCA,
[…] se escapan de que las violen, hasta las niñas no las dejan tener edad de matrimonio, no hay voz
ni voto para denunciar el hecho, todo queda encerrado en el movimiento masculino”.

En relación con la violencia obstétrica, describen el maltrato y abuso que reciben de parte del personal
de salud, “los médicos o las enfermeras cuando van a dar a luz les dicen y ahora porque grita si cuando
está cogiendo [teniendo relaciones sexuales] ahí si está contenta, no le dolía”. Al mirar los datos
presentados en el capítulo anterior, tomados de la fuente del MP, destaca un 18% es por amenazas,
un 12% violencia familiar, un 7% lesiones, un 6% robo con intimidación y 4% violación especial y robo
en lugar habilitado, los mismos no son coincidentes con las percepciones.

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En las relaciones de pareja, destacan los celos como causante de la VSBG, así como la formación de
pareja de hecho a muy temprana edad,
“sí es a la mujer adulta a huevos la agarran, le dicen yo te compre, hice un gasto y vas a ser
mía, no le preguntan cómo se siente, si quiere, si le dice que no, la acusa de tener otro marido,
le dicen te venís de revolcar con el otro, […] de novios también pasa, cuando hay un noviazgo
los jóvenes ya vienen con ese machismo y quieren que la mujer haga lo que ellos dicen a
veces por el amor ceden y hacen cosas que a la larga afecta sus vidas”.

El desplazamiento forzado lo perciben como una forma obligatoria de irse para proteger la vida, para
todas las personas siempre hay violencia, en la zona se dan los desplazamientos principalmente por
dos razones, por expropiación de tierras ancestrales como es el caso de las comunidades garífunas,
o en los procesos de recuperación de tierras se deben ir para no ser víctimas de sicariato. En menor
medida por dificultades económicas “se da que la madre soltera se desplaza por falta de fuentes de
empleo y debe buscar como darle de comer a sus hijos”. Hay dificultades para reconocer que también
se presenta el desplazamiento por narcotráfico, presencia de maras y pandillas y conflictos familiares,
aun cuando se reconoce su presencia.

La frecuencia en la que se presenta el DF es alta, en los movimientos campesinos por la recuperación


de la tierra, como también a las personas defensoras de la tierra y los bienes comunes y si se habla
de las mujeres, es más complicado por falta de apoyo familiar “si la mujer se salió de la casa de los
padres y le va mal, no la vuelven a recibir, le toca aguantar como esta educada para ser mantenida,
la mujer víctima no tiene oportunidad de desempeñarse, tiene que quedarse ahí, no recibe apoyo de
la familia” o porque se mantienen por defender el derecho sobre la tierra resultado de su lucha ”hay
hombres que luchan por sacar a la mujer de la casa, para poder vender el solar, e irse con otra”.

A la mujer que enfrenta VSBG quien le colabora para que realice el desplazamiento forzado son
mujeres, sean estas familiares, amigas o integrantes de redes de defensoras. Quien da el primer apoyo
es la mujer que es más cercana y ésta la apoya para acudir a las redes de defensoras, que son quienes
tiene los contactos fuera de la comunidad, “amiga o familia no porque se enfrentan y producen las
enemistades, las defensoras tienen vigilancia y la pueden sacar y asegurar que están seguras, que
no les va a pasar nada”. En general la mujer no pone la denuncia por falta de credibilidad en las
instancias que la aplican “llega el agresor a la policía y pide con amenaza o paga para que le borren
la denuncia y parte sin novedad”. También hay quejas respecto al manejo de las denuncias y la
capacidad de respuesta del sistema “a las mujeres no nos escuchan, no reciben denuncias son
corruptos, de nada sirve llamar al 911, si no contestan y además no llegan, no colaboran para nada,
a las mujeres no nos atienden, las autoridades no cuidan”.

Una persona señala el desconocimiento de las instancias, como por ejemplo la unidad de
desplazamiento forzado del CONADEH, “se cuenta con enlaces como casa hogar para reubicar a la
mujer, no se conoce esta nueva unidad y las personas de las comunidades no tienen información, aun
cuando se han hecho campañas de comunicación”.

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En general lamentan el hecho que aun cuando hay servicios estos no responden a las necesidades
de las mujeres “es una pena para el departamento tener instancias que no dan respuesta, porque no
apoyan a la mujer, con decirle que el CONADEH no tiene abogado, ni la defensoría del Ministerio
Público y si viene de un grupo campesino no la ven con buenos ojos”. Para las personas participantes
hay razones para no confiar en los servicios “se fue al CONADEH, ofrecieron llegar a la comunidad,
se estaba pidiendo capacitación para hombres, porque por falta de educación se dan comportamientos
agresivos, se buscó que fueran a dar capacitación y nunca llegaron, ni dijeron nada”, otra comparte
respecto a un servicio específico para mujeres “las mujeres van a la OMM, ellas nunca tienen tiempo,
las mujeres buscan atención pero no tienen para toda cosa que llevan las mujeres, ni asesoría legal y
no encuentran nada, las mandan a poner la denuncia y eso no sirve usted”.

En relación con los mecanismos, protocolos que se utilizan en el departamento, la percepción de las
personas refuerza lo ya dicho, hay desconfianza en la actuación y real respeto a los DDHH,
inconformidad por el tipo de respuesta, falta de seguridad en las capacidades de las personas
funcionarias. Una de las personas menciona “las autoridades competentes que deben brindar los
servicios son inoperantes, las mujeres las acciones, sea denuncia u otras, las hacen por su propia
cuenta, usan los recursos de las organizaciones de sociedad civil del país, a ellas es a quienes se les
solicita el apoyo para desplazar a una mujer”.

La zona desde hace algunos años ha estado vinculada con el narcotráfico y las personas participantes
perciben que el sistema judicial, desde el año 1997- 1998 centró su trabajo en la atención de este
problema y desatendió la problemática de la mujer “en Colón el Ministerio Público, CONADEH y todas,
daban asistencia para desplazamiento por maras y pandillas y la policía atendía mejor, hacia cosas
diferentes, pero como son rotativos y como cada quien viene con nuevas ideologías, es un gran
protocolo para que lo atiendan a uno de mujer”.

La coordinación a nivel departamental entre acciones de las instituciones y organizaciones de la SC y


de las comunidades la perciben como deficiente, “se coordina, pero poco operativo, pocas denuncias
archivadas, no hay investigación, no dan seguimiento, en caso de los femicidios se llega hasta la
denuncia, todo impune, la policía retiene al hombre por 24 horas, no hay proceso, no hay seguimiento,
dicen si a todo, pero no hacen nada”.

Ofrecen información de algunas ciudades del departamento como Tocoa, Trujillo, Balfate, en general
no hay confianza ni valoración positiva del trabajo que realizan las instituciones y los programas del
Estado. Señalan “en Trujillo la OMM no siguen las leyes, no investigan, no dan seguimiento, fiscal y
juez dormidos se quedan callados y lo que vale es que tenga dinero”; respecto a Tocoa señalan “no
se confía en CONADEH, policía, Ministerio Publico, defensoría, no se confía en nadie […] la OMM no
sirve, prefieren mejor ir hasta San Pedro, igual pasa en Balfate”.

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En relación con las cosas por mejorar, consideran que hay en los dos sentidos desde las ciudadanas
y ciudadanos, así como desde la institucionalidad, por un lado, está el presentar las quejas y por el
otro lado acercar los servicios a las personas y que cumplan con su trabajo de manera equitativa “la
cultura de la denuncia es fundamental, las instancias son deficientes, pero si no se denuncia que no
sirven, nada va a cambiar”. Se señala de nuevo lo relacionado con la atención focalizada en una
determinada problemática “la zona se ve militarizada porque defienden zonas y territorios de Miguel
Facusse, se ven pasar camiones militares, hay intimidación a la población”, otra persona manifiesta
“deben ponerse al lado de la población, pero no de los ricos, no hay nada de procedimientos a donde
se pueda acudir, todos son aliados contra la población pobre, no hay justicia”. Plantean características
que deberían cumplir las y los funcionarios públicos “deben poner gente humilde o personas que sepan
lo que es sufrir, que no les tengan asco a los pobres, aprecien a las mujeres, cambien la forma de dar
atención, mejoren el servicio, cumplan las leyes […] todas las organizaciones deben cambiar”.

3.2.3. Departamento de Cortés

En cuanto a que es VSBG, las personas participantes aun cuando no hay unidad se pueden rescatar
elementos comunes que se trata de la violencia que vive la mujer por ser mujer, es de diferente tipo y
se vive en diferentes espacios, “es la violencia sexual, la imposición para ejercer un acto sexual por
su condición de mujer, por los roles de hombre agresor y mujer victima” otra persona señaló “es todo
desde la violencia estructural, la desigualdad de la mujer por los roles tradicionales debido al
patriarcado, se vive violencia en el trabajo, en la religión o por tener otras preferencias sexuales”, otra
más compartió “es por la estigmatización a la mujer porque esta de noche en la calle, la forma de
vestir, porque tiene un tatuaje, la forma de peinarse, género somos todos y todas, pero la mujer en
desventaja”, una más dijo “es la discriminación hacia la mujer en diferentes puestos en la familia,
iglesia, sociedad, trabajo, donde hay una gran brecha de desigualdades, entra en el proceso de
violación a los derechos porque como mujer no puede hacer o decir cosas, también incluye la
orientación sexual diferente”.

El desplazamiento forzado lo perciben como la salida apresurada por estar viviendo situaciones de
violencia, “es lo que está pasando, es salir a la fuerza, no sacar papeles ni nada por problemas con
maras y pandillas, una mujer discutió con esposo jefe de una banda y toco sacarla con ACNUR para
otro lugar, cambio de departamento y a quien ayuda también la amenazan para que se vaya”, una
compartió “cuando una persona sale y tiene que huir por violencia que se vive por el trabajo con los
derechos o por lo ambiental”; continúan ampliando otras personas “influyen maras y pandillas porque
acosan a los niños y los obligan al narcomenudeo, el desplazamiento interno con las mujeres por el
tema de violencia doméstica, hay amenazas dicen: si me denuncias, te mato, te busco en tu casa que
se dónde es, también por ser testigo, el grupo de agresores son maras, padillas y narcomenudeo ya
hay tercera generación de actividades violentas”, otra más “lo que pasa en Honduras por tener un
gobierno corrupto, no hay trabajo, no hay dinero, ni alimentos, ni cómo vivir, no hay salida, toca irse y
no es voluntariamente, nadie quiere irse y dejarlo todo”.
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La VSBG para las personas participantes ocurre de diferentes formas, siempre son actos violentos
hacia la mujer, “cuando el hombre quiere abusar de la mujer y ella no quiere, también en el trabajo
cuando el jefe o los compañeros la molestan [le piden relaciones sexuales de manera agresiva], la
intimidan y la amenazan”, también cuando “las mujeres vivimos acoso del novio, pareja, amigo con
derechos, no las dejan decidir cuándo y cómo, y en el municipio se da la culpabilización, ella es la que
provoca. Laboralmente también se da que el jefe sino tiene relaciones con él puede perder el empleo,
en la calle dicen piropos violentos, faltan al respeto con tanta vulgaridad”, comparten “desde 2009 se
incrementó la violencia, femicidios, homicidios, también está el despido de las mujeres de las maquilas
les violenta sus derechos, por eso tienen problemas para pagar quien les cuide a niños y estos quedan
en más peligro”.

De la identificación de una mujer que enfrenta VSBG, están divididas las opiniones entre quienes
aseguran que si es posible y quienes consideran que no, “es difícil, porque se tiende a normalizar lo
que vive y ella misma no sabe, además quien lo está viviendo hay un mandato de guardar silencio, es
como un secreto” otra expone “se nota que rechaza al sexo opuesto, no tiene el contacto sexual, se
aísla, muestra vergüenza cuando habla, en lo que dice, no logra tener un contacto visual , esta irritable,
se ve triste, tiene problemas de sueño que se le echan de ver, pierde peso”, comparte otra “tiene la
autoestima por los suelos, se hace culpable de causar el maltrato, como responsable de provocarlo,
poco interés en participar en reuniones es porque el marido no la deja y le tienen miedo, por el patrón
cultural que dice que el marido es la cruz, esta sumergida en el círculo de la violencia, no es por tonta,
es que cuesta que se valore y se dé su espacio”, alguien marca que es cambiante “es diferente según
cada mujer, por el proceso de educación, no todas están en posición de saber que eso es violencia,
se les dificulta a veces reconocerlo, no es porque la mujer vive de apariencia, pero tratar de hacer un
diagnóstico es difícil” .

Para las personas participantes las VSBG más frecuentes en el departamento son femicidio, acoso
sexual laboral, violencia doméstica y económica, vista desde la violación del derecho al trabajo, “el
femicidio es lo más fuerte en contra de las mujeres, nos matan por cualquier cosa y en cualquier parte”,
una participante amplia “la violencia laboral está muy callada, porque hay obreras de muchas maquilas
que no denuncian el acoso laboral, si dicen algo viene el despido y como no hay trabajo es difícil,
también la violencia doméstica muy callada, y cuando se minimiza el trabajo de la mujer en las
organizaciones y por eso les pagan menos que a los hombres”, otra comenta “no la dejan trabajar,
cuando gana su dinero debe entregarlo o la despojan de sus pertenencias”. En relación con los datos
tomados del MP, en los que sobresale el 18% fue por robo, 13% violencia doméstica psicológica, 9%
violencia doméstica física y 7% hostigamiento sexual e igual porcentaje amenazas, contrastan con las
percepciones de las mujeres participantes.

Reportan que quienes le colaboran a la mujer que enfrenta VSBG y se ve obligada al desplazamiento
forzado son las mujeres en las comunidades y son quienes acompañan a otras instancias, puede ser
a una organización de mujeres, a un servicio público o a agencia que ofrece ayuda humanitaria, “es

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un trabajo de las mujeres de la base, las organizaciones de mujeres, luego a OMM o juzgado de paz
y después se definen medidas que se van a tomar, existen pocas casa refugio en Cortés, aunque esta
Ciudad Mujer que ahí mismo se hubiera podido hacer una, seguro que eso fue hecho por hombres,
no preguntan que se quiere ni que se necesita”, siguen comentando “mujer pide auxilio a promotoras
comunitarias, las buscan para que las puedan apoyar de ahí se busca institución para que apoye con
la logística del desplazamiento”, una amplia “ACNUR es el ente garante sobre este tema, no hay casas
refugio, hay problemas con San Pedro Sula, es difícil cumplirles el protocolo, muchos requisitos,
muchas veces ni las reciben”.

Los mecanismos, protocolos y servicios que se utilizan para para apoyar a las mujeres, percibidos
como poco adaptados a las características y necesidades de las mujeres de Honduras, además de
afirmar que no existe protocolo para atender VSBG “en Choloma hay Ciudad Mujer, por las
necesidades se entra ahí, se dan cuenta que hay un protocolo, pero no desde las necesidades de las
mujeres de Honduras, es un desorden el protocolo, no hay ni casa refugio. Claro que el problema
viene desde los operadores de justicia, los jueces y las juezas no tienen conciencia, no encuentran
respuesta para los problemas de las mujeres porque no saben son puestos políticos”, otra persona
comparte “a nivel nacional faltan casa refugio para las mujeres, pueden ser de pronto la tabla de
salvación para las mujeres, a ellas las amenazan con no darles el servicio por no tener documentos
en orden cuando llegan a la OMM”, una comenta “la mujer que no puede regresar a la casa, o llama
la 911 o acude a la OMM, que le ofrece casa refugio, pero primero debe pasar por juzgado, por
ministerio público, la mujer no llega directamente a la OMM, acude primero a las redes comunitarias”,
otra explica “ cuando la remiten a casa refugio le exigen que debe hacer la denuncia para ingresar,
mientras que Médicos Sin Fronteras tienen otro protocolo, dan primeros auxilios psicológicos y también
atención por médica, porque si es sobreviviente de violencia sexual inician con tratamiento para
prevenir ETS, se llama servicio prioritario, con Trabajo social se define procedimiento, se acude al
ACNUR o al Consejo Noruego, quienes reubican a la mujer en el interior del país”, una aclara “Médicos
Sin Fronteras tienen su protocolo igual que ACNUR y Consejo Noruego, en Honduras no hay protocolo
desde la política pública que atienda VSBG”.

En cuanto a la coordinación, reconocen dos niveles, la que existe entre las redes de mujeres, las
organizaciones de mujeres y las que brindan asistencia humanitaria y la que se tiene con las
instituciones públicas. La primera facilita el trabajo, la segunda no siempre responde a las necesidades
de las mujeres, “desde las redes de mujeres es más fácil, todas las organizaciones que se buscan
están en lo mismo, mientras que con las instituciones del Estado es complejo por que cambian a las
personas, porque algunas están por política, por la desorganización, por los protocolos propios que
cada una tiene”, una afirma “la coordinación es un elemento muy importante desde el trabajo local
hasta lo nacional, permite fortalecer espacios y acceder a más grupos y hacer más enlaces, lo
importante sería que se diera la atención sin ver la edad, la religión y la política”, otra manifiesta “es
importante la OMM pero no lo tienen todo, no en todos los lugares se cuenta con juzgados de violencia
doméstica, lo que hay son juzgados de paz que no son especializados en el tema, están MP, DPI,
pero con el 911 no se coordina, algunas veces con la policía, pero es que también son agresores y a

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veces ayudan a los otros agresores, no los citan. Por decir algo en Choloma no hay central de
citaciones, juzgado envía la citación al hombre para poner la medida de seguridad a la mujer, tampoco
tiene fiscalía de planta, no tiene juzgado complejo, no hay de violencia doméstica”.

3.3.4. Departamento de Santa Bárbara

Se inicio explorando la comprensión del concepto VSBG, para la mayoría de las personas participantes
se refiere a todo tipo de violencia que vive una mujer; “violencia que recibe una mujer por parte del
hombre, psicológica, física, económica, laboral, no importa la edad”; una de las personas señala lo
que incluye en la parte sexual la violación conyugal, así como acoso y abuso contra menores de parte
principalmente de personas conocidas “toda violencia que se da a la mujer por ser mujer, en todas
partes calle, empleo, hogar en el tema más íntimo, el acoso sexual cuando no se le respeta si quiere
o no participar en la vida sexual […] donde más abuso se da es donde menos se habla y se permite
desde joven el irrespeto a la intimidad” . Alguien más amplía “es una violación a los DDHH, es un acto
contra la dignidad de las mujeres, no reconoce lo que ella quiere, va en contra de su voluntad, no da
su consentimiento, es por una relación desigual de poder, es una manera de dominio, de jerarquía,
desde el esposo, al padre, al jefe”.

El desplazamiento forzado lo describen como la salida de un lugar donde se vive por varios factores:
económicos, violencia, desalojos, defensa del territorio y bienes comunes, a causa de terceros o pareja
sentimental. Así lo expresan “a veces las necesidades hacen que se dé el DF, por el trabajo, no tiene
nada en el hogar y no hay empleo y debe irse buscando ganar para atender a la familia”; al referirse
a la violencia mencionan la ejercida por terceros y la que vive la mujer de parte del marido o compañero
de hogar “tener que emigrar del lugar de donde se vive por evitar que le sigan haciendo daño, le violan
el derecho, sale forzadamente, por querer evitar o porque otra persona lo obliga, pueden ser mara,
crimen organizado”; cuando es el compañero comparten “el hombre saca a la mujer de la casa, le dice
ándate, las chantajean para salir y también para regresar, huyen por conflicto con marido”.

Identifican la VSBG con la violación a los derechos, así como con la violencia estructural que se vive
en el país; se presenta en diferentes espacios de relación que tiene la mujer y es de diferente tipo, lo
comparten así “cuando trasgreden los derechos, una persona está en una relación agrede a la otra
persona, se llega a una situación no deseada, que violenta y puede ocurrir en varios ambientes:
laboral, hogar, social, en la calle”, en cuanto al tipo de violencia mencionan en primer lugar la sexual,
incluyen otras “la mujer es la que más violencia sexual recibe en la calle, es abusada verbalmente,
física en el hogar, está la laboral y abuso de poder por amigo, conocido, jefe”, también comparten
“cuando recibe violencia en calle, trabajo, hogar, física, verbal, cuando ocurren insultos, golpes,
prácticamente cuando pareja, novios, amigos con derechos obligan a hacer cosas con las que no se
está de acuerdo”. Otra amplia en lo referente a lo sexual “cuando agresor se cree gran cosa, les dice
cosas o se restriegan en el cuerpo de la mujer, también en casa padres, hermanos, la propia familia
abusa “.
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Las personas participantes exponen que es difícil darse cuenta cuando una mujer enfrenta VSBG, una
parte por la vergüenza social y otra por miedo, “cuesta darse cuenta, tienden a esconder lo que les
está sucediendo, si vive violencia sexual al tener mayor cercanía es que se puede dar cuenta […] es
difícil tomar la decisión de contar, se necesitan redes no por divulgar la vida, es difícil tomar la decisión
de pedir ayuda” , otra persona complementa “es difícil a simple vista reconocer, a menos que trate con
ella, porque nunca aceptan lo que están viviendo”, ofrecen otra perspectiva y es el miedo al agresor
“el hombre la amenaza con tener mayor problema si le cuenta a alguien, incluso la amenaza de muerte,
por los hijos las mujeres aguantan todo”, una mujer que vivió la experiencia compartió “se vive con
miedo, por miedo no se habla, no se dice nada por las amenazas del hombre, por eso no se denuncia,
no se habla, falta el apoyo de la familia”. Una persona reflexiona “a simple vista no se le hecha de ver,
pero si se ven tristes, aunque ellas no dicen nada y lo disimulan muy bien por las amenazas”.

Un aporte es que no solo se debe ver a la mujer sino como viven y como están hijas e hijos, “la mujer
se aísla de familia, amistades, no les alegra nada, no sale sin el marido, no está a la par de él cuando
están juntos, los niños se ven retraídos, sin energía, como con miedo”; otro elemento a considerar es
el pudor “sufren violencia en silencio, de lo sexual no es fácil hablar, porque la mujer no habla de esos
temas, es un tabú, desde cipota le han dicho que no, ni siquiera le explicaron de los cambios físicos
cuando se hizo mujer, también tienen mucho temor al qué dirán”.

No falta el tema de la enemistad entre mujeres y la culpabilización “es difícil hablar si no hay en quien
confiar, que no lo use para reírse, chantajear o contarlo a los cuatro vientos, no hay espacios
especiales para tratar el tema, como hombres se burlan y le echan la culpa a la mujer por la ropa, la
hora”.

Al conversar respecto a la VSBG más frecuente, señalan que son violación contra niñas niños y
adolescentes, violaciones, acoso sexual, violencia doméstica y patrimonial contra mujeres, aunque
remarcaron que no se tienen datos confiables para respaldar esa percepción porque no hay registró
sistemático, aun cuando cuentan con un observatorio de violencia; del 911 expresaron “aunque se
han incrementado las denuncias, 475 denuncias de enero a julio el 911 no tiene nombres, no se sabe
que paso con esas mujeres, solo reciben denuncia pero no guardan datos, porque pasan a DPI, MP,
Juzgado de Paz y como durante la pandemia no estaban trabajando, no se sabe que paso”. Al ver los
datos presentados en el capítulo anterior respecto al porcentaje de denuncias ante el MP, se subraya
un 22% fue por amenazas, un 13% coacción, 9% violencia intrafamiliar, 5% violencia doméstica
psicológica, 4% robo con intimidación, y con un 3% de representatividad los delitos de violencia
doméstica física, violación especial y daños, estos se diferencian de las percepciones de las mujeres
participantes.

Las personas participantes se refirieron ampliamente a la escasez de servicios a nivel del


departamento, así como a la corrupción y falta de aplicación de justicia, “no se denuncia porque
autoridades no le dan seguimiento, el sistema de seguridad no apoya a la mujer, además está la mora

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judicial desde años para atrás no se le da seguimiento a los casos, llegan denuncian pero no pueden
darle seguimiento, no prosperan de la policía al MP”; otra persona amplia “ la mujer no denuncia
porque las autoridades poco funcionan, no le dan seguimiento, el sistema no tiene nada que decir, al
agresor nunca lo citan, no hay juzgados especializados, hay juzgado de paz únicamente en los 27
municipios del departamento, fiscalía solo tiene un médico forense y una psicóloga, no hay suficiente
personal”, comenta una participante “el juzgado de paz recibe diferentes tipos de denuncia, remiten a
Santa Barbara [cabecera del departamento], cuando no lo pueden resolver y para las mujeres es difícil
llegar hasta allá, entonces no ponen denuncia y no hacen nada”.

Cuando la mujer que enfrenta VSBG realiza el desplazamiento forzado, quienes le colaboran en
primera instancia son las personas cercanas de confianza, puede ser familia o amigas y luego desde
las redes de mujeres las apoyan para buscar asistencia legal o las conectan con organizaciones de
sociedad civil que trabajan en el tema y son quienes hacen las conexiones con organizaciones que
brindan ayuda humanitaria, “a veces es la familia, amiga, vecina que se solidariza, buscan apoyo
desde la red y gestionan con el Foro, que da acompañamiento”; otra persona comenta “una mujer
necesita alguien cercano, un familiar que viva ahí o este afuera, pero la fuerza se la da alguien,
necesita confiar que va a un mejor lugar”; una participante compartió “hay varias ONG que manejan
fondos para movilizar a la mujer, la policía puede colaborar para llevarla a una casa refugio para luego
buscar al ACNUR que son quienes pueden cambiar de lugar a la mujer ”

Los mecanismos, protocolos y servicios existentes en el departamento, son percibidos como espacios
que en muchas oportunidades condicionan la ayuda, poco confiables y no realizan la labor que les
corresponde; “las autoridades dicen que lo primero al solicitar apoyo para actuar es poner la denuncia
para poder documentar el acto, pero en la mayoría de los casos las mujeres tienen miedo de denunciar,
entonces que pasa, la mujer se regresa con el agresor”; una persona comparte “lo primero que debe
existir es confidencialidad, la mujer pide a gritos callados, pero no quiere que todos sepan y en la OMM
y en los juzgados se maneja la información sin los cuidados”; otra amplia “para enfrentar el problema
de violencia se deben pensar en mejores mecanismos que digan realmente que hacer, existe la OMM,
Fiscalía, DPI, pero no hacen nada, no hay atención integral a la víctima, todo queda en papeles, es
judicial, le ponen el castigo social al agresor de limpiar algo y no pasa nada con la mujer, no importa
que se dañe integridad de la mujer pero al hombre hay que cuidarlo”.

Respecto a la coordinación, señalan que la misma es escaza y falta de respuesta efectiva y se ve


agravada la situación por la falta de recursos a nivel del territorio, en cuanto a la coordinación “la
coordinación si la buscan, si la hacen a medias, como red se tiene mayor coordinación con CONADEH,
con Fiscalía y con policía no, con OMM no porque es política, se han querido sentar con ella, pero no
está haciendo para lo que fue creada, no concuerda con el trabajo de la red”, otro problema es la falta
de interés real en la situación de la mujer ”cada quien trabaja por el propio cumplimiento de metas, no
hay división de responsabilidades para que la mujer victima salga con respuestas concretas, no solo
es coordinación, también se necesitan respuestas concretas” en cuanto a los recursos “en el
departamento no hay albergue, Plan [Organización Internacional] tuvo un programa con la alcaldía

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con el que se elaboró un diseño, se identificó un terreno, pero no se ha podido ejecutar por falta de
fondos de la alcaldía”.

Identifican como el gran vacío la falta de reconocimiento del trabajo de la red departamental de mujeres
de Santa Barbara por parte de las autoridades “creen que, porque somos defensoras, somos anti-
gobierno al decir que se violan los derechos, denunciar no es malo, lo malo es no obtener respuestas,
se necesita que todos tengan acciones puntuales que se integren”.

3.3.5. Departamento de Yoro

Al definir la VSBG, las personas participantes la señalan como una relación de poder que violenta los
derechos de la mujer, “medición de fuerzas entre hombres y mujeres y tratan a la mujer como débil y
ejercen violencia, todo por la fuerza nada a voluntad”, otra persona la define como “se da por la
desigualdad de poder entre hombres y mujeres, y cuando se producen actos en contra de la voluntad”,
amplia una persona “en la casa la menosprecian y en la calle lo que le dicen a una mujer nunca se lo
van a decir a un hombre.

El desplazamiento forzado lo entienden como abandonar el lugar donde se vive de forma obligatoria
para no resistir situaciones de peligro, “cuando toca salir del territorio, comunidad por amenazas, por
trabajar en DDHH, por defender un bien o recurso natural, por estar en lucha o las mujeres por
violencia de género, las personas se ven obligadas, amenazadas e intimidadas”.

Señalan que la VSBG ocurre cuando hay abuso de poder, agresión, maltrato, “puede ser en el trabajo,
obligan a compañera a tener relaciones [sexuales], ella por la necesidad, por el abuso de poder, por
el machismo le toca aceptar para no perder el empleo”, también comparten “cuando hay una agresión
física, sexual, psicológica, porque la mujer está en situación de vulnerabilidad, nos hace permitir ese
tipo de acciones, similar a la violencia doméstica”.

Para las personas participantes si les es posible identificar a una mujer que enfrenta VSBG, tanto por
sus expresiones, como su apariencia y comportamiento “cuando la mujer platica se le hecha de ver,
la forma de sentarse, como dicen las cosas, como hablan, si es compañera se ve cambio en cómo se
comporta, se porta sumisa, como temerosa”, otra comparte “vive bajo una sugestión o cuando menos
piensa se le salen las cosas, platica, lo que el marido le dice y no se da cuenta que está contando”;
una más comenta “por la vestimenta desarreglada, no peinada cuando está en la casa, descuidadas,
rostro ajado, mirada triste”.

Las personas participantes en este taller, perciben que no se vive de la misma forma la VSBG en la
zona urbana que en la rural, en la urbana la más frecuente es el acoso sexual callejero y laboral, le
siguen la violencia psicológica, luego la física y por último la violencia doméstica y en la zona rural es
en el espacio laboral que se presenta principalmente la VSBG; ”en la zona urbana la mayoría de
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mujeres trabaja en el sector informal y tiene que aguantar acoso de policías, compañeros, clientes y
de otros vendedores” alguien comparte “en muchos trabajos las mujeres se quejan por acoso, hasta
se salen del trabajo, los compañeros buscan un favor [relaciones sexuales] para mantenerlas en el
empleo”, amplía una persona “la psicológica, luego la física, todo comienza con una mala palabra, una
palabra mal dicha”, comparte otra “la mayoría de las mujeres callan la violación dentro del matrimonio”.

En la zona rural “como la mujer se dedica a pepenar semilla de palma y sembrar maíz, hay mucha
violencia de compañeros y patrones, no hay regulación, las mujeres no van a denunciar la violencia
sexual porque no les creen, las revictimizan, las mandan a diferentes lados y no las escuchan”. De
acuerdo con los datos del MP, destaca un 20% correspondía a amenazas, un 8% violencia intrafamiliar
y robo con intimidación respectivamente, 4% violencia doméstica psicológica y lesiones y con 3%
daños, estafa, violación y violencia doméstica física, que difiere de la percepción de las mujeres
participantes.

En cuanto a quien le ayuda a la mujer que enfrenta VSBG cuando se ve obligada al desplazamiento
forzado, reconocen que son mujeres cercanas para luego encontrar otras colaboraciones y llegar a la
ayuda humanitaria, “las primeras son mujeres familiares, después buscan a las organizaciones de
mujeres para que las apoyen para salir de la comunidad, antes de salir se le explica a la mujer y ella
decide si se va o no, puede salir donde otros familiares, si es emergencia no se puede esperar a que
ella lo piense porque ahí la pueden matar, a veces hasta a la mamá no se le dice porque puede ser
contraria a que se vaya y la denuncie” , también se señala “la mujer a veces no espera, se va con lo
que tiene, no espera colaboración, va a otra comunidad u otra región, después que la mujer sale del
hogar, de ahí se hacen gestiones para que otras organizaciones la apoyen para que se busquen otras
opciones” , reportan un opción desde la municipalidad “la municipalidad [El Progreso] y organizaciones
que trabajan con prevención de violencia tienen ruta de acceso, tiene una ventanilla para migrantes y
desplazado por la violencia con apoyo de ACNUR”.

De los protocolos, mecanismos o servicios a nivel departamental reconocen el desconocimiento de


estos “no hay protocolos, se remiten al Foro, ellas acompañan y remiten al ACNUR y hacen la gestión,
las redes no tienen capacidad para un acompañamiento más especializado”.

La coordinación para las acciones de atención en VSBG son escasas, exponen que oficialmente hay
acciones puntuales y la preocupación por la diferencia urbano rural; “no hay coordinación en todo el
departamento, solo en El Progreso hay comité en contra de la violencia de género, en el que participan
varias instituciones, cuentan con un plan estratégico que debieron suspender por el covid-19, para
trabajar en conjunto, que se debe retomar”, mientras que a nivel oficial se reporta que “hay una red
departamental de OMM que se reúnen al menos una vez al mes, con el que la red de mujeres no ha
tenido contacto, pero que se deberían unir para acordar acciones”, una preocupación que comparten
es “es importante coordinar, como socializar tanto en lo urbano como en lo rural, no se llega a
diferentes sectores, las mujeres de la zona rural pasan desapercibidas, no se les tiene en cuenta”.

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Para la coordinación de acciones orientadas a apoyar el desplazamiento forzado, hay que tener en
consideración dos situaciones, la primera que no se asocia la VSBG como causa del desplazamiento
forzado y la segunda que la ayuda humanitaria no se publicita para evitar el oportunismo “se debe
visibilizar el tema de desplazamiento forzado a causa de la VSBG en todas las organizaciones, para
la corresponsabilidad, que se tiene de atender los dos y ver que puede hacer cada organización”, el
apoyo humanitario “tema que no se maneja con mucha publicidad, esto porque es ayuda económica
y no quieren que se sepa, la información se maneja directamente con ONG´s no con personas
particulares, en la actualidad no hay persona encargada de la oficina en la municipalidad [El Progreso],
se turnan para atenderla de la OMM y de desarrollo comunitario”.

Entre las cosas que valoran se encuentra, la existencia de organizaciones y redes de mujeres, que se
cuenta con una política municipal de género en El Progreso, “existen espacios, es posible mejorar
coordinación y comunicación, poner una agenda común”, también consideran “existe buen ánimo para
trabajar y apoyar a las mujeres, para articular con la OMM y otras instancias”, en cuanto a la política
señalan “en El Progreso se respeta a la OMM porque la REMUPRO apoyó en el 2012 partiendo de un
diagnóstico elaborado por UNAH-VS y a partir de ese se elaboró Política Municipal de Género”,
recibieron apoyo del Foro para hacerlo, “esta difícil para el municipio echar andar la política, el trabajo
con las otras dependencias de la alcaldía va lento, para hacerla funcional aun hace falta, porque hay
instituciones de gobierno que no quieren integrarse a trabajar con la municipalidad, por diferencias de
partido político”.

3.3. Balance crítico

Resalta el insuficiente conocimiento y por tanto la falta de unidad de criterios respecto a la definición
conceptual de los fenómenos de VSBG y DF, que limita tener un entendimiento colectivo para poder
nombrar de la misma manera los fenómenos y así poder conocerlos, dimensionarlos e identificar
cuáles son las necesidades de atención.

En la exploración de los elementos de la VSBG y del DF, destaca que las personas han tenido
contacto, han reflexionado acerca de los mismos, por lo que les es posible identificar detalles que
aportan a su comprensión y se confirma que no se trata de hechos aislados que se presentan de
manera ocasional en las comunidades.

Las redes de mujeres se constituyen en un recurso invaluable para la identificación y primera


respuesta que puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, tanto de la mujer como de sus hijas/os
y personas dependientes, puesto que son quienes se convierten en el grupo más cercano para ofrecer
apoyo para la mujer que enfrenta VSBD y se ve obligada a realizar el desplazamiento forzado.

El modelo de servicios con el que cuenta el país hace que cualquier intervención se encuentre limitada,
no sólo por la gran demanda en función de la capacidad instalada y el modelo de atención adoptado,

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sino también por los valores e imágenes culturales tanto de las autoridades como de la población en
general, que hacen problemática la intervención, debido a que consideran que se trata de un asunto
natural y que ocurre en el espacio privado.

En la exploración de las causas y efectos que generan tanto la VSBG como el DF, se destaca la
atención a cada uno de los fenómenos de manera aislada, expresan que existen acciones para su
atención, sin embargo, no se ha reflexionado lo suficiente respecto a la VSBG como causa del DF.

En cuanto a los hechos de VSBG más frecuentes en los departamentos, se encontró que la percepción
de las personas participantes no es coincidente con los datos estadísticos que se manejan en las
fuentes oficiales, lo que confirma la distancia que hay entre la realidad del fenómeno y el entendimiento
que se tiene del mismo.

Este estudio valoró la opinión de personas, mayoría mujeres, vinculadas con el tema de la atención a
la violencia, la protección de los derechos humanos respecto a las dinámicas de VSBG y DF, quienes,
aunque aportaron elementos significativos de cómo se comportan estos fenómenos en cada uno de
los departamentos estudiados, no son determinantes para caracterizar que pasa en cada uno de ellos.

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4. Mecanismos de protección

La protección de los Derechos Humanos, consagrados en la Constitución de la

República, se constituye en un valor fundamental de cualquier sociedad,


entendiendo que la responsabilidad primordial y el deber de promover y proteger
los derechos humanos y las libertades fundamentales incumbe al Estado. Es así

como los países generan una institucionalidad para proteger de una eventual o
real pérdida, vulneración o amenaza de los derechos fundamentales consagrados
en la Constitución y buscan cuando fuere posible restituir las cosas a su estado

anterior.

La institucionalidad y los mecanismos que crea, deben estar al servicio de las

personas y que busque constantemente un entendimiento de la situación, para


que sus acciones realmente atiendan la problemática a la que se enfrentan las y
los ciudadanos.

En este capítulo se presenta la información respecto a la institucionalidad y los


mecanismos de protección existentes y sus vacíos. Para poder analizar cuál es la

percepción que tienen las personas entrevistadas respecto a la institucionalidad


existente, se hace necesario conocer lo que de acuerdo con la norma existe y así
poder hacer un balance respecto a que tanto se conoce lo que existe, si se sabe

cómo funciona y como se valora el servicio que se presta, para así poder
identificar los retos.

Los principios de igualdad y de la no violencia contra las mujeres, así como lo relacionado con
derechos y garantías para el desplazamiento forzado, están recogidos en los preceptos de la
Constitución de 1982. En ella se establece, en primer lugar, que “la aspiración del país a partir de su
aplicación es que se fortalezca y perpetúe un estado de derecho que asegure una sociedad política,
económica y socialmente justa que afirme la nacionalidad y propicie las condiciones para la plena

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realización del hombre, como persona humana, dentro de la justicia, la libertad, la seguridad, la
estabilidad, el pluralismo, la paz, la democracia representativa y el bien común” (Republica de
Honduras, 1982; p.7).

En el tema específico, de violencia contra la mujer, en el Artículo 59 se reconoce a la persona humana


como el fin supremo de la sociedad y del Estado; y en Artículo 60 se afirma que en Honduras no hay
clases privilegiadas, ya que todos “nacen libres e iguales en derechos”, y se declara punible toda
discriminación por motivo de sexo, raza, clase y cualquier otra lesiva a la dignidad humana”.

En cuanto al tema del desplazamiento interno, en el Artículo No.50 señala en materia de


declaraciones, derechos y garantías “La persona humana es el fin supremo de la sociedad y del
Estado. Todos tienen la obligación de respetarla y protegerla. La dignidad del ser humano es
inviolable[...]. De igual manera, el derecho constitucional asume en el artículo No. 15 que “Honduras
hace suyos los principios y prácticas del derecho internacional que propenden a la solidaridad humana,
al respeto de la autodeterminación de los pueblos, a la no intervención y al afianzamiento de la paz y
la democracia universales[...]”.

4.1. Institucionalidad existente en el país

Entre la institucionalidad con la que cuenta Honduras para atender los temas de violencia hacia la
mujer y el desplazamiento forzado se pueden identificar pocas leyes, algunas políticas públicas, así
como guías, protocolos e instructivos.

En el tema de violencia se encuentran dos leyes específicas para la atención de las mujeres: Ley
contra la Violencia Doméstica, Decreto N.º 132-97, con posteriores reformas en 2005, 2013 y 2014
según Decretos N.º 250-2005; 35-2013 y 66-2014.y Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer,
sancionada en el año 2000. Existen otras leyes que forman parte de la normativa nacional que incluye
aspectos de protección de la mujer: Ley Contra la Trata de Personas, Decreto No.59-2012; Código
Penal y sus reformas, Decreto Legislativo N.º 130-2017; Consejerías de Familia, Acuerdo Ejecutivo
No 0079-93.

De igual forma se destacan tres políticas públicas orientadas a la atención de la situación de las
mujeres: la Política Nacional de la Mujer y Segundo Plan de Igualdad y Equidad de Género, 2000-
2022; la Política Integral de Convivencia y Seguridad Ciudadana, 2011-2022, y el Plan Nacional Contra
la Violencia hacia las Mujeres, 2014-2022.

En cuanto a las guías, protocolos e instructivos que se han generado a partir de estas leyes se
identificaron al menos cinco (5) instrumentos:

Página 82 de 116
Instructivo para el uso del kit de abuso
Protocolo de atención integral a sexual elaborado por el Ministerio Guía práctica para la eficaz atención
víctimas de la violencia contra la mujer Público en el marco de un modelo de de víctimas de delitos sexuales,
y una guía técnica para su aplicación atención integral a la violencia contra explotación sexual comercial y su
por parte del sector salud y las mujeres (2010), específicamente investigación, elaborado por el
operadores/as de justicia. para efectos del abordaje de la Ministerio Público;
violencia sexual

Protocolo de atención integral a víctimas


de violencia doméstica y de violencia
Instrumento para la aplicación y uso de
intrafamiliar y guía de adecuación técnica
la cámara de Gesell, elaborado por el
para su aplicación, liderada por el poder
Ministerio Público con el fin de evitar la
judicial (2013) con el objetivo de establecer
revictimización.
una serie de pautas homogéneas y
estandarizadas para la aplicación de la ley;

Se cuenta con una estructura institucional diseñada para atender los casos de violencia hacia las
mujeres, que idealmente, funciona de manera articulada brindando protección integral a la mujer
cuando se presenta como víctima o sobreviviente de cualquier tipo de violencia. El ente responsable
de formular, promover y coordinar la ejecución y seguimiento de la Política Nacional de la Mujer, así
como los planes de acción que la ejecuten y la integración de la mujer al desarrollo sostenible es el
Instituto Nacional de la Mujer (INAM).

A continuación, se muestra gráficamente con que instituciones e instancias se cuenta a nivel nacional
para el trabajo por la defensa de los derechos de las mujeres.

Oficinas Consejerías de
Municipales de la Familia (1993)
Mujer (OMM) Secretaria de
Asociación de Estado en los
Municipios de Despachos de
Honduras Salud
(AMHON)
Juzgados
Fiscalía
especiales de
Especial de
Violencia
la Mujer
Doméstica
(1995) en
(2007)
Ministerio
Ministerio
Público
Público
Módulos de Sistema Unificado
Atención Integral de Atención
Especializada Sistema Nacional
(MAIE) de Emergencia
911
Ministerio
Público (2015)

Casa Ciudad Mujer


Refugio (2016)

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También se mencionan modelos de atención integral a la mujer, el MAI (modelo de atención integral
a las mujeres víctimas/sobrevivientes de violencia) y el CAPRODEM (Centro de Atención y Protección
de los Derechos de las Mujeres), iniciativa del sector judicial y a partir del año 2016 Programa
Presidencial Ciudad Mujer8, que incorpora a los dos primeros. Este último está vinculado a la Alianza
Estratégica para la Prosperidad del Triángulo Norte de la América Central (2016-2020), “El Programa
Presidencial CM en Honduras, adscrito al Gabinete Social, se ha creado con la finalidad de contribuir
al mejoramiento de las condiciones de vida de las mujeres en Honduras en las áreas de autonomía
económica, atención a la violencia contra las mujeres, prevención y atención de embarazo en
adolescentes, salud sexual y reproductiva, educación comunitaria y otras afines, mediante una red de
servicios ofrecidos de manera integral por las instituciones públicas competentes, bajo un mismo
techo” (http://www.ceniss.gob.hn/Descarga/ciudadm/MANUAL-OPERATIVO-del-Programa-CM-
aprobado.pdf ). En el país hay seis unidades de Ciudad Mujer ubicadas en: Tegucigalpa, San Pedro
Sula, Choloma, Ceiba y Juticalpa y recientemente en Choluteca, adicionalmente hay una Ciudad Mujer
Móvil en el departamento de Cortés.

Actualmente funcionan 7 casas refugio para mujeres víctimas de violencia ubicadas en Tegucigalpa,
Santa Rosa de Copán, La Ceiba, San Pedro Sula, La Esperanza, Choluteca y Puerto Cortes, algunas
reciben apoyo del gobierno local, la mayoría están bajo la responsabilidad de organizaciones de
sociedad civil, que con fondos de la cooperación logran funcionar.

De igual forma se ha querido articular la atención a las mujeres con el sistema de emergencia 911,
que es el “responsable de la atención integral de las llamadas dirigidas al número de teléfono nueve
uno uno (911) por ciudadanos residentes y visitantes en el territorio hondureño que requieran atención
inmediata, coordinada y de calidad, a través de la facilitación de los recursos y unificación de las
comunicaciones de las instituciones que forman el sistema a través de un Centro Integrado de
Operaciones de Emergencia y Seguridad” 9. Lo novedoso de este sistema es que intenta articular
salud, justicia y seguridad, con emergencias.

Así mismo, se ha buscado generar información que dé cuenta de la situación de las mujeres, y más
específicamente, de los avances y desafíos en materia de violencia contra las mujeres, incluyendo la
violencia sexual, como el Centro de Documentación en Información Judicial (CEDIJ) y el Observatorio
de la Violencia de la UNAH.

En cuanto al desplazamiento forzado, que es un tema reciente en el país, es hasta finales del año
2013, que se creó la Comisión Interinstitucional para la Protección de las Personas Desplazadas por
la Violencia (CIPPDV), conformada por instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil,
con el objetivo de “impulsar la formulación de políticas y la adopción de medidas para la prevención

8
República de Honduras Decreto Ejecutivo Número PCM 031-2016 Art. 1
9
Republica de Honduras Decreto 58 – 2015.

Página 84 de 116
del desplazamiento forzado por la violencia, así como para la atención, protección y soluciones para
las personas desplazadas y sus familiares”10.

A nivel estatal se han creado estructuras para trabajar en el tema, es así como en la Secretaria de
Derechos Humanos se cuenta con la Dirección para la Protección de las Personas Desplazadas
Internamente por la Violencia (DIPPDIV) y el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos
(CONADEH) cuenta con Unidad de Desplazamiento Forzado Interno y con la estrategia de “Municipios
de Bienestar Solidario”, que involucra a treinta y seis municipios de los doscientos noventa y ocho que
existen en el país, en los que se busca promover el Sistema Local de Protección y Promoción de los
Derechos Humanos.

La Dirección para la Protección de las Personas Desplazadas Internamente por la Violencia la


(DIPPDIV) “ha avanzado en la estructuración del Mecanismo de Asistencia Humanitaria en
Emergencia (MAHE), así como en una Guía Práctica para la aplicación de criterios de atención
diferenciada con enfoque psicosocial para las personas desplazas internamente por la violencia.
Ambos instrumentos constituyen protocolos para la identificación, recepción, atención y seguimiento
de casos individuales como colectivos” (CIPPDV, 2019, p. 19).

Para explorar si en la actualidad con la normatividad existente es posible garantizar a la mujer el


derecho a un futuro mejor, se buscó conocer desde cada una de las estructuras identificadas su
percepción del desempeño institucional, como ya se señaló en el capítulo de metodología se pudo
indagar con Instituto Nacional de la Mujer (INAM), Ciudad Mujer, Juzgado Especial de Violencia
Doméstica en San Pedro Sula, Sistema Unificado de Atención Sistema Nacional de Emergencia 911.
Para el tema del desplazamiento forzado se exploró con La Secretaria de Derechos Humanos (SEDH)
y con el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (CONADEH). Información que se contrasto con
la obtenida mediante entrevistas y talleres en los que participaron personas de las organizaciones de
sociedad civil.

4.2. Percepción sobre los mecanismos de protección

Respecto a cómo funciona la institucionalidad hay opiniones encontradas, la coincidencia en todas las
personas entrevistadas es la falta de personal, de presupuesto y la deficiente comunicación y
coordinación entre diferentes integrantes, así como en algunas oportunidades la falta de respuesta
oportuna e integral.

Hay aspectos que requieren de una amplia discusión como es el uso de los conceptos y la inclusión
de los mismos en el quehacer institucional, tales como violencia basada en género, violencia sexual
basada en género y desplazamiento forzado, reconociendo que estas categorías conceptuales

10
República de Honduras, Decreto Ejecutivo Número PCM-053-2013

Página 85 de 116
requieren un nuevo instrumental para su abordaje y que no todas las instituciones del Estado ya lo
tienen incorporado y comprendido.

Respecto a las causas del desplazamiento forzado son múltiples, en tal sentido hay varios perfiles de
personas desplazadas, asociados con violación a los derechos humanos por lo que se requiere de
diferente tipo de servicios y de políticas, se menciona la identificación de 12 tipologías de personas
migrantes. Mencionan entre las causas: diferentes tipos de violencia, pobreza, inseguridad ciudadana,
persecución política, megaproyectos, conflictos de tierra, así como desastres naturales. Se señala la
dificultad de generar un protocolo que pueda aplicarse en el caso del desplazamiento por violencia
generada por el crimen organizado, maras y pandillas o delincuencia común, porque requiere de una
respuesta rápida y el hecho de “tomarse el tiempo de poner la denuncia y poner en movimiento el
engranaje gubernamental ya para ese entonces la persona puede estar muerta”.

Para las personas entrevistadas, es significativo que un porcentaje importante de personas no


comprenden su condición de personas desplazadas con todas las consecuencias que trae para la vida
“mencionan que se deben mover porque se presentó un problema y confían que cuando se solucione
pueden regresar a su antigua vida”.

Dependiendo de la institución y su área de interés tienen la información de la causa de la VSBG y del


desplazamiento forzado, para algunas de ellas, la investigación la dejan para el Ministerio Público, se
señala que las instituciones se han fortalecido en una u otra problemática, sea esta VSBG o
Desplazamiento Forzado, en tal sentido creen que presentan debilidad para atender el “otro”
fenómeno.

En cuanto a la existencia de protocolos, se reconoce la mayoría de los cinco protocolos mencionados


para atender a las mujeres que enfrentan VSBG, sin embargo, estos no son comprendidos y no
siempre manejados como se indica por las instituciones responsables de su aplicación, lo que limita
la orientación a las mujeres. En el caso de la cámara de Gesell se menciona que por un tecnicismo
puede ser descartado el testimonio que se levanta “para recoger un testimonio en materia penal se
necesita un juez presente al momento de dar el testimonio, se necesita persona capacitada, el
personal de investigación y de fiscalía manejan muchos casos lo que dificulta que cuenten con tiempo
para acompañar este procedimiento”. Se planteó la necesidad de terminar la discusión respecto al uso
de las PAE en el protocolo de atención en violencia sexual, hay diferencia de criterios entre Secretaria
de Salud (SESAL), Instituto Nacional de la Mujer (INAM) y la Corte Suprema de Justicia, porque la no
inclusión atenta contra la protección de la mujer que ha sido violada. De igual forma se requiere una
mejor comprensión del MAIE, pues se ha encontrado que las mujeres “son revictimizadas
constantemente, hasta 13 veces tiene que repetir su declaración”. En las instituciones que no tiene
protocolos identifican principios rectores que guían la atención de las mujeres que solicitan el servicio,
hay códigos con los que identifican las acciones según como “califican” el tipo de violencia.

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Respecto a los protocolos en el caso de desplazamiento forzado, para la mayoría de las personas
entrevistadas se encuentran en construcción, las dos instituciones que tienen relación directa SEDH
y CONADEH, exponen que manejan sus propios manuales. SEDH cuenta con un manual que se está
actualizando, a raíz de una experiencia piloto que tuvieron, en el caso de CONADEH no son protocolos
específicos, son los que se tienen para la atención general del público que demanda el servicio
alrededor de la queja y la derivación a las instancias que dan atención humanitaria.

El sistema 911 es un caso particular, puesto que su labor es recepción de la llamada y la derivación a
otros especialistas, cuentan con tipología bien definida y en tal sentido con protocolos de respuesta,
una vez derivado el caso, ya no hacen seguimiento.

La parte presupuestaria de todas las instituciones de gobierno muestra cifras negativas para trabajar
con mujeres, en general las organizaciones de sociedad civil de mujeres tienen mayor cobertura,
fondos y proyectos. Se cuenta con algo más de presupuesto para el tema del desplazamiento forzado
por el apoyo a través de cartas de entendimiento u otras figuras con agencias de cooperación
internacional, principalmente ACNUR, que ha permitido la creación de unidades para trabajar con el
tema, como es el caso de la Secretaria de Derechos Humanos y el Comisionado Nacional de Derechos
Humanos.

En los servicios que se identifican en el tema de VSBG se encuentran los que ofrece Ciudad Mujer,
con un detalle y es que no cuentan con los servicios de las diferentes áreas todos los días, tienen una
programación de los días de atención y otros los cubren con practicantes universitarias. El que ofrece
la organización Médicos Sin Fronteras, quienes cuentan con clínicas de atención especializada para
la mujer y poseen un protocolo de atención que han compartido con las instituciones públicas,
ubicados en Tegucigalpa, San Pedro Sula y Choloma. Así como el de Médicos del Mundo, que su
labor es más de formación a las instancias públicas, con acciones de sensibilización y comunicación
en los temas de VSBG y desplazamiento forzado. Se mencionan los programas de ayuda humanitaria
de ACNUR y del Consejo Noruego para los Refugiados.

La pretensión de algunos de los servicios es no revictimizar a las personas usuarias, sin embargo, no
todas lo pueden cumplir tanto por la escasez de recursos como también porque el personal no está
calificado “al tener la víctima no hay vehículo, no hay receptor, no hay policía, forense saturado no
especializado en delitos sexuales, la mujer termina haciendo fila igual que el robo de una billetera y se
supone que se intenta no revictimizar”.

Para las personas de las organizaciones, en medicina legal, fiscalía y juzgados le piden a la mujer
repetir su denuncia con lo que la revictimizan, algunos de los servicios no coinciden la oferta con la
divulgación que hacen de los mismos, no cuentan con las/os profesionales de todos los campos y otra
limitación son los horarios de atención.

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El sistema 911 tiene cobertura nacional, trabajan por turnos y de acuerdo con programación cuentan
con los diferentes servicios, su preocupación es salvar vidas, tiene variantes en los tiempos de
respuesta, según zona, hora, ciudad, se aclara que en los cascos urbanos tienen una mejor respuesta
que en las zonas rurales, “una característica de este servicio es que tiene una demanda sostenida,
ofrece servicios de acompañamiento en primeros auxilios mientras llega el servicio de ambulancia por
ejemplo y atención en crisis con una psicóloga, los tiempos de respuesta están entre 10 y 15 minutos”.
De acuerdo con las otras personas el tiempo de respuesta puede ser más amplio y en ocasiones no
presentarse al llamado, “mucho problema, no tienen respuesta, es al azar el que tenga suerte el otro
se muere”.

Respecto a las políticas, se menciona para el caso de la violencia hacía la mujer, que estas señalan
la necesidad de creación de protocolos y servicios, que por falta de presupuesto no ha sido posible
diseñar y menos desarrollar, “se cuenta con la política, pero no con la operatividad”, reconocen que
las instituciones se ven limitadas en su accionar. Igualmente se señala la falta de capacidad del Estado
de proteger a las ciudadanas “las políticas deben ir acompañadas no solo de buenas intenciones,
deben ir con presupuesto que le permita al Estado asumir su responsabilidad, las políticas públicas
deben abarcar acciones de educación sexual en todos los campos como por ejemplo para la
prevención de embarazo en adolescentes, capacitación a los operadores de justicia que vean más allá
la violación, porque el delito sexual es integral”.

En el caso del desplazamiento forzado, se considera que contar en dos instituciones del Estado con
dependencias para atender el tema, son los primeros pasos para contar con una política pública, se
elaboró de manera participativa un proyecto de ley para la Prevención, Atención y Protección de las
personas desplazadas forzadamente, que se entregó al Congreso Nacional en el año 2019, aún se
está a la espera de su discusión.

El sistema 911, maneja su política de servicio que es 24/7, su preocupación es la atención inmediata,
intervenir en el momento, cosa que firmemente creen que la cumplen. Percepción que no es
compartida por las personas entrevistadas.

En cuanto a los mecanismos para la atención de la VSBG se mencionan los de atención integral, los
de registro de los casos y los de seguimiento y monitoreo, así como los de vinculación de servicios.
Aun cuando los mencionan, no todos están presentes en todas las instituciones, en tal sentido son
escasos, se cuenta en algunas instituciones con principios rectores que pueden o no incluir pautas
mínimas, con lo que se dificulta dar cuenta de sus resultados, así como de los impactos; se presenta
también problema con el registro de los casos, que no permite dimensionar el problema “hay una cifra
gris, porque hay denuncia que no llegan al sistema penal, pueden llegar por atención en salud, porque
muchas deciden no judicializar los casos”. Para la vinculación de servicios, mencionan “se tiene un
sistema de referencia y contrarreferencia, que es difícil mantenerlo activo, porque las instituciones no
responden por escrito y de hacerlo, se dificulta que les llegue la respuesta”.

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En cuanto al desplazamiento forzado, se valora como un tema nuevo, al que hay que incluirle el hecho
que se maneja por crisis “es un tema de oleadas, hay tanta demanda que no se sabe que priorizar si
lo interno o las caravanas”. Al interior de las instituciones del Estado buscan como solventar las
acciones, sin embargo, la limitación presupuestaria y de personal condicionan la puesta en marcha de
mecanismos propios, reconocen que se requiere conocer más acerca del tema y cuál es la dinámica
nacional para poder incidir en aplicación de medidas.

El sistema 911, cuenta con un departamento de calidad y control interno que atiende las denuncias
para que el sistema no pierda la capacidad de reaccionar, este identifica el cuello de botella y busca
resolverlo. Manejan lo que ellos llaman como el ciclo de la denuncia en el que se crea el caso, se
atiende y reasigna a la institución correspondiente, para VSBG se tiene establecido dar seguimiento
al caso vía telefónica. Al profundizar se identifica que el sistema tiene las limitaciones propias de la
característica de este, que es gestionar los servicios y servir de enlace entre las diferentes instancias,
con el agravante que no siempre cuentan con la cantidad de personal que requiere para su
funcionamiento óptimo.

En todas las instituciones se identificaron buenas prácticas orientadas a la sensibilización, información


y prevención, así como servicios de atención en conjunto de manera coordinada. Ejemplifican la
modificación en la parte legal para la aprobación de los testimonios brindados en la cámara de Gesell,
así como la existencia de MAIE, uso del enfoque diferenciado, utilización de actividades lúdicas para
divulgar derechos y servicios existentes, trabajo con MSF para lograr la atención de VSBG.

Para las personas de las organizaciones no son tan claras, puesto que en muchas oportunidades
llegan y no hay cámara de Gesell o la persona que la maneja no se encuentra o no está disponible un
juez para que escuche el testimonio, como tampoco la aplicación de MAIE, exponen que hay
revictimización en todos los servicios a los que acuden.

En el tema de desplazamiento forzado coinciden en que la creación y funcionamiento prácticamente


por 7 años de la Comisión Interinstitucional es la mejor práctica del sector, el trabajo conjunto con la
cooperación internacional, la atención y acompañamiento de las mujeres, principalmente con ACNUR
y el Consejo Noruego, así como el contar con institucionalidad en el Estado respecto al tema.

La coordinación que existe es concreta y puntual en función de casos específicos, pero no se puede
generalizar para asumirlo como mecanismo de funcionamiento. Se cuenta con directrices de atención
que para las instituciones entrevistadas lamentablemente no tienen cobertura nacional. Un elemento
que ya fue mencionado que condiciona la coordinación es la falta de denuncia de la VSBG “se puede
presumir que es por falta credibilidad en el sistema y en los operadores de justicia, puesto que al final
resulta que el violador es compadre o amigo de la autoridad y por eso no actúa de acuerdo a ley”. Hay
una preocupación por la falta de respuesta y es debido a que “la masa de denuncias por violencia no
llega a ser socialmente tan representativa para las instituciones, no es visible por el bajo número de
denuncias, por eso les toca a las organizaciones de mujeres pedir acciones puntuales como iluminar

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una calle, limpiar un predio, entre otras”. Hay acciones que impulsan las organizaciones comunitarias
por las dificultades de obtener respuestas “la comunidad denuncia, les hacen sugerencias a las
mujeres por donde pueden y por donde no moverse y en que horario lo pueden hacer, es la indefensión
aprendida como resultado de la inercia colectiva del sistema”.

En el caso del desplazamiento forzado consideran que la coordinación es más efectiva al participar en
instancias de coordinación como es el Comité y algunas instituciones realizan acciones a nivel local
con modelos como el municipio solidario, donde trabajan la interseccionalidad.

En el caso del servicio 911, la base del trabajo es la coordinación interinstitucional, se busca que
siempre exista una persona de turno en las diferentes instituciones del Estado para atender las
llamadas de emergencia, de acuerdo con las personas entrevistadas en algunas oportunidades no es
así.

Las mujeres de las organizaciones reconocen que en muchas oportunidades la movilización de las
mujeres la logran mediante la coordinación con la policía, aun cuando no creen en el lema de “cuidar
y proteger”, se ven obligadas a acudir a esta instancia para salvar la vida de la mujer y sus hijas/os
“no son amigos de nadie, las buscan si quieren hacer una campaña en la comunidad, nadie confía en
ellos”.

En cuanto a la valoración del trabajo propio, exponen que su actuación no cubre todo el espectro de
VSBG y Desplazamiento Forzado, se requiere revisar conceptualmente para conocer los alcances de
cada uno, como fue mencionado al inicio, así mismo se percibe que se tiene más una respuesta
operativa a los discursos institucionales y no preventivo de las situaciones. Un problema identificado
es la alta impunidad “al violar o asesinar la probabilidad de ir a la cárcel es de 5%, por la política de
seguridad, solo se relaciona con la judicialización de los casos y penas y se debe trabajar en
prevención”.

El sistema 911, se plantea como en programa en aprendizaje y actualización permanente, la base es


el dialogo con las otras instancias, consideran que el acompañamiento de las ONG´s mejora el servicio
sobre la base de la crítica constructiva.

En cuanto a valorar el trabajo del sector, en el caso de VSBG destaca que este fenómeno tiene muchas
aristas, por lo que el trabajo interinstitucional es complejo y requiere de mayor esfuerzo, aun se
revictimiza a las mujeres en la policía y la fiscalía por ejemplo y los medios de comunicación son
insensibles a la situación de la mujer, están desinformados y con poca empatía. Se señala la
necesidad de fortalecimiento de capacidades. Se expone que no se están trabajando las causas de la
violencia, se requiere reconceptualizarla “ya no estamos hablando de la misma violencia, no es la
misma que cuando se elaboró la ley, las cosas han cambiado mucho”. El tema de la VSBG queda
subsumido en la violencia doméstica, lo que dificulta el seguimiento del mismo “en la violencia
doméstica se oculta la agresión sexual, porque las relaciones sexuales son parte de las obligaciones

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maritales, la mujer es considerada un objeto para el consumo del hombre, se puede dar por chantaje,
manipulación y como contraparte por no aportar a la economía del hogar”.

En el desplazamiento forzado se impone trabajar de manera más integral, falta incluir otras
instituciones del Estado de acuerdo con su área de competencia para complementar el trabajo, “por
ejemplo con Gobernación para trabajar planes de respuesta para personas desplazadas, con
Educación para hacer un censo de niñas, niños, adolescentes que se han desplazado, con Seguridad
elaborar análisis de riesgo y planes de seguridad”. Se reconoce que el tema de la VSBG como causa
del desplazamiento forzado no es vista en su integralidad “la violencia sexual ocupa entre el 5 y sexto
lugar como causa del desplazamiento forzado, por lo que no es atendida como tal”.

4.3. Percepción de los mecanismos comunitarios

Hay un reconocimiento unánime de la importancia y el valor que tiene el trabajo que realizan las
organizaciones de mujeres y feministas de sociedad civil y el trabajo más local desde los territorios.
Se exploró el trabajo que se realiza a nivel de los territorios, por considerar que, al ser la primera
respuesta, es ahí donde se deben identificar las acciones existentes, las buenas prácticas y porque
no, acerca de los vacíos que deben ser reconocidos para atenderlos.

Se destacan las figuras de: promotoras/es, defensoras/es de derechos y la de procuradoras/es


jurídicos, personas éstas formadas por las organizaciones, para la atención en las comunidades. Son
personas en su mayoría voluntarias quienes responden de manera inmediata a la situación, brindan
el apoyo desde la localidad y después buscan enlaces con organizaciones de mujeres y feministas
que están fuera, para responder de manera integral a las mujeres.

En el caso del desplazamiento forzado no es una población que sea identificada claramente y que la
comunidad de acogida cuente con estructuras comunitarias para acompañarlas en su proceso de
inserción la comunidad, con lo que se cuenta en algunas es con apoyos desde las iglesias para las
personas migrantes retornadas. Para la situación de la mujer que enfrenta VSBG y se ve obligada a
realizar el desplazamiento forzado la percepción que se tiene es que “en las comunidades hay un
rechazo social y cultural generalizado, algunas personas pueden sentir empatía, pero la mayoría
juzgan, dicen: seguro le pagaba mal al marido y por eso tuvo que huir, o a saber que hizo que tuvo
que huir”.

En cuanto al presupuesto, el funcionamiento de estas redes de promotoras/es, defensoras/es y


procuradoras/es en la mayoría de los casos es con fondos de la solidaridad comunitaria, en algunas
oportunidades con apoyos puntuales de las organizaciones o la cooperación internacional “muchas
veces para conseguir fondos hacen comida, venden rifas, buscan como agenciarse de fondos”.

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Respecto a los protocolos, las organizaciones impulsan la creación de “manuales” y la apropiación de
estos, así como la importancia del registro de las acciones, para poder identificar que requieren. En
algunos casos se cuenta con documentos que recogen la experiencia ganada, que les señala los
pasos a seguir.

En referencia con los mecanismos, lo que sí es claro es que el poder que se genera por la presión
localmente puede traducirse en cambios, que lleven al avance en los temas de VSBG y
Desplazamiento Forzado, así como a la articulación del trabajo. Al respecto hay opiniones
encontradas, para un grupo de personas entrevistadas, se valora positivamente que se tiene una
relación más cercana con las y los actores que están vinculados con la atención de las mujeres, lo
que podría ser una oportunidad de incidir positivamente para el cambio, sin embargo otras personas
consideran que esa cercanía dadas las características de algunas de las personas funcionarias, se
convierte en un “arma de doble filo” puesto que puede afectar la confidencialidad de los casos, la
seguridad de las mujeres y de quienes las están apoyando, “es un trabajo complejo porque es en la
propia comunidad, hay que tener mucho cuidado para no perder el apoyo y la confianza y evitar la
violencia hacia ellas [promotoras/es, defensoras/es y procuradoras/es]”.

En relación con los servicios, de acompañamiento a las mujeres que enfrentan VSBG y que se ven
obligadas a huir, las promotoras/es, defensoras/es y procuradoras/es tienen el acceso a los espacios
de actuación, con lo que se puede valorar como realizan el trabajo “para las autoridades de
investigación puede ser un problema que se les señale por errores que como Estado están teniendo,
porque no se brinda la atención que indica la ley”.

En teoría la coordinación en los territorios aporta al proceso porque permite identificar situaciones,
derivar a las instituciones especializadas y dar acompañamiento para que la mujer se sienta apoyada
al momento de la denuncia, sin embargo, la coordinación entre los mecanismos locales y las
instituciones del Estado está en cuestionamiento, depende más de las personas que del hecho de
establecer una coordinación formal, con sus propios mecanismos. Hay acciones desarticuladas, en
algunas oportunidades las instituciones del gobierno que comportan más como implementadoras de
proyectos y no de responsables de la aplicación de políticas públicas. Una de las personas
entrevistadas manifestó “preocupa la desconexión entre organizaciones de mujeres e instituciones del
gobierno, lo que se refleja a nivel de las localidades, por lo que las demandas de cambio y el impulso
de acciones no tiene el impacto que se necesita, y esos cambios no se pueden lograr solo desde la
institucionalidad y esperar que tengan impacto”.

Entre las buenas prácticas que identifican es el impulso y reconocimiento de los liderazgos locales y
la creación de identidad alrededor de las causas de las mujeres que enfrentan VSBG y que se ven
obligadas al desplazamiento forzado, la identificación y apoyo temprano para evitar daños mayores,
la organización comunitaria es vital para obtención de mejores resultados porque saben cómo
responder, a quien acudir para enfrentar las diferentes situaciones que se presentan.

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La valoración del trabajo propio y del sector de organizaciones privadas y de las redes de las
promotoras/es, defensoras/es y procuradoras/es, se considera que es un trabajo vital para salvar
vidas, realizan acciones en territorio que el Estado no lo hace; ofrecen servicios integrales;
capacitación en diversos temas, se destaca la aplicación de la ley en el marco de los derechos
humanos, la independencia judicial, la atención diferenciada, equidad de género; participación en la
elaboración de los informes sombra, como el EPU, el de la Comisión de CEDAW, entre otros. Han
puesto temas en agenda como es la violencia sexual basada en género como causa del
desplazamiento forzado, así como los feminicidios y todo tipo de violencia hacia las mujeres.

4.4. Vacíos

En la institucionalidad, se pueden identificar vacíos en relación con la legislación, la asignación


presupuestaria, los protocolos, los mecanismos, la coordinación. En general las personas
entrevistadas coinciden en que son varios y pueden ser aplicados a los dos fenómenos, tanto a la
atención que se ofrece para VSBG como para el Desplazamiento Forzado:

• Actualizar la legislación, armonizar con el entendimiento actual de los fenómenos e indicar las
competencias directas de las diferentes instituciones del Estado, clarificar roles, espacios de
actuación, para que cada institución cumpla con su mandato.
• Etiquetar presupuesto para la atención a VSVG y Desplazamiento forzado, para así evitar que
se destinen los fondos para otras acciones emergentes, que en su momento se consideran
emergencias.
• Incidencia basada en evidencia, lo que va a servir de base para contar con protocolos por
edad, orientación sexual e identidad de género, raza, con atención integral, un abordaje
multidisciplinario e interinstitucional unificada.
• Orientar el trabajo por las políticas públicas de cada tema, para superar el hecho de ser
implementadores de proyectos, más que ejecutores de políticas públicas, con lo que se orienta
el trabajo a prevención y así superar la percepción que el Estado es más reactivo que
preventivo.
• Romper el círculo vicioso de la no denuncia que dicta una visión irreal al gobierno. A menor
denuncia, menor presupuesto para infraestructura, creación de servicios y capacitación de las
personas funcionarias, las estadísticas oficiales no representan la realidad y en oportunidades
también por fines políticos se reducen los datos.
• Generar ambiente habilitante para comprensión de los fenómenos como colectivos y por tanto
la necesidad de enfrentarlos de manera conjunta e integral, divulgando las acciones, para que
se conozca el trabajo que se realiza.

A nivel comunitario, los vacíos están más relacionados con recursos, preparación de las personas y
evaluación de los riesgos, así como de incidencia a nivel de los territorios y municipal.

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✓ Falta de planes de seguridad personal, para la red, la organización comunitaria y la comunidad
en general, lo que no permite protegerse ante situaciones de inseguridad ciudadana.
✓ En proceso de interiorización de protocolos que han sido elaborados de manera conjunta con
el Foro de Mujeres por la vida, que incluyen atención diferenciada, análisis de riesgo, registro
de las actividades y de los casos atendidos.
✓ Poca participación en las decisiones de la Corporación Municipal en el tema de las mujeres,
trabajando más de cerca con las OMM, asumir el papel de veedoras y de auditoría social.
✓ Poco desarrollo de la capacidad de dialogo entre redes y organizaciones con instituciones
públicas.

4.5. Balance critico

Honduras cuenta con un marco legal para la protección de los derechos de la mujer, que con los años
se evidencia un debilitamiento de la estructura institucional y los mecanismos de género, así como la
reducción de los presupuestos destinados a estas instituciones. Así mismo, se observan desafíos
importantes en la articulación de acciones para generar mayores impactos y evitar la duplicación de
esfuerzos.

La protección de la mujer y defensa de los derechos quedan en suspenso al amparo de las


instituciones que en muchos casos por falta de aplicación de la normatividad existente dejan de
intervenir o intervienen en forma tardía cuando la afectación esta materializada.

En la apuesta de lograr soluciones positivas al problema de la violencia sexual basada en género que
lleva al desplazamiento forzado el papel de los gobiernos es fundamental, como lo planteo Nelson
Mandela; “aunque se asuma como consustancial a la condición humana la violencia es posible
prevenirla y los actores principales de esa prevención son indiscutiblemente el gobierno, las
comunidades y los mismos individuos (Organización Mundial de la Salud, 2002).

Las relaciones entre las organizaciones de sociedad civil y redes de promotoras/es, defensoras/es y
procuradoras/es con instituciones del Estado requiere ser analizada para que exista claridad sobre la
complejidad y multiplicidad de actores diversos que componen ambas partes, se hace necesario un
ejercicio analítico que permita identificar los elementos que articulan estas partes, qué proyectos
políticos los unen o separan, o qué tipo de autonomía y capacidad construyen.

La ciudadanía tiene un papel fundamental en el proceso de la investigación y sanción a las personas


responsables y/o el diseño e implementación de políticas públicas que permitan erradicar prácticas
viciadas, lo que se logra al denunciar los delitos o las prácticas que permiten actos de discriminación,
revictimización y falta de aplicación de la normativa.

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5. ¿Qué dicen las mujeres de las que estamos hablando?

En este capítulo se parte del interés del Foro de Mujeres por la Vida, por conocer

casos particulares, que reflejen la similitud de situaciones que están presentes en


las vidas de las mujeres que enfrentan violencia sexual basada en género, aun
cuando se trate de eventos de diferente naturaleza, así como recoge Ceballos

(2009) lo expresado por Stake “considera que la realidad (asunto ontológico) es


construida por las personas involucradas en la situación que se estudia; y aunque
las versiones de los mundos sean personales, estima que las construcciones no

son completamente ajenas, sino que se parecen, tienen puntos en común. Así,
las realidades construidas por personas distintas pueden tener puntos de
coincidencia, ser compatibles (Stake, 1995)” (Ceballo.2009. p.416).

Se presentan los casos de tres mujeres que a raíz de enfrentar la violencia sexual
basada en género se vieron obligadas a realizar el desplazamiento forzado. Se

incluyen: una familiar de una víctima de feminicidio por conexión, una


sobreviviente de VSBG y una defensora de derechos humanos, que por apoyar a
las mujeres se vio obligada al desplazamiento forzado. Así como la percepción
de algunas de las mujeres que acompañan cuando la mujer enfrenta VSBG y
durante el desplazamiento forzado.

Es necesario destacar que, dadas las condiciones de confinamiento, que obligan a utilizar
modalidades virtuales en lugar de presenciales, en este capítulo en particular se puede señalar que
se constituyó en una limitación del estudio, por la necesidad de crear un clima de confianza, que aún
no es posible hacerlo en su totalidad con estas modalidades. Se presentó la dificultad de abordar
algunos temas por la desconfianza y temor de las mujeres consultadas, como consecuencia de la
situación de violencia que vivieron.

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5.1. Percepción de mujeres acompañantes respecto a la ruta y los impactos

Desde la percepción de las mujeres entrevistadas que acompañan los procesos de DF de las mujeres
que enfrentan VSBG, reportan que les toma mucho tiempo tomar la decisión de realizar el
desplazamiento incluso años, mientras no sientan una amenaza vital no se mueven “si no sienten
riesgo para su vida, algo que les dice que deben de moverse, puede llevar años para que determinen
que tienen que desplazarse”. Al momento del desplazamiento forzado, si son madres procuran llevar
a sus hijas e hijos, quizás algo de ropa, unas pertenecías básicas, sin embargo, esto depende de
quién es el perpetrador y si está amenazando su vida, “amanece bien y en la noche se tiene que ir”,
igual puede ser que tengan que salir huyendo de un momento para otro, toman lo que tienen a mano,
esto debido a un episodio violento, amenazas de grupos como maras y pandillas, ambas situaciones
son en las que la mujer teme por su vida o por la de sus hijas/os o familiares.

Para las mujeres entrevistadas, otra de las razones para que a la mujer le cuesta realizar el
desplazamiento es la parte económica, tanto por el ingreso, como por los bienes. Hay un
entendimiento que la situación laboral a nivel del país es difícil, por eso valoran la fuente del ingreso
que perciben, el trabajo que poseen o el punto de venta de su actividad informal, que en cualquiera
de los casos les costó conseguir. Como también dejar sus pertenecías que les ha costado mucho
esfuerzo y tiempo llegar a conseguirlas, les hace dudar acerca del beneficio de desplazarse.

En general las mujeres que se enfrentan a VSBG y se ven obligadas al desplazamiento forzado,
definen su ruta de acuerdo con sus recursos y contactos, buscan ir a lugares cercanos, privilegian con
familiares o personas conocidas, no hacen desplazamientos radicales, buscan mantener de una u otra
forma el contacto con la familia. Cuando ya reciben el apoyo de una organización se “acomodan” a
donde las puedan reubicar.

El apoyo con el que cuentan las mujeres es de parte de otras mujeres, pueden ser familiares, amigas
o vecinas que forman parte de una red y que sabe la mujer que la pueden ayudar, esta primera ayuda
es la que se ve en la necesidad de proveer transporte, un lugar temporal mientras se puede desplazar
y algo de alimentación para la mujer y sus hijas e hijos en caso que vayan con ella. Es claro que
independientemente de donde provenga el primer apoyo, en general buscan organizaciones que les
puedan facilitar condiciones con las que no cuentan, un tema que se destaca es la necesidad de
brindar apoyo emocional de forma temprana, éste ayuda a la mujer en la toma de decisiones y le
ofrece seguridad para seguir con el proceso que ha definido.

Es frecuente que la mujer que vive VSBG, también experimenta otros tipos de violencia, se reporta
como la principal la violencia doméstica y durante el desplazamiento forzado no se ha identificado que
se enfrenten a otro tipo de violencia, mientras que, en la comunidad de acogida, se reporta violencia
psicológica, cierto nivel de discriminación y niveles de desconfianza por su “aparición sin avisar”, así
como alertan también sobre el acoso sexual y las violaciones a los que las niñas y las jóvenes se ven

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expuestas por los patrones culturales existentes en el país y que son desconocidos los códigos de
esas nuevas comunidades.

La mujer que se desplaza le toma un tiempo identificar las consecuencias de este, puesto que ella
tampoco lo ve en primera instancia como algo de largo plazo o definitivo, con los días se da cuenta
que pierde la conexión familiar, los apoyos comunitarios, los bienes que poseía y si tenía una
propiedad la inversión realizada en la misma, así como la estabilidad emocional, la seguridad y
confianza en tener una vida libre de violencia.

El proceso de desplazamiento forzado conlleva riesgos para la mujer, que ella por encontrarse
confusa, con miedo no ha valorado, tales como no encontrar forma de subsistir, no haberse alejado lo
suficiente de su agresor o no mantener por razones de seguridad su destino en privado o confidencial.
Sin embargo, el principal riesgo que identifican las mujeres entrevistadas es que la mujer que enfrenta
VSBG se regrese a su lugar sin tener ningún tipo de seguridad, lo hace por diferentes razones:
emocionales, económicas, sociales, “regresan a situación de riesgo porque por ejemplo vivía con la
hermana y era su único apoyo, y la extraña tanto, que la hace volver”.

El impacto del desplazamiento forzado en las mujeres que enfrentan VSBG es amplio, por encontrarse
en condiciones desventajosas para atender las necesidades básicas de sus hijas/os y otros familiares
como son vivienda, alimentación, vestuario, educación, la desprotección a que se ven enfrentadas al
perder sus redes tradicionales de apoyo y ante la pérdida de los referentes culturales, lo que trae como
consecuencia afectación en la condición de salud no solo física, también emocional.

Aparentemente la edad y la dependencia económica son determinantes a la hora de identificar los


impactos y la capacidad de adaptación, se percibe que entre menor es la mujer más recursos
personales tiene para enfrentar el cambio, mientras que para la mujer que se valora como “mantenida
[ama de casa] y el sustento provenía del agresor y dependiente emocionalmente”, es un reto mayor
que asuman el control de su vida, tanto emocional como económico.

Una vez en la comunidad de acogida, las mujeres con el dolor por el sufrimiento emocional, agravado
por la incertidumbre respecto al futuro. deberá asumir los ajustes que debe realizar por los cambios
abruptos debido a los nuevos desafíos de un medio desconocido, en tal sentido se plantean tres
escenarios: en el primero la mujer solo necesita un primer impulso, logra conseguir un trabajo similar
al que tenía y se ajusta bien a su nueva vida, en el segundo escenarios se encuentran las mujeres
que requieren del apoyo por más tiempo, reciben capacitación en un oficio y logran encontrar
oportunidades de generación de ingresos, se adaptan a las nuevas condiciones y deciden que pueden
permanecer ahí; en el tercer escenario están las que se termina la ayuda humanitaria y no han logrado
estabilizarse, encontrar una fuente de ingresos y aún están emocionalmente perturbadas.

A continuación, se encuentran los casos de las tres mujeres como ya fue mencionado, una familiar de
una víctima de feminicidio por conexión, una sobreviviente de VSBG y una defensora de derechos
humanos que apoya a las mujeres que enfrentan VSBG, todas se vieron obligadas al desplazamiento
forzado.

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5.2. Vinculación del DF con feminicidio “Soñar es muy fácil, pero hay que tener acciones”

Susan, 28 años, nació en Tegucigalpa, actualmente vive fuera del país. Su madre nació en Olanchito
y su padre en San Pedro Sula, crecieron, se conocieron y residieron como pareja en San Pedro Sula.
Ambos alcanzaron educación media, desempeñándose como profesores. Define su situación como
buena, vive en una casa alquilada, comparte vivienda con familiares, ya consiguió trabajo, está
aprendiendo el idioma del país en el que se encuentra, realiza algunas actividades al aire libre y
atiende la casa. Esta soltera, no ha tenido hijas/os. Salió del país en el año 2019.

A raíz del feminicidio de su madre (abril del año 2019), se vio obligada a huir, inicialmente de la casa
en la que habitaba hacia varios lugares en la misma ciudad y posteriormente por las circunstancias de
sentirse amenazadas, perseguidas y vigiladas decidieron salir del país con la hermana menor. Susan
estaba estudiando el séptimo año de la carrera de medicina, carrera que seleccionó después de
muchos análisis y discusiones al interior de la familia, puesto que en conjunto valoraban las ventajas
y desventajas de crecimiento profesional y laboral de las diferentes opciones, entre las carreras que
estuvieron en sus planes se encuentra biología, derecho, odontología, incluso alcanzó a cursar 1 año
de esta última, se retiró de la misma porque no era “rentable”.

Siendo una joven estudiante universitaria de 27 años, su vida transcurría entre las clases y la casa,
salía con amigos, no tenía ni muchos ni pocos, le gustaba pasar tiempo con su mamá y su hermana,
compartía bastante tiempo con su mamá, le gustaba la vida tranquila jugaba con un sobrino, con la
lora “la Karry”, considera que su vida “era grandiosa”. Cuando no tenía turno en el hospital, estaba con
su mamá la acompañaba a donde ella necesitaba ir, tuvo un novio y otros amigos con los que se
divertía mucho con ellos.

Susan vivía con su mamá, papá, hermano, cuñada, sobrino, hermana menor, era casa propia llevaban
22 años viviendo ahí, fue el hogar en el que crecieron ella y su hermana, y lo abandonaron al día
siguiente de la desaparición de la mamá. La casa está ubicada en una zona que es considerada límite
con territorio de maras y pandillas, con un deficiente servicio de transporte público, muchas personas
les señalaron que vivir en esa zona peligrosa las hacia más vulnerables, adicionalmente se quedaron
sin medio de transporte, puesto que la mamá era la dueña del carro y fue en éste en el que la
asesinaron. Estuvieron viviendo con distintas personas de la familia, en varios lugares antes de tomar
la decisión de emigrar.

Cuando Susan sale de la casa, ella lleva consigo ropa, una “maleta” de papeles importantes,
organizados como en un “archivero”. A las dos semanas del entierro de la madre, regresaron a
desarmar la casa y ahí recoge artículos de la madre para llevarse consigo, tales como el maquillaje,
algunas de las joyas, ropa que era importante para ella, la loción que utilizaba. También llevo otras
cosas como una caja con recuerdos, un libro para aprender un idioma, un libro de su carrera, álbum
de fotografías personales y familiares, la biblia marcada con su nombre por su madre, entre otros.

Cuenta Susan que ella es quien asumió la búsqueda de su mamá, quien se presentó a poner la
denuncia de persona desaparecida, quien identificó en unos videos a su mamá con el asesino en un

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centro comercial y posteriormente a éste caminando por una calle con la cartera de su mamá, así
como identificarlo cuando lo detienen.

Un punto para destacar es que conocían al asesino, era un conocido de la familia y al parecer mantenía
algún tipo de contacto con la madre, lo que para Susan no es extraño, puesto que ella mantiene
contacto con la madre de un muchacho con el que mantuvo una relación por 7 años, piensa que el
muchacho mantenía contacto con su mama porque “mami era buena persona”. El día del asesinato,
el muchacho se presentó al centro de trabajo de la madre, para negociar un carro, que efectivamente
la madre estaba en proceso de venta, hay una testiga que confirma que salieron los tres. Esta testiga
se queda en un lugar y la madre de Susan con el perpetrador se van juntos en el carro.

Por ese conocimiento previo que tenían del muchacho y su familia, sabían que se trata de una familia
de dinero, que manejaban armas en la casa, las cuales encontraron durante el cateo que les hicieron
y por el hecho de tener dinero, pensaron que no se quedarían esperando, incluso al momento de la
captura un policía le dijo que la familia estaba sobornando para que lo dejaran en libertad, en la
estación donde estaba el muchacho detenido los hermanos no se miraban tranquilos. Con esta
información empieza a sentir miedo de una posible venganza, le da miedo salir, empieza a mirar a
ambos lados de la calle, sentía que la estaban persiguiendo y Susan analizó que una posible venganza
estaba orientada a ella porque ella fue la que apareció en los medios, porque “la venganza llega sin
aviso”.

Inicialmente, al morir la madre, un familiar le ofreció sacar un préstamo para pagar la universidad,
como apoyo para poder terminar la carrera de medicina, pues ya se encontraba en séptimo año, para
entrar al internado, lamentablemente con la muerte de la madre queda en indefensión y en esta
situación no tenía como enfrentar el gasto y se encontraba estudiando en una universidad privada, y
por todo lo que estaba viviendo desecho la idea de seguir en el país y decide emigrar.

Susan, recibió apoyo de una organización de mujeres 11, quienes a través de un primo la encontraron,
la acompañaron y le brindaron soporte emocional12 para poder vivir lo que significó la presentación
ante las autoridades del sector justicia de la denuncia y todo el proceso legal, en el cual no encontró
una respuesta amigable y respetuosa, siente que fue revictimizada, pues tuvo que repetir en más de
una oportunidad los hechos relacionados con el feminicidio de su mamá.

De quien recibe apoyo durante el proceso de búsqueda y denuncia, le ofrece ayuda para viajar y al
final le envía el dinero para comprar los tiquetes es un hermano de la madre, que había emigrado del
país desde hacía muchos años. Por razones personales el abuelo materno se llevó a sus cinco hijos
solteros con él, la madre de Susan no viajo porque no tenía el apellido del padre, además ella ya
estaba casada. Un detalle para destacar es que viajar a encontrarse con su familia era el sueño de la
mamá de Susan, había hecho planes de viaje en el periodo de vacaciones del año 2019, los cuales
no pudo concretar porque fue asesinada.

11
Equipo facilitador de Foro de Mujeres por la Vida.
12
Tejedoras de sueños,

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Dada la premura de salir del país, Susan y su hermana no se presentaron a la embajada del país de
destino a pedir asilo, su tío le sugirió que viajaran al país vecino, que él iría por ellas y por tierra
atravesarían la frontera. Al pasar la misma, lo primero que dijeron es que pedían refugio, porque sus
vidas corrían peligro, situación que significo una nueva revictimización, puesto que estuvieron por más
de ocho horas, en un interrogatorio en el que tuvieron que revivir el feminicidio de su mamá, explicar
porque algunas condiciones que se les presentaron las juzgaron como peligrosas para ellas,
adicionalmente no podían acreditar fácilmente el parentesco, porque no tenían los mismos apellidos,
además de sospechar porque no pidieron refugio en la embajada del país en Honduras.

Ante las dudas expresadas por las autoridades migratorias, Susan pudo acreditar lo que le sucedió a
su mamá, pues entre los papeles que llevaba tenía copias de la denuncia ante Ministerio Público, del
acta de defunción, recortes de la noticia publicada en los periódicos, fotografías viejas donde estaba
la mamá con sus hermanos. De acuerdo con lo que le manifestaron las autoridades todas esas
medidas se toman como prevención de la trata de personas. En el interrogatorio le repitieron más de
una vez la misma pregunta, solo que se la presentaban de otra forma. Ahí en la frontera le tomaron
huellas dactilares, medidas (peso y talla), color de ojos. En la frontera no tenían intérpretes o
traductores, quienes lo hicieron fueron su tío y la esposa de este.

Una vez ingresadas al país de destino, les indicaron que en dos días tenían que presentarse a una
oficina de migración, ahí estuvieron durante un día en entrevistas indagando acerca del caso, de nuevo
interrogada, revictimizada, Susan compartió los documentos y papeles que llevaba consigo y que
acreditaban lo sucedido, la espera fue hasta que el gobierno del país de destino, confirmo los hechos,
les otorgo la calidad de refugiadas, en ese momento les retiraron los documentos hondureños y
empezaron a recibir apoyo por parte del gobierno.

En el año que lleva viviendo en ese país ha recibido diferentes tipos de apoyo del gobierno: durante
siete meses para pagar alimentación, hospedaje y transporte, acompañamiento de varias trabajadoras
sociales, que le dieron orientación en la parte legal, en la parte de recreación y de movilidad en la
ciudad donde se encuentra. Hace 4 meses trabaja en una empresa empacadora de aves, está en la
sección de corte de vísceras, reporta que es el primer empleo que tiene en su vida.

Desde que salió de Honduras, en el país de tránsito o en el tiempo que estuvo con las autoridades,
tanto en la frontera como en la oficina de migración, en las ayudas recibidas, en la calle o fabrica
donde se encuentra trabajando, solo en una oportunidad sintió discriminación, fue cuando un oficial le
hizo una pregunta y ella le pidió interprete para contestarle y no la llamó.

En cuanto a enfrentar cualquier tipo de violencia tanto en el proceso de desplazamiento y migración,


así como ya en su calidad de refugiada, no reporta haber vivido ningún episodio violento. Susan,
considera que es un buen país para vivir porque las personas son muy tranquilas, no ha observado ni
sentido ningún nivel de violencia de las personas de ese país, de parte de algunas personas
extranjeras que están naturalizadas o refugiadas si lo ha visto, pero ningún evento hacia ella o su
hermana, ahora “camina sin voltear ni ver atrás”.

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Actualmente está esperando papeles de residencia, tiene planes los cuales los escribió y los tiene
pegados en la pared. Es una lista de más o menos 14 metas por cumplir, inicia con tener trabajo y
licencia de conducir, aprender un idioma, incluye otras tales como tener la residencia para
posteriormente solicitar la ciudadanía, ha decidido estudiar de nuevo y en vista que no valen sus
estudios en Honduras, va a cambiar de carrera, ahora estudiara enfermería, porque medicina es muy
costosa, espera trabajar en esa profesión, quiere comprar carro, tener su apartamento propio, llevar a
ese país a su hermano con su esposa y su hijo al igual que su papá.

Susan es enfática, señala que el que tenga planes no significa que está lista para continuar su vida,
le hace falta su mamá, da gracias a Dios porque contó con apoyo de su tío para instalarse en ese
nuevo país, reconoce que a otras personas les toca hacer todo solas, sin el apoyo de nadie. Le debe
a su madre el seguir viviendo, tratar de disfrutar, todos los días piensa en ella y ora por ella, lo hace
como si estuviera ahí con ella y su hermana, siempre recuerda las palabras de su madre y las toma
así “aunque los días sean grises, sé que contaré con Dios”, comenta que “ella siempre mostraba una
cara alegre, aunque tuviera muchos problemas, era así no solo con nosotras también con todas las
personas, ese es mi ejemplo, así quiero ser yo”. Todos los días tiene presente “¡¡soñar es muy fácil,
pero hay que tener acciones!!”, son sus palabras de aliento cada día, junto con su fe en Dios y el
recuerdo de su mamá.

5.3. Vinculación del DF con violencia sexual “Si eso me pasa a mí que soy abogada, que no les pasara
a las otras mujeres”

Amanda, 31 años, nació en Comayagua actualmente vive en San Pedro Sula. Creció en Comayagua,
se desplazó a Tegucigalpa para continuar su carrera universitaria de derecho, porque la oferta de la
UNAH le permitió sacar las materias generales. El primer empleo lo tuvo en Tegucigalpa y al cabo de
un año fue trasladada a Comayagua, de donde tuvo que huir, porque empezó a enfrentar violencia
sexual basada en género por parte de su jefe inmediato. Le tomo más de 5 años y de varios
tratamientos para recuperarse. Actualmente tiene una vida tranquila, comparte vida con un compañero
sentimental y tiene una mascota.

Cuando Amanda viajó a Tegucigalpa para estudiar, se vino a vivir con unas amigas que ya estudiaban
en la capital, tenía todo organizado, desde el último año de colegio empezaron a pensarlo con su
padre y madre, tenían identificado donde iba a vivir, además de tener familiares viviendo ahí, lo que le
facilitó la adaptación, reconoce que el cambio fue grande, su padre financiaba su carrera pero se
enfermó cuando estaba cursando el último año y unas tías que viven en Estados Unidos la apoyaron
para que pudiera terminar de estudiar.

Al finalizar las clases Amanda realizó su práctica profesional en una institución del Estado, que es
donde se quedó trabajando. El 6 de noviembre del año 2014, la trasladaron a Comayagua, ella piensa
que se debió a que siempre manifestó su deseo de regresar a cuidar a su madre y su padre, por
encontrarse en situación que requerían de su apoyo. Considera que su desempeño profesional
igualmente ayudo para que la transfirieran a ese lugar y le asignaran un trabajo en una unidad que

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tenía muchas responsabilidades igual se requería de un carácter firme y fortaleza personal para
desempeñarse en el mismo. Estaba muy emocionada, feliz por regresar, la mamá la cuidaba, le
preparaba comida, nunca fue de muchas amigas, los fines de semana salía de paseo con su mamá.

Al poco más de un mes de estar trabajando, con 24 años de edad, empezaron las acciones de acoso
sexual laboral de parte de su jefe inmediato, identifica claramente el momento donde inicia y es la
cena de navidad, el acoso se manifestaba por medio de toqueteos mal intencionados, miradas
lascivas, mensajitos insinuantes, reuniones en la oficina cerca de la hora de cierre de operaciones con
lo que se quedaban solos en las instalaciones, los cuales fueron subiendo de “tono” empezó a celarla
con los compañeros de trabajo y la fama que el agresor tenía era que “la mujer que ese hombre quiere,
siempre la consigue”.

La situación a partir de mayo ya afectó su capacidad de trabajo, el ambiente laboral se convirtió en


hostil, como no accedía a sus “solicitudes” el agresor empezó a buscar como desprestigiarla y
perjudicar su trabajo, atentó contra su seguridad por el trato que le daba tratándola de “prostituta”
públicamente en el lugar de trabajo, llegó a ofrecerle dinero para que estuviera con ella, como dándole
a entender que ella recibía dinero por relaciones sexuales, una forma de controlarla o de generarle
inseguridad en el espacio laboral era que le hacía audiencias de descargo para armar expediente y
poder despedirla, con ninguna de estas acciones logro llegar a buen fin y no la pudo despedir.

Amanda recuerda muchos actos que tuvo que enfrentar, una vez la llamó a su oficina y lo encontró
exhibiendo sus genitales, en otra oportunidad intento bajarle el pantalón, su reacción fue quitarse un
zapato y golpearlo con él, gritar y salir de la oficina haciendo evidente el hecho que acababa de vivir,
a partir de éste algunas personas le pusieron el sobrenombre de “calzones rotos”.

Ante estos actos, en el año 2015 actuó de acuerdo con el reglamento interno de la institución, puso
alrededor de siete denuncias o quejas, a las que no le hicieron caso, salió al sistema público de justicia
y ahí tampoco sus denuncias fueron aceptadas, nunca dieron fruto, esto debido a que su agresor
estaba en un cargo de poder y mantiene relaciones personales con autoridades dentro del sistema
judicial, que lo protegen y minimizan los actos en contra de él. Cada vez que presentaba una queja, o
una denuncia era revictimizada, no creían lo que Amanda contaba y buscaban culpabilizarla por haber
mal interpretado las acciones del agresor o no haber actuado más rápido o enérgicamente. Concluye
que las instancias de gobierno que están para proteger y defender los derechos de las mujeres no
aplican la ley como corresponde, además de maltratar y burlarse de las mujeres que van hacer
denuncias.

Se dio cuenta rápidamente como todas las personas la dejaron sola, algunas de sus amigas por estar
vinculadas emocionalmente con el agresor y otras porque éste se trata de una persona con poder, con
capacidad y mando para perjudicar la vida de todas y todos, logró aislarla dentro del espacio laboral,
menciona que un colega que en algún momento la defendió, lo trasladaron a otra ciudad como castigo.

En el momento de mayor crisis personal, llegaron a insinuarle “sí que sos tonta, si le servís a él, ya
todo se resuelve”. Incluso en el 2015 la institución en la que trabajan le dio al agresor un

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reconocimiento por su labor como el mejor profesional de ese campo a nivel nacional. En ese momento
identificó que dentro del mismo gremio hay un trato discriminador hacia las mujeres, el que se ve
agravado si se trata de personas con diferentes niveles de poder, privilegiando al hombre y su mayor
nivel de jerarquía.

Ya en el mes de septiembre del año 2015, cuando reconoce que la está afectando psicológica y
mentalmente y por lo tanto no puede enfrentar por más tiempo el acoso sexual laboral, considero la
posibilidad de renunciar, después lo reflexiono y con el apoyo de unos colegas valoró que era mejor
solicitar un traslado, con este movimiento todo eran perdidas para Amanda, desde sus sueños, la
cercanía de su familia, dejaba una experiencia laboral que le agradaba y le podría permitir crecer,
hasta económicamente perdía un plus que le daban por el cargo de responsabilidad que tenía, con lo
que debía dejar de ayudar a su familia, que en buena medida dependía económicamente de ella.

Es en una audiencia de descargos en la que Amanda se pelea con el agresor y se van a los gritos, los
cuales fueron escuchados fuera de la oficina, en ese momento se encontraba en gira de supervisión
una persona con un rango mayor al de su agresor y ella solicita alguna respuesta de parte de la
institución, es ahí que le indican que a su agresor no lo van a mover que es ella quien debe cambiar
de lugar, le ofrecen dos sitios ella prefiere hacer su traslado a la ciudad de San Pedro Sula, es así
como ella consigue el cambio. En horas de la tarde de ese mismo día se comunicó con el jefe de la
unidad similar a la que se encontraba trabajando en Comayagua y le informa respecto a la situación
de acoso sexual laboral que enfrenta y le solicita, “casi llorando le rogué” que acepté su traslado, esta
persona se mostró respetuosa y dispuesta a colaborar.

Amanda señala que la fecha del 21 de octubre del año 2015 no la va a olvidar, es cuando le
confirmaron la aceptación del traslado, se quedó hasta tarde organizando todos los asuntos que
estaban bajo su responsabilidad, preparó un informe y dejo todo listo de tal maneral que, al día
siguiente, cuando le informan acerca de su traslado y le piden que organice lo relacionado con su
cargo, ella informa que ya tiene todo listo y dado que le debía unos días compensatorios, se retira en
ese mismo momento, debía presentarse tres días laborales después en su nuevo empleo.

Para Amanda no estar en Comayagua se constituyó en una “urgencia”, sentía que tenía que salir, ya
no estaba ni segura ni cómoda en esa ciudad, aunque es la ciudad en la que creció y estaba su familia,
que siempre había significado su espacio de seguridad. Es así como sin conocer a nadie se fue para
San Pedro Sula a vivir en un hotel por mientras conseguía un lugar donde vivir, ya no podía seguir en
esa ciudad, siente que salió huyendo, dejando todo atrás. Reporta que en comparación con su viaje a
Tegucigalpa fueron emociones diferentes, en el primero fue de felicidad total por poder cumplir su
sueño de estudiar y en el segundo fueron sentimientos encontrados tristeza y miedo, pero también
tranquilidad por no tener que seguir enfrentando el acoso sexual laboral que vivió, se fue confiando
que “a veces los cambios son buenos”. Le tomo 6 meses comprender la dimensión de lo que había
vivido, encontró apoyo y buscó tratamiento psiquiátrico, así como a la iglesia, de donde ha recibido
consuelo.

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Amanda durante cuatro años estuvo solamente con su mascota “Luna”, no confiaba en ninguna
persona, mujer u hombre, especialmente de parte de estos últimos sentía que todos querían lo mismo
“tratarla como una cosa” que su intención era “usarla”, burlarse de ella, desprestigiarla, ella se sentía
poca cosa, entendió después que eso se debía a que le afectó su autoestima, el psiquiatra le decía
que repitiera “yo no tengo la culpa de nada” y repetir esa frase le ha dado fuerzas. Es hasta hace dos
años que empezó a recuperar las ganas de vivir, de salir con amigas al cine, de volver a tratar con
hombres en el plano personal, expresa que fue difícil darle la entrada a un hombre, expone “no es fácil
salir de ese sentimiento que le produjo todo lo que viví con ese hombre” se refiere al acoso sexual
laboral que vivió.

En este tiempo ya no era ella sola la que tenía denuncias en contra de este agresor, se sumaron cinco
mujeres más que vivieron situaciones similares a la de ella, la solución de la institución había sido
trasladar a las mujeres y mantener al agresor en su puesto. Lamentablemente de estas mujeres solo
Amanda y otra colega siguieron con las denuncias, a las otras fueron “descartadas” por las autoridades
judiciales, valorando que algunas presentaban pena, miedo, lo que pondría en peligro el proceso legal,
sin embargo, Amanda considera que no es tan exacta esa valoración.

Es hasta el año 2019, que actúa el Ministerio Público, ante la presión ejercida para atender las
denuncias, por las organizaciones de mujeres que la apoyaron13 y aún están acompañándola, en ese
momento al agresor le indican auto de formal procesamiento con prisión preventiva, el cual huyo
durante 11 meses, en esta situación de pandemia se presentó y le dieron medidas sustitutivas, está
en corte de apelación, la preocupación es que las amistades puedan realizar acciones que lo dejen
libre. El agresor ha compartido que regresará a su antiguo cargo, aun cuando la ley de la institución
en la que trabaja señala que si tiene un proceso pendiente debe ser despedido, él aún se encuentra
recibiendo su salario.

Cuando las instituciones del Estado atienden la denuncia y ella sale públicamente, Amanda ya tenía
una relación de pareja, el compañero no comprendió la gravedad del asunto, se alejó de ella. Sin
embargo, al tiempo lo reconsideró, le ayudó en el momento que más lo necesito debido a las fuertes
críticas hacia ella y se ha mantenido a su lado, apoyándola.

Ahora Amanda se siente preparada para enfrentar un proceso penal, ya no le da pena salir en los
medios, “a él es al que le debe dar pena, todo lo hacía premeditado”. Viendo las cosas a la distancia
piensa que su “delito” es ser joven, que se viste distinto, se comporta diferente a las otras colegas que
se encuentran trabajando en la institución, ya que muchas de ellas ya son mujeres adultas o por lo
menos casadas. Comenta como un hecho que ahora le parece gracioso, que cuando ella entraba a
un ascensor, algunos de los colegas preferían bajarse o en las oficinas para una reunión abrían la
puerta para no tener reunión en privado, esto debido a los antecedentes de haber tenido la valentía
de haber puesto una denuncia y además a una figura de autoridad.

13
Movimiento Visitación Padilla y Foro de Mujeres por la Vida.

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Decidieron con la colega con la que está en la demanda, cambiar de abogado, y debido a que ya no
pueden seguir financiado una defensa privada la organización de mujeres que les ha dado apoyo Foro
de Mujeres por la Vida les va a ayudar con el abogado, igualmente han hablado de cambiar de
estrategia, Amanda solo quiere que se haga justicia y que no se cometa un acto de corrupción y lo
exoneren de responsabilidad y culpa.

Aun cuando esta activa, actuando en función de su proceso legal, cada vez que oye acerca del
agresor, de cómo ha logrado mover las “piezas” en su beneficio, como lo están ayudando con acciones
tales como no presentar el recurso de apelación en el tiempo, desconociendo procedimientos de rutina
para el ejercicio de la profesión, que se pueden interpretar como señales de poder de salir exonerado
de sus delitos, siente miedo, le regresa la ansiedad,

5.4. Vinculación del DF con el hecho de ser defensora de DDHH ¡¡Ser defensora me encanta!!

Clara, 52 años, nació en Choluteca, actualmente vive en el Bajo Aguan, es defensora de Derechos
Humanos. Cuando tenía 12 años de edad se trasladó con su familia a la zona norte, como una
respuesta a la situación de pobreza que vivían, no tenían tierras para trabajar, por lo que siendo niña
vivió un proceso de desplazamiento forzado por razones económicas, situación que ha sido muy
frecuente en Honduras14. En el año 2009, la situación se puso difícil para las personas defensoras del
territorio y bienes comunes, por lo que Clara vivió atentados y es a partir del 2015 que empieza a
trabajar con la Red de Mujeres Campesinas del Bajo Aguan como defensora de derechos humanos
de las mujeres, y es por esta labor que ha tenido que vivir desplazamiento forzado. En este momento
se encuentra en su aldea, con sus hijas y su compañero, continúa apoyando a las mujeres como
defensora, no se siente tan tranquila, pero esa es su casa.

En el año 2009, Clara a sus 41 años junto con su familia empiezan a luchar por la recuperación de las
tierras que estaban en propiedad de un terrateniente, es una época que esta reportada en múltiples
informes como caracterizada por la violación a los derechos humanos “La grave situación de
violaciones a los derechos humanos vinculada al conflicto de Tierras en el Aguán, ha sido identificada
en el ámbito de la Organización de Las Naciones Unidas, a través del Grupo de Trabajo sobre la
utilización de mercenarios como medio de violar los derechos humanos y obstaculizar el ejercicio del
derecho de los pueblos a la libre determinación” 15 .

A raíz de participar en estas luchas es que Clara empezó a identificar que a las mujeres las
discriminaban al momento de la distribución de las tierras, pues no querían que fueran socias,
esperaban que siguieran siendo las mujeres de la casa, pero que, si los apoyaran al momento de las

14
Desplazamiento impulsado por el gobierno, durante la presidencia del Dr. Roberto Suazo Cordova (1982-
1986)
15
Grupo de Trabajo Sobre Utilización Mercenarios – Informe Misión Honduras-2006/ A/HRC/4/42/Add.1
20 de febrero de 2007; e Informe Misión Honduras 2013/ A/HRC/24/45/Add.1 de 5 de agosto/2013

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tomas, a lo que ella y otras mujeres se negaron y desde ahí empieza su trabajo de defensora del
territorio, por el cual recibió muchas amenazas, intimidación y persecución.

Como dice Clara es hasta el 2015, que “de lleno” se vincula con la defensa de los derechos de la
mujer, recibe capacitación de parte de CDM, Foro de Mujeres por la Vida, ella junto con otras mujeres
integran la Red de Mujeres Campesinas del Aguan y empieza a trabajar como defensora de mujeres,
ella tiene un carné que la identifica como tal, siempre lo lleva con ella, lo muestra ante autoridades u
otras personas, para que sepan que ella puede y sabe cómo hacerlo.

Clara como muchas mujeres, creció en una familia donde el padre ejercía violencia hacia la madre y
ella lo vivió igual cuando inicio su relación de pareja a los 16 años de edad, con la que procreo sus
cuatro hijas, fueron tiempos muy duros, recuerda como fue difamada por sus acciones de lucha social,
se metían con su sexualidad y buscaban generarle conflictos con la pareja, acusándola de
infidelidades, abuso de bebidas alcohólicas, entre otras muchas cosas, en algún momento eso le trajo
conflictos de pareja, los cuales ya están superados. Ahora ya vive tranquila, ni él la molesta ni ella lo
molesta a él.

Cuando empieza con la defensa no solo del territorio sino de protección contra todas las formas de
violencia contra la mujer, apoya a varias compañeras, entre ellas algunas que eran pareja de los
líderes campesinos, lo que le acarreo muchos problemas, llegó incluso a entorpecerle su trabajo dentro
de la empresa campesina. Es común en esos lugares que se mandan mensajes con terceras personas
respecto a las venganzas o amenazas, lo que genera un ambiente de inseguridad y desconfianza
mayor, porque se desconoce por donde puede salir la acción agresiva.

La situación de las mujeres en las empresas campesinas es muy difícil, a los hombres no les gusta
tenerlas de socias, les ponen tareas duras y grandes, ellas deben llegar a la casa hacer todos los
oficios, además de “servirle al hombre cuando él quiera”, aun cuando se constituye en violencia sexual,
muchas de ellas lo interpretan como parte de sus obligaciones como mujeres, las maltratan, las
insultan, las ofenden. Clara les habla y les explica respecto a sus derechos y como ellas pueden decidir
por lo que quieren y ellos no tienen derecho a pegarles, a burlarse de ellas a “usarlas” cada vez que
quieren, por eso a ella la acusan de mal aconsejar a las mujeres, “metida”, que “muerde la mano que
le da de comer” entre otros calificativos.

En una oportunidad acompañó a una mujer que vivía violencia física y sexual, el compañero la
golpeaba y cuando ya la tenía “dominada” la arrastraba hasta la cama, sacaba a las niñas y niños de
la casa y la violaba, lograron que el hombre terminara en la cárcel por los actos realizados, muchas
personas le han dicho que “cuando salga ese hombre de la PC la va a venir a matar”

Por su papel como defensora de mujeres se vio obligada a salir del asentamiento campesino por más
de seis meses, para proteger su vida. En esa oportunidad se fue con su hija menor que se encontraba

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embarazada, prepararon la “maletilla del bebe” y los papeles de ellos, porque “se hicieron cargo de
esa barriga porque ese hombre era un haragán, no iba ni a buscar tortillas”.

Expone que es un trabajo “delicado” pues las mujeres por la presión de los maridos terminan contando
quien les está dando los consejos, por lo que ella siente que hay presión, persecución, discriminación
hacia ella, vive encerrada en su solar y cuando va con una mujer a Tocoa, solo va al mandado y se
regresa, no le gusta caminar por las calles, se siente vigilada permanentemente, “hasta de muerte me
han amenazado, porque le ayude a la esposa a poner la denuncia”.

A una de sus hijas le gusta andar en las reuniones de las mujeres, la apoya y la acompaña, forma
parte de la Red de Defensoras. Cuando llega una mujer a solicitar apoyo, según el problema ella le
dice que hacer, si tiene dinero ella va, sino le dice a donde debe ir, hay mujeres muy tímidas, ellas no
pueden ni presentarse solas, muchas veces no van, por eso está obligada a ir con ellas.

A Clara le gusta ser defensora, “le encanta”, porque aprendió a conocer los derechos y al ser defensora
sale a conocer a otras personas, se aprende mucho cada día, además “se sale de donde se vive
sumergida, se divaga, se olvida lo que pasa acá en la aldea”. Sin embargo, ya está cansada, se siente
en muchos momentos amenazada y hay días que no tiene tranquilidad.

5.5. Balance crítico

La violencia sexual basada en género no es el detonante principal para salir inmediatamente, es una
situación que por su repetición va generando en las mujeres sentimientos que si las impulsan a salir.
Se puede entender que el desplazamiento forzado se da de manera más clara cuando la VSBG está
cruzada con amenazas de perder la vida propia o la de algún familiar.

Cuando se da el desplazamiento forzado como consecuencia de la VSBG, las mujeres no lo hacen


por el primer evento, esto les da relativamente oportunidad y tiempo para preparase de alguna manera,
alcanzan a pensar que cosas llevar consigo, no con la claridad como lo harían para preparar otros
viajes, pero si llevan algunos bienes para ellas y si viajan con hijas/os lo que estas/os requieren.
Muchas veces la falta de preparación lo que refleja también es la situación económica de las mujeres,
que no cuentan con ahorros o ningún tipo de bienes fácilmente transables.

Las mujeres que se enfrentan a violencia sexual basada en género experimentan sentimientos que
reflejan perdida de su seguridad, disminución de la autoestima, poca capacidad de decisión, hasta
que la inseguridad creada por el miedo permanente se convierte en motivo de partida.

La vivencia de la violencia sexual basada en género aísla a la mujer que la enfrenta, se le culpabiliza,
se revictimiza por parte del sistema de protección y no necesariamente se da la respuesta oportuna y

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adecuada, es coincidente la desconfianza ante la institucionalidad del Estado, adicionalmente debe
vivir socialmente violencia simbólica que la estigmatiza, discrimina e invisibiliza.

La ruta del desplazamiento forzado no necesariamente lleva a todas las mujeres a vivir discriminación
o enfrentar otras formas de violencia, un punto importante a señalar es que pareciera que está ligada
a una situación de suerte personal. Sin embargo, las mujeres no permanecen inmóviles en las
condiciones inhibidoras de la vida. Dentro de sus posibilidades y recursos encuentran salidas para
seguir adelante, tener planes y continuar con su vida, sin abandonar los sentimientos de desconfianza
y temor a una nueva agresión.

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6. Reflexiones finales

En términos generales, aun cuando se logró parcialmente el propósito planteado para


este estudio, el cual se orientó a responder ¿Cuáles son las violencias sexuales basadas

en género (VSBG) que enfrentan las mujeres en la región Nor-occidental y su conexión


con el desplazamiento forzado en cinco departamentos de Honduras?, los hallazgos si

ofrecen información valiosa que acerca a su conocimiento y permitieron llegar a las


siguientes reflexiones finales.

La comprensión de los fenómenos de la VSBG y DF es trascendental para la sociedad, puesto que


permite generar reacciones en pro de la identificación y denuncia de estos, con lo que se deja de
naturalizar los comportamientos que los generan, también facilita un mejor conocimiento de la
dimensión de los fenómenos. Así como juega un papel muy importante para la definición de acciones
a nivel de las instituciones y organizaciones, que vienen trabajando desde hace tiempo con el tema
de la violencia hacia la mujer y violencia de género.

Como ya fue mencionado los modelos de atención y trabajo con las mujeres que enfrentan violencias
no toman en consideración lo complejo que es el fenómeno actualmente al que se le debe ver de
manera conjunta con el desplazamiento forzado, por lo que se requiere de una mirada holística y por
tanto una participación intersectorial y pese a que se han realizado diversas acciones por parte de
instituciones de gobierno y de la sociedad civil, que han buscado generar un marco de directrices
generales y obligatorias para lograr unificar los criterios, estos son insuficientes para alcanzar el
respeto de los derechos humanos de las mujeres, a lo que se le agrega el que personas funcionarias
responsables de administrar justicia, obstaculizan, niegan y cuestionan cualquier acción encaminada
a proteger y promover los derechos humanos de las mujeres.

El hecho que en los cinco departamentos considerados en este estudio (Atlántida, Colon, Cortes,
Santa Barbar y Yoro) se concentra el 40% de la población del país, que en su mayoría sean mujeres
(51%) jóvenes menores de 24 años (53%) y donde se comete el 51% de los femicidios registrados en
el periodo 2012- 2018, siendo Cortes (32%) quien presenta mayor número de casos, muestra la
gravedad de este problema y la necesidad de visibilización de sus formas y consecuencias, se hace
evidente la exigencia de continuar con el estudio de esta problemática para identificar a mayor
profundidad sus aristas y ampliar la base que permite tomar mejores decisiones, para la definición de
acciones así como políticas y programas con suficientes recursos humanos, tecnológicos y
económicos.

Los testimonios de las tres mujeres: víctima, sobreviviente y defensora de DDHH, reflejan que aun
cuando se cuenta con instrumentos para remarcar de manera concreta los derechos de las mujeres,

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aun no son suficientes para para garantizar la promoción y protección de estos y se han visto obligadas
a realizar el desplazamiento forzado. Poniendo en evidencia la negación y violación de los derechos
humanos de las mujeres, privilegiando la atención y la normativa a la violencia doméstica contra las
mujeres, esto como resultado de diversas situaciones, que requieren de una revisión y ajuste a las
condiciones actuales, con lo que se hace necesario que se diseñen estrategias de abordaje
específicas adecuadas a las circunstancias y necesidades.

La realización del estudio enfrentó una serie de inconvenientes como la pandemia por el COVID-19,
con problemas de conectividad, sobrecarga de la agenda de trabajo de las personas identificadas
como colaboradoras, así como la presencia de los fenómenos naturales como ETA e IOTA al momento
del cierre. Situaciones que no pueden obviarse y que se constituyeron en variables que afectaron la
recolección de información y la última etapa de retroalimentación.

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▪ República de Honduras. 1982. Constitución de la República de Honduras 1982, disponible en


https://www.tsc.gob.hn/biblioteca/index.php/leyes/177-constitucion-de-la-republica-de-honduras

▪ República de Honduras. INE. 2014. Proyecciones de población por departamento, disponible en


https://www.ine.gob.hn/V3/proyecciones-por-departamento-2014-2030/

▪ República de Honduras. INE. 2014. XVII Censo de Población y VI de Vivienda 2013, disponible
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▪ República de Honduras. UNAH. IUDPAS. Observatorio de la Violencia. Varios años, disponible en


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México: PUEGUNAM, disponible en
www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_nlinks&ref=7385709&pid=S0188-
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▪ Secretaria de Gobierno Honduras. 2019. Manual operativo Programa Ciudad Mujer Honduras
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▪ UNAH/IUDPAS. Unidad de Género. Boletines del Observatorio. Varios años. Observatorio de


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▪ UNFPA. 2013. Guía Técnica del Modelo de Atención Integral a Mujeres Víctimas/Sobrevivientes
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https://tbinternet.ohchr.org/Treaties/CCPR/Shared%20Documents/HND/INT_CCPR_ADR_HND_
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▪ Valverde, José Manuel / HIVOS – ISS (s/f) Construcción colectiva de conocimientos, Programa de
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▪ Vasilachis, Irene. .2006. Estrategias de Investigación cualitativa, disponible en


https://www.academia.edu/36458205/_Vasilachis_2006_Estrategias_de_Investigacio_n_Cualitati
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▪ Villa, Marta Inés. 2006. Desplazamiento forzado en Colombia. El miedo: un eje transversal del
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▪ Wilches, Ivonne. 2011. “Conceptos en violencias de género” En Bernal, Gloria (comp.) Visibilizar
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en Colombia en el Contexto de la Ley de Justicia y Paz –un ejemplo de justicia transicional–,
ProFis. Pág. 47, disponible en https://www.jep.gov.co/Sala-de-
Prensa/Documents/Visibilizar%20la%20violencia%20de%20g%C3%A9nero.pdf

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Anexos

• No. 1. TdR.
• No. 2. Propuesta metodológica.
• No. 3. Cuestionario para entrevista sobre dinámicas de violencia y desplazamiento forzado.
• No. 4. Cuestionario para entrevista sobre mecanismos de protección y sus vacíos.
• No. 5. Cuestionario para entrevista sobre rutas de evacuación e impactos por el
desplazamiento.
• No. 6. Guía con aspectos generales relacionados con rutas de evacuación e impactos por el
desplazamiento.
• No. 7. Guion taller reflexivo sobre dinámicas de violencia y desplazamiento forzado.
• No. 8. Guion taller reflexivo sobre mecanismos de protección y sus vacíos.
• No. 9. Guion talleres departamentales dinámicas de violencia y desplazamiento forzado y
mecanismos de protección y sus vacíos.

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